Está en la página 1de 7

Platón - Critón (o el deber del ciudadano).

Luego del juicio de Sócrates, Critón se presenta en la celda de su amigo con el fin de ayudarlo
a escapar. Como es de esperar, los dos amigos tienen una conversación sobre la justicia y sus
modos de operar. ¿Hay justicia en el juicio que se le acaba de dar a Sócrates? En mi opinión
queridos lectores, no; no obstante, el filósofo fue condenado. Si bien pudieron condenarlo sus e
nemigos, aquí vemos como su amigos que lo apoyaron hasta el final, siguen con él segurament
e para agradecerle todo lo que el filósofo ha hecho por ellos.

Critón

Peronsajes

- Sócrates

- Critón

Malas noticias

Critón llega a la celda de Sócrates quien se sorprende de verlo, ya que era muy temprano y a
demás que el guardia lo haya dejado pasar. Lo que pasaba es que Critón ya se conocía con el
guardia con el cual no tenía ningún problema.

Su amigo le informa que el barco de Delos ya está por llegar, lo que significaría que al día sig
uiente Sócrates sería condenado a beber la cicuta.

Sócrates no está preocupado de esto diciendo que en un sueño, una hermosa y esbelta mujer l
e dijo que ''En tres días arribarás a la fértil Ptía''. Critón lo reconoce como un sueño insólito.

Preocupaciones
Critón manifiesta su preocupación por Sócrates porque en primer lugar, perdería un gran amigo
. En segundo lugar, porque se sentiría mal en no ayudar a un amigo cuando podría haberlo he
cho; sobre todo, cuando el dinero se interpone, pero Critón estaba dispuesto a liberarlo. Ademá
s, a la gente le resultaría muy difícil creer que el mismo Sócrates se ha negado a recibir ayuda.
Sócrates le dice que no debe preocuparse de la opinión del vulgo, sino más bien de la opinió
n de los que saben de tales materias.

La verdadera razón de Critón para estar ahí, es para propiciar la fuga del filosofo la noche sigu
iente, ya que más tarde sería imposible. Sócrates se resiste a dejar de lado su decisión e insiste
en cumplir su condena.

Critón dice que muchos están de acuerdo con que se le libere y que están dispuestos a aporta
r lo que sea para liberarlo. Además, éste añade que al seguir en esta actitud dejará huérfanos
a sus hijos y no podrá enseñarles nada. Sócrates vuelve con el mismo argumento de hace un
momento (la opinión del vulgo no importa, sino que importa la de los entendidos).

La justicia ante todo

Después de las razones de Critón, los dos amigos se proponen analizar si huir de la cárcel serí
a una acción justa.

Ante todo establecen:

Nunca se debe cometer injusticia

Nunca se debe devolver injusticia con injusticia

Nunca es legítimo hacer mal alguien

Sócrates confiesa a Critón haber seguido estos pasos toda su vida y aún cree en ellos. Aquí qu
eda establecido que huir de la cárcel sería devolver injusticia con injusticia. Sócrates nos describ
e que pasaría si la República y las leyes los vieran escaparse. En efecto, Sócrates sería un mal a
gradecido, puesto que las leyes hicieron que su padre lo educara, hicieron que sus padres se c
asaran y lo concibieran. De este modo, huir sería cometer injusticia con las leyes. Leyes que ha
n formado a Sócrates y lo han convertido en lo que es ahora.

Además, los amigos de Sócrates correrían gran peligro al ayudarlo a huir. Tanto peligro como é
l mismo porque si se fuera a Tebas, Sócrates sería mirado como un sospechoso y un quebranta
dor de leyes. Por otro lado, ¿cómo podría Sócrates hablar de obedecer a la leyes y lograr la vi
rtud si él también las rompe?

En este caso, si Sócrates muere, no sería por parte de las leyes, sería por parte de la injusticia
y la injusticia solo pueden ejercerla los hombres.

Finalmente, Critón no tiene nada que objetarle y Sócrates lo convence de seguir el destino que
el dios le ha dictado.

Conclusión

Vemos aquí un hombre que defiende sus ideales y las consecuencias que estos trae. Podemos
evidenciar lo aferrado que era de la verdad y lo aferrado que era a las leyes; no las violaría au
nque de ello dependiera su vida. Siguió estableciendo igual que en la Apología lo importante q
ue es la opinión de los expertos y no la del vulgo, lo importante que es no devolver injusticia
con injusticia y que la justicia debe ser el bien ante todo. Es interesante notar la diferencia entr
e la biblia, ya que en el antiguo testamento la ley del Talión se ve como algo ético, mientras a
quí sería algo más bien ignominioso.

Platón, CRITÓN O DEL DEBER

1. Situar el diálogo dentro de las obras de Platón.


Esta obra la encontramos en el grupo de obras escritas en “Obras de la vejez, diálogos dialécti
cos”, escritos más o menos alrededor del 370-347 a. de C. Los diálogos de este período refleja
n la evolución filosófica de Platón. Las ideas de estos, se atribuyen al propio Platón, aunque Só
crates sigue siendo el personaje principal en muchas de ellas. Platón intenta plasmar en esta ob
ra su filosofía acerca de si es correcto o no someterse a las leyes de una manera absoluta. Crit
ón o del deber nos acerca a la posible contradicción existente en cumplir con todo lo que man
dan las leyes y la justicia, aún implique esto que nuestras convicciones y criterios se vayan al su
elo, o peor aún, el mismo cumplimiento de la justicia y la ley, nos cueste la muerte.

2. Describe la situación en la cual Platón inserta sus reflexiones.

Sócrates condenado a muerte por el pueblo ateniense, se encuentra en la cárcel esperando que
pase el tiempo para cumplir dicha condena en cuestión de uno o dos días, ya que cuando lle
gue de Delfos el buque que había partido un tiempo atrás hacia la isla santa la sentencia se lle
varía a cabo. Esta nave se conducía desde Atenas una vez por año, en peregrinación a la isla s
anta. Entre su partida y su vuelta no debía cumplirse ninguna ejecución capital a fin de que la
ciudad permaneciera pura.

En esta tensa espera, es que Critón, discípulo de Sócrates, pidiendo permiso al alcalde, llega mu
y temprano a la cárcel, con el propósito de convencer a Sócrates de que escape con su ayuda
de la cárcel. A esta propuesta, Sócrates plantea toda una filosofía sobre si es justo o no, el que
se cometa dicha acción, en otras palabras, sobre si se debe cumplir siempre o no, la justicia.

3. Resumir el problema central y la respuesta que da Platón.

“… someterse a las leyes es una obligación absoluta, es el deber”. Esta es la idea central de est
e diálogo. Donde los amigos de Sócrates, después de haber convencido al alcalde para que les
permitieran enviar a uno de ellos a visitar a su maestro, fue enviado Critón, fiel discípulo, con l
a gran misión de convencer a Sócrates de que se fugara de la cárcel y de esta forma salvar la
vida de Sócrates.
Todas las razones posibles da Critón para convencer a su amado maestro, entre ellas plantea u
na que me llama la atención: 44c “…témome que mucha gente que no nos conoce bien ni a ti
ni a mi, crea que pudiendo salvarte a costa de mis bienes de fortuna, te he abandonado”. A l
o que Sócrates muy sabiamente responde que no se debe hacer caso ni tanto aprecio a la opi
nión del pueblo, puesto que es totalmente cierto que entre las opiniones de los hombr es, segú
n Sócrates, las hay que son dignas de alta estimación pero hay otras que no merecen ninguna.
De tal forma que no es preciso estimar todas las opiniones de los hombres, sino tan sólo algu
nas y siguiendo por la misma línea de esas “algunas”, sólo se deben estimar las buenas y dese
char las malas, a sabiendas de que las opiniones buenas sólo vienen de los sabios.

No obstante a todo esto, filtrando de antemano la procedencia del enunciado, Sócrates se prop
one dar un segundo paso y llegar aún más profundo, analizar la propuesta de Critón en sí, pu
es, aludiendo a que: 48a) “…no debemos curarnos de lo que diga el pueblo, sino sólo de lo qu
e dirá aquél que conoce lo justo y lo injusto, y este juez único es la verdad”. Sócrates se dispo
ne a hacerle ver a Critón, lo que es justo e injusto y llegar al fondo de todo a través de una s
erie de preguntas y respuestas (mayéutica) que le hace a su discípulo, una de ellas es si sería j
usto o no, hacer caso a la propuesta que le está haciendo Critón, fugarse de la cárcel.

Sócrates usando su muy conocido método de preguntas y respuestas, llega primeramente a la c


onclusión de que vivir bien no es otra cosa que vivir como lo reclaman la verdad y la justicia.
Pero, hasta qué punto esa justicia es permitida, si se puede dar el caso, (como es su caso) si e
sta atente contra la vida misma de un ciudadano que pronto será condenado por plantearle al
pueblo ateniense, lo que él consideraba era justicia y verdad, su filosofía.

¿Sería lícito, hacer injusticia, a los mismos que hacen la injusticia? 49ª) “…es preciso (responde S
ócrates) no hacer justicia ni volver el mal por el mal, cualquiera que haya sido lo que hayamos
recibido”. Sócrates se auto pregunta también, para aclarar más la idea que está planteando ¿qu
é sucedería si la ley y la república se presentasen ante nosotros y vieran lo que “se está planea
ndo”, fugarme de la cárcel? Pues probablemente, dice Sócrates, le preguntarían muy extrañados
sobre el acto que pretenden hacer y se dirigirían muy especialmente a Sócrates diciendo: 50b)
¿Sócrates, la acción que preparas no tiende a trastornar en cuanto a ti depende, a nosotros y a
l estado entero? porque ¿qué estado puede subsistir si los fallos no tienen ninguna fuerza y so
n eludidos por los particulares? Sócrates le dice a Critón que tanto la justicia como La Repúblic
a, quedarían totalmente alarmados y decepcionados, si éste se atreviera a realizar una acción de
ésta índole, que atenta contra los códigos establecidos. Sócrates hace entender a Critón que la
sabiduría misma no está por encima de la patria que es digna de más respeto y más veneraci
ón delante de los hombres y de los dioses que cualquier otra cosa existente.

Es preciso respetar a la patria en su cólera y obedecer sus órdenes, sufrir sin murmurar todo lo
que ella quiera que se sufra, aunque sea en contra de uno mismo. Además de todo, si el mis
mo Sócrates accediera a la petición de Critón, todo lo que él ha hablado ante los demás, amig
os y conocidos, toda su filosofía, su doctrina y su pensar, serían palabras que se las llevaría el
viento, pues él mismo no habría sido capaz de cumplirlas.

Después de plantear su pensar Sócrates termina preguntando a Critón si tiene algo que decir, a
gregar o refutar, a lo que Critón responde: 54d) “…Sócrates, nada tengo que decir”.

4. Se elige algún texto más significativo para explicarlo.

49 c) “…toda injusticia es vergonzosa y funesta al que la comete, digan lo que quieran los hom
bres, y sea bien o sea mal el que resulte”. Es preciso por consiguiente, no hacer jamás injusticia
, ni volver el mal por el mal, cualquiera que haya sido el que hayamos recibido.

A lo largo de la historia del hombre, han sido miles las formas en la que el hombre, a conveni
encia propia, ha justificado, razonado y tratado de explicar la explotación del hombre por el h o
mbre, o más bien, la injusticia cometida del ser humano hacia el ser humano. Está totalmente c
laro, para nosotros que muchas veces nos hacemos llamar “cristianos”, que cualquier clase de in
justicia, por pequeña o grande que sea, atenta contra los principios básicos que rigen nuestra é
tica, nuestra moral y nuestro código social. Pero lo que me llama la atención es que precisame
nte, no hay que ser cristiano para tener este tipo de planteamientos y claro está el caso de Pla
tón, que obviamente no lo era. El punto es que muchas veces vivimos ajenos a nuestros propio
s cuestionamientos y a las leyes internas (algunos le llaman conciencia) que mas de una vez no
s dicen qué deberíamos de hacer y qué no.

No hay forma de justificar la injusticia, y en esto difiero al planteamiento de Platón. Por el simp
le hecho de que toda una comunidad, sociedad y grupo cultural, llámele como quieran llamarle,
establezca una serie de códigos aprobados y aceptados por todos, o si no por la mayoría, est
o no implica que todo lo escrito en él “sea justo”, pues más de una vez en nuestro pequeño c
uento llamado “historia de la humanidad”, civilizaciones completas, países, estados y ciudades, h
an creído tener la razón justificando su injusticia con aquello que ellos llaman o pretenden llam
ar justicia.

Aunque queramos ahondar mucho en el asunto o hacer más de mil códigos civiles, la respuest
a a lo que es justo o no, está en la conciencia misma del ser llamado desde su origen a vivir
en un mundo de igualdad y justicia, que a veces, lamentablemente ni creemos que exista.

También podría gustarte