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SALMO 61

DIOS, ÚNICA ESPERANZA DEL JUSTO


En el desarrollo de este salmo se contrapone dos clases de confianza. Es así que
son dos opciones fundamentales, una buena y una mala, que implican dos
conductas morales diferentes. Ante todo, está la confianza en Dios, exaltada en
la invocación inicial, donde entra en escena un símbolo de estabilidad y
seguridad, como es la roca, "el alcázar", es decir, una fortaleza y un baluarte de
protección. Luego, el orante fija con insistencia su atención crítica en otra clase
de confianza, fundada en la idolatría. Es una confianza que lleva a buscar la
seguridad y la estabilidad en la violencia, en el robo y en la riqueza.

SALMO 66
QUE TODOS LOS PUEBLOS ALABEN AL SEÑOR
En este salmo la bendición divina implorada para Israel se manifiesta de una
forma concreta en la fertilidad de los campos y en la fecundidad, o sea, en el
don de la vida. Por eso, el salmo comienza con un versículo (cf.Sal 66, 2) que
remite a la célebre bendición sacerdotal referida en el libro de los Números: "El
Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor;
el Señor se fije en ti y te conceda la paz" (Nm 6, 24-26).

CÁNTICO COL 1, 12-20


HIMNO A CRISTO, PRIMOGÉNITO DE TODA CREATURA
Y PRIMER RESUCITADO DE ENTRE LOS MUERTOS

Es un gran himno cristológico recogido al inicio de la carta a los Colosenses.


En él destaca precisamente la figura gloriosa de Cristo, corazón de la liturgia y
centro de toda la vida eclesial. Sin embargo, el horizonte del himno en seguida
se ensancha a la creación y la redención, implicando a todos los seres creados y
la historia entera. En este canto se puede descubrir el sentido de fe y de oración
de la antigua comunidad cristiana, y el Apóstol recoge su voz y su testimonio,
aunque imprime al himno su sello propio.

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