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SALMO 66
QUE TODOS LOS PUEBLOS ALABEN AL SEÑOR
En este salmo la bendición divina implorada para Israel se manifiesta de una
forma concreta en la fertilidad de los campos y en la fecundidad, o sea, en el
don de la vida. Por eso, el salmo comienza con un versículo (cf.Sal 66, 2) que
remite a la célebre bendición sacerdotal referida en el libro de los Números: "El
Señor te bendiga y te proteja, ilumine su rostro sobre ti y te conceda su favor;
el Señor se fije en ti y te conceda la paz" (Nm 6, 24-26).