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Logística inversa

El compromiso con las energías alternativas no puede acabar en un vertedero.


Toyota Motor Europa (TME) ha diseñado una estrategia para que el “corazón”
de sus vehículos híbridos siga cumpliendo una función cuando acaba la vida útil
de cada modelo.
Las baterías de los modelos híbridos de Toyota en su mayoría duran toda la vida
útil del vehículo, por lo que no se recuperan hasta que éste deja de estar en uso,
ya sea por longevidad o a causa de un accidente. Entonces comienza un proceso
de logística inversa (del consumidor al punto de origen) que culmina con el
reciclaje o reutilización de la propia batería.
Pero, ¿de qué están hechas las baterías híbridas? Actualmente, Toyota ofrece
dos tipos, las de níquel e hidruro metálico (NiMh) –compuestas de hidrógeno,
níquel y otros metales como el titanio–; y las de ión litio –que incorporan sales
de litio y componentes metálicos y no metálicos–. Las dos cumplen a la
perfección la función de suministrar energía al motor eléctrico, aunque cada una
tenga características diferentes respecto al peso o la eficiencia de carga.
En Europa, Toyota ya recoge más del 90% de las baterías híbridas, que
posteriormente son tratadas por empresas especializadas. Sin embargo, el
compromiso es llegar a recoger (y reutilizar) el 100%.
¿Qué se hace con las baterías?
Actualmente, la mayor parte de las baterías híbridas recogidas van destinadas
al reciclaje de sus materiales –con un mínimo de un 50% de eficiencia–. Para
ello, se emplea una tecnología de fundición a ultra alta temperatura que permite
recuperar porcentajes importantes de cobalto, níquel o cobre. En el caso de las
baterías de litio, el reciclaje es más complejo, ya que incorporan un mayor
porcentaje de materiales raros y no metálicos, para los que Toyota está
desarrollando procesos específicos.
Además, aunque es un sistema complejo, Toyota ya ha empezado a investigar
soluciones para la re-fabricación de baterías de NiMh para nuevos vehículos a
partir de baterías usadas. También se contemplan otras opciones, por ejemplo,
la de dar a las baterías una segunda vida como unidades de almacenamiento de
energía estacionaria o de emergencia. Usadas de forma independiente o en
grupo, estas baterías híbridas, aún en buen estado, pueden almacenar energía
eléctrica que puede ser usada como parte de un sistema coordinado de ahorro
de energía, o incluso como suministrador complementario de electricidad.

Mecánica híbrida del Toyota Prius

Baterías usadas de Toyota, reutilizadas en el Parque de Yellowstone (EE. UU)


Ya hay ejemplos por todo el mundo que demuestran que dar una segunda vida
a las baterías de los vehículos híbridos es una idea efectiva y sostenible. Por
ejemplo, en el Parque Nacional de Yellowstone, en Estados Unidos, más de 200
baterías híbridas se están utilizando para almacenar electricidad generada por
el sol a través de paneles solares. Por su parte, en Japón, vendedores de Toyota
están utilizando grupos de 10 baterías híbridas para almacenar energía
procedente de paneles solares. Esta electricidad se usa cuando en picos de
demanda energética para reducir costes.
Compromiso global con el medio ambiente
El desafío de reciclar todas las baterías híbridas de Toyota se entiende dentro
de su compromiso de minimizar el impacto medioambiental de sus productos,
cuyos objetivos están definidos en el Desafío Medioambiental 2050, un reto
global al que pretende llegar siguiendo las llamadas cuatro ‘R’: reducir, reutilizar,
reciclar y recuperar.
De esta forma, el Desafío de Toyota para el año 2050 y su cultura del reciclado,
permitirá que baterías como las del nuevo Prius tengan una segunda vida.

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