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Detrás de la puerta...

un mundo (fragmento)

Fue precisamente aquella noche de luna y mar iluminado que salí a caminar solo por la
playa. Yo tenía doce años. Las olas acariciaban las arenas, terminando a mis pies. En cada espuma,
el brillo de los dominutos bichitos me parecía la obra maravillosa de algún mago oculto en el
océano.
Llegué hasta las rocas en el extremo de la playa. Procurando no resbalar, salté de una roca
a otra y me fui alejando de la playa, internándome en aquella península rocosa que se metía mar
adentro.
Por momentos sentí miedo porque no podía distinguir bien dónde estaban las rocas y dónde
el mar. Tenía temor de caer al agua.
Al doblar alrededor de una roca del tamaño de una casa, pude ver los contornos de una
puerta sobre su lado más iluminado por la luna. Me acerqué y la vi en todo su esplendor. Era una
puerta de piedra, metida en la roca de color azul. Puse mi mano sobre el pestillo para tratar de
abrirla. No pude. Lo intenté varias veces pero fue inútil. Aunque el pestillo de piedra giraba, la
puerta no se movía. Me puse a inspeccionar detenidamente la roca. Entre los grabados había un
dibujo del sol cayendo sobre el horizonte, una mano sobre el pestillo de una puerta muy parecida a
esta y la cara de un niño con la boca abierta, luego había una gaviota, un caracol y una estrella
brillante. Eran dibujos parecidos a los jeroglíficos de antiguas civilizaciones que yo había visto en
libros de historia. Todo parecía indicar que esa era la clave para abrir la pesada puerta. En ese caso
debía abrirse al atardecer y no esa noche.
Regresé para la casa y luego de cenar un delicioso matambre a la leche que había
preparado la tía Alicia, me fui a dormir pensando en el trabajo del día siguiente y repasando la clave
que expresaban los grabados para tratar de descifrarla.
Ignacio Martínez
Luego de leer el texto, debes realizar las siguientes actividades:

1. Copia y ordena cronológicamente estos hechos numerándolos del 1 al 6. Luego de ordenar,


forma un párrafo con estos enunciados.

Observó con atención y encontró un dibujo tallado en la puerta.


Llegó a las rocas y las atravesó con cuidado.
Volvió a su casa decidido a descifrar la clave y regresar a abrir la puerta.
El niño salió a caminar solo por la playa.
Enconstró una gran roca con una puerta.
El dibujo explicaba cómo abrirla.

2. En este enunciado, ¿a qué categoría gramatical pertenecen las palabras subrayadas?


“En cada espuma, el brillo de los diminutos bichitos me parecía la obra maravillosa de algún
mago oculto en el océano.”
a) ¿Cuáles son los adjetivos que acompañan a cada una de estas palabras?
b) En el primer caso, reconoce género y número presente en dicha palabra.
3. El narrador del texto, ¿es interno o externo? Explica tu respuesta.
4. ¿A qué hace referencia el siguiente pronombre: “LA vi en todo su esplendor”?
5. Indica cuál de los siguientes verbos del texto no hacen referencia al personaje del niño:
intenté, expresaban.
a) Elige uno de los verbos y escribe su forma en infinitivo.
b) Reconoce su estructura morfológica (morfema base y morfema flexivo).
c) Reconoce persona y número en el morfema flexivo.
6. Separa en sílabas las siguientes palabras:
intenté, jeroglíficos, niño, esplendor, inútil.
a) Marca la sílaba tónica.
b) Clasifícalas en agudas, graves y esdrújulas.

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