CEFALOHEMATOMA

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Sigrid Gabriela Encinas Guerrero

CEFALOHEMATOMA

El cefalohematoma, también llamado tumor


cranii sanguineus es una colección se sangre
sub-perióstica causada por la ruptura de
vasos que atraviesan desde la calota
craneana al periostio. En su patogénia está
involucrada la compresión repetida de la
cabeza fetal contra la pelvis, durante un
trabajo de parto prolongado o dificultoso. Los
factores de riesgo más frecuentes son:

 Recién nacido grande para la edad


gestacional.
 Mal uso de fórceps o vacuum durante
el parto.

La incidencia oscila entre 0.4 y 2.5 % siendo


más frecuente en el sexo masculino y en recién nacidos producto de madres
primíparas.

La hemorragia sub-perióstica se produce lentamente y es por ello que el


cefalohematoma se manifiesta a pocas horas del nacimiento hasta dos días
después del parto y tiende a delimitarse entre el segundo y tercer día.
El cefalohematoma no atraviesa las líneas de suturas y se extiende a las
estructuras periostiales de un solo hueso del cráneo; generalmente compromete
uno o ambos huesos parietales, con menor frecuencia el occipital y rara vez el
frontal.
Al palpar un cefalohematoma nos da la sensación de aplastar una pelota de ping
pong, que a su vez puede ser fluctuante; el 5% de los cefalohematomas cursan
con fracturas asociadas, siendo lineales la mayoría de estas.
El diagnóstico diferencial incluye caput succedaneum, hematoma subgaleal,
encefalocele y cráneo bífido.

El tratamiento del cefalohematoma es conservador.


Están contraindicadas las punciones evacuatorias y las incisiones quirúrgicas para
retirar la colección de sangre por el riesgo de infecciones secundarias.
La única indicación para efectuar una punción o evacuación es una infección.
En casos donde el cefalohematoma es gigante, debido a la gran colección
sanguínea, son imperativas transfusiones de sangre para corregir la anemia
secundaria.
Sigrid Gabriela Encinas Guerrero

Los cefalohematoma son causa frecuente de hiperbilirrubinemia indirecta por


destrucción masiva de glóbulos rojos secuestrados en la masa hemorrágica y la
ictericia neonatal es directamente proporcional a la magnitud del cefalohematoma.
Las fracturas lineales de cráneo que suelen acompañar al padecimiento, no
requieren tratamiento.

La mayoría de los cefalohematomas se resuelven espontáneamente entre la


segunda semana y el tercer mes de vida. En algunos casos y sobre todo cuando
el cefalohematoma es gigante suele observarse conglomerados de tejido fibroso,
calcificaciones e hiperostosis secundaria, que ocasionan deformidades plásticas
del cráneo susceptibles de ser tratadas mediante cirugía reconstructiva o por
aparatos ortopédicos.

Tomado de:
Pantoja Ludueña, Manuel, Arteaga Bonilla, Ricardo, & Mazzi Gonzales de Prada, Eduardo. (2004).
Cefalohematoma gigante. Revista de la Sociedad Boliviana de Pediatría, 43(2), 99-100.
Recuperado en 26 de enero de 2020, de
http://www.scielo.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1024-
06752004000200010&lng=es&tlng=es.

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