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Uno de los rasgos del sistema económico y del consumismo actual es que crea
necesidades artificiales. Mediante la constante publicidad y otras técnicas, convencen y
atrapan a las personas en el círculo vicioso del consumismo. La implementación del
comercio a través de medios electrónicos, ha incrementado la forma excesiva de
consumir, ya que el poder de convencimiento que tienen estos medios es mayor, ya que
la posibilidad de adquirir algo a través de estos es más factible y más acorde a la época
en que se vive.
Pero el consumismo actual no sólo tiene como objetivo cubrir necesidades o satisfacer
deseos, además sirve para distinguir a las personas entre sí, evidenciando aún más el
sistema de clases sociales que forma nuestra sociedad hoy en día. Cuanto más caro es
un producto, menos gente lo puede poseer, y esta es la explicación real al sistema de
las clases ya que como se dijo anteriormente, la sociedad se basa en la acumulación de
bienes. Así pues, una de las funciones del consumismo es proporcionar a la persona
formas de distinguirse de otros grupos de distinto nivel social. Las empresas y las marcas
lo saben, y ofertan sus productos mediante la excesiva publicidad, vendiendo todo con
la falsa necesidad, al mejor postor.
En definitiva, el fenómeno del consumismo depende cada vez más del deseo que de la
necesidad.