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296 - 08evaluacion Psicologica y Neuropsicologica PDF
296 - 08evaluacion Psicologica y Neuropsicologica PDF
Evaluación psicológica
y neuropsicológica
John F. Clarkin, Ph.D.
Stephen W. Hurt, Ph.D.
Steven Mattis, Ph.D.
En la última década, la convergencia de diferentes combi nación única individual de síntomas, de las
factores ha propiciado un cambio profundo en los fuerzas y debilidades de la personalidad, y de las
procedimientos de evaluación de los sujetos que tensiones y apoyos sociales. Anteriormente, la prác-
podrían manifestar problemas psiquiátricos y/o tica psiquiátrica se caracterizaba por la aplicación
trastornos diagnosticables. En psiquiatría, se ha de la misma terapia o de una mezcla de terapias a
prestado una atención preferente al desarrollo de todos los pacientes por igual, en vez de asignar a
un sistema diagnóstico basado en las conductas. cada paciente un tratamiento óptimo y específico.
Con la introducción del DSM-III (American Psy - Dicha práctica actualmente resulta claramente
chiatric Association, 1980), el diagnóstico se ha errónea, tanto en el sentido de que a los pacientes
vuelto conductualmente más explícito y fiable, así se les priva de los tratamientos más eficaces y/o
como también más complicado debido a su apro- más eficientes, como para los profesionales de la
ximación multifocal. La puesta en marcha de dicha salud mental por cuanto malgastan recursos pre-
aproximación multiaxial ha centrado la atención ciosos y se fomenta un razonamiento clínico im-
diagnóstica no sólo en los síntomas sino también preciso. Dicha práctica está siendo rápidamente re-
en los problemas de personalidad, las circunstan- emplazada por la utilización de terapéuticas
cias ambientales y el funcionamiento premórbido diferenciales (American Psychiatric Association,
del sujeto. 1989; Beutler y Clarkin, 1990; Frances et al., 1984).
Con la proliferación de tratamientos, algunos El tratamiento psiquiátrico del pasado condi-
de los cuales son específicos para problemas espe- cionó el tipo de evaluación que se utilizó. La om-
cíficos (por ejemplo, la exposición en vivo para las nipresencia de las terapias psicodinámicas condu-
fobias, la medicación antipsicótica para los tras- jo a un énfasis de la evaluación de la dinámica, las
tornos del pensamiento), un diagnóstico cuidado- defensas y las fantasías de los pacientes, prestan-
so se ha vuelto de vital importancia para asegurar do poca atención a la relación entre la evaluación
un tratamiento óptimo dentro del contexto de la psicológica y la decisión respecto al tratamiento
259
260 TRATADO DE PSIQUIATRÍA
diferencial. Los métodos y procedimientos de eva- me y la utilización del ordenador para obtener una
luación en psicología clínica sobrevivieron a las puntuación y la generación de un informe de forma
fuertes críticas de los psicólogos académicos (los rápida. Nuestro conocimiento cada vez mayor de
cuales deploraban la falta de fiabilidad y validez de la relación entre el cerebro y la conducta, ha dado
la mayoría de dichas pruebas) debido a que se ob- lugar a un mayor énfasis de la evaluación neurop-
servó que resultaban útiles desde un punto de vista sicológica.
descriptivo para los que estaban ávidos de resulta- Con la proliferación tanto de instrumentos de
dos de pruebas psicológicas. Mientras las distintas evaluación como de las opciones de tratamiento,
modalidades de tratamiento fueran limitadas, la se hace necesaria una estructura para definir los
evaluación psicológica podría continuar basándo- criterios a la cual uno debe referirse para la eva-
se en una batería estándar de tests. A cada pacien- luación, la selección de pruebas y la utilización de
te se le administraría el mismo test y, a menudo, la información resultante. En este capítulo, des-
el mismo tratamiento. Hoy en día, el enfoque de pués de revisar las cuestiones generales relaciona-
la evaluación mediante una batería estándar para das con la definición y desarrollo de los tests psi-
todos los pacientes es tan obsoleto como el enfo- cológicos, discutiremos los objetivos de la
que de un tratamiento común para todos los pa- evaluación psicológica y ofreceremos una estruc-
cientes. tura heurística para la consideración de las princi-
Finalmente, a medida que las terapias cogniti- pales áreas de la evaluación. Revisaremos las me-
vas y conductuales se iban desarrollando y demos- jores pruebas psicológicas dentro de dicho contexto
trando su eficacia, se han diseñado instrumentos y proporcionaremos un árbol de decisión clínica
para evaluar conductas relevantes desde el punto que relacione los pacientes a evaluar con la selec-
de vista terapéutico haciendo especial hincapié en ción apropiada de las pruebas.
la intervención. Dichos instrumentos han pasado
a formar parte de las herramientas de evaluación.
El desarrollo de tales instrumentos ha conllevado DEFINICIÓN Y DESARROLLO
los siguientes cambios en los objetivos y estrate- DE LOS INSTRUMENTOS
gias de la evaluación psicológica (Tabla 8-1). Se ha DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICA
producido un giro hacia la evaluación de dimen-
siones específicas mediante puntuaciones cuanti-
tativas. Dicha aproximación se ha centrado en los Actualmente se utilizan tres tipos de instrumentos
síntomas y en el funcionamiento, más que en la psi- en la evaluación del funcionamiento del paciente:
codinámica y las motivaciones. Bajo la presión de los tests psicológicos, las escalas de valoración y las
una evaluación y un tratamiento rápidos, se hace entrevistas semiestructuradas (Tabla 8-2).
más hincapié en instrumentos como el autoinfor- Los tests psicológicos son métodos estandariza-
dos para muestrear conductas de forma fiable y vá-
lida. Los estímulos de la prueba, el método de pre-
TABLA 8-1. OBJETIVOS Y ESTRATEGIAS ACTUALES sentación de dichos estímulos, y el método de
DE EVALUACIÓN
puntuación de las respuestas están cuidadosamen-
1. Evaluación cuantitativa de la intensidad de los te estandarizados para asegurar la fiabilidad. Los es-
síntomas. tímulos concretos de la prueba pueden ser cons-
2. Uso selectivo de tests específicos para evaluar truidos de muy diversas formas. Por ejemplo, los
dimensiones de interés particular. ítems de la Wechsler Adult Intelligence Scale-Re -
3. Utilización más amplia de tests objetivos y de vised (WAIS-R; Wechsler, 1981), una prueba de in-
autoinformes. teligencia ampliamente utilizada, incluyen pregun-
4. Desarrollo de instrumentos diseñados para evaluar tas factuales (por ejemplo, ¿Qué significa ponderar?)
dimensiones previamente desestimadas,
y cada respuesta se puntúa como 2 (si la respuesta
particularmente la dimensión del grado de
adaptación social. es «contemplar»), como 1 ( si es «preguntarse») o
5. Énfasis en la evaluación neuropsicológica. como 0 (si es «impacientarse»). La nueva estanda-
6. Utilización más amplia de procedimientos de criba rización del Minnesota Multiphasic Personality
y evaluación para la valoración de las nuevas Inventory-2 (MMPI-2; Butcher et al., 1989), un test
admisiones. de personalidad y sintomatología altamente desa-
7. Empleo de las tecnologías más avanzadas, rrollado y ampliamente utilizado, contiene pre-
especialmente los ordenadores, para la guntas acerca de la presencia o ausencia de senti-
administración, puntuación y en algunos casos la
elaboración de informes.
mientos, pensamientos y experiencias (como por
8. Incremento de la «evaluación conductual» haciendo
ejemplo, «generalmente pienso que la vida vale la
especial mención en las interacciones claramente pena», un ítem de la Escala 2) en un formato de ver-
definidas entre el paciente y el ambiente. dadero/falso. Los estímulos en la prueba denomi-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y NEUROPSICOLÓGICA 261
TABLA 8-3. TIPOS DE FIABILIDAD Y VALIDEZ la depresión, y podría alcanzar validez predictiva si
se hallara que las puntuaciones del test están rela-
Tipo Descripción cionadas con la probabilidad de que un determina-
do individuo respondiera a un tratamiento especí-
Fiabilidad
fico para reducir la sintomatología depresiva. La
Test-retest El test proporciona puntuaciones validez de constructo sólo se puede lograr demos-
comparables en dos situaciones trando que el test específicamente mide un cons-
temporales distintas.
tructo teórico de interés y que las puntuaciones del
Formas Dos formas similares de la misma test no están relacionadas con otras áreas similares.
paralelas prueba proporcionan puntuaciones
similares.
Para más información acerca de los principios
generales de la evaluación, los tests y la construc-
División en Subgrupos de ítems proporcionan ción de tests, y puede consultarse la obra de Anas-
mitades puntuaciones similares a las de otro
subgrupo de ítems. tasi (1982). Los Mental Measurements Yearbooks,
Validez
editados por Buros (1971, 1978), también propor-
cionan una excelente revisión de los instrumentos
De contenido Los ítems muestrean adecuadamente el existentes. También puede consultarse la obra de
contenido del área.
Newman y Ciarlo (en prensa) para conocer los cri-
De criterio Las puntuaciones del test correlacionan terios que deben utilizarse para seleccionar instru-
con otras medidas de la misma área
de actividad.
mentos en función de la finalidad de la evaluación.
De constructo Los tests miden constructos teóricos y
no se han de relacionar con OBJETIVOS DE LA EVALUACIÓN
constructos similares pero distintos.
Schedule for Affective Entrevista Escalas de 7 puntos para Orientado hacia el diagnóstico
Disorders and Schizophrenia semiestructurada la valoración de los mediante los RDC*
(SADS) síntomas
Structured Clinical Entrevista Escalas de 3 puntos para Orientado hacia el diagnóstico
Interview for DSM-III-R semiestructurada la valoración de los mediante el DSM-III-R
(SCID) síntomas
* RDC (Research Diagnostic Criteria, o Criterios Diagnósticos de Investigación).
los cuales especificaban criterios explícitos de sin- riedad de síntomas (Tabla 8-6). Dichas medidas se
tomatología de 23 trastornos psiquiátricos. Dichos basan bien en autoinformes, bien en métodos de
criterios sirvieron de precursor del DSM-III y han entrevista para recoger información.
sido mayoritariamente incorporados en la versión
de dicha nomenclatura psiquiátrica. Minnesota Multiphasic Personality Inventory. El in-
Se tarda aproximadamente 2 horas en comple- ventario multifásico de personalidad de Minneso-
tar la SADS, y se necesita cierto entrenamiento en ta (MMPI; Hathaway y McKinley, 1967), junto con
evaluación psicopatológica. Comparada con el su reciente sucesor el MMPI-2, es probablemente
DSM-III, la SADS proporciona una cobertura ex- el instrumento de evaluación más ampliamente di-
tensiva (trastorno depresivo mayor, trastorno dis- fundido que existe. Existen varias razones para su
tímico, esquizofrenia, trastornos de ansiedad) pero uso extensivo, entre las que se incluyen su efi-
incompleta de los trastornos del Eje I, proporciona ciencia (el paciente tarda 1 ó 2 horas para respon-
poca atención al Eje II y IV, y utiliza una escala dis- der el test, que a continuación puede ser puntuado
tinta, la Global Assessment Scale (GAS; Endicott mediante ordenador), la gran cantidad de informa-
et al., 1976) para obtener información relevante ción acumulada sobre la materia, su base normati-
para el Eje V. Estas dificultades para establecer una va, y la utilización de escalas de validez que indi-
relación uniforme entre la SADS y el DSM-III ha can la actitud del paciente a la hora de responder al
conducido a Spitzer y sus colaboradores a revisar test. Aunque ha sido etiquetado como un «test de
la SADS. Utilizando el mismo formato de entre- personalidad», el MMPI fue construido para evaluar
vista semiestructurada y el mismo procedimiento lo que ahora está categorizado como condiciones
de evaluación de los ítems, Spitzer y sus colabora- del Eje I del DSM-III y en menor extensión, unas
dores (1992) han desarrollado la Structured Clini - pocas dimensiones de personalidad que no están re-
cal Interview para el DSM-III-R (SCID), el cual presentadas en el DSM-III Eje II.
orienta directamente el procedimiento diagnósti- El MMPI fue desarrollado en los años cuarenta
co hacia las categorías de los Ejes I y II del sistema por J. Charnley McKinley, psiquiatra, y por Starke
DSM-III. R. Hathaway, psicólogo. Los ítems fueron genera-
Con el enfoque explícito en la clasificación psi- dos a partir de listas de síntomas y afecciones psi-
quiátrica, la SADS y la SCID han adquirido todos quiátricas que se encontraban en los libros de texto
los problemas inherentes a la adopción de dicha de psiquiatría de aquel momento y en inventarios
nomenclatura psiquiátrica como punto de refe- de personalidad previamente construidos. Empe-
rencia para la evaluación. El más importante de di- zando con un gran bloque de dichos ítems, McKin-
chos problemas es la insuficiente validación de las ley y Hathaway utilizaron el método de contrastar
propias categorías diagnósticas. Sin embargo, como grupos criterio para construir diversas escalas de psi-
instrumentos para investigar la amplitud, la gra- copatología. Por ejemplo, la escala de hipocondría
vedad, la frecuencia, y la duración de los síntomas que mide el grado de preocupación por la salud del
y como entrenamiento en la evaluación formal en cuerpo, fue desarrollada en base a los ítems más fre-
psicopatología mediante entrevistas, dichos ins- cuentemente referidos por los pacientes con hipo-
trumentos constituyen una parte importante del condría sin complicación con psicosis u otros tras-
arsenal de evaluación. tornos psiquiátricos. Las respuestas de los pacientes
a los ítems del MMPI eran contrastadas con las de
los amigos o familiares que visitaban los hospitales
Medidas ómnibus de síntomas
universitarios de Minneapolis. Utilizando dicho mé-
Existe un cierto número de instrumentos que han todo como criterio para puntuar, McKinley y
sido elaborados para la evaluación de una gran va Hathaway construyeron nueve escalas clínicas: hi-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y NEUROPSICOLÓGICA 265
Millon Clinical Multiaxial Cuestionario 175 ítems, de respuesta 3 escalas de validez, 22 escalas
Inventory-II (MCMI-II) verdadero/falso clínicas que cubren las áreas de
los Ejes I y II.
pocondría (Hs, o Escala 1), depresión (D, o Escala La interpretación clínica actual del MMPI-2, sin
2), histeria (Hy, o Escala 3), desviación psicopáti- embargo, no se limita simplemente a determinar si
ca (Pd, o Escala 4), masculinidad-feminidad (Mf, o una escala está elevada en relación a dichas normas
Escala 5), paranoia (Pa, o Escala 6), psicastenia (Pt, y a asignar dicho diagnóstico al paciente (por ejem-
o Escala 7), esquizofrenia (Sc, o Escala 8 ) y manía plo, un paciente con una puntuación elevada en Sc,
(Ma, o Escala 9). Los ítems se formularon de ma- o Escala 8, no implicaría necesariamente que se le
nera que las personas con un nivel de educación diagnosticara de esquizofrénico). Por el contrario,
elemental pudieran responder al test, y se estable- basándonos en una extensa base de datos clínicos,
cieron normas para determinar el grado de altera- las disfunciones sintomáticas típicas y las disfun-
ción típico de cada grupo patológico. Por ejemplo, ciones de personalidad se describen mediante có-
un ítem en la Escala 2 (depresión) dice lo siguien- digos de 2 y 3 puntos (Dahlstrom et al., 1972; Gre-
te: «Me resulta difícil mantener la atención en una ene, 1991; Marks et al., 1974). Por ejemplo, los
tarea o trabajo (Verdadero)». individuos con un código de tres puntos 2-4-8 (es
Además de las escalas clínicas, se desarrollaron decir, con puntuaciones por encima de 70 en las es-
escalas de validez para evaluar las actitudes del pa- calas 2, 4 y 8) son descritos como personas típica-
ciente en el momento de responder a la prueba. mente desconfiadas, que mantienen a los otros a
McKinley, Hathaway y Meehl (1948) se centraron cierta distancia, que tienen miedo a implicarse
en la evaluación de la defensividad por parte del emocionalmente, que utilizan la proyección y la ra-
paciente, es decir, en la minimización de síntomas cionalización como defensas, que responden de ma-
y problemas («aparentar estar bien») o bien en la nera sensible y con cuestiones a todo aquello que
ponderación o exageración de problemas («aparen- pudiera parecer una demanda, y que son imprede-
tar estar mal»). Las escalas de validez fueron cons- cibles e inestables en su conducta y en sus actitu-
truidas para evaluar dichas dimensiones, que son des (Marks y Seeman, 1963). La investigación ha in-
útiles para interpretar la gravedad de los síntomas dicado que muchos pacientes con dicho código
contemplados en las escalas clínicas. presentan síntomas que cumplen los criterios DSM-
El MMPI ha sido revisado y reestandarizado re- III para la personalidad (Hurt et al., 1985)
cientemente como MMPI-2 (Butcher et al., 1989). El MMPI y el MMPI-2 son buenos ejemplos de
Las revisiones efectuadas han consistido en elimi- tests psicológicos, porque ambos han sido desa-
nar los ítems problemáticos y en modificar el vo- rrollados con una atención especial a la fiabilidad
cabulario de otros ítems de manera que reflejase el y validez. Tanto la severidad como el patrón de los
uso moderno del idioma, así como también la adi- síntomas del trastorno son considerados, y se ha
ción de varios ítems nuevos centrados en el suici- generado un vasto cuerpo de conocimiento acerca
dio, el abuso de drogas y alcohol, el patrón de con- de la validez predictiva de ambas pruebas. Además,
ducta Tipo A, las relaciones interpersonales, y el el MMPI y el MMPI-2 proporcionan información
cumplimiento del tratamiento. La reestandariza- sobre el estilo de respuesta del individuo evalua-
ción de las normas se ha basado en una muestra al do, un atributo de personalidad esencial para la in-
azar de 1.138 varones y 1.462 mujeres de los EUA. terpretación de las escalas clínicas.
266 TRATADO DE PSIQUIATRÍA
Abuso de sustancias
Alcohol Use Inventory (AUI) Autoinforme 228 ítems puntuados en 17 escalas principales en cuatro
escalas de 2 a 6 puntos áreas y 7 escalas de factores de
segundo orden.
Eating Disorders Inventory-2 Autoinforme 91 ítems de elección 8 subescalas y 3 escalas
(EDI-2) forzosa puntuados en una provisionales para temas y
escala de 6 puntos en características relacionadas con
función de la frecuencia los trastornos de la ingesta.
Afectos
Autoinforme Dos escalas de 20 ítems, Puntuaciones totales para la
State-Trait Anxiety Inventory puntuación de 4 puntos ansiedad (estado y rasgo).
(STAI) en función de la
frecuencia
S-R Inventory of Autoinforme 14 ítems en escalas de 5 Énfasis en la intensidad y
Anxiousness puntos de gravedad en cualidad de las situaciones que
11 situaciones. producen ansiedad.
Anxiety Disorders Interview Semiestructurada Ítems pertenecientes a Juicio clínico y aplicación de
Schedule los trastornos de las reglas de decisión del
ansiedad y depresión del DSM-III-R.
DSM-III-R.
Fear Questionnaire Autoinforme 17 ítems que reflejan Puntuaciones totales para
fobias específicas agorafobia, fobia social, y fobias
puntuadas en escalas de a la sangre y a las heridas.
evitación de 9 puntos
Beck Depression Inventory Autoinforme 20 ítems con escalas de Puntuación total.
(BDI) 4 puntos de intensidad
Hamilton Rating Scale for Entrevista clínica de 17 a 24 ítems, Puntuación total.
Depression (Ham-D) escalas de gravedad de 3
a 5 puntos
Dyadic Adjustment Scale Autoinforme 40 ítems, escalas de 7 Puntuación total.
(DAS) puntos.
Manic-State Rating Scale Valoración mediante un 26 ítems, cada uno de Puntuación total.
(MSRS) observador ellos puntuado por
frecuencia e intensidad
Conducta suicida
tornos afectivos y otros trastornos mayores. Desde haciendo que éste sea más consciente de las dis-
el punto de vista del tratamiento diferencial, es im- funciones específicas y utilizando la evaluación di-
portante distinguir entre agorafobia con crisis de rectamente en la propia intervención (por ejemplo,
angustia, trastorno por ansiedad generalizada y los registros semanales).
trastorno por angustia, debido a que son tratados Otro prototipo de programa de evaluación re-
de manera óptima por diferentes aproximaciones lacionado con la población específica de pacientes,
terapéuticas. Una vez que se ha determinado la cla- definida ésta por un complejo de síntomas, es el
sificación inicial, se utiliza una entrevista clínica descrito por Aaron Beck para el tratamiento am-
para obtener un análisis conductual, para evaluar bulatorio de los trastornos depresivos. El examen
el grado de confianza en los lugares y/o personas inicial se centra en la presencia, el tipo y gravedad
seguros y evaluar el patrón de conducta de evita- de cualquier trastorno depresivo (DSM-III Eje I) y
ción a lo largo del tiempo y la presencia o ausen- los trastornos de personalidad (DSM-III Eje II). Ade-
cia de despersonalización o pérdida del sentido de más, al paciente se le administra el BDI de mane-
la realidad. ra que la gravedad de la depresión pueda ser eva-
Además de la entrevista estructurada, se utili- luada y destaquen los síntomas específicos de
zan diversas medidas de autoinforme para evaluar depresión. El Young Loneliness Inventory (Young,
áreas complementarias importantes y para evaluar 1982) se utiliza para evaluar la posible ausencia de
el progreso a lo largo del tratamiento. El Fear Ques - amistades y de vínculos íntimos, un factor ínti-
tionnaire (Marks y Mathews, 1979) es un instru- mamente relacionado con la depresión. La D y s -
mento breve de papel y lápiz que proporciona pun- functional Attitude Scale (Weissman y Beck, 1978)
tuaciones en escalas tales como la agorafobia, la se administra al paciente para evaluar cogniciones
fobia social y la fobia a la sangre y las heridas. El o actitudes desadaptativas subyacentes que están
Beck Depression Inventory (BDI; Beck et al., 1961) directamente relacionadas con los objetivos del tra-
se administra también al mismo tiempo ya que tamiento cognitivo de la depresión de Beck. (Ítem
muchos pacientes con agorafobia también están de ejemplo: «La gente se acordaría menos de mí si
deprimidos. Finalmente, la Dyadic Adjustment hiciera una falta» puntuado de «totalmente de
Scale (DAS; Spanier, 1976) se administra para eva- acuerdo» a «totalmente en desacuerdo»).
luar la agorafobia en el contexto del hogar, un fac- El BDI es probablemente el inventario de de-
tor que es importante desde el punto de vista clí- presión más ampliamente utilizado. La escala ori-
nico. Además, se le pide al paciente que lleve un ginal se administraba con la presencia del entre-
registro semanal con el propósito de autocontrolar vistador, pero la versión posterior es totalmente
diariamente el tipo y cantidad de actividad reali- autoadministrada. Los 21 ítems del inventario fue-
zada fuera de casa. ron selecionados para representar los síntomas co-
El modelo de evaluación de Barlow y Waddell múnmente asociados con el trastorno depresivo. La
(1985) para pacientes con agorafobia es prototípico puntuación de cada ítem se basa en la elección for-
e ilustrativo desde diferentes puntos de vista. En zosa de una o más de las cuatro frases ordenadas
primer lugar, a partir de la experiencia con pacien- según la gravedad del síntoma. Las categorías de los
tes de este tipo, dichos investigadores tienen claro ítems incluyen el estado de ánimo, el pesimismo,
qué aspectos de los síntomas que causan malestar los episodios de llanto, los sentimientos de culpa,
requieren una evaluación cuidadosa y específica, de las autoacusaciones y el odio a sí mismo, la irrita-
tal manera que las intervenciones diferenciales pue- bilidad, el retraimiento social, la inhibición labo-
dan ser planificadas. Las áreas más importantes de ral, las alteraciones del sueño y de la ingesta, y la
evaluación son los distintos subtipos de trastorno pérdida de líbido. El contenido del BDI hace hinca-
de ansiedad, la presencia o gravedad de la depresión pié en el pesimismo, la sensación de fracaso y los
y la presencia o gravedad de la despersonalización deseos autopunitivos. Dicho énfasis es consistente
y la pérdida del sentido de la realidad. En segundo con la visión cognitiva de la depresión y sus causas
lugar, Barlow y Waddell sintonizan con los facto- que mantiene Beck. Dicho instrumento autoinfor-
res ambientales que influyen tanto sobre los sínto- mado se administra frecuentemente junto con la
mas como sobre su pronóstico y cuidadosamente Hamilton Rating Scale for Depression (Ham-D; Ha-
evalúan y registran estas áreas críticas a través de milton, 1960), y ambos permiten al clínico valorar
entrevistas clínicas y de la evaluación directa de las la gravedad de la sintomatología depresiva en el
relaciones conyugales. En tercer lugar, el programa transcurso de una entrevista con el paciente. A di-
de evaluación está directamente relacionado con el ferencia del BDI, el Ham-D es más sistemático en
tratamiento específico que se investiga, de modo la evaluación de signos neurovegetativos. Para la
que la evaluación inicial se utiliza como una serie administración del Ham-D sólo existen unas pau-
de procedimientos para inducir al paciente a que re- tas aproximadas de utilización, pero la fiabilidad
alice conductas de rol que faciliten el tratamiento entre evaluadores es generalmente buena.
270 TRATADO DE PSIQUIATRÍA
La Manic-State Rating Scale (MSRS; Beigel et clínico tanto para su tratamiento como control. Las
al., 1971) es una escala de 26 ítems que es puntuada amenazas de suicidio, la planificación y/o prepara-
por un observador y es útil para pacientes con de- ción del suicidio, la ideación suicida y la reciente
presión bipolar. Once ítems que reflejan manifes- conducta parasuicida, todos ellos constituyen indi-
taciones de júbilo-grandeza y de paranoia-destruc- cadores directos de riesgo y deberían evaluarse ade-
ción son los que han proporcionado los resultados cuadamente y específicamente en la entrevista clí-
más consistentes y han sido aplicados con éxito en nica. Además, los cuestionarios que prestan una
la predicción del tiempo de ingreso necesario atención específica y detallada a predictores cono-
(Young et al., 1978). La escala ha mostrado una ade- cidos de conducta suicida a veces resultan clínica-
cuada fiabilidad y validez concurrente y es sensi- mente útiles. La Suicide Intent Scale (SIS; Beck et
ble al cambio clínico (Janowsky et al., 1978). Se- al., 1974), el Index of Potencial Suicide (Zung, 1974),
cunda y sus colaboradores (1985) han utilizado y la Suicide Probability Scale (SPS; Cull y Gill,
ítems de contenido similar procedentes de dife- 1986) son tres instrumentos ampliamente utiliza-
rentes instrumentos utilizados en el National Ins - dos. Se ha trabajado también en un enfoque com-
titute of Mental Health Clinical Research Branch plementario, que ha culminado en la elaboración
Collaborative Program para el estudio de la psico- del Reasons for Living Inventory (RFL; Linehan et
biología de la depresión y han elaborado índices al., 1983). Cabe destacar por su interés práctico, la
para estudiar la respuesta al tratamiento con litio subescala del RFL «miedo al suicidio» que diferen-
en pacientes maníacos. Una escala de valoración cia entre aquellos que sólo han considerado el sui-
nueva, la Internal State Scale (ISS; Bauer et al., cidio y aquellos que han cometido intentos previos.
1991) es un instrumento en forma de autoinforme Aquellos individuos que puntúan alto en la escala
que permite al paciente puntuar su estado actual «razones para vivir» y en las subescalas que miden
en 17 ítems que reflejan sintomatología bipolar habilidades para la supervivencia y la capacidad de
mediante una línea de 100 milímetros. afrontamiento, responsabilidad para con la familia,
La conducta agresiva, incluyendo imágenes y las preocupaciones referentes a los hijos, es menos
agresivas y afecto hostil, también constituyen un probable que intenten suicidarse.
área importante de evaluación, tanto para el pa-
ciente como para los conceptos generales que el in- Trastornos del pensamiento. Un enfoque eficaz
ventario evalúa. El Buss-Durkee Hostility Inven - para evaluar de forma fiable la cognición, es la uti-
tory (Buss y Durkee, 1957), es un cuestionario lización de entrevistas semiestructuradas tales
autoinformado de 75 ítems que mide distintos as- como la SADS y la SCID. La presencia o ausencia
pectos de la hostilidad y la agresión. Contiene ocho de trastornos del pensamiento tales como la desor-
subescalas: asalto, hostilidad indirecta, irritabili- ganización del pensamiento, o las alucinaciones
dad, negativismo, resentimiento, suspicacia, hos- francas o los delirios se determinan en el curso de
tilidad verbal y culpabilidad. Existen algunas nor- una extensa entrevista clínica. Este enfoque pre-
mas para grupos clínicos. Megargee y colaboradores senta problemas obvios. Muchos individuos pue-
(1967) desarrollaron una escala de hostilidad so- den no desear revelar experiencias delirantes o
brecontrolada utilizando ítems del MMPI. Una re- puede que no sean conscientes de la presencia de
visión de los estudios realizados mediante la uti- tipos más sutiles de trastornos del pensamiento.
lización de dicha escala (Greene, 1991) sugiere que Para evitar dichos problemas, puede utilizarse un
puede ser útil para valorar pacientes que muestran enfoque alternativo consistente en obtener una
un excesivo control de sus impulsos hostiles y que muestra del proceso del pensamiento. La prueba
están socialmente alienados. Spielberger ha desa- más ampliamente utilizada en el examen de los
rrollado un State-Trait Anger Expression Inven - trastornos del pensamiento ha sido el Rorschach
tory (STAEI; Spielberger, 1991; Spielberger et al., Inkblot Test, que fue elaborado por el psiquiatra
1976) que requiere 15 minutos para su adminis- suizo Hermann Rorschach. En dicha prueba se utili-
tración. Dicha escala de 44 ítems divide la con- za un estímulo relativamente ambiguo (una mancha
ducta en cólera-estado (o sea, los sentimientos ac- de tinta de color o acromática) y sin ninguna ins-
tuales) y en cólera-rasgo (o sea, disposición a trucción adicional se les pide a los sujetos que ex-
manifestar reacciones de cólera), y esta última área presen lo que las manchas les sugieren. Las respues-
tiene subescalas de temperamento y reacción co- tas se puntúan según la localización (el área de la
lérica. (Items de muestra: «Cómo me siento ahora tarjeta que elicita una respuesta), los determinantes
mismo: irritado»; «Cómo me siento generalmente: (forma, movimiento, color y sombreado), la calidad
pierdo los estribos»). de la forma (el grado en que las percepciones resul-
tan congruentes con el área escogida) y el contenido
Conducta suicida. La tendencia al suicidio de los (humano, animal u objetos). Exner (1974, 1978) ha de-
pacientes tiene unas implicaciones obvias para el sarrollado un sistema de puntuaciones que intenta
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y NEUROPSICOLÓGICA 271
integrar los aspectos más eficaces de los sistemas grado de deterioro funcional de las poblaciones con
anteriores. daño neurológico. En los últimos años, se ha pro-
Holzman y sus colaboradores han publicado ex- ducido una abertura de dichos procedimientos a la
tensamente acerca de la relación entre varios tipos evaluación de trastornos funcionales menos clara-
de trastornos del pensamiento y su gravedad, y el mente anclados anatómicamente y que son carac-
diagnóstico y tratamiento psiquiátricos (Hurt et terísticos de poblaciones clínicas psiquiátricas
al., 1983; Johnston y Holzman, 1979; Solovay et (Clarkin y Mattis, 1991).
al., 1986). Aunque el sistema de puntuación pueda La aplicación de dichos procedimientos allen-
ser aplicado a cualquier registro de producción ver- de de las áreas en que fueron en un inicio desarro-
bal, su aplicación más frecuente ha sido en el con- llados, ha conllevado dificultades en la interpreta-
texto de registros verbales precedentes de la ad- ción de los resultados de dichos procedimientos.
ministración de pruebas tales como el WAIS y el Dichos procedimientos son sensibles a las anor-
Rorschach. En su versión actual, el Thought Di - malidades del funcionamiento cerebral debido a la
sorder Index contiene 22 formas de trastornos del alteración directa de tejido cerebral. Por ejemplo,
pensamiento que abarcan cuatro niveles de grave- entre los pacientes crónicos esquizofrénicos se ha
dad, para así obtener una puntuación total. Se ha encontrado que el grado de disfunción neurológica
observado que la puntuación total discrimina entre correlaciona con anomalías estructurales en imá-
pacientes psicóticos y no psicóticos, y formas más genes de tomografía computarizada (TC) (Seidman,
graves de trastorno del pensamiento que frecuen- 1983). En otros grupos psiquiátricos en los que la
temente han sido asociadas con trastornos esqui- evidencia de anomalías estructurales es menos ma-
zofrénicos. Un trabajo reciente muestra una estre- nifiesta, todavía no está claro el grado en que di-
cha relación entre el grado de hipertrofia del giro chos trastornos interfieren en la ejecución de estos
temporal superior posterior izquierdo, detectable tests merced a mecanismos distintos de las propias
mediante imagen de resonancia magnética y la gra- anomalías estructurales del tejido cerebral. Cada
vedad del trastorno del pensamiento en pacientes vez existen más pruebas de que algunos trastornos
esquizofrénicos (Shenton et al., 1992). esquizofrénicos y afectivos tradicionalmente con-
Además del trabajo de Holzman y colaborado- siderados como psicosis funcionales pueden ser el
res, Harrow y sus colegas han elaborado otra bate- resultado de anomalías, todavía poco comprendi-
ría que contiene tres tests para cuantificar el tras- das, de la bioquímica cerebral (Barchas et al., 1977).
torno del pensamiento. Dicho trabajo ha evaluado Asimismo, las modernas técnicas de obtención de
pacientes con diagnóstico clínico de esquizofrenia, imágenes médicas, como la tomografía por emisión
trastorno afectivo y trastorno esquizoafectivo. En de positrones y la resonancia nuclear magnética
una serie de trabajos, dichos investigadores han es- han empezado a proporcionar evidencias de altera-
tudiado la persistencia de los trastornos del pen- ciones en el funcionamiento cerebral que pueden
samiento en grupos de pacientes tratados que han ser relativamente específicas de los diagnósticos
sido objeto de un seguimiento durante un período psiquiátricos tradicionales. Las relaciones entre
de 2 a 4 años (Harrow y Quilan, 1985; Marengo y estos hallazgos bioquímicos y neurofisiológicos y
Harrow, 1985). la cualidad y la gravedad del daño funcional iden-
tificados mediante la evaluación neuropsicológica
todavía estan pendientes de ser clarificadas.
Evaluación del funcionamiento cognitivo
En general, uno evalúa habilidades cognitivas
El desarrollo de procedimientos clínicos de evalua- específicas en pacientes psiquiátricos por diversas
ción para la investigación de las relaciones existen- razones: 1) para documentar trastornos en habili-
tes entre cerebro y conducta ha constituido un área dades cognitivas referidas a trastornos neurológi-
activa de investigación psicológica. Debido a que el cos primarios o concomitantes (por ejemplo, en la
deterioro de distintas áreas del cerebro da lugar a discriminación entre un trastorno del pensamien-
trastornos en las funciones corticales superiores del to y un trastorno del lenguaje, o bien los déficits
hombre, la neuropsicología clínica ha sido capaz de mnemotécnicos de una depresión versus una de-
desarrollar procedimientos de evaluación que con- mencia), o 2) para documentar un trastorno espe-
sideran tanto la localización como el grado de dete- cífico en la cognición referido a una clase especí-
rioro funcional en el momento de elaborar un test. fica de trastorno psiquiátrico (por ejemplo,
Los procedimientos de evaluación neuropsicológi- intrusión en el pensamiento de tareas irrelevantes
ca actual en los Estados Unidos se remontan a los en pacientes con ideación obsesiva o delirios, o
trabajos pioneros de los años 30 de investigadores trastornos en el recuerdo en pacientes con trastor-
tales como Ward Halstead y Joseph Wepman en la no afectivo mayor.
Universidad de Chicago. Estos primeros investiga- Entre las alteraciones clínicas más corrientes
dores estaban preocupados por la localización y el en el ámbito psiquiátrico con un enfoque neurop-
272 TRATADO DE PSIQUIATRÍA
sicológico se incluyen: 1) la demencia en los an- Los cinco tests consisten en un test de categorías,
cianos, 2) la toxicidad por abuso de sustancias, y 3) un test de percepción táctil, un test de percepción
las incapacidades de aprendizaje específicas de de los sonidos del habla, el test de ritmo de Seas-
niños y adolescentes. En poblaciones psiquiátricas hore y un test de oscilación del dedo. Frecuente-
deben tenerse en cuenta y analizarse cuidadosa- mente, se incluyen como parte del examen total
mente, ya que pueden originar confusiones, las po- un conjunto de pruebas que reciben el nombre de
sibles influencias del deterioro conductual debido procedimientos complementarios. El examen com-
a la naturaleza y a la gravedad de la perturbación pleto requiere generalmente entre 4 y 6 horas en
emocional y a los efectos de los tratamientos far- función del número de procedimientos comple-
macológicos actuales, con el fin de reducir la tasa mentarios (es decir, la inteligencia y el rendimiento
de falsos positivos en el diagnóstico de trastornos académico) que se incluyan. La fiabilidad y validez
mentales orgánicos. Dichos factores deberían so- de las pruebas está bien establecida y se dispone de
pesarse detenidamente en el contexto de la pro- datos normativos para la mayoría de comparacio-
gramación del tiempo dedicado al examen y en la nes que resultan de interés en las poblaciones clí-
interpretación de los resultados. Heaton y Crow- nicas psiquiátricas.
ley (1981) han ofrecido una revisión exahustiva de Una segunda batería de procedimientos am-
la literatura referente al examen neuropsicológico pliamante utilizada ha sido desarrollada a partir
y de los trastornos mentales orgánicos en pacien- del trabajo de Luria (1966, 1973). Christensen
tes psiquiátricos, en la que se abordan los aspectos (1975) fue quien captó la atención de los neurop-
que acabamos de mencionar. Dicha revisión es par- sicólogos ajenos a la antigua Unión Soviética sobre
ticularmente útil debido a la atención que presta los procedimientos y estímulos de Luria. Golden
a las cuestiones concernientes a los efectos de los y sus colaboradores (1978) han sido los primeros
tratamientos somáticos en el funcionamiento neu- en proponer y desarrollar un instrumento neurop-
ropsicológico de las poblaciones psiquiátricas. sicológico estandarizado a partir de los datos pu-
Aunque los campos de la psicología cognitiva blicados por Christensen. En su forma actual, el
y experimental puedan ofrecer un número casi ili- Luria-Nebraska cubre las áreas de la función mo-
mitado de funciones cognitivas diferentes capaces triz, las habilidades de ritmo (y tono), las funcio-
de ser delimitadas y medidas en el sujeto adulto, nes táctiles y visuales, el habla receptiva y expre-
sólamente un número finito parece por ahora ser siva, las habilidades de escritura, lectura y
clínicamente útil. De una forma u otra, la mayo- aritmética, la memoria y la inteligencia. El exa-
ría de las evaluaciones neuropsicológicas de los men completo consiste en 269 ítems que generan
procesos cognitivos evalúan la presencia de tras- puntuaciones directas en cada una de las áreas.
tornos en las siguientes capacidades: Se calculan también tres puntuaciones adicio-
nales para el deterioro de los hemisferios derecho
• inteligencia general e izquierdo y una puntuación patognomónica.
• atención y concentración Estas 14 puntuaciones directas se convierten en
• memoria y aprendizaje puntuaciones T para poder realizar comparaciones
• percepción entre individuos y entre escalas.
• lenguaje La literatura actual sobre el Luria-Nebraska
• conceptualización comprende estudios acerca de grupos con daño ce-
• habilidades construccionales rebral, grupos control y grupos de esquizofrénicos
• procesos ejecutivos motores crónicos. Los resultados de dichos estudios han es-
• afecto tablecido la validez de forma preliminar de dicha
batería, pero todavía no se ha publicado nada acer-
En muchos centros clínicos, las áreas de las ca de su fiabilidad.
funciones corticales superiores objeto de interés, Tanto las baterías Halstead-Reitan como la
son evaluadas mediante una batería de tests. Dos Luria-Nebraska están orientadas para llevar a cabo
de dichas baterías neuropsicológicas estandariza- una evaluación extensa del funcionamiento neu-
das son la Halstead-Reitan (Boll, 1981) y la Luria- ropsicológico, y en la práctica clínica, general-
Nebraska (Golden et al., 1978) (Tabla 8-8). mente están asistidas por instrumentos que per-
La Halstead-Reitan es una batería de tests com- miten una aproximación más flexible y una
puesta, desarrollada originalmente por Ward Hals- focalización más intensa en áreas de posible dis-
tead y su primer alumno Ralph Reitan. En su forma función. A continuación, se exponen las áreas neu-
actual, la Halstead Neuropsychological Test Bat - ropsicológicas que merecen una atención especial
tery consiste en cinco tests que generan siete pun- y los procedimientos apropiados de evaluación para
tuaciones globales y un índice de deterioro total. realizar un examen detallado.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y NEUROPSICOLÓGICA 273
subtest denominado clave de números presenta al el paciente puede oír simultáneamente el número 1
paciente dígitos que van del 1 al 9 y cada dígito va en el oído derecho y el 4 en el izquierdo. Al pacien-
apareado con un diseño geométrico muy sencillo. te adulto se le pueden presentar secuencias de tres
Los dígitos se presentan secuenciados al azar en números para cada oído y decirle que refiera los seis
filas a lo ancho de la página y el paciente tiene que números. Los estímulos que compiten pueden ser
dibujar el signo apropiado debajo de cada dígito. Se modificados por las distintas características del es-
anota el número de diseños correctamente dibuja- tímulo tales como el tiempo de inicio, el tiempo de
dos en 90 minutos. Dicha tarea no solamente es finalización, la amplitud, y así sucesivamente, con-
afectada por el deterioro de los sistemas atencio- virtiéndola en una tarea de discriminación auditiva
nales, sino que es muy sensible al temblor motor muy difícil así como en una medida atencional.
fino y al deterioro extrapiramidal como conse-
cuencia de neurotoxinas.
Trastornos de la memoria
Además de lo que se acaba de mencionar, tam-
bién es de práctica común un gran número de va- El trastorno de la memoria que reviste un especial
riaciones de dichos procedimientos y otros proce- interés para el clínico es aquel que afecta la memo-
dimientos especializados. Se dispone de tareas de ria «reciente» y que generalmente es debido al de-
tachado en las cuales el paciente debe tachar una terioro del funcionamiento del sistema límbico.
letra determinada o un dibujo, que son presenta- Operacionalmente, al paciente se le presenta un
dos en filas donde están distribuidos al azar junto conjunto específico de información o de aconteci-
con otras letras o dibujos (Mesulam, 1985). Una mientos y a continuación se le distrae de manera
ventaja de dichas tareas es que pueden agruparse que no pueda repetirla. A continuación, se le re-
hasta formar una tarea manipulativa continua y quiere que demuestre que la información ha sido co-
larga, de entre 10 y 15 minutos de duración, donde dificada y almacenada ya sea reproduciendo el ma-
se pueden observar los cambios de precisión a lo terial o reconociéndolo entre ítems de distracción.
largo de episodios discretos de 20 segundos. Así pues, para evaluar los procesos mnemotécnicos
Con la creciente utilización del ordenador para generalmente se utiliza el recuerdo de párrafos bre-
administrar pruebas, se puede emplear una prueba ves o la reproducción de diseños geométricos. Entre
popular desarrollada por Rosvold (Mirsky y Kor- los tests estándar de memoria más comúnmente uti-
netsky, 1964; Rosvold et al., 1956). En dicha tarea, lizados cabe destacar la Wechsler Memory Scale-Re -
al paciente se le presenta aleatoriamente una letra vised (Wechsler, 1987), que presenta tanto material
determinada en el centro de la pantalla a interva- verbal como no verbal para ser recordado, y el Ben -
los fijos y debe presionar un botón (o presionar la ton Test of Visual Retention (Benton, 1955) que so-
barra espaciadora) cuando la letra en cuestión apa- lamente presenta diseños geométricos. El recuerdo
rece en la pantalla. Se anota el número de res- libre de los acontecimientos recientes es una de las
puestas correctas, los fallos, las falsas alarmas (es funciones más sensibles del proceso memorístico.
decir, el número de veces que la barra es presiona- Por desgracia, en muchas situaciones el recuerdo
da sin que apareciera la letra) y las respuestas co- libre se ha mostrado muy frágil y vulnerable a la dis-
rrectas. La ventaja de este sistema asistido por or- torsión debido a factores afectivos, de depresión y
denador consiste en la flexibilidad y precisión con motivacionales y por tanto puede presentar muchos
que las respuestas pueden ser grabadas y los estí- «falsos positivos» cuando se utiliza para discrimi-
mulos presentados. El tiempo de reacción de cada nar entre consideraciones de diagnóstico neurogé-
respuesta puede ser medido y las fluctuaciones de nico y psicogénico. Se ha sugerido que se pueden
éste pueden anotarse a lo largo de la tarea. Las ca- utilizar otros mecanismos distintos al recuerdo libre
racterísticas de los estímulos tales como la dura- para evaluar la integridad de los procesos de codifi-
ción, la velocidad de presentación o incluso el ta- cación y almacenaje. Las técnicas de memoria de re-
maño del estímulo y la duración de la tarea, conocimiento, en las cuales el paciente debe detec-
pueden ser sistemáticamente alteradas. Utilizan- tar una palabra o un dibujo que se le acaba de
do dicho procedimiento se ha llevado a cabo una presentar de entre un conjunto de ítems distracto-
gran cantidad de investigación para explorar las ca- res, han sido utilizadas con éxito para discriminar
racterísticas atencionales de los niños con trastor- entre pacientes con trastorno afectivo mayor de
no por hiperactividad con déficit atencional. aquellos con procesos mnemotécnicos orgánicos
La investigación de los procesos atencionales tales como la demencia progresiva. En pacientes con
ha demostrado la eficacia de un procedimiento de- depresión mayor, por ejemplo, el recuerdo libre
nominado estimulación dicótica (Kimura, 1967), puede estar muy en consonancia con el recuerdo de
en el cual se presenta una estimulación auditiva aquellos pacientes con la enfermedad de Alzheimer,
simultánea diferente para cada oído y se requiere pero la memoria de reconocimiento permanece re-
al paciente que refiera ambos estímulos. Así pues, lativamente intacta.
276 TRATADO DE PSIQUIATRÍA
Los instrumentos bien diseñados que evalúan La percepción auditiva tiende a ser difícil de
tanto la memoria del recuerdo como la del recono- evaluar sin instrumentos de alta fidelidad. Sin em-
cimiento, generalmente, presentan al paciente una bargo, actualmente la fidelidad que proporcionan
tarea consistente en aprenderse una lista que re- los pequeños reproductores «walkman» con auri-
querirá un recuerdo libre y a continuación una culares permite al clínico un amplio margen de ex-
prueba de memoria de reconocimiento en la cual el celentes estímulos auditivos. Tests tales como el
paciente debe reconocer el objeto de entre un con- Goldman-Fristoe Test of Speech Sound Discrimi -
junto de ítems distractores. La mayoría de los ins- nation (Goldman et al., 1976) permiten la evalua-
trumentos introducen ya sea una lista interpolada ción de la eficiencia de la detección del sonido del
o un espacio de tiempo relativamente grande antes habla con y sin ruido de fondo. La utilización de los
de presentar los ensayos finales de recuerdo y re- tests de estimulación dicótica como medidas de dis-
conocimiento. Entre los instrumentos más am- criminación del sonido del habla ya ha sido men-
pliamente utilizados cabe destacar el Rey Auditory cionada en la discusión de los trastornos de la aten-
Verbal Learning Test (Geffen et al., 1990; Rey, ción. Los subtests de la batería de Seashore de
1964) y el California Verbal Learning Test (Delis capacidad musical (Seashore et al., 1960), especial-
et al., 1987). Existen diversos instrumentos que pre- mente los subtests de discriminación de timbre y
sentan distintas formas que son útiles para el exa- de memoria tonal, han sido utilizados como medi-
men seriado de pacientes, por ejemplo, el Hopkins das de percepción auditiva de material no verbal.
Verbal Learning Test (Brandt, 1991) y el Mattis- El estudio de los trastornos de percepción so-
Kovner Verbal Learning Test (Mattis et al., 1978). matosensorial tiene una larga historia en el campo
Cabe señalar que los pacientes neurológicos con de la psicofísica, y las técnicas que han evolucio-
lesiones focales pueden presentar sólo defectos de nado de esta literatura inicial constituyen un am-
memoria reciente verbal o no verbal dependiendo plio apartado de los exámenes neurológicos están-
del lugar de la lesión. Por tanto, sólo en los pacien- dar para los trastornos del sistema nervioso central
tes con deterioro neurológico bilateral o difuso po- y periférico. Las medidas del umbral de presión (los
dremos hallar trastornos mnésicos en ambos real- estesiométros de Von Frey para los cabellos y el de
mos. Así pues, tanto la memoria verbal como la no Semmes-Ghent-Weinstein para la presión), la dis-
verbal deben ser evaluadas independientemente, su- criminación de dos puntos, el sentido de la posi-
giriendo el hallazgo de una disfunción asimétrica la ción unida, la agnosia del dedo, el orden de los
existencia de un deterioro neurológico focal. dedos y su diferenciación, la grafoestesia, y la es-
tereognosis son procedimientos comunes de eva-
luación para la detección de trastornos del funcio-
Trastornos perceptuales
namiento del lóbulo parietal.
Existe poca evidencia de la prevalencia significa-
tiva de los déficits perceptuales en la población psi-
Trastornos del lenguaje
quiátrica cuando se tiene la precaución de excluir
de la tarea los componentes significativos de la so- Tal vez, el índice más específico de la existencia
lución de problemas y la presencia de trastornos de deterioro neurológico sea la presencia de tras-
metabólicos tóxicos concurrentes. Sin embargo, es tornos del lenguaje. Para casi todos los individuos
probablemente una buena idea excluir la presen- diestros y la mitad de los zurdos, el deterioro focal
cia de los déficits perceptuales. Los procesos per- o difuso del hemisferio izquierdo probablemente
ceptuales visuales pueden ser evaluados mediante producirá una afasia (es decir, un trastorno en la
tareas tales como el Benton Line Orientation Test comprensión del lenguaje y/o su utilización). La
(Benton et al., 1975), que requiere del paciente apa- relación entre la naturaleza de la afasia (es decir,
rear una línea concreta de una dirección determi- fluida versus no fluida) y la localización del dete-
nada con una verdadera vertical mediante líneas rioro cerebral es una de las relaciones mejor docu-
alternativas presentadas en distintas direcciones. mentadas entre el cerebro y la conducta (Mesulam,
Otro tipo de test es el Face Recognition Test (Ben- 1985). Así pues, el examen para la localización de
ton y Van Allen, 1968), en el cual se presenta la fo- las afasias puede proporcionar una de las evidencias
tografía de una cara y el paciente debe detectar más claras en el examen mental de la presencia y
dicha cara entre distintas alternativas. En dicha localización del deterioro cerebral. No hace falta
tarea, la cara correcta se presenta como una foto señalar que existen muchos tests bien construidos
idéntica a las fotografías del mismo individuo en para la evaluación de las afasias. En general, el exa-
distintos perfiles. Ambos tests presentan una men de la afasia consistirá en medidas específicas
buena validez como medidas de la integridad del de los trastornos de los procesos linguísticos que
funcionamiento cerebral posterior, especialmente correlacionen con lesiones cerebrales focales. La
del hemisferio no dominante. mayoría de dichas baterías contemplarán pruebas
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y NEUROPSICOLÓGICA 277
de etiquetaje verbal o de habilidad para encontrar que induzca un concepto o que realice una organi-
palabras, comprensión del lenguaje, habla por imi- zación a partir de un estímulo visual. En el Wis -
tación y habla motriz-expresiva. La mayoría de di- consin Card Sorting Test, al que últimamente ha
chos tests también incluyen medidas específicas dedicado mucha atención la investigación, se le
de lectura y escritura. Entre los instrumentos mul- muestra al paciente un paquete de cartulinas con fi-
tifactoriales más comúnmente utilizados se en- guras geométricas en color. A continuación se le
cuentra el Multilingual Aphasia Examination pide que aparee una cartulina con otra de un con-
(Benton y Hamsher, 1976), el Neurosensory Cen - junto de cuatro que varían en color, número o forma.
ter Comprehensive Examination for Aphasia A medida que el paciente va apareando sus cartuli-
(Spreen y Benton, 1977) y el Boston Diagnostic Ap - nas con una de las alternativas, el examinador in-
hasia Examination (Goodglass y Kaplan, 1972). forma acerca de si el apareamiento ha sido correc-
Entre los instrumentos de criba más ampliamente to, y el paciente intenta aparear correctamente la
utilizados para la evaluación de la afasia cabe des- siguiente cartulina. La «regla de apareamiento» que
tacar el Halstead-Wepman Aphasia Screening Test el examinador refuerza en color, forma o número
(Halstead y Wepman, 1959). cambia cuando el paciente ha apareado correcta-
mente 10 cartulinas en una fila (lo que indica que
el paciente ha comprendido la regla). El examinador
Trastornos de conceptualización
anota el número de conceptos correctamente indu-
La cuestión de si el paciente puede o no puede asu- cidos y el número de errores reiterativos.
mir una actitud de abstracción, a menudo es críti-
ca para el diagnóstico y la planificación del trata-
Trastornos de construcción
miento. La cuestión se plantea más a menudo
cuando las consideraciones del diagnóstico dife- Tal vez la estimación más rápida de la integridad
rencial incluyen deterioro cerebral y, hasta cierto del SNC pueda ser obtenida mediante el dibujo de
grado, esquizofrenia. Tal vez la medida más direc- una figura compleja por parte del paciente. La pla-
ta del concepto de pensamiento abstracto o cate- nificación sensorial posterior, la espacial central y
górico sea el subtest de semblanzas del WAIS-R, el la anterior, así como la monitorización y las habi-
cual muestra al paciente ítems perceptualmente di- lidades motrices sencillas, todas ellas deben estar
ferentes y éste tiene que determinar la categoría a intactas, integradas y secuenciadas apropiada-
la cual ambas semejanzas pertenecen (por ejemplo, mente para que dicha tarea sea completada con
«¿En qué se parecen el Norte y el Oeste?»). La ex- éxito. Uno puede alterar el grado en que los facto-
plicación de proverbios cuenta con una larga his- res psicológicos y dinámicos, así como la planifica-
toria en el examen psiquiátrico del estatus mental ción de inicio o ejecutiva, juegan un papel en la mo-
como tarea diseñada para medir el razonamiento dulación tanto de la estructura de la tarea como de
abstracto y está incluida entre los ítems del subtest la complejidad del diseño. Por ejemplo, cuando se
de comprensión del WAIS-R (por ejemplo, «perro le pide al paciente que dibuje una persona de su fa-
ladrador, poco mordedor»). Sin embargo, algunos milia ello requiere un nivel máximo de planifica-
consideran que la explicación de proverbios de- ción, de iniciativa, y de toma de decisiones; no pone
pende demasiado de las capacidades intelectuales ningún límite al grado de complejidad de las figu-
generales y de factores socioculturales para ser con- ras, e implica un tema cargado de complejos senti-
siderada una medida específica de pensamiento mientos y actitudes. Los pacientes sin deterioro es-
concreto. El razonamiento analógico también puede tructural pero con sentimientos conflictivos acerca
ser estimado mediante la utilización de tareas tales de su familia o con trastornos del pensamiento que
como el Conceptual Level Analogies Test (Willner, afecten la planificación y ejecución manifestarán
1971) para el razonamiento verbal, así como el dificultades en dichas tareas. Sin embargo, si se le
Raven Progressive Matrices Test (Raven, 1960) para pide al paciente que dibuje un reloj y que coloque
el razonamiento no verbal o analógico espacial. las manecillas en una hora específica (por ejemplo,
A partir de la literatura neurológica, han apare- las once menos diez), también requiere una plani-
cido dos instrumentos para la evaluación de la for- ficación compleja e iniciativa pero sin conflicto aña-
mación de conceptos que recientemente han sido dido. De manera parecida, pidiéndole al paciente
aplicados a pacientes psiquiátricos. Los resultados que copie un diseño complejo (por ejemplo, la figu-
hasta la fecha indican que los pacientes esquizo- ra de Rey-Osterreith Rey, 1941) minimizamos la
frénicos, al igual que los pacientes con lesiones del iniciativa y limitamos la planificación (sin elimi-
lóbulo frontal, tienen dificultades específicas con narla), pero mantenemos la evaluación de niveles
el cuadernillo del Category Test (DeFillipis et al., elevados de las habilidades espaciales. General-
1979) y el Wisconsin Card Sorting Test (Berg, 1948; mente, la contrastación del dibujo del paciente con
Heaton, 1981). Ambos tests requieren del paciente su reloj y con la copia de las figuras geométricas,
278 TRATADO DE PSIQUIATRÍA
permite realizar inferencias válidas acerca de la una serie de ejemplos específicos de aconteci-
presencia y localización en el SNC del deterioro y mientos y se requiere al paciente que induzca el
del grado en que los factores afectivos y psiquiá- concepto o la regla del cual son un ejemplo. La
tricos deterioran otras capacidades cognitivas de regla cambia a lo largo del tiempo. Así pues, uno
otro modo intactas. A menudo, también se utili- puede observar el fracaso del paciente en la in-
zan otras tareas de construcción distintas de los di- ducción del primer concepto o la perseverancia
bujos, como pueden ser los subtests del WAIS-R de en la utilización de la misma regla que fue útil en
los Cubos de Kohs y el ensamblaje de objetos, con el pasado. El número de errores de perseverancia
las mismas finalidades de evaluación. es una de las puntuaciones obtenidas en ambos
tests.
Trastornos en la ejecución de la motricidad
Trastornos en la motricidad
En general, cuando se evalúan los trastornos de la
habilidad de ejecución, uno está alerta a la pre- Los trastornos en las capacidades motrices simples
sencia de perseverancia en la actividad motriz, en se encuentran entre los concomitantes comunes
el pensamiento y en el afecto. La perseverancia de la mayoría de los trastornos metabólicos tóxi-
en la actividad motora generalmente se provoca cos y de las lesiones estructurales de los sistemas
haciendo realizar al paciente una tarea sencilla piramidales y extrapiramidales. Generalmente, el
repetitiva y a continuación alterando alguno de examen es excepcionalmente breve y los resulta-
los componentes motores. Así pues, haciendo que dos bastante reproducibles y válidos. Se pueden
el paciente realice una tarea simple diadocokiné- evaluar los parámetros de cualidad de una línea de
tica tal como alternar la palma de la mano hacia unos dibujos geométricos copiados (Mattis et al.,
arriba y hacia abajo, y a continuación presentán- 1975). También se pueden presentar tareas de co-
dole como la siguiente tarea la palma de la mano ordinación motora fina tales como el Purdue Peg -
cerrada hacia arriba y hacia abajo, da como resul- board (Costa et al., 1963) o el Grooved Pegboard.
tado la repetición de sólo dos componentes de la El Purdue Pegboard evalúa el número de cilindros
tarea. De manera similar, si se le pide al pacien- muy finos (es decir, clavijas) que uno puede inser-
te que escriba alternativamente las letras «m» y tar en una línea de agujeros en un período de 30 se-
«n» también elicitaremos perseverancia motriz gundos. Se toma nota de: 1) el número de clavijas
simple. La perseverancia en el pensamiento, se colocadas sólo con la mano derecha, 2) el número
puede elicitar rápidamente cambiando las instru- de clavijas colocadas sólo con la mano izquierda y
ciones de la tarea. Por ejemplo, en una tarea de- 3) los pares de clavijas colocados utilizando ambas
sarrollada por Luria (1966) para la evaluación de manos simultáneamente. El número de clavijas co-
la disfunción del lóbulo frontal, el examinador locadas simultáneamente se ha mostrado como
dice al paciente «cuando yo levante un dedo, una medida sensible de disfunción frontal. El Gro -
usted levanta un dedo, y cuando yo levante dos oved Pegboard contiene clavijas que tienen una ra-
dedos, usted levanta dos dedos». Después de unos nura en un costado de manera que las clavijas en-
cuantos aciertos, se le dice al paciente, «a h o r a , cajan en un agujero específico. Las ranuras de los
cuando yo levante un dedo, usted levanta dos, y agujeros están orientadas al azar en el tablero. Se
cuando yo levante dos dedos, usted levanta uno». anota el tiempo total empleado en colocar todas
Los pacientes con lesiones laterales dorsales del las clavijas con cada mano. Dado que las clavijas
lóbulo frontal tienen una gran dificultad en di- con ranura tienen un mayor componente de mo-
chas tareas. El Trail Making Test (Lezak, 1969) es tricidad fina, el Grooved Pegboard tiende a ser una
una tarea del tipo «conectar puntos» en la cual el medida más sensible de temblor que el Purdue.
paciente debe primero conectar los puntos en
orden númerico ascendente (Ensayos A), y luego
Evaluación de los rasgos y trastornos
conectar los puntos en una secuencia alternativa
de la personalidad
de números y letras (por ejemplo, 1 a A a 2 a B a
3 a C, etc.; Ensayos B). Se anota tanto el tiempo Al elaborar un plan para el tratamiento de un pa-
empleado en su ejecución como el número de ciente concreto, el psiquiatra debe examinar los
errores. rasgos de la personalidad por varias razones: los ras-
Los trastornos en el desarrollo o cambio de gos o trastornos de la personalidad pueden 1) cons-
ideas más complejas también se pueden evaluar de tituir el objetivo de la intervención, 2) exacerbar o
forma bastante precisa. Las tareas de formación de estar relacionados con la incidencia de ciertos sín-
conceptos tales como el Category Test y el Wis - tomas (por ejemplo, la depresión), o bien, 3) pue-
consin Card Sorting Test se diferencian en aspec- den ayudar o entorpecer el desarrollo de la relación
tos específicos y en los estímulos, pero presentan terapéutica con el paciente.
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y NEUROPSICOLÓGICA 279
Structural Interview for Entrevista semiestrcuturada Escalas de valoración de 3 Genera diagnósticos del Eje II
DSM-III-R Personality puntos del DSM-III-R.
Disorders (SIDP)
280 TRATADO DE PSIQUIATRÍA
conocimiento (Wiggins y Pincus, 1992) y su utili- rapeútico diferencial, dicho modelo sugiere que no
zación clínica probablemente aumente (McCrae y sólo el paciente se comportará de una cierta ma-
Widiger, manuscrito en preparación). La versión nera, sino que dicha conducta elicitará en el tera-
revisada, el NEO-PI-R (Costa y McCrae, 1992) pro- peuta otra conducta que se hallará en el lado opues-
porciona una medida de cinco facetas de la perso- to del círculo. Se ha sugerido que el diagnóstico
nalidad: neuroticismo, extroversión, abertura, agra- interpersonal puede resaltar las reacciones de
dabilidad y conciencia. Cada una de las facetas transferencia y las posibles contratransferencias de
también contiene seis subescalas. Por ejemplo, las las terapias que son de orientación interpersonal.
seis facetas del neuroticismo son ansiedad, cóle- Es más, la teoría indica qué tipo de contraconduc-
ra/hostilidad, depresión, autoconciencia, impulsi- ta debería realizar el terapeuta para sacar al pa-
vidad y vulnerabilidad. La versión revisada com- ciente de su modo predominante de interacción.
pleta el instrumento inicial con facetas para las Existen varios instrumentos elaborados a partir
escalas de agradabilidad y conciencia. de esta teoría interpersonal básica. A partir de una
serie de investigaciones, Lorr y McNair (1965) han
generado la última versión del Interpersonal Beha -
Aspectos interpersonales de la personalidad
vior Inventory (IBI). El IBI es un instrumento psico-
Una escuela concreta de investigación de la perso- métricamente adecuado y útil en la clínica para la
nalidad que se ha preocupado de las expresiones pa- evaluación de las características del paciente y del
tológicas de los factores de personalidad, se ha cen- resultado de la terapia (Wiggins, 1982). El instru-
trado explícitamente en la conducta interpersonal. mento consiste en una valoración clínica realizada
Los seguidores de este enfoque de la psicopatología por profesionales, pero en principio puede ser utili-
hacen hincapié en la centralidad de los problemas zado en formato de autoinforme. El Interpersonal
que la gente experimenta con los demás, puesto que Style Inventory (ISI; Lorr y Youniss, 1973) es un ins-
es en esta área donde se activan, refuerzan y (para trumento autoinformado para personas mayores de
algunos) se provocan todos los síntomas. La eva- 14 años. La prueba consiste en 300 frases a las que
luación de la conducta interpersonal puede resultar el sujeto debe responder verdadero/falso, y que se
crucial para la comprensión del mundo social del utilizan para evaluar la implicación interpersonal,
paciente, con sus satisfacciones y sus decepciones, la socialización, el autocontrol, la estabilidad y la
así como las barreras hacia el éxito en el ámbito autonomía. Para su elaboración se utilizó la técni-
afectivo y en el laboral, y puede ser utilizada para ca de construcción racional y se realizaron análisis
hacer una previsión del tipo de relación que el pa- factoriales de validez. Las normas han sido estable-
ciente establecerá con el terapeuta. cidas a partir de 1.500 estudiantes universitarios y
Dicha tradición interpersonal data del modelo de enseñanza secundaria.
circunflejo del psicólogo Timothy Leary (Leary, Siguiendo la misma tradición, Benjamin (1974)
1957). Según el autor, existen dos ejes principales y ha desarrollado un instrumento para la evaluación
ortogonales subyacentes a la manifestación de todos de la conducta interpersonal, el Structural Analy -
los estilos interpersonales, que son el poder y la afi- sis of Social Behavior (SASB) y un sistema de co-
liación. Cada estilo interpersonal se considera res- rrección por ordenador comercializado bajo el nom-
ponsable de los diversos grados de manifestación del bre de INTREX, que puede autoadministrarse. El
poder y de la afiliación dando lugar a 16 modos de SASB también puede ser utilizado por clínicos para
interacción. Estos 16 modos se organizan a lo largo registrar sus impresiones sobre el paciente. Tam-
de una circunferencia en un círculo que define ocho bién se ha elaborado un sistema relacionado de co-
amplias categorías que se utilizan para el diagnósti- dificación para ser usado por observadores cualifi-
co interpersonal: ambicioso-dominante, gregario-ex- cados con el fin de registrar las interacciones reales
trovertido, cálido-agradable, modesto-ingenuo, del paciente con otras personas, tales como los
perezoso-sumiso, solitario-introvertido, frío-queru- miembros de la familia, durante el curso del tra-
lante, y arrogante-calculador. tamiento.
Este sistema es más que meramente descripti-
vo. Teóricamente, es capaz de predecir no solamente
Evaluación de los trastornos de personalidad
el tipo de estilo interpersonal que manifiesta el pa-
ciente sino también el tipo de conducta que este es- Un enfoque relativamente nuevo para la evaluación
tilo tiende a elicitar en los demás. La conducta de de los trastornos de la personalidad consiste en la
un lado del círculo tiende a elicitar en los otros con- construcción de instrumentos, ya sea autoinformes
ductas del lado opuesto del círculo. Por ejemplo, un o entrevistas semiestructuradas, que evalúen la pre-
paciente que es ambicioso-dominante tiende a eli- sencia o ausencia de rasgos específicos de perso-
citar en los otros conductas perezoso-sumisas. En nalidad descritos en el Eje II del DSM-III-R. El DSM-
términos de la planificación de un tratamiento te- III-R no define ni desarrolla ninguna teoría parti-
EVALUACIÓN PSICOLÓGICA Y NEUROPSICOLÓGICA 281
cular de personalidad. En lugar de ello, identifica EL PDE (Loranger, 1988) es una entrevista se-
agrupaciones (en muchos casos aquellas que tie- miestructurada que genera tanto puntuaciones di-
nen poca validez empírica) de rasgos de personali- mensionales como categóricas para los criterios del
dad que se consideran lo suficientemente desa- Eje II del DSM-III. Una característica importante
daptativos como para merecer la designación de de esta entrevista semiestructurada, que requiere
«trastorno de la personalidad». Los rasgos de per- aproximadamente de una a dos horas para su ad-
sonalidad son descritos como pautas duraderas en ministración, es que los criterios se examinan en
la forma de percibir, relacionarse y pensar acerca agrupaciones relacionadas tales como el autocon-
del ambiente y sobre sí mismo, que se hacen pa- cepto, la expresión afectiva, el examen de la reali-
tentes o manifiestos en una amplia gama de con- dad, el control de los impulsos, las relaciones in-
textos sociales e interpersonales. Sólo en el caso terpersonales y el ámbito laboral. La entrevista va
de que los rasgos de personalidad sean inflexibles más allá de una simple enumeración de los crite-
y desadaptativos y causen incapacidad significati- rios y en muchos casos ofrece múltiples cuestio-
va en el funcionamiento social u ocupacional o ma- nes diseñadas para ayudar al entrevistador a obte-
lestar subjetivo, se definen como trastornos de la ner una apreciación mucho más amplia del criterio
personalidad en el DSM-III-R. Los instrumentos que se está evaluando. Se ha elaborado una versión
más prometedores de este tipo de pruebas son el paralela de dicha entrevista para que sea usada por
Personality Diagnostic Questionnaire (PDQ; Hurt terceras personas, reconociendo que la información
et al., 1984; Hyler et al., 1978), el Millon Clinical recogida de los propios pacientes, especialmente la
Multiaxial Inventory (MCMI; Millon, 1983), el que hace referencia a la personalidad, puede estar
SCID, el Personality Disorders Examination y el distorsionada. Los datos iniciales acerca de la fia-
Structural Interview for the DSM-III Personality bilidad son importantes y los estudios de validez
Disorders (SIDP; Stangl et al., 1985). se están llevando a cabo. Es probable que el ins-
El PDQ es un inventario autoinformado sobre trumento se utilice ampliamente. De hecho, ha
los rasgos del Eje II que ofrece puntuaciones en cada sido traducido a diferentes idiomas y se ha utili-
una de las 13 categorías de trastornos de la perso- zado en un estudio internacional aprobado por la
nalidad del DSM-III. La investigación preliminar World Health Organization y por la entonces Al -
acerca de dicho instrumento sugiere que los pa- cohol, Drug Abuse and Mental Health Adminis -
cientes generalmente indican un gran número de tration (Loranger et al., 1991).
rasgos y a menudo reúnen los criterios para varias El SIDP consiste en un formulario de entrevis-
categorías diagnósticas, sin embargo el PDQ puede ta semiestructurada que contiene 160 preguntas
ser útil como medida de criba (Hurt et al., 1984). relacionadas con los criterios diagnósticos del Eje
El MCMI es un instrumento autoinformado II del DSM-III. Las preguntas están organizadas en
que contiene 175 ítems de respuesta verdadero- 16 áreas de evaluación, tales como baja autoesti-
falso que ofrece puntuaciones de 11 dimensiones ma/dependencia, egocentrismo, ideas de referen-
de trastornos de la personalidad íntimamente re- cia y pensamiento mágico y hostilidad/cólera. Las
lacionadas con los trastornos de la personalidad del preguntas se han diseñado en base a los trastornos
Eje II del DSM-III y también de 9 síndromes clíni- del Eje II de los criterios del DSM-III. Existe un for-
cos. Probablemente, la mayor dificultad de dicho mulario de corrección que ofrece una escala de tres
instrumento sea de naturaleza psicométrica, ya que puntos para cada uno de los criterios. Las puntua-
hay mucho solapamiento en los ítems de las esca- ciones están basadas en la evaluación clínica de los
las (Wiggins, 1982). En el MCMI-II (Millon, 1987), datos de la entrevista. Los autores de la entrevista
se han introducido una revisión de la escala origi- recomiendan que se utilice junto con una entre-
nal y dos escalas nuevas de trastornos de la perso- vista psiquiátrica general en que se hayan diag-
nalidad y se han modificado dos escalas previas. Se nosticado los trastornos psiquiátricos principales
ha introducido también en el MCMI-II un sistema (es decir, el Eje I), de modo que sea posible distin-
de ponderación de los ítems para reflejar las dife- guir los rasgos de personalidad duraderos de los
rencias entre ellos en relación a la fuerza que tiene trastornos psiquiátricos episódicos. Los autores
cada ítem en el proceso de validación. también recomiendan recoger información de un
Existen tres entrevistas semiestructuradas que informador que conozca bien al paciente.
se han construido para examinar, mediante el in- El SCID-II evalúa los trastornos de la persona-
forme del paciente y el juicio clínico del entrevis- lidad del Eje II. El formato de la entrevista viene
tador, la presencia de trastornos en el Eje II: el Per - determinado por los trastornos del DSM-III-R y no
sonality Disorders Examination (PDE), el ofrece ninguna guía para elaborar la evaluación de
Structural Interview for the DSM-III Personality los criterios.
Disorders y el Structured Clinical Interview for Este enfoque relativamente nuevo del examen de
DSM-III-R. los trastornos de la personalidad con el DSM-III-R
282 TRATADO DE PSIQUIATRÍA
como única guía presenta varios problemas. En pri- en que la organización de la conducta depende de
mer lugar, el DSM-III-R era un documento caduco la estructura del procedimiento del examen en sí
que había de ser reemplazado por el DSM-IV. En misma. La evaluación de ambos factores es de evi-
segundo lugar, y más importante, el Eje II no se de- dente importancia para el método de tratamiento
riva ni empírica ni teóricamente de una agrupación que intenta explorar y alterar los determinantes in-
de los rasgos de la personalidad que llevó a, pro- conscientes de la conducta y que depende, para su
vocó, o constituyó la manifestación de psicopato- éxito, de la introducción en el tratamiento de la
logía. Es más bien una colección algo arbitraria de mínima estructura que sea realmente posible.
rasgos que son considerados importantes marca- El procedimiento de evaluación más utilizado
dores en psicopatología. Por tanto, cualquier ins- para examinar a los pacientes respecto a un rango
trumento que se guíe únicamente por el DSM-III- de funciones del ego y de los factores dinámicos es
R deja en gran parte sin respuesta serias cuestiones el Rorschach Inkblot Test descrito anteriormente.
acerca de la consistencia interna, la validez de con- Los sistemas de puntuación han sido elaborados
tenido y la validez de constructo. Es muy probable por muchos autores, y más recientemente, Exner
que los intentos por examinar estas importantes ha desarrollado un sistema de puntuación que in-
características del test en el contexto del DSM-IV tenta integrar los mejores aspectos de los sistemas
se lleven a cabo con dichos instrumentos. precedentes. A partir de dichas puntuaciones, se
extraen inferencias relativas a la autoimagen, la
identidad, la estructura defensiva, la evaluación de
Evaluación de la psicodinámica
la realidad, el control afectivo, la cantidad y grado
El examen de los factores relevantes de la teoría de vida fantasiosa, el grado de organización del pen-
psicodinámica y psicoanalítica, así como de los en- samiento y la tendencia a las manifestaciones im-
foques del tratamiento, posee una larga historia en pulsivas del paciente.
la literatura clínica psicológica. El desarrollo de la El Thematic Apperception Test (TAT) es otra
«batería estándar» en la cual se incluyen el WAIS, técnica proyectiva ampliamente utilizada para la
el Rorschach, y el test de Apercepción Temática evaluación del autoconcepto del paciente en rela-
(Tabla 8-10) tiene sus orígenes en los esfuerzos de ción a los otros. Originalmente, fue desarrollado
los psicólogos clínicos por ofrecer un examen de por Murray (1943) y consiste en un conjunto de 30
factores psicodinámicos tales como los implusos, dibujos que presentan uno o más individuos (Fi-
los deseos inconscientes, los conflictos y las de- gura 8-2). Al paciente se le solicita que construya
fensas. Para aquellos psicólogos clínicos compro- una historia basándose en cada dibujo. Las histo-
metidos con el modelo psicodinámico, la evalua- rias generadas por los sujetos son evaluadas según
ción centrada exclusivamente en conductas las necesidades del individuo reflejadas en los sen-
abiertas dista mucho de ser satisfactoria. timientos e impulsos atribuidos al personaje prin-
La importancia de ofrecer información acerca cipal de cada historia y en las interacciones con el
de la dinámica y de la estructura de la personali- ambiente que llevan a la conclusión de la historia.
dad fuera de la percepción consciente del exami- Tal como se usa actualmente, las historias son a
nado ha sido el motivo más importante del uso menudo examinadas para determinar los concep-
continuado de pruebas proyectivas. En parte, pues, tos respecto a sí mismo y a los demás revelados en
el valor de tales exámenes varía directamente con la interacción y evolución de la trama.
el grado en que se presume que las conductas de-
sadaptativas y sintomáticas están más allá del con-
Evaluación de las demandas ambientales
trol consciente del examinado. Un segundo moti-
y la adaptación social
vo para el uso continuado de estas técnicas es que
la naturaleza no estructurada de las mismas ofre- La interacción entre el paciente y las presiones del
ce una oportunidad singular para valorar el grado ambiente se reconoce actualmente en el sistema
tervención. Gaw y Beutler (manuscrito en prepara- los que más frecuentemente son enviados para su
ción) recientemente han ampliado dichas tres di- examen (el 69%) y en segundo lugar los trastornos
mensiones a cinco: 1) gravedad del problema, 2) dis- del Eje II (el 15%) (Clarkin y Sweeney, 1992). En el
confort motivacional, 3) complejidad del problema, contexto de los hospitales de día, las visitas gene-
4) potencial de resistencia o nivel de reactancia y ralmente enfatizan la necesidad de evaluar las ca-
5) estilo de afrontamiento. Su batería para la eva- pacidades específicas cognitivas, las vocacionales
luación de estas cinco dimensiones incluye entre y las sociales, que pueden ser usadas de modo adap-
otras las siguientes pruebas: el BDI, el MMPI-2, el tativo para ayudar al paciente a retornar a la plena
MCMI-II y el STAI. Para la planificación del trata- participación en la vida de la comunidad. Los te-
miento del paciente se utilizan los resultados de di- rapeutas conductuales que trabajan con pacientes
chos instrumentos y los de una entrevista clínica. fóbicos pueden estar particularmente interesados
en la interacción entre el miedo y la situación que
lo provoca, para planificar un programa de desen-
ÁRBOL DE DECISIÓN CLÍNICA
sibilización que sea efectivo. Un psicoanalista
puede enviar a su paciente al inicio de la terapia
Las indicaciones para la evaluación varían en fun- para que se le determine su capacidad para recibir
ción del contexto en el cual se realiza la evalua- una psicoterapia a largo plazo orientada a la in-
ción y del típico paciente con el que uno se en- trospección y para valorar el estatus de diversos pa-
cuentra en dicho contexto. En el ámbito de la radigmas de transferencia que podrían ayudar al
psiquiatría clínica, muy a menudo se pide el exa- analista a adaptar el tratamiento al paciente. Un
men para ayudar a reducir la incertidumbre res- neurólogo podría enviar a su paciente para que se
pecto al diagnóstico y para la evaluación de la gra- le evaluara e identificara de manera específica la
vedad de síntomas específicos o de síntomas naturaleza, el grado y la localización del deterioro,
complejos (es decir, la depresión, los intentos de especialmente en niños y en personas ancianas.
suicidio, o el trastorno del pensamiento). Este tipo Aunque el coste de los cuidados médicos se ha
de evaluación juega un papel importante propor- disparado, en parte debido al uso indiscriminado
cionando información acerca de los pacientes que de las pruebas de laboratorio, los psiquiatras debe-
puede generalizarse de un modo útil facilitando las rían tener claras cuáles habrían de ser las áreas pre-
comparaciones entre pacientes o siguiendo la pista cisas de evaluación antes de enviar a un paciente
de la gravedad de los síntomas bajo el impacto del a que sea evaluado. Del mismo modo, el psicólogo
tratamiento. Dicha evaluación puede proporcionar clínico debería realizar el examen con eficacia y
las bases para recomendar tratamientos, ayudar en utilizar los instrumentos que respondieran a las
el establecimiento de metas para la planificación preguntas formuladas con precisión, fiabilidad y
de dicho tratamiento, o ayudar en la determina- validez. Tanto los psiquiatras como los psicólogos
ción del progreso del mismo y la necesidad de una deberían utilizar un árbol de decisión clínica que
intervención futura. informara acerca de los procedimientos terapeúti-
En el ámbito del paciente hospitalizado, la eva- cos diferenciales.
luación se ha centrado históricamente en la cues- En el estado actual de conocimientos, sugeri-
tión del diagnóstico diferencial, y un estudio re- mos que cuando enviemos a un paciente para su
ciente indica que dicha tendencia continúa en evaluación, el psiquiatra haya completado ya una
práctica, siendo los trastornos del Eje I del DSM-III entrevista semiestructurada (o una entrevista clí-
286 TRATADO DE PSIQUIATRÍA
nica metódica) que proporcione información acer- Benjamin LS: Structural analysis of social behavior. Psy-
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