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El saber antropológico y La sociedad de las esquinas

El conocimiento antropológico siempre ha sido un tema de debate por muchas


razones. Una de ellas sería la validez de su conocimiento ¿Es posible que el
antropólogo tenga un conocimiento objetivo de lo que estudia? ¿No quedaría sesgado
por varias razones?, otro es el objeto tan difuso que tiene la antropología, los
instrumentos que utiliza para la recolección de datos y sus análisis ¿son válidos?;
hasta la pregunta más extrema ¿es la antropología una ciencia? Michel Duquesnoy en
su texto “El saber antropológico: sobre la experiencia de campo” pretende esclarecer
la forma particular en que la antropología construye su objeto y conocimiento de
estudio. Nos describe un proceso en el que el investigador y los actores intervienen
continuamente junto con todos los demás elementos que implica esta relación para
que sea posible “un saber antropológico”.

Relacionar todos los puntos epistemológicos y teóricos con un trabajo muy interesante
y único como “La sociedad de las esquinas” es importante en la medida en que en
cada investigación uno se encuentra con los temas y problemas para el conocimiento
antropológico, que como estudiantes de antropología y haber realizado trabajo de
campo repercute mucho en cómo trataremos la información que obtengamos y en qué
lugar posicionarnos en la investigación. La sociedad de las esquinas es el resultado
de un pleno y prolongado trabajo de campo que sería interesante cotejar con el texto
de Michel Duquesnoy y diferenciar o entrelazar cómo se da el conocimiento en la
antropología para ambos textos.

Sobre la sociedad de las esquinas

La sociedad de las esquinas de William Foote Whyte es una forma particular de


presentar los resultados de un estudio sociológico que utiliza un método utilizado en
antropología sociocultural: “La observación participante”. En primer lugar expone sus
vivencias con este grupo social enfocándose en algunas personas y grupos que él
cree que representa a una realidad recurrente en la zona. A partir de unas categorías
que utiliza para designarlos “hombres grandes” y “hombres pequeños”. Considero que
es uno de los mejores ejemplos de observación participante de un investigador sobre
una sociedad.
En esta exploración de Cornerville nos ocuparemos poco de la gente en general.
Encontraremos gente particular y observaremos las cosas que hacen. El sistema
general de la vida es importante, pero solamente puede ser formado observando a los
individuos cuyas acciones lo constituyen.

El único modo de obtener tal conocimiento es vivir en Cornerville y participar en las


actividades de su gente. Quien lo hace, halla que la barriada se le revela bajo una luz
totalmente distinta. Los edificios, calles y callejones que representaban antes
dilapidación y congestión física, retroceden para formar un fondo familiar para los
actores en la escena de Cornerville. (Whyte, 1971)

Con respecto al objeto antropológico para Duquesnoy es una construcción del sujeto
sobre algo que realmente existe, pero no existe en la forma en la que el sujeto lo
interpreta pues el objeto es una reducción de la realidad misma y el conocimiento de
este se construye a través de la experiencia y la teoría; el objeto antropológico se
construye en todo el proceso, desde su concepción por parte del etnólogo, los datos
empíricos y el análisis posterior, es decir, el objeto y conocimiento se construye
constantemente.

En parte, la sociedad de las esquinas, Whyte constantemente se encuentra


conociendo a las personas que estudia, haciendo un balance entre los grupos y sus
diferencias como en el caso de los “muchachos de las esquinas” y “muchachos del
colegio”, conociendo sus motivaciones, reglas, conductas, diferencias, etc. Aunque el
objeto no queda muy precisado del todo en la exposición. Sin embargo considero que
se genera un conocimiento, que como Duquesnoy “ni un momento ni un actor
quedarían ausentes. Todos participan en la fabricación del objeto así como su
clarificación como producto final”, esta frase expresa esa fabricación que se genera
entre Whyte y los actores de su investigación, ambas partes genera el conocimiento
sobre algo, un objeto no muy precisado, pero a grandes rasgos son las motivaciones,
conductas, normas que influyen en los grupos de Cornerville.
Sobre el objeto también Indica Duquesnoy que este se construye, no sin antes,
recortar la realidad por parte del investigador consecuencia de su cultura o teoría con
la que enfoca el problema.

Primero, porque el objeto antropológico jamás existe en estado bruto o puro. Por tal
razón, una vez limitado teóricamente por el investigador y observado empíricamente,
se construye al mismo tiempo que se elabora el conocimiento, al tiempo que la
percepción Racional y sensible se vuelve más aguda. (Duquesnoy, 2004)

En las últimas notas del libro de Whyte indica cómo y por qué recorta su información,
aceptándolo como su metodología y teoría. El hecho de que decida trabajar con
individuos particulares y presentar sus historias como el producto final es para él, la
mejor manera de reflejar la realidad de esa sociedad.

“El barrio bajo italiano de Cornerville”. Se refiere a gente, situaciones y


acontecimientos particulares. Deseaba escribir respecto a Cornerville. Pero descubrí
que no lo podía hacer sin descartar la mayor parte de los datos que tenía, relativos a
individuos y grupos. Pasó tiempo antes que comprendiera que podía explicar mejor a
Cornerville contando las historias de esos individuos y grupos, que de otra manera.

Aunque no pude cubrir todo Cornerville; estaba fabricando la estructura y el


funcionamiento de la comunidad, por medio del examen intensivo de algunas de sus
partes en acción… Esto es para mí el significado metodológico y teórico principal de
“El barrio bajo italiano de Cornerville. (Whyte, 1971)

Michel Duquesnoy señala que las ansias del antropólogo de ser el “otro” al cual
estudia resultan en una difícil tarea sino imposible porque siempre como
investigadores estamos determinados por nuestras perspectivas culturales. Nuestros
procedimientos y objetivos mismos para conocer al otro llegarían incluso a
desfigurarlo. Idea con la que estoy de acuerdo: No se puede ser el “otro” siempre
seremos parte de nuestra cultura con nuestros principios e ideales; casi siempre
seremos el “otro” para los otros, nuestras intenciones también serán las mismas, es
decir, el mismo hecho de querer conocer, la intención misma de querer ser el “otro” ya
es algo que diferencia al investigador. En el proceso mismo del saber antropológico se
necesita o requiere que se establezca una alteridad entre el investigador y los actores.
La cuestión es “¿qué determina esta alteridad para considerar otro al otro?”, es la
función que cada uno cumple en la investigación: “investigador-investigado” aunque
Duquesnoy considera que este orden debería eliminarse en la investigación en el que
ambos, tanto sujeto como objeto sean los que intervengan en la construcción del
objeto y la validación del conocimiento.

En lo que se refiere a la alteridad, la convivencia con el grupo estudiado influye mucho


en Whyte, pero siempre está en su posición de investigador, observando,
conversando, interviniendo; siempre su posición es la de conocer al individuo o grupo
de su interés. Aunque a veces incluso resulte afectado o influenciado por ello. Creo
que en cierta medida, no pretende ser uno más, no quiere ser el “otro” aunque se
involucre lo suficiente para comprender la dinámica interna de Cornerville. En
entrenamiento de observación participante de la sección apéndice, Whyte siempre
deja bien en claro cuál era su objetivo y su lugar, incluso se lo comunica a sus
informantes constantemente, sobre todo a Doc quien le da facilidades para entrar en
Cornerville.

Conclusiones

Al analizar ambas propuestas y comparando mis experiencia de campo, uno no puede


evitar identificarse con tales cuestiones. Estar en el lugar nos hace reconsiderar varias
veces los juicios que ya teníamos de antemano, es difícil organizar muchas veces
todo lo que se recolecta y qué es lo que se debe recolectar. Constantemente nacen
preguntas nuevas y se desechan otras y en ese aspecto, hay un acuerdo con
Duquesnoy sobre la constante construcción del objeto y conocimiento en la
experiencia de campo y con whyte sobre todo cómo organizar y lo que al final hay que
considerar para presentar la información. Hay que conocer y tratar estas cuestiones
con más detalle, necesario para hacer posible esta ciencia y lo que como
investigadores queremos mostrar sobre la sociedad en la que trabajamos.
Bibliografía

Duquesnoy, M. (Septiembre-Noviembre de 2004). El saber antropológico: sobre la


experiencia de campo. Cuicuilco, 11, 70-86.

Mora, J. F. (1956). Diccionario de filosofía. Bueno Aires: Editorial Sudamericana.

Whyte, W. F. (1971). La sociedad de las esquinas. Mexico: Editorial Diana.

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