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Posibles temas:

“¿El posible afirmar que Lima Metropolitana es una gran ciudad que contiene ciudades
intermedias?” o “Análisis comparativo de la sostenibilidad urbana como cualidad entre
las ciudades intermedias de Huaral y Chancay.”

Marco Teórico:

¿Qué es una Ciudad intermedia?

Para entrar en contexto una ciudad intermedia es un territorio urbano de menor


jerarquía que no corresponde a ciudades principales, continentales o de escala mundial
y que usa esta categoría de ‘ciudades intermedias’; considerando como variable
cuantitativa para su definición el tamaño poblacional, territorial y en otros casos se
toman en consideración las competencias administrativas, económicas, de conectividad
interna y externa, entre otros. (Cabrera-Jara, 2019) Una de las definiciones más usadas
para determinar que es una ciudad intermedia es el número de su población, esta se
define entre una población de veinte mil hasta los dos millones de habitantes, pero esto
depende de la extensión territorial de la nación, la población total del país y del tamaño
de sus ciudades ya que, por ejemplo no es lo mismo una ciudad intermedia en Perú que
cuenta con 31 millones 237 mil 385 habitantes, que en Brasil que cuenta con 209
millones 300 mil 818 habitantes. (Canziani & Schejtman, 2013)

Por otro lado, se menciona que existen tres características base que definen mejor a una
ciudad de esta categoría: a) tienen un poder menor a las ciudades grandes o principales
y en esa medida, un menor presupuesto y prioridad en el desarrollo a nivel nacional e
internacional, b) estructuran los flujos de movilidad y proporcionan acceso a otros
niveles del sistema territorial, y c) son más compactas, caminables y presentan mejores
condiciones y calidad de vida. (Cabrera-Jara, 2019) Sin embargo, una definición adicional
va más por sus atributos y funciones, por ejemplo las ciudades intermedias son centros
de interacción social, económica y cultural de las zonas rurales que se ubican a su
alrededor y son territorios proveedores de bienes y servicios entre las poblaciones
rurales o menores que estás. Por ello también se menciona que las ciudades intermedias
son nodos que articulan el funcionamiento de las sociedades en el territorio. (Canziani
& Schejtman, 2013)
Otros autores mencionan que las ciudades intermedias se pueden definir e interpretar
como puentes de conexión entre las zonas urbanas y rurales, también está asociado al
número de habitantes que lo componen. La UNESCO (1999) señala que en tales urbes
habitaría más de la mitad de la población urbana del planeta, y se constituye como
centros relevantes en la trama de la organización del espacio, al influir positivamente en
la articulación de sus áreas regionales. En efecto, según Gonzalo Salazar, Felipe
Irarrázaval y Martín Fonck (2018) las ciudades intermedias no solo cuentan con
componentes demográficos para su definición, sino también con uno de dinámicas
relacionales y socio-espaciales asociadas a su activa y prácticamente dependiente
interacción urbano-rural en diferentes escalas asociadas estrechamente a la base
económica.

Por otro lado yendo más allá de su definición, se hace una mención a la morfología de
las ciudades donde se manifiesta que son lugares menos segregados y a su vez cuentan
con un solo centro, situación que hace que todos sus habitantes puedan confluir en un
mismo lugar, indistintamente de su economía o etnia. Por tanto, se puede entender que
la mono centralidad dentro de las ciudades intermedias no necesariamente se entiende
en menor segregación y, por tanto, mayor integración social. (Salazar, Fonck, & Vergara,
2018)

De esta manera se puede decir que las ciudades intermedias son capaces de articularse
en un sistema de redes en el cual su comportamiento dinámico hace que puedan
movilizar, modificarse o funcionen entre regiones y subregiones de manera articulada
en el espacio, bajo un contexto de movilidad donde están implicados todos los
individuos, como ocurre en las grandes áreas metropolitanas; por eso se entiende que
las ciudades intermedias no son espacios estáticos en el territorio. Es por ello, que
actualmente estos territorios cada vez se vuelven más competentes para favorecer sus
necesidades como ciudad llegando a rivalizar con áreas metropolitanas más
aglomeradas. (Morales-Soto & Maturana-Miranda, 2019)

A partir de ello y teniendo en consideración las diferentes variables y definiciones con


las que se puede entender e interpretar que es una ciudad intermedia; es necesario
definirlas de forma más adecuada y concreta a partir de sus características morfológicas,
socioeconómicas, articuladas y de movilidad.
Las características morfológicas (y específicamente la morfología urbana) de una
ciudad, son el reflejo de la organización económica, estructura política y objetivos de
grupos sociales dominantes. Para entenderla supone una atención a los elementos
básicos que configuran el tejido urbano y los mecanismos de transformación de las
estructuras. Por otro lado, puede ayudar a entender como las ciudades se han
construido y evolucionado a lo largo de los años. Los aspectos fundamentales para
entender cómo se compone la morfología urbana esta detallada por las siguientes
partes: El plano, donde se incluye el estudio de la trama viaria y su agrupación en planos
generales de la ciudad; los edificios (o edificación), con su diversidad de estructuras y
funciones, desde la vivienda, hasta los edificios industriales, comerciales o de recreo y
por último el uso de suelo, donde se detallan los patrones de uso económico y social del
espacio, lo que permite identificar los diferentes usos residenciales, comerciales y
terciarios, industriales y de ocio. (Capel, 2002)

Tomando como punto de inicio estas tres características de definición Patricio Randle
(1977) detalla una serie de elementos a considerar previamente para el estudio de la
morfología urbana tales como: El contorno, definido como la forma geométrica que
adopta el perímetro delimitado por el crecimiento urbano o como el perímetro que
describe la mancha edificada de las aglomeraciones urbanas; la traza, definida como la
pauta que describe la estructura o esqueleto de las calles y manzanas también llamada
de forma técnica red vial; el amanzanamiento, descrito como la conglomeración de
predios, terrenos o viviendas que conforman una isla entre la trama viaria,
reproduciendo analógicamente la manzana típica de las ciudades; el parcelamiento,
definida como las deformaciones de los esquemas netos a partir de la manzana
cuadrangular y clasificada en diferentes subtipos (tipo X, H, Y y curvilíneo); de textura o
tejido, descrita como la cobertura que se extiende sobre la masa edificada y su relación
con las formas, principalmente en torno a la relación variante entre llenos y vacíos; y por
último la apariencia, la evidencia visual, también llamada apariencia urbana, derivada
de los aspectos tangibles como la edificación, su uso, su posición en la estructura de la
ciudad así como la presencia o ausencia de elementos naturales, atmosfera vivencial,
ritmo de actividad callejera y clase de tránsito automotor.

Las características socioeconómicas


La articulación urbana es según Viviana Colautti (2013) un potencial urbano el cual
aporta dinámicas en diferentes escalas de transformación del territorio urbano. Esta
reúne, contextualiza y crea redes en simultáneo; por lo tanto los grados de articulación
se miden en el tiempo y en el espacio que este proyecta. Esto quiere decir que la
articulación como tal genera resultados de vínculos graduales.

La articulación (urbana) presenta como tal una serie de características que dan
referencia a una compresión metodológica de los procesos de diseño sobre el territorio.
Son unas características que están integradas a un proceso de abstracción del diseño
urbano-territorial, en dirección hacia la interpretación y el ensayo proyectual. De igual
modo la articulación (urbana) está relacionada a una serie de categorías de
interpretación proyectual las cuales son: Territorio y ciudad, barrio, manzana o unidad
de reproducción y parcela como unidad de distribución.

Otras interpretaciones o significados que se le dan a la articulación son a partir del texto
de Carlos martner (2015) quien menciona que el sistema de transporte regional es un
articulador funcional que conecta las ciudades metropolitanas con ciudades intermedias
y estas a la vez conectan con poblaciones rurales; todo ello en base al estudio de
movilidad de las personas.

Las características de movilidad

Bibliografía
Cabrera-Jara, N. (2019). Mercado inmobiliario y metamorfosis urbana en ciudades
intermedias. Gringolandia en Cuenca: La tierra prometida. Bitácora urbano territorial,
10.

Canziani, J., & Schejtman, A. (2013). Ciudades intermedias y desarrollo territorial. Lima: Fondo
editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Capel, H. (2002). La morfología de las ciudades. Barcelona: Ediciones del Serbal.

Colautti, V. (2013). La articulación como estrategia proyectual. Nuevas Fronteras urbanas.


Habitat Inclusivo, 13.

Martner, C. (2015). Transporte y articulación urbano-rural de una ciudad intermedia mexicana.


Revista mexicana de sociología, 27.
Morales-Soto, M., & Maturana-Miranda, F. (2019). Análisis de patrones espaciales en la
expansión urbana de ciudades intermedias. El caso de San Fernando,Chile. Cuadernos
de Vivienda y Urbanismo, 20.

Randle, P. (1977). La ciudad Pampeana. Buenos aires: Asociación para la promoción de los
estudios territoriales y ambientales.

Salazar, G., Fonck, M., & Vergara, L. (2018). Ciudades intermedias: dinámicas de
intermediación desde la noción de lugar. El caso de la región de la Araucanía, Chile.
Revista de Geografía Norte Grande, 22.

Salazar, G., Irarrázaval, F., & Fonck, M. (2018). Transformaciones urbanas y sentidos de lugar
en las ciudades intermedias de la Región de la Araucanía. Revista AUS, 8.

Toro, F., & Orozco, H. (2018). Concentración y homogeneidad socioeconómica: representación


de la segregación urbana en seis ciudades intermedias de Chile. Revista de Urbanismo,
21.

UNESCO. (1999). Villes intermédiaires et urbanisation; Ciudades intermedias y urbanización


mundial. París.
Población de Lima Norte - 2 624 610 habitantes

Población de Lima Este – 2 736 829 habitantes

Población de Lima Sur – 1 970 140 habitantes

Población de Lima centro – 1 789 816 habitantes

Lima Norte Septentrional (Ancón 41 474, Carabayllo 317 952, Puente Piedra 373 062, Santa
Rosa 19 802): Total – 752 290 habitantes.

Lima Norte Meridional (Comas 537 263, Independencia 220 372, Los Olivos 384 711, San
Martín de Porres 729 974): Total – 1 872 320 habitantes.

Lima este Oriental (Cieneguilla 49 707, Chaclacayo 44 197, Lurigancho – Chosica 229 307):
Total – 323 211 habitantes.

Lima Este Occidental (Ate 661 786, El Agustino 195 304, La Molina 179 785, San Juan de
Lurigancho 1 138 453, Santa Anita 238 290) Total – 2 413 618 habitantes.

Lima Sur Septentrional (Pachacámac 136 921, San Juan de Miraflores 415 870, Villa El
Salvador 482 027, Villa María del Triunfo 465 735) Total – 1 500 553 habitantes.

Lima Sur Meridional (Lurín 89 416, Pucusana 18 002, Punta Hermosa 7 979, Punta Negra 8
369, San Bartolo 8 073, Santa María del Mar 1 694) Total – 133 533 habitantes.

Lima Centro Oriental (Barranco 28 970, Miraflores 81 619, La Victoria 166 657, San Borja 112
712, San Isidro 53 460, San Luis 58 461, Santiago de Surco 357 577, Surquillo 91 474) Total –
950 930 habitantes

Lima Centro Occidental (Lima 265 693, Breña 74 711, Jesús María 71 680, Lince 49 064,
Magdalena del Mar 54 925, Pueblo Libre 76 129, Rímac 162 897, San Miguel 137 247) Total –
626 918 habitantes.

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