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DOMINGO 5 DE ENERO DE 2020

SOLEMNIDAD de la Epifanía del Señor

ENTRADA:
Buenos días hermanos y hermanas, les damos la cordial bienvenida a esta Santa
Misa para celebrar juntos la gran fiesta de hoy: La solemnidad de la Epifanía o
manifestación del Señor. Es la fiesta de la luz que nos ilumina y de regalos porque
hemos recibido el don más precioso: Jesucristo mismo. En esta celebración, unidos
a todos los hombres, caminemos como un solo pueblo hacia el reconocimiento de
Jesús como el Salvador. Expresemos nuestra alegría cantando.

PRIMERA LECTURA:
En la primera lectura, el profeta Isaías proclama con gran exaltación la Buena Nueva
a la gente que andaban en la oscuridad. Una luz brilla; la gloria de Dios aparece.
Cristo es esa estrella radiante de la mañana que nos guía en la vida y que vino al
mundo para que lleguemos a Él. Escuchemos.

SALMO
El salmo responsorial insiste: "se postrarán ante ti, Señor, todos los reyes de la
tierra" y habla de los que vendrán desde lejos a ofrecer sus dones al "rey", que
nosotros vemos como figura del Mesías, que hoy recibe estos regalos de los magos
que vienen de lejos.

SEGUNDA LECTURA
En la segunda lectura, San Pablo, en su carta a los efesios, nos habla de la gracia
que Dios nos ha dado. Por nuestro bautismo somos coherederos y copartícipes de
la promesa de Dios. Nosotros sentimos alegría ya que en Cristo somos un pueblo
de Reyes, pueblo sacerdotal, una asamblea santa. Escuchemos

ANTES DEL EVANGELIO


En el santo evangelio, los magos buscan con plena sinceridad a Cristo para
ofrecerle sus riquezas, su fe, su amor y ofrecerse a sí mismos. Estamos invitados a
encontrar a Cristo en este Evangelio y en la eucaristía. Nos ponemos en pie para
entonar el canto de aclamación.
OFERTORIO
Estrella
Presentamos el signo de la estrella, que representa la luz que guía nuestro camino
hacia Cristo, Él es la luz del mundo, es nuestro guía, es nuestra luz. Una estrella
que refleja las buenas noticias de perdón y de amor.

Unidos al pan y al vino que llevamos al altar, ofrezcamos también nosotros, como
los reyes magos, nuestros presentes, especialmente nuestro corazón dispuesto a
recibirle y también para adorarlo.

COMUNION
Recibir la Eucaristía es entrar en profunda comunión con Jesús. Todos estamos
llamados a formar un solo cuerpo con Cristo. Unidos por un mismo amor nos
acercamos a recibirlo.

DESPEDIDA
Llenos de gozo, vayamos a difundir la luz de Cristo en un mundo que vive tan lleno
de temores y tinieblas. Que nuestro claro testimonio de cada día ayude a muchos a
encontrar el camino de la verdad y del bien. Feliz domingo a todos.

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