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Fecha 05/Octubre/2017
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INTRODUCCIÓN
Al momento de analizar la relación entre personas y mascotas, hay que tener en cuenta un
punto de partida ineludible: los animales dependen de sus amos. Se acepta la idea de traer
un perro o gato a casa porque de alguna u otra forma, se tiene la ilusión de cuidar, alimentar
y consentir a estos peludos que, a fin de cuentas, no pueden valerse por sí solos. En un
mundo ideal, el ser humano es precisamente el ‘protector’ de sus animales. No obstante, lo
anterior no siempre se cumple y cada vez son más los casos en los que hombres y mujeres
agreden a sus mascotas. Además, quienes someten a sus mascotas a diferentes tipos de
agravio son, usualmente, individuos que también han padecido maltratos en su infancia. Así
lo explica la directora de la Asociación Defensora de Animales ADA, Marta Ciro, “el que
patea o golpea a un animal, lo ha vivido. Ha sido víctima en casa de violencia intrafamiliar.
Lo peor es que primero maltratan animales, pero después lo pueden hacer con seres
humanos”. Esto también habla de la psicología de quien lo elige como ‘solución’: “Las
personas que dejan a sus mascotas carecen del sentido de la responsabilidad. Se dejan llevar
por la emoción del momento. Cuando adquieren o adoptan al animal no son conscientes de
todas las implicaciones que conlleva.
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Maltrato Animal
La crueldad animal puede tomar muchas formas diferentes. Incluye actos manifiestos e
intencionales de violencia hacia los animales, pero también incluye el descuido de los
animales o el fracaso en proveer el bienestar de un animal bajo tu control.
Además de esto, es importante recordar que el maltrato animal no se limita a los casos de
daño físico. El daño psicológico causado a los animales en forma de angustia, tormento o
terror también puede constituir maltrato animal. Debido a que hay tantas formas posibles de
maltrato animal, la legislación estatal y territorial sobre bienestar animal no intenta definirla
de manera exclusiva, más bien, la crueldad animal se describe generalmente como cualquier
acto u omisión que cause daño innecesario o irrazonable a un animal. La crueldad y el
abandono cruzan todas las fronteras sociales y económicas y los informes de los medios de
comunicación sugieren que el abuso de los animales es común en las zonas rurales y urbanas.
La crueldad intencional con los animales está fuertemente correlacionada con otros crímenes,
incluida la violencia contra las personas.
Países donde es más frecuente el maltrato animal: Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa
Rica, España, México y Perú
1 – Muchos perros están plagados de enfermedades como del riñón o enfermedades del
corazón como resultado de las condiciones en que se mantienen.
2 – Miles de galgos mueren cada año -algunos en nombre de la “cría selectiva”- antes de
que alguna vez toquen un hipódromo. Muchos perros no llegan a la edad nominal de
“jubilación” de 4 ó 5 años.
4 – Las peleas de perros se hicieron prevalentes en los Estados Unidos después de la Guerra
Civil, con fosas profesionales proliferando en la década de 1860. Y era una fuente de
entretenimiento para oficiales de policía y bomberos.
6 – Más del 50% de la piel en los EE.UU. proviene de China, donde millones de perros y
gatos son a menudo sangrados a muerte y desollados vivos por su piel. La piel china a
menudo es mal etiquetada, así que si usas piel, no hay forma segura de saber en qué piel
estás.
7 – Se estima que hay de 900 a 2,000 nuevos casos cada año de acaparamiento de animales
en los EE.UU., con 250,000 animales víctimas.
8 – Más de 115 millones de animales – ratones, ratas, perros, gatos, conejos, monos, aves,
entre otros – mueren cada año en experimentos de laboratorio en todo el mundo para
pruebas químicas, farmacológicas, alimentarias y de cosméticos.
9 – Cada circo mayor que usa animales ha sido citado por violar los estándares mínimos de
cuidado establecidos por el Animal Welfare (AWA) de los Estados Unidos.
Cita
(Animalesde.Net, s.f.)