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PROCESOS SUPERGENOS

La alteración supergena es un proceso de reequilibrio de la mineralogía hipógena


(hidrotermal) a las condiciones oxidantes cerca de la superficie terrestre (sobre el nivel de
las aguas subterráneas). La mayoría de las asociaciones de minerales sulfurados son
inestables en estas condiciones y se descomponen (meteorizan) para originar una nueva
mineralogía estable en condiciones de meteorización..

El proceso de alteración supergena de depósitos minerales hidrotermales involucra la


liberación de cationes metálicos y aniones sulfato mediante la oxidación de sulfuros
hipógenos (lixiviación). Los sulfatos de Cu y Ag así generados son solubles y son
transportados hacia abajo por aguas meteóricas percolantes. Los cationes descienden en
solución y pueden ser redepositados por reacción con iones carbonato, silicato, sulfato o
sulfuro. El Cu y Ag pueden formar minerales oxidados que permanecen en la zona
oxidada, pero también pueden ser precipitados debajo del nivel de aguas subterráneas por
los sulfuros hipógenos y formar sulfuros más ricos en Cu o Ag respectivamente, siendo
este proceso más eficiente para el Cu que para el Ag (enriquecimiento secundario).

La denudación (erosión) es un proceso geológico continuo en las áreas terrestres elevadas


por sobre el nivel del mar o por sobre el nivel de base local de erosión; esto implica que en
áreas cordilleranas los depósitos minerales de origen hidrotermal eventualmente serán
sometidos a las condiciones oxidantes cercanas a la superficie terrestre. Los yacimientos
epitermales que se forman cerca de la superficie y son fácilmente objeto de procesos
supergenos. Además, los sistemas de tipo pórfido (formados a niveles algo más profundos)
también son afectados por procesos supergenos al ser exhumados por la denudación.

Los procesos supergenos modifican significativamente la mineralogía de los cuerpos


mineralizados de origen hidrotermal y afectan su metalurgia extractiva. Además, pueden
producir importantes enriquecimientos secundarios ya sea de Cu, Ag o Au. La mayor
parte de los pórfidos cupríferos no son económicos a menos que hayan desarrollado
enriquecimiento secundario o supergeno. Sin embargo, los procesos supergenos también
pueden resultar en la dispersión de los elementos metálicos o su redepositación como
depósitos exóticos a cierta distancia del depósito hipógeno original.

Un perfil supergeno ideal puede ser modificado por sucesivos ciclos de alteración
supergena y por condiciones locales. En principio la zona de oxidación alcanza al nivel de
aguas subterráneas y su posición inferior ha sido controlada en muchos depósitos por las
posiciones del nivel de aguas subterráneas en el pasado. Consecuentemente, es función de
la evolución geomorfológica de una región.

En la zona oxidada los minerales sulfurados hipógenos son destruidos y la mineralogía,


estructura y composición química de las menas modificadas significativamente, lo que
obviamente tiene repercusión en la metalurgia extractiva de las menas de interés
económico.

En la porción inferior de la zona oxidada que subyace a rocas lixiviadas, se forman nuevos
minerales oxidados por reacción de cationes metálicos en solución con aniones tales como
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carbonato (Ej. malaquita) y silicato (crisocola). En condiciones áridas y salinas como las
del Desierto de Atacama los cloruros juegan también un rol importante (Ej. formación de
atacamita).

El desarrollo de una zona de minerales oxidados depende directamente de la eficiencia del


proceso de lixiviación, es decir la remoción en solución de los constituyentes de una roca o
cuerpo mineralizado por la acción natural de aguas percolantes. En el caso que la
lixiviación haya sido muy eficiente (Ej. La Escondida, “super-leaching” con <100 ppm Cu
en las rocas lixiviadas) se formarán pocos minerales oxidados y por el contrario en los
casos donde la lixiviación no ha sido muy eficiente se puede originar un volumen
importante de minerales oxidados (Ej. El Abra). La eficiencia de la lixiviación depende de
varios factores, pero uno de los más relevantes es la capacidad de la mineralogía hipógena
de generar soluciones ácidas al reaccionar con los fluidos meteóricos percolantes y en este
sentido la presencia de pirita es fundamental puesto que la descomposición de la misma
genera ácido sulfúrico La capacidad de transporte descendente del Cu y Ag dependerán,
por otra parte, de la mineralogía de mena y ganga puesto que si existen minerales que
reaccionen y neutralicen la solución (Ej. calcita o feldespato potásico) precipitarán
minerales oxidados de Cu o Ag en la zona de oxidación, pero si por el contrario la
mineralogía no es reactiva la mayor parte del contenido metálico puede ser transportado por
debajo del nivel de aguas subterráneas donde precipitará como sulfuros supergenos de Cu o
Ag al reaccionar con los sulfuros hipógenos.

Bajo el nivel de aguas subterráneas el oxígeno está prácticamente ausente y allí los sulfatos
metálicos en solución reaccionan con los sulfuros hipógenos para formar sulfuros
supergenos. Por lo general, esta zona es de mayor ley que la zona hipógena y la oxidada en
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depósitos de Cu y de Ag. El Au, en cambio, se enriquece en la zona oxidada, donde su


enriquecimiento es principalmente residual por la destrucción de los sulfuros asociados,
pero también por procesos químicos (complejos solubles) en presencia de aniones de Cl y
Br. El oro nativo es la única forma mineralógica que se presenta el oro supergeno y este
tiene menor tendencia a enriquecerse en zonas de sulfuros secundarios.

Los procesos supergenos han sido extremadamente importantes en la mayor parte de los
yacimientos del norte de Chile, pero los estudios detallados de estos procesos son más bien
escasos.

Los procesos supergenos se desarrollan en periodos discretos de tiempo. Los procesos de


oxidación, lixiviación y redepositación de minerales supergenos se inicia una vez que los
depósitos hidrotermales primarios son exhumados hasta la zona localizada por encima del
nivel de aguas subterráneas y finalizan una vez que se forma una nueva asociación
mineralógica en la zona oxidada estable en estas condiciones. Sin embargo, las variaciones
del nivel de aguas subterráneas y la subsecuente erosión pueden reactivarlos.

Las dataciones K-Ar en alunitas supergenas realizadas por Sillitoe y McKee (1996) indican
rangos de 0,4 a 6,2 Ma para el desarrollo de la actividad supergena en yacimientos del norte
de Chile. Sin embargo, el modelo teórico de Ague y Brimhall (1989) indica que en
condiciones ideales en un pórfido cuprífero típico la calcopirita pueden disolverse
completamente y la pirita destruida en un periodo de solo 12.000 años en la zona oxidada.
La diferencia entre la duración de los procesos supergenos derivada de datos
geocronológicos y del modelamiento teórico deriva probablemente del hecho que las
condiciones ideales del modelo teórico no existen en la naturaleza, pero también de las
sucesivas reactivaciones de procesos supergenos que han ocurrido en los depósitos del
norte chileno, además de las incertezas respecto al significado geológico de las edades
radiométricas de alunitas supergenas.

La exhumación es un prerequisito para el desarrollo de procesos de alteración y


enriquecimiento supergenos, por lo que estos procesos que son sensitivos a la evolución
fisiográfica o geomorfológica de una región.

Los factores que controlan el desarrollo de procesos supergenos son varios e incluyen:

- Climáticos
- Mineralogía hipógena (mena y ganga)
- Composición de la roca de caja
- Estructura (fracturamiento del depósito y rocas circundantes)
- Porosidad
- Posición del nivel de aguas subterráneas
- Agentes orgánicos (H2S producido por bacterias)

Estos factores son interdependientes y varían de un depósito a otro.

El desarrollo y preservación de perfiles supergenos de Cu y Ag son favorecidos en


condiciones de clima semi-árido y bajas tasas de erosión.
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En zonas de clima muy húmedo y/o altas tasas de erosión se dificulta el desarrollo de los
procesos de enriquecimiento secundario en depósitos de Cu o Ag; porque la circulación de
abundante agua percolante puede lixiviar los metales y transportarlos como sulfatos
solubles fuera del depósito, de modo que solo en condiciones excepcionales se desarrolla
enriquecimiento secundario de Cu o Ag en climas muy húmedos. Asimismo, altas tasas de
erosión pueden resultar en la exposición directa de sulfuros primarios en superficie, tal
como ocurre por ejemplo en los sectores afectados por las glaciaciones cuaternarias en el
sur de Chile, y consecuentemente no dar tiempo para el desarrollo de perfiles supergenos.

En el Norte Grande de Chile los procesos supergenos estuvieron activos entre los 34 y 14
Ma (Oligoceno a Mioceno Medio) de acuerdo a dataciones K-Ar de alunitas supergenas
(Sillitoe y McKee, 1996); en esa zona los procesos supergenos virtualmente cesaron a los
~14 Ma debido a un cambio climático desde las condiciones áridas o semi-áridas que
favorecieron su desarrollo al clima hiper-árido actual que impera desde el Mioceno Medio.
Este cambio climático prácticamente detuvo los procesos supergenos en el Norte Grande de
Chile, pero la concomitante disminución de las tasas de erosión contribuyó a la
preservación de los ricos niveles de enriquecimiento secundario de los depósitos (Alpers y
Brimhall, 1988).

La pirita (FeS2) es un mineral importante tanto arriba como debajo del nivel de aguas
subterráneas. Este mineral se meteoriza en la zona de oxidación a sulfato férrico (FeSO4) y
ácido sulfúrico (H2SO4) compuestos que se disuelven en las aguas percolantes en forma de
iones SO4-2, H+, Fe3+ y Fe2+; estos componentes funcionan como lixiviantes, produciendo la
disolución de metales en forma de sulfatos y su movilización o transporte descendente.
Debajo del nivel de aguas subterráneas la pirita actúa como huésped para la depositación de
menas, porque es relativamente soluble y aporta generosamente aniones S a los cationes
invasores de Cu o Ag.

Stokes (1907) demostró experimentalmente como la reacción entre iones de Cu y la pirita


puede ocurrir en el enriquecimiento supergeno. La ecuación de Stokes es:

5 FeS2 + 14 Cu+2 + 14 SO4-2 + 12 H2O → 7 Cu2S + 5 Fe+2 + 24 H+ + 17 SO4-2


pirita Cu en solución calcosina
como sulfato

El exceso de ácido se neutraliza bajo el nivel de aguas subterráneas y la calcosina (Cu2S)


permanece en la zona de enriquecimiento contribuyendo al incremento de las leyes de Cu
en esta zona.

La oxidación de la pirita involucra, en detalle, una serie de etapas que resultan el la


generación de “protominerales” tales como la schwertmannita y ferrohidrita, cuya
solubilidad es función de la producción de Fe3+ y Fe2+, del pH y de la actividad del SO4-2.
La combinación de sulfato como anión para formar complejos, iones de hidrógeno
(condiciones ácidas) y presencia de oxígeno atmosférico para aumentar y mantener las
condiciones oxidantes resulta en la rápida destrucción de sulfuros, óxidos y minerales
silicatados. La susceptibilidad relativa de los minerales sulfurados a la oxidación determina
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la secuencia de destrucción de sulfuros, la consecuente disponibilidad de metales para


transporte supergeno y la naturaleza de la zonación de minerales resultante.

Dado que la oxidación de la pirita es la principal fuente de soluciones ácidas responsables


de la destrucción mineral sulfurado durante la meteorización de una masa rocosa, los
mejores ejemplos de lixiviación y enriquecimiento supergeno se encuentran en depósitos de
Cu y Ag que contienen pirita en su mineralogía hipógena. Estos depósitos al oxidarse y ser
atacados por aguas meteóricas percolantes producen soluciones ricas en ácido sulfúrico
(H2SO4) y sulfatos solubles de Cu o de Ag. Al descender estas soluciones hacia el nivel de
aguas subterráneas el oxígeno gradualmente se gasta y la solución cesa de tener carácter
oxidante precipitando el contenido metálico. En contraste, la oxidación de sulfuros
distintos a los de Fe produce solo cantidades menores de soluciones ácidas y limita
significativamente el desarrollo de procesos supergenos de enriquecimiento, pudiendo
limitarse solamente a una oxidación in situ de los sulfuros para generar cuerpos de mineral
oxidado, pero sin una variación significativa de leyes de Cu o Ag.

Es difícil generalizar respecto a la movilidad de los distintos elementos metálicos durante la


oxidación, puesto que depende de las condiciones fisico-químicas de cada depósito y del
comportamiento de cada elemento en dichas condiciones, pero en general la movilidad es:

Zn>Cd=Hg>Ag>Cu≥Mo>Co≥Ni>Au>Pb>Sn≥W≥Bi

Ahora bien, los elementos metálicos tienen cierta afinidad específica con el azufre, que se
relaciona con la solubilidad de sus compuestos de sulfuro. Cualquier metal en solución que
tenga afinidad más fuerte con el azufre que otro metal precipitará como sulfuro a expensas
del sulfuro metálico más soluble bajo el nivel de aguas subterráneas.

La secuencia de estabilidad de sulfuros metálicos fue establecida por Schürman en 1888.


Es una secuencia determinada experimentalmente en condiciones de temperatura y presión
ambientales, de modo que en términos generales calza bien con el ambiente supergeno
natural. Los metales serán reemplazados de acuerdo a la Serie de Schürman de modo que
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cualquier metal de la serie reemplazará a otro que sea más inferior de la misma (Ej. el Cu
en solución reemplazará al Fe en la pirita o al Zn en la blenda). En general, mientras más
separados estén los metales en la Serie de Schürman, más completo será el reemplazo y
mayor la proporción de reacción. Además, metales diferentes se reemplazan
selectivamente de acuerdo a sus posiciones relativas en la serie de Schürman (Ej. una
solución con Ag reaccionará más fácilmente con blenda que con calcosina o covelina).

Diagrama paragenético que muestra la sucesión general de destrucción de minerales


sulfurados por reemplazo por calcosina.

El Eh y pH de las aguas meteóricas cambia de un potencial oxidante y ambiente ácido sobre


el nivel de aguas subterráneas a un potencial reductor y ambiente básico debajo del nivel de
aguas subterráneas. En el ambiente reductor los sulfuros primarios generalmente son
estables, pero reaccionan de acuerdo a la Serie de Schürman con los metales disueltos
transportados desde la zona de oxidación. Consecuentemente, en yacimientos cupríferos la
precipitación de calcosina supergena bajo el nivel de aguas subterráneas ocurre por
destrucción y reemplazo de los sulfuros hipógenos originales y la sucesión general es la que
se presenta en el diagrama anterior. Consecuentemente, la posición del nivel de aguas
subterráneas es un factor determinante en el desarrollo de los procesos supergenos.

En cuanto a la composición de la roca de caja, las reacciones con los componentes alcalinos
de las rocas neutralizan o hacen más básicas las soluciones descendentes (Ej. la hidrólisis
de feldespato potásico o plagioclasas puede causar la precipitación del contenido metálico
en la zona de oxidación) y lo mismo puede ocurrir con ciertos componentes de la ganga.
Por ejemplo, si las rocas o menas contienen calcita (CaCO3) u otros carbonatos, las
soluciones oxidantes pueden neutralizarse completamente antes de alcanzar el nivel de
aguas subterráneas y originar una zona oxidada enriquecida con carbonatos de Cu
(malaquita, azurita). Por el contrario la lixiviación de la zona de oxidación será más intensa
en ausencia de minerales reactivos con los fluidos percolantes (Ej. rocas silicificadas o con
alteración cuarzo-sericita).

El tipo de sulfuros presentes también influencia las reacciones, por ejemplo la pirrotina
(Fe0.85-1S) reacciona dos órdenes de magnitud más rápido que la pirita (Fe2S), por lo tanto si
debajo del nivel de aguas subterráneas existe pirrotina la zona con calcosina supergena será
más delgada, pero de alta ley en comparación con una zona de mayor espesor, pero con
menor ley en el caso que solo exista pirita en la misma zona.
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La estructura es muy importante porque las zonas de falla o fracturas proveen la


permeabilidad para la percolación de las aguas superficiales hasta niveles relativamente
profundos de los depósitos y frecuentemente las zonas de falla incluyen volúmenes de rocas
fracturadas, porosas, en las que es factible el desarrollo de los procesos supergenos, además
las estructuras pueden contener una mayor proporción de minerales sulfurados susceptibles
de ser descompuestos o modificados por los procesos supergenos.

La calcosina supergena generalmente es negra, blanda y pulverulenta (“sooty chalcocite”),


mientras que la calcosina hipógena es gris, masiva, cristalina y de aspecto metálico (“steely
chalcocite”). Sin embargo, esto es solo una generalización y no toda la calcosina supergena
es pulverulenta, puede ser también masiva y no diferenciarse de la calcosina hipógena.

El rol de las bacterias

Existen varios tipos de bacterias que son capaces de derivar energía de la utilización de los
minerales sulfurados (entre otras: Thiobacillus ferrooxidans, Leptospirillum ferrooxidans,
Thiobacillus thiooxidans, Thiobacillus organoparus y Thiobacillus acidophilus). La
actividad de estos microorganismos es importante en el proceso de oxidación natural de
cuerpos mineralizados y su existencia ha permitido el desarrollo de tecnología de
procesamiento metalúrgico de menas usando biolixiviación. Este tipo de procesos se han
aplicado a menas cupríferas mixtas (sulfuros con óxidos), las cuales al ser tratadas con los
procesos tradicionales de flotación o lixiviación ácida dan bajas recuperaciones de Cu.
También se ha aplicado biolixiviación para menas con oro refractario (generalmente
ocluido en pirita o arsenopirita) para oxidar los sulfuros y liberar el metal precioso.

La bacteria Thiobacillus ferroxidans ha sido uno de los microorganismos más estudiados,


para la oxidación de minerales y su aplicación en lixiviación. Estas bacterias obtienen
energía mediante la oxidación de compuestos de azufre reducido y el ion ferroso. Ellas
están presentes naturalmente casi siempre en cualquier lugar donde hay contacto entre
aguas oxigenadas con depósitos minerales sulfurados, tales como minas, desmontes y
relaves. Su acción biológica descompone los sulfuros, libera los metales y acidifica las
aguas. Las bacterias aceleran el proceso natural de oxidación de sulfuros metálicos durante
la meteorización y son responsables, en gran medida, del problema de drenaje ácido de
minas o de sus deshechos (Ej. desmontes o relaves con pirita). El drenaje ácido constituye
de un problema ambiental serio relacionado con la explotación minera; el mismo problema
ocurre cuando se remueven rocas con diseminación de sulfuros (Ej. lutitas piritosas) y se
exponen a la oxidación por cortes de caminos o se usan para rellenos o terraplenes.

Las reacciones de oxidación que utilizan las bacterias para descomponer pirita son:

4FeS2 + 14 O2 + 4 H2O = 4 FeSO4 + 4 H2SO4


pirita

4FeSO4 + O2 + 2H2SO4 = 2 Fe2(SO4)3 + 2 H2O

FeS2 + Fe2(SO4)3 = 3 FeSO4 + 2 Sº


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2Sº + 2H2O + 3 O2 = 2 H2SO4

Estas reacciones muestran la habilidad de la T. Ferroxidans de (1) oxidar directamente el


mineral, (2) oxidar los iones ferrosos producidos por la oxidación o por reducción química
del hierro ferroso y (3) oxidar el azufre producido por oxidación del ion férrico del mineral.
Para la arsenopirita las reacciones son:

4FeAsS + 13 O2 + 6 H2O = 4 H3AsO4 + 4 FeSO4


asenopirita

4FeAsS + 11 O2 + 2H2O = 4HasO2 + 4 FeSO4

HAsO2 + Fe2(SO4)3 + 2 H2O = H3AsO4 + 2 FeSO4 + H2SO4

2 FeAsS + Fe2(SO4)3 + 4 H2O + 6 O2 = 2H3AsO4 + 4 FeSO4 + H2 SO4

La oxidación de los minerales sulfurados que contienen oro en menas refractarias resulta en
la liberación del Au, el que subsecuentenmente puede recuperarse por métodos
convencionales como la recuperación con cianuro.

Las menas refractarias son aquellas cuyo oro no puede ser liberado satisfactoriamente por
reducción de tamaño del grano aún por molienda muy fina; generalmente se trata de menas
en que el oro está finamente diseminado dentro de sulfuros, siendo la pirita y la arsenopirita
los minerales más relevantes en este sentido. Un efecto similar ocurre en menas que
contienen materia carbonosa, puesto que en este caso aunque el oro esté libre la solución
con cianuro es absorbida por el material carbonoso.

Tradicionalmente las menas refractarias de este tipo han sido sometidas a tostación para
remover el As y descomponer los sulfuros permitiendo luego la cianuración convencional.
Sin embargo debido a los costos involucrados en este proceso, más recientemente se ha
puesto énfasis en el desarrollo de procesos hidrometalúrgicos tanto en sistemas químicos,
como biológicos.

El tratamiento de menas sulfuradas de cobre mediante lixiviación asistida por bacterias se


utilizó inicialmente en el yacimiento de Lo Aguirre (Cia. Minera Pudahuel) y actualmente
se utiliza en Quebrada Blanca y en Zaldivar.

Sin embargo, el rol de las bacterias no se limitaría a la oxidación de sulfuros, existen


bacterias que pueden cristalizar en sus superficies celulares una variedad de metales,
incluyendo Fe, Mn, Zn, Ca y Au. Consecuentemente, en ciertos depósitos de oro se ha
postulado que la concentración del metal preciosos ha sido producida por bacterias
(biomineralización); un ejemplo serían los placeres auríferos de Cerro Pelado en Brasil,
donde investigaciones realizadas por Placer Dome indican que las pepas de oro han crecido
por la acción bacteriana y no corresponden exclusivamente a una concentración aluvial.
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