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Según la posición de los átomos en los vértices de la celda unitaria de la red cristalina existen:
a) Redes cúbicas sencillas: Los átomos ocupan sólo los vértices de la celda unidad.
b) Redes cúbicas centradas en el cuerpo (BCC): Los átomos, además de ocupar los
vértices, ocupan el centro de la celda. En este caso cristalizan el hierro y el cromo.
c) Redes cúbicas centradas en las caras (FCC): Los átomos, además de ocupar los
vértices, ocupan el centro de cada cara de la celda. Cristalizan en este tipo de redes
el oro, cobre, aluminio, plata,... d) Redes hexagonales compactas (HC): La celda
unitaria es un prisma hexagonal con átomos en los vértices y cuyas bases tiene un
átomo en el centro. En el centro de la celda hay tres átomos más. En este caso
cristalizan metales como cinc, titanio y magnesio.
La estructura cristalina no es más que un concepto creado para describir la forma como están
organizados los átomos en un material. Muchas de las propiedades de los materiales se
explican a partir de la estructura cristalina que posea el material. Las estructuras cristalinas
se estudian por medio de la difracción de rayos X. Los rayos X son un tipo de radiación similar
a la de la luz visible, con la diferencia que su longitud de onda es menor. Esto permite a los
rayos X pasar fácilmente entre los espacios que existen entre los átomos del material (la luz
visible tiene una longitud de onda tal que no “cabe” en esos espacios para la mayoría de
materiales). Al utilizar rayos X, parte de la radiación pasa entre los átomos y otra parte se
refleja en ellos. Esto genera ciertos patrones de “sombras” que indican la forma como los
átomos se encuentran ubicados en el material.
La foto de los átomos sería similar al esquema que se muestra a continuación:
En el centro de cada esfera (átomo) se ha colocado una cruz. Esas cruces representan el
lugar geométrico que define las posiciones de cada uno de los átomos que forman al
material. A esas posiciones se les llama puntos de red. Los puntos de red pueden estar
ocupados por átomos o pueden estar vacíos.
No es necesario dibujar todos los átomos del material para representar su estructura
cristalina, es suficiente dibujar la posición de cuatro de los átomos para hacerse una idea
muy clara de cómo están colocados el resto de átomos.
Al número más pequeño de puntos de red que representan el ordenamiento de todos los
átomos del material se le llama celda unitaria. La celda unitaria está formada por cuatro
puntos de red contenidos en el plano. Los materiales reales son tridimensionales, por lo
que las celdas unitarias que representan su estructura cristalina también son
tridimensionales. Se considera que la estructura cristalina de un material está formada por
un conjunto de celdas unitarias apiladas entre sí.
1. Estructura cúbica simple (CS). La celda unitaria es un cubo de arista con un punto
de red definido en cada uno de sus vértices.
2. Estructura cúbica centrada en el cuerpo (BCC). La celda unitaria es un cubo de arista
a0. Tiene un punto de red definido en cada uno de sus vértices y un punto de red
definido en el centro geométrico del cubo.
Las celdas unitarias tienen propiedades. Algunas de sus propiedades más relevantes
son:
1. Número de átomos por celda. Cada celda unitaria tiene asociada un número promedio
de puntos de red. Por ejemplo, en la celda unitaria cúbica simple, cada punto de red
en los vértices del cubo es compartido por 8 celdas diferentes. Esto es equivalente a
plantear que solamente 1/8 de cada punto de red pertenece a una celda. Si hay ocho
puntos de red (uno por vértice), entonces el número de átomos por celda para la
estructura cúbica simple es: (1/8)*8 = 1. Siguiendo un razonamiento similar, se deduce
que la estructura BCC tiene dos átomos por celda unitaria, y la estructura FCC tiene
cuatro átomos por celda.
Un razonamiento similar se puede hacer cuando sustituimos un átomo de Si por otro que
tenga tres electrones de valencia (ver Figura 1.9). Dicho átomo no completa la estructura de
enlaces: de ahí que a temperatura ambiente e incluso inferiores un electrón ligado de un
átomo vecino pase fácilmente a ocupar dicha vacante completando, de esta forma, la
estructura de enlaces y creando al mismo tiempo un hueco. A estos elementos que tienen
predisposición para aceptar electrones ligados se les conoce con el nombre de aceptadores
o impurezas aceptadoras y se dice que hacen al material de tipo p ya que éste conduce
fundamentalmente, aunque no de forma exclusiva, mediante los huecos cargados
positivamente. Por lo tanto, en un semiconductor de tipo p, los huecos son los portadores
mayoritarios y los electrones los minoritarios, es decir, siempre existen unos pocos electrones
que proceden de la rotura estadística de enlaces covalentes a dicha temperatura.
La razón por la que se suele tomar dicha temperatura está en la facilidad con la que podemos
enfriar el material (marcando una diferencia en el precio de los experimentos dedicados a su
estudio), ya que por encima de 77K podemos utilizar métodos de enfriado de bajo coste,
como el nitrógeno líquido, en lugar de otros como el helio líquido.
Por el material
Elementos puros: (si bien no todos los elementos puros alcanzan el estado superconductor),
la mayoría de los superconductores que son elementos puros son de tipo I, con la excepción
del niobio, el tecnecio, el vanadio y las estructuras de carbono que se mencionan más abajo.
Aleaciones, como por ejemplo:
El NbTi (niobio-titanio) cuya propiedad superconductora se descubrió en 1962.
El AuIn (oro-indio), un superconductor descubierto en 1997.
El URhGe (aleación de uranio, rodio y germanio), del cual se descubrió en 2005 que
sigue siendo superconductor incluso a elevados campos magnéticos3 (si bien su
temperatura crítica es muy baja, unos 0.28K).
Propiedades
El interior del superconductor está apantallado en forma ideal contra los campos magnéticos
exteriores por medio de las corrientes que circulan en la fina capa superficial del
superconductor. En esta capa penetra también el campo magnético, debido a lo cual la
profundidad de esa capa se denomina profundidad de penetración y se designa por λ. El
diamagnetismo de los superconductores puede aprovecharse, por ejemplo para atribuir a las
líneas de fuerza del campo magnético la configuración dada. El campo contorneará el
superconductor, mientras que las líneas de fuerza adquirirán la configuración que reproduce
el contorno del superconductor.
El superconductor difiere sustancialmente de un conductor ideal con resistencia Γ = 0. En un
conductor ideal puede penetrar el campo, en cambio de ningún modo se puede obligar al
campo magnético a penetrar en un superconductor. Aunque sí, existe un método: al alcanzar
la intensidad del campo magnético en algún punto del superconductor una magnitud que
supere cierto valor crítico, en ese punto el superconductor pierde la superconductividad. Los
campos magnéticos críticos de los metales puros son débiles; no superan centenas de
Oersted, lo que puede verse en la tabla 2.
La corriente que pasa por el superconductor también puede provocar la pérdida de la
superconductividad. La magnitud de esa corriente en los superconductores puros está
relacionada con el campo magnético crítico por la regla de Silsbee: la superconductividad se
anula por tal valor de la corriente en el conductor, que crea en la superficie del
superconductor un campo igual al crítico. La magnitud del campo en la superficie del
conductor se puede determinar con arreglo a la ley de la corriente total.
Cada superconductor tiene, además, su propia temperatura crítica (Tc), es decir, pasando la
cual pierde a salto sus propiedades de superconductor. Estas temperaturas son muy
variables.
Sobre la temperatura crítica influyen, aunque débilmente, las tensiones mecánicas en la
probeta. Como regla (más no siempre), el aumento de las tensiones mecánicas en la probeta
acarrea la elevación de la temperatura crítica y únicamente los métodos muy sensibles
permiten establecerlo.
Una dependencia análoga existe entre las tensiones mecánicas y el campo magnético crítico.
Se demostró, en particular, que el campo crítico de una probeta de estaño, que a temperatura
de 2 °K es de 210 Oe, después de haber creado artificialmente en el estaño fuertes tensiones
mecánicas, aumentó hasta 15 mil Oe.
Tabla 2
Elemento Temperatura Campo Elemento Temperatura Campo
Crítica Tc(°K) Magnético Crítica Tc(°K) Magnético
Crítico Hc’ en Crítico Hc’en
Oe Oe
Ti 0,40 100 Rn 1.70 201
Ru 0.49 66 Tl 2.39 171
Zr 0.55 47 In 3.40 278
Cd 0.56 30 Sn 3.72 309
U 0.60 ~2000 Hg 4.15 411
Os 0.71 65 Ta 4.40 780
Zn 0.82 52 V 5.30 1310
Ga 1.10 51 La 5.95 1600
Al 1.20 99 Pb 7.17 803
Th 1.37 162 Nb 9.22 1944