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WHITE 1964 La Ciencia de La Cultura PDF
WHITE 1964 La Ciencia de La Cultura PDF
¡Leslie A. White
LA CIENCIA DE LA CULTURA
Títulos publicados:
1. K. R. Popper - La sociedad abierta y sus enemigos Un estudio sobre el hombre
2. A. Mclntyre - Historia de la ética
3.
4.
C. Lévi-Strauss - Las estructuras elementales del parentesco
E. Nagel - La estructura de la ciencia
y la civilización
5.
6.
G. H. Mead - Espíritu, persona y sociedad
B. Malinowski - Estudios de psicología primitiva Edición revisada
7. K. R. Popper - Conjeturas y refutaciones. El desarrollo del conocimiento científico
8. M. Mead - Sexo y temperamento
9. L. A. White - La ciencia de la cultura
PAIDOS STUDIO
Títulos publicados:
1. W. Reich - Análisis del carácter
2. E. Fromm - Humanismo socialista
3. R. D. Laing - El cuestionamiento de la familia
4. E. Fromm - ¿Podrá sobrevivir el hombre?
5. E. Chinoy - Introducción a la sociología
6. V. Klein - El carácter femenino
7. E. Fromm - El arte de amar
8. E. Fromm - El miedo a la libertad
9. M. Schur - Sigmund Freud. Enfermedad y muerte en su vida y en su obra, I
10. M. Schur - Sigmund Freud. Enfermedad y muerte en su vida y en su obra, II
11. E. Willems - El valor humano de la educación musical
12. C. G. Jung y R. Wilhelm - El secreto de la flor de oro
13. O. Rank - El mito del nacimiento del héroe
14. E. Fromm - La condición humana actual
15. K- Horney - La personalidad neurótica de nuestro tiempo
16. E. Fromm - Y seréis como dioses
17. C. G. Jung - Psicología y religión
18. K. Friediander - Psicoanálisis de la delincuencia juvenil
19. E. Fromm - El dogma de Cristo
20. D. Riesman y otros - La muchedumbre solitaria
21. O. Rank - El trauma del nacimiento
Publicado en inglés por Grove Press Books y Farrar, Straus and Giroux, Nueva
York
RECONOCIMIENTOS . . ix
NOTA DEL AUTOR L XIII
' PREFACIO . . . . V — ^ xvn
PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIÓN xxi
>: INTRODUCCIÓN 23
I. Ciencia es hacer ciencia 25
II. El Símbolo . . 41
III. Sobre el uso de herramientas por parte de los primates . . 57
IV. Psiquis es actividad psíquica . 65
V. La expansión de los alcances de la ciencia 71
PARTE I I *
HOMBRE Y CULTURA
INTRODUCCIÓN 125
X VI. Culturología versus psicología en la interpretación de la con-
ducta humana 127
VII. Determinantes culturales de la psiquis 149
© de todas las ediciones en castellano,
VIII. El Genio: sus causas e incidencia 185
Editorial Paidós, SAICF;
ÁIX. Iknatón 223
Defensa, 599; Buenos Aires. X. El locus de la realidad matemática 265
© de esta edición, XI. Definición y prohibición del incesto^ 283
Ediciones Paidós Ibérica, S. A.; XII. El dominio del hombre sobre la civilización 307
Mariano Cubí, 92; Barcelona-21; Tel. 200 01 22.
ISBN: 84-7509-163-6
PARTE I I I *
Depósito legal: B-26.014/1982
ENERGIA Y CIVILIZACION
Impreso en Industrias Gráficas Emegé;
Londres, 98; Barcelona INTRODUCCIÓN 335
a 1 XIII. La energía frente si la evolución de la cultura . * . . . . 337
Impreso en España - Printed in Spain
PARTE I V T
CULTUROLOGIA
* Las referencias han sido agrupadas por capítulos y aparecen en las últimas • " . . . creo que la ciencia social es como algunos guisos de liebre, tienen de
páginas del libro. todo menos liebre." E. A. Hooton, en su libro Apes, Men and Morons, pág. 62.
otra.* En este contexto la realidad comprende las interacciones pro- entre los hechos es temporal-formal. Pero con ayuda de un análisis
ducidas entre los organismos y el mundo externo. Como tal puede puramente lógico podemos descomponer el proceso en sus aspectos
ser considerada en forma singular o plural. Se la puede imaginar temporal y formal; aun cuando son verdaderamente inseparables, nos
como la totalidad de la interacción, o experiencia, del organismo; o podemos ocupar en uno de ellos excluyendo el otro. Podemos distin-
puede ser descompuesta y analizada en sus partes componentes. En guir así tres clases de procesos, uno primario, el temporal-formal, y
el nivel perceptual la realidad es descompuesta en impresiones de los dos secundarios y derivados, el temporal por una parte, y el espacial,
sentidos -olores, sabores, colores, sonidos, etc. En el j i v e l conceptual o formal, por la otra. En la primera categoría trataremos a los hechos
es analizada con ayuda de instrumentos de símbolo- palabras, sím- considerándoloscómo relacionados entre sí por intervalos de espacio-
bolos matemáticos, etc. Materia, energía, tiempo, espacio, movimiento, tiempo. En las otras dos veremos en un caso el intervalo (o relación)
etc., son dispositivos conceptuales con los que analizamos la realidad únicamente en su aspecto temporal; y en el otro caso sólo se tratará
y en términos de los cuales hacemos nuestros ajustes con ella. Materia, el aspecto espacial, o formal, del intervalo.
energía, tiempo, movimiento, y así sucesivamente, no son por lo tanto La labor de la ciencia debe adaptarse a la estructura de la realidad;
entidades separadas e independientes, sino aspectos o fases de una sus herramientas deben ser formadas y sus técnicas ordenadas de
realidad común. Po,demos también descomponer el total de la realidad, modo tal como jjara aprehender eficazmente la realidad y hacerla inte-
hasta el punto en d o n d e la podamos experimentar, en partes com- ligible para nosotros. Ello significa, en consecuencia, que es menester
ponentes equivalentes, o "unidades," a las que entonces llamamos que tengamos tres maneras de hacer ciencia: una que capte totalmente
hechos:ta experiencia es por lo tanto imaginada por nosotros, por una la propiedad de espacio-tiempo de la realidad, y dos maneras auxi-
parte, como algo único, como una totalidad, y por la otra como un liares y derivadas, adaptada cada una para tratar uno de los dos
número infinito de partes, o hechos. aspectos de esta propiedad, a saber, espacio y tiempo. Se hallará que
"Todo y partes" significa relaciones. La "relación" es también el total de la "ciencia" o del hacer ciencia puede ser asignado a una u
otro dispositivo conceptual, un instrumento de símbolo, con cuya ayu- otra de estas tres categorías; aparte estas tres, no hay otra manera de
da hacemos inteligible la experiencia hasta u n cierto grado, y por hacer ciencia.
medio del cual efectuamos nuestros ajustes con el medio ambiente cir- "IJistoria" es aquella manera de hacer ciencia en la que los hechos
cundante. Los hechos están relacionados entre sí. ¿Pero cómo? son tratados en términos de sus relaciones temporales solamente. Cada
" T o d o "hecho que ocurre en el mundo es determinado por las hecho es único. Hay algo que la historia no hace nunca, y es repetirse:
coordenadas espacíales x, y y z, y la coordenada de tiempo t."3 La Lincoln fue asesinado sólo una vez. Los hechos mismos que constituyen
relación fundamental, o "intervalo," que media entre los hechos es la historia están relacionados entre sí indudablemente de otra manera
una relación de espacio y tiempo. En tanto que espacio y tiempo eran que la temporal. Esto debe ser cierto por necesidad dado que toda
vistos antiguamente como propiedades del mundo externo e indepen- clase de relaciones son igualmente atributos de una realidad común.
dientes entre sí, hoy se los considera como meros aspectos de la pro- Pero al "hacer historia" elegimos arbitrariamente para nuestra consi-
piedad básica y primaria, espacio-tiempo. Como dijo Minkowski: deración el tejido conjuntivo del tiempo, y con la misma arbitrarie-
"Los conceptos de espacio y tiempo que deseo presentar han nacido dad ignoramos las relaciones de espacio.*
en el campo de la física experimental, y allí reside su fuerza. Son radi- Este__proceso de reducir la experiencia concreta a abstracciones
cales. De aquí en adelante tiempo y espacio, como entidades aisladas, artificiales, o, para expresarlo con mayor exactitud, el acto de substi-
están condenados a convertirse en meras sombras, y sólo una- especie tuir conceptos, "libres invenciones del intelecto humano" (como dijo
de unión de ambos conservará una realidad independiente." 4 De ese Einstein), por las experiencias concretas de los sentidos, 5 no sólo es.
modo la realidad nos pone, en el pensamiento moderno, ante un inevitable, sino qüéles la esencia misma del hacer ciencia.
continuum de cuatro dimensiones; el proceso de realidad en el cual
La "historia", o el aspecto temporal de la experiencia, es coexten-
son manifestados los hechos es un proceso temporal-espacial (o tem-
siva con la realidad; es una propiedad común de los fenómenos perte-
poi al formal)".
De esta manera la relación primaria y fundamental que existe e
Quienes llevan el rótulo de "historiadores" se ocupan en verdad de otras
relaciones aparte la temporal: desean saber dónde fue asesinado Lincoln y también
* "La creencia en un mundo externo independiente del sujeto percipiente es cómo y cuándo. Para nuestras finalidades presentes sería tal vez más adecuado decir
la base de toda ciencia natural." Einstein, 1934, pág. 60. "proceso temporal" antes que "historia".
necientes a los órdenes inanimado, biológico y cultural. Las estrellas, con el principio tiempo. Las relaciones espaciales, aun cuando verda-
el sistema solar, la tierra, ríos, granito, plantas y animales, especies e deramente existentes en Tstos"~Kechós, son dejadas de lado: en la
individuos, costumbres e instituciones, todos tienen su historia res- historia del pensamientA carece de toda importancia que Newton
pectiva. La_ astronomía, física, geología, psicología, sociología y antro- medite debajo de un manzano o en su lecho. De modo análogo,
pología son por lo tanto, al menos en parte, ciencias "históricas". No cuando se Trata de relaciones espaciales, es decir, de estructura y fun-
hay antagonismo ni siquiera distinción entre historia y ciencia: historia ción. las relaciones temporales, inseparables de estos hechos en la
es sencillamente una manera de hacer ciencia ya sea en la geología o realidad objetiva, son aquí divorciadas por el análisis lógico: la estruc-
en la sociología. Rehusarnos a aceptar esta conclusión nos obliga a dar tura del cristal, la oxidación del hierro, respiración, cobardía, socieda-
por cierta su alternativa: " U n astrónomo es un hombre de ciencia des secretssrpueden ser estudiadas sin referencia a relojes o calendarios.
cuando trata acerca de un proceso de repetición y no temporal, pero Pero en el proceso temporal espacial, las relaciones temporales y
cuando se ocupa de una sucesión cronológica de hechos (como por espaciales 'soiTamBás simultáneamente significativas. Y no es un caso
ejemplo la historia del sistema solar) deja de ser hombre de ciencia." de tiempo y espació —"aparecido del sur al amanecer... y Sheridan a
Los hechos se hallan relacionados entre sí espacialmente, y podemos una distancia de veinte millas." El historiador corriente desea saber
considerar la realidad en términos de relaciones espaciales, o formales, no sólo que Napoleón sostuvo combates, sino también cuál fue el
ignorando el aspecto tiempo. escenario de los mismos. El zoólogo y el etnólogo están interesados
en la distribución de las especies y los rasgos culturales así como en su
Las, relaciones espaciales existentes entre los hechos pueden ser
historia. Estos son ejemplos de u n interés simultáneo por las relaciones
consideradas ya sea como constantes o variables. Los hechos, u objetos
tanto temporales como espaciales. Pero no constituyen ejemplos de rela-
materiales, cuyas relaciones espaciales mutuas sÓir"cóñsidéradas como
ciones temporal espaciales. Hidrógeno -(- oxígeno = hidrógeno -f- oxí-
coñitañt^'~coñ^títüyeñ~'uiia estructura. Esta propiedad es característica
geno; t -j- s = t -j- s. Pero hidrógeno x oxígeno =: agua ( H 2 0 ) ; t * s =
de todas las fases de la realidad. En los niveles inanimado, biológico
ts. El proceso temporal espacial no es entonces equivalente a una
y cultural se manifiesta en formas tales como átomos, , moléculas, es-
organización de fenómenos de espacio y tiempo; no es la suma
trellas, constelaciones, planetas, órbitas, estratos, los elementos; en
de estos factores sino su producto.
esqueletos, huesos, músculos, órganos, cuerpos, miembros; en familias,
clanes, sociedades, gramáticas, constituciones. Cuando J a s relaciones Resulta interesante hacer notar, de paso, que en muchos casos
espaciales que unen un número de hechos, u objetos materiales, son donde se trata de relaciones temporales y espaciales, una de ellas es
consideradas como variables, entonces nos referimos a una función. de importancia sólo en términos de la otra. Es así como el grosor de
Esta propiedad se manifiesta similarmente en todos los niveles de la un estrato geológico, medido en metros, indica su edad medida en
realidad como conducta atómica, molecular, meteorológica, astronó- años. Análogamente, la distribución de una especie animal o vegetal
puede indicar la edad de la misma: cuanto más extensa la distribu-
mica; como procesos fisiológicos y psicológicos; y, en el nivel supra-
ción tanto mayor la edad. Y, valiéndose del mismo principio, en
biológico, como procesos culturales. De esta suerte el físico, químico,
muchos casos el antropólogo ha sido capaz de reconstruir la historia
astrónomo, geólogo, zoólogo, botánico, fisiólogo, psicólogo, sociólogo,
de una herramienta, mito, costumbre o institución infiriéndola de su
lingüista, antropólogo cultural, etc., se encuentran todos ocupados con
distribución geográfica. 6 Y, por supuesto, nuestros relojes miden el
el aspecto espacial o formal * (no temporal) de la realidad, en sus
tiempo por medio del movimiento repetido de un mecanismo a tra-
aspectos estructurales o funcionales, o en ambos.
vés del espacio.
Llegamos ahora a la tercera clase de relación o proceso: la tem-
Pero el proceso temporal formal es algo más que un asunto de las
poral espacial. Es parecida a los dos procesos precedentes, pero dife-
relaciones temporales y formales, consideradas ya sea solas o una en
rente de cada uño de ellos. T a l como ya hemos notado, las tres clases
términos de la otra. Es uno en el cual tiempo y espacio, o forma, son
de relaciones están todas siempre comprendidas en cualquier serie de
ambos significativos, un proceso en el cualj'ambos son integrados en
hechos verdaderos, en cualquier fase de la realidad. El proceso tem-
un hecho único e indiferenciado|
poral (o "historia") es una disposición selectiva de hechos de acuerdo
El proceso temporal formal es un proceso de evolución o desarro-
* Estructura y función no están confinados al reino del espacio métrico. llo. Se distingue del proceso temporal por una parte, y del proceso
Estructura o forma son una característica de sistemas no espaciales tales como len- formal por la otra. Al igual que los otros, este proceso es inherente a
guaje, música, sistemas de parentesco, organización social, poesía, y asi sucesivamente.
toda experiencia y se manifiesta en todos los reinos de la realidad,
una vez; el radium se descompone sólo una vez; las estrellas "mueren"
inanimada, Biológica y cultural. Tenemos' así evolución estelar y cós-
sólo una vez.* El crecimiento es también u n proceso temporal espa-
micá, evolución biológica y evolución cultural. Este proceso difiere
cial; el término es sin embargo aplicado generalmente a individuos
de los procesos temporal y formal debido a que en el proceso evolu-
antes que a clases. El crecimiento es un proceso que no se repite: uno
tivo y tiempo y espacio están ambos comprendidos integralmente, se
es niño una sola vez —la segunda infancia es siempre una novedad
hallan fundidos, son inseparables. La evolución es una "alteración
Aun a riesgo de incurrir en una redundancia, vale la pena, por
temporal de formas." Una comparación de estos tres procesos permiti-
razones de mayor claridad, volver a destacar la naturaleza de las
rá diferenciarlos mejor entre sí.
distinciones que se acaban de establecer. En realidad, cada hecho tiene
Eljgrocesp_ temporal no es de repetición. En la secuencia o proceso un carácter de cuatro dimensiones y ocupa su lugar en un continuum
que es temporal (y sólo temporal)), cada hecho es único. Las mon- de espacio-tiempo de cuatro dimensiones. De ese modo la gota de
tañas del Himalaya fueron formadas una sola vez, hay una sola lluvia es un hecho dentro del proceso de la evolución cósmica, y
formación W ü r m de glaciares, cada gota de lluvia es única, cada podemos considerarlo como tal. Pero lo podemos situar también en
movimiento de toda criatura viviente se distingue de todo otro movi- otros contextos: en un contexto puramente temporal, o en otro total-
miento,* Juana de Arco fue quemada sólo una vez, cada reunión del mente desprovisto de carácter temporal (en el que sólo consideramos
centro feménino de costura es un hecho único. El proceso espacial, o la alteración ocurrida en las relaciones espaciales existentes entre la
funcional, por ser no temporal es de repetición; sistemas de montañas» gota de lluvia, la Tierra, las nubes, etc.). Estos contextos son, por
pueden ser formados repetidamente; una edad de hielo puede seguir a ^ supuesto, "Üispositivos de nuestra propia factura. Son puntos de vista
otro edad de hielo, las gotas d e lluvia pueden caer una y otra vez, el elegidos arbitrariamente y desde los cuales observamos y consideramos
agua se congela, el hielo se derrite y el agua se congela de nuevo, la realidad; son las formas, los canales, por así llamarlos, dentro de
el metal puede ser fundido muchas veces, los monos estornudan, los los cuales hacemos ciencia.
hombres mueren, los insurrectos son ejecutados, los precios suben, El proceso formal es tanto reversible como de repetición. El agua
bajan y suben otra vez, sociedades y clubes son organizados en toda se congela, el hielo se derrite; el hierro se oxida, el óxido de hierro se
época. El proceso evolutivo, por tener en parte un carácter temporal, descompone; el heno se convierte en carne; la carne puede ser nueva-
tanapocb.es de repetición;** un réptil se convierte en mamífero sólo mente heno; revuelta y reacción son procesos cíclicos y opuestos en la
sociedad; los precios suben y bajan, etc. Pero el orden temporal de
* Podrían ser. En realidad, generalmente no lo son, por el hecho de que tales
distinciones, salvo casos raros —como, por ejemplo, la coz verdadera o imaginaria los hechos sigue inmutable; no j>uede ser invertido. Unicamente en
de la vaca de la señora O'Leary que inició el gran incendio de Chicago, o el A Través del Espejo las reinas emiten un chillido antes de ha-
graznar de los gansos que "salvaron a Roma"—, no tienen significado para nosotros
como seres humanos ordinarios. Pero para una filosofía de la ciencia, el estornudo berse pinchado los dedos, o Alicia sirve la torta antes de haberla cor-
de un mono anónimo en las profundidades de una selva es, para ilustrar lo único tado en porciones. El proceso evolutivo, por ser temporal así como
de cada hecho en una serie temporal, tan importante como el nacimiento de Cristo formal, es análogamente irreversible. Las estrellas no vuelven a ab-
o la muerte de César.
sorber energía luego de haberla emitido, los mamíferos no vuelven a
** En realidad, esto puede depender del punto de vista de uno, o más exacta- ser reptiles, jamás volverán los días en que florecieron las órdenes
mente, del alcance temporal de la visión de uno. Para nosotros, el proceso cósmico
parece ser de carácter evolutivo:' el universo se expande (se puede suponer), o la de caballería, "hazme un niño otra vez sólo por esta noche" es un
materia se transmuta en energía. El proceso parece poseer un carácter temporal pedido imposible.
formal: no repetido e irreversible. Pero esta apariencia puede ser una ilusión
debida a los límites temporales de nuestra observación. Si el período fuera más El proceso histórico y el proceso evolutivo se asemejan por su
prolongado, suficientemente más prolongado, el proceso cósmico podría revelarse carácter temporal, es decir, que no se repiten y son irreversibles. Pero
como una repetición: una era. de contracción puede suceder a una era de expansión,
y así sucesivamente, en una serie sin fin de pulsaciones; la materia puede ser por ella no es de repetición, así como la estrella en extinción o la descomposición
transmutada en energía y ser congelada otra vez en materia, la vibración sin fin del radium representan para nosotros procesos que no son de repetición. Por lo
de un péndulo cósmico. De este modo, para una criatura que comparada con tanto, que un proceso sea denominado de repetición o evolutivo dependerá de
nosotrbs tuviera un período de observación infinitesimalmente corto, el carácter la unidad de medida. Cualquier proceso de repetición está compuesto por una
repetido y rítmico de la respiración o los latidos del corazón, o la oxidación del secuencia de hechos que en sí no se repiten. Inversamente, cualquier proceso de
hierro, podría. parecer de tipo evolutivo, pues al ver sólo una parte pequeña del repetición es sólo un segmento de un proceso más grande de carácter evolutivo.
proceso, sin conocer su comienzo y su fin, tal criatura imaginaria observaría nada
más que la alteración temporal de una forma, y podría afirmar que no es un * Duplicación no debe ser confundido con repetición: en muchas especies ani-
proceso de repetición. Y además estaría en lo cierto, pues el proceso observado males diferentes hay transiciones de reptil a mamífero. Trátase de duplicaciones,
no de repeticiones.
de energía, o la transmutación de materia en energía, la muerte de
así como el proceso histórico es meramente temporal, el proceso evo-
una estrella. De modo análogo, en el reino biológico, la narración del
lutivo es también formal: es una secuencia temporal de formas. Desde
específico errar por la faz de la Tierra, las luchas, mezclas, vicisitudes,
un punto de vista histórico, Éli Whitney y el invento de la desmo-
etc., de las varias especies y razas del hombre, es una historia comple-
tadora de algodón son hechos inseparables dentro de una secuencia
tamente diferente de la de una explicación detallada del proceso
cronológica. Pero si Whitney hubiera muerto en su cuna, el proceso
evolutivo.
evolutivo expresado en la tecnología habría producido una máquina
para desmotar algodón. De la misma manera, si bien Lincoln está N.Qs_hem_os referido hasta este punto a los reinos, o niveles, orgá-
enlazado históricamente a la emancipación de los esclavos y Darwin nico, inorgánico y superorgánico de la realidad como si estas distin-
a la formulación de ciertos principios biológicos, los procesos de evo- ciones pudieran ser dadas por sentadas. Unas pocas palabras sobre este
lución político-económica habría alcanzado lo uncT"im Lincoln así tema resulten tal vez convenientes para aclarar la exposición y hacerla
como la evolución del pensamiento habría alcanzado lo otro sin Dar- más completa.
win. El inVento del cálculo infinitesimal, que tomó lugar casi simul- Las distinciones entre estos niveles, o estratos, de la realidad son
táneamente, y de manera independiente, en las actividades de Newton válidas, y son fundamentales para la ciencia. Los fenómenos de estos
X.;I^jbaÍz.-.ÍBfi_líi. expresión lógica de un proceso de desarrollo, es tres niveles no difieren entre sí por el hecho de estar uno compuesto
decir, fue la emergencia de una nueva forma matemática nacida de por una clase de substancia básica, otro por una clase diferente. Difie-
formas previas. Así como el invento del cálculo infinitesimal no de- ren en la manera en que sus partes componentes están organizadas
pendió únicamente de Newton o Leibniz, tampoco era necesariamente respectivaiaente en íormas o estructuras. Se puede suponer básicamente
dependiente del esfuerzo conjunto de ambos; se habría producido que toda la realidad está hecha de un material común; las diferencias
igualmente aun cuando Newton y Leibniz hubieran desaparecido am- de las varias manifestaciones de la realidad se deben a diferencias en
bos en su infancia. El desarrollo de las matemáticas, así como el de la las formas con las que nos enfrenta la realidad. En el infinito orden
tecnología o la medicina, es un proceso evolutivo:* jiuevas formas de variación específica hay clases de formas. Física, biológica y cultural
nacen de formas anteriores. Pero en qué persona y s u l a b ó r ha de son rótulos para tres clases cualitativamente diferentes y científica?
aparecer una nueva forma, y cuándo y dónde ha de ocurrir tal apa- mente importantes de formas de realidad.
rición, es asunto que pertenece sólo al contexto de la historia. Desde
el punto de vista del proceso evolutivo, todo hecho histórico es un La_oategorí_a física está compuesta por fenómenos o sistemas no
accidente e imprevisible en un sentido. Podemos predecir que se ha- vivientes; la biológica, por organismos vivos. La. categoría, u orden,
llará cura para el cáncer, pero anticipar quién hará d descubrimiento cultural de fenómenos comprende hechos que depeñden de una facul-
y cuándo es imposible. Que las naciones europeas se enredarán nueva- tad peculiar de la especie humana, a saber, la capacidad de _usar
mente éñ una gran guerra en el futuro próximo es una predicción que símbolos. Estos hechos son las ideas, creencias, idiomas, herramientas,
puede resultar bastante acertada; el desarrollo de las fuerzas tecnoló- utensilios, costumbres, sentimientos, e instituciones que constituyen la
gicas, económicas, políticas y militares hace inevit ble tra guerra. civilización —o cultura, para usar el término antropológico— de cual-
Pero quién lanzará la chispa que hará estallar la conflagración, y quier"pueblo, independientemente de tiempo, lugar, o grado de des-
cuándo y dónde —qué archiduque u oficial será muerto de un tiro, arrollo. La cultura pasa de una generación a otra, o una tribu la
cuándo, dónde y por quién— es algo absolutamente imposible de decir. puede tomar libremente de otra. Sus elementos interactúan entre sí
El pasaje de una estrella, que desprende del Sol un gigantesco fila- de acuerdo con principios que les son propios. La cultura constituye
mento con el cual fueron formados los planetas de nuestro sistema así una clase suprabiológica, o extrasomática, de hechos, un proceso
solar, es un hecho, un hecho histórico; el proceso es un proceso his- sui generis. Este orden de fenómenos lo analizaremos con cierta exten-
tórico en el cual hechos específicos y rigurosamente únicos toman sión en el siguiente capítulo titulado El Símbolo.
lugar dentro de un contexo puramente temporal. Pero se trata de un Un examen no más que somero de estas tres categorías ya revela
proceso por completo diferente de aquel de una evolución cósmica o el hecho de que Jos fenomenos biológicos y culturales son sólo clases
galáctica, tal como el ilustrado, por ejemplo, por la distribución igual particulares de organización de hechos en las categorías inanimada, y
biológica y física, respectivamente. De este modo, una planta o animal
no es más que una forma peculiar de organización de carbono, oxí-
• Es interesante destacar que Einstein e Infeld han publicado una obra titulada geno, calcio, etc. Análogamente, un fenómeno cultural es sólo una
"La Evolución de la Física" y no "Historia de la Física".
manifestación de fenómenos biológicos (seres humanos) e inanimados Observamos así que tenemos tres cualitativamente distintos niveles
organizados de una manera especial. Los hechos ocurridos en el nivel o estratos de fenómenos: el cultural, que se caracteriza por el símbolo;
(pues niveles, o estratos, es lo que estas categorías son en realidad) el Biológico. caracterizado por, la célula: y el tísico, caracterizado • «por
biológico pueden, por lo tanto, ser tratados en términos de fenómenos el átomo, protón, electrón, onda, o cualquier otra unidad o unidades
inanimados: una planta o un animal es tal cantidad de carbono, nitró- por las que se decida el^físico.
geno, hidrógeno; tienen peso, caen como una piedra, pueden ser conge- ""Hay sin embargo casos en que nuestros fines no son servidos
lados, transformados por acción del fuego, y así sucesivamente. Del mis- manteniendo las distinciones entre los tres niveles mencionados. Puede
m o modo, un hecho cultural —un hombre que hace un juramento cris- que queríamos indagar la relación existente entre un nivel y otro. Las
tiano al asumir un cargo p ú b l i c o - puede ser tratado en términos de indagaciones^ de esta clase, demás está decirlo, son tan legítimas y
sus gestos, vocales y manuales, y éstos, a su vez, junto con el libro potencialmente provechosas como cualquier otra. Es así como la
sobre el cual se hace el juramento, pueden ser tratados en términos de bioquímica" explora"la relación que media entré lo inanimado y lo
las propiedades acústicas, mecánicas, físicas y químicas de la Biblia, viviente. Investigaciones similares apuntan hacia la relación existente
etcétera., etcétera. entre los niveles biológico y cultural. Tómese por ejemplo el complejo
Pero el hecho de que los fenómenos de una categoría (excepto, por de Edipo del psicoanálisis. El amor que un niño siente por su madre»
supuesto, la primera, la inanimada) puedan ser "reducidos" a la cate- y el odio u hostilidad mostrado hacia su padre, son por supuesto u n a
goría o a las categorías que le siguen para abajo, no destruye las catego- reacción de su organismo. Pero estas actitudes son también funciones
rías mismas ni significa un desmedro para su distintividad. Meteoros, de la cultura dentro de la cual nació. Su cultura no sólo encauza la
proyectiles, pterodáctilos, pájaros, ardillas, peces, murciélagos, abejas y expresión de estas emociones sino que juega a la vez un papel en su
aeroplanos "vuelan" por el aire. U n físico podría referirse a cada evocación. La actitud de u n niño hacia sus padres no será en una
caso considerándolo como un cuerpo material, en términos de masa, sociedad patriarcal igual a aquella de una organizada matrilineal-
impulso, aceleración, resistencia atmosférica, y así sucesivamente. Vistos mente, o de otra que reconoce igualmente a ambas líneas de ascen-
sencillamente como cuerpos materiales, el hecho de que algunos sean dencia. Dfe_ese modo el complejo de Edipo o Electra, así como todo
animados e inanimados otros, carece, por supuesto, de importancia. Pero otro ejemplo de conducta humana —es decir, conducta humana a
meramente porque esta distinción carezca de importancia para el físico diferencia de j c o n d u c t a n o humana o subhumana; un estornudo, pos-
no. significa que no tenga sentido en otros sectores de la ciencia. Por ejemplo, no tiene nada peculiarmente humano— está compuesto por
el contrario, una organización de hechos no puede ser comprendida elementos extraídós de dos categorías diferentes: la biológica y la cul-
cabalmente si no se la interpreta en el nivel de su organización. Es u n rtural. La fórmula para la conducta humana es: Organismo humano x
hecho, naturalmente, que abejas, proyectiles y murciélagos están com- | estímulo cultural —» conducta humana,
t. . .
puestos por átomos y moléculas, y este hecho no está desprovisto de Los estudios relacionados con la erosión del suelo pueden inquirir
significación. Pero no podemos apreciar la diferencia entre abejas y la relación que existe entre cosas tales como métodos de cultivo o pas-
proyectiles, por una parte, y entre abejas y murciélagos, por la otra, toreo, la industria maderera, precios de los materiales de construc-
sí sóícT16ma"ñissnen~c'uenta' la organización física. Los organismos vivos ción, y reforestación; la cantidad y frecuencia de las lluvias, estructu-
comülúyéñ un orden distinto de sistemas materiales y es menester ras de desagüe naturales y artificiales; vientos y legislación. La bús-
interpretarlos como tales. Los sistemas culturales están compuestos por queda de un material capaz de destruir plagas vegetales o animales
hechos psicofísicos, pero no podemos entender una cosa tal como puede implicar relaciones entre los tres niveles: el precio de los . ar-
prestar juramento y distinguirla de una fórmula para fabricar cer- tículos de consumo, los organismos biológicos y las drogas capaces
veza con sólo saber que cada uno de ellos comprende reacciones neuro- de exterminarlos.
sensorio-musculares y que éstas se hallan compuestas a su vez por También en este caso, el que nos refiramos a la realidad en tér-
partículas y procesos atómicos y moleculares. Con todo lo esclarecedor minos de distintas categorías, o niveles, de fenómenos, o en términos
q u e puede resultar el reducir sistemas de un nivel a los hechos del de las relaciones que. median entre ellos, dependerá de nuestros fines
tiivel que sigue inmediatamente para abajo —lo que es indudable- y propósitos. Ambos enfoques son igualmente legítimos y potencial-
mente yalioso— cada orden de hechos, cada clase de sistema, debe ser mente provechosos.
comprendido también en su propio nivel. Tenemos, en suma, dos clasificaciones de la realidad que se cor-
tan perpendicularmente entre sí: una está relacionada con estruc-
turas (el átomo, la célula, el símbolo), la otra con procesos (temporal, formal funcional tenemos estudios de morfología y función; pertene-
formal, y temporal formal). Obtenemos así nueve categorías en las cen aquí los aspectos no temporales y de repetición de la anatomía,
cuales toda realidad y toda manera de hacer ciencia pueden ser divi- fisiología y psicología. Y, en la categoría temporal formal, tenemos
didas lógica y congruentemente, como lo indica el siguiente, esquema. la evolución de formas en general, de géneros, especies, variedades en
J- particular. El crecimiento de un individuo cabe también dentro de
esta categoría.
TEMPORAL ESPACIAL TEMPORAL ESPACIAL
La biografía, historia de un individuo humano, debe ser conside-
rada eSTÍa mayoría de los casos como versando sobre los niveles tanto
CULTURAL "Historia", historia Evolución cultural. Procesos no tempo-
V" rales y de repetición,
biológico coTno cultural, dado que nuestro interés por un individuo
de la cultura, 0 his-
toria de la civiliza- propios de la socie- humano se halla rara vez, por no decir nunca, divorciado de la cul-
ción. dad humana y de- tura en la que tiene su existencia humana. Ocurre lo mismo con in-
terminados cultural-
ménte. d i v i d ii o s i m p o r t a n t e s del mundo de los animales subhumanos o de las
plantas: la vaca que provocó el incendio de Chicago, los gansos que
BIOLÓGICA Historia racial del Evolución biológica. Procesos no tempo- salvaron a Roma, la loba que amamantó a Rómulo y Remo, el caballo
tionabre. Crecimiento de los rales y de repetición Man o'War, la cicuta que mató a Sócrates, cada uno de ellos es
ftistoria de especies individuos. en la conducta orgá- significativo sólo en la medida en que entra en el contexto de la
y'génerog animales y~ nica: intraorganismal
vegetóles. (fisiología), extraor- historia cultural humana.
ganismal (psicología). En el nivel cultural tenemos la historia de la cultura; una consi-
deración de naciones, reinos, tribus, instituciones, herramientas, ideas,
FÍSICA Historia del sistema Evolución cósmica, Procesos no tempo- creencias, etc., dentro del contexto temporal. Al contexto formal fun-
.. .... solar, de la Tierra, solar, estelar, galác- rales y de repetición
de un continente, tica. en la física, química, cional corresponden los estudios de "morfología social" en sociología,
sistema de montañas, Desintegración de astronomía. , antropología cultural, y otras "ciencias sociales." Las llamadas escue-
rio, gota de agua,_un substancias radiacti- las funcionalistas de la antropología cultural —Radcliffe-Brown, Mali-
grano de arena. vas.
nowski y sus respectivos discípulos y colaboradores— y la escuela de
sociología "de Chicago", representada por R. E. Park y E. W. Burgess
y sus discípulos, pertenecen a este contexto. En la categoría básica,
En el nivel inanimado hallamos historias cósmicas y galácticas (tal aquella de la evolución de la cultura, por el momento no tenemos vir-
como son o pueden ser), la historia de nuestro sistema solar, la his- tualmente nada. Luego de una lucha vigorosa y acre la filosofía de
toria de la Tierra o un continente, una cadena de montañas, un río, la evolución conquistó el campo biológico, pero,- a p e s a r d e u n o s
o hasta un copo de nieve, comprendidas dentro del contexto pura- pocos y breves avances, fue derrotada en el nivel cultural. Unos pocos
mente temporal. En el contexto iffti mfll f nnriojiji.l tenemos los aspectos gigantes como Herbert Spencer, E. B. I j d o r y L. H. Morgan, en los
no temporales y de repetición, estructurales y funcionales de la astro- días prósperos del evolucionismo, allá por la segunda mitad del siglo
nomía, ía geología, la química y la física. Y en la categoría primaria, pasado, fueron capaces de ocupar por un tiempo el campo cultural.
la -temporal formal, de la cual las otras dos no son más que aspectos, Pero los antievolucionistas reconquistaron el campo y lo han con-
tenemos la evolución cósmica, galáctica, estelar, 7 y solar, y la descom- servado victoriosos en lo que va de la presente centuria. Por cierto
posición de las substancias radiactivas. que Morgan y Spencer cometieron ambos errores en el uso de su
En el nivel biológico, en el contexto puramente temporal, tenemos filosofía, pero la equivocación hecha en el empleo de una herramien-
las historias de plantas y animales, de géneros, especies e individuos, ta no significa que la misma deba ser desechada por inútil. Sin em-
tanto humanos como no humanos. Lo que más nos importa de esta bargo, los antropólogos culturales —y mucho, sociólogos— han recha-
categoría es, probablemente, el ser humano: nos preocupan honda- zado la filosofía del evolucionismo al repudiar los errores de algunos
mente los* problemas del origen, difusión, extinción, mezclas de las evolucionistas. Pero la victoria ganada por los antievolucionistas en el
varias especies y razas de la humanidad. Pero un interés igual en nivelcultural es sólo temporaria. A medida que la ciencia social ma-
plantas y animales subhumanos no es insignificante. En la categoría dure, el concepto básico de la ciencia y la filosofía, que la realidad
es temporal y formal en su carácter, ganará acceso al nivel cultural
tal como lo ha hecho en los niveles biológico e inanimado.
Se deberá notar, por supuesto, que l6s~ñomHres~ convencionales
usados para "las ciencias" no cuadran del todo con nuestro sistema
de categorías. Pero ello es perfectamente comprensible: los términos
física, zoología, sociología, etc., han entrado en uso conforme crecía la
ciencia, y este crecimiento ha sido más o menos accidental. Los con-
ceptos de tiempo y espacio existieron mucho antes de que se descu- CAPÍTULO SEGUNDO
briera que tiempo y espacio no son más que aspectos de una tercera
cosa para la que no hay un nombre más adecuado que espacio-tiempo. E L SÍMBOLO
Pero el hecho de que los nombres de "las ciencias" no correspondan
con nuestras nueve categorías dé ningún modcTrestá~val!dez a las cá^ Origen y base de la conducta humana
tegorías. La madurez de la ciencia en cualquier campo puede ser "En la Palabra está el comienzo ... el comienzo del Hombre y la
valuada bastante exactamente por su vocabulario: conforme crece, Cultuia."
"una ciencia" desarrolla su terminología propia. Esto ha tomado lugar
extensamente en las ciencias físicas y biológicas. Y en la actualidad I
palabras tales como instinto, inteligencia, raza, sociedad, han demos-
trado ser tan difíciles de usar que es probable que sin demora dejen En julio de 1939 se celebró una reunión en la Universidad Lelanü
el lugar a una terminología más efectiva. Stanford para conmemorar el centésimo aniversario del descubrimiento
Para el trabajador científico, términos tales como psicología, botá- •de que la célula es la unidad básica de todo tejido nuevo. En la ac-
nica, química, etc., continuarán indudablemente siendo útiles y satis- tualidad estamos comenzando a comprender y apreciar el hecho de que
factorios, salvo hasta el punto en que otras divisiones del trabajo y el. símbolo es la .unidad básica de tqda-conducta humana y civilización.
la especíalización hagan necesario el empleo de nuevos términos. Pero TodaTconductaliumana se origina en el uso d e"'sím bol os, F u e é 1
para el pensador, para el filósolo de la ciencia, se requieren nuevos símbolo que transformó nuestros antepasados antropoides en hombres
términos técnicos. No tengo la presunción de proporcionar nombres y los hizo humanos. Todas las civilizaciones han sido generadas, y
para nuestras nueve categorías. Pero, dado que representan un aná- son perpetuadas, sólo por el empleo de símbolos. Es el símbolo que
lisis lógico y realista del campo, parece probable que a medida que transforma un infante de Homo Sapiens en un ser humano; los sor-
estas categorías invadan más y más el pensamiento sistemático, even- domudos que crecen sin el uso de símbolos no son seres humanos.
tualmente recibirán nombres. Toda conducta humana consiste en el uso de símbolos o depende de
tal uso. La conducta humana es conducta simbólica; la conducta sim-
bólica es conducta humanaT'EI's'ímbolo es e l universo de la humanidad.
II
Í
puestaTel significado del estímulo resulta identificado con los sonidos; aci \ arbitrariamente asignar valor a "las cosas, es u n a d é las más
es entonces como si el signiíicado fuera algo i n t r í n s e c o j l e los sonidos, comunes y corrientes características del hombre, pero es tambiéñ~7fl
mismos. Es así como "alto" no tiene el mismo signifícacto q u e "salto" o mas importante. Los amos la emplean libremente en su juego: " D i g a ^
"faltó", y tales estímulos son distinguidos entre sí con ayuda del meca- mós que ésta roca es u n lobo."
nismo auditivo. Un perro puede ser acondicionado para responder La diferencia entre la conducta del hombre y la de otros animales
de u n a cierta manera al oír u n sonido de una determinada longitud consiste, entonces, en que los animales inferiores pueden recibir nuevos
de onda. Altérese suficientemente la altura del sonido y la respuesta valores, pueden adquirir nuevos significados, pero no pueden"crearlos
dejará de aparecer. El significado del estímulo ha sido identificado Hacerlo es m s a i i m ^ d d - J l a m b r e . Para usar u n a c r u d a "
con su forma física; su valor es apreciado con los sentidos. j analogía, los anímales inferiores son como u n a persona que tuviera
Vemos así en la conducta de signos, cuando es establecida u n a rela- i sólo el aparato receptor de mensajes inalámbricos: puede recibir men-
ción entre u n estímulo y u n a respuesta, que las propiedades intrínse- | sajes pero no los puede enviar. El hombre puede hacer ambas cosas.
cas del estímulo no determinan la naturaleza de la respuesta. Pero uiiajdiferencia debelase, no de g r a d o l una criatura puede
luego de que ha sido establecida la relación, es como si el significado ya sea "imponer" arbitrariamente significados," puede ya sea crear y
del estímulo fuera algo inherente a su forma física. N o hace n i n g u n a | asignar valores, o n o puede hacerlo. N o hay estados intermedios. Esta
diferencia qué combinación fonética escojamos para hacer aparecer; diferencia puede parecer nimia, pero, tal como u n a vez le replicó u n
la respuesta d e poner fin a la locomoción. Podemos enseñar a u n carpintero a William James al discutir las diferencias que había entre
perro, hombre o caballo a que se detenga cuando oiga cualquier orden los hombres, "es muy importante." T o d a existencia humana depende
vocal q u e se nos haya ocurrido elegir o idear. Pero una vez q u e h a de ella y de ella sola.
sidol'éstablecidaiu relación entre sonido y respuesta, el significado .del La confusión referente a las palabras y a su significado para el
estímulo se identifica con su forma física y es, por consiguiente, perci- j hombre y los animales inferiores, no es difícil de comprender. Surge,
bible con los sentidos. antes que nada, de üna falla en distinguir los dos contextos comple-
H Ü l a d q L i f o l i e m o s descubierto ninguna diferencia entre el p e r r o ¡t tamente diferentes en los q u e funcionan las palabras. Las afirmaciones:
y el hombre pirecen ser exactamente iguales. Y lo son, hasta el p u n t o "el significado de una palabra puede ser captado con los sentidos," y
adonde hemos llegado. Pero a ú n no hemos narrado toda la historia. "el significado de u n a palabra no p u e d e ser captado con los sentidos,"
Entre perro y hombre no hay ninguna diferencia discernible en lo aunque contradictorias son sin embargo igualmente verdaderas. En el
relacionado con el aprender a responder apropiadamente a u n estímulo contexto de símbolo el significado no puede ser percibirlo con los SPII-
vocal. Pero no permitamos que u n a similitud impresionante oculte J j d o s ; en el contexto da origen a bastantes
una importante diferencia. U n a tortuga no es aún u n pez. confusiones. Pero la situación ha sido empeorada al usar las palabras
"símbolo" y "signo" para designar, n o los contextos diferentes, sino una
El hombre difiere del p e r r o ^ - y de todas las otras criaturas— en ..que.
y la misma cosa: la palabra. Es así como u n a palabra es a la vez símbolo
puedf desempeñar un papel activo, y asi lo hace, en la determinación ¡
y signo, dos cQsasliIiferen tes^-F.s como decir que u n vaso es u n doli y
del valor que deberá tener el estímulo vocal, y el perro no puede hacer \
un liana - d o s cosas d i f e r e n t e s - pues puede funcionar en dos contex-
lo mismo. El perro no desempeña ninguna parte activa, ni puede tos, uno estético y otro comercial.
hacerlo, en la determinación del valor del estímulo vocal. El que deba
echarse o ir en busca de algo en respuesta a u n determinado estímulo,
o que el estímulo que lo hace echarse sea u n a u otra combinación de
sonidos, son asuntos en los que el perro no tiene "voz ni voto." Des-
problema. Dar cuenta de la base neurológica de la simbolización no
IV es sin embargo una obligación o tarea que incumba al sociólogo o al
antropólogo cultural. Estos investigadores deberían, por el contrario,
i Que el hombre sea único entre las especies animales en lo referente excluir escrupulosamente el asunto como ajeno a sus intereses y pro-
a capacidades mentales, que una fundamental diferencia de clase —no blemas; introducirlo sólo traería confusión. Es suficiente que sociólogos
de grado— lo separa de todos los otros animales, es un hecho aceptado o antropólogos culfural p g ' " ^ p p - m m o algo dado la facultad de usar
desde hace mucho tiempo, no obstante el pronunciamiento contrario ^ h r U r v ; poseída únicamente por el hombre. El uso a que destinen
de Darwin. Ya en el siglo XVII, en el Discurso del Método, Descartes este hecho no es de ningún modo afectado por su incapacidad, o in-
señaló que "no hay hombre tan obtuso y e s t ú p i d o . , , como'para ser cluso la del anatomista, de describir el proceso de simbolización en
incapaz de unir entre sí dos palabras diferSTTTCS"... por otra parte, términos neurológicos. Es empero saludable para el investigador de
nó Hay ütl'O animal, n o l m p o r t a cua"n~fTgrfegFo... que pueda hacer Jo las ciencias sociales tomar nota de lo poco que neurólogos y anato-
miinlO." l a m b i é n John Locke vio claramente qlie "el poder de'abs- mistas saben de la estructura básica de la simbolización. Es por ello
tracooñ falta totalmente en ellas (es decir, las bestias), y que el tener que hacemos aquí una breve revista de los hechos más salientes.
ideas generales es lo que establece una distinción perfecta entre hom- Los anatomistas no h a n sido capaces de descubrir por qué los
bres y brutos, y se trata de una excelencia que las facultades de los hombres se pueden valer de símbolos y los monos no. Dentro de lo
brutos no pueden lograr de ningún m o d o . . . son incapaces de usar que s e s a b e , la diferencia entre el cerebro humano y*el^ cerebro de
palabras o cualquier otro signo general." 7 El eminente antropólogo un mono es de"caTátter cuaTTfítativo: ".7T - éT hombre n o t i e n e ¿ nuevas
británico E. B. Xvlor llamó la atención sobre "el j < ^ l f o ^ e n t a l que „ B a l é r B ^ c é i Ü i r r c e r e b r a l e s o de coíiexiones~de tales células^ " "según
separa al salvaje maf primitivo del mono más, supCTjiy.'.., Ún niño señaló A. J. Carlson. Tampoco posee el hombre, para distinguirlo de
pequeño puede "comprender To~ que no ha sido probado que haya otros animales, algún especializado "mecanismo de símbolos." Los así
penetrado en la mente del perro, elefante o mono más listo." 8 Y, na- llamados centros del lenguaje del cerebro no deben ser identificados
turalmente, son muchos los que hoy admiten la existencia del "golfo con la función de usar símbolos. No es nada raro el concepto de que
mental" entre el hombre y otras especies. la simbolización está emparentada con la capacidad para emitir so-
En la psicología, comparada hemos tenido así, durante más de un nidos articulados o que depende de tal capacidad. Es así como L. L.
siglo, dos tradiciones qué han estado lado a lado. Una ha declarado Bernard enumera como "la ^caia^ta gran posesión orgánica del hom-
que en cuanto a capacidades mentales él hombre no difiere de otros brerr.~~su aparato vocal,... característico de él y nadie más." .^ero
animales, salvo en el grado de tales capacidades. La otra ha visto se trata tle un a idea errónea. Los mon os antropoideos tienefT"el rae-
con toda claridad que el hombre es único al menos en un respecto: * V^ismo'Teqüe^ arüculadc¡s.' i Parece
posee una habilidad que no tiene ningún otro animal. La dificultad estar bien establecido," escriben R. M. y A. W. Yerkes en su obra
de definir adecuadamente la diferencia en _cuestión ha hecho que el The Great Apes, "que este mono (chimpancé) cuenta con u n meca-
debate siguiera abierto hasta nuestros días. Abrigamos la esperanza nismo motor de voz que aparte de ser capaz de producir una consi-
que la distinción entre conducta de signo y conducta de. símbolo, tal derable variedad de sonidos es también adecuado para emitir articu-
como aquí la hemos enunciado, contribuya a resolver este problema laciones definidas similares a aquellas del hombre." Y el antropólogo
de una vez para siempre. físico E. A. Hooton asegura que "todos los monos antropoideos están
vocal y muscularmente equipados, de modo que podrían tener u n
lenguaje articulado si poseyeran la inteligencia requerida." Además,
V como lo observaron hace ya mucho tiempo Descartes y Locke, hay
pájaros que emiten verdaderamente sonidos articulados, que duplican
Es en verdad muy magro el conocimiento que tenemos acerca de los sonidos del habla humana, pero que, por supuesto, son del todo
la base orgánica que sustenta la facultad de usar símbolos: poco y incapaces de usar símbolos. Los "centros del lenguaje" d e l j g r e b r o son
nada sabemos de la neurología de la "simbolización." Y son muy es- sencillamente centrnc « w n f l r n r r m mí^^dos la
casos los hombres de ciencia —anatomistas, neurólogos o antropólogos laringe, etc. Pero, tal como sabemos, el empleo de símbolos no Se halla
físicos— que parezcan sentirse interesados por el tema. De algunos de de r j]iri,gún modo restringido al uso r1p f 5 f ™ ñmirins^ Es posible re-
ellos se podría decir en realidad que casi ignoran la existencia de tal
presentar símbolos con cualquier parte del" cuerpo que podamos mover
permiten si son poseídoTliño p o r vez?
a voluntad. 9
Si no hubiera lenguaje n o j a h c j a ^ o r g a w a a c i ó n ^ p o l i t i c o e c o n ó m i c a ,
La facultad de usar símbolos fue indudablemente puesta en exis-
pr-lfi&ü&tica o militar: n o h a b r í a ética ni reglas de etiqueta; n o habría
t P n r i^~^3r~^I^prÓceso!*ñatural tle_jajevoluciÓTr orgjimca. Y~ po"3emos
leyes, ni ciencia, teología o literatura; ni juegos o música, excepto en
suponer":razonableméñÍJlj^^ ele é s l ^ f a c u l t ad, si no su_
el nivel de los simios. T o d o el aparato de rituales v ceremonias care-
pn n i entra en el c e r e b r c C ^ s p e a p m e ñ i r e i i él cerebro" anterior.
cería de sentido si n o Hubiera lenguaje articulado7~^IrTlHngüajeTiS
El rerebro h u m a n o es mucho mayor que el de"*ün mono, tanto absoluta
tendríamos por cierto casi n i n g u n a herramienta: poseeríamos sókTeí
como proporcionalmente. El cerebro del varón adulto tiene, término
uso ocasional e insignificante de herramientas tal como el que halla-
medio, u n volumen de unos mil quinientos centímetros cúbicos; el
mos actualmente entre los monos superiores, pues merced al lenguaje
de los gorilas rara vez excede de los quinientos centímetros cúbicos.
articulado el uso n o progresivo de herramientas propio del mono se
En proporción, el cerebro h u m a n o pesa algo así como una quincua-
transformó en el uso progresivo y acumulativo de herramientas hecho
gésima parte de todo el peso del cuerpo, en tanto que el cerebro del
por el hombre, el ser h u m a n o .
gorila varía desde u n a cientocincuenta a u n a doscientasava parte del
En suma, sin alguna forma de comunicación simbólica, n o tendría-
peso del a n i m a l 1 0 . Y el cerebro anterior es particularmente grande en mos cultura. "En el Verbo estaba el principio" de la cuItura —y. tam-
el hombre, comparado con el del mono. Ahora bien, sabemos_jde bién su perpetuación.
muchos casos en que variaciones, cuantitativas dan origen a n i l e r e ñ a a s
Pero, no obstante toda su cultura, el hombre sigue siendo u n ani-
cualitativas. El agua se transforma en vapor por efecto de cantidades mal y pugna por lograr los mismos fines hacia los cuales se esfuerza
adicionales de calor. U n aumento de fuerza y velocidad hace q u e ei por llegar toda otra criatura viviente: 1 la conservación del individuo
aeroplano se despegue del suelo, y la locomoción terrestre es trans- y la perpetuación de la especie. E n términos concretos, estos fines s o n .
formada en vuelo. La diferencia entre los alcoholes metílico y etílico alimento, protección de los élementos, defensa de los enemigos, salud
es u n a expresión cualitativa de u n a diferencia cuantitativa en las pro- y descendencia. El hecho de q u e el h o m b r e se empeñe por alcanzarlos,
porciones de carbono e hidrógeno. Puede entonces que u n crecimiento al igual que todos los otros animales, indudablemente ha inducido a
notable de tamaño ocurrido e n d e e r e b r o del horahceJiaya hecho apa- muchos a declarar que " n o hay u n a diferencia fundamental entre la
recer~ünarñ¿m^^ conducta del hombre y la de otras criatura: Pero hay una diferencia
en el hombre, no en los fines sino en los medios. LoTmeHiorHelTom^"
brFTonmedi^
VI
del animal h u m a n o . Y d a d o q u e estos medios, la cultura, dependen de
uña facultad poseída por el hombre, la facultad de usar símbolos, la
T o d a cultura /civilización) depende del símbolo^ Fue el ejercicio rijferfinqa^aiüg la conducta del hombre y la de todas las otras. cria- ,
de la facultad de usar símbolos lo que puso en existencia a la cultura, turas no es sólo grande, sino básica y fundamental.
y el uso de los símbolos es lo que hace posible la perpetuación de la
cultura. Sin el símbolo no habría cultura, y el hombre sería sencilla-
mente un*anima), no un ser humano.
El lenguaje articulado es la forma más importante de expresión VII
simbólica. ¿Qué queda de la cultura si suprimimos el lenguaje? Veamos.
En ausencia del lenguaje articulado no habría ninguna org,aniza- La conducta del hombre es de d e s d a s e s distinta.s: simhóliVa y no_
ción social humana. Puede que hubiera^Támilias, pero tal forma de simbblica.- El hombre bosteza, se despereza, tose, se rasca, gritai ele
organización no es peculiar del hombre; n o es, én sí, humana. Pero n o dolor, se encoge d e miedo, m o n t a en cólera, etc., etc. La conducta n o
tendríamos prohibiciones de incesto, no habría reglas prescribiendo la simbólica de esta clase n o es peculiar del hombre; la comparte n o sólo
exogamia y la endogamia, la poligamia o la monogamia. ¿Cómo se con otros mamíferos superiores sino también con muchas otras espe-
r,
podría prescribir el matrimonio entre primos cruzados, o proscribir la e | _ j n i m a l e s . Pero~eT ser h u m a n o se comunica corí sus seméjañtes
unión entre primos paralelos, si no existiera el lenguaje articulado? \ tliéndose de u n lenguaje articulado, usa amuletos, confiesa sus pe-
Si la gente no supiera h a b l a n j c ó r n o p o d ' h a r A i ^ t ^ j r ^ n p -arethihen cados, hace leyes, respeta reglas de etiqueta, explica sus sueños, clási-
fica sus relaciones en categorías designadas, y así sucesivamente. Esta p a r a ^ a p r e n d e r a hablar o siquiera hacer cualquier progreso en tal
clase de conducta es única en su género; nadie más que el hombre es séñtI3o —en suma, su incapacidad para "humanizarse" de algún modo.
capaz de ella^es_fieculiar del hombre p o r el hecho de consistir en el El infante de la especie H o m o sapiens se torna h u m a n o sólo cuando
u^ó de símbolos o por d e p e n d e r de Tai usoHba-tonducta-Tia-siinbólica^^ adquiere la facultad de usar símbolos y la ejerce,. Unicamente por me-
d e T n H o i ^ ^apTeñs^es l a ' a w d ü c t a ' del ^ ' i m a l hombre; la conducta dio del lenguaje articulado —que no es necesariamente vocal— puede
simbólica es aquella d e l j i o m b r £ como_ Aer huma.no. Es e l j í m B o í o el penetrar en el m u n d o de los seres humanos y tomar parte en sus
q u é 7 W ú ñ ~ m e r o animal, h a transformado al hombre e n ^ ñ " animal ; asuntos. Los interrogantes anotados más arriba pueden ser repetidos
humañori ahora. ¿Cómo puede u n niño crece apreciar cosas tales como orga-
nización socmT, ética, etiqueta, rítmd, ciencia, rgligión,. arte y ' j u e g o s
Dado el hecho de que la conducta humana es conducta simbólica
si n o j g c u r r e a_la comunicación jsimbólica? La respuesta es. p o r súpues-
y debido a que la conducta d e las especies infrahumanas es n o sim-
t o ^ u e n o p o d r í a s a f e r j a a d a J e estas-eesas-nit«ner~nmguna~ aprecia-
bólica, se desprende de ello que las observaciones o experimentos
cióo de ellas.
hechos con los animales inferiores n o nos aclararán nada acerca d e la
conducta h u m a n a . Las experiencias efectuadas con ratas y monos h a n Aquí es oportuno mencionar el misterio de los "niños lobos."
sido por cierto valiosas. Mucho es l o - q u e h a n ayudado a comprender Desde el mito de R ó m u l o y R e m o —y a u n de mucho antes— se ha
sobre mecanismos y procesos d e conducta de los mamíferos o los ver- creído en las historias d e niños criados por lobas u otros animales.
tebrados superiores. Pero n o h a n contribuido con nada en lo tocante No obstante el hecho de haberse demostrado repetidamente que los
a lá comprensión de la conducta humana, pues el mecanismo de sím- casos de "niños lobos" eran falsos o carecían d e pruebas adecuadas,
bolos y todas sus consecuencias faltan por completo en las especies luego que Blumenbach descubrió q u e "Wild Peter" era sencillamen-
inferiores. Y con referencia a la neurosis observada en ratas, es, por te u n débil mental que había sido echado de su casa a instancias de
supuesto, interesante saber que estos roedores pueden ser llevados a u n una madrastra de adquisición reciente, estas deplorables fábulas popu-
estado neurótico. Pero lo que la ciencia entendía d e conducta psico- lares siguen en la actualidad teniendo vigencia en ciertos círculos
pática entre seres humanos, antes de que las neurosis fueron produci- "científicos." Pero algunos sociólogos y psicólogos h a n sacado b u e n
das experimentalmente e n ratas, era probablemente mucho más de lo provecho de estas criaturas lupinas y "hombres de la selva," a saber,
que sabe e n la actualidad sobre las neurosis de las ratas. Nuestra demostrar cómo u n representante de la especie Homo sapiens q u e
comprensión de los trastornos nerviosos humanos nos ha ayudado a vive en u n m u n d o sin símbolos no es u n ser h u m a n o sino u n bruto.
comprender la neurosis de la rata; en realidad, hemos interpretado Parafraseando a Vollaire, se podría decir que si n o existieran niños
esta última en términos de patología humana. Pero mal puede verse lobos, la "ciencia social" tendría que inventarlos.
d ó n d e las ratas neuróticas de laboratorio h a n ayudado a profundizar o Los casos de niños que h a n estado aislados del contacto h u m a n o
ampliar nuestra comprensión de la conducta humana. por años de ceguera y sordera, p e r o que eventualmente llegaron a es-
tablecer comunicación con sus semejantes en u n nivel simbólico, son
Ya que f u e el símbolo lo que hizo hupiaR€>=al hombre, otro t a n t o
por demás esclarecedores. La historia de Hellen Keller es excepcional-
ocurre : ; ®OH~ead^nrieníbfe de-te-especíéT U n bebé se torna h u m a n o
mente instructiva, a u n cuando son también valiosas aquellas de L a u r a
sólo cuando c o m i r a z a ^ que comienza a h a b l a r
Bridgman, Marie Heurtin, y otras n .
noThay nada que distinga cualitativamente su conducta de aquella de
-un joven mono, tal como se demostró en la obra titulada El Mono Una enfermedad hizo que Hellen Keller perdiera la vista y el oído
y el Niño. En realidad, u n o de los resultados asombrosos de este a edad muy temprana. Creció como u n a criatura incapaz de todo
fascinante experimento efectuado por el matrimonio Kellogg f u e la contacto de símbolo con nadie. Las descripciones hechas de ella cuan-
demostración ,de cuánto se parece a u n m o n o u n infante d e H o m o do tenía siete años, época en que llega a su casa Miss Sullivan, su
sapiens antes de que comienza a hablar. El n i ñ o adquirió u n a excep- maestra, revelan q u e la conducta de Hellen carecía de todo atributo
cional habilidad para trepar estando j u n t o con la pequeña chim- humano. Era un p e q u e ñ o animal, terca, indómita e indisciplinada 12 .
pancé, ¡y hasta aprendió los c h i l l i d o s del animal para reclamar ali- En algo así como u n d í a luego de haber llegado al hogar de los
mento! Los Kellogg refieren cómo la pequeña mona se "humanizó" en Keller, Miss Sullivan le enseñó a Hellen su primera palabra, dele-
el tiempo en que convivió con ellos. Pero lo q u e el experimento puso treándosela en la mano. Pero esta palabra era sencillamente u n signo,
categóricamente en evidencia fue la absoluta inrapacidad ^el^ mono^ no u n símbolo. U n a semana más tarde Hellen conocía varias palabras
pero, según refiere Miss Sullivan, no tenía idea de "como usarlas o Hellen fue instantáneamente transformada por esta experiencia.
que todas las cosas llevaban u n nombre." A las tres semanas la pe- .Sullivan había logrado tocar el .mecanismo de símbolos de la
M i s s
queña ciega y sordomuda conocía dieciocho substantivos y tres verbos. niña y lo había puesto en funcionamiento. Hellen, por su parte, tuvo
Pero estaba todavía en el nivel de los signos; no tenía ninguna noción conciencia del mundo exterior merced a este mecanismo que había
de "todas las cosas llevan u n nombre." yacido dormido e inerte durante todos esos años, hundido en un obs-
Hellen confundía los signos de palabra para "jarra" y "agua" curo y silencioso aislamiento por ojos que no podían ver y oídos que
púes, aparentemente, ambos se relacionaban con el acto de beber. Miss nada oían. Pero ahora había cruzado la frontera para entrar en un
Sullivan intentó varias veces aclarar tal confusión, pero sin éxito. nuevo país. De ahí en adelante su progreso sería rápido.
Cierta mañana, sin embargo, ya pasado como u n mes de la llegada "Me alejé de la glorieta y sus madreselvas impaciente por apren-
de Miss Sullivan, ambas se dirigieron a la bomba de agua que había der," agrega la niña. "Cada cosa llevaba un nombre, y cada nombre
en el jardín. Lo que ocurrió entonces será mejor narrarlo con sus hacía nacer un nuevo pensamiento. Cuando regresábamos a la casa,
propias palabras: todo objeto que tocaba mi mano parecía palpitar con vida. Ello se
"Hice que Hellen sostuviera la jarra debajo de la canilla mien- debía a qiie veía todo con la nueva y extraña vista que había llegado
tras yo accionaba la bomba. A medida que manaba el agua fresca, a mí."
llenando la jarra, deletreó "a-g-u-a" en la mano libre de la niña. Hellen se humanizaba con gran rapidez. "Compruebo que la pe-
AI surgir tan próxima a la sensación del agua fresca que corría queña mejora de día en día," escribió Miss Sullivan en su diario,
por su mano, la palabra pareció atemorizarla. Dejó caer la jarra "casi podría decir que de hora en hora. Cada cosa debe tener un nom-
y se irguió como transfigurada. U n a luz nueva brillaba en su bre a h o r a . . . Deja de lado los gestos y pantomimas que usaba antes
rostro. Deletreó "agua" varias veces. Entonces se arrojó al suelo, y tan pronto como tiene la palabra para reemplazarlos... Observamos
tocándolo preguntó qué nombre tenía, y señaló la bomba y el que su.rostro se pone más expresivo cada día. . . "
enrejado, y volviéndose de pronto preguntó cómo me llamaba Difícilmente pueda uno imaginarse u n relato más elocuente y con-
y o . . . En unas pocas horas había agregado una treintena de pa- vincente de la importancia de los símbolos y del profundo abismo que
labras nuevas a su vocabulario." media entre la mente humana y una mente desprovista de símbolos.
Pero estas palabras eran ahora algo más que meros signos, tal como
lo son para un perro y como lo habían sido para Hellen hasta ese mo- VIII
mento. Eran símbolos. La pequeña ciega y sordomuda había compren-
Resumen. El proceso natural de la evolución biológica hizo apa-
dido por fin y había hecho girar la llave que por primera vez le dio
recer en d hombre, y unn in enTe"W"ef h o m b r e r u n V Facultad nueva y
acceso a un universo nuevo: el m u n d o de los seres humanos. Tales las
distintiva: la facultad de usat símbolos. I.a forma más importante de
palabras con que la niña describe esta maravillosa experiencia:
la expresión simbólica es el 1 e n g u a j e a r t i c u l a d o . Lenguaje articulado
"Caminamos por el sendero que llevaba a la bomba de agua, s ¡grrilica comunicacion dcTTdeas; comunicación significa preservación
atraídas por la fragancia de las madreselvas que cubrían la glo- —tradición—, y preservación significa acumulación y progreso. La emer-
rieta. Alguien estaba sacando agua y mi maestra puso mi mano gencia de la facultad de usar símbolos se ha traducido en la génesis
en la boca de la bomba. Mientras la fría corriente fluía sobre de un nuevo orden de fenómenos: un orden extrasomático, cultural.
una de mis manos, ella me deletreó en la otra la palabra agua, T o d a s j a s civilizaciones nacen del uso de símbolos, y son perpetuadas^
primero lentamente, luego con rapidez. Me quedé inmóvil, con por tal u*o. Uña cultura, o civilización, no es más que una particular
toda mi atención concentrada en el movimiento de sus dedos. clase de forma que toman las actividades biológicas, perpetuadoras de
Sentí de repente como si algo olvidado emergiera de entre las vida, desarrolladas por un animal particular, el hombre.
brumas - la emoción producida p o r el retorno de un pensamien- Conducta h u m a n a ^ g s „ f ^ ¿ u c ^ s i m b ó l i c a ^ ^ n o _ e s _ s i m b ó l i c a , no es
to; y de algún modo me fue revelado el misterio del lenguaje. hü^fñiH- La criatura del género Hombre se convierte en un ser hu-
Supe entonces que "a-g-u-a" era esa cosa fría y maravillosa qtie mano sólo cuando es introducida en ese orden de fenómenos que es la
corría entre mis dedos. ¡Ese m u n d o viviente despertó mi alma, cultura y participa de tal orden. La llave de este mundo y el medio
le dio luz, esperanza, alegría, la puso en libertad!" de participar en él es el símbolo.
t
CAPÍTULO SEXTO
CULTUROLOGÍA V E R S U S PSICOLOGÍA E N L A
INTERPRETACIÓN DE LA CONDUCTA HUMANA
* Es, por consiguiente, posible y a la vez permisible estudiar la historia de un El razonamiento d e q u e hay gente q u e bebe leche "porque le
hábito social, o la evolución de la cultura en general, sin hacer ninguna referencia agrada", y otra que no lo hace " p o r q u e le r e p u g n a " carece de sentido
a los individuos o a sus características orgánicas y mentales". (G. P. Murdock,
para el culturólogo; n o explica absolutamente nada. ¿|»or qué la leche
The Science of Culture, página 206.)
agrada a algunos y produce asco a otros? Eso es lo _que deseamos variable cultural; en la otra clase mantenemos constante el factor
saEer. Y el psicólogo noHSoT puede dar la respuesta. Ni nos puede cultural y estudiamos qué reacciones despierta en los organismos huma
d£cir tampoco por qué t r a t a d e uno u otro modo a~ las suegras, nos. La existencia de la institución de juicio por jurados, por e eni"
practica la monogamia, la inhumación, la covada o la circuncisión; pío no puede ser explicada psicológicamente; su razón de ser «fete
usa palillos, tenedores, la escala pentatónica, sombreros o microscopios; ser hallada en el ámbito culturológico. Pero para comprender la f u n !
forma plurales agregando afijos — o cualquiera de los otros millares de c o n de esta mst.tucion en la vida de los hombres debemos estudiar
costumbres conocidas por la etnografía. como reaccionan psicológicamente ante ella. Un mismo conjunto de
El culturólogo explica la conducta de un pueblo destacando que £S hechos puede, en consecuencia ^ e r referido a uno u otro contexto el
sencillamente la respuesta de un .japqTpüñacülar~ae^imate ante un F ' ^ P - ^ culturología tratan
'cónj unto particular de estímulos. Y- explica la cultura a lo largo de I ^ J " J ^ H L i H ^ ^ ^ n t e c^nST^tóriirológicos y «trasoñé
ras líneas t r a z a d a s T é n u ñ p á r r a f o "anterior del presente capítulo. Da
so'n e e n S e s
ese modo, a la vez que admite de buen grado que es la gente la que
l>ara ^ ^ ^ ^ c a b a l dé la conducta humana Es
"se esmalta las uñas" o bebe leche, el culturólogo desea señalar que m ^ e s t e r . ^ p ^ o í H de e v i t a r c o n f u s i o n e s . q u e s e c o n o z « n y ' 5 ^
ejecutar tales actos o dejaf~de~Kacerlós no es determinado por la gente peten las fronteras de cadaTTna. " -
a n o p o r su cultura. La 15cpBcaa¿ñ cientific» g«"~nna "ftiV^ípiTa H»
determinantes^._d_e„rdiaMí^-dg_jcaus^_y efecto, de distinciones entre
constantes y variables, distinciones entre variables dependientes e in-
dependientes. El culturólogo sabe períectameñté' 'qüe la cultura no
pújete existir sTn serés' HumanosrTEs acaso necesario decir que no
habría formas pluráles de los substantivos, ni geometría, ni dínamos,
ni lotería, si no hubiera seres humanos? ¡Y por cierto que no podría
haber el tabú de la suegra si no hubiera mujeres! Pero, según lo de-
muestra el culturólogo, la cultura puede ser tratada comojii tuviera
vida propia, completamente aparte de los organismos "iTumanos, asi
como el físico trata la caída de un cuerpo como si no hubiera roza-
miento atmosférico. La conducta de la gente es explicada como su
respuesta a las respectivas culturas. Tratar; J^^cultma^jcomo si fuera
independiente de los seres humanos ncTes de ningún modo una!' actitud
mística, como fue calificada por TSoásr 3én5dict y otros, así cómo" Tam-
poco es místico el físico que trata la caída de los cuerpos como si no
existiera razonamiento Es sencillamente tomar el punto de vista, y las
técnicas d£ja_ciejacia, familiares para la física desde hace mucho tiem-
po, y aplicarlos al reino o campo de la cultura.
~ T s f á " l l r _ m ^ xlecir qüe"ia _ "tesis aquí formulada no es en ningún
sentido una crítica hecha a la psicología y mucho menos un intento
de menospreciarla. La posición de esta ciencia es tan honorable
como segura. Nuestro propósito ha sido el de distinguir entre las in-.
terpretaciones psicológicas y culturológicas de la coñdücta"y^emosttar,'
además, que ciertos problemas "déberrs^r resueltos"con técnicas cultu-
rológicas antes que psicológicas.; Dado' que la conducta Humana"está',
compuesta "poF 3os ingredientes, el biológico, o psicológico, y el cul- \
tural extrasomático, hay dos clases correspondientes de problemas. En i
una, mantenemos constante el factor biológico mientras estudiamos la
CAPÍTULO DECIMOTERCERO
LA CIENCIA DE LA CULTURA
* En un reciente trabajo de R. H. Lowie tenemos un buen ejemplo de la ¿Pero no es acaso obvia la respuesta de nuestro problema? ¿No
confusión de pensamiento que resulta cuando, llevado por esta actitud de pseudo- tenemos la solución directamente ante nuestros ojos? ^Qué -otros nom-
realismo, se deja de comprender una de las técnicas elementales de la ciencia. Al bre que culturología.seje puede dar a una ciencia de IaT^ultura? Si una
hacer una consideración de las leyes de la evolución cultural dice que "está llama-
do a haber tantas 'desviaciones respecto a la uniformidad... producidas por causas ciencíaTcIe los minerales se llama mineralogía, de la música, musicolo-
especiales (citando a Lewis H. Morgan) ' que una ley que sea operativa difícilmente gía, de las bacterias, bacteriología, ¿P££_jjué no se ha de llamar
podrá ser descubierta por la razón humana" (Social Organiiation, pág. 53) . No hay culturología una ciencia de la cultura? Nuestro razonamiento parece
aquí reconocimiento: para la obra de Newton. No hay dos cuerpos que caigan de la
misma manera; "las desviaciones respecto a la uniformidad" son tan numerosas perfectamente legítimo y apropiado y cuerda y razonable nuestra con-
como los mismos cuerpos que caen. La mente humana fue sin embargo perfecta- clusión. Sin embargo, muchos de .los que trabajan en las ciencias del
mente capaz de descubrir un principio común a todos los hechos particulares y hombre son tan conservadores, tímidos o indiferentes como para que
expresarlo con la forma de una ley científica completamente adecuada.
Una ley de evolución cultural no describe, por supuesto, ninguna serie verda- una innovación tan radical y revolucionaria como un nuevo sufijo
dera de hechos, así como la ley de Newton no describe tampoco ningún par- para una palabra antigua y familiar les parezca pretencioso, absurdo
ticular cuerpo que cae.' Pero la variedad infinita de los particulares no excluye
los universales; por el contrario, los particulares implican y presuponen universales.
u objetable de. alguna otra manera. Recordamos las objeciones que
¡Qué exquisitamente arcaico es esperar entonces que una ley científica, una formu- desató Spencer al usar el término "sociología". T a l como nos refiere
lación de lo universal describa este y aquel particular! en la introducción de sus Principios de Sociología, sus amigos pro-
curaron disuadirlo del uso de la palabra arguyendo que se trataba e n las páginas precedentes, es de antigua data; se remonta a por to
de u n "barbarismo". De manera análoga hay en la actualidad algunos menos el primer capitulo de la obra Primitive Culture, publicada
investigadores para quienes la palabra culturología suena desagra- p o r T y l q r en 1871. E l término "culturología" ha sido usado relati-
dable .en sus oídos. Es así como V. Gordon Childe escribe que "los vamente muy poco, pero hace más de u n tercio de siglo que fue
prejuicios engendrados por los Literae Humaniores son demasiado •empleado con el sentido exacto y específico que le asignamos muy en
fuertes como para permitirle adoptar el término 'culturología' pro- nuestro uso, y actualmente tiene validez al menos en tres conti-
puesto por White". 4 Del mismo modo J. L. Myres, en una revisión nentes.
de "La expansión de los alcances de la ciencia", opina que "cul- En su conferencia sobre "El sistema de las ciencias", pronunciada
turología" es un "nombre bárbaro". 5 en 1915 (ver el final del Capítulo V), el eminente químico alemán y
Parece que quienes condenaron como "barbarismo" a la palabra premio Nobel, Wilhelm Ostwald, manifestó lo siguiente: "Fue así
"sociología" usada por Spencer procedieron así llevados por razones como hace ya mucho tiempo (el subrayado es nuestro) propuse darle
etimológicas: deriva tanto del griego como del latín. Según parece eso al campo en cuestión el nombre de ciencia de la civilización o cultura
ya es bastante para erizar la piel de los puristas. Pero, para bien o (Kulturologie) ". 7 Hasta el momento no hemos podido descubrir este
para mal, la tendencia y procesos de los idiomas vivos tienen muy poco anterior uso del término hecho por el mencionado hombre de ciencia.
en cuenta tales menudencias. El idioma angloamericano, por ejem- Catorce años después de la publicación de la antedicha conferencia
plo, absorbe fácilmente palabras provenientes de lenguas extranjeras de Ostwald, Read Bain, un sociólogo, habla de "culturología" en un
—taboo, shaman, coyote, tobáceo— y con suma facilidad crea nuevas capítulo escrito para el trabajo Trends in American Sociology, com-
palabras ("kodak", "nylon", etc.). Y tampoco vacila en recurrir a la pilado por G. A. Lundberg y otros. 8 El sentido asignado en este
hibridación y otras improvisaciones cuando llega la ocasión, como por caso al término no está, sin embargo, del todo claro; en u n lugar
ejemplo numerology, thermocouple, thermopile, automobile, etc., así co- "culturología" parece sinónimo de sociología, y en otro de ecología
mo sociología. La palabra "televisión" es uno de los frutos más recientes humana. Se menciona también el "íntimo parentesco que existe entre
de la hibridación lingüística. Si bien al profesor Childe no le place psicología social y culturología". Por mi parte, creo haber usado
el término "culturología", observa sin embargo que "tales híbridos "culturología" por primera vez en letra impresa en 1939, en un
parecen estar de acuerdo con la tendencia general del progreso lin- •trabajo titulado "A Problem in Kinship Terminology", si bien ya la
güístico". H. L. Mencken, distinguida autoridad en el idioma inglés había empleado durante años en mis clases con anterioridad a dicha
de los norteamericanos, encuentra que "culturología" es una "palabra fecha. La obra del Dr. Cheng Che-Yu, Oriental and Occidental Cul-
bastante desaliñada, pero de todos modos lógica", y es de opinión tures Contrasted, publicada en Berkeley en 1943, lleva al subtítulo
"que hemos establecido el hecho de que debe ser empleada". 6 Sen- •de "An Introduction to Culturology". Me ha escrito comunicándome
timos, junto con Spencer, que "la convivencia y poder de sugestión de que previamente había usado no sólo "culturología" sino también
nuestros símbolos son de mayor importancia que la legitimidad de "culturosofía" en publicaciones aparecidas en idioma chino. El pro-
su derivación". fesor H u a n g Wen Shan, del instituto de antropología de la Univer-
En este sentido podemos llamar la atención sobre el hecho de sidad nacional de Cantón, ha publicado en chino un número de
que los departamentos de antropología de la universidad de Chicago artículos dedicados a la culturología, y me ha informado que tiene
y el museo de historia natural de Chicago han estado usando desde en preparación un libro sobre el mismo tema. No hace mucho he visto
hace un tiempo el término "museología" para designar el arte de la el anuncio de u n libro titulado Epítome de culturología, de J. Im-
organización, equipamiento y dirección de museos. Si la terminación belloni, publicado en Buenos Aires, y puede haber, por supuesto,
"—ología" es interpretada como "ciencia de", entonces museología muchos otros casos de los que no he llegado a enterarme.
es un nombre inapropiado, pues "ciencia de museos" no es más ciencia El idioma chino aparentemente no ha tenido dificultades en
de lo que lo son la "ciencia de bibliotecas", la "ciencia militar" o aceptar la innovación de la palabra "culturología". Culturología en
las "ciencias domésticas"; son artes, no ciencias. Si "museología" puede chino se dice iven tulia (cultura) hsüeh (ciencia de). Ambas palabras
hacerse respetable, ¿por qué no "culturología", palabra que tiene más son términos chinos corrientes y la combinación de los mismos no
justificación desde el punto de vista etimológico? parece haber molestado los oídos de los sabios chinos ni herido su
El concepto de una ciencia de la cultura, tal como se ha aclarado sensibilidad.
La dulce y consoladora ilusión de la omnipotencia halla todavía un
Pero las objeciones hechas a la "culturología" no son ele ningún mercado dispuesto y una gran demanda. Podemos apoderarnos de
modo"™totaimen te filológicas. Las objeciones lingüísticas emergen nuestro propio destino y darle la forma que nos plazca. "La huma-
fácilmente pero abajo, en lo profundo, yacen opiniones y valores que nidad, con Dios presente, gobierna su propio destino cultural y
se^opondrárTa la adopción y uso de este término con más fuerza aún tiene libertad para elegir y lograr los f i n e s . . . " Los educadores pue-
que los clasicistas nutridos en Los Literae Humaniores. La "cultu- den manejar el proceso cultural mediante "el establecimiento de
rología" especifica un sector de la realidad y define una ciencia. ciertos sistemas de valores en sus alumnos". Los psicólogos "estudiarán
Al proceder de esa manera infringe los límites reclamados anterior- científicamente las causas de. . . (la guerra) en la mente de los hom-
mente por la psicología y la sociología. Por supuesto, hace más que bres y las eliminarán científicamente". Los investigadores de las cien-
infringir; p o n e en claro que la solu- cias sociales perfeccionarían fórmulas para gobernar las fuerzas cul-
ción de ciertos problemas científicos no se halla propiamente dentro turales y llegar al dominio de nuestro destino si sólo el gobierno
de iosTeudos de la psicología y la sociología, tal como se supuso pre- federal les diera algo parecido al apoyo financiero que presta a los
viamente, sino" que pertenece a una ciencia de la cultura, y que es fabricantes de la bomba atómica, etc., etc. Parecería que la ciencia
por lo tanto la única capaz de brindar tal solución. Psicólogos y está destinada a convertirse en la criada de una especie de magia
sociólogos están poco dispuestos a admitir que en la conducta del moderna; el investigador de la ciencia social, a tomar el papel de un
ítomBre haya problemas q u e estén fuera de sus dominios; y .se super hechicero. Para abrirse paso una ciencia de la cultura debe
muestran inclinados a rechazar y repudiar u n a ciencia advenediza luchar contra el pese y la fuerza de esta pasión por el libre albedrío,
que reclame para sí tales problemas. estaT|)remisa d e antropocentrismo. 10
Pero lo más importante de todo es el hecho de que la culturología Pero estas objeciones no lingüísticas hechas a la "culturología"
cié por tierra con u n a filosofía que ha sido cara para el corazón de los sirven también para acentuar de manera efectiva la necesidad ele
hombres desdé"^ trémpós remotos, y que todavía inspira y nutre a encontrar u n término especial con el cual designar nuestra nueva
muchos investigadores de la ciencia social y u n igual número de legos. ciencia y revelar la peculiar conveniencia del nombre de "culturo-
Trátase de la antigua y todavía respetablefilosofía del antropocen- logía". El "dominio distinto" que es la cultura "exige para su inves-
trlsmo'y él libre albedrío. "¡Qué desatino decir que la cultura hace tigación una ciencia distinta", tal como arguyera'Lowie hace más de
eito" o aquello! ¿Que es la cultui MUÍ una abstracción? N o es la dos décadas. T a m b i é n Dúrkheim vio "la necesidad de formular con-
c u l t ú r a l a que h u e lis cosas, es la gente ?eres humanos verdaderos, de ceptos enteramente n u e v o s . . . (y de expresarlos) con una terminología
carne y hueso, lis siempre el individuo quien realmente piensa, y apropiada". Pensamos y trabajamos en ciencia sólo por medio de
siente,""y actúa. ¡Cualquiera lo puede ver con sus propios ojos! "¡Oué conceptos hechos explícitos en forma simbólica. Para pensar de ma-
absurdo entonces hablar de una ciencia ele la cultura: ejué deforma- nera efectiva, para hacer distinciones fundamentales, sin las cuales es
ción de la realidad!" T a l como lo han demostrado las páginas pre- imposible la ciencia, debemos contar con herramientas cíe precisión,
cedentes, eitá actitud" prevalece vigorosamente en la antropología conceptos exactos. 1 1
5
norteamericana actual. "Psicología" es el rótulo para u n a cla->e distinta de fenómenos:
Culturología significa también determinismo. El principio de causa la reacción de los organismos ante estímulos externos. Pero no dis-
y efecto funciona en el reino de los fenómenos culturales del mismo tingue los fcncHiienos culturales de los no culturales, y la interpre-
modo que lo hace en toda otra parte de nuestra experiencia del cos- tación de la interacción de elementos extrasomáticos dentro clel
mos. Cualquier situación cultural dada ha sido determinada ""por proceso "cultural se halla por fuera de sus límites legítimos. La
otros hechos culturales. La acción de ciertos factores culturales hace "sociología" adolece también del "fatal defecto" de no distinguir .lo
aparecer u n cierto resultado. Inversamente, ciertas consumaciones •cultural de lo social, tal como señalaron hace mucho tiempo Ostwald
culturales no pueden cobrar vida, n o importa cuán devotamente pue- y Iíroeber. Asimila la cultura a su concepto básico de interacción,
dan ser deseadas, salvo que se hallen presentes y en acción los factores h a c í n e l o de la cultura u n aspecto, o u n subproducto, del proceso
requeridos para la consumación. Ese principio es algo por demás evi- social de interacción mientras que las estructuras y procesos de la
dente en meteorología y geología, pero en la interpretación de la sociedad h u m a n a son funciones de la ctdtura. En la "sociología' 1
conducta h u m a n a se lo sigue llamando "fatalismo" o "derrotismo"; o tenemos en realidad u n buen ejemplo de la confusión de pensamiento
es considerado como inmoral y por lo tanto falso.
382 L. A. W H I T E