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PAIDOS STUDIO/BASICA

¡Leslie A. White

LA CIENCIA DE LA CULTURA
Títulos publicados:
1. K. R. Popper - La sociedad abierta y sus enemigos Un estudio sobre el hombre
2. A. Mclntyre - Historia de la ética
3.
4.
C. Lévi-Strauss - Las estructuras elementales del parentesco
E. Nagel - La estructura de la ciencia
y la civilización
5.
6.
G. H. Mead - Espíritu, persona y sociedad
B. Malinowski - Estudios de psicología primitiva Edición revisada
7. K. R. Popper - Conjeturas y refutaciones. El desarrollo del conocimiento científico
8. M. Mead - Sexo y temperamento
9. L. A. White - La ciencia de la cultura

PAIDOS STUDIO
Títulos publicados:
1. W. Reich - Análisis del carácter
2. E. Fromm - Humanismo socialista
3. R. D. Laing - El cuestionamiento de la familia
4. E. Fromm - ¿Podrá sobrevivir el hombre?
5. E. Chinoy - Introducción a la sociología
6. V. Klein - El carácter femenino
7. E. Fromm - El arte de amar
8. E. Fromm - El miedo a la libertad
9. M. Schur - Sigmund Freud. Enfermedad y muerte en su vida y en su obra, I
10. M. Schur - Sigmund Freud. Enfermedad y muerte en su vida y en su obra, II
11. E. Willems - El valor humano de la educación musical
12. C. G. Jung y R. Wilhelm - El secreto de la flor de oro
13. O. Rank - El mito del nacimiento del héroe
14. E. Fromm - La condición humana actual
15. K- Horney - La personalidad neurótica de nuestro tiempo
16. E. Fromm - Y seréis como dioses
17. C. G. Jung - Psicología y religión
18. K. Friediander - Psicoanálisis de la delincuencia juvenil
19. E. Fromm - El dogma de Cristo
20. D. Riesman y otros - La muchedumbre solitaria
21. O. Rank - El trauma del nacimiento

Obras conexas del fondo Paidós:


- H. M. Johnson y otros - Naturaleza, cultura y personalidad
- E. Jones y otros - Sociedad, cultura y psicoanálisis de hoy
- C. Lévi-Strauss - Las estructuras elementales del parentesco
- B. Malinowski - Estudios de psicología primitiva
-
-
M. Mead - Adolescencia y cultura en Samoa
M. Mead - Educación y cultura
ediciones
- M. Mead - Experiencias personales y científicas de una antropólogo
- M. Mead - Sexo y temperamento Barcelona
- A. F. C. Waliace - Cultura y personalidad Buenos Aires
¿ C i 9 c 5

Título original: The science of culture. A study ofman andcivilization

Publicado en inglés por Grove Press Books y Farrar, Straus and Giroux, Nueva
York

Traducción de Gerardo Steenks


INDICE

RECONOCIMIENTOS . . ix
NOTA DEL AUTOR L XIII
' PREFACIO . . . . V — ^ xvn
PREFACIO A LA SEGUNDA EDICIÓN xxi

Cubierta de Julio Vivas PARTE I

1.a edición castellana de la edición revisada, 1982 CIENCIAS Y SIMBOLOS

>: INTRODUCCIÓN 23
I. Ciencia es hacer ciencia 25
II. El Símbolo . . 41
III. Sobre el uso de herramientas por parte de los primates . . 57
IV. Psiquis es actividad psíquica . 65
V. La expansión de los alcances de la ciencia 71

PARTE I I *

HOMBRE Y CULTURA
INTRODUCCIÓN 125
X VI. Culturología versus psicología en la interpretación de la con-
ducta humana 127
VII. Determinantes culturales de la psiquis 149
© de todas las ediciones en castellano,
VIII. El Genio: sus causas e incidencia 185
Editorial Paidós, SAICF;
ÁIX. Iknatón 223
Defensa, 599; Buenos Aires. X. El locus de la realidad matemática 265
© de esta edición, XI. Definición y prohibición del incesto^ 283
Ediciones Paidós Ibérica, S. A.; XII. El dominio del hombre sobre la civilización 307
Mariano Cubí, 92; Barcelona-21; Tel. 200 01 22.

ISBN: 84-7509-163-6
PARTE I I I *
Depósito legal: B-26.014/1982
ENERGIA Y CIVILIZACION
Impreso en Industrias Gráficas Emegé;
Londres, 98; Barcelona INTRODUCCIÓN 335
a 1 XIII. La energía frente si la evolución de la cultura . * . . . . 337
Impreso en España - Printed in Spain
PARTE I V T

CULTUROLOGIA

XIV. La ciencia de la cultura 367


REFERENCIAS DE LOS CAPÍTULOS 383
BIBLIOGRAFÍA . 390
INDICE DE NOMBRES 399
INDICE ANALÍTICO 403
los fenómenos biológicos, y, finalmente, el reino de la cultura. Al
trazar el curso del progreso científico nos enfrentamos cara a cara
con su predecesora y rival: la filosofía del antropomorfismo, el antro-
pocen trismo, y el libre albeirío. T a l como se demostrará clara y enfá-
ticamente en capítulos subsiguientes, ésta es la filosofía con la que la
ciencia ha debido luchar a cada paso en su camino. Y es esta primi-
tiva y anticuada filosofía la que todavía debemos combatir, hasta que
llegue el momento en que sea finalmente extirpada de raíz. CAPÍTULO PRIMERO

CIENCIA E S HACER CIENCIA

"La ciencia es una especie de conducta humana."

La ciencia no es sencillamente una colección de hechos y fórmulas.


Es preeminentemente una manera de tratar la experiencia. La palabra
puede ser apropiadamente verbalizada: uno hace ciencia, es decir, trata
la experiencia de acuerdo con ciertas suposiciones y ciertas técnicas.
La ciencia es uno-de los modos básicos de tratar la experiencia^ El
otro es el arte. Y, también esta palabra puede ser apropiadamente
verbalizada; uno puede hacer arte así como ciencia. La finalidad de
la ciencia y el arte es una: hacer inteligible la experiencia, es decir,
a j u d a r al hombre a adaptarse a' su medio para que pueda vivir. Pero
si bien tienden hacia la misma meta, arte y ciencia se aproximan a
ella desde direcciones opuestas. La ciencia trata de particulares en
términos de universales: el tío T o m desaparece en la masa de escla-
vos negros. Él arte trata de universales en términos particulares: la
persona del tío T o m nos pone ante toda la gama dé la esclavitud
negra. Arte y ciencia captan de esa manera una experiencia común, o
realidad, desde polos opuestos pero inseparables.
Usar el vocablo ciencia como substantivo no carece, por cierto, de
justificación. Las palabras química, fisiología, historia, sociología, etc.,
son a la vez legítimas y útiles. Como categorías son derivadas de dos
fuentes. Reflejan, por una parteT distinciones analíticas que pueden
ser hechas en el campo de la realidad: erosión, respiración, histeria,
votación, etc., son frases o segmentos de experiencia que hallan sus
reflejos en las categorías geología, fisiología, psicología y ciencia polí-
tica, respectivamente. Por otra parte, la división del trabajo en la
sociedad, esencial en los tiempos modernos, también encuentra su re-
flejó en las mismas o similares categorías. Trátase de u n hecho a
menudo ignorado. La psicología es una categoría representadora de un
reflejo de la división de la sociedad en grupos ocupacionales dispares,
tan verdaderamente como es una expresión de las distinciones analí-
ticas que puecle ser hecha en la experiencia misma. Decir que "psico-
logia es lo que hacen los psicólogos (o sea u n gremio de trabajadores a la psicología?; el estudio de los fósiles, ¿a la geología o a la biología?—
que llevan el nombre de 'psicólogos'), es una definición tan válida hace aparecer preguntas tales como ¿es la historia una ciencia?, ¿es
como aquella de que "la psicología es el estudio de la psique, o la sociología una ciencia? Existe una tendencia a identificar la "cien-
conducta." Una es expresión de una realidad social; la otra deriva cia" con algunas de sus técnicas. Es posible, por ejemplo, efectuar
de la naturaleza de la materia estudiada. experimentos en química y hacer exactas predicciones astronómicas.
'~Esü~ñámraÍeza doble de las categorías es puesta de manifiesto en Química y astronomía son "ciencias." La experimentación es notable-
la repetida protesta contra la división de la ciencia en compartimien- mente limitada en sociología, y las predicciones en historia son rara
tos "estancos," en la imposibilidad de decir cuándo un estudio dado vez algo más que conjeturas. La tendencia es, por consiguiente, decir
es histórico, sociológico o psicológico. El relato de la "insurrección" de que "historia y sociología no son ciencias." A pesar del hecho de que
John Brown, ¿pertenece a la psicología, sociología, economía, ciencia gran parte de lá geología es más histórica que ciertos estudios de
política o historia? Es obvio que se relaciona igualmente con cada una cultura humana, hay una propensión a considerar la primera como
de ellas. Tampoco puede la distinción entre inanimado, biológico y "una ciencia" pero negar este status a la otra.
cultural soportar el proceso categorizador que está implícito en la Se establece también una distinción entre las ciencias físicas (11a-
división del trabajo en la sociedad. Cuando Harlow Shapley estudia madas trecuéñtéméríté con la pomposa denominación de "ciencias
la respuesta de las hormigas a cantidades variables de calor que exactas") y las "ciencias sociales." Trátase de una distinción que lleva
les llegan desde el Sol,* ¿es un astrónomo o un entomólogo? De implícita la suposición de que existe una diferencia fundamental
más está decir que contribuye a conocer los insectos tanto como las entre la naturaleza de la realidad "Tísícá"y la realidad social humana.
estrellas; este proceso termodinámico tiene un aspecto entomológico Esta" suposición conduce, si es que, por cierto, no la incluye ya implí-
y otro astronómico. El Dr. A. E. Douglass, astrónomo de la Univer- citamente, a la suposición adicional de que los datos de la sociedad
sidad de Arizona, al determinar una correlación entre las precipitacio- humana, por ser esencialmente diferentes de los datos de la física (que
nes pluviales y el crecimiento de los árboles, ha provisto a los arqueó- es una "ciencia exacta"), no son en realidad susceptibles de tratamiento
logos con la técnica más precisa que jamás haya sido ideada para científico, y por ende las ciencias sociales no son para nada ciencias;*
computar la antigüedad de restos prehistóricos no acompañados por no son "científicas" ni pueden serlo. Las mismas observaciones se
información escrita. 2 En este caso un "astrónomo" se ha convertido hacen, aunque no con tanto énfasis, con referencia a la biología: "La
en arqueólogo pasando por la climatología y la botánica. Convencio- biología, es menos científica que la física, pero más científica que la
nalmente, "un astrónomo" es sin embargo cualquier miembro de un sociología." Estas suposiciones llevan a la confusión, y, además, son
cierto grupo, formal o informal, de trabajadores científicos producido insostenibles. Las técnicas y suposiciones básicas que comprenden la
por la división social del trabajo, aun cuando pueda haber contribuido manera científica de interpretar la realidad son igualmente aplicables a
a entender los insectos, el crecimiento forestal y la secuencia de las todas sus fases, a la humana social, o cultural, como asimismo a la
culturas indígenas, así como a nuestro conocimiento de los cuerpos biológica y la física. Ello significa quej debemos dejar de considerar
celestes. Lógicamente, la astronomía es la interpretación científica del a la ciencia como una entidad que es divisibÍí r en un número de partes
comportamiento de los cuerpos celestes, independientemente del rótulo cüa^ativáméñté diferentes: algunas plenamente científicas (las "cien-
profesional que ostente la persona que la practica. cias exactas"), otras - 'casi científicas, y otras sólo pseudocientíficas.
La costumbre de ver a la "ciencia" como un vasto terreno dividido dejar de identificar la ciencia con una u otra de sus técnicas,
en un número de "campos," cultivado cada uno por su correspon- tales como la experimentación. Debemos, en suma, considerar la ^ciencia
diente gremio de nombre apropiado, tiene una cierta justificación por como un modo de conducta, como un modo de interpretar la reali-
su utilidad y conveniencia. Pero tiende a obscurecer la naturaleza de la dad, antes que como una entidad en sí misma, como un segmento de
ciencia como medio pax a ni terpretar Ta realidad y siembra confusión tal realidad.
tanto entre hombres de ciencia como entre legos. El uso del vocablo La ciencia distingue entre seres vivos, sensibles, por una parte, y
ciencia como substantivo, aparte de llevar hacia disputas jurisdicciona-
un mundo externo independiente dé los organismos sensibles, por la
les —el estudio de la delincuencia juvenil ¿pertenece a la sociología o

* Las referencias han sido agrupadas por capítulos y aparecen en las últimas • " . . . creo que la ciencia social es como algunos guisos de liebre, tienen de
páginas del libro. todo menos liebre." E. A. Hooton, en su libro Apes, Men and Morons, pág. 62.
otra.* En este contexto la realidad comprende las interacciones pro- entre los hechos es temporal-formal. Pero con ayuda de un análisis
ducidas entre los organismos y el mundo externo. Como tal puede puramente lógico podemos descomponer el proceso en sus aspectos
ser considerada en forma singular o plural. Se la puede imaginar temporal y formal; aun cuando son verdaderamente inseparables, nos
como la totalidad de la interacción, o experiencia, del organismo; o podemos ocupar en uno de ellos excluyendo el otro. Podemos distin-
puede ser descompuesta y analizada en sus partes componentes. En guir así tres clases de procesos, uno primario, el temporal-formal, y
el nivel perceptual la realidad es descompuesta en impresiones de los dos secundarios y derivados, el temporal por una parte, y el espacial,
sentidos -olores, sabores, colores, sonidos, etc. En el j i v e l conceptual o formal, por la otra. En la primera categoría trataremos a los hechos
es analizada con ayuda de instrumentos de símbolo- palabras, sím- considerándoloscómo relacionados entre sí por intervalos de espacio-
bolos matemáticos, etc. Materia, energía, tiempo, espacio, movimiento, tiempo. En las otras dos veremos en un caso el intervalo (o relación)
etc., son dispositivos conceptuales con los que analizamos la realidad únicamente en su aspecto temporal; y en el otro caso sólo se tratará
y en términos de los cuales hacemos nuestros ajustes con ella. Materia, el aspecto espacial, o formal, del intervalo.
energía, tiempo, movimiento, y así sucesivamente, no son por lo tanto La labor de la ciencia debe adaptarse a la estructura de la realidad;
entidades separadas e independientes, sino aspectos o fases de una sus herramientas deben ser formadas y sus técnicas ordenadas de
realidad común. Po,demos también descomponer el total de la realidad, modo tal como jjara aprehender eficazmente la realidad y hacerla inte-
hasta el punto en d o n d e la podamos experimentar, en partes com- ligible para nosotros. Ello significa, en consecuencia, que es menester
ponentes equivalentes, o "unidades," a las que entonces llamamos que tengamos tres maneras de hacer ciencia: una que capte totalmente
hechos:ta experiencia es por lo tanto imaginada por nosotros, por una la propiedad de espacio-tiempo de la realidad, y dos maneras auxi-
parte, como algo único, como una totalidad, y por la otra como un liares y derivadas, adaptada cada una para tratar uno de los dos
número infinito de partes, o hechos. aspectos de esta propiedad, a saber, espacio y tiempo. Se hallará que
"Todo y partes" significa relaciones. La "relación" es también el total de la "ciencia" o del hacer ciencia puede ser asignado a una u
otro dispositivo conceptual, un instrumento de símbolo, con cuya ayu- otra de estas tres categorías; aparte estas tres, no hay otra manera de
da hacemos inteligible la experiencia hasta u n cierto grado, y por hacer ciencia.
medio del cual efectuamos nuestros ajustes con el medio ambiente cir- "IJistoria" es aquella manera de hacer ciencia en la que los hechos
cundante. Los hechos están relacionados entre sí. ¿Pero cómo? son tratados en términos de sus relaciones temporales solamente. Cada
" T o d o "hecho que ocurre en el mundo es determinado por las hecho es único. Hay algo que la historia no hace nunca, y es repetirse:
coordenadas espacíales x, y y z, y la coordenada de tiempo t."3 La Lincoln fue asesinado sólo una vez. Los hechos mismos que constituyen
relación fundamental, o "intervalo," que media entre los hechos es la historia están relacionados entre sí indudablemente de otra manera
una relación de espacio y tiempo. En tanto que espacio y tiempo eran que la temporal. Esto debe ser cierto por necesidad dado que toda
vistos antiguamente como propiedades del mundo externo e indepen- clase de relaciones son igualmente atributos de una realidad común.
dientes entre sí, hoy se los considera como meros aspectos de la pro- Pero al "hacer historia" elegimos arbitrariamente para nuestra consi-
piedad básica y primaria, espacio-tiempo. Como dijo Minkowski: deración el tejido conjuntivo del tiempo, y con la misma arbitrarie-
"Los conceptos de espacio y tiempo que deseo presentar han nacido dad ignoramos las relaciones de espacio.*
en el campo de la física experimental, y allí reside su fuerza. Son radi- Este__proceso de reducir la experiencia concreta a abstracciones
cales. De aquí en adelante tiempo y espacio, como entidades aisladas, artificiales, o, para expresarlo con mayor exactitud, el acto de substi-
están condenados a convertirse en meras sombras, y sólo una- especie tuir conceptos, "libres invenciones del intelecto humano" (como dijo
de unión de ambos conservará una realidad independiente." 4 De ese Einstein), por las experiencias concretas de los sentidos, 5 no sólo es.
modo la realidad nos pone, en el pensamiento moderno, ante un inevitable, sino qüéles la esencia misma del hacer ciencia.
continuum de cuatro dimensiones; el proceso de realidad en el cual
La "historia", o el aspecto temporal de la experiencia, es coexten-
son manifestados los hechos es un proceso temporal-espacial (o tem-
siva con la realidad; es una propiedad común de los fenómenos perte-
poi al formal)".
De esta manera la relación primaria y fundamental que existe e
Quienes llevan el rótulo de "historiadores" se ocupan en verdad de otras
relaciones aparte la temporal: desean saber dónde fue asesinado Lincoln y también
* "La creencia en un mundo externo independiente del sujeto percipiente es cómo y cuándo. Para nuestras finalidades presentes sería tal vez más adecuado decir
la base de toda ciencia natural." Einstein, 1934, pág. 60. "proceso temporal" antes que "historia".
necientes a los órdenes inanimado, biológico y cultural. Las estrellas, con el principio tiempo. Las relaciones espaciales, aun cuando verda-
el sistema solar, la tierra, ríos, granito, plantas y animales, especies e deramente existentes en Tstos"~Kechós, son dejadas de lado: en la
individuos, costumbres e instituciones, todos tienen su historia res- historia del pensamientA carece de toda importancia que Newton
pectiva. La_ astronomía, física, geología, psicología, sociología y antro- medite debajo de un manzano o en su lecho. De modo análogo,
pología son por lo tanto, al menos en parte, ciencias "históricas". No cuando se Trata de relaciones espaciales, es decir, de estructura y fun-
hay antagonismo ni siquiera distinción entre historia y ciencia: historia ción. las relaciones temporales, inseparables de estos hechos en la
es sencillamente una manera de hacer ciencia ya sea en la geología o realidad objetiva, son aquí divorciadas por el análisis lógico: la estruc-
en la sociología. Rehusarnos a aceptar esta conclusión nos obliga a dar tura del cristal, la oxidación del hierro, respiración, cobardía, socieda-
por cierta su alternativa: " U n astrónomo es un hombre de ciencia des secretssrpueden ser estudiadas sin referencia a relojes o calendarios.
cuando trata acerca de un proceso de repetición y no temporal, pero Pero en el proceso temporal espacial, las relaciones temporales y
cuando se ocupa de una sucesión cronológica de hechos (como por espaciales 'soiTamBás simultáneamente significativas. Y no es un caso
ejemplo la historia del sistema solar) deja de ser hombre de ciencia." de tiempo y espació —"aparecido del sur al amanecer... y Sheridan a
Los hechos se hallan relacionados entre sí espacialmente, y podemos una distancia de veinte millas." El historiador corriente desea saber
considerar la realidad en términos de relaciones espaciales, o formales, no sólo que Napoleón sostuvo combates, sino también cuál fue el
ignorando el aspecto tiempo. escenario de los mismos. El zoólogo y el etnólogo están interesados
en la distribución de las especies y los rasgos culturales así como en su
Las, relaciones espaciales existentes entre los hechos pueden ser
historia. Estos son ejemplos de u n interés simultáneo por las relaciones
consideradas ya sea como constantes o variables. Los hechos, u objetos
tanto temporales como espaciales. Pero no constituyen ejemplos de rela-
materiales, cuyas relaciones espaciales mutuas sÓir"cóñsidéradas como
ciones temporal espaciales. Hidrógeno -(- oxígeno = hidrógeno -f- oxí-
coñitañt^'~coñ^títüyeñ~'uiia estructura. Esta propiedad es característica
geno; t -j- s = t -j- s. Pero hidrógeno x oxígeno =: agua ( H 2 0 ) ; t * s =
de todas las fases de la realidad. En los niveles inanimado, biológico
ts. El proceso temporal espacial no es entonces equivalente a una
y cultural se manifiesta en formas tales como átomos, , moléculas, es-
organización de fenómenos de espacio y tiempo; no es la suma
trellas, constelaciones, planetas, órbitas, estratos, los elementos; en
de estos factores sino su producto.
esqueletos, huesos, músculos, órganos, cuerpos, miembros; en familias,
clanes, sociedades, gramáticas, constituciones. Cuando J a s relaciones Resulta interesante hacer notar, de paso, que en muchos casos
espaciales que unen un número de hechos, u objetos materiales, son donde se trata de relaciones temporales y espaciales, una de ellas es
consideradas como variables, entonces nos referimos a una función. de importancia sólo en términos de la otra. Es así como el grosor de
Esta propiedad se manifiesta similarmente en todos los niveles de la un estrato geológico, medido en metros, indica su edad medida en
realidad como conducta atómica, molecular, meteorológica, astronó- años. Análogamente, la distribución de una especie animal o vegetal
puede indicar la edad de la misma: cuanto más extensa la distribu-
mica; como procesos fisiológicos y psicológicos; y, en el nivel supra-
ción tanto mayor la edad. Y, valiéndose del mismo principio, en
biológico, como procesos culturales. De esta suerte el físico, químico,
muchos casos el antropólogo ha sido capaz de reconstruir la historia
astrónomo, geólogo, zoólogo, botánico, fisiólogo, psicólogo, sociólogo,
de una herramienta, mito, costumbre o institución infiriéndola de su
lingüista, antropólogo cultural, etc., se encuentran todos ocupados con
distribución geográfica. 6 Y, por supuesto, nuestros relojes miden el
el aspecto espacial o formal * (no temporal) de la realidad, en sus
tiempo por medio del movimiento repetido de un mecanismo a tra-
aspectos estructurales o funcionales, o en ambos.
vés del espacio.
Llegamos ahora a la tercera clase de relación o proceso: la tem-
Pero el proceso temporal formal es algo más que un asunto de las
poral espacial. Es parecida a los dos procesos precedentes, pero dife-
relaciones temporales y formales, consideradas ya sea solas o una en
rente de cada uño de ellos. T a l como ya hemos notado, las tres clases
términos de la otra. Es uno en el cual tiempo y espacio, o forma, son
de relaciones están todas siempre comprendidas en cualquier serie de
ambos significativos, un proceso en el cualj'ambos son integrados en
hechos verdaderos, en cualquier fase de la realidad. El proceso tem-
un hecho único e indiferenciado|
poral (o "historia") es una disposición selectiva de hechos de acuerdo
El proceso temporal formal es un proceso de evolución o desarro-
* Estructura y función no están confinados al reino del espacio métrico. llo. Se distingue del proceso temporal por una parte, y del proceso
Estructura o forma son una característica de sistemas no espaciales tales como len- formal por la otra. Al igual que los otros, este proceso es inherente a
guaje, música, sistemas de parentesco, organización social, poesía, y asi sucesivamente.
toda experiencia y se manifiesta en todos los reinos de la realidad,
una vez; el radium se descompone sólo una vez; las estrellas "mueren"
inanimada, Biológica y cultural. Tenemos' así evolución estelar y cós-
sólo una vez.* El crecimiento es también u n proceso temporal espa-
micá, evolución biológica y evolución cultural. Este proceso difiere
cial; el término es sin embargo aplicado generalmente a individuos
de los procesos temporal y formal debido a que en el proceso evolu-
antes que a clases. El crecimiento es un proceso que no se repite: uno
tivo y tiempo y espacio están ambos comprendidos integralmente, se
es niño una sola vez —la segunda infancia es siempre una novedad
hallan fundidos, son inseparables. La evolución es una "alteración
Aun a riesgo de incurrir en una redundancia, vale la pena, por
temporal de formas." Una comparación de estos tres procesos permiti-
razones de mayor claridad, volver a destacar la naturaleza de las
rá diferenciarlos mejor entre sí.
distinciones que se acaban de establecer. En realidad, cada hecho tiene
Eljgrocesp_ temporal no es de repetición. En la secuencia o proceso un carácter de cuatro dimensiones y ocupa su lugar en un continuum
que es temporal (y sólo temporal)), cada hecho es único. Las mon- de espacio-tiempo de cuatro dimensiones. De ese modo la gota de
tañas del Himalaya fueron formadas una sola vez, hay una sola lluvia es un hecho dentro del proceso de la evolución cósmica, y
formación W ü r m de glaciares, cada gota de lluvia es única, cada podemos considerarlo como tal. Pero lo podemos situar también en
movimiento de toda criatura viviente se distingue de todo otro movi- otros contextos: en un contexto puramente temporal, o en otro total-
miento,* Juana de Arco fue quemada sólo una vez, cada reunión del mente desprovisto de carácter temporal (en el que sólo consideramos
centro feménino de costura es un hecho único. El proceso espacial, o la alteración ocurrida en las relaciones espaciales existentes entre la
funcional, por ser no temporal es de repetición; sistemas de montañas» gota de lluvia, la Tierra, las nubes, etc.). Estos contextos son, por
pueden ser formados repetidamente; una edad de hielo puede seguir a ^ supuesto, "Üispositivos de nuestra propia factura. Son puntos de vista
otro edad de hielo, las gotas d e lluvia pueden caer una y otra vez, el elegidos arbitrariamente y desde los cuales observamos y consideramos
agua se congela, el hielo se derrite y el agua se congela de nuevo, la realidad; son las formas, los canales, por así llamarlos, dentro de
el metal puede ser fundido muchas veces, los monos estornudan, los los cuales hacemos ciencia.
hombres mueren, los insurrectos son ejecutados, los precios suben, El proceso formal es tanto reversible como de repetición. El agua
bajan y suben otra vez, sociedades y clubes son organizados en toda se congela, el hielo se derrite; el hierro se oxida, el óxido de hierro se
época. El proceso evolutivo, por tener en parte un carácter temporal, descompone; el heno se convierte en carne; la carne puede ser nueva-
tanapocb.es de repetición;** un réptil se convierte en mamífero sólo mente heno; revuelta y reacción son procesos cíclicos y opuestos en la
sociedad; los precios suben y bajan, etc. Pero el orden temporal de
* Podrían ser. En realidad, generalmente no lo son, por el hecho de que tales
distinciones, salvo casos raros —como, por ejemplo, la coz verdadera o imaginaria los hechos sigue inmutable; no j>uede ser invertido. Unicamente en
de la vaca de la señora O'Leary que inició el gran incendio de Chicago, o el A Través del Espejo las reinas emiten un chillido antes de ha-
graznar de los gansos que "salvaron a Roma"—, no tienen significado para nosotros
como seres humanos ordinarios. Pero para una filosofía de la ciencia, el estornudo berse pinchado los dedos, o Alicia sirve la torta antes de haberla cor-
de un mono anónimo en las profundidades de una selva es, para ilustrar lo único tado en porciones. El proceso evolutivo, por ser temporal así como
de cada hecho en una serie temporal, tan importante como el nacimiento de Cristo formal, es análogamente irreversible. Las estrellas no vuelven a ab-
o la muerte de César.
sorber energía luego de haberla emitido, los mamíferos no vuelven a
** En realidad, esto puede depender del punto de vista de uno, o más exacta- ser reptiles, jamás volverán los días en que florecieron las órdenes
mente, del alcance temporal de la visión de uno. Para nosotros, el proceso cósmico
parece ser de carácter evolutivo:' el universo se expande (se puede suponer), o la de caballería, "hazme un niño otra vez sólo por esta noche" es un
materia se transmuta en energía. El proceso parece poseer un carácter temporal pedido imposible.
formal: no repetido e irreversible. Pero esta apariencia puede ser una ilusión
debida a los límites temporales de nuestra observación. Si el período fuera más El proceso histórico y el proceso evolutivo se asemejan por su
prolongado, suficientemente más prolongado, el proceso cósmico podría revelarse carácter temporal, es decir, que no se repiten y son irreversibles. Pero
como una repetición: una era. de contracción puede suceder a una era de expansión,
y así sucesivamente, en una serie sin fin de pulsaciones; la materia puede ser por ella no es de repetición, así como la estrella en extinción o la descomposición
transmutada en energía y ser congelada otra vez en materia, la vibración sin fin del radium representan para nosotros procesos que no son de repetición. Por lo
de un péndulo cósmico. De este modo, para una criatura que comparada con tanto, que un proceso sea denominado de repetición o evolutivo dependerá de
nosotrbs tuviera un período de observación infinitesimalmente corto, el carácter la unidad de medida. Cualquier proceso de repetición está compuesto por una
repetido y rítmico de la respiración o los latidos del corazón, o la oxidación del secuencia de hechos que en sí no se repiten. Inversamente, cualquier proceso de
hierro, podría. parecer de tipo evolutivo, pues al ver sólo una parte pequeña del repetición es sólo un segmento de un proceso más grande de carácter evolutivo.
proceso, sin conocer su comienzo y su fin, tal criatura imaginaria observaría nada
más que la alteración temporal de una forma, y podría afirmar que no es un * Duplicación no debe ser confundido con repetición: en muchas especies ani-
proceso de repetición. Y además estaría en lo cierto, pues el proceso observado males diferentes hay transiciones de reptil a mamífero. Trátase de duplicaciones,
no de repeticiones.
de energía, o la transmutación de materia en energía, la muerte de
así como el proceso histórico es meramente temporal, el proceso evo-
una estrella. De modo análogo, en el reino biológico, la narración del
lutivo es también formal: es una secuencia temporal de formas. Desde
específico errar por la faz de la Tierra, las luchas, mezclas, vicisitudes,
un punto de vista histórico, Éli Whitney y el invento de la desmo-
etc., de las varias especies y razas del hombre, es una historia comple-
tadora de algodón son hechos inseparables dentro de una secuencia
tamente diferente de la de una explicación detallada del proceso
cronológica. Pero si Whitney hubiera muerto en su cuna, el proceso
evolutivo.
evolutivo expresado en la tecnología habría producido una máquina
para desmotar algodón. De la misma manera, si bien Lincoln está N.Qs_hem_os referido hasta este punto a los reinos, o niveles, orgá-
enlazado históricamente a la emancipación de los esclavos y Darwin nico, inorgánico y superorgánico de la realidad como si estas distin-
a la formulación de ciertos principios biológicos, los procesos de evo- ciones pudieran ser dadas por sentadas. Unas pocas palabras sobre este
lución político-económica habría alcanzado lo uncT"im Lincoln así tema resulten tal vez convenientes para aclarar la exposición y hacerla
como la evolución del pensamiento habría alcanzado lo otro sin Dar- más completa.
win. El inVento del cálculo infinitesimal, que tomó lugar casi simul- Las distinciones entre estos niveles, o estratos, de la realidad son
táneamente, y de manera independiente, en las actividades de Newton válidas, y son fundamentales para la ciencia. Los fenómenos de estos
X.;I^jbaÍz.-.ÍBfi_líi. expresión lógica de un proceso de desarrollo, es tres niveles no difieren entre sí por el hecho de estar uno compuesto
decir, fue la emergencia de una nueva forma matemática nacida de por una clase de substancia básica, otro por una clase diferente. Difie-
formas previas. Así como el invento del cálculo infinitesimal no de- ren en la manera en que sus partes componentes están organizadas
pendió únicamente de Newton o Leibniz, tampoco era necesariamente respectivaiaente en íormas o estructuras. Se puede suponer básicamente
dependiente del esfuerzo conjunto de ambos; se habría producido que toda la realidad está hecha de un material común; las diferencias
igualmente aun cuando Newton y Leibniz hubieran desaparecido am- de las varias manifestaciones de la realidad se deben a diferencias en
bos en su infancia. El desarrollo de las matemáticas, así como el de la las formas con las que nos enfrenta la realidad. En el infinito orden
tecnología o la medicina, es un proceso evolutivo:* jiuevas formas de variación específica hay clases de formas. Física, biológica y cultural
nacen de formas anteriores. Pero en qué persona y s u l a b ó r ha de son rótulos para tres clases cualitativamente diferentes y científica?
aparecer una nueva forma, y cuándo y dónde ha de ocurrir tal apa- mente importantes de formas de realidad.
rición, es asunto que pertenece sólo al contexto de la historia. Desde
el punto de vista del proceso evolutivo, todo hecho histórico es un La_oategorí_a física está compuesta por fenómenos o sistemas no
accidente e imprevisible en un sentido. Podemos predecir que se ha- vivientes; la biológica, por organismos vivos. La. categoría, u orden,
llará cura para el cáncer, pero anticipar quién hará d descubrimiento cultural de fenómenos comprende hechos que depeñden de una facul-
y cuándo es imposible. Que las naciones europeas se enredarán nueva- tad peculiar de la especie humana, a saber, la capacidad de _usar
mente éñ una gran guerra en el futuro próximo es una predicción que símbolos. Estos hechos son las ideas, creencias, idiomas, herramientas,
puede resultar bastante acertada; el desarrollo de las fuerzas tecnoló- utensilios, costumbres, sentimientos, e instituciones que constituyen la
gicas, económicas, políticas y militares hace inevit ble tra guerra. civilización —o cultura, para usar el término antropológico— de cual-
Pero quién lanzará la chispa que hará estallar la conflagración, y quier"pueblo, independientemente de tiempo, lugar, o grado de des-
cuándo y dónde —qué archiduque u oficial será muerto de un tiro, arrollo. La cultura pasa de una generación a otra, o una tribu la
cuándo, dónde y por quién— es algo absolutamente imposible de decir. puede tomar libremente de otra. Sus elementos interactúan entre sí
El pasaje de una estrella, que desprende del Sol un gigantesco fila- de acuerdo con principios que les son propios. La cultura constituye
mento con el cual fueron formados los planetas de nuestro sistema así una clase suprabiológica, o extrasomática, de hechos, un proceso
solar, es un hecho, un hecho histórico; el proceso es un proceso his- sui generis. Este orden de fenómenos lo analizaremos con cierta exten-
tórico en el cual hechos específicos y rigurosamente únicos toman sión en el siguiente capítulo titulado El Símbolo.
lugar dentro de un contexo puramente temporal. Pero se trata de un Un examen no más que somero de estas tres categorías ya revela
proceso por completo diferente de aquel de una evolución cósmica o el hecho de que Jos fenomenos biológicos y culturales son sólo clases
galáctica, tal como el ilustrado, por ejemplo, por la distribución igual particulares de organización de hechos en las categorías inanimada, y
biológica y física, respectivamente. De este modo, una planta o animal
no es más que una forma peculiar de organización de carbono, oxí-
• Es interesante destacar que Einstein e Infeld han publicado una obra titulada geno, calcio, etc. Análogamente, un fenómeno cultural es sólo una
"La Evolución de la Física" y no "Historia de la Física".
manifestación de fenómenos biológicos (seres humanos) e inanimados Observamos así que tenemos tres cualitativamente distintos niveles
organizados de una manera especial. Los hechos ocurridos en el nivel o estratos de fenómenos: el cultural, que se caracteriza por el símbolo;
(pues niveles, o estratos, es lo que estas categorías son en realidad) el Biológico. caracterizado por, la célula: y el tísico, caracterizado • «por
biológico pueden, por lo tanto, ser tratados en términos de fenómenos el átomo, protón, electrón, onda, o cualquier otra unidad o unidades
inanimados: una planta o un animal es tal cantidad de carbono, nitró- por las que se decida el^físico.
geno, hidrógeno; tienen peso, caen como una piedra, pueden ser conge- ""Hay sin embargo casos en que nuestros fines no son servidos
lados, transformados por acción del fuego, y así sucesivamente. Del mis- manteniendo las distinciones entre los tres niveles mencionados. Puede
m o modo, un hecho cultural —un hombre que hace un juramento cris- que queríamos indagar la relación existente entre un nivel y otro. Las
tiano al asumir un cargo p ú b l i c o - puede ser tratado en términos de indagaciones^ de esta clase, demás está decirlo, son tan legítimas y
sus gestos, vocales y manuales, y éstos, a su vez, junto con el libro potencialmente provechosas como cualquier otra. Es así como la
sobre el cual se hace el juramento, pueden ser tratados en términos de bioquímica" explora"la relación que media entré lo inanimado y lo
las propiedades acústicas, mecánicas, físicas y químicas de la Biblia, viviente. Investigaciones similares apuntan hacia la relación existente
etcétera., etcétera. entre los niveles biológico y cultural. Tómese por ejemplo el complejo
Pero el hecho de que los fenómenos de una categoría (excepto, por de Edipo del psicoanálisis. El amor que un niño siente por su madre»
supuesto, la primera, la inanimada) puedan ser "reducidos" a la cate- y el odio u hostilidad mostrado hacia su padre, son por supuesto u n a
goría o a las categorías que le siguen para abajo, no destruye las catego- reacción de su organismo. Pero estas actitudes son también funciones
rías mismas ni significa un desmedro para su distintividad. Meteoros, de la cultura dentro de la cual nació. Su cultura no sólo encauza la
proyectiles, pterodáctilos, pájaros, ardillas, peces, murciélagos, abejas y expresión de estas emociones sino que juega a la vez un papel en su
aeroplanos "vuelan" por el aire. U n físico podría referirse a cada evocación. La actitud de u n niño hacia sus padres no será en una
caso considerándolo como un cuerpo material, en términos de masa, sociedad patriarcal igual a aquella de una organizada matrilineal-
impulso, aceleración, resistencia atmosférica, y así sucesivamente. Vistos mente, o de otra que reconoce igualmente a ambas líneas de ascen-
sencillamente como cuerpos materiales, el hecho de que algunos sean dencia. Dfe_ese modo el complejo de Edipo o Electra, así como todo
animados e inanimados otros, carece, por supuesto, de importancia. Pero otro ejemplo de conducta humana —es decir, conducta humana a
meramente porque esta distinción carezca de importancia para el físico diferencia de j c o n d u c t a n o humana o subhumana; un estornudo, pos-
no. significa que no tenga sentido en otros sectores de la ciencia. Por ejemplo, no tiene nada peculiarmente humano— está compuesto por
el contrario, una organización de hechos no puede ser comprendida elementos extraídós de dos categorías diferentes: la biológica y la cul-
cabalmente si no se la interpreta en el nivel de su organización. Es u n rtural. La fórmula para la conducta humana es: Organismo humano x
hecho, naturalmente, que abejas, proyectiles y murciélagos están com- | estímulo cultural —» conducta humana,
t. . .
puestos por átomos y moléculas, y este hecho no está desprovisto de Los estudios relacionados con la erosión del suelo pueden inquirir
significación. Pero no podemos apreciar la diferencia entre abejas y la relación que existe entre cosas tales como métodos de cultivo o pas-
proyectiles, por una parte, y entre abejas y murciélagos, por la otra, toreo, la industria maderera, precios de los materiales de construc-
sí sóícT16ma"ñissnen~c'uenta' la organización física. Los organismos vivos ción, y reforestación; la cantidad y frecuencia de las lluvias, estructu-
comülúyéñ un orden distinto de sistemas materiales y es menester ras de desagüe naturales y artificiales; vientos y legislación. La bús-
interpretarlos como tales. Los sistemas culturales están compuestos por queda de un material capaz de destruir plagas vegetales o animales
hechos psicofísicos, pero no podemos entender una cosa tal como puede implicar relaciones entre los tres niveles: el precio de los . ar-
prestar juramento y distinguirla de una fórmula para fabricar cer- tículos de consumo, los organismos biológicos y las drogas capaces
veza con sólo saber que cada uno de ellos comprende reacciones neuro- de exterminarlos.
sensorio-musculares y que éstas se hallan compuestas a su vez por También en este caso, el que nos refiramos a la realidad en tér-
partículas y procesos atómicos y moleculares. Con todo lo esclarecedor minos de distintas categorías, o niveles, de fenómenos, o en términos
q u e puede resultar el reducir sistemas de un nivel a los hechos del de las relaciones que. median entre ellos, dependerá de nuestros fines
tiivel que sigue inmediatamente para abajo —lo que es indudable- y propósitos. Ambos enfoques son igualmente legítimos y potencial-
mente yalioso— cada orden de hechos, cada clase de sistema, debe ser mente provechosos.
comprendido también en su propio nivel. Tenemos, en suma, dos clasificaciones de la realidad que se cor-
tan perpendicularmente entre sí: una está relacionada con estruc-
turas (el átomo, la célula, el símbolo), la otra con procesos (temporal, formal funcional tenemos estudios de morfología y función; pertene-
formal, y temporal formal). Obtenemos así nueve categorías en las cen aquí los aspectos no temporales y de repetición de la anatomía,
cuales toda realidad y toda manera de hacer ciencia pueden ser divi- fisiología y psicología. Y, en la categoría temporal formal, tenemos
didas lógica y congruentemente, como lo indica el siguiente, esquema. la evolución de formas en general, de géneros, especies, variedades en
J- particular. El crecimiento de un individuo cabe también dentro de
esta categoría.
TEMPORAL ESPACIAL TEMPORAL ESPACIAL
La biografía, historia de un individuo humano, debe ser conside-
rada eSTÍa mayoría de los casos como versando sobre los niveles tanto
CULTURAL "Historia", historia Evolución cultural. Procesos no tempo-
V" rales y de repetición,
biológico coTno cultural, dado que nuestro interés por un individuo
de la cultura, 0 his-
toria de la civiliza- propios de la socie- humano se halla rara vez, por no decir nunca, divorciado de la cul-
ción. dad humana y de- tura en la que tiene su existencia humana. Ocurre lo mismo con in-
terminados cultural-
ménte. d i v i d ii o s i m p o r t a n t e s del mundo de los animales subhumanos o de las
plantas: la vaca que provocó el incendio de Chicago, los gansos que
BIOLÓGICA Historia racial del Evolución biológica. Procesos no tempo- salvaron a Roma, la loba que amamantó a Rómulo y Remo, el caballo
tionabre. Crecimiento de los rales y de repetición Man o'War, la cicuta que mató a Sócrates, cada uno de ellos es
ftistoria de especies individuos. en la conducta orgá- significativo sólo en la medida en que entra en el contexto de la
y'génerog animales y~ nica: intraorganismal
vegetóles. (fisiología), extraor- historia cultural humana.
ganismal (psicología). En el nivel cultural tenemos la historia de la cultura; una consi-
deración de naciones, reinos, tribus, instituciones, herramientas, ideas,
FÍSICA Historia del sistema Evolución cósmica, Procesos no tempo- creencias, etc., dentro del contexto temporal. Al contexto formal fun-
.. .... solar, de la Tierra, solar, estelar, galác- rales y de repetición
de un continente, tica. en la física, química, cional corresponden los estudios de "morfología social" en sociología,
sistema de montañas, Desintegración de astronomía. , antropología cultural, y otras "ciencias sociales." Las llamadas escue-
rio, gota de agua,_un substancias radiacti- las funcionalistas de la antropología cultural —Radcliffe-Brown, Mali-
grano de arena. vas.
nowski y sus respectivos discípulos y colaboradores— y la escuela de
sociología "de Chicago", representada por R. E. Park y E. W. Burgess
y sus discípulos, pertenecen a este contexto. En la categoría básica,
En el nivel inanimado hallamos historias cósmicas y galácticas (tal aquella de la evolución de la cultura, por el momento no tenemos vir-
como son o pueden ser), la historia de nuestro sistema solar, la his- tualmente nada. Luego de una lucha vigorosa y acre la filosofía de
toria de la Tierra o un continente, una cadena de montañas, un río, la evolución conquistó el campo biológico, pero,- a p e s a r d e u n o s
o hasta un copo de nieve, comprendidas dentro del contexto pura- pocos y breves avances, fue derrotada en el nivel cultural. Unos pocos
mente temporal. En el contexto iffti mfll f nnriojiji.l tenemos los aspectos gigantes como Herbert Spencer, E. B. I j d o r y L. H. Morgan, en los
no temporales y de repetición, estructurales y funcionales de la astro- días prósperos del evolucionismo, allá por la segunda mitad del siglo
nomía, ía geología, la química y la física. Y en la categoría primaria, pasado, fueron capaces de ocupar por un tiempo el campo cultural.
la -temporal formal, de la cual las otras dos no son más que aspectos, Pero los antievolucionistas reconquistaron el campo y lo han con-
tenemos la evolución cósmica, galáctica, estelar, 7 y solar, y la descom- servado victoriosos en lo que va de la presente centuria. Por cierto
posición de las substancias radiactivas. que Morgan y Spencer cometieron ambos errores en el uso de su
En el nivel biológico, en el contexto puramente temporal, tenemos filosofía, pero la equivocación hecha en el empleo de una herramien-
las historias de plantas y animales, de géneros, especies e individuos, ta no significa que la misma deba ser desechada por inútil. Sin em-
tanto humanos como no humanos. Lo que más nos importa de esta bargo, los antropólogos culturales —y mucho, sociólogos— han recha-
categoría es, probablemente, el ser humano: nos preocupan honda- zado la filosofía del evolucionismo al repudiar los errores de algunos
mente los* problemas del origen, difusión, extinción, mezclas de las evolucionistas. Pero la victoria ganada por los antievolucionistas en el
varias especies y razas de la humanidad. Pero un interés igual en nivelcultural es sólo temporaria. A medida que la ciencia social ma-
plantas y animales subhumanos no es insignificante. En la categoría dure, el concepto básico de la ciencia y la filosofía, que la realidad
es temporal y formal en su carácter, ganará acceso al nivel cultural
tal como lo ha hecho en los niveles biológico e inanimado.
Se deberá notar, por supuesto, que l6s~ñomHres~ convencionales
usados para "las ciencias" no cuadran del todo con nuestro sistema
de categorías. Pero ello es perfectamente comprensible: los términos
física, zoología, sociología, etc., han entrado en uso conforme crecía la
ciencia, y este crecimiento ha sido más o menos accidental. Los con-
ceptos de tiempo y espacio existieron mucho antes de que se descu- CAPÍTULO SEGUNDO
briera que tiempo y espacio no son más que aspectos de una tercera
cosa para la que no hay un nombre más adecuado que espacio-tiempo. E L SÍMBOLO
Pero el hecho de que los nombres de "las ciencias" no correspondan
con nuestras nueve categorías dé ningún modcTrestá~val!dez a las cá^ Origen y base de la conducta humana
tegorías. La madurez de la ciencia en cualquier campo puede ser "En la Palabra está el comienzo ... el comienzo del Hombre y la
valuada bastante exactamente por su vocabulario: conforme crece, Cultuia."
"una ciencia" desarrolla su terminología propia. Esto ha tomado lugar
extensamente en las ciencias físicas y biológicas. Y en la actualidad I
palabras tales como instinto, inteligencia, raza, sociedad, han demos-
trado ser tan difíciles de usar que es probable que sin demora dejen En julio de 1939 se celebró una reunión en la Universidad Lelanü
el lugar a una terminología más efectiva. Stanford para conmemorar el centésimo aniversario del descubrimiento
Para el trabajador científico, términos tales como psicología, botá- •de que la célula es la unidad básica de todo tejido nuevo. En la ac-
nica, química, etc., continuarán indudablemente siendo útiles y satis- tualidad estamos comenzando a comprender y apreciar el hecho de que
factorios, salvo hasta el punto en que otras divisiones del trabajo y el. símbolo es la .unidad básica de tqda-conducta humana y civilización.
la especíalización hagan necesario el empleo de nuevos términos. Pero TodaTconductaliumana se origina en el uso d e"'sím bol os, F u e é 1
para el pensador, para el filósolo de la ciencia, se requieren nuevos símbolo que transformó nuestros antepasados antropoides en hombres
términos técnicos. No tengo la presunción de proporcionar nombres y los hizo humanos. Todas las civilizaciones han sido generadas, y
para nuestras nueve categorías. Pero, dado que representan un aná- son perpetuadas, sólo por el empleo de símbolos. Es el símbolo que
lisis lógico y realista del campo, parece probable que a medida que transforma un infante de Homo Sapiens en un ser humano; los sor-
estas categorías invadan más y más el pensamiento sistemático, even- domudos que crecen sin el uso de símbolos no son seres humanos.
tualmente recibirán nombres. Toda conducta humana consiste en el uso de símbolos o depende de
tal uso. La conducta humana es conducta simbólica; la conducta sim-
bólica es conducta humanaT'EI's'ímbolo es e l universo de la humanidad.

II

El gran Darwin declaró en La Descendencia del Hombre que "no


hay diferencia fundamental entre el hombre y los mamíferos superio-
res en lo relacionado con sus facultades mentales," que la diferencia
entre ellos consiste "únicamente en la casi infinitamente mayor capa-
cidad del hombre para asociar entre sí ios sonidos e ideas más diver-
s o s . . . los poderes mentales de los animales superiores no difieren
en clase, aunque sí mucho en grado, de los correspondientes poderes
del hombre (capítulos 3, 18; el subrayado es nuestro).
Esta opinión de la mentalidad comparativa es compartida por entre el hombre y otros animales, tropieza ciertas veces con dificul-
tades que no puede superar y, por lo tanto, termina diciendo que la
muchos investigadores en la actualidad. F. H. Hankins, un prominente
diferencia es simplemente una de grado: el hombre tiene una mente
sociólogo, dice, por ejemplo, que "a pesar de su enorme cerebro, no
más gráñdé, "mayor poder de asociación/' un más amplio orden de
puede decirse que el hombre tenga algún rasgo mental que le sea
actividades, etc. Un buen ejempío de lo dicho ños lo brinda el dis-
p e c u l i a r . . . Todas estas superioridades humanas son meramente rela-
tinguido fisiólogo Antón J. Carlson. .Luego de notar "las presentes
tivas o representan diferencias de grado." El profesor Ralph Linton,
conquistas del hombre en ciencia, en las artes (incluyendo la oratoria),
un antropólogo, escribe en El Estudio del Hombre: "Las diferencias
en instituciones políticas y sociales," y observando "al mismo tiempo
entre hombres y animales en todos estos sentidos (conducta) _ s o n
la aparente pobreza de tal conducta en otros animales," él, como
enófmes, pero parecen ser diferencias de cantidad antes que de cali-
hombre común, "está tentado a llegar a la conclusión de que en estas
dad." Se puecTé^demostrar que entre la conducta humana y la animal
capacidades, al menos, el hombre tiene una superioridad cualitativa
lia y Tanto en común," observa Linton, "como para que la separación spbre otros mamíferos." Pero, dado que, como hombre de ciencia,
(entre ellas) deje de tener gran importancia." El Dr. Alexander Gol- el profesor Carlson no puede definir esta diferencia cualitativa que
denweiser, igualmente un antropólogo, es de opinión que "en lo tocan- existe entre el hombre y otros animales, dado que cpmo fisiólogo no
te a psicología pura, considerando la mente como tal, el hombre no la puede explicar, se rehusa entonces a admitirla — " . . . e l fisiólogo
es en realidad más que un animal de talento" y que "la diferencia no acepta que el gran desarrollo del lenguaje articulado usado por el
entre la mentalidad aquí mostrada (por un caballo y u n chimpan- hombre sea algo cualitativamente nuevo; ..."— y sugiere desampara-
cé) y aquella del hombre es simplemente una diferencia de grado." 1 damente que tal vez un día hallemos en la mente humana alguna
Es por demás obvio que hay numerosas e impresionantes similitu- nueva piedra angular", un "adicional lipoide, fosfátido o ion de
des entre la conducta del hombre y aquella del mono; es bastante potasio" que la explique, y concluye diciendo que la diferencia entre
posible que los chimpancés y gorilas de los jardines zoológicos las la mente del hombre y la del no hombre es "probablemente sólo una
hayan notado y apreciado. Bastante aparentes son también las simili- diferencia de grado." 3
tudes de la conducta humana con la -de muchas otras clases de anima-
La_tesis que nos proponemos formular y defender en estas páginas
les. Casi tan obvia, pero no fácil de definir, es una diferencia de con-
es que hay u ñ a d i f e r e n c i a fundamental entre la mente del hombre y
ducta que distingue al hombre de todas las demás criaturas vivientes.
la mente del no hombre. Esta diferencia es de clase, no de grado. Y el
Dije "obvio", pues es bastante claro para el hombre común que los ~¡
espacio que media entre los dos tipos es de suma importancia — a f m e -
animales no humanos con los que está familiarizado no pueden en- |
nos para la ciencia de la conducta comparada. El hombre usa sím-
trar y participar, pues les es imposible, en el mundo en que él, como ;
{ p É S ^ n o hay otra criatura que lo haga. Un organismo tiene la fa-
ser humano, vive. No es posible que un perro, caballo, pájaro, o hasta
cultad de usar símbolos, o no la tiene; no hay estados intermedios.
un mono, tenga algún entendimiento del significado del signo de la
cruz para un cristiano, o del hecho de que el color negro (blanco
entre los chinos) sea el color de duelo. Ningún chimpancé o rata de
laboratorio puede apreciar la diferencia que hay entre agua bendita III
Í
y agua destilada, o captar el significado de martes, 3, o pecado. Ningún
animal salvo el hombre puede distinguir un primo de un tío, o u n j i P u e d e ser definido como i¿]}a_^osa_cuyo valor _o_ signi-
primo cruzado de un primo paralelo. Sólo el hombre puede cometer 1 Jficado le es adjudicada poi q u i e a J a j í s a , Digo "cosa", pues un símbolo
el crimen de incesto o adulterio; sólo él puede recordar el día de puede tener cualquier clase de forma física; puede tener la forma de
descanso y mantenerlo sagrado. T a l como bien sabemos, no es que los un o b j c o un sabor.
animales inferiores puedan hacer estas cosas pero en menor grado que El significado, o valor, de u n símbolo no tiene en ningún caso
nosotros; de ningún modo pueden efectuar estos actos de apreciación origen o determinación en la forma física de propiedades intrínsecas:
y distinción. Según dijo Descartes hace ya mucho tiempo, "no es que el color adecuado para el duelo puede ser amarillo, verde o cualquier
los brutos tengan menos 'razón que el hombre, lo que ocurre es que otro; el púrpura no necesita ser el color de la realeza; entre los go-
no tienen absolutamente ninguna." 2 bernantes manchúes de la China era amarillo. El significado de la
palabra "ver" no es intrínseco a sus propiedades fonéticas (o grá-
Pero cuando el sabio intenta definir la diferencia mental que existe
ficas). "Buscar cinco pies al gato" puede significar cualquier cosa. asignado previamente es descubierto por primera vez; puede ser hecha
El significado de los símbolos tiene su origen y determinación en los optativamente en otro momento para ciertas finalidades. Pero una
organismos que los usaa; los organismos humanos adjudican significa- vez que se ha asignado valor a una palabra, o que se ha descubierto
do a hechos o cosas físicas, los que luego se convierten en símbolos. el valor d e t a l palabra. el significado dé la misma es, durante el usó,
"El significado de los símbolos," para usar la frase de John Locke, identificado con su forma física. La palabra funciona entonces j i ma-
"nace de la imposición arbitraría de los hombres." 4 nera de signo antes que como símbolo. .Sú significado es entonces cap-
Todos los símbolos deben tener una forma física, de lo contrario tado con los sentidos.
no podrían penetrar en nuestra experiencia.JEsta afirmación es válida Definimos el signo como un hecho o cosa física cuya función es la
independientemente de nuestra teoría de la experiencia. Aun los ex- d e indicar otra cosa o hecho. El significado de un signo puede ser
positores de la "percepción extra sensorial," que fian recusado el con- inherente a su forma física y a su contexto, tal como en el caso de la
cepto de Locke de que "el conocimiento.de la existencia de cualquier altura de u n a columna de merculTó" eiTun termómetro como indica-
otra cosa (aparte nosotros mismos y Dios) lo podemos obtener sólo ción de temperatura, o la caída de hojas en otoño. Alternativamente,
mediante la sensación," 5 se han visto obligados a trabajar con formas «1 significado de un signo puede ser simplemente identificado con su
físicas antes que etéreas. Pero el significado de un símbolo no puede forma física, tal como en el caso de una sirena de alarma o una ban-
ser descubierto con el mero examen sensorial de.su forma física. Con dera de cuarentena. Pero en todos los casos el significado del signo*
sólo mirar una x en una ecuación algebraica no podemos decir qué puede ser determinado con medios sensoriales. El hecho de que una
representa; con los oídos solos no es posible determinar el valor sim- cosa puede ser un símbolo (en un contexto) y a la vez un signo (en
bólico del compuesto fonético yes; conocer el peso de u n cerdo n o otro contexto) ha llevado a confusiones y malos entendidos.
basta para saber cuánto oro nos darán por él; la longitud de onda Por ejemplo, dice así Darwin: "Lo que distingue al hombre de los
de un color no aclara si representa coraje o cobardía, o si es una señal animales inferiores no es la comprensión de sonidos articulados, pues,
para gobernar el movimiento de peatones; ni tampoco se puede des- como bien se sabe, los perros entienden muchas palabras y frases,"
cubrir el espíritu de un fetiche con no importa cuántos exámenes (La descendencia del hombre, capítulo I I I ) .
físicos y químicos. El significado de un símbolo puede ser captado Es perfectamente exacto, por supuesto, que a perros, monos, ca-
únicamente por mediosjho sensoriales, simbólicos. ballos, pájaros, y tal vez criaturas que ocupan peldaños más bajos
La naturaleza de la experiencia simbólica puede ser ilustrada fá- de la escala evolutiva, se les puede enseñar a responder en forma
cilmente. Cuando los españoles se encontraron por primera vez con específica cuando reciben una orden vocal. El pequeño Gu a, un joven
los aztecas, nadie conocía el idioma del otro. ¿Cómo podrían los in- chimpancé usado por Kelloggs en sus experimentos, fue, durante un
dios descubrir el significado de santo o la importancia del crucifijo? tiempo, "considerablemente superior al niño en su respuesta a las
¿Cómo podrían los españoles aprender el significado de calli, o apre- palabras h u m a n a s . P e r o no se desprende de allí que no haya dife-
ciar a Tláloc? Estos significados y valores no podían ser comunicados rencia entre el significado de "palabras y frases" que capta un hombre
por la sola experiencia sensoria de las propiedades físicas. El oído mas y el que capta un mono o un perro. Las palabras son para el hombre
aguzado no puede saber si santo significa "sagrado" o "hambriento . a la vez signos y símbolos; para un perro sonTimpIémente signos,^ Ana-
Los sentidos más penetrantes no pueden aprehender el valor del agua licemos la situación de estímulo vocal y respuesta.
bendita: Sm embaigo, tal como todos sabemos, los españoles y los Un perro puede aprender a echarse cuando oye la orden "¡Abajo!"
aztecas descubrieron los respectivos significados y apreciaron los res- A un hombre se le puede enseñar que se detenga cuando le dicen
pectivos valores. Pero no con medios sensoriales. Cada uno fue capa/ "¡Alto!" El hecho de que un perro pueda aprender a echarse cuando
de penetrar en el mundo del otro sólo en virtud de una facultad J>a£a se le ordena en chino, o que se le pueda enseñar a "buscar" cuando
la que no tenemos mejor nombre que símbolo. se le dice "abajo" (y lo mismo es, por supuesto, válido para un hom-
Pero una cosa que en un contexto es un símbolo, en otro contexto bre) demuestra que no existe una relación necesaria e invariable
no es un símbolo sino un signo. De esa manera una palabra es un sím- entre, una particular combinación de sonidos y la reacción específica
bolo únicamente cuando se sabe la distinción que existe entre su sig-^ que piovoca. Al perro o al hombre-se les puede enseñar a responder
niñeado y su forma física. Esta distinción debe ser hecha forzosamente de i.na cierta manera a cualquier combinación de sonidos elegida arbi-
al asignar valor a una combinación de sonidos o cuando u n valor tra,,«ni C iUe, P o r ejemplo, un grupo de sílabas sin sentido, ideada para
la ocasión. Por otra parte, cualquiera de una gran variedad y n ú m e r o empeña un papel puramente pasivo y no puede hacer nada más. Apren-
de respuestas puede resultar evocada por u n determinado estímulo. de el significado de u n a orden vocal así como sus glándulas salivales
De ese modo, dentro ele lo referente al origen de la relación existente \ pueden aprender a responder al sonido de una campana. Pero el
entre estímulo vocal y respuesta, la naturaleza de la relación, o sea j hombre juega un papel activo y se convierte así en creador: que x
el significado del estímulo, no es determinada por propiedades intrín-jf equivalga a tres kilogramos de carbón y será igual a tres kilogramos
secas del estímulo. r de carbón; que el quitarse el sombrero en u n templo indique respeto,
Pero, u n a vez establecida la relación entre estímulo vocal y res-, y tal el valor que adquiere el gesto. Esta facultad creadora, la de libre,

Í
puestaTel significado del estímulo resulta identificado con los sonidos; aci \ arbitrariamente asignar valor a "las cosas, es u n a d é las más
es entonces como si el signiíicado fuera algo i n t r í n s e c o j l e los sonidos, comunes y corrientes características del hombre, pero es tambiéñ~7fl
mismos. Es así como "alto" no tiene el mismo signifícacto q u e "salto" o mas importante. Los amos la emplean libremente en su juego: " D i g a ^
"faltó", y tales estímulos son distinguidos entre sí con ayuda del meca- mós que ésta roca es u n lobo."
nismo auditivo. Un perro puede ser acondicionado para responder La diferencia entre la conducta del hombre y la de otros animales
de u n a cierta manera al oír u n sonido de una determinada longitud consiste, entonces, en que los animales inferiores pueden recibir nuevos
de onda. Altérese suficientemente la altura del sonido y la respuesta valores, pueden adquirir nuevos significados, pero no pueden"crearlos
dejará de aparecer. El significado del estímulo ha sido identificado Hacerlo es m s a i i m ^ d d - J l a m b r e . Para usar u n a c r u d a "
con su forma física; su valor es apreciado con los sentidos. j analogía, los anímales inferiores son como u n a persona que tuviera
Vemos así en la conducta de signos, cuando es establecida u n a rela- i sólo el aparato receptor de mensajes inalámbricos: puede recibir men-
ción entre u n estímulo y u n a respuesta, que las propiedades intrínse- | sajes pero no los puede enviar. El hombre puede hacer ambas cosas.
cas del estímulo no determinan la naturaleza de la respuesta. Pero uiiajdiferencia debelase, no de g r a d o l una criatura puede
luego de que ha sido establecida la relación, es como si el significado ya sea "imponer" arbitrariamente significados," puede ya sea crear y
del estímulo fuera algo inherente a su forma física. N o hace n i n g u n a | asignar valores, o n o puede hacerlo. N o hay estados intermedios. Esta
diferencia qué combinación fonética escojamos para hacer aparecer; diferencia puede parecer nimia, pero, tal como u n a vez le replicó u n
la respuesta d e poner fin a la locomoción. Podemos enseñar a u n carpintero a William James al discutir las diferencias que había entre
perro, hombre o caballo a que se detenga cuando oiga cualquier orden los hombres, "es muy importante." T o d a existencia humana depende
vocal q u e se nos haya ocurrido elegir o idear. Pero una vez q u e h a de ella y de ella sola.
sidol'éstablecidaiu relación entre sonido y respuesta, el significado .del La confusión referente a las palabras y a su significado para el
estímulo se identifica con su forma física y es, por consiguiente, perci- j hombre y los animales inferiores, no es difícil de comprender. Surge,
bible con los sentidos. antes que nada, de üna falla en distinguir los dos contextos comple-
H Ü l a d q L i f o l i e m o s descubierto ninguna diferencia entre el p e r r o ¡t tamente diferentes en los q u e funcionan las palabras. Las afirmaciones:
y el hombre pirecen ser exactamente iguales. Y lo son, hasta el p u n t o "el significado de una palabra puede ser captado con los sentidos," y
adonde hemos llegado. Pero a ú n no hemos narrado toda la historia. "el significado de u n a palabra no p u e d e ser captado con los sentidos,"
Entre perro y hombre no hay ninguna diferencia discernible en lo aunque contradictorias son sin embargo igualmente verdaderas. En el
relacionado con el aprender a responder apropiadamente a u n estímulo contexto de símbolo el significado no puede ser percibirlo con los SPII-
vocal. Pero no permitamos que u n a similitud impresionante oculte J j d o s ; en el contexto da origen a bastantes
una importante diferencia. U n a tortuga no es aún u n pez. confusiones. Pero la situación ha sido empeorada al usar las palabras
"símbolo" y "signo" para designar, n o los contextos diferentes, sino una
El hombre difiere del p e r r o ^ - y de todas las otras criaturas— en ..que.
y la misma cosa: la palabra. Es así como u n a palabra es a la vez símbolo
puedf desempeñar un papel activo, y asi lo hace, en la determinación ¡
y signo, dos cQsasliIiferen tes^-F.s como decir que u n vaso es u n doli y
del valor que deberá tener el estímulo vocal, y el perro no puede hacer \
un liana - d o s cosas d i f e r e n t e s - pues puede funcionar en dos contex-
lo mismo. El perro no desempeña ninguna parte activa, ni puede tos, uno estético y otro comercial.
hacerlo, en la determinación del valor del estímulo vocal. El que deba
echarse o ir en busca de algo en respuesta a u n determinado estímulo,
o que el estímulo que lo hace echarse sea u n a u otra combinación de
sonidos, son asuntos en los que el perro no tiene "voz ni voto." Des-
problema. Dar cuenta de la base neurológica de la simbolización no
IV es sin embargo una obligación o tarea que incumba al sociólogo o al
antropólogo cultural. Estos investigadores deberían, por el contrario,
i Que el hombre sea único entre las especies animales en lo referente excluir escrupulosamente el asunto como ajeno a sus intereses y pro-
a capacidades mentales, que una fundamental diferencia de clase —no blemas; introducirlo sólo traería confusión. Es suficiente que sociólogos
de grado— lo separa de todos los otros animales, es un hecho aceptado o antropólogos culfural p g ' " ^ p p - m m o algo dado la facultad de usar
desde hace mucho tiempo, no obstante el pronunciamiento contrario ^ h r U r v ; poseída únicamente por el hombre. El uso a que destinen
de Darwin. Ya en el siglo XVII, en el Discurso del Método, Descartes este hecho no es de ningún modo afectado por su incapacidad, o in-
señaló que "no hay hombre tan obtuso y e s t ú p i d o . , , como'para ser cluso la del anatomista, de describir el proceso de simbolización en
incapaz de unir entre sí dos palabras diferSTTTCS"... por otra parte, términos neurológicos. Es empero saludable para el investigador de
nó Hay ütl'O animal, n o l m p o r t a cua"n~fTgrfegFo... que pueda hacer Jo las ciencias sociales tomar nota de lo poco que neurólogos y anato-
miinlO." l a m b i é n John Locke vio claramente qlie "el poder de'abs- mistas saben de la estructura básica de la simbolización. Es por ello
tracooñ falta totalmente en ellas (es decir, las bestias), y que el tener que hacemos aquí una breve revista de los hechos más salientes.
ideas generales es lo que establece una distinción perfecta entre hom- Los anatomistas no h a n sido capaces de descubrir por qué los
bres y brutos, y se trata de una excelencia que las facultades de los hombres se pueden valer de símbolos y los monos no. Dentro de lo
brutos no pueden lograr de ningún m o d o . . . son incapaces de usar que s e s a b e , la diferencia entre el cerebro humano y*el^ cerebro de
palabras o cualquier otro signo general." 7 El eminente antropólogo un mono es de"caTátter cuaTTfítativo: ".7T - éT hombre n o t i e n e ¿ nuevas
británico E. B. Xvlor llamó la atención sobre "el j < ^ l f o ^ e n t a l que „ B a l é r B ^ c é i Ü i r r c e r e b r a l e s o de coíiexiones~de tales células^ " "según
separa al salvaje maf primitivo del mono más, supCTjiy.'.., Ún niño señaló A. J. Carlson. Tampoco posee el hombre, para distinguirlo de
pequeño puede "comprender To~ que no ha sido probado que haya otros animales, algún especializado "mecanismo de símbolos." Los así
penetrado en la mente del perro, elefante o mono más listo." 8 Y, na- llamados centros del lenguaje del cerebro no deben ser identificados
turalmente, son muchos los que hoy admiten la existencia del "golfo con la función de usar símbolos. No es nada raro el concepto de que
mental" entre el hombre y otras especies. la simbolización está emparentada con la capacidad para emitir so-
En la psicología, comparada hemos tenido así, durante más de un nidos articulados o que depende de tal capacidad. Es así como L. L.
siglo, dos tradiciones qué han estado lado a lado. Una ha declarado Bernard enumera como "la ^caia^ta gran posesión orgánica del hom-
que en cuanto a capacidades mentales él hombre no difiere de otros brerr.~~su aparato vocal,... característico de él y nadie más." .^ero
animales, salvo en el grado de tales capacidades. La otra ha visto se trata tle un a idea errónea. Los mon os antropoideos tienefT"el rae-
con toda claridad que el hombre es único al menos en un respecto: * V^ismo'Teqüe^ arüculadc¡s.' i Parece
posee una habilidad que no tiene ningún otro animal. La dificultad estar bien establecido," escriben R. M. y A. W. Yerkes en su obra
de definir adecuadamente la diferencia en _cuestión ha hecho que el The Great Apes, "que este mono (chimpancé) cuenta con u n meca-
debate siguiera abierto hasta nuestros días. Abrigamos la esperanza nismo motor de voz que aparte de ser capaz de producir una consi-
que la distinción entre conducta de signo y conducta de. símbolo, tal derable variedad de sonidos es también adecuado para emitir articu-
como aquí la hemos enunciado, contribuya a resolver este problema laciones definidas similares a aquellas del hombre." Y el antropólogo
de una vez para siempre. físico E. A. Hooton asegura que "todos los monos antropoideos están
vocal y muscularmente equipados, de modo que podrían tener u n
lenguaje articulado si poseyeran la inteligencia requerida." Además,
V como lo observaron hace ya mucho tiempo Descartes y Locke, hay
pájaros que emiten verdaderamente sonidos articulados, que duplican
Es en verdad muy magro el conocimiento que tenemos acerca de los sonidos del habla humana, pero que, por supuesto, son del todo
la base orgánica que sustenta la facultad de usar símbolos: poco y incapaces de usar símbolos. Los "centros del lenguaje" d e l j g r e b r o son
nada sabemos de la neurología de la "simbolización." Y son muy es- sencillamente centrnc « w n f l r n r r m mí^^dos la
casos los hombres de ciencia —anatomistas, neurólogos o antropólogos laringe, etc. Pero, tal como sabemos, el empleo de símbolos no Se halla
físicos— que parezcan sentirse interesados por el tema. De algunos de de r j]iri,gún modo restringido al uso r1p f 5 f ™ ñmirins^ Es posible re-
ellos se podría decir en realidad que casi ignoran la existencia de tal
presentar símbolos con cualquier parte del" cuerpo que podamos mover
permiten si son poseídoTliño p o r vez?
a voluntad. 9
Si no hubiera lenguaje n o j a h c j a ^ o r g a w a a c i ó n ^ p o l i t i c o e c o n ó m i c a ,
La facultad de usar símbolos fue indudablemente puesta en exis-
pr-lfi&ü&tica o militar: n o h a b r í a ética ni reglas de etiqueta; n o habría
t P n r i^~^3r~^I^prÓceso!*ñatural tle_jajevoluciÓTr orgjimca. Y~ po"3emos
leyes, ni ciencia, teología o literatura; ni juegos o música, excepto en
suponer":razonableméñÍJlj^^ ele é s l ^ f a c u l t ad, si no su_
el nivel de los simios. T o d o el aparato de rituales v ceremonias care-
pn n i entra en el c e r e b r c C ^ s p e a p m e ñ i r e i i él cerebro" anterior.
cería de sentido si n o Hubiera lenguaje articulado7~^IrTlHngüajeTiS
El rerebro h u m a n o es mucho mayor que el de"*ün mono, tanto absoluta
tendríamos por cierto casi n i n g u n a herramienta: poseeríamos sókTeí
como proporcionalmente. El cerebro del varón adulto tiene, término
uso ocasional e insignificante de herramientas tal como el que halla-
medio, u n volumen de unos mil quinientos centímetros cúbicos; el
mos actualmente entre los monos superiores, pues merced al lenguaje
de los gorilas rara vez excede de los quinientos centímetros cúbicos.
articulado el uso n o progresivo de herramientas propio del mono se
En proporción, el cerebro h u m a n o pesa algo así como una quincua-
transformó en el uso progresivo y acumulativo de herramientas hecho
gésima parte de todo el peso del cuerpo, en tanto que el cerebro del
por el hombre, el ser h u m a n o .
gorila varía desde u n a cientocincuenta a u n a doscientasava parte del
En suma, sin alguna forma de comunicación simbólica, n o tendría-
peso del a n i m a l 1 0 . Y el cerebro anterior es particularmente grande en mos cultura. "En el Verbo estaba el principio" de la cuItura —y. tam-
el hombre, comparado con el del mono. Ahora bien, sabemos_jde bién su perpetuación.
muchos casos en que variaciones, cuantitativas dan origen a n i l e r e ñ a a s
Pero, no obstante toda su cultura, el hombre sigue siendo u n ani-
cualitativas. El agua se transforma en vapor por efecto de cantidades mal y pugna por lograr los mismos fines hacia los cuales se esfuerza
adicionales de calor. U n aumento de fuerza y velocidad hace q u e ei por llegar toda otra criatura viviente: 1 la conservación del individuo
aeroplano se despegue del suelo, y la locomoción terrestre es trans- y la perpetuación de la especie. E n términos concretos, estos fines s o n .
formada en vuelo. La diferencia entre los alcoholes metílico y etílico alimento, protección de los élementos, defensa de los enemigos, salud
es u n a expresión cualitativa de u n a diferencia cuantitativa en las pro- y descendencia. El hecho de q u e el h o m b r e se empeñe por alcanzarlos,
porciones de carbono e hidrógeno. Puede entonces que u n crecimiento al igual que todos los otros animales, indudablemente ha inducido a
notable de tamaño ocurrido e n d e e r e b r o del horahceJiaya hecho apa- muchos a declarar que " n o hay u n a diferencia fundamental entre la
recer~ünarñ¿m^^ conducta del hombre y la de otras criatura: Pero hay una diferencia
en el hombre, no en los fines sino en los medios. LoTmeHiorHelTom^"
brFTonmedi^
VI
del animal h u m a n o . Y d a d o q u e estos medios, la cultura, dependen de
uña facultad poseída por el hombre, la facultad de usar símbolos, la
T o d a cultura /civilización) depende del símbolo^ Fue el ejercicio rijferfinqa^aiüg la conducta del hombre y la de todas las otras. cria- ,
de la facultad de usar símbolos lo que puso en existencia a la cultura, turas no es sólo grande, sino básica y fundamental.
y el uso de los símbolos es lo que hace posible la perpetuación de la
cultura. Sin el símbolo no habría cultura, y el hombre sería sencilla-
mente un*anima), no un ser humano.
El lenguaje articulado es la forma más importante de expresión VII
simbólica. ¿Qué queda de la cultura si suprimimos el lenguaje? Veamos.
En ausencia del lenguaje articulado no habría ninguna org,aniza- La conducta del hombre es de d e s d a s e s distinta.s: simhóliVa y no_
ción social humana. Puede que hubiera^Támilias, pero tal forma de simbblica.- El hombre bosteza, se despereza, tose, se rasca, gritai ele
organización no es peculiar del hombre; n o es, én sí, humana. Pero n o dolor, se encoge d e miedo, m o n t a en cólera, etc., etc. La conducta n o
tendríamos prohibiciones de incesto, no habría reglas prescribiendo la simbólica de esta clase n o es peculiar del hombre; la comparte n o sólo
exogamia y la endogamia, la poligamia o la monogamia. ¿Cómo se con otros mamíferos superiores sino también con muchas otras espe-
r,
podría prescribir el matrimonio entre primos cruzados, o proscribir la e | _ j n i m a l e s . Pero~eT ser h u m a n o se comunica corí sus seméjañtes
unión entre primos paralelos, si no existiera el lenguaje articulado? \ tliéndose de u n lenguaje articulado, usa amuletos, confiesa sus pe-
Si la gente no supiera h a b l a n j c ó r n o p o d ' h a r A i ^ t ^ j r ^ n p -arethihen cados, hace leyes, respeta reglas de etiqueta, explica sus sueños, clási-
fica sus relaciones en categorías designadas, y así sucesivamente. Esta p a r a ^ a p r e n d e r a hablar o siquiera hacer cualquier progreso en tal
clase de conducta es única en su género; nadie más que el hombre es séñtI3o —en suma, su incapacidad para "humanizarse" de algún modo.
capaz de ella^es_fieculiar del hombre p o r el hecho de consistir en el El infante de la especie H o m o sapiens se torna h u m a n o sólo cuando
u^ó de símbolos o por d e p e n d e r de Tai usoHba-tonducta-Tia-siinbólica^^ adquiere la facultad de usar símbolos y la ejerce,. Unicamente por me-
d e T n H o i ^ ^apTeñs^es l a ' a w d ü c t a ' del ^ ' i m a l hombre; la conducta dio del lenguaje articulado —que no es necesariamente vocal— puede
simbólica es aquella d e l j i o m b r £ como_ Aer huma.no. Es e l j í m B o í o el penetrar en el m u n d o de los seres humanos y tomar parte en sus
q u é 7 W ú ñ ~ m e r o animal, h a transformado al hombre e n ^ ñ " animal ; asuntos. Los interrogantes anotados más arriba pueden ser repetidos
humañori ahora. ¿Cómo puede u n niño crece apreciar cosas tales como orga-
nización socmT, ética, etiqueta, rítmd, ciencia, rgligión,. arte y ' j u e g o s
Dado el hecho de que la conducta humana es conducta simbólica
si n o j g c u r r e a_la comunicación jsimbólica? La respuesta es. p o r súpues-
y debido a que la conducta d e las especies infrahumanas es n o sim-
t o ^ u e n o p o d r í a s a f e r j a a d a J e estas-eesas-nit«ner~nmguna~ aprecia-
bólica, se desprende de ello que las observaciones o experimentos
cióo de ellas.
hechos con los animales inferiores n o nos aclararán nada acerca d e la
conducta h u m a n a . Las experiencias efectuadas con ratas y monos h a n Aquí es oportuno mencionar el misterio de los "niños lobos."
sido por cierto valiosas. Mucho es l o - q u e h a n ayudado a comprender Desde el mito de R ó m u l o y R e m o —y a u n de mucho antes— se ha
sobre mecanismos y procesos d e conducta de los mamíferos o los ver- creído en las historias d e niños criados por lobas u otros animales.
tebrados superiores. Pero n o h a n contribuido con nada en lo tocante No obstante el hecho de haberse demostrado repetidamente que los
a lá comprensión de la conducta humana, pues el mecanismo de sím- casos de "niños lobos" eran falsos o carecían d e pruebas adecuadas,
bolos y todas sus consecuencias faltan por completo en las especies luego que Blumenbach descubrió q u e "Wild Peter" era sencillamen-
inferiores. Y con referencia a la neurosis observada en ratas, es, por te u n débil mental que había sido echado de su casa a instancias de
supuesto, interesante saber que estos roedores pueden ser llevados a u n una madrastra de adquisición reciente, estas deplorables fábulas popu-
estado neurótico. Pero lo que la ciencia entendía d e conducta psico- lares siguen en la actualidad teniendo vigencia en ciertos círculos
pática entre seres humanos, antes de que las neurosis fueron produci- "científicos." Pero algunos sociólogos y psicólogos h a n sacado b u e n
das experimentalmente e n ratas, era probablemente mucho más de lo provecho de estas criaturas lupinas y "hombres de la selva," a saber,
que sabe e n la actualidad sobre las neurosis de las ratas. Nuestra demostrar cómo u n representante de la especie Homo sapiens q u e
comprensión de los trastornos nerviosos humanos nos ha ayudado a vive en u n m u n d o sin símbolos no es u n ser h u m a n o sino u n bruto.
comprender la neurosis de la rata; en realidad, hemos interpretado Parafraseando a Vollaire, se podría decir que si n o existieran niños
esta última en términos de patología humana. Pero mal puede verse lobos, la "ciencia social" tendría que inventarlos.
d ó n d e las ratas neuróticas de laboratorio h a n ayudado a profundizar o Los casos de niños que h a n estado aislados del contacto h u m a n o
ampliar nuestra comprensión de la conducta humana. por años de ceguera y sordera, p e r o que eventualmente llegaron a es-
tablecer comunicación con sus semejantes en u n nivel simbólico, son
Ya que f u e el símbolo lo que hizo hupiaR€>=al hombre, otro t a n t o
por demás esclarecedores. La historia de Hellen Keller es excepcional-
ocurre : ; ®OH~ead^nrieníbfe de-te-especíéT U n bebé se torna h u m a n o
mente instructiva, a u n cuando son también valiosas aquellas de L a u r a
sólo cuando c o m i r a z a ^ que comienza a h a b l a r
Bridgman, Marie Heurtin, y otras n .
noThay nada que distinga cualitativamente su conducta de aquella de
-un joven mono, tal como se demostró en la obra titulada El Mono Una enfermedad hizo que Hellen Keller perdiera la vista y el oído
y el Niño. En realidad, u n o de los resultados asombrosos de este a edad muy temprana. Creció como u n a criatura incapaz de todo
fascinante experimento efectuado por el matrimonio Kellogg f u e la contacto de símbolo con nadie. Las descripciones hechas de ella cuan-
demostración ,de cuánto se parece a u n m o n o u n infante d e H o m o do tenía siete años, época en que llega a su casa Miss Sullivan, su
sapiens antes de que comienza a hablar. El n i ñ o adquirió u n a excep- maestra, revelan q u e la conducta de Hellen carecía de todo atributo
cional habilidad para trepar estando j u n t o con la pequeña chim- humano. Era un p e q u e ñ o animal, terca, indómita e indisciplinada 12 .
pancé, ¡y hasta aprendió los c h i l l i d o s del animal para reclamar ali- En algo así como u n d í a luego de haber llegado al hogar de los
mento! Los Kellogg refieren cómo la pequeña mona se "humanizó" en Keller, Miss Sullivan le enseñó a Hellen su primera palabra, dele-
el tiempo en que convivió con ellos. Pero lo q u e el experimento puso treándosela en la mano. Pero esta palabra era sencillamente u n signo,
categóricamente en evidencia fue la absoluta inrapacidad ^el^ mono^ no u n símbolo. U n a semana más tarde Hellen conocía varias palabras
pero, según refiere Miss Sullivan, no tenía idea de "como usarlas o Hellen fue instantáneamente transformada por esta experiencia.
que todas las cosas llevaban u n nombre." A las tres semanas la pe- .Sullivan había logrado tocar el .mecanismo de símbolos de la
M i s s

queña ciega y sordomuda conocía dieciocho substantivos y tres verbos. niña y lo había puesto en funcionamiento. Hellen, por su parte, tuvo
Pero estaba todavía en el nivel de los signos; no tenía ninguna noción conciencia del mundo exterior merced a este mecanismo que había
de "todas las cosas llevan u n nombre." yacido dormido e inerte durante todos esos años, hundido en un obs-
Hellen confundía los signos de palabra para "jarra" y "agua" curo y silencioso aislamiento por ojos que no podían ver y oídos que
púes, aparentemente, ambos se relacionaban con el acto de beber. Miss nada oían. Pero ahora había cruzado la frontera para entrar en un
Sullivan intentó varias veces aclarar tal confusión, pero sin éxito. nuevo país. De ahí en adelante su progreso sería rápido.
Cierta mañana, sin embargo, ya pasado como u n mes de la llegada "Me alejé de la glorieta y sus madreselvas impaciente por apren-
de Miss Sullivan, ambas se dirigieron a la bomba de agua que había der," agrega la niña. "Cada cosa llevaba un nombre, y cada nombre
en el jardín. Lo que ocurrió entonces será mejor narrarlo con sus hacía nacer un nuevo pensamiento. Cuando regresábamos a la casa,
propias palabras: todo objeto que tocaba mi mano parecía palpitar con vida. Ello se
"Hice que Hellen sostuviera la jarra debajo de la canilla mien- debía a qiie veía todo con la nueva y extraña vista que había llegado
tras yo accionaba la bomba. A medida que manaba el agua fresca, a mí."
llenando la jarra, deletreó "a-g-u-a" en la mano libre de la niña. Hellen se humanizaba con gran rapidez. "Compruebo que la pe-
AI surgir tan próxima a la sensación del agua fresca que corría queña mejora de día en día," escribió Miss Sullivan en su diario,
por su mano, la palabra pareció atemorizarla. Dejó caer la jarra "casi podría decir que de hora en hora. Cada cosa debe tener un nom-
y se irguió como transfigurada. U n a luz nueva brillaba en su bre a h o r a . . . Deja de lado los gestos y pantomimas que usaba antes
rostro. Deletreó "agua" varias veces. Entonces se arrojó al suelo, y tan pronto como tiene la palabra para reemplazarlos... Observamos
tocándolo preguntó qué nombre tenía, y señaló la bomba y el que su.rostro se pone más expresivo cada día. . . "
enrejado, y volviéndose de pronto preguntó cómo me llamaba Difícilmente pueda uno imaginarse u n relato más elocuente y con-
y o . . . En unas pocas horas había agregado una treintena de pa- vincente de la importancia de los símbolos y del profundo abismo que
labras nuevas a su vocabulario." media entre la mente humana y una mente desprovista de símbolos.

Pero estas palabras eran ahora algo más que meros signos, tal como
lo son para un perro y como lo habían sido para Hellen hasta ese mo- VIII
mento. Eran símbolos. La pequeña ciega y sordomuda había compren-
Resumen. El proceso natural de la evolución biológica hizo apa-
dido por fin y había hecho girar la llave que por primera vez le dio
recer en d hombre, y unn in enTe"W"ef h o m b r e r u n V Facultad nueva y
acceso a un universo nuevo: el m u n d o de los seres humanos. Tales las
distintiva: la facultad de usat símbolos. I.a forma más importante de
palabras con que la niña describe esta maravillosa experiencia:
la expresión simbólica es el 1 e n g u a j e a r t i c u l a d o . Lenguaje articulado
"Caminamos por el sendero que llevaba a la bomba de agua, s ¡grrilica comunicacion dcTTdeas; comunicación significa preservación
atraídas por la fragancia de las madreselvas que cubrían la glo- —tradición—, y preservación significa acumulación y progreso. La emer-
rieta. Alguien estaba sacando agua y mi maestra puso mi mano gencia de la facultad de usar símbolos se ha traducido en la génesis
en la boca de la bomba. Mientras la fría corriente fluía sobre de un nuevo orden de fenómenos: un orden extrasomático, cultural.
una de mis manos, ella me deletreó en la otra la palabra agua, T o d a s j a s civilizaciones nacen del uso de símbolos, y son perpetuadas^
primero lentamente, luego con rapidez. Me quedé inmóvil, con por tal u*o. Uña cultura, o civilización, no es más que una particular
toda mi atención concentrada en el movimiento de sus dedos. clase de forma que toman las actividades biológicas, perpetuadoras de
Sentí de repente como si algo olvidado emergiera de entre las vida, desarrolladas por un animal particular, el hombre.
brumas - la emoción producida p o r el retorno de un pensamien- Conducta h u m a n a ^ g s „ f ^ ¿ u c ^ s i m b ó l i c a ^ ^ n o _ e s _ s i m b ó l i c a , no es
to; y de algún modo me fue revelado el misterio del lenguaje. hü^fñiH- La criatura del género Hombre se convierte en un ser hu-
Supe entonces que "a-g-u-a" era esa cosa fría y maravillosa qtie mano sólo cuando es introducida en ese orden de fenómenos que es la
corría entre mis dedos. ¡Ese m u n d o viviente despertó mi alma, cultura y participa de tal orden. La llave de este mundo y el medio
le dio luz, esperanza, alegría, la puso en libertad!" de participar en él es el símbolo.
t

CAPÍTULO SEXTO

CULTUROLOGÍA V E R S U S PSICOLOGÍA E N L A
INTERPRETACIÓN DE LA CONDUCTA HUMANA

"^m.hechos sociales no son sencillamente el desarrollo de hechos


psíquicos: éstps son en (fran parte ía meraWWMIWJñtirW^íiffiíífíos
en la viente de los hombres. Trátase de una proposición que~
reviste extraordinaria importancia, ya que el punto de vista opuesto
hace que a cada instante el sociólogo se sienta inclinado a tomar
la causa por efecto y viceversa. Si, por ejemplo, tal como ocurre
a menudo, se ve en la organización de la familia la expresión lógi-
camente necesaria de sentimientos humanos inherentes a todo indi-
viduo, el orden de los hechos está invertido. Es, por el contrario, la
organización social de las relaciones de parentesco lo que ha deter-
minado los respectivos sentimientos de padres e hijos... jCgda~ll£Z
que un fenómenoscicialei^ por un fenómeno
psicológico, podemos dar f>or cierto que la explicación es falsa." —
EMJLK D U R K H E I M . I

La conducta humana no es tan simple como parece. No es una


mera substancia sencilla y homogénea como el cobre o el oro, sino un
compuesto como el agua o la sal de mesa. La conducta-humana com^
prende dos elementos separados y distintos, biológico el uno, cultural
el otro. No se trata empero de algo claro y manifiesto, así como tam-
poco es aparente para el observador que el agua esté compuesta por
dos elementos distintos, oxígeno e hidrógeno. Por el contrario,_la con-
ducta humana parece ser Una materia tan sencilla y homogénea como
el agua. Sólo por medio del análisis de una u otra clase podemos
3escSbrír la verdadera estructura y composición de la conducta hu-
mana o de los compuestos químicos. Y es sólo por medio de tal
conocimiento como podernos llegar a una comprensión de ambos.
La conducta humana constituye una clase de hechos y como tal
se distingue de otras clases de conducta, por ejemplo, la propia de
monos, reptiles, plantas, células, átomos, moléculas, estrellas, gala-
xias, etc. CLa conducta humana se limita, al género Homo, pero no se
extiende 'junto con las acciones y reacciones del hombre: conducta
humana y c5"ndliHa"13él animal Z f o E E i Z H a Z i S Z S g s n m o s r T a í como
ya hemos visto, sólo aquella porción de la conducta humana que con-
sista en símbolos o que dependa de ellos puede ser apropiadamente
llamada h u m a n i ^ " ^ conducta animal. no pueden ser explicadas apelando a la estructura o naturaleza del
Ya hemos visto también que la especie humana, al ejercer la fa- hombre, no importa lo variado que la podamos imaginar. La cultura
cultad de usar símbolos, ha puesto en existencia una clase de fenó- p 11 ede ser considerada como una cosa sui generis, con una vida que le
menos que, en un sentido verdadero, es suprabiológica"o extrasomática. pertenece y con le\es propias. Más adelante volveremos sobre este tema.
Son los lenguajes, creencias, costumbres, herramientas, viviendas, obras Dado un cierto tipo de organismo, en el mismo ocurrirá un cierto
de arte, etc., que colectivamente denominamos icultura, Son suprabio- tipo de conducta. Pero en la especie humana este tipo es muy amplio
lógicos en el sentido que son transmitidos por los mecanismos df la y contiene dentro de sí una variación infinita. La relación entre hom-
"herencia social; son extrasomáticos en el sentido que tienen una exis- bre y cultura parece estrecha sólo cuando comparamos el hombre
tencia independieñfe de cü^ individual y obíáñ sobré" con otros animales. El cuadro es completamente distinto si nuestras
éste desde afuera, tal como lo hacen las fuer/as meteorológicas. T o d o observaciones las limitamos a la especie humana. Dentro de esta ca-
individuo de la especie humana nace en un medio ambiente cultural, tegoría, ¿qué relación podemos descubrir entre organismo y tipo de
que es asimismo un medio ambiente natural. Y la cultura dentro ele cultura? La respuesta es: "ninguna" — es decir, ninguna de una natu-
la cual ha nacido es algo que le rodea y condiciona su conducta. raleza funcional; no hay más Que asociaciones históricas, nacidas por
Advertimos entonces que cualquier espécimen dado de conducta azar. No_exi$te. por .ejpmpln n upima... relación funcional entre tipo
humana aparece compuesto por dos factores distintos y que proceden racional o físico y lenguaje o dialecto. La gente de color puede hablar
de fuentes separadas e independientes. Poruna^^ partfi . se ,encuentra el bantú, francés o chinó. 1^0 mismo es válido para cualquier otro aspec-
Qrganismo, que comprende huesos, músculos, nervios, glándulas y ór- to de la cultura, ya sea bajo la forma de familia, ética, música o
ganos de los sentidos. Este organismo constituye una unidad cohe- economía.
rente y sola, un sistema, con características definidas que les son La especie humana es, por supuesto, variada, dispar. Hay gente alta,
propias. Por otra parte se halla la tradición cultural en cuyo seno y otra de corta estatura; cabezas redondas y cabezas alargadas; pieles
ha nacido el organismo. N o hay, por "supuesto, líiñguna relación nece- negras, amarillas y blancas; cabellos lacios, ondulados y con motas;
saria entre el organismo del recién nacido y el tipo particular de cul- labios gruesos, narices prominentes, ojos azules, ojos oblicuos, hígados
tura en que nace. Podría haber nacido en una tradición cultural como relativamente voluminosos, y así sucesivamente. Puede suponerse que
en otra, tanto en una tibetana como en una esquimal o americana. la variación de estructura es acompañada por una variación funcional.
Pero, desde el punto de vista de la conducta subsiguiente, todo de- Es por lo tanto razonable admitir que entre las varias razas de la
pende del tipo de cultura dentro del cual la criatura es introducida humanidad haya" ciertas diferencias psicológicas innatas. Pero no deje-
por nacimiento. Si nace en u n a cultura, pensará, sentirá y actuará m ó s - q W " l a F ^ p a n e n a a s nos lleven a conclusiones erróneas. Las dife-
de un modo; si hace en otra, su conducta será correspondientemente rencias raciales más fácilmente observadas están limitadas a caracteris-
diferente. Por lo tanto, la c o n d u c t a ' h u m a n a estará, siempre y en ticas" físicas sufieffíehtfes-Tafeii como el col5f~3eTa tez, color y~grosor
teclas' partes, compuesta por estosHós ingredientes: la organización (fercgbgífo, tamaño de los lapios. iQEma.de la
dinámica de nervios, glándulas, músculos y óiganos de l ó í s e n t i d o s En lo tocante a características básicas, tales como los sistemas nervio-
qué J s eT hombre, y la tradición cultural extrasomática. so, glandular ymuscular, las razas'soh impresíonantemente uniformes.
La cultura ha sido producida por el hombre y éñ colfsecuencia Desde un punto de vista biológico, las "diferencias que existen entre
guarda una estrecha relación con él como género o especie. Conside- los hombres parecen ser por cierto insignificantes si se las compara
rada como sistema, la cultura está adaptada al hombre antes que a con sus semejanzas. También desde el punto de vista de la conducta
los monos, hormigas o elefantes. Inversamente, si el organismo del humana, todas las pruebas señalan hacia una completa insignificancia
hombre no fuera lo que es, su cultura sería diferente. T a l como lo ha de los factores biológicos cuando se los compara con la cultura en
demostrado Clarence Day en su pequeño e ilusoriamente profundo cualquier consideración de las variaciones de conducta *. Es en reali-
libro, This Simian World, una civilización construida por super-hor- dad imposible demostrar que alguna variación de la conducta humana
migas o super-vacas sería diferente de la cultura de super-simios. Existe se deba a una variación de naturaleza biológica. En otras palabras,
entonces una intima relación entre hombre y cultura. Pero se trata
* Nos referimos aquí, como en toda otra parte del presente capítulo, a la
de una. relación' general antes que, específica. Esta o aquella cultura conducta humana en la masa, en términos de sociedades, tribus o naciones, no
dé organismos individuales.
dentro de todo el orden y alcance de la conducta humana, no hay rre en la mente de la gente —y en sus corazones— es, para la
lugar en donde diferencias de costumbre o tradición puedan ser co- determinación del funesto futuro, más importante que lo que ocurre
rrelacionadas, en un sentido funcional, con diferencias de estructura en los laboratorios y centros de producción" (pág. 24 del número del
física. 16 de febrero de 1948). Y W . H. R. Rivers, el desaparecido etnólogo
AÍ hacer una consideración d e j a s diferencias de conducta que británico, declara: "Para mí, como para la mayoría de los estudiosos
e x i s T e r i eritre la gente, debemos, por lo tanto, c o n s i d e r a r a l hombre
del tema, la meta final del estudio de la sociedad es la explicación d e
c o m c T uña constante y a la cultura como u n a variable/ Ello equivale
la conducta social en términos de psicología." 4
a'decir que las diferencias de conducta que observamos entre chinos y Aparte de esas explicaciones generales de los fenómenos culturales
rusos, entre esquimales y hotentotes, mongoles y caucásicos, hombres en términos psicológicos, tenemos numerosas interpretaciones psico-
salvajes y civilizados, son debidas a sus respectivas culturas antes que lógicas de instituciones específicas y de particulares fenómenos socio-
a diferencias biológicas -anatómicas, fisiológicas o psicológicas— que culturales. Vemos así que la institución de la propiedad privada es a
pueda haber entre ellos. T o d a la cuestión de la interpretación de la menudo "explicada" —y justificada— arguyendo que se debe senci-
conducta humana es de ese modo iluminada con una luz sumamente llamente a la naturaleza humana. Existe un deseo natural, se dice, de
distinta de aquella bajo la cual se la observa frecuentemente. En lugar habitar en casa propia, poseer campos y rebaños propios, y ser due-
de explicar las diferencias culturales que hay entre los pueblos dicien- ños del fruto de nuestro trabajo. De no ser por la propiedad privada,
do que uno es enérgico, vivaz, dionisíaco y creador, a la vez que otro continúa el argumento, no habría incentivo para el esfuerzo y ello
es flemático, taciturno, falto de imaginación y prosaico, vemos ahora impediría a su vez todo progreso.
que tales diferencias de conducta tienen origen en las diferencias q u e j Con todo lo plausible que pueda sonar esta teoría, la misma n o
existen entre las tradiciones culturales que los estimulan respectiva-i está de acuerdo con hechos etnográficos. Se conocen muchas socie-
mente. Explicamos asi la conducta de lqs pueblos en. términos de dades en donde no existe ninguna clase de propiedad privada respecto
sus culturas; pero lo que no hacemos, ni podríamos hacer, es explicar a los recursos de la naturaleza; por el contrario, dichos recursos son
sus culturas en términos de las respectivas •'psicologias^nfletorpüeblós. libres y accesibles para todos los miembros de la sociedad. Las cos-
Las " p s i c o l Ó g E C I ^ é a f i H O o n l í x p c e s i o n e s psicosomáticas de las cul- tumbres de hospitalidad, intercambio de regalos, facilidad de los
turas, no sus causas. Las c u l t u r a s d e b e n ser explicadas en términos de préstamos, y así sucesivamente, hacen que la propiedad privada de
'cultura; cultoiroiógicamente antes que psicolágicamenle. alimentos, ropas, herramientas y adornos sea poco más que una fic-
Las explicaciones psicológicas siguen sin embargo teniendo vigencia ción. El comunismo ha sido la nota dominante en la vida económica
y popularidad, tanto entre investigadores dedicados a las ciencias so- del hombre a través de lo que con holgura puede ser considerado como
ciales como entre legos. Tenemos así, en una discusión sobre la exo- la mayor parte de la historia humana hasta la fecha. Pero esto tam-
gamia, que el antropólogo británico B. Seligman declara: "De existir bién, al igual que el feudalismo o el capitalismo, no es más que una
cualquier ley general relacionada con las prohibiciones de matrimonio, expresión de la naturaleza humana. La gente no tiene sistemas comu-
nales o privados de propiedad porque así lo desee o porque está en la
es obvio que la misma debe estar fundada sobre emociones y reaccio-
naturaleza humana preferir uno antes que el otro. En un sentido muy
nes humanas." 2 "La rápida ascensión al poder de Hitler, la difusión
realista, de ningún modo son ellos quienes "los tienen"; más bien,
de sus ideas en otros países, y la fanática devoción que sentían por
Jon las culturas^ las que poseen a la gente que ha nacido en ellas.
él millares y millares de hombres, mujeres y niños de una de las na-
TLas actitudes, sentimientos j conducta referentes a la p r o p i e d á d l o n
ciones más progresistas e inteligentes del mundo, todo ello demues-
determinados por el tipo de sistema económicó déntro del cual u n o
tra," afirma Raymond Dexter Havens, profesor de literatura inglesa
.ha nacido. -
en la universidad J o h n Hopkins, "cuan profundas son las ansias
de autoridad, de certidumbre, de seguridad moral e intelectual. Y no Se pueden hacer observaciones similares en lo tocante a la com-
sólo en Alemania, sino en todos nosotros. Significa ello que luego petencia, rivalidad y liderazgo. La vida socio-económica de mucha
de la victoria en Alemania y Japón, la guerra debe ser seguida aún gente es regida por el principio básico de la ayuda mutua: Resulta
en América y en nuestros propios corazones..." 3 La revista Time dudoso que los grupos primitivos, con sus toscas herramientas, armas y
cita una frase de David Lilienthal, en la que el presidente de la técnicas, hubieran podido sobrevivir en situaciones dificultosas si su
Comisión de Energía Atómica de los EE.UU. dice: "Lo que ocu- vida social no hubiese estado basada sobre este principio. El cazador
para explicar la declinación de esta institución. Un hombre de cien-
individual estaba obligado, por costumbre, a compartir su caza con cia, redactor del correspondiente artículo de la Encyclopedia of the
otros. Y no era raro que en algunos casos recibiera la porción más Social Sciences, ha declarado que "el movimiento en contra de la
pequeña de todas. El incentivo lo ofrecían el prestigio, la aprobación esclavitud... se debió en gran parte al naciente espíritu de democra-
social, los códigos morales. Y él tenía a su vez derecho sobre una cia, etc." 5 Siguiendo el mismo criterio podría decirse que la institu-
porción de los animales muertos por otros cazadores. Los productos ción surgió como consecuencia del naciente espíritu de esclavitud.
del campo o los rebaños debían ser análogamente compartidos. Es claro que las interpretaciones psicológicas y espirituales no nos
El líder o jefe es con frecuencia una persona necesaria y respe- dicen mucho en realidad. ¿Por qué las tendencias de agresión —o de
tada, pero no siempre es así. Entre los indios pueblo de la América sumisión— han derivado en un cierto tipo de institución social
del Norte, un "líder" tiene muchas probabilidades de ser considerado entre alguna gente y no entre otra? ¿A qué se debe que el espíritu
una persona detestable, y, en casos extremos, puede ser suprimido con de democracia se haya manifestado
una acusación de hechicería. El ideal del indio pueblo no es el sujeto de, esclavitud en otro?
emprendedor, el líder, sino una persona quieta y complaciente, que Una explicación culturológica de la esclavitud hace a tal institu-
no provoca discordias en la comunidad. Y los psicólogos que han ción claramente inteligible. La esclavitud como institución existe y
intentado someter los niños de los indios pueblo a "tests" de com- perdura sólo rnienfras ^ 'am^ p u e ® " ^ y ventaja de
petencia, comprobaron que el propósito fallaba una vez que los pe- la explotación del esclavo. Ello es únicamente posible cuando u n
queños se enteraban de la finalidad de la prueba. Lejos de empeñarse grupo familiar es capaz de producir mucho más de lo que requiere
en superar a los otros, para volver triunfantes a sus casas y recibir el para la continuación ele su existencia. La eficiencia de producción
aplauso de sus padres, los niños se abstenían cuidadosamente de poner . está determinada, naturalmente. por..el ffladb-dp Tesarroiln t^nQjógfcor"
en juego toda su inteligencia por el temor de humillar o dejar en La esclavitud no existió durante los centenares de millares de años
aprietos a sus compañeros, pues eso significaría despertar el odio que precedieron al período neolítico, pues la cultura no se había
hacia ellos. desarrollado lo suficiente como para que alguien produjera más que
.La institución de la esclavitud ha sido interpretada con frecuencia lo necesario para su subsistencia. Carecería ciertamente de sentido
como la expresión de tendencias inherentes al hombre ele cometer —aun en el caso de que fuera posible— que una tribu de salvajes
agresiones a los otros —de la "inhumanidad del hombre por el hom- esclavizara a otra si el mantenimiento de esta última demandara todo
bre." U n eminente psicólogo, W. McDougall, llegó hasta el punto lo que la misma fuera capaz de producir. Por lo tanto, nó encontramos
de postular un alto grado de instinto de sumisión entre los pueblos esclavitud en las épocas tempranas de la historia humana, ni tam-
africanos para dar cuenta del predominio de la esclavitud negra. poco en el mundo moderno entre gente con bajos niveles de desarro-
Sabemos, empero, que la institución de la esclavitud no ha sido de llo tecnológico. Pero cuando en el curso de la evolución cultural el
ningún modo universal. En realidad, no hizo su aparición hasta tiem- progreso tecnológico acrecentó la productividad humana en grado
pos relativamente recientes— a lo sumo desde comienzos del período suficiente como para que "la explotación resultara de provecho y ven-
neolítico; en los centenares de millares de años de historia humana tajosa, la institución de la esclavitud hizo su aparición. Correspon-
transcurridos hasta ese entonces no se conoció la esclavitud. Y son dientemente, cuando la cultura —particularmente la cultura tecnoló-
muchos los pueblos del mundo moderno que no han tenido esclavos. gica— hubo alcanzado un cierto punto en que ya no podía ser servida
¿Debemos suponer entonces que el instinto de agresión —o de sumi- eficientemente con "enseres" humanos, la institución de la esclavitud
sión— no estaba suficientemente desarrollado durante las primeras dejó entonces de existir. La esclavitud^ murió, no porque alguien
épocas de la historia humana, o entre algunos de los pueblos de tiem- descubríosla dignidad esencial del hombre, o debido a un naciente
pos recientes, como para hallar franca expresión en el tráfico de espíritu de cristiandad ó "democracia, sino, tal como lo dijo Lewis
esclavos? H. AiorgaiT^toOiempo;"'pM^üe un libertó es una "máquina fabri-
cadora de bienes" mejor que un esclavo^. Las modernas tecnologías
Si los orígenes de la institución de la esclavitud han sido interpre-
industríálesTlio"^odríáíT~estar en manos de individuos ignorantes y
tados psicológicamente, otro tanto se ha hecho con su extinción. U n a
analfabetos. Por otra parte, el dueño de esclavos tenía un impedimento
creciente conciencia de los derechos humanos, una apreciación de la
que no afecta al empleador de trabajadores libres: estaba obligado a
dignidad esencial del hombre (sea lo que ello fuere), o el naciente
espíritu de cristiandad, son todos factores a los que se ha apelado
alimentar y cuidar a sus esclavos independientemente de que éstos le
produjeran dinero o nx>; representaban para él la inversión de u n recido James H . Breasted. La gente común era, sin embargo, " u n a
capital substancial que forzosamente debía ser salvaguardado. El em- gente naturalmente pacífica," y por lo tanto Egipto no pudo retener
pleador de trabajadores libres no tiene sin embargo tal obligación su posición de preeminencia. La guerra no tiene "causas racionales",
con su personal. Si sus ganancias disminuyen, puede despedir algunos dice Franz Boas; es debida a una "actitud mental," al "valor emotivo
de sus obreros; si cesan por completo, puede cerrar su estableci- de una idea." 10 Otro antropólogo, Ralph Linton, encuentra que los
miento sin asumir ninguna responsabilidad por sus empleados; se indios que habitaban las grandes llanuras del centro de los Estados
las pueden arreglar solos — pasar hambre, pedir ayuda a las auto- Unidos y Canadá n o luchaban entre sí por campos de caza u otras
ridades, o dedicarse a la mendicidad o al robo. De esa suerte^ en ventajas tangibles, sino más bien porque tenían un espíritu "belico-
iina__rierta. etapa del desarrollo cultural, la esclavituC50GLffla.-£XÍS^ so."* Para R u t h Benedict " . . . es u n lugar común que a los hombres
teñcia como resultado de los recursos e imperativos del sistema cul- les agrade la g u e r r a . . . Una y otra vez han demostrado que prefieren
turál. E h 'una subsiguiente y más elevada etapa del desarrollo cultural, la guerra con todos sus padecimientos." 11 William James, en su libro
l a i n s t i t u c i ó n s e extingue, pues deja de ser compatible con los recursos The Moral Equivalent of War, dice que "el hombre moderno
^"exigencias del sistema socio-cüTtürai: — • — " — " hereda toda la belicosidad innata y toda el ansia de gloria de sus
antepasados... Nuestros antepasados nos han puesto la belicosidad en
La guerra es una expresión tremeñdaniente impresionante de la
la sangre, y millares de años de paz no bastan para b o r r a r l a . . . Los
conducta humana q u e ' a menudo es "explicada" psicológicamente.
instintos e ideales militares son tan fuertes como siempre." Y el hom-
Además de los Grandes Hombres que hacen guerras cuando les da
bre lego hace esta apreciación del futuro: "No se puede hacer nada
gusto y gana, hallamos también explicaciones psicológicas más genera- contra la guerra; es algo que está en la naturaleza humana."
lizadas. De acuerdo con la revista norteamericana Time (en el número
del 23 de agosto de 1948), en u n Congreso Internacional de Salud \ ¿Pero es el hombre por naturaleza tan belicoso y guerrero? Compa-
Mental, auspiciado por las Naciones Unidas y al que concurrieron rados con otros órdenes animales, por ejemplo los carnívoros, los pri-
mates forman un conjunto bastante tímido. La "belicosidad innata"
"dos millares de los psiquiatras y psicólogos más renombrados del-
de que habla James a menudo brilla por su ausencia en la especie
mundo," se dieron las siguientes interpretaciones para explicar la
humana. La guerra virtualmente no existe entre muchas tribus primi-
guerra: Las guerras son causadas por un sentimiento de culpa que
tivas. Y en muchos casos en donde se producen luchas, los contendien-
obliga a u n o a hacer algo violento, lo que a su vez hace aparecer
tes no se enfrentan cara a cara y se aporrean de hombre a hombre
u n sentimiento de culpa. De esa manera se explica la repetición de
a fin de ejercer plenamente sus "instintos e ideales militares." Por
las guerras y se da al mismo tiempo razón del origen de las mismas.
el contrario, prefieren valerse de emboscadas, ultimando a sus víctimas
O t r o psicólogo atribuye las guerras a la represión de los impulsos
antes de que tengan oportunidad de defenderse. Matar víctimas dor-
sexuales, lo que hace que la gente se sienta frustrada y se ponga agre-
midas e inermes es más que suficiente para satisfacer el "ansia de
siva. H u b o quien supuso que la gente ha sido hecha agresiva y vio-
gloria" de la mayoría de la gente. Y cuando entre gente primitiva
lenta por efecto de los castigos corporales sufridos durante la niñez. tiene lugar un conflicto franco y abierto, la belicosidad que muestran
El profesor Gordon W. Allport, psicólogo de la Universidad de es frecuentemente más vocal que militar — tal como ocurre general-
Harvard, cita con aprobación un pasaje tomado del preámbulo de j mente entre los primates inferiores. Es común que la lucha termine
la carta de la UNESCO: "Dado que las guerras comienzan en la mente
de los hombres, es allí, en la mente de los hombres, donde deben * Podría parecer superficialmente que la vida errante de una tribu de indios
ser construidas las defensas para la paz." T Monseñor Fulton J. Sheen de las Llanuras, y los frecuentes contactos con otros grupos que tal vida traía
expresa la misma opinión con palabras apenas levemente diferentes: aparejada, haya sido la causa probable de un interés concentrado en la guerra,
pero no habría sido necesariamente así si estos indios no hubieran sido en general
"Las guerras mundiales no son más que la proyección de los conflic- belicosos. Después de todo, en las Llanuras había alimento y otros recursos natura-
tos que se agitan dentro de nuestras propias almas, pues nada ocurre les en cantidad suficiente para atender las necesidades de una población mucho
mayor que la que entonces las habitaba, y estas tribus no eran impulsadas a la
en el mundo que primero no haya ocurrido en el interior de un guerra por necesidades económicas." The Study of Man, página 461.
alma." 8 "Un estallido de entusiasmo militar y una sucesión de gober- El profesor Lowie es también de la opinión que los indios de las Llanuras
nantes capaces permitió que Egipto adoptara durante varias centurias peleaban "por gusto": los indios de las Llanuras "no guerreaban por engrandecer
su territorio ni por ganar el derecho al saqueo, sino, sobre todo, porque pelear era
uña posición imperial," 9 manifestó un eminente orientalista, el desapa- un juego que valía la pena debido al reconocimiento social que deparaba cuando
se lo juzgaba de acuerdo con las reglas. Primitive Society, página 356.
Francia, Samoa o China eran todas iguales, otro ansiaba llevar un uni-
apenas sea derramada la primera sangre. Y en las naciones modernas forme, otro peleaba por Dios, la Patria y el "New Deal", y así suce-
la belicosidad ha sido puesta "tan débilmente en nuestra sangre" q u e sivamente. La mayoría de los hombres, naturalmente, fue a la guerra
todos los países deben recurrir a la conscripción obligatoria. Y a porque estaban obligados a hacerlo — de lo contrario debían aceptar
pesar de epítetos tan hirientes como los de "cobarde" y "antipatrio- la degradación de la cárcel o algo peor. Imaginarse a las multitudes
ta", es considerable el n ú m e r o de hombres que prefieren la degrada- de dóciles siervos y campesinos del antiguo Egipto, del Perú preco-
ción de la cárcel antes que las glorias de la guerra. Parecería entonces lombino, de la China o de la Rusia zarista yendo a la guerra llevados
que los deseos de pelear y matar no son tan predominantes en los por u n a "belicosidad innata y u n ansia de gloria" (James), o, como
primates en general o en los hombres en particular. dice Benedict, porque "a los hombres les agrada la guerra", es en
Pero a u n q u e fuera así, poco es lo q u e nos aclara acerca de la gue- verdad imaginarse u n cuadro grotesco. Se los forzaba a ir, se los lle-
rra, por qué se las hace y cuándo, con quién y qué se quiere ganar vaba al matadero como a las ovejas. Y si algunos se sentían animados
con ella. Intentar una explicación de la g u e r r a a p e l a n d o a u n a b e l i - por "el ansia de la gloria", ello se debía a los propagandistas y n o
rosidad ' i n n a t a "seria~ommo querer explicar las arquitecturas egipcia, era algo nacido en lo más p r o f u n d o de sus almas.
Í nc" y maya haciendo referencia a las propiedades físicas de la Pero, de todos modos, suponiendo que a título de argumentación
les adjudicamos a los hombres u n a belicosidad innata: ¿contra quiénes
r pjedr" o . coma-dar J a z ó n de la r e v o l u c i ó n i n d u s t r i a l invocando u n a
tendgncia inventiva propia de la mente humana. U n a interpretación pelearían? Si en el año 1939 se hubiera efectuado u n a encuesta entre
culturológica de la guerra puede, sin embargo, decirnos algo de im- los norteamericanos para descubrir los objetos de su hostilidad, es
portancia. Las guerras son mantenidas entre sociedades, enffe! astemás" probable que Inglaterra hubiese recibido más votos que cualquier
socioailturales, entre tribus y naciones. Es la cultura de cualquier otra nación con la posible excepción de Rusia. Sin embargo, entraron
situación dada la que determina si se debe hacer u n a guerra o no, y, en la guerra del lado de estas dos naciones. Cuando Rusia combatía
en caso afirmativo, cómo, con quien y p o r qué.. En algunos marcos a la "pequeña y heroica" Finlandia en los años 1939-40, los instintos
culturales no se conoce la guerra; el modo de vida, tal como es defi- belicosos de los norteamericanos f u e r o n nivelados rectamente en el
nido culturalmente, no tiene lugar para ella. En otras situaciones n o Kremlin. El pacto de no agresión firmado entre Rusia y Alemania
hay más que escaramuzas ocasionales entre las tribus. Podemos esperar en 1939 despertó indignación y cólera. Pero luego que los germanos
encuentros militares cuando se hallan en juego ricos campos de caza invadieron a Rusia en 1941, la orientación de los instintos tuvo u n
o pesca. Lo mismo es válido p a r a campos de pastoreo y valles fértiles cambio. Los norteamericanos hallaron entonces en la Rusia soviética
cuando la cultura ha alcanzado el nivel de la ganadería y la agricul- un resuelto defensor de la democracia.
tura. Puede sonar a absurdo y superfluo decir que la gente no peleará Las explicaciones psicológicas no vienen al caso aquí, y, más a ú n ,
por campos de pastoreo, valles fértiles, yacimientos de hierro y car- son patéticas. Las orientaciones psicológicas fueron el resultado del
bón, mercados extranjeros, reservas de petróleo y minas de uranio trato establecido entre las naciones, no la causa. Las ansias de sangre
antes que la cultura haya avanzado hasta niveles de desarrollo tales y gloria estaban en b a j a en los campos militares estadounidenses en
como la domesticación de animales, el cultivo de plantas, los motores el mes de noviembre de 1941. U n hecho internacional ocurrido en
d e combustión interna y de vapor, el comercio mundial y las pilas Pearl H a r b o r hizo que u n a indiferente y m a l h u m o r a d a masa de cons-
de uranio. Pero si se atiende a quienes hablan de la "belicosidad criptos se convirtiera en u n a animosa fuerza combatiente. T e n d r í a
i n n a t a " del hombre, es muy fácil recibir la impresión de que tal factor piucho más sentido afirmar que es la guerra la que e n g e n d r é el es-
basta para explicarlo todo. píritu marcial - antes que argüir que los instintos belicosos son los
El estado de g u m ^ e s a í n a l u c h a entre organismos sociales, n o entre causantes de la guerra.
individuos. Su explicación es. por lo tanto, social o cultural7~ñíntca Por cierto que no habría guerras si n o hubiera gente —organismos
psicológica, -^amás podríamos comprender por qué los Estados Unidos humanos con sus apetitos y temores, esperanzas e inercia— para ha-
entraron en la Segunda Guerra Mundial —o en cualquier otra gue- cerlas. Pero explicar los conflictos bélicos en términos de psicología
rra— haciendo una encuesta sobre los motivos psicológicos de hombres es u n a ilusión. La guerra es un fenómeno cultural, y, aparte poder
y mujeres. U n o quiso dejar su desagradable trabajo de empleado de explicarla en términos culturales, éstos mismos términos los podemos
banco, otro deseaba la aventura, u n tercero buscó librarse de una usar también para dar cuenta de la presencia o ausencia del "instinto"
situación doméstica insoportable, otro deseaba saber si las mujeres de
belicoso, las ansias de gloria o la aversión hacia las matanzas. La paz por supuesto, en explicar por qué e l j i e g r o representa al p a d r e j i o c -
mundial llegará, si es que llega algún día, no porque el instinto beli- t u r n a í en algunas sociedades peró no en otras; por qué los antagonis-
coso haya sido extirpado, o sublimado en grandes competencias atlé- mos son dirigidos principalmente hacia un grupo minoritario antes
ticas, * sino porque el desarrollo cultural y la evolución social habrán "que~ a~otro; por qué los antagonismos raciales faltan por completo en
alcanzado la conclusión última del muy antiguo proceso de mezclar algunas situaciones- La falacia d e j a , interpretación psicológica de los
y unir grupos sociales menores con otros mayores, formando eventual- fenómenos socioculturales consiste en suponer que la experiencia
mente una sola organización política que abarcará todo el planeta y psicológicá"l>iif^ con la institución ha puesto a
al total de la raza humana. \ esta últiSM~WHHristeHtíaÍt£rTOJ —o llegara a ~
.-•^QT'TJO El fenómeno del prejuicio racial y los antagonismos interraciales es * creer— que viajar en aeroplano es la realización de sueños de vuelo
frecuentemente considerado y explicado como siendo principalmente motivados sexualmente; o que viajar en aeroplano le da a uno u n a /
u n fenómeno psicológico. Dado que se manifiesta ^ n ^ o ^ y acíiludes sensación de poder y dominio, arribando por lo tanto a la conclusión ¡'
4?. in3iyjdualés7~a menudo se da por sentado de qué" é l aeroplano, como elemento de cultura, ha sido explicado
que el problema del prejuicio racial y los antagonismos interraciales citando sueños sexuales y u n ansia de poder. No nos anima por cierto
"es~]psi@I¿gtco desiie...el p u n t o de vista de la explicación rifíntifiH^ el propósito de negar o disminuir las experiencias psicológicas subje-
psiquiátrico desde el punto de vista d e l a terapia. El psicoanálisis se tivas del individuo — aun cuando nos agradaría ver algunas de las
h a adelantado con interpretaciones tales como las siguientes: JELjjidía* interpretaciones psicoanalíticas sustentadas con un poco más de veri-
es identificado con el padre que dicta leyes y forma el superyó, y ficación. Trátase de experiencias que son, por supuesto, verdaderas.
también con el parricida impenitente. El judío aborrecido no es ver- Pero quisiéramos agregar que son funciones de situaciones sociocultu- \
daderamente una persona sino un mito: es "castrado" y femenino y sin rales, noclas causas de; ..«tas jiltimító. La experiencia psicológica indi- l
embargo sumamente peligroso y acentuadamente sexual, un símbolo vidual ha sido e v o c a í F ^ social del antagonismo racial
a la vez del ello y el superyó. El negro, de acuerdo con una interpre- así como la emoción del poder y el dominio es evocada por el aero- ¡
tación también psicoanalítica, representa al padre nocturnal y sexual, plano; no es la experiencia subjetiva la que produce el antagonismo
a-<jmen••ei-hi.jó ¿Seg"castrar — de allí los aspectos d r r a s t r a c i ó n del o el aeroplano.
linchamiento. La persecución de u n negro por gente blanca se asemeja Para el antagonismo racial se han ofrecido también interpretaciones
a la cacería de animales hecha en grupos, siendo derivados ambos psicológicas que no son psicoanalíticas. Para explicar los conflictos
fenómenos de la asociación de los hijos para formar una banda que ánterraciales se ha apelado a la hipótesis de la "frustración-agresión."
lucha contra el padre primitivo. Un individuo se siente frustrado y como consecuencia se pone agre-
Estas observaciones pueden o no caracterizar adecuadamente la sivo, eligiendo tal vez u n grupo minoritario sobré el cual descargar el
experiencia de una psique individual que participa en el proceso impulso agresivo. Pero también en este caso la gran variedad y alcance
sociocultural de los antagonismos raciales. Pero aun en el caso en que de los conflictos no resultan claramente iluminados con la mera enun-
describan verazmente la experiencia individualízales observaciones ciación del mágico binomio de "frustración y agresión."
no explican de ningún modo el fenómeno social.. Con exageraelá Iré-* Una de las más enclenques explicaciones psicológicas que conozca-
cuencia se supone que un fenómeno sociocultural ha sido explicado mos del prejuicio racial, es aquella formulada una vez por el desapare-
una vez que las experiencias psicológicas de un individuo han sido cido Franz Boas.- Dicho prejuicio, afirma, " . . . se basa esencialmen-
aisladas y definidas dentro del contexto sociocultural. De ese modo, t e . . . sobre la tendencia de la mente humana a mezclar el individuó
se dice, el hombre puede identificar al negro con el padre, su rival, dentro de la clase a que pertenece, y adjudicarle todas las caracterís-
procediendo luego a expresar abiertamente estos sentimientos interio- ticas de su clase." 12 Cómo es que la tendencia de la mente humana
res en actos y actitudes hostiles hacia el negro. a identificar un individuo con "la clase a la cual pertenece" produce
^ E n donde estos intentos de i n t e r p r e t a c i ó n psicológica fallan es, antagonismo y prejuicio raciales, es algo que no queda del todo claro,
a pesar de que Boas nos asegura que "no es difícil de comprender"
• En fecha tan reciente corrió a mediados del año 1948 hubo más de un psicólogo si se tiene en cuenta esta tendencia de la mente humana.
que sugirió solemnemente que los torneos atléticos internacionales, como los juegos
olímpicos que se hallaban entonces en curso, podrían servir para impedir las guerras, La interpretación psicológica del prejuicio racial y los antagonis-
ya que de manera pacífica dan escape a tendencias agresivas. mos interraciales es engañosa y falsa, pues estos_problemas son sociolo-
j¿cos y culturales antes que psicológicos. Como ya hemos dicho, la
descripción de una experiencia psicológica subjetiva correlacionada taciones psicológicas no serían, sin embargo, más engañosas que aquellas
con una institución no constituye una explicación de tal institución. que acabamos de anotar. ¿Por qué hay gente que se identifica con _lá_
La experiencia del yo es una función de la institución, no su causa. madre, otra con el padre?'Ese es precisamente eí asunto en cuestión;
Como corolario, la institución debe ser explicada culturologicamente. la interpretación psicológica sencillamente plantea el interrogante, ño
lo r e s p o n d e . La escasez o ausencia de interpretaciones psicológicas
N o deseamos emprender en este punto una exhaustiva interpreta-
r e f e r e n t e s a dicha organización unilateral es, sin embargo, debida pro-
ción culturológica del prejuicio racial. Nos permitimos empero suge-
bablemente a una falta de interés por los clanes antes que a una
rir que si la investigación y el análisis fueran llevados a cabo dentro
comprensión de la inaplicabilidad de la interpretación psicológica.
del siguiente lincamiento, se podría arribar a una explicación de este
fenómeno más honda y verdadera que la proporcionada por cualquier Nuestro argumento referente a la relación que existe entre el or 7
grado de indagación psicológica o psicoanalítica: Los prejuicios _de ganismo hombre y su medio ambiente cultural extrasomático puede
raza y antagonismos raciales tienen mucha probabilidad de aparecer ser resumido más o menos de la siguiente manera: La conducta mu-
en situaciones socioculturales en las cuales (1) u n grupo compite con sical de la gente —ya se trate de los vieneses de 1798, de la gente
otro por la posesión de tierras codiciadas (por ej., la frontera del indio negra de Harlem de 1940, de los ingleses de comienzos del siglo xi,
norteamericano,) por trabajos u otras ventajas económicas; (2) en de los italianos en tiempos de Palestrina, de los nigerianos, bantúes,
donde un grupo minoritario se empeñiTpor conservar su integridad chinos y yakuts— muestra variaciones. ¿Cómo explicar estas variacio-
como grupo sociocultural dentro de una población más numerosa; nes? Ciertamente, no en términos de diferencias biológicas. T o d o lo
en donde, en un intento de lograr un alto grado de integración, re- que conocemos acerca de anatomía y fisiología comparadas n o presta
siste los esfuerzos de la sociedad más grande por asimilarlo. Los grupos ningún apoyo a la creencia que la música china tiene una forma y
minoritarios qué tratan de mantener así su integridad, no sólo en el estilo determinados por causa de ciertos caracteres biológicos de los
plano cultural sino también por medio de la endogamia, se oponen chinos, en tanto que los rasgos biológicos peculiares de los bantúes,
a los intentos de la sociedad más grande de alcanzar la integración indios o negros dan origen a sus respectivos tipos musicales. Por el
mediante la asimilación, y tienen, por lo tanto, muchas probabilidades contrario, nuestros conocimientos de los sistemas neuro-sensorio-muscu- ,
de convertirse en objeto de la hostilidad y agresión del grupo más- lares sustentan la proposición de que el hombre puede ser considerado •
numeroso — que incidentalmente tiende a reformar el empeño del una constante biológica dentro de lo relacionado con su conducta
grupo minoritario a mantener su integridad, y así sucesivamente den- humana (simbólica). Podemos observar que los estilos musicales va-
tro de un círculo vicioso. (3) La hostilidad hacia una potencia ex- rían dentro de una sociedad durante el transcurso del tiempo, sin des-
tranjera o hacia un grupo minoritario que existe dentro de una cubrir ninguna clase de correlativa variación biológica. Y está de más
sociedad es a menudo un eficaz medio p a r a unificar una nación. decir que el estilo musical de un pueblo puede ser adoptado por otro:
En tiempos de emergencia o crisis nacionales, jDor lo tanto, una nación la canción religiosa negra Swing Low, Sweet Chariot no fue originada
puede intentar el logro de la unidad y la solidaridad internas fomen- en Dahomey o el Camerún. Advertimos así que tales variaciones de la
tando la hostilidad hacia una potencia extranjera —una antigua tre- conducta musical, que representaremos por los signos M 1 ; M 2 , M 3 ,
ta— o contra un grupo minoritario que vive bajo el mismo techo — M 4 ,. . . M n , no pueden ser explicadas en términos del organismo hu-
también una antigua treta. mano, representado por el signo 0. Las variables no pueden ser expli-
cadas en términos de una constante.
Dejaremos ahora los problemas culturológicos que han sido ataca-
¿Cómo dar razón, entonces, de estas diferencias de la conducta
dos comúnmente con técnicas psicológicas para pasar a uno que rara
musical? Se las debe explicar en términos de diferentes tradiciones o
vez ha sido enfocado de ese modo, a saber, el asunto de los clanes o
culturas musicales, Cj, C 2 , C 3 , C 4 , . . . C n . Expongamos nuestro argu-
linajes matrilineales y patrilineales. No podemos citar, sin más ni
mento en una serie de fórmulas:
más, ningún intento de explicar estos fenómenos socioculturales en
términos psicológicos, y decir, por ejemplo, que cierta gente tuvo cla- 0X -» Mx
nes matrilineales debido a la identificación con la imago materna, en 0 X C2 M2
tanto que otra gente se organizó en linajes patrilineales exógamos lle-
O X C3 M3
vada por impulsos narcisistas o por no sabemos qué. Tales interpre-
O X C4 M4
los tiempos de generación a-generación y se expande lateralmente de ;
El signo 0 representa el organismo h u m a n o ; M 1 ; M 2 , M 3 , M + los
u n o a otro pueblo. El proceso cultural es también acumulativo; d e
diferentes tipos de conducta musical, es decir, las reacciones neuro-sen-
tiempo en tiempo entran en la corriente nuevos elementos q u e acre- ,
sorio-musculares del organismo h u m a n o ; y C 1( C 2 , C 3 , C 4 los tipos de
cientan el caudal. El proceso cultural es progresivo en el sentido en
cultura musical. La conducta musical de cualquier caso particular es,
que avanza hacia u n mayor control de las fuerzas de la naturaleza, ha-
por supuesto, u n compuesto q u e integran dos elementos distintos, la
cia u n a mayor seguridad para la yida del hombre. La cultura es, en
acción de los nervios, glándulas, músculos, órganos de los sentidos, etc.,
consecuencia, u n proceso simbólico, continuo, a c u m u H t i v o ^ ^ ! I p r o ^
del hombre, por u n a parte (0), y por la otra la tradición cultural,
gresivo. — -
extrasomática, externa (C). Pero, dado que el organismo h u m a n o
T o d o ello significa q u e la cultura tiene, en u n sentido muy ver-
aparece como factor constante en todas nuestras ecuaciones, al hacer
dadero, u n carácter extrasomático. Si bien es posibilitada sólo por
u n a consideración de las variaciones de conducta lo podemos eliminar
los organismos de seres humanos, u n a vez q u e existe y se halla en
por completo. Tachemos, por lo tanto, el signo 0 y tendremos las
curso tiene, u n a vida q u e le es propia. Su conducta es determinada
siguientes ecuaciones:
por sus propias leyes, no por las leyes de los organismos humanos. El
Ci Mi proceso de la cultura debe_ser explicado en términos de la ciencia de !
C 2 -*M 2 la cultura, de la culturología, n o en términos de psicología. Ilustremos,
C3 M3 estas proposiciones con u n señcillo^ejémplo". "
C4 M4 U n lenguaje simbólico n o tendría existencia, p o r supuesto, si n o
fuera por los organismos humanos. Pero, u n a vez echado a andar, el
A medida que varía la tradición cultural musical, otro tanto ocu- proceso lingüístico marcha a lo largo de lincamientos propios, en tér-
rre con la conducta musical. La conducta es sencillamente la respuesta minos de sus propios principios y de acuerdo con sus propias leyes.
del organismo a u n conjunto particular de estímulos culturales. M es El proceso lingüístico está formado p o r elementos fonéticos. Los mis-
función de C. mos interactúan entre sí f o r m a n d o varias clases de combinaciones y
L o dicho acerca de la conducta musical es igualmente válido para pautas — fonéticas, sintácticas, gramaticales, lexicográficas, etc. El len-
la conducta lingüística, o monetaria, matemática, arquitectónica, filo- > guaje adquiere forma y .gstrjictijra y uniformidades de conducta. E n
sófica, religiosa — en suma, para cualquier clase de conducta h u m a n a . ¡ otras palabras, desarrolla ciertos principios q u e le dan base y e n tér-
Arribamos fenfonces a la siguiente fórmula: la conducta humana es la ; minos de los cuales funciona.
respuesta del organismo hombre a u n a clase de estímulos externos, Este lenguaje tiene ahora u n carácter extrasomático, n o biológico,
extrasomáticps, simbólicos, q u e denominamos cultura. Las variaciones • no psicológico. Su existencia precede al nacimiento de cualquier indi-
I de la conducta^ h u m a n a son función de u n a v.ariabíe cultural, n o de viduo q u e lo hable; le llega a cada persona desde afuera. Se apodera
1 u n a c o n s t a n t e S o l ^ H T l L a conducta h u m a n a , tal como la encontramos del organismo h u m a n o en el m o m e n t o de nacer éste y lo provee d e
' entre
.. —
íos Tí—
varios <*&< pueblos
"- i. JDU-C— del mundo, :•"debe,

p o r Ío tanto,_
....
ser• • • explicada
-. " ' J'"'-—.j;-'' específicas pautas de conducta lingüística. Los lenguajes son transmi-
en-términos de sus m g e c t i v a s culturas antes q u e apelar a . l a "natura- tidos de u n a a otra generación o gente tal como son transmitidas las
leza h u m a n a " o a tendencias psicológicas. herramientas o adornos. El estudio del lenguaje es e n consecuencia
Si lacoñcíucta h u m a n a debe ser explicada en términos de cultura, filología, y no biología o psicología. Si bien los organismos humanos
¿cómo haremos para dar cuenta de la cultura? son el requisito previo del proceso lingüístico, los mismos no forman-
/ La cultura es u n a organización de fenómenos —actos (pautas de parte de él como tal, y p o r lo tanto n o tienen cabida en el estudio e
^ ^ / c o n d u c t a ) , objgtos (herramientas; cosasf nechas con herramientas) , interpretación de dicho proceso. En u n m a n u a l de gramática inglesa
S0^ ¡ FdHs~(creencias, conocimientos), y sentimientos Cactitudés, ''valores'') — i no aparece ninguna referencia a nervios, glándulas y órganos de los
L que depende del uso d i s í m b o l o s . L a cultura comeñzo cuando apare- sentidos; ni tampoco se habla de esperanzas, temores, deseos, instintos
cí^eiTwmHreTomcTprl^ articulado que usaba símbolos. E n virtud o reflejos en u n tratado sobre los idiomas indoeuropeos. El lenguaje
de su carácter simbólico, cuya expresión más importante es el len- puede ser tratado como u n sistema cerrado, como u n proceso sui
guaje articulado, la cultura es transmitida fácil y rápidamente de u n o gSMTJS' La filología es u n a subdivisión de la culturología, n o de la
a otro organismo humano.! Dada la facilidad de transmisión de sus biología o la psicología.
elementos, la cultura se convierte en u n contiñuüfn;' fluye a través de
Lo dicho acerca del lenguaje rige también para toda otra porcion bles estudios cuiturológicos dedicados a la filología, economía, historia
lógicamente distinguible del proceso cultural -tecnológica, social y antropología, sigue siendo ignorado o rechazado en muchos sectores.
ideológica- y para la cultura h u m a n a como u n todo. jLa_cultura es^ Como indicamos en u n capítulo previo, muchos psicólogos y sociólogos
u n continuum de elementos interactuantes (rasgos) , y este •proceso f se aferran a un p u n t o d e vista q u e ora obscurece la ciencia de la
de i n t e r a c c i ó n Sene sus propios principios y sus propias leyes. I n t r o - ; cultura, ora verdadera y específicamente se opone a ella. Y 110 obstante
cfucir el organismo h u m a n o en una ConsideracióiT denlas variaciones el hecho, señalado por Kroeber, 1 3 de q u e fueron los antropólogos quie-
culturales no es sólo algo fuera de lugar, sino también erróneo; implica ; nes "descubrieron la cultura" y la reconocieron como u n a clase distinta
u n a premisa que es falsa. La cultura debe ser explicada en términos j de fenómenos, como u n orden separado de realidad, muchos son los
de a d t u r a . De esa suerte, con todo lo paradójico que pueda parecer, antropólogos que h a n sido del todo incapaces de captar claramente el
"el e s t u d i o apropiado del .hombre" resulta no ser el hombre, después concepto de u n a ciencia de la cultura suprapsicológica y suprasocioló-
de todo, sino la cultura. L a interpretación más realista y científica- gica y se han opuesto a ella con más o menos vigor.
mente a d e c u a d a d e l a c u r t u r a e s a q u e T I a que p r o c e d e c o m o í j los seres LA. oposición a la ciencia de ja cultura se expresa variadamente,
humanos no existieran-* - pero hay u n tema q u e tiñe gran parte de dicha oposición, por n o
La afirmación no es tan radical ni tan novedosa como puede pa- dear^toga. cultura sino la gente
recer a primera vista. T a l como hemos señalado en u n capítulo prece- l a j j u e hace cosas."T¡itamos una vez más la apta y'"'a^"®~ÍÉfase"'cré
dente", los investigadores han hecho estudios cuiturológicos d u r a n t e Lynd, " l a ^ ^ uñas, ni vota o cree en el capita-
décadas, estudios en los cuales instituciones, filosofías o tecnologías lismo, lo hace la gente." Esta observación e S F l n d u d a b i e m e n t e desti-
son tratadas como clases de fenómenos extrascmáticos y no biológicos. nada a expresar realismo científico y a la vez sentido común. Cual-
Tenemos así, además de investigaciones filológicas, estudios sobre la quiera puede ver con sus propios ojos que son seres humanos Jos q u e
evolución de la moneda, la geometría, la arquitectura, la astronomía, ensobran votos y los ponen en urnas.
el arado, el gobierno parlamentario, el clan, la jurisprudencia, etc. JüL "realismo" de esta especie es sencillamente patético. De hecho
n0
Tenemos estudios tales como el efecto del automóvil sobre la familia, i es de ningún modo realismo sino antropocentrismo, u n a incapacidad
el índice de divorcios, las pequeñas escuelas rurales, la industria del de interpretar una cadena de hechos salvo en términos del hombre
caucho, el oficio de herrero, el barrido de calles, los campos de turis- como primer motor. Por supuesto, es la gente la q u e se esmalta las uñas;
mo, los parques nacionales, etc.; o la influencia de telescopios y mi- por supuesto, la cultura no es u n alma desencarnada que ambula por
croscopios sobre las creencias religiosas y médicas, etc. La culturología, donde le da gusto y gana; por cierto es la gente la que da cuerda a los
como arte práctica de interpretación, no es de n i n g ú n modo nueva o relojes, fabrica automóviles, construye rascacielos. Pero el asunto n o
revolucionaria. ^J.?59ll^0^nte-^reg.untar-.'jqtiién Jh.a.cejjué^_tal como sé observa desde
el
punto de vista del lego. El asunto es: Los hechos que observa el
Ni es tampoco un logro reciente u n a formulación de la filosofía
^gP* i£^noJieben ser"explicados desde'eFpunto de vista del hombie
de la ciencia de la cultura. T a l como hemos visto, ya en el año 1871
d&.cienciqT ÉTlegó~W~geñtelfüe _ b?beníeche~de vaca, evita las suegras,
fue perfectamente expresada en el libro Primitive Culture de E. B.
practica la poliginia y la inhumación, y forma los plurales por el
Tylor, cuyo primer capítulo lleva, cabe decirlo de paso, el significativo agregado de afijos. Nota q u e otro g r u p o aborrece la leche de vaca, se
título de "La Ciencia de la Cultura." Se la hizo explícita en gran asocia libremente con las suegras, practica la monogamia y la crema-
parte de los escritos de Durkheim, particularmente en Las reglas del ción, y forma los plurales por repetición. La pregunta no es ahora
método sociológico (1895). Y en la antropología norteamericana h a ¿quién bebe la leche, la gente o la cultura?" El culturólogo sabe,
sido desarrollada por A. L. Kroeber, R. H . Lowie, Clark Wissler, G. P. quién bebe la leche tan bien como sus oponentes "realistas." La pre-
Murdock, y otros. — gunta es: "¿A qué se debe que haya gente q u e aprecie la leche como
No*obstante la respetable edad de este p u n t o de vista y a pesar una bebida agradable y nutritiva, en tanto que a otra le despierta
del hecho de que es la base sobre la cual se h a n f u n d a d o innumera- repugnancia?"

* Es, por consiguiente, posible y a la vez permisible estudiar la historia de un El razonamiento d e q u e hay gente q u e bebe leche "porque le
hábito social, o la evolución de la cultura en general, sin hacer ninguna referencia agrada", y otra que no lo hace " p o r q u e le r e p u g n a " carece de sentido
a los individuos o a sus características orgánicas y mentales". (G. P. Murdock,
para el culturólogo; n o explica absolutamente nada. ¿|»or qué la leche
The Science of Culture, página 206.)
agrada a algunos y produce asco a otros? Eso es lo _que deseamos variable cultural; en la otra clase mantenemos constante el factor
saEer. Y el psicólogo noHSoT puede dar la respuesta. Ni nos puede cultural y estudiamos qué reacciones despierta en los organismos huma
d£cir tampoco por qué t r a t a d e uno u otro modo a~ las suegras, nos. La existencia de la institución de juicio por jurados, por e eni"
practica la monogamia, la inhumación, la covada o la circuncisión; pío no puede ser explicada psicológicamente; su razón de ser «fete
usa palillos, tenedores, la escala pentatónica, sombreros o microscopios; ser hallada en el ámbito culturológico. Pero para comprender la f u n !
forma plurales agregando afijos — o cualquiera de los otros millares de c o n de esta mst.tucion en la vida de los hombres debemos estudiar
costumbres conocidas por la etnografía. como reaccionan psicológicamente ante ella. Un mismo conjunto de
El culturólogo explica la conducta de un pueblo destacando que £S hechos puede, en consecuencia ^ e r referido a uno u otro contexto el
sencillamente la respuesta de un .japqTpüñacülar~ae^imate ante un F ' ^ P - ^ culturología tratan
'cónj unto particular de estímulos. Y- explica la cultura a lo largo de I ^ J " J ^ H L i H ^ ^ ^ n t e c^nST^tóriirológicos y «trasoñé
ras líneas t r a z a d a s T é n u ñ p á r r a f o "anterior del presente capítulo. Da
so'n e e n S e s
ese modo, a la vez que admite de buen grado que es la gente la que
l>ara ^ ^ ^ ^ c a b a l dé la conducta humana Es
"se esmalta las uñas" o bebe leche, el culturólogo desea señalar que m ^ e s t e r . ^ p ^ o í H de e v i t a r c o n f u s i o n e s . q u e s e c o n o z « n y ' 5 ^
ejecutar tales actos o dejaf~de~Kacerlós no es determinado por la gente peten las fronteras de cadaTTna. " -
a n o p o r su cultura. La 15cpBcaa¿ñ cientific» g«"~nna "ftiV^ípiTa H»
determinantes^._d_e„rdiaMí^-dg_jcaus^_y efecto, de distinciones entre
constantes y variables, distinciones entre variables dependientes e in-
dependientes. El culturólogo sabe períectameñté' 'qüe la cultura no
pújete existir sTn serés' HumanosrTEs acaso necesario decir que no
habría formas pluráles de los substantivos, ni geometría, ni dínamos,
ni lotería, si no hubiera seres humanos? ¡Y por cierto que no podría
haber el tabú de la suegra si no hubiera mujeres! Pero, según lo de-
muestra el culturólogo, la cultura puede ser tratada comojii tuviera
vida propia, completamente aparte de los organismos "iTumanos, asi
como el físico trata la caída de un cuerpo como si no hubiera roza-
miento atmosférico. La conducta de la gente es explicada como su
respuesta a las respectivas culturas. Tratar; J^^cultma^jcomo si fuera
independiente de los seres humanos ncTes de ningún modo una!' actitud
mística, como fue calificada por TSoásr 3én5dict y otros, así cómo" Tam-
poco es místico el físico que trata la caída de los cuerpos como si no
existiera razonamiento Es sencillamente tomar el punto de vista, y las
técnicas d£ja_ciejacia, familiares para la física desde hace mucho tiem-
po, y aplicarlos al reino o campo de la cultura.
~ T s f á " l l r _ m ^ xlecir qüe"ia _ "tesis aquí formulada no es en ningún
sentido una crítica hecha a la psicología y mucho menos un intento
de menospreciarla. La posición de esta ciencia es tan honorable
como segura. Nuestro propósito ha sido el de distinguir entre las in-.
terpretaciones psicológicas y culturológicas de la coñdücta"y^emosttar,'
además, que ciertos problemas "déberrs^r resueltos"con técnicas cultu-
rológicas antes que psicológicas.; Dado' que la conducta Humana"está',
compuesta "poF 3os ingredientes, el biológico, o psicológico, y el cul- \
tural extrasomático, hay dos clases correspondientes de problemas. En i
una, mantenemos constante el factor biológico mientras estudiamos la
CAPÍTULO DECIMOTERCERO

LA ENERGÍA F R E N T E A LA EVOLUCIÓN D E LA CULTURA

"El grado de civilización de cualquier época, pueblo o grupo


de gente, es medido por la capacidad de utilizar energía para el
progreso del hombre o la satisfacción de sus necesidades..."
GEORGE G R A N T MACCURDY, Human Origins i.
"...la historia de la civilización se convierte en la historia de
los progresos del hombre para dominar la energía..." — WILHKLM
OSTWALD, The Modern Theory of Energeticsi.

Luego de haber examinado el proceso cultural en un cierto número


de sus aspectos, pasamos ahora a una consideración del mismo tomado
como un todo.
T a l como ya hemos visto, "cultura" es el nombre de u n diferente
orden, o clase, de fenómenos, a saber, aquellas cosas y hechos que
dependen del ejercicio de una facultad mental, peculiar de la raza
humana, a la que hemos llamado "simbolización." De modo más espe-
cífico, la cultura consiste en objetos_materiales —herramientas, uten-
silios, ornamentos, amuletos, etc.—, actos, creencias y actitudes q u g j f m ^
d o n a n dentró de cqntextos ra el uso de símbolos. Es
un mecanismo complicado, una organización de medios y modos exo-
somáticos empleada por una particular especie animal, el hombre, en
la lucha para existir y sobrevivir.
U n o de los atributos significativos de la cultura es su transmisibi-
lidad con ayuda de medios no biológico^. La cultura en todos sus
aspectos, material, social e ideológico, puede ser fácil y directamente
transmitida desde un individuo, una generación, una época, una región
o un pueblo, a otro, por medio de mecanismos sociales. La cultura,
por así decirlo, es una f o r m a j l e herencia social. Vemos así a la cul-
tura como un éontinuúm, un orden de cosas y hechos .supraMológico_y
extrasomático, que" fluye a través del tiempo de una época a la otra.
En capítulos precedentes hemos visto también que, por el hecho de
constituir un orden distinto de fenómenos, la cultura puede ser des-
cripta e interpretada en términos dg principios-.y. leyes_ que les son
propios. Los elementos culturales actuan- y reaccionan uno sobre otro
según su propio modo. Podemos descubrir los principios d e compor- hombre debe tener alimentos. Debe estar protegido de los elementos
tamiento de varias subclases de elementos culturales y de sistemas cul- Y debe defenderse de sus enemigos. Son tres exigencias que debe satis-
turales considerados como u n todo; y podemos formular las leyes de facer si desea seguir viviendo, y la única forma de conseguirlo es con
los fenómenos y sistemas culturales. ayuda de los medios tecnológicos. pl-sisLejna. tecnológico tiene así una
Nos proponemos esbozar a continuación la evolución de l a c u l t u r a importancia tanto primaria como básica: toda vida humana y toda
apartirde^ a -ÍQ3Üempospresentes. cultura se apoyan sobre dicho sistema y d ^ ' n d e n de é r ~~ •
í_
Podemos considerar la raza h u m a n a —el hombre—^como u n a sola. Del Los sistemas sociales son, en u n sentido muy verdadero, secunda-
mismo modo nos p o d e m o s j m a g i n á r todas las varias" culturas, ó tradi- | rios respecto a los sistemas tecnológicos. U n sistema social puede en
ciones culturales, cóffioconstituyendo u n a sola entidad la cultura de I verdad ser definido^ efectivamente como el esfuerzo organizado hecho
l a ^ ü m a n l d a d . E i r coñsecuerktánnós podemos entregar a la tarea de 1 P g r j o s seres humanos en el uso de los instrumentos de subsistencia,
Trazar el curso del desarrollo de esta cultura, desde sus orígenes hasta \ ° | £ Q S a ^ d é f e n s a , y protección. Un^sistéma"Social es u n a función dé
los tiempos presentes. V n s i s t e m a tecnológico. U n buque, dice 'ChTlde, "y las herramientas em-
Volvamos por u n momento a u n a consideración adicional de la. pleadas en su construcción, simbolizan todo u n sistema económico."
estructura y función de la organización de cosas y procesos, el sistema, La tecnología es la variable independiente, el sistema social la variable
q u e denominamos cultura. La cultura es u n sistema organizado, inte- dependiente. Los sistemas sociales son en consecuencia determinados
grado. Pero dentro de tal sistema "podemos distinguir subdivisiones o por sistemas tecnológicos; u n cambio en éstos se traduce en u n cam-
aspectos. Para nuestros fines distinguiremos tres subsistemas culturales, bio de aquéllos. "El hacha de bronce que r e e m p l a z a . . . (al hacha de
a saber, los socioIógiccTe ideológico. El sistema p i e d r a ) , " para citar nuevamente a Childe, "es no sólo una herramienta
superior, sino que también presupone u n a estructura social y econó-
tecnológico está compuesto por los instrumemo^
mica más compleja." 2
fí¡ÍTOs~y~qúímicos, j u n t o con las técnicas de su uso, con cuya ayuda el
hombre, como una especie animal, es articulado con su habitat natu- ' Los i>isternas ideológicos, o filosóficos, son organizaciones de creen-
ral. Encontramos aquí las herramientas de producción, los medios de t i a v en Tas que la experiencia h u m a n a encuentra su interpretación.
subsistencia, los materiales de refugio, los instrumentos de ofensa y de- Pero la experiencia y sus interpretaciones están poderosamente condi-
fensa. El sistema socjológkp está compuesto por_relaciones ínter perso- cionadas por las tecnologías. Hay u n tipo de filosofía propio de cada
nales expresadas por pautas de conducta, tanto colectiva ~como indivi- tipo de tecnología. La interpretación de u n sistema de' experiencia en
dual. Encontramos en esta categoría sistemas sociales, familiares, eco- el cual u n coup de poing es u n rasgo característico, debe, pues no
nómicos, éticos, políticos, militares, eclesiásticos, ocupacionales y pro- puede ser de otro modo, reflejar esta clase de experiencia. N o sería
fesionales, recreativos, etc. El sistema ideológico está compuesto por impropio hablar de una filosofía y también de u n a tecnología de tipo
ideas, creencias, conocimientos, expresados en lenguaje articulado u coup de poing. U n a tecnología pastoril, agrícola, metalúrgica, indus-
qtra forma simbólica. Caben en esta categoría las mitologías y teolo- trial o militar hallarán cada u n a su correspondiente expresión en
gías, leyendas, literatura, filosofía, ciencia, saber popular y conoci- sendas filosofías. U n tipo de tecnología tendrá expresión en la filoso-
mientos de sentido común. fía del totemismo, otra en la astrología o la mecánica de los quanta.
Las tres categorías mencionadas comprenden el sistema de cultura Pero la experiencia del m u n d o externo no es sentida e interpretada
considerado como un todo. Se hallan, por supuesto, relacionadas entre meramente en el p u n t o de la articulación tecnológica; es también fil-
si; cada una _d& ellas reacciona sobre las otras y es a su vez afectada trada a través del prisma del sistema social. Las cualidades y caracte-
por ellas. Pero la influencia de esta interacción m u t u a n o es igual en rísticas de sistemas sociales, políticos, eclesiásticos, económicos, milita-
todas las direcciones. Los papeles desempeñados por los varios sub- ra, etc., resultan, por lo tanto, reflejadas en el sistema filosófico.
sistemas que componen el proceso cült ur al considerado como u n todo, U n sistema cultural lo podemos imaginar como formado por una.
n o son dejoSTgun modo iguales. El papel principal está a cargo del serie dé tres estratos horizontales: la capa tecnológica en el fondo, la
sistema tecnológico. T a l cosa es, por supuestóT^e esperar; no_podija filosófica"arriba y el estrato sociológico en la~"po«iagñ^édi¥.T ; Bias~"
ser de otra manera. El hombre como especie animal, y por lo tanto la prafeftffltarropígSgir' eTpapeT q u e "cada u n o de ellos' desempeña" en el
cyltura como u n todo,""depende de los medios materiales y mecánico^ proceso cultural. El sistema tecnológico es básico y primario. Los sis-
de ajuste que emplea para adaptarse al medio natural circundante. El temas sociales son función de las tecnologías; y las filosofías manifiestan
fuerzas tecnológicas ^ r e f l e j a n .sistemas sociales. j ^ J a c t o r tecnológico_
l ¿ 7 ^ T l o " t a n t o ; e/'^Te terminan te! de un sis tema cul tural considerado así con un complicado sistema termodinámico, mecánico. Con ayuda
como un todo. Determínala forma cíe los sistemas sociales, ^tecnología de instrumentos tecnológicos la energía es dominada y puesta a tra-
y sociedad determinan juntas el contenido y la orientación de la filo- bajar. Los sistemas sociales y filosóficos son ambos adjuntos de este
proceso tecnológico y expresiones del mismo. El^funcionamiento de la
Sofía. I N a l á f i ^ a á r e , d k T ñ o ^ u í v a i e a decir que los sistemas sociales
cultura como un todo halla eri consecuencia base y determinación "en
noTcoíidicionen el funcionamiento de las tecnologías, o que los siste-
la^ cantidad de energía dominada y el modo en la cual la misma es
mas sociales y tecnológicos no sean influidos por las filosofías. Es una
puesta a trabajar.*
suerte de dependencia claramente manifiesta. Pero condicionarjesjuna
cosa; determinar, algo completamente diferente. Pero "el modo en que es puesta a trabajar" introduce otro factor
poseemos ahora una cíave para comprender el crecimiento y des- aparte la energía. La energía, en sí misma, carece de significado. Pa-
arrollo de la cultura: la tecnología. Un ser humano es u n cuerpo ra que tenga sentido en los sistemas culturales, la energía debe ser
material; la especie- un sistema material. El planeta que habitamos es y gobernada. EUo es, naturalmente, neyatETa cabo
un cuerpo material; el cosmos, un sistema material. LaJ:ecnología es con ayuda de medios tecnológicosTpor medio de herramientas de una
u otrajdasé. La eficiencia de los medios tecnológicos varía; algunos son
el medio'jmecánicq de articulación que une estos dos sistemas mate-
mejores que otros. La cantidad de alimento, ropas u otros productos
riaíesr hombre y cosmos. Pero se trata de sistemas dinámicos, no está-
obtenidos mediante el consumo de una determinada cantidad de ener-
tia£TTodan¡L cosas - e l cosmos, el hombre, la c u l t u r a - pueden, ser
gía será proporcional a la eficiencia en los medios tecnológicos usados
descripfás en términos de materia y energía.
para poner a trabajar la energía, quedando constantes los demás
La segunda ley de la termodinámica nos dice que el cosmos, como factores.
un todo, se disgrega estructuralmente y se extingue dinámicamente; la
materia se pone cada vez menos organizada y la energía más unifor- ^ - ^ U a l q u i e r situación o sistema cultural podemos por lo tacto
memente difundida. Pero en un minúsculo sector del cosmos, a saber, «Hstitogu"' tres factores: (1) la cantidad de energía aprovechada anual-
en los sistemas materiales vivientes, el sentido del proceso cósmico mente la eficiencia de los medios tecnológicos con los
aparece invertido: la organización de la materia y la concentración cuales la energía es encauzada y puesta a trabajar; y, (3) la magnitud
de la energía se hacen cada vez más elevadas. La vida es un proceso producción de bienes y servicios que satisfacen necesidades h ü "
de construcción, estructuración. Pero para poder ir en contra de la manas. Si se supone que el factor del 'habitat sea una constante, el
corriente cósmica, los organismos biológicos deben extraer energía grado de desarrollo cultural, medido en términos de la producción
libre de sistemas no vivientes, capturarla y ponerla a trabajar en la per cápita de bienes y servicios que satisfacen necesidades del hombre,
tarea de mantener el proceso vital. T o d a yida es una l u c h i por obte- es determinado por la cantidad de energía aprovechada per cápita y
ner energía libre. La evolución biológica es sencillamente una expre- por la eficiencia de los medios tecnológicos con los cuales es puesta a
sión d é í proceso termodinámico que corre en sentido opuesto a aquel trabajar. Este concepto puede ser^ expresado sucinta y concisamente
especificado por la segunda ley para el cosmos como u n todo. Es un con la fórmula siguiente^! X T en donde C representa el grado
movimiento que tiende hacia una mayor organización, una mayor di- de desarrollo cultural, E*"la cantidad de energía aprovechada anual-
ferenciación de estructuras, una mayor especialización de funciones, mente per cápita, y T la calidad o eficiencia de las herramientas em-
mayores niveles de integración, y más altos grados de concentración de pleadas en el consumo de la energía. Estamos ahora en condiciones de
energía. formular la ley básica de la evolución cultural. Si se suponen cons-
tantes ios demás.factores, h cultura evoluciona a medida ~que aumenta
D o d e u n p u n t o de vista zoológico, la cultura no es niás que un l
!L£™*tí?ad de energía aprovechada anualmente per cipüa^'q 'a'rne-
medio para^mantener el procesó :delyi4a_de una especie particular, dida( ue
i aumenta ¡d eficiencialIFlñslñe^ usados
Hgmo. sapÍms. ts un mecanismo destinado a proveer al hombre con
para poner a trabajar lajnergia. Ambos factores pueden, por "supuesto, -
medios de subsistencia, protección, ofensa y defensa, regulación social,
ajuste cósmico, y recreación. Pero p a r a satisfacer estas necesidades del
hombre se requiere energía, 4)e"allí que la función primordial de la • El funcionamiento de cualquier cultura particular está acondicionado, por
supuesto, por las características locales del medio ambiente. Pero en una conside-
^ d t ü S P s e a la de embridar y dominar la. energía a fin de que pueda ración de la cultura como un tode es lícito extraer un promedio general de todo
ser puesta a trabajar al servicio del hombre. La cultura nos enfrenta medio ambiente para formar un factor constante que puede ser excluido de nues-
tra formula del desarrollo cultural.
A
342 - W H I T E zadas el fuego fue importante o esencial en las artes cerámicas y me-
crecer simultáneamente. Desde este punto de vista podemos esbozar talúrgicas, pero tampoco aquí funcionaba como forma de energía: es
ahora la historia del desarrollo cultural. decir que en ninguno de estos contextos podemos considerar el fuego
Si la cultura es un mecanismo destinado al aprovechamiento de como igualando o substituyendo la fuerza muscular. Hay sin embargo
energía, el misrho d e b e encontrar tal energía en alguna parte; debe un contexto en donde el fuego obra como energía en^aérTar-culturas
"echar mano de fuerzas naturales en una u otra forma a fin de que primitivas: para ahuecar troncos de árboles en la fabricación de cierta
las mismas puedan ser puestas a trabajar al servicio de las necesidades cíase de canoas o piraguas. En este caso la fuerza muscular es substi-
del hombre. La primera fuente de energía explotada por los más antir tuida por el fuego. Y puede haber'unos pocos más usos similares del
guos sistemas culturales fue naturalmente la energía del mismo orga- fuego. Pero, en suma, antes del invento del motor de vapor ocurrido
nismo humano. "Las culturas originales fueron activadas con energía en,iiem'pbs' modernos. ,í<>s. sistemas culturales hacían poco uso del fuego
hmñaHa" y únicamente por medio de esta fuente y de este modo. ^La_ como forma y fuente de energía que pudiera substituir la fuerza
cantidad de potencia que puede generar un hombre adulto es pequeña, muscular humana.
algtraisf como u n décimo de caballo" d é fuerza. Si se tienen eri cuenta Los pueblos primitivos podían trasladar cargas haciéndolas flotar
mujeres y niños, enfermos, ancianos y débiles, el valor promedio de los aguas abajo; pero hasta que se inventó la rueda de agua poco antes
recursos de potencia de los más primitivos sistemas de cultura debe del comienzo de la era cristiana, no se conocía otra manera en la cual
haber sido aproximadamente de un vigésimo de caballo de fuerza per una masa de agua en movimiento pudiera ser aprovechada como fuente
cápita. Dado_ que el grado de desarrollo cultural —la cantidad de dff^enérgía para hacer progresar la cultura. El viento no fue empleado,
bienes y servicios que satisfacen necesidades humanas, producida per Como fuente de energía hasta tiempos relativamente recientes, y como
cápita— es proporcional a la cantidad de energía aprovechada y pugsta tal nunca ha sido importante.
a^trabajar anualmente per cápita, permaneciendo constantes los demás Ve inuo a.01 que fuego, agua y viento fueron utilizados como fuente
factores, estas "muy tempranas culturas de la humanidad, dependientes de energía sólo hasta un punto muy limitado e insignificante durante
como eran de los magros recursos del cuerpo humano, eran sencillas, los primeros centenares de millares de años de la historia de la cul-
escasa« y crudas, ya que mal, podían ser de otra forma. Ningún sistema tura. Pero hay todavía otra fuente de energía que estaba a disposición
cultural, activado únicamente por la energía humana, puede alcanzar del hombre primitivo, y eventualmente hallamos sus sistemas de cul-
un mayor grado de 'desarrollo. Se puede lograr, por supuesto, un cierto tura sacando provecho de ella: la energía de plantas y animales.
progreso haciendo mayor la eficiencia de los medios tecnológicos usa- Las plantas son, naturalmente, formas y magnitudes de energía.
dos para poner a trabajar la energía, pero el grado de progreso cul- La energía solar es captada por procesos de fotosíntesis y almacenada
tural obtenible a partir de esta base es limitado. Nos podemos formar bajo la forma de tejidos vegetales. Toda vida animal depende, en
una vivida imagen del desarrollo cultural obtenible dentro de los lí- última instancia, de esta energía solar almacenada en las plantas. i YJM
mites de los recursos de la energía humana si observamos culturas ií. como toda vida depende de la fotosíntesis.
modernas tales como las de los tasmanios, fueguinos o andamanes
Los primeros hombres subsistían de plantas y animales, tal, por
o las culturas paleolíticas de Europa.
supuesto, como lo habían hecho sus antepasados pre-humanos. Los
Para poder superar los límites del máximo de eficiencia tecnoló- más antiguos sistemas culturales desarrollaron técnicas de cacería,
gica y los recursos de energía del cuerpo humano, la cultura debe pesca', trampas;^recolección, cosecha, etc., como medio para explotar
arbitrar nuevos medios capaces de proveer cantidades adicionales de I5S recursos vegetales y animales de la naturaleza. Pero- la mera
energía, apeíando para ello a recursos naturales de alguna forma nue- apropiación de los recursos naturales es una cosa: encauzarlos y
va. En algunos sistemas culturales previos a la escritura, fuego, viento dominarlos, algo j n u y distinto. Luego de algo así como 985.000 años
o agua eran explotados como fuentes de energía, pero sólo ocasional- de desarrollo cultural, ciertas plantas fueron puestas bajo el control
mente y en un grado por demás insignificante. La conquista del fuego de la domesticación y el cultivo, y varias especies animales fueron
fue un logro cultural muy temprano, pero fue sólo después del invento sometidas mediante la domesticación. Los recursos de energía para
un práctico motor de. vapor que el fuego adquirió importancia como hacer progresar la cultura resultaron notablemente acrecentados merced
una forma de energía. En las culturas primitivas el fuego era de mu- a este aumento de dominio sobre las fuerzas de la naturaleza. El rendi-
cho valor para cocinar, proveer de calor, ahuyentar bestias salvajes, y miento de alimento vegetal y otros provechosos materiales derivados
como símbolo, pero no como forma de energía. En culturas más avan-
de las ¡llantas, por unidad de labor humana, ^experimentó un cueneia de la revolución agrícola, Se hicieron rápidos progresós,
aumento enorme cuando la cosecha de plantas salvajes fue sülisfitíiidá especialmente en el viejo mundo, én todas las artes —industriales,
por el cultivo de plantas. El cultivo selectivo permitió la obtención estéticas e intelectuales. Se emprendieron y ejecutaron grandes tra-
de'"cepas mejoradas. Métodos de cultivo, fertilización e irrigación bajos de ingeniería, se erigieron enormes edificios arquitectónicos.
sirvieron para aumentar el rendimiento por unidad de energía hu- Las artes cerámicas, textiles y metalúrgicas se expandieron y flore-
mana o labor hecha por el hombre. Entre las plantas sometidas al cieron. Crecieron la astronomía, la escultura y las matemáticas. Se
I cultivo, los cereales han sido especialmente importantes. Tylor los trazaron los comienzos de una ciencia racional de la medicina. Fueron
i ha llamado "la gran fuerza motriz de la civilización." Todas las producidas impresionantes obras de arte, en relieve, escultura y
grandes civilizaciones de la antigüedad entraron en existencia gracias hasta en la pintura. Desarrollo y progreso aparecieron en todos losf
al cultivo de cereales; ninguna cultura de importancia ha podido aspectos de la cultura. j
ser alcanzada jamás independientemente del cultivo de cereales.
Pero la cultura no avanzó continua o indefinidamente como
La domesticación de animales aumentó también los recursos de
resultado de los aumentados recursos de energía obtenidos por las
energía para hacer progresar la cultura, como resultado del mayor
técnicas agrícolas y ganaderas. Luego de un período de crecimiento
dominio logrado sobre estas formas de energía. El rendimiento en
rápido, la curva ascendente de progreso se desvió horizontalmente
alimento y otros útiles productos animales, por unidad de labor hu-
para formar una meseta. Las crestas de desarrollo cultural fueron
mana, se qlevó considerablemente cuando la caza fue reemplazada
alcanzadas en Egipto, la Mesopotamia, India y China antes del año
por la domesticación. En una economía basada sobre la caza, los
lG^cTantes de J. C., y en algunos casos en épocas todavía más tem-
animales debían ser muertos antes de poder ser utilizados, y una vez
p a n a s , y a partir de aquel momento y hasta comienzos ele la época
consumidos, era menester buscar más y matarlos. Con a x u d a _ d e j &
del combustible, aproximadamente en el año 1800 después ele J. C.,
domesticación, un pueblo podía vivir de sus rebañós y manadas sin
ninguna'cultura del viejo mundo sobrepasó, de algún modo profun-
disminuir para nada el número de las cabezas; hasta lo podían
do y extenso, los niveles más elevados alcanzados en la Edad de
atfmentar. Los animales, al igual que las plantas, fueron mejorados
Bronce. Naturalmente, ello no debe ser interpretado como signifi-
mediante la crianza selectiva, y, aparte suministrar lecheábanle, lana
cando que no hubo ninguna ríase de progreso entre los años 1000
y pieles, algunas especies podían ser usadas como tuerza motriz, ya
antes de J. C. y 1789 después de J. C. Aquí y allá se produjeron
sea para transportar cargas o arrastrar arados o vehículos. De ese
innovaciones, y características ya existentes fueron objeto de refina-
modo la domesticación de los animales aumentó en grado sumo la
mientos. Pero considerando las culturas en forma global, y midién-
cantidad de energía que estaba bajo dominio cultural y disponible
dolas con varas tales como tamaño de la unidad política, tamaño
para hacer progresar la cultura.
de las ciudades, magnitud de los edificios arquitectónicos y de las
Se podía esperar por lo tanto un gran progreso en el desarollo obras de ingeniería, densidad de la población, producción y acumu-
cultural como consecuencia del enorme aumento producido en la lación ele riquezas, etc., las culturas europeas del período comprendido
cantidad de energía aprovechada y manejada anualmente per capita entre la caída del Imperio Romano y el advenimiento de la época ele
merced a las artes agrícolas y pastoriles. Y tal fue exactamente lo que la. fuerza motriz, eran en general inferiores a aquellas de las antiguas
ocurrió. Los testimonios arqueológicos dan plena fe de nuestra teoría civilizaciones orientales. L¡i razón por la cual las culturas no siguie-
sobre este punto. Unos^ pocos millares de años luego de la inaugura- ron progresando indefinidamente ílevadas por el ímpetu de una
ción de las artes de domesticación y cultivo, las grandes civilizaciones" tecnología agrícola-ganadera es un asunto que consideraremos de
de la antigüedad, de Egipto, la Mesopotamia, India, China, y, en el inmediato.
lluevo mundo en Méjico, América Central y los altiplanos andinos,
Parece entonces que la cultura basada sobre la agricultura y la
enu^iioa Tapidamente en existencia. Luego de centenares de millares
ganadería había casi alcanzado el apogeo de su desarrollo antes del
de años de un desarrollo relativamente lento y escaso, ocurrido du-
comienzo de la era cristiana, al menos en el Viejo Mundo: el Nuevo
rante los tiempos paleolíticos, la cultura dio un gran salto adelante
Mundo seguía la misma línea, pero con un cierto rezago. Y es ra-
bajo el ímpetu de las aumentadas luen tes de energía ofrecidas por
zonable suponer que la cultura no habría excedido jamás las cimas
la agnciOJrini y Tá gan idei i ¡ Grandes ciudades, naciones e imperios
ya alcanzadas por esa época si no se hubiera ideado alguna manera
ocuparon el lugar de ildeis tribus y confederaciones como conse-
de obtener cantidades adicionales de energía, por año y per capita,
surtiéndose de las fuerzas de la naturaleza en u n a nueva forma. ,Se aprovechada puede depender de la eficiencia de las herramientas
encontró empero la forma de hacerlo: la energía con la forma de empleadas, y la cantidad de bienes q u e sirven necesidades humanas
caijrán, y, más tarde, como petróleo y g ^ p u d o ser aprovechada con producida por u n i d a d de energía es función directa de dicha eficiencia.
ayu¿ia .de las maquinas de vapor y los motores de combustión interna. Hasta el momento hemos mantenido constante el factor herramienta
Apelando a los vas tos depósitos de carbón, petróleo y gas na,tura] se y jaecilQ .variable^el factor energía. Ahora consideraremos constante
logró rápidamente u n a u m e n t o ' t r e m e n d o en la cantidad de energía el factor energía y variaremos el de l a r liérramíentas. Obtenemos
disponible para hacer progresar la cultura. Las consecuencias de la entonces-la siguiente generalización: el grado de desarrollo cultural
revolución del combustible fueron en general muy semejantes a varía en proporción directa con la eficiencia de las herramientas
aquellas dé la revolución agrícola: u n aumento de población, mayo- eíyjileadas, permaneciendo constantes los demás factores.. Si u n o
res"'Unidades políticas, ciudades más extensas, u n a acumulación ele <sta, por^mptoTTdtedi'caab a cortar madera, la cantidad cortada por
riquezas, u n rápido desarrollo de las artes y las ciencias, en suma, unidad de energía gastada variará de acuerdo con la eficiencia del
un r á p i d o y extendido progreso de la cultura en su totalidad. hacha; la cantidad aumentará a medida q u e las hachas sean más
Pero también en este caso, luego de u n crecimiento muy acelera- perfectas, desde "aquellas d e épocas paleolíticas y pasando por las d e
d o , 1 c u l t u r a l comenzó a mostrar signos de de- las Edades Neolítica, de Bronce y de Hierro, hasta llegar a la más
caimiento. N o deseamos insinuar que la cultura ya haya alcanzado filosa hacha de acero de aleación usada en nuestros días. Y lo mismo
uíi apogeo propio ele la época clel combustible, no creemos tal cosa; ocurre con otros medios instrumentales, tales como sierras, telares,
suponemos sencillamente que es posible descubrir señales de demora arados, arneses, vehículos con ruedas, embarcaciones, etc. El p r o -
en el jivance,.__£ero antes de que el asunto referente a cuánto podría greso ^cultural es efectuado, en consecuencia, tanto merced a u n
avanzar el desarrollo cultural sobre una base de energía humana, jlerfeccionamiento de las herramientas como a aumentos de la can-
agricultura, ganadería y combustible, pudiera convertirse en algo tidad de energía aprovechada.
semejante a u n tema de interés inmediato, tuvo lugar u n hecho
Pero la eficiencia de u n a herramienta no puede crecer indefini-
tecnológico de importancia tremenda: se h a b í r l ó g r a d o poner mano
damente; existe u n p u n t o luego del cual no es posible ninguna me-
sobre Tos recursos energéticos de los núcleos atómicos. Por primeia
jora de cualquier herramienta dada. Es así como el remo de u n a
vez en la historia cultural se había logrado obtener energía de üria
canoa puede ser demasiado largo o demasiado corto, muy estrecho o
fuente ajena al Sol. T o d a v í a no se ha producido n i n g ú n avance
muy ancho, de mucho peso o demasiado liviano, etc. Podemos por
cultural mediante la utilización de esta nueva forma de energía como
lo tanto imaginar y fabricar u n remo de u n tamaño y u n a forma
fuente de fuerza motriz industrial. Y antes de que cobre significa-
tales como para hacer que cualquier alteración se traduzca en u n a
ción en este sentido, hay otra funesta pregunta que debe ser enfren-
pérdida de eficiencia. Del mismo modo podemos perfeccionar arcos
tada y respondida, a saber, q u é consgcuencias t e n d r á , el. usfl^dp^Ja
y flechas, azadas, arados, sierras, etc., pero sin exceder de u n cierto
CMiergía atómica en las actividades bélicas.
punto. Como cosa práctica, la perfección es algo que se logra o a
Trazamos así eTdésáHolío cultural, a partir de niveles antropoideos la cual al menos se llega muy cerca. Durante décadas no se ha hecho
y hasta llegar a los tiempos presentes, obtenido como consecuencia ninguna mejora significativa en violines. La locomotora de vapor
de los periódicos aumentos ocurridos en la cantidad de energía ha llegado aparentemente a sus límites de tamaño y velocidad. Las
aprovechada anualmente per capita y debidos al descubrimiento de mejoras pueden en realidad ser continuadas durante u n tiempo
nuevas fuentes de fuerza. Hay^-sin__gmbargo, implícito otro factor mediante el uso de nuevos materiales o aleaciones y con la aplica-
tecnológico q u e hasta el momento hemos mencionado en forma me- ción de nuevos principios mecánicos. Pero a u n así, el perfecciona-
ramente incidental; se trata del papel desempeñado por las herra- miento de cualquier herramienta o máquina llega muy cerca de u n
mientas en el proceso cultural y corresponde ahora tratarlo más límite o directamente lo alcanza. N o podemos esperar que se cons-
plenamente.. truyan locomotoras o trasatlánticos de u n kilómetro de longitud, o
l¿__energiaJiQ_js<=ligrj>upuesto, ni creada ni aniquilada, por lo rascacielos de medio millar de pisos; la impracticabilidad de los mis-
menos no ocurre así dentro de lóssistémas culturales; és^sencillamente mos es evidente y categórica.
transformada. Es encauzada v p u e s t a a trabajar o consumida. JLero
Hallamos así en el proceso cultural que el progreso y desarrollo
ello requiere :-lierramientas y máquinas. , La cantidad de energía
son efectuados por el m e j o r a m i e n t o de los medios mecánicos con IQS
indirecto; sirven para coordinar entre sí los varios sectores de la
cuales la energía es encauzada y puesta a trabajar y también por el sociedad y para integrarlos dentro de un todo coherente.
áuiñiñto de las cantidades de energía empleadas. Pero ello ño Los sistemas sociales de los pueblos primitivos varían tremenda-
significa que los factores de herramienta y energía sean de igual peso mente en lo que a detalles se refiere debido a que hay variaciones
y "significado. El factor de energía es el primario y básico; es eL_ en las circunstancias específicas del habitat natural y la tecnología.
motor, el agente activo. Las herramientas son sencillamente los Pero^los sistemas sociales fundados sobre una base de energía hu-
medios ¡Jara servir a esta luerza. El factor de energía puede ser mana (es decir, pre-pastorales y pre-agrícojas)' pertenecen todos a. un
aumentado indefinidamente: la 'eficiencia de la herramienta sólo tipo común. Son relativamente pequeños y exhiben un mínimo de
dgntro de ciertos límites. ,Con una dada cantidad de energía, el desarro- diferenciación estructural y especialización de funciones. No encon-
llo cultural puede avanzar únicamente hasta u n punto: el límite de la tramos un alto grado de desarrollo en las sociedades basadas sobre el
eficiencia de las herramientas. Una vez alcanzados estos límites, primitivo cimiento de una tecnología cuya única fuente de energía
ningún aumento adicional de la eficiencia podrá compensar una falta era la fuerza muscular humana.
de aumento en la cantidad de energía aprovechada. Pero los au- Los sociedades pastoriles y agrícolas de las primeras etapas de estos
mentos de la cantidad de energía aprovechada se traducen en progre- desarrollos tecnológicos muestran análogamente sistemas relativamente,"
sos tecnológicos a lo largo de toda la línea, en el invento de nuevas sencillos y faltos de diferenciación. Todos los sistemas sociales huma-
herramientas y en la mejora de las ya conocidas, en el caso de ser nos, hasta un cierto punto dentro del desarrollo de la tecnología
posible tal mejora. Vemos, en consecuencia, que, con todo lo impor- -agrícola, o sea la de labranza y ganadería, pueden en realidad ser
tante que puede ser el factor herramienta, el mismo es meramente caracterizados como sociedades primitivas: tribus basadas sobre lazos de
secundario respectó al factor de la energía, que es primordial y parentesco, libre acceso para todos a los recursos naturales, relativa-
básico. Y dado que los aumentos de energía favorecen el perfeccio- mente escasa diferenciación social y especialización, y u n elevado grado
namiento de las herramientas, podría decirse que, en última instan-: de igualdad social. Sin embargo, luego de alcanzado un cierto punto
cia, es la energía la que lleva el proceso cultural hacia adelante y en el desarrollo de k agricultura, en los sistemas sociales se produjo
haciS arriba. La afirmación general de que siendo constante el factor un...cambio profundo. Esto fue el aspecto social de la Revolución
ambiental, él grado de desarrollo cultural es proporcional a la can- Agrícola. Trazaremos a continuación el cursó de tal revolución social,
tidad de energía aprovechada anualmente per capita, resulta por lo aT menos en sus rasgos principales.
tanto atinada y esclarececlora.
La agricultura y la ganadería son medios para producir, por unidad
Pasamos ahora a una consideración de los sistemas sociales dentro de energía humana, más alimentos y otros materiales útiles que aquellos
del p'rocéso del desarrollo cultural. Un sistema social se encuentra, obtenibles con la caza, pesca, o la mera recolección. Cuando la agri-
tal como hemos visto que debe ser, íntimamente relacionado con su cultura es combinada con la crianza de animales, los recursos de
sis(¿na tecnológico que le presta base. Si un pueblo está formado por energía para la construcción de la cultura son, por supuesto, mayores
cazadores nómades —es decir, qué usan ciertos instrumentos tecnoló- que en el caso en que sólo se practica el cultivo de plantas. Las
gicos según cierta manera para la finalidad de obtener alimento, rffanádas y rebaños no suministran únicamente carne, leche, lana o
pieles, cueros y otros materiales que satisfacen necesidades— tal cueros, pues su fuerza muscular puede ser usada también para trans-
pueblo tendrá un tipo de sistema social. Si son pueblos de vida portar cargas, arrastrar arados y carretas, etc. Todas las grandes
sedentaria, que se alimentan de abundantes bancos de mariscos, o si civilizaciones del Viejo Mundo tuvieron como base la agricultura y la
son pastores o activos labradores, o comerciantes marítimos, o indus- ganadería. Sin embargo, dado el hecho que el cultivo de cereales
triales, etc., cada uno de ellos tendrá otros tipos de sistema social. constituye el factor básico en la nueva tecnología agrícola ganadera,
El proceso del ataque y defensa militares y los medios tecnológicos podemos, para mayor brevedad, hablar de "las consecuencias sociales
con los que es ejercido obra también a manera de determinante de de una tecnología agrícola en vías de desarrollo."
la organización social, convirtiéndose a veces en un factor de suma A medida que las ártes agrícolas progresaban y maduraban, a
importancia. Vemos así que el sistema social de un pueblo es deter- medida que las plantas eran mejoradas mediante cultivos selectivos, a
minado en su base por el uso de medios tecnológicos de subsistencia medida que se introducían y perfeccionaban nuevas técnicas de cultivo,
y de ataque y defensa. ^Aquellas instituciones sociales que no depen- irrisración, desagries, rotación de los sembrados, fertilización, etc., lai .
O • O
den directamente de la tecnología están relacionadas con ella de modo
cantidad de alimentos producida crecía propoicionalmente. Las mayo- un mínimo de división del trabajo y una escasa diferenciación de la
res di'sf>oniBSltdades de alimentos significaron aumentos de población. estructura social a lo largo de líneas ocupacionales. Pero a medida que
Las pequeñas tribus crecieron para convertirse en tribus numerosas,^v la. sociedad se hacía fuertemente diferenciada,, como consecuencia del
qs tas en naciones e imperios; las aldeas crecieron hasta ser pueblos, y aumento de la productividad de la labor humana en las actividades
los pueblos ciudades. agrícolas, | e requirió un nuevo tipo de sistema económico; fii^-menesíer f
- Aparte de producir mayores cantidades de alimento que la caza, la arbitrar una nueva manera de relacionar las clases económicamente
pesca y la recolección,' las técnicas_jtg£fgplas permitían más alimento entre sí. E l l o p u e d e s e r l o g r a d o con i n í sistema ya sea feudal o "de ¡
per capita, más producción por unidad de labor humana invertida mercado monetario. En cualquier caso tenemos sin embargo un sistema
en el trabajo. Y conforme se desarrollaban las artes agrícolas, la \ en_ el cual la base de las reIacÍQH£s._sojciaks está formarla^ por las
productividad de la labor humana se hacía mayor en este campo. De ^ relaciones de p r o p i ^ j i . ^ j m - a J a J o i í i ^ o c u r r í a en la sociedad
manera gradual se hizo posible que una parte de la población produ- tribal y de lazos de parentesco.
j e ^ alimentos para toHoSTEÍIo significó que parte de la población podía En los niveles culturales previos a la invención de la escritura
ser retirada de la agricultura y llevada hacia" otras actividades, como, había naturalmente ciertas luchas entre los grupos tribales. La com-
pór ejemplo, las artes industriales y estéticas A medida que progre- petencia por lugares favorecidos de caza o pesca u otros recursos ^
saba la tecnología agrícola, mayor número de gente podía j e r sacaida naturales, la venganza por injurias verdaderas o imaginadas jo_sea * ^ 1 '
de.los campos y puesta a trabajar en otras tareas y ocupaciones. De i mágicas), traía aparejada una cierta cantidad de conflictos intertribales. ^
ese modo la sociedad resultó dividida a lo largo de líneas ocupacíona- j Pero no estaban presentes los factores necesarios para guerras en gran ^
les, con diferenciaciones en su estructura y una especialización de >" eseala^3Ís(^iti^a&.^_sostenidasr''Tárés Tactores" aparecieron sin embaí- <o ?
funciones. Ello condujo a otros desarrollos sociales, tal como veremos go como resultado de la Revolución Agrícola. Un alto gradó cíe
más adelante. desarrollo de la agricultura, la metalurgia, la cerámica y otras artes se
EJ mero aumento de población tuvo también consecuencias im- tradujo en la producción y acumulación de grandes cantidades de
portanles en otra dirección. Las tribus y clanes estaban organizados riquezas., Las ricas posesiones de una nación junto con los recursos
sobre una base de lazos de parentesco; en ese plano se producían naturales y humanos que hacían posible tal riqueza, constituían un
la mayor parte de las relaciones sociales. Tratábase de un mecanismo rico botín para cualquier pueblo que se propusiera conquistarla^La
que funcionó perfectamente mientras las unidades sociales eran rela- guerra se convirtió en una ocupación provechosa. Hallamos así, parti-
tivamente pequeñas; un clan o tribu podía funcionar eficazmente tíiíarmehte en la Mesopotamia, u n estado de guerra casi crónico:
como mecanismo de trato y organización sociales mientras sus miem- ñaciones peleando entre ellas por cuencas ricas y fértdes, los tesoros
bros no fueran sumamente numerosos, mientras las relaciones sociales de palacios y templos; una nación conquistando y saqueando a otra,
pudieran ser personales. Pero cuando, b a j o el ímpetu de una creciente nuevos imperios nacidos sobre las ruinas de otros.
tecnología agrícola y una cada vez mayor producción de alimentos, las Las consecuencias sociales de estados de guerra sistemáticos y cró-
úhídades de clan y tribu adquirieron dimensiones enormes, las mismas nicos son significativas: la formación de una clase militar profesional,
tendieron a desmoronarse por efecto de su propio peso. La sociedad que en colaboración con dirigentes políticos y a veces hasta autóno-
primitiva tendió, por lo tanto, a disgregarse como consecuencia de un mamente, puede llegar a ser una poderosa fuerza política; la reducción
puro aumento numérico. Se requirió así un nuevo tipo de organización del pueblo de las naciones conquistadas al estado de esclavitud o
social, pues de lo contrario se terminaría en un caos. Esta nuev? servidumbre; y la subordinación de las masas del mismo país vencedor
organización fue hallada en el/Estado) Era otro resultado de la Re- a los imperativos de prolongados conflictos militares. La_gjigrrjL„teJldió ,
voluciónAgrícola. ' _así poderosamente a dividir la sociedad en dos principales clases. \
La tecnología agrícola en vías de desarrollo trajo*4;ambién grandes sociales: un grupo dominante y relativamente reducido que organizaba <
cambios.,en„la organización económica. Ei^Ja sociedad tribal,- la pro- y dirigía las campañas y a cuyas manos iba una proporción conside- í
ducción, intercambio y consumo de riquezas se produjeron sobre una rgblemente grande de las riquezas tomadas como botín, y una clase
base personal y de parentesco; la organización económica estaba vir- numerosa que suministraba lo que hoy llamaríamos "la carne de
tualmente identificada con el sistema del parentesco. Este tipo de cañón" —los campesinos, siervos, los soldados rasos, etc. Muchas veces
organización económica resultaba apto en una sociedad pequeña, con había una diferencia escasa o nula entre la suerte de la masa de'
pueblo vencedor y aquella de la masa de la nación derrotada una vez
terminada la conquista y sojuzgamiento. social- especial de coordinación de funciones y correlación de estruc-
turas» un mecanismo d e ' integración y regulatión. Este mecanismo
La guerra no era sin embargo el único agente, o proceso social,
político tenía d5s aspectos, uno.,secular y otro * ecl^5saco7"'ciertas
causante de la división de las sociedades de la era siguiente a la
Veces intimamente relacionados y distintos en otras, pero que estaban
Revolución Agrícola, en una pequeña clase dominante, poderosa y
siempre presentes. A tal mecanismo' especial de coordinación, inte-
rica, por una parte, y por la otra una clase numerosa de campesinos,
g r a c i ó n y regulación íe damos el nombre de Ijpesia-Éstado. La
"Siervos o esclavos. El-proceso pacífico del comercio, y en especial él
evolución de la sociedad civil, a partir de la temprana era metalúr-
uso de dinero, también tuvo influencia para traer el mismo resultado.
gica' y hasta los tiempos presentes, pasando por toda una variedad
Industria: y comercio son medios para concentrar riquezas. En este
de formas en las relaciones de Estado y clase, es una historia a la
proceso competitivo, los grandes comerciantes prosperaron a costa
que volveremos un poco más adelante. Deseamos retomar ahora un
de los pequeños. La riqueza tendió a gravitar en unas pocas manos.
asunto que tocamos en un párrafo anterior.
E r p r é s t a m o de dinero es una manera particularmente rápida y efec-
tiva para empobrecerse el pobre y enriquecerse el rico. Guando las Si la cultura evoluciona cada vez que aumenta la cantidad de
tasas de interés varían, por ejemplo, desde treinta a cien por ciento energía aprovechada anualmente per capita, ¿gor^qué no continuó la
o aún más, tal como ocurría en tiempos antiguos, loL.pe_qye- cultura avanzando indefinidamente como consecuencia de la revo-
ños prestatarios se hunden rápidamente en una servidumbre econó- lución tecnológica ocurrida en la agricultura? T a l como ya hemos
mica respecto a los usureros. N o era nada raro en Grecia, antes de visto, no fue asi. Por el contrario, luego dé haber alcanzado ciertos
las reformas de Solón o Glístenes, que un pequeño labrador ven- niyeles ceso en su avance y á continuación permaneció estacionaria
diera sus hijos como esclavos para poder pagar no más que los inte- hasta recibir nuevos y poderosos ímpetus de la Revolución del Com-
reses del préstamo, pues nada tan remoto como amortizar el total bustible. La agricultura, como proceso tecnológico, como mecanismo*
de la deuda. Los tributos impuestos por la clase gobernante a para aprovechar la energía solar, no estaba empero desarrollada en
través del mecanismo estatal y las rentas exorbitantes que los gran- modo alguno hasta sus límites tecnológicos; no ha alcanzado todavía
des terratenientes hacían pesar sobre pequeños arrendatarios, tendían tales límites, y, según opinión de los agrónomos, ni siquiera se ha
también a reducir las masas a una condición de impotencia y escla- acercado mucho a ellos. ¿Cómo explicar entonces esa eventual pér-
vitud económica. dida de brío en el progreso tecnológico de la agricultura y su virtual
estancamiento luego de un crecimiento tan rápido?
Vemos así que entre los efectos sociales, económicos y políticos dé
- La respuesta parece residir en la relación existente entre el sis-
la revolución tecnológica sobrevenida en la agricultura figuran los
tema socioeconómico y el sistema, tecnológico establecido por la
siguientes: la disolución del antiguo sistema social de la sociedad
i Revolución Agrícola. T a l como ya hemos señalado, todo sistema so-
primitiva, la desaparición de tribus y clanes; la división de la socie-
cía 1 se apoya sobre un^sistema tecnológico y es detéfníinado por este_
dad en varios grupos ocupacionales —hermandades de obreros y
último. Pero todo sistema tecnológico funciona dentro de un sistema
'artesanos; la d i m i t a horíz^^ en "dos clases "princi-
social y es en consecuencia condicionado por él.,. El sistema social
pales: una pequgía dase, dirigente, poderosa, y rica, y una clase
creado por la Revolución Agrícola influyó sobre el proceso tecnológicá-..
numerosa, gobernada y explotada por la clase dirigente, que de u n mo-
hasta eventualmente llegar a "contenerlo" y virtualmente inmovilizar
do u otro la tenía sometida. La sociedad civil basada en las relacio-
todo otro progreso de la cultura considerada en su totalidad. Las cosás
nes de propiedad ocupó el J u g a r de la sodedad primitiva basada «n
ocurrieron tal como se explica a continuación.
lazos de parentesco; .el Estado reemplazó a la tribu y al clan. La
revolución tecnológica de la agricultura precipitó y dio curso a una El sistema social de la sociedad civil, tal como ya hemos visto, se
revolución en los sectores social, político y económico de la cultura. hallaba dividido en una clase dirigente y una clase explotadíi. Esta
A medida que la cantidad de energía aprovechada y puesta a traba- última producía las riquezas; la primera s e a p o d e r a b a de una tan
jar, anualmente y per capita, era aumentada por el desarrollo de la grande proporción de ellas como para dejar a aquella con no más que
tecnología agrícola, la estructura de la sociedad se diferenciaba cada un mínimo de medios de subsistencia. Acrecentar la producción mer-
vez más, en tanto que se acentuaba la especialización de sus funcio- cedla una mayor eficiencia no habría tHi3ó~ñinguna ventaja para
nes. Este giro era acompañado por la emergencia de un mecanismo la clase productora; el incremento sería sólo aprovechado por la clase
• dirigente. Por otra parte eran pocas las probabilidades de que la clase
La Revolución del Combustible fue la culminación y síntesis de u n
dirigente recurriera a planes de largo plazo destinados a mejorar las
número de corrientes de elementos culturales que hablan estado en
técnicas d e la producción agrícola. Si necesitaban más de lo q u e esta-
vías de desarrollo durante u n cierto tiempo, así como la Revolución
ban obteniendo en un momento daclo, tal carencia era inmediata y de
Agrícola fue el florecimiento organizado de tendencias de épocas ante-
nada habría servido ú n plan d e largo plazo. La medida adoptada
riores. Y, del mismo modo que su predecesora, ¡a Revolución del Com-
habría sido la de imponer mayores exacciones a la clase productora.
bustible trajo aparejados grandes cambios económicos, políticos _y•
Pero parecería que en la mayoría de los casos, si no* en todos, la clase
Tocialés coino consecuencia de aumentar grandemente los recursos
dirigente disponía de todo cuanto necesitara. E n realidad, gran parte
energéticos para el progreso de la cultura mediante el aprovechamiento
de las pruebas indica que u n o de los problemas con los que debían
dé la energía solar en una nueva forma, esta vez como carbón, petróleo
lidiar~enr¿Tdel exceso de producción antes q u e el de la insuficiencia.
y_ gas natural.
Vemos ásírespecialménte en Egipto pero también en l a ^ í e s o p g t g m Ü | y
otras partes, a p e l a s e dirigente entregada a u n "consumo y derroche T a l como en el caso de la Revolución Agrícola, la nueva tecnolo-
manifiestos" y efectuados en gran escala. Templos y palacios eran gía del combustible p r o d u j o u n enorme aumento de población. El
colmados de riquezas y los muertos eran depositados en sus tumbas número de habitantes de Europa creció, en el período comprendido
acompañados de grandes tesoros. Además de ello se llevaban continua- entre los años 1650 y 1800, únicamente de cien a ciento ochenta y siete
mente a cabo programas de grandes obras públicas —pirámides, mo- millones. Pero de 1800 a 1900 aumentó sin embargo a más de cuatro-
numentos, templos, tumbas y palacios. P a c e r í a que la clase dirigente cientos millones. La población de Gran Bretaña, para citar el país
se hallaba frecuentemente enfrentada con el problema del- exceso en el" cual la Revolución Industrial tuvo comienzo y en el cual al-
de producción, en tanto que la amenaza de u n a desocupación tecnoló- canzó un muy alto grado de desarrollo, aumentó en un cincuenta
gica o u n excedente de población pesaba sobre las clases inferiores. por ciento entre los años 1700 y 1800. Pero durante el siglo xix expe-
Los programas de grandes obras públicas, la fabulosa disposición de rimentó un crecimiento del doscientos sesenta por ciento. En las dos
riquezas en las costumbres mortuorias, etc., permitían que los podero- centurias que precedieron aT año 1850,, Ja pobíición del J a p ó n no
sos resolvieran dichos problemas de u n solo golpe. El sistema social aumentó más que un cuarenta y u n o por ciento. Sin embargo, en los
tendió así a obrar a manera de freno sobre todo otro aumento del cincuenta años que siguieron a 1872 —época en que comenzó aproxi-
progreso tecnológico u n a vez alcanzada u n a cierta etapa de desarrollo. madamente la industrialización— el número de habitantes aumentó
Aparte los factores mencionados más arriba, Qhilde ha destacado q u e en más del ochenta por ciento. El desarrollo urbano fue poderosa-
el, sistema social funcionaba no sólo para concentrar las riquezas en mente estimulado y acelerado por~Ta~"mieva tecnología, tal como lo
manos de la minoría dirigente, sino para impedir de mañera éfecHva había sido por la creciente tecnología agrícola ele la Edad de Bronce.,
que los frutos del progreso tecnológico fueran distribuidos entre la EPsistéma feudal europeo —lina economía rural, aristocrática, agrí-
m a s a j e población. No había por lo tanto ninguna posibilidittLde que cola, donde se producía lo que era necesitado— cayó en desuso y f u e
la tecnología de la producción se expandiera cuantitativamente o méjo- reemplazado por una economía u r b a n a ^ parlamentaria, industrial,
rara cualitativamente. donde se producía para vender con ganancia. La estructura sociable
tornó cada vez más diferenciada y las funciones se hicieron más
Observamos entonces que la nueva tecnología agrícola se tradujo especializadas. La productividad de la labor humana aumentó con-
en u n considerable crecinjienta. de..Ia.j:iiÍianaL_en-^us~etapas iniciales f ó r m e l a vanzafiíTIa tecnología. Las poblaciones campesinas disminu-
Pero al ser efectuado este avance fue creado u n sistema social q u e yeron relativamente y en algunos casos desaparecieron completamente.
eventualmente refrenó y contuvo el sistema tecnológico de una manera
tal como para virtualmente hacer cesar todo progreso, no obstante el T a m b i é n se produjeron cambios en la estructura de clases de la
hecho de que los límites tecnológicos del desarrollo agrícola no habían sociedad. ,La dicotomía básica —una m i n o m ~ f ó r m á d á por la clase
sido alcanzados ni siquiera de modo aproximado. Podemos entonces lle- dirigente, y la mayoría de la población en una condición de subordi-
gar razonablemente a la conclusión q u e la cultura h u m a n a no habría lle- nación y explotación— persistió, pero la composición de estas clases
gado jamás substancialmente más alia"de los niveles conquistados antes experimentó u n cambio radical. Señores industriales y barones de las
4 ^ t 0 m i e ñ z o de la era cristiana si la cantidad de energía aprovechada finanzas desplazaron a la aristocracia terrateniente para c o n s u u i r el
anualmente per capita no hubiera sido aumentada considerablemente elemento dominante en la clase dirigente, a la vez í|U6 u n pzuictdí i^idp
m e r c e r a nuevas formas de aprovechar las fuerzas de la naturaleza. urbano e industrial ocupó el lugar de los siervos, campesinos o esclavos
de kerosene y los mecheros de gas apenas se empezaban a usar,
para constituir el elemento básico en la clase subordinada. La puja y no hacía mucho que la pluma de ave había sido sustituida
industrial tomó el lugar de las revueltas campesinas y levantamientos por la pluma de acero. Los rieles de acero, los puentes me-
de siervos y esclavos de épocas anteriores. Y, bajo una nueva forma, tálicos, las locomotoras de elevada potencia, los vagones ferro-
el mecanismo Iglesia-Estado desempeñó funciones de coordinación y viarios refrigerados, el hielo artificial, la máquina desnatadora,
reguláción para mantener la integridad de la sociedad mediante la la atadora de gavillas, el tractor oruga, los giros postales, las
contención de estos antagonismos de clases y la movilización de Jos encomiendas postales, la distribución gratuita del correo en re-
recursos ofensivos y defensivos de la sociedad. giones rurales, el telegrama, la radiotelefonía, los motores de
Podemos en este punto hacer una pausa para tomar nota de una nafta, los rifles de repetición, la dinamita, los submarinos, los
interesante característica del proceso de evolución cultural: a medida aeroplanos, estos y centenares de otros inventos, de uso común
en la actualidad, eran todos igualmente desconocidos. 3
que evoluciona la cultura, el régimen de crecimiento es' acelerado.
T a l como ya hemos visto, a fines de la segunda edad de piedra y ¡Pero consideremos los cambios que han tenido lugar —en trans-
comienzos de la Edad de Bronce, el régimen de crecimiento fue mu- portes, medicina, comunicaciones, y en la tecnología en g e n e r a l -
cho mayor que en las. edades Paleolítica y Eolítica. La Revolución desde que Schlesinger escribiera aquellas páginas en 1922! Más que
Agrícola requirió no más que unos pocos millares de años para cum- en otros sectores de la cultura, es probablemente en las artes bélicas
plir su curso. Pero la Revolución del Combustible tiene siglo y medio en donde el vertiginoso régimen de progreso tecnológico es puesto
o a lo sumo dos siglos, y en su transcurso ya ha efectuado cambios dramáticamente en evidencia. La tecnología de la primera Guerra
más grandes que los provocados por todas las otras eras consideradas Mundial nos parece hoy anticuada y romántica, y algunas de las armas
juntas. El. cambio es tan rápido y estamos tan sumergidos en su torbe- y técnicas introducidas por primera vez en la segunda Guerra Mundial
llino que resulta difícil captar la situación y comprender la naturaleza ya han caído en desuso actualmente. U n o casi no se atreve a imaginarse
profunda y radical de la revolución, social y política a la vez que _ el próximo gran conflicto militar venidero; novedades que ya han sido
tecnológica, por la que estambs pasando. Hace casi tres décadas, en reveladas y otras que han sido sólo insinuadas ponen vividamente de
su libro New Viewpoints in American History, el profesor A. M. manifiesto la distancia recorrida por el progreso tecnológico desde
Schlesinger tomó la cultura de los EE.UU. de N.A. de los tiempos de los días de Pearl Harbor. Y entre bastidores en el teatro de Marte
Lincoln y la comparó, por una parte, con aquella de los tiempos de se hallan los grandes laboratorios de investigaciones y campos de
Benjamín Franklin, y, por otra,' con la cultura del año 1922. Señaló experimentación, que trabajan a todo vapor para desarrollar y perfec-
que la vida cotidiana con la que estaba familiarizado Lincoln era en cionar nuevas herramientas y técnicas en todas las fases de nuestra
muchos sentidos similar a la conocida por George Washington y tecnología, ^ r é g i m e n de progreso cultural no fue jamás tan rápido
Franklin. Pero nuestra cultura de 1922 habría sido extraña y descon- cymo ahora. "Nuestra vida," escribió en 1940 el distinguido físico
certante para Lincoln si la hubiera podido conocer: Arthur Holly Compton, "difiere de la de dos generaciones atrás
más de lo que la vida estadounidense de aquel entonces difirió de
Los edificios con una altura de más de tres o cuatro pisos
serían nuevos. Los escaparates de cristal de las tiendas, el alum- k L v l t ' a civilizada existente en los albores de la historia escrita." 4
brado eléctrico de las calles, los cinematógrafos, los ascensores Y, desde que Compton escribiera esas palabras, se ha producido una
eléctricos de los edificios, y en especial las grandes tiendas dedi- . p í 3 l l c l a y terrible revolución, tal vez la más importante de toda
cadas a la venta de toda clase de artículos, habrían sido cosas la-historia humana. Se trata de la conquista de la energía atómicajsj
desconocidas en su tiempo. Las calles cubiertas por lisos pavi-
Pero así como <_n el caso de la Revolución Agrícola y sus conse-
mentos y aceras embaldosadas serían nuevas para él. Los veloces
cuencias, también en la Edad de la Fuerza Motriz el sistema social
tranvías eléctricos y vehículos automotores le habrían llenado de
asombro. Hasta un muchacho sobre una bicicleta habría sido creado por la nueva tecnología del combustible terminó por obrar
una curiosidad. Al penetrar en la Casa Blanca, alguien habría como freno sobre todo otro progreso cultural. El sistema de precios
de explicarle lugares tan comunes de la vida moderna como las y ganancias estimuló la producción y el progreso tecnológico mientras
instalaciones sanitarias, la calefacción de vapor, los fósforos que hubo mercado para los productos. Pero al igual que el sistema socio-
se encienden raspándolos, los teléfonos, las luces eléctricas, el económico de la Edad de Bronce, eL_nuevo_cqmercialismo de la era
fonógrafo, y hasta la pluma estilográfica. En tiempos de Lincoln del Combustible tenía limitaciones inherentes. Ninguna nación in-
las instalaciones sanitarias estaban en sus comienzos, las lámparas
cjustrial tenía-o-podía tener.-suficiente poder adquisitivo para mante- industrial y financiera, • también ha caído prácticamente en desuso.
neiT y absorber su propia producción; la base misma de las ganancias El derecho privado ya no tiene la importancia, principalmente como
deparadas por el sistema industrial era un exceso de valor del produc- medio administrador de libertad para el crecimiento, que tuvo en los
to respecto al costo de producción en términos de salario pagado al comienzos del comercialismo. En la actualidad conduce hacia la
obrero industrial. Exportar los excedentes era por lo tanto esencial; rivalidad competidora, las pugnas intestinas, el caos y la parálisis.
"debemos exportar o pereceremos" es un grito desesperado lanzado Las concentraciones de poder sin responsabilidad pública entre quie-
por más de una nación en los últimos años. D u r a n t e u n tiempo se nes poseen o manejan grandes riquezas, o en las filas de las organiza-
pudieron hallar nuevos mercados en el extranjero. Pero conforme ciones obreras, ya no son compatibles con el grado de unidad,
los progresos de la tecnología hacían aumentar la producción de las integridad y fuerza que debe tener una nación para poder competir
naciones industriales, y a medida que naciones no europeas, como satisfactoriamente con sus rivales en la arena internacional. Las
por ejemplo el Japón, sé industrializaban, convirtiéndose así en com- exigencias de la supervivencia nacional requieren la subordinación
petidoras dentro de los mercados extranjeros, las ganancias derivadas del derecho privado al bienestar general, de la parte al todo. En
del comercio internacional comenzaron a mermar. El mercado mun- suma, el Estado, en su carácter de mecanismo integrador y regulador
dial disminuía según aumentaba la producción industrial. Cuando de la sociedad civil, está llamado a adquirir un poder cada yez
las ventas en el exterior dejaron de dar beneficio los países» indus- ma,yor y a ejercer más y más controles. La evolución social se mueve
triales redujeron su producción. Los fabricantes estáñ poco dispuestos inexorablemente hacia más elevados niveles de integración, hacia
a producir artículos cuya venta no sea provechosa. Se cerraron fáljri- "mayores concentraciones de poder político y control.-
cas, talleres y minas. Millones de obreros quedaron desocupados.
Sobrantes de Tábficacióri fueron destruidos, disminuyó la producción
agrícola. Entonces sobrevino la terrible plaga del exceso de produc- En el nivel internacional es también posible discernir una in-
cióji_xJa falta de trabajo, "hambre y miseria en medio de la abun- teresante tendencia de evolución social: el movimiento hacia unidades
d a n c i a ^ El sistema social estaba estrangulando la gran máquina políticas cada vez mayores. La tecnología agrícola reemplazó las
tecnológica de la industria y paralizando la vida de todo el Estado. aldeas por ciudades, las tribus por naciones e imperios. La moderna
Las alternativas eran: estancamiento y muerte o guerra y revolución. tecnología del Combustible pugna también por agrupaciones políticas
Si el sistema social era capaz de contener la tecnología del Combus- inás„numerosas y menor concentración del poder político. La relati-
tible y las rivalidades comerciales y conflictos de clases engendrados vamente reciente tendencia hacia la amalgamación puede ser vista
por tal tecnología, la sociedad terminaría estabilizada en una -forma en la unificación de Alemania e Italia ocurrida en el siglo pasado.
más o menos estancada del feudalismo industrial. S^jsm embargo El tratado de Versalles, con la "balcanización de Europa," intentó
las fuerzas propias de la nueva tecnología fueran capaces de vencer oponerse a la vieja tendencia de la evolución social al dividir el
y superar las restricciones del sistema parlamentario y de precios, la. continente en pequeños trozos. Uno de los aspectos significativos de
cultura podría avanzar entonces a niveles más elevados. la segunda Guerra Mundial en su fase inicial fue un movimiento hacia
la unificación europea. La primera Guerra Mundial envolvió a algo
Jíay abundantes pruebas de que la cultura, impulsada por las así como media docena de grandes potencias; de la segunda sólo emer-
poderosas fuerzas de la tecnología del Combustible, se está encaminan- gieron dos de tales potencias. La competencia por el poder se estrecha
do por_el_curso^mencionado en último término. La* primera fase de a medida que son eliminados los contendientes. La conclusión lógica no
la gran Revolución Cultural —la Revolución Industrial— ha cumplido es sin embargo sencillamente la dominación del inuncío por una única
su ciclo y hemos entrado ahora en la segunda fase, aquella de la naciórf —esto sería sólo una etapa dé transición— sino una sola orga-
revolución social, política y económica. Y, como en todos los tiempos, nización política que abarcaría a todo el planeta y a toda la raza liu-
la guerra demuestra ser un medio efectivo para provocar profundos ínana. Hacia uTT "desenlace así nos está llevando rápidamente nuestra
cambios políticos. El sistema de la empresa libre e individual en la poderosa teCTÓlogia de la Fuerza Motriz.
industria y el comercio se halla en la actualidad virtualmente caduco.
El patrón oro 110 es más que el recuerdo de una era que ya terminó. Pero en los últimos tiempos ha hecho su aparición un elemento •
El sistema parlamentario de gobierno, un dispositivo destinado a nuevo y ominoso: k u energía atómica. para finalidades militares.
permitir la libertad más amplia para el crecimiento de la empresa TáTñbtéñ~áquí la importancia de este nuevo factor deriva del hecho
de que una nueva fuente d_e energía ha sido puesta al servicio del
ciertas cosas para mantener su status en un sistema material cósmico.
hombre y de una manera terrible. Una vez más estamos en los Los- medios ele ajuste y control, de seguridad y supervivencia, son,
umbrales de una revolución tecnológica. Pero es posible que las pdr supuesto, tecnológicos. La jcultura se convierte así primaria-
consecuencias de tal nuevo progreso tecnológico difieran radicalmente mente en un mecanismo para sojuzgar energía y ponerla a trabajar i
de aquellas de las revoluciones Agrícola y del Combustible. En el „al3eryicio del hombre, y, secundariamente, para encauzar y regjilar i
pasado las nuevas tecnologías hacían caer en desuso los viejos sistemas aquella parte de su conducta que no está relacionada directamente^
sociales, pero los sustituían por sistemas nuevos. La' nueva' tecnología con la subsistencia y la ofensiva y defensa. Lps sistemas„ Jsaciales-soiw
nuclear amenaza sin embargo destruir la civilización misma, o al i en consecuencia determinados por sistemas tecnológicos, y las filosó/l
menos estropearla hasta un punto tal cómo para requerir el trans- I fías y las~artés expresan la experiencia tal como la misma es definid^!
fcurso de un siglo o mil o diez mil años antes de que pueda recuperan, por la tecnología y refractada por los sistemas sociales. Los sistemas?
su ^estado presente. T a l es al menos lo que nos dicen eminentes culturales, al igual que aquellos de nivel biológico, son capaces ele
hombres de ciencia y militares; como legos, nos hallamos en un crecimiento. Es decir, el poder ele capturar cualquier energía es
mundo infantil de ignorancia, en el que casi todos los hechos im- también la aptitud para valerse más y más de ella. De ese modo los
portantes son mantenidos fuera de nuestro alcance. La destrucción sistemas culturales, cual si fueran organismos biológicos, se desarro-
de unas pocas veintenas de centros científicos e industriales europeos llar multiplican y extienden. El Sol es la fuente primera de energía;
y norteamericanos es más o menos todo lo que se requiere para la cultura, un sistema termodinámico impulsado desde tal fuente.
aniquilar la civilización occidental, y los expertos nos aseguran que Por lo menos, la energía solar ha activado todos los sistemas cultura-
tal cosa es perfectamente posible, por no decir probable. La espe- les de la historia hasta el présente, y lo continuará haciendo luego
ranza del futuro, y la salvación de la humanidad y la civilización, que los suministros terrestres de combustible fisionable se hayan
parece, por lo tanto, residir en el hecho de que de la siguiente guerra agotado —en el caso de que la civilización sobreviva y llegue hasta
emerja un vencedor —no un mero sobreviviente— y que sea uno con este punto—, Pero la tecnología sigue desempeñando el papel predo-
suficiente poder y recursos como para organizar a todo el planeta minante, aun cuando resulte ser el villano en vez del héroe, J^a,
y a la especie humana en pleno dentro de un único sistema social. tecnología construye, pero también puede .destruir. La creencia y fe
en que la civilización, ganada a costa de tanto dolor y esfuerzo,
Hemos presentado así un esbozo de la evolución de la cultura
sencillamente no puede hundirse en la destrucción, pues tal final
humana, desde el horizonte de nuestros antepasados prehumanos
sería demasiado mostruoso y absurdo, no es más que un plañido
hasta llegar a los tiempos presentes. Es un fascinante relato de
ingenuo y antropocéntrico. Poco sabe el cosmos, y ese poco lo olvi-
aventura y progreso; de una especie que, usando como punto de
dará muy pronto, de lo que el hombre ha hecho aquí en este
apoyo su cultura, se elevó del estado de un mero animal hasta pasar
minúsculo planeta. La eventual extinción de la raza humana —pues
a un modo de vida radicalmente nuevo, un modo destinado a ganar
la extinción acaecerá alguna vez— 110 representará la primera vez que
dominio sobre la mayoría de las otras especies y a ejercer un control
haya desaparecido una especie. Ni será tampoco un hecho de gran
poderoso y amplio sobre el habitat natural. El origen de la cultura
importancia terrestre.
hizo que el proceso evolutivo se elevara a un nuevo plano. Ya no
era menester que el animal humano adquiriera fuerzas y'técnicas J ^ o j J u e d e que el hombre sobreviva al venidero holocausto de
nuevas merced al lento proceso del cambio biológico; ahora contaba radiactividad, aun cuando su cultura se haya desplomado hasta el
coh un mecanismo extrasoinático de ajuste y control que podía nivel cíe los tiempos neolíticos, sólo para comenzar a trepar de nuevo
crecer libremente por sí solo. Por otra parte, los progresos obtenidos la larga cuesta, tal vez ahora por una senda algo diferente; puede,
en una corriente de desarrollo cultural podían difundirse fácilmente que también la cultura saque algún provecho ele la experiencia-,
a otras tradiciones, de modo que el progreso de cada una era com- Pero la cultura no puede destruirse o siquiera herirse críticamente
partido por todas. La historia del hombre se convierte así en un con sus nuevos poderes. La destrucción no es más inevitable que la
relato de su cultura. salvación. Por grande que sea la devastación —y no hay duda que será
La tecnología es el ^protagonista ele nuestra pieza teatral. Este tremenda— en la siguiente prueba de fuerza que se produzca en la
es un múñelo ~cle rocas y ríos, ele bosques y hierro, aire y luz ele arena internacional, las fuerzas creadoras de la nueva tecnología
estrellas, de galaxias, átomos y moléculas. El hombre no es más que pueden ser suficientemente grandes como para elevarse desde las
una clase particular ele cuerpo material que está obligado a hacer
la ciencia ha vuelto por fin al más inmediato y poderoso determi-
ruinas y abrazar todo el mundo con un único sistema político. En
nante de la conducta humana del hombre: su cultura. Luego de
tal momento y sólo entonces desaparecerá la maldición de la guerra
repetidas pruebas y otros tantos fracasos se descubrió que la cultura
í y se habrá dejado libre y abierto el camino hacia una vida más
no puede ser explicada psicológicamente; tales interpretaciones no
, plena y más rica.
son más que antropomorfismos con ropaje científico. La explicación
"f T a l corno se podrá notar, nuestro boceto de la evolución de la
de la cultura es y debe ser culturológica. La ciencia de la cultura
J cultura es completamente culturológico. No recurre a raza, tipo
es joven aún, pero ésta llena de promesas. Está llamada a hacer
físico, inteligencia, un sentido moral, la dignidad del hombre, el
grandes cosas —siempre que el sujeto de su estudio continúe por su
espíritu de progreso o de democracia, el individuo —genio o cualquier
antiguo curso: hacia adelante y hacia arriba.
otro—, el rechazo del padre, la conciencia de clase, un conjunto de
instintos o "impulsos", la interacción social, una estructura básica de
la personalidad, hábitos higiénicos inculcados en la infancia, o ali-
mentación de pecho en contraste con el método de la mamadera y el
destete, para dar cuenta del comportamiento y crecimiento de esta
í gran tradición extrasomática. j^a explicamos en términos de la cul-
5
t u j a misma. Se da cuenta de una" tormenta de rayos y truenos o un
tornado~en~términos de hechos meteorológicos antecedentes y conco-
mitantes; un clan o una constitución son análogamente explicados
con referencia a sus concomitantes y antecedentes culturales.
La cultura, tal como hemos señalado repetidamente, es una co-
rriente de elementos interactuantes; un rasgo gravita sobre los
otros y es a su vez afectado por ellos. Ciertos elementos caen en
/rfesüso y son eliminados de la corriente; nuevos elementos son in-
corporados a ella. Nuevas permutaciones, combinaciones y síntesis
soñ^íormácfas^continuamente. Ya sea que nos refiramos a un sector
restringido del (onlinunm cultural, como, por ejemplo, la evolución
de las matemáticas o la genealogía de la máquina de vapor, o que
abarquemos la cultura en su totalidad, el principio de interpretación
es el mismo: la cultura crece de la cultura. En nuestro boceto de
la evolución de" la cultura'"Considerada en conjunto nos manejamos
con grandes categorías: tecnología, sistemas sociales y filosofías. Des-
compongmos la tecnología. en_ factores energéticos y de herramienta.
Observamos la_aooión de rada clase de_£Ígmentos, su influencia sobre
las~6tras¡3íjL-fifecto de-la—tecnología sobre los sistemas sociales,~y~ia
IñHuencia de jas..instituciones jpoliticas y~económícas sobre la agncul-
tura y las f^bricas tme .trabajan, con vapor. Hotamos el papel <¡ue la
fierra,., como proceso de cultura, lia desempeñado en el curso del
cambio político. Y, finalmente, vemos el destino de la civilización
delicadamente en equilibrio sobre una balanza cuyos platillos pueden
ser movidos en uno u otro sentido, no sabemos cuál, por los modernos
milagros de la energía nuclear.
La culturología es la aventura más nueva de la ciencia. Luego
ile siglos de labor en los campos de la astronomía, la física y la
química; y veintenas de años de cultivo en la fisiología y la psicología,
CAPÍTULO DÉCIMO CUARTO

LA CIENCIA DE LA CULTURA

"Durante los últimos cien años se ha puesto crecientemente en


claro que ta cultura... representa... un dominio distinto... para
cuya investigación se requiere una ciencia también distinta..."
R. H. LOWIE, Cultural Anthropology; a Science.
"Estas peculiaridades específicamente humanas que diferencian
a la raza del homo sapiens de todas las otras especies, de animales
se hallan comprendidas en el nombre cultura; la ciencia de las
actividades específicamente humanas debe, por lo tanto, recibir la
adecuada denominación de culturolog/a..." — WILHEI.M OSTWAI-D,
Principies" of the Theory of Eilucation.

T o d o organismo vivo .debe,.efecüia!LJaiLJ3^Q ajuste mínimo res,-


pecto a su medio ambiente para podeiLjriidr.^.^eproduar'..m.especie.
"Comprensión" o "entendimiento" es el_ nombre que asignamos a un
aspecto de este proceso de ajuste. Por regla general no empleamos dicho
término cuando nos referimos a las formas inferiores de vida, tales
como plantas, por ejemplo. Pero las plantas hacen la misma clase de
cosas —y, si hay alguna diferencia, la misma consiste en que lo hacen
más seguramente— que las que efectúan los seres humanos en contextos
en los cuales hablamos de "comprensión". Las observaciones y los
experimentos científicos efectuados sobre monos han revelado que
su conducta posee cualidades a las que sólo cabe el nombre de
"insight" y "comprensión"; y es más que probable que haya otros
mamíferos subhumanos con los mismos atributos. Pero es en la especie
humana y únicamente aquí en donde hallamos laTIjSmjprerisión como
un^•^Iggr^m.i.,-,
proceso ,
de «Maajuste llevado
ffMfcWM»'»!"'" Hl.ilII l' 1
ü)
a cabo
nm'HWW^'WBIIi.
con ayuda de iTMmedios
il-MW im«lWm.mHl»-»T«nill'»'r>i.i " '« " i " n,..wimtfM*iWi lni'ñ
simbólicos.
'•• '•"— '»

Con el símbolo el proceso de evolución biológica logró un mecanismo


metaséñsono de ajuste. Todas las especies subhumanas deben efectuar
Tus ajustes en función de significados captados e interpretados con
los sentidos. Pero el hombre puede ir más allá del alcance de las
impresiones sensoriales; puede captar e i n t e r p r e t a r su mundo con
símbolos. Gracias a esta aptitud puede comprender cosas y efectuar
ajustes en un nivel más elevado que cualquier otro animal. La
comprensión a que llegue puede ser incomparablemente m i s rica que
igual al del hombre. En sus filosofías el hombre primitivo creó el
aquella de los monos más desarrollados, y fácilmente la puede com- mundo sencillamente de acuerdo con su propia imagen. Este punto
partir con sus semejantes. De ese modo ha entrado en existencia en de viatíi tampoco lo hemos superado ni siquiera hoy, tal como lo
N
el mundo zoológico un nuevo tipo de comprensión y ajuste. demuestran claramente la prevalencia, vigor y respetabilidad de las
El empleo de la facultad i^ur<>senj>^^ teologías. 'Vtyííl
de ajuste halla expresión en fómu¿s~-XerbaIes q U e podemos llamar Pero luego de haber estado gvos explicando el mundo de cosas
creencias. A la suma total, ¿ ^ c r e e n c i a s c}e u n pueblo la denomina- y hechos en función de los deseos, voluntades y planes de seres sobre-
m S T l t r ^ / M s I E r U n a filosofía es por lo tanto un ^laborado meca- naturales, se avanzó a un nuevo nivel, a un nuevo conjunto de pre-
•"nSmo^con cuya ayuda una cierta clase de animal, el_ hombre, se misas. En lugar de invocar espíritus y mentes para dar cuenta de
"ajusta o adaptaba ¡a tierra que tiene debajo y al cosmos que le rodea, hechos, se apeló a entidades, esencias, principios, etc. En lugar de
Una~fTIosoíiá~sé" encuentra por supuesto íntimamente relacionada con decir, por ejemplo, que los fósiles eran hechos por un dios, ahora se
otros aspectos del cultural de la cual es ella misma parte: decía que eran formados por "fuerzas petrificantes", o que resultaban
con la tecnología, con la organización social, y con formas de arte. de "la congelación ele zumos lapidíficos". Este tipo de explicación,
Pero lo~7jiué~ aquí nos concierne es la filosofía como talTTomo una vacío y absurdo, como puede parecer en la actualidad, constituyó sin
técnica de interpretación, como una manera de hacer inteligible el ^embargo un progreso enorme respecto a la interpretación animista y
mundo, a fin de que la articulación con este mundo pueda ser efec- sobrenaturalista que había prevalecido hasta entonces. Las respuestas
tuada en la forma más ventajosa para el hombre. cfeT~sobrenaturalismo eran completas y finales: Dios lo hizo; fue la
La filosofía, al igual que la cultura considerada en totalidad, ha voluntad de Dios y así es; nada más se podía agregar. En verdad,
crecido y se ha desarrollado a través de todos los tiempos transcurri- estas respuestas no explicaban nada: tan vacías eran como fi-
dos desde que el hombre comenzó a valerse de símbolos. JLa_filosofía nales. Y, para colmo de males, cerraban la puerta a cualquier cosa
es_un _ instrumento destinado y usado para una finalidad. En tal mejor; ¿qué más se podía preguntar o aprender luego de haber oído
sentido es exactamente igual a u n hacha. Una filosofía puede ser que un hecho era nada más que un acto de Dios? La interpretación
mejor que otra —un mejor instrumento de interpretación y a j u s t e - de tipo metafísico —para usar la expresión de Comte— sirvió al
así como un hacha puede ser un mejor instrumento cortante que menos para ropiper el cepo del antropomorfismo. Si^los^ fósiles eiian
otra. Ha habido un progresivo desarrollo de filosofías, así como ha
'formados por "fuerzas, petrificantes", uno estaba, por ii }I uión,
habido desarrollo y progreso de hachas, o de la cultura considerada
invitado a inquirir acerca de la naturaleza de tales fuerzas, con lo
como un todo. Los capítulos precedentes intentaron referir, o al
que era puesto en contacto directo con el mundo verdadero —en
menos mostrar, parte de la historia de este desarrollo.
lugar de la propia imagen de uno reflejada en el mismo— y como
Los primeros hombres interpretaban los hechos y las cosas en Consecuencia podía aprender algo de ese mundo. Las explicaciones
función de sus propias psiques. No teñíany sm^embargo, conciencia metafísicas, 110 obstante ser en sí mismas vacías, tendían de todos
del punto de vista que usaban para hacer la interpretación; por el m8Hós al progreso; aijrj£ran~eL«- « m n o h c i a algo mejor: la ciencia.
contrario, insistían enfáticamente que las mentes a las cuales eran Todavía no hemos superado la interpretación ele tipo metafísico
atribuidos los hechos de su experiencia no eran las suyas, siendo en en las ciencias sociales. Hallamos todavía hechos explicados en tér-
cambio la mente de espíritus, de dioses o demonios. Empero, eran minos del "separatismo de los nativos", "tendencias de la mente
sencillamente la proyección del yo humano en el mundo exterior. humana", "el principio de la equivalencia de los hermanos", "la
De ese modo el cosmos entero, todo el orden de experiencias, era democracia esencial de las tribus de las llanuras norteamericanas",
interpretado como la expresión de mente y espíritu, de deseo, volun- etc. Pero estamos progresando.
tad y finalidad. T e t á b a s e de la filosofía del animismo y el super-
Si una vez aceptada la invitación implícita en la explicación de
naturalismo, pero, por encima de todo, del antropomorfismo.
tipo metafísico, y con el propósito de hallar qué son verdadera-
A F primate humano le llevó tiempo adquirir habilidad y compe- mente las "fuerzas petrificantes", uno "fuera hacia la naturaleza,
tencia en el uso de esta recientemente conquistada facultad, el sím- tomara los hechos en las propias manos, y viera por sí mismo"
bolo. Transcurrieron centenares de millares de años antes que se (Agassiz), entonces tendría muchas probabilidades de alcanzar el pun-
Jldélantar-ft-algo.a partir de la premisa original —vana y engañosa— to de vista y las técnicas de la ciencia. Sea como fuere, es este un
de que el cosmos era, sin poder ser otra cosa, la expresión de un yo
tipo de interpretación que surgió de las explicaciones metafísicas y primera expresión en la astronomía, pues los cuerpos celestes, por ser
terminó por superarlas. Las cosas y hechos ya no eran explicados los de menor importancia entre los determinantes de la conducta huma-
én funTióii dé l a f i n a l i d a c r o el plan de espíritus, ni tampoco como na, eran los que con mayor facilidad podían ser desalojados de la tradi-
causados por principios o esencias; eran explicados en términos de ción antropomórfica, en la que el yo se confundía con el no-yo.
otras cosas y hechos. De esa suerte un terremoto no es meramente El p u n t o de vista y las técnicas de la ciencia, una vez establecidos en
^Ina e ^ r e s i á f r - T t e - j a ^ g S ^ i v i n a , o un castigo por nuestros pecados; c f c a m p o de lo celestial, comenzaron a extenderse a otros sectores. El
n ¿ ] ^ t a m p o o o " s e n d l l a m S c f ^ H " ^ p T i ^ ! Ó n de un "principio de volca- a l i s o "de la^xpansióit-de^óriilcances- ~de"Ta "ciencia*" f u é "determinado •
nismo T S T T í r h ^ geológico que debe ser explicado con relación por la siguiente ley: la ciencia avanza y se desarrolla en proporción
A ULi os hechos geológicos. inversa con la importáSiCíiriae'"Ios" fenómenos considerados como deter-
" En e! campo de la ciencia el primate humano ha logrado al menos minantes de la conducta humana. La física_y la mecánica terrestres
obtener una comprensión realista y efectiva del mundo externo, al siguieron a la astronomía. Las ciencias físicas._íomaron forma antes
cual se debe adaptar X
si es que 1
desea sobrevivir. ^ Como , ,|dispositivo
- -I"''"—*• -
'
qfie Jas biológicas debido a que los fenómenos físicos como determi-
explicativo, las filosofías animista^,.antrop&mórfi ca y sobrenaturalista nantes de la conducta humana son menos importantes que los fenó-
eran algó más que inú tilesv j j u e s el conocimiento falso es a menudo meñosTTioIógicos. Dentro del reino biológico, la anatomía se clesarro-
peor que la completa ignorancia. Basta pensar en todos los hombres lló^jírirnero, luego la fisiología y la psicología! El puntó sobre el
¡i y mujeres que han sido ejecutados como brujos y herejes para tener cijal se concentraron estas tres ciencias era el organismo individual.
alguna idea de la magnitud de las desventajas impuestas por este tipo Pero eventualmente se llegó a comprender que hay una clase de
de filosofía. Las filosofías primitivas tenían por cierto otras funciones fenómenos situada fuera del individuo y más allá de él, y que sin
q u e j a s explicativas: mantenían al hombre con ilusiones, le proveían embargo es poderosa y significativa en la determinación de su con-
desánimo, comodidad, consuelo y confianza, todo lo cual tenía valor ducta. La sociología y la psicología social fueron las organizaciones
biológico para lá supervivencia. Pero como técnicas explicativas, las. de técnicas cieatificas destinadas a tratar esta clase de determinantes
filosofías primitivas eran un fracaso total. metá-individuales. En la organización de estas ciencias se supuso
Las filosofías metafísicas tampoco explicaban verdaderamente el que las categorías de determinantes de conducta humana habían sido
nitrado exterior, pero allanaron el camino para umuinterpreudón. ahora agotadas. La astronomía y la física terrestre se harían cargo de
realista y efectiva desdejel punto de X los determinantes inanimados; la anatomía, la fisiología y la psico-
con las técnica? intelectuales que les son propias. Un perfil de la filo- logía abarcarían los determinantes individuales; en tanto que la so-
sofía moderna revela su genealogía y también su estructura y com- ciología, la ciencia de la sociedad, se ocuparía con los determinantes
posición: un componente de ciencia, nuevo, vigoroso y en creci- supraindividuales. ¿Quedaban acaso otros determinantes para ser te-
miento; un sobrenaturalismo viejo y primitivo, robusto en ciertos nidos^en_cueiita?, — -
sectores pero que declina a medida que se contrae su campo de acción Tal como ya hemos mostrado, la suposición de los fundadores de
y mengua su nutrimento; un bastante lozano brote de antropomorfis- la sociología distaba mucho de ser adecuada. Verdad es que un hombre
mo y libre albedrío en ciertos sectores) pero también éstos últimos están tiene un comportamiento cuando está en compañía de sus semejantes
dando paso a una flora más viril); y retazos y sobrantes de rozamiento y otro diferente cuando está solo, tal como ocurre con gallos, perros,
metafísico por aquí y por allá. patos y peces, yna. sociología del hombre —o del mono, perro, rata
S i L i f i l o s o f í a es u n m e c a n i s m o de ajuste del animal humano a su o pato— cumple por lo tanto su cometido en adición a una psicología.
escenario cósmico, entonces el hombre está en la base de la preocu- Pero detenerse ahí equivaldría a pasar por alto una diferencia fun*.
p a d 5 p n í d o s o f i c a r T a l ~ a « n o • señaláramos en nuestro capítulo titulado dameiífal - que existe entre el hombre y todas las otras especies. U n
"La expansión de los alcances de la ciencia", la_historia y el creci- mono, un perro o lina rata, tal como hemos señalado antes, se
miento de la ciencia los podemos remontar hasta el punto de vistji comportan de manera diferente cuando están en compañía de sus
de los de terminantes de la conducta humana. La astrología fue un congéneres que cuando están solos. En esta conducta^individual po-
intento de valorar el "papel desempeñado por los cuerpos celestes en demos por lo tanto distinguir aspectos individuales y sociales. Podemos
los asuntos humanos y predecir el curso de los hechos humanos según ir más lejos y reconocer un sistema social de conducta en el cual el
lo determinaban las estrellas. La filosofía de la ciencia encontró su sistema, como tal, representa el foco de atención e interpretación.
Encontramos así sistemas tanto sociales como individuales. Pero —y llamados revolucionarios. Pero dichos progresos se han producido en
aquí llegamos a la diferencia fundamental entre el lipmbre coñío ser campos que la ciencia ha estado cultivando durante generaciones o
humano y todas las otras especies— ya sea que consideremos la con- hasta centurias. Pero la ^formulación del concepto de cultura ha
ducta de la rata, el perro o el mono en sus aspectos social o individual, abierto"para la , ciencia un campo completamente nuevo. La falta,
<jr<jue la consideremos bajo la forma de sistemas sociales o sistemas hasta el momento, de adelantos significativos en la nueva ciencia de
individuales, el determinante es el organismo biológico. Hallamos un la cultura no es, por lo tanto, justificativo suficiente para tildar de
tipO de conducta _o_sistema social en una especie animal, otro tipo extravagante nuestra afirmación. La misma novedad de nuestra
en otra especie; los patos tendrán un tipo de conducta o sistema ciencia, el hecho de que este nuevo sector de experiencia haya sido
social, otro las águilas; los leones un tipo, los bisontes otro; los descubierto, aislado y definido sólo ayer, significan en sí que toda-
tifmFÓries una clase, otra los arenques, etc. Entre las especies inferiores, vía no ha habido tiempo para lograr mayores resultados. El descu-
los sistemas sociales joii^ funciones de sus respectivos organismos bio- brimiento de un nuevo mundo es lo que reviste tanta importancia,
lógicos: S = f (O). Pero en la especie humana, en el nivel de la con- y 110 la magnitud o valor relativo de las conquistas obtenidas hasta
ducta que emplea - snñBoíos, no ocurre otro tanto. La conduela hu- la fecha en este nuevo mundo. Estamos tan impresionados con los
mana, ya sea en el aspecto del individuo medio o en el aspecto prodigios de la física y la astronomía que para algunos resulta difícil
sÓHal,"no es en ninguna parte una función del organismo. La con- esperar que las modestas ciencias "sociales" puedan alguna vez ponerse
ducta humana no varía según varíe el organismo; varía de acuerdo siquiera a la misma altura. Trátase por supuesto de un punto de
con el" factor extrasomático de la cultura. La conducta humana es una vista comprensible en una época en que la ciencia es capaz de trazar
función de la cultura: P» = i (C). Toda variación de la cultura un mapa con la distribución de las galaxias que componen el cosmos
significa un cambio de la conducta. y medir la masa y temperatura de estrellas que se encuentran a
De esa manera no es la sociedad, o el grupo, lo que constituye distancias de millones de años luz, en tanto que en otro campo la
la última de una serie de categorías de determinantes de la conducta ciencia no ha hallado una respuesta adecuada para el asunto de la
humana. En el caso de las especies inferiores, el grupo es considerado prohibición de la poligamia en ciertas sociedades. Pero la suerte y
apropiadamente como el determinante de la conducta de cualquiera destino del hombre en este planeta comprende algo más que medir
de sus miembros. Pero en la. especie humana, el grupo mismo es galaxias, escindir átomos o descubrir una nueva y maravillosa droga
determinado por la tlTírtiriófl cultural: que en una sociedad humana que cura todo. Los sistemas spcio-político-económicos —en suma, las
énTóntremós"Úh'gremio"""de artesanos, un clan, m a t n m o n os...políga- c.idturas~denU'o"cle los cuales la especie humana vive y respira y se
mos; "ó" 'Una' ordefT"dg'~Cab"alleros, es algo que depende ..tle ia. cultura propaga, tienen mucha relación con el futuro del Hombre. Es algo
de tal sociedad. El descubrimiento de esta clase de determinantes qüé~apenas estamos empezando a comprender. Y podemos esperar
y* la ordenación, en el análisis lógico, de tales determinantes culturales que llegue una época en que la comprensión científica deT procésos"
extrasomáticos para aislarlos de .los determinantes biológicos —tanto culturales tales como la poligamia y la inflación sea considerada de
en su aspecto de grupo como individual— ha sido uno de los pro- Ii mis na importancia que la medición de estrellas lejanas, la división
gresos más importantes hechos por la ciencia en los últimos tiempos. ilc átomos o la síntesis de compuestos orgánicos. El "descubrimiento"
Es una afirmación qüe"'5tír<Iiidá ha de sonar a extravagante para de lá~~cultura puede ocupar un día, en la historia de la ciencia, el
algunos. Estamos tan habituados a que nos regalen con enumera- mismo nivel de importancia que la teoría heliocéntrica de Copérnico
ciones de las maravillas de la ciencia moderna —con la que se signifi- o el descubrimiento de la base celular de todas las formas vivientes.
ca la física, la química y la medicina— y tan acostumbrados a escu-
Ello no equivale a decir, tal como intentamos aclarar anteriormente,
char a los detractores de la ciencia social, que proclamar que el logro
que el hombre llegue alguna vez a dominar el curso del desarrollo
4gl concepto de cultura sea uno de los progresos más importantes de-
cultural merced a una comprensión científica de su estructura y pro-
la ciencia moderna bien puede parecer absurdo para algunos. No nos
cesos, así como tampoco tenemos ningún dominio sobre el Sol o las
anima ningún propósito de tener en menos la importancia de los
galaxias distantes por el hecho de haber comprendido mucho acerca
recientes progresos alcanzados en física, química, genética o medicina.
ele ellos. La comprensión, la comprensión científica, es en sí misma
Algunos ele ellos, tal como, por ejemplo, la mecánica de los quanta
un proceso cultural. El crecimiento de la ciencia es un proceso cultu-
en física y la genética en biología, pueden muy apropiadamente ser
ral, así como lo son el desarrollo ele un estilo musical, un tipo de
arquitectura, o la forma de las sociedades anónimas en la organiza- e n consecuencia la hace explicable sólo en términos cuiturológicos,
ción comercial. El d e s a j r o l l Q j l e j Q S ^ ^ .eji astronomía, en es u n a "metafísica mística".
medicina e igualmente en culturología, hará posible que la especie Quienes se oponen al p u n t o de vista culturológico creen, sin
h u m a n a logre u n a más realista y efectiva adecuación a la T i e r r a embargo, haber adoptado u n a posición cabalmente realista. Es para
X. al cosmos. ellos tan manifiesto, tan obvio, q u e la cultura n o podría existir sin el
Los progresos profundos de la ciencia transcurren con suma len- hombre, y que es la gente, seres verdaderos y de carne y hueso —no
u n a entidad reificada conocida como "cultura"— quienes hacen cosas;
u m l T G T í u i n a n i d a d , e incluso el estrato educado de la sociedad,
cualquiera lo puede ver con sus propios ojos.
necesitó, muchos años para aceptar la teoría heliocéntrica del sistema
solar y para aprovechar los recursos de este p u n t o de vista. La idea T a l como hemos intentado poner en claro previamente, en ciencia
de la evolución biológica del hombre también requirió u n tiempo n o se_ puede confiar siempre en el carácter de "evidencia manifiesta"
considerable para abrirse paso, venciendo conceptos más antiguos. q u e tienen las observaciones y razonamientos hechos con sentido
El descubrimiento y exploración del subconsciente hechos por el común. Es natural que la cultura no podría existir si no hubiera
psicoanálisis tropezó con mucha hostilidad y resistencia. No_es, por seres humanos. De más está decir q u e los hombres votan, beben leche
consiguiente, particularmente sorprendente descubrir que el actual o la aborrecen, hablan inglés o cualquier otro idioma, creen en brujas
avance de l a " H e n a O T á c I a ~ é I nuevo campo de la cultura sea cstor- u otros agentes causantes, construyen navios, hacen la guerra, juegan
bado~pór u n a resistencia y "oposición considerables, . al fútbol, etc. JLos jdetractores de la culturología confunden la exis-
tencia^ de las cosas con una interpretación científica de las cosas.
Hallamos que_hav u n i base común -para todas estas resistencias y
Decir que u n hombre aborrece la leche o la bebé con fruición es
oposiciones q u e demoran los progresos de la ciencia^ La interpreta-
meramente reconocer u n hecho y no explicarlo. El culturólogo sabe
ción científica 110 tiene nada de antropomórfico o antropocéntrico. perfectamente que es el hombre u n organismo h u m a n o —y no " u n a
El'" r e c h a z o d e lás teorías de Copérnico, Galileo y Darwin procedía entidad enrarecida o reificada llamada "cultura"— q u i é n - B e b é leche
ele u n a concepción del hombre y del cosmos q u e era antropomórfica o la*rechasa-, Pero sabe también q u e observar u n hecho no es lo mismo
y antropocéntrica a la vez que sobrenaturalista: el hombre era la qTfe~ explicarlo. ¿Por qué el hombre estima o aborrece la leche, cree
obra maestra del Creador de todo; había sido creado según la imagen en brujas o Dacterias, etc.? El culturólogo explica la conducta del orga-
de Dios; el m u n d o estaba hecho para él; u n m u n d o inmóvil y situado nismo h u m a n o en función de elementos culturales externos y extra-
en el centro del universo; todo giraba alrededor d e t l a Tierra; todo somáticos, que obran a manera de estímulos para evocar la respuesta
era interpretado en función del hombre. L a , interpretación científica e impartirle su forma y contenido. Y sabe también el culturólogo
es determinista, y como tal despierta la hostilidad de todos - los q u e q u e el proceso cultural es explicable en términos de sí mismo; el
son activados ó dirigidos por u n a filosofía del libre albedrío. organismo humano, colectiva e individualmente, es ajeno —no al
Las ciencias sociales del hombre h a n sido en muy alto grado proceso cultural propiamente dicho— sino a u n a explicación de tal ¡;
purgadas de sobrenaturalismo, pero n o del todo, tal como lo evi- proceso. N o es menester que tengamos en cuenta la organización
dencia la existencia y respetabilidad de la escuela antropológica del neuro-sensorio-músculo-glandular-etc., que es el hombre al hacer inter-
padre Wilhelm Schmidt, para mencionar u n solo ejemplo. Pero toda- pretaciones de cosas tales como clanes, códigos legales, gramáticas,
vía exhiben u n a muy acentuada orientación antropomórfica y antro- filosofías, etc.
pocéntrica. Mucho de su animación, por otra parte, tiene origen en Desde el p u n t o de vista de u n a explicación de la conducta hu-
la filosofía del libre albedrío. Se entiende así fácilmente la oposición mana, procedemos como si la cultura tuviera u n a vida propia, o
a la ciencia de la cultura. Mal puede esperarse que u n p u n t o de vista hasta casi como si tuviera u n a existencia propia independientemente -
a n t r o p a c é n t r i c o t o l e r e T a tesis de q u e es la cultura, y n o el hombre, de la especie humana, "Esto n o es misticismo", como observó hace
lo jjue_ determina la forma y contenido de la conducta h u m a n a . L a mucho Lowie, " s m o j i n .sano método científico"; u n procedimiento,
filosofía ttel libre albedrío n o puede aceptar u n a teoría de determi- podríamos agregar; que es dado por sentado en campos científicos
nlsmo cultural. Para muchos sociólogos y antropólogos culturales la más evolucionados, como, por ejemplo, la física. La ley de la caída de
idea de que la cultura constituya u n distinto orden de fenómenos, cuerpos los considera como atravesando u n vacío perfecto. Los físicos
que se comporte de acuerdo con sus propios principios y leyes, lo q u e frecuentemente consideran y resuelven problemas tratando vehícu-
los que se mueven sin rozamiento. En mi libro de texto de física quienes insisten en que es la gente y no la cultura la que vota,
leo: "Un cuerpo rígido es aquel cuya forma no es alterada por ninguna habla inglés, se esmalta las uñas, aborrece la leche, etc., es una forma
fuerza aplicada sobre el mismo". Pero el párrafo siguiente prosigue patética de pseudo realismo que no tiene cabida en la ciencia.
diciendo: "Tal cuerpo es sólo un concepto ideal, pues los cuerpos rígi-
¡'Durante el último centenar de años —escribe Lowie— se ha puesto
dos no existen". Una persona con la perspectiva filosófica de nuestros
cada vez más en claro que la c u l t u r a . . . es un dominio distinto. .. cuya
opositores de la culturología hallaría también que estos físicos son
investigación demanda una ciencia distinta". 2 Pero, ¿qué nombre le
"no realistas". Rechazarían la ley de la caída de los cuerpos, pues
hemos ele dar a nuestra nueva ciencia? Mucho nos hemos esforzado
describe un hecho que en realidad no ocurre jamás.* Dejarían de
en demostrar la diferencia fundamental que existe entre una ciencia
lado los vehículos sin rozamiento por "místicos" y rechazarían los
de la cultura y las ciencias de la psicología y la sociología; estos tér-
cuerpos rígidos al considerarlos "abstracciones". El punto de vista del
minos son en consecuencia totalmente inadecuados. La denominación
opositor de la culturología sencillamente no puede comprender que
"antropología" también es inapropiada por muchas razones. Se la
precisamente por trabajar de esta manera ocurre que el físico está en
emplea para designar tantas' cosas que casi ha perdido significado.
condiciones de lograr resultados significativos. JF_ec sámente por no
Incluye la antropología física, que a su vez abarca la paleontología
describir ningún hecho particular es que la ley ele Ja caída de los.
humana, la morfología comparada de los primates, la genética
cuerpos tiene validez y significación universales. "Ahora ha sido com-
humana, fisiología y psicología, etc. La antropología cultural es ima-
pletamente establecida la paradoja", dice Whitehead, "ele que lajs
ginada variablemente como psicología, psicoanálisis, psiquiatría, socio-
abstracciones más extremas son el arma verdadera para manejar
logía, antropología aplicada, historia, y así sucesivamente. No sería de
nuestro pensamiento acerca de los hechos concretos". 1
ningún modo una gracia definir la antropología como la actividad
El culturólogo sigue los pasos del físico, valiéndose de la misma a que se dedica una persona titulada profesionalmente "antropó-
perspectiva y las mismas técnicas de interpretación. La cultura no logo". En realidad, el desaparecido Fran'z Boas sugirió una vez que
puede existir sin hombres, así como es imposible que los vehículos "todo el grupo de fenómenos antropológicos puede desvanecerse, que
se muevan sin rozamiento. Pero es posible considerar la cultura como si en el fondo puede que sean problemas biológicos y psicológicos, y
fuera independiente del hombre, del mismo modo que el físico consi- que el total del campo de la antropología pertenece ya sea a una u
dera los vehículos como si no fueran influidos por el rozamiento, o otra de estas 'ciencias". De esa manera, aparte de dejar de reconocer
los cuerpos como si fueran verdaderamente rígidos. Son efectivas una ciencia de la cultura, Boas hasta llegó a sugerir que la antropolo-
técnicas de interpretación. El realismo de aquellos para quienes el gía misma "se convertirá cada vez más en un método que podrá ser
Sol obviamente gira alrededor de la Tierra, para quienes los cuerpos aprovechado por un gran número de ciencias, antes que constituir
que caen deben pasar a través de una atmósfera, para quienes no una ciencia en sí misma". 3 El término "antropología" es por lo tanto
existen vehículos sin rozamiento ni cuerpos rígidos; el realismo de del todo inadecuado para nuestra finalidad.

* En un reciente trabajo de R. H. Lowie tenemos un buen ejemplo de la ¿Pero no es acaso obvia la respuesta de nuestro problema? ¿No
confusión de pensamiento que resulta cuando, llevado por esta actitud de pseudo- tenemos la solución directamente ante nuestros ojos? ^Qué -otros nom-
realismo, se deja de comprender una de las técnicas elementales de la ciencia. Al bre que culturología.seje puede dar a una ciencia de IaT^ultura? Si una
hacer una consideración de las leyes de la evolución cultural dice que "está llama-
do a haber tantas 'desviaciones respecto a la uniformidad... producidas por causas ciencíaTcIe los minerales se llama mineralogía, de la música, musicolo-
especiales (citando a Lewis H. Morgan) ' que una ley que sea operativa difícilmente gía, de las bacterias, bacteriología, ¿P££_jjué no se ha de llamar
podrá ser descubierta por la razón humana" (Social Organiiation, pág. 53) . No hay culturología una ciencia de la cultura? Nuestro razonamiento parece
aquí reconocimiento: para la obra de Newton. No hay dos cuerpos que caigan de la
misma manera; "las desviaciones respecto a la uniformidad" son tan numerosas perfectamente legítimo y apropiado y cuerda y razonable nuestra con-
como los mismos cuerpos que caen. La mente humana fue sin embargo perfecta- clusión. Sin embargo, muchos de .los que trabajan en las ciencias del
mente capaz de descubrir un principio común a todos los hechos particulares y hombre son tan conservadores, tímidos o indiferentes como para que
expresarlo con la forma de una ley científica completamente adecuada.
Una ley de evolución cultural no describe, por supuesto, ninguna serie verda- una innovación tan radical y revolucionaria como un nuevo sufijo
dera de hechos, así como la ley de Newton no describe tampoco ningún par- para una palabra antigua y familiar les parezca pretencioso, absurdo
ticular cuerpo que cae.' Pero la variedad infinita de los particulares no excluye
los universales; por el contrario, los particulares implican y presuponen universales.
u objetable de. alguna otra manera. Recordamos las objeciones que
¡Qué exquisitamente arcaico es esperar entonces que una ley científica, una formu- desató Spencer al usar el término "sociología". T a l como nos refiere
lación de lo universal describa este y aquel particular! en la introducción de sus Principios de Sociología, sus amigos pro-
curaron disuadirlo del uso de la palabra arguyendo que se trataba e n las páginas precedentes, es de antigua data; se remonta a por to
de u n "barbarismo". De manera análoga hay en la actualidad algunos menos el primer capitulo de la obra Primitive Culture, publicada
investigadores para quienes la palabra culturología suena desagra- p o r T y l q r en 1871. E l término "culturología" ha sido usado relati-
dable .en sus oídos. Es así como V. Gordon Childe escribe que "los vamente muy poco, pero hace más de u n tercio de siglo que fue
prejuicios engendrados por los Literae Humaniores son demasiado •empleado con el sentido exacto y específico que le asignamos muy en
fuertes como para permitirle adoptar el término 'culturología' pro- nuestro uso, y actualmente tiene validez al menos en tres conti-
puesto por White". 4 Del mismo modo J. L. Myres, en una revisión nentes.
de "La expansión de los alcances de la ciencia", opina que "cul- En su conferencia sobre "El sistema de las ciencias", pronunciada
turología" es un "nombre bárbaro". 5 en 1915 (ver el final del Capítulo V), el eminente químico alemán y
Parece que quienes condenaron como "barbarismo" a la palabra premio Nobel, Wilhelm Ostwald, manifestó lo siguiente: "Fue así
"sociología" usada por Spencer procedieron así llevados por razones como hace ya mucho tiempo (el subrayado es nuestro) propuse darle
etimológicas: deriva tanto del griego como del latín. Según parece eso al campo en cuestión el nombre de ciencia de la civilización o cultura
ya es bastante para erizar la piel de los puristas. Pero, para bien o (Kulturologie) ". 7 Hasta el momento no hemos podido descubrir este
para mal, la tendencia y procesos de los idiomas vivos tienen muy poco anterior uso del término hecho por el mencionado hombre de ciencia.
en cuenta tales menudencias. El idioma angloamericano, por ejem- Catorce años después de la publicación de la antedicha conferencia
plo, absorbe fácilmente palabras provenientes de lenguas extranjeras de Ostwald, Read Bain, un sociólogo, habla de "culturología" en un
—taboo, shaman, coyote, tobáceo— y con suma facilidad crea nuevas capítulo escrito para el trabajo Trends in American Sociology, com-
palabras ("kodak", "nylon", etc.). Y tampoco vacila en recurrir a la pilado por G. A. Lundberg y otros. 8 El sentido asignado en este
hibridación y otras improvisaciones cuando llega la ocasión, como por caso al término no está, sin embargo, del todo claro; en u n lugar
ejemplo numerology, thermocouple, thermopile, automobile, etc., así co- "culturología" parece sinónimo de sociología, y en otro de ecología
mo sociología. La palabra "televisión" es uno de los frutos más recientes humana. Se menciona también el "íntimo parentesco que existe entre
de la hibridación lingüística. Si bien al profesor Childe no le place psicología social y culturología". Por mi parte, creo haber usado
el término "culturología", observa sin embargo que "tales híbridos "culturología" por primera vez en letra impresa en 1939, en un
parecen estar de acuerdo con la tendencia general del progreso lin- •trabajo titulado "A Problem in Kinship Terminology", si bien ya la
güístico". H. L. Mencken, distinguida autoridad en el idioma inglés había empleado durante años en mis clases con anterioridad a dicha
de los norteamericanos, encuentra que "culturología" es una "palabra fecha. La obra del Dr. Cheng Che-Yu, Oriental and Occidental Cul-
bastante desaliñada, pero de todos modos lógica", y es de opinión tures Contrasted, publicada en Berkeley en 1943, lleva al subtítulo
"que hemos establecido el hecho de que debe ser empleada". 6 Sen- •de "An Introduction to Culturology". Me ha escrito comunicándome
timos, junto con Spencer, que "la convivencia y poder de sugestión de que previamente había usado no sólo "culturología" sino también
nuestros símbolos son de mayor importancia que la legitimidad de "culturosofía" en publicaciones aparecidas en idioma chino. El pro-
su derivación". fesor H u a n g Wen Shan, del instituto de antropología de la Univer-
En este sentido podemos llamar la atención sobre el hecho de sidad nacional de Cantón, ha publicado en chino un número de
que los departamentos de antropología de la universidad de Chicago artículos dedicados a la culturología, y me ha informado que tiene
y el museo de historia natural de Chicago han estado usando desde en preparación un libro sobre el mismo tema. No hace mucho he visto
hace un tiempo el término "museología" para designar el arte de la el anuncio de u n libro titulado Epítome de culturología, de J. Im-
organización, equipamiento y dirección de museos. Si la terminación belloni, publicado en Buenos Aires, y puede haber, por supuesto,
"—ología" es interpretada como "ciencia de", entonces museología muchos otros casos de los que no he llegado a enterarme.
es un nombre inapropiado, pues "ciencia de museos" no es más ciencia El idioma chino aparentemente no ha tenido dificultades en
de lo que lo son la "ciencia de bibliotecas", la "ciencia militar" o aceptar la innovación de la palabra "culturología". Culturología en
las "ciencias domésticas"; son artes, no ciencias. Si "museología" puede chino se dice iven tulia (cultura) hsüeh (ciencia de). Ambas palabras
hacerse respetable, ¿por qué no "culturología", palabra que tiene más son términos chinos corrientes y la combinación de los mismos no
justificación desde el punto de vista etimológico? parece haber molestado los oídos de los sabios chinos ni herido su
El concepto de una ciencia de la cultura, tal como se ha aclarado sensibilidad.
La dulce y consoladora ilusión de la omnipotencia halla todavía un
Pero las objeciones hechas a la "culturología" no son ele ningún mercado dispuesto y una gran demanda. Podemos apoderarnos de
modo"™totaimen te filológicas. Las objeciones lingüísticas emergen nuestro propio destino y darle la forma que nos plazca. "La huma-
fácilmente pero abajo, en lo profundo, yacen opiniones y valores que nidad, con Dios presente, gobierna su propio destino cultural y
se^opondrárTa la adopción y uso de este término con más fuerza aún tiene libertad para elegir y lograr los f i n e s . . . " Los educadores pue-
que los clasicistas nutridos en Los Literae Humaniores. La "cultu- den manejar el proceso cultural mediante "el establecimiento de
rología" especifica un sector de la realidad y define una ciencia. ciertos sistemas de valores en sus alumnos". Los psicólogos "estudiarán
Al proceder de esa manera infringe los límites reclamados anterior- científicamente las causas de. . . (la guerra) en la mente de los hom-
mente por la psicología y la sociología. Por supuesto, hace más que bres y las eliminarán científicamente". Los investigadores de las cien-
infringir; p o n e en claro que la solu- cias sociales perfeccionarían fórmulas para gobernar las fuerzas cul-
ción de ciertos problemas científicos no se halla propiamente dentro turales y llegar al dominio de nuestro destino si sólo el gobierno
de iosTeudos de la psicología y la sociología, tal como se supuso pre- federal les diera algo parecido al apoyo financiero que presta a los
viamente, sino" que pertenece a una ciencia de la cultura, y que es fabricantes de la bomba atómica, etc., etc. Parecería que la ciencia
por lo tanto la única capaz de brindar tal solución. Psicólogos y está destinada a convertirse en la criada de una especie de magia
sociólogos están poco dispuestos a admitir que en la conducta del moderna; el investigador de la ciencia social, a tomar el papel de un
ítomBre haya problemas q u e estén fuera de sus dominios; y .se super hechicero. Para abrirse paso una ciencia de la cultura debe
muestran inclinados a rechazar y repudiar u n a ciencia advenediza luchar contra el pese y la fuerza de esta pasión por el libre albedrío,
que reclame para sí tales problemas. estaT|)remisa d e antropocentrismo. 10
Pero lo más importante de todo es el hecho de que la culturología Pero estas objeciones no lingüísticas hechas a la "culturología"
cié por tierra con u n a filosofía que ha sido cara para el corazón de los sirven también para acentuar de manera efectiva la necesidad ele
hombres desdé"^ trémpós remotos, y que todavía inspira y nutre a encontrar u n término especial con el cual designar nuestra nueva
muchos investigadores de la ciencia social y u n igual número de legos. ciencia y revelar la peculiar conveniencia del nombre de "culturo-
Trátase de la antigua y todavía respetablefilosofía del antropocen- logía". El "dominio distinto" que es la cultura "exige para su inves-
trlsmo'y él libre albedrío. "¡Qué desatino decir que la cultura hace tigación una ciencia distinta", tal como arguyera'Lowie hace más de
eito" o aquello! ¿Que es la cultui MUÍ una abstracción? N o es la dos décadas. T a m b i é n Dúrkheim vio "la necesidad de formular con-
c u l t ú r a l a que h u e lis cosas, es la gente ?eres humanos verdaderos, de ceptos enteramente n u e v o s . . . (y de expresarlos) con una terminología
carne y hueso, lis siempre el individuo quien realmente piensa, y apropiada". Pensamos y trabajamos en ciencia sólo por medio de
siente,""y actúa. ¡Cualquiera lo puede ver con sus propios ojos! "¡Oué conceptos hechos explícitos en forma simbólica. Para pensar de ma-
absurdo entonces hablar de una ciencia ele la cultura: ejué deforma- nera efectiva, para hacer distinciones fundamentales, sin las cuales es
ción de la realidad!" T a l como lo han demostrado las páginas pre- imposible la ciencia, debemos contar con herramientas cíe precisión,
cedentes, eitá actitud" prevalece vigorosamente en la antropología conceptos exactos. 1 1
5
norteamericana actual. "Psicología" es el rótulo para u n a cla->e distinta de fenómenos:
Culturología significa también determinismo. El principio de causa la reacción de los organismos ante estímulos externos. Pero no dis-
y efecto funciona en el reino de los fenómenos culturales del mismo tingue los fcncHiienos culturales de los no culturales, y la interpre-
modo que lo hace en toda otra parte de nuestra experiencia del cos- tación de la interacción de elementos extrasomáticos dentro clel
mos. Cualquier situación cultural dada ha sido determinada ""por proceso "cultural se halla por fuera de sus límites legítimos. La
otros hechos culturales. La acción de ciertos factores culturales hace "sociología" adolece también del "fatal defecto" de no distinguir .lo
aparecer u n cierto resultado. Inversamente, ciertas consumaciones •cultural de lo social, tal como señalaron hace mucho tiempo Ostwald
culturales no pueden cobrar vida, n o importa cuán devotamente pue- y Iíroeber. Asimila la cultura a su concepto básico de interacción,
dan ser deseadas, salvo que se hallen presentes y en acción los factores h a c í n e l o de la cultura u n aspecto, o u n subproducto, del proceso
requeridos para la consumación. Ese principio es algo por demás evi- social de interacción mientras que las estructuras y procesos de la
dente en meteorología y geología, pero en la interpretación de la sociedad h u m a n a son funciones de la ctdtura. En la "sociología' 1
conducta h u m a n a se lo sigue llamando "fatalismo" o "derrotismo"; o tenemos en realidad u n buen ejemplo de la confusión de pensamiento
es considerado como inmoral y por lo tanto falso.
382 L. A. W H I T E

que trae aparejado el uso de una terminología ambigua y equí-


voca. 12
El término "antropología" ha sido usado para designar tantas
clases diferentes de actividades —medición de cráneos, excavación d e
alfarería, ob^rvadÓflrde~tSrémonias, estudio de clanes, psicoanálisis
de nativos, psicoanálisis de civilizaciones enteras, trazado de la historia
de artes y oficios —cjue mal se lo podría restringir ahora a la tarea
particular y especifica üe interpretar únicamente el proceso cultural.
La denominación de "antropología cultural" también ha sido usada
para designar una gran variedad de clases de interpretaciones. Y
"antropología social" es virtualmente indistinguible de "sociología".
Ij¡a_expa.nsión de los alcances de la ciencia permitió que una clase-
d e . fenómenos fuera diferenciada de lo psicológico y lo social. Fue
denominada "cultura" por quienes la descubrieron y aislaron. El
análisis e interpretación" dé esta clase distinta de hechos ha sido
llamada la ciencia de Ja cult ura por numerosos antropólogos —Kroe-
" o e r , Lowie, Murdock y otros— desde que Tylor acuñara por primera
vez la frase en 1871.
¿Y qué es una ciencia de la cultura sino culturología? Con este
término nos proponemos dejar bien sentado, aun para la mente
menos prevenida, que. el continuum extrasomático de símbolos repre-
sentadores de hechos ño es de ningún modo ío mismo que u n a
clase de reacciones de organismos humanos consideradosindividual
o colectivamente; que J a j n t e r a c c i ó n de elementos culturate_no_es^lo
mismo que las reacciones o interacciones de organismos humanos.
Parecería que exageramos al proclamar que un cambio de terminolo-
gía es perfectamente capaz de introducir un cambio profundo de
pensamientos y puntos de vista. Pero, tal como destacara Poincaré,
hasta que no se hizo la distinción entre "calor" y "temperatura" f u e
imposible pensar con claridad acerca de los fenómenos térmicos. "El
verdadero descubridor", comenta Poincaré, "no será el trabajador
que haya construido pacientemente algunas de estas combinaciones
sino el hombre que haya traído a luz sus relaciones... El invento de
una nueva palabra basta frecuentemente para poner de manifiesto la
relación, y la palabra será creadora".13 T a l es, naturalmente, la impor-
tancia del v término "culturología": trae a luz -la relación existente
eptre eL organismo humano, por una parte, y la tradición extraso-
piática qué es la cultura, por otra. Es una palabra creadora; establece
y define una nueva ciencia. ~

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