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1
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Desarollo. L
DL 305
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A la memoria de Andrés
y Jovier Rodriguez Pardo
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dt ela prceme ecición Edhasa. 2017
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Acta Diganal. 399
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tmpreso en Argenina
Índice
Segunda Parte
Progresismos y fin de ciclo
Fin de ciclo
A partir del año 2000, América La ina ingresó un cambio de época, esto
es, un nuevo ciclo político y económico que fue conformando un nove
deso escenario uansicional, caracterizado por el protagonismo creciente
de los movimientos sociales, la crisis de los parndos políticos tradicionales
y de sus forenas de representa 1. en fin, por el cuestionamiento al neo-
liberalismo y la relegitimación de discuesos políticamente radicales. Este
sambin de época tomó un nuevo gito a partir de la emergencia dediferentes
gobiernos que, apoyándose cn políticas económicas het crodoxas, se pro-
pusieron articular las «demandas promovidas desde abajo, al tiempo que
valorizaron la conscrucción de un espacio regional latinoamericano. Freme
a tal escenario, no pocos autores alensaron grandes expectativas de cambio
y
escribieron con oprimismo acerca del “giro
quierda latinoamericana”, el “posneolibcralismo”,
a
la izquierda”, la “nueva iz
otros.entre
Da Silva y
MA
0 IDE CARO
1 EPOCA AL
de
Svaspa
ala septimarización partir de la acenruación de las acti
de las economías, a
vidades económicas hacia actividades primario-cxrractvas o maquilas, con
escaso valor agregado. Lin todos
los
los países, también ¡ndependientemente
discursos políticos-ideológicos, lo que he llamado el Consenso de
dos Chmmmodities (Svampa, 2013), crajo como consecuencia la explosión de
conflictos socio-ambientales y
derechos humanos.
el inicio de un nuevo ciclo de violación de
del capital trazó así una primera línea de división interna e: insraló dilemas
parte de la gramática política latinoamericana, impulsadas por diferentes
movimientos sociales y organizaciones indígenas y alentadas por los go- y fracturas dentro del ancho campo del progresismo en torno a la discusión
biernos emergentes. Pose a ello. ya desde el inicio, no escapaba a pocos obre las estraegias de desarrollo y la relación socicdad-macuralcza; sobre
analistas la existencia de un campo de tensión en el cual coexistian matrices el vínculo entre izquierda lenguajes emancipacorios, prácticas product.
.
políticas y narrativas descolonizadoras diteremtes: por un lado, la populista vistas e imaginarios hegemónicos. Más simple, prima facie el carácter del
y desarrollista, marcada por una dimensión reguladora y centralista, que progresismo como nueva lingua franca scría cuestionado desde y por las
aposcaba al retorno y/o recreación de un Estado nacional; por erro lado, la corrientes indlinmistas y ecologistas de inquierda, generando con los años
indianista « incipientemente ecologista, que apostaba 2 la creación de un un conflicto cada vez más profundo cn el pensamiento crítico latinoame:
Estado Plurinacional y al reconocimiento de las auronomías indígenas, asi ricano.
como al respeto y cuidado del Ambiente. Con el correr de la década los Sin embargo, hasta bien avanzado el ciclo, la crítica al modelo cx
progresismos irían consolidándose, de la mano de una narrativa populista tractivo-exportador lo que se conceprualizaría huego como exeractivismol
desarrollista y de la personalización del poder, desplazando otras narrativas nevextraceivismo), pareció hacer poca mella en la popularidad de los go-
de corte descolonizador, fueran indíanistas, ecologistas y/o de izquierda. biernos progresistas, virtud de la asociación catre el boom de los com-
en
Asimismo, la hegemonía del progresisno populistadesarrollista es modirics, crecimiento económico, políticas de inclusión y ampliación del
cuvo ligada al nuevo boom de los commodities. Ciertamente, a parir de con umo. Salvo excepciones, durante más de una década dichos gobicenos
2003, 3 poco de iniciado el cambio de época, la geografía de la extracción vicron renovados sus mandatos presidenciales, a través de abrumadora»
en el sur global se dotó de nuevos registros, vinculados a los altos precios mayorías electorales, constituyéndose en partidos predominantes —como el
internacionales de los productos primarios (soja, metales y minerales, hu MAS en Bolivia, kirchnerismo
cl
en
Argentina, el chavismo en Venezuela,
drocarburos, entre ocros). En este período de rentabilidad extraordinaria, Alianza País en Ecuador—y en razón de ello, tendieron 2 monopolizar el es-
América Latina comenzó
vs. En todos
avivir un crecimiento económico sin proceden.
los paí <s, independientemente del signo político-ideológico
;
pacio del progresismo, identificado en esc primer periodo con la inquierda,
neutralizando otras opciones más radicales. En ese marco de hegemonía
de los gobiernos, el boom de los commodities y sus ventajas comparativas, progresista, los gobiernos fucron consolidando osquemas de resubalterni-
permirió la ampliación del gasto social —por la
vía de políticas sociales o zación hacia los movimientos y organizaciones sociales, a través de diver-
bonos- y una reducción importante de la pobreza respecto del período sos dispositivos, entre ellos, el de la esraralización. No por casualidad en
vcolibcral. En sodos los países, el proceso estuvo marcado por la rendoncia algunos países. como en Bolivia, el doble proceso Gnsrituciomaliza ¡ón y
16 -—————— DeL MBIO DF EPOCA AL. FIN DF CICLO Marista Svarpa 17
Por otro lado, en el marco del boom de los commodities. los progre-
sismos han venido mostrando también una fueras cendencia al desdibuja-
miento de la frontera encre lo público y lo privado, al abuso de poder y los
hechos de corrupción; lo cual los lu ido despojando de su aura redentora.
relativizando aquella narrativa inicial sobre la relación entre transparen-
cia, justicia social e inclusión. No obstante, mal haríamos en reducir los
DE
familiar obtuvo
constitucionales
MaRIsUEnLa Svamea
Cs
antisistermas de la población más vulnerada se articulan con los discursos
más racistas y proteccionistas, impactarán de modo negativo en la región
latinoamericana, en un contexto global de mayor desigualdad.
Así mismo. desde el punto de vista político,
mos gubernamentales asestó un golpe duro al
la crisis de los progresis-
conjunto de las izquierdas
Pues más allá de los debates acerca de qué se entiende por izquierda, el
«aso es que en el juego de las oposiciones binarias, gran parte de los go
biernos progresistas lograron monopolizar el espacio de la centroizquier-
dalizquierda. según los casos, neucralizando otras narrativas de cambio
y obruranda la posibilidad de la emergencia de posiciones políticas más
propresismos realmente existentes a una pura macriz de corrupción, como radicales. con lo cual su crisis y debilitamiento impacta en gran parte del
quieren hacer de modo interesado muchos desus detractores, desde pos espacio.
ciones de derecha Por último, cabe rambión relarivizar el hecho, pues ún si cl fin de
Ahora bien, el caso es que co la actualidad los progresismos realmente ciclo del leerse antes que nada como un agotamiento de los progresisiuos
existentes entraron en una fase de agotamiento yde crisis, lo cual os ilustra- realmente existentes,la emergencia de una nueva derecha es todavía la ex-
do por el giso conservador que adoptaron dos de los países más importan- cepción, la
no regla. Además, tantoeo Argentina como en Brasl, se trata
tes de la región. Argentina y Brasil. Cabe aclarar que esre agotamiento no de gobiernos todavía no consolidados, pues estos advienen en un marco
se debe sóloa factores externos (el fin del supercicio de los cominodiries y de profundización de la crisis económica y de la prores social. Se trataría,
el deterioro de los indices económicos), sino también a Eactores internos (el
mente conservador en estos países. beralismo, ambos recrean y alientan núcleos básicos del mismo, a través,
Por otro lado, el fin de ciclo y el eventual giro político se inserta en un entre otras cosas, de políticas de ajusee que favorecen abiertamente u los
escenario mundial muy perturbador, marcado por elavance de las derechas sectores económicos más concentrados, así como el endurecimiento del
más xenofóbicas y nacionalistas en Europa, así como por el inesperado contexto represivo.
triunfo del magnate Donald 'Irump en Estados Unidos. Todo ello augura En suma, el agotamiento del ciclo progresista es ya evidente, al me-
importantes cambios geopolíticos que además de producir un empeora- anos en su carácter de lingua franca, de lenguaje político común, aceptado
miento del clima ideológico a nivel internacional, en el cual las demandas y compartido hasta hace poco tiempo por amplias capas de las sociedades
20 Des CAMBIO DE EPOCA AL FIN DE CICLO
El recorrido de este libro Un cuarto punto aborda los feminismos populares o feminismos del
sur, ca donde se indaga sobre varias cuestiones, entre ellas en el
avance en
Este libro propone presentar un análisis de los progresismos realmente
se las políticas públicas orientadas a las mujeres en la región, en los caracte.
existentes desde una perspectiva que indaga el modelo de acumulación y rísticas que asume el proceso de feminización de las luchas sociales y en la
losestilos de desarrollo. así como las tradiciones ideológicas y la dinámica relación tan mentada entre luchas ambientales y protagonismo femenino
de diferentes movimientos sociales. Pmpongo, para ello, un recorrido en (en clave de ecoferminismos). El texto propone también revisar los oscuros
tres partes. vínculos entre extractivismos, parriarcado y cadenas de violencia,
En primera parte, citulada “Progresismos. nuevo ciclo de acción
la
colectiva y expansión del excractivismo” se privilegian conflictos, tensio:
Vsta primera parte se cierra con un texto consagrado al modo
cómo los
en
procesos de reconfiguración geopolítica, la emergencia de nue-
nes y rupturas que ponen en evidencia el lado más oscuro de los progre- vas porencias globales y la expansión de la fromera tecnológica han pro-
sismos, ligados a la expansión de modelos extractivos en dicho contex- ducido la reconfiguración del clivaje Norte-Sur. Para dar cuenta de ello,
so, el inicio de un proceso de estigmatización y represión de las protesras reromo una mirada desde la geografía de la extracción, con el objetivo
socioambientales. El recorrido se despliega en tros partes. Así, el libro se
abre con un texto sobre “Movimientos sociales, tradiciones políticas y
de subrayar la persistencia de la situación de dependencia de los países
de América Lasina, en tanto Sur global, sobre todo a partir del ingreso
dimensión de la acción eu América Laring”, cn el cual se presentan líneas
gencralos de interpreración sobre los movitnientos sociales en la región y
de China como gran potcacia global emergente. Al mismo tiempo,
hora de analizar la expansión de la geografía de la extracción, inceresa
ala
las tradiciones políticas, que nos servirán de guía a la hora de leer el ciclo rescarar macices, que podrían abonar una lectura más Hoxible acerca de
progresista. la división Norre-Sur.
En el texto siguiente, titulado “Desarrollo y Consenso de los Com
modities. Coordenadas del debate larinoamericano” presenta una caracte ta
La segunda parte del libro titulada “Progresismos
solo con dos
y Án de ciclo” cuen-
Parte
“la única izquierda posible”. acaso este diálogo fuera posible, la tarea
Sí
Notas
toféxcenda a aquell corrientes idoníógicas que abogabas por las Hibercados individuales y
el caembio sonia (el “progreso” leido como hocizome de cambio)
“Sabre los progresismos laciuvarucricanos, Julio Fuentes, presidente de Cuufedera la
«ión Tarinoamericana y del Caribe de Trabajadores del Fsrado ¿CLATE) y
Sec. Ciral. Ade
hr!
panel
“so impidió que Correa pudiera velvera presentarse calas eecrionesde 2017. por la
ul se designó como candidato de Aliama País 2 Lenín Moreno, entres vicepresidente,
y
“Ortega está en el poder desdo 2006 fue reelegido por cuarta vez en 2016, Hacien:
usa del control que ejerce sobre cl poder judicial, desplazó de las dipucaciones prin
dde
al
«ipal partido oposicor, que no pudo presentarse las elecciones de 2046. Quien acomparió
en la fórmula, como vicepresidente, lue su esposa, Rosario Musillo, quien desde haceaños
«s una figura fuerte del gobierno.
Movimientos sociales, tradiciones políticas
y dimensiones de
la acción en América Larina
a
las Juchas sociales en América Lacina través de
a tres rasgos mayores, estro- rus incompletos, “sólo a medias”, frente las condiciones estructurales de
chamenue vinculados. Un primer lugar,
propongo el retorno de la noción las sociedades periféricas y la realidad de la dependencia.
de “Movimientos Sociales”, en un sentido fuerte,
locgo de su cuesriona-
miento y eclipse durante la década de los 90, y su preventivo reemplazo
Por ello mismo, la acción colectiva estuvo atravesada desde el inicio
por una multiplicidad de dimensiones y llamados, en nombre de la cla
por la más aséptica nación de “protesta”. En segundo lugar, señalo como se, la nación y cl antiimperialismo,! sin que ninguno de llos lograra un
destacable, al inserior de un espacio cada vez más lucterogéneo de
movi primado csttuccucal sobre los orros, Tocaría al populismo dar expresión
mientos sociales,la existencia de una pluralidad de narrativas o
inatrices política a esta abigarrada realidad popular, a iruvés de la noción unificadora
socio-políticas, desde la indígena-campesina, la populista, la izquierda de pueblo; concepto que designaba tano un sujeto colectivo imaginario
«asista, hasta la autonómica, cuya relevancia, a la hora de hacer homogéneo, como un sector social real hercrogénco, que apuntaba a ab-
una
lectura comprensiva del periodo analizamos libro (2000- sorber otras categorías sociales, entre ellas, incorporando el indígena como
que en este
2016), no puede ser soslayada. Asimismo, esta pluralidad de nartarivas “campesino”.
del campo tnilitante puede desplegarse de diferentes
formas, tano bajo Fue hacia los ños 80 cuando en
de
gran parte América Latina se llevó
la coexistencia, la cooperación,
como
tercer y úliimo lugar, avanzo desde un
la competencia y el conflicro. En a cabo el pasaje de la movilización del “pueblo” a los “zwevos movimientos
punto de vista analítico sobre una sociales”, visible en un conjunto de acciones colectivas, marcadas por su
sciie de dimensiones históricamente conscitutivas de Ja acción colectiva carácter local y puntual. En el espacio urbano, la época estaría recoricta
en América Latina, entre las que se destacan la dimensión cerrirorial, la
dimensión plebeya y la forma asamblea
porla emergencia de nuevas luchas, ligadas a las condiciones de vida y, por
ende. al reclamo de la tierra y la vivienda y de los servicios públicos. En
este sencido, los llamados “movimientos sociales urbanos" ponían de mani
esto los límites de integración del proyecto de modernización populista,
1. De la protesta a los movimientos sociales visibles en la marginalidad de amplios sectores populares. Asimismo, cl
fenómeno ilustraba cl nacimiento de una nueva marriz de acción territo-
En América Latina, las sucesivas crisis de paradigmas advierten la hora
se a rial. con componentes altamente pragmáricos y una fuerte orientación de
de dar cuenta del cambio de las unidades de análi han los demandas hacia el iscado. En consecuencia, el proceso de heterogeneidad
que regido
estudios sobre la acción colecti Así, entre los años 60 y 80, la unidad
va.
delas luchas sería leído en términos de creciente disociación entre social
lo
plamente hablando la
histórico no fue pro-
clase obrera, sino más bien “las clases
último, que el uso latinoamericano de la categoría “asevos movimientos so-
ciales” wsulraba por demás engañoso, pues varios de los sujetos analizados
populares”.
declinada en plural, y en un sentido amplio. (como aquellos indígenas-campesinos), poco tenían de “nuevo”,
En efecto, históricamente lo popular ha designado un Hacia los años 90, el pasaje a nn nuevo tipo societal, marcado
conglomerado por la
que reúne mundos heterogéneos, entre los
que 5e cuentan indígenas, cam- asociación entre globalización y neoliberalismo, tuvo una repercusión im
pesinos, trabajadores informales, marginales, desocupados
Urbana, Tal es así y
clase ubsera portante en el plano de la
acción colectiva, algo que se expresó en la es asa
que, por lo general, la sociulegía latinoamericana ha eficacia de los repertorios tradicionales (marchas, movilizaciones, huelgas)
tenido dificultades para
pensar la variopinta cartografía social desde la idea y. posteriormente, en la explosión/generalización de nuevas formas de
de actores sociales plenos (asociada al “grado de clasicidad”;
esto es. a la acción. En efecto, en términos de acción colectiva, una de las primeras
posibilidad de acción antánoma,
o de clase). No sólo la clase obrera, sino consecuencias fue la proliferación de repertorios de acción ligados de ma-
30 ———— DEL cambio DE ÉPOCA AL FIN DE CIO: MamsteLia Samara 31
y
de descomposición reconfiguración de la sociedad, llevó a que algunos lo que hemos denominado cambio de época (2008). lista inflexión, que
autores señalaran a los movimientos sociales como los grandes perdedo- impulsó un cambio en el escenario político laciuosmericano, rehabilivó
ses, subrayando "la incapacidad de los mismos de devenir actores” (S. nuevamente eluso del concepto de movimiento sociah, en un sentido alta-
Zermeño y A. Touraine), en otros análisis, el carácter fragmentario de la mente ejemplificador, o para decirlo de orro modo, en un sentido “ferte”
acción colectiva, su diversificación crecientes más aun, la desarticulación Recordemos que, aunque el ciclo ani-ncoliberal se abrió en 1994 con la
de idencidades colectivas estables, fue habilitando el uso de la categoría irrupción del neozapatismo. en Chiapas, suele señalarse el inicio de un
“protesta social”, que prontamente desbordó el campo académico, para nuevo ciclo de acción colecriva, esto es, una aso que señala una progresiva
pasar a conscicuir una suerte de lugar común, a la vez periodístico y po- acumulación de las luchas contra las reformas neoliberales, con la Guerra
Ático.
En consecuencia, cu los últimos 25 años, en América Larina la teo-
del Agua, en Cochabamba, en el año 2000, seguido éste por otros o-
vía de la acción colectiva pasó de la intluencia del paradigma
mentos de inflexión, tanto en Argentina, en diciembre de 2001 y durante
europeo de 2002. Ecuador, en 2005, Bolivia en 2003 y nuevamente en 2006, entre
la identidad, con autores como A. Touraine, M. Castells y A. Melucci,
oros,
quienes sostuvieron la noción de movimientos sociales y un análisis en El caso es que las formas de participación de lo popular volvieron a
términos de diferentes niveles de acción, a la expansión, a partir de me desbordar los contenidos establecidos por una conecpción decisionista y
diados de los años 90, de una serie de conceptos
y herramientas analíticas representadiva de la democracia, en favor de orros focos de producción de
provenientes de lo que genéricamente se ha denominado como teoría de
la interacción estrarégica, modelo político o paradigma multidimensional,
la política, cuya clave de construcción serían la democracia deliberariva
_—_—
recionee,
Uno
de los problemas que suele señalarse es que, más allá de la plura- cial que tiende a cuestionar la
lógica de dominacións en última mstancta.
lidad de experiencias de auto-organización y autogestión, los movimientos se trataría un actor o conjunto de actores, proclives a un tipo de acción
sociales tienen una gran dificultad para pasar de una acción de carácter
defensivo o de corte defensivo y destituyente, a un tipo de acción inscitu-
ronuente
a la instirucionalización. Esta definición teórica implica la posi-
bilidad de pensar a los movimientos sociales como suictos potencialmen-
ylo
yenste institucional, que plantes la dispe de poder en el imrerior del
+4
«< antagónicos en el marco de un sistema de dominación. Por orro lado,
Estado. En contraste con ello, también se subraya la tendencia a la subor-
propongo hablar de movimientos sociales en senzido débil para aludir a un
dinaciónfinstrumentación, en el límite, a la estaralización, como uno de úipo de acción colectiva de parte de aquellos actores que no tienen poder y
los grandes riesgos que aftontan losmovimientos sociales que suman a se
que buscan invencionalmente modificar algún elemento del sistema social
k construcción de poder desde Estado, el en alianza con los gobiernos. Sin establecido, a través de una acción contenciosa, con una cierta continuidad
embargo, ésta es una falsa oposición. Lejos de rada linealidad o visión idea-
lizada, es necesario reconocer que los movimientos sociales no son actores
omgarizativa (Svampa. 2005 y
2008). En fin, más allá del senrido débil o
fuerte, sigue siendo válida la definición aportada por Alberto Melucci, que
puros. Estos siempre han combinado dimensiones destimyentes con otras designa como movimiento social “aquella acción colectiva que rompe con
dimensiones más insciruyentes: respuestas defensivas con la creación de
novedosos “campos de experimentación” (de Sousa Santos), en los cuáles
dos límites de comparidilidad del sistema
y obliga a una reorganización del
poder”, en la medida en que subraya el carácter dismprivo e intorpelante
se tejen y destejen nuevas alternarivas socierales. Momentos en los cuales de los movimientos sociales en las sociedades consemporáneas. al iempo
los movimientos sociales reflejan tendencias corporativas y particularistas que instala como fandamental la relación de asimerría
otros, sobre todo, en procesos de movilización ascendente, en
los cuales Aunque ha sido muchas veces subrayado, no está demás recordar que
éstos desarcollan la capacidad de arricular demandas más generales, impul- en América Laóna la apertura del ciclo de luchas en contra de la globa-
sando mareos comunes de la acción colectiva que son capaces de interpelar lización neoliberal no provino de las fuerzas de la politica institucional
el conjunto de la sociedad, o generando un cruce
y
articulación mayor con Fueron las organizaciones y movimientos sociales los grandes protagonistas
ros movimientos u organizaciones sociales.* de este nuevo ciclo. a partir del año 2000, los que a través ce sus luchas
En la actualidad, los estudios sobre acción colectiva y movimientos y reivindicaciones. aun de la práctica insurreccional, lograron instalar el
sociales se hallan muy desarrollados en toda la región Jatinoamericana, cambio de época. abrir la agenda pública y coloca sn clla nuevas proble.
convocando un nutrido conjunto de disciplinas diversas, que incluye no mátics el reclamo fcare
a la conculcación de
os desc más elena
sólo la sociología política, las ciencias políticas sino también la historia, la tales, la expoliación de los recursos nawurales, resignificados luego como
geogralía crítica y la ecología política. Eu este punso, ás
allá de la disputa bienes comunes; la
reivindicación de las autonomías indígenas, contribm-
entre paradigmas o de su conciliación, la
propia noción de movimientos yendo con ello a legitimar otras formas de pensar la
política y las relaciones
sociales está lejos de presentarse como excluyenec. En realidad, existe una sociales (Svampa, 2008)
perspectiva latinoamericana que coloca en el censro del análisis la caregoría Pero una vez dicho esto, es necesario aclarar aura cuestión: el doble uso
de movimientos sociales, y que en sus análisis riende puentes entre ciertas del concepto de sauvimientos sociales (sentido fuerte y debil) da cuenta de
34
cadorade
as ——_————————
_—_
Políticos, sectores económicos concentrados. medios de comunicación) y zabuth Jolin, “dar un lugar privilegiado
a las ideas, a das tradiciones cultu
en el carácter recuisivo de éstas. Así, lejos de la tentación del “modelo de
un solo actor” es necesario enfatizar el carácies relacional, esco es, inneract
a
sales, los valores y creencias, a las perespciones y componentes cognitivos
dela acción social” (2003: 41),
vo y recursivode la acción colecriva (de allí la importancia de los umbrales Es
por ello que, en el presente apartado, propongo llevar a cabo una
de
pasaje,? o los momentos de inflexión, que señalan procesos de cambio presentación que pone el
acento en las diferentes matrices socio-políticas
social), sin olvidar las nsimerrías existentes. Los movimientos sociales son presemes en América Larina
entendidos así dentro de una historia mayor, que comprende diferentes Desde mi perspectiva, el campo contestatario se despliega en cuarro
ciclos, con sus momentos o fases, desde los orígenes, ascenso, apogeo, crisis matrices politico -idcológicas diferentes: la indígena-campesina comunita-
y recontiguración, en sus diferenses alincamientos respecto del sistema de sia, la populista-movimientista, la izquierda clasista iradicional y, de ia
poder y las vertientes político-ideológicas. nera más reciente, la narrativa auconomista.* Por matrices polivica-ideoló-
En suma, el enfoque que sostengo aquí pri ¡legia una concepción gicas enciendo aqueilas líneas directrices que organizan el modo de pensar
de los movimientos sociales en tanto actores colectivos plurales, abiertos. la política y el poder. así como la concepción acerca del cambio social. Si
impuros, dinámicos, que inscriben su acción en diferentes niveles, en un bien cada marriz político-ideológica posce una configuración dercrminada,
campo muliorganizacional y, por ende. caracterizado por articulaciones los diferentes contextos nacionales así como las tensiones imsernas las van
difíciles y complejas. Asimiseno, supone poner ex valor los marcos inter- dotando, para cada caso, de un dinamismo y una historicidad particular.
pretativos dela acción (Goftman), Jos cuales están lejos de ser permanen- De modo esquemático y provisorio, procederé a definir algunos de los
ces. consensuados o únicos, antes bien pueden compecir entre sí y pro- elementos ceneralos que configuran cada matriz y sus respectivas narracivas
mover conflictos entre los actores sociales. Finalmente, la concepción de de cambio. Así, puede afirmarse que la marriz campesino-indígena se in-
movimientos sociales en sentido fuerte. más teórico, debe ser entendida serra en el
marco de
la
“memoria larga” de los pueblos indígenas, coloca en
menos como una definición normativa (lo que debe ser un movimiento el ceutro las ideas de resistencia, derechos colectivos y poder comunal; su y
social, a la mancra de A. Touraine), y más como un concepto límite que nos dinámica política sc inscribe permanentemente en la tensión entre un pro-
recuerda el carácter asimótrico y antagónico de las relaciones de poder, y yecto de recreación de las autonomías indígenas-campesinas
y el proyecto
sus demandas y, al mismo tiempo. poscen una porencialidad anmgónica, la ímue eración en una identidad mestizo
campesina. la presencia cada vez
vana de las problemáticas e atrales se vincula cow la posibilidad de articula: más masiva de indigenas en las ciudades) y cu «iones de indole político
36.
ideológico (la crisis del xuarxismo y
DEL CAMBIO DE ÉPOCA AL
a AAA
_—_——
América
que recorre cl
campo
su
las de da a la
a
idea del antagonismo de clases y la conserucción del socialismo.
Dicha marriz nutre su narrativa de las diferentes variantes del marxismo
organizaciones populares en Lacina es la populista, La
instala en la “memoria mediana”, csto es, aparece asociada a las expericn- partidario e invernacionalisea, que ha encontrado múltiples expresiones en
América Latina ¿ligadas al partido comunista, al mavísmo y los diversos
cias políticas populistas fundacionales de los años 1930-1950,
y
se sostiene
sobre el eríple eje de la afirmación de la nación, el escado redistriburivo y trorskismos existente: . La dinámica de esta matriz sucle instalarse en la
conciliador, e liderazgo carismácico y las masas organizadas -el pueblo rensión/articulación entre la vía revolucionaria (la lógica de la toma del
Si bien en lineas generalos la matriz populista se instala en la
tensión entre poder) y la vía reformista insrimicional (la lógica clocroral)
un proyecto nacionalista radical y cl modelo más clásico de la
participación Dicha narrativa aparece asociada de modo casí inescindible a una con-
controlada, bajo la
dirección del líder y el eutelaje estatal, la evidencia his ccpción obrerisca de la
sociedad, lo cual cn no pocas ocasiones compira
sórica usura la hereronomía de los movimientos sociales y sindicales, ante contra la comprensión de la diversidad y heterogeneidad social existente
el llamado del líder. desde ol aparaco del Estado. En esta línca, la
tendencia en las sociedades periféricas. No es casual que históricamente. a la hora de
ha sides la de añanzar una lógica de insricucionalización, bajo nuevos esque- referirse 4la “elasicidad” (la capacidad de actuar autonómamente, como
DEL
las sociedades
CAMBIA) DE EPOCA AL FIN DE CICLO
iones y se
Svamra —
alimenta, eu consecuencia, de una gran desconfianza respecto
de las estruccuras partidarias
y sindicales, así como de toda instaccia arú-
culatoria superior. En términos generales, la auronomíz aparece no sólo
39
resto de las macrices existentes en el campo contestarario tienda a ser más como un eje organizativo, sino también como un planteo estrarégico, que
manifiesta que larente. Por caso, las invoteradas tentativas de la izquierda
clasista partidaria de lorzar una suerte de control o dirección de ntro del
a
remite la “aurodorerminación” (en el sentido de Cascoriadis, “dorarse de
su propia ley"). Por ello, su dinámica ciendo a desplegarse en la rensión
hcterogónco campo militante, suelen terminar cn fuertes implosionos or- inscripta entre la afirmación de un ethos colecsivo libertario (la autonomía
genizacionales e ideológicas?
En razón de ello, durance el siglo XX, la macriz clasista ha sido muy
como horizonte utópico) y el repliegue diferencialista-identitario (la auto-
nomia como valor refugio, el narcisismo delas diferencias)
cuestionada, sobre todo por el “desencuentro” con orras “razones históri- Este echos común ha dado lugar a nuevos modelos de militancia, cn-
cas", comoel indíanismo (Carcía Linera. 2007). Más cercanamente este
desercuensro se ha replicado cn relación con la narrariva autonómica, que
rre ellos el militante o acrivitta culrural, difundida tanto en los países del
centro como cn la periferia, cuya modalidad de construcción osganizaciva
propone otras foumas de socialización politica y cuestiona los estilos de son los grupos de afinidad, a través de colectivos, que suelen adoptar una
construcción, verticalos y centralistas, propios de la izquierda elasista y po- dimensión a la vez política y cultural. Sin embargo, en tano “movimientos
pulista. En suma, a diferencia de la muriz populista, que asienta sobre
se de experiencia” (Mc Donald, 2003), donde la acción directa y lo público
la forma Estado ¡cuando ésta deviene régimen político), la matriz clasista aparecen como un lugar de consrrucción de la identidad. no resulta extra-
subraya la superioridad de la forma parcido, por sobre otras matrices polí ño
se
que gran parte de estos grupos agoten en la dimensión cultural-cx-
tico-idcolóicas, la centralidad de la claso obrera como sujero de cambio
el socialismo estatal como horizonte de cransformación,
y presiva y no alcancen una dimensión política. En contraste,
sobre tudo allí donde la
us
otros casos,
acción de los movimientos sociales es relevante cn
En cuarto lugar, existe una narrativa auronomista,
que se instala en el términos políticos, los colectivos culturales deliberadamente buscan una
marco de la “mernoría corta”, si bien sus elementos pueden nurritso de la mayor articulación con aquellos, constituyéndose en ercadores de nuevos
wradición anarquista v/ola reivindicación de la tradición consejista revolu- sentidos políticos y culturales, o bien, asumiendo el rol de reproductores
cionaria. Los elementos centrales que configuran su matriz son la afirma- de los acontecimientos en un comexto de intensificación de las luchas so-
ción de la gutonomía, la horizontalidad
y la democracia por consenso. En
como un relawo idendtario, de producción del sujeto, en el cual cuenta de afinidad y redes de solidaridad con otras organizaciones. Su expansión,
la experiencia personal de los actores, anres que una inscripción co-
en la tanto en el ambito de la
comunicación alternativa, los feminismos popula-
munidad (marriz indigenista), figura del pueblo (populismo) o la clase
la ses, las luchas antiparriarcales y socioambiencales, la intervención artística
social (marriz marxista). Por otro lado, históricamente es una narrariva y la educación popular, constituye una de las características más ernblemá
Esta nueva narrativa ha ido configurando un eos común que afirma el nuevo acrivismo cultural, ya cuenta con una rica e interesante historia a
y
de
EPOCA
Por último, las matrices político. ideológicas a las que hacemos re-
ferencia no se encuentran en estado puro, pues las diferentes dinámicas
conjunciones
mariz populista, en-
y
autonomismo,
cowllicwo
colisión, que puede llevar a acentuar las diferencias en iérminos de con
ecpciones, modos de hacer la política y concebir el cambio social. En
suma. esta propuesta, de orden analítico, riene por objeto dar cuenta
de aquellos elementos más dinámicos y organizadores presemes en
diferentes configuraciones polírico-ideológicas que recorren
política latinoamericano,
AL
y
FÍN DE VICIO
el
las
y
escenario
MMARISTELLA SAMA —--
únartariva dominante.
contexto del capicalismo actual. Dicha expausión genera uansformaciones »u ánimode oncologización alguna. la porenciación de un lenguaje
mayores, en la medida en que reorienta completamente la economía de de valoración
**
«luyente de las existentes (o potencialmente existentes), generando una sentido, et desarollo de la mineré meralífera a gran e ala, puede pen-
“tensión de terrivorialidades” (C. Porto Gongalvez, conjunto de
2001). De diversas ma- sarse como un ejemplo paradigmático, tal como lo ilustra el
seras, la afirmación de que existen regiones marcadas históricamente por la organizaciones conera la megaminería sutgidas en diferentes países lari-
Pobreza y la vulnerabilidad social, con una densidad poblacional baja,
que noamericanos. Así, por ejemplo en Argentina, las asambleas de autocon-
cuentan con grandos extensiones de territorios “improductivos” y/o “va vocados y organizaciones en contra de la megaminería a cielo abierto que
cios", facilita la instalación de un discurso producrivista exclnyente. Por
y
involucran pequeñas y medianas localidades del país y hoy convergen en
ende, la definición de lo que es el territorio, más la UAC (Unión de Asambleas Ciudadanas), poseen una concepción del
que nunca, se convierte así
en el lacus del conflicto, Ein electo, el discurso (no siempre explícito) de las territorio en función de la
defensa de una “comunidad de vida” (a veces
empresas transnacionales y de los gobiernos, suele desplegar una concep- «ás elegida que heredada) que subraya un vínculo estrecho entre paisaje,
«ión binaria del tenritorio, sobre la base de la división viable/inviable, historia larga de la región, defensa del ambiente y oportunidades de vida,
que
desemboca en dos ideas mayores: por un lado, la de “territorio eficiente”; Vale la pena agregar que, para el caso argentino, este proceso de cons-
por otro, la de “terrivorio vaciable” o en última instancia, “sacrificable” trucción de la territorialidad (u de rererricorialización), en clave de co-
(Svampa, 2008). En términos de R. Sack (1986), esto se produce cuando munidad de vida y de defensa de los bienes narurales, ex ibe de manera
el territorio
carece de attefacios u objetos valiosos desde cl punto de vista progresiva una afinidad clecriva con la cosmovisión de los movimientos
lo económico, con lo cual estos aparecen como “sacrificables" dentro campesinos e indígenas, históricamente invisibilizados y relegados a la
de lógica «el capical
la
periferia de la sociedad.
Por ello
no
es
casual que, en los últimos tiempos. el proceso mismo En suma, territorialidad es una dimensión que atraviesa el conjunto
la
.
de consinucción de laterritorialidad se haya cargado de muevas significa- de los movimientos so les, por encima de sus diferencias nacionales y
ciones y valoraciones, tal como lo muestra el desarollo de movilizaciones sectoriales, sea que hablemos de los movimientos indígenas (como el neo-
de fuerte carácter socio:ambiental en
gran parte de la región. Así, las ac-
ciones de los movimientos campesinos e indígenas, como de las asambleas
zapatismo en México, CONAMAQ
en Bolivia, la CONAJE
o las organizaciones mapuches, en Chile y Argencina), de movimientos
en Fenador
y colectivos pluriétmicos, generalmente se inician con reclamos puntuales terrizoriales urbanos (las organizaciones piqueteras en Argentina, la Fejuve
hacia el Estado y/o hacia las empresas, pero en la misma dinámica de lucha en Bolivia, Los Techo en Brasil) o rurales (el MST en Brasil), o los mo-
Sin
tienden a ampliar y radicalizar su plataforma representativa discursiva, vimientos socio-ambientales (movimientos anti-represa en Brasil. rondas
y
incorporando otros temas, tales como el cuestionamiento a un modelo de campesinas contra la megamines ía en Perú, nuevas asambleas ciu
Dis Cambio) DE ÉPOCA
so, los nuevos espacios de coordinación a nivel regional aparecen cada vez
más centrados en la defensa de la tierra y el territorio.
pación en las calles) como
sobre todo en relación con
al
déficic
el
exceso (la irmupción
a
fragilidad institucional), Poro
de lo
plebcyo) que fueron
juzgadas las primeras experiencias domocréricas. en la snayoria de los países
dela región. Más aún, en contra de la
figura de la democracia inorgánica
de república “posible”, en la cual
La dimensión plebeya y las formas de participación de lo popular y plebeya se fue construyendo una idea
convergecian libcralisrmo cestric y democracia delegaciva, expresado
o
de
En América Latina elcarácrer plebeyo aparece como un rasgo asociado la cvanera inequívoca en eldiseño insúñtucional que los diferentes países suda-
irrupción de las clasespopulares en el espacio público y. más aun, de modo mericanos fueron adoptando.
general, a las formas de participación de lo popular. En términos políticas- En el siglo XX, las experiencias populistas volvieron
diferentes instalar
por un lado, una reivindicación de lo popular, en nano scr negado y e populismo apareces marcado por la
idea del “exceso”, en donde convergen
cluido; por el ouo, una imspugnación, de carácter iconochasta y articlitisa, por un lado, irrupción popular en el
espacio público, por el orro, tentación
en relación con la cultura dominame. Así, de manera general, cuando se unanimina del líder, bajo la
figura del “Pueblo-Uno” (Martuccelli y Svam-
habla de lo plebeyo en América Latina se hace referencia a ciertos rasgos pa, 1997). Así, por ejemplo, en Argentina,
lo plebeyo como volumtad de
culturales del mundo de los excluidos; pero cuando hablamos especíhi autoafirmación de lo popular emergió como resultado de un conflicto con
mente de la
irrupción de lo plebeyo, estamos ligando esta dimensión culru
ral y simbólica a fuertes procesos de cambio socíal, No por casualidad, esta
otros sectores sociales (clases medias y altas), que asimilaban carácter
pugnador con la incultura, al tiempo que brscaban reafirmar
su
la
ie
superioridad
afirmación de lo plebeyo como componente fundamental de las formas de de sus modelos culturales y estilos de vida. En esto scarido, la presencia de
pacticipación de lo:
popular hu sido derectada muy especialineme los
por lo plebeyo remite a la historia de diferentes movimientos populares, tanto
historiadores latinoamericanos (entre ellos, véase L. Romero), en varias
los
J.
concentrarse la acuvidad de
ManistHI1A
En
SARDÁ -
desde mi perspectiva, esta irmapción de lo plebeyo cn el
sama,
47
lado. es la mo-
en busca de la sobrevivencia, espacio público pone de manifiesto vrcs cuestiones: por un
así coro la acción colectiva de "los
que no tienen poder” dalidad histórica o recurrente a la cual apclan los excluidos colectivamente
Por otro lado, comu hurnos dicho más arriba la decie de M. López Maya puede
irrupción de lo plebe- para expresar sus demandas; algo que al
yo da cuenta de cambios más o menos abruptos en la composición de las ser denominado como “la política de la calle”; una modalidad en
la que
clases subalternas, algo que en clave contemporánea
a
podemos leer parrir convergen la idea de polisicidad de
los pobres con la de “explosión delas
de la pérdida de lu pregnancia (imaginaria o real) de la identidad obrera. muchedumbres”. En segundo Ingar, dicha perspectiva introduce elementos
Así, como afirma L. Tapia (2008), mientras
que hasta hace un par de déca- importantes a hora de analizar las transformaciones cn
la
composición
la
das en Bolivia el elemento aglutinante fue la identidad de las clases populares (la pérdida de clementos pregnautes imaginarios
obreco-campesino,
en la época actual es la identidad campesino-indígena. Para el caso reales, ligados a la condición obrera y la emergencia de nuevos elemon-
ar-
¿entino, el proceso de descolectivización de las clascs populares ocurrido 1os o dimensiones aglutinantes). En tercer lugar, nos permite dar cuenta
entre los años 70 y 90, conllevó un corrimiento del conflicro, manifiesto de la convivencia no tan paradójica de diferentes modelos o figuras de
la
en cl debilitamiento del mundo obrero tradicional y la democracia presentes durante el ciclo progresista latinoamericano. esto es,
emergencia de un
prolerariado inulriforme y plebeyo, que se reconoce en la acción directa y consolidación de un modelo de democracia delegativa y decisionista
ha
pregum
—
— — Di1, CAMMIO Di ÉPOCA AL FIN
cracia por consenso a la votación, de las dif crentes figuras de la demo- —del lado uruguayo— de una pastera,
gue los asambleistas demunciaban
eracia (participativa, representativa, directa), sobre la posibilidad de por su carácter contaminante. Debido a su masividad, la Asamblea de
desastollar articulaciones políticas, sobre la manera de encarar vinculos Cuualeguaychú tuvo un gran impacto mediárico y social, instalando en la
con el Estado y la lucha política, de cara a la necesidad de permanecer agenda pública de este país la cuesción ambiencal. Sin embargo. pese a
fieles a un mandato basista y asambleario.
Sin embargo, la form asamblea es compleja. descentralizada, hercrog?
ser
laexperiencia que representa uno de los picos más altos de la historia
asamblearia más reciene de la Argentina, fue también una de las que
plural en sus muanifescaciones. En efucro, ésta recrea y porencia antiguas rápidamente mostró sus limicaciones. Por un lado, dichos límites estuvie-
y nuevas formas de sociabilidad y resistencia, cmtre ellas, la democracia por ton ligadosal hecho de haber desarrollado una fuerte matriz nacionalista
consenso, asociada a la marriz comunitaria de los pueblos indigenas y sus La intervención del entonces presidente argentino, N. Kirchner, en
apo-
formas de democracia local: la readición consejista proveniente del sindicalis- yo a asamblea (en
la clave de “Cau Nacional”), y la respnesta no menos
mo revolucionario, así como las nuevas formas organizativas que proprignan virulenta de su par uruguayo, Tabaré Vázquez, llseron cruciales eu dicha
estructuras flexibles, no jerárquicas, proclives a la horizontalidad, y al 1eco- inflexión. Así, el conflicto terminó por instalarse cn un registro de dificil
nocimiento dela diversidad y la autonomía. Asimismo, la focma asamblea solución, el de la exacerbación de las lógicas nacionalistas, anues que en
está lejos de ser unívoca, pues su expansión no está vinculada necesariamente cl terreno de
la discusión sobre los modelos de desarrollo. Por otro lado.
on una definición “sustancial” de la democracia (por ejemplo, una suerte de los repertorios de acción fcomo el corte de ruta y la asamblea) rermina-
“democracia popular”), o para decirlo en orros términos, son un
provecto de ron por convertirse cn una suerte de totalidad procedimental y a la vez
corte emanciparorio, Desde esta perspectiva, en muchos casos escamos lejos identicaria, un medio trasmatado cn un fin on sí mismo, que obstacnlizó
«le aquellas experiencias ligadas al ideario revolucionario (la
Comuna, el con- ka posibilidad de
pensar en owras formas de acción colectiva, al iempo
sejismo ubrero), cuya discusión puebla bibliotecas enteras del pensamiento
que enfrentó a los actores a Jos riesgos y dificultades de la rutinización
de las izquierdas, En realidad, una
primera constatación requiere el recono- (cansancio de la sociedad, peligro de estigmatización y criminalización
cimiento de que escaos frente
a la generalización de una forma
que apunta
primordialmente a la defensa —y desarrollo de la participación producida
de la lucha, entre otros).
El segundo caso se refiere a la APPO, la Asamblea Popular de los Pue-
y alimentada desde abajo. De ahí sus lidades comtrabegemónicas,
poten: blos de Oaxaca, en 2006, La APPO fue una gran experiencia asamblearia,
cuando ésta
aparece asoci: a un horizonte político tadical e instimyente, una suerte de nueva “comuna”, un espacio horizontal, participativo y sin
pero también sus límites y posibles distorsiones, cuando ésta deviene una una dirección unitaria, en la cual confluían diversas ceadiciones de hucha;
institución en sí misina, niega cxplícicamente su vinculación con un discur- desde el sindicalismo magisterial, cl comunirarismo y la izquierda radical,
so polí
perversas del
ideológico, en el límite, puede llegar a adoptar las lormas más
pragmatismo, acompañando o refuncionalizando las
lópicas de
entre orras. La experiencia organizativa, muy ligada a los seccores subalter-
mos (clases populares y clases medias bajas) Fue de tal magnitud que. antes
poder de las clases dominantes. de que la gran represión se abariera sobre ella, la APPO llegó a constimir
Dos ejemplos pueden servirnos para ilustrar distinros casos de figo
cuerpos de policía comunitaria y a funcionar como poder paralelo. Sin
primero nos remite a la Argentina, a Gualeguaychu, una localidad
el
embargo, más allá de la situación de aislamiento (el cerco informativo) y
«
E
mediana de la provincia de Entre Ríos, donde en 2005 surgió la Asam- a fuerte estigmatización que precedió a la represi la dinámica interna
blea Ambiental, un espacio multisectorial, de carácter masivo, claramen- de la APPO puso en evidencia ciertas limitaciones ligadas a la Forma asarm-
tc hegemonizado por las clases medias. Durante más de tres años, la blea, en su expresión como “movimiento de movimientos”. Como afirma
Asamblea de esa ciudad mantuvo interrumpido uno de los
puentes inter Ciustavo Esteva: “Cuando se traró de pasar de la forma revuclta/rebelión
50
a le organici
que aún
1 han
ad
podido
———— DL CAMBIO
estructurada de e emovimis no
superarse”. Así. fue muy
DE
activa
ÉPOCA AL FIN DI:
aparecieron divergencias
la cendencia a ercar
CICIO Masia Sa
_———
ciones delas socias ades periféricas y dependiences se nutre de derermina-
das preguotas —1anto de carácter político como cpistemológico— acerca del
As
un frente de organizaciones políticas, que adoptasc la estructura verrical de horizonte mismo de la investigación
éstas y fuese más eficaz en la coordinación de las acciones. Sin embargo. Para decirlo de otro modo, en América Latina la reflexión sobre los
esta corriente encontró continua resistoncia. La actitud mayoritaria fac la movimientos sociales privilegía una serie de cuestiones te ricas, que son
de mantener la forma movimiento, aún si no se logró adoptar la forma a
la
Notas
En la región larinoamericana, los estudios sobre la acción colectiva y los Como analizaba Alain Toneaine en el marco e los modelos macional-popular. Vé
se Touraine, 1988.
movimientos sociales presentan una siesación paradójica. Por un lado, po-
>La noción de “protesta” aparece definida en función de dos rasgos mayores: el caráo-
«os campos académicos han estado tan acravesados por la
influencia de los ver contencioso de la acción y su visibilidad pública. Mientras que en Argentina. este
paradigmas dominantes (primero, el identitario, luego, el modelo políi-
co), poniendo en evidencia la típica
dependencia epistémica de nuestras
concepto lu
dicigido por
sido resornado
Federico
por analistas
Schuster de la Facultad de
ell,
locales, entre
Ciencias
por el GEPSAC, el cquipo
Sociales de la Universidad de
ciencias sociales. Cierto es que cn la actualidad, los análisis son mucho Buenos Aires; en Venezuela,
e la hixcoriadora MargaritaL.
Maya, quien echa tano a eta
bién en un régimen político. Por orto lado, siguiendo a Gramsci, lo nacional popular
alude
la tradiciones populares fen especial, a la Iteracura) y al proceso de conserucción
escenario latinoamericano
de una voluncad coleutiva. Gramscs no renía una visión “populista” del pueblo, veia a
se comoel ein delo puro e contaminado; antos bien consideraba que en el cocxistían
1 El
vincula se o Neoextractivismo y otras, de: ripo propositivo, como Buen Vivir, Bienes
además con construcción de un carpo polícico en el que las fuerzas sacilos puionitaia
la Comunes, Dercchos de la Naturaleza, Posexrractivismo, entre otros. atra
enence convocadas pos los gobiernos pmigrsisens vienen “desde abajo" y poscen un marca: viesan los debares y las luchas sociales, al tiempo que van generando una
do carácter plebeyo. 1
prioridad redistibutiva, aí como ortos elecnenos del orden de ln
nueva gramática política, que cuenti mua la sustentabilidad de los actuales
en la interpelación discuxciva de los lideres rraosformaciomates, revelarían el
imaginario
retorno de una cierca "polícica de clase" en sus decisiones estrarégicas y en sus opciones de
modelos de desarrollo y plantea otras relaciones entre sociedad, economía
polícica pública y naruraleza, Estas discusiones han tenido origen principalmente en Ecua-
dor y Bolivia, países donde las movilizaciones sociales arincoliberales de
fines del siglo XX y principios del XXI, fueron acompañadas no sólo por
la emergencia de gobiernos progresistas, sino también por procesos cons
vituyentes, cuyo objerivo explícito fue el de repensar o refundar el pacto
social, Fue en ese momento de apertura radical que nociones como
ado Plurinacional, Derechos de la Naturaleza y Buen Vivir dejaron de
la
de
54 IL CAMBIO DE FPOLA AL
al
Masusria Svasra —————
us modelo de integración territorial y regional), con la
—
dinámica del des-
5
de
bienes
cl nevcxcractivismo se caracteriza por la exportación
primarios a gran escala. entre ellos, hidrocarburos (gas y perrúlen),
en implementar cultivos transgénicos ligados a la soja, la palma de aceite,
la caña de anticar, entre otros? A partir del año 2000, este proceso incre-
imerales y minerales (cobre, oro, placa, csraño. bauxica, zinc, ente otros), mentó el ya tradicional acaparamiento de tierras, al calor de la expansión
productos ligados al nuevo paradigma agrario (soja, palma aftican: caña de rerritorial de los monocultivos, concentrados en
grandes explotaciones?
<zúcar).! En torcer lua otro rasgo mayor es
la gran escala de los
empren- Definido de este modo, el neoextractivismo abarca algo más que las
dimientos, la
cual nos advierte sobre la envergadura de las inversiones, pues actividades consideradas tradicionalmente como extractivas. Además de la
se trata de megaemprendimientos capiral-intensivos y no trabajo-intensivos. megamioeria a cielo abierto, la expansión de la frontera petrolera y ener-
Por ejemplo,
para el caso de la minería a gran escala, por cada millón de 1
gética (a través de la exploración de gas y petróleo no convencional, con
dólares invertido, se ercan apenas entre 0,5 y 2 empleos directos (Colectivo la tan cuestionada metodología de la fraccura hidráulica o fracking), la
Voces de Alerta, 2011). En el Perú, país por cxcclencia de la megaminción construcción de grandes represas hidrocléctricas (por lo general, al servicio
transnacional, ésta ocupa apenas el 20 delPEA, contra un 23% la agri- de de la actividad extractiva), incluye la expansión de la frontera agrícola, la
cultura, cl 16% en comercio y casi el 10% en manufacturas (AAVV, 2013). generalización del modelo de agronegocios, la expansión de la frontera
El gigancismo también hace referencia al carácter de los actores intervinica- sobrepesca) y forestal (como cl
pesquera (ligados a la sobreexplotación y
tes—en general, de grandes corporaciones transnacionales—. monocultivo de pinos en Uruguay).
Asimismo, el neoexrractivismo presenta una determinada dinámica
rerricori l cuya tendencia es la ocupación incensiva del ¡ersitorio y el
acaparamiento deLierras, a aravés de formas ligadas al monocultivo o Consenso de los Commodities
monoproducción, entre cuyas consecuencias se halla el desplazamiento y actualización de la matriz populista
de otras formas de producción (economías locales/regionales), así como
de poblaciones. El avance sobre el territorio combina, en grau parte de El extractivismo actual se inserta en un contexto de cambio de época, mae-
los
casos, la dinámica del enclave o de la fragmentación territorial (escasa cado por el pasaje un
a escenario político-cconómico en el cual dos notas
producción de encadenamientos endógenos rel mies, que favorezcan mayores son, por un lado, el
Consenso de los Commodisies, basado cn la ex
56
de la matriz populista.
las
Dil CAMBIO DE:
balanzas comerciales
ÉPOCA AL EIN DE CICLO
A
gobiernos (nacionales, provinciales, locales). No es casual que la livecacura
crítica de América Lavina considere que estos procesos apuntan a la conso-
lidación del neoextractivismo desarrollista.
Por otro lado, la actual ecapa puede leerse tanto en términos de rup-
turas como de continuidades en cel lación al anterior período del Cnasenso
de Washington. Recordemos que el Consenso de Washington puso en el
entro de
y
ajustes
la agenda
la valorización financiera y conllevó nna política de
privatizaciones, lo cual sedefinió al Estado como un agente mera:
regulador (de Sousa Santos, 2007). Asimismo. operó una suerte de homo-
hasta antes de la acrual crisis financiera mundial), los
gobiernos larinoa gencización polícica y discursiva en la región. De modo diferente, en la
mericanos tendieron a subrayar las ventajas comparativas del boom los de actualidad. el Consenso de los Commodiriescoloca en el centro la implermen-
«ommoditics, negando o minimizando las nuevas desigualdades asime-
crías ambientales, económicas, sociales, que eraía aparejada dicha divisióo
y tación masiva de proyectos extractivos orientados a la exportación, estable-
ciendo un espacio de mayor flexibilidad en cuanto al rol del Estado, lo cual
incernacional y territorial del trabajo, basada en la exportación de materias permire la coexistencia entro gobiernos progresistas, que cuestionaron el
primas a gran escala. En esa línea. todos los gobiernos lavinoamericanos, consenso neoliberal, con aquellos orros gobiernos que cominúan profun-
más allá del signo ideológico, habilitaron el rerorno en fuerza de una visión dizando una marriz política conservadora, en el marco del neoliberalismo.
productivista del Desarrollo, negando escamorcando las discusiones de
o Por último, lo que aquí defino como Consenso de los commodities tie-
fondo acerca de las implicancias (impactos, consecuencias, daños) en torno ne una sarga pólítico-ideológica, pues alude a
la idea de que exiscirla un
sas
— ——— Do cast DE EPOCA
vuelto a
ha
CCT Masasteria S VAMDA— —————— ——— $
cias que es posible establecer en términos político-idcológicos y los matices
erigirse en un actor económico relevante y, en ciertos casos, la tendencia a consolidar un
en
un agente
de tedisiribución. Sin embargo, en el marco delas teorías de la gobernanza
que podamos hallar, dichas posiciones reflejan
modelo de apropiación y explotación de los bíenes comunes, que avanza
mundial, que apunta a una insurucionalidad basada en marcos suprana. sobre las poblaciones a partir de una lógica vertical (de arriba hacia abajo).
cionales, la tendencia no es precisamente
a que cl Estado nacional devenga
un “mega-actor”, o que su intervención garamics cambios de fondo. Al
colocando en un gran tembladeral los avances producidos en el campo de
la democracia participativa e inaugurando un nuevo ciclo de criminaliza
contrario, la hipótesis de máxima apunta al retorno de un Estado modera- ción yviolación de los derechos humanos.
damente regulador, capaz de insialarse cn un espacio de geometría variable, Én suma, fuera de toda Jincalidad, desde esta perspectiva múlriplo,
esto es, en un esquema multiactoral (de complejización de la sociedad civil, el Consenso de los commodities va configurando un espacio de geometría
ilustrada por movimientos sociales, UNG y otros actores), pero variable en el cual es posible operar una suerte de movimiento dialéctico,
en estrecha
asociación con los capitales multinacionales, cuyo peso en las economías que sintetiza dichas contimuidades y rupruras cn wn nuevo escenario que
latinoamericanas es cada vez mayor. Esto coloca limites claros a la acción legitimamento puede caracterizarse como posneoliberal, sin que esto signi-
del listado nacional y un umbral inexorable a la propía demanda
de
demo fique empero la
salida del neoliberalismo (Féliz, 2012)
.
exatización de las decisiones por parte de las comunidades y poblaciones En segundo lugar, vtto de los grandes temas de debate de la última
afectadas por los grandes proyectos extractivos década, ha sido la
reacmualización de la marriz populista, la cual cuenta
En consecuencia, el escenario laimoamericano ilustra no sólo de un larga historia en América Larina. Desde mi perspectiva, varios de
«onuna
acoplamiento entre extractivismo neodesarrollista y neoliberalismo, expre- los gobiernos latinoamericanos considerados como progresistas presentan
sado de manera paradigmárica por los casos de Perd, Colombia o México.
rasgos populistas.” En este marco. y volviendo al vema desarrollado enel
sino también entre extractivismo neodesarrollista progresismo, lo cual
y
capítulo anterior, recordemos que la
narrativa populista tiende u sostenerse
complejiza aún más la problemática actual. Los casos más paradójicos del sobre el wriple eje de la atirmación de la nación, el estado sedistributivo y
Consenso de los Commudiries son los que
presentan Bolivia y Ecuador. El conciliador, liderazgo carismático ylas masas organizadas —el pueblo.
el
tema no es menor, dado a que ha sido en escos países donde. en el marco Pese su retórica de guerra, el populismo sc caracteriza por desarroJlar ten-
a
de fuertes procesos participativos. se han ido pergeñando nuevos concep- dencias contradictorias. Así, desde el pumo politico. cn el populismo de
tos-horizontes como el de Fseado Plurinacional, Autonomías, Buen Vivir alta intensidad propio del siglo XXI coexisten la esítica con elneolibcralis
y Derechos de la Naruraloza. tal como
aparece es las constituciones de mo con el
pacto von el
gran capital; los efectos de democrarización con
la
Ecuaslor y Bolivia. Sin eenbargo, conla consolidación de dichos regímenes, subordinación de los actores sociales al líder; la apertura a nuevos derechos
tras cuestiones fueron comando centralidad. vinculadas a la protundiza- con la reducción del espacio del pluralismo y la tendencia a la cancelación
ción del neoextractivismo. de las diferencias.
el
Sea en
de
lenguaje crudo la desposesión (neodesarrollismo Iiheral) Más allá del espacio de geometría variable que se abre para casa caso
como en aquel que apunta al control del excedente por parte del Estado «xacional, es posible establecer las diferencias entre populismos de clases
(neodesarrollismo progres ), el acaual modelo de desarrollo se apoya so populares y populismos de
clases medias (Svampa, 2013), Así por ejemplo,
bre un paradigma exrractivista. se suavrede la idea de “oportunidades eco los gobiernos de Venezuela y Bolivia pueden ser considerados como ¿09%
hómicas” o “ventajas comparativas” proporcionadas por el Consenso de los lismos de clases populares pues, más allá de sus limitaciones, apuncaron al
Commodities, y desplicga ciertos imaginarios sociales (la vistón eldoradita empoderamiento de a
los sectores subaleernos y partir de ello, a la rediseri-
que recortela historia del continente) deshordando las fronteras político- bución del poder social, En cambio, el populismo que encontramos en Ar-
ideológicas que los años 90 habían erigido. Así, por encima de lasdiferen ptina en Da
o dor aparece asociado mucho más
a
la vocación estelar de
50.
_——
las clases medias, esto cs,
-—— DEL. CAMBIO DL (POCA AL FIN DE CICLO:
po, como proponían ciertas visiones etapistas, a la Rostows la problemática es la categoría de “desarrollo sustentable”. introducida la
en agenda in-
62
— Del A MBIO DE
temacional a parir de la publicación del documento “Nuestro futuro en
comú” co (1987) y luego de la Cumbre de Río, en 1992. Más allá de su
LFOCA AL HN DE CICL MARIsTELLA
la agenda,
Svamra
aunque claro
———-
está, el
——— 63
de
<<
se
la región
es
Dia Carilo DE EPOGA AL FIN DE CIULO
ligado
en
En
la
Stars
refería al mito “eldoradisca"
al
primario. que hov cobra una nueva significación ante el inminente agota rales (los 90, bajo C. Menem) y, sobre todo,
con aquellos de la gran crisis
miento de los combustibles fósiles y la necesidad de desarrollar cnergías que sacudió a la Argentina en 2001-2002, con el Án de la convertibilidad
sustitutivas (automóviles elécuricos). De esto modo, el nuevo paradigma entre el peso y el dólar.
biorecnológico termina por resignificar aquellos recursos naturales “no suma. en el marco de un nuevo ciclo de acumulación, Améri a
Ln
aptovechados” o territorios “improductivos”, inserrándolos en un registro Latina parece haber resomado cste miro fundame
y primigenio. que en el
de valoración capicalista. contexto actual, alimenta nuevamente la iturión desarrollista. una suene
Ahora bien, tal como reflcxionaba hace décadas el pensador boliviano de pensamiento mágico, expresado en la idea de
que, gracias las aporta
a
René Zavalerta (2007). en América Latina fue cobrando forma ct mito del dades económicas actuales (el
alza de los precios de las materias
primas
excedente, "uno de los más fundantes y primigenios”. Con esto Zavaleta se y erecione demanda, provenseme sobre tulo desde China), es posible
la
66.
acortar
sociedades.
—— ——
2 Dr CABO Dt EPOCA
una y
a gran escala, cuyas consccuencias sociales ambientales. culturales y pol
«sicientista del desarrollo, muy vinculadas con la
ideología del progreso y ticas, son sistemáticamente denegadas o minimizadas. En efecto.
por las
la confianza en la expansión delas fuerzas productivas. características de la apropiación de terrivorio, por las mevas desigual-
Así las cosas, la
perspectiva progresista parte del reconocimiento que
la
dades sociales, étnicas y de género
que éstos generan, dichos proyectos
acurmnlación se sostiene en cl crecimiento de las exportaciones de commo- extractivas sólo pueden imponerse a reavés de un
preocupante retroceso
o bienes primarios. Hace unos años, el brasileño
Y. de lax libertades. Por ende, la asociación entre
Bresscr-Pereira
y
extractivisno regresión
dities L
2010) escribió sobre la vuelta al ncodesasrollismo, señalando que “en la de la democracia deviene un hecho
recurrente: sin licencia social, sia
era de la globalización, el exccimicoo liderado por
las es consulta a las poblaciones. sin controles ambiencales y con escasa
exportaciones prescn-
desasroll”. Los sia del Estado aún con ella, los gobiernos tienden
la única esracegía seusara para los países en
as Mariano y limiliano López (2012), ¿sí como también
F'cliz
economis
Marcelo
o
avaciar no sólo de
contenido el ya bastardeado concepto de sustentabilidad, sino también
Saguier E, Peinado (2014), asocinn el noncseruccuralisemo con los gobier-
y a manipular las formas de
participación popular, buscando controlar las
mos
progresistas. Fn esta línea,
el neocstruccuralismo “progresista” enfuciza decisiones colectivas
las condiciones privilegiadas que ofrece América Latina en la acroal fase. Segunda cuestión. Fl extraccivismo radical, descripto más arriba,
En términos de “capical matoral” o de recursos
narurales estratégicos, de sonlleva la consolidación de modelos de desarrollo insustentables en el
el mercado internacional, muy especialmente China. En
mandados por mediano y largo plazo. « sea, modelos de maldexrrolle. Dicho
concepto
—
MARISTELLA Svampa 69
DF ÉPOCA
— —— DEL PIN DE CICLO.
Al
68 —— CAMBIO
los 70 y utilizado por diversos autores, entre cllos, René sut) hn dado lugar un modo de vida hegemónico relacionado con de-
a
fue acuñado en
y Mottin (1981) Vandana Shiva (1998) y, recientemente terminadas ideas sobre progreso que permean nuestro lenguaje. nuestras
el
Dumond M. E
los primeros, hacía referencia explicita a prácticas, nuestra cotidianeidad, acerca de lo que se entiende porcalidad de
por j. M. 'Torwsa (2011). Para la de un subcon- vida, buena vida y desarrollo social. En América Latina. la
América Lavina y estaba relacionado con una paradoja: apuesta central
cinente que presentaba un crecimiento considerable en términos
de fuer. quelos gobiernos progresistas hacon al modelo del ciudadano-consumidor,
indusria importante, asentado sobre el modo de vida hegemónico, nélicrza el rechano 2 pensar
zas productivas y de las riquezas producidas: una
cualquier hipótesis o escenario de sransición y de progresiva salida del ex.
¿udades gigantescas. con más contaminación y embotellamiento que los
países desarrollados; enln. un despilfarro delos recursos naturales de
el
saqueo, entre
y tractivismo, en el mediano y largo plazo, Asimismo, dado la predominan-
cia de un estilo de vida imperial/hegemónico. que alienta la congruencia
la fuerza de trabajo. Así, la desigualdad. el despilfarro,
llamaron “amaldesarrollo”, entre determinados parrones de producción y de consumo, se hace noto-
oros, fueron configurando lo que los «toros ciamente más difícil la conexión o articulación social y geopolítica euurc las
mismo con un supuesto desarrollo, de
la
sin querer por ello oponer al
El maldesarrollo reficre a problemas diferentes luchas sociales y ecológicas. urbanas y rurales, entro otras) $ sus
parte de Europa y Estados Unidos. -
al
“que afectan sistema en su conjunto y que representan una merma
lenguajes emancipatorios.
Cuarta cuestión: a diferencia de los primeros años, el Consenso de los
en la satisfacción de las necesidades humanas y/o
en las oportunidades
Commodities dejó de ser un acuerdo rácito que vincula de modo
doble
o
observarse en las sociedades Jacinosmericanas, producto del avance de las modisies presenta varios momentos, C
tamente, su expansión no habri
tromuuras del extractiv smo.
€ posible sin lo ocurrido en
sido los
años 90. en el marco de la globaliza-
Torcora cuestión: en nombre de las “ventajas comparacivas”, los go- ción neoliberal. que operó grandes transformaciones en los sociedades
las economías latinoamericanas. Á tra y
biernos larinosmericano» promueven un modelo de inclusión anclado en
de profundas mudilicaciones del
mm co insrirucional, los Estados nacionales emergieron como una
el consumo, en el cual la figura del ciudadano consumidor sobredercemi- “entidad
na el imaginario del “buen vivir”, en
clave plepeya-progresista. El
acopla- responsable de cicar el espacio para la legitimidad de los reguladores no
estatales”, tales como el +MI, el BID y el BM y otras instancias
miento de corto plavo entre avance del Estado, crecimiento económico suprana-
y
condición de posibilida. cionales (De Santos, 2007). En este marc, los Estados legíslaron en favor
modelo de ciudadano consumidor aparece como
de la institucionalización de los derechos de las multinacionales
del éxivo elecioral y de permanencia en el poder de los diferentes gobiernos empresas
la
(por vía de la reelección). Asimismo, como sostienen Brandt
Wissen
y
a
través deha creación de
vna nueva normariva jurídica respecto de la me
fuertermen gaminería ciclo abierto, del petróleo, del moddo
los patrones e imaginarios sociales de consumo hoy agrario basado en la
a
(2012: 449),
re consolidados en muestras sociedades ftanto en el norte plobal como en el siembra dire. y los erampénicos, entre otras actividades
DE CAMBIO DE EVOCA AL.MIN DE
Wash-
diferentes gobiernos populares o pro
Bolivia, Ecuador y Argentina, entre
Maras 1110 Svasipa
————
dustridlistas que presentan los diferentes gobiernos, los cambios
en curse se
que une reprimarización y alea rentabilidad.
En esta fase, fueron mumerosos los
económicos
orientaron a profundizar el modelo extractivista. en un contexto
conflicios socio-ambientales
rritoriales que lograron salir del encapsulamiento local y adquirieron
te-
una
y
a
primas. Ub nucvo desarrollismo, más pragmático y en clave extractivisa, rrotera que atravesara el "NIPNIS (Territorio Indigena y Parque Nacional
Isiboro Sécure) (Bolivia, 2011); la construcción
de
ho necesariamente ligado las a formas del estaalismo propio de los años
Este período
la megarepresa de Belo
Monue (Brasil, la pueblada de Famarina y lasresistencias contra la
50-70, asomasía como rasgo central de la práceica dominante. mega-
(Argentina, 2012), hasta la
inería
rmuuriz explíciamento extractivista, debido que habían levantado fuertes expectativas. sabre todo en países como Bo-
admitiendo
y afiemando
a la virulencia que
una
adquirieron ciertos conflictos centitoriales y socioam-
livia y Ecuador
A estos condlicros de carácter
bicntales. Más uún. el estallido de la conflictividad ligada a las actividades emblemático, hay que sumar aquellos
extractivas (megaminería, represas, petróleo, urbanisao
neoliberal, cn me que se producían, en la misma línea, en
los países con gobiernos de
signo
las dimensiones y acoliberal o conservador: el vontlicio en torno al proyecro minero de
nor medida, agronegocios) pondrían en evidencia canto
alianzas propias del desarrollismo hegemónico, así comolas himiraciones Conga, bajo el gobierno de Ollanta Humala (2011-2015) en Perú. que
impuestas en los procesos de participación
ciudadana y la apertura de esce- produjo al menos 25 muertos por represión; la oposición al megaproyec
to minero La Colosa, en Colombia, la suspensión del proyecto minero
narios de criwuinalización del conflicto.
binacional de Pascua-Lama, promovido por una acción presentada ante
vna nueva erapa no» interna cn un período de blanqueo del
As
Comen-
Ka
Justicia de Chile, e] conflict desencadenado
so delos Commodisiesy de abierta conflicividad en
los tercivorios
extractivos.
de Nicaragua, donde intervienen numerosas comunidades
por el proyecto del Canal
Época en la cual los gobiernos progresistas redoblan la apuesta, travós dela
a camp inas,
de Entre aros.
multiplicación de los proyectos extractivos, paradójicamente a través un
discurso induscriabista: para el caso de Brasil, Plan de Aceleración del Cseci- Uno
de los elementos
presentes en los diferentes gobiernos progre"
micro, que proyecta la construción de un gran número
de sepresas en la
sistas es
la
estignarización de la
protesta ambiental y la
deriva hacia una
lectura comspirativa, En realidad, allí donde hay un conflicto ambiental
la promesa del gru salto industria,
Amazonía; para Bolivia, fórmula lanzada y
resonantes, Aunque
in-
Magasren1a Svamea
quedo
del
García Linera en su
lo.
e
consultadas aprobaron la
construcción de la carretera. Sin embargo. un
la Asamblea Pesma
libraba con el mulcimedios Clarín, Sia embargo. el posterior realincamien-
Informe de la lglovia Católica, realizado junto con to enue poder político poder económico terminó por blanquear, esca
y
Fernández de Kirchnez,
como lo dejó
la
ex ? presidenta Cri
€
de-
18 conflicto del TIPNIS arrojó dos importantes conclusiones que Algo diferente sucedió con Vaca Muerta, el nuevo Eldorado
que el
ben ser Jeidas en clave latinoamericana: en primer lugas,
en un marco de progresismo iusisrió en levantar como bandera de la soberanía energética,
—donde
escalada del coaflicio, en concextos san virulemtos y poliizados contra vienco y marca, luego de la expropiación parcial de YPE 2012),
dl carácrer recursivo de la acción lleva a que
los diferentes actotes se jnvo
de realizar una consulta
medias el
controverrido convenio firmado con la empresa. nortcameri-
lucren en una lucha encarnizada— la posibilidad cana Chevron, sobre la cual pesaba un fallo de la justicia ecuatoriana por
establece el con- un caso de contaminación, cuando esta operaba coro Texaca. Detrás de la
libro, previa e informada a los pueblos originarios -scgún
venia 169 de la OTU. se enrarece
inevirablemente, y la definición de sus visión eldoradista de Vaca Muerta pudo observarse una convergencia cutre
procedimientos, mecanismos y temas, termina
siendo muy controversia gobierno
y de
la oposición,
que recreabala idea de “la Argentina
Ln segundo lugar, como ha sido adclantado, el
conflicto del TIPNAS hr
lo que ésec eotiendía por desa
potencia" e
gran parte
idemficaba sin más abastccimiento hidrocarburifeco con so
¿ueó el discurso guburnamencal respecto
ale ber. la
emergerica, Esre reali miento que hemos denominado Consenso
o
74 —
del fracking clousuré camino hacia la búsqueda
tables y renovables.
el
— DL CAMBIO
de
DF ÉPOCA
El cambio de época registrado desde el año 2000 en la región, a partir de ampliaron cn 29 milloues de hectáreas. comparable al cumaño de Ecuador: Brasil Argeny
la desmacuralización de la relación entre lobalización y ncoliberalismo, tina concentran verca del Y0% de la producción regional, si bic la espansicn más rápida
sc ha producido en Uruguay:
y Varaguay es el país donde la svia ocupa mayor superficio en
€
fe configurarlo un escenario conflictivo en el cual unas de las notas ma- relación al resto de colíivos: un 67% del áscx agsícols oral ¡Oxtam, 2016: 30).
la mausiz populista y ncoextractí
yores ha sido la (rejarticulación entre Los datos le Oxfam (QUO) se diervo a conocer en noviembre de 2016, Se aclara
vixmo desarrollista. Curiosa paradoja, entonues, que carectoriza una parte aque een e recien Las esplocaciones y mu: Las
perso: por ende, no contabiliza cam
importante de la región tarinoamericana: la crisis peras sb tersa y aporta im poca afrnasción «bre la propiedad colesciva Epara los
del consenso ncobberal
76
la segión.
Colombia
el 0
explotaciones agropecuarias domina Geo
77% de las dunas está co maras
donde el Ts snancja el 66%
esisorio agrícola para
¿lisas y pookes de siembra
el $%
de
las
de
las
del
e]
fincas.
de
1%; Jorga
la
cas; México.
Lo
DEL
Argemina,
LAMBLO
de tira,
del
deme
(74%),
uo
país.
el
PE
casos de Bolivia, Colombia y Perú. Vésse también Asanda, 2017. Asi, según un soforme
reciente de
ás
Le
EPUCA
cl
AL
mid
FIN DE CICLO.
de la superficie
Bolivia
el
448% del e
la primera
cio por pane del capital
Svsmea
lo queJ.
rórmmino Único que or ya
conscadicción”
de la
al
fuerza
¡A
O'Connor denomina como "la segunda contradicción del capicalismo”.
misma intorprerarión recien que la 1353 de explotación
la
boro, sobbrasaban la mecesidar de ampliar las lecturas sobre la dinámica del capiral. As
dtenxe la dialgcrica “osificada del Capital y
el erabjo”, el sociólogo francés lacía apelación a
una dialéctica del capica, del crabajo y del suelo. no solamente referida a los poderes de la
Naturaleza, sino de lus agentes asociados a ola, incluidos el Estado, que ejerce sobesania so-
be un territorio ncionl. Una lectura complementaria con la llamada segunda contradic-
ción del capitalismo. es aquella que coloca en el
centro del análisis la fógica de acumulación
primicia del copuen. analizada por Marx en El Capra, esto es, la dinámica de expropiación
¿netos de flwicación, disponibilidad y demanda mundia). que Fienew ua rango de precios
y despojo de la
tierra al
campesinado, a «quienes se arroja corno proletaros al enertado de
y 2%
>
respectivamente, ió su las crapas de exploración del lirio, expansión de la megarmneria
juntas cacho
abcua. en asuciación cun geandes compañías transnacionales, construccion de grndo,
“Volveremos enás en doalle en el capitulo dedicado Fin decirlo al
>
Reromanda un tipo ideal de Aníbal Viguera (1993) que establece dos dimensiones repres lidroslécirics y canercra en el warco del IRSA, enaro oros,
hrpitiidabebo.orgieides phpoption vom_concentisica: aiclebid 201 bip
para deliuie cl populismo fuza, sogín tipo de participacion: yla utsa, según as politicas
el os defienden suánfarme-de kcomvalaa-previa-en-elipriséccacid-B2muiciasSelueraid 2
sociales y exuaiómicas!, distinguir entre popsicoo de baja emtemidad. vinculada al
propuse
ácter unidimensional del mismo testilo político »
liderazgo, que puede cocxiscr tom
11 del frackingune en tma misma visión progresisas
Ciomuenso a
y
neoliberales ae
políricas neokibe 3, y un prpudismo de ala insemvidad, que ensamble exilo político com a de da explotación de combussciblos files
(Svampa y Viale, 2014). 4 10 dela figura
¿ie la sociedad mixta colocó enel cenezo del nuevo paradigma la hísquerta y otorgan
se
sucial. Lle abordado ul tema co
ala
ls rl
palvicas socwles y económicas, que apuuucan inclosión
de grandes concesiones como se hizo con Chevenm. sta
Debates lasimnamericanos, 2016. en el capivulo Bnal de la segunda pare, consagrado a
los 10 capitales cxranjcros.
ale intensidad.
volea desea desó muy lejos el modelo nacional csraral que fuera reivindicado,
praia
populisaas de
Fl produccivismo se Lasa en la dez del crcciosiento jedefinido e implica am
oe al menos resóricamente— 4 la hora de intervención de Repsol YPE Posteriormente
la
conocimiento de
los límites ce soyuenibifidad del planta, Una excelernz definición nos es
fente
a
la caída de los precios insemacionales del perróleo, el irehmerisino tuvo que resi
nar los grandes proyectos previstos para Vaca Muerta, Frenre ala escasa presen inver de
sporcada por Joaquín Sampere, quico utiliza «4 récmino "producrivisme” puro designar
los Jímines de la soseeibilidad ecclóg siones extsanjeras. Aún as. se abocó a subsidiar la producción de pesráleo, que comi
algo
eniento
y estracegias sobre las identidades y la vida. Desde muchas
perspes tivas, se quede decir que comsúsuyen una propuesta acen
da fronce ala coyuntura de crisis social y ecológica de los tesicorios.
De esta forma, contribuyen tano al campo de la ontología policica
como a la forma ontológica de la política.”
Arturo Escobar, Seneipensar con la tierna, 2014. p.128.
-
80 Des Casino DE EPOCA
ALI DL
CIO Marista Svaxra 81
La expansión de la confl ¡idad socioambiental Ln continuidad con el nuevo internacionalismo de las luchas, Upico
del cambio de época, el horizonte colectivo y la
generación de un diag
Una de las consecuencias la
aciual inflexión extractivista ha sido
de
ex la nóscico común generó lacreación de una red densa de organizaciones
y
la multiplicación de lugares de cruce, a nivel nacional y regional. Lixisten
plosión de conflicros sociosmbienralos. visibles en la potenciación de las
luchas ancescrales por la
cierta, protagonizadas por
movimientos indígenas así numerosos espacios de coordinación, como el de Vía Campesina o, en
así de nuevas formas de moviliza escala, foros remáricos (de defensa del de defensa de los bienes
y
campesinos, como por surgimi
el unto vorra agua,
Dia cami Dt
y
AL
331 comunidades.
son Perú (30); México (37).
Chile (36): Argentina (26). Brasil (20). Colombia (14) y Ecuador (7). Asi-
mismo, 6 conflicios son de carácter eransfroncerizo (fuente: OCMAI)
Maarten 1a
Sa riDa ————— +
—
cluso áreas protcgidas, donde se hallan asentadas comunidades de pueblos
oxiginarios. Incluso el derecho a la comsulra previa fue desnacuralizado para
acelerar
Como
la ejecución de inversiones petroleras (Gandarillas, 2015: 123)
ha
sido dicho anteriormente, cl parscaguas lue el conflicto del
T1PNIS (Territorio Indígena Parque Nacional Isidoro Secure), en 2011,
Según el Aulas de Justicia Ambiental (EJOTL, por sus sigla co inglés, el por la
construcción de una carretera. La defensa del extractivismo ha es-
tado a cargo del vicepresidente Álvaro García Linera, quien lanzaría ya en
incre nto de los conflicios se produjo a partir de 1997 y especialmente a
partir de 2006-2008. La base del OCMAL muestra un incremento 2 partir
ocasión del TIPNIS la
acusación de “ambicntalismo colonial”, anatema
de
fechas similares (Villegas, 2014:10-11)" que mezclaría por igual agencias de cooperación imernacional, ONGs de
Resulta imposible realizar un relevamiento de los contficros socio- izquierda y organizaciones indigenas críticas. Si bien organizaciones indi-
ambientales o nn listado de las redes auto-organizarivas, nacionales y re- gens como CONAMAQ y CIDOB son
críticas del extractivismo, cn los
de carácter ambienial que hoy existen en América Latina. Sin últimos años han sido las ONGs las que han estado cn la mira del gobier-
no. En 2015, el vicepresidente amenazó con expulsar a cuarro ONGs holi-
prosender cxbuustividad alguna y salo 4 titulo de ejermplo, haremos una
breve revisión de algunos conflictos y redes en países como Perú, Bolivia, vianas (CEDIB, Terra, CUNLA
y
Milenio). varias de las cuales realizan rra-
Nicaragua, Ecuador, Colombia, México y Argentina.* bajos de investigación sobe el
cxwacrivismo y expansión la de
la frontera
En 2013. en el Perú, país que conoce una tradición de minería a gran ¿le agronegocios,
a
las cuales acusó de delender “los insereses de la dereclia
el
escala. de acuerdo a la Defenso
minería consuivutan el 48% del rod
del pueblo, los conflicios ligados
de conflicios sociales. En
a la
2016, el
politica internacional”. En 2016,
apunta a resiringir la
libertad de
gobierno sancionó una nueva ley, que
asociación
y
pone a las ONGs críticas en
porcentaje había ascendido a 68%. de un cocal de 220 con riesgo de cierre, si éstas no se ajustan a la Agenda Parsiótica 2025
Nacional de Diesartollo.
el Plan
y
Ja CONACAMI (Confederación Nacional de Comunidades Afectadas
Uno de los casos más preocupantes es el Lonador, país en el cual la
por la Minería), nacida en 1999, de
una las organizaciones pioneras
a nivel continental en la lucha contra megaminería. Ocra organización
la propia Coustitución establece los derechos de la Nacuraloza, pero don
la respuesta a la conflictividad socio-ambiental ha sido la criminalización
importante es el Grufides (Grupo de Formación Intervención para el De-
e
sarrallo Sostenible), situado en Cajamarca, que tiene una larga trayectoria y judicialiración de la procesta, por la
vía de juicios penales a los voceros
de organizaciones indígenas, con sentencia de cárcel por diez años así
de imervención
y lucha, y cuyo dirigente, cl exsacerdoto ysociólogo Marco
Arana, fundó en 2009 el partido Tierra y Libertad En la accualidad, la como al
retiro de peronetía jurídica y la expulsión de ONGs (Fundación
Cionacami ya no tiene la presencia rerrirorial y la capacidad de articulación Pachasiama, 2013; hostigamiento y
amenaza de la disolución de
la tevo-
tica 2025", que involucea laconsirucción de varias megarrepresas y una portamtes contra la megamincría (Ecuador no tiene rradición de mineria a
central nuclear. Estos proyectos comprometen diferentes territorios «in gran esla apuerta de 2013 gobierno el ha
ido avanzando en
diferentes
84
DEL CA MO DE FPOCA AL FIN DE CICLO. Marasteria Sra — —Á o as
seria
cerrivorios, encre ellos en Intag, un basción en la
lucha conura esco tipo de somos loscustodios del Agua” (Navarro, 2015: 141), Otra experiencia es
actividad, donde las poblaciones habían expulsado varias empreses mineras la lucha del Freme Amplio Oposicos (FAO) contra la minera San Xavier,
rondas
y apostado a desarrollos alternativos.
ue se constituyó en el núcleo de numerosas actividades públicas,
En Colombia, entre 2061 y 2011 el 25% de
los conflictos tuvieron informativas, consultas, disputa legal, y que tuvo su punto cúlmine en
relación con el petróleo. el
oro y cl carbón (Roa Avendaño y Navas, 2014: 2006, cuando la empresa conseruyó las bases del yacimiento (el que ini-
35). En 2010, durante su primera campaña presidencial. J. Manuel Santos
y
¿ialmente plancaba demoler cl pueblo) (Composto Navarro, 2031: 511
lanzó la consigna “Colombia la locomorora minero energética”. En ese Por cura parte, en Nicaragua existe uno de los megaproyectos mm
marco, los pro yectos mineros han venido suscitando enormes resistencias. ambiciosos y controversiales de la región, el Canal incerocéanico, tres ve-
enere las cuales se descacan aquellas conera La Colosa, un megaproyecto
faraónico. que de construirse, la quinea mina de oro más grande del
ces mayor que el Canal de Panamá, el cual fue concesionado
¿hina HKND, bn noviembre de 2015 el inicio de las obras
a
fue
la empresa
postergado
mundo, en manos de
laempresa Anglo Gold Ashanti yafectaría a diversas debido a las protestas campesinas y frenteal cuestionamiento del escudio
localidades del departamento de Tolima, la despensa agrícola de Colom- de impacto ambiental de parte de expertos inrernacionales convocados por
bía. AllEse hac formado los “Comités ambientales en defensa de la
vida”, la Academia de Ciencias de Nicaragua (2015). A raíz de ello sc
ha
organi-
que hoy reclaman la eealización de consultas públicas-Solo en
Piedras se ha zado el Consejo Nacional por la Defensa de la Tierna, el Lago y la Soberanía
llevado a cabo una consulta pública y en la uetualidad, los comirés ambien- Nacional. La primera protesta de comunidades afectadas ocurrió en 20)4
rales están abocados a lograr habilitar consultas en Cajamarca e lbagué, A
fines de 2016, una marcha campesina contra el proyecto canalero, que
encontrando fuertes obsráculos legales y empresariales? pretendía llegar a Managua. fue reprimida por la policía y los militares,
Pero la
megaminería no es el único fiente de conflicto extracrivisra en generando numerosos heridos de bala y detenidos. Sin embargo. por el
Colombia. Tamb se halla el Plan Maestro de Aprovechamiento del Rio momento ne han podido iniciarse las abras.
Magdalena, el río más importante del país, que nace en la cordillera, con Por último, en Argencina destacan las asambleas eo defensa del agua,
se
un longitud de 1500kn1. La concesión del río forma parte de la política de nuclcadas en la Unión de Asambleas Cineladanas QUAC. surgida co 2006)
Integración de Infraestructura Regional Suramericana (JIRSA), y lejos de ori inariamente ligada a la lucha comsa la megamineria, aunque también
mejorar las condiciones ambientales y sociales del río, apunta a convertirlo ala crítica al modelo de agronegocios. Esta tiene un formato asambleario y
en una gran hidrovía, para transportar coo barcos de gran calado. carbón, se reúne uses veces al año a fin de diseñar escrategías comunes de resistoncia
petróleo y hoja de palma, destinado a la exportación. El orro objetivo es frente al avane del modelo minero en 12 provincias y defender las leyes
conv silo en un gran gencrador de energía, a través de la conserucción provinciales (7, en total) que prohíben la megamincría, y que aún escán
de varias represas, muclras de las cuales esta! al servicio de los proyectos
um
(RR) y las Madres del Barrio Iruzaingó Anexo de la ciudad de Córdoba, emprendimiento minero que amenaza con la destrucción de importan
«que realiza eres plenarios año al
y
desarrolla movilizaciones, acampes, char-
las y talleres con vecinos del lugar (Daiana Melón, 2014: 79). Esencial ha
tes fuentes hídricas. En maszo de 2016 fue asesinada Berta Cáceres.
del
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras
sido el rol de los médicos e investigadores, como Andrés Carrasco. otrosy (COPINB), por las fuerzas represivas de ese país, por oponerse a la re-
profesionales que crearon la Red de Médicos de Pueblos Fumigados.% el río Cualcarque.'* En enero de
presa de Agur Zarca a realizarse sobre
Desde 2012 también se han creado numerosas asambleas y redes ci
2017 fise asesinada la feminista y acrivista e sera la megarninerí Laura
dadanas quese oponca al
frackóng, e impulsan la moratoria y/o prohibición Vázquez Pineda, miembro de la Red de Sanadoras Ancestrales del Femni-
.
de la explotación de
hidrocarburos no convencionales mediante
hidráulica, A fines de 2016, labía 37 localidades que contaban con orde-
la
fractura nismo Comunitario, de Guatemala,
La
criminalización y la represión no son prerrogativas exclusivas de
nanzas que prohíben el fracking (Opsur, 2016)1. Por último, tienen cada los gobiernos conservadores. Por cjemplo, en Argentina, luego de años
vez más presencia tanto las resistencias de las organizaciones de pueblos de conflictos locales vinculados a la megamincría, invisibilizados por los
originarios frente a las cstraregias de acaparamicnto del territorio ravés gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, en enero de 2012 se produjo
del agronegocios, la megarinería o los megaemprendimicntos urbaní: < levantamiento popular de una pequeña localidad del norte, famatina,
cos), asi como laexpansión de lozos y organizaciones socioambientales en que logró somper con el encapsulamiento, colucando cn agenda nacio
la
defensa de ccosisiemas frágiles, como los humedales, hoy amenazados por al el tema. Sin embargo, luego de que el gobierno de Cristina Fernández
la expansión de urbanizaciones cerradas acuáticas
y otros megacmprondi- de Kirchner hiciera explíciro su apoyo a la megaminería, volvió a operar
se el re-encapsulamiento de la problemárica a la lógica
mientos (Pintos, 2013). iminalizadora
Fste contexto de conflictividad creciente, comun
contribuye directa o indirectamente a la judicialización de las
a
toda la región,
luchas socio
de las provincias, seguido de una oleada represiva que tuvo vu record en
Catamarca (sicce represiones en 2012), e incluyó en 2013 una represión
a
ambientales y la violación de derechos, lo cual ha incrementado ase-los en la propia localidad de Famatina. Posteriormente, cuestionamiento
el
políticas y orientaciones generales de los gobiernos progresistas, plebiscita- pinado en la dé da de 1980 en comunidades negras de Estados Unidos.
dos cn las urnas, quienes en su totalidad fomentan la multiplicación de las a
Acsores que en otros países se aglutinan cn tomo esta corriente cutienden
el derecho a un ambiente
actividades extractivas. minimizando los conflicros existentes y enfarizan- que la noción de justicia ambiental “implica
el medio ambicne es con-
seguro, sano y productivo para todos, donde
:
de cl rol redistribuidor de la renca extractiva,
siderado en su totalidad, incluyendo sus dimensiones ecológicas. fisicas,
conscruidas, sociales. políticas, eseéricas y económicas. Se refiere así a las
El giro ecotercitorial de las luchas condiciones en que tal derecho puede ser libremente ejercido, presorvan-
do, respetando y realizando plenamene las identidades individuales y de
Por encima de las marcas específicas (que dependen mayormente de los es- grupo, la diguidad y la autonomia de las comunidades” (Acsclrad, 2004;
16). En consecuencia, la unión de la justicia social y el ecologismo supone
venarios locales y nacionales),la dinámica de las luchas socio-ambientales
en América Lacina fueron sentando + bases de un lenguaje común de
va ver a los seres humanos no como algo aparte, sino como parte integral
lorac ón sobre la territorialidad, que da cuema de un cruce innovador entre del verdadero ambiente (Di Chiro, 1998). Este cnfoque, que enfatizala
macriz indígena-comunicaria y lenguaje ambientalista,” Esta convergencia desigualdad de los costos ambientales, la falta de participación y de demo-
eracia. el racismo ambiental hacia los pucblos oxiginarios despojados
de su
se expresa cn lo que podemos denominar el gio ecorervitorial, una narrativa
común que da cuenta —rendancialmente— del modo en cómo se
piensan y
serricocios en nombre de proyectos insusicntables, en lin, la desigualdad de
xepresentan, desde la perspectiva de las resistencias colectivas, Eas actuales género yla deuda ecológica. están en origen
el de diversas redes de justicia
luchas socio-ambientates centradas en la defensa de la erta y el territorio. ambiencal que hoy se desarrollan en América Latina, en países como Chile
La consolidación de un lenguaje du valoración alecrnarivo sobre la y
(OLCA) Brasil (Red de Justicia Ambiental)
cenritorialidad pareciera ser más inmediato para el caso de las organizaciós Uno de los conceptos más movilizadores en los últimos años es el
de “Buen Vivir”, en kichwas surad harsey co aymaras suma garmaña, en
nes indígenas y campesinas, debido tanto a la estrecha relación que éstas
Buen Vivir en tano hotizones utópico, responde
guarani: ñandarcko,
Hl
plansean entre tierra y terrivorio, en cérminos de comunidad de vida, como
lx notoria reactivación de la miarriz comunitaria indígena acaecida en las en su origen a una pluralidad de cosmovisiones indígenas, y sería ecrónco
últimas décadas. Sin embargo, lejos de ser exclusivo de aquellos países en pretender encersarlo en una fórmula vernácula única, atribuible a un pue-
dos cuales existe uma notoria
presencia de pueblos originarios, hisuórica-
blo a una culrura, o en un muevo esquema binario que termine por flan-
dirse con las dicotomías, ya establecidas desde el discorso cotonial (Lang,
mente excluidos, abarca también oLros países donde el giro ecoterrirorial se
construcción postula nuevas formas de relación
expresa a través de diferentes experiencias policlasistas
2012). Dicho concepto en
“Ahora bien. lo que denominamos como giro ccorcrritorial hace refe- del ser humauo con la Naturaleza y con otros seres humanos. Reclama,
rencia a la construcción de marcos de la acción colectiva,** que funcionan por ende, el pasaje de un paradigma unuopocéntrico
socio: biocéner Acosta, 2010). Enlos lineamientos
a
de
otro de carácies
este nuevo para-
corno estructuras de mificación y esquemas de
interpretación contesta
00
de
a digna cwilizunrio se destaca el ahandono la idca del desarrollo como
a las o alternativos, Dichos marcos comtestatacios tienden desarrollar
sw
com
—— Dr CAMBIO DT FPOCA ALVIN DE
duraleza una vida que debe ser respetada, una incertelación necesaria
la
Na-
cotre
| el
de concepto de Bienes Comunes (Commons, en inglés).
el cual aparece
comunales
a
2009), quien ororgaba especial atención la existencia de espacios y bienes en debases dle sociedad. Ciertamente, son temas que tienen resonancia en la
saciedad, a través de su inscripción en la agenda política y parlamencaria,
pero las expectativas económicas y políticas que muchos ciudadanos lari-
Hay que destacar empero los marices: mientras que en los países del
norte la
gramática de lovormún se define en favor de lo público,
esto es, cn noamericanos colocan en las políticas públicas y co los procesos de wrans
contra de las políticas de ajuste y privatización (el
ucoliberalismo), comra formación social encarados por los gobiernos progresistas, opacan, selativi
la expropiación del saber
yla
nueva economía del conocimiento (cl capita-
lismo cognitivo y sus formas de apropiación) y sólo más recientemente en
zan y tienden a neutralizar dichas estructuras de significación alternacivas.
Adicionalmente, existen otros obstáculos que no sólo tienen que ver con
contra del extracrivismo (particularmente, contra la utilización de la frac- el carácter asimétrico de las luchas, o, con tipo de gobierno al cual confron-
el
tura hidránlica o finoking, en nuestros países periféricos, esta gramática ran, sino también con dificultades propias de los movimientos
de lo común
organizacio y
se locali: más bien contra las variadas formas del neocxerac
tivismo desarrollista, lo cual abarca desde procesos de
nes, ligadas car muchos casos la
persistencia de cicreos imaginarios sociales
acaparamiento de en torno al desarrollo, Eure ellos, podemos cicar los
siguiemtes:
ciervas. la privatización de las semillas y la sobreexplotación del conjunto
delos hienes nacurales. 1.
Emite de los cuestionsmientos al modelo extractivista
Pese a que el extracúvismo y muy particularmente la minería, cuenta
con una larga y oscuta historia cn América Lacina, en aquellos países don-
¿Hacia la construcción de una alternativa? dle existe una fuerte tradición minera, como en Bolivia y Perú, rendencia la
está dividida, entre aquellos que recusan la megaminería y aquellos que
Los diferentes temas del giro ecoterritorial dan cuenta de la nueva gramática asocian minería y desarrollo. Así, por ejemplo en Peri, la disputa desde
de
las luchas; de la gescación de un lenguajo alternativo de fuerte resonancia los movimientos organizaciones imserta en diferentes registros, que
o
o
entenderso por sustentabilidad, en sentido fuerte biperfuerie y, arreplizado el
cas a las empresas. las demandas de la población se orientaron a cambiar
lenguaje en torno a lo que se entiendo por democracia. ce las condiciones previas y a que se reconozcan los derechos económicos.
Lambién es cierto que, cn la mayoría de los casos, dichas organizacio- sociales y culturales afectados por la
presencia de la minería, La otra es la
nes redes se hallan abocadas a la claboraci n de un diagnóstico común,
y
posición en aquellas regiones donde no había antecedentes de actividad
así como al
desarrollo de nna serie de estraregias de lucha cuyo objetiva es
minera y donde las poblaciones mucsersa una gran resisrencia (Tambo-
94 MARSTEL La Sva MPa —— 95
Dia. cambio De EPOCA AL. FIN DE CICLO
grande, Huancabamba. Ayavaca). Lo ciervo es que respecto de la minería delos gruades emprendimientos cxtractivos y la lógica de ocupación inten
a cielo abierto, allí donde no existe un imaginario extractivista disponible siva del territorio que supone, genera por endo un peligro real de desplaza:
que pueda aceualizarse en clave neodesarrollista, en general, las poblaciones miento y ceemplazo de la matriz productiva regional: una recon(iguración
tienden a rechazar la actividad defendiendo otros modelos productivos y
asumiendo posiciones más radicales,
socioterritorial de fuertes impactos económicos
cioambientales.
y
sociales, además de so-
2.
Tensión de terrivorialidades 3. Fnsanchamiento de la división ensre campo y ciudad
Antes que nada, es necesario reconocer que el actual proceso de cons- Giran paste delas organizaciones involucradas en
las luchas socio-am
trucción de territorialidad se realiza en un espacio complejo, en el cual se biencales habitan territorios rurales, algunos semisislados, donde residen
entrecruzan lógicas de acción y racionalidades portadoras de valoraciones poblaciones campesinas e indígenas. El desplazamiento de las fionreras de
diferentes. De modo esquemático, puede afirmarse explotación amenara dichos territorios, muchas veces concebidos desde
que existen difesemtes 16-
una mirada miserabilista y una estrategía de devaluación delas economías
gicas de cerrivorialidad, según nos refiramos a
los grandes actores económicos
(corporaciones, dlites económicas), a Jos Estados (en sus diversos niveles), o locales (poblaciones atrasadas, economías sumergidas). o bien desde una
alos acrotes sociales organizados y/o intervinientes en el conflicto, Mientras mirada sacrificial (concebidos como “desiertos” o “Lerricorios socialmen-
que las lógicas territoriales de las corporaciones y las élites económicas se te vaciables”). Asimismo, los megaproyectos se extienden sobre pequeñas
y medianas localidades, cuyo poder
de presión es más débil, respecto de
enmarcan claramente en un paradigma economics que enfaciza la im
rro grandes centros urbanos. En todo caso, lejanía respecto de las gran-
de transformar se
la
¿ida cono aurodererminación, lo cual, como afirma Hlécior Diaz Polanco mentación de proyectos extractivistas, los cxales en algunos casos devienen
(2008), significa uo solo el reconocimiento de la diversidad y la diferencia co so megaminería— enclaves de exportación.
en la
cultural, sino también la inscripción de los derechos colectivos, cconómi- Otra de lus grandes dificultades que enfrentan las resistencias es pio-
cos y sociales, al inrerior del territorio. yectar una idea de transformación que diseñe un
“horizonte de
descabili-
Por último, frente al discurso hegemónico de las empresas y los go: dad”, en términos de estilos y calidad de vida. Gran parce la de
pregnancia
biernos. que buscan imponer la
idea de que es posible la coexistencia entre que contiaa teniendo noción de la
desarrollo se debe hecho al
de que los
al modelo de desarrollo hegemónico per-
diferentes modelos productivos y estraregias de desarrollo (por ejemplo, parrones de consumo asociados
coexistencia vrre el modelo de agronegocio la agricultura familias; entre imcan el
conjunto de poblar
de
la
Nos referimos
in.
salida del
sin extractivismo y pasaje hacia el pone-extraccivismo,lo cs al implica pensar
dicales y socio: territoriales, que se desarrollan eu los grandes en escenarios transicionalos, a partir de dos niveles diferentes de acción:
cenros urba-
mos y que poseen incidencia representativa en la escena politica nacional. el primero. el de un conjunto de políticas públicas que act ma un ni
A esto hay que anadir que, desde los centros industriales, los
movimientos
organizaciones sacio-ambientales existenecs, suelen enclaustrarse en una
vel macrosocial
yglobal, antes que a pequeña escala o a nivel sectorial
El segundo, el de la intervención escala local y regional. que apunte a
lógica sectorial con escasas vine iones con los movimientos rurales o dercerar, valorizar, potenciar y multiplicar los casos efectivamente exis-
localidades en pequeñas y medianas poblaciones. tentes de modelos de alterdesarrollo,
Una
de las propuestas más interesantes y exhausivas ha sido clabo-
rada por el Centro Latinoamericano de Ecología Social (CLAES), bajo
Transición y Políticas Públicas ka dirección del
uruguayo Eduardo Gudynas (2012) quien plantea que
la transición
requiere de un conjunto de políticas públicas que permitan
Hemos dicho que el Consenso de los Commodities aborió una brecha, una pensar de manera diferente la articulación entre cuestión ambien yenes
herida profunda, en el pensamiento crícico latinoamericano, el cual en sión sovial, Lista perspectiva postdesarrollista considera que un conjuntode
los 90 mostraba rasgos mucho más aglurinantes frente al “aleernativas” devo del desarrollo convencional sorían insuficientes frente
carácter mo-
uupólico del neoliberalismo como usina ideológica, Asi, el presente xe- | al extractivismo, con lo cual se requiere elaborar “alternativas al desarrollo”
sional refleja diversas tendencias, entre Jas cuales es necesario distinguir en el marco de un modelo de sustentabilidad súper-fuerte,”* Por otro lado.
entre aquellos posicionamientos que proponen un capitafismo "sensaro ka necesidad de
avanzar hacia una esuraregía posexiractivista está ligada a
las características propias de los modelos de maldesarrollo (lo que el autos
y razonable . capaz de aunar extracrivismo y progresismo,
namientos crísicos
y los posicio-
que cuestionan abiertamente el modulo de desarrollo denomina como“extracuivinoo depredador”). El planteo subraya que se
exuractivista hegemónico y postulan paradigmas alternativos, ligados a rata de una discusión que debe ser encarada cn ¡érminos tegionales y en
conceptos como el de Derechos de la Naturaleza, Buen Vivir, bienes co- un horizonte estratégico de cambio, en el orden de aquello que los pucblos
Iunes y Etica del cuidado.
Cierto es que las discusiones acerca de las alternativas al modelo de
originarios han denominado “el buen vivir”,
En el plano de las políticas públicas, uno de los elementos más pro-
desarrollo dominante hoy en América Lacina v «1 culo con la globvaliza blemáticos es la oposición que se quiere establecer entre deuda social y
ción asimótrica no son nuevas en la región ni
sin duda La envergadura y la
tampoco únicas en el mundo. TR
deuda ambiental, entre reforma social y económica y reforma ccológica-
ambiental. Este es uno de los desafíos y al misma tiempo una de las clavos
poro vertiginosidad de los proyectos que hoy
masivamente se implementan en el continente han puesto en alerta máxi. para desactivar un discurso y práctica estaralista, en una propuesta que
ma a organizaciones, activistas e inselectuals del más diverso cuño sobre la
necesidad de elaborar propuestas alternarivas viables,
a
contemple, entre ouas cosas, una selectividad orientada la armonización
entre reforma social y económica, con reforma ambiental. En esa linea
que sin dejar de 10 TMB
mar en cuenta dos modelos ejemplares existentes (casos restigos, economías el progresismo extractivisra suele afirmar que ésta es la única vía copar. de
locales y regionales, experiencia de comunidades indígenas) se
una escala más general, a mivel nacional, regional y global.
planseen en >
a
generar divisas, las cuales son rcociencadas luego la cedisaribución del in
greso y al consuoo interno, o bien hacia actividades con mayor contenido
En varios
paises de América Latina ya existen debares sobre las al. de valor agregado, Este discurso cuyo alcance es limitudo y debería ser ana-
ternativas del extractivismo, que proponen elaborar hipótesis de transi-
ción. desde una mauriz de escenarios de incervención multidimensional
anno
lizado
cio por caso, buses oponer de modo reduccionista la cuesción so-
cial (la releseribuc ión) la cuesción ambiental, al
a
tiempo que riendo dejar
0
ésta
98 DL CAMBIO E FOCA AL FIS DE CICIO.
Marista Svamea 99
afuera una serie de discusiones complejas y Fundamentales, que conectan
cransición al posexiractivismo, a través de la conjunción de dos medidas
de modo esuatégico la triple cuestión sole el Desarrollo, el Ambieone y reforma tributaria (mayores impuestos a las actividades extractivas o im
la Democracia
puestos extraordinarios a las snbreganancias mineras) para lograr una mayor
Así, pensar la transiciónrequiere de un conjunto de políticas públicas recaudación fiscal, y una moratoria minera-petrolera gasífera, respecto de
que implicarían una arriculación encre la cuestión ambiental (límites a la los proyectos iniciados entre 2007 y 2011. Mostraron con ello
que, con
producción, umbrales de consumo ostencatorio) y la
cuestión social (um-
una combinación de impuestos a las ganancias extraordinarias, y la mora-
bral de pobreza y redistribución de la riqueza) (Gudynas, 2011). Como
cotia, lejos de perder, Estado Nacional recaudaba mucho ruás. El tema
ct
de los bienes narurales por parte del Estado, reduciendo dependencia la prohibición de la
megamincría en todo el país. Asimismo involucran la
exportadora. La segunda fase debicra enfocarse en las actividades extrac- reforma integral del Código de
Mineria y la derogación de la Ley de Inver-
tivas esenciales, exto es, aquellos emprendimientos que apunten a cubrir
las necesidades nacionales y segionales, cn pos de la calidad de vida de las
siones Mineras (24.196) y sus modificatorias, que habilitanla destrucción
exportación de los bienes comunes; la renacionalización de los recursos
personas, yen el marco de una sustencabilidad súper-fuerte, que conter. narurales (hoy de dominio originario de las provincias); la aplicación efre-
ple un límito a la pobreza y cero extinciones. Ve este modo, no es que una civa de la normativa ambiental y muy especialmente de la Ley Nacional de
opción posextractivisca implicaría no explotar los bienes naturales: antes
s
Protección de los Glas vs, sancionada en 2010 Ula cual no se hna aplicado
bien, implica "un reddimensionamiento sustantivo, donde permanecerán hasta el momento); la recomposición ambiental delas zonas afectadas por
aucllos propectos genuinamente necesarios que cumplan condiciones so los emprendimientos mineros que actualmente existen en el país (recorde
ciales y ambientales y estén vinculadas a cadenas económicas nacionales y emos loscres derrames recientes responsabilidad de la Barrick Gold); en fin,
regionales (ibid.). Más simple, uno de los objetivos esenciales es reorientar el cierre de todas las cansas abiercas a los ciudadanos criminalizados
por
la producción las necesidades regionales (a nivel lasinoamericano). Esto
a
manifestarse corra la megamineria entre otros,
implicaría redimensionar nuestra mirada respecto de lo que emendemos Uno de los desafíos más complejos que se plana a nuestras socieda-
por inte: ción regional y la
relación que se establece con los diferentes des es sin duda pensar la transición onergérica. La apuesta latinoamericana
sectores de aeconomía: por ejemplo, respecto de los alimentos, en vez de al fracking, que arrancó co Argenina y busca extenderse en
paises como
exportar comnodiies agricolas, la economía orieotaría a la producción
se
energía (sólo el
15% de
CAMBIO
efecto
AL
de energía
invernadero);
los territorios, sobre
lxs poblaciones, sobre la biodiversidad), inequidad en la apropiación
de
de
Mars
a un
a ————
través de las enctgías limpias y renovables (como
centralización y regionalización de
La
cocrgía, así como
los
control
O
laeólica
generación, ansporte
comunicario del
la
y
solar), así como
cambio de sistema energético. que implica la desceneralización genera-
Iizada como condición necesaria para democrarizar los sistemas de acceso y
distribución. En suma, "el sistema energérico postextractivista requiere des
la
(Acosta, Martínez y Sachor, 2013: 335). Por último, es necesario pensar la
liienes comunos, Así, uno de
es la desmercantilización del sector de
los
consumo de
sistema cmergórico”
grandes desafíos
la energía y “la construcción social de
sición energética.
la energía
como un derecho (Bertinar, 2013: 167-170),
En Argentina, prácticamente el 9095 de la
energía proviene de los Por último, la defensa de los bienes comunes pone el acento en la
necesidad de indagar a escala local y regional en las experiencias cxirosas
combustibles fásiles. La opción cortoplacisa adoptada por el gobierno de
€. Fernández de Kirchner, luego de laexpropiación parcial de YPE tra a de alterdesarrollo. Ciorcamente, existe en el compo de la economis social,
vés del avance de la exploración de los hidrocarburos no convencionales comunitaria y solidaria larinoamericana todo un abanico de posibilidades
no hizo más que reforzar
e «3
el energético está diseñado para sostener las necesi. pertenencia o. por excensión, de toda la humanidad” (2011: 47). La la
de
Hoy. sinuema
dades del modelo exportador primario para garamizar la seguri.
y región existe una pluralidad de experiencias de auto-organización y auto-
¿ad encrgótica que requiere la
producción/curacción de recursos gestión de los sectores populares ligadas la economía social
x
y el autocon
Barrick -enE
más energía que toda la provincia de Caramar y. por último,
Pascua Lama- dilapidará si 1000
« millones de
empresa
litros de hi-
la excluidos.” (Coraggio. 2011: 51). Ello exige una planificación estratégica
que apunte a potenciar las economías locales alternativas Cagraccología,
el
drocarburos durante todo su proceso extractivo (Sw mpa Viale, y
2014) economía social. entre orros), que recorren de modo disperso
te. Asimismo, requiere contar no sólo con
continen-
Por supuesto que uno delos caminos en la construcción de una agenda mayor protagonismo popular,
de transición es orientarse hacia la diversificación de la macriz encigética. a sino también veni mayor intervención del Estado,
102.
—— Dn CAMBIO
DE ÉEOCA AL FIN DE CIDO
Mamisstita
<a loro
Svamra
inmediata, Lras el velo del crecimiento y el progreso. Fllos está
pergeriando conccpeos fundamentales para superar concepción hegeró- la
103
a del desarrollo y
el modelo extracúvista como sí éste fuese un destino.
inevirables derechos de la mavuraleza, soberania alimentaria, vivir bien, jus-
A nivel global, en los últimos quince años se ha gestado
un nuevo con
ticia ambiental, derecho a la ciudad. bienes comunes, ética del cuidado.
ecpto-síntesis, el de Anropoceno (Paul J. Crutzcn, 2006), que cu estiona
radicalmente las lógicas actuales de desarzollo. Dicho concepto constimuyo suma, la discusión sobre cl poscvtractivismo apenas ha comenzado, pero
emónicas que continúan viendo el Desarrollo desde una perspeciva pro- de pesiodos puevios a 2004 (Villegas, ibídem)
ductivista (crecimiento indefinido), como si los bienes csaturales fueran Fxisue una bibliografía enveme sobse los
conffccos socioamhicacals a nivel nacio
e desafío de pensar el posextractivismo, sabor, elaborar alrernativas a los veabajos del CEDIB (2014) para Colombia, véanse los textos del Censar [Roo Arendaña
inodelos de desarrollo extractivos: agronegocios. megaminería, fiacking. y Nara. 2014) y de Mausicio Archila (vvord,j 2015; para el caso de
México, véase Cort
y
PS
Nasarcu: Navasto (2015), García Delgado Ramos (2010). Para una cartografía
mega-repsesas, las cuales más allá sus
y
de diferencias internas, presentan una posto
de los contliccos ambientales en Argentina véase Mertinsky (2014 y 2016); Giarcacca y
lógica común; gran escala, orientación a la exportación aplificación de
Tenibal (2013): Svampa y Viale (2014); y Machado Araoz (2014).
impactos ambiencales y sociosanitarios, preeminencia de grandes actores hmpiliwanedofensoria gob -pelblogímunena-y-contlcros!
corporativos y retracción |:
de ironceras de la democracia hnpuliwwwcontralinca.com.rmxiarchvn-revistafindex.php?2N 6/09/16/peru-150-
En esa línea, el posextracrivismo no es una discusión sobre más o me- conflicios mineros, consaltado e] 12/01/2017
"Este partido, rebautizado "Licrra y Dignidad” participó del rene Amplio de lz
nos ga ancias exeraordinarias. De lo qu se trana es de aunar transición
quieule, que saldeia tercero en las elección generales de 2016. con la candidaruta de Veró
y transformación, através de propuestas de esc rios alternacivos, cuyo ala Mendoza,
horizonte se inscribe en otro tipo de racionalidad social y ambiental. Para Véase la
carta pública de imelecuales al
vacepcsideme Cocca Liers. Japicas
éllo hay que priorizar a los actores regionales por sobre los externos, a has cldeber.com.bovbolisiariaclectuades-prden<garciadiners-resperehinil
sereicorialidades regionales
y locales, en el marco de laintegración regional “ln 2013, las commanidades indigenas de Moro Sunciago. prorssuron contra dl Gobrer
y a escala macional y provincial, activando
y ampliando mecanismos parri- o cxigjcndo ser consultadas cn torno al Proyecto de Ley de Aguas, cvemo en el cual enurió un
iudigena. A praia de estos beclos, el presidente de La Federación Slhuas y seis Indigenas más
«¿ipaivosy de democracia directa y deliberativa fueron procesados
pur terror organizado. Vésoc inline de la IDEN. aque anos
sgEs
y
el
Com sus luchas, con sus aciorcos limitaciones. quienes están mor- ale «siinalización de defezmores de
PDA en Aruécia Lati, cun ells. copecto del
cando un camino diferenee son diferentes movimientos sociales y comu
vidades indigenas que sulren la segregación económica, social espacial
y
¿lor se ocupa ae
E2015
hs ¿foco
de
+ crimindicación em
lio
Ta
y le los
*Reealizada en julio sle 2013, la Piedcas arrojó un: 98% de votos pol al Ye
vocación en Entre 1996
ypaís2014donde
se registraron 665 asesinacos vinculados al
consulva publica cu Colombia sobre] rerna. Finale ticava. “Brasil el reginraron mas asesiratos de deftnsoras defensores y
aj
Fue se
a La Colesa ctigréndose en la primera
en sarao de 2017, 4 ejerzo ce
cos libi. >e rcalizó una segunda
comsules en
e 2015: 50 Loro ás que cualquier oro ano y el doble que el
añ auccrivr: el probie-
Aclarcmos que Colombia no es de 2016 luerun asesina
que acrojó wn sesulaco sinilar soma
La Coloss. so
e
lesó <aho mineros, que
pasó
colla
a sun
sl ccieodArms
y
*En 2015, Rerta Cáceres 1ecibió el Prervio Goldman. tamiión conucido como
pocode
Soapesciido
Carro. pls
Tia
de embriología Isesigador ra el abel verde, en reconocimiento a su lucha, Cácoros funda el
Comsein Cóvico de Organ
de ole
Tuve tao zaciones Papulares e Indígenas de Honduras (COPINED, Dicha organización v el pueblo
vipal de: Consejso Nacional
del
de
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Eniclgís Vilca de Ta
Esad de Mutis lenca lograron que consruernrala hidroeléctricas másde
grande del mundo —la compañía
Bici ares (CBA CONICFT dio conocer su ivesigación en éhioa Srnohidco— se revzara del proyecto de la
prosa rimar
Ápua Zasca en el cauco del
: 0 z penaliza enere
6 y 8 años de císcel a quienes herumpan en
áreas mineras e impidso ex- la
de difamación contra Carrasco tuvo cal
vul:
pos y siterarinnes senromales. campa
Ta
a ploación de los vacimientus, avuocia la incorporación iegal de la crummalización de la
protesta social en la mueva Ley ce Mineria y Mesalurgia. ya que en los artículos 99 y 100,
ca
pido apravardo. de cara a dos resultados cada vez más vcuentes de las investigestuurs cxón entre discurso indigenista y exologhra se produce cn el ma de la zuambie de ha sn
tira
Ra la
cual las organizaciones indi na» abandonan el discurso
s
» Los enganismsos genérica
<ienrificas independientes co el campo de los agroquímicos + dle Jamerrn. en 1992, eu
Medardo Ávila Várquez. nucubro de la Bod de tiempo que las organizaciones ambiemaiisis es
mente modificados, Asi en cl año 2015.
asumen el cculógico, al
campesinista y
Médicos de Pueblos Fum los, dirigió un escudro epidomiológicn
co la
localidad de cuencran un suivto sobre el cual proyectar su utopía. Sin «bargo, el "raomemo” real de
Monte Maiz (provincia de € srdala; que reveló que . ea
población ariplica la
media ma las articulaciones se
hará hacia fines el aro 2000, eu el enarco del avance del nuevo mode
ed
Verzeinami de la Facu de
Medicina de la Universidad
realizando una valivsa s inédita
Nacional
experñcl
Hocario.
de relevamiento
que des
de
reraceionisra existen sin embargo diesen coloques solve los "puorssos de enmarcamiento”
Pueler sonsnlrarse las ¿guientes sion: Lupe
uliaclfocac jesica inscicial,
Ge hace sen años vicac
Los impactos sobre la sad Jena de los agroquímicos iglifosacos, en diferentes pue Uta y ves jussicacimbiencaLorg hri_justisambiental
Hor.» cadades del pus. Dotes epivodicos lejos
de ser ansedáticos o pasajeros. revelen +Como afirma la
investigadora brasileña Camila Moreno, el ohjerivo e< convertir a
on entere torne de apsopiación. coo conscenente
el daño que
5
ha realizado a la
+ aquello que es alí al
los elementos y procesos de la naturaleza en ohjeros de compra y venta, iniciándose una
mueva espa de privacización de la naruraloza muinca antes vista, que comienva son los
eganaqucid:
eres que leo es descalfcado hosques n través de
biodiversidad. Como respuesta
las
mecanismos de REDID+, que se irá cvsendiendo ab aga y
La
la
remaoturon como “espiraliwano seeds”, por consderar que lejos de represcucar un cambio.
positiva, ¿nta se orienta
+ kn el one,
a
una mayor mercanolización de la nacuralesa
son Fandinmentals los erabajos de David Bollicr $e Silke Helirich, en
el marco del Comer Serasegi Gran ¡2008 y 20123, sal como los remos ale Dacdor y
Teminismos populares, extractivismos y patriarcado
Lal UA bajo el Consenso de los (Commodities
de
a lines. desde 2010 podemospor
esa
Altcanativasal
Desarrollo. premnocido la
vita losaportes del Grupo arinvamericana
Y
vendille o comprate en
incvesariamente
la suscemadsilidad
esta
el mercado.pensamiento.
Siguiendo
sal (Gudenas. 2009) que la justicia para las mujeres viene después que triunfe X poder. Si
Desde actores politicos ¿corre las que se
descaca Ferrando Pino Solanas. de Proyec- no se tienen en cuenta rodos los elementos de la rriple domi
o Sur y una serio de legioludores provinewdes y esacionalos ligados a diferentes fuerzas de la
sociales
sacisra, patriarcal y clasista, entonces vamnos a repetir otra vez la histo
oposición, hasta colcervos dle incelectuoles, como Placaforma 2012, u actores
cono la
Unión de
Asamblezs Ciudadanas y drveras ONGs ambientalistas ¡Ecasur, Kena-
Berta Cáceres. dirigente del COPINIL, Hondureña,
ce, entre arras),
Para
3
el
coa, aéaase los sralagon de |. L. Cornggiu. conse oros "La escouunnía social ascsitmada el 3 de marco de 2016, Entevistado
corn vía para otra social”. 2002. Documento preparado para el lanzamienco,
desastollo
por Francesca Gargallo Colentani (2035: 85-86)
del debaso sobre "Dusiutas propuestas dle Economía Seal” en URBARED, Rel de Pol
dicas sociales 2002 Iwwaularedaigoeduar]. Publicado en Biblioeeca Viral TOP la
del Axiwismo. sobre la insrivucionlicación dle la economía social
com amonización aucur.
y solidarra eu América avisa véase Conggio (2011b4
L Introducción
dle violencia
CAMGLO
realizado,
a partir
conmrol
Ambigiedad
y
Jin América Latina,
avances del protagonismo femenino
las
de
la
también cual es el lugar que ocupan las mujeres en tas Juchas ecorecritoriales
bajo el Consenso de los Commodities. Por úlximo, avanzando sobre
lavirudes.
1995,
JIN
las nuevas
han
las
DI
proble-
leigual-
desde
venido
sivwción de las
física, sociocconó-
mujeres sobre su
de las cadenas
obstáculos
CICLO
la
para Ja
la
falta de
visible
e”
MARISTELLA SVAMPS ==
ha
sido independientemente 0
mujeres no-profesionales””, vale la P pena consignar
ig
avance en términos
ría politica y/o laboral en un mundo que continúa dominado por valores
masculinos y por fuertes prejuicios de gencia." La suma, como indican
el de
participación politica
y paridad de género en la región, en los tres ámbitos del poder del Estado,
la década de
mujeres sin ingresos propios al-
proporción de mujeres en siuración de
pobreza aumentó. Cierto es que la feminización de la pobreza no es una
novedad. aunque lo
que llarna la arención es su contraste con otros índices
socioeconómicos del período. Así. en 2002, había 109 mujeres por tada
100 horabres pabres; mientras que en 2010, ci número alcanzaba a 118
autonom económica continúa afectando a las mujeres pobres. en
la accualidad en un contexro de asistencialización estatal mujeres por cada 100 hombres pobres (CEPAL, 2012).
mayor
Efectivamente, en las últimas décadas. hubo un real mejorarniento
Por otro lado, el diagnóstico de feminización de la pobreza, realicado
sobre todo por organismos incernacionales y que data de los años 90,” im-
de las oportunidades de participación política.* El soto hecho de que en
la
de por sí como un dato pulsó nnpolítica de focalización de las políticas sociales sobre los hogares
región hubiera varias presidentes mujeres aparece
pobres con jefatura femenina, lo cual con los años se iría masificando bajo
significativo a nivel global. Así, enero 2010 y 2015 hubo cinco presidentes
Dilima RoussefTen diferentes formatos. Me reficro con ello a la política de bonos o programas
mujeres: Cristina Fernández de Kirchner en Aygentina, sociales de ransterencia condicionada, en general, programas sociales fc-
Brasil. Michelle Bachelet en Chiles Laura Cbiochilla en Costa Rica, Kama
En términos par- minizados, aun si en muchos casos serían drechos derivados cuyos citola
Persad Bisses primera Miniscra en Trinidad Tobago.*
según un informe de res son los niños y adolescentes. Según estimaciones (La política de Bonos
lamentarios, hubo también importantes avarces: así,
en la mira, 2013), el 19% de la población larinoamericana estaría bajo
la CEPAL (2012) hubo un aumento cn
la
región en la participación de las
planes sociales, cual incluye 25 millones de Familias, algo así como 113
lo
mujeres en ul poder legislativo (23% en
2011); cuyos indices más clovados
millones de personas. Encabezan el ranking México (coa el Plan Progresa,
los presenta la Argentina (33%), seguido por Ecuador (28%), luego Mé-
luego llamado Oportunidades), Brasil, con el Bolsa Familia, y Argentina,
xico y Perú (22%) (CEPAL, 2013). Asimismo, las mujeres expandicron
donde el
promedio en la con la Asignación Universal por Hijo (AUT). Como hu señalado numo-
su participación en el ámbito del poder judicial,
rosos estudios, uno de los problemas de estos planes sociales, más allá del
justicia aumentó de
10%
co
2001 a 22,5% en
2011 (CEPAL, 2013). En
carácter estructural de la pobreza, es que carecen de una perspectiva de
todos los casos, a excepción del poder legislativo (mucho más abierto a las pco
10 —
y
-—
hacer las cnadres responsables
a
— Dri camio D1
género, consribuyen a aconcuar una idcología del
velar de la
por salud
imacermalismo
educación
ÉPOCA
y
AL HN
dle
DE CICLO
social,
os n
al
MARISVELIA
a éstas las
Sama
asimetrías entre cl
— in
norte y el sur global, pues las mujeres pobres
sur global se ven obligulas a emigrar a los paises del norte, coro estrategia
el
hos, reforzando de ese modo el
rol fexclusivo) «le cuidadoras, que es una de ¿le sobrevivencia, abandonando sus propios hogares, asumiendo las tarcas
y
las causas de la desigualdad de
género. Habría asi una reproducción
de las de cuidado en otros hogares. Las cadenas del cuidado se rranstieren de unas
desigualdades en términos de división del erabajo, a partir de nacuraliza-
la
mujeres a otras. desnudando la permanencia de una lógica de división del
ción del sol de las mujeres (pobre) como madre y jefa familia (CEPAL,
de trabajo sexual, así como un muevo electo de desigualdad que a la luz de la
ibid). Sin embargo, desde otzas miradas, como la
de la econemisca femmi globalización asimétrica, debo or leído no sólo en clave de género. de cunia
s
ista ecuatoriana Magdalena Lusón (2015), más allá de compartir parte de y clase social, sino también de notte y sur. Como señala A, Pérez Ororo
este diagnóstico, habría que relarivizar estas criticas al neomaternalismo. (2015)", la evisis es en ambos polos, pero las relaciones de hegemonia global
pues éstas son realizadas desdo
el “deber sor”. Eu la
realidad de nuestros hacen que el
desplazamiento sea unidireccional: “de la periferia al contro”
países, las mujeres son madres y es “desde la
politización de la maternidad Una ilusiración emblemácica de las asimetrías que re ra esta ca
que puede darse un salto a ouas esfera"? dewa global de los cuidados nos la proporciona «l caso italiano, donde
Pox ou lado, existe también una inceresame discusión en el campo se Ira expandido la
figura de la “badanto”, encargada de cuidar ancianos,
de la economía feminista acerca de si las tarcas domésticas deberían ser niños y discapacitados, las que, junto con las Coll (expresión eufemistica
remuneradas económicamente o no.' Tengamos en cuenta que la ccono- que designa a las “colaboradoras domésticas”, desde cocineras a scrvicio de
mía feminista propone una perspectiva diferente a aquella
de
la
economía limpieza). conforman un ejército auxiliar femenino, cada vez más masivo.
tradicional, pues busca hacer visible el trabajo no reconocido y no remu- provenientes de los países exira-comunitarios (Europa del esce y América
nerado, considerado improductivo desde la visión tradicional, ligado a la Tatina, vegn el prado de calificación. para el caso de as badantes: Asia y
Desde esta perspectiva, la economía feminista que ha tenido una gran urisirado retratos sombríos de estas mujeres de mediana cdad, que pagan un
expansión en América Latina, pone en elcentro “la sostenibilidad de La alto costo de “integra 1 al Norte: el abandono de sus propias familias
vida. descentrando los mercados” (Rodríguez, 2015), y alejándose así de la en sus países de origen, a
las cuales mantienen con eldincro de las remesas,
noción reductora de acumulación, asegurando los estudios superiores a sus hijos, y sacrificando sus vidas en
Por oua parre, hay que incluir en este diagnóstico naa problemática países lejanos, al cuidado de ouros.*
más la situación de mujeres pobres en las
que pesa y complejiza
las
la
año
En ste marco, las mujeres de clase media, insertas en el mercado laboral, a enfrentar (Red de Sanadoras del feminismo coruuniturio, en E.
*
lidad. Mujeres indígenas. campesinas, afros, mujeres pobres del ámbito proceso de consurucción cultural y
político colectivo, que reconoce clivajes
de clase yde cunia, y no producto de un exiquetamiento automático que se
rural y urbano, lesbianas y trans, salen del silencio, se movilizan, recrean
relaciones
de solidaridad y nuevas Formas de muogestión colectiva, incorpora por elmero hecho de ser mujer, en nombre de la
lucha contra el
Pax caso.eu la Argentina las mujeres han tenido un
rol fandamencal purriarcado. Esto es particularmente notorio en el caso de
los
feminismos
de un nuevo lenguaje de derechos, comunirarios de mujeres originarias (Gargallo, 2015)
en las luchas sociales y la emergencia
lo cual incluve canto aquellas mujeres de clase media como de
los sectores Desde mi perspectiva, habría que comparas la feminización delas lu
nuevos movi-
mientos de derechos humanos, fundados por mujeres cuyas hijay'os
fueron amenaza de un enegaproyecto (mincro, petrolero, ln tocléctrico. urbanís-
violentados por el poder, siendo uno de los primeros y más emblemáticos tico, eme ovas), lucha que en un segundo momento aparece tesignificada
casos. el asesinato de María Soledad Morales, en Catamarca
(1990). Más como “ambientalista”. Podríamos decir lo mismo respecto de los feminis-
la mos populares. En un primer momento. las luchas que protagonizan las
sún, muy probablemente no habría exiscido movimiento piquetero cn
partir de 1996 las mujeres, en su mujeres no se reconocen como explicita o abiertamente feministas, Solo en
“Argentina de 10 haber sido porque
a
e
expresiones de los femivisenos
a
agrego que. et come
la occidencal dominante y asocia
que,
la región su
feminismos popu ses comunitarios que hoy sc expanden en del feminismo popular con los gobiernos progresivas, a los diferentes pun-
instalan cn una doble confrontación, tuno respecto del
feminismo oc negativa
de Ouas Moder
vos ciegos igados la
aro
perastencia de una culcaa sexista, la
dental hegemónico, al proponer a existencia
valoración
de despenalizar el aborto.” como diferentes formas de cxerac mismo
las
y
incerclasista, donde se
intercambio de experiencias, de carácter masivo €
debaten diferentes comas de la agenda feminista, Desde hace años. estos
debates atravicsan el conjunto de los movimientos cerritoriales urbanos. Feminisnos papuares y Ecofeminismos
Por ejemplo, el mosimienro cerrivorial
Frente Darío Samrillán creó ua
espacio de mujeres, que sin pretender
encapsular la cuestión. propone
los feminismos populares comunitarios del sur se destaca la relación con
“más bien abrirla a una reflexión mayor,
indagando lo popular, sin ide: En
el terricorio, sea bajo la iden misma de “rerritorio-cuerpo” y/ del “cuerpo
Iraciones y cuestionando sus elementos conservadores. Para algunos,
como territorio”. - Como afirma Lorena Cabnal, dirigente guatemalteca, :
bajo
¿rica personal y una escrategía colectiva rerrirorio cuerpo-terra, ya que la relación que existe coxmogónica-
plazo” (Longa, 2019).
un
116
mico la
A
«mente de los cuerpos de
MARIS LILA
SAMBA
En csta línea, resulta ueresame explorar
ii
los
vínculos de
nero
de
sobre
las
orro
yel dominio del ser humano
de
los
femimis-
eos populares del sur con la perspectiva ecoléminista. Aunque el térmi-
las
autoras
que se inscriben en este campo, es en los últimos años que sus aportes han
tenido mayor difusión. Dos ternas han concribuido a la formación de la
teoría ecofeminista, Por un lado, la crisis ccológica entendida como una
lo humano en
m7
10ri0
el ] punto de partida emer-
en
visión sobre el rerritorio-cuerpo consticuye (Ramirez García, 2012)
* encia de un muevo lenguas
e de valoración del territorio,
E
la
En Argentina podemos de la ecología, cuya confluencia permite establecer una línea directa entre
soler: «y la construcción de megarrequesas.
es
casos emblemáricos, queuo. lol in
cenido las madres la
marginación de las mujeres y la degradación slel ambiente. y pensas po-
sibles soluciones conjuntas,
de Córdoba, pioneras en denunciar
del Barrio Invaingó, de la ciudad
los impactos del glfosaco sobre la
salud, lo
cual condujo al
primer pico
Desde esta perspectiva, el ecoleminismo destaca el paralelismo entre
Viale, 2014): la La
explotación de las mujeres y la de nacuraleza, a través de la recuperación
penal sobre este roma [Seampa
y dos. persencia dela
tonjeres dela Assmblea Chico
de y Fammatina (omuestes,
amas
casa
de del trabajo reproductivo, invisibilizado
y no reconocido. Con ello se hace
2009). Asimismo, son diversas las autoras que refieren a un feminismo del
Eo
5
ya fallecida y lancus
feking en Neuquén (Cristina incopan. Banca
Y
naruraleza
ad
ambienie, mujeres y ambiental mo. feminismo
El ecofeminismo de la supervivencia buscaría reorientar
a partir de
coparticipación
del
subrayar
yo
su
AL
el vinculo
de
“como
HN DE
y
ecología.
entre
aen-
un
separación
CIC Maio LA
Sa.
3. La otra cara del patriarcado: extractivismo y cadenas de violencia
la
“La ruta de la soja es
Ta ria de los
ma de la explotación sexual
puertos es la yuta de la exploración sexual
————_ 09
miñs niños
y
y inceresa en
relación entre mujeres y macuraleza; hasta la
o idemátario, que naturaliza la este último apartado haces referencia a la dinámica del enclave, cual cuenta
el ccofeminismo conseructivista,** que concibe al mismo como una cons con una larga historia en la rcpión. asociada en primer lugar a la extracción de
seucción histórico-social, ligada a la división scxual del 1rabajo.
Desi minerales (Potosí como origen).Los sucesivos ciclos económicos del capitalis-
visión esencialista de la rela-
perspectiva, resulta importante no caer en una mo impulsaron la consticución de numerosos enclaves, ligados a la excracción
de
alinidades
á
cultura del cuidado, que concibe las relaciones sociales desde oera
lós
extrema; imágenes de un boom económico caraccerizado por la extrac-
la acumulación como tal, desde cl
<a y otra racionalidad. cuestionando ción acelerada de un bien narural. Cuando las luces finalmente apagan
reconocimiento de la eco-dependencia y la valoración
del crabajo de re- y el capital sc retira para expandirse en otras latitudes. dichos territorios
contribuye a aportar
producción de lo social. En suma, el ecofeminismo suelen ofteces la repetida postal del saqueo y del despojo, cuando no de
desde la carencia o de una
una mirada sobre las
sociales, no
necesidados
territorios Fucrtomente degradados, comercidos en zonas de sacríiio, que
miscrabilista, sino desde el rescare de la culrusa del cuidado como
visió
Ecologístas en Acción, nna
dejan como herencia a las comunidades locales los impactos ambientales
los la
expansión de la
y
inspira ón central para pensar, como sostienen socio-sanitarios. Son ciclos del capital, marcados por
sociedad social y ecológicamente sostenible, a eravés de valores como la frontera de mercancias. que va generando un modelo histárico-geográfico
reciprocidad, la cooperación, la complementaricdad (Marta
Rodríguez y basado
en la apropiación rápida y la expansión y dives ¡cación geográfic
Yayo Herrero, 2010). una vez agotado el recurso.
A
principios del siglo 30X. la di ámica del caclave sumaría el ciclo del
/
petróleo, «núm sí los diferentes procesos de uacionalización que se tegistra-
DEL
ron cn América Latina hacia los años 40/50
la medida en la
CABO DE EVOCA AL
dad,
en que apuntaron a
mia
un
interesante reporcaje a Mercedes Assorati, Coordinadora Gene
e
En
latinoamericana,
sión
En cérminos sociales. la histaria de estos enclaves de exportación
da
ral del Programa “Esclavitud Cero” de
la Fundación El Ote
de desigualdados así
2010, ésta afirmab:
cueraa de la consolidación de una fuerte escructura
como de la dislocación del rejido económico y social previo. que incluye
las relaciones
El sur del país
un enorme proscibulo,
es sto
tiene una raiz his-
diferentes aspecto», vinculados al enlo y calidad de vida, a tóxica, tiene que: ver con el desarrollo de la industria peurolera y
de modo emblemá
laboral y de género. Una ciudad que ifustra
este proceso es Comodoro Rivadavia,
la cuna del perróleo argentino, co
«on la presencia de hombres sulos que estaban largos períodos de
la Argentina (173.300 cieorpo en lugares donde no había suujeres. Ahora esto cambió un
la bora uetual. la ciudad más poblada del sur de
incluir también peque- poco pero es como una impronta cultural. De manera que la exis-
habitanes. según el censo de 2010). Bay que tencia de proscíbulos en el sur es centenaria y está directamente
ñas localidades perroloras como Calera Olivia (Santa
Cruz). Rincón de
Se trata de pueblos
vinculada a la industria perrolera ((0PS4r, 21/04/2010).
los Sauces y Añclo (Neuquéo), enure cantas orras.
el de Comodoro Rivadavia, de
campamentos. en algunos casos, como Y
cocinaba:
urbanos que nacen bajo cl
una “ciudad-commodiy”.” emplazamientos
del desarraigo, la renta estraordinaria. típico de
las
signo del imaginario
de una importante población migrante, A part de una investigaciónUnidad Pinal de Asestencía en
de la
regiones petroleras, que se nutren Secuestros de Personas de la Procuración General
Exzorsivos y Thata
el uhajo— es concebido como estacionario o
cuvo paso por el lugar: y de la Nación (Ufasc), pudo reconstruirse un circuito de traca que
provisorio. rentabil va desde Santa Rosa. capital de La Pampa, a la ciudad de 25 de
Asimismo. esca asociación entre enclaves de exportación y Mayo.
en el extremo sudoeste de esa provincia: alli se exciende
alto.
dad extraordinaria gencra en las localidades un costo de vida muy
de
lado trabajadores
a la Jocalidad vecina Curiel (Río Negro) a las meuquinas Añelo.
lo cual acemtia las disparidades salariales ene, por un
y
de casos
caso
us
de
ÉPOCA
el
del
urara de
AL
de
región
EIN
la
mujercs
reciente infor-
DL CICLO
de
MaRiSTELLA Ívamn — —=>AH4
AS
enojeres y niñas. Basta con mirar los márgenes de los hegemó-
nicos y famosos “caminos de la producción” ¡rara enconcrar las
y exploración
sexual, Como afirma Livia Wagner, autora postales de miseria y olvido apenas iluminadas con las luces de
“ne “Crimea organizado y minería ¡legal en
Latinoamérica”. “Hay un fuerte las whiskcerías donde los de las sometidos,
cucrpos mujeres son
vínculo encre la nincría ilegal y la exploración sexual. empre que hay gran-
$
violados y explotados comercialmente no sólo
por los
varones.
¿es migraciones de hombres a una zon, hay una gran demanda servicios
de
sino por todo un sistema ideológico y de negocios naruralizado y
sexuales que a menudo genera cráfico soxual" (BBB Mundo, 2016).
También validado por la sociedad (Londero, 2008; OPSur, 20104,
sucede en las zonas mineras de Perú, corno lasegión amuzónica de Madro
en
de Dios, donde hay extracción ¡legal de oro, “Los funcionarios aseguran que Fa este marco, se agravan rambién las cadenas de
violencia-física, sexual-
donde hay hombres ea masa hay prostitución, por ser y la
profesión más an- contra las defensoras ambientales. Así, la participación de las mujeres en
sigua del suundo no hay que
alarmarse”, (72 Tiempo. 26/0512013).* Como
“Las mujeres su-
las
resistencias comrrael
extractivismo tiene un alto coco, pues la crimi-
señalan los ccuracorianos Zorrilla, Sacher y Acosta (2012). nalicación, agresión ascsinaco de defensores del ambiente sehan incre-
y
La llegada
fren mayores impactos en términos de salud psicológica y fisica, mentado notoriamente en la región, Sólo desde 2011 hasta la fecha hubo
de hombres jóvenes en búsqueda de crabajo y la pérdida de soberania cuonó- 88 asesinatos de ambientalistas en América del Sur y América Central y
los casos de viola-
mica empuña a muchas mujeres a prostituisse, Aumentan organizaciones de derechos humanos 1700 agresiones a
registraron muije-
ción y los de comiagio por enfermedades sexnalmente transmisibles res arabientalistas (Citaclo en Maldonado, Boletín Reinventerra, 2016) la
el
riesgos
La violencia hacia lo emujeres aumenta drásticamente por gran aumento mayoría de las agresiones sehan realizado en comextos de desalojo forzoso,
de consumo de alcohol y
drogas”, donde las mujeres son violentadas física y sexualmente
por las: fuerzas r
po.
Por otro lado, Ja naturalización de la prostitución y luego de la traca, Jiciales o grupos paramilitares (FAU-AL 2016)
la globalización de las redes criminales Uno de los crímenes recientes más impactantes fue el de Berta Cáco-
se incrementó cn el contexto de
la induseria sexual
Así hay que tener en enenta que la traca de mujeres para ros, del Consejo Civico de Organizaciones Populares e Indígenas de Hon-
heneficios, en un cireniro cada vez globali- duras (COPINB),
«uicn había recibido el Premio Goldman 2015, y que
genera cada ver mayores
más
de
De ÉPOCA AL HN DA CICLO
tuales
ello en
Y
A
balance que nos oftece
dos
sulucas, u
dela región suele dejar más dudas e imerrogantes
la hora de evaluar
que certezas ab-
sus impactos en rérminos de género. Fllo no
significa cuestionar las diferentes políticas sociales dewinadas a los sectores
a
más vulnerables, enure ellos, las mujeres, dado el carácter estructural que
ha asumido la pobreza en América Larina. En todo caso cxige que ellas sean
pensadas también desde una double perspectiva, de género
Asimismo, ca muchos paises, asistimos Por otro lado, no cabe duda de América
y
de ciudadanía
las 1elaciones
las industrias cxumnctivas que en Lacina,
mmunitarios y ancestrales de las anujeres, pues
y producen un desplazamiento
de acti- de género están uatuitardo nuevos senderos, visibles eu la
creciente parti
rompen el tejido comunitario
vidades incluso de población (FAU-AL. 2416).
Por otro lado, cobra cipación política de las mujeres, en su empoderamicaro social, ligado esa a
la
«
las mujeres y se criscaliza capacidad femevina tan recurrente de transformar privado en público
centralidad el proceso de explotación sexual de
el lugar de estas como objero sexual,
Finalmente, en esec marco se mul- y
to social en una cuesción política. Así, pese a todos los obstáculos. las
defensoras ambientales ho mujeres cuentan con una mayor participación en el parlamento y en la
tiplican los hechos de violencia contra las
de configuraciones socio-rerricoriales justicia; losfas Intincamericanos/as hemos conocido además varias mujeres
suma, a parir de la consolidación
extraciiviscas, caracterizadasla mascolinización, ha desarticulación del re <n la paiumera aagistratura de la nación.
jido socia, la desigual d y por la y
sabreapropiación máxima acelerada. Asimismo, la
dinámica de empoderamiento de las mujeres se ha ve-
gencración de
nuevas figuras, ligadas a esclavitud sescual los cerrirorios,
Por último, en tiempos en los cuales el femicidio
y orco tipo de víolen-
cias y crueldades sobre los cuerpos las mujeres
adquieren una centralidad
de
fuertes es-
qu obio
co diferentes
doión
Sarlo
la
—
omnes! bg
algunas cconomistas
región, cedro
—Á
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jores, develando .
Fam es desplazar eje a los
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intersección da cuenta de la exacerbación de mecanismos de sumisión y
P
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sos amplios de generación
despojo, ligadas a Jas formas más salvajes del patriarcado. de posiblidad paro une vida
que meses
debuse los trabajos no rermnerados y, m: A
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mía diversa realmente existente”
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insersecadus,
pensar a violencia “como ue
serio de íuculos de seguridad que
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pues suponia uo edorsimicano dea obre a nmigación
pac
esrablece una. «comunicación emre los diferences tipos de violencia: criminal. inserpersonal
dinión ene
cc
lo
doméstica, de género”. Volveré sobre el terna de: La imterscccionalidad más adelunte da de ba
rara problema (los gitano, rofugiacos
isos
gar ori reco
realizado por
los de de diverso
diversa origen)
origen) y ol
inmigrante (ba.
>Tunacnos enmo sclurcncia slos abajo publicados par la CEPAL,
reclamado
cialmente respeern de la despemlización del organizacio»
Mera Cien y reapupiada ps
por
ubario,
hay
por
Vicmi
Vo
pr
inemtaria som difezontes los de la CEPAL: sa lí usa, existen upimionos diversas acciia de la opresión patriarcal exar
“De
a
En
la de mujeres corresponde Cuba con a
sá caida
si
a
ron los parkumencos en 2013, mayor represcacación
inociada Ja
sun 48,9%, seguida por Feuados con 38,7%
y
Argentina com 36.6%. Los países con menos
cua 17,5%". Citado en Luer
nm mar de
Den.invemo, que sición
a mano aclare dl eco
representación fueron Chile, vou un 15.8% Paraguay
mesias
de erlemiloo
Para vés: Carga. lea,
1201599101), Para una ds
Sargiucgio (20155. hurpiifureepoliticargentina.cominoras! 20150355087 luectaspule
degenero-en-americaarma hol. consaltado el U2D1
Pensemos en el cas de alivia. parcir del gobierno de
5201
sb cuen
Casi formats
de
gin
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em yl
pido
relaciones
pas clama,
diferentes al
pero Laja
de la
al esa
el
desnidal occidental,
Modesnidad occidental, vés
vé,
aporte de
so plurmaciona de cuenta
de
la
presencia de numerosas wsujeres campesinas indigenas
>Asim así, para la CEPAL, el proceso de paridad políúca, aunque macabado, presen
acia una tendencia derevenable
Paca na problematizanson de lapunión misma de feminización de la pobreza, véase lestacado Julicra Paredes v María Galindo. Fl
grupo sulrió una rupcura con la calida de
Agualar 120111
lurpitivw rouncolasinomnicano.crgi2015/01/OR errevioracaemagdalea len
>
>
Sara —
Como sostiene Escobar L20I11,
—— problema nu es que existan visiones
el
129
dali.
len de Egaslásd Oportunidades
de 008. Solbue feminismo
y are visual ique incluyo mur
Mbro de Amtivilo Pesa
sio as Formas elude cm las que se
erata el par bios
esto es, las jetarquias 0 asimez
cada tias que se esablocen ¿Flombre/Maujer; NacuraloraíCudura:
items
además las réase el
vusas expericucias, á
aqui), sugestivo Civdlizado/Bárbaro: Mader
ce mfTradicional
Ja
Mi
el discurso yla prác Véase
et exa
de
Dania
“podes
inde
de e put Asa atina Sancillaua Alejandra (20111.
Rar a
y
aa
en Mor Daza Quincanila, Nadia Clara Rae Varas
se a Ven
y
ac
Y concopurncociana e expandió de la mano de din yes organizaciones tercicorales
:
la dinámica del
desplararientn royuicre del vaciamiento previo del
teimoni de fomi Koa (2016: 6369. terriorio, lo
cual conlleva la invisibiliación y expulsión de toda
acaas
poputa canbio y
poder pas el socia los megacmprendimnienor hidroetácricos o incluso
en difrcates Sarices del mudela
las
mujeres otras identudo- le agenocgocios soja. palma africana), que hasdo caracterzado
pulsis auurces Gent Ds Cao
105. y
como “una agricalura sd
(Cam da Arde agricultores
enana 203 gn
More (2013), la frontera de mercancias "se reficre a
amiAlza
J,
e
espacios mínima
"E a id pocoiemo de
de
roedor2apba an prose de
pul ls
descado
ai.Coca
hh que seerivan de las presiones
Baal
eeA
Gadgil autor recoma la noción de "sobres.
ly que dspemalraba labor 2n sica propisción secuencial aplicada hscoria aembiemsal ela
India, que un rmodelo hi.
ml eme tc
la
es
extractivo
2008 nj acaemía la mosiliación polio,dl
ón
politica. La
a rel
ral
nace cano
sac
un espa dos hiduscarburos. Lus rvvenes del precio iucernacional del cxuo determina
vida co. la
¿sde acom
unes
aureadiscs cool omiso somo
Sii de Buena parte de los hubirantes de las
cuen Alteran los riowos lbo.
e
a
peuoleras.
faninismos. Samos intergoneracional q rales y lus económicos; las de la Buena o mala foxtana. Cuando
la
mens decenios 01anbiccal incor
mu
activa lad perrolera cae.
Ns
“ompecando par
se desmorona todo, a fala de crabajo
T
da
y
escist circulación monetaria producen ana.
mi
desetor daña contracción en todos lus terrenos de la econucuta y la csi
etica
el 3
Asianistns Ml
se de como
una densa y
se
z
de 7
dos hucgo
regresan otras taras sus lugares de origen n bien localidades más tercanas
as
nor
y
séxicos, la deforesración en quan ruala, la desermfiación los yacimientos, Fxca modal Exa laboral
trae consigo graves trasconos en la conducta. al
a
z bp
los de los recursos costerar como indica la inci pasar sin solución de
continuidad de la hiperactividad al ucio absoluro,
file
veo de suelas y marinos,
javestigadur
y
E
ion mi a mur
de
trabajar más de 16 Bonao, y a Flia le injerencia
lamas. Las má del Estado genera diferentes conflicios, muchos de: los cuales
se expresan cu via cocidia- la
que habitan en zonas rurales y las in 2 y el trabajados petalero
termina, de alguna manera, siendo discrimimuado. “Taembien
aprista rl aca,
leenden dnccimente de «arras soveible. Caara Conferencia de Meg, 1975 ecesia pensar cn
ens ni
et tiempo de acto, ¿Qué hace éxus
tres días eo los que el vabajados
Pra de a confio regresa au hogar? ¿QQ €ortas
opciones tiene el trabajador que nn sea cse comuma sunrua
mas, véase Mr y
Pina LO 161 io que generallncise Las class medias critican?” Plnorma lmisenicario 2012: 9-10:
le
3
—— — Di casimo DE SIN DE UICIO
er
ÉPOCA
—
AL
30
130 —
e
del sabajo os
Por la dificultad de obtenca daros, no se hace uma
la
esradíscica de
sema o
personas s
os
pu
e el libro Por
¡ción
de la mano
ados
y rewnidas en »
e
producco interno bruto más alto del mundo.
mn
representaciones sociales
la previ
“nec la iniciariva de sancionar una ordecanza pura El ascenso de China y el Sur global
a
Co aia
Escamos asistiendo importantes cambio gcopulíticos. manifiestos
Boro Rivadari sadencia de Escados Unidos enla de-
cuando el
oro
Conccio Deliberame comenzó a debatn una como gran potencia hegemónica yen la emer-
se
ón
aut
Popular de China. En rarón de clla, la cuestión de
er ansición hegemónica
la
en
amplio de países asiáticos Japón, Taiwán, Indonesia, Corea,
entre otros)
China es la segunda economía mundial el
y pole económico más dinámico
as
ee ha
de
,
convertido
+
los commodities.
los mismos.
ecios deotro
en el principal demandance mundial
lo cual ha traccionado
acceden
incentivado por
Al
vez el
de laPares
alía
desde el planoproduc
gr
de los
CULO, MarusTia
ha
Svamta
bargo económica y no
—
la
en grandes potencias económicas. Aunque
militar (puesto que
quien China es
se el desine a la compra de
principal prestamista.
Además
bonos del
se
Tesoro
ha consolidado corno
de
E de
nuevo hegemon en la estructura internacional de poder, sea bajo
de un esquema amulcipolar. o de un
oligopolio con primacía hegemóni-
<a. No obsante, lejos de cualquier dererminismo, un
la
forma
o
moneda de destacar es que, como han señalando nurnerosos analistas internacionales
40 bancos comal soda el
de laneta múfizan el yuan como
el
a
Guanci ¡cro: China aparece como el
plana
tercer emisor global de Hujos Estados Unidos. Ási, en 2012, reflexionando sobre las
95 de las 500 Armas de mayor
facturación del planeta eras originarias de esracrerísticas de
Estados Unidos? Sí, pero hasta cierro punto. ¿Y son enemigos? No, no son y
ss wereórico ascenso, hay quienes sostienen que
internacional esoluci maría hacia un
mundo multipolar, configuración en enemigos. ¿Y son colaboradores? Son ya
más de lo que les gustaría admirir,
ómi
de cual las diferentes regiones económicas
iricas
y políricas jugarín
:
jugarán papel,: p por
papel, un un
lo serán más conforme continúa la década” (Wallersicin, 20123
El segundo elemento es que los de
,
fíneas ge- Estados Unido, consciente dichas
anza entre China, Rusía € ladia, o en
bs
ina
arance la cual Estados Unidos tuvo que enbentar desacuedos res . ciente puja interhegemónica
muevas recenfiga iones.
eve ambas potencias. probablemente sufra
La emergencia
A
China y América Latina
verión latinoamericana
por la potenciación
mia:
¿ando cu
ido generando nu
Latina. Lo más notorio de ello no ha
SS
es caso de Repúbli
nuevo escenario para
sido sin embrgo vinculación de
—inevitable y necesaria pos ciorto_ con China, ino
del extractvismo y
Istinoamericanas. Asimismo, esta
En realidad, esta relación se traduce
; Lnodo en cómo ésa se va operando. de reprima ación de las eco-
la
relación asiméwica se va desple-
el arco del declive del regionalismo lusinoamericano
:
desañanee
la
el
la
la
Ame
ManisTELa Svamra
y Argentina. En cuanto
extracción. localiza
la
la potenciación del región han sido para inftacsructutas (55%), seguido de energía (27%) y
Asi, la primera cuestión remite a exmacivimno
ue es dable observar
a
escala Jarinosmericana, « saber, la incemiicación minería (13%), El principal prestamista ha sido el Banco de Desarrollo de
de las exportaciones de commodiries, que,
da a consolidar nuevos
de modo vertiginoso, apur
qe,
agas,
de
años, los intercambios entre América fondos prestados para fimanciar 13 proyectos. € mo honefciarios de los
China. Ciertamente, . los últimos s
2000, China préstamos se destacan Bras y Argentina al recibir cada uno
Laina y China intemsilicaron notoriamente, Hacia
se
el año
de ellos verca
A
la región, Sin cobasgo.
de ienportaciones de los países de lugar de los mercados de deuda
Chis ue des
comerciales dela región a Estos Unidos. paña soberana. “El financiamiento chino
es a tnenudo el "prestamista de última
plazando cono socios
ya se había convertido ea
el primer instancia”. No es uno barato,
pero debido a la preocupación de la comu-
E
“nión Europea
la Unión Europea y Japón
Japón.
En 2013
nidad financiera internacional sobre Venezuela Ecuador y las
y
alo riesgo que acarrearían. los préstamos chinos son ung opción atractiva”
las
arde
imposcaras en la región los
le dicho. En
el
sector
op de Hidrocarbunos, están presentes en
está os en
región
Porilrimo, 06 es el mo tipo derelación la que pueden tener países
chino Smopec. la Corpuración Na
L
oasis
DE CICIO
» noción
ines
MARISA SA
———
tipo de posicionamiento, llevando a cabo una politica de notorio acerca-
miento a China. Apoyado en la riqueza petrolera, Chávez vio cn China
el aliado comercial y político idóneo
para tomar distancia de la hegemo-
la
aier
nía de Estados Unidos y su amenaza constante al régimen venctolano.
del espacio lacinvamericano* Pose a cllo,
vale rel
añadir que
En ose marco, para algunos, la relación con China adquiría
China Brasil también iscuct por una vía asianácica, que puede un sentido
y
ser
cn
principalmener por Jeída político estraégico, en un escenario de pasaje acelerado de un mundo
en rérminos de “eesinduscilicación compran, dv.
contrarrestar los efectos de la enfermeda bipolar a uno de caráctor multipolar, en el cual, ésta nueva vinculación
bol pacidad de los gobiernos para abriría la posibilidad de una colaboración Sur-Sur, Sin
holandesa; esto es, la expo ación masiva de materias primasligadas
a la embargo, más allá
del rótulo de “país emergente” y de: lo dificil
la
e
resulta
navurales (Salama, 2011)
acc los aka auto-
o
recursos que aceptar
puma del egonalomno presentación de China como “país en desarrollo”. es claro que su mercó-
tesinoacncricano. Pues
como ha sido dicho cn esto bro, a parte del
año rico ascenso global, así como la
realpolicik de las relaciones comerciales
con los países latinoamericanos, están lejos de ilustrar la hipótesis de una
2000. hemos asistido a la emergencia de un “regionalismo Iinamesicano telación simétrica Sur-Sur.
desafiante” (reromando la
expresión de Taime Preciado, en pon ce
cs
Resulta claro que, el rumbo que han ido adoptando las relaciones en-
antilmpecalisa, crítica de la tradicional hegemonía esadoui
de los hicos ás
imporrantes de
este nuevo regionalismo fue cumbre Uno la tre China los diferentes países latinoamericanos ha ido arenuando
la resis
eyecdad
realizada en 2005, cuando los
países Jatinoa-
de la cooperación Sur-Sur. Asimismo, la tesis del regionalismo desafiante
a
A
semtina),
Latinoamericana ha comenzado ser relativizada a vaíe del pasaje a una Unasur de "baja
nericanos enterraron la
posibilidad del AL (Alñanza
de Libre Comercios, promovida por Fstados Unidos, crearon el Al
(Altesnariva Bolivariana para las
Américas). bajo cl impulso
y
del
Carinánico
5 intensidad” (Comini y Frenkel, 2014), signada por el fal
de los gran-
des liderazgos regionales (la muerte de Chávez y de Néstor Kirchner, el
línea lainoomerianísa se alejamiento de Lula Da Silva, tres líderes que apostaron fuertemente a la
Hago Chávez, Fi una clara
pesetas
proges,
de fa creación de una moneda sinica (
ua ra
ambiciosos, como el integración regional). como por el ya mencionado surgimiemo de nuevos
tos aliaeamientos regionales (Alianza para el Pacífico), de carácter más
Banco del Sur los cuales sin embargo no prowperaen,
en apertu
parte debido al
apana
de Brasil, a de su to rista. En realidad, ambas tesis reflejarían más una suerte de wishfill cbín-
escaso entusiasmo de parte país que raiz
co
king, antes que las prácticas económicas y comerciales realmente existentes
emergente, juega en otras ligas globales,
creaciónLa de la
SAS
Sudamericanas), dela de los diferentes gobiernos progresistas larinoamericanos.
2007 (Unión de Naciones y
posterivemonse CHIAC
Caribeños). en 2010, Visca a la distancia, una década más tarde, aquella cumbre de Mar
¿Comunidad de Fstados Tacinoamericanos y inicia
foro pora procesar los contlicos de la región, por fuera de
del Plata de 2005 conwra el ALCA terminó por convertirse ca el
punto
encnue como
Washingeon. jalonan dicho proceso de integración
regional. La
amngencia
máximo del
regionalismo desafiante larinoamericano, cuando en realidad
debería haber sido «1
progra
uso como conursca punto de parrida de una construcción lacinoameri
de un (pro) insincionalidad regional
Al la asco cavista, eu clave verdadleramonte tegradora, orientada a la creación de
la creación. en 2011, de un nuevo bloque regional, delMéxico, za
con la participación de países como Chile, Colombia, Perú y
que vieron los bue-
una placaforma de negociación regional con los nuevos
comerciales, y
poderosos socios
En este novedoso escenario, no son pocos
vieron con
con,
China, Así, sí bien es cierto que la irrupción y rápida consolidación de la
la incipiente relación entre los míses latinoamericanos
y
Coen que
nos
China influencia de la República Popular de China en América Latina
ojos
exaractivismo neodependentista, que perfila cada vez más a China como ternacional, a diferencia de China, que busca aropliarlas paradojicarmente
polo hegemónico. En ouas pa labras, la confirmación de una
relación en nombre de la
globalización y el libre comercio.
comercial privilegiada con China, basada co Ja demanda de
commodities
y en la vertiginosa consolidación
de un intercambio desigual, marcaría
la emergencia de nuevas relaciones de dependencia, cuyo contorno se La expansión de la geografía de la extracción
estarían definiendo al calor de las negociaciones unilaterales que aquel
socios larinoamericanos. En efecto, la
país mantiene con cada uno de sus
firma de convenios o acuerdos unilaterales (TLC) con el gigante asiárico
Frente a la presión por la mpliación dela geografía de
la
extracción? sobre
todo a través de la expansión de la
fiomtera cnergética, cabe
preguntarse si
por parte de los gobiernos latinoames ¡canos
(muchos de las cuales com en la actualidad el extracrivismo no es
una estcgoría también aplicable al
de ser la excopción.
prometen a sus economías por décadas), están lejos norte global, Ciertamente, la profundización del extractivismo ha afectado
Al contrario, consticayen una regla buscante generalizada en los últimos nuy especialmente los países del sur, reconfigurando territorios, generan-
siempas,lo cual en lugar de afianzar la inregración latinoamericana, no do nuevas formas de dominación y potenciando la geografía del despojo.
hace más que potenciar la competencia entre ellos, como países exporta- en mm contexto cada vez más marcado por la emergencia de conflictos
z
dores de commodiric». ambientales y «crritoriales
A esco hay
que sumar que, según diversos analistas, habríamos 1o- Sin embargo, la presión por expandir la froniera
cnergética desborda
cado el fín del llamado “supciciclo de los commodirics” (0. Canuto: claramente los países del sur y permite detectar el avance de una dinámica
2014), lo que algunos vinculan sobre todo con la desaceleración dl cre- terrivorial extractivista en el norte global, donde podía
pensarse que ésta
cimiento en China. En ese contexto, no sólo la mayoria de los gobiernos estaba en franco retroceso. El ejemplo elocuente esa
vertiginosa expansión
larinonmericanos no están bien preparados para la caída de los precios de la frontera petrolera y energética, mediente la explotación de gas y pe
de los productos básicos (como puede verse de manera catastrófica con tróleo no convencional, con la tan cuestionada merodología de la Sraccura
Vencuia), sino que ya se observarian consecuencias en la tendencia a hidráulica o fucking” Dfectivamente, la apuesta por el fracking implica la
la caída en el déficit comercial (J. Martínez Allicr, 2015). Dicho de ocre profundización de la matriz energérica actual, basada en los combustibles
modo, los países latinoamericanos exportan mucho a China, pero esto no fósiles y, en consecuencia, un fuerte retroceso en términos de
escenarios
alcanza para cubrir el costo de las imporraciones desde ese país. Todo ello alternativos o de transición hacia energías limpias y renovables. La vía del
conllevará no solo más endeudamiento, sino rambién una exacerbación facking fue decidida por Estados Unidos, en nombre del autoabasteci-
del extractisismo, exo es, una tendencia al aumento las exportaciones miento yde la soberanía hidrucarburifera. La historia de su desarrollo, a
de
de gs Notas
Ed
amimnales. terremotos, mayores emisiones
en la salud de personas y
pales7 loeegosndedel
e
de 2016, Fue desasojada la comunidad de Nantows. Morona Santiago.
de
En
metano. £ntrc 0X7oS. una profo-
agusto en
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un
E el cosarón del ls
del conllicio, que arrancó en 1 consenomiemo de parte
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sa y móvil cartografía global
como lo roeja la probibición en
Vernon y moratalu proa mina posea que esas imspunicion diecentes 1ocursos
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Los Ángeles. En Quebec (Canadá)
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británica hoy se desarrollan resistencias
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de
los Estados Iurinmamerioanos chaco
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región de Alberta.
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Suero de 1100 km que rransporta
En Europa el escenasio sambién es muy
movil. Francia y Bulgara probi- cc! bic por a
ys mamen las capacidados
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e
arcón condo
exención de zenteal México como mediana economíal y; e) el resto las voonommías lan
o
dial." (Oviedo, 2014, 17-185.
buscaba habifitarlo incluso en
acepcaran el fucking, al tiempo «ue Algo que ya hab» luca
que conllictivo + Rumania, donde
Áreas narurales protegidas, Oro escenario eo
periodo tienen que ver con e] hecho de que no existiría une ! poluricación
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de exploración
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e
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Lo se resperó la moratoria sobierno concedió permisos del colapso de los países socialistas.
parao
a Br end pl
y
gado
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norteamericana Chevron. En España puje
la <La percepión clúna deE América Lata bs a eric
dCi
plasmada
la
Lacina 20
colo
nio gobierno nsisccncias
frena el fucking por blanco sobre la
politica de China hacia Aniérica Lurina y Caribe”. este
emana, en 2014 se aprobó una moracoría que
Li da =
e
ari,
base de la complementariedad de sus economías. Mevisando, Clica luzo.
cho años.
El fractingcoastiruye una vuela de uerca del excracvismo que
viene
En puedo
pu e gus a
anales opa cubo dos e
inegcón comecid
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global. Mientras en ebsur se amplían
Lcd
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consecuencias nivel Jocal
sora y
el norte global omergen muevas
en
Juchas en torno a 10 como puuvecdos global de productos básicos y hasta obtucando posbxd las
ide
Lee resistencias sociales, dades de desenvolemueruo indusirial para y cis
nas
sctividados , Srampa y Slipak (2015)
de
as,
los país
se creía exclusivo
ps
mc
bienes naturales algo que hasta ayer
e
los ba
grafía de la exaracción” de 5. Susan (201 3
la
¿Arde quesevenonn deduce,
de geo-
esto llegue a significar un quiebre
periféricos, En suma, vin que Nortel
al
cm
la recoufiguración de las relaciones
ropa tl
acuslógica aurea inminencia del agoranierio de
A
los hidrocada
erafía neocolonial e implique
y
o
de
y
mos trermentas su permeabilidad. Véase Bertinar cea). (20181 Svampa y Viale 20143. y
las resistencias,