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MARISTELLA SVAMPA

DEL CAMBIO DE ÉPOCA


AL FIN DE CICLO

Gobiernos progresistas, extractivismo,


y movimientos sociales cn América Latina
Sraria Maseclla
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Para Culos |

A la memoria de Andrés
y Jovier Rodriguez Pardo

Visño de tapa. Edturdo Ruiz

Gimena cicin: julio de PIT

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Mac Scampo, MIT
dt ela prceme ecición Edhasa. 2017
Cárdoim 44 Boenos Kues
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Índice

Introducción. Fin de ciclo


E
Primera Parte
Progresismos, nuevo ciclo de acción colectiva
y expansión del extractivismo

Movimientos sociales, tradiciones políticas


y dimensiones de la acción en América Latina
Desarrollo y Consenso de los Commodities.
Coordenadas del debate latinoamericano
Conflictos socioambientales. Giro ecorercirorial
y alvernacivas en América Latina
Feminisnos populares, exuractivismos
..
y patriarcado bajo el Consenso de los Commodities... 107
Reconfiguraciones del clivaje Norte/Sur
Una mirada desde la geografía de la extracción 131

Segunda Parte
Progresismos y fin de ciclo

Fin de ciclo y progrcsismos realmente existentes 145


Post-progresiseno y horizontes cmanciparorios cn América Latina... 163
Introducción

Fin de ciclo

A partir del año 2000, América La ina ingresó un cambio de época, esto
es, un nuevo ciclo político y económico que fue conformando un nove
deso escenario uansicional, caracterizado por el protagonismo creciente
de los movimientos sociales, la crisis de los parndos políticos tradicionales
y de sus forenas de representa 1. en fin, por el cuestionamiento al neo-
liberalismo y la relegitimación de discuesos políticamente radicales. Este
sambin de época tomó un nuevo gito a partir de la emergencia dediferentes
gobiernos que, apoyándose cn políticas económicas het crodoxas, se pro-
pusieron articular las «demandas promovidas desde abajo, al tiempo que
valorizaron la conscrucción de un espacio regional latinoamericano. Freme
a tal escenario, no pocos autores alensaron grandes expectativas de cambio
y
escribieron con oprimismo acerca del “giro
quierda latinoamericana”, el “posneolibcralismo”,
a
la izquierda”, la “nueva iz

otros.entre

Para designar a estos nuevos gobiernos se


impuso como lugar común
la denominación genética de progresismo, la cual si bien tendría el detecto
de ser una categoría dernasiado amplia. permitiría abarcar una diversidad
de corrientes ideológicas y experiencias políticas gubernamentales, desde
aquellas de inspiración más insrirucionalista hasta las más radicales, vincu-
ladas a procesos constituyentes. Más aún, en una América Latina dierrnada
por décadas de neoliberalismo y ajustes fiscales, que alanosamente deseaba
construir puentes y espacios de integración, el progresismo fue emergiendo
como una suerte de lingua franca, más allá de la diversidad de experiencias
y horizontes de cambio. Dicho arco abarcaría entonces desde el Chile de
Patricia Lagos y Michelle Bachelet. el Brasil del PI con Lula

Da Silva y
MA

0 IDE CARO
1 EPOCA AL

Dilma Roussell, el Uruguay bajo el Frente Amplio, la Argendas de Néxor


y Cristina Kirchner, cl Ecuador de Rafael Corra, la Bolivia de Lvo Mora
les, la Venezuela de Chiáves-Maduro. hasta el
Esta apertura fuc expresada de modo paradigmático por los nuevos
gobiernos de Bolivia y Feuados, países cn los cuales la articulación entre
din mica políñica e
FIN DE CICLO

fallido gobierno de Fernando


Lugo en Paraguay y el del sandinista Daniel Ortega en Nicaragua,

intensidad de las movilizaciones sociales Fue ral. que


ésta se uradujo en nuevas Constituciones, con gran participación popular,
suyo corolario fue la ampliación de lus fronecras de derechos, Categorías
tales como “Estado Plurinacional”. “Autonomias Indigenas”, “Buen Vi-
vir", “Bienes Comunes” y “Derechos de: la Naturaleza”. pasaron a formar
Mamsrena

de
Svaspa
ala septimarización partir de la acenruación de las acti
de las economías, a
vidades económicas hacia actividades primario-cxrractvas o maquilas, con
escaso valor agregado. Lin todos
los
los países, también ¡ndependientemente
discursos políticos-ideológicos, lo que he llamado el Consenso de
dos Chmmmodities (Svampa, 2013), crajo como consecuencia la explosión de

conflictos socio-ambientales y
derechos humanos.
el inicio de un nuevo ciclo de violación de

Claro cstá, en los países con gobiernos progresistas, la política extrac-


va abrió una brecha inayos; tanto dentro de los movimientos sociales como
en el campo de la intelectualidad de izquierda. La dimensión de
de conflicto introducida por el ingreso a una nueva fase de acumulación
disputa y

del capital trazó así una primera línea de división interna e: insraló dilemas
parte de la gramática política latinoamericana, impulsadas por diferentes
movimientos sociales y organizaciones indígenas y alentadas por los go- y fracturas dentro del ancho campo del progresismo en torno a la discusión
biernos emergentes. Pose a ello. ya desde el inicio, no escapaba a pocos obre las estraegias de desarrollo y la relación socicdad-macuralcza; sobre
analistas la existencia de un campo de tensión en el cual coexistian matrices el vínculo entre izquierda lenguajes emancipacorios, prácticas product.
.
políticas y narrativas descolonizadoras diteremtes: por un lado, la populista vistas e imaginarios hegemónicos. Más simple, prima facie el carácter del
y desarrollista, marcada por una dimensión reguladora y centralista, que progresismo como nueva lingua franca scría cuestionado desde y por las
aposcaba al retorno y/o recreación de un Estado nacional; por erro lado, la corrientes indlinmistas y ecologistas de inquierda, generando con los años
indianista « incipientemente ecologista, que apostaba 2 la creación de un un conflicto cada vez más profundo cn el pensamiento crítico latinoame:
Estado Plurinacional y al reconocimiento de las auronomías indígenas, asi ricano.
como al respeto y cuidado del Ambiente. Con el correr de la década los Sin embargo, hasta bien avanzado el ciclo, la crítica al modelo cx
progresismos irían consolidándose, de la mano de una narrativa populista tractivo-exportador lo que se conceprualizaría huego como exeractivismol
desarrollista y de la personalización del poder, desplazando otras narrativas nevextraceivismo), pareció hacer poca mella en la popularidad de los go-
de corte descolonizador, fueran indíanistas, ecologistas y/o de izquierda. biernos progresistas, virtud de la asociación catre el boom de los com-
en
Asimismo, la hegemonía del progresisno populistadesarrollista es modirics, crecimiento económico, políticas de inclusión y ampliación del
cuvo ligada al nuevo boom de los commodities. Ciertamente, a parir de con umo. Salvo excepciones, durante más de una década dichos gobicenos
2003, 3 poco de iniciado el cambio de época, la geografía de la extracción vicron renovados sus mandatos presidenciales, a través de abrumadora»
en el sur global se dotó de nuevos registros, vinculados a los altos precios mayorías electorales, constituyéndose en partidos predominantes —como el
internacionales de los productos primarios (soja, metales y minerales, hu MAS en Bolivia, kirchnerismo
cl
en
Argentina, el chavismo en Venezuela,
drocarburos, entre ocros). En este período de rentabilidad extraordinaria, Alianza País en Ecuador—y en razón de ello, tendieron 2 monopolizar el es-
América Latina comenzó
vs. En todos
avivir un crecimiento económico sin proceden.
los paí <s, independientemente del signo político-ideológico
;
pacio del progresismo, identificado en esc primer periodo con la inquierda,
neutralizando otras opciones más radicales. En ese marco de hegemonía
de los gobiernos, el boom de los commodities y sus ventajas comparativas, progresista, los gobiernos fucron consolidando osquemas de resubalterni-
permirió la ampliación del gasto social —por la
vía de políticas sociales o zación hacia los movimientos y organizaciones sociales, a través de diver-
bonos- y una reducción importante de la pobreza respecto del período sos dispositivos, entre ellos, el de la esraralización. No por casualidad en
vcolibcral. En sodos los países, el proceso estuvo marcado por la rendoncia algunos países. como en Bolivia, el doble proceso Gnsrituciomaliza ¡ón y
16 -—————— DeL MBIO DF EPOCA AL. FIN DF CICLO Marista Svarpa 17

estaralización). suele leerse en rérminos de “expropiación”, parte del


por mas de los progtesismos ha sido la inevitable pero nunca querida roración
gobierno de Fvo Morales, de aquella energía so al colectiva acumulada, de liderazgos, frente la
imposibilidad constitucional de renovar indefini
cuya movilización y hucha hicicron posible ct cambio de epoca (la
guerra del damente los mandatos presidenciales. En electo, con los
años y a medida
Agua —2000-
y la
guerra del gas -2003-)
Conel correr de las años, los progresismos realmente existentes no sólo
en que los regímenes se
fueron consolidando, la
concentración y persona-
lización de pader político impidieron la emergencia y renovaci án de otros
serian cuestionados por las políticas neodesarrollistas de carácter extracti liderazgos dentro del campo progresista, al tiempo que alentaron formas
vista y por el avance de la criminalizac 'n de las luchas socioambientales, de disciplinamiento y de obsecuci quier posibilidad
sino también poz la disuciación creciente cnerc
las políticas públicas, visibles en diferentes
lanarrativa de izquierda y de pluralismo político en los diferentes oficialismos, lo cual incluye desde
campos (la ausencia de urans- organizaciones y movimientos sociales —que otrora tenían agenda propia
formación en la matriz productiva, la persistencia de las desigualdades. los y se caracterizaban por su accionar contestatario— hasta intelecruales, aca-
límites, respecto de los objerivos de la integración latinoamericana, entre lémicos y periodistas —otrora defensores del derecho a la disidencia y del
otros tópicos). Como dijera en una aporrunidad el sindicalista argentino pensamiento crítico
Julio Fuentes? “enare el relaco y la realidad hubo mucha diferencia: 40. El asunto no es menor y nos confronta a un tema recurrenee en la
dos queríamos vivir en el país del otro, porque lo que estábamos viendo eva el historía política latinoamericana que golpes de lleno el fin del cido pro-
relaro”.
resista; a sabes, el hipedliderazgo y, a travésde ello, la tendencia de los
Jodos queriamos vivir en el país del otro”... El tono cuasi humorístico gobomnantes a perpetuarse en el poder o. por lo menos, a buscar perma-
de la frase no puede ocultar la incomodidad que los progresismos realmen- necer longevamente en el. Ásí, es sabido que en los úlrimos años el debare
1s existentes generaron al interior del campo de las izquierdas. instalando sobre las “re-reclecciones” ha sido motivo de polarización social. En 2013
brechas profundas y ásperos debaces acerca de la significación de lo
que se la presidenta
argentina Cristina Fernández de Kirchner, que vraositaba su
entiende
por izquierda. Nu por casualidad, con el
paso de los años, hacia
final del ciclo, cl evidente desacoplamiento enure progresismos
e
izquierdas
segundo mandaro, tanceó a uravés de sus voceros más Icales la posibilidad
de una reforma constitucional, pero se encontró con que la sociedad ponía
habilitaríala reincroducción decaregorías recurrentes como las de Papudlis-
mo y Diansformismo, las cuales irían permeando una parte importante de
un límite
a sus aspiraciones, primero en la calle y luego en las urnas. Evo
Morales sufrió en carac propia la derrora y el golpedel “no” que la socie-
los análisis críricos contemporáncos. dad boliviana le propinó a sus aspiraciones re-reeleccionistas, a través del
Promediando la segunda década del nuevo siglo, el escenario político referéndum de Rbrerode lo
2016, cual le impide legalmente presentarse
larinoamericano ha ido cambiando. La región com za y vivir un período para un cuarto uandaro comecutivo, a parúr de 2019. Dese a ello, Morales
de alternancia politico-electoral, que va marcando con un filo dramático el o se resigna a no ser candidaro presidencial por cuarta vez consecutiva, y
fin de ciclo el progresivo giro hacia gobiernos de carácter abiertamente con-
y zodo indica
que buscará —mediante divenos arelugios- transgredir el mar-
servador. A excepción de los casos uruguayos
y
chilenos, muy probablemente co constitucional vigente.* Desde Ecuador, luego de un 2015 acravesado
debido 2 5us contornos más insricucionalistas, en otros países. la sola posibiti- por diferentes confliczos que enfrentaron al partido gobernante tanto con
dad del fin de ciclo y la alternancia clecroral se vive con hondo dramarismo: la clásica derecha como con organizaciones de izquierda, Rafael Correa
sucedió en la Argentina, cuando el kirchnerismo fue desplazado de modo Jogró que sc votara una cnmicnda constitucional que habilita la reclección
inesperado por la vía electoral, cn 201 5; sucede acuualments con el gobierno indefinida, pero que no puede aplicarse en las elecciones presidenciales de
de Nicolás Maduro en la Venezuela que perdió la mayoría parlamentaria. 2017.?En 2009, en lo que fuera su segundo intento, el venezolano | jugo
Pest al innegable frente de tormenta y de los efectivos cuestionamien- Cháves logró hacer aprobar vía reteréndum la reelección indefinida para
dos provenientes por derecha y por izquierda, uno de
los grandes proble: codoslos cargos. mientras que en 2013, en Nicaragua, un Daniel Ortega
18
DEL
cada vez más lejos de

que legalizaban la misma,


CAMBIO OA.

los ecos combativos dela


ÉPOCA ALAN

Por otro lado, en el marco del boom de los commodities. los progre-
sismos han venido mostrando también una fueras cendencia al desdibuja-
miento de la frontera encre lo público y lo privado, al abuso de poder y los
hechos de corrupción; lo cual los lu ido despojando de su aura redentora.
relativizando aquella narrativa inicial sobre la relación entre transparen-
cia, justicia social e inclusión. No obstante, mal haríamos en reducir los
DE

zevolución sandinista y cada


vez enás carca de la cradicional figura de una dictadura
que la Asamblea legislativa vorara a favor de las reformas
GIO

familiar obtuvo
constitucionales
MaRIsUEnLa Svamea

Cs
antisistermas de la población más vulnerada se articulan con los discursos
más racistas y proteccionistas, impactarán de modo negativo en la región
latinoamericana, en un contexto global de mayor desigualdad.
Así mismo. desde el punto de vista político,
mos gubernamentales asestó un golpe duro al
la crisis de los progresis-
conjunto de las izquierdas
Pues más allá de los debates acerca de qué se entiende por izquierda, el
«aso es que en el juego de las oposiciones binarias, gran parte de los go
biernos progresistas lograron monopolizar el espacio de la centroizquier-
dalizquierda. según los casos, neucralizando otras narrativas de cambio
y obruranda la posibilidad de la emergencia de posiciones políticas más
propresismos realmente existentes a una pura macriz de corrupción, como radicales. con lo cual su crisis y debilitamiento impacta en gran parte del
quieren hacer de modo interesado muchos desus detractores, desde pos espacio.
ciones de derecha Por último, cabe rambión relarivizar el hecho, pues ún si cl fin de
Ahora bien, el caso es que co la actualidad los progresismos realmente ciclo del leerse antes que nada como un agotamiento de los progresisiuos
existentes entraron en una fase de agotamiento yde crisis, lo cual os ilustra- realmente existentes,la emergencia de una nueva derecha es todavía la ex-
do por el giso conservador que adoptaron dos de los países más importan- cepción, la
no regla. Además, tantoeo Argentina como en Brasl, se trata
tes de la región. Argentina y Brasil. Cabe aclarar que esre agotamiento no de gobiernos todavía no consolidados, pues estos advienen en un marco
se debe sóloa factores externos (el fin del supercicio de los cominodiries y de profundización de la crisis económica y de la prores social. Se trataría,
el deterioro de los indices económicos), sino también a Eactores internos (el

aumento de la polarización ideológica, la concenuración de poder políico,


a
en principio, de gobiernos debiles, obligados la negociación permanente.
Lodavía no se perciben los comornos de un (nuevo) esquema de estabili.
el incremento de la corrupción). Anc
elo, si bien el giro conservador está dad política, que necesariamente debe estar orientado a generar un modelo
vinculado, en gran parte, a las limicaciones, mutaciones y desmesuras de
los gobiernos progresistas, a esto hay que añadir que pese a la sobreutiliza-
de resubalternización con el fin de contener tanto
a las clases medias (qu
suften la reducción del consumo) como a los sectores populares (golpeados
ción de la hipótesis comspitativa, no todo es ilusión: en América Latina Jos
por cl empobrecimiento yla araonaza de la exclusión a gran escala). Por
procesos de polarización po ¡ca hahilitaron la vía más espuria del golpe añadidura, existen claras diferencias enuce los dos gobiernos citados, pues
parlamentario, posibilitando la expulsión de Zelaya, en londuras (2009). mientras el de Michel lemor es, además de impopulas, un gobierno ilegóti-
la destitución de Furnando Lugo, en Paraguay (2012) y, las más resonan- zos el de Mauricio Macri es un gobierno que cuenta con una legitimidad
te de todas, el escandaloso impeachmene a la presidenta del Brasil, Dilma de origen, basada en el voto popular. Sin embargo, hay un innegable aire
Roussetf (2016), acelerando de ese modo el rerorno a un escenario ahierta- de familia entre los dos: sin que signifique volver de mado lineal neoli
al

mente conservador en estos países. beralismo, ambos recrean y alientan núcleos básicos del mismo, a través,
Por otro lado, el fin de ciclo y el eventual giro político se inserta en un entre otras cosas, de políticas de ajusee que favorecen abiertamente u los
escenario mundial muy perturbador, marcado por elavance de las derechas sectores económicos más concentrados, así como el endurecimiento del
más xenofóbicas y nacionalistas en Europa, así como por el inesperado contexto represivo.
triunfo del magnate Donald 'Irump en Estados Unidos. Todo ello augura En suma, el agotamiento del ciclo progresista es ya evidente, al me-
importantes cambios geopolíticos que además de producir un empeora- anos en su carácter de lingua franca, de lenguaje político común, aceptado
miento del clima ideológico a nivel internacional, en el cual las demandas y compartido hasta hace poco tiempo por amplias capas de las sociedades
20 Des CAMBIO DE EPOCA AL FIN DE CICLO

Larinoamericanas, más allá de la disociación cvidente entre progresismos


e izquierdas, más allá de incomodidad existente entro diferentes activis-
Marista Svamra
ACA
general de desarrollo. Aquí también se introducen los imaginarios domi
nantes sobre el desarrollo y presenta una suerte de periodización o fases del
Consenso de los commodities.
tas, movimientos sociales e intelecruales en sus propios países, o de los
deseos de muchos de
estar en el país del aro... Por otra lado, todo pa- Hl tercer
punto aborda la expansión de la conflici lad socioambien-
rece indicar que estamos asistiendo al inicio de una nueva época a nivel tal en la región, las características del giro ccoserritorial de las resistencias.
y
regional, cuyo carácter más expoliarorio en términos de derechos, augura En esta línea indaga sobre el y
lenguaje político el horizonte de cambio que
más incertidumbre y menos pluralidad, eu un contexto global ya mar las nuevas luchas ecotorritoriales proponen (los marcos de acción colecti-
cado por importantes cambios geopolíticos y crecientes desigualdades. va), al tiempo que busca poner de manifiesto los límires y dificultades que
éstas atraviesan, para finalizar con una presentación de
la transición y las alternarivas al extracrivismo
la
discusión sobre

El recorrido de este libro Un cuarto punto aborda los feminismos populares o feminismos del
sur, ca donde se indaga sobre varias cuestiones, entre ellas en el
avance en
Este libro propone presentar un análisis de los progresismos realmente
se las políticas públicas orientadas a las mujeres en la región, en los caracte.
existentes desde una perspectiva que indaga el modelo de acumulación y rísticas que asume el proceso de feminización de las luchas sociales y en la
losestilos de desarrollo. así como las tradiciones ideológicas y la dinámica relación tan mentada entre luchas ambientales y protagonismo femenino
de diferentes movimientos sociales. Pmpongo, para ello, un recorrido en (en clave de ecoferminismos). El texto propone también revisar los oscuros
tres partes. vínculos entre extractivismos, parriarcado y cadenas de violencia,
En primera parte, citulada “Progresismos. nuevo ciclo de acción
la
colectiva y expansión del excractivismo” se privilegian conflictos, tensio:
Vsta primera parte se cierra con un texto consagrado al modo
cómo los
en
procesos de reconfiguración geopolítica, la emergencia de nue-
nes y rupturas que ponen en evidencia el lado más oscuro de los progre- vas porencias globales y la expansión de la fromera tecnológica han pro-
sismos, ligados a la expansión de modelos extractivos en dicho contex- ducido la reconfiguración del clivaje Norte-Sur. Para dar cuenta de ello,
so, el inicio de un proceso de estigmatización y represión de las protesras reromo una mirada desde la geografía de la extracción, con el objetivo
socioambientales. El recorrido se despliega en tros partes. Así, el libro se
abre con un texto sobre “Movimientos sociales, tradiciones políticas y
de subrayar la persistencia de la situación de dependencia de los países
de América Lasina, en tanto Sur global, sobre todo a partir del ingreso
dimensión de la acción eu América Laring”, cn el cual se presentan líneas
gencralos de interpreración sobre los movitnientos sociales en la región y
de China como gran potcacia global emergente. Al mismo tiempo,
hora de analizar la expansión de la geografía de la extracción, inceresa
ala

las tradiciones políticas, que nos servirán de guía a la hora de leer el ciclo rescarar macices, que podrían abonar una lectura más Hoxible acerca de
progresista. la división Norre-Sur.
En el texto siguiente, titulado “Desarrollo y Consenso de los Com
modities. Coordenadas del debate larinoamericano” presenta una caracte ta
La segunda parte del libro titulada “Progresismos
solo con dos
y Án de ciclo” cuen-

textos, que de modo más específico se proponen realizar


rización general del ciclo político (2000-2016), bajo la caregoría Consenso un balanee de los límites, mutaciones y dificultades de los progresismos
de los Commodities, la cual no es solo económica sino también de carácter realmente existentes, y el escenario posprogresista que se abre. Así, en el
político e ideológico. Desde mi perspectiva, la aceptación tácita o expli- primer texto se busca sistemarizar las críticas que indagan sobre las limita-
cisa— de dicho Consenso, puso de manifiesto una de las limicaciones p ¡ones del ciclo progresista, que incluyen tres tópicos: la crítica cco-territo-
meras de los progresismos, señaladas por los propios movimientos sociales. ríal, la socioeconómica, la polírico:institucional. El segundo texto de esta
vinculadas a la aceptación del modelo extractivo-expurtador como parrón segunda parte, escrito en colaboración con Massimo Modonesi, colega e
22 - Dil CAMIMIO DE FOCA AY. FIN DE CILLO Mausttaza Samira 2
invesrigadoro ftalo-mexicano, sc propone pensar las líneas de acumulación mientos de desocupados y; a partir de 2006, con asambleas socioambienta
de luchas sociales en el horizonte del posprogresismo. les y experiencias de pueblos originarios), fue exendiéndose, al compás del
La tercera parte del libro se ocupa exclusivamente de la Argentina y ciclo progresista, a otras latirudes geográficas, que incluyen muy especial»
propone setlexionar sobre los dos extremos del ciclo: los ecos de la rebelión mente dos países amblemáricos del período, tales como Bolivia y Ecuador
de 2001 y el kirchnerismo como fenómeno político. Fa món de ello,
los En dicho recorrido tuve el privilegio de establecer un diálogo e intercam-
dos primeros textos indagan sobre la apertura de un nuevo ciclo político, bio con numerosos colegas provenientes de la inuuierda lasinaamericana y
marcado por la expansión de repertorios de acc y formas de acción co-
12
«uropea, sclectuales y/o activistas, muchos de los cuales manifestaron su
lectiva ligadas a la ocupación del espacio público y al cuestionamiento de
la representación política tradicional. En csa línca, mientras que el primer
apoyo
y acompañamiento inicial a las diferentes experiencias del campo
progresista, pero luego fueran tomando distancia crítica de estos procesos,
trabajo propone volver sobre las diferentes interpreraciones que produjeron Ciertamente, hay que tomar en cuenta que cl Consenso de los Com-
Tas jornadas del 19820 de diciembre de 2001, tan cargadas de producóvidad modisies abrió vu brecha, una herida profunda, en el pensamiento crítico
| segundo aborda las características
especificas que adquieren los latinoamericano, el cual durante los años 90 mostraba rasgos mucho más
lenguajes movilizacionales en la Argentina contemporánca, a partir de 2001. aglutinanees, frente al carácter monopólico del neoliberalismo como usina
Esta última parte se cierca con un largo texto sobre el ciclo kirchne-
vista, el cual es realizadoen cuarro movimientos diferentes. Ln un pri-
ideológica. Conuariamente
a ello, el ciclo progresista fue reflejando cen
dencias contrastantes, entre las cualos es necesario distinguir cue aque-
mer movimiento. se propone pensar los cambios de la estructura social llos posicionamientos que proponen un capitalismo "sensato y razonable”,
argentina entre 2003 y 2015; un segundo movimiento aborda las grandes
transformaciones rurales, a partir de la expansión y consolidación de un
capaz de aunar extractivismo depredador, progresismo e inclusión social,
aquellos orros posicionamientos críticos que mayorirariamente desde la
nuevo modelo agrario (agronegocios, particularmente soja transgénica), izquierda cuestionamos el extractivismo
y los límites sociales e invátucio-
hecho que irajo como correlato la emergs acia de nuevos sujetos rurales nales de los progresismos realmente exisientes, posuulando la necesidad de
globalizados, aunque no destigados de vieja oligarquía agraria. Un tercer
la pensar un paradigma político y civilizatorio alternativo,
movimiento se refiere a las protestas sociales
y la emergencia dle nuevos
movimientos sociales, producidas tanto desde centro como desde la pe-
el de la
lin esta última línca, que muchas veces signilicó opcar por la senda
incomodidad —incluso, la marginalidad política—, quisicra agradecer
síforia del puder. Un cuarto movimiento ofrece una lectura de las transfor- tanto a los/as amigolas del Grupo Permanente de Alrernativas al Desarrollo,
maciones sociales producidas bajo el gobierno kirchnerista en perspectiva ercado en Quito, en 2070. como a mis colegas de Plarafirma, el colectivo
«comparativa, con otros períodos (el mencmismo), al tiempo que propone de intelectuales que formamos en la Argentina en 2082. En la cercanía e
una breve desceipción del escenario político actual y las luchas sociales e intercambios con tudo/as ello/as, a uravés de foros, encuentros, charlas y
la Argentina poskirchnerista. Por último. el postfacio se
propone volver y recorridos por diferentes experiencias sociales, aprendí a valorar la impor
problematizar la relación entre progresismos e izquierdas, al siempo que tancia de la consrrucción colectiva de pensamiento crítico. la relevancia
inserta esta reflexión en cl nuevo contexto geopolítico. insoslayable de la intervención pública y el acompa jarmiento de las lochas
con acciones y prácticas de solida: dad, ea fin, asopevar sin condescenden-
Antes de iniciar este periplo, quisiera hacer una aclaración, que alude 4. cias la potencia regeneradora de orros sabores, no producidos exclusiva
la perspectiva tuórica y política que propongo, la
cual reivindica no sólo mente en la academia.
el pensamiento crítico sino también el compromiso con las luchas soc Por último, no sabemos hasta dónde el giro conservador que hoy
les de carácter democrático y contrahegemónico en América Latina. Este se opera en América Latina permitirá abrir una nueva conversación con
compromiso que inicialmente tuvo uo anclaje nacional (vínculo con movi aquellos oros colegas
y activistas que hasta hace poco promovicron acti-
24 Des CAMBIO DE ÉPOCA AL EIN DE

vamente a los progresismos realmente existentes, afirmando que ésta cra


C

Parte
“la única izquierda posible”. acaso este diálogo fuera posible, la tarea

que nos aguarda es sumamente compleja y dificil, pues se trata de pensar


colectivamente una izquierda posprogresista, que conjugue a vez justicia la
social y antipurriarcal. con justicia ecológica. Sin la intersección de esos tres
ejes en un único horizonte, creo humilde y
sinceramente que hay esc
Primera
posibilidades de reformular las izquierdas,
democrático, plural y emancipatonio.
tn
sentido verdaderamente

Progresismos, nuevo ciclo de acción colectiva


Maristclla Svampa, Buenos Aires, 10 de enero de 2017, y expansión del cxtractivismo

Notas

Rieromamos la expresión utilizada cu un libro publicado


en
2008, M. Srampa,
'

Cambio de épocá, Movimiensas vocales y Pader


políic,
Buenos Aires, Clacso XXI Sigo
“Un concepto cuya significación es bascaner amplia, y abarca el espacio cemro- de
inquierda e izquierdas co radiales. Originariaorente a semi la
Revolución francesa hace +

toféxcenda a aquell corrientes idoníógicas que abogabas por las Hibercados individuales y
el caembio sonia (el “progreso” leido como hocizome de cambio)
“Sabre los progresismos laciuvarucricanos, Julio Fuentes, presidente de Cuufedera la
«ión Tarinoamericana y del Caribe de Trabajadores del Fsrado ¿CLATE) y
Sec. Ciral. Ade

junto de ¡VE nacional (Argentins).


es Expresión
pr deslízada cu
el panel organizado
por Claw
org E

hr!
panel

dio Lozano, sobre “Balance de los progresismos en América Larios”, 264/2016.


vewscanidacipopularcaba arfindes php/articalo/notas/3274-wano-puuso-en-marcha
rg
eleciclo-de-debare (consultado el 28/12/2016)
*En diciembre de 2016, Lsvo Morales anunció
que volvería a presentarse como can
didato
apresidemee en 2019, para cual se evaluaban distintas alcernarivas, entre ellas la
lo

renuncia ancicipada, a fin de habilitar 1m muevo mandato.


a

“so impidió que Correa pudiera velvera presentarse calas eecrionesde 2017. por la
ul se designó como candidato de Aliama País 2 Lenín Moreno, entres vicepresidente,

y
“Ortega está en el poder desdo 2006 fue reelegido por cuarta vez en 2016, Hacien:
usa del control que ejerce sobre cl poder judicial, desplazó de las dipucaciones prin
dde

al
«ipal partido oposicor, que no pudo presentarse las elecciones de 2046. Quien acomparió
en la fórmula, como vicepresidente, lue su esposa, Rosario Musillo, quien desde haceaños
«s una figura fuerte del gobierno.
Movimientos sociales, tradiciones políticas
y dimensiones de
la acción en América Larina

Lin las últimas décadas los parcidos políticos perdieron el monopolio


de la representación política. En contrapartida, los movimientos sacia-
los se mulriplicaron y ampliaron enormemente su plataforma discursiva
y representativa en 1clación con
la sociedad: movimientos territoriales

urbanos, movimientos socio-umbienales, movimientos indígenas, can


pesinos, movimientos y colectivos LGTB (lesbianas, gays, travestis, tran-
sexuales y bisexuales), feminismos populares y ecofeminismos, en fin,
nuevas experiencias sindicales, educativas y enlrorales, ilustran la pre-
sencia de un conjunto de reivindicaciones diferentes, de una pluralidad
de experiencias en términos de auto-organización y autogestión de dife-
rentes sectores sociales, que resulta impo ¡ble denegar o minimizar en la
actual cartografía social.
Heterogéneos en sus demandas, los movimientos sociales presentan
estilos de construcción propios y, de modo general, lógicas de acumulación
política diferentes a la de otros campos organizacionales, muy especial-
mente, respecto del campo politico-partidarío. Lejos de ser una cucsrión
«oyumtural, enta brecha político organizacional aparese ligada, entre orras
a
cosas, la larga crisis
rep csentación política que caracterizó en los años
de

90 a la región latinoamericana, momento en cual se mulúplicaron fos


el

movimientos sociales y se generalizó su presencia en el espacio público, a


través de la acción directa. Como conscenencia de ello, las relaciones del
E de
con los movimientos sociales fueron trausitando vías múlriples y
muchas veces simultáneas, que van desde el sonfiieco, la negociación, la
incorporación, la cooptación, hasta la criminalización, judiciafización y
1epresión de sus acciones
28 —— — Da MIO DE EPOCA
AL HN DE CICLO MarisrrLLa Svamba — _———— 29
En este primer texro presentaré un análisis de la gramática actual de sambién la burguesía ylas clases medias, han ido consideradas como acto-

a
las Juchas sociales en América Lacina través de
a tres rasgos mayores, estro- rus incompletos, “sólo a medias”, frente las condiciones estructurales de
chamenue vinculados. Un primer lugar,
propongo el retorno de la noción las sociedades periféricas y la realidad de la dependencia.
de “Movimientos Sociales”, en un sentido fuerte,
locgo de su cuesriona-
miento y eclipse durante la década de los 90, y su preventivo reemplazo
Por ello mismo, la acción colectiva estuvo atravesada desde el inicio
por una multiplicidad de dimensiones y llamados, en nombre de la cla
por la más aséptica nación de “protesta”. En segundo lugar, señalo como se, la nación y cl antiimperialismo,! sin que ninguno de llos lograra un
destacable, al inserior de un espacio cada vez más lucterogéneo de
movi primado csttuccucal sobre los orros, Tocaría al populismo dar expresión
mientos sociales,la existencia de una pluralidad de narrativas o
inatrices política a esta abigarrada realidad popular, a iruvés de la noción unificadora
socio-políticas, desde la indígena-campesina, la populista, la izquierda de pueblo; concepto que designaba tano un sujeto colectivo imaginario
«asista, hasta la autonómica, cuya relevancia, a la hora de hacer homogéneo, como un sector social real hercrogénco, que apuntaba a ab-
una
lectura comprensiva del periodo analizamos libro (2000- sorber otras categorías sociales, entre ellas, incorporando el indígena como
que en este
2016), no puede ser soslayada. Asimismo, esta pluralidad de nartarivas “campesino”.
del campo tnilitante puede desplegarse de diferentes
formas, tano bajo Fue hacia los ños 80 cuando en
de
gran parte América Latina se llevó
la coexistencia, la cooperación,
como
tercer y úliimo lugar, avanzo desde un
la competencia y el conflicro. En a cabo el pasaje de la movilización del “pueblo” a los “zwevos movimientos
punto de vista analítico sobre una sociales”, visible en un conjunto de acciones colectivas, marcadas por su
sciie de dimensiones históricamente conscitutivas de Ja acción colectiva carácter local y puntual. En el espacio urbano, la época estaría recoricta
en América Latina, entre las que se destacan la dimensión cerrirorial, la
dimensión plebeya y la forma asamblea
porla emergencia de nuevas luchas, ligadas a las condiciones de vida y, por
ende. al reclamo de la tierra y la vivienda y de los servicios públicos. En
este sencido, los llamados “movimientos sociales urbanos" ponían de mani
esto los límites de integración del proyecto de modernización populista,
1. De la protesta a los movimientos sociales visibles en la marginalidad de amplios sectores populares. Asimismo, cl
fenómeno ilustraba cl nacimiento de una nueva marriz de acción territo-
En América Latina, las sucesivas crisis de paradigmas advierten la hora
se a rial. con componentes altamente pragmáricos y una fuerte orientación de
de dar cuenta del cambio de las unidades de análi han los demandas hacia el iscado. En consecuencia, el proceso de heterogeneidad
que regido
estudios sobre la acción colecti Así, entre los años 60 y 80, la unidad
va.
delas luchas sería leído en términos de creciente disociación entre social
lo

de análi is por excelencia luc “movimiento obrera”,


latitude el seferente empírico del movismiento social
pese a que eu nuesuas lo político (L. Jelin,
Calderón, entre otros). A esto hay que agregar, por
E

plamente hablando la
histórico no fue pro-
clase obrera, sino más bien “las clases
último, que el uso latinoamericano de la categoría “asevos movimientos so-
ciales” wsulraba por demás engañoso, pues varios de los sujetos analizados
populares”.
declinada en plural, y en un sentido amplio. (como aquellos indígenas-campesinos), poco tenían de “nuevo”,
En efecto, históricamente lo popular ha designado un Hacia los años 90, el pasaje a nn nuevo tipo societal, marcado
conglomerado por la
que reúne mundos heterogéneos, entre los
que 5e cuentan indígenas, cam- asociación entre globalización y neoliberalismo, tuvo una repercusión im
pesinos, trabajadores informales, marginales, desocupados
Urbana, Tal es así y
clase ubsera portante en el plano de la
acción colectiva, algo que se expresó en la es asa
que, por lo general, la sociulegía latinoamericana ha eficacia de los repertorios tradicionales (marchas, movilizaciones, huelgas)
tenido dificultades para
pensar la variopinta cartografía social desde la idea y. posteriormente, en la explosión/generalización de nuevas formas de
de actores sociales plenos (asociada al “grado de clasicidad”;
esto es. a la acción. En efecto, en términos de acción colectiva, una de las primeras
posibilidad de acción antánoma,
o de clase). No sólo la clase obrera, sino consecuencias fue la proliferación de repertorios de acción ligados de ma-
30 ———— DEL cambio DE ÉPOCA AL FIN DE CIO: MamsteLia Samara 31

nera privilegiada a la acción directa (saquews, estallidos sociales, pucbladas,


cortes a bloqueos de ruta, escraches, emuro otros). Así, el caso es que, en
De modo que, a fines de los 90, gran parte de las invescigaciones
realizadas en paísesde la región, adoptaron el concepto de protesta, en
conuaste con el proceso de concentración creciente de las decisiones en detrimento de la noción de movimientos sociales, a fin de subrayar la
las élites de poder internacionalizado, los sistemas de acción colectiva par proliferación de repertorios de acción no convencionales, con un fuerte
saron por un momento de inflexión —de crisis y debilitamiento—, visible
en la fragmentación de las luchas, la focalización en demandas puntma-
poder disruptivo, que combinaban diferentes formas de acción directa,
soñalaban como interlocutores privilegiados los diversos niveles del Estado
y
les, la presión local o la acción espontánca y semiorganizada (Calderón y (Nacional, provincial, local). Dichos enfoques se distanciaban de aque-
Dos Santos, 1995). Esto escenario de crisis y estancamiento de los nuevos llos estrucruralisras, en la medida en que rechazaban la conexión mecánica
movimientos sociales produjo, como bien señala M. da Gloria Gob una entre cambios estructurales y conflicto colectivo; o para decirlo de otra
“orfandad teórica”, en la medida en que los análisis estaban presos de las manera, cuescionaban la extendida idea de que había accores estructural u
referencias europeas (1997: 218). ontológicamente orientados hacía el conflicto o a la proresta. y apelaban a
Ciertamente. como en orras lar des, estos cambios vertiginosos conceptos de alcance inermedio, básicamente el de reperiorios de acción
pusieron en icla de juicio los enfoques analiticos que hasta exe momento colectiva y posteriormente «l de estructura de oportunidades políticas y
venían aplicándose 2 la lecuura de las acciones colectivas. asociados al marcos de la acción, propuestos por el modelo político de Tilly y Tarrow
paradigma de la identidad, y fueron abriendo progresivamente la puerta Sin embargo,al alba del siglo XXI, asistimos a una nueva inflexión,
2 otro tipo de perspectivas, vinculadas al modelo político y la teoría de vinculada a la aperrura de un muevo ciclo de acción colectiva, visible en
In interacción estratégica. Así, mientras
que, en ciertos casos, el contexto la desnaturalización de la relación entre globalización y neoliberalismo;

y
de descomposición reconfiguración de la sociedad, llevó a que algunos lo que hemos denominado cambio de época (2008). lista inflexión, que
autores señalaran a los movimientos sociales como los grandes perdedo- impulsó un cambio en el escenario político laciuosmericano, rehabilivó
ses, subrayando "la incapacidad de los mismos de devenir actores” (S. nuevamente eluso del concepto de movimiento sociah, en un sentido alta-
Zermeño y A. Touraine), en otros análisis, el carácter fragmentario de la mente ejemplificador, o para decirlo de orro modo, en un sentido “ferte”
acción colectiva, su diversificación crecientes más aun, la desarticulación Recordemos que, aunque el ciclo ani-ncoliberal se abrió en 1994 con la
de idencidades colectivas estables, fue habilitando el uso de la categoría irrupción del neozapatismo. en Chiapas, suele señalarse el inicio de un
“protesta social”, que prontamente desbordó el campo académico, para nuevo ciclo de acción colecriva, esto es, una aso que señala una progresiva
pasar a conscicuir una suerte de lugar común, a la vez periodístico y po- acumulación de las luchas contra las reformas neoliberales, con la Guerra
Ático.
En consecuencia, cu los últimos 25 años, en América Larina la teo-
del Agua, en Cochabamba, en el año 2000, seguido éste por otros o-
vía de la acción colectiva pasó de la intluencia del paradigma
mentos de inflexión, tanto en Argentina, en diciembre de 2001 y durante
europeo de 2002. Ecuador, en 2005, Bolivia en 2003 y nuevamente en 2006, entre
la identidad, con autores como A. Touraine, M. Castells y A. Melucci,
oros,
quienes sostuvieron la noción de movimientos sociales y un análisis en El caso es que las formas de participación de lo popular volvieron a
términos de diferentes niveles de acción, a la expansión, a partir de me desbordar los contenidos establecidos por una conecpción decisionista y
diados de los años 90, de una serie de conceptos
y herramientas analíticas representadiva de la democracia, en favor de orros focos de producción de
provenientes de lo que genéricamente se ha denominado como teoría de
la interacción estrarégica, modelo político o paradigma multidimensional,
la política, cuya clave de construcción serían la democracia deliberariva

y directa, así como una perspectiva rerricorial, plebeya y antielirista, Ello


«orriente en la cual se destacan los aportes de Ch. Tilly S, Tarrow, Me reinstaló la cuestión del retorno de la política a las esles colocando en el
Adam, M. Zald, encre oros senaro la
(rejapropiación del espacio público como lugar privilegiado del

32 Dis. CAMBIO DL: ÉPOCA AL HAN DL Lo Maris ELLA Saa _—_—JJz————Á
antagonismo político y del reclamo en términos de derechos, al tiempo nociones proveniemes del paradigma de la identidad y algunos elementos
que fue consolidando el avance de las luchas indígenas y la emergencia de extraídos del modelo político.
nuevos erbos militantes, esto es, un conjunto de orientaciones políticas e Llegados a estepunto, se hace necesario realizar una distinción en
ideológicas que se expresan a través de diferentes modelos de militancia, el uso de la noción misma de movimiento social. Por un lado, propongo
tales como el militante cerrirorial, el activisca culrural y, de manera más hablar de movimientos sociales en sencido fuerte lectura que ha prevalecido
el activista ambicneal en América Latina), para referirme a un tipo de actor o movimiento so

_—_—
recionee,
Uno
de los problemas que suele señalarse es que, más allá de la plura- cial que tiende a cuestionar la
lógica de dominacións en última mstancta.
lidad de experiencias de auto-organización y autogestión, los movimientos se trataría un actor o conjunto de actores, proclives a un tipo de acción
sociales tienen una gran dificultad para pasar de una acción de carácter
defensivo o de corte defensivo y destituyente, a un tipo de acción inscitu-
ronuente
a la instirucionalización. Esta definición teórica implica la posi-
bilidad de pensar a los movimientos sociales como suictos potencialmen-
ylo
yenste institucional, que plantes la dispe de poder en el imrerior del
+4
«< antagónicos en el marco de un sistema de dominación. Por orro lado,
Estado. En contraste con ello, también se subraya la tendencia a la subor-
propongo hablar de movimientos sociales en senzido débil para aludir a un
dinaciónfinstrumentación, en el límite, a la estaralización, como uno de úipo de acción colectiva de parte de aquellos actores que no tienen poder y
los grandes riesgos que aftontan losmovimientos sociales que suman a se
que buscan invencionalmente modificar algún elemento del sistema social
k construcción de poder desde Estado, el en alianza con los gobiernos. Sin establecido, a través de una acción contenciosa, con una cierta continuidad
embargo, ésta es una falsa oposición. Lejos de rada linealidad o visión idea-
lizada, es necesario reconocer que los movimientos sociales no son actores
omgarizativa (Svampa. 2005 y
2008). En fin, más allá del senrido débil o
fuerte, sigue siendo válida la definición aportada por Alberto Melucci, que
puros. Estos siempre han combinado dimensiones destimyentes con otras designa como movimiento social “aquella acción colectiva que rompe con
dimensiones más insciruyentes: respuestas defensivas con la creación de
novedosos “campos de experimentación” (de Sousa Santos), en los cuáles
dos límites de comparidilidad del sistema
y obliga a una reorganización del
poder”, en la medida en que subraya el carácter dismprivo e intorpelante
se tejen y destejen nuevas alternarivas socierales. Momentos en los cuales de los movimientos sociales en las sociedades consemporáneas. al iempo
los movimientos sociales reflejan tendencias corporativas y particularistas que instala como fandamental la relación de asimerría
otros, sobre todo, en procesos de movilización ascendente, en
los cuales Aunque ha sido muchas veces subrayado, no está demás recordar que
éstos desarcollan la capacidad de arricular demandas más generales, impul- en América Laóna la apertura del ciclo de luchas en contra de la globa-
sando mareos comunes de la acción colectiva que son capaces de interpelar lización neoliberal no provino de las fuerzas de la politica institucional
el conjunto de la sociedad, o generando un cruce
y
articulación mayor con Fueron las organizaciones y movimientos sociales los grandes protagonistas
ros movimientos u organizaciones sociales.* de este nuevo ciclo. a partir del año 2000, los que a través ce sus luchas
En la actualidad, los estudios sobre acción colectiva y movimientos y reivindicaciones. aun de la práctica insurreccional, lograron instalar el
sociales se hallan muy desarrollados en toda la región Jatinoamericana, cambio de época. abrir la agenda pública y coloca sn clla nuevas proble.
convocando un nutrido conjunto de disciplinas diversas, que incluye no mátics el reclamo fcare
a la conculcación de
os desc más elena
sólo la sociología política, las ciencias políticas sino también la historia, la tales, la expoliación de los recursos nawurales, resignificados luego como
geogralía crítica y la ecología política. Eu este punso, ás
allá de la disputa bienes comunes; la
reivindicación de las autonomías indígenas, contribm-
entre paradigmas o de su conciliación, la
propia noción de movimientos yendo con ello a legitimar otras formas de pensar la
política y las relaciones
sociales está lejos de presentarse como excluyenec. En realidad, existe una sociales (Svampa, 2008)
perspectiva latinoamericana que coloca en el censro del análisis la caregoría Pero una vez dicho esto, es necesario aclarar aura cuestión: el doble uso
de movimientos sociales, y que en sus análisis riende puentes entre ciertas del concepto de sauvimientos sociales (sentido fuerte y debil) da cuenta de
34

DY CAMBIO DL LPOCA AL FIN DE CICLO

que lo propio de las movimientos sociales es su inserción en un uspacio


político-social de geometría variable. En este sentido, es necesario estar
atentos a la vinculación entre las diferentes escalas de la acción colecriva,
así como
a la relación de éstos con sistema de poder (gobiernos, partidos
el
Mar ELLA

cadorade
as ——_————————
_—_

ción de las luchas. lo cual no depende solamente


ciertos temas y marcos comunes de
de la porencialidad unifi-

acción. sino también de los


vínculo que se entrerejan entre las diversas tradiciones polírico-idcológicas
presentes en el campo militante contestatario. Supone, como sostiene Eli-
AA

Políticos, sectores económicos concentrados. medios de comunicación) y zabuth Jolin, “dar un lugar privilegiado
a las ideas, a das tradiciones cultu
en el carácter recuisivo de éstas. Así, lejos de la tentación del “modelo de
un solo actor” es necesario enfatizar el carácies relacional, esco es, inneract
a
sales, los valores y creencias, a las perespciones y componentes cognitivos
dela acción social” (2003: 41),
vo y recursivode la acción colecriva (de allí la importancia de los umbrales Es
por ello que, en el presente apartado, propongo llevar a cabo una
de
pasaje,? o los momentos de inflexión, que señalan procesos de cambio presentación que pone el
acento en las diferentes matrices socio-políticas
social), sin olvidar las nsimerrías existentes. Los movimientos sociales son presemes en América Larina
entendidos así dentro de una historia mayor, que comprende diferentes Desde mi perspectiva, el campo contestatario se despliega en cuarro
ciclos, con sus momentos o fases, desde los orígenes, ascenso, apogeo, crisis matrices politico -idcológicas diferentes: la indígena-campesina comunita-
y recontiguración, en sus diferenses alincamientos respecto del sistema de sia, la populista-movimientista, la izquierda clasista iradicional y, de ia
poder y las vertientes político-ideológicas. nera más reciente, la narrativa auconomista.* Por matrices polivica-ideoló-
En suma, el enfoque que sostengo aquí pri ¡legia una concepción gicas enciendo aqueilas líneas directrices que organizan el modo de pensar
de los movimientos sociales en tanto actores colectivos plurales, abiertos. la política y el poder. así como la concepción acerca del cambio social. Si

impuros, dinámicos, que inscriben su acción en diferentes niveles, en un bien cada marriz político-ideológica posce una configuración dercrminada,
campo muliorganizacional y, por ende. caracterizado por articulaciones los diferentes contextos nacionales así como las tensiones imsernas las van
difíciles y complejas. Asimiseno, supone poner ex valor los marcos inter- dotando, para cada caso, de un dinamismo y una historicidad particular.
pretativos dela acción (Goftman), Jos cuales están lejos de ser permanen- De modo esquemático y provisorio, procederé a definir algunos de los
ces. consensuados o únicos, antes bien pueden compecir entre sí y pro- elementos ceneralos que configuran cada matriz y sus respectivas narracivas
mover conflictos entre los actores sociales. Finalmente, la concepción de de cambio. Así, puede afirmarse que la marriz campesino-indígena se in-
movimientos sociales en sentido fuerte. más teórico, debe ser entendida serra en el
marco de
la
“memoria larga” de los pueblos indígenas, coloca en
menos como una definición normativa (lo que debe ser un movimiento el ceutro las ideas de resistencia, derechos colectivos y poder comunal; su y

social, a la mancra de A. Touraine), y más como un concepto límite que nos dinámica política sc inscribe permanentemente en la tensión entre un pro-
recuerda el carácter asimótrico y antagónico de las relaciones de poder, y yecto de recreación de las autonomías indígenas-campesinas
y el proyecto

por ende, coloca en el centro tanto la idea de la dominación, como


movimientos sociales como sujeros potencialmente portadores de nna nue-
a los identitario de refundación o vuelta a las comunidades pre-hispánicas.
En términos de memoria corta, on las últimas décadas asistimos a un
va gramática política emancipatoria ascenso de los pueblos indígenas. a una apertura de las oporrunidados polí.
ticas, visibles enero ouros factores, cn el cruce ene la agenda internacional
(la discusión enla ONÚ, eu el
marco del proceso de descolonización, que
2. Una aproximación a las matrices político-ideológicas derivó en el convenio 169 de la OLT y posteriormente en la Declaración
Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas). y las agendas regiona-
Si partimos del hecho de que los movimientos sociales son heterogéneos en des y nacionales (crisis del Estado modernizador desarrollista, el fracaso de

sus demandas y, al mismo tiempo. poscen una porencialidad anmgónica, la ímue eración en una identidad mestizo
campesina. la presencia cada vez
vana de las problemáticas e atrales se vincula cow la posibilidad de articula: más masiva de indigenas en las ciudades) y cu «iones de indole político
36.
ideológico (la crisis del xuarxismo y
DEL CAMBIO DE ÉPOCA AL

la revaloración de una construcción


identicaria anclada en la cultura). Én ese contexto, la marriz campcsino-
indígena se fue instalando en un campo de tensión entre el mulriculcura-
lismo y la autonomía, dos paradigmas en pugna, que fueron consolidando
una “ciudadanía érmica”, primaro anclada en el reconecimiento de los de
sechos culturales; luego, en la demanda de
autodeterminación y gobierno
HN DE CICLO, MARTEL

a AAA
_—_——

Por otro lado, como bin aclaraban De Ipola y Portaniero (1994)


hace varias décadas, el populismo es tanto “un movimiento de naciona-
lización ciudadanización de las masas como una forma particular del
compromiso estatal”. En esa línea, un análisis de la mavriz populista debe
incluir no sólo el plano de las organizaciones sociales . sino también el pla
no estrictamente político estatal (cl populismo como régimen), el cual eu
en los territorios indígenas,
Asimismo, el proceso de expansión de lafromera de derechos tuvo
sus versiones clásicas se ha asentado sobre
política de gasto social, Asimismo, el
la hererodoxia económica
discurso nacional-estaral
y una
asume una
como contracara la expansión de
las Fronxeras del capital, hacia los territo- narrariva industrialista y enfatiza la existencia de un “proyecto nacional" (y,
rios indígenas, y la
emergencia de una nueva conflictividad. Por un lado, según los casos, también latinoamericano).
en el marco de los gobiernos progresistas, esta problemática. leída primero En el marco de la estatalización, el populismo instala una tensión com
como tensión, posteriormente como antagonismo, fue suscitando respues- vuras matrices político-ideológicas; sea con laforma comunal asociada a
vas diferemues, que para el caso de los pueblos originarios, colocaron cn el la macriz campesino-indígena, con laforma partido vinculada con las 2
centro del conflicto la
cuestión de le ausonomía y. de modo más generaliza quierdas marxistas así como, más cercanamente, con la narrativa autonó-
do, la defensa del derecho de consulsa previa (Svampa, 2016). Por vrro lado, mica. Durante ol ciclo progresista, la actualización la
de matriz populista
a calor de la luchas por el reconocimiento y el control de los territorios, ha venido acompañada por el rechazo yo la absorción de elementos de
de lademanda de autonomía, el contacio con otros sujetos colectivos in= otras matrices contestatarias —la narrativa indígena campesina, las nuevas
surgemies, urbanos y rurales, jóvenes y mujeres, fueron surgiendo nuevos iequierdas agronómicas , que cuvieron un rol importara en los inicios del
marcos de la acción colect a saber, una narrasiva indígena<campesina cambio de época.
que expresa el cruce entre comunidad y territorio en
y lacual confluyen
diferentes conceptos-horizonte: Derechos de la Naruraleza, Bienes Comu-
Yn tercer lugar, hay que dlestacar la marriz asociada
sista, la cual se insrala en el marco de la memoria
a la inquierda cla-
mediana. y presenta una
nes, Buen Vivic o Vivir Bien determinada concepción del poder (y, por ende deb cambio social) liga-
En segundo lugar, otra de las matrices

América
que recorre cl
campo
su
las de da a la
a
idea del antagonismo de clases y la conserucción del socialismo.
Dicha marriz nutre su narrativa de las diferentes variantes del marxismo
organizaciones populares en Lacina es la populista, La
instala en la “memoria mediana”, csto es, aparece asociada a las expericn- partidario e invernacionalisea, que ha encontrado múltiples expresiones en
América Latina ¿ligadas al partido comunista, al mavísmo y los diversos
cias políticas populistas fundacionales de los años 1930-1950,
y
se sostiene
sobre el eríple eje de la afirmación de la nación, el escado redistriburivo y trorskismos existente: . La dinámica de esta matriz sucle instalarse en la
conciliador, e liderazgo carismácico y las masas organizadas -el pueblo rensión/articulación entre la vía revolucionaria (la lógica de la toma del
Si bien en lineas generalos la matriz populista se instala en la
tensión entre poder) y la vía reformista insrimicional (la lógica clocroral)
un proyecto nacionalista radical y cl modelo más clásico de la
participación Dicha narrativa aparece asociada de modo casí inescindible a una con-
controlada, bajo la
dirección del líder y el eutelaje estatal, la evidencia his ccpción obrerisca de la
sociedad, lo cual cn no pocas ocasiones compira
sórica usura la hereronomía de los movimientos sociales y sindicales, ante contra la comprensión de la diversidad y heterogeneidad social existente
el llamado del líder. desde ol aparaco del Estado. En esta línca, la
tendencia en las sociedades periféricas. No es casual que históricamente. a la hora de
ha sides la de añanzar una lógica de insricucionalización, bajo nuevos esque- referirse 4la “elasicidad” (la capacidad de actuar autonómamente, como

mas de resubalcernización, basados en acceso el


al
apararo esraral (osrarali actor de clase) de los sujetos sociales subalcernos (campesinos. indígenas.
zación de los movimiemos sociales) ginales. informales, sectores rurales), se haya instalado idea de que
la
38.

DEL
las sociedades
CAMBIA) DE EPOCA AL FIN DE CICLO

latinoamericanas se caracterizan por actores débiles o suje-


tos semiplenos (con escasa autonomia de clase o incluso manipulados por
sxros actores sociales). De allí que la tonsión entro la macriz clasista y el
MARIsTELLA

iones y se
Svamra —
alimenta, eu consecuencia, de una gran desconfianza respecto
de las estruccuras partidarias
y sindicales, así como de toda instaccia arú-
culatoria superior. En términos generales, la auronomíz aparece no sólo
39

resto de las macrices existentes en el campo contestarario tienda a ser más como un eje organizativo, sino también como un planteo estrarégico, que
manifiesta que larente. Por caso, las invoteradas tentativas de la izquierda
clasista partidaria de lorzar una suerte de control o dirección de ntro del
a
remite la “aurodorerminación” (en el sentido de Cascoriadis, “dorarse de
su propia ley"). Por ello, su dinámica ciendo a desplegarse en la rensión
hcterogónco campo militante, suelen terminar cn fuertes implosionos or- inscripta entre la afirmación de un ethos colecsivo libertario (la autonomía
genizacionales e ideológicas?
En razón de ello, durance el siglo XX, la macriz clasista ha sido muy
como horizonte utópico) y el repliegue diferencialista-identitario (la auto-
nomia como valor refugio, el narcisismo delas diferencias)
cuestionada, sobre todo por el “desencuentro” con orras “razones históri- Este echos común ha dado lugar a nuevos modelos de militancia, cn-
cas", comoel indíanismo (Carcía Linera. 2007). Más cercanamente este
desercuensro se ha replicado cn relación con la narrariva autonómica, que
rre ellos el militante o acrivitta culrural, difundida tanto en los países del
centro como cn la periferia, cuya modalidad de construcción osganizaciva
propone otras foumas de socialización politica y cuestiona los estilos de son los grupos de afinidad, a través de colectivos, que suelen adoptar una
construcción, verticalos y centralistas, propios de la izquierda elasista y po- dimensión a la vez política y cultural. Sin embargo, en tano “movimientos
pulista. En suma, a diferencia de la muriz populista, que asienta sobre
se de experiencia” (Mc Donald, 2003), donde la acción directa y lo público
la forma Estado ¡cuando ésta deviene régimen político), la matriz clasista aparecen como un lugar de consrrucción de la identidad. no resulta extra-
subraya la superioridad de la forma parcido, por sobre otras matrices polí ño
se
que gran parte de estos grupos agoten en la dimensión cultural-cx-
tico-idcolóicas, la centralidad de la claso obrera como sujero de cambio
el socialismo estatal como horizonte de cransformación,
y presiva y no alcancen una dimensión política. En contraste,
sobre tudo allí donde la
us
otros casos,
acción de los movimientos sociales es relevante cn
En cuarto lugar, existe una narrativa auronomista,
que se instala en el términos políticos, los colectivos culturales deliberadamente buscan una
marco de la “mernoría corta”, si bien sus elementos pueden nurritso de la mayor articulación con aquellos, constituyéndose en ercadores de nuevos
wradición anarquista v/ola reivindicación de la tradición consejista revolu- sentidos políticos y culturales, o bien, asumiendo el rol de reproductores
cionaria. Los elementos centrales que configuran su matriz son la afirma- de los acontecimientos en un comexto de intensificación de las luchas so-
ción de la gutonomía, la horizontalidad
y la democracia por consenso. En

cste caso particular, hablamos de una “narrativa” porque ésta se consruyo


cial Esta forma de militancia expresa así una vocación nómade por
cruc social y la multipertenencia, en
el
el marco del desarrollo de relaciones

como un relawo idendtario, de producción del sujeto, en el cual cuenta de afinidad y redes de solidaridad con otras organizaciones. Su expansión,
la experiencia personal de los actores, anres que una inscripción co-
en la tanto en el ambito de la
comunicación alternativa, los feminismos popula-
munidad (marriz indigenista), figura del pueblo (populismo) o la clase
la ses, las luchas antiparriarcales y socioambiencales, la intervención artística
social (marriz marxista). Por otro lado, históricamente es una narrariva y la educación popular, constituye una de las características más ernblemá

que se nuse del fracaso general de las izquierdas rradicionales, por lo


cual ficas las muevas movilizaciones sociales asociadas al cambiode época
de
cobra selevancia la definición por oposición respecto de
otras tradiciones
de izquierda, principalmente la izquierda marxista. Asimismo, esta aparece
En
a
este sensido y contrariamente lo que se piensa, el activista cultural
está lejos de ser un actor de reparto, erigióndose más bien en uno de los
ligada
a los procesos de desmsritucionalización de las sociedades contem-
poráncas y a la emergencia de nuevas dinámicas de individualización.
protagonistas más
en un ámbito donde
novedosos
la
de las
volarilidad y
luchas antincoliberales actuales. En fin,
la rendencia al repliegue son la regla,

Esta nueva narrativa ha ido configurando un eos común que afirma el nuevo acrivismo cultural, ya cuenta con una rica e interesante historia a

como imperativo la desburocrarización y democratización de las organiza niveles nacional y region:


90
por dar algunos ejemplos), como
DEL

politicas han dado paso a diversos entrecruzamienos


(entro indianismo y marxismo, entre indíanismo
tre jadianismo
y a un
CAMBIO

narrativa autonómica, entre marxismo


también praceso
DL

y
de
EPOCA

Por último, las matrices político. ideológicas a las que hacemos re-
ferencia no se encuentran en estado puro, pues las diferentes dinámicas
conjunciones
mariz populista, en-
y
autonomismo,
cowllicwo
colisión, que puede llevar a acentuar las diferencias en iérminos de con
ecpciones, modos de hacer la política y concebir el cambio social. En
suma. esta propuesta, de orden analítico, riene por objeto dar cuenta
de aquellos elementos más dinámicos y organizadores presemes en
diferentes configuraciones polírico-ideológicas que recorren
política latinoamericano,
AL

y
FÍN DE VICIO

el
las
y

escenario
MMARISTELLA SAMA —--

desarticulación entre empleo

banos. Este lenómeno


zz
organización comunitaria, tanto de los imovinvencos campesinos, muchos
de ellos de corte émica, como de los movimientos urbanos, que vinculan
su lucha a la delensa de la tierra y/o a la saristacción de las necesidades
básicas, La importancia que adquirió la conscrucción de la rerriroristidad,
asociada primeramente al hábitar ylas condiviones de vida, está ligada a la

y urbanización, operada a fines de los años


60 y 20, que dió lugar a la emergencia de los primuros asentamientos ur
de marginalidad urbana señalaba el desfase entre las
demandas de consumo la calidad de vida en general, y por ende, ponía
y
de manifiesto los límites de integración del modelo populista-desarrollista
En consecuencia, csta situación daría origen a los movimientos sociales

urbanos, caracierizados por la auto-organización en redes de proximidad


social y espacial (el barrio como cenuo organizado) y laorientación hacia

3. Tres dimensiones de la acción colectiva


el Listado (en reclamo de y
servicios la tenencia la tierra). En este perío-
de
do, los movimientos socíales urbanos despertaron expectativas en algunos
analistas. que proponían una articulación entre luchas sociales (urbanas) y
En este apartado quisiera desarrollar tres aspeccos hoycencrales de la ac- hachas políticas (sindicales, partidarias). Éste fue el caso de Manuel Cas-
ción colectiva en América Latina. a saber, la dimensión rerritorial, ligada a cells.
auror de un libro muy conocido en la época (1974). Sin embargo, la
las (ormas de auto organización y de resignificación del territorios di- a la esperada articulación finalmente no tuvo lugar, y los trabajos posteriores
mensión plebeya, vinculada con las Formas de participación de lo popular concluyeron en pronósticos más bien pesimistas, visto el carácter pragrná-
en el espacio público; por último,
recuriente de la organización colecriva
a
la forma asamblea como dimensión tico de los movimientos sociales urbanos. así como el proceso de coopta-
ción e institucionalización de la acción en el marco del “desarrollo local”
(Cardoso, 1983),
Sin embargo, desde fines de los 80, el territorio se fue erigiendo en el
Los movimientos sociales y la dimensión terrisorial lugar privilegiado de disputa. En primer lugar, esto sucedería a parúr de
la implementación de las nuevas políticas sociales, de carácter focalizado,
En la acrualidad, parecería haber un consenso implicito entre diferentes
el
iseñadas desde poder con vistas al control y la contención de la pobreza
analistas farinoamericanos acerca de que una de las
dimensiones consrin Estas transformaciones deben ser entendidas en el marco de una dinámica
ventes de los movimientos sociales larinonmericanos es la serritorialidad. recursiva, En efecto, como se vería en años posteriores. el correlatode este
En términos gencrales, tanto en los movimientos urbanos como rurales, proceso sería cl
y
desarrollo consolidación secuencial de un Estado de segu-
el tenitorio aparece como un espacio de resistencia y cambién, progresiva ridad y un Estado asistencial, destinado 4 contener, controlar, disciplinar a
mente, como un lugar de cesignificación y creación de nuevas relaciones las poblaciones pobres
y movilizadas, concebidas como clases marginales y
sociales «evenidas en nuevas clases peligrosas.
Como afirma Milton Santos (2005), la apropiación del territorio nunca En segundo lugar, de manera más reciente, la dispuca por el terri-
es solo reurerial, sino rambién simbólica, La terrivorialidad, dimensión
como torio ha tenido orras inflexiones, a partir de las nuevas modalidades que
“macerial”, ha sido muchas voces comprendida exclusivamente como auto adoptaría la lógica del capital en los espacios considerados estratégicos en
a — —— Dia. Caral DL EPOCA AL FIN

términos de bienes nacuralos. En elécto, a partir del año 2000 asiscimos a


la intensificación y
expansión de un modelo extracuvo-exportador, a tra
DE CICLO. MakisretLa
Sara —oo
desarrollo que se percibe como monocultural y destructivo, u la
exigencia
de desmercantilización de los bienes narurales. Estos procesos de moviliza-
4

vés de la megamincra a cielo abiorto, la construcción de


mega-represas. ción conducen a una concepción de la territorialidad, que se construye en
ha
expansión y
acaparamiento de dierras por la vía del agronegocios, entre
otros, lo cual ¡Jusira una nueva división rerrirorial y global del trabajo on el
oposición al discurso ccneficientista y a la visión desarrollista, propia de la

únartariva dominante.
contexto del capicalismo actual. Dicha expausión genera uansformaciones »u ánimode oncologización alguna. la porenciación de un lenguaje
mayores, en la medida en que reorienta completamente la economía de de valoración
**

divergente sobre la «errivorialidad pareciera ser más nue


pueblas enteros y sus estilos de vida, y amenaza en el mediano plazo la data para el caso de las organizaciones indigenas y campesinas, debido
sustentabilidad de los territorios,
De este modo, la expansión de nuevos emprendimientos extractivos
tanto
a la estrecha relación que éstas plantean entre cierra y territorio,
<n términos de comunidad de vida, como a la notoria reactivación de
uc instalando una visión de la territorialidad que se presenta como cx- la matriz comuniraria indígena acaccida en las rimas décadas. En este
ú

«luyente de las existentes (o potencialmente existentes), generando una sentido, et desarollo de la mineré meralífera a gran e ala, puede pen-
“tensión de terrivorialidades” (C. Porto Gongalvez, conjunto de
2001). De diversas ma- sarse como un ejemplo paradigmático, tal como lo ilustra el

seras, la afirmación de que existen regiones marcadas históricamente por la organizaciones conera la megaminería sutgidas en diferentes países lari-
Pobreza y la vulnerabilidad social, con una densidad poblacional baja,
que noamericanos. Así, por ejemplo en Argentina, las asambleas de autocon-
cuentan con grandos extensiones de territorios “improductivos” y/o “va vocados y organizaciones en contra de la megaminería a cielo abierto que
cios", facilita la instalación de un discurso producrivista exclnyente. Por
y
involucran pequeñas y medianas localidades del país y hoy convergen en
ende, la definición de lo que es el territorio, más la UAC (Unión de Asambleas Ciudadanas), poseen una concepción del
que nunca, se convierte así
en el lacus del conflicto, Ein electo, el discurso (no siempre explícito) de las territorio en función de la
defensa de una “comunidad de vida” (a veces
empresas transnacionales y de los gobiernos, suele desplegar una concep- «ás elegida que heredada) que subraya un vínculo estrecho entre paisaje,
«ión binaria del tenritorio, sobre la base de la división viable/inviable, historia larga de la región, defensa del ambiente y oportunidades de vida,
que
desemboca en dos ideas mayores: por un lado, la de “territorio eficiente”; Vale la pena agregar que, para el caso argentino, este proceso de cons-
por otro, la de “terrivorio vaciable” o en última instancia, “sacrificable” trucción de la territorialidad (u de rererricorialización), en clave de co-
(Svampa, 2008). En términos de R. Sack (1986), esto se produce cuando munidad de vida y de defensa de los bienes narurales, ex ibe de manera
el territorio
carece de attefacios u objetos valiosos desde cl punto de vista progresiva una afinidad clecriva con la cosmovisión de los movimientos
lo económico, con lo cual estos aparecen como “sacrificables" dentro campesinos e indígenas, históricamente invisibilizados y relegados a la
de lógica «el capical
la
periferia de la sociedad.
Por ello
no
es
casual que, en los últimos tiempos. el proceso mismo En suma, territorialidad es una dimensión que atraviesa el conjunto
la
.

de consinucción de laterritorialidad se haya cargado de muevas significa- de los movimientos so les, por encima de sus diferencias nacionales y
ciones y valoraciones, tal como lo muestra el desarollo de movilizaciones sectoriales, sea que hablemos de los movimientos indígenas (como el neo-
de fuerte carácter socio:ambiental en
gran parte de la región. Así, las ac-
ciones de los movimientos campesinos e indígenas, como de las asambleas
zapatismo en México, CONAMAQ
en Bolivia, la CONAJE
o las organizaciones mapuches, en Chile y Argencina), de movimientos
en Fenador

y colectivos pluriétmicos, generalmente se inician con reclamos puntuales terrizoriales urbanos (las organizaciones piqueteras en Argentina, la Fejuve
hacia el Estado y/o hacia las empresas, pero en la misma dinámica de lucha en Bolivia, Los Techo en Brasil) o rurales (el MST en Brasil), o los mo-
Sin

tienden a ampliar y radicalizar su plataforma representativa discursiva, vimientos socio-ambientales (movimientos anti-represa en Brasil. rondas
y
incorporando otros temas, tales como el cuestionamiento a un modelo de campesinas contra la megamines ía en Perú, nuevas asambleas ciu
Dis Cambio) DE ÉPOCA

conura la minería a cielo abierto en Argentina y Chile), erre oros, Inca


ALIIN DE CICLO: Massa Santa
mente asociada tanto al
———de
exceso (el desporismo las mayorías, la partici
4s

so, los nuevos espacios de coordinación a nivel regional aparecen cada vez
más centrados en la defensa de la tierra y el territorio.
pación en las calles) como
sobre todo en relación con
al
déficic
el
exceso (la irmupción
a
fragilidad institucional), Poro
de lo
plebcyo) que fueron
juzgadas las primeras experiencias domocréricas. en la snayoria de los países
dela región. Más aún, en contra de la
figura de la democracia inorgánica
de república “posible”, en la cual
La dimensión plebeya y las formas de participación de lo popular y plebeya se fue construyendo una idea
convergecian libcralisrmo cestric y democracia delegaciva, expresado
o
de
En América Latina elcarácrer plebeyo aparece como un rasgo asociado la cvanera inequívoca en eldiseño insúñtucional que los diferentes países suda-
irrupción de las clasespopulares en el espacio público y. más aun, de modo mericanos fueron adoptando.
general, a las formas de participación de lo popular. En términos políticas- En el siglo XX, las experiencias populistas volvieron
diferentes instalar

en el centro de la escena política la figura de lo plebeyo, En ese sentido,


culturales lo plebeyo alude a un proceso de auto-afirmación, que implica, el

por un lado, una reivindicación de lo popular, en nano scr negado y e populismo apareces marcado por la
idea del “exceso”, en donde convergen
cluido; por el ouo, una imspugnación, de carácter iconochasta y articlitisa, por un lado, irrupción popular en el
espacio público, por el orro, tentación
en relación con la cultura dominame. Así, de manera general, cuando se unanimina del líder, bajo la
figura del “Pueblo-Uno” (Martuccelli y Svam-
habla de lo plebeyo en América Latina se hace referencia a ciertos rasgos pa, 1997). Así, por ejemplo, en Argentina,
lo plebeyo como volumtad de
culturales del mundo de los excluidos; pero cuando hablamos especíhi autoafirmación de lo popular emergió como resultado de un conflicto con
mente de la
irrupción de lo plebeyo, estamos ligando esta dimensión culru
ral y simbólica a fuertes procesos de cambio socíal, No por casualidad, esta
otros sectores sociales (clases medias y altas), que asimilaban carácter
pugnador con la incultura, al tiempo que brscaban reafirmar
su

la
ie
superioridad
afirmación de lo plebeyo como componente fundamental de las formas de de sus modelos culturales y estilos de vida. En esto scarido, la presencia de
pacticipación de lo:
popular hu sido derectada muy especialineme los
por lo plebeyo remite a la historia de diferentes movimientos populares, tanto
historiadores latinoamericanos (entre ellos, véase L. Romero), en varias
los
J.

estudiosos del populismo,


del yrigoyenismo como sabre todo del peronismo, y más cencanamente
movimientos rerritoriales urbanos, los desocupados o piqueteros.
a los

épocas, países y generaciones, así como por


más allá de sus evidentes conexiones con urras nociones, como de econo-la Pero, lejos de ser privativo de la
Argentina, la asociación entre loplebeyo
mía moral dela mulrivud, de L* Thompson, estructuras del sentimiento,
lE.
y las formas de participación
de lo popular. recorre sin duda gran part de los
de KR.
Williams, o los cambius en los repertorios de acción, del propio Cl países latinoamericanos, yaparece cristalizada en la imagen
de la
“invasión”
“Lilly,
cnsus trabajos de sociología histórica. de los pobres y cxcluidos, que bajan de los cerros, para “cercar” o “sitiar”
En efecto,
esta dimensión nos remite a la historia de América Latina, el centro político y económico de la ciudad. Las revueltas urbanas
de
las
al calor de las luchas políticas postindependentisras, época en la cual la últimasdécadas y la visibilidad persistente que han adquirido los sectores
democracia fue asociada tempranamente con lo inorgánico
y
lo plebeyo. excluidos (símbolo de las clases peligrosas). vuelven a traer al presente estas
Inicialmente esta caracterización señalaba uma sievación de arbigúedad imágenes fantasmáricas. Así, por ejemplo, en Bolivia, la imagen del cerco
de
y tensión, visible camto en la debilidad de
las insticuciones de la nueva indígena a la merrópoli mestizo criolla, remite a la época de Tupac Kararí
república fel fnato9, como en la
desconfianza hacia las masas (el demos. El (1781), como ha sido destacado par Silvia Rivera Cusicanqui (1983) cuyo
carácter plebeyo y, por momentos, plebiscitario de ciertos gobiernos lari- ecuerdo comparten las elices urbanas de los barrios ricos del sur de La Paz.
nozmericanos aparecía como una de las dimensiones escrucrurantes la de Esa misma imagen fue actualizada en las grandes movilizaciones de 2000 y
2005, lo cual viene a con-
política, tal como era reflejado en el vínculo entre las
masas (montoneras, muy especialmente en las insurrecciones de 2003 y
plebe) y sus conductores (los caudillos). Así, la democracia fue temprana firmar hasta qué puno la ciudad se convierte cada vez más en “nn espacio
46.
——— DM cat
estratégico” (S. Sassen, 2005) en el enal ciende a

Jos pobres (los llamados sectores informales),


De POCA AL IN DE CICLO

concentrarse la acuvidad de
ManistHI1A

En
SARDÁ -
desde mi perspectiva, esta irmapción de lo plebeyo cn el
sama,
47

lado. es la mo-
en busca de la sobrevivencia, espacio público pone de manifiesto vrcs cuestiones: por un
así coro la acción colectiva de "los
que no tienen poder” dalidad histórica o recurrente a la cual apclan los excluidos colectivamente
Por otro lado, comu hurnos dicho más arriba la decie de M. López Maya puede
irrupción de lo plebe- para expresar sus demandas; algo que al
yo da cuenta de cambios más o menos abruptos en la composición de las ser denominado como “la política de la calle”; una modalidad en
la que
clases subalternas, algo que en clave contemporánea
a
podemos leer parrir convergen la idea de polisicidad de
los pobres con la de “explosión delas
de la pérdida de lu pregnancia (imaginaria o real) de la identidad obrera. muchedumbres”. En segundo Ingar, dicha perspectiva introduce elementos
Así, como afirma L. Tapia (2008), mientras
que hasta hace un par de déca- importantes a hora de analizar las transformaciones cn
la
composición
la

das en Bolivia el elemento aglutinante fue la identidad de las clases populares (la pérdida de clementos pregnautes imaginarios
obreco-campesino,
en la época actual es la identidad campesino-indígena. Para el caso reales, ligados a la condición obrera y la emergencia de nuevos elemon-
ar-
¿entino, el proceso de descolectivización de las clascs populares ocurrido 1os o dimensiones aglutinantes). En tercer lugar, nos permite dar cuenta
entre los años 70 y 90, conllevó un corrimiento del conflicro, manifiesto de la convivencia no tan paradójica de diferentes modelos o figuras de
la
en cl debilitamiento del mundo obrero tradicional y la democracia presentes durante el ciclo progresista latinoamericano. esto es,
emergencia de un
prolerariado inulriforme y plebeyo, que se reconoce en la acción directa y consolidación de un modelo de democracia delegativa y decisionista
ha

la auto-organización barrial." desde arriba, y su convergencia con una democracia asamblearia, de


fuerte
Por otso lado, existe una asociación entre el carácter
plebeyo de la ac- carácter plebeyo y destituyente, desde abajo.
ción y la adopción de la acción directa no convencional
y
disruptiva,
herramienta de lucha gencralizada. En este sentido, la centralidad
como
que fue
adquiriendo la acción directa está estrechamente ligada al contexto de las La forma asamblea y sus modalidades
luchas, marcado
por fuertes contextos deexclusión y la gran asimetría de
fuerzas. La primacía de la acción no-institucional de gran
pone de manifiesto la La primacia que volvió a adquirir la acción dirccra, cn uu contexto
«tisis y agoramiento de las mediaciones institucionales (partidos, sindi- asimetría de fuerzas, puso al desnudo crisis y agotamiento
la de las
media.
catos), en el marco de la mueva relación de fuerzas. En otras palabras. la ciones insticucionales (partidos, sindicatos), al tiempo que se encaminó
acción directa no institucional aparcce como la única herramienta eficaz de al desarrollo de formas de democracia directa y deliberativa, entre ellos y
aquellos que no tienen pader. frente a los que tienen poder, en contextos principalmente, la democracia asemblearia.
de gran asimerría de fuerzas, En esa línca, la
forma asamblea se ha constituido en una suerte de
Por último, tano para M. Saini-Upéry (2008) como
para 1: Ramirez núcleo común del aucvo lenguaje movilizacional. En tamo espacio de
(2008),la dimensión plebeya va más allá de los movimientos sociales, pues democracia deliberativa, la asamblea suele conjugar democracia direc-
aparece como tuno de los rasgos centrales de los actuales gobiernos
progre- ta, acción directa y desobediencia civil. Esta “implica una ruptura del
sistas o de contro jzquierda, que ilustrartan la articulación enwre movímien- srden existente”, en la medida en que adopta un “carácter disrupti-
tos plebeyos liderazgos decisionistas..* No cabe duda que esta convergen- va, propone como autónoma
se
(no se inscribe en un espacio público
cia entre potencia plebeya y liderazgo decisionista y carismático extá en la preexistente), yes recursiva (esto es, tiene que vincularse con el mismo
basc de la actualización de la marrariva o tradición populista, sin
embargo, de
tipo reglas que se
lo cxigc al sistema)” (Colombo, 2006). Por su ca-
dal
convergencia no nos debe hacer olvidar que el énfasis en el carácter ple- tácter recursivo, la forma asamblea requiere un aprendizaje mayor, lo
beyo de las masas está ligado primariamente al fuerte proceso de mutación cual explica los avances y retrocesos en las dinámicas: en el medio de
dee las clases populares.
ella, los sujetas involucrados en una construcción política novedosa se
48

pregum

— — Di1, CAMMIO Di ÉPOCA AL FIN

acerca de los alcances de la horizontalidad, sobre la demo


DE CITO MagISTELLA Svanira,

nacionales que une la Argencina con Uruguay, a raíz de la construcción


49

cracia por consenso a la votación, de las dif crentes figuras de la demo- —del lado uruguayo— de una pastera,
gue los asambleistas demunciaban
eracia (participativa, representativa, directa), sobre la posibilidad de por su carácter contaminante. Debido a su masividad, la Asamblea de
desastollar articulaciones políticas, sobre la manera de encarar vinculos Cuualeguaychú tuvo un gran impacto mediárico y social, instalando en la
con el Estado y la lucha política, de cara a la necesidad de permanecer agenda pública de este país la cuesción ambiencal. Sin embargo. pese a
fieles a un mandato basista y asambleario.
Sin embargo, la form asamblea es compleja. descentralizada, hercrog?
ser
laexperiencia que representa uno de los picos más altos de la historia
asamblearia más reciene de la Argentina, fue también una de las que
plural en sus muanifescaciones. En efucro, ésta recrea y porencia antiguas rápidamente mostró sus limicaciones. Por un lado, dichos límites estuvie-
y nuevas formas de sociabilidad y resistencia, cmtre ellas, la democracia por ton ligadosal hecho de haber desarrollado una fuerte matriz nacionalista
consenso, asociada a la marriz comunitaria de los pueblos indigenas y sus La intervención del entonces presidente argentino, N. Kirchner, en
apo-
formas de democracia local: la readición consejista proveniente del sindicalis- yo a asamblea (en
la clave de “Cau Nacional”), y la respnesta no menos
mo revolucionario, así como las nuevas formas organizativas que proprignan virulenta de su par uruguayo, Tabaré Vázquez, llseron cruciales eu dicha
estructuras flexibles, no jerárquicas, proclives a la horizontalidad, y al 1eco- inflexión. Así, el conflicto terminó por instalarse cn un registro de dificil
nocimiento dela diversidad y la autonomía. Asimismo, la focma asamblea solución, el de la exacerbación de las lógicas nacionalistas, anues que en
está lejos de ser unívoca, pues su expansión no está vinculada necesariamente cl terreno de
la discusión sobre los modelos de desarrollo. Por otro lado.
on una definición “sustancial” de la democracia (por ejemplo, una suerte de los repertorios de acción fcomo el corte de ruta y la asamblea) rermina-
“democracia popular”), o para decirlo en orros términos, son un
provecto de ron por convertirse cn una suerte de totalidad procedimental y a la vez
corte emanciparorio, Desde esta perspectiva, en muchos casos escamos lejos identicaria, un medio trasmatado cn un fin on sí mismo, que obstacnlizó
«le aquellas experiencias ligadas al ideario revolucionario (la
Comuna, el con- ka posibilidad de
pensar en owras formas de acción colectiva, al iempo
sejismo ubrero), cuya discusión puebla bibliotecas enteras del pensamiento
que enfrentó a los actores a Jos riesgos y dificultades de la rutinización
de las izquierdas, En realidad, una
primera constatación requiere el recono- (cansancio de la sociedad, peligro de estigmatización y criminalización
cimiento de que escaos frente
a la generalización de una forma
que apunta
primordialmente a la defensa —y desarrollo de la participación producida
de la lucha, entre otros).
El segundo caso se refiere a la APPO, la Asamblea Popular de los Pue-
y alimentada desde abajo. De ahí sus lidades comtrabegemónicas,
poten: blos de Oaxaca, en 2006, La APPO fue una gran experiencia asamblearia,
cuando ésta
aparece asoci: a un horizonte político tadical e instimyente, una suerte de nueva “comuna”, un espacio horizontal, participativo y sin
pero también sus límites y posibles distorsiones, cuando ésta deviene una una dirección unitaria, en la cual confluían diversas ceadiciones de hucha;
institución en sí misina, niega cxplícicamente su vinculación con un discur- desde el sindicalismo magisterial, cl comunirarismo y la izquierda radical,
so polí
perversas del
ideológico, en el límite, puede llegar a adoptar las lormas más
pragmatismo, acompañando o refuncionalizando las
lópicas de
entre orras. La experiencia organizativa, muy ligada a los seccores subalter-
mos (clases populares y clases medias bajas) Fue de tal magnitud que. antes
poder de las clases dominantes. de que la gran represión se abariera sobre ella, la APPO llegó a constimir
Dos ejemplos pueden servirnos para ilustrar distinros casos de figo
cuerpos de policía comunitaria y a funcionar como poder paralelo. Sin
primero nos remite a la Argentina, a Gualeguaychu, una localidad
el
embargo, más allá de la situación de aislamiento (el cerco informativo) y
«
E

mediana de la provincia de Entre Ríos, donde en 2005 surgió la Asam- a fuerte estigmatización que precedió a la represi la dinámica interna
blea Ambiental, un espacio multisectorial, de carácter masivo, claramen- de la APPO puso en evidencia ciertas limitaciones ligadas a la Forma asarm-
tc hegemonizado por las clases medias. Durante más de tres años, la blea, en su expresión como “movimiento de movimientos”. Como afirma
Asamblea de esa ciudad mantuvo interrumpido uno de los
puentes inter Ciustavo Esteva: “Cuando se traró de pasar de la forma revuclta/rebelión
50

a le organici
que aún
1 han
ad
podido
———— DL CAMBIO
estructurada de e emovimis no
superarse”. Así. fue muy
DE

activa
ÉPOCA AL FIN DI:

aparecieron divergencias
la cendencia a ercar
CICIO Masia Sa
_———
ciones delas socias ades periféricas y dependiences se nutre de derermina-
das preguotas —1anto de carácter político como cpistemológico— acerca del
As

un frente de organizaciones políticas, que adoptasc la estructura verrical de horizonte mismo de la investigación
éstas y fuese más eficaz en la coordinación de las acciones. Sin embargo. Para decirlo de otro modo, en América Latina la reflexión sobre los
esta corriente encontró continua resistoncia. La actitud mayoritaria fac la movimientos sociales privilegía una serie de cuestiones te ricas, que son
de mantener la forma movimiento, aún si no se logró adoptar la forma a
la

vez indisociablemente políticas: esto es. preguntas no sólo acerca del


organizaciva pertinente, como red de movimientos sociales, comunidades carácter hercrogénco de los movimientos sociales, sobre las características
y organizaciones autónomas (Esteva, 2007: 29). del campo multiorganizacional, sino también de la potencialidad unifica
En suma, hay coda una fenomenología de la forma asamblea de la dora de ciertas luchas, de las posibilidades de arriculación política y el rol
cual dar cuenta, íntimamente asociada al modo en cómo ésta aparece. las de las diversas tradiciones político-ideológicas; no sólo sobre la relación
narrativas que promueve, las tradiciones político-ideológicas con las cuales entre movimientos sociales y gobiernos sino también acerca del horizonte
se conecta, en fin, los contextos conflicrivos en los cuáles se inserta. Por político de los moimienros soci los; no sólo acerca del alcance de ac- los
un lado, dichas formas de pasticipación desafían el pensamiento políti uales repertorios de acción sino también sobre las diferentes figuras de la
co, en la medida eo que iluscran el
paradigma de la política desde abajo, democracia, los límites de la instivucionalización y
de la autonomía, entre
desde una multiplicidad de figuras, no todas ellas univocas ni tampoco otras cuestiones. En fin, se traca de preguntas y cueselonamientos relativos
de
carácter emancipatorio, Por orro lado, éstas se insralan en un espacio tanto a la discusión acerca de los enfoques analíticos, la
unidad de análisis,
multiorganizacional y recursivo, en el cual la articulación o conexión entre
diferentes organizaciones y movimientos resulta siempre particularmenee
su rigurosidad
y pertinencia; pero también sobre el papel político y social
de los analistas e intelectuales cn relación con los movimientos sociales y la
arduo y dificil, precisamente porque uno de los principios fundunentales inámica política de sus sociedades.
de cualquier asamblea cs el resguardo y la cclosa defensa de la autonomía.

Notas

En la región larinoamericana, los estudios sobre la acción colectiva y los Como analizaba Alain Toneaine en el marco e los modelos macional-popular. Vé
se Touraine, 1988.
movimientos sociales presentan una siesación paradójica. Por un lado, po-
>La noción de “protesta” aparece definida en función de dos rasgos mayores: el caráo-
«os campos académicos han estado tan acravesados por la
influencia de los ver contencioso de la acción y su visibilidad pública. Mientras que en Argentina. este
paradigmas dominantes (primero, el identitario, luego, el modelo políi-
co), poniendo en evidencia la típica
dependencia epistémica de nuestras
concepto lu
dicigido por
sido resornado
Federico
por analistas
Schuster de la Facultad de
ell,
locales, entre
Ciencias
por el GEPSAC, el cquipo
Sociales de la Universidad de
ciencias sociales. Cierto es que cn la actualidad, los análisis son mucho Buenos Aires; en Venezuela,
e la hixcoriadora MargaritaL.
Maya, quien echa tano a eta

más eclécricos, y rienden


a desarrollar un enfoque más comprensivo, que
ensambla difcrentes caregorías y herramientas, que provienen tanto del
conceptualización,
*Un ejemplo de ello fue el caso de as organizaciones y movimientos sociales holivi
nos, que corte 2000 y 2005, en un contexto de movilización social ascendente y de des!
modelo político como del paradigina de la idenúdad. Dor ouro lado, exis- gitimación del régimen neoliberal, lograron superar sus tendencias corporativas. y confla-
en pocos campos de estudio caracterizados por una intensa reflexión, a la yeron en dus comiguas básicas: Nacionalización de los recursos naturales y Asamblea
Cormtuuyent:
vez específicamente larinoamericana e interdisciplinaria (sociología, h
*Alganos, cowo el colombiana Leopuldo Múnera y el uruguayo Radl Zibechi, ha
soria, ciencias políticas, economía política y geografía). En este marco, la lan de “sociedad en movimemo”
reflexión crítica sobre las Formas de participación de lo popular las muta
y
52

2 DEL CAMBIO DE ÉPOCA AL.

Envendido a la vez como apertura y como cierre, la noción de aembradsubrava la


118

instalación de aucvas Ísuuueras sociales. de ruesos consensos ideológicos, al calos de las


dinámicas políticas tecursivas, que van resonfignrando nuestes percepción de los acuores
coleccivos,
<Un primer abordaje destas cuntro matrices se encuentea en Svampa (2008 y 20101
La
categoría de marrasiva ha sido definida por Konelleck (1993), cnmo dimensión la
DE
ito

espreíficaruente temporal mediante lacus los acer asignan sentidos la


vida, individual
Desarrollo Consenso de los Commodities,
y coleeciva, eslabonando et tiempo coma lili arrienladnr de la narración. y
*
Preficro hablar de narrativa poplise y no nacional-popular. porque en definitiva Coordenadas del debate latinoamericano
estamos refiiendinos una rradición politica específica en América Tatina, que no sola se
a

expresa en marrariva presence cn los movimientos y organizaciones sociales, sino ram-


una

bién en un régimen político. Por orto lado, siguiendo a Gramsci, lo nacional popular
alude
la tradiciones populares fen especial, a la Iteracura) y al proceso de conserucción
escenario latinoamericano
de una voluncad coleutiva. Gramscs no renía una visión “populista” del pueblo, veia a
se comoel ein delo puro e contaminado; antos bien consideraba que en el cocxistían
1 El

de modo contradictoria eradrciones conservadoras, que sefejaban condicions de vida pa-


existe una importante wradición de pensamiento crítico
y
ada, y escraros de innovación, creadores progresistas. Eran precisamente los
buen sentido” los que debian ser someridos a un proceso de reforma moral e intelectual
"núcicos del

que extrae sus tópicos, su talante teórico, su porencia, de los conflictos 50


En zazón de ollo. no siempre las clases subalicanas pueden superar el horizonte corporativo ciales y políticos de su tiempo, delas formas que asumen las desigualdades
económico, cuovistiéudose en grupos sourraliegemónicos, constituyendo
una sofa 1olecuisacsacional populas, ara £ramscl. ea construcion cultiva a
su alrededor
supo
sociales, émicas, territoriales, ambientales y de género en nuestras socioda-
des, en fin, del análisis de la dinámica propia de acumulación del capital
«sos aliermativa una ariculación emure democracia y sucialisuo. Para serna, véase
samnero, 1990.
e Ur en la periferia. Ideas-fuersa como aquelías de Dependencia y Revolución,
Tal como sucedió cun las asasblcas bar les en Argentina, en 2001-2002. Véase
Democracia y Derechos humanos, Uescolonización y Plintinacionalidad,
Svampa. 2008 son algunas de ellas,
Tora
Saim-Upéry
la expresiónde J. Martínez Alicr (20041.
sowiene que el carácter plobeyo de las Fucuas soviales trasciende el
En la actualidad, uno de los tomas recurrenses que atraviesan los de-
bates latinoamericanos está vinculado a las dinámicas de acumulación y
rudo “popular” y los enmarcados “prolerarios” y alrarca cacmbién amplio sectores de Tas
2 los modelos de desarrollo vigente, Categorías críticas como Lxrractivismo
«ise medias hajas
Así, Ramicez soscicne la
hipónesis que vigente "prioridad de lo social”
"la

vincula se o Neoextractivismo y otras, de: ripo propositivo, como Buen Vivir, Bienes
además con construcción de un carpo polícico en el que las fuerzas sacilos puionitaia
la Comunes, Dercchos de la Naturaleza, Posexrractivismo, entre otros. atra
enence convocadas pos los gobiernos pmigrsisens vienen “desde abajo" y poscen un marca: viesan los debares y las luchas sociales, al tiempo que van generando una
do carácter plebeyo. 1
prioridad redistibutiva, aí como ortos elecnenos del orden de ln
nueva gramática política, que cuenti mua la sustentabilidad de los actuales
en la interpelación discuxciva de los lideres rraosformaciomates, revelarían el
imaginario
retorno de una cierca "polícica de clase" en sus decisiones estrarégicas y en sus opciones de
modelos de desarrollo y plantea otras relaciones entre sociedad, economía
polícica pública y naruraleza, Estas discusiones han tenido origen principalmente en Ecua-
dor y Bolivia, países donde las movilizaciones sociales arincoliberales de
fines del siglo XX y principios del XXI, fueron acompañadas no sólo por
la emergencia de gobiernos progresistas, sino también por procesos cons
vituyentes, cuyo objerivo explícito fue el de repensar o refundar el pacto
social, Fue en ese momento de apertura radical que nociones como
ado Plurinacional, Derechos de la Naturaleza y Buen Vivir dejaron de
la
de
54 IL CAMBIO DE FPOLA AL

set conceptos asociados exclusivamente a cosientes teóricas, ingresando


FIN DE CICLO:

al
Masusria Svasra —————
us modelo de integración territorial y regional), con la

dinámica del des-
5

campo de la disputa política. Sin emba


o. con el correr de los años esta plazamicato (dislocación de las economías locales tradicionales y expul-
disputa se fue complejizando. Asi, al calor de los conilictos territoriales y
socioambienales, en un contexto de apnesta y multiplicación de provec-
sión de poblaciones), lo cual tiende a
poscen una proyección global, en el
colocas
rol de
a las
actor
grandes empresas, que
sacial total en el marco
tos de exploración de recursos naturales para la exportación, fue tomando de las sociedades locales.
sentralidad la crírica al Exeracrivismo o Neocxtractivismo, Por último, más allá de las ventajas comparativas (altos precios in-
Más allá de los matices existentes, el neoextració sano" puede ser carac ternacionales de los commodities), eu sus diferemes formas, la dinámica
verizado como wn patrón de acumulación basado en la sobre-<xploración de extractiva inserta a los paises del sue como proveedores de mares a primas,
bienes nacurales, cada vez más escasos, en gran parts no renovables, así como. reformulando una vez más las históricas asimetrías entre el cenuro y la peri.
en la expansión de las fronteras de explotación has rerriro! antes consi
ss feria, en el marco de la división internacional del trabajo, tal como aparece
derados como improductivos. La intensificación de una dinámica mercan- reflejado en la distribución desigual delos conflictos socioambiencales y en
rlizadora está asociada al metabolismo social del capital, que en smarco el la reprimarización de las economías. En exa línea, el extractivismo rambién
del capitalismo avanzado exige para su Funcionamiento cada vez más ma. redefinió la disputs por la tierra, que enfrenta de modo asimértico pobla
teria
yÉn segundo hugar,
energía, presionando por ende sobre bienes naurales y Lescitorios. ciones pobres y vulnerables, con grandes actores económicos, interesados

de
bienes
cl nevcxcractivismo se caracteriza por la exportación
primarios a gran escala. entre ellos, hidrocarburos (gas y perrúlen),
en implementar cultivos transgénicos ligados a la soja, la palma de aceite,
la caña de anticar, entre otros? A partir del año 2000, este proceso incre-
imerales y minerales (cobre, oro, placa, csraño. bauxica, zinc, ente otros), mentó el ya tradicional acaparamiento de tierras, al calor de la expansión
productos ligados al nuevo paradigma agrario (soja, palma aftican: caña de rerritorial de los monocultivos, concentrados en

grandes explotaciones?
<zúcar).! En torcer lua otro rasgo mayor es
la gran escala de los
empren- Definido de este modo, el neoextractivismo abarca algo más que las
dimientos, la
cual nos advierte sobre la envergadura de las inversiones, pues actividades consideradas tradicionalmente como extractivas. Además de la
se trata de megaemprendimientos capiral-intensivos y no trabajo-intensivos. megamioeria a cielo abierto, la expansión de la frontera petrolera y ener-
Por ejemplo,
para el caso de la minería a gran escala, por cada millón de 1
gética (a través de la exploración de gas y petróleo no convencional, con
dólares invertido, se ercan apenas entre 0,5 y 2 empleos directos (Colectivo la tan cuestionada metodología de la fraccura hidráulica o fracking), la
Voces de Alerta, 2011). En el Perú, país por cxcclencia de la megaminción construcción de grandes represas hidrocléctricas (por lo general, al servicio
transnacional, ésta ocupa apenas el 20 delPEA, contra un 23% la agri- de de la actividad extractiva), incluye la expansión de la frontera agrícola, la
cultura, cl 16% en comercio y casi el 10% en manufacturas (AAVV, 2013). generalización del modelo de agronegocios, la expansión de la frontera
El gigancismo también hace referencia al carácter de los actores intervinica- sobrepesca) y forestal (como cl
pesquera (ligados a la sobreexplotación y
tes—en general, de grandes corporaciones transnacionales—. monocultivo de pinos en Uruguay).
Asimismo, el neoexrractivismo presenta una determinada dinámica
rerricori l cuya tendencia es la ocupación incensiva del ¡ersitorio y el
acaparamiento deLierras, a aravés de formas ligadas al monocultivo o Consenso de los Commodities
monoproducción, entre cuyas consecuencias se halla el desplazamiento y actualización de la matriz populista
de otras formas de producción (economías locales/regionales), así como
de poblaciones. El avance sobre el territorio combina, en grau parte de El extractivismo actual se inserta en un contexto de cambio de época, mae-
los
casos, la dinámica del enclave o de la fragmentación territorial (escasa cado por el pasaje un
a escenario político-cconómico en el cual dos notas
producción de encadenamientos endógenos rel mies, que favorezcan mayores son, por un lado, el
Consenso de los Commodisies, basado cn la ex
56

de la matriz populista.

cies) cual vio reflejado


Ju se cn

las
Dil CAMBIO DE:

balanzas comerciales
ÉPOCA AL EIN DE CICLO

portación a gran escala de bienes primarios: pos orso lado, la actualización

Efectivamente, a diferencia de los años 90, a partir del año 2000-


2003. las economías latinoamericanas se vicron enormemente favorecidas
por loxaltos precios internacionales de los productos primarios (commodi
y el superávis
cai. El hecho no puede ser desestimado, ¡muy espucialmente luego del largo
periodo de estancamiento y regresión económica de las
décadas anteriores.
En esca nueva coyuntura favorable de crecimiento económico (al menos,
fs
Masastts1a Svamata

A
gobiernos (nacionales, provinciales, locales). No es casual que la livecacura
crítica de América Lavina considere que estos procesos apuntan a la conso-
lidación del neoextractivismo desarrollista.
Por otro lado, la actual ecapa puede leerse tanto en términos de rup-
turas como de continuidades en cel lación al anterior período del Cnasenso
de Washington. Recordemos que el Consenso de Washington puso en el
entro de
y
ajustes
la agenda
la valorización financiera y conllevó nna política de
privatizaciones, lo cual sedefinió al Estado como un agente mera:
regulador (de Sousa Santos, 2007). Asimismo. operó una suerte de homo-
hasta antes de la acrual crisis financiera mundial), los
gobiernos larinoa gencización polícica y discursiva en la región. De modo diferente, en la
mericanos tendieron a subrayar las ventajas comparativas del boom los de actualidad. el Consenso de los Commodiriescoloca en el centro la implermen-
«ommoditics, negando o minimizando las nuevas desigualdades asime-
crías ambientales, económicas, sociales, que eraía aparejada dicha divisióo
y tación masiva de proyectos extractivos orientados a la exportación, estable-
ciendo un espacio de mayor flexibilidad en cuanto al rol del Estado, lo cual
incernacional y territorial del trabajo, basada en la exportación de materias permire la coexistencia entro gobiernos progresistas, que cuestionaron el
primas a gran escala. En esa línea. todos los gobiernos lavinoamericanos, consenso neoliberal, con aquellos orros gobiernos que cominúan profun-
más allá del signo ideológico, habilitaron el rerorno en fuerza de una visión dizando una marriz política conservadora, en el marco del neoliberalismo.
productivista del Desarrollo, negando escamorcando las discusiones de
o Por último, lo que aquí defino como Consenso de los commodities tie-
fondo acerca de las implicancias (impactos, consecuencias, daños) en torno ne una sarga pólítico-ideológica, pues alude a
la idea de que exiscirla un

los diferentes modelos, minimizando los cuestionamientos


y
las prorestas acuerdo tácito o explícito acerca del carácter intevocableo irresistible de
la actual dinámica extracuvista, producto de la crucieme demanda global
socioambiemales.
En términos de consecuencias, el Consenso de los Commodiries fue ca- de bienes primarios. Así, tal como sucedía en los anos 90, el discurso do-
racterizándose por una dinámica compleja, vertiginosa y de carácter recur minante es que “no hay otra alternativa”, lo cual apunta a poner límit a
siva, que debe ser leída desde una perspectiva múltiple. Así, desde el punto las resistencias colectivas, sobre la hase de
la
“sensatez y razonabilidad” que
de vista económico, esto sc fue traduciendo por un proceso de reprimarica ofrecerían las diferentes versiones del capitalismo progresista, al tiempo
ción de la economia, visible en la reorientación hacia actividades primario que busca clausurar la posibilidad de pensar osas opciones de desarrollo,
extractivas, con escaso valor agregado. Dicho “efecto de reprimarización” instalando así un nuevo umbral lisiórico-comprensivo respecto de la pro-
se ve agravado por el ingreso de China. potencia que de modo acelerado ducción de alternativas. En consecuencia, todo discurso crítico u oposi-
va imponiéndose como socio desigual en roda la región larinoamericana. ción radical insertaría en el campo de la antimodernidad. de la negación
se

del progreso, del “pachamamismo”. del “ecologismo infancil”, cuando no


Ello
se tradujo adernás por una desigual distribución de los con/licros de un “ambientalismo colonial”, impulsado siempre por ONGs. o “agentes
socioambicneales y renicoriales, los cuales entraron a operar cn clave de
despojo y despuscsión. En otros términos, el Consenso de los Commodities extranjeros”,
conilevó la profundización de una determinada geografía de la extracción En la visión progresista, el Consenso de los commodities aparece asocia-

y del despojo, anclada en gran parte en el Sur, a 1ravés de la extracción


do
a la acción del Estado como productor
y regulador, así conv auna ba-
de bienes narurales orientados
a la exportación,
y de la concentración de
bienes, ticrras, recursos y territorios, que riene como actores principales a
tería de
misma es la
sectores más vulnerables, cuya base
políticas soctales, dirigidas a los
renta exterordimaria asociada al modelo cxtractivo-exportador,
las grandes corporaciones, en una alianza multiescalar con los diferentes Cien mente, no es posible desdoñar la recmpera ción de ciertas herramien-
$8

sas
— ——— Do cast DE EPOCA

y capacidades insticucion ls por parte del Fstado, el cual


ALTIN DE

vuelto a
ha
CCT Masasteria S VAMDA— —————— ——— $
cias que es posible establecer en términos político-idcológicos y los matices
erigirse en un actor económico relevante y, en ciertos casos, la tendencia a consolidar un
en
un agente
de tedisiribución. Sin embargo, en el marco delas teorías de la gobernanza
que podamos hallar, dichas posiciones reflejan
modelo de apropiación y explotación de los bíenes comunes, que avanza
mundial, que apunta a una insurucionalidad basada en marcos suprana. sobre las poblaciones a partir de una lógica vertical (de arriba hacia abajo).
cionales, la tendencia no es precisamente
a que cl Estado nacional devenga
un “mega-actor”, o que su intervención garamics cambios de fondo. Al
colocando en un gran tembladeral los avances producidos en el campo de
la democracia participativa e inaugurando un nuevo ciclo de criminaliza
contrario, la hipótesis de máxima apunta al retorno de un Estado modera- ción yviolación de los derechos humanos.
damente regulador, capaz de insialarse cn un espacio de geometría variable, Én suma, fuera de toda Jincalidad, desde esta perspectiva múlriplo,
esto es, en un esquema multiactoral (de complejización de la sociedad civil, el Consenso de los commodities va configurando un espacio de geometría
ilustrada por movimientos sociales, UNG y otros actores), pero variable en el cual es posible operar una suerte de movimiento dialéctico,
en estrecha
asociación con los capitales multinacionales, cuyo peso en las economías que sintetiza dichas contimuidades y rupruras cn wn nuevo escenario que
latinoamericanas es cada vez mayor. Esto coloca limites claros a la acción legitimamento puede caracterizarse como posneoliberal, sin que esto signi-
del listado nacional y un umbral inexorable a la propía demanda
de
demo fique empero la
salida del neoliberalismo (Féliz, 2012)
.
exatización de las decisiones por parte de las comunidades y poblaciones En segundo lugar, vtto de los grandes temas de debate de la última
afectadas por los grandes proyectos extractivos década, ha sido la
reacmualización de la marriz populista, la cual cuenta
En consecuencia, el escenario laimoamericano ilustra no sólo de un larga historia en América Larina. Desde mi perspectiva, varios de
«onuna
acoplamiento entre extractivismo neodesarrollista y neoliberalismo, expre- los gobiernos latinoamericanos considerados como progresistas presentan
sado de manera paradigmárica por los casos de Perd, Colombia o México.
rasgos populistas.” En este marco. y volviendo al vema desarrollado enel
sino también entre extractivismo neodesarrollista progresismo, lo cual
y
capítulo anterior, recordemos que la
narrativa populista tiende u sostenerse
complejiza aún más la problemática actual. Los casos más paradójicos del sobre el wriple eje de la atirmación de la nación, el estado sedistributivo y
Consenso de los Commudiries son los que
presentan Bolivia y Ecuador. El conciliador, liderazgo carismático ylas masas organizadas —el pueblo.
el
tema no es menor, dado a que ha sido en escos países donde. en el marco Pese su retórica de guerra, el populismo sc caracteriza por desarroJlar ten-
a
de fuertes procesos participativos. se han ido pergeñando nuevos concep- dencias contradictorias. Así, desde el pumo politico. cn el populismo de
tos-horizontes como el de Fseado Plurinacional, Autonomías, Buen Vivir alta intensidad propio del siglo XXI coexisten la esítica con elneolibcralis
y Derechos de la Naruraloza. tal como
aparece es las constituciones de mo con el
pacto von el
gran capital; los efectos de democrarización con
la
Ecuaslor y Bolivia. Sin eenbargo, conla consolidación de dichos regímenes, subordinación de los actores sociales al líder; la apertura a nuevos derechos
tras cuestiones fueron comando centralidad. vinculadas a la protundiza- con la reducción del espacio del pluralismo y la tendencia a la cancelación
ción del neoextractivismo. de las diferencias.
el
Sea en
de
lenguaje crudo la desposesión (neodesarrollismo Iiheral) Más allá del espacio de geometría variable que se abre para casa caso
como en aquel que apunta al control del excedente por parte del Estado «xacional, es posible establecer las diferencias entre populismos de clases
(neodesarrollismo progres ), el acaual modelo de desarrollo se apoya so populares y populismos de
clases medias (Svampa, 2013), Así por ejemplo,
bre un paradigma exrractivista. se suavrede la idea de “oportunidades eco los gobiernos de Venezuela y Bolivia pueden ser considerados como ¿09%
hómicas” o “ventajas comparativas” proporcionadas por el Consenso de los lismos de clases populares pues, más allá de sus limitaciones, apuncaron al
Commodities, y desplicga ciertos imaginarios sociales (la vistón eldoradita empoderamiento de a
los sectores subaleernos y partir de ello, a la rediseri-
que recortela historia del continente) deshordando las fronteras político- bución del poder social, En cambio, el populismo que encontramos en Ar-
ideológicas que los años 90 habían erigido. Así, por encima de lasdiferen ptina en Da
o dor aparece asociado mucho más
a
la vocación estelar de
50.
_——
las clases medias, esto cs,
-—— DEL. CAMBIO DL (POCA AL FIN DE CICLO:

a su empoderamiento político-social, De mudo


Marista Svamra— ———. —a
del desarrollo estaba ligada a la estructura económica y a la división inet
que, enambos casos es posible enconerar un populismo instrumentado por nacional del trabajo, Por ende, América Larina debía rechazar las fórmulas
las clases medias, pero que bus hablar cn nombre de las clases populares,
Esto no significa empero que las clases populares estén ausentes: asistencia
de la economía clásica, que condenaba al
subxontinence
a
la especiali-
zación económica por país (las “ventajas comparativas” de la producción
Iizadlas, precarizadas, sin
relegar sus tradiciones sindicales, abriendo nuevos primario-exportadora), para forjar un camino “propio” hacia la industria-
frentes de confticto de lucha, las clases subaltcenas resultan ser sio embar Ezación. El “desarcollismo" fuc la resultante de esta propuesta innovadora.
y el que participaron las difercnces
go los convidados de piedra de un modolo cuya clave de bóvcda resultan que recorrió intensos debates teóricos (en
ser las clases medias aurorreptesentadas como “progresistas” corrientes dependentistas) y fueron conformando un conjunto de ideas
Por otro lado, en países como Bolivia y Venezuela (éste último, con sobre las posibilidades de industrialización en la periferia capitalista.
todas sus controversias y ello. hasta el fallecimiento de Chávez) la polariza- in embargo, en las últimas décadas, cl escenario cambió ostensible-
ción ha estado ligada a políticas de gobierno que apuntaban a un cambio mente, y la crisis de la idea de modernización y. por ende, la
crítica al De-
en el equilibrio de las fuerzas sociales, donde las clases populares tenían sarsollo como gran relaro homugencizador, fue alriendo paso a un muevo
un fuerte protagonismo, Este no es el caso de la Argentina, país donde las
espacio para las exívicas políticas y
filosóficas. A nivel incernacional, la
crisis
«ontinuidades en términos de políticas rediscributivas, elección de socios de los lenguajes emancipatorivs y el colapso de los “sucialisonos reales”, Fue
económicos, modo de la
pensar politica institucional y sus “aparatos”, en- dando paso a la expansión de un discurso neoliberal, que demonizaba la
(re OTLOS temas, parecen tener mayor peso que las ropruras efectivamente acción del Estado y proponía reducir su capacidad reguladora a una expre-
logradas. Esta inflexión no dehe ser leída solo como el resultado de una sión mínima. permitiendo así la liberación de las fiserzas “benéficas” del
relación histós 2 0 de un vínculo perdurable nero partido
peronista y mercado. En América Latina, este proceso se fue articulando con el legado
organizaciones sociales, sino también asociada a una cierta concepción del de las dictaduras militares de los 70 y, sobre todo, cuu los episodios de hi
cambio social: aquella que deposita la perspectiva de una transformación perinflación de fines de los 80, los cuales terminaron por abrir les puertas
en el cambio en la orientación política del lídes, antes que en la posibilidad al neoliberalismo. bajo gobiernos de signo democrático.
de un seequilibrio de fuerzas a través de las huchas sociales. Esta primacía Asimismo, en las últimas décadas la crisis de la idea de Desarrollo, en
del sistema politico-partidario tiende a expresarse en una fuerte voluntad su versión hegemónica. produjo una revisión del paradigma de la moderni-

de subordinación de las masas organi


a la auroridad del líder (como lo
ilustran tanto los sindicatos de la orrora poderosa Confederación General
zación. En cxta líoca, se destaca la crítica ambientalista que fuc insealándose
en la agenda global a de la publicación del informe Meadows sobre
partir
del Yrabajo y las organizaciones de desocupados oficialisas), a través del “Los límitesdel crecimiento” (1972), el cual ponía el acento en los graves
modelo de la participación social controlada. peligros de contaminación y de disponibilidad fucura de materias primas
que afectarían a rodo elplaneta. de continuar con el estilo y ritmo de
crecimiento económico. De est modo, la
incipiente crítica ambiemsalista
Indagando la idea de Desarrollo contribuyó a cuestionar el desarrollismo imperame, al tiempo que envió
claras señales hacia lus países del sur. al plantear que el modelo de desa
Para encender lo que designamos como neo extractivismo desarrollista, es industrial de los países del norte escaba lejos de ser universalizable
propio
necesario detenerse también en los avatares de la categoría de Desarrollo. (Mealla, 2006)
Recordemos que la noción de desarrollo fue uno de: los pilares del pensa- El cuestionamiento a la v ión productivisea” planteó la necesidad de
miearo larinoamericano, Para la CEPAL. lejos de ser una cuestión de tienv- nuevas se
elaboraciones. que irían afianzando en los años 90, de cllas
Una

po, como proponían ciertas visiones etapistas, a la Rostows la problemática es la categoría de “desarrollo sustentable”. introducida la
en agenda in-
62

— Del A MBIO DE
temacional a parir de la publicación del documento “Nuestro futuro en
comú” co (1987) y luego de la Cumbre de Río, en 1992. Más allá de su
LFOCA AL HN DE CICL MARIsTELLA

la agenda,
Svamra

aunque claro
———-
está, el
——— 63

sentido que hoy adopta no puede ser ele


pidamente homologado al de oras épocas. Cicrtamerue, el desarrollismo
¿vidente complejidad, cabe destacar dos sentidos bien diferenciados: de como “ideología” y a la vez, como “modelo económico”, tuvo diferentes
un lado, un sentido fuerte que considera el crecimiento como un medio y variantes entre los años 50 yfines de los 80 (modelo populista; modelo
no como un
fin en sí mismo y,
por ende, subraya el compromiso con las nacional «esarrollisral; pero en aquel período aludía al
añiantamiento de
generaciones presentes y fisuras, así como el respeto por la integridad de ¡ma oricmación industrial producrivista, con una intervención del Estado
los sistemas naturales
que permiten la vida en el planeta (ecologia política, como actor protagónico En este sentido, más allá del carácror incompleto
economía ecológica, ecología profunda, entre otras); del otro lado, un que adopió este modelo, la visión desarcollista clásica está muy lejos del
sentido débil, que considera la
posibilidad de un estilo de desarcollo sus- giro actual, puesto que en el contexto de la nucva fase de la globalización
sentable a partir del avance y uso eficiente de las recnologías. Así. mientras asimétrica, la idea de desarrollo aparece ligada al
paradigma extractivista, el
que el sentido fuerte es sostenido por diferentes organizaciones sociales cual fue muy cuestionado por los desarrollistas de antaña, al riempo que ha
sectores ambientalistas, el sentido débil recorre más bien la retórica de incorporado nociones engañosas, de amplia resonancia global. tales como
las corporaciones y de los elencos gubernamentales de los más variados las de desarrollo sustentable su sencido débil), responsabilidad social
(en

gobiernos. empresarial (RSE) y gobernanza (Svampa, 2008)


Otra noción de “desarrollo humano”, vinculada al Programa de
es la En suma, la idea hegemónica de desarrollo que hoy se difunde es el
Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUI)) e inspirada en lecroras de or-
den filosófico, como las de Amartya Sen. en las cuáles éste
es
asociado a las
producto de la convergencia entre un paradigma extractivista, asociado
reprimarización y comodirización de la economía; y
una visión
a la
neoliberal.
ideas de exquidad y Kibercad. Sin constituir una propuena alternativa a la saliente contimúa sicndo el producti ¡smo y la compecicividad
cuyo rasgo
visión economicista, sostenida por el neoliberalismo reinante, la noción de a ultranza apenas rejuvenecidos por la
utilización siempre oportona y lábil
«sarrollo humano ha
servido
para complejizar categoría, al incorporar
la de ciertas caregorías globales (desarrollo suscentable, RSE, gobernanza).
otros
salud,
indicadores, además de los económicos, referidos
elgénero. entre ouros (Unceta, 2009).
a
la educación, la Dicha convergencia es la que hemos dado en llamar neoextractivismo de-
sarrollista, a fin de caracterizar la actual etapa latinoamericana,
A esto hay que
agregar que, más que en otras lacicudes, en Am ica
Latina las izquierdas, sea on su mactiz clasista como populista, han conser
vado
una fuceto impronta desarcollista, proclive a enfatizar una lectura de Naturaleza y Desarrollo
la historia que privilegia y cxalta la expansión de las fuerzas productivas,
es la visión de la naturaleza que
en el marco de un modelo fabril u obrerista. Esto quizá explique
su
carác- En este apartado, me interesa subrayar cuál
ter refractario hacia la problemática ecológica, la
cual ha sido considerada subyace a la actual consolidación del modolo exrractivisra, cuestión que,
como una preocupación importada de la agenda de los países ricos, que creemos, se halla vinculada también al orden de las narrativas e imagina-
reafirma las designaldados entre países industrializados y aquellos en vías rios. Dicha cuesción nos parece relevante, dado que, en no pocas ocasiones,
o con aspiraciones) al desurrollo industrial. la posibilidad de abrir un debare público sobre los antagonismos que se
En consecuencia, hacia los años 90, el Desarrollo como “gran relato”, van gestando apartir de las nueves dinámicas del capital, se encuentra ob
¿sto es. como esquemna ordenador y
a la vez promesa cmancipatoria, dex turada no sólo por razones económicas y políticas, sino también por obs-
pareció transitoriamente
rica Larina como en
de la agenda política y académica. tanto en Amé-
orras latitudes. Sin embargo, el eclipse de la caregor
táculos de tipo cultural y epistemológico, que se refieren a las creencias
sepresentaciones sociales. Con ello, queremos subrayar la
importancia qu
y
de desarrollo fue fugaz, puesto
que hoy asistimos a su retorno en fuerza a adquieren ciertos imaginarios y narrativas nacionales —y regionales» acerca
GA

de
<<

Ja escencia de que el conduente

se
la región
es
Dia Carilo DE EPOGA AL FIN DE CIULO

del desarrollo, intimamente ligados a una determinada concepción acerca


la naturaleza americana.
Distintos autores han subrayado el carácter antropocéntrico de la vi
sión dominante sobre la naturaleza, que se apoya sobre la idea occidental
de que ésta es una “canasta de recursos” y a la vez un “capiral” (Gudymas,
2002). Ahora bien, en América Latina, esta idea se ha visto potenciada por
el locus por excelencia de las grandis recur
sos naturales. án ouras palabras, históricamente la “ventaja comparativa de
halla vinculada a la capacidad para exportar Nacuraleza.
Dicha idea-fuerza es fortalecida por diferentes elementos que provie
nen tanto de la memoria larga (los diforentes ciclos económicos) como de
la memoria corta
asociada al
(lacrisis de la década de los 90). Ciertamente, aparece
carácter estratégico que adoptan ciertos recursos naturales nu
renovables, en función de la sucesión de los diferentes ciclos económicos.
Maris 1iLLa

ligado

en
En
la
Stars
refería al mito “eldoradisca"
al

los 1ecursos naturales.


El tema, desarrollado
ss
que latinoamericano espera en su alma”.
“todo
súbito descubrimiento material (de un recurso o bien narural), el
cual genera sin dudas un excedente,
pero un excedente como “magia”. “que
mayor parte de los casos no la sido wlizado de manera equilibrada”,
esta línca, es posible pensar cn cl aceual rerorno de este miso fundante,
de larga duración. el del excedente como
magia. ligado a la abundancia de

por varios autores latinoamericanos. hoy vuelve


a estar en agenda, Algunos hablarán entonces de la “maldición de los 1e
cursos", también asociado a lo que se conoce como
dese”. Así, Alberto Acosta (2009) reflexiona en
la abundancia”: “Somos pobres
la
la “enfermedad holan-
línca de la “maldición de
porque somos ricos en recursos naturales”
(2009), escribirá el economista ecuaroriano, quien analiza tanto en térmi
nos generales como específicos la conexión entre paradigma extractivista y
En esc marco, paisajes primarios. escenarios barrocos, en fin, extensiones empobrecimiento de las poblaciones, aumento de las desigualdades; dís-
infinitas, que tanto han obsesionado a viajeros y literatos de todas las épo-
cas, van cobrando una nueva significación al interior de los diferentes ci
torsiones del aparato productivo y depredación de los bienes narurales
En tórminos de
memoria corta, la ilusión desarrollista se conecta con
dos económicos. Un ejemplo lo ofrece el acrual boom axúnero, que alcanza ha
experiencia de la crisis; esto es, con el
legado excluyente de los 90, aso-
a casi todos
gran escala
los países lainoamericanos. Así, la expansión de
incluyo las altas
la minería a
cumbres cordilleranas, cabeceras de importan-
ciado al aumento de las desigualdades y la pobreza. así como
dad actual de sortear. gracias a las ventajas a la posibili-

comparativas, las consecuencias


tes cuencas hídricas, hasta aver intangibles o simplemente inalcanzables. de la crisis internacional. Por ejemplo, “la larga noche neoliberal”
(en la
convertidas hoy en el objetivo de faraónicos proyectos (como el de Pascua expresión del president: ccuarorianoR. Corre tiene
y
tarro un correlaco
Lama, el primer proyecto binacional del mundo, compartido por Chile político como económico, vinculado a la gran crisis de los primeros años
y la Argentina, cn manos de la compuñía Barrick Gold;o los proyectos
múneros en fase de exploración en la Cordillera del Cóndor, en Ecuados
del siglo XXI (desempleo, reducción de oportunidades,
migración). Este

y Perú). Orro ejemplo por demás emblemático es el “descubrimiento” de


tópico aparevís también de manera recurrente
Cristina Fernandez de Kirchner en Argentina.
en
el discurso de Néstor y

quienes contraponían los


las virtudes del litio: hasta ayor. el Salar de Uyuni era tan sólo un indicadores económicos sociales de sus gobiernas, con los años ncolihe-
paísaje y

primario. que hov cobra una nueva significación ante el inminente agota rales (los 90, bajo C. Menem) y, sobre todo,
con aquellos de la gran crisis
miento de los combustibles fósiles y la necesidad de desarrollar cnergías que sacudió a la Argentina en 2001-2002, con el Án de la convertibilidad
sustitutivas (automóviles elécuricos). De esto modo, el nuevo paradigma entre el peso y el dólar.
biorecnológico termina por resignificar aquellos recursos naturales “no suma. en el marco de un nuevo ciclo de acumulación, Améri a
Ln

aptovechados” o territorios “improductivos”, inserrándolos en un registro Latina parece haber resomado cste miro fundame
y primigenio. que en el
de valoración capicalista. contexto actual, alimenta nuevamente la iturión desarrollista. una suene
Ahora bien, tal como reflcxionaba hace décadas el pensador boliviano de pensamiento mágico, expresado en la idea de
que, gracias las aporta
a

René Zavalerta (2007). en América Latina fue cobrando forma ct mito del dades económicas actuales (el
alza de los precios de las materias
primas
excedente, "uno de los más fundantes y primigenios”. Con esto Zavaleta se y erecione demanda, provenseme sobre tulo desde China), es posible
la
66.

acortar

sociedades.
—— ——
2 Dr CABO Dt EPOCA

los países industrializados, a ño de


rápidamente la distancia con
alcanzar aquel desarrollo siempre prometido y nunca sealizado de nuestras
AL FIN DE CICLO MawisTeraa Svaspa—
—— =>
oe
suma, los progresismos poseen una concepción sobre los bienes namrales
que busca instalar uns ambigtedad entre la nación de commodities y re
cursos naturates esrratégicos. Si bien la política de desarrollo
al crecimiento de las exportaciones, cambién apunta a un control
se orienta
mayor
poz parte de los Estados de la renta extractiva, sobre todo en materias de
Consolidación de modelos de (mal)desasrollo hidrocarbmros y energía
Por otro lado, tados los gobiernos
progresistas han buscado justificar
Tradicionalmente, en América Larina gran parte de las izquierdas y del «l extracrivismo afirmando
que £ste cs la vía que permise generar divisas
del Dsa-
progresismo populista han sostenido una visión productivia al Estado,
que luego son reorientadas a la redistribución del ingreso y al
¿sollo, la cual sc nuuse de
una tendencia a privilegiar de manera exclusiva consumo incerno, o bien hacia actividades con
mayor contenido de valor
una lectura cu términos de conflicio social entre cxpital y trabajo,
mini agregado, Ecdiscurso cuyo aliance real debería ser analizado
caso por
imizando o colocando escasa atención las relaciones capical-naturaleza,
»

aso, busca oponer de modo reduccionista la evestión social (la redistribu-


yen las nuevas luchas sociales concentradas en
la defensa del territorio y
la
ción, las políticas sociales) con la problemática
ambiental, al tiempo que
los bienes comunes." En este marco político ideológico dominado por deja afscra disensiones complejas y findamental: enlazan de modo
=
que
visión productivista, la acuval dinámica de despossión tendió comercio estratá ¡co las problemáticas del Desarrollo, el Ambiente y la Democracia.
de ello
en un punto ciego, uo concepruulizablo. Como consecuencia las En
esta disección, me interesa dejar planteado menos cuatro cuestiones
al
problemáticas socioambientales son consideradas como uns preocupación Primera cuestión: en el marco del Consenso de los Commodities, los
secundaria,
olisa
yMlanamente sacriticablos, en visas «e
los graves proble gobiernos progresistas latinoamericanos han optado por un exuactivis.
Eo
mas de pobreza y exclusión propios de las sociedades latinoamericano. mo radical, tal como lo ¡lostra la enorme multiplicación de
programas
realidad. pese a que en las últimas décadas las
izquierdas lacinoamericanas de desarrollo basados en grandes proyevtos extractivos (hidrocarburos,
llevaran a cabo un proceso de sevaloriza 1 de la
matriz comunitario
ns
minería, capitalismo agrario, expansión de la fromera de
mercancía), a
¿ndígas, contindan adhiriendo sin embargo visión productivisa
"

una y
a gran escala, cuyas consccuencias sociales ambientales. culturales y pol
«sicientista del desarrollo, muy vinculadas con la
ideología del progreso y ticas, son sistemáticamente denegadas o minimizadas. En efecto.
por las
la confianza en la expansión delas fuerzas productivas. características de la apropiación de terrivorio, por las mevas desigual-
Así las cosas, la
perspectiva progresista parte del reconocimiento que
la
dades sociales, étnicas y de género
que éstos generan, dichos proyectos
acurmnlación se sostiene en cl crecimiento de las exportaciones de commo- extractivas sólo pueden imponerse a reavés de un
preocupante retroceso
o bienes primarios. Hace unos años, el brasileño
Y. de lax libertades. Por ende, la asociación entre
Bresscr-Pereira
y
extractivisno regresión
dities L

2010) escribió sobre la vuelta al ncodesasrollismo, señalando que “en la de la democracia deviene un hecho
recurrente: sin licencia social, sia
era de la globalización, el exccimicoo liderado por
las es consulta a las poblaciones. sin controles ambiencales y con escasa
exportaciones prescn-
desasroll”. Los sia del Estado aún con ella, los gobiernos tienden
la única esracegía seusara para los países en
as Mariano y limiliano López (2012), ¿sí como también
F'cliz
economis
Marcelo
o

avaciar no sólo de
contenido el ya bastardeado concepto de sustentabilidad, sino también
Saguier E, Peinado (2014), asocinn el noncseruccuralisemo con los gobier-
y a manipular las formas de
participación popular, buscando controlar las
mos
progresistas. Fn esta línea,
el neocstruccuralismo “progresista” enfuciza decisiones colectivas
las condiciones privilegiadas que ofrece América Latina en la acroal fase. Segunda cuestión. Fl extraccivismo radical, descripto más arriba,
En términos de “capical matoral” o de recursos
narurales estratégicos, de sonlleva la consolidación de modelos de desarrollo insustentables en el
el mercado internacional, muy especialmente China. En
mandados por mediano y largo plazo. « sea, modelos de maldexrrolle. Dicho
concepto

MARISTELLA Svampa 69
DF ÉPOCA
— —— DEL PIN DE CICLO.
Al
68 —— CAMBIO

los 70 y utilizado por diversos autores, entre cllos, René sut) hn dado lugar un modo de vida hegemónico relacionado con de-
a
fue acuñado en
y Mottin (1981) Vandana Shiva (1998) y, recientemente terminadas ideas sobre progreso que permean nuestro lenguaje. nuestras
el
Dumond M. E

los primeros, hacía referencia explicita a prácticas, nuestra cotidianeidad, acerca de lo que se entiende porcalidad de
por j. M. 'Torwsa (2011). Para la de un subcon- vida, buena vida y desarrollo social. En América Latina. la
América Lavina y estaba relacionado con una paradoja: apuesta central
cinente que presentaba un crecimiento considerable en términos
de fuer. quelos gobiernos progresistas hacon al modelo del ciudadano-consumidor,
indusria importante, asentado sobre el modo de vida hegemónico, nélicrza el rechano 2 pensar
zas productivas y de las riquezas producidas: una
cualquier hipótesis o escenario de sransición y de progresiva salida del ex.
¿udades gigantescas. con más contaminación y embotellamiento que los
países desarrollados; enln. un despilfarro delos recursos naturales de
el
saqueo, entre
y tractivismo, en el mediano y largo plazo, Asimismo, dado la predominan-
cia de un estilo de vida imperial/hegemónico. que alienta la congruencia
la fuerza de trabajo. Así, la desigualdad. el despilfarro,
llamaron “amaldesarrollo”, entre determinados parrones de producción y de consumo, se hace noto-
oros, fueron configurando lo que los «toros ciamente más difícil la conexión o articulación social y geopolítica euurc las
mismo con un supuesto desarrollo, de
la
sin querer por ello oponer al
El maldesarrollo reficre a problemas diferentes luchas sociales y ecológicas. urbanas y rurales, entro otras) $ sus
parte de Europa y Estados Unidos. -

al
“que afectan sistema en su conjunto y que representan una merma
lenguajes emancipatorios.
Cuarta cuestión: a diferencia de los primeros años, el Consenso de los
en la satisfacción de las necesidades humanas y/o
en las oportunidades
Commodities dejó de ser un acuerdo rácito que vincula de modo
doble
o

de la gence” (Unccta, 2010). Dicho concepto aporta entonces un vergon-


observable zante progresismo extractivista con neodesarrollismo libera. Ciertamente,
componente que lo hace ¡Iuminador: es canto un disgnóstico a parir de 2008-2010. al compis «e los conilicios socioambiencales, los
—lo indescable como
—roferido a lo empirico— como una lecura crítica
sociedad
gobiennos progresistas fucron blanqueando el
discurso en torno estilo de
al
Fn el marco de la globalización asimétrica, cual cabra centralidad
en el
desarrollo, Nos toca ver más de cerca este proceso.
la dissámica de desposesián, al compás del anmento del consumo de
ener-
gía y enarcrias prinas, el concepto de maldesarrollo vuelve 4 tener actua
Lidad, para ¡luminarnos tanto sobre el fracaso del programa de
desasrollo Fases del Consenso de los Commoditics y conflictos

¿como ideal, como promesa), su carácter


insustemtablo, como sobie
así

La expansión del usoxcractivismo


las diferentes dimensiones del “malvivic”- (Lortosa, 2011: 41), que puede y
el tránsito hacia el Consero de los Com-

observarse en las sociedades Jacinosmericanas, producto del avance de las modisies presenta varios momentos, C
tamente, su expansión no habri
tromuuras del extractiv smo.
€ posible sin lo ocurrido en
sido los
años 90. en el marco de la globaliza-
Torcora cuestión: en nombre de las “ventajas comparacivas”, los go- ción neoliberal. que operó grandes transformaciones en los sociedades
las economías latinoamericanas. Á tra y
biernos larinosmericano» promueven un modelo de inclusión anclado en
de profundas mudilicaciones del
mm co insrirucional, los Estados nacionales emergieron como una
el consumo, en el cual la figura del ciudadano consumidor sobredercemi- “entidad
na el imaginario del “buen vivir”, en
clave plepeya-progresista. El
acopla- responsable de cicar el espacio para la legitimidad de los reguladores no
estatales”, tales como el +MI, el BID y el BM y otras instancias
miento de corto plavo entre avance del Estado, crecimiento económico suprana-
y

condición de posibilida. cionales (De Santos, 2007). En este marc, los Estados legíslaron en favor
modelo de ciudadano consumidor aparece como
de la institucionalización de los derechos de las multinacionales
del éxivo elecioral y de permanencia en el poder de los diferentes gobiernos empresas
la
(por vía de la reelección). Asimismo, como sostienen Brandt
Wissen
y
a
través deha creación de
vna nueva normariva jurídica respecto de la me
fuertermen gaminería ciclo abierto, del petróleo, del moddo
los patrones e imaginarios sociales de consumo hoy agrario basado en la
a

(2012: 449),

re consolidados en muestras sociedades ftanto en el norte plobal como en el siembra dire. y los erampénicos, entre otras actividades
DE CAMBIO DE EVOCA AL.MIN DE

Como ha sido señalado, hacía el año 2000, América latina registró un


cambio de ópoca, de ls mano de: incensas movilizaciones sociales que con-
llevaron la desnaturalización y el cuestionamiento del Consenso de
ingon. La ponecior cruergencia de
gresisras, en países como Venccucta,
LICIO

Wash-
diferentes gobiernos populares o pro
Bolivia, Ecuador y Argentina, entre
Maras 1110 Svasipa
————
dustridlistas que presentan los diferentes gobiernos, los cambios
en curse se
que une reprimarización y alea rentabilidad.
En esta fase, fueron mumerosos los
económicos
orientaron a profundizar el modelo extractivista. en un contexto

conflicios socio-ambientales
rritoriales que lograron salir del encapsulamiento local y adquirieron
te-
una
y
a

ibilidad nacional: desde aquel en torno al


¿tcos coincidió con el booro de las precios inernacionales
de las rmatcrias proyecto de realizar una cu-

primas. Ub nucvo desarrollismo, más pragmático y en clave extractivisa, rrotera que atravesara el "NIPNIS (Territorio Indigena y Parque Nacional
Isiboro Sécure) (Bolivia, 2011); la construcción
de
ho necesariamente ligado las a formas del estaalismo propio de los años
Este período
la megarepresa de Belo
Monue (Brasil, la pueblada de Famarina y lasresistencias contra la
50-70, asomasía como rasgo central de la práceica dominante. mega-
(Argentina, 2012), hasta la
inería

de auge económico, de reformulación del ol del Estado, pero también


de suspensión final de la Propuesta Yasuni
as reconocimiento de los conilicios asociados
extiende aproximadamente hasta el año
a la dinámica extractiva, se
2008-2010, época en la cual los
(Ecuador, 2013). Lo que resulta claro es
que la expansión de la frontera de
derechos (colectivos, terrivoriales, ambiemalos),
encorró un límite en la
diferentes gobiernos progresistas, consolidados en sus respectivos manda- expansión creciente de las fronteras de exploración del capital, en busca de
mandatos presidenciales) fueron bienes, cierras y territorios, y echó por tierra las narrativas emancipatorias
cos (muchos de ellos, habiendo renovado

rmuuriz explíciamento extractivista, debido que habían levantado fuertes expectativas. sabre todo en países como Bo-
admitiendo
y afiemando
a la virulencia que
una
adquirieron ciertos conflictos centitoriales y socioam-
livia y Ecuador
A estos condlicros de carácter
bicntales. Más uún. el estallido de la conflictividad ligada a las actividades emblemático, hay que sumar aquellos
extractivas (megaminería, represas, petróleo, urbanisao
neoliberal, cn me que se producían, en la misma línea, en
los países con gobiernos de
signo
las dimensiones y acoliberal o conservador: el vontlicio en torno al proyecro minero de
nor medida, agronegocios) pondrían en evidencia canto
alianzas propias del desarrollismo hegemónico, así comolas himiraciones Conga, bajo el gobierno de Ollanta Humala (2011-2015) en Perú. que
impuestas en los procesos de participación
ciudadana y la apertura de esce- produjo al menos 25 muertos por represión; la oposición al megaproyec
to minero La Colosa, en Colombia, la suspensión del proyecto minero
narios de criwuinalización del conflicto.
binacional de Pascua-Lama, promovido por una acción presentada ante
vna nueva erapa no» interna cn un período de blanqueo del
As
Comen-
Ka
Justicia de Chile, e] conflict desencadenado
so delos Commodisiesy de abierta conflicividad en
los tercivorios
extractivos.
de Nicaragua, donde intervienen numerosas comunidades
por el proyecto del Canal
Época en la cual los gobiernos progresistas redoblan la apuesta, travós dela
a camp inas,
de Entre aros.
multiplicación de los proyectos extractivos, paradójicamente a través un
discurso induscriabista: para el caso de Brasil, Plan de Aceleración del Cseci- Uno
de los elementos
presentes en los diferentes gobiernos progre"
micro, que proyecta la construción de un gran número
de sepresas en la
sistas es

la
estignarización de la
protesta ambiental y la
deriva hacia una
lectura comspirativa, En realidad, allí donde hay un conflicto ambiental
la promesa del gru salto industria,
Amazonía; para Bolivia, fórmula lanzada y

por el vicepresidente boliviano en 2010, que


alienca la mulúplicación de
las proyectos extractivos igas, lio, hierro, agronegocios, entre vos “); pora
serricorial, ¡nediatizado
y
politizado, que pone
de los gobiernos progresistas respecto de la
de
relieve los puntos ciegos
dinámica de despuscsión, la
reucción suele scr la misma. Sucede desde 2009 en Ecuador, sobre todo
el caso de Ecuador, reforma de la normativa avance de la megaminería;
dle la
para Venczucla, Plan Estratégico de producción del perróleo, que implica un respecto megamincría; en Brasil, a raíz del conflicto suscitado por la
construcción de Relo Monte, y en Bolivia referido al TIPNIS. En los tres
avance de la frontera de explotación co la faja del Orinoco; para Argentina,
casos los distintos aficialismos optaron
Plan Estratágico Agroaliruentario 2010-2020, que proyecta el auecoro del por
el lenguaje nacionalista el
y es
60% de la producción de granos, envre owos, Así, másallá delas rerosicas in-
narco de la cuestión. he; do la legitienidad del reclamo y arribuyéndo-
tal
lo, sex al Di camióo DE

“ecologismo infantil” (Ecuador),


(Brasil) o al “ambicncalismo-colonial" (Bolivia)
El conflicro del TIPNIS fue uno de los
al
POCA AL

accionar de ONG extranjeras


FIN DE CICLO

resonantes, Aunque
in-
Magasren1a Svamea

rrollo, algo que se encargó de hacer


-
el vicepresidente
libro Geapolízica de la Amazonía (2012). Para Lineras, sin exrractivismo, no
habría cómo sostence las políticas sociales, lo cual significaría el fiacaso
gobierno la inevitable
A
A.

quedo
del
García Linera en su

lo.

hubo varios episodios que anticiparon vaa colisión entre narrativa y


la
uración de la derecha. De este modo, queda
el punto de inflexión se dio entre claro cuál cs cl lugar idcológico donde se ubican las resistencias —los críti-
digenista y la práctica extractivista,
2010
ignacio.
y 2011,
a
de la consrucción de la carrecora Villa Tunari San
caiz
TIPNIS cs desde 1965 una reserva natural y desde
El
199%,
«os del nevextractivismo son acusados abierramente de promover un “am-
bientalismo colonial" — tanto como cuál es el tipo de desarrollo asociado al
La
scconocido como terrivorio indígena, hábitar de pueblos amazónicos. actual programa de descolonización, el que sin duda se siróa lejos de muy

lado. la carretera respon- las aspiraciones eco comunieuias declamadas darame el


cucsción cra sin duda compleja, pues sí por un por Exa Moras
día a necesidades geopolíticas y rerritoriales, por oro
lado, los pueblos
Asimismo, todo indicaba
primer mandato y mn lejos también de ls
discusiones filosóficas poli
y
indígenas involucrados no fucron consultados. cas acerca del vivir”.
“buen

quela carretera abriría la puerta a proyectos extractivos que


Lracrían con En Argentina, el término mismo de “heoextractivismo” estuvo fuera
Hrasil del horizonte retórico del kirchnerismo. Claramente. el se
secuencias sociales. culturales y ambientales negativas, con o sin progresismo.
fi : la escalada del conflicto entre organi- lectivo del gobierno de Cristina E de Kirchner 3e detenía ahí donde la
como aliado estratégico. En
aciones indigenas y ambientalistas versus gobicrno fuc tal, que incluyó expansión de la frontera agraria. minera e hidrocarburífera pasaban a ser
hasta la ciudad de La Par, además de un Política de Estado. Si volvemos, por caso, al levantamiento en Eamacina,
varias marcluas desde cl TIPNIS
oscuro episodio represivo y la articulación
de un bloque multisectorial
ambiencalistas. con el
de 2012. vinculado
a
las resistencias a la
megamnería, ésta tuvo un
paradójico: sea por desconucimiento o por mala lo cierto es que desdo
clero
entre organizaciones indígenas rurales, sociales y fe.
2012 el gobierno las plumas del entonces oficialismo kirchnerista se alentó
apoyo de ingentes secsores urbanos. Finalmente, en una lectura que
naa consulta a las comunidades del TIPNIS, conflicco Mo
de Ivo Morales llamó dejaba el enrampado en los contextos provinciales, cuando
Realizada ésta, «l informe oficial señaló que el 80%
de las comunidades los esquemas binarios, enla baralla política que el gobicroo de entonces
en

e
consultadas aprobaron la
construcción de la carretera. Sin embargo. un
la Asamblea Pesma
libraba con el mulcimedios Clarín, Sia embargo. el posterior realincamien-
Informe de la lglovia Católica, realizado junto con to enue poder político poder económico terminó por blanquear, esca
y

nente de Derechos humanos de Bolivia en abril


! de 2013, indicaba que la de modo explícito, a la megaminería como parte legitima e imegral
ve esidenta
comsulta "no fc
libre ni de buena fe. además no se ajustó a los estándares
de consulta previa y se la realizó con prebendas”
lel
proyecto oficialisa. . tal como lo de en claro
y

Fernández de Kirchnez,
como lo dejó
la
ex ? presidenta Cri

de-
18 conflicto del TIPNIS arrojó dos importantes conclusiones que Algo diferente sucedió con Vaca Muerta, el nuevo Eldorado
que el
ben ser Jeidas en clave latinoamericana: en primer lugas,
en un marco de progresismo iusisrió en levantar como bandera de la soberanía energética,
—donde
escalada del coaflicio, en concextos san virulemtos y poliizados contra vienco y marca, luego de la expropiación parcial de YPE 2012),
dl carácrer recursivo de la acción lleva a que
los diferentes actotes se jnvo
de realizar una consulta
medias el
controverrido convenio firmado con la empresa. nortcameri-
lucren en una lucha encarnizada— la posibilidad cana Chevron, sobre la cual pesaba un fallo de la justicia ecuatoriana por
establece el con- un caso de contaminación, cuando esta operaba coro Texaca. Detrás de la
libro, previa e informada a los pueblos originarios -scgún
venia 169 de la OTU. se enrarece
inevirablemente, y la definición de sus visión eldoradista de Vaca Muerta pudo observarse una convergencia cutre
procedimientos, mecanismos y temas, termina
siendo muy controversia gobierno
y de
la oposición,
que recreabala idea de “la Argentina
Ln segundo lugar, como ha sido adclantado, el
conflicto del TIPNAS hr
lo que ésec eotiendía por desa
potencia" e
gran parte
idemficaba sin más abastccimiento hidrocarburifeco con so
¿ueó el discurso guburnamencal respecto
ale ber. la
emergerica, Esre reali miento que hemos denominado Consenso
o
74 —
del fracking clousuré camino hacia la búsqueda
tables y renovables.
el
— DL CAMBIO

de
DF ÉPOCA

ocras energías, susteo-

Por último, tengamos en cuenta que, en términos latinoamericanos.


primera lase del Consenso de
los _ommodiries se caractorizó por una suerte
ALHIN DE CICLO.
MarisrrLLA Sarita ——
la selegitimación de los discursos críticos,
ACI la
emergencia y porenciación
de diferentes movimientos sociales, en fin, la reactivación
popalista y
nueva fase
la
de acumulación
de
la 1radici ”
presoncia de una narrativa induscrialisra, se insertan cn una
del capiral, cn la cual uno de sus núcleos cen
sales es consolidación de modelos exrractivistas dle desarrollo que son
la
de expansión de las fromuras del derecho, visibles en la consricucionaliza
cuestionados por sectores de la población que exigen un debate informado
ión de nuevos derechos findividuales y colecrivos). La narrativa estacalista
cocxistla, con sus arciculaciones y tensiones. con la narrativa indigenista y y democrático accica de sus consecuencias e impactos territoriales, am-
cambios bientales y socio-sanitarios,
ecologista. tal como sucedía en Bolivia y Ecuador. A su vez, esos
Ln suma, estos debates y reposicionamientos respecto de la relación
se tradujeron cn la emergencia de un espacio
de la
de geometría
participación de lo
variable en
popular. entre Extrucrivismo, Boom de los Commodides y revorao del Populismo,
euamo al rol del escado y la ampliación
trajeron consigo una nueva fractura dentro del pensamiento crítico lat
Sin embargo. a lo largo de la década y al compás de difíremtes conflicios te-
nuvammericano. Así, a diferencia de los 90, cundo el continente aparecía
rritoriales y socio-ambientales y de sus dinámicas recursivas, los gobiernos
xeformarcado de manera unidireccional por el modelo ncoliberal. el nuevo
discurso beligeranuemento desarro-
progresistas terminaron por asumir un
de
uba práctica crimina- siglo viene signado por un conjumo de tensiones y contradicciones de
Isra, en defensa del extractivismo. acompañado dificil procesamiento. El pasaje del Consenso de Washington al Consenso
lizadora y tcadencialmente de las luchas socio ambientales, así
represiva
farenas de de los Commodities inscala nuevas problemáricas y paradojas que tien-
una voluntad explícica de controlar esas participas
como por den a reconfiguear el horizonte del pensamiento crítico, enfrentándonos a
de lo popular.
los Commodities dejó desgarramientos teócicos y políticos, que van vriscalizándosc en un haz de
A diferencia de primera lasc, el Consenso de
la
de ser un acuerdo tácito que vinculaba de modo vergonzamte gobiernos posiciones ideológicas, al parecer cada vez más antagónicas
acolibcrales y conservadores con gobiernos progresistas. El sinceramienco
prácticas, la fuerso exigmacización de la crítica ambienta
entre discursos y
lista que acurse incluso en aquellos países que más expectativa política de
Notas
cambio habian despertado como Bolivia y Ecuador ilustra lo evolución Y

Vénse para una caracccización general del neocsracriviomo, Giadyuas (2009)


de los gohienos progresistas hacia modelos de dominación más tradicio- ¡Acwsra(201 Ue Machado Araoz (2014): Svempa (2011 v 2013): Lévalos (2012 Zibechi
nales, ligados al clásico modelo populista o nacional-desarrollista, así como (0012) Seoane, Taddciy Alpranat (2013): Candarillas (20141,
ers
oxos autoxes,
obliga al reconocimiemo del ingreso inquietante a una fase la
de retracción Lo conllevó el amero de as asimer cruzo la pcopgafía de la exacción del

de las frorueras dela democracia. Somsumo: pr


om el emanado,
eemplo, accua
en América Laia produ 262%
auque solo consume 2,9% en cunmo al cor. proslice el 45,1%, y
J
dl hu
tonsume 6,1%; respecto del oro, produce el 15,2%, comumnienda el 3% (daros excral
el

dos de H. Machado Araoz, 20121


*Vor ciemplo, “sólo conve 2000 2614 las plantaciones de soja en América del Sun se

El cambio de época registrado desde el año 2000 en la región, a partir de ampliaron cn 29 milloues de hectáreas. comparable al cumaño de Ecuador: Brasil Argeny

la desmacuralización de la relación entre lobalización y ncoliberalismo, tina concentran verca del Y0% de la producción regional, si bic la espansicn más rápida
sc ha producido en Uruguay:
y Varaguay es el país donde la svia ocupa mayor superficio en

fe configurarlo un escenario conflictivo en el cual unas de las notas ma- relación al resto de colíivos: un 67% del áscx agsícols oral ¡Oxtam, 2016: 30).
la mausiz populista y ncoextractí
yores ha sido la (rejarticulación entre Los datos le Oxfam (QUO) se diervo a conocer en noviembre de 2016, Se aclara
vixmo desarrollista. Curiosa paradoja, entonues, que carectoriza una parte aque een e recien Las esplocaciones y mu: Las
perso: por ende, no contabiliza cam
importante de la región tarinoamericana: la crisis peras sb tersa y aporta im poca afrnasción «bre la propiedad colesciva Epara los
del consenso ncobberal
76
la segión.

Colombia
el 0
explotaciones agropecuarias domina Geo
77% de las dunas está co maras
donde el Ts snancja el 66%
esisorio agrícola para
¿lisas y pookes de siembra
el $%
de
las

de
las
del
e]

fincas.

Esendemos el comepts de somenodigy ex


en

de
1%; Jorga
la

cas; México.

Lo
DEL

1% de las Áncas de mayur tamaño concecira más de la


agricola. Dicho de uuu mado, el
el
es
país más desigual
oh de ls fincas ocopara
el
reparto la
icsra
Chile
cam

Argemina,
LAMBLO

de tira,
del
deme

(74%),

uo
país.

el
PE
casos de Bolivia, Colombia y Perú. Vésse también Asanda, 2017. Asi, según un soforme
reciente de
ás
Le
EPUCA

Onda icon duros de los censos agropecuarios de 15 pases), “en conjunto en

cuca que 999 el

cl
AL

mid
FIN DE CICLO.

de la superficie

0,4 por ciento de


sigue Peró, conde
Paraguay
56% Brasil. co
el 36% esrá en manos
(719%),
resta”

Bolivia
el
448% del e

semido amplio. como “productos ia


¿ierenciados cuyos precius se han intemacionalmemte” (Wire. 2011:77), e enmo “pro
de
lacfun-
el
las
Marista
201%.
"nohay
tiene en
Lo

la primera
cio por pane del capital
Svsmea

lo queJ.
rórmmino Único que or ya
conscadicción”
de la
al
fuerza
¡A
O'Connor denomina como "la segunda contradicción del capicalismo”.
misma intorprerarión recien que la 1353 de explotación
la

iemapo que se destaca la apropiación v 10 auendesrrur=


de sabajo, la infracserucrura. cl espacio urbano, la ma-
suraleza el ambiente, En esta línea, ya en los años 70, auroses maderas como Henry lefi>
6

boro, sobbrasaban la mecesidar de ampliar las lecturas sobre la dinámica del capiral. As
dtenxe la dialgcrica “osificada del Capital y
el erabjo”, el sociólogo francés lacía apelación a

una dialéctica del capica, del crabajo y del suelo. no solamente referida a los poderes de la
Naturaleza, sino de lus agentes asociados a ola, incluidos el Estado, que ejerce sobesania so-
be un territorio ncionl. Una lectura complementaria con la llamada segunda contradic-
ción del capitalismo. es aquella que coloca en el
centro del análisis la fógica de acumulación
primicia del copuen. analizada por Marx en El Capra, esto es, la dinámica de expropiación
¿netos de flwicación, disponibilidad y demanda mundia). que Fienew ua rango de precios
y despojo de la
tierra al
campesinado, a «quienes se arroja corno proletaros al enertado de

¿ncrrmacional y 10 requieren tecnología avanzada para su Ésbricación y procesamiento


crabaio, Estas locuras sumamence citadas co
la
bibliografia larmonmericana, reconocen ante
czdenues en la obra de Rosa Luxemburgo (que indica el carácter coruinuo -y mo da da exo
“Los commodities. co Mondo Finanzas hs
fiwswcimundofimanca esffimanraslos-com-
«usivacnente «los
orígenes del capitalismo. de la acumulación originaria prinmiva! y xeto-
modirie! ale los trabajos de David Havey (2004). para señalan la cencralidad de la
Segín Comisión de las Naciones Unidas para +l Comercio y el Desarrollo
la ran pame
dinámica de desposesión. que avanza sobe biene. personas y teuiocios.
(UNCTADA, en 2011 las materias primas agricolas. mineras y commodities derivados se
presentaron el
76%
se
lavexportaciones de ia
Unasur (Unión de Nasiones Suramericacio), Elgran salto industrial” colocaba el accno ura
las
o ec
ue nugepropeLios esta
<onra sóla 34% de! total mundial. Las manufacturas de ala recnologís. en cambio, repre icos. que en realidad escán basados la
en
expansión de indusrrias extraconas ¿puctiipa

y 2%
>
respectivamente, ió su las crapas de exploración del lirio, expansión de la megarmneria
juntas cacho
abcua. en asuciación cun geandes compañías transnacionales, construccion de grndo,
“Volveremos enás en doalle en el capitulo dedicado Fin decirlo al
>
Reromanda un tipo ideal de Aníbal Viguera (1993) que establece dos dimensiones repres lidroslécirics y canercra en el warco del IRSA, enaro oros,
hrpitiidabebo.orgieides phpoption vom_concentisica: aiclebid 201 bip
para deliuie cl populismo fuza, sogín tipo de participacion: yla utsa, según as politicas
el os defienden suánfarme-de kcomvalaa-previa-en-elipriséccacid-B2muiciasSelueraid 2
sociales y exuaiómicas!, distinguir entre popsicoo de baja emtemidad. vinculada al
propuse
ácter unidimensional del mismo testilo político »
liderazgo, que puede cocxiscr tom
11 del frackingune en tma misma visión progresisas
Ciomuenso a
y
neoliberales ae
políricas neokibe 3, y un prpudismo de ala insemvidad, que ensamble exilo político com a de da explotación de combussciblos files
(Svampa y Viale, 2014). 4 10 dela figura
¿ie la sociedad mixta colocó enel cenezo del nuevo paradigma la hísquerta y otorgan
se
sucial. Lle abordado ul tema co
ala
ls rl
palvicas socwles y económicas, que apuuucan inclosión
de grandes concesiones como se hizo con Chevenm. sta
Debates lasimnamericanos, 2016. en el capivulo Bnal de la segunda pare, consagrado a
los 10 capitales cxranjcros.
ale intensidad.
volea desea desó muy lejos el modelo nacional csraral que fuera reivindicado,
praia
populisaas de
Fl produccivismo se Lasa en la dez del crcciosiento jedefinido e implica am
oe al menos resóricamente— 4 la hora de intervención de Repsol YPE Posteriormente
la

conocimiento de
los límites ce soyuenibifidad del planta, Una excelernz definición nos es
fente
a
la caída de los precios insemacionales del perróleo, el irehmerisino tuvo que resi
nar los grandes proyectos previstos para Vaca Muerta, Frenre ala escasa presen inver de
sporcada por Joaquín Sampere, quico utiliza «4 récmino "producrivisme” puro designar
los Jímines de la soseeibilidad ecclóg siones extsanjeras. Aún as. se abocó a subsidiar la producción de pesráleo, que comi
algo

cualquier mesabaliuua social que no sespere


porque considera que la especie huma puede pocrviirseenplatas
a solunsad y sio fito mué el gobieeno de Mauricio Macri. quien además. en encro de 2017, relamró Vaca
Muerca. en su versión eldoradista neoliberal. esco e, Armando nuevos convenios que
los recueon macarals”. hugo: Iccnecraniresoluciorusso wordpress. coso 2015/05/01/417
e de a
y

rantizaban la Hexibilización laboral y trasladaban coso la acumulación los sccroros


Como bien señala Zavaleta, dicha rotación puedo ser ilusirada por la historia la de
más débiles dela cadena, esto es las trabayadores
economia peruano, la
cual saliódel ciclo de la plana. y pasó sucesivamente por el boom del
caucho, el grano. salitre, en fin, nuevamente, en el prescore, cl boom minero.
el

“a dinámica de capital remite también a una


von
dimensión, la del inercambio
muera, tema que de modo marginal arraesa ciertos
metabólico entre el ser humano y
h

escritos de Mars, pero aparece desarrallado cn representanres del manúsmo crvico y


que
<rológico) en épocas más eciemes (O'Connor, 2001; Bellamy Fost, 2600; Jason More,
Conflictos socioambientales, giro ecoterritorial
y alternativas en América Latina

“Muchos de movimientos sociales éenico-territoriales en Améri


los
<a Latina hoy día son espacios vitales de producción de conoci
en

eniento
y estracegias sobre las identidades y la vida. Desde muchas
perspes tivas, se quede decir que comsúsuyen una propuesta acen
da fronce ala coyuntura de crisis social y ecológica de los tesicorios.
De esta forma, contribuyen tano al campo de la ontología policica
como a la forma ontológica de la política.”
Arturo Escobar, Seneipensar con la tierna, 2014. p.128.

En el alirmamos que América Lacina presenta un escenario


texto amerior
sumamente concrastante. Ahora nos Luca presenta dicho contrae, ya no
desde la mirada de los gobiernos progresistas o las visiones hegemónicas.
sino desde las luchas socioambientales que efectivamente se llevan a cabo
ea los diferentes países y territorios. Así, en este apartado propongo una te-
fexión subie laconflicuividad sociosmbiental cn dos tiempos. En la prime-
ra parte, hablaré del giro ccorensicorial comando algunos de los elementos
y categorías propositiva que
anraviesan el nuevo lenguaje movilizacional
Dichas categorías son Buen Vivir, Derechos de la Naturaleza y Bienes Co
smunes. Muy especialmente, ahordaré algunas de las dimensiones que el

concepto de lo Común asume en


el horizonte de las
lucha sociales larinas
mericanas. Fo segundo lugar, daré cuener de algunas de las limitaciones
que enfiencan las luclias socio-armbientales, al
tiempo que propondré una
breve revisión del debate sobre la smansición y el postexaracsivismo.

-
80 Des Casino DE EPOCA
ALI DL
CIO Marista Svaxra 81

La expansión de la confl ¡idad socioambiental Ln continuidad con el nuevo internacionalismo de las luchas, Upico
del cambio de época, el horizonte colectivo y la
generación de un diag
Una de las consecuencias la
aciual inflexión extractivista ha sido
de
ex la nóscico común generó lacreación de una red densa de organizaciones
y
la multiplicación de lugares de cruce, a nivel nacional y regional. Lixisten
plosión de conflicros sociosmbienralos. visibles en la potenciación de las
luchas ancescrales por la
cierta, protagonizadas por
movimientos indígenas así numerosos espacios de coordinación, como el de Vía Campesina o, en
así de nuevas formas de moviliza escala, foros remáricos (de defensa del de defensa de los bienes
y
campesinos, como por surgimi
el unto vorra agua,

ción y participación ciudadana, ceoiradas en la


defensa de lo común, la suaturales), plataformas deacciones conjuntas (conura cl ALCA y contra los
biodiversidad y ambience
el

Entiendo por conflictos sacioambientales aquellos ligados al acceso


megaproyectos del UIRSA
En relación con el
y acrualmense, corra el Iracado TransPacífico)
proceso de ambientalización de las luchas, los espa-
y control de los bienes narurales y el territorio,
que suponen por parte cios de cruces también rellejan una dinámica multicscalar que abarca desde
de los tores enfrentados, inrereses y valores divergentes en torno de lo lacal, lo nacional, hasta lo regional. En este sentido, lo más novedoso
los mismos. en un comesto de
gran asimetría de poder” Dichos con es la articulación entre: actores diferentes, lo cual promueve nn diálogo de
iiccos expresan diferentes concepciones sobre el eerrivorio, la naruraleza saberes
y dlisciplinas, caracterizado la
por valorización los
de saberes locales
y el ambientes así como vin estableciendo nos disputa acerca de lo que como también, por la elaboración de un saber experto independiente d
los discursos dominantes. El tema no es menor, pues es x partit de esta as-
5e enciende
por
Desarrollo y. de manera más general, por Democracia,
viculación que las diferente organizaciones y mo mientos elaboran diag-
Cieriamente, en la medida en que los múleiples megaproyectos tienden
a reconfigurar el terricorio en su globalidad. no sólo se ponen en jaque únósticos comunes, que exceden la problemática local y nacional, así corao
tas formas evonámicas y sociales preoristenees, sino también el alcance diversifican las escracegias de hacha, combinando la movilización de base y
mismo de la Democracia. pues aquellos se ponen sia Bcencia social, la articulaci 1 de redes sociales, con la generación y aplicación de difiere
gencrando fuertes divisiones en las poblaciones y una espiral de crimina- tes instrumentos iécnicos legales tamparos colectivos, nuevas ordenanzas,
lización y represión de las resistencias. demanda de consulta púbica y leyes de protección del ambiente y de los
1a explosión de conflicios socio-ambientales ha tenido como correlato derechos de los pueblos originarios),
aquello que el mexicano Enrique Telf (2004) he Nlamado “la ambientaliza: Enuse todas las actividades extrac as, la más cuestionada cn Arm

ción de las luchas indígenas


y
campesinas y la emergencia de un pensamiento Latina es sin duda minería saeralífera a gran cscala. Acro mente, no hay
ambiental ladinoainericano”. A esto hay que añadir que el oscenario aparece país lasinvamericano con proyectos de río cla que no tenga conflicros so
marcado no solo por Juchas indígenas-campesinas sino tasabién por el surgi- ciales que enfrenten las empresas mineras y el gobierno, a las comunidades:
miento de nuevos movimientos socioambientales, rurales y urbanos (peque- México, Guatemala, El Salvador. Honduras, Costa Rica, Panamá, Lcu:
ñas y medianas localidades), de carácter policlasista y caracterizados por un dor, Perú, Colombia, Brasil, Argentina y Chile. Existen varios espacios
formato asamblcario. su vez. en este nuevo entramado social juegan
Á rol
un consagrados al tema minero, entec ellos, el Obserzatorio Larinoamericano
so oeuor, diferentes colecaivos culturales, ciertas ONGs ambienralistas (com de Conflicros Ambientales (OL.CA), creado en 1991, con sede en Chile, el
lógica de movimiento social), intelectuales y expertos. que acompañan —e Observatorio de Conflictos Mineros de Amívica Tarina (OCMAD), que fun-
incluso coprotagonizan— la acción de organizaciones y movimiento sociales. ciona desde 1997 y articula más de 40 organizaciones, caer las
enales se
Como suele suceder en otros campos de lucha, la dinámica organizacional halla Acción U'cológica, del Ecuador. Así, según el OCMAL, en 2010 había
tiene como actores cenvrales a jóvenes, muchos de
ellos mujeres, cuyo rol es 120 conflictos mineros que afectaban a 150 comunidades; en 2012 éscos
cambién crucial tanto en
las grandes estructuras organizacionales como en ascendían 161 conflicios, que incluían 173 proyectos y 212 comunidades
a

los pequeños colecrivos de apoyo las acciones,


a afectadas, En febrero de 2014, el múmero de conflictos era de 198. con 297
82

Dia cami Dt

había 217 conflictos, que involucraban 227 proyectos


Los países con mayor cantidad de conflicros
EPOCA

y
AL

comunidades afectadas y 207 proyectos involucrados. Ln cnoro de 2017,


LIN DE CICLO.

331 comunidades.
son Perú (30); México (37).
Chile (36): Argentina (26). Brasil (20). Colombia (14) y Ecuador (7). Asi-
mismo, 6 conflicios son de carácter eransfroncerizo (fuente: OCMAI)
Maarten 1a

Sa riDa ————— +

cluso áreas protcgidas, donde se hallan asentadas comunidades de pueblos
oxiginarios. Incluso el derecho a la comsulra previa fue desnacuralizado para
acelerar

Como
la ejecución de inversiones petroleras (Gandarillas, 2015: 123)
ha
sido dicho anteriormente, cl parscaguas lue el conflicto del
T1PNIS (Territorio Indígena Parque Nacional Isidoro Secure), en 2011,
Según el Aulas de Justicia Ambiental (EJOTL, por sus sigla co inglés, el por la
construcción de una carretera. La defensa del extractivismo ha es-
tado a cargo del vicepresidente Álvaro García Linera, quien lanzaría ya en
incre nto de los conflicios se produjo a partir de 1997 y especialmente a
partir de 2006-2008. La base del OCMAL muestra un incremento 2 partir
ocasión del TIPNIS la
acusación de “ambicntalismo colonial”, anatema
de
fechas similares (Villegas, 2014:10-11)" que mezclaría por igual agencias de cooperación imernacional, ONGs de
Resulta imposible realizar un relevamiento de los contficros socio- izquierda y organizaciones indigenas críticas. Si bien organizaciones indi-
ambientales o nn listado de las redes auto-organizarivas, nacionales y re- gens como CONAMAQ y CIDOB son
críticas del extractivismo, cn los
de carácter ambienial que hoy existen en América Latina. Sin últimos años han sido las ONGs las que han estado cn la mira del gobier-
no. En 2015, el vicepresidente amenazó con expulsar a cuarro ONGs holi-
prosender cxbuustividad alguna y salo 4 titulo de ejermplo, haremos una
breve revisión de algunos conflictos y redes en países como Perú, Bolivia, vianas (CEDIB, Terra, CUNLA
y
Milenio). varias de las cuales realizan rra-
Nicaragua, Ecuador, Colombia, México y Argentina.* bajos de investigación sobe el
cxwacrivismo y expansión la de
la frontera

En 2013. en el Perú, país que conoce una tradición de minería a gran ¿le agronegocios,
a
las cuales acusó de delender “los insereses de la dereclia
el
escala. de acuerdo a la Defenso
minería consuivutan el 48% del rod
del pueblo, los conflicios ligados
de conflicios sociales. En
a la

2016, el
politica internacional”. En 2016,
apunta a resiringir la
libertad de
gobierno sancionó una nueva ley, que
asociación
y
pone a las ONGs críticas en
porcentaje había ascendido a 68%. de un cocal de 220 con riesgo de cierre, si éstas no se ajustan a la Agenda Parsiótica 2025
Nacional de Diesartollo.
el Plan
y
Ja CONACAMI (Confederación Nacional de Comunidades Afectadas
Uno de los casos más preocupantes es el Lonador, país en el cual la
por la Minería), nacida en 1999, de
una las organizaciones pioneras
a nivel continental en la lucha contra megaminería. Ocra organización
la propia Coustitución establece los derechos de la Nacuraloza, pero don
la respuesta a la conflictividad socio-ambiental ha sido la criminalización
importante es el Grufides (Grupo de Formación Intervención para el De-
e

sarrallo Sostenible), situado en Cajamarca, que tiene una larga trayectoria y judicialiración de la procesta, por la
vía de juicios penales a los voceros
de organizaciones indígenas, con sentencia de cárcel por diez años así
de imervención
y lucha, y cuyo dirigente, cl exsacerdoto ysociólogo Marco
Arana, fundó en 2009 el partido Tierra y Libertad En la accualidad, la como al
retiro de peronetía jurídica y la expulsión de ONGs (Fundación
Cionacami ya no tiene la presencia rerrirorial y la capacidad de articulación Pachasiama, 2013; hostigamiento y
amenaza de la disolución de
la tevo-

nocida ONU: Acción Ecológica ca 2009 y en 2016), cancelación de visa


que supo tener hasta 2008-2009, sin embargo, en su lugar se han fortale-
cido otras estructuras organizacivas locales. como las rondas campesinas, y expulsión de consultores exeranjeros ligados a dirigentes ambientalistas
en 2014 y 2015). Asimismo. se valió de artilsg legales para invalidar la
cuyo tol es cada vez mayor en la lucha contra la megaminería (Hoetmer,
2013: 268). demanda de Iniciativa Popular, que propuso a través de la recopilación de
En Bolivia, lavla extractivisca abarca dese la minería, la
exploración firmas el movimiento ciudadano “Yasunidos”, luego de
que el gobierno
de hidrocarburos, el avunce de los agronegocios hasta, más recientemente de Correa decidió unilaccralmente terminar con la
moratoria en el Parque
una serie de proyectos energéticos incluidos cn la llamada "Agenda Pacrió-
Yasuni e iniciar la exploración perrolera. Por último
a
las resistencias im

tica 2025", que involucea laconsirucción de varias megarrepresas y una portamtes contra la megamincría (Ecuador no tiene rradición de mineria a
central nuclear. Estos proyectos comprometen diferentes territorios «in gran esla apuerta de 2013 gobierno el ha
ido avanzando en
diferentes
84
DEL CA MO DE FPOCA AL FIN DE CICLO. Marasteria Sra — —Á o as

seria
cerrivorios, encre ellos en Intag, un basción en la
lucha conura esco tipo de somos loscustodios del Agua” (Navarro, 2015: 141), Otra experiencia es
actividad, donde las poblaciones habían expulsado varias empreses mineras la lucha del Freme Amplio Oposicos (FAO) contra la minera San Xavier,
rondas
y apostado a desarrollos alternativos.
ue se constituyó en el núcleo de numerosas actividades públicas,
En Colombia, entre 2061 y 2011 el 25% de
los conflictos tuvieron informativas, consultas, disputa legal, y que tuvo su punto cúlmine en
relación con el petróleo. el
oro y cl carbón (Roa Avendaño y Navas, 2014: 2006, cuando la empresa conseruyó las bases del yacimiento (el que ini-
35). En 2010, durante su primera campaña presidencial. J. Manuel Santos
y
¿ialmente plancaba demoler cl pueblo) (Composto Navarro, 2031: 511
lanzó la consigna “Colombia la locomorora minero energética”. En ese Por cura parte, en Nicaragua existe uno de los megaproyectos mm
marco, los pro yectos mineros han venido suscitando enormes resistencias. ambiciosos y controversiales de la región, el Canal incerocéanico, tres ve-
enere las cuales se descacan aquellas conera La Colosa, un megaproyecto
faraónico. que de construirse, la quinea mina de oro más grande del
ces mayor que el Canal de Panamá, el cual fue concesionado
¿hina HKND, bn noviembre de 2015 el inicio de las obras
a
fue
la empresa
postergado
mundo, en manos de
laempresa Anglo Gold Ashanti yafectaría a diversas debido a las protestas campesinas y frenteal cuestionamiento del escudio
localidades del departamento de Tolima, la despensa agrícola de Colom- de impacto ambiental de parte de expertos inrernacionales convocados por
bía. AllEse hac formado los “Comités ambientales en defensa de la
vida”, la Academia de Ciencias de Nicaragua (2015). A raíz de ello sc
ha
organi-
que hoy reclaman la eealización de consultas públicas-Solo en
Piedras se ha zado el Consejo Nacional por la Defensa de la Tierna, el Lago y la Soberanía
llevado a cabo una consulta pública y en la uetualidad, los comirés ambien- Nacional. La primera protesta de comunidades afectadas ocurrió en 20)4
rales están abocados a lograr habilitar consultas en Cajamarca e lbagué, A
fines de 2016, una marcha campesina contra el proyecto canalero, que
encontrando fuertes obsráculos legales y empresariales? pretendía llegar a Managua. fue reprimida por la policía y los militares,
Pero la
megaminería no es el único fiente de conflicto extracrivisra en generando numerosos heridos de bala y detenidos. Sin embargo. por el
Colombia. Tamb se halla el Plan Maestro de Aprovechamiento del Rio momento ne han podido iniciarse las abras.
Magdalena, el río más importante del país, que nace en la cordillera, con Por último, en Argencina destacan las asambleas eo defensa del agua,
se

un longitud de 1500kn1. La concesión del río forma parte de la política de nuclcadas en la Unión de Asambleas Cineladanas QUAC. surgida co 2006)
Integración de Infraestructura Regional Suramericana (JIRSA), y lejos de ori inariamente ligada a la lucha comsa la megamineria, aunque también
mejorar las condiciones ambientales y sociales del río, apunta a convertirlo ala crítica al modelo de agronegocios. Esta tiene un formato asambleario y
en una gran hidrovía, para transportar coo barcos de gran calado. carbón, se reúne uses veces al año a fin de diseñar escrategías comunes de resistoncia
petróleo y hoja de palma, destinado a la exportación. El orro objetivo es frente al avane del modelo minero en 12 provincias y defender las leyes
conv silo en un gran gencrador de energía, a través de la conserucción provinciales (7, en total) que prohíben la megamincría, y que aún escán
de varias represas, muclras de las cuales esta! al servicio de los proyectos
um

en pie. La UAC es sobre todo un espacio de imtercambio de experiencias


mineros. Este enorme plan deprivatización del Río Magdalena (controla- y saberes comprometidos en las luchas socioambientales, de fuerte marrie
do por una empresa de origen chino) ha originado una movilización, que autonomista, que no rienc una existencia independiente por encima de
quienes la conforman. No existe un comiré directivo ni de gestión,
1016 el nombre de “El Río de la Vida". ni au-
En México, existe la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales soridados, ni voceros.
(ANAA, México), creada en 2008. contra la megamincría, las represas hi Respecto de los agronegocios, cl corazón del capitalismo agrario en
deoeiéctricas, la urbanización salvaje, y las megagranjas industriales. [lay Argentina, las resistencias han sido inás dificiles de organizar, pese al rol
experiencias emblemáticas como la del Consejo de Ljidos y comunidades pionero delas Madres del Barrio Ituzaingó, cn Córdoba. Desde 2007 exis-
opositoras a la presa La Perota, (CECOP) que duranie 10 años congregó te la campaña "Paren de fumigar”, promovida por el Centro de Protección
La lucha de
campesinos indígenas, en Guerrero, bajo la consigna “Nosotros de la Naturaleza (CeProNar) de Sanca Fo. Geupo de Reficrión Rural
el
86 —— DE DI AL 87
CAMBIO (POCA HN DE CICLO Maris ELLA Svampa

(RR) y las Madres del Barrio Iruzaingó Anexo de la ciudad de Córdoba, emprendimiento minero que amenaza con la destrucción de importan
«que realiza eres plenarios año al
y
desarrolla movilizaciones, acampes, char-
las y talleres con vecinos del lugar (Daiana Melón, 2014: 79). Esencial ha
tes fuentes hídricas. En maszo de 2016 fue asesinada Berta Cáceres.
del
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras
sido el rol de los médicos e investigadores, como Andrés Carrasco. otrosy (COPINB), por las fuerzas represivas de ese país, por oponerse a la re-
profesionales que crearon la Red de Médicos de Pueblos Fumigados.% el río Cualcarque.'* En enero de
presa de Agur Zarca a realizarse sobre
Desde 2012 también se han creado numerosas asambleas y redes ci
2017 fise asesinada la feminista y acrivista e sera la megarninerí Laura
dadanas quese oponca al
frackóng, e impulsan la moratoria y/o prohibición Vázquez Pineda, miembro de la Red de Sanadoras Ancestrales del Femni-
.

de la explotación de
hidrocarburos no convencionales mediante
hidráulica, A fines de 2016, labía 37 localidades que contaban con orde-
la
fractura nismo Comunitario, de Guatemala,
La
criminalización y la represión no son prerrogativas exclusivas de
nanzas que prohíben el fracking (Opsur, 2016)1. Por último, tienen cada los gobiernos conservadores. Por cjemplo, en Argentina, luego de años
vez más presencia tanto las resistencias de las organizaciones de pueblos de conflictos locales vinculados a la megamincría, invisibilizados por los
originarios frente a las cstraregias de acaparamicnto del territorio ravés gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, en enero de 2012 se produjo
del agronegocios, la megarinería o los megaemprendimicntos urbaní: < levantamiento popular de una pequeña localidad del norte, famatina,
cos), asi como laexpansión de lozos y organizaciones socioambientales en que logró somper con el encapsulamiento, colucando cn agenda nacio
la
defensa de ccosisiemas frágiles, como los humedales, hoy amenazados por al el tema. Sin embargo, luego de que el gobierno de Cristina Fernández
la expansión de urbanizaciones cerradas acuáticas
y otros megacmprondi- de Kirchner hiciera explíciro su apoyo a la megaminería, volvió a operar
se el re-encapsulamiento de la problemárica a la lógica
mientos (Pintos, 2013). iminalizadora
Fste contexto de conflictividad creciente, comun
contribuye directa o indirectamente a la judicialización de las
a
toda la región,
luchas socio
de las provincias, seguido de una oleada represiva que tuvo vu record en
Catamarca (sicce represiones en 2012), e incluyó en 2013 una represión
a
ambientales y la violación de derechos, lo cual ha incrementado ase-los en la propia localidad de Famatina. Posteriormente, cuestionamiento
el

sinaros cometidos contra accivistas, sobre todo aquellos ligados


Mineria. Según Global Witness de 2014 (citado en el
Informe de
la
ala
mega-
FIDA,
a la mcgamineria volvió a hacerse presente con el primer derrame
solución ciamurada de la mina Veladero. de San Juan, controlado por
de
la
2014), entre 2002 y 2013 se
registraron 908 asesinatos documentados en Barrick Gold (2015), a lo cual se sumaría un segundo derrame en 2016 y
un tercero (esta vez en la mina de Lama) en 2017. Asimismo, la política
todo el mundo de activistas ambientales, de los cuales el 83,7% (260 ca-
505) han tenido logar en América Lusina.
a cabeza de este
Brasil se halla la de hostigamientos y asesinatos, ligada a la expansión de la fromtera sojora
y al proceso de acaparamiento de tierras, afecta de
ranking sinicsuo, con el 499%." Los datos tarbién muestran que hubo un modo recurren a los
huevo incremento a partir de 2007 y aun más, de 2009. pueblos indígenas, tal como lo ilustra de modo emblemático la Comu-
Después de Brasil (50 mucrtes), y de Filipinas (33), el tercero en nidad Qom, en la provincia de l'ormosa, que contabiliza 6 muertos en
el ranking es Colombia, con 26 asesinacos a defensores ambientales en
situaciones dudosas, desde noviembre de 2010.
2915. El listado regional incluye países como Honduras, Nicaragua, Pa La situación de criminalización es sambién inquietante en Ecuador,
namaá, México, Guaremala y Perú. Así. a comienzos de 2012, en Panamá
se registraron fuertes episodios de ispresión que costaron la vida de dos
donde hay cera de 230 personas procesadas, muchas de ellas bajo las f
desde estudiantes
guras penales de “sabotaje” y “terrorismo”, que incluyen
miembros de la comunidad indígena Ngábe Buglé. En Perú. durante el
hasta organizaciones indigeno-campesinas que luchan concra cl extracti-
gobierno de Oltenta Humala (2011-2016), se produjeron 25 muertos en
situación de represión, principalmente en la región de Cajamarca, donde
vismo. En Bolivi según el OCMAL. (2014), en el año 2012 se registró
el punto más alto de criminaliza n de la protcsta e impunidad en los
los pobladores se encuentran movilizados contra el Proyecto Conga, un et contlicios ses io ambientales?
88 DEA CAMBIO
DI EPOCA AL. FIN

En fin, los movimientos campexinos, indígenas, así como las nuevas


movilizaciones socio-ambientalos, se instalan en un campo de dificil dispu-
ca. Por un lado, deben confrontar directamente con la acción global de las
DE
IO, MAKisTELLA
Svarima
o ——
una importante capacidad mosilizadora. instalar nuevos temas. lenguajes
y consignas, términos de debates
en

la dinámica ieturactiva hacia la


de
89
sociedad, al tiermpo que orientan
producción de una subjetividad colectiva
grandes empres as eransnacionales, quienes en esta nueva crapa de acumula. común
ex el espacio larinoamericano de las luchas.

ción del capital se han construido enlos actores claramente hegemónicos


:]
giro ecoterrisorial presenta contactos significativos con aquello que
dielmodelo extracrivo-cxporrador. Por ceo lado, deben confrontar con las los propios acrores denominan “movimientos de justicia ambiental”, ori-

políticas y orientaciones generales de los gobiernos progresistas, plebiscita- pinado en la dé da de 1980 en comunidades negras de Estados Unidos.
dos cn las urnas, quienes en su totalidad fomentan la multiplicación de las a
Acsores que en otros países se aglutinan cn tomo esta corriente cutienden
el derecho a un ambiente
actividades extractivas. minimizando los conflicros existentes y enfarizan- que la noción de justicia ambiental “implica
el medio ambicne es con-
seguro, sano y productivo para todos, donde
:
de cl rol redistribuidor de la renca extractiva,
siderado en su totalidad, incluyendo sus dimensiones ecológicas. fisicas,
conscruidas, sociales. políticas, eseéricas y económicas. Se refiere así a las
El giro ecotercitorial de las luchas condiciones en que tal derecho puede ser libremente ejercido, presorvan-
do, respetando y realizando plenamene las identidades individuales y de
Por encima de las marcas específicas (que dependen mayormente de los es- grupo, la diguidad y la autonomia de las comunidades” (Acsclrad, 2004;
16). En consecuencia, la unión de la justicia social y el ecologismo supone
venarios locales y nacionales),la dinámica de las luchas socio-ambientales
en América Lacina fueron sentando + bases de un lenguaje común de
va ver a los seres humanos no como algo aparte, sino como parte integral

lorac ón sobre la territorialidad, que da cuema de un cruce innovador entre del verdadero ambiente (Di Chiro, 1998). Este cnfoque, que enfatizala
macriz indígena-comunicaria y lenguaje ambientalista,” Esta convergencia desigualdad de los costos ambientales, la falta de participación y de demo-
eracia. el racismo ambiental hacia los pucblos oxiginarios despojados
de su
se expresa cn lo que podemos denominar el gio ecorervitorial, una narrativa
común que da cuenta —rendancialmente— del modo en cómo se
piensan y
serricocios en nombre de proyectos insusicntables, en lin, la desigualdad de

xepresentan, desde la perspectiva de las resistencias colectivas, Eas actuales género yla deuda ecológica. están en origen
el de diversas redes de justicia
luchas socio-ambientates centradas en la defensa de la erta y el territorio. ambiencal que hoy se desarrollan en América Latina, en países como Chile
La consolidación de un lenguaje du valoración alecrnarivo sobre la y
(OLCA) Brasil (Red de Justicia Ambiental)
cenritorialidad pareciera ser más inmediato para el caso de las organizaciós Uno de los conceptos más movilizadores en los últimos años es el
de “Buen Vivir”, en kichwas surad harsey co aymaras suma garmaña, en
nes indígenas y campesinas, debido tanto a la estrecha relación que éstas
Buen Vivir en tano hotizones utópico, responde
guarani: ñandarcko,
Hl
plansean entre tierra y terrivorio, en cérminos de comunidad de vida, como
lx notoria reactivación de la miarriz comunitaria indígena acaecida en las en su origen a una pluralidad de cosmovisiones indígenas, y sería ecrónco
últimas décadas. Sin embargo, lejos de ser exclusivo de aquellos países en pretender encersarlo en una fórmula vernácula única, atribuible a un pue-
dos cuales existe uma notoria
presencia de pueblos originarios, hisuórica-
blo a una culrura, o en un muevo esquema binario que termine por flan-
dirse con las dicotomías, ya establecidas desde el discorso cotonial (Lang,
mente excluidos, abarca también oLros países donde el giro ecoterrirorial se
construcción postula nuevas formas de relación
expresa a través de diferentes experiencias policlasistas
2012). Dicho concepto en
“Ahora bien. lo que denominamos como giro ccorcrritorial hace refe- del ser humauo con la Naturaleza y con otros seres humanos. Reclama,
rencia a la construcción de marcos de la acción colectiva,** que funcionan por ende, el pasaje de un paradigma unuopocéntrico
socio: biocéner Acosta, 2010). Enlos lineamientos
a
de
otro de carácies
este nuevo para-
corno estructuras de mificación y esquemas de
interpretación contesta
00

de
a digna cwilizunrio se destaca el ahandono la idca del desarrollo como
a las o alternativos, Dichos marcos comtestatacios tienden desarrollar
sw
com
—— Dr CAMBIO DT FPOCA ALVIN DE

crecimiento económico ilimitado, una economía solidaria y sustentable


otras relaciones de producción que 10 impliquen la explocación del
hombre por «el hombre, la jerarquización igualitaria de owas valoraciones
CICIO Marisiiula Svasies

independencia de su costo económico. E)

aseguras los procesos vitales y no cn las compensacio


:s
m

criterio de justicia secentrará en


económicas (Cu-
dynas, 20142: 273-4). En consecuencia, de lo que se trata es de expandir
de las actividades y bienes, más allá de la crematísrica, en Ein. una profun-
y completar el paradigma de los Derechos Humanos (visión antropocén-
dización de la democracia,
Por orro lado, el Buen Vivir tiene como uno de sus ejes centrales la
trica) incluyendo el de los Derechos de la Naruraleza (visión biocéntrica)
Para Albero Acosta (2011) este tránsito tiene por objeto preservar la in-
relación del hombre con la Naturaleza como parte integrante de ella, De segridad de los procesos naturales, garancizando lus Rujos de encrgía y de
este modo, conlleva orros lenguajes de valoración (ecológicos, religiosos, materiales en la biosfera, sia dejas de preservar la biodiversidad del plane
estéticos, culturales) respecto de la Naruraleza, que plantean que el cre Recordemos que el debate sobre los Derechos de la Naturaleza lie
cimiento económico debe estar supeditado
a
la conservación
Dicha visión redunda, por endo, cn el reconocimiento de
dela vida,
los derechos de
puesto en la agenda política por la nueva Consricución de Ecuador. Allí. la
Naturaleza aparece como sujeto de derechos. a los cuales se define como “el
a Naturaleza (Gudynas, 2011), locual no supone una Naturaleza virgen, derecho a que se tespcre imegralmente su existencia, y el mantenimiento
sino el
respeto incegral por su existencia y el mantenimiento y regenera: y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, fonciones y procesos
evolu-
ción de sus ciclos virales, estructura, funciones y procesos cvolucivos, la tivos” (artículo 71). Sin embargo. esca cendencia ini ada en Lacinoaméri
defensa de los
stemas de vida, Los Derechos de la Nacuraleza planean un ca no es compartida mundialmente ui es la mayoritaria (Stampa Viale,
y

cambio civilizacorio profundo, que cuestiona las


lógicas anrmpocéntricas 2014). Así como en Río 92 triunió el modelo de “desarrollo sostenible
dominantes convierte cn una respuesta vanguardia fiente la actual la relación de la humanidad y la na-
por sobre otras formas de concebir
y se de a

erisiscivilizatoria, En línea con la


propuesta del buen vivir o sumak faresay. turaleza, en Río +20 los Estados Nacionales acordaron el documento “El
se rara de construir una sociedad sustentada cm la armonía de las rel futuro que queremos” en donde la “economía verde” alcanzó un acuerdo
nes de los seres humanos con la Nacuraleza. Así, si el desarrollo apunta a ¡mundial en la comunidad internacional en detrimento de concepciones
el
“occidentalizar” la vida en planeta, el Buen Vivir rescata las diversidades, como los Derechos de la Naturaleza y el Buen Vivir, que eran impulsadas
valora y respeta lo “otro” (Acosta, 2411).
por diferentes movimientos sociales del continente,
Esto conlleva varias consecuencias. Un po mer lugar, el mnevo
para- Asi, el paradigrna del desasrollo sustentable busca sce sustizuido por
digma apunta a un progresivo e imprescindible proceso de desmercanti el paradigma de la economía verde, que implica una profundización de
lización de la Naruraleza. En segundo lugar. la dignidad, fundamento de la mercantilización de la Naturaleza, lo cual traerá consigo laacentuación
los Derechos Humanos,
presupone que todo ser humano tiene un valor de los daños y desigualdades, incrementando tanto la apropiación de los
intrínseco, Ll paradigowa de los Derechos de
la Nacuraleza reconoce
tan serrirorios de las comunidades locales e indígenas por parte de empresas
bién valores jusrinsocos o propios
da valoración humana
de la Naturaleza con independencia de 1ransnacionales coma los efectos adversos del neo-exrractivismo.*
(Gudynas, 201 Svampa y Viale, 2014), En tercer
1a:
En
contraste con esta tendencia. desde las movimientos de resisten-
logar; la Naruraleza como sujeto de derecho exige una relación cl
igualdad cia. ranto en los países del Sur como del Norte se ha venido consolidan-
y respeto, La Igualdad debe trascender lo humano
para reconocer en

duraleza una vida que debe ser respetada, una incertelación necesaria
la
Na-
cotre
| el
de concepto de Bienes Comunes (Commons, en inglés).
el cual aparece

hoy como una de las claves en la búsqueda de un paradiguna alternacivo,


la humanidad Naturaleza, cn realidad como parte
y la de ella, En cuarto lu- más allá del Mercado y del Estado,” Ciertamente, como señala Subirass
gar, reconocimiento de
el
los Derechos de la Naturaleza insta a contar con (2011). el resurgimiento de dicho interés por lo común (“procomún”, en
otro campo dela justicia, la
justicia ecológica, cuyo objerivo no será cobrar Lenguaje ibérico), a paris de perspectivas científicas y disciplinares diversas,
mulras por Jos daños ocasionados, sino la recomposición ambiental con el cambio climático, las ciudades. los hienes comunes
que incluven desde
9
digitales, la
DeL CAMBIO DE ÉPOCA al.

protección del agua, las semillas, la producción ciemíica, e


HA DE CICLO Marasvena SvaMTa

limitas, detener y/o


— ——————

neuuralizar cl avance de los proyectos extractivos, Asi-


—3
patrimonio culcutal, entre otros, coincidió además con el
reconocimiento mismo, las nuevas escructuras de significación expresan una tendencia aso-
de la labor de la economista Elinor Ostrom [premio Nobel de economía, siada las luchas socio-ambientales, pero están lejos de haberse convertido

comunales
a
2009), quien ororgaba especial atención la existencia de espacios y bienes en debases dle sociedad. Ciertamente, son temas que tienen resonancia en la
saciedad, a través de su inscripción en la agenda política y parlamencaria,
pero las expectativas económicas y políticas que muchos ciudadanos lari-
Hay que destacar empero los marices: mientras que en los países del
norte la
gramática de lovormún se define en favor de lo público,
esto es, cn noamericanos colocan en las políticas públicas y co los procesos de wrans
contra de las políticas de ajuste y privatización (el
ucoliberalismo), comra formación social encarados por los gobiernos progresistas, opacan, selativi
la expropiación del saber
yla
nueva economía del conocimiento (cl capita-
lismo cognitivo y sus formas de apropiación) y sólo más recientemente en
zan y tienden a neutralizar dichas estructuras de significación alternacivas.
Adicionalmente, existen otros obstáculos que no sólo tienen que ver con
contra del extracrivismo (particularmente, contra la utilización de la frac- el carácter asimétrico de las luchas, o, con tipo de gobierno al cual confron-
el
tura hidránlica o finoking, en nuestros países periféricos, esta gramática ran, sino también con dificultades propias de los movimientos
de lo común
organizacio y
se locali: más bien contra las variadas formas del neocxerac
tivismo desarrollista, lo cual abarca desde procesos de
nes, ligadas car muchos casos la
persistencia de cicreos imaginarios sociales
acaparamiento de en torno al desarrollo, Eure ellos, podemos cicar los
siguiemtes:
ciervas. la privatización de las semillas y la sobreexplotación del conjunto
delos hienes nacurales. 1.
Emite de los cuestionsmientos al modelo extractivista
Pese a que el extracúvismo y muy particularmente la minería, cuenta
con una larga y oscuta historia cn América Lacina, en aquellos países don-
¿Hacia la construcción de una alternativa? dle existe una fuerte tradición minera, como en Bolivia y Perú, rendencia la
está dividida, entre aquellos que recusan la megaminería y aquellos que
Los diferentes temas del giro ecoterritorial dan cuenta de la nueva gramática asocian minería y desarrollo. Así, por ejemplo en Peri, la disputa desde
de
las luchas; de la gescación de un lenguajo alternativo de fuerte resonancia los movimientos organizaciones imserta en diferentes registros, que
o

en el espacio latinoamericano las luchas, de un marco común de signi-


de
señalan, por un lado, la
discusión acerca de la distribución los beneficios de
Fcaciones. que apunta a la expansión de las fronteras del derecho, en clara dinámica
económicos,
y por utro,
«l el discurso que la de despos-
enfatiza

oposición modelo dominante. Sca en un lenguaje de defensa del territorio


al
Para el analista
sión. norteamericano Anthony Bebbignton (2009), existe
y los bienes comunes, de los derechos humanos,
raleza, o del “buen vivir”, la
de
los derechos de la Natu-
demanda apunta a una democratización de las
a una línea divisoria entre aquellos que terminan apostando alguna forma
de compensación, como manera de resolver el conflicto, y otros, que recha-
a
decistones, más aún, al derecho de los pueblos de decir “No” frente x pro- zan la roinería, cuestionan el modelo de desarrollo y tienden a replantcar
yectos que afectan fierremente las condiciones de vida de los sectores más las reglas de juego. En los propios movimientos sociales coexisten ambas
vulnerables y comprometen el fituro de las generaciones, En el
límire, estas visiones. Para oros, como Vladimir Pinto (2009), en realidad, habría des
Inchas expresan tuna dispraa sorietal en sorno de
lo que se enciende o debe
posiciones centrales: en las antiguas zonas roíueras, peso a
las fuentes crúi-

o
entenderso por sustentabilidad, en sentido fuerte biperfuerie y, arreplizado el
cas a las empresas. las demandas de la población se orientaron a cambiar
lenguaje en torno a lo que se entiendo por democracia. ce las condiciones previas y a que se reconozcan los derechos económicos.
Lambién es cierto que, cn la mayoría de los casos, dichas organizacio- sociales y culturales afectados por la
presencia de la minería, La otra es la
nes redes se hallan abocadas a la claboraci n de un diagnóstico común,
y
posición en aquellas regiones donde no había antecedentes de actividad
así como al
desarrollo de nna serie de estraregias de lucha cuyo objetiva es
minera y donde las poblaciones mucsersa una gran resisrencia (Tambo-
94 MARSTEL La Sva MPa —— 95
Dia. cambio De EPOCA AL. FIN DE CICLO

grande, Huancabamba. Ayavaca). Lo ciervo es que respecto de la minería delos gruades emprendimientos cxtractivos y la lógica de ocupación inten
a cielo abierto, allí donde no existe un imaginario extractivista disponible siva del territorio que supone, genera por endo un peligro real de desplaza:

que pueda aceualizarse en clave neodesarrollista, en general, las poblaciones miento y ceemplazo de la matriz productiva regional: una recon(iguración
tienden a rechazar la actividad defendiendo otros modelos productivos y
asumiendo posiciones más radicales,
socioterritorial de fuertes impactos económicos
cioambientales.
y
sociales, además de so-

2.
Tensión de terrivorialidades 3. Fnsanchamiento de la división ensre campo y ciudad
Antes que nada, es necesario reconocer que el actual proceso de cons- Giran paste delas organizaciones involucradas en
las luchas socio-am

trucción de territorialidad se realiza en un espacio complejo, en el cual se biencales habitan territorios rurales, algunos semisislados, donde residen
entrecruzan lógicas de acción y racionalidades portadoras de valoraciones poblaciones campesinas e indígenas. El desplazamiento de las fionreras de
diferentes. De modo esquemático, puede afirmarse explotación amenara dichos territorios, muchas veces concebidos desde
que existen difesemtes 16-
una mirada miserabilista y una estrategía de devaluación delas economías
gicas de cerrivorialidad, según nos refiramos a
los grandes actores económicos
(corporaciones, dlites económicas), a Jos Estados (en sus diversos niveles), o locales (poblaciones atrasadas, economías sumergidas). o bien desde una
alos acrotes sociales organizados y/o intervinientes en el conflicto, Mientras mirada sacrificial (concebidos como “desiertos” o “Lerricorios socialmen-
que las lógicas territoriales de las corporaciones y las élites económicas se te vaciables”). Asimismo, los megaproyectos se extienden sobre pequeñas
y medianas localidades, cuyo poder
de presión es más débil, respecto de
enmarcan claramente en un paradigma economics que enfaciza la im
rro grandes centros urbanos. En todo caso, lejanía respecto de las gran-
de transformar se
la

portancia aquellos espacios donde encuentran los recursos


des ciudades, contribuye a reforzar las fronteras erre campo y ciudad, la
naturales considerados estraró os, en tercicorios eficientes
y productivos, la
Tógica estacal, en sus diversos niveles, suelo insertarse en un espacio degeo-
sierra, la selva y la costa, como en Perú y Colombia; o entre las pequeñas
localidades y las grandes ciudades en Argentina, en la medida en que estos
meria variable, que reclama el control de la renca extraordinaria,
sólo afectan
Por otro lado,la cuestión se torna aún más compleja si nos referimos megaproyectos (mineras. hidrocarluros, represas, enue orros)
los pueblos originarios y sus organizaciones, ya que la idea de territorio de manera indirecta a las cuudados. Como corolario, esto se ve reforzado
por los procesos de fragmentación
terrirorial que ba conllevado la imple-
y territorialidad aparecen cada vez más ligadas a la de auronomía, emten-

¿ida cono aurodererminación, lo cual, como afirma Hlécior Diaz Polanco mentación de proyectos extractivistas, los cxales en algunos casos devienen
(2008), significa uo solo el reconocimiento de la diversidad y la diferencia co so megaminería— enclaves de exportación.
en la

cultural, sino también la inscripción de los derechos colectivos, cconómi- Otra de lus grandes dificultades que enfrentan las resistencias es pio-
cos y sociales, al inrerior del territorio. yectar una idea de transformación que diseñe un
“horizonte de
descabili-
Por último, frente al discurso hegemónico de las empresas y los go: dad”, en términos de estilos y calidad de vida. Gran parce la de
pregnancia
biernos. que buscan imponer la
idea de que es posible la coexistencia entre que contiaa teniendo noción de la
desarrollo se debe hecho al
de que los
al modelo de desarrollo hegemónico per-
diferentes modelos productivos y estraregias de desarrollo (por ejemplo, parrones de consumo asociados
coexistencia vrre el modelo de agronegocio la agricultura familias; entre imcan el
conjunto de poblar
de
la

Nos referimos
in.

la ida hegemónica deprogreso como de aquello


a
imaginarios culturales
la megaminería o la explotación perrolera
resistencias y longuajes sobre el
y la agricultura), no son

territorio que se asientan sobre la


pocas las
defensa
quee nurren tanto
se

que debe ser enendido com “calidad


de vida”. La definición de qué es
al consumo, algo que
y valoración de una cnarriz. productiva regional (generalmente ligada a la ¡ana “vida mejor”, aparece asociada prioritariamente
agricultura. subragando la incompatibilidad con el modelo extractivo. a para los sectores populares, y luego
de tantas crisis, se tornaría una posibie
lidad concreta, en el contexto del consenso de los commodities.
part de la electiva compercncia por agua, energía y territorio, El avance
9
Por
ÁLAMO O ALEIN NE CICaO

último, existe una gran desconexión eoure las organizaciones y


movimientos que denuncian la lógica cxuractivista y las organizaciones
MARISTELLA SVAMPA

(AAVV : 2012). Eldesafio es pensar establecer una agenda


y de
97

salida del
sin extractivismo y pasaje hacia el pone-extraccivismo,lo cs al implica pensar
dicales y socio: territoriales, que se desarrollan eu los grandes en escenarios transicionalos, a partir de dos niveles diferentes de acción:
cenros urba-
mos y que poseen incidencia representativa en la escena politica nacional. el primero. el de un conjunto de políticas públicas que act ma un ni
A esto hay que anadir que, desde los centros industriales, los
movimientos
organizaciones sacio-ambientales existenecs, suelen enclaustrarse en una
vel macrosocial
yglobal, antes que a pequeña escala o a nivel sectorial
El segundo, el de la intervención escala local y regional. que apunte a
lógica sectorial con escasas vine iones con los movimientos rurales o dercerar, valorizar, potenciar y multiplicar los casos efectivamente exis-
localidades en pequeñas y medianas poblaciones. tentes de modelos de alterdesarrollo,
Una
de las propuestas más interesantes y exhausivas ha sido clabo-
rada por el Centro Latinoamericano de Ecología Social (CLAES), bajo
Transición y Políticas Públicas ka dirección del
uruguayo Eduardo Gudynas (2012) quien plantea que
la transición
requiere de un conjunto de políticas públicas que permitan
Hemos dicho que el Consenso de los Commodities aborió una brecha, una pensar de manera diferente la articulación entre cuestión ambien yenes
herida profunda, en el pensamiento crícico latinoamericano, el cual en sión sovial, Lista perspectiva postdesarrollista considera que un conjuntode
los 90 mostraba rasgos mucho más aglurinantes frente al “aleernativas” devo del desarrollo convencional sorían insuficientes frente
carácter mo-
uupólico del neoliberalismo como usina ideológica, Asi, el presente xe- | al extractivismo, con lo cual se requiere elaborar “alternativas al desarrollo”

sional refleja diversas tendencias, entre Jas cuales es necesario distinguir en el marco de un modelo de sustentabilidad súper-fuerte,”* Por otro lado.
entre aquellos posicionamientos que proponen un capitafismo "sensaro ka necesidad de
avanzar hacia una esuraregía posexiractivista está ligada a
las características propias de los modelos de maldesarrollo (lo que el autos
y razonable . capaz de aunar extracrivismo y progresismo,
namientos crísicos
y los posicio-
que cuestionan abiertamente el modulo de desarrollo denomina como“extracuivinoo depredador”). El planteo subraya que se
exuractivista hegemónico y postulan paradigmas alternativos, ligados a rata de una discusión que debe ser encarada cn ¡érminos tegionales y en
conceptos como el de Derechos de la Naturaleza, Buen Vivir, bienes co- un horizonte estratégico de cambio, en el orden de aquello que los pucblos
Iunes y Etica del cuidado.
Cierto es que las discusiones acerca de las alternativas al modelo de
originarios han denominado “el buen vivir”,
En el plano de las políticas públicas, uno de los elementos más pro-
desarrollo dominante hoy en América Lacina v «1 culo con la globvaliza blemáticos es la oposición que se quiere establecer entre deuda social y
ción asimótrica no son nuevas en la región ni
sin duda La envergadura y la
tampoco únicas en el mundo. TR
deuda ambiental, entre reforma social y económica y reforma ccológica-
ambiental. Este es uno de los desafíos y al misma tiempo una de las clavos
poro vertiginosidad de los proyectos que hoy
masivamente se implementan en el continente han puesto en alerta máxi. para desactivar un discurso y práctica estaralista, en una propuesta que
ma a organizaciones, activistas e inselectuals del más diverso cuño sobre la
necesidad de elaborar propuestas alternarivas viables,
a
contemple, entre ouas cosas, una selectividad orientada la armonización
entre reforma social y económica, con reforma ambiental. En esa linea
que sin dejar de 10 TMB

mar en cuenta dos modelos ejemplares existentes (casos restigos, economías el progresismo extractivisra suele afirmar que ésta es la única vía copar. de
locales y regionales, experiencia de comunidades indígenas) se
una escala más general, a mivel nacional, regional y global.
planseen en >
a
generar divisas, las cuales son rcociencadas luego la cedisaribución del in
greso y al consuoo interno, o bien hacia actividades con mayor contenido
En varios
paises de América Latina ya existen debares sobre las al. de valor agregado, Este discurso cuyo alcance es limitudo y debería ser ana-
ternativas del extractivismo, que proponen elaborar hipótesis de transi-
ción. desde una mauriz de escenarios de incervención multidimensional
anno
lizado
cio por caso, buses oponer de modo reduccionista la cuesción so-
cial (la releseribuc ión) la cuesción ambiental, al
a
tiempo que riendo dejar
0

ésta
98 DL CAMBIO E FOCA AL FIS DE CICIO.
Marista Svamea 99
afuera una serie de discusiones complejas y Fundamentales, que conectan
cransición al posexiractivismo, a través de la conjunción de dos medidas
de modo esuatégico la triple cuestión sole el Desarrollo, el Ambieone y reforma tributaria (mayores impuestos a las actividades extractivas o im
la Democracia
puestos extraordinarios a las snbreganancias mineras) para lograr una mayor
Así, pensar la transiciónrequiere de un conjunto de políticas públicas recaudación fiscal, y una moratoria minera-petrolera gasífera, respecto de
que implicarían una arriculación encre la cuestión ambiental (límites a la los proyectos iniciados entre 2007 y 2011. Mostraron con ello
que, con
producción, umbrales de consumo ostencatorio) y la
cuestión social (um-
una combinación de impuestos a las ganancias extraordinarias, y la mora-
bral de pobreza y redistribución de la riqueza) (Gudynas, 2011). Como
cotia, lejos de perder, Estado Nacional recaudaba mucho ruás. El tema
ct

primera fase es necesario pasar de un “exrracóvismo depredador” a un


“ex
no <s menor, porque dichos ejercicios están lejos de colocarse en una linea
wraccivismo sensaro”. entendiendo a ¿we “como aquel donde se cumple utópica, que impediría su realización. Antes bien, marcan la posibilidad de
cabalmente con las normas sociales y ambienales de cada pais, bajo con-
rrokes efectivos y rigurosos y donde se internalizan los impactos” (Gudt
avamar con polícicas públicas, al
tiempo que no conspiran contra el argu-
mento de le rentabilidad o la uriburación de la actividad al Ustado.
2011: 280). Aunque no séa la mejor sinuación de codas ni se convierta

en un objetivo o lin en sí mismo (no


se prerende confundir medios y
En Argentina,
para el caso de la
megamincria. exigen un sinnúme-
10 de actores que han presentado propuestas de cambio
que no han sido
fines), ello es necesario en virtud de gravedad de
la la
siruación del subcon- atendidas porel gobierno nacional y mucho menos por sus socios provin-
tinente. ligadas tanto a
los daños ambientales coro al
deterioro social. La ciales. Dichas propuestas incluyen desde laDeclaración de una moratoria
transición coloca el acento en la planificación estratégica y co el control 4 nuevas concesiones a exploración y exploración minera meralífera, a
la
la

de los bienes narurales por parte del Estado, reduciendo dependencia la prohibición de la
megamincría en todo el país. Asimismo involucran la
exportadora. La segunda fase debicra enfocarse en las actividades extrac- reforma integral del Código de
Mineria y la derogación de la Ley de Inver-
tivas esenciales, exto es, aquellos emprendimientos que apunten a cubrir
las necesidades nacionales y segionales, cn pos de la calidad de vida de las
siones Mineras (24.196) y sus modificatorias, que habilitanla destrucción
exportación de los bienes comunes; la renacionalización de los recursos
personas, yen el marco de una sustencabilidad súper-fuerte, que conter. narurales (hoy de dominio originario de las provincias); la aplicación efre-
ple un límito a la pobreza y cero extinciones. Ve este modo, no es que una civa de la normativa ambiental y muy especialmente de la Ley Nacional de
opción posextractivisca implicaría no explotar los bienes naturales: antes
s

Protección de los Glas vs, sancionada en 2010 Ula cual no se hna aplicado
bien, implica "un reddimensionamiento sustantivo, donde permanecerán hasta el momento); la recomposición ambiental delas zonas afectadas por
aucllos propectos genuinamente necesarios que cumplan condiciones so los emprendimientos mineros que actualmente existen en el país (recorde
ciales y ambientales y estén vinculadas a cadenas económicas nacionales y emos loscres derrames recientes responsabilidad de la Barrick Gold); en fin,
regionales (ibid.). Más simple, uno de los objetivos esenciales es reorientar el cierre de todas las cansas abiercas a los ciudadanos criminalizados
por
la producción las necesidades regionales (a nivel lasinoamericano). Esto
a
manifestarse corra la megamineria entre otros,
implicaría redimensionar nuestra mirada respecto de lo que emendemos Uno de los desafíos más complejos que se plana a nuestras socieda-
por inte: ción regional y la
relación que se establece con los diferentes des es sin duda pensar la transición onergérica. La apuesta latinoamericana
sectores de aeconomía: por ejemplo, respecto de los alimentos, en vez de al fracking, que arrancó co Argenina y busca extenderse en
paises como
exportar comnodiies agricolas, la economía orieotaría a la producción
se

México, Brasil y Colombia,


e
incluso plantea realizarse en el Uruguay, uno
agrícola para satisfacer necesidades alimenticias de la población, Este es
ni más ni menos que el contenido del conecpro de
soberanía alirnentaria.
de los pocos países de la región donde existe un avanzado plan de energías
renovables, da cuenta de severas carencias para pensar la transición hacía
En un interesante ejercicio para caso peruano. los economistas Pe
el
un paradigma post fásil, Como señala Pablo Bertinac, del Taller Ecologista
dra Francke y Vicente Sotelo (2011), demostraron la viabilidad de una de Rovario, los impactos deb modelo energético hoy vigente son múltiples,
100
———— DEL.

energía (sólo el
15% de
CAMBIO

y van desde la rela 1 directa entre producción y consumo


«Nécurica y cambia limático (emisiones de gases de

impacto por grandes obras infraestructura


de (sobre
DE ÉPOCA

efecto
AL

la energía que se consumo en Amévica Latina co-


cresponde al sector residencial. Los sectores más pobres pagan por ener
gía una proporción mayor de ingresos que los sectores ricos), ausencia
participación ciudadana, enere otras cuestiones. Las daños ambientales y
sociales del uernal modelo exigen pensar en alternativas y modelos de eran=
FIN DE CICLO

de energía
invernadero);
los territorios, sobre
lxs poblaciones, sobre la biodiversidad), inequidad en la apropiación
de

de
Mars
a un
a ————
través de las enctgías limpias y renovables (como

centralización y regionalización de
La
cocrgía, así como

energía como parte de


el creciente

los
control
O
laeólica

generación, ansporte
comunicario del
la

y
solar), así como
cambio de sistema energético. que implica la desceneralización genera-
Iizada como condición necesaria para democrarizar los sistemas de acceso y
distribución. En suma, "el sistema energérico postextractivista requiere des
la
(Acosta, Martínez y Sachor, 2013: 335). Por último, es necesario pensar la
liienes comunos, Así, uno de
es la desmercantilización del sector de
los
consumo de
sistema cmergórico”

grandes desafíos
la energía y “la construcción social de

sición energética.
la energía
como un derecho (Bertinar, 2013: 167-170),
En Argentina, prácticamente el 9095 de la
energía proviene de los Por último, la defensa de los bienes comunes pone el acento en la
necesidad de indagar a escala local y regional en las experiencias cxirosas
combustibles fásiles. La opción cortoplacisa adoptada por el gobierno de
€. Fernández de Kirchner, luego de laexpropiación parcial de YPE tra a de alterdesarrollo. Ciorcamente, existe en el compo de la economis social,
vés del avance de la exploración de los hidrocarburos no convencionales comunitaria y solidaria larinoamericana todo un abanico de posibilidades
no hizo más que reforzar
e «3

dependencia, con los gravosos costos sociales


y ambicnuales que ello conlleva, y sia que
ello asegure el
tan ansiado au-
que es
necesario explorar, en pos de
esto exige sin duda una necesaria tarea de
una diversificación
la
económica, pero
valoración de esas otras eco-
toabasiecimiento energécico. Por orro lado, es necosorio responder pregun nomías. Como sostiene]. L.

Coraggio, quien viene trabajando csros remas


?
desde hace décadas, "su lógica es la de consribuis a asegurar la reproduc>
cas más elementales. Por ejemplo, producir energía ¿para qué y para quién
ción con calidad execieme de la vida de sus miembros y sus comunidades

el energético está diseñado para sostener las necesi. pertenencia o. por excensión, de toda la humanidad” (2011: 47). La la
de
Hoy. sinuema
dades del modelo exportador primario para garamizar la seguri.
y región existe una pluralidad de experiencias de auto-organización y auto-
¿ad encrgótica que requiere la
producción/curacción de recursos gestión de los sectores populares ligadas la economía social
x

y el autocon

de la región ante la ssecionte demanda de energía y el agotamien-


trol del procesa de producción. de formas de trabajo no alienado.
ligadas lareproducción de la vida social la
os
cscación de nuevas formas de
to relacivo de secursos para producirla en otros países y regiones
comunidad.“ Aunque son modestas, de casán er local y limitado,
(Bertinas
y
Salerno, 2006)
accchadas por la vulnerabilidad, el individualismo y la cooptación, estas
siempre

energía aparece como subsidiaria del modelo extractivo y esto


ade haber experiencias de avto-organización van dejando su huella a cravés de la crea
está lejos
sido revercido lox gobiernos progresistas.
por Pata argento cl caso ción de un nuevo tejido social en un abanico de posibilidades
y expericn-
no, sólo tres megacmprendimientos mineros consurmeo la
ervrgía equivas cias que es necesario explorar. Sin embargo, “la economía social uo puede
lente a la que otorga Atucha l;
una sola empresa como Aluar consurne tan- ser para los pobres, sino que debe scr una propuesta para eodos los
ciudada-
de
xo gas como el
que imporramos de Bolivia; mine
a La Alumbrera consume no» que, además, sc ascguea de lograr la inclusión de los maspobres, los

Barrick -enE
más energía que toda la provincia de Caramar y. por último,
Pascua Lama- dilapidará si 1000
« millones de
empresa
litros de hi-
la excluidos.” (Coraggio. 2011: 51). Ello exige una planificación estratégica
que apunte a potenciar las economías locales alternativas Cagraccología,
el
drocarburos durante todo su proceso extractivo (Sw mpa Viale, y
2014) economía social. entre orros), que recorren de modo disperso
te. Asimismo, requiere contar no sólo con
continen-
Por supuesto que uno delos caminos en la construcción de una agenda mayor protagonismo popular,
de transición es orientarse hacia la diversificación de la macriz encigética. a sino también veni mayor intervención del Estado,
102.

—— Dn CAMBIO
DE ÉEOCA AL FIN DE CIDO
Mamisstita

<a loro
Svamra
inmediata, Lras el velo del crecimiento y el progreso. Fllos está
pergeriando conccpeos fundamentales para superar concepción hegeró- la
103

a del desarrollo y
el modelo extracúvista como sí éste fuese un destino.
inevirables derechos de la mavuraleza, soberania alimentaria, vivir bien, jus-
A nivel global, en los últimos quince años se ha gestado
un nuevo con
ticia ambiental, derecho a la ciudad. bienes comunes, ética del cuidado.
ecpto-síntesis, el de Anropoceno (Paul J. Crutzcn, 2006), que cu estiona
radicalmente las lógicas actuales de desarzollo. Dicho concepto constimuyo suma, la discusión sobre cl poscvtractivismo apenas ha comenzado, pero

un punto de convergencia, un marco maestro dentro de las ciencias


de la vin duda es uno de
los grandes delos del siglo XXI que nos involucra
no sólo como país y como región. sino más sencillamente como géncro
'manidad
y
vera y las ciencias sociales humanas para pensar esta cdad en que hu- la

se convirció en una fuerza geológica de alcance global. En cuanto.


hurnano.

diagnóstico civiligutorio, la hipótesis del Antropoceno instala la idea de


que hemos wanspuesto un umbral, y que no hay retorno, pues
la matura-
Notas
leza no es lineal, y vista como ecosistema puede reaccionar de una mancra
imprevisible e incontrolable, ilustrado —cual punta del iceberg=a del
rravés

'Reromo da definición de Fonine (20031. y La


que agrego la referencia 33
carácter
cambio climárico. de las luchas
asiuncucico
Dicho diagnóstico plantea la necesaria salida de aquellas visiones he- nn
Es arnbos casos los confticios bajan a parcir de 2008, pera se mantienco porencima

emónicas que continúan viendo el Desarrollo desde una perspeciva pro- de pesiodos puevios a 2004 (Villegas, ibídem)

ductivista (crecimiento indefinido), como si los bienes csaturales fueran Fxisue una bibliografía enveme sobse los
conffccos socioamhicacals a nivel nacio

inugotables, y que piensan al ser humano como alguico exterior a la Natu-


nal. ligados al exrractivisemo en Sanérica Vaina. Para
e
cioo del Perú. recomendamos los
sextas de Huermver (2013), que arrienda además el saber cootraexperia con una rada
saleza. ln términos nacionales y regionales, asumir el Aruropoceno implica desde los movimientos sociales contra la
megaminería. Para caso de Bolivia. véanse los
a
el

e desafío de pensar el posextractivismo, sabor, elaborar alrernativas a los veabajos del CEDIB (2014) para Colombia, véanse los textos del Censar [Roo Arendaña
inodelos de desarrollo extractivos: agronegocios. megaminería, fiacking. y Nara. 2014) y de Mausicio Archila (vvord,j 2015; para el caso de
México, véase Cort
y
PS
Nasarcu: Navasto (2015), García Delgado Ramos (2010). Para una cartografía
mega-repsesas, las cuales más allá sus
y
de diferencias internas, presentan una posto
de los contliccos ambientales en Argentina véase Mertinsky (2014 y 2016); Giarcacca y
lógica común; gran escala, orientación a la exportación aplificación de
Tenibal (2013): Svampa y Viale (2014); y Machado Araoz (2014).
impactos ambiencales y sociosanitarios, preeminencia de grandes actores hmpiliwanedofensoria gob -pelblogímunena-y-contlcros!
corporativos y retracción |:
de ironceras de la democracia hnpuliwwwcontralinca.com.rmxiarchvn-revistafindex.php?2N 6/09/16/peru-150-
En esa línea, el posextracrivismo no es una discusión sobre más o me- conflicios mineros, consaltado e] 12/01/2017
"Este partido, rebautizado "Licrra y Dignidad” participó del rene Amplio de lz
nos ga ancias exeraordinarias. De lo qu se trana es de aunar transición
quieule, que saldeia tercero en las elección generales de 2016. con la candidaruta de Veró
y transformación, através de propuestas de esc rios alternacivos, cuyo ala Mendoza,
horizonte se inscribe en otro tipo de racionalidad social y ambiental. Para Véase la
carta pública de imelecuales al
vacepcsideme Cocca Liers. Japicas
éllo hay que priorizar a los actores regionales por sobre los externos, a has cldeber.com.bovbolisiariaclectuades-prden<garciadiners-resperehinil
sereicorialidades regionales
y locales, en el marco de laintegración regional “ln 2013, las commanidades indigenas de Moro Sunciago. prorssuron contra dl Gobrer
y a escala macional y provincial, activando
y ampliando mecanismos parri- o cxigjcndo ser consultadas cn torno al Proyecto de Ley de Aguas, cvemo en el cual enurió un
iudigena. A praia de estos beclos, el presidente de La Federación Slhuas y seis Indigenas más
«¿ipaivosy de democracia directa y deliberativa fueron procesados
pur terror organizado. Vésoc inline de la IDEN. aque anos
sgEs
y
el

Com sus luchas, con sus aciorcos limitaciones. quienes están mor- ale «siinalización de defezmores de
PDA en Aruécia Lati, cun ells. copecto del
cando un camino diferenee son diferentes movimientos sociales y comu
vidades indigenas que sulren la segregación económica, social espacial
y
¿lor se ocupa ae
E2015
hs ¿foco
de
+ crimindicación em
lio
Ta
y le los

IMG pal rimónalisacionebsagocic2O Abdel pal,


ibas
dela Federación Shua
104
— —— DD CAMIIO DIE ÉPOCA AL HN DE CICLO Marisa Svamia -
problema de la
-— 105

*Reealizada en julio sle 2013, la Piedcas arrojó un: 98% de votos pol al Ye
vocación en Entre 1996
ypaís2014donde
se registraron 665 asesinacos vinculados al

consulva publica cu Colombia sobre] rerna. Finale ticava. “Brasil el reginraron mas asesiratos de deftnsoras defensores y

aj
Fue se
a La Colesa ctigréndose en la primera
en sarao de 2017, 4 ejerzo ce
cos libi. >e rcalizó una segunda
comsules en
e 2015: 50 Loro ás que cualquier oro ano y el doble que el
añ auccrivr: el probie-
Aclarcmos que Colombia no es de 2016 luerun asesina
que acrojó wn sesulaco sinilar soma
La Coloss. so

sio Ia de y La emayon paste sucisron Ingar en la región del Maca Crow


"marca,

un país con mineria a


gran esca cumo Piuá o Bolivia, paro tits diamantes dis 24
persamas o. el cu
alberga una de las minas de
caro smás grades del mauro, El Cerrejón, co Ta Guajira marco de ganaderos sujeros”. Oxfam. 2016, A ya es, el
conficros con madetcios. y

¿ue lia producido graves impactos


armbiemales subre las comunidades de En los gu. enisone inforias regis quee em 2015 hubo
185 asesinatos de defensores y defensoras de
Áltimsos aos, en contesto cn el sul e Hexibifizaron los
un
concroles ambicerales. A La ticica y el ambiense en todo el
mundos 67 pertenccian a comunidades indígenas y er
mayoria de accionivas esta su cnayonía estaban sclacionadas cun awsividades miuecas. hidsoelécuricas. forestales y
Cold Astucal, compants de origen sudafricano. pero von
ua culos de casi agroindusaralos (2036: 52 5%

e
lesó <aho mineros, que
pasó

Somddences británicos. acapararmicnto

colla
a sun

sl ccieodArms
y

*En 2015, Rerta Cáceres 1ecibió el Prervio Goldman. tamiión conucido como

pocode
Soapesciido
Carro. pls

Tia
de embriología Isesigador ra el abel verde, en reconocimiento a su lucha, Cácoros funda el
Comsein Cóvico de Organ

Etica y Tenis SCONICEN)


y

de ole
Tuve tao zaciones Papulares e Indígenas de Honduras (COPINED, Dicha organización v el pueblo
vipal de: Consejso Nacional
del
de

tinesy
Eniclgís Vilca de Ta
Esad de Mutis lenca lograron que consruernrala hidroeléctricas másde
grande del mundo —la compañía
Bici ares (CBA CONICFT dio conocer su ivesigación en éhioa Srnohidco— se revzara del proyecto de la
prosa rimar
Ápua Zasca en el cauco del

del agroquíico gifoswo, comprando que. con río Gualcarque,


367 contra los avanallamiencos mineros, promulgada en oigo de 2013,
1+"La Ley

: 0 z penaliza enere
6 y 8 años de císcel a quienes herumpan en
áreas mineras e impidso ex- la
de difamación contra Carrasco tuvo cal
vul:
pos y siterarinnes senromales. campa
Ta
a ploación de los vacimientus, avuocia la incorporación iegal de la crummalización de la
protesta social en la mueva Ley ce Mineria y Mesalurgia. ya que en los artículos 99 y 100,
ca

ta mmenszas anónimos, campañas de desprestigio snediáricas e institucionales, fueries


dale
aver x4na declaración de apar o firmada por más
de 30 invew se estanleco como debito las secionen individuales y colectivas que impidan la actividad
presiones políticas que
tigadores y colegas del hito nacional e interxacional. en defensa de la libertad de in- minera? emo (2014514),
e ona sosient
4

incolerancia ha el antropólogo chileno José Bengoa (20653. una prisoera arccala


vescización y de la ésica pública. La succión de hosmgasviomo
se vo

pido apravardo. de cara a dos resultados cada vez más vcuentes de las investigestuurs cxón entre discurso indigenista y exologhra se produce cn el ma de la zuambie de ha sn

tira
Ra la
cual las organizaciones indi na» abandonan el discurso
s
» Los enganismsos genérica
<ienrificas independientes co el campo de los agroquímicos + dle Jamerrn. en 1992, eu
Medardo Ávila Várquez. nucubro de la Bod de tiempo que las organizaciones ambiemaiisis es
mente modificados, Asi en cl año 2015.
asumen el cculógico, al
campesinista y
Médicos de Pueblos Fum los, dirigió un escudro epidomiológicn
co la
localidad de cuencran un suivto sobre el cual proyectar su utopía. Sin «bargo, el "raomemo” real de
Monte Maiz (provincia de € srdala; que reveló que . ea
población ariplica la
media ma las articulaciones se
hará hacia fines el aro 2000, eu el enarco del avance del nuevo mode

comal de cons le cancer. Ea dicha ouasión,


el De Ávila denunció amenazas
además.
parte
solicicaon
pe Lo
de acumulación
de
de direcavor de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC que, *
Exsiuy Gollanao definió
a los marcos como “esqueris iexerpctación que capaci
idonrificar y nombrar los heshos de su
¿aiciarke un surcar. por hule “esmalimicado en las accivichados amsoricadas. En san a lor individuos
grupa pasa localizar,
y percihic
"Mtlt. Fue el temo dl
equipo de Stud So ivacmbiental. divigido porde ]
Doctor Damióa propin mido del ando cn penca” (19913, Desde una porspecriva consrrueniia ino
y

ed
Verzeinami de la Facu de
Medicina de la Universidad
realizando una valivsa s inédita
Nacional
experñcl
Hocario.
de relevamiento
que des
de
reraceionisra existen sin embargo diesen coloques solve los "puorssos de enmarcamiento”
Pueler sonsnlrarse las ¿guientes sion: Lupe
uliaclfocac jesica inscicial,
Ge hace sen años vicac
Los impactos sobre la sad Jena de los agroquímicos iglifosacos, en diferentes pue Uta y ves jussicacimbiencaLorg hri_justisambiental
Hor.» cadades del pus. Dotes epivodicos lejos
de ser ansedáticos o pasajeros. revelen +Como afirma la
investigadora brasileña Camila Moreno, el ohjerivo e< convertir a
on entere torne de apsopiación. coo conscenente
el daño que
5
ha realizado a la
+ aquello que es alí al
los elementos y procesos de la naturaleza en ohjeros de compra y venta, iniciándose una
mueva espa de privacización de la naruraloza muinca antes vista, que comienva son los
eganaqucid:
eres que leo es descalfcado hosques n través de
biodiversidad. Como respuesta
las
mecanismos de REDID+, que se irá cvsendiendo ab aga y
La
la

crisis el sistema capicalisra “revierce codos los bienes


u
a

a Desim-ano dea atocias er la treha contra


comunes de
venitoriny, y consiente
la
mararaleza, incluido el derecho
al
la vida:
a
redobla su consrol sobre los
carbono en un nuevo commuodits” (Moreno, 20131, Además. al
ermiscatal excrativisno, la bonomía Verde tiende exacerbarlo. pues éste constituye
al
106 — Der CAMBIO DE ÉPOCA AL SIN DE LICIO

proceso de cercamiento de lo "común", que abacca


el desde la provatización
ue avance en
cancidad de organ
¿lc o público
a
rodas las Jormas de via. No pos casualidad, ue gan
zaciames y movimientos sociales recharacos la eseraregía de
la ecormnna verde. a Te cual

remaoturon como “espiraliwano seeds”, por consderar que lejos de represcucar un cambio.
positiva, ¿nta se orienta
+ kn el one,
a
una mayor mercanolización de la nacuralesa
son Fandinmentals los erabajos de David Bollicr $e Silke Helirich, en
el marco del Comer Serasegi Gran ¡2008 y 20123, sal como los remos ale Dacdor y
Teminismos populares, extractivismos y patriarcado
Lal UA bajo el Consenso de los (Commodities
de
a lines. desde 2010 podemospor
esa

Altcanativasal
Desarrollo. premnocido la
vita losaportes del Grupo arinvamericana
Y

Fuudación Rosa Luscmburgo, en cual el

participa autora cue


la de libro,
Ta wesuencabilidad sríper fuerte sosriene que el ambiente debe ser valorado muy de
económica: eammbién exiscen valores culturales. cenlís
la
diferemies maneras. además dde
aos, religiones a estáticos, que son tanto O más importaness, Por esta rarón
enfatiza cl
“Nosorris hablamos de
la dignidad Je las mujeres, scan indígenas o
censspeo de “Patrimonio Natural”, entendido como wn acervo que e
resibr eu horencio o. Necesitamos cambiar injusticia económica, culeura, are
toda la

dle nuestros ancectsores y debe ser mentenido.


que
de Las pens ciones Fucuas. y no bienal, polírica y cambiar toda esa agresió violencia y dominación
mn,

vendille o comprate en
incvesariamente
la suscemadsilidad
esta
el mercado.pensamiento.
Siguiendo

súper-uer: se apoya en gran medida co una nueva ética, donde en wa.


linca de
contra las mujeres, No puede

que tenemos que entendes: eso no puede


i por separado, eso creo que
le
por separado.
es el
al
punto
mismo
pluralidad de valores, acepta que la Naroraleza tiene valores que som propios
se
ella que
a y

tiempo escín todos las elementos de una riple dominación; uo po-


son independientes de
la mvilidad que puedan senor para ol ser humano. Por el contrano,
lado
la sustenmhilidad débil particularmente tien una perspectiva urilitarsra y anteopocérine
demos separar el racismo
por posponer el pacriarcado. decir
un y

sal (Gudenas. 2009) que la justicia para las mujeres viene después que triunfe X poder. Si
Desde actores politicos ¿corre las que se
descaca Ferrando Pino Solanas. de Proyec- no se tienen en cuenta rodos los elementos de la rriple domi
o Sur y una serio de legioludores provinewdes y esacionalos ligados a diferentes fuerzas de la
sociales
sacisra, patriarcal y clasista, entonces vamnos a repetir otra vez la histo
oposición, hasta colcervos dle incelectuoles, como Placaforma 2012, u actores
cono la
Unión de
Asamblezs Ciudadanas y drveras ONGs ambientalistas ¡Ecasur, Kena-
Berta Cáceres. dirigente del COPINIL, Hondureña,
ce, entre arras),
Para
3

el
coa, aéaase los sralagon de |. L. Cornggiu. conse oros "La escouunnía social ascsitmada el 3 de marco de 2016, Entevistado
corn vía para otra social”. 2002. Documento preparado para el lanzamienco,
desastollo
por Francesca Gargallo Colentani (2035: 85-86)
del debaso sobre "Dusiutas propuestas dle Economía Seal” en URBARED, Rel de Pol
dicas sociales 2002 Iwwaularedaigoeduar]. Publicado en Biblioeeca Viral TOP la
del Axiwismo. sobre la insrivucionlicación dle la economía social
com amonización aucur.
y solidarra eu América avisa véase Conggio (2011b4
L Introducción

Desde hace décadas en América Larina, como en oras


segiones del sur glo-
bal, las mujeres tienen na gran protagonismo en
las luchas sociales y en los
procesos de auco-organización colectiva. Este proceso de feminización de las
ha
luchas se traducido cn la expansión y consolidación de diversas corrien-
tes de feminismos populares o feminismos del sur. En razón de ello, en el
presente rexro, quisiera hacer una indagación general acerca de niveles de los
acción de tal empoderani nto femenino, así como las diferentesde
formas
108 —— ——— DEL

dad de género esté lejos de haberse

mica, coltural, política), Par orro

dle violencia
CAMGLO

realizado,

generando mecanismos instirucionales para mejoras


imijeres, desde una perspectiva de género (autonomía
fado, el
DE

a partir

Plataforma de acción de Beijing, vodos los países de la región

conmrol

propio cuerpo se lulla vada vez más amenazado fincremento


de

violaciones, femicidios. prostivución. trata ,


anticoncepción, barreras conua el
EPOCA

de los feminismos populares existentes. En esc orden, nos preguntarcmos

pacriarcado ligadas a la consolidación Jel extracrivismo en estas

Ambigiedad
y
Jin América Latina,
avances del protagonismo femenino

la agenda de derechos humanos respecto de


miticas de género es cada vez más mucrida. Por un lado, aunque

las
de

la

aborto no punible). Por último,


AL

también cual es el lugar que ocupan las mujeres en tas Juchas ecorecritoriales
bajo el Consenso de los Commodities. Por úlximo, avanzando sobre

lavirudes.

1995,
JIN

las nuevas

cadenas de violencia", propongo reflexionar sobre las figuras específicas del

han
las
DI

proble-
leigual-
desde
venido
sivwción de las
física, sociocconó-
mujeres sobre su
de las cadenas
obstáculos
CICLO

la

para Ja
la
falta de
visible
e”
MARISTELLA SVAMPS ==

los trabajos de la CEPAL,

ha
sido independientemente 0
mujeres no-profesionales””, vale la P pena consignar
ig

avance en términos

fenómeno de carácter más estructucal que coyuntural


que se trata de mujeres

ría politica y/o laboral en un mundo que continúa dominado por valores
masculinos y por fuertes prejuicios de gencia." La suma, como indican
el de

sialivación masiva. Pese al aumento del empleo y de Ja caída global de la


pobreza en región (que descendió del 448%
la

2002 a 2012), en 2011 el porcentaje


canzaba el 30%, Por otro lado, la
de
al
31,4% en
je

«lucación superior, provenientes de los seccoros medios, con trayecto-

participación politica
y paridad de género en la región, en los tres ámbitos del poder del Estado,

del color político de los gubiernos aunque de


modo desigual según los países. En consecuencia, esto nos enfremtaría a un

Esta tendencia a una creciente participación política de las mujeres


se ve matizada sin embargo por el modo en cómo impact la
falta de au-
tonomía socioeconómica en éstas, sobre todo en el marco de una asisten-

la década de
mujeres sin ingresos propios al-
proporción de mujeres en siuración de
pobreza aumentó. Cierto es que la feminización de la pobreza no es una
novedad. aunque lo
que llarna la arención es su contraste con otros índices
socioeconómicos del período. Así. en 2002, había 109 mujeres por tada
100 horabres pabres; mientras que en 2010, ci número alcanzaba a 118
autonom económica continúa afectando a las mujeres pobres. en
la accualidad en un contexro de asistencialización estatal mujeres por cada 100 hombres pobres (CEPAL, 2012).
mayor
Efectivamente, en las últimas décadas. hubo un real mejorarniento
Por otro lado, el diagnóstico de feminización de la pobreza, realicado
sobre todo por organismos incernacionales y que data de los años 90,” im-
de las oportunidades de participación política.* El soto hecho de que en
la

de por sí como un dato pulsó nnpolítica de focalización de las políticas sociales sobre los hogares
región hubiera varias presidentes mujeres aparece
pobres con jefatura femenina, lo cual con los años se iría masificando bajo
significativo a nivel global. Así, enero 2010 y 2015 hubo cinco presidentes
Dilima RoussefTen diferentes formatos. Me reficro con ello a la política de bonos o programas
mujeres: Cristina Fernández de Kirchner en Aygentina, sociales de ransterencia condicionada, en general, programas sociales fc-
Brasil. Michelle Bachelet en Chiles Laura Cbiochilla en Costa Rica, Kama
En términos par- minizados, aun si en muchos casos serían drechos derivados cuyos citola
Persad Bisses primera Miniscra en Trinidad Tobago.*
según un informe de res son los niños y adolescentes. Según estimaciones (La política de Bonos
lamentarios, hubo también importantes avarces: así,
en la mira, 2013), el 19% de la población larinoamericana estaría bajo
la CEPAL (2012) hubo un aumento cn
la
región en la participación de las
planes sociales, cual incluye 25 millones de Familias, algo así como 113
lo
mujeres en ul poder legislativo (23% en
2011); cuyos indices más clovados
millones de personas. Encabezan el ranking México (coa el Plan Progresa,
los presenta la Argentina (33%), seguido por Ecuador (28%), luego Mé-
luego llamado Oportunidades), Brasil, con el Bolsa Familia, y Argentina,
xico y Perú (22%) (CEPAL, 2013). Asimismo, las mujeres expandicron
donde el
promedio en la con la Asignación Universal por Hijo (AUT). Como hu señalado numo-
su participación en el ámbito del poder judicial,
rosos estudios, uno de los problemas de estos planes sociales, más allá del
justicia aumentó de
10%
co
2001 a 22,5% en
2011 (CEPAL, 2013). En
carácter estructural de la pobreza, es que carecen de una perspectiva de
todos los casos, a excepción del poder legislativo (mucho más abierto a las pco
10 —
y
-—
hacer las cnadres responsables
a
— Dri camio D1
género, consribuyen a aconcuar una idcología del
velar de la
por salud
imacermalismo
educación
ÉPOCA

y
AL HN

dle
DE CICLO

social,
os n
al
MARISVELIA

a éstas las
Sama
asimetrías entre cl
— in
norte y el sur global, pues las mujeres pobres
sur global se ven obligulas a emigrar a los paises del norte, coro estrategia
el
hos, reforzando de ese modo el
rol fexclusivo) «le cuidadoras, que es una de ¿le sobrevivencia, abandonando sus propios hogares, asumiendo las tarcas
y
las causas de la desigualdad de
género. Habría asi una reproducción
de las de cuidado en otros hogares. Las cadenas del cuidado se rranstieren de unas
desigualdades en términos de división del erabajo, a partir de nacuraliza-
la
mujeres a otras. desnudando la permanencia de una lógica de división del
ción del sol de las mujeres (pobre) como madre y jefa familia (CEPAL,
de trabajo sexual, así como un muevo electo de desigualdad que a la luz de la
ibid). Sin embargo, desde otzas miradas, como la
de la econemisca femmi globalización asimétrica, debo or leído no sólo en clave de género. de cunia
s

ista ecuatoriana Magdalena Lusón (2015), más allá de compartir parte de y clase social, sino también de notte y sur. Como señala A, Pérez Ororo
este diagnóstico, habría que relarivizar estas criticas al neomaternalismo. (2015)", la evisis es en ambos polos, pero las relaciones de hegemonia global
pues éstas son realizadas desdo
el “deber sor”. Eu la
realidad de nuestros hacen que el
desplazamiento sea unidireccional: “de la periferia al contro”
países, las mujeres son madres y es “desde la
politización de la maternidad Una ilusiración emblemácica de las asimetrías que re ra esta ca
que puede darse un salto a ouas esfera"? dewa global de los cuidados nos la proporciona «l caso italiano, donde
Pox ou lado, existe también una inceresame discusión en el campo se Ira expandido la
figura de la “badanto”, encargada de cuidar ancianos,
de la economía feminista acerca de si las tarcas domésticas deberían ser niños y discapacitados, las que, junto con las Coll (expresión eufemistica
remuneradas económicamente o no.' Tengamos en cuenta que la ccono- que designa a las “colaboradoras domésticas”, desde cocineras a scrvicio de
mía feminista propone una perspectiva diferente a aquella
de
la
economía limpieza). conforman un ejército auxiliar femenino, cada vez más masivo.
tradicional, pues busca hacer visible el trabajo no reconocido y no remu- provenientes de los países exira-comunitarios (Europa del esce y América
nerado, considerado improductivo desde la visión tradicional, ligado a la Tatina, vegn el prado de calificación. para el caso de as badantes: Asia y

rasca de los cuidados (esto es, el trabajo doméstico, la crianza y el o


cuidado).1" América Lacina, para es de las coll periodismo italiano ha sumi-
El

Desde esta perspectiva, la economía feminista que ha tenido una gran urisirado retratos sombríos de estas mujeres de mediana cdad, que pagan un
expansión en América Latina, pone en elcentro “la sostenibilidad de La alto costo de “integra 1 al Norte: el abandono de sus propias familias
vida. descentrando los mercados” (Rodríguez, 2015), y alejándose así de la en sus países de origen, a
las cuales mantienen con eldincro de las remesas,
noción reductora de acumulación, asegurando los estudios superiores a sus hijos, y sacrificando sus vidas en
Por oua parre, hay que incluir en este diagnóstico naa problemática países lejanos, al cuidado de ouros.*
más la situación de mujeres pobres en las
que pesa y complejiza
las

la
año

sociedades periféricas, ligadas a la doble crisis de los cuidados, Atradi-

cional erisis de reproducción social, que genera


la wultiplicación de estra- Feminismos populares del Sur
regias de supervivencia por parte de
las mujeres pobres, hay que
al
añadir
mercado
la
del “Las feministas comunitarias hemos dicho que no vamos a acepror
quicbra del modelo de reparto del trabajo. a partir ingreso
laboral de numerosas mujeres, tano en los países del norte como en el sue. dogmas. Qu scan anccsusales. si nos hacen datio. los vamos

En ste marco, las mujeres de clase media, insertas en el mercado laboral, a enfrentar (Red de Sanadoras del feminismo coruuniturio, en E.
*

se ven obligadas a externalizar cl cuidado y la gesción


del hogar. Korol, 2016: 290).
Por último, cn la actualidad, la doble «isis delos cuidados
debe inser
de migración de enu-
varse en un marco más global. a parúe del fenómeno En gran parte de la región latinoamericana, el protagonismo femenino
hacia los países centrales. La globalización de la hace referencia al triple eje de las desigualdades de género, etnia y clase
jeres pobres de la periferia
fucrea de uabajo laexacerbado aún más las desigualdades de
clase, sumando
pata expresar aus reclamos en términos de derechos y lograr cierta visibi
112 DeL CAMBIO Di EPOLA AL FIN DE CICLO | Maris 15144
SvAMa 113

lidad. Mujeres indígenas. campesinas, afros, mujeres pobres del ámbito proceso de consurucción cultural y
político colectivo, que reconoce clivajes
de clase yde cunia, y no producto de un exiquetamiento automático que se
rural y urbano, lesbianas y trans, salen del silencio, se movilizan, recrean
relaciones
de solidaridad y nuevas Formas de muogestión colectiva, incorpora por elmero hecho de ser mujer, en nombre de la
lucha contra el
Pax caso.eu la Argentina las mujeres han tenido un
rol fandamencal purriarcado. Esto es particularmente notorio en el caso de
los
feminismos
de un nuevo lenguaje de derechos, comunirarios de mujeres originarias (Gargallo, 2015)
en las luchas sociales y la emergencia
lo cual incluve canto aquellas mujeres de clase media como de
los sectores Desde mi perspectiva, habría que comparas la feminización delas lu

populares. Dicho protagonismo arranca con fuera a


fines de los años 70 chas cow el proceso de ambicntafización de las luchas soxiales, Ciertamen-
buscaban a sus hijos «e, es posible constatar que muy pocos acriviscas se reconocen inicialmente
con la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, que
desapzsecidos bajo la víltima dieradura milicar.
extiende en los años 90, como "ambientalistas o incluso “ecologistas”. Para muchos. el término está
Luchi (las cuales incerve= demasiado connorado —y no precisamente por la posiiva Además, se
4 través del movimiento de Mujeres Agrarias en
ían impidiendo los remates delos campos), así como de los deviene ambientalista no por elección, sino más bien “en situación”, ame la
*

nuevos movi-
mientos de derechos humanos, fundados por mujeres cuyas hijay'os
fueron amenaza de un enegaproyecto (mincro, petrolero, ln tocléctrico. urbanís-
violentados por el poder, siendo uno de los primeros y más emblemáticos tico, eme ovas), lucha que en un segundo momento aparece tesignificada
casos. el asesinato de María Soledad Morales, en Catamarca
(1990). Más como “ambientalista”. Podríamos decir lo mismo respecto de los feminis-
la mos populares. En un primer momento. las luchas que protagonizan las
sún, muy probablemente no habría exiscido movimiento piquetero cn
partir de 1996 las mujeres, en su mujeres no se reconocen como explicita o abiertamente feministas, Solo en
“Argentina de 10 haber sido porque
a

condición de m dies esposas, salícron a cortar las rusas nacionales,


+
de- vn segundo momento, con la profindización de la misma. xa es resigni
social ficada también como abiertamente “feminista”,
nunciando el hambre ; la desocupación y ororgando legitimidad
Jieron busca de Ahora bien. en América Latina, el 1 mino [eminista aparece no sólo
al seclamo. Fueron mujeres pobres tumbién las que en
soluciones para la adicción de sus hijos (Madres contra
el paco). En la acompañado sino también declinado en plural: se habla así de leminismos
acualidad, son también mujeres las que han salido a
la calle para exigir la populares. Es posible establecer una serie de definiciones comunes en tor-
intervención del Estado a través de politicas públicas concreras, frente
al wo a qué sc entiende
por fEminismos papadares. En primer lugar, no hay un
“Ni único feminismo popular sino expresiones diferentes y plurales. En segundo
incremento de los femicidios en la región, a trav de campaña una
menos”, que ha venido una relevancia continental lugar, se traca de feminismos de carácter popular. desde abajo, que nacen de
Ahora bien. reconocido elprotegonismo femenino en
las luchas so- los sectores turás marginados, se trace de ¡mujeres indígenas,
campesinas, ne-
ciales de la región. ¿es legítimo asimilar feminización de las lucbas con gras, pobres yio lesbianas. En tercer Iugar, por encima de las diferencias, los
feminismos populares sostienen la autonomía como valor guía Imás ligado
feminismo? En un encuentro regional sobre Feminismos Papulares en Amé.
de 2013, en el cual había a la capacidad de autodetermina ión, aunque en muchos casos sin resolver
rica Larina, que cuvo Jugar en Quito. en junio
de Argentina, Colombia. La cuestión de la articulación
con orras luchas). In csa línea, se promueve
presemes mujetes de difesentes organizaciones
Bolivia, Venezuela, Ecuador, México y Perú, algunas de
ellas manifescaron la asociación eotre fembrismo
y pensamiento situado, a saber, se lo enciende
reticencias e incomodidad en relación a
la
dificultad de (auto) identificas como ung reflexión y una práctica realizada
a
desde y partis de una situación
histórica concreta. Por último, los feminismos populares se caracterizan por
se como feministas, debido a la estigarización que en contra de las
ha y

mismas, pero también las diferencias que se perciben con el feminismo


a
«cuestionar la visión individualista y moderno-occidental,
en pos de: una valo»
dlásico Miberal, idenificado con las clases medias urbanas).!*
Esto cs no rización de la “experiencia colectiva y comunitaria” (Korol, 2016)
“e- Entre las figuras posibles de los feminismos populares quisicra des-
vada nuevo, puex el tema del no-reconocimiento inicial del carácrcr
minista”de la lucha da cuenta de la identificación es
que
sobre todo un tac el feminivno comunitario » cual coloca en
el
el centro la existencia de
CIO Mustela Svasira — 115
114 — Dir cano DEISOCA AL HA DE

Cabe agregar here


las diferentes

e
expresiones de los femivisenos
a
agrego que. et come
la occidencal dominante y asocia
que,

otras formas de modernidad, difereme populares existen clivajes y tensiones sólo no


a 1 «el teórico «pistemológico
*
Ve modo que los
estrechamente descolonización con despatriarcalización. sino también político, vinculados
a
la valoración y por ende 2 los
Vincados
>

la región su
feminismos popu ses comunitarios que hoy sc expanden en del feminismo popular con los gobiernos progresivas, a los diferentes pun-
instalan cn una doble confrontación, tuno respecto del
feminismo oc negativa
de Ouas Moder
vos ciegos igados la
aro
perastencia de una culcaa sexista, la
dental hegemónico, al proponer a existencia
valoración
de despenalizar el aborto.” como diferentes formas de cxerac mismo
las
y

del patriarcado como un


aidades; coma tarmbién respecto de la definición que fornentan los progresismos, minimizando las luchas socio-ambientale :
rógimen único o universal y
ahistórico.
eolazan el patriarcado con la
que hoy se expanden la región.
por
En su interior, hay yeupos feministas que Por último. padezuos destacar el omimismo post-colontal, de fuertes raé
de roda idealización de
historia colonial; otros que, por el conurario, lejos ces académicas, que cusstiona la visión del feminismo blanco occidental y
Cabnal, feminista
la comunidad, descacan su “sefuncionalización” (Lorena hercrosexista. y hace hincapié en las “diferencias históricas y culrurales que
Paredes, Asamblea
sinka guatemalteca) o su “entronque colonial” (Julieca podran afectnelnreoray la prácrcadel feminismo" (Bidasec, 2016) Ext
Feminista, Bolivia), en el marco de las comunidades
camposino-indigerias
subraya Garga-
retoma la teoría de la insescccionalidad, que coloca en el centro cl cruce e
actuales 1* En el campo del feminismo comunitario, como
el feminismo
inerscción entro dfcrences foraasde cuusión y despojo (saca, clase so
continental,
llo (2915) se ha destacado, por su repercusión
boliviano de La Paz y Cochabambas Grupo de Mujeres Creando, y. poste.
cial, preferencia sexual),
smata de
ls
cuales terminan por ser co-consticuyentes de l
dominación (asgones, citada cn Marcos, 2014. 20).En una Hinca
Feminisra..o
riormente, cambién Asamblea del Femirismo
similar se halla el feminismo descoloníal, ilustrado por la
red de feministas
Por ova parte, exiscen también diferentes variantes descoloniales de México, creada en 2008,1! que tiene como procfonimn a
del poder popular” y la participación
Popular oriesado la conserucción inteleccuales y mujeres académicas,
que sin estar ensoladas
direccamente
de diversos grupos
desde abajo. Aguí podemos inscribir la experiencia en movimientos sociales (como sucede en otros tipos de feminisnos
feministas cerricoriales nrbanos, por ejemplo. en
Veneruela ls
(ligados a que
territoriales urbanos) Para el
se constituyen en sí
mismos como movimientos sociales), sostienen una
comunas) 3 y en Argentina (unovimventos estrecha vinculación con éstos. “Buscamos tejer un feminismo ou al cual
1983 se realiza anualmente
caso dela Argentina, no olvidemos que desde solo un feminismo que tiene como fuerte referencia la
lamas ,mos descolonial,
un espacio de cruce e
el Hincuentro Nacional de Mujeres, el cual comstituy propnesta zapatisca de “orro mundo es posible
*

incerclasista, donde se
intercambio de experiencias, de carácter masivo €
debaten diferentes comas de la agenda feminista, Desde hace años. estos
debates atravicsan el conjunto de los movimientos cerritoriales urbanos. Feminisnos papuares y Ecofeminismos
Por ejemplo, el mosimienro cerrivorial
Frente Darío Samrillán creó ua
espacio de mujeres, que sin pretender
encapsular la cuestión. propone
los feminismos populares comunitarios del sur se destaca la relación con
“más bien abrirla a una reflexión mayor,
indagando lo popular, sin ide: En
el terricorio, sea bajo la iden misma de “rerritorio-cuerpo” y/ del “cuerpo
Iraciones y cuestionando sus elementos conservadores. Para algunos,
como territorio”. - Como afirma Lorena Cabnal, dirigente guatemalteca, :
bajo

la cuestión de género no ya como


esta experiencia “parecería emfocar de entrevistada pos Cu gallo:
será resuelta como consecuencia
una contradicción secundaria que
la cranslormación de otras contradicciones, sino que
resulta un objetivo
medio de la inseauración de una
5 fem nismo comunitario es una propuesta vivencial que nace de
actual que debe irse resolviendo por de igualdad enos géne sos a Largo
cotidiano, significado como lugar de enunciación; nuestro
un lugar cotidi:
:yar
hi
E
ó

¿rica personal y una escrategía colectiva rerrirorio cuerpo-terra, ya que la relación que existe coxmogónica-
plazo” (Longa, 2019).
un
116

mico la
A
«mente de los cuerpos de

uu. Sin coxhargo. en


E
las mujeres con los elementos del cosmo»,
debería ser para proveemos armontación para
la vida en pleni-
actualidad no es así. por un lado, nuestros

cuerpos visea históri ¡camente


la
viulencias devenidas del cnuronque
colonial, a su vez el serrivorio Licera está
: siendo violentado

modelo de desarrollo económico neoliberal y por eso


por
hicmos asu-
defensa de territorio tierra como 16 Espacio para garantizar
la vida. sin embargo en esc serricorio que
«nosotras seguimos viviendo
del movimiento de defensa 1ecstorial
En esa línea, los feminismos populares
defendemos muchas de
violencias por parte de algunos líderes
(Q015: 161)

comunitarios han generado una


amoliación de las remáticas tradicionales, pues
debaten sobre tierras,
. el
nn

MARIS LILA
SAMBA
En csta línea, resulta ueresame explorar
ii

los
vínculos de

no “ecofeminista” nace en la década de 1970, son numerosas


y

cxisis social de carácier antropológico: el doble dominio


el plano

nero
de

sobre
las

orro
yel dominio del ser humano
de
los
femimis-
eos populares del sur con la perspectiva ecoléminista. Aunque el térmi-
las
autoras
que se inscriben en este campo, es en los últimos años que sus aportes han
tenido mayor difusión. Dos ternas han concribuido a la formación de la
teoría ecofeminista, Por un lado, la crisis ccológica entendida como una
lo humano en
m7

relaciones interpersonales, pero también en el campo de la


relación de lo humano con lo narural. A partir de ello, el ecofeminismo
hizo una interpretación similar de la relación entre el domi la de un gé
sobre naturaleza. la cual
la
se expresará en una lógica de la dominación o lógica identitaria, sustenta
da en una ida central: la justificación de la dominación y la marginación
.
cio des sde u ma perspectiva no liberal.
Esta basadas en la devaluación de aquellos considerados difeserues: la mujer
cuerpos y representaciones,
la
os

respecto del varón, ylo natural respecto de lo humano, respectivamente


S

10ri0
el ] punto de partida emer-
en
visión sobre el rerritorio-cuerpo consticuye (Ramirez García, 2012)
* encia de un muevo lenguas
e de valoración del territorio,

Por otro lado, la teivindic “ación


p

de la inrurdependencia también o < En segundo lugar, el owo tema


que cuestiona la ecología es la visión
dualista/caricsiana mento-cuerpo, rezón-navuraleza, por lo
saría ligada
a
la acrual crisis que produce la
/ exp: ansión del extractivismo cual busca su-

Sobre el mundo de la vida y los rirmos


de la naturaleza. Así. par ejemplo,
denuncias por
I
0
esradicar
e
primir las relaciones
y
jerárquicas entre naruraloza humana 10 humana.
Asi, el ccolominismo wratará de aprovechir esta vera emanciparoria de la
las mujeres han estado en el origen de nuracrosas
ecología, Yendo máslejos, la feminista argentino-española Alicia Puleo
4 uso de los agroróxicos y los eransgénicos; tienen un gran proragomisra
(2013) afirma que la nueva Ariadna del siglo XX] es bija del feminismo y
contra el avance de indi

E
la

Lee sesistencias contra la megamincría y


A

En Argentina podemos de la ecología, cuya confluencia permite establecer una línea directa entre
soler: «y la construcción de megarrequesas.

es
casos emblemáricos, queuo. lol in
cenido las madres la
marginación de las mujeres y la degradación slel ambiente. y pensas po-
sibles soluciones conjuntas,
de Córdoba, pioneras en denunciar
del Barrio Invaingó, de la ciudad
los impactos del glfosaco sobre la
salud, lo
cual condujo al
primer pico
Desde esta perspectiva, el ecoleminismo destaca el paralelismo entre
Viale, 2014): la La
explotación de las mujeres y la de nacuraleza, a través de la recuperación
penal sobre este roma [Seampa
y dos. persencia dela
tonjeres dela Assmblea Chico
de y Fammatina (omuestes,
amas
casa
de del trabajo reproductivo, invisibilizado
y no reconocido. Con ello se hace

comerciames), que resistieron embar el de


diferentes
corporacionesco
relerencia a aquellas tarcas del cuidado, asociadas a la reproducción huma-
na, la crianza. la resolución de las necesidades básicas, la promación de la
eras (cuarro empresas expulsadas, entre 2007 y 2015, enuze llas la
vontra el salud, el apoyo emocional, la facilicación de la participación social (León,
nocid ta Barrick Gold): tres, la resistencia
de mujeres mapuches contra el

2009). Asimismo, son diversas las autoras que refieren a un feminismo del
Eo
5

ya fallecida y lancus
feking en Neuquén (Cristina incopan. Banca
Y

enfrentar un j juicio por “rencativa


2013 debió enfrentar
de homicidio”) sur (Vandana Shiva, Madgalena León), ligado a la corriente de la ecología
E que en 2013
debió

lo $ casos se repiten en cada país


.
popular (Martínez Alice), al cual Y, Shiva ha denominado como “Kafe
Estos son solo algunos ejemplos, pero
de las monjeres en las luchas minismo de la supervivencia”, pues éste estaría vinculado a la experiencia
de la región, subrayando el protagonismo diversa de las mujeres en la defensa de la salud, la supervivencia, el territo-
ecoterritoriales.:
18 - —
sio, lo cual hizo que naciera
entre género y
hombres y mujeses con la
——— DD

naruraleza
ad
ambienie, mujeres y ambiental mo. feminismo
El ecofeminismo de la supervivencia buscaría reorientar
a partir de

bos gencros. Esto implicaria abandonar la concepción


sujeto autónomo, que se construye
a mismo,

al
la
IB a POCA

coparticipación
del
subrayar
yo
su
AL

la conciencia de que exiseco vínculos sólidos

el vinculo
de
“como
HN DE

y
ecología.
entre
aen-
un
separación
CIC Maio LA

Sa.
3. La otra cara del patriarcado: extractivismo y cadenas de violencia

la
“La ruta de la soja es
Ta ria de los
ma de la explotación sexual
puertos es la yuta de la exploración sexual
————_ 09

La ruta del turismo soxual es la ruca de la trata de mujeres.

miñs niños
y

de los demás, sustituyéndolo por sujeto relacional, que se reconoce


un Laruta del perrótea es a ruta de la exploracion sexual.”
los
distinto de clemás de la naturaleza, pero que 2 su vez reconoce
y
con- la Colectiva Feminista “La Revuelta” (Neuquén, Marzo 20091
únnidad con ellos" (Ramírez García, 2012)
diferentes corrientes
Par último, bien vale la pena aclarar que existen El extractivismo avanza en América Lacina de la mano de dos dinámicas
diferencialista la del enclave la del desplazarniento.** Me
dentro del ecofeminismo, que incluyen desde el feminismo ntimamente liga »

y inceresa en
relación entre mujeres y macuraleza; hasta la
o idemátario, que naturaliza la este último apartado haces referencia a la dinámica del enclave, cual cuenta
el ccofeminismo conseructivista,** que concibe al mismo como una cons con una larga historia en la rcpión. asociada en primer lugar a la extracción de
seucción histórico-social, ligada a la división scxual del 1rabajo.
Desi minerales (Potosí como origen).Los sucesivos ciclos económicos del capitalis-
visión esencialista de la rela-
perspectiva, resulta importante no caer en una mo impulsaron la consticución de numerosos enclaves, ligados a la excracción
de
alinidades
á

sión “Mujer Gaturalera”, pues la clavo sigue siendo campo


el y exportación de diferentes materias primas (ca a de azúcar, guano, caucho.
del trabajo y la s entre otros). A diferencia de las economías regionales, que generan
¿lecxivas que plancca la esplocación de la división desigual madera,
separación encrc la producción y reproducción de lo social, Sin embargo,
hay una presencia importante de
encadenamientos endógenos; los oncluves de exportación se definen como
hay que decir que en América Latina espacios socio-productivos heterónomos, depeudientes del mercado externo,
feminismos populares y comunitaristas de corte espurienalisa, que retoman que producen efectos de dislocación en otras economías y escasos encadena
ciertos elementos de la perspectiva
csencialista pero “sin demonizar alva- mientos produceivos (Machado Araoz. 2012, Svampa y Viale, 2019).
són (Puleo, 2011) La historia de los diferentes enclaves de exporta ón aparece asociada
al
Dicho de viso modo, en el contexto de las actuales resistencias alos pueblos campamentos, a veces devenidos ciudades, que han conocido
excracuivismo, cl lenguaje de valoración de
las mujeres enmarcado en
la
de la noche a la maña era el esplendor y el derroche, la pobreza
y
la rigueza

cultura del cuidado, que concibe las relaciones sociales desde oera
lós
extrema; imágenes de un boom económico caraccerizado por la extrac-
la acumulación como tal, desde cl
<a y otra racionalidad. cuestionando ción acelerada de un bien narural. Cuando las luces finalmente apagan
reconocimiento de la eco-dependencia y la valoración
del crabajo de re- y el capital sc retira para expandirse en otras latitudes. dichos territorios
contribuye a aportar
producción de lo social. En suma, el ecofeminismo suelen ofteces la repetida postal del saqueo y del despojo, cuando no de
desde la carencia o de una
una mirada sobre las
sociales, no
necesidados
territorios Fucrtomente degradados, comercidos en zonas de sacríiio, que
miscrabilista, sino desde el rescare de la culrusa del cuidado como
visió
Ecologístas en Acción, nna
dejan como herencia a las comunidades locales los impactos ambientales
los la
expansión de la
y
inspira ón central para pensar, como sostienen socio-sanitarios. Son ciclos del capital, marcados por
sociedad social y ecológicamente sostenible, a eravés de valores como la frontera de mercancias. que va generando un modelo histárico-geográfico
reciprocidad, la cooperación, la complementaricdad (Marta
Rodríguez y basado
en la apropiación rápida y la expansión y dives ¡cación geográfic
Yayo Herrero, 2010). una vez agotado el recurso.
A
principios del siglo 30X. la di ámica del caclave sumaría el ciclo del
/
petróleo, «núm sí los diferentes procesos de uacionalización que se tegistra-
DEL
ron cn América Latina hacia los años 40/50
la medida en la
CABO DE EVOCA AL

significaron una discontinui-


generación de economías regiona-
FIN DICO: Marista Svamtra - _——————

camionetas 4x4 y de altos alquileres, contrasta con la carensión de barrios


precarios y asentamientos ea periferia (Garcia, 2011), Por último, la des-
la
121

dad,
en que apuntaron a

la época tual, el integtación social y la organización de tiempo de trabajo también aparecen


les, basadas en esquemas suberaniscas. Sin embargo. en entrelazadas,” lo cual genera problemáticas sociales como la adicción a las
neccxeraccivismo persolero y minero retoman la
vía mu clásica del enclave
drogas yaljuegos?
de export ión, asociado a la acumulación por sobrcaproplación secuer=

cial. que reconoce a las corporaciones extranjeras como actores


males. ¿Cuál es la relación de todo esco con la problemárica de género? En

vinculadas en algunos casos con empresas nacionales, en su


sol de socios
realidad, uxiste oa
relación hisuórica entre activ lad perolera y minera.

menores. En este sentido resulta interesante preguntarse


entonces qué úpo
basada en la
“emasculinización de los territorios” y el reforzamiento del
patriarcado. En efeco. en un comtexto de fuerte concentración de pobla-
de configuraciones urbanas, sociale, laborales, culturales se va gestando
al compás de la expansión de las actividades extractivas gran escala, como
ción masculina, la
prostitución tiende a naturalizar esto es, a no
y vista ser
la re como una problemática social y cultural,
el petróleo y la minería, en el marco de enclaves de exportación, en

mia
un
interesante reporcaje a Mercedes Assorati, Coordinadora Gene

e
En
latinoamericana,
sión
En cérminos sociales. la histaria de estos enclaves de exportación
da
ral del Programa “Esclavitud Cero” de
la Fundación El Ote

de desigualdados así
2010, ésta afirmab:
cueraa de la consolidación de una fuerte escructura
como de la dislocación del rejido económico y social previo. que incluye
las relaciones
El sur del país
un enorme proscibulo,
es sto
tiene una raiz his-
diferentes aspecto», vinculados al enlo y calidad de vida, a tóxica, tiene que: ver con el desarrollo de la industria peurolera y
de modo emblemá
laboral y de género. Una ciudad que ifustra
este proceso es Comodoro Rivadavia,
la cuna del perróleo argentino, co
«on la presencia de hombres sulos que estaban largos períodos de
la Argentina (173.300 cieorpo en lugares donde no había suujeres. Ahora esto cambió un
la bora uetual. la ciudad más poblada del sur de
incluir también peque- poco pero es como una impronta cultural. De manera que la exis-
habitanes. según el censo de 2010). Bay que tencia de proscíbulos en el sur es centenaria y está directamente
ñas localidades perroloras como Calera Olivia (Santa
Cruz). Rincón de
Se trata de pueblos
vinculada a la industria perrolera ((0PS4r, 21/04/2010).
los Sauces y Añclo (Neuquéo), enure cantas orras.
el de Comodoro Rivadavia, de
campamentos. en algunos casos, como Y
cocinaba:
urbanos que nacen bajo cl
una “ciudad-commodiy”.” emplazamientos
del desarraigo, la renta estraordinaria. típico de
las
signo del imaginario
de una importante población migrante, A part de una investigaciónUnidad Pinal de Asestencía en
de la
regiones petroleras, que se nutren Secuestros de Personas de la Procuración General
Exzorsivos y Thata
el uhajo— es concebido como estacionario o
cuvo paso por el lugar: y de la Nación (Ufasc), pudo reconstruirse un circuito de traca que
provisorio. rentabil va desde Santa Rosa. capital de La Pampa, a la ciudad de 25 de
Asimismo. esca asociación entre enclaves de exportación y Mayo.
en el extremo sudoeste de esa provincia: alli se exciende
alto.
dad extraordinaria gencra en las localidades un costo de vida muy
de

lado trabajadores
a la Jocalidad vecina Curiel (Río Negro) a las meuquinas Añelo.
lo cual acemtia las disparidades salariales ene, por un
y

salarios: y por erro lado, el resto


Cutral-Có, Pleza | Iuincul y Rincón de los Sauces. Todas ciudades
patcoloros y mineros, que perciben altos petroleras (075, 21/04/2010%,
correlaco la crisis
de la población. Además el boom peutolero trae como
habicacional: por ejemplo, en 2011, el precio del erro
cuadrado de cons.
La relación estrecha entre minería y prosticución sc registra en toda la
isucción en Comodoro Rivadavia valía lo miseno que ca Puerto Made, el
s0-
gión. En países como Bolivia, Perú. Colombia y México, la sed de trata
de la ciudad de Buenos Aires. Asimismo, la proliferación
de d

barrio más rico


122 — —
personas aparece asociada a
—— DOLL

la uninería ilegal. Loco


Puno, en Bolivia. donde sc han reportado miles
AMO DE

de casos
caso
us

de
ÉPOCA

el
del
urara de
AL

de
región
EIN

la
mujercs
reciente infor-
DL CICLO

de
MaRiSTELLA Ívamn — —=>AH4
AS
enojeres y niñas. Basta con mirar los márgenes de los hegemó-
nicos y famosos “caminos de la producción” ¡rara enconcrar las
y exploración
sexual, Como afirma Livia Wagner, autora postales de miseria y olvido apenas iluminadas con las luces de
“ne “Crimea organizado y minería ¡legal en
Latinoamérica”. “Hay un fuerte las whiskcerías donde los de las sometidos,
cucrpos mujeres son
vínculo encre la nincría ilegal y la exploración sexual. empre que hay gran-
$
violados y explotados comercialmente no sólo
por los
varones.
¿es migraciones de hombres a una zon, hay una gran demanda servicios
de
sino por todo un sistema ideológico y de negocios naruralizado y
sexuales que a menudo genera cráfico soxual" (BBB Mundo, 2016).
También validado por la sociedad (Londero, 2008; OPSur, 20104,
sucede en las zonas mineras de Perú, corno lasegión amuzónica de Madro
en
de Dios, donde hay extracción ¡legal de oro, “Los funcionarios aseguran que Fa este marco, se agravan rambién las cadenas de
violencia-física, sexual-
donde hay hombres ea masa hay prostitución, por ser y la
profesión más an- contra las defensoras ambientales. Así, la participación de las mujeres en
sigua del suundo no hay que
alarmarse”, (72 Tiempo. 26/0512013).* Como
“Las mujeres su-
las
resistencias comrrael
extractivismo tiene un alto coco, pues la crimi-
señalan los ccuracorianos Zorrilla, Sacher y Acosta (2012). nalicación, agresión ascsinaco de defensores del ambiente sehan incre-
y
La llegada
fren mayores impactos en términos de salud psicológica y fisica, mentado notoriamente en la región, Sólo desde 2011 hasta la fecha hubo
de hombres jóvenes en búsqueda de crabajo y la pérdida de soberania cuonó- 88 asesinatos de ambientalistas en América del Sur y América Central y
los casos de viola-
mica empuña a muchas mujeres a prostituisse, Aumentan organizaciones de derechos humanos 1700 agresiones a
registraron muije-
ción y los de comiagio por enfermedades sexnalmente transmisibles res arabientalistas (Citaclo en Maldonado, Boletín Reinventerra, 2016) la
el
riesgos

La violencia hacia lo emujeres aumenta drásticamente por gran aumento mayoría de las agresiones sehan realizado en comextos de desalojo forzoso,
de consumo de alcohol y
drogas”, donde las mujeres son violentadas física y sexualmente
por las: fuerzas r
po.

Por otro lado, Ja naturalización de la prostitución y luego de la traca, Jiciales o grupos paramilitares (FAU-AL 2016)
la globalización de las redes criminales Uno de los crímenes recientes más impactantes fue el de Berta Cáco-
se incrementó cn el contexto de
la induseria sexual
Así hay que tener en enenta que la traca de mujeres para ros, del Consejo Civico de Organizaciones Populares e Indígenas de Hon-
heneficios, en un cireniro cada vez globali- duras (COPINB),
«uicn había recibido el Premio Goldman 2015, y que
genera cada ver mayores
más

tado del crimen (Sassen, 2003b). En la


actualidad, estos circuitos interna pese alprestigio internacional del que gozaba y de las medidas
ceutclates
y la participación
complicidad ileygal— de diferentes de la CIDH (debido a las armeonazas
<iomales involucran la que pesaban sobre ella), fue asesina
poderes (político y judicial)” da en marzo de
2U1G,
por las fuerzas represivas de ese país, por oponerse
a
En Arcentina, la industria perroleca y la minería en
la cura de la prosó a un megaproyecto hidroeléctrico. Otro caso resonante de persecución y
vación y de la trata. hay que agregar la
soja. Esta fuc una de las conclusiones amedrentamiento es
el de Máxima Acuña, del Perú.
de
integrante la Aso
del VIII Eincuencro Latinoamericano de Mujeres Urbanas y
Rurales por la ciación de Mujeres cn Defensa de la
Vida y de la Unión Latinoamericana
Soberanía Alimentaria, realizado en Santa Pie, eo ocebre
de 2008: "La ruta de Mujeres (ULAM), quien ha
desarrollado una férrea oposición al me-
de la soja es la ruca de la craca de mujeres y
niñas y integración regional
la

eeproyecto minero Conga." Por último, cabe


agregar el caso de las mi-
¿e las multinacionales explota nuestros bienes naturales nuestros cuerpos”,
diciendo Jorgelina Londero, en su crónica del encucnro:
y litantes de Acción Ecológica, ONG ecuatoriana. muy reconocida nivel
a
internacional, dedicada a la investigación y asesoramiento, compuesta casi
Como continua
exclusivamente por mujeres, que ha conocido dos tentativas de disolución
11 modelo sojero no sólo produce la contaminación de nuestro por parte del gobierno de Rafacl Cortes (on 2009 y en 2016). por su lucha
zuclo y expulsa las poblaciones rurales hacia las periferias pobres
a en favor de los derechos de la marnraleza y de las comunidades
que luchan
de las ciudades, también agrava la situación
de vulnerabilidad de
sonas el extras sivismo,
124 — —
Allí
—— ——

de las consecuencias es la acentuación

en un marco potenciado por

<a un contexto de marcadas


DBLCAMBLO

de
De ÉPOCA AL HN DA CICLO

donde irrumpen las actividades extractivas, caracterizadas por


mascalinización de los tersitoríos y la gurancia
fican y exacerban diferentes problemáticas
exrraordinaría, se intensi-
sociales. ya presentes. Así, una
los escercoripos de la división
sexual del trabajo que agrava las desigualdades de géncro,
Efectivamente,
las asimetrías sociales. laborales y espaciales
dal enclave. ello afecta de manera muy negativa
el lugar de las mujeres

asimerrías salariales, se fortalece sucol rra


dicional: (hombre rrabajadur-provecdor/mujer-ama
de casa-cuidadora)
al debilitamicato de los roles co-
la
MARA
El
lence,

tuales
ello en
Y
A
balance que nos oftece
dos

AS el recorrido realizado es,

regiscros: uno general,


extractivismo y sus modalidades,
el
por lo menos, ambiva-
otro, más específico, ligado al

Pos un lado, la centralidad de las mujeres en las políticas sociales ac

sulucas, u
dela región suele dejar más dudas e imerrogantes
la hora de evaluar
que certezas ab-
sus impactos en rérminos de género. Fllo no
significa cuestionar las diferentes políticas sociales dewinadas a los sectores
a
más vulnerables, enure ellos, las mujeres, dado el carácter estructural que
ha asumido la pobreza en América Larina. En todo caso cxige que ellas sean
pensadas también desde una double perspectiva, de género
Asimismo, ca muchos paises, asistimos Por otro lado, no cabe duda de América
y
de ciudadanía
las 1elaciones
las industrias cxumnctivas que en Lacina,
mmunitarios y ancestrales de las anujeres, pues
y producen un desplazamiento
de acti- de género están uatuitardo nuevos senderos, visibles eu la
creciente parti
rompen el tejido comunitario
vidades incluso de población (FAU-AL. 2416).
Por otro lado, cobra cipación política de las mujeres, en su empoderamicaro social, ligado esa a
la
«

las mujeres y se criscaliza capacidad femevina tan recurrente de transformar privado en público
centralidad el proceso de explotación sexual de
el lugar de estas como objero sexual,
Finalmente, en esec marco se mul- y
to social en una cuesción política. Así, pese a todos los obstáculos. las
defensoras ambientales ho mujeres cuentan con una mayor participación en el parlamento y en la
tiplican los hechos de violencia contra las
de configuraciones socio-rerricoriales justicia; losfas Intincamericanos/as hemos conocido además varias mujeres
suma, a parir de la consolidación
extraciiviscas, caracterizadasla mascolinización, ha desarticulación del re <n la paiumera aagistratura de la nación.
jido socia, la desigual d y por la y
sabreapropiación máxima acelerada. Asimismo, la
dinámica de empoderamiento de las mujeres se ha ve-

también ye refuerza la ovatriz de dominación parriarcal


y se agravan
: las nido expre ndo
enun proceso de feminización de las Juchas sociales,
algo que subraya la toralidad de la literatura sociológica y política dedi-
cadenas de violencia.
ello, uo prewendo afirmar que los enclaves extraceivos generen
“on
cada al sema. En la hora accual el protagonismo femenino
las luchas contra el exeracrivismo,
es
ilustrado
de la sociedad; antes bien en lo cual otorge mayor visibilidad a
soblemáticas que uo existen ca otros lugares
; figura exerema, una exacerbaci de pro- suctores históricamense marginales (emujeres indígenas y campesinas), en
propongo pensarlo como ima
»

blemáricas exiscentes que se radicalizan en comextos fuertemente


ya as rerrirorios y pequeñas localidades, ámbicos vuales también marginales
Sin duda, cn un periodo marcado
culinizados. La contaminación y degradación reñere
así a un proceso más por una crisis socioecológica de al-
idad aspecros ecológicos, so: cance plavetario, el involucramiento de las imujeres cn estas luchas abre
amplio y global, que incluye romo Ina to
Galo, nico ealucrales y de géncro. Corno consecuencia
Cadenas de violencia se porencian, evidenciando
de ello, Las
la relación de diferentes
huevas expecrativas, canco por el
trico y dualista comolidado desde la
srionamicnto del vinculo androcón-
e

modernidad occidental, como por


la apuesta a la secreación de la relación sociedad=aturaleza a través de
sumisión, Todo lo cual se expresa en un
«imuaciones de exclusión, despojo y
gruwe rerroceso en cuestiones equidad
de de pénero y una reactualización la ética del cuidado y la afirmación de
la
incerdependencia. Las luchas
del parriarcado, acompañado por
la contra el exuractivismo se unen así 4 una visión ecofeminista de la vida y
say peligrosa las peores figuras
de

gencración de
nuevas figuras, ligadas a esclavitud sescual los cerrirorios,
Por último, en tiempos en los cuales el femicidio
y orco tipo de víolen-
cias y crueldades sobre los cuerpos las mujeres
adquieren una centralidad
de

10 spelnriane vamo erradora, obsercamos na [nuevo] acoplamiento


126 — ——
2 — Dis CAMBIO

entre rentabilidad extraordinaria, sobreapropiación acelerada y


De

rructuras de desigualdad. Siguiendo Ja rota mincra, sojera y petrolera,


compás de la
expansión del excractivismo, ayer como hoy, es posible ver
cómo se expande la prostiruvión, la
EPOCA

fuertes es-

erara, la violencia fisica contra las mu


al
AL HN DEGICLO
MartsrrLta

0rs cor Mienrras


Svarra.

lapadoméstico en lavan gos


trabajo
eo dominen,
—— —
sansdeEs prono
sue naSide nafue que

qu obio
co diferentes
doión

Sarlo
la

omnes! bg
algunas cconomistas

región, cedro
—Á
le

peer a
pc países 7

ecensonceBl ssl del

Esad

ala, Bi
candor, Bal
de la

HSegún le reconocida cconvmit .


la
rcactualización de una matriz. de dominación que

e
jores, develando .
Fam es desplazar eje a los
la
conan smaliico de las mucrcados
on
intersección da cuenta de la exacerbación de mecanismos de sumisión y
P
se el
pe
sos amplios de generación
despojo, ligadas a Jas formas más salvajes del patriarcado. de posiblidad paro une vida
que meses
debuse los trabajos no rermnerados y, m: A
a pena or sidoma para bg
mía diversa realmente existente”

Notas de Alma Espino


2012)
y Corina Modrguoo ene du reconocidas aora Snes
Uca el concepto de cadenas de violencia desin Javi Auyero y Masía Fernanda Bere
concpao de
hpujtanc-<acalunya
e caaricecadonas
desendenasloblesdecuidador-preguncas parana
¿20L3o, La violencia en in margenes, Lia duda jospienda cu
uoción, el ño
co
tenscccionalidad propuesto pon M. Lugones, planea salir el
esquema diádico (ey de clióm. Ls iones resume
agregar que hacia
2008/2009, cuando el gobierno italiano discuria
a rravés de os emales se

e
insersecadus,
pensar a violencia “como ue
serio de íuculos de seguridad que
o mias ie), oí esbecnepola
gua
pues suponia uo edorsimicano dea obre a nmigación

pac
esrablece una. «comunicación emre los diferences tipos de violencia: criminal. inserpersonal
dinión ene

cc
lo
doméstica, de género”. Volveré sobre el terna de: La imterscccionalidad más adelunte da de ba
rara problema (los gitano, rofugiacos
isos
gar ori reco
realizado por
los de de diverso
diversa origen)
origen) y ol
inmigrante (ba.
>Tunacnos enmo sclurcncia slos abajo publicados par la CEPAL,

econemistas Feuninisras M042 y POLA Dicha encucato


¡icono ue organizado por la Fundacion Hosa
debate acerca de si esco proemgovismo femenino se traduje e un
Luxemburgo. A
ema emchas delas cofcalunes
clio
*Sin el
eo
pardos
comic a cms vna
vertida en esc apoyan y reomanl dba
enesionamiento de las lógica, masculinas del poder, hay que subrayar riupero que ningu.
ima de lipesidentas apové abiertamente na agenda decididamente
feminista, may expr
“Na hay descolonización
xcó0
sin sia
desparriarcelicación
á

consigna fue acuñada


bcn
diferentes
La

reclamado
cialmente respeern de la despemlización del organizacio»
Mera Cien y reapupiada ps
por
ubario,
hay

por
Vicmi
Vo

dl bovino, en DOLL end dl


mes de mujeres. terio de Descolonización, del cual dependía tumbién el Viceminiuero de Desparrian
“Fan daros del informe de Mujeres en el Parlamento en 2013 de la Unión Inecpacia-
los
países de América Lacina que renova:

pr
inemtaria som difezontes los de la CEPAL: sa lí usa, existen upimionos diversas acciia de la opresión patriarcal exar
“De
a
En
la de mujeres corresponde Cuba con a
sá caida
si

vilncia colonial. armó La Cole anden

a
ron los parkumencos en 2013, mayor represcacación
inociada Ja
sun 48,9%, seguida por Feuados con 38,7%
y
Argentina com 36.6%. Los países con menos
cua 17,5%". Citado en Luer
nm mar de
Den.invemo, que sición
a mano aclare dl eco
representación fueron Chile, vou un 15.8% Paraguay
mesias
de erlemiloo
Para vés: Carga. lea,
1201599101), Para una ds
Sargiucgio (20155. hurpiifureepoliticargentina.cominoras! 20150355087 luectaspule
degenero-en-americaarma hol. consaltado el U2D1
Pensemos en el cas de alivia. parcir del gobierno de
5201

150 Murales. cuyo paslamen-


Y

sb cuen
Casi formats
de
gin
y
em yl
pido
relaciones
pas clama,
diferentes al
pero Laja
de la
al esa
el
desnidal occidental,
Modesnidad occidental, vés
vé,

aporte de
so plurmaciona de cuenta
de
la
presencia de numerosas wsujeres campesinas indigenas
>Asim así, para la CEPAL, el proceso de paridad políúca, aunque macabado, presen
acia una tendencia derevenable
Paca na problematizanson de lapunión misma de feminización de la pobreza, véase lestacado Julicra Paredes v María Galindo. Fl
grupo sulrió una rupcura con la calida de
Agualar 120111
lurpitivw rouncolasinomnicano.crgi2015/01/OR errevioracaemagdalea len
>

ves latinoamericana de=mujeres audicarralcuda sé


economista deminisaaicebro
consultado
¿luce icivindicaiono conccomocimiento-ne qua es muyssimplistas,. eta Paredes participó de la elaboración del Plan de
128
—— Dia
Mager para el Vies Bien, en 2008, que fue
csivulado porel+ gobierno de Morales como
gobier
CAMBIO ÉPOCA AL VIS DECO, MarsTaLLA

>
Sara —
Como sostiene Escobar L20I11,
—— problema nu es que existan visiones
el
129

dali.
len de Egaslásd Oportunidades
de 008. Solbue feminismo
y are visual ique incluyo mur
Mbro de Amtivilo Pesa
sio as Formas elude cm las que se
erata el par bios
esto es, las jetarquias 0 asimez
cada tias que se esablocen ¿Flombre/Maujer; NacuraloraíCudura:

items
además las réase el
vusas expericucias, á
aqui), sugestivo Civdlizado/Bárbaro: Mader

ce mfTradicional
Ja
Mi
el discurso yla prác Véase
et exa

oos slo hnos


acraví
ed e dl
misma Aguinaga Macgarita, Mira
Lac, Moran
papular”
ón

de
Dania
“podes

inde
de e put Asa atina Sancillaua Alejandra (20111.
Rar a
y

aa
en Mor Daza Quincanila, Nadia Clara Rae Varas
se a Ven
y

mó tro (2014) que


e
«ha:
los países mano la
recrgon la experictuia delos feminismnos populares el Perú. encutanalo.
progresismo Um
a
vravés de la ecivindicación del prradigana dela punicipación. lusgo reasés los cau los ecoreminiemos. Para cl caso
de
la Argentina, el ro) de as
os
a

Visca, pritneno mujeres em los


y
del Sacialiwo del viglo XXI las concejos romunales. Tanto en Ay gencina conv en Brasil emiencos socio-ambiemates desde
la
ápica del ccofemimsrro la sido arlerado de remo

ac
Y concopurncociana e expandió de la mano de din yes organizaciones tercicorales
:

prometo puur Marisa Bilder (2013)


Pie etro lud,
veces
*

la dinámica del
desplararientn royuicre del vaciamiento previo del
teimoni de fomi Koa (2016: 6369. terriorio, lo
cual conlleva la invisibiliación y expulsión de toda

gócr 4 Htc Darío Sn, de Age


aquello que no es valor
Car ena an cala de ade zado porel capiralfparticularmense
desplazamiento de poblaciones). tal. como seed
Ee con

acaas
poputa canbio y
poder pas el socia los megacmprendimnienor hidroetácricos o incluso
en difrcates Sarices del mudela
las
mujeres otras identudo- le agenocgocios soja. palma africana), que hasdo caracterzado
pulsis auurces Gent Ds Cao
105. y
como “una agricalura sd
(Cam da Arde agricultores
enana 203 gn
More (2013), la frontera de mercancias "se reficre a
amiAlza
J,

e
espacios mínima
"E a id pocoiemo de
de

Guesca, rucrcannilzacióni máxima spropiación v as contradicciones

roedor2apba an prose de
pul ls
descado
ai.Coca
hh que seerivan de las presiones
Baal

pie acta desa


dpuadas preio prado cecuutentes cdas”, Citando
aala y
Guha, ee

eeA
Gadgil autor recoma la noción de "sobres.
ly que dspemalraba labor 2n sica propisción secuencial aplicada hscoria aembiemsal ela
India, que un rmodelo hi.

ml eme tc
la
es

tóicrgcoguáfico. nvedianco cual el capitalismo se adueña y después


agora rápidamen.
en panas ta fucencs regionales, de tal forma
renovada. Igualmene Moore
que termina forzando una Expansión geunáfca
propone ir más alla. pues el voncepto de “Honiera de las
ceda y de aba Mco que cr invicdapor ósea la
mercancías” apura conectar dialécticamente
a
odo de producción y modo de cxsracción
“enmnista Marra Logones. para Lomcozar un proye su sobre Temicismos descloniales co (capializaión y«propiacion) como un proceso glabal hisórico singular
Mértco y
Bolivia. Ea el si
asc, la presentación de la ved dice siguiente: "Apo lo de
desde
Rotor la
noción de ciudad-wommoduy de M. Caria, Al
respecto, eserbes “Cos

e Temimusa descoloruaacs, Somos una red sutoconvaada qu


sfca isdoro de
aaplc que pate dea grupo
OD gia ge
Rivadavia y el camjunto
región patagónico se mueven al ico de
rfieiyquesos
la

extractivo
2008 nj acaemía la mosiliación polio,dl
ón
politica. La
a rel
ral

nace cano
sac

un espa dos hiduscarburos. Lus rvvenes del precio iucernacional del cxuo determina
vida co. la
¿sde acom
unes
aureadiscs cool omiso somo
Sii de Buena parte de los hubirantes de las
cuen Alteran los riowos lbo.
e
a
peuoleras.
faninismos. Samos intergoneracional q rales y lus económicos; las de la Buena o mala foxtana. Cuando
la
mens decenios 01anbiccal incor
mu
activa lad perrolera cae.
Ns
“ompecando par
se desmorona todo, a fala de crabajo
T
da
y
escist circulación monetaria producen ana.

mi
desetor daña contracción en todos lus terrenos de la econucuta y la csi
etica
el 3
Asianistns Ml
se de como
una densa y
se
z

degradación del medio ambiente. que


se
pe
afera
las primeras afectadas: "La
seres bremarios, suele soner una seper:
odos lex
viscosa mancha negra” ¡García M.. 2011,
* Los teshajadores
perrolcios y mineros permanecen entre 2 tes seonmas tabajano
as válud de la meujer vida se nen amenaza:
cur coneliciones
4

de 7

dos hucgo
regresan otras taras sus lugares de origen n bien localidades más tercanas
as

nor
y

séxicos, la deforesración en quan ruala, la desermfiación los yacimientos, Fxca modal Exa laboral
trae consigo graves trasconos en la conducta. al
a
z bp

los de los recursos costerar como indica la inci pasar sin solución de
continuidad de la hiperactividad al ucio absoluro,
file
veo de suelas y marinos,
javestigadur
y
E

salad. relacionados ci Sebastián Barron sosriene que el hecho de


lcd nl mier
problemes de dos, con me-

ion mi a mur
de
trabajar más de 16 Bonao, y a Flia le injerencia
lamas. Las má del Estado genera diferentes conflicios, muchos de: los cuales
se expresan cu via cocidia- la
que habitan en zonas rurales y las in 2 y el trabajados petalero
termina, de alguna manera, siendo discrimimuado. “Taembien

aprista rl aca,
leenden dnccimente de «arras soveible. Caara Conferencia de Meg, 1975 ecesia pensar cn
ens ni
et tiempo de acto, ¿Qué hace éxus
tres días eo los que el vabajados
Pra de a confio regresa au hogar? ¿QQ €ortas
opciones tiene el trabajador que nn sea cse comuma sunrua
mas, véase Mr y
Pina LO 161 io que generallncise Las class medias critican?” Plnorma lmisenicario 2012: 9-10:
le

3
—— — Di casimo DE SIN DE UICIO

er
ÉPOCA

AL
30
130 —

castro en 10activos somo la


els
el exigen:
Ls habisua) que un persoleso jussilique
rai ocios eu de

e
del sabajo os
Por la dificultad de obtenca daros, no se hace uma
la
esradíscica de
sema o
personas s
os
pu

¡ón Utgenre- América


Reconfiguraciones del clivaje Norte/Sur

e el libro Por
¡ción
de la mano

las vusas del perróteo, el


del Estado.
geálos
con
Una mirada desde la
geografía de la extracción

ados
y rewnidas en »

de crear en Plaza Huincul. en Neuquén, una "casa


de la
1020 da
ao

bajadores y mejosas la eficiencia de la empresa. El “China es deserica a menudo como una


"potencia en alas. Pero ellos
Mo se von asi. de lus
porque por 18 úlrimos 20
siglos han tenido el

e
producco interno bruto más alto del mundo.

mn
representaciones sociales

e meri ter iu lince


lada a H. Kissiager, 2011
á

la previ
“nec la iniciariva de sancionar una ordecanza pura El ascenso de China y el Sur global

a
Co aia
Escamos asistiendo importantes cambio gcopulíticos. manifiestos
Boro Rivadari sadencia de Escados Unidos enla de-
cuando el
oro
Conccio Deliberame comenzó a debatn una como gran potencia hegemónica yen la emer-
se
ón

para proyecto avalado por inten


cl
geucia de nuevas porencias globales, encre las cuales se descaca la
República

aut
Popular de China. En rarón de clla, la cuestión de
er ansición hegemónica
la

suscica hoy intensos debates historiográficos y


polícicos. Ciertamente, cnue
198% y 2012 China
emergió como un gran potencia económica mundial,
a lo cual hay que
agregar el giro suonórmicoxcomercial operado en las úl.
mas décadas desde el Atlántico hacia cl océano Pacífico.
que incluye un arco

en
amplio de países asiáticos Japón, Taiwán, Indonesia, Corea,
entre otros)
China es la segunda economía mundial el
y pole económico más dinámico

ET importante a nivel global. Es el primer exportador de bienes del plancia,



el
Faca u eclevamicuo del procesesa de criminalización y asesinaco cle evujeres Inc
puimer consumidor mundial de encrgía y de aucoméviles, el
principal con-
son-lnchadors
pelado sumidor de aluminio, cobre, estaño,
soja y sine; el segundo conyumidor de
cemalarbolivialkaw uuicresenral ¡merica-larina azúcar y pesróleo
y el
quiro exportador de servicios.
China es la gran fábrica del mundo.
cuya inserción comercial no de-
pende sólo de exportaciones de productos con baja recnificación,
sino de
productos com va alto nivel tecnológico. Es el país
que alberga la mayor
132

población del planeta. 300

compás del aumento del consumo,


comienza a demandar
erivo
mayoría

as
ee ha
de
,

convertido
+

más al mundo del consumo cn un proceso


planes oficiales y en
— — DE.

el evasco de uma vreciente y


CAMBIO DN FPOLA AL HN

millones de habitantes que cada vez


fuertemente
ac Jerada

más ás 106 recursos encigóti ¡cos e insumos

los commodities.
los mismos.
ecios deotro
en el principal demandance mundial
lo cual ha traccionado

lado, China, no es solo una potencia


a su
urbanización.
su industa cada ver más tect
aniación A)
DI.

acceden
incentivado por
Al

básicos. Por este


sos

vez el
de laPares
alía

desde el planoproduc
gr
de los
CULO, MarusTia
ha
Svamta

Brasil habrían traspasado

bargo económica y no

la
en grandes potencias económicas. Aunque
militar (puesto que

las relaciones de poder entre las grandes


la
2
reestructuración del directorio del oligopolio, Mientras la
(Lstados Unidos) involuciona hacia e rol de gran
superpotencia
potencia; China, India y
frontera de economías medias para convertirse
la
desconcentración es sín em
capacidad militar de Estados
Unidos excede largamente el de orras potencias), esto significó cambios co
potencias (mayor desconcentta-
ción de la fuerza económica y mayor heterogeneidad civilizacional) (Ovie-
do, 2014),
En suma, en un marco de
transición, pero también de pugna interhe-
135

el plano linancicro. Los ahuleados saperávis>


tivo, sino también en so gemónica, es claro que China es nna de las grandes candidaras a devenir el
que gran
merciales y una alta rasa de ahorro interno, generaron de pre
ce excedente

quien China es
se el desine a la compra de
principal prestamista.
Además
bonos del
se
Tesoro
ha consolidado corno
de
E de
nuevo hegemon en la estructura internacional de poder, sea bajo
de un esquema amulcipolar. o de un
oligopolio con primacía hegemóni-
<a. No obsante, lejos de cualquier dererminismo, un
la
forma

el primes posecdor global de


Reservas Internacionales y acmalmente unos primer elemento a

o
moneda de destacar es que, como han señalando nurnerosos analistas internacionales
40 bancos comal soda el
de laneta múfizan el yuan como
el
a
Guanci ¡cro: China aparece como el
plana

hasta el momento, ascenso global de China ha sido pacífico, a partir


poderío niza
su
ceserva, Dos datos
ihuseron
mo de una estrategia de colaboración no de oposición
de Inversiones Lxuranjeras Dire en
id y y confiontación con
»

tercer emisor global de Hujos Estados Unidos. Ási, en 2012, reflexionando sobre las
95 de las 500 Armas de mayor
facturación del planeta eras originarias de esracrerísticas de

aís oriental (Slipal, 2014).


sistema el
esta relación, Tmanuel Wallersccin preguntaba: “¿Son rivales Chína
se

Estados Unidos? Sí, pero hasta cierro punto. ¿Y son enemigos? No, no son y
ss wereórico ascenso, hay quienes sostienen que
internacional esoluci maría hacia un
mundo multipolar, configuración en enemigos. ¿Y son colaboradores? Son ya
más de lo que les gustaría admirir,
ómi
de cual las diferentes regiones económicas
iricas
y políricas jugarín
:
jugarán papel,: p por
papel, un un
lo serán más conforme continúa la década” (Wallersicin, 20123
El segundo elemento es que los de
,
fíneas ge- Estados Unido, consciente dichas
anza entre China, Rusía € ladia, o en

bs
ina

jemplo a través de la afianza


¿

través de los BRICS. los cuales representan


accualnente cl 45 muraciones, ha venido cambiando su política cxterior, hoy orientada a de-
la pala
mundial. Para otros, como cl
sartollar uma política de “comención”, en tamo objetivo internacional de
de la población ru dial y cl 30% del PIB
primerorden, produciéndose lo que el golviemno de esc país ha denominado
inólgo argentino Eduardo Oviedo (014), el Bn del mundo bipolas, con
orden como "un giro estratégico” ala región del Pacífico, “pivos2a Asia” (Fornillo,
Unión Soviérica, no bahía
conducido a um anipor
A colosso
de la
2015). En esta línea hay que incluir lafirma del TPP con varios países de la
Leen nulbipolar sino un nucvo
de Jados Unidos, csablecida
a oligopolio von la primacía hegemónica

hacia 1991, lucgo del colapso dl mu


región latinoamericana, el cual abriría a tmevas aporcunidades a parcir del
de Estados debilitamiento del bloque del Alba y el fortalecimiento de la Alianza del
del oligopolio incluía. además
do soviético. Dicho “direcsorio” Pacífico, nacida en 201 1.
Al menos esto era
la mundial, como Japón así basta el arribo del magnare
Cudos. a otros palses que conceneraban riquezaAnal de
aus J] este poriado de Donal Trump a la presidencia de Estados Unidos, una de
Francia, alla y el Reino Unido. coyas primeras

Manada Jregermónica se halbría producido


2003, con la guerra en [ak
en
tucalidas fue el retiro de ese país del TPR lo
cual parece anunciar que la cre-

arance la cual Estados Unidos tuvo que enbentar desacuedos res . ciente puja interhegemónica
muevas recenfiga iones.
eve ambas potencias. probablemente sufra

Cine de diferentes países, en


conuraste con la primera crap de] ejem
coser, l
y Brasil daría cuenta de
ascenso de China, Judi
leon. Fa
134

La emergencia
A
China y América Latina

de nuevas porcncia plobnles. como


<a popular de China, ha

verión latinoamericana

por la potenciación
mia:
¿ando cu
ido generando nu
Latina. Lo más notorio de ello no ha
SS
es caso de Repúbli
nuevo escenario para
sido sin embrgo vinculación de
—inevitable y necesaria pos ciorto_ con China, ino

del extractvismo y
Istinoamericanas. Asimismo, esta
En realidad, esta relación se traduce
; Lnodo en cómo ésa se va operando. de reprima ación de las eco-
la
relación asiméwica se va desple-
el arco del declive del regionalismo lusinoamericano
:

desañanee
la
el

la
la

Ame
ManisTELa Svamra

cional de Petróleo de China (CNC), la China


Company (UCNOOC) y Sinochem. Fstas cuatro
participando ya hacia 2010 en unos 15 proyectos
dos en Pení. Venezucla, Ecuador, Colombia, Brasil
a Minería y Merales, China está
si el principal destino de
el Ecuador, donde
shuar, en la zona de
ya
la
las
presente co gran
National Offshore Oñl
firmas se encontraban
de

y Argentina. En cuanto

inversiones mineras es Perú, y recientemente,


lra protagonizado un conflicto
amazonía!
Ouro de los temas que cobran mayor relevancia
Esrudios recientes consignan
que
importante con los

son los próxtamos,


mayoría los préstamos chinos e
de
135

extracción. localiza

parte de los países. aún

la
la potenciación del región han sido para inftacsructutas (55%), seguido de energía (27%) y
Asi, la primera cuestión remite a exmacivimno
ue es dable observar
a
escala Jarinosmericana, « saber, la incemiicación minería (13%), El principal prestamista ha sido el Banco de Desarrollo de
de las exportaciones de commodiries, que,
da a consolidar nuevos
de modo vertiginoso, apur
qe,

agas,
de

vinculos económicos con la República Popul


pu China al haber concedido alrededor del 71% de los préstamos hacia la
gión. y el principal beneficiario Venezuela con algo más de la mitad de los
re-

años, los intercambios entre América fondos prestados para fimanciar 13 proyectos. € mo honefciarios de los
China. Ciertamente, . los últimos s
2000, China préstamos se destacan Bras y Argentina al recibir cada uno
Laina y China intemsilicaron notoriamente, Hacia
se
el año
de ellos verca

no ocupaba un lugar privilegiado como


destino de exporiciones yo ip
del 14% de los pr camos realizados en la
región, Los préstaroos chinos a
Exuador y Venczacla csrán ocupando
el

A
la región, Sin cobasgo.
de ienportaciones de los países de lugar de los mercados de deuda
Chis ue des
comerciales dela región a Estos Unidos. paña soberana. “El financiamiento chino
es a tnenudo el "prestamista de última
plazando cono socios
ya se había convertido ea
el primer instancia”. No es uno barato,
pero debido a la preocupación de la comu-

E
“nión Europea
la Unión Europea y Japón
Japón.

En 2013
nidad financiera internacional sobre Venezuela Ecuador y las
y

importaciones de Brasil, Paraguay y


Un
guay
primas de
aras.
siuen y
Honduras,
de

alo riesgo que acarrearían. los préstamos chinos son ung opción atractiva”
las

3 Costa Rica, Ecuador,


Chile. Colombia,
el tercero para Bolivia, Nicaragua, (Myers 2011, citado en Slipak, 2014)
México, Panamá, Perú y Venezucla; y
El Salvador y Guacemala, En el caso
de
las exportaciones, resulta el pines Asimismo, cabe preguntarse sobre el destino
de las inversiones
prove
dexino de Brasil y Chile; y el sogundo destino de Argentina, Colom ha.
mía ss de China, Eu esa línea,
los estudios coinciden en afirmar que éstas
Slipalk, 2015). Esce intercambio 69. st establecen mayorirariamente en actividades extractivas (minería. perró
Perú, Uruguay y Venezucha (Srampa y
sin cabargo asimétrico. Mientras
el 84% de las exportaciones de los países leo, agronegocios, megarrepresas), lo enal refuerza el efecto reprimarizador
latinoamericanos a China son commodities;
el 63-4% de las exportaciones que las economías viven bajo elConsemo «e los Commodities. En algunos
chinas a la región son manufaciura.
Gina exporta
Por mencionar algunos casos:
y
básicamente soja, frutos aleagiuosos accitos vegerales; Chulo ae casos se orientan al sector verciario para das apoyo a las primeras. Á esto
hay que sumar la política de préstamos condicionados
por commodities.
el cobre Brasil, soja y mineral
de hierro; Venezuela y Ecuador. Perrólcos Este desembarco implica incluso una amenaza clusters
a conformados por
Perú, mineral de hierro y orros minerales (ibíd.) Pequeñas y medianas empresas, sca por la
contaminación ambiental o por
de origen chino es cada vez mas la posibilidad de exportar dizecto a China productos
Bos orro Jado, la
presencia de capitales que antes cran trans
servirnos para graficar formados por PyMES locales.
la región. Alguvos cjemplos pueden

arde
imposcaras en la región los
le dicho. En
el

sector
op de Hidrocarbunos, están presentes en
está os en

región
Porilrimo, 06 es el mo tipo derelación la que pueden tener países
chino Smopec. la Corpuración Na
L

periféricos como Argentina es Beuados, con


curro grandes empresas de origen

3
136
=
una línea imserpresaciva
de semsipeiiia

trimodal.
paca aludie
bales (BRICS), y muy especialmente a raíz
—— — DeL CAMBIO d+ ÉPOCA

resulta importante incospocar


al ol de Brasil que juega cn
de su ascendente
alo
ALVIN

oasis
DE CICIO

» noción

ines
MARISA SA
———
tipo de posicionamiento, llevando a cabo una politica de notorio acerca-
miento a China. Apoyado en la riqueza petrolera, Chávez vio cn China
el aliado comercial y político idóneo
para tomar distancia de la hegemo-
la
aier
nía de Estados Unidos y su amenaza constante al régimen venctolano.
del espacio lacinvamericano* Pose a cllo,
vale rel
añadir que
En ose marco, para algunos, la relación con China adquiría
China Brasil también iscuct por una vía asianácica, que puede un sentido
y
ser

cn
principalmener por Jeída político estraégico, en un escenario de pasaje acelerado de un mundo
en rérminos de “eesinduscilicación compran, dv.
contrarrestar los efectos de la enfermeda bipolar a uno de caráctor multipolar, en el cual, ésta nueva vinculación
bol pacidad de los gobiernos para abriría la posibilidad de una colaboración Sur-Sur, Sin
holandesa; esto es, la expo ación masiva de materias primasligadas
a la embargo, más allá
del rótulo de “país emergente” y de: lo dificil
la

e
resulta
navurales (Salama, 2011)
acc los aka auto-
o
recursos que aceptar
puma del egonalomno presentación de China como “país en desarrollo”. es claro que su mercó-
tesinoacncricano. Pues
como ha sido dicho cn esto bro, a parte del
año rico ascenso global, así como la
realpolicik de las relaciones comerciales
con los países latinoamericanos, están lejos de ilustrar la hipótesis de una
2000. hemos asistido a la emergencia de un “regionalismo Iinamesicano telación simétrica Sur-Sur.
desafiante” (reromando la
expresión de Taime Preciado, en pon ce
cs
Resulta claro que, el rumbo que han ido adoptando las relaciones en-
antilmpecalisa, crítica de la tradicional hegemonía esadoui
de los hicos ás
imporrantes de
este nuevo regionalismo fue cumbre Uno la tre China los diferentes países latinoamericanos ha ido arenuando
la resis

eyecdad
realizada en 2005, cuando los
países Jatinoa-
de la cooperación Sur-Sur. Asimismo, la tesis del regionalismo desafiante

a
A
semtina),
Latinoamericana ha comenzado ser relativizada a vaíe del pasaje a una Unasur de "baja
nericanos enterraron la
posibilidad del AL (Alñanza
de Libre Comercios, promovida por Fstados Unidos, crearon el Al
(Altesnariva Bolivariana para las
Américas). bajo cl impulso
y
del
Carinánico
5 intensidad” (Comini y Frenkel, 2014), signada por el fal
de los gran-
des liderazgos regionales (la muerte de Chávez y de Néstor Kirchner, el
línea lainoomerianísa se alejamiento de Lula Da Silva, tres líderes que apostaron fuertemente a la
Hago Chávez, Fi una clara
pesetas
proges,
de fa creación de una moneda sinica (
ua ra
ambiciosos, como el integración regional). como por el ya mencionado surgimiemo de nuevos
tos aliaeamientos regionales (Alianza para el Pacífico), de carácter más
Banco del Sur los cuales sin embargo no prowperaen,
en apertu
parte debido al

apana
de Brasil, a de su to rista. En realidad, ambas tesis reflejarían más una suerte de wishfill cbín-
escaso entusiasmo de parte país que raiz

co
king, antes que las prácticas económicas y comerciales realmente existentes
emergente, juega en otras ligas globales,
creaciónLa de la
SAS
Sudamericanas), dela de los diferentes gobiernos progresistas larinoamericanos.
2007 (Unión de Naciones y
posterivemonse CHIAC
Caribeños). en 2010, Visca a la distancia, una década más tarde, aquella cumbre de Mar
¿Comunidad de Fstados Tacinoamericanos y inicia
foro pora procesar los contlicos de la región, por fuera de
del Plata de 2005 conwra el ALCA terminó por convertirse ca el
punto
encnue como
Washingeon. jalonan dicho proceso de integración
regional. La
amngencia
máximo del
regionalismo desafiante larinoamericano, cuando en realidad
debería haber sido «1
progra
uso como conursca punto de parrida de una construcción lacinoameri
de un (pro) insincionalidad regional
Al la asco cavista, eu clave verdadleramonte tegradora, orientada a la creación de
la creación. en 2011, de un nuevo bloque regional, delMéxico, za
con la participación de países como Chile, Colombia, Perú y
que vieron los bue-
una placaforma de negociación regional con los nuevos
comerciales, y
poderosos socios
En este novedoso escenario, no son pocos
vieron con

con,
China, Así, sí bien es cierto que la irrupción y rápida consolidación de la
la incipiente relación entre los míses latinoamericanos
y

Coen que
nos
China influencia de la República Popular de China en América Latina
ojos

ésta ofrecía la posibilidad de ampliar lor márgenes aparece


e
an
autonomía de la tegión, en relación
Fur el ex-presideme venezolano Hugo Chávez, quien
a
la hegemonía estadounidense
lideró cue
como una oportunidad para lograr una mayor autonomía en relación
Estados Unidos, tudo lo
reseñado el latinoamericanismo más bien re-
a
propin
138 —— —— Dia CAMBIO DE: ÍYOCA AL FIN DE, CIELO MARIS ELLA SVAMPA
—— 139

rórico, la comporencia de hecho encre los diferentes países


de
la región; América Lauima con China. Muy probablemente esta rendencia se acen-
el aumento de las exportaciones de materias primas, han consolidado tc, en un comerto geopolítica cambiante, en el cual, bajo
el liderazgo de
las asimerrías, configurando como tendencia la profundización de un 1rump. Estados Unidos manifiesta una tendencia cierre del comercio n=
al

exaractivismo neodependentista, que perfila cada vez más a China como ternacional, a diferencia de China, que busca aropliarlas paradojicarmente
polo hegemónico. En ouas pa labras, la confirmación de una
relación en nombre de la
globalización y el libre comercio.
comercial privilegiada con China, basada co Ja demanda de
commodities
y en la vertiginosa consolidación
de un intercambio desigual, marcaría
la emergencia de nuevas relaciones de dependencia, cuyo contorno se La expansión de la geografía de la extracción
estarían definiendo al calor de las negociaciones unilaterales que aquel
socios larinoamericanos. En efecto, la
país mantiene con cada uno de sus
firma de convenios o acuerdos unilaterales (TLC) con el gigante asiárico
Frente a la presión por la mpliación dela geografía de
la
extracción? sobre
todo a través de la expansión de la
fiomtera cnergética, cabe
preguntarse si
por parte de los gobiernos latinoames ¡canos
(muchos de las cuales com en la actualidad el extracrivismo no es
una estcgoría también aplicable al
de ser la excopción.
prometen a sus economías por décadas), están lejos norte global, Ciertamente, la profundización del extractivismo ha afectado
Al contrario, consticayen una regla buscante generalizada en los últimos nuy especialmente los países del sur, reconfigurando territorios, generan-
siempas,lo cual en lugar de afianzar la inregración latinoamericana, no do nuevas formas de dominación y potenciando la geografía del despojo.
hace más que potenciar la competencia entre ellos, como países exporta- en mm contexto cada vez más marcado por la emergencia de conflictos
z
dores de commodiric». ambientales y «crritoriales
A esco hay
que sumar que, según diversos analistas, habríamos 1o- Sin embargo, la presión por expandir la froniera
cnergética desborda
cado el fín del llamado “supciciclo de los commodirics” (0. Canuto: claramente los países del sur y permite detectar el avance de una dinámica
2014), lo que algunos vinculan sobre todo con la desaceleración dl cre- terrivorial extractivista en el norte global, donde podía
pensarse que ésta
cimiento en China. En ese contexto, no sólo la mayoria de los gobiernos estaba en franco retroceso. El ejemplo elocuente esa
vertiginosa expansión
larinonmericanos no están bien preparados para la caída de los precios de la frontera petrolera y energética, mediente la explotación de gas y pe
de los productos básicos (como puede verse de manera catastrófica con tróleo no convencional, con la tan cuestionada merodología de la Sraccura
Vencuia), sino que ya se observarian consecuencias en la tendencia a hidráulica o fucking” Dfectivamente, la apuesta por el fracking implica la
la caída en el déficit comercial (J. Martínez Allicr, 2015). Dicho de ocre profundización de la matriz energérica actual, basada en los combustibles
modo, los países latinoamericanos exportan mucho a China, pero esto no fósiles y, en consecuencia, un fuerte retroceso en términos de
escenarios
alcanza para cubrir el costo de las imporraciones desde ese país. Todo ello alternativos o de transición hacia energías limpias y renovables. La vía del
conllevará no solo más endeudamiento, sino rambién una exacerbación facking fue decidida por Estados Unidos, en nombre del autoabasteci-
del extractisismo, exo es, una tendencia al aumento las exportaciones miento yde la soberanía hidrucarburifera. La historia de su desarrollo, a
de

de productos primarios, a lun de cubrir el déficit comercial. con lo cual se


ingresaría en una suerte de espiral perversa (ouliplicación
de proyectos
pastr del año 2000,
requirió,
y la serie de exenciones ambientales
rol crucial del poderoso lobby petrolero,
y económicas que
el
figuran entre las pági-
de
oxtractivos. auruento de conilicros socioambiencales, desplazamientos sas más sórdidas de su política interna reciente. De este modo.
poblaciones, entrc otros. año 2000, el frackin fue
transformando la realidad energética
ade
partir del
Estados
En
consecuencia, es en un contexto de intensificación de las exporta Unidos, otorgándole una mayor autonomía respecto de las importaciones, :
ciones de cominodiries y por endo, de potencias
¡ón
de la reprimarización pero también la
convirtió en el
territorio cn el l
pueden comprobarse
y del exuractivismo, que debe5 sercarso ladiscusión sobre la relación de los verdaderos impactos delfrack contaminación de acuíferos, danos
En
A
ap
—=
Marastia a Svasira
140 — DH CsMBIO DE EPOCA AL FÍN DE CICLO,

de gs Notas

Ed
amimnales. terremotos, mayores emisiones
en la salud de personas y

pales7 loeegosndedel

e
de 2016, Fue desasojada la comunidad de Nantows. Morona Santiago.

de
En
metano. £ntrc 0X7oS. una profo-
agusto en

arder controversial del frackiwg aparece ¡luserado por quads po acom

dd
un
E el cosarón del ls
del conllicio, que arrancó en 1 consenomiemo de parte

bn,
va
sa y móvil cartografía global
como lo roeja la probibición en
Vernon y moratalu proa mina posea que esas imspunicion diecentes 1ocursos
und inda ser

nc
rl
osado pora bio

ic
"ome imperial,
Los Ángeles. En Quebec (Canadá)
o

2uuéne ac
ría en estados como en Nueva York y oda esenvo dela sigulencs menea as li
la Columbia
epi
vel

Sa
o pa

o
e Juchas desembarcaron en probibición, miencras que en
su
británica hoy se desarrollan resistencias
indígenas-urbonas. saía
a del oloo- económica iemermcional, ls actuciones encrr China y
de
los Estados Iurinmamerioanos chaco

la
ch
región de Alberta.
el
Er
bitumcn desdo
Suero de 1100 km que rransporta
En Europa el escenasio sambién es muy
movil. Francia y Bulgara probi- cc! bic por a
ys mamen las capacidados
de

¿exe 2007 una relación sentco.censro ldebido


impulsaron moratorias. Ente
besan el facking mientras que orcos países al Irackinga estimulados
2013 y 2014 varios de ellos abricron sus puertas la crisis económica. En
la
topic aci de socie [Ch sus ud
ic

e
arcón condo
exención de zenteal México como mediana economíal y; e) el resto las voonommías lan

por el modelo noricameticano confficos. levanté la mormoría y hacia


y
y

de oamienen rlmionas ato pandéncesconChina. En


Inglaterra, oo medio de grandes
toba
se

ventajas fucales a los mumcipios


esradouniciense, América 1 de
fe

dela palo mue


2014 el gobierno de Cameron prometía

o
dial." (Oviedo, 2014, 17-185.
buscaba habifitarlo incluso en
acepcaran el fucking, al tiempo «ue Algo que ya hab» luca
que conllictivo + Rumania, donde
Áreas narurales protegidas, Oro escenario eo
periodo tienen que ver con e] hecho de que no existiría une ! poluricación

di
id

cd cnAq
de exploración

in al pls
e

ac
Lo se resperó la moratoria sobierno concedió permisos del colapso de los países socialistas.
parao
a Br end pl
y

gado

on
norteamericana Chevron. En España puje
la <La percepión clúna deE América Lata bs a eric
dCi
plasmada
la
Lacina 20

san cuestionada empresa


importantes, mientras ade qdo
ccera
ol
socials son
y emuy

colo
nio gobierno nsisccncias
frena el fucking por blanco sobre la
politica de China hacia Aniérica Lurina y Caribe”. este
emana, en 2014 se aprobó una moracoría que
Li da =
e

ari,
base de la complementariedad de sus economías. Mevisando, Clica luzo.
cho años.
El fractingcoastiruye una vuela de uerca del excracvismo que
viene
En puedo
pu e gus a
anales opa cubo dos e
inegcón comecid

q
global. Mientras en ebsur se amplían
Lcd
es O
consecuencias nivel Jocal
sora y
el norte global omergen muevas
en
Juchas en torno a 10 como puuvecdos global de productos básicos y hasta obtucando posbxd las

ide
Lee resistencias sociales, dades de desenvolemueruo indusirial para y cis

nas
sctividados , Srampa y Slipak (2015)
de
as,
los país
se creía exclusivo
ps

mc
bienes naturales algo que hasta ayer

e
los ba
grafía de la exaracción” de 5. Susan (201 3

la
¿Arde quesevenonn deduce,
de geo-
esto llegue a significar un quiebre
periféricos, En suma, vin que Nortel
al
cm
la recoufiguración de las relaciones

ropa tl
acuslógica aurea inminencia del agoranierio de

A
los hidrocada
erafía neocolonial e implique
y

sur global, el mismo aparece


como elemento que nos obliga a comple-
un las asimetrias
€dl yd me
escenario, Fito no significa que
jizar la leceura del preseme rendimiento energetico que ésto ice. gu. que existe en depósitos
pescar
El de de esquisto. el

o
de
y

esta nueva expamsión csudos


mue unos y otros o
se hayan amplificado, pero
Meva a pensar la problemática en
clave
. demana
la geografía de la extracción nos
la posibilidad de ercar otros puentes
Y

Gvilizatoria, al tiempo que plantea


de solidaridad a escala global en
el marco de la nueva cartografía
de aqua. arena y
a
producros quimicos las formaciones rocnsas ricas en hicracarbusros. a lin de : ¿n-

mos trermentas su permeabilidad. Véase Bertinar cea). (20181 Svampa y Viale 20143. y
las resistencias,

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