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SÍNDROME DE ASPERGER

El síndrome de Asperger se trata de un trastorno del neurodesarrollo que se encuentra dentro


del espectro autista. Este trastorno afecta, entre otras cosas, a la comunicación tanto verbal como
no verbal, a la interacción social, la flexibilidad para sobrellevar y aceptar el cambio, además de al
hecho de tener unos intereses muy concretos y absorventes.
Esto provoca que las personas que presentan este trastorno tengan unas habilidades especiales
en áreas concretas, pero también ciertas dificultades para entender el mundo social que los
rodea. Por ello, pueden llegar a presentar comportamientos inapropiados para la circunstancia en
la que se encuentran.
Según la Clasificación Internacional de enfermedades (CIE-10), en este trastorno no presenta
déficits o retrasos del lenguaje o del desarrollo cognoscitivo. La mayoría de los afectados
son de inteligencia normal, pero suelen ser marcadamente torpes desde el punto de vista motor.
Es, por tanto, uno de los niveles menos graves dentro del espectro autista.
Causas del síndrome de Asperger
La realidad es que todavía no se sabe cuáles son las causas exactas de la aparición del síndrome
de Asperger. En principio, las investigaciones apuntan a que se debe a un trastorno de origen
biológico y genético, aunque la interacción ambiental podría influir en su desarrollo. Se
consideran factores de riesgo la edad avanzada de los padres o que se presente un peso muy
bajo al nacer.
Sin embargo, lo que sí parece más claro es que se dan dificultades en el desarrollo y
funcionamiento de las conexiones entre neuronas lo que provoca que la procesación de la
información sea cualitativamente diferente. Además de esto, se observan alteraciones en la
maduración y estructura del cerebro.
Por ejemplo, se observa un aumento de las conexiones neuronales entre el sistema límbico,
las zonas temporales y los lóbulos frontales del cerebro. Estas conexiones son la base para
desarrollar capacidades que permitan la adquisición de funciones superiores. Por supuesto, está
totalmente descartado y claro que el desarrollo de este trastorno nada tiene que ver con ningún
tipo de vacuna.

TIPOS
Autismo
Es un trastorno que habitualmente comienza durante los 3 primeros años de vida, siendo los
padres los primeros que comienzan a identificar en su hijo comportamientos diferentes a los niños
de su edad. Algunos de estos síntomas extraños son: nula o muy escasa comunicación verbal, el
niño es muy poco sociable y solitario o no mostrar interés en identificar objetos o llamar la
atención de los padres.
Síndrome de Rett
La característica diferencial de este tipo de autismo es que se presenta casi con exclusividad
en niñas y tiene carácter regresivo. Las personas afectadas comienzan a sufrir un proceso
degenerativo y progresivo del sistema nervioso que se manifiesta en forma de alteraciones en
la comunicación, la cognición y la motricidad (tanto fina como gruesa) alrededor de los 2 años.
Estas niñas tienen un desarrollo psicomotor normal, al menos en apariencia, hasta entonces. De
cualquier modo, diversos estudios demuestran que, incluso en el periodo asintomático, se
produce una reducción del tono muscular (hipotonía).
Síndrome de Asperger
Es el tipo de autismo más difícil y, en ocasiones, tardío de diagnosticar porque las personas
afectadas no tienen ningún tipo de discapacidad intelectual ni rasgo físico que lo identifique.
El déficit se encuentra por lo tanto en el campo de las habilidades sociales y el
comportamiento, siendo lo suficientemente importante como para comprometer seriamente su
desarrollo e integración social y laboral. Problemas de interacción social, falta de empatía, poca
coordinación psicomotriz, no entender las ironías ni el doble sentido del lenguaje y la obsesión
con ciertos temas, son algunas de las características más habituales en el Asperger.
Trastorno desintegrado infantil o síndrome de Heller
Suele aparecer sobre los 2 años, aunque en ocasiones no se hace evidente hasta pasados los
10. Coincide con los otros tipos de autismo en afectar a las mismas áreas (lenguaje, función
social y motricidad), pero se diferencia en su carácter regresivo y repentino, hasta el punto de
que en ocasiones el mismo niño se da cuenta del problema, mostrando su preocupación a los
padres.
Trastorno generalizado del desarrollo no especificado
Es una etiqueta diagnóstica que se utiliza en aquellos casos en que los síntomas clínicos son
demasiado heterogéneos como para ser incluidos en alguno de los otros tipos. También se
presentan trastornos de reciprocidad social, problemas severos de comunicación y la existencia
de intereses y actividades peculiares, restringidas y estereotipadas.

Síntomas y características del síndrome de Asperger


Las características de este síndrome pueden variar de un individuo a otro, pero existen algunos
síntomas que son generales como la dificultad para la interacción social. Esta dificultad para
comunicarse de manera adecuada socialmente puede provocar dificultades serias en la escuela,
el trabajo o las amistades, entre otras.
En general, no se trata de no querer comunicarse con otros iguales, o de querer aislarse
voluntariamente, sino de que no tienen las herramientas necesarias para hacerlo de manera
exitosa. Estas personas presentan, por ejemplo, dificultades para interpretar el lenguaje ya que lo
hacen siempre de manera literal.
Por ello, su lenguaje tiende a ser adecuado a nivel formal, pero tienen dificultades para utilizarlo
de manera eficaz a la hora de comunicarse. En parte esto se debe a que pueden no tener la
capacidad de entender los estados emocionales de los demás. Es por esto que no interpretan
de manera adecuada la comunicación no verbal o las expresiones faciales, ni las intenciones de
las personas con quienes interactúan.
Además de lo que a la conducta social se refiere, estas personas presentan comportamientos
repetitivos e incluso restrictivos. Esto les lleva a interesarse muy intensamente de una serie de
temas en concreto (un animal en concreto, algún medio de transporte, banderas, etc.) y a hacerlo
de forma repetitiva e insistente. Además, pueden mostrar cierta rigidez e intolerancia cuando se
trata de cambiar sus hábitos y pueden presentar rutinas marcadas.
En ocasiones presentan rituales o compulsiones que puede llegar a causarles malestar y
ansiedad si no se cumplen. En niños puede ser que presenten alguna torpeza motora debido a
que el desarrollo de la motricidad vaya con cierto retraso.

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