Melinda Long, autora y maestra de libros ilustrados para niños, tiene un amor por los piratas que se

remonta a su infancia, cuando enterraría un tesoro en su patio trasero, para consternación de sus
padres. Aprovechando ese interés de adulto, su libro Cómo me convertí en pirata se ha convertido en el libro
para niños más vendido del New York Times. Cuando se le preguntó acerca de sus pensamientos, tanto como
madre como maestra, sobre la importancia de las aventuras imaginarias para niños pequeños, Long declaró en
una entrevista en el sitio web de Harcourt Books: "Las aventuras imaginarias nos ayudan a crecer de muchas
maneras. Estiran nuestros cerebros, amplíe nuestras personalidades y bríndenos el trabajo marco que
necesitamos para ser adultos que resuelvan problemas ".

Cómo me convertí en pirata narra la historia del joven de cabeza a Jeremy Jacob, quien hizo precisamente
eso. Mientras que, en la playa, un día de verano, Jeremy ve un barco pirata. Cuando se le pidió que se uniera a
la tripulación y participara en su vida de cantar, bailar y no tener verduras ni modales en la mesa, el joven no
puede rechazar una oferta tan tentadora. Sin embargo, no mucho después de que se embarca en su viaje a
través de los mares ondulantes, Jeremy se asusta. Si bien la libertad de la piratería es divertida por un rato,
echa de menos su hogar y todas las comodidades que acompañan a la sociedad civilizada, como los cuentos
para dormir y los besos de buenas noches. El texto de Long se complementa con ilustraciones de David
Shannon, cuyas pinturas acrílicas transmiten un sentido del humor y la alegría que cualquier niño apreciará.