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Nehemías 4:13-15

“Entonces por las partes bajas del lugar, detrás del muro, y en los sitios abiertos, PUSE AL PUEBLO POR FAMILIAS, con
sus espadas, con sus lanzas y con sus arcos. Después miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del
pueblo: No temáis delante de ellos; ACORDAOS DEL SEÑOR, grande y temible, Y PELEAD POR VUESTROS HERMANOS,
POR VUESTROS HIJOS Y POR VUESTRAS HIJAS, POR VUESTRAS MUJERES Y POR VUESTRAS CASAS. Y cuando oyeron
nuestros enemigos que lo habíamos entendido, y que Dios había desbaratado el consejo de ellos, nos volvimos todos al
muro, cada uno a su tarea.”

Nehemías estaba por enfrentar un eminente y terrible ataque de parte de sus enemigos. Ellos habían visto al pueblo
de Jerusalén trabajar con esfuerzo para levantar los muros caídos de la ciudad, pero no deseaban ver a una ciudad
fuerte y segura, querían mantenerla sin defensas y vulnerable.

Nehemías toma una decisión que demandaría esfuerzo constante hasta que los muros estén reparados. No habría
descanso ni fin de semana libre, tendrían que trabajar fuertemente. Para ello elaboró un plan, la mitad del grupo
trabajaría en la obra, mientras que la otra mitad haría guardia hasta que todo esté concluido. Se trabajaría de día y de
noche, por turnos, por familias. Para llevar a cabo esta obra existía una razón motivadora y un recurso poderoso. La
razón eran pelear por los hermanos, los por hijos, las esposas, por el hogar (Nehemías 4:14). El recurso poderoso
estaba en la oración constante y su fe en Dios (Nehemías 4:4, 9 y 14). Trabajarían todos juntos y en favor de todos.

La unidad y el esfuerzo conjunto es lo que llevó a concluir la tarea emprendida por el pueblo, y son estos mismos
principios los que llevará a la familia a ser emocional y espiritualmente fuerte.

Las familias han sido visto afectadas a lo largo de la historia por conflictos de toda índole. Estas debilidades hacen que
la familia esté expuesta a los problemas que merman la armonía, el amor y el apoyo conjunto. Una familia débil no
podrá enfrentar adecuadamente las dificultades y puede llegar a ser fácilmente destruida, ya sea esto por problemas
espirituales, emocionales o materiales.

Es necesario tener una familia fuerte que enfrente los embates de la vida, para ese objetivo se debe trabajar juntos
para identificar y reparar las áreas débiles que se tiene.

Nehemías inició mirando los problemas que tenía el muro, desarrolló un plan y lo llevó adelante; cuando enfrentó
problemas hizo un llamado a buscar a Dios y a trabajar juntos para cuidar de sus familias y hogares, y así no permitir
que los enemigos detengan la reconstrucción del muro, y por ende, la seguridad de las familias.

Velemos por la seguridad y bienestar espiritual, emocional y material en el hogar. Los padres, hijos, hermanos,
esposos, etc.; estamos llamados a trabajar juntamente. Pidamos ayuda a Dios para que nos permita ver nuestras
debilidades familiares y trabajemos juntos para levantar “los muros” que traerán paz y estabilidad a nuestra casa. ¿Se
unirá en esta obra para trabajar por amor a los suyos? Funcionará si estamos todos y trabajamos por todos.

«Señor mi familia necesita de mí y yo necesito de ellos; ayúdanos a ser una familia espiritual y emocionalmente
fuerte»

Proverbios 24:3

“Con sabiduría se edificará la casa, y con prudencia se afirmará.”

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