POR UNA TECNOETICA

La definición de tecno ética es la especialidad de la ética que se ocupa de la

implicación moral de las aplicaciones de la técnica, es decir, se encarga de ver
todos los aspectos en los que la tecnología daña o no al entorno. Nuestra
situación actual como sociedad, ha hecho que la tecno ética sea tan nombrada,
lo cual debe el fuerte impacto que está teniendo la tecnología sobre la sociedad
y sobre el ambiente.

A medida que la sociedad va evolucionando, los ingenieros y los futuros

profesionales, nos hemos visto enfrentados a nuevas responsabilidades
teniendo que enfrenar diversos problemas conjuntamente con la meditación de
ellos; involucrando la ética para lograr una evaluación moral y racional de ellos.

La tecnología pude se valiosa según los fines a que sirve. Por consiguiente, es
preciso que el ingeniero o nosotros los seres humanos seamos capaces de
someter la tecnología a controles morales. El tecnólogo es responsable no solo
ante su empleador y sus colegas profesionales si no también ante todos los que
pueden ser afectados por su trabajo. Y su preocupación fundamental debería ser
el bien público.

Debido al fuerte impacto que está teniendo la tecnología sobre la sociedad y

sobre el ambiente, el ingeniero o tecnólogo debiera compartir el poder con el
administrador y el político. La tecnocracia global, o el gobierno de los expertos
en todos los campos de la acción humana, no es una amenaza si no una
promesa, en particular si sus decisiones se toman ad referéndum del público.

Esto se puede lograr gracias a que la actividad humana es controlable o criticable

a la luz de un código de conducta, que es parte de la moral; debido a la capacidad
que presentan las personas frente a un cambio podemos incentivar a los
tecnólogos a ser moralmente responsables principalmente en el momento de
desempeñar sus actividades sin dejarse distraer por crepúsculos estéticos o
éticos.
La sociedad en la que vivimos nos enseña que debemos conseguir nuestras
metas y perseguir nuestros sueños, pero no hace un claro énfasis en que esto
conlleva una responsabilidad y esta consiste en impactar positivamente nuestra
sociedad y ver la manera en que podemos desarrollarnos para conseguir
nuestros sueños pensando en las consecuencias de nuestras acciones y
pensando en la manera en que podemos ayudar a la sociedad mientras nos
ayudamos a nosotros mismos a conseguir nuestras metas. El tecnólogo que
contribuye a aliviar males sociales o a mejorar la calidad de vida es un benefactor
público. Pero el que a sabiendas contribuye a deteriorar la calidad de la vida, o
engaña al público diseñando productos inútiles y dañinos, o diseminando
informaciones falsas, es un criminal. No hay nada que sea inherentemente malo
en la ciencia, la ingeniería o la administración; por lo tanto, no se trata de volver
a la sociedad industrial.

Los tecnólogos debieran contribuir a modernizar la ética, intentando construir

una tecnoética como la ciencia de la conducta recta y eficiente de ellos mismos.

Al planear un objetivo, el ingeniero debe ser capaz de analizar las consecuencias

y las ventajas de ese objetivo dentro de un proyecto o de practica labora, tanto
para la humanidad integra como para el medio ambiente, siendo este un
instrumento para regularizar el cómo poder utilizar la tecnología, en una dirección
correcta.

La ética no saldrá de su estancamiento actual si los filósofos persisten en ignorar

la experiencia moral de los tecnólogos, si no prestan atención al modo en que la
tecnología funda sus prescripciones o normas, y si niegan a emplear los recursos
formales que brindad claridad y precisión.