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FOTOGRAFÍA Y LITERATURA: LA TRAYECTORIA DE RULFO (V)

DOSSIER RULFO /32/ Hace casi treinta años muchos estaban convencidos de que
Juan Rulfo y su obra ya eran tema zanjado. Cien años después de su nacimiento, la
investigación reciente y la tradición crítica muestran que no todo está dicho. Éste es el
espacio y el momento para reflexionar sobre ello.

“Panteón de Huamantla, Tlaxcala”. Desde 1997 esta imagen ilustra la portada de la edición más
reciente del disco de la colección Voz Viva de la UNAM que contiene fragmentos de Pedro Páramo
y los cuentos “Talpa”, “Diles que no me maten” y “Luvina”, además de un pasaje considerable
de “No oyes ladrar los perros”. Foto: Juan Rulfo.

En particular, en su artículo de 1998 (que fue originalmente la se inauguró en 1990 la primera muestra de esas fotos en el Museo
ponencia de 1996 con que participó en el coloquio organizado por de los Ferrocarriles, en Puebla.
la Universidad de Ottawa, la Universidad Carleton y la UNAM para Según esa versión, José Luis Martínez habría sido quien
conmemorar el décimo aniversario del fallecimiento de Rulfo) comisionó a Rulfo para que fotografiara los patios de ferrocarriles
Sarfati Arnaud enlista fotos que recibieron títulos descriptivos en el de Nonoalco-Tlatelolco con el fin de ilustrar la revista Ferronales
libro Juan Rulfo: homenaje nacional: “Barbechando la tierra. Zona (en cuyo organigrama figuró fugazmente Martínez). Un caso
Mixe, Oax.”, “Anciana de Apan, Hgo.”, “Niña indígena de El precedente es el del libro Letras e imágenes, que documenta el
Chisme, Mixes, Oax.” (numeradas ahí como 61, 69 y 70). La cuarta interés de Rulfo en la arquitectura. El origen de este último fue el
foto, recogida en el encarte del libro Juan Rulfo: del páramo a la proyecto de una exposición en la Facultad de Arquitectura de la
esperanza. Una lectura crítica de su obra, de Yvette Jiménez de UNAM a inicios de los setenta –nunca concretado–, que habría dado
Báez, fue titulada “Mundo de la madre y del hijo, 1960”, lo cual otro rumbo a la difusión y consecuente recepción de la obra
contrasta con la neutralidad de los tres anteriores y prolonga la fotográfica de Juan Rulfo. Debido al proceso de curaduría y
lectura que Jiménez de Báez hace de la primera novela de Rulfo. El selección en el que participaron Juan Pablo Rulfo y el arquitecto
texto elegido como pie de foto confirma la tendencia a difuminar Víctor Jiménez, la mayor parte de las imágenes de ese tema no
límites entre fotografía y literatura: «“‘También a él le dicen el estuvieron disponibles para la selección que condujo a la exposición
Pichón –volvió a decir la mujer, aquella que es ahora mi mujer–. de 1980 en el Museo del Palacio de Bellas Artes. Este conjunto de
Pero él no es ningún asesino. Él es gente buena.’” “El Llano en negativos volvió a manos de Rulfo en 1985 y tampoco pudo
llamas”, p. 98». Aunque tener presentes las líneas del escritor integrarse a la publicación que sería la última ocurrida en vida del
mientras se contempla el resultado de la labor del fotógrafo es fotógrafo y escritor.
meritorio en términos de mnemotecnia, es preciso matizar esta Ese libro, Inframundo: el México de Juan Rulfo, a diferencia
exégesis, pues dicha foto en realidad pertenece a la filmación de la de su antecedente Juan Rulfo: homenaje nacional, sí partió de
película La Escondida, de Roberto Gavaldón, basada a su vez en la negativos, aunque dificultó la percepción del legado de su autor al
novela homónima de Miguel N. Lira, y data de finales de 1955. presentar las fotografías sin ningún tipo de identificación, títulos o
Los anteriores apenas serían tres ejemplos de que ante la pies de foto (que, por otra parte, era la forma en que Rulfo prefería
fotografía de Rulfo se procede con premura sintomática de la idea ver publicadas sus fotos, como ocurrió con la selección de once de
de origen romántico que borra toda frontera entre arte y vida. Pero ellas recogida en la edición de la revista América de febrero de
la valoración de la obra de Juan Rulfo precisa más atención al 1949, la primera ocasión en que esa parte de su obra se dio a
carácter específico de cada una de las esferas de su legado artístico. conocer). De ahí que haya favorecido interpretaciones que las
Por fortuna, en el campo de la fotografía la aparición de libros que vinculaban a la narrativa de Rulfo convirtiéndolas en símbolos o
–como En los ferrocarriles (2014) y Oaxaca (2009)– se concentran metáforas de los temas tratados en ellas. Tal fue el caso de Howard
en una sola temática, representa una oportunidad inmejorable para M. Fraser, quien en un artículo para la revista Chasqui en 1988
que los especialistas examinen los antecedentes del conjunto de establecía relaciones sumamente arbitrarias entre algunas de las
imágenes y lleguen a conclusiones tan iluminadoras como ocurre fotos más reconocibles de Juan Rulfo y ciertos cuentos de El Llano
en el primer volumen mencionado. Sólo el hecho de saber que las en llamas. Para Fraser, por ejemplo, las cruces del “Panteón de
fotografías de los patios de ferrocarril de Nonoalco-Tlatelolco Huamantla, Tlaxcala” (imagen empleada desde 1997 como portada
tienen su paralelo en el documental “Terminal del Valle de México” del disco compacto que contiene grabaciones de la narrativa de
que el cineasta Roberto Gavaldón filmaba al tiempo que Rulfo hacía Rulfo en voz de su autor) podrían ser las que señalaran las tumbas
sus tomas echa por tierra la leyenda puesta en circulación cuando de los personajes de “El hombre” o “La Cuesta de las Comadres”.

Jorge Zepeda

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