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ISSN: 2014-2226
¿Puede una profesión considerarse “sexy”? Esto parece. Algunos expertos Comparte
consideran el analista de datos como una de las ocupaciones más “sexys” del siglo
XXI. El atractivo recae en la necesidad que las organizaciones tienen (o deberían
tener) de contar con profesionales que sepan gestionar grandes volúmenes de
datos. El big data ha llegado para quedarse y nos ha seducido. Ahora bien,
¿estamos preparados para afrontar esta relación? ¿La entendemos? ¿Podemos
hacer que sea una relación enriquecedora?
La idea de utilizar y analizar datos para tomar decisiones, ser más competitivos o
innovar no es nueva. El business analytics (análisis de negocios), centrado en la
explotación de los datos internos de una empresa, nace aproximadamente hacía
1950; la inteligencia competitiva, focalizada en la explotación de información del
entorno, coge impulso a partir de 1960. Así pues, ¿qué diferencia el big data de los
datos tradicionales?
El big data nace de los adelantos tecnológicos y, también, del cambio de hábitos en
las interacciones sociales (en parte provocadas por estos adelantos). Los
macrodatos están por todas partes, cada vez hay más, y nosotros, curiosamente,
somos responsables de su incremento. Podríamos decir que los generamos a cada
exhalación que hacemos (trazas en Internet, llamadas de móviles, interacciones en
las redes sociales, transacciones de comercio electrónico...). Para entender la
fuerza de su seducción debemos indagar en su esencia. Tradicionalmente el big
data se ha explicado a partir de las tres V (volumen, velocidad y variedad) a las que
añadimos veracidad, valor y visualización. Veámoslo.
¿Y cómo lo hacemos para digerir toda esta amalgama de inputs? ¿Qué debemos
hacer ante tanta exuberancia? ¿Cómo mantenemos el atractivo? Siempre se ha
dicho que una imagen vale más que mil palabras. Nuestro idilio con el big data
pasa por ponernos guapos. Y en este momento tan importante en la carta de
presentación, las técnicas de Visualización de información tienen mucho que
decir. La quinta V, la visualización, es un aliado imprescindible para explicar
resultados complejos de forma sencilla. Ponernos nuestro mejor traje de noche
será imprescindible pero no suficiente. Algunos expertos apuntan además la
tendencia de la visualización interactiva que permita a los usuarios personalizar e
interactuar con los resultados. Estas representaciones visuales algunas veces
tendrán que ir acompañadas de una breve narrativa para proporcionar contexto y
sentido.
Tal como apunta DaVenport en varios de sus escritos, la gestión de datos tiene que
ir acompañada y alineada con la estrategia de negocio. Se deben repensar los
modelos y enfoques de gestión, las competencias clave, los roles de los
trabajadores y la introducción de nuevos perfiles profesionales. Es necesario, en
definitiva, que las organizaciones adopten una política organizativa y una Visión
claras para actuar ante el big data.
Davenport, T. H.; Barth, P.; Bean, R. (2012). “How ‘Big Data’ is different”, Sloan
Management Review, p. 43-46.
George, G.; Maas, M.R.; Pentland, A. (2014). “Big Data and Management,
Academy of Management Journal, vol. 57, n.º 2, p. 321-326.
Eva Ortoll
Profesora de Gestión de Información de la UOC
@evaortoll
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