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EXP. :
SEC. :
CUADERNO : Principal
ESCRITO : 01
SUMILLA :
Demanda de Indemnización por Despido
Arbitrario y Otros
CASILLA 285
DAVID PÉREZ DEL ÁGUILA, peruano, identificado con D.N.I. 01133169, con domicilio real en Pasaje
La Paz s/n, Mz. “G”, Lote 15, Urbanización Villa Autónoma – Distrito de la banda de Shilcayo; y
señalando Domicilio Procesal para efectos de la presente demanda en la Casilla 285 de la Oficina
de Notificaciones del Poder Judicial en Tarapoto así como la CASILLA ELECTRÓNICA N° 2747 del
SINOE; ante Ud. atentamente digo:
Que, al amparo de lo normado por el Artículo 61°, Artículo 4° inciso 2) literal “j”, de la Ley
Procesal del Trabajo – Ley 26636 y 34° del Decreto Supremo N° 003-97-TR, y en VÍA DE
PROCESO ORDINARIO LABORAL, interpongo demanda de INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO
ARBITRARIO E INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS DERIVADOS DEL DESPIDO
ARBITRARIO en contra de la empresa MI BANCO – BANCO DE LA MICROEMPRESA S.A. a
quien deberá notificarse en su domicilio legal en Plaza Mayor N° 245, Distrito de Tarapoto,
Provincia y Departamento de San Martín; a fin de que su Despacho, oportunamente:
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laboral imputándome faltas graves relacionadas con la conducta del trabajador referidas
en el literal a) del Artículo 25° del T.U.O. del Decreto Legislativo 728, aprobado mediante
Decreto Supremo N° 003-97-TR, sin haber acreditado o constatado de manera
indubitable la existencia de faltas graves por parte del accionante y/o sin haber
aplicado el Principio de Razonabilidad en la gradación de la sanción impuesta;
y,
Como consecuencia de lo anterior, SE ORDENE EL PAGO DE LA SUMA DE S/.59,149.09
PRETENSIÓN ACCESORIA.-
SE ORDENE QUE LA DEMANDADA CUMPLA CON PAGAR A LA FAVOR DEL ACCIONANTE
LA SUMA DE S/.102,000.00 (CIENTO DOS MIL y 00/100 NUEVOS SOLES) por concepto
de INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS como consecuencia del despido
arbitrario del cual fui objeto derivados de los siguientes daños:
Daño Patrimonial.-
a. Daño Emergente:………………………………S/. 5,000.00
b. Lucro Cesante:………………………………….. 11,160.00
Daño Extrapatrimonial.-
c. Daño Moral:…………………………………….. 50,000.00
d. Daño a la Persona:…………………………… 20,000.00
TOTAL S/.202,236.00
ORDENE EL PAGO DE LOS COSTOS Y LAS COSTAS del presente proceso; en virtud de las
siguientes consideraciones fácticas y jurídicas:
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Al respecto, resulta pertinente señalar que la evaluación del señor Yhenklin Daniel
Vela Huanca se realizó en su centro de trabajo pues tenía un horario complicado
que no le permitía pasar tiempo en su domicilio real. Así, durante la evaluación a
mi cargo, el cliente me informó que sí contaba con un juego de sala que se
encontraba en el cuarto que alquilaba y, por ello, lo utilizó como garantía a nuestro
favor. En este caso, no me fue fácticamente posible verificar la veracidad de dicha
afirmación pues cada vez que acudía al domicilio del señor Yhenklin Daniel Vela
Huanca, éste se encontraba con llave.
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Sin embargo, resulta sorprendente que ustedes me sancionen por este hecho pues,
a la fecha, el señor Yhenklin Daniel Vela Huanca se encuentra al día en el pago de
su deuda y no hemos tenido ningún inconveniente con los pagos de la misma. Por
lo tanto, no existe ningún perjuicio que se le haya generado a MI BANCO.
Ese mismo día fui suspendido en la medida en que, durante la visita de supervisión
al cliente de mi portafolio, señor Kenedy Jesús Sandoval Cáceres, se habría
verificado que su cónyuge, señora Toty Ericka Flores Tuanama, contaba con una
calificación adversa en el sistema financiero.
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Al respecto, debo señalar que al momento de la visita y evaluación del señor Kenedy
Jesús Sandoval Cáceres, él sí afirmó tener una relación sentimental pero nunca
reconoció que se encontraba casado o que conviviera con su pareja. Por el
contrario, en reiteradas oportunidades, señaló que simplemente se encontraba en
una relación de enamorados. Por este motivo, yo registré dicha información en el
sistema de la empresa. Mi posición se reafirma con la Declaración Jurada de la
señorita Kriss Stefanne Paredes Quiroz, Ejecutiva Comercial de Mibanco, quien
realizó todas las visitas y evaluaciones conmigo.
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un delito por el cual haya sido ya condenado o absuelto por una sentencia firme de
acuerdo con la ley y el procedimiento penal de cada país”.
En este caso, Mibanco vulnera el principio de “non bis in ídem” en la medida en que
la empresa anteriormente ya me sancionó por los supuestos incumplimientos
respecto a mis clientes: Yhenkelin Daniel Vela Huanca, Denisse Villalobos Vásquez
y Jesús Kenedy Sandoval Cáceres.
Según el principio non bis in ídem, nadie puede ser castigado dos veces por un
mismo hecho, es decir, no puede recaer dos sanciones sobre el mismo sujeto por
una misma infracción, puesto que tal proceder constituiría un exceso del poder
sancionador, contrario a las garantías propias del Estado de Derecho. La aplicación
de este principio impide que una persona sea procesada y sancionada o castigada
dos (o más) veces por una misma infracción cuando exista identidad de sujeto,
hecho y fundamento.
En virtud de ese principio, cualquier persona cuenta con la seguridad de que las
decisiones definitivas que se han proferido en los procesos tramitados en su contra,
con miras a establecer su responsabilidad disciplinaria, realizan la justicia en cada
caso particular e impiden que los mismos hechos puedan ser objeto de posteriores
debates. Por ello se dice que el principio non bis in ídem es una manifestación de la
seguridad jurídica y una afirmación de la justicia material.
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Otro aspecto esencial que debemos tener en cuenta es que su carta de imputación
de faltas graves también vulnera el Principio de Legalidad porque ustedes hacen
referencia a la carta de exhortación del 21 de febrero de 2017 y memorándums del
7 de agosto y 13 de diciembre del 2017 en los cuales me llamaron la atención
porque, supuestamente, no habría cumplido con gestionar mi cartera de clientes
dentro de los estándares ni expectativas que tiene Mibanco. Por ello, me
exhortaron a mejorar en mis obligaciones referidas a los indicadores de crecimiento
en número de clientes, crecimiento en monto y control de la mora.
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No debe soslayarse en este punto que uno de los elementos fundamentales del
Debido Proceso (dentro del cual se incluye como una variante el Principio de
Legalidad con su concreción en el Principio de Tipicidad) estriba en que se impute
adecuadamente al trabajados las presuntas faltas graves previamente
determinadas en la ley y claramente fijadas en la carta de imputación, a fin de que
él pueda ejercer válidamente su derecho de defensa y contradicción.
La Causalidad del Despido como requisito para la validez y eficacia del Despido y el Principio
de Razonabilidad.-
7. Esto tiene sustento en el hecho de que para la procedencia y validez del despido debe
cumplirse con el requisito de Causalidad.
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1 Según Plá Rodríguez, “Es la afirmación esencial de que el ser humano, en sus relaciones procede y debe proceder conforme a la
razón”.
2 TOYAMA MIYAGUZUKU. Instituciones del Derecho Laboral. Gaceta Jurídica. Lima: 2005. Pág. 202
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una motivación en el acto del empleador; es decir, una justificación de la medida sobre
una base objetiva; ii) La motivación debe ser suficiente o proporcional y; iii) La motivación
del empleador debe ser coherente, es decir, debe verificarse una relación directa entre la
causa y la modificación del trabajo”.
13. Así, al momento que el empleador, luego de haber evaluado los descargos presentados
por el trabajador, si optase por sancionar, aún se encuentra sujeto a los límites
3 PLÁ RODRÍGUEZ. Los Principios del Derecho del Trabajo. 2da. Edición. Buenos Aires: 1990. Pág. 284
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leves como pueden ser: una amonestación, una llamada de atención o la suspensión
temporal sin goce de remuneraciones, etc.
18. Por ello, se requiere que la causa del despido esté debidamente comprobada, ya que
éste requisito es una clara manifestación del Principio de Presunción de
Habiéndose establecido que el despido del cual fui objeto configura un Despido Arbitrario,
corresponde ahora proceder con el cálculo de la indemnización que deberá pagar la
demandada.
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2. En tal sentido, habiendo laborado desde el 6 de Agosto del 2007 hasta el 16 de Mayo
del 2018, y en vista a la real remuneración que debía percibir el demandante, me
corresponde el Reintegro de Indemnización por Despido Arbitrario ascendente a la
suma de S/.59,149.09 (CINCUENTA MIL CIENTO CUARENTA Y NUEVE Y
1.1. Que, los Plenos Jurisdiccionales Laborales del año 2000 llevado en la ciudad de
Tarapoto y el del año 2008 llevado a cabo en la ciudad de Lima, determinaron que
“Es competencia de los Jueces de Trabajo conocer y resolver las demandas de
indemnización por daños y perjuicios originadas por el incumplimiento de las
obligaciones derivadas del contrato de trabajo.”; y, “El Juez Laboral es competente
para el conocimiento de las acciones de indemnización por daños y perjuicios
derivados del contrato de trabajo”, respectivamente.
1.1. Que, en ese orden de ideas, resulta claro que el Juzgado Ciivil de Tarapoto tiene
competencia para conocer la presente pretensión indemnizatoria, ya que los daños y
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Que, la extinción del vínculo laboral de manera arbitraria por la demandada luego de más
de 10 años de labores ininterrumpidas y de un historial impecable, me ha generado una
serie de daños de carácter patrimonial y extrapatrimonial, los mismos que se detallan a
continuación.
4 BELTRÁN PACHECO, Jorge Alberto. Profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidad Nacional Mayor de San
Marcos y Universidad Cristiana María Inmaculada.
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“[…] este Tribunal Supremo concluye señalando: (i) que el despido arbitrario
efectuado en contra del demandante le ocasionó daño patrimonial, en la
modalidad de lucro cesante, dado que hubo una “falta de ingresos de
determinados bienes o derechos al patrimonio de la víctima”,
quien se vio privado de beneficios que hubiera obtenido de haber
continuado laborando para la recurrente; (ii) que el pago del lucro
cesante no puede asimilarse a las remuneraciones no canceladas, pues ello
constituiría enriquecimiento indebido y pago por labor no efectuada; (iii) que
siendo ello así es posible acudir a lo dispuesto en el artículo 1332 del Código
7 La Constitución Política parte por establecer en su artículo 23º la garantía de la retribución de la remuneración o, dicho en otros términos, la
proscripción del trabajo gratuito, que: “nadie está obligado a prestar trabajo sin retribución o sin su libre consentimiento”. Así, el punto
inicial para la determinación del derecho fundamental a la remuneración en nuestra Constitución se manifiesta en el reconocimiento de su
carácter retributivo, estableciendo, de esta forma, “una vinculación directa entre la remuneración y el servicio prestado. Por su parte, el primer
párrafo del artículo 24º de la Carta Política establece que: “el trabajador tiene derecho a una remuneración equitativa y suficiente, que
procure, para él y su familia, el bienestar material y espiritual”. De esta manera, el precepto en mención establece el contenido del
derecho a una remuneración equitativa y a una remuneración suficiente. El derecho a una remuneración suficiente, se relaciona directamente
con el establecimiento de pisos mínimos de percepción remunerativa, esto es, del pago de una remuneración mínima para los trabajadores,
la cual, según señala el tercer párrafo del artículo 24º “se regulan por el Estado con participación de las organizaciones representativas de los
trabajadores y de los empleadores”. La suficiencia de la remuneración vendría a ser pues el criterio de política social que incide en el ámbitos
económico-sociológico cuya delimitación se debe realizar teniendo en cuenta factores externos al contrato de trabajo.
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Civil (dispositivo que ha sido expresamente ignorado por la Sala Superior), norma
que expresamente refiere que si el resarcimiento del daño no pudiera ser
probado en su monto, el juez deberá fijarlo con valoración equitativa;
(iv) que dicha valoración equitativa no entraña una decisión arbitraria e
inmotivada, pues ello repugna nuestro ordenamiento constitucional, por lo que
debe ser necesariamente justificada, utilizando para ello algunos
parámetros que le permitan arribar a una decisión que permita
restablecer, en lo posible, la situación a los límites anteriores al daño,
confrontado ello con los hechos sucedidos; y, (v) que ello, precisamente,
ha ocurrido en la sentencia de primera instancia cuando utiliza como término
de cuantificación la remuneración mínima vital al momento del despido, que
representa una cantidad proporcional entre lo que se ganaba y lo que se
dejó de percibir.”
(El subrayado y negrita me concierne)
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En efecto, en el mes de Junio del 2012 adquirí dicho crédito hipotecario, el mismo
que sería pagado en cuotas mensuales de S/.1,002.64 desde el 12 de Julio del
2012 hasta el 12 de Junio del 2026, conforme lo acredito con el Cronograma de
Pagos que anexo a la presente demanda.
13. Así, resulta evidente que el despido arbitrario al cual me vi sometido complicará
sobremanera el pago puntual del crédito hipotecario asumido. En efecto, desde
el día siguiente al acaecimiento del despido arbitrario el pago de la obligación
indicada se volvió un suplicio pues al verme sin trabajo tuve que hacer lo
indecible para poder abordar el pago de dichas cuotas con el subsecuente riesgo
de incumplir con dichos pagos y perder la casa que con tanto esfuerzo había
adquirido.
14. Por ello, y tomando en consideración lo argumentando hasta aquí, calculamos
que el lucro cesante que ha padecido el demandante asciende a la
suma de S/.11,160.00 (ONCE MIL CIENTO SESENTA y 00/100 SOLES)
DAÑO EXTRAPATRIMONIAL:
1. Daño Moral
1.1. Que, según ESPINOZA ESPINOZA, citando a FERNÁNDEZ SESSAREGO, indica que el
daño extrapatrimonial es “el que lesiona a la persona en sí misma, estimada como un
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valor espiritual, psicológico, inmaterial”8. Así, dentro de este daño, se encontraría el daño
moral, definido como “el ansia, la angustia, los sufrimientos físicos o psíquicos, etc.”9
1.2. Asimismo, ESPINOZA ESPINOZA, comentando la clasificación del daño
extrapatrimonial señala: “Dentro de este orden de ideas, la doctrina no se manifiesta
uniforme respecto del significado de los términos daño a la persona y daño moral. Unos
opinan que se tratan de categorías sinónimas, otros las distinguen”.10
1.3. De nuestra parte, consideramos que se deben tratar por separado tanto el daño
moral como el daño a la persona. Resulta evidente, por lo menos desde nuestro
punto de vista, que se trata de categorías independientes, pues una cosa es la
persona y otra muy distinta son sus sentimientos. Así, la doctrina señala que no
habría razón para no incluir al daño a la persona en el campo de la responsabilidad
contractual en materia laboral. En ese contexto, PAZOS HAYASHIDA11, citando a
TABOADA señala que: “Con una visión más conservadora, se ha afirmado también que,
si bien el presente artículo (1322° del Código Civil) se refiere al daño moral en sentido
propio, el daño a la persona sería también indemnizable en el campo contractual por cuanto
no existiría razón alguna para limitar su aplicación al campo extra contractual”.
1.4. Al respecto, cabe agregar que el daño moral es la “lesión a los sentimientos de la
víctima y que produce un gran dolor o aflicción o sufrimiento en la víctima12”.
1.5. Es así que, FERNÁNDEZ SESSAREGO, ha afirmado que el daño a la persona “significa
el agravio o la lesión a un derecho, un bien o un interés de la persona en cuanto tal. Afecta
y compromete a la persona en todo cuanto en ella carece de connotación económica y
patrimonial”.13
1.6. CABANELLAS DE TORRES define al daño moral como “La lesión que sufre una
persona en sus ..., afectos o sentimientos por acción culpable o dolosa de otros”.
1.7. De otro lado, TABOADA CÓRDOVA refiere que “... los sentimientos que se protegen
legalmente bajo el concepto de daño moral, no sólo son aquellos que tenemos por otras
personas, sean miembros o no de nuestra familia o no, sino también por nosotros
mismos, en función a nuestra propia identidad y escala de valores. El daño es pues la
lesión a cualquier sentimiento de la víctima considerado socialmente legítimo”.
8 ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de la Responsabilidad Civil. Gaceta Jurídica. Lima, 2002. Pág. 158.
9 Ibídem.
10 Ibídem. Pág. 159
11 PAZOS HAYASHIDA, Javier. En Código Civil comentado por los 100 Mejores Especialistas. Gaceta Jurídica. Tomo VI.
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1.8. Que, a su vez Beltrán Pacheco14 sostiene que “en situaciones donde el empleador
despide a un trabajador de manera arbitraria, resulta aplicable el sistema de
responsabilidad civil por inejecución de obligaciones y esta se sustenta en el
incumplimiento de los deberes y cargas que surgen del contrato de trabajo y de la
ley”
1.9. Que, asimismo, para la determinación del daño moral es necesario hacer
referencia al Artículo 1985º del Código Civil, el cual prescribe que: “El daño moral
es indemnizado considerando su magnitud y el menoscabo producido a la víctima o
a su familia”.
1.10. Por lo expuesto, cabe señalar que en el presente caso, el accionante sufrió un
grave perjuicio en su esfera moral (mundo sentimental) como
consecuencia de la ruptura arbitraria e ilícita del vínculo laboral que
la unía a la demandada, toda vez que la imputación de una falta grave
inexistente y el despido en atención a sancionar conductas que ya
habían sido objeto de sanción anterior, denotan la clara
contravención de la demandada a las obligaciones que emanan no
solo de la relación laboral, sino también a la propia proscripción que
la hace la ley y la jurisprudencia de la “doble sanción”.
14BELTRÁN PACHECO, Jorge Alberto. ´Ángeles y Demonios. Trabajadores, consecuencias dañosas e indemnización. En
Diálogo con la Jurisprudencia. Lima: Mayo 2008. Tomo 122.
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2. Daño a la Persona.
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2.1. Que, según lo ha establecido la doctrina, el Daño a la Persona comprende dos tipos
distintos de daño: uno, el daño biológico y el daño a la salud; y el otro, el daño a
la libertad del hombre o proyecto de vida.
2.2. Por su parte, FERNÁNDEZ SESSAREGO señala que:
“El daño subjetivo o daño a la persona es aquél cuyos efectos recaen en el ser humano,
considerado en sí mismos, en cuanto sujeto de derecho, desde la concepción hasta la
muerte. Dada la complejidad del ser humano, los daños pueden afectar alguna o varias de
sus múltiples manifestaciones. Como el ser humano es una unidad psicosomática
sustentada en la libertad, los daños que contra ella se cometan pueden lesionar alguno a
varios de los aspectos somáticos o psíquicos del sujeto o incidir en su propia libertad (…)
El daño psicosomático puede recaer directamente en el cuerpo o soma del sujeto o en la
psique. Es en virtud de la unitaria estructura psicosomática que un daño sobre el cuerpo
tenga, en alguna medida reflejos psíquicos o, viceversa, un daño de ésta última naturaleza
repercuta en el soma”. Y luego agrega, “El daño sobre la esfera psicosomática
puede desglosarse, tanto para fines didácticos como para una eficaz indemnización en
“daño biológico” y “daño a la salud”. El primero de ellos está constituido por
la lesión, considerada en sí misma, inferida a la persona víctima del daño. El
segundo se refiere a las inevitables repercusiones de dicha lesión en la salud
del sujeto. El daño a la salud es de tal amplitud que abarca el estado de
bienestar integral de la persona. Comprende, por tanto, las normales actividades del
sujeto, sean ellas ordinarias, laborales, recreacionales, sexuales, de relación social, entre
otras. El daño biológico alude a la lesión en sí misma, provocada sobre algún
aspecto de la esfera psicosomática del sujeto, que afecta la normal eficiencia
psicosomática de la persona y se evidencia en los actos de cotidianidad . El
daño biológico representa lo que podríamos designar como la vertiente estática del daño
psicosomático, mientras que el daño a la salud significa, en cambio, la vertiente dinámica
del mismo””.
2.3. Que, en ese orden de ideas, a consecuencia del despido arbitrario desplegado por
la demandada, mi persona ha sufrido serias alteraciones a nivel
psicosomático que han afectado mi estabilidad y equilibrio integral,
conforme lo acredito con el Informe de Evaluación Psicológica que anexo a la
demanda.
2.4. De lo expuesto se desprende que he visto afectada no sólo mi salud física, sino
esencialmente, mi estabilidad psicológica.
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2.5. Que, siendo el daño a la persona de difícil probanza material, entendemos que
será el órgano jurisdiccional quien determine los montos indemnizables en razón
de la gravedad del daño y la afectación de la víctima.
De la Constitución.-
1. Artículo 2° numeral 2), el cual consagra el derecho a la igualdad ante la Ley. Nadie debe ser
discriminado por ningún motivo.
2. Artículo 22°, el cual consagra el derecho al Trabajo como un derecho y un deber.
3. Artículo 23° tercer párrafo, el cual señala que ninguna relación laboral puede limitar el
ejercicio de los derechos constitucionales, ni desconocer o rebajar la dignidad del
trabajador.
4. Artículo 27° el cual señala que la Ley otorga al trabajador adecuada protección contra el
despido arbitrario.
Normas Laborales.-
5. Artículo 25° incisos a), c) y d) del Decreto Supremo N° 003-97-TR, que regula las causales
de falta grave.
6. Último párrafo del Artículo 22° del Decreto Supremo N° 003-97-TR, el cual señala que la
causa justa de despido debe ser demostrada por el empleador. Esta norma es
concordante con lo dispuesto en el Artículo 37° del mismo dispositivo, cuando señala que
ni el despido ni el motivo alegado se deducen o presumen, quien los acusa debe
probarlos.
7. Segundo párrafo del Artículo 34° del Decreto Supremo N° 003-97-TR, el cual señala que si
el despido es arbitrario por no haberse expresado causa o no poderse demostrar esta en
juicio, el trabajador tiene derecho al pago de la indemnización, como única reparación
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por el daño sufrido. Podrá demandar simultáneamente el pago de cualquier otro derecho
o beneficio social pendiente.
8. Artículo 36° del Decreto Supremo N° 003-97-TR, el cual regula el plazo de 30 días para
interponer la demanda de indemnización por despido arbitrario.
9. Artículo 38° del Decreto Supremo N° 003-97-TR, el cual prescribe que la indemnización
por despido arbitrario es equivalente a una remuneración y media ordinaria mensual por
cada año completo de servicios con un máximo de doce (12) remuneraciones. Las
fracciones de año se abonan por dozavos y treintavos, según corresponda.
10. El literal “e” del numeral 24 del Artículo 2° de la Constitución Política del Estado, que
consagra el Principio de Presunción de Inocencia, señalando que Toda persona es
considerada inocente mientras no se haya declarado judicialmente su responsabilidad.
Esta norma resulta aplicable al caso de las relaciones laborales, por cuanto el despido por
falta grave debe obedecer no solo a una causa justa, sino también comprobada que
desvirtúe el Principio de Presunción de Inocencia que favorece el trabajador.
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- Artículo 1321º del Código Civil, el cual regula la indemnización de daños y perjuicios
ocasionados por inejecución imputable al obligado, el mismo que dispone lo siguiente: “Queda
sujeto a la indemnización de daños y perjuicios quien no ejecuta sus obligaciones por dolo, culpa inexcusable o culpa
leve. El resarcimiento por la inejecución de la obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso,
comprende tanto el daño emergente como el lucro cesante, en cuanto sean consecuencia inmediata e directa de
tal inejecución (…)”.
15
ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Derecho de Responsabilidad Civil. Primera Edición. Gaceta Jurídica. Lima: 2002.Pág. 63.
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b) LA ILICITUD O ANTIJURICIDAD.-
En efecto, el punto bajo análisis establece pues la tipificación de las conductas que
acarrean una obligación por parte de la deudora de indemnizar a la parte afectada. En
el caso específico, dicha tipificación estriba en la extinción arbitraria del vínculo laboral
por parte de la demandada de su obligación de hacer o de actuar adecuadamente en
el marco del contrato de trabajo. Asimismo la antijuridicidad de la conducta de la
demandada estriba en que me despidió vulnerando el Principio Non Bis in Idem, debido
a que me despidió por causas en las cuales ella misma ya me había sancionado
anteriormente.
c) EL FACTOR DE ATRIBUCIÓN.-
Según lo previsto en el artículo 1319º del Código Civil: “Incurre en culpa inexcusable quien
por negligencia grave no ejecuta la obligación”.
16
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. Elementos de la Responsabilidad Civil. Grijley. 1ra. Edición. Lima: 2001. Pág. 28.
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e) EL DAÑO.-
17
TABOADA CÓRDOVA, Lizardo. Ob. Cit. Pág. 54.
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Con respecto al daño, OSTERLING PARODI18 lo define como “todo detrimento que sufre
una persona por la inejecución de una obligación”, y es esa conceptualización la que
interesa para el presente caso, ya que la demandada me sometió a un despido
arbitrario que extinguió el vínculo laboral que manteníamos.
Entonces, podemos afirmar que se cumplen con todos los requisitos del daño: certeza
fáctica (constatación material de los hechos vinculados al resultado dañoso) y lógica
(relación causal), afectación personal del daño (legitimidad para obrar),
subsistencia del daño (el daño no ha sido indemnizado) y que el daño sea injusto
(que no esté justificado por el ordenamiento jurídico)19.
Jurisprudencia.-
18. La Casación N° 209-2013-LIMA, en la cual se señaló que “El trabajador que ha sufrido un
daño que proviene de la ejecución de las obligaciones provenientes de un vínculo laboral
público puede optar por la vía contenciosa o la civil a fin de obtener resarcimiento
correspondiente. Si opta por la vía civil es perfectamente factible que el análisis de los hechos
para determinar si existe o no responsabilidad pueda ser realizado teniendo como premisa
las normas correspondientes a la responsabilidad civil”.
18
OSTERLING PARODI, Felipe. Inejecución de las Obligaciones contractuales en el Código Civil peruano de 1936: La
indemnización de daños y perjuicios. Tesis. Lima: 1967. Pág. 143.
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12. El mérito del Acta de Nacimiento de mi menor hija CLAUDIA NICOLE PÉREZ
GUARDAMINO, con fecha 04 de Junio del 2006, con el cual acredito su existencia y la de
mi entorno familiar, el mismo que se ve afectado en su esfera moral y sentimental por
el despido arbitrario del cual he sido objeto.
13. El mérito del Acta de Nacimiento de mi menor hija ANDREA CELESTE PÉREZ
GUARDAMINO, con fecha 21 de Mayo del 2010, con el cual acredito su existencia y la de
mi entorno familiar, el mismo que se ve afectado en su esfera moral y sentimental por
el despido arbitrario del cual he sido objeto.
14. El mérito del Cronograma de Pagos del “CRÉDITO HIPOTECARIO” expedido por el Banco
de Crédito del Perú en el marco del Contrato de Crédito N° 100-550-0000-
00000003851504 que realicé en el mes de Julio del 2012, y que se prolonga por espacio
de 14 años hasta el mes de Junio del 2026, con el cual acredito el perjuicio que me
ocasiona el despido arbitrario ya que se hará difícil ahora, sin trabajo e ingresos
económicos, poder abordar la cuota mensual de S/.1,002.64.
Este medio de prueba también acredita la pretensión del lucro cesante, ya que con la
remuneración que percibía abordaba el pago de estas cuotas.
15. El mérito del Cronograma de Pagos de “PRÉSTAMOS PERSONALES” expedido por el
SCOTIABANK en el marco del Contrato de Crédito Cuenta N° 17142886 que realicé en el
mes de Marzo del 2018 para acceder a un préstamo en la suma de S/.17,000.00, y que
se prolonga por espacio de 3 años hasta el mes de Febrero del 2021, con el cual acredito
el perjuicio que me ocasiona el despido arbitrario ya que se hará difícil ahora, sin trabajo
e ingresos económicos, poder abordar la cuota mensual de S/.728.48.
Este medio de prueba también acredita la pretensión del lucro cesante, ya que con la
remuneración que percibía abordaba el pago de estas cuotas.
V. ANEXOS:
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POR TANTO:
A usted, señor Juez, solicito se sirva admitir a trámite la demanda, a fin de que en su oportunidad
la declara FUNDADA en todos sus extremos.
OTROSÍ DIGO: Que, por convenir a mi derecho, y en aplicación de lo normado por el Artículo 80°
del Código Procesal Civil, aplicable de manera supletoria, otorgo facultades de representación
procesal a favor de mis Abogados Patrocinantes SERGIO CHRISTOPHER VÁSQUEZ GAVIOLA, con
Registro del Colegio de Abogados de Loreto N° 968, ADITH DEL AGUILA BARDALES, con Registro
del Colegio de Abogados de San Martín N° 768 y BRENDA TAMARA GATICA SAAVEDRA, con
Registro del Colegio de Abogados de Lima N° 70070, quienes autorizan el presente escrito, y para
cuyos efectos señalo como mi domicilio el indicado en el exordio de este documento, así como de
estar instruido de la representación que otorgo y de sus alcances.
SEGUNDO OTROSÍ DIGO: Que, por convenir a mi derecho, señalo como mi Domicilio Procesal la
Casilla 285 de la Corte Superior de Justicia de San Martín en Tarapoto, así como la Casilla
Electrónica N° 2747 del SINOE, a donde pido se me hagan llegar todas y cada una de las
resoluciones que se emitan en la presente causa.
CUARTO OTROSÍ DIGO: Que, en aplicación del Artículo Décimo Primera de la Resolución Administrativa
Nº 0036-2018-CE-PJ, al exceder el monto de mi petitorio las 70 U.R.P., me corresponde el pago de
aranceles judiciales reducidos al 50%.
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