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105 Cabe señalar, sin embargo, que en España -a pesar de los esfuerzos dirigidos
desde el poder monárquico y encabezados por un minoritario grupo de intelectuales- la
Ilustración y el Neoclasicismo se fueron dando de manera paulatina, al igual que en la
Nueva España, y que tardaron varias décadas en manifestar sus más genuinos productos .
Por otra parte, la creencia de que el cambio dinástico fue decisivo para la difusión del idea-
rio ilustrado y en este sentido proponer una "ilustración española afrancesada" ha sido
matizada en distintos estudios, pues ahora es bien sabido que mucho del pensamiento
moderno fue conocido antes del cambio dinástico e incipientemente difundido por los lla-
mados novatores. (Vid. Francisco Aguilar Piñal, Historia literaria de España en el siglo xv111;
Joaquín Álvarez Barrientos, Ilustración v neoclasicismo en las letras españolas; Francisco
Rico (dir.), Historia v crítica de la literatura española, t. 4 /lustración v neoclasicismo).
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LA POES ÍA OVOH ISPANA: DESARROLLO H ISTÓR ICO... 321
106 Entre otras, pueden cita rse las obras de Juan José de Eguiara y Eguren (Diserta-
ciones mexicanas selectas, 1746), Diego José Abad (Metaphysica, 1754- 1756), Francisco
Javier Clavijero (Physica particularis, s. d.), Cristóbal Mariano Coriche (Oración vindicativa
del honor de las letras y de los literatos, 1763), Juan Benito Díaz de Gamarra (Elementos
de filosofía moderna, 1783), Francisco Javier Alegre (Instituciones teológicas, 1789) y José
Antoni o de Alzate (responsable de varias publicaciones periódicas que difundían las nue-
vas idea s). Por las obras de estos autores circulan nombres tan disímiles como Juan Jaco-
bo Rousseau, Pablo Segneri, Benito Jerónimo Feijoo, Nicolás Copérnico, René Descartes,
Francis Bacon, Gali leo, Tycho Brahe, Samuel von Pufendorf, Hugo Grocio, Montesquieu,
Gottfried Wilhelm von Leibniz, Thomas Hobbes, Christian Thomasius, Johann Gottlieb Hei-
necio o John Locke, ya sea para atacarlos, corregirlos, matizarlos o suscribirlos. Vid. Mauri-
cio Beuchot, Filósofos mexicanos del siglo xv111, pp. v-xxxv.
107 /bid., p. XIX.
322 ÉPOCA VIRR EINA L
Como quedó dicho, los ideales del humanismo renacenti sta repercuti eron
de manera directa en la práctica literaria novohispana. Durante el sig lo xv111,
los principios humanistas se adaptaron o reinterpretaron de acuerdo con los
nuevos tiempos y en este sentido es posible referir un neohumanismo o hu-
manismo dieciochesco. Las principales señas de identidad de este neohu-
manismo están dadas por el refrendado interés en las lenguas clásicas no só-
lo como lengua de conocimiento, sino como de medio de creación poética,
lo cual confiere un notable impulso a la poesía neolatina y a la traducción de
autores clásicos; por el reconocimiento de las culturas preh ispánicas como
parte integrante de la cultura novohispana, y por la revaloración histórica del
pasado indígena y virreinal en tanto elementos indispensables para entender
el desarrollo de la sociedad novohispana crio lla y mestiza (es, pues, evidente
una acentuación del llamado criollismo). 108
Precisamente la recuperación del pasado indígena, el repaso de la histo-
ria virreinal y, como conclusión , la imagen positiva de la cultura novohispana
serán las principales bases de la defensa de la patria (entendida aún no como
una entidad política independiente, sino como el lugar de nacimiento y de per-
tenencia) contra los ataques europeos que difundían la idea de que el hombre
americano, por una suerte de malhadado determinismo geográfico, estaba
intelectual y físicamente incapacitado, debido a lo insano del clima, del suelo
y de la naturaleza de América . Ciertamente desde Alemania, Inglaterra y Fran-
cia surgieron varias publicaciones 109 que acusaban la inferioridad primero de la
fauna y flora americana, para después extenderla a sus habitantes, indígenas
y criollos. 110 Estas imputaciones tuvieron varias respuestas , entre las cuales
desta ca -desde el campo de la historia- la Historia antigua de México (Ce-
se na, 1780-1781 ), del jesuita Francisco Javier Clavi jero. La obra se centra en la
defensa y exaltación del México prehispánico, semejante en valor a las mayo-
res civilizaciones antiguas, y la refutación de los ataques de Cornelio de Pauw.
Como antecedente de esta defensa o polémica americana debe citarse la
obra biobibliográfica inconclusa de Juan José de Eguiara y Eguren, Biblioteca
108 Vid. Gabriel Méndez Plancarte, Humanistas del siglo xv111 , y Julio Jiménez Rueda,
Historia de la literatura mexicana, pp. 107-120.
109 Estas obras fueron: Histoire naturelle, générale et particuliére de Buffon , Recher-
ches philosophiques sur les américains de Cornelio de Pauw, His toire philosophique et
politique des établissements & du commerce des Européens dans les deux lndes de Gui-
llaume Raynal y Historv of America de William Robertson.
11 o Vid. Karl Kohut, "Clavijero y las disputas sobre el Nuevo Mundo en Europa y América''
LA POES ÍA NOVO HI SPANA: D ESA RRO LLO HI ST Ó RI CO ... 323
mexicana (1755), que pretendía demostrar la releva ncia del patrimonio cul-
tura l novohispano ante las acusaciones del deán de Al icante, Manuel Martí,
quien aconsejaba a un joven desi stir de la intención de viajar a la Nueva Espa-
ña, pues este territorio-decía-era un absoluto des ierto cultural. 111
111 Vid. K. Kohut, op. cit., y Ernesto de laTorreVillar, "Defensa y elogio de la cultura americana'.'
112 Este hecho ha propiciado en pa rte de la crítica el rechazo a los productos literarios
de est a primera mitad del siglo xv111, por considerarlos ejemplos deturpados del esplendor
barroco de l xv11, "en franco decl ive hacia la decadencia que se manifiesta por la exage-
rac ión y la pedante ría',' por ser poesía sin sen timiento y por su lenguaje "cada vez más
intrincado e inintel igible" (J. Jim énez Rueda, op. cit., p. 96); muestras de la "continuación
de l domini o de l barroco y el conceptismo, que pau lat inamente se van vaciando de toda
sign ificación lite ra ria " (José M iguel Oviedo, Historia de la literatura hispanoamericana, t. 1.
De los orígenes a la emancipación, p. 281 ).
113 A. M éndez Plancarte, Poetas novohispanos. Segundo siglo, 7621 -1721, Parte pri-
mera, y Poetas novohispanos. Segundo siglo, 7621-1721 , Parte segunda, op. cit.
324 Í:POCA VIRREINAL
A la corcova de Rui-Díaz
119 No debe olvidarse que la poesía neolatina siempre estuvo presente -en mayor
o menor medida- en la Nueva España, ya fuera en los ejercicios académicos de la Real
Universidad o de los colegios administrados por órdenes regulares o del clero secular, en
los certámenes literarios o en las celebraciones gozosas y luctuosas (vid Ignacio Osario
Romero, "Latín y neolatín en México").
120 /bid., p. 40.
121 Vid Lía Coronati, Obras poéticas latinas de Cavetano de Cabrera v Quintero. Catálogo.
L A P O ES Í A N OVO HI SPA NA: DESA RR O LLO HI STÓRI CO ... 327
La majestad del idioma y del verso castellano es sin duda la más proporcio-
nada a apurar toda la hermosura de tan sublime original. Y aunque la empresa
es muy difícil y arriesgada , debiera acometerse no ya sólo por franquear a
nuestra nación el gusto, por la mayor parte depravado, de la poesía española.
Esto consegu iría una buena traducción de Virgilio a nuestro castellano que
hiciese ver que la hermosura de la poesía no consiste en atropar hipérboles v
metáforas atrevidas vdescomunales, ni en amontonar alusiones a la mitolo-
gía, ni menos en cierta pretendida sublimidad de estilo, que no viene a ser más
que una jerigonza de palabrones hinchados sin trabazón vsin sentido. Éstos
son los vicios que comúnmente notan los extranjeros en otros poetas.122
122 M aría Isabe l Terán Elizondo, Orígenes de la crítica literaria en M éxico: la polémica
entre A lzate v Larrañaga, p. 50.
123 Los ca uces de estos debates f ueron - como en la polémica de la s tra ducc iones
virgil ianas- las pu blicaciones periódicas; en estos casos, la Gazeta de México y la Gazeta
de literatura. Téngase presente que durante la segunda m ita d del siglo xv1 11, las publ ica-
ciones periódicas -producto característ ico del idea rio ilust rado- sirvieron t ambién pa ra
difu nd ir los pri ncipios de la poética neoclásica.
124 M . 1. Terán Eli zondo, op. cit.
328 É POCA VIRREINAL
125 Acerca del buen gusto se pronunció el padre jesuita Pedro José Márquez con
estas palabras: "Mas en eso que llamamos buen ojo y buen oído se encuentra lo que me-
tafóricamente llamamos buen gusto por la semejanza que existe entre la percepción de
lo bello y la sensación de los sabores. Un paladar sano y bien conformado, apenas toca un
alimento, inmediatamente percibe su dulzura o amargor; y por semejante manera, quien
posee buen gusto para las artes, en el acto mismo de ver o escuchar sus producciones,
percibe su belleza o su fealdad'.' (Sobre lo bello en general, vid. Gabriel Méndez Plancarte,
L A P OES ÍA NOVO HI SPANA : DESAR ROLLO H ISTÓ RI CO ... } 29
ración clás icas -cuyos principios bás icos se encuentran en una preceptiva
universal- , pero subordi nada a una intención didáctica, lo cual garantizaría la
utilidad social de la lit eratu ra.
Poesía neoclásica
Humanistas del siglo xv111 , p. 150) El buen gusto consiste entonces en la capaci dad ra -
ciona l del hom bre para disting uir las cualidades estéticas de las obras artísticas, esto es,
aq uellas que producen placer a través del reconocimiento de la belleza, no obstante, debe
in di ca rse que el buen gusto depen de rá del paradigm a estético de cada época.
126 M erece aunq ue sea una escueta mención el nombre del carmelita fray Juan de la
Anunciac ión, cuya producción poética (que ocu pa los primeros treinta años del siglo xv111)
res ulta, en parte, una te mpran a antici pación de esta simplificación y refunc ionalización
de la poética barroca, aun que sin desprenderse -no podía ser aún de otro modo- por
completo de ella, pero con adelantados visos neoclasicistas (vid. Juan de la Anunciación,
Poemas religiosos y profanos y A. Méndez Plancarte, Poetas novohispanos. Segundo siglo,
1621-172 1, Parte segunda, op. cit, pp. 3 12-32 6)
33 0 ÉPOCA V IR REI NAL
razón por lo cual sue len denominarse rasgos, esto es, casi un ensayo o ejerci-
cio épico; y en el nivel elocutivo se alejan por completo del artificio gongorino
que caracterizó a la épica barroca.
De la poesía satírico-burlesca contamos con algunos ejemplos incorpo-
rados en los certámenes literarios a modo de burla académica hacia los auto-
res premiados, y tamb ién otros ejemplos de los considerados pe rseguidos,
insertos en expedientes inquisitoriales, que parodian actos y textos religio-
sos-como proces iones de Corpus y oraciones litúrgicas-o que retratan los
ambientes ruf ianescos de la capital. Aunque t ambién podemos encontrar sá-
tiras a las costumbres, como el poema de Manuel Gómez Marín, El currutaco
por alambique (México, 1792), que critica la ridicu lez de la moda en el vestido.
La poesía lírica con ti núa al ampa ro de los festejos públicos; aconteci-
mientos como re levos de la autoridad virreinal, sucesiones de monarcas, vic-
torias mi litares del imperio español, decesos de miembros de la familia real,
así como algunos actos de carácter re ligioso, incorporan diversas expresio-
nes líricas . Los paradigmas mitológico y emblemático permanecen todavía
en la base compositiva de buena parte de esta poesía lírica, pero despojados
de la erudición y agudeza barrocas, lo cua l da por resultado obras en las que
la claridad y sobriedad -exig idas por la preceptiva neoclásica- tropiezan
varias veces hasta caer en lo prosa ico .
Las primeras décadas del siglo x1x const ituyen en rea lidad el periodo de cla-
ra presencia de la corriente neoclásica . En los primeros años, la poesía con-
t inúa su forma de expres ión habitual en celebración de entradas de virreyes
y festejos en torno a la fami lia rea l, o en exaltac iones de carácter re ligioso;
sin embargo, los acontecimientos de 1808-la invasión napoleónica a Es-
paña, la abdicación de Fernando v11 y el nombram iento de José Bonaparte
como rey- propician que los discursos poéticos manifiesten un abierto
compromiso de defensa de l monarca y de rechazo a la política de Napo-
L A P OESÍA NOVOH ISPANA : DESARROLLO HI STÓ RI CO... 331
Soneto irregular
La Arcadia de México
129 Esther Martínez Luna, Estudio e índice onomástico del Diario de México. Primera
época (7805-1872), p. XXXV.
LA POESÍA NOVOHISPANA: DESARROLLO HI STÓRICO... 333
Un silencio profundo
guardan todos los entes
de la naturaleza diferentes.
Sólo el fúnebre canto
con que pasan la noche búhos roncos,
melancólico suena,
esparciendo el espanto
entre caducos troncos. 132
130 " Retrato de Celia',' Manuel Martínez de Navarrete, Poesías profanas, p. 20.
131 "En la destrucción de unos papeles amatorios': /bid., p. 13.
132 "Noche triste',' ibid., p. 104.
334 É PO C A VIRREI NA L
Hacia 1810, año en que inic ia el movimi ento armado que desemboca en la
Independencia, en la poesía novohispana continúa el discurso patriótico
en defensa de la monarquía, pero ahora no del ataq ue francés, sino de los
insurgentes novohispanos . De este modo, la poesía heroico-patriótica de
este periodo (1810-1821) sigue dos caminos que reflejan, en cierta medida,
la evolución de la propia lucha armada.
En una primera etapa, se distingue una poesía que podríamos denominar
patriótico-monárquica, en tanto que defiende el derecho monárquico y por
lo tanto el sistema virreinal. 133 En este panorama surge una serie de poemas
que exaltan las victorias del ejército realista, el desempeño de los líderes mi ji-
tares y la actuación del virrey, así como numerosas invectivas que desacredi-
tan al movimiento rebelde y sus principales caud ill os . De aquí se desprenden
ejemplos como el Poema a la batalla de las Cruces, Oda al señor general don
Félix María Calleja, canciones que elogian a dirigentes de la milicia, elegías
que lamentan el asalto insurgente de ciertas ciudades, etcétera. 134
En la segunda etapa, que bien puede considerarse como de poesía pa-
triótico-nacional ista, las posturas políticas de adhesión o rechazo se polari-
zan. Es decir, por un lado, se mantienen los tópicos de fidelidad a la monar-
quía y de oposición a la insurgencia, y, por otro, se incrementan los textos
-en los cuales la poesía de carácter popular se hará notar- de simpatía
hacia la causa insurgente. El cam in o está trazado para que una vez terminada
la guerra de Independencia se asiente una poesía patriótica que configure
una idea de nación más homogénea:
133 Sin embargo, la misma defensa monárquica será asumida desde distintas perspec-
tivas por los partidarios de las facciones enfrentadas: los realistas asum ían como legítimos
representantes de la monarquía a los nombrados desde la España en revuelta contra los
franceses; mientras los in dependentistas proclamaban el desconocimiento de esos mismos
funcionarios, pues sus designaciones no podían ser legítimas en ausencia del monarca , y
exigían la constitución de una junta de gobierno local y, por lo tanto, el retorno de Fernando v11.
134 Vid Francisco Pimentel, Historia crítica de la literatura y de las ciencias en México.
Poetas, pp. 359-360, y Justo Sierra (dir.), Antología del centenario. Estudio documentado de la
literatura mexicana durante el primer siglo de Independencia, t. 1. Primera parte (1800-1821).
L A POESÍA NOVO HI SPANA : DESARRO LLO H ISTÓ RI CO . . . 335
Dieciséis de septiembre
135 Andrés Quintana Roo, en J. Sierra, op. cit., pp. 190, 194.