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Fuerzas productivas

Instrumentos con cuya ayuda se producen los bienes materiales, y hombres que
manejan esos instrumentos y producen bienes materiales gracias a una cierta experiencia y a
hábitos de trabajo. El estado de las fuerzas productivas indica por medio de qué instrumentos
los hombres producen los bienes materiales y expresa el comportamiento de la sociedad hacia
las fuerzas de la naturaleza. La productividad del trabajo social depende del nivel histórico de
las fuerzas productivas, de la calidad de los instrumentos, de la experiencia de los hombres y
de sus hábitos de trabajo. En todo momento histórico dado, la vida de la sociedad está
determinada, en última instancia, por las fuerzas productivas de que dispone. Los hombres
primitivos no hubieran podido existir sin arcos y flechas, sin hachas de piedra, &c., del mismo
modo que el capitalismo moderno es inconcebible sin máquinas y sin obreros, fuerza
productiva principal de la sociedad. El desarrollo de las fuerzas productivas y, sobre todo, de
los instrumentos de producción, constituye la base de la evolución del modo de producción de
los bienes materiales (ver). El cambio del modo de producción conduce al del régimen social en
su conjunto.

¿Qué es el Industrialismo?
El industrialismo es la organización de la producción en masa para su
aprovechamiento capitalista. Históricamente significó un cambio progresivo
pero acelerado que reemplazó economías basadas en la agricultura y la producción
en artesanal por una economía apuntada a la producción en gran escala a través
del trabajo asalariado.
Aunque el comercio también existía en las economías agrícolas, el industrialismo lo
convierte en un elemento central que permite la venta del gran volumen de
mercancías producidas.
La producción industrial existe desde mediados del siglo XVIII y continúa hasta el
día de hoy. Desde sus inicios este tipo de producción ha dependido de las
innovaciones tecnológicas, por lo que continúa asociada a la investigación
científica y técnica. Las innovaciones tecnológicas modifican también la estructura
de cada industria
El industrialismo es la organización masiva de la industria para su
aprovechamiento capitalista.
Reemplazó la economía basada en la agricultura y lo artesanal, por la economía
con base en la producción a gran escala empleando trabajo asalariado (basada en
la organización del personal, por la especialidad, racionalización y trabajo en
serie).
Con el consiguiente incremento de la producción y la disminución de los costos, los
productos elaborados se ofrecen a un mayor número de consumidores, captados
por la necesidad y, además, la propaganda.
El industrialismo impulsó el progreso capitalista del mundo desde finales del siglo
XVIII, aunque también trajo consigo graves problemas ambientales y de empleo.
Este progreso industrial se ha basado en las innovaciones tecnológicas y técnicas.
El industrialismo se origina con la revolución industrial. Esta revolución implicó
un conjunto de cambios a gran escala que se dieron en un principio gracias a
avances tecnológicos pero que afectaron tanto la economía como la sociedad y
la cultura.
A pesar de que fue un proceso acelerado, esta “revolución” no tuvo un comienzo
y final específicos, sino que se fue desarrollando desde mediados del siglo XVIII,
en Inglaterra hasta mediados del siglo XIX, extendiéndose primero por Europa y
luego por el resto del mundo.
Producción en masa
El objetivo principal del industrialismo es lograr la producción en masa de
diversidad de productos. A diferencia de la producción artesanal, la producción
industrial se caracteriza por la capacidad de entregar al mercado grandes
cantidades de productos idénticos en poco tiempo.

Para lograr la producción en masa el industrialismo ha utilizado desde el comienzo


la implementación de nuevas tecnologías. Las primeras innovaciones tecnológicas
que significaron el origen de la Revolución Industrial fueron la máquina de vapor
y el telar mecánico.
La máquina de vapor no sólo fue utilizada como una forma mecanizada de acelerar
la producción sino que también, al ser aplicada al transporte con la invención de la
locomotora, permitió el transporte y distribución de las nuevas mercancías
producidas.
La llamada Segunda Revolución Industrial, ocurrida en la segunda mitad del siglo
XIX, fue impulsada por otras tecnologías: el acero, la electricidad y
el petróleo. Actualmente las industrias continúan dependiendo de tecnologías
del siglo XIX, pero se ven renovadas principalmente por innovaciones en
la informática y en la química.

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