ÁMBITO FARMACÉUTICO

HISTORIA DE LA FARMACIA

Pliego del Munchenberg’s

Herbarium Vivum.

El herbario de
Linneo es el m ás ilustre e inm ortal de los

botánicos, el nuevo Adán o Plinio del

norte, el viajero inm óvil, el botánico

Lin n e o
Linneo
de jardín, el m ás grande clasificador
Digitalis purpurea L.
de plantas de todos los tiem pos. Ningún

otro naturalista puede com petir con él

y su sistem a de clasificación binaria

sigue siendo la base de la sistem ática

botánica. Su herbario se conserva

en Londres, en la Linnean Society,

y en m enor proporción en el M useo

de Historia Natural de Estocolm o.

Allí siguen hablando las plantas

de Linneo a quien sabe escucharlas.

Glycyrrhiza glabra L.

JUAN ESTEVA DE SAGRERA

Catedrático de Historia de la Farm acia.
Facultad de Farm acia. Universidad de Barcelona.

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 HISTORIA DE LA FARMACIA

La in m o d e stia d e u n g e n io
ÅRetrato de Carl Linné.

inneo no era precisamente un descubrim ientos. Nadie tiene un

L hombre modesto. Ejercía una gran
autoridad sobre sus discípulos, a los que
consideraba sus «apóstoles». Estaba
convencido de ser el mejor y el más
grande botánico de todos los tiempos
y de que su obra sería perdurable. La
presunción de Linneo roza la soberbia,
pero la pedantería puede excusarse
en los genios. En quien resulta
imperdonable es en los mediocres. A
Linneo pueden perdonársele frases tan
presuntuosas como éstas, aunque para
tener una imagen positiva de su
persona acaso fuera preferible que no
las hubiese escrito: «No hay nadie con
conocim ientos de ciencias naturales
que haya hecho m ás observaciones y
conocim iento m ás sólido de los tres
reinos de la naturaleza. Nadie ha
elaborado con m ás cuidado la
historia natural de su tierra natal, su
flora, su fauna y su econom ía. Nadie
ha escrito m ás trabajos, de form a
exacta y sistem ática y basándose
en su propia experiencia. Nadie ha
reform ado de esta m anera una a m á s p la nta s, insectos, a tod a la
ciencia en su totalidad ni ha creado na tura leza . Na d ie ha visto ta nto
una nueva época. Nadie ha ordenado tra b a jo d el Crea d or. Na d ie ha sid o
los diferentes grupos de la naturaleza ta n fa m oso en tod o el m und o.»
en un orden tan perfecto. Nadie ha (p a sa je d e la a utob iog ra fía d e
m antenido tanta correspondencia con Linneo tom a d o d e: Gonzá lez Bueno
el m undo entero. Nadie ha enviado a A. El p ríncip e d e los b otá nicos.
sus discípulos a tantos rincones del Linneo. M a d rid : Ed iciones Nivola ,
m und o. Na d ie ha d a d o nom b re 2002; p . 43). ■

a farmacia y la botánica han mantenido siem- Botánico de esta ciudad conoció a Olof Celsius, con

L pre una estrecha relación. Los medicamentos

antiguos eran, en su mayoría, de origen vege-
tal. Todavía hoy muchos medicamentos proceden de
quien se propuso explicar el significado de las plan-
tas bíblicas. Su primera expedición se realizó en
1732 y el destino fue Laponia, donde estudió la flora
las plantas y grandes líneas de investigación proce- y también las costumbres laponas. Publicó sus resul-
den del estudio sistemático de las propiedades de las tados en Flora Lapponica (Ámsterdam, 1737).
especies vegetales. Los naturalistas del pasado fueron Conoció la obra de los naturalistas europeos y su
los grandes compañeros de viaje de la farmacia, a la pensamiento gracias al viaje que realizó, de 1735 a
que suministraban una valiosa información sobre las 1738, recalando en Amsterdam y en Haderwijk,
plantas. Para que éstas pudieran ser utilizadas en donde obtuvo el título de doctor en Medicina con
farmacia fue imprescindible conocerlas, clasificarlas, una obra de mérito discutible sobre las fiebres
darles nombre, reproducirlas en láminas, conservar- intermitentes.
las en herbarios debidamente preservadas del paso
del tiempo. El herbario de Linneo es el más valioso
de todos los herbarios, por el prestigio casi legenda-
rio de que goza Carl Linné. Allí se conservan las
plantas catalogadas por Linneo, a disposición de los
estudiosos y aficionados. La informática ha puesto a
disposición de todos, en cada casa, el herbario legen-
dario antes reservado a un número reducido de
investigadores. En la Linnean Society de Londres se
conserva el herbario de Linneo, que está siendo digi-
talizado, con fotografías de alta resolución que per-
miten un estudio en profundidad de las plantas lin-
neanas. La base de datos del Linnean Herbarium en
Internet tiene el apoyo de The Bank of Sweden Ter-
centenary Foundation. La forma más fácil de acceder
es desde el servidor linneano en Internet, The Lin-
naeus Server, mantenido por The Swedish Museum
of Natural History.

VIDA Y OBRA
Nació en 1707 en Rashult, en la provincia sueca de
Smaland. Su padre era pastor luterano y su madre
pertenecía al mismo ambiente religioso: era hija de Lámina original de Hendrik Elangsz van Rijgerma.
un pastor protestante. Fue el primero de cinco hijos.
Estudió medicina en Lund y en Upsala. En el Jardín
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Crítica d e b o tá n ica , u n te xto d e Lin n e o

Papaver somniferum L.

hora bien, com o que habían echado los principios y ejem plos,
A hasta ahora nadie sobre m is hom bros. y aprecian el valor de las
se ha considerado a sí Dicha faena no sólo consecuencias prácticas
m ism o capaz de consum ió todas m is que de aquéllos se
em prender esta horas de trabajo, sino siguen. Sabía, adem ás,
abnegada tarea, m e he tam bién las del que al tratar yo de ser
determ inado el intento, descanso necesario para útil, no m e echarían en
porque si al ciudadano la salud; porque el día cara las abreviaciones
de una nación libre le fijo en que había ya de causadas por la falta de
es lícito m anifestar su alzar m is tiendas, exigía tiem p o. ■
pensam iento, cuando que quedase del todo
m enos m e será term inada la telaraña a
perm itido enunciar m is que había dado
principios entre los com ienzo. Por eso, En 1735 publicó Sistema Naturae (Leiden, 1735),
botánicos. No he apenas m e quedaba obra en la que presenta su nueva propuesta taxonó-
llegado a tal extrem o m om ento disponible mica para los reinos animal, vegetal y mineral. Reali-
de fortaleza de juicio para reunir m is notas, y zó el inventario de las plantas de los jardines e inver-
que crea que todos m is después de hecho todo, naderos del financiero George Cliffort, director de la
razonam ientos tienen darles la últim a m ano. Compañía Holandesa de las Indias Orientales. El
fundam ento tan firm e, Ciertos am igos para catálogo, Hortus Cliffortianus (Ámsterdam, 1737),
que ningún otro pueda quienes estaba yo m uy sirvió de guía a otros botánicos de su tiempo. Ese
proponer un obligado, juzgaban que mismo año se traslada a Leiden, trabaja junto a Boer-
razonam iento m ucho las tales observaciones haave y reorganiza el Jardín Botánico de la ciudad.
m ás m aduro, con todo eran de capital Para Linneo, 1737 es un año especialmente fructífe-
y ser verdadero el m ío, im portancia, que antes ro, pues publica en Leiden Critica Botanica y Genera
m ientras que se de seguir adelante con Plantarum, dos obras fundamentales. En 1738 da a la
dem uestre que son las especies debía yo imprenta Classes Plantarum, en la que realiza una
m ás verdaderos otros publicarlas. revisión histórica de los sistemas clasificatorios de los
principios. A vuestro Obedeciendo al vegetales realizados por los naturalistas anteriores.
juicio, carísim os parecer de esos Regresa a Suecia y se establece como médico en
botánicos, som eto m is señores, a los cuales m e Estocolmo. Tiene cierto éxito gracias al empleo de
norm as, las que he sentía m oralm ente ungüentos mercuriales contra la sífilis y es nom-
form ulado para m i obligado a no negar
brado médico de la Marina en 1739. El reconoci-
propio uso y conform e nada, corregí m is
miento a su obra botánica se produce en 1741: es
a la cuales pienso observaciones
elegido para desempeñar una cátedra en la Univer-
cam inar. Si os esquem áticas y las
sidad de Upsala. Su discurso inaugural del año aca-
parecieran válidas, entregué al editor. De
démico versó sobre la necesidad de organizar expe-
usadlas tam bién esta suerte, fue la falta
diciones científicas en el territorio sueco. Su obra
vosotros, si no, del tiem po lo que m e
en la universidad fue ingente, como trabaj ador
proponed otras im pidió dar a la obra los
infatigable que era: impartía botánica, dietética y
m ejores. últim os toques de la
materia médica, se cuidó del jardín Botánico de la
Hace m edio año, plum a ociosa y
universidad y dio clases de química y patología.
cuando se publicaron asegurarm e el favor de
m is Genera, m e los lectores para lo
También publicó Hortus Upsaliensis (Estocolmo,
aconsejaron no pocos escrito por m í. Pero se
1748), un catálogo del Jardín de Upsala.
que diese a la estam pa m e hacía cuesta arriba
Sus discípulos, a los que él denominaba pomposa-
m is observaciones dem orar la publicación
mente «apóstoles», viajaron por todo el mundo para
acerca de la de la obra nada m ás
estudiar la flora de los más alejados países y le remi-
nom enclatura, ya que se que por evitar los dardos
tieron a Upsala todo tipo de materiales. Se cimentó
consideraban de la m alevolencia, que
su fama de botánico de jardín, que no viaja, sino que
aprobados por pocos y nunca m e di el trabajo estudia, como Monardes en la Sevilla renacentista,
aun por pocos los de convertir a favor m ío. los géneros que le envían al jardín botánico.
principios adyacentes a Porque sé que los Los honores y distinciones se suceden: secretario de
m is Fundamenta hom bres sensatos, a la Real Sociedad Sueca de Ciencias (1744), miembro
Botanica. Im pidióm e dar cuyo parecer som etí m is de la Academia de Ciencias de Berlín (1747), caballero
cum plim iento a esos opiniones, no se dejan de la Orden de la Estrella Polar (1753), derecho a uti-
deseos la faena guiar por las hablillas de lizar von antes de su apellido y tenencia de un escudo
laboriosa y esm erada lenguas m ercenarias, propio de armas (1761). Sus obras botánicas son
del Hortus Cliffortianus, sino tan sólo consideran impresionantes: Philosophia Botanica (Estocolmo,
1751); Species Plantarum (Estocolmo, 1753); la décima
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 HISTORIA DE LA FARMACIA

Lin n e o , ¿p ro n ó g ra fo ?
Coffea arabica L.

a clasificación binaria linneana se Con afinidad. Los hom bres están

L basa en los órganos sexuales de la
plantas, que convierte en eje central de
la nom enclatura y de la sistem ática
botánica. Anticipándose a Freud,
Linneo concede una trascendencia
absoluta a la vida sexual, al m enos a
la de las plantas, y establece
com paraciones entre la sexualidad de
los hom bres y m ujeres y la de las
plantas. El resultado desconcierta al
lector actual, com o en su día ofendió a
m uchos contem poráneos del Plinio del
Norte. De m uchos fragm entos de la
obra de Linneo * surge una im agen de
Linneo que roza la pornografía, o al
m enos un delicado erotism o botánico:
Subordinación. Algunos hom bres
son superiores a otros. Dos estam bres
siem pre m ás cortos que los otros.
Didynam ia: cuatro m aridos, dos m ás
largos que los otros dos; cuatro estam -
bres, de los cuales los dos m ás próxi-
m os son m ás largos.
Tetradynam ia: seis m aridos, cuatro
de ellos m ás largos; seis estam bres,
juntos y se conocen. Los estam bres es-
tán unidos, bien entre sí, bien m edian-
te el pistilo.
M onadelphia: m aridos, com o her-
m anos, elevándose desde una base
com ún; los estam bres están unidos
por sus filam entos en un cuerpo.
Diadelphia: los m aridos se elevan
desde dos bases, com o si procedie-
ran de dos m adres; estam bres unidos
por sus filam entos en tres o m ás cuer-
pos.
Polyadelphia: los m aridos se elevan
desde m ás de dos m adres; estam bres
unidos por sus filam entos en tres o
m ás cuerpos.
Syngenesia: los genitales de los m a-
ridos constituyen una alianza; los es-
tam bres están conectados por anteras
(rara vez por los filam entos) constitu-
yendo un cilindro.
Gynandria: m aridos y esposas cre-
ciendo juntos; los estam bres están in-
sertos sobre los pistilos (no sobre el re-
ceptáculo).
Dos camas de matrimonio. Hom -
linas, o bien fem eninas, dentro de una
m ism a especie.
M onoecia: los m aridos habitan con
sus esposas en la m ism a casa, pero
tienen diferentes lechos; las flores
m asculinas están en el m ism o pie de
planta que las fem eninas.
Dioecia: m aridos y esposas tienen
diferentes casas; las flores m asculinas
y fem eninas están en diferentes pies
de planta.
Poligam ia: los m aridos con sus es-
posas y concubinas cohabitan en dife-
rentes tálam os; flores herm afroditas y
m asculinas o fem eninas en la m ism a
especie. ■
Fragm entos tom ados de la obra El amor
*

de los cuales cuatro son m ás largos y bres y m ujeres se regocijan en cam as entre las flores. Véase González Bueno A.,
los dos opuestos m ás cortos. distintas. Las flores son, o bien m ascu- obra citada; p. 70-71.

edición, definitiva, de su Sistema Naturae (Estocolmo, RELIGIOSO Y TRADICIONAL

1758 y 1759); Mantissa Plantarum (Estocolmo, 1767), Linneo no fue un innovador, sino un hombre conser-
y Mantissa Plantarum Altera (Estocolmo, 1771). vador, ajeno a los cambios producidos en su época.
Las enfermedades le castigan duramente. Angina de Era un hombre religioso, y su pensamiento biológi-
pecho en 1773, ciática y apoplejía en 1774, síntomas co se fundamenta en sus creencias religiosas, en su
de demencia senil. La muerte se produjo en Upsala, el plácida visión de un mundo creado por Dios, que
10 de enero de 1778, a resultas de un fallo cardíaco. permanece inalterable y que está a la espera de un
Su egolatría le condujo a ordenar que junto a sus naturalista que lo ordene y le dé nombre. No es un
cenizas se grabaran, en un medallón, las palabras hombre innovador quien escribe lo siguiente: «Me
Princeps Botanicorum, como él mismo se consideraba. gustaría creer que la Tierra es tan vieja como dicen
Su hijo se hizo cargo de sus libros y herbarios, que los chinos, pero las Escrituras no me lo permiten».
terminaron en la londinense Lin- Su religiosidad y su egocentris-
nean Society, que atesora el legado Lámina original de Hendrik Elangsz van Rijgerma. mo favorecieron la clasificación
linneano, con más de 1 9 .0 0 0 que efectuó de los seres vivos,
plantas prensadas. En la universi- basados en un orden jerárquico
dad de Upsala se conserva un her- fijado por Dios. Es una clasifica-
bario menor, el denominado Her- ción artificial pero muy útil,
barium Parvum. basada en los conceptos de géne-
Su obra perdura a pesar del paso ro y especie, que le permitió
del tiempo. Hoy se sigue utilizando ordenar y dar nombre a la Crea-
su esquema taxonómico, basado ción, la obra de Dios. Era un cre-
exclusivamente en las partes sexua- acionista, opuesto a la idea de la
les: el estambre para determinar la evolución, a quien le era ajena la
clase y el pistilo para determinar el noción de una vida que es mate-
orden. Es posible que sólo una nueva ria, materia que evoluciona en su
clasificación basada en la genética lucha por la supervivencia y que
pueda dejar atrás el sistema taxonó- tiene por obj etivo primordial
mico del Princeps Botanicorum sueco. reproducirse, crear vida antes de
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La s cole ccione s d e Linne o
inneo es autor de una
L obra gigantesca,
gracias a su propio trabajo
y al de sus «apóstoles». El
Museo de Historia Natural
de Estocolmo realiza una
persistente labor para
favorecer el conocimiento
de las colecciones
linneanas. El servidor
linneano
(http:/ / linnaeus.nrm.se)
actualiza los estudios en
torno a su figura. Las
colecciones londinenses
se pueden consultar en
http:/ / www.linnean.org/
html/ collections. Los
pliegos conservan el fruto
del trabajo de Carl Linné,
sus colecciones de
fanerógamas y, en menor
proporción, de
criptógamas y animales.
Bastantes plantas de los
herbarios linneanos son
medicinales: Digitalis
purpurea L., Coffea
arabica L., Glycyrrhiza
glabra L., Guayacum
sanctum L., Mandragora
officinarum L., Papaver
somniferum L.,
Saponaria officinalis L. y
Nerium antidysentericum
L., entre otras muchas.
El Museo Sueco de
Historia Natural de
Estocolmo conserva, en su
Departamento de Botánica
Fanerogámica, más de 3
millones de especies.
Además de pliegos
linneanos, contiene
colecciones de un valor
incalculable, como The
Museo sueco de Historia Natural
de Estocolmo.
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HISTORIA DE LA FARMACIA
Saponaria officinalis L.
Swart Herbarium, Celsius’
Flora uplandica y el
Münchenberg’s
Herbarium Vivum. Este
último es una colección de
pequeñas plantas
conservadas en un
pequeño volumen con
notas en latín, alemán y
sueco. Es un ejemplo de
herbario prelinneano, de
los años 1701 y 1702, obra
de Antonius Christophori
Munchenberg. Fue
donado al museo por S.O.
Lindberg en 1857, y es un
buen complemento de las
colecciones de Linneo y
sus continuadores. El
Museo Sueco de Historia
Natural contiene también
colecciones más
modernas, que recurren a
las acuarelas más que a
los pliegos botánicos.
Destaca la belleza de las
acuarelas del naturalista
alemán Hendrik Elangsz
van Rijgerma (1835-1877),
excelente pintor, de quien
se conservan en este
museo 129 plantas. ■
extinguirse. Ésa es una concepción un tanto existen-
cialista de la vida y de la materia, una visión cercana
a la angustia, de la que no participaba Linneo.
Para el príncipe de los botánicos, todo estaba en
orden y respondía a la voluntad de Dios, que no
podía ponerse en tela de juicio. El Creador había
dado vida a los animales y las plantas, dotándolos
en origen de sus características actuales, fijas e ina-
movibles. No era un autor moderno, renovador ni
ilustrado, no criticó la tradición ni la fe, sino que
las apuntaló y procedió a ordenar la obra de Dios,
que contemplaba con devoción. Linneo no quiso
tanto entender y explicar el mundo como ordenarlo
y jerarquizarlo según los mandatos de la voluntad
divina. Él era el nomenclátor de Dios, y hay en su
obra fuertes dosis de egolatría: se identificaba con
un continuador de la obra del Creador, sólo que en
vez de crear, él jerarquizaba y daba nombre a la cre-
ación, de la que era un humilde pero a la vez sober-
bio continuador, en el sentido de que procedía a
ordenarla para hacerla inteligible a los hombres.
Guayacum sanctum L. Mandragorqa officinarum L.
Linneo no se opuso al aristotelismo, sino que lo
convirtió en el eje de su obra. La lógica prevalecía
sobre la observación y el mundo respondía a los dic-
tados e imperativos de la lógica. No era una lógica
autónoma ni materialista, sino la lógica natural, la de
la naturaleza creada por Dios, de modo que era, en el
fondo, la lógica divina. No fue un racionalista, sino
un lógico y un creyente, dedicado a la lógica natural.
Pertenecía más al pasado que al futuro, pero su utili-
zación de los conceptos de género y especie y su
nomenclatura basada en los órganos sexuales de las
plantas siguen vigentes. Su obra es tan inmensa y
perdurable que quienes no son especialistas suponen
que su autor debió de ser un hombre avanzado y
renovador. No fue así. Linneo era un hombre ajeno a
la modernidad. No necesitó de ella para crear una
obra de gigante, la más sólida, impresionante y per-
durable de las escritas por los naturalistas de todo el
mundo hasta la fecha. Tampoco en el futuro parece
que pueda haber otro Linneo. Los tiempos han cam-
biado y la ciencia trabaja hoy en equipos que diluyen
las aportaciones geniales y aisladas. Hoy, más que
genios, hay hábiles gestores del conocimiento. ■
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