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LOS DONES ESPIRITUALES EN LA IGLESIA LOCAL

Por
Julio Geovanny Díaz Guerrero
Santo Domingo, Rep. Dominicana

En cumplimiento parcial de los requisitos


Del seminario III del
INSTITUTO DE SUPERACIÓN MINISTERIAL

y relativo a la asignatura
“NEUMATOLOGIA”
Cursado en ciudad de Santo Domingo, Rep. Dominicana, Octubre 2015

Profesor: Silverio Manuel Bello

12 de Marzo de 2016
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN 1

LA IGLESIA LOCAL EN EL TIEMPO MODERNO. 2

Planes de preparación Espiritual 2

Liturgia local 3

LA NECESIDAD DE LOS DONES EN LA IGLESIA 5

Compromiso con la obra 5

Educación y motivación 6

REAVIVANDO EL USO DE LOS DONES. 7

Conociendo nuestras limitaciones 7

Volviendo a Pentecostés 8

DONES ESPIRITUALES PARA LA IGLESIA DE HOY. 10

Dones de revelación 10

Dones de inspiración 11

Dones de poder 13

Sin limitaciones 14

CONCLUSIÓN 16

APÉNDICE 17

BIBLIOGRAFIA 18
Introducción

Esta investigación estará enfocada en las iglesias locales de la ciudad de Bani, en

la Republica Dominicana.

Nos preocupa en gran manera, que las iglesias de esta zona no se están ocupando

de las manifestaciones de los dones Espirituales en el desarrollo ministerial; solo hay

motivación para hablar en otras lenguas y danzar olvidando por completo el uso de los

demás dones del Espíritu.

La ausencia de los dones en nuestras iglesias, nos van haciendo más débiles, y

con menos proyección en nuestro medio.

Para la realización de esta investigación estaremos realizando encuestas e

investigando informes locales sobre las manifestaciones de Espíritu en las

congregaciones, también usaremos algunos libros de texto para desarrollar nuestro tema.

Queremos despertar las conciencias en nuestras iglesias para que volvamos a

imitar a la iglesia primitiva, donde el uso de los dones espirituales era manifiesto en

todas sus reuniones.

Que no nos conformemos con movimientos esporádicos del Espíritu Santo, sino

que alentemos las congregaciones a una entrega constante, donde el poder de Dios y las

manifestaciones de los dones espirituales sean parte de la vida propia de la iglesia..

1
La iglesia local en el tiempo moderno.

Planes de preparación Espiritual

Las iglesias locales de nuestra provincia planifican un sin número de actividades,

tales como congreso, talleres, concentraciones etc. Sin embargo la mayoría de estas

actividades son realizadas con el único propósito de satisfacer un ego personal.

Necesitamos enfocarnos en crear un movimiento de concientización, donde nos

enfoquemos en motivar a las congregaciones a prepararnos para rescatar los orígenes de

nuestra iglesia, donde las manifestaciones de los dones estaban presente en todo y cada

uno de los movimientos de la iglesia.

Lamentablemente somos como un cántaro vacío, mucho sonido pero poca agua,

el sonido se debe precisamente a la ausencia del líquido, ya que si estuviera lleno el

sonido no sería tan estridente. Así somos nosotros cuando nuestras vidas y

congregaciones no están llenas con el Espíritu Santo, tenemos que hacer ruido para que

las personas nos escuchen.

Dice Alberto Mottesi que se le ha hecho mucho daño a la iglesia porque el culto

mismo se ha convertido en una especie de obra teatral donde los actores se suben al

escenario y desde allí presentan su obra.1

1
Alberto Mottesi, El poder de su presencia, (Nashville, EE.UU: Editorial Caribe, 1997), 211.

2
Eso quiere decir que nos estamos preocupando por llevar entretenimiento a las

gentes, lugares donde ellos puedan gozarse, y no nos estamos dejando guiar por el

espíritu Santo.

Se hace necesario por lo tanto, que nos sentemos y comencemos seriamente a

planificar una educación de las iglesias locales, donde nos enfoquemos en la importancia

de tener una congregación, donde la manifestación de los dones sea una realidad.

Liturgia local

La palabra liturgia del latín” liturgĭa”, que a su vez proviene de un vocablo

griego que significa “servicio público”, la liturgia es la forma y el orden en que se

realizan las ceremonias de culto en una religión.2

Nuestros cultos en el ámbito local están dominados por una forma muy peculiar,

donde se comienza con una oración, luego una parte preliminar o devocional, una

sección cultural y un mensaje.

Otra parte de las congregaciones locales tienen la costumbre de iniciar con una

presentación coreográfica, danzas, pantomimas etc. Todo esto con el fin de atraer a las

personas al templo y llenar los locales donde se reúnen.

La mayoría de las iglesias tienen una metodología de atraer a las gentes a su

servicio, con la finalidad de tratar de convencerlos de entregar su vida a Jesús, y muchas

veces lo logran de manera superficial. Decimos superficial porque lo han hecho en un

2
Definición de. “Liturgia”, http://definicion.de/liturgia/ (Ultimo acceso el 23 de marzo 2016).

3
momento de emoción, que al pasar el momento y encontrarse de nuevo enfrentando sus

dificultades, tienden a dar marcha atrás y volver a su camino extraviado.

Se hace necesario que volvamos a los principios bíblicos y entendamos el secreto

de la iglesia primitiva, que entendía cuál es la función del Espíritu Santo como dice la

biblia, “y cuando el venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio”.3

Nuestras liturgias al momento presente están carentes de la manifestación de los

dones espirituales, y no es porque Dios no quiera manifestarse, más bien nosotros no nos

estamos preocupando por las manifestaciones de los dones del Espíritu, y prácticamente

nos hemos quedados en hablar lenguas y profetizar.

En nuestros servicios nos estamos preocupando más por el público, que por

exaltar a Dios.

Ralph, dice: “Las canciones y las alabanzas deben ser dirigidas al señor. No al

auditorio, sino al señor”.4

Debemos localmente por ende enfocar nuestras liturgias en una explosión de

alabanzas a Dios y olvidarnos del auditorio, pues Dios debe ser nuestra prioridad y él se

encargara de obrar en el auditorio.

Cuando en nuestras liturgias la prioridad sea alabar a Dios y olvidarnos de

nosotros, veremos la gran diferencia en nuestros servicios, pues gozaremos de más

presencia del Espíritu Santo.

3
Jn 16:8 (RV95).
4
Ralph M. Riggs, El Espíritu mismo (Miami, EE.UU: Editorial Vida, 1980), 192.

4
La necesidad de los dones en la iglesia

Compromiso con la obra

En la gran tarea que nos dejó el maestro cuando ascendió a los cielos está el

compromiso de ensanchar el reino de Dios. Para cumplir con esta misión debemos

asumir el reto, aceptar que hemos fallado en nuestra encomienda y aceptar la ayuda que

el Espíritu Santo nos ofrece.

Nosotros le prometimos a Dios que dejábamos de vivir para nosotros, con el fin

de vivir para él, hacer su voluntad, ir donde él nos dirigiera sin importar el costo del

compromiso.

Debemos recordar que los dones son dados para servir al reino, no para servirnos

del reino, Palma dijo: “Algunos han llegado a decir, con cierta justificación, que los

dones son dados primordialmente no a quien los ministra sino a quienes son ministrados.

Es más acertado decir, sin embargo, que Dios en verdad da dones a los individuos, pero

que los dones son para el beneficio de otros”5

Como compromisarios con Dios esforcémonos para renunciar de una vez y por

todas a nuestros deseos, y darlo todo para que sea la gracia de Dios la que fluya en

nuestras congregaciones.

Asumamos ese compromiso hoy, que tenemos las fuerzas para hacerlo, no

esperemos que los años nos roben el ánimo para cumplir con el propósito de Dios.

5
Anthony D. Palma, El espíritu Santo, una perspectiva pentecostal (Miami, EE.UU: Editorial
Vida, 2005), 192.

5
Educación y motivación

Para lograr resultados en nuestra tarea de orientación con respecto al tema de los

dones en la iglesia local, tenemos que desarrollar un plan de educación en las

congregaciones para enseñarles a la luz de la biblia, la necesidad que tenemos de ver el

uso de los dones en las iglesias.

La educación debe empezar con nosotros, hacernos más conscientes de la

necesidad imperante en nuestras congregaciones, todo por la falta del desarrollo de los

dones espirituales, y la poca motivación que como líderes estamos mostrando al uso de

esos dones que Dios prometió para el buen desarrollo de su obra.

Debemos como buenos ministros del señor motivar a nuestros hermanos para

buscar la manifestación de los dones.

Es importante recordar que somos maestros y debemos crear motivación en las

personas que enseñamos, Gregory dice: “la obra actual del maestro consiste en despertar

y poner en acción la mente del discípulo, en excitar sus propias actividades”.6

De acuerdo con las palabras de Gregory, somos nosotros los responsables de

crear el interés en los hermanos, para que ellos puedan reaccionar favorablemente, y de

esa manera puedan dejar a un lado la pasividad, encausándose hacia la búsqueda

incesante de las manifestaciones de poder de Dios en sus vidas.

El tiempo es ahora para hacer el trabajo, no lo demoremos más y activémonos

para que podamos activar a otros.

6
J. M. Gregory, Las siete leyes de la enseñanza (El Paso, Texas, Editorial Mundo Hispano,
1987), 69.

6
Reavivando el uso de los dones.

Conociendo nuestras limitaciones

Uno de los mayores obstáculos que tenemos dentro de nuestras congregaciones

para desarrollar un trabajo efectivo, es la falta de manifestación de los dones espirituales

en nuestros servicios.

Debemos entender que el trabajo de evangelización no se puede realizar

efectivamente, sino contamos con la presencia de los dones, pues son ellos los que harán

que el trabajo que realizamos, nos de los resultados que estamos esperando.

En un pequeño sondeo que realizamos, con más de treinta pastores de la zona de

Bani, basadas en unas cuatro preguntas, nos dimos cuenta de las manifestaciones que

más se pueden apreciar dentro de nuestros cultos, están el hablar en otras lenguas en más

de un 80%, las profecías en más de un 40%, las sanidades en más de un 20%, y los

milagros en un 5%.

En base a estos resultados nos damos cuenta que estamos carente de otras de las

manifestaciones espirituales, que también son de gran importancia en el buen desarrollo

de la obra de Dios, como son los dones de fe, sabiduría, palabras de ciencias,

interpretación de lenguas, y discernimiento de espíritu.

Esto es el resultado de líderes que no han valorado la función de la manifestación

de los dones en el día a día de la iglesia para este tiempo, hemos perdido la visión de los

7
apóstoles para la elección de los diáconos en las congregaciones, como lo hacía la iglesia

primitiva, “hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría”7

En el trabajo de los diáconos de aquellos tiempos era un requisito poseer los

dones del Espíritu Santo, pero hoy eso se ha perdido y se hace necesaria la búsqueda de

esos dones. Dice el ministro Silverio Bello:

Deben procurar la manifestación de los dones del Espíritu Santo en sus vidas,
para orar por los enfermos, y que sean sanados; deben estar revestidos de los
dones de poder, para cuando tengan que orar por una persona atada y oprimida
por los poderes de Satanás y sus demonios, tengan poder y autoridad de Dios
para liberarlos.8

De acuerdo con estas palabras y conociendo que es lo que nos está retrasando en

nuestra labor, tenemos el sagrado deber de esforzarnos por desarrollar buenas

estrategias, pero, no para atraer público, sino para hacer realidad los dones en nuestras

vidas, y esas manifestaciones espirituales se encargaran de hacer el resto del trabajo.

Volviendo a Pentecostés

Evidentemente hay una gran necesidad en este tiempo que debe preocuparnos, es

el gran vacío espiritual dentro de nuestras congregaciones, parecen más teatros que

templos de adoración, se canta mucho pero se adora poco, porque la adoración es el

7
Hch 6:3.
8
Silverio M. Bello, Diaconia eficiente para la iglesia de hoy ( Santo Domingo: Artes Antillas,
2010), 71.

8
producto de una vida llena del Espíritu Santo y no de la emoción momentánea causada

por una interpretación musical.

Hay que volver al pentecostés de los tiempos primitivos donde el Espíritu Santo

era primordial en el trabajo de los discípulos, las gentes eran testigos de los milagros y

sanidades de aquel tiempo, y las sanidades no eran el resultado de grandes campañas,

sino del mover diario del Espíritu Santo en la vida de cada uno de aquellos hombres que

habían decidido trabajar para Dios.

Debemos volver a pentecostés porque el Espíritu Santo no obra por capricho

como nos dice Thompson: “El Espíritu Santo no es ni egocéntrico ni egoísta, sino

que hace de forma perfecta exactamente todo lo que el Padre y el Hijo quieren, y lo hace

de tal manera que cuando el Trino Dios lo evalúa al final, declara: Y vio Dios todo lo

que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera (Génesis 1:31).”9

Lo que le asegura a la iglesia local de hoy un trabajo fructífero, es volcarse

definitivamente a la dirección y guía del Espíritu Santo; permitirle a él tomar el control

de la situación, pues él conoce nuestras limitaciones y nuestras debilidades, y sabe usar

lo que tenemos para producir los frutos que se necesitan.

Vamos a darnos el tiempo suficiente para recordar que el mejor momento está

por llegar, si le damos la oportunidad al Espíritu Santo para obrar los cambios necesarios

en nuestras vidas. Solo con su ayuda lo lograremos, debemos volver a él.

9
Leslie Thompson, La santa trinidad (Grand Rapids, Michigan: Editora Portavoz, 2008), 166.

9
Dones espirituales para la iglesia de hoy.

Los dones espirituales prometidos por Dios, no solo fue prometido a la iglesia

primitiva, sino que es para este tiempo, para la iglesia de hoy.

Dones de revelación

El trabajo de la iglesia local de nuestras comunidades seria de más alcance si nos

dejáramos guiar por el Espíritu Santo, en cuanto al uso de los dones de revelación. Estos

dones son tres, palabras de sabiduría, palabras de ciencia, y discernimiento de espíritu.

Si nuestras iglesias se abrieran para dejar entrar al Espíritu Santo, y obrar a través

de estos dones, seremos testigos de cosas extraordinarias, realizadas por Dios en

nuestras vidas y en las vidas de otros.

Los dones de revelación nos capacitan para saber cosas que no entenderíamos

sino fuera por ellos, es la manera de Dios hacernos entender sus misterios y ver cosas

que por medio de nuestra vista no podemos ver, como el caso de Ananías y Safira el

capítulo 5 del libro de los hechos, allí Dios por medio de ese don de ciencia, le dio a

entender a Pedro la trama de esta pareja, que pretendiendo ser gente humildes de Dios

habían perdido el rumbo, queriendo demostrar ser lo que no eran.

Si en este tiempo nuestras iglesias le permitieran al Espíritu Santo hacer su

trabajo a través de estos dones, enderezaríamos nuestros caminos, que parecen cada día

más inciertos por la forma en que estamos haciendo las cosas.

10
Myer Pearlman dice acerca de estos dones que son: “aquellos que imparten poder

para saber en forma sobrenatural”.10

Si le diéramos la oportunidad al Espíritu Santo para hacer este trabajo en nuestras

congregaciones, no tendríamos que estar trabajando como investigadores para saber lo

que está ocurriendo dentro de nuestras iglesias. Procuremos dejar que Dios obre por

medio de estos dones y las cosas serán menos complicadas para nosotros.

Dones de inspiración

Dentro de estos dones tenemos los que mayormente nos hemos ocupado por

tener en nuestras localidades, como son los géneros de lenguas y las profecías que tanto

hemos procurado en el transcurrir de nuestra historia. Las lenguas forman parte de

nuestras liturgias congregacionales, y muchos de nosotros vamos a buscar una palabra

profética a los servicios.

En lo respeta al don de profecía, es interesante ver lo que nos dice Horton acerca

de este don:

Aquéllos que son usados de manera continua en el don de profecía, son llamados
profetas. No obstante, cualquier creyente puede ejercitar este don. Sin embargo,
“los demás”, esto es, la congregación (1 Corintios 14:29), deben juzgar el don
con cuidado (y públicamente). Esta evaluación debe incluir el investigar cuál es
el propósito de Dios, de manera que todos puedan aprender y beneficiarse.11

10
Myer Pearlman, Teología bíblica y sistemática (Deerfield, Florida: Editorial Vida, 1990), 372.
11
Stanley Horton, ed., Teología sistemática: Una perspectiva pentecostal (Miami, Florida:
Editorial Vida, 1996), 492.

11
De acuerdo a lo ante dicho, el don de profecía es de mucha importancia dentro de

nuestras congregaciones, pero debe ser analizada cada profecía de manera particular y a

la luz de las escrituras, para saber cuándo la profecía viene de Dios, o simplemente es el

producto de nuestro impulso emotivo.

Es cierto que tanto el don de profecía, como los géneros de lenguas y la

interpretación de lenguas, son de mucha importancia dentro de nuestras congregaciones,

pero no es todo lo que Dios quiere darnos, el desea que estemos completos, para que

nuestra labor en esta tierra sea cada vez más efectiva.

Tanto estos dones, como los de revelación nos impactan a través de nuestros

oídos, pues por ellos escuchamos lo que Dios quiere decirnos o hacernos saber, para

traernos o fortalecer nuestra fe.

En las iglesia locales de nuestra región de Bani, las manifestaciones de estos

dones son los que más se enseñan, y prácticamente dejamos las demás relegadas

segundo plano, no es la intensión menospreciar estos dones que son importantes en el

desarrollo de la obra, pero si nos preocupa que los demás dones prácticamente han

desaparecido en nuestras congregaciones.

Debemos seguir animando a nuestros hermanos a buscar estos dones cada día, y

de esa manera seguir inspirando a los que no conocen a nuestro Dios, a mostrar más

interés por buscar su presencia, pues estos dones de inspiración afinan nuestros oídos

para escuchar la voz de Dios.

12
Dones de poder

Los dones de poder son los que impactan nuestros ojos, son esos dones que

podemos ver su manifestación, como son las sanidades, los milagros o los actos

realizados a través de la fe.

Estos dones de poder son de los que más falta le hacen a la iglesia de nuestro

tiempo, para ver las demostraciones que Dios hace, por medio de su iglesia en esta

tierra; son esos los dones con los que Dios abrió las puertas del evangelio en la iglesia

primitiva, esas demostraciones poder servían para que otros creyeran como dice el libros

de los hechos “Aun de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén trayendo

enfermos y atormentados de espíritus impuros; y todos eran sanados.12

Los dones de poder sirven para evidenciar el dominio de Dios sobre la naturaleza

humana, dándole a entender a las gentes que para Dios nada es imposible, y que por el

uso de estos dones nosotros tenemos la autoridad del padre para mover montañas.

Los dones de poder se manifiestan en creyentes que dedican su vida a servir a

Dios sin reservas, los que aprenden a confiar plenamente en las promesas que nos ha

dejado; aquellos que no ven las adversidades que tienen que enfrentar, y avanzan con

determinación sabiendo que su ayuda viene de Dios.

Vamos a hacer lo que esté a nuestro alcance para lograr que las iglesias de hoy

entiendan lo necesario que es, que las gentes sepan que para Dios no hay imposible, y

que él tiene el control del universo.

12
Hch. 5:16.

13
Sin limitaciones

Mucho se habla de los dones y su importancia, son muchas las ideas vertidas en

cuanto a este interesante tema; pero cabe destacar que sin importar que usted piense

acerca del porque son dados los dones, la verdad es que sin ellos, la obra de Dios sería

difícil realizarla, caminaríamos cuesta arriba con una pesada carga, pues son esos dones

los que hacen nuestra carga más ligera.

John Stott dice lo siguiente en cuanto al propósito de los dones:

Muchos malentendidos rodean el propósito para el cual Dios distribuye dones


espirituales en la iglesia. Algunos dicen que son "dones de amor" en cuanto su
propósito es el de enriquecer al que los recibe y que hemos de usarlos en propio
beneficio. Otros piensan que son "dones de adoración", en cuanto que su
propósito principal es la adoración de Dios y su esfera principal, la conducción
del culto público de adoración. Las Escrituras afirman que son "dones de
servicio", cuyo propósito primordial es de "edificar" o hacer crecer a la iglesia.13

De acuerdo a lo expresado por Stott, los dones son para beneficio de la iglesia,

para que no tengamos límites, para que hagamos cosas increíbles en su nombre, que

logremos metas que aparenten ser inalcanzables, que subamos más alto en nuestro

anhelo de lograr el avance de la obra de Dios.

Todos los dones son dados por el Espíritu Santo, y el conoce lo que somos, y lo

que necesitamos, y quiere que nosotros cada día demos un paso más hacia el progreso en

la obra de la iglesia, sabe que nada podrá oponerse al desarrollo si estamos revestidos de

su poder.

13
John RW Stott, Sed llenos del Espíritu Santo, (Miami, Florida: Editorial Caribe, 1977), 104.

14
Si queremos ser una iglesia triunfante debemos procurar los dones del Espíritu

Santo, son ellos los que harán la diferencia entre una iglesia con vida, y una al borde de

la muerte.

La iglesia de Cristo no puede estar limitada a puras presentaciones teatrales,

somos más que simples actores, somos instrumentos en las manos de Dios para crear los

cambios que este mundo necesita, y ejecutarlos bajo la dirección del Espíritu Santo y el

uso de los dones que ha puesto a nuestra disposición.

La iglesia local tiene a su disposición las herramientas que necesita para realizar

la obra, solo necesita que haya disposición en cada uno de nosotros para lograr lo que

nos hemos propuesto, y para ello no necesitamos cantos, músicas, presentaciones ni

muchas palabrerías; lo que verdaderamente necesitamos son los dones del Espíritu Santo

para lograr lo que hemos procurado durante tanto tiempo sin resultados.

Ya no hay limitaciones, porque vamos a lograrlo sin importar el sacrificio que

tengamos que hacer, ya Dios quiere tomar el control para que todo fluya y seamos

edificados y bendecidos. Vamos, hoy es el mejor momento.

15
CONCLUSIÓN

Durante todo el desarrollo de esta investigación pudimos comprobar a través de los

informes recibidos de los pastores y líderes de las congregaciones, además de las

encuestas realizadas, ha corroborado lo planteado en nuestra hipótesis.

La información recibida verdaderamente nos indica que las iglesias locales de

nuestro tiempo atraviesan momentos de crisis Espiritual por la falta de la manifestación

de los dones, y que necesitan volver a caminar por las sendas que fueron trilladas por la

iglesia primitiva, donde el uso de los dones era prácticamente algo del diario vivir

ministerial de la iglesia.

La metodología que seguimos fue la indicada al principio, con la participación de

pastores y líderes de iglesia dándonos informes al respecto, además de encuestas

realizadas en el laicado de las iglesias, además de los libros que arrojaban luz sobre el

tema en cuestión.

La mayor parte de nuestra investigación es el resultado de una consulta de

campo, donde recogimos las informaciones de boca de los pastores que están viviendo el

momento duro de tener iglesias cargadas de problemas por la falta del uso de esos dones

que les brindarían la oportunidad de desarrollar mejor su ministerio.

16
APÉNDICE
CUESTIONARIO PARA PASTORES LOCALES DE BANI.

¿Ha sido testigo de la manifestación de algunos de estos dones del Espíritu en su


congregación, señale cuál o cuáles.?

⃝ Palabras de sabiduría ⃝ Palabras de ciencia ⃝ Fe ⃝ Sanidades ⃝ Milagros

⃝ Profecía ⃝ Discernimiento de espíritus ⃝ Géneros de lenguas ⃝ Interpretación de

lenguas.

¿Cuál de estos dones entiende usted, es el que más se necesita en este tiempo.?

⃝ Palabras de sabiduría ⃝ Palabras de ciencia ⃝ Fe ⃝ Sanidades ⃝ Milagros

⃝ Profecía ⃝ Discernimiento de espíritus ⃝ Géneros de lenguas ⃝ Interpretación de

lenguas.

¿Sobre cuál de estos dones se enfatiza más en su congregación.?

⃝ Palabras de sabiduría ⃝ Palabras de ciencia ⃝ Fe ⃝ Sanidades ⃝ Milagros

⃝ Profecía ⃝ Discernimiento de espíritus ⃝ Géneros de lenguas ⃝ Interpretación de

lenguas.

¿Si se le diera a escoger cuál de ellos elegiría usted.?

⃝ Palabras de sabiduría ⃝ Palabras de ciencia ⃝ Fe ⃝ Sanidades ⃝ Milagros

⃝ Profecía ⃝ Discernimiento de espíritus ⃝ Géneros de lenguas ⃝ Interpretación de

lenguas.

¿Por qué?

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BIBLIOGRAFIA

Bello, Silverio Manuel. Diaconia eficiente para la Iglesia de hoy. Santo Domingo: Artes
Antillas, 2010.

Definición de “Liturgia” [página en línea]; disponible en


http://definicion.de/liturgia/ (Último acceso el 23 de marzo 2016).

Gregory, Juan Milton. Las siete leyes de la enseñanza El Paso, Texas, Editorial Mundo
Hispano, 1987.

Horton, Stanley, ed., Teología sistemática: Una perspectiva pentecostal. Miami,


Florida: Editorial Vida, 1996.

Mottesi, Alberto. El poder de su presencia. Nashville, EE.UU: Editorial Caribe, 1997.

Palma, Anthony D. El Espíritu Santo: Una perspectiva Pentecostal. Miami:


Editorial Vida, 2001.

Pearlman, Myer. Teología bíblica y sistemática . Deerfield, Florida: Editorial Vida,


1990.

Riggs, Ralph M. El espíritu Mismo. Miami: Editorial vida, 1980.

Stott, John RW. Sed llenos del Espíritu Santo. Miami, Florida: Editorial Caribe, 1977.

Thompson, Leslie. La santa trinidad . Grand Rapids, Michigan: Editora Portavoz, 2008.

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