Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(Séptima Entrega)
Comentario:
Esta Cartela en buen estado de conservación, tiene como objeto expli-
car los antecedentes religiosos y la labor apostólica, llevada a cabo por el
Beato Fray Francisco de Santa María (o del Aguila), subrayando que este es el
hermano fundador de la Venerable Orden Tercera de los Penitentes Seglares
de San Francisco de Asís en Hispania. Y que una vez que erigió la primera
Casa de religiosos regulares hízose, también, uno de ellos.
Sus datos biográficos los hemos entregado en la Nota número setenta,
al describir la iconografía que le compete en La Vida.
De acuerdo con la costumbre de la época los parajes que se mencionan
en la Cartela y su consiguiente representación pictórica, hállanse ubicados
en lugares que traen a la memoria la peculiar geografía del hoy departa-
mento de El Cusco. En especial, lo que corresponde a la orografía de la
cordillera Oriental del Centro, con sus abras, nudos y sierras. En vista de lo
cual, el río que muestra la pintura que se analiza, bien podría tratarse del
anchuroso y caudaloso Urubamba. Todo lo cual, para un cusqueño como
el Maestro Izidoro Francisco Caro de Moncada, hubo de ser un paisaje
bien conocido, dado sus habituales trayectos por esa región peruviana.
El río Urubamba nace en la cordillera de los Andes y fluye en direc-
ción noroeste por cerca de setecientos veinticinco kilómetros hasta con-
fluir con el Apurimac, junto con el cual forma el Ucayali. En el cañón
de Torontay, el Urubamba desciende desde tres mil cuatrocientos metros
sobre el nivel del mar, hasta los dos mil cuatrocientos metros en treinta
y dos kilómetros. A este río dan sus aguas el Vilcabamba, Paucartambo,
Huatanay, Lucumayo, Ocobamba, Yanatilis y otros, constituyéndolo en el
más poderoso del departamento del El Cusco. Por esta razón, durante la
época virreinal varios artistas pintores con taller en la Ciudad Imperial, le
inmortalizaron en sus obras.
Lucar (D.2.) aporía enlas playas de San Juan de Ulloa enla vigilia /
de …enses (D.3) tomando el camino al (¿alne?) le sale al encuentro
gran multitud de hombres hincan- / dosele de ro(dillas) (D.4.) llega
a Mexico Metropoli de toda nueva Espania, endonde con aureo / sol
porlos de A…ras desus compañeros Religiosos diffundio con calor
los Torrentes del Evangelio.
Comentario:
Como puede apreciarse en la Cartela aquella se halla parcialmente des-
truída, la cual relata la llegada a la Nueva España del Beato Fray Martín de
Valencia y sus compañeros, hermanos todos de la Santa Descalcez francisca-
na que habiendo profesado en la Provincia de Estricta Observancia de San
Santiago de Castilla, eran por aquel tiempo súbditos de la Custodia de San
Gabriel Arcángel y, por lo tanto, hijos espirituales de San Pedro de Alcántara.
Ahora bien, en 1519 cuando don Hernán Cortes-Monroy Pizarro pasó
desde la isla de Cuba a la conquista de México, iban con él además del apa-
rato militar necesario para la expedición un frayle franciscano en calidad de
capellán, cuyos servicios al adentrarse en Tierra Firme fueron pronto sobre-
pasados por el gran número de indígenas que era necesario evangelizar. En
vista de ello, en sus fueros de “Capitán y Justicia Mayor del Yucatán, llamada la
Nueva España del mar océano”, como este se firmaba en los documentos que
hemos tenido a la vista, solicitó al rey Don Carlos que se le enviase una mi-
sión de religiosos franciscanos para que le colaborasen en la cristianización
de los naturales. El elegido, como ya se ha dicho en la Nota número setenta
en la cual adelantamos los datos esenciales de su biografía, fue el Beato Fray
Martín de Valencia. A quien en 1524 año en que inició su periplo americano,
el papa de Roma Su Santidad Adriano VI le dotó de importantes privilegios
apostólicos otorgándole Letras Patentes de Legado a latere y de Vicario Ge-
neral de su persona. Títulos los cuales, de acuerdo con el derecho canónico
estaban reservados sólo a altas dignidades de la Iglesia latina.
Los diez años de residencia en la Nueva España donde realizó, junto
con sus compañeros una labor evangelizadora de gran importancia, ini-
ciáronse con beneplácito por parte del capitán Cortés-Monroy y los suyos.
De acuerdo con el relato del soldado conquistador y cronista testigo, Ber-
nal Díaz del Castillo, quien en el capítulo CLXXI de su voluminosa obra
intitulada Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, relata esto
bajo el epígrafe “Cómo vinieron al Puerto de Veracruz doce frayles franciscanos
de muy santa vida, y venía por su Vicario y Guardián Fray Martín de Valencia,
y era tan buen religioso que había fama que hacía milagros…”, conocemos con
exactitud todos los pormenores de este hecho histórico.
De conformidad con nuestro informante, tras desembarcar allí los mi-
sioneros el 13 de mayo de 1524, iniciaron a pié el camino hacia Ciudad de
México-Tenochtitlan, donde llegaron el 17 de junio de 1524, siendo recibi-
198 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30
dos por la urbe de forma impresionante. Dice al respecto Bernal Díaz del
Castillo en su Historia Verdadera, lo que sigue:
«Y viniendo por su camino, ya que llegaban cerca de México, el
mesmo Cortés, acompañado de nuestros valerosos y esforzados
soldados los salimos a rescibir; juntamente fueron con nosotros
Guatemoz (Guatemotzin), señor de México, con todos los más
principales mejicanos que había y otros muchos caciques de otras
ciudades; y cuando Cortés supo que llegaban, se apeó del caballo,
y todos nosotros juntamente con él, e ya que nos encontramos con
todos los reverendos religiosos, el primero que se arrodilló delante
de Fray Martín de Valencia y fue a besar las manos fue Cortés, y no
los consintió, y le besó los hábitos y a todos los más religiosos, y
ansí hicimos todos los más capitanes y soldados que allí íbamos, y
el Guatemuz y los demás caciques vieron ir a Cortés de rodillas a
besarle las manos, espantáronse en gran medida y como vieron a los
frayles descalzos y flacos, y los hábitos rotos, y no llevar caballo, sino
a pie y muy amarillos, y ver a Cortés, que le temían por ídolo o cosa
como sus dioses, ansí arrodillado delante de ellos, desde entonces
tomaron ejemplo todos los indios»
Esta relación concebida en términos tan vivos y coloridos, confirma
documentalmente la exactitud de lo representado en la Apología, con rela-
ción a los inicios de la evangelización de México, cuya iconografía puede
apreciarse al lado izquierdo del lienzo que estudiamos.
Gracias al franciscano fray Bernardino de Sahagún, autor de la Historia
General de las Cosas de la Nueva España, conocemos los nombres y algunos
datos de los compañeros del Beato Fray Martín de Valencia, pues dice fray
Bernardino que él se gloriaba de haber compartido con los doce misione-
ros, “menos dos”, por “espacio de muchos años en esta tierra”. De acuerdo con
el mismo sus nombres son los siguientes: Toribio de Benavente o Moto-
línea; García de Cisneros; Andrés de Córdoba; Martín de la Coruña; An-
tonio de Ciudad Rodrigo; Luis de Fuensalida; Juan Juares; Juan de Palos;
Juan de Ribas y Francisco de Soto.
Una vez instalados en Ciudad de México-Tenochtitlan y tras celebrar
Capítulo, se acordó erigir la Provincia Franciscana de Descalzos del Santo Evan-
gelio de México, eligiendo Venerable Definitorio con el Beato Fray Martín de
Valencia como su Custodio. Enseguida, pusiéronse a conocer las costumbres
de los indígenas, convocando luego en Tlatelolco a una gran asamblea de
españoles, señores principales y sacerdotes de ídolos, con el fin de plantear-
les la catequesis. El contenido de lo que entonces se trató consérvase aún,
gracias al manuscrito de fray Bernardino de Sahagún, titulado Coloquios y
doctrina christiana con que los doze frayles de San Francisco, enbiados por el Papa
Adriano sesto y por el Emperador Carlos quinto, convertieron a los naturales de
la nueva Espanya, en lengua española y mexicana. Además de esto, se llevó a
cabo una Junta Eclesiástica para estudiar la estrategia misionera a seguir,
en especial, en lo tocante a la administración del bautismo a los conversos.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 199
Los religiosos realizaron, pues, una gran obra ya que fuera de ocuparse
de los más diversos aspectos de la vida espiritual y material del pueblo
de Dios que se les había confiado, fundaron convento y colegio, así como
también investigaron a fondo sus lenguas, religión y costumbres dejando
a la posteridad inapreciables obras para el estudio científico del Antiguo
México, que han sido utilizadas por generaciones de investigadores. Es por
esto que el padre de la etnología mexicana, fray Bernardino de Sahagún, no
cesó de alabarles con sinceridad y altura de miras en sus escritos, opinando
que el Beato Fray Martín de Valencia, era “varón de aprobada santidad”. Lo que
reafirma su compañero Motolínea, quien le otorga el revelador epíteto de
“amigo de Dios”. Puesto que a toda hora, en cualquier momento o circuns-
tancia, siempre “irradiaba santidad”. Entre tanto, sabemos que fray García de
Cisneros era “de gran quietud y reposo”; fray Andrés de Córdoba un “gran
trabajador”; fray Martín de la Coruña “de maravillosa y santa simplicidad”;
fray Luis de Fuensalida, “muy hábil”, fray Francisco Jimenes “muy docto en
derecho canónico” y fray Francisco de Soto “varón de gran talento y muy exer-
citado y docto”76. Asuntos sobre los que ha escrito con detalle fray Mariano
Errasti, en el volumen I de su América Franciscana, de 1986, y donde puede
consultarse también una interesante bibliografía.
Gracias al códice manuscrito del siglo XVI repleto de bellas e ingenuas
ilustraciones, de que es autor el mestizo mexicano Diego Muñoz Camar-
go, se conocen las fisonomías de los XII Apóstoles de México. Siendo, qui-
zás, la más elocuente la que lleva por título Los Religiosos Descalzos de San
Francisco, presididos por Fray Marín de Valencia erigen la Cruz bajo el asedio de
los Demonios”. En ella se representa a dichos frayles de rodillas, al pie de
una cruz de madera con tres clavos martillados en los lugares de los cua-
les se colgó al Cristo. Entre tanto que dos religiosos ubicados al centro de
la escena, posan sus manos en la sección inferior del santo ligno, mirando
hacia el cielo, en actitud de adoración.
Con los coloquios de Tratelolco el Beato Fray Martín de Valencia abrió el
capítulo misional más glorioso de la Orden Franciscana, y, en especial, de la
Santa Descalcez Alcantarina: la evangelización de la Nueva España, conside-
rada por eminentes escritores sacros como un fenómeno religioso compa-
rable tan solo con la propagación de la fe cristiana en los primeros tiempos
de la Iglesia. Hecho que se encuentra notoriamente subrayado en esta Car-
tela que se analiza. Y, es por eso, que todos los personajes notables cuyos
nombres ahí se mencionan comparten un sino común en la historia de la
Salvación, como es el haber sido llamados por intermedio de sueños profé-
77 Tras enterarse debidamente el césar del Imperio Romano, San Constantino El Grande,
que San Pablo fue quien organizó la comunidad romana, contando para ello con sus
discípulos mártires San Aquilas y su esposa Santa Priscilla. Y que en verdad fue él quien
ejerció como primer obispo de Roma, como puede colegirse del texto de su Carta a
los Romanos y de los Actos (Hechos) de los Apóstoles. Al tomar posesión de la capital del
Imperio, mandó buscar sus reliquias y levantar la Basílica Apostólica de San Pablo (hoy
extramuros) de estilo bizantino: para que se le venerara como “pilar fundamental de la
Iglesia”. Según se lee en el edicto respectivo.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 201
vez allí, convirtió a sus reyes y jefes tribales, junto con cristianizar a clanes
enteros durante sus viajes por la isla. Tal fue la importancia del clero local
y de las comunidades que formó, que se le consagró más tarde como el
primer arzobispo y primado de Hibernia, dignidad eclesiástica que este
ostentaba cuando falleció ahí, el 17 de marzo del año 461.
Según indica don Pedro Carrillo de Huete en su Chronica llamada de
El Alconero, por ser este el oficio que dicho hidalgo tenía, la devoción en
España a San Patricio de Hibernia se remonta al año 1452, tras la victoria
de las huestes cristianas del rey Don Juan II de Castilla sobre las de los
moros, en la batalla de Los Alperchones.
Cabe señalar aquí que en la Lista del orden y antigüedad de las provincias
franciscanas, inserta en los Estatutos Generales de Barcelona, el topónimo Hi-
bernia perteneciente a la Familia Cismontana, ocupa el lugar XVI.
A fin de comprender mejor la misión apostólica que se le encargó al Bea-
to Fray Martín de Valencia, conviene aclarar los títulos de que vino investido
a la Nueva España, pues estos indican que tanto el Papa como el Emperador,
quisieron por medio de ellos demostrar la alta preocupación que entonces
le dieron a la evangelización de sus naturales, enalteciendo la figura de su
principal misionero. La voz Legado: designa a los representantes del papa
de Roma en los lugares a que son enviados, con o sin carácter diplomático.
De las tres clases que el derecho canónico distingue, el Legado a Latere (que
siempre ha de ser un cardenal y en nuestro caso un fraile menor descalzo), es
el sujeto enviado por la Santa Silla en misiones especiales y confidenciales.
La voz Vicario General: es el eclesiástico designado por el obispo local (en
esta oportunidad particular el de Roma), a fin de que este le ayude en el
desempeño de sus deberes episcopales. En materia de jurisdicción, el Vica-
rio General es como un alter ego del ordinario, así es que no hay recurso del
uno al otro. En todo caso, hay que dejar dicho que el Vicario General debe in-
formar cada cierto tiempo, al obispo que le ha designado, sobre la situación
en que se desenvuelve la jurisdicción apostólica que se le ha confiado. Por
esta razón las actas y primeros documentos de la evangelización de México,
incluidos los originales de las crónicas escritas por los misioneros francisca-
nos, consérvanse en el Archivo Secreto Vaticano, en Roma.
En cuanto a lo que se refiere a las playas de San Juan de Ulloa como se
lee en la Cartela, lugar donde desembarcó el Beato Fray Martín de Valencia
y sus compañeros, conviene indicar que el apellido Ulloa que se da a ese
topónimo mexicano, no pasa de ser más que una licencia o un error de
quién copió el texto en el lienzo. Ciertamente, Bernal Díaz del Castillo, en
el capítulo XIV de su Historia Verdadera que titula “Cómo llegamos aquella
isleta que agora se llama San Joan de Ulúa, e que causa le puso aquel nombre”,
relata que estando los expedicionarios de la Nueva España en la zona cos-
tera del Golfo de México, adentrándose en Tierra Firme, se encontraron
202 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30
Comentario:
La Cartela de arriba se encuentra en mal estado de conservación, lo cual
ha provocado desprendimiento de pintura en la sección inferior de ella, con
la consiguiente desaparición de contenidos en las inscripciones. Como ocu-
rre, también con lo referente a D.6. Al igual que en la precedente (letra D),
en esta se continúa con el desarrollo de la historia referente a la exaltación
del Beato Fray Martín de Valencia y su labor apostólica en la Nueva España.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 203
A lo largo de los lienzos de La Vida fray Juan de Lugo utiliza en sus Ele-
gantes Dezimas, al Aguila a manera de alegoría para referirse a San Pedro de
Alcántara, llamándolo indistintamente Ave Caudal o Pollo Real78. Aquí, el autor
del texto de la presente Cartela prosigue con dicha idea, designándolo esta
vez Aguilón.
Sobre que a los Santos potentes se les asimile a esta ave rapaz existen
antiguos antecedentes en la pintura del Barroco. Siendo así, por ejemplo,
que en las series de La Vida de Nuestra Madre Santa Theresa, conservada en
el monasterio de Monjas Carmelitas Descalzas del Señor San Joseph, de la
ciudad de Ávila, España: en la de La Vida del Seraphico Padre San Francisco,
de los conventos de frayles franciscanos de la ciudad de Oruro, Bolivia, y
Grande de Santiago de Chile, encontramos a estos personajes en relación
con dicha ave. Sea en compañía de ella o representados con atributos de
la misma. Correspondiendo en este último caso sus alas.
Que en la pintura religiosa del Barroco Español y Americano se inclu-
ya al Aguila, tiene su génesis en la Biblia hebrea, pues en ella se le presen-
ta de manera especial en los libros del Levítico y Deuteronomio. Así como
también en los de los profetas Jeremías, Ezequiel, Oseas y Job. Mientras que
en el Evangelio cristiano le hallamos en el Apocalipsis. Ciertamente, todos
estos textos concuerdan en mostrar al Aguila como la reina de las aves.
En la visión de Ezequiel, una de las caras de los portadores del trono de
Yhavé es de Aguila, simbolizando así la suprema sublimicidad de Yhavé.
El Aguila que es el cuarto viviente en el Apocalipsis tiene un significado
semejante, y por esto se toma como Stemma. Símbolo particular o sello
de su autor el evangelista San Juan El Teólogo, pues este penetró hasta las
recóndidas alturas de Dios en sus escritos.
En lo que se refiere al Aguila como símbolo místico propiamente tal,
cabe decir, basándonos en estas mismas fuentes, que ella representa la
divinidad. Significación que Israel tomó de Babilonia en tiempos de su
cautiverio bajo Nabucodonosor, no obstante que para los judíos es pája-
ro inmundo. Así también, encarna la velocidad con que pasa la vida del
hombre sobre la tierra. Mientras que sus alas son el símbolo de la Divina
Providencia y de su cuidado.
De todas estas consecuencias, más las influencias latinas representa-
das por el Imperio Romano, se originó, finalmente, el ideograma Imperial
creado bajo la monarquía cristiana-católica-ortodoxa de Bizancio. La cual
acuñó el Aguila Bicéfala, expuesta en posición frontal, con sus cabezas co-
ronadas, rodeadas por aureolas. Mientras que en sus patas, la derecha
agarra fuertemente el cetro y la izquierda el orbe coronado con una cruz
griega: síntesis iconográfico de que el autócrata de Constantinopla, es el
Con relación a todo esto, anotaremos finalmente que los Mexicas po-
seían dos calendarios que determinaban sus ceremonias religiosas. El más
importante era el llamado Tonalpohualli donde había una serie de trece nú-
meros, identificados con signos jeroglíficos. En ella, el 2 estaba representa-
do por un Aguila82. El Tlatoani o señor de México tenía igual jeroglífico.
El personaje mencionado bajo el nombre Martino, al cual se le añade el ad-
jetivo calificativo impío, indicándose sobre él que causó graves daños al obrar
del Aguilón o sea San Pedro de Alcántara, es el doctor Martin Lutherts. Personaje
que se cita en contraposición del otro Martino o sea el Beato Fray Martín de
Valencia y su importante labor evangelizadora en la Nueva España.
La Provincia Franciscana del Santo Evangelio de México, con su Cus-
todia de Yampico, fundada el año 1524, tuvo durante el siglo XVI entre
sus ministros provinciales, a los siguientes religiosos: Beato Fray Luis de
Valencia; Fray Luis de Fuensalida; Fray Toribio de Benavente –Motolínea; Fray
Alonso de Escalona, y varios comisarios apostólicos.
De acuerdo con la Lista citada fue esta como lo enuncia la Cartela, la
Madre de otras tantas provincias las cuales según su orden de antigüedad
son: 1. La de San Joseph del Yucatán. 2. La de los Santos Apóstoles San Pe-
dro y San Pablo de Mechoacán con la Custodia de Santa Catalina. 3. La del
Nombre de Jesús de Guatimala. 4. La de San Jorge de Nicaragua. 5. La de San
Gregorio Magno de las Filipinas de los Descalzos. 6. La de San Francisco de
Zachatecas. 7. La de San Gregorio de México de los Descalzos. 8. La de San
Santiago de Jalisco. 9. La de Santa Helena de La Florida.
82 Sobre la religión de los aztecas y sus calendarios, consúltese Caso, Alfonso, El Pueblo
del Sol, Fondo de Cultura Económica, México, 1971.
206 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30
Comentario:
Esta última Cartela que, afortunadamente, se encuentra en buen estado
de conservación, excepto una pequeña pérdida de pintura al final de la
primera línea de la inscripción, se encuentra dedicada a enaltecer la figura
de San Pedro de Alcántara, realizando una equivalencia metafórica entre
éste y los más fieles compañeros de San Francisco de Asís. Tales como fray
Elías de Cortona. Así también, se subraya la benéfica labor evangelizadora
y de caridad cristiana, que han realizado los hermanos menores descal-
zos a través de “la redondes deel Mundo”, poniendo como ejemplo a varios
de sus más ilustres hijos.
En representación de Europa (y de España en particular), se nos presen-
ta la figura de San Pasqual Baylón, sobre el cual trataremos más adelante.
En lo que se refiere al Asia y sus Mártires, aquello se encuentra en rela-
ción con la misión que le cupo realizar en el extremo Oriente, a San Pedro
Blásquez (en adelante: Bautista) donde dio claro testimonio de su amor a
Jesucristo y al prójimo.
Este religioso nació en el paraje de San Esteban del Valle, reyno de Cas-
tilla La Vieja, en 1542. Hizo sus estudios en la Real y Pontificia Universi-
dad de Salamanca. Tras conocer a San Pedro de Alcántara, en 1567 regresa
a la ciudad de Salamanca pidiendo su ingreso como hijo de la Provincia
de San Joseph de Castilla de frayles descalzos, realizando su noviciado en el
Convento de Arenas de San Pedro, junto al sepulcro del gran contemplati-
vo y penitente San Pedro de Alcántara. En 1568 lleva a cabo la profesión so-
lemne y como tenía realizados los estudios eclesiásticos, incluso contaba
con el diaconado, prontamente fue ordenado sacerdote, siendo destinado
por los superiores al apostolado de la predicación. Como no le acomoda-
ba esta tareas, solicitó incorporarse a un grupo de religiosos que iban a
partir rumbo a Nueva España, adonde marchó en 1581, permaneciendo
entre los mexicanos por tres años.
Para San Pedro Bautista como para la mayoría de sus hermanos de há-
bito, su objetivo ideal era la evangelización de Asia –muy señaladamen-
te– la China, el Japón y Filipinas, aunque bien este último lugar se pen-
saba como trampolín para pasar al extremo Oriente. Dado su insistencia
finalmente la Orden le envió a las Indias Orientales llegando a la ciudad
de Manila, con las Letras Patentes de Comisario General en 1584. Donde
desarrolló una importante labor entre los pobres y enfermos, levantando
para su auxilio residencias y hospitales. Así, como, defendiendo sus dere-
chos conculcados por autoridades, encomenderos y alto clero.
Ahora bien, al presentarse graves inconvenientes entre las coronas de
Japón y España, dado que el Shugún Taiko Toyotomi Hideyoshi83 insistía
en 1594. Así, como también, de escuelas para niños de ambos sexos, y del
Hospicio de Nuestra Señora de Belén en la ciudad de Osaka en 1595. Llama-
do así por ser pequeño y muy pobre.
Aunque el trabajo realizado por los frayles descalzos era de todo punto
de vista óptimo, y su método de actuar novedoso pues ellos mismos ge-
neraban sus recursos, su presencia en el Celeste Imperio atrajo el celo y la
envidia de los jesuitas portugueses. Al punto que el obispo de Japón, don
Pedro Martínez, hijo de la Societatis Iesu, les prohibió toda actividad apos-
tólica y asistencial, e incluso la mendicación para sobrevivir, con el objeto
de que abandonasen su campo de acción allí. A fin de que todo esto no
favoreciera las relaciones con el Rey de España. Como San Pedro Bautista
le hizo ver que sus Letras Patentes y privilegios le daban plena autono-
mía, y que por lo tanto no aceptaría sus órdenes, el obispo Martínez y sus
hermanos debieron conformarse, pero quedaron atentos para vengarse
de él en la primera oportunidad. Ciertamente, la circunstancia precisa se
les presentó cuando en la bahía de Tosa naufragó una rica nave española
de comercio, y San Pedro Bautista con su gente se apresuró a ayudar en el
salvataje de sus tripulantes y las mercancías, lo cual hizo correr malignos
rumores contra los descalzos por parte de los consejeros de la corte y los
sacerdotes budistas, azuzados por los jesuitas portugueses. Pues, estos
últimos veían en los franciscanos un peligro creciente para la hegemonía
lusitana, por lo que se unieron a aquellos para lograr la anhelada destruc-
ción de los misioneros seráficos.
No se sabe exactamente lo que se le contó al Taiko-Kanpaku Toyotomi
Hideyoshi, la cosa es que el 8 de diciembre de 1596 San Pedro Bautista y
sus hermanos de las comunidades de Kyoto y Osaka fueron puestos bajo
arresto domiciliario. Y el 3 de enero de 1597, el embajador-misionero lle-
vado a la cárcel de Kyoto, donde se le amputó la oreja izquierda en señal
de ignominia84.
Unos días después, sin oportunidad de haberse defendido, fue conde-
nado a muerte junto a veintidós hermanos entre descalzos, colaboradores
y allegados, incluidos dos niños. A este grupo se le añadió posteriormente
84 a) Entre los aspectos que este tuvo en cuenta para llevar a cabo la persecución san-
grienta del cristianismo, se contó que tal doctrina espiritual hostilizaba las leyes del
Japón, motivaba la destrucción de los templos de sus dioses y la poca discreción de
su influencia.
b) Tal castigo se encontraba también vigente en la legislación española del siglo XVI,
siendo aplicada a ladrones y defraudadores. Célebre es el caso chileno del ex soldado
castellano Pedro Calvo de Barrientos mencionado en las crónicas, antiguo soldado del
marqués don Francisco Pizarro, a quien la justicia de la Ciudad de Los Reyes de
Lima, le hiciera merecedor de tal señal. Este por vergüenza huyó a Chile avecindán-
dose entre los naturales del valle de Quillota, siendo de gran ayuda al adelantado
don Diego de Almagro en su expedición descubridora de 1535.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 209
tres jesuitas amigos de San Pedro Bautista85. A todos los cuales también se
les cercenó la oreja izquierda. Al grupo de prisioneros imperiales se les
hizo peregrinar por el país, hasta el lugar elegido para su martirio. De-
biendo realizar el fatigoso camino a pie, desde la ciudad capital imperial
de Kyoto, en plena estación invernal caracterizada por el intenso frío y las
fuertes nevadas.
Finalmente, el 5 de febrero de 1597, los prisioneros y su escolta militar
llegaron al lugar elegido para su calvario. Ese día, a las tres de la tarde, los
mártires cristianos eran ejecutados cruelmente en la colina de Nishizaka, en
las afueras de la ciudad de Nagasaki. Uno a uno fueron alzados clavados
en cruces con sus rostros vueltos hacia el Sol Naciente y luego pinchados
con agudas lanzas, torturándoseles con antorchas encendidas hasta morir.
La lista alfabética completa de los XXIII Mártires de Asia de que trata la
Cartela, más los tres compañeros de sufrimiento jesuitas, es como sigue:
1. San Pedro Bautista: español, de Castilla La Vieja, embajador de la
Real Corona, comisario general de los frayles de la regular y estric-
ta observancia del Seráfico Padre San Francisco de Asís, sacerdote
misionero, padre de los pobres leprosos. Capitán de Mártires.
2. San Martín de la Ascención: español, de Guipúzcua, hermano lego
franciscano descalzo.
3. San Francisco Blanco: español, de Galicia, hermano lego franciscano
descalzo.
4. San Tomás Dangui: japonés, de Kyoto, farmacéutico y catequista.
5. San Antonio Deynan: japonés, de Nagasaki, laico.
6. San Francisco N.: japonés, de Kyoto, laico, médico.
7. San Francisco N.: japonés, de Kyoto, laico, carpintero.
8. San Gonzalo García: indú, de Bombay, hermano lego franciscano des-
calzo, intérprete, llamado el “brazo derecho de San Pedro Bautista”.
9. San Luis Ibaraky: japonés, de Owari, laico, niño de doce años de edad.
10. San Pablo Ibaraky: japonés, de Owari, laico, ex samurái, catequista.
11. San Gabriel de Ise: japonés, de Ise, laico, catequista.
12. San Felipe de Jesús: español-americano, de Nueva España, hermano
lego franciscano descalzo. Fue el primero en morir bajo tormento86.
85 Si bien en total los Mártires de Japón alcanzaron a veintiséis víctimas, la Cartela letra
E nos habla sólo de veintitrés, pues considera en este cómputo nada más que a los
hermanos franciscanos de la Primera y Tercera Orden, así como también a sus colabo-
radores y allegados tocados por el espíritu seráfico.
86 a) En el mundo Felipe de las Casas. Su figura es realmente digna de todo encomio,
pues este joven lego franciscano descalzo nacido en la Ciudad de México, Nueva
España, de padres españoles, en 1572, fue el blanco predilecto de la crueldad de los
soldados nipones. En la masacre de Nagasaki se le crucificó con una ajustada cadena
210 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30
al cuello que le asfixiaba. Así se le golpeó y finalmente se le atravesó con lanzas en los
costados, una de ellas destrozó su corazón que luego fue quemado con una antorcha
encendida.
De tal modo se convirtió en el primer Mártir de México.
b) El antiguo conventillo franciscano de Nuestra Señora del Carmen de Santiago de
Chile, conocido como Capilla de Ossa, al ser erigido en 1857 sede de la Comisaría Ge-
neral de los Santos Lugares (o de Tierra Santa), a cargo de religiosos de la Orden fue
puesto bajo su advocación. Recordamos haber visto en dicho convento, una antigua
pintura al óleo de este Santo hispanoamericano, en que se le representa con los atri-
butos de aquel hecho sangriento.
c) Fray Rigoberto Iturriaga Carrasco, ofm., ha redactado un folleto de 19 páginas
sobre esto titulado Notas para la Historia del Convento San Felipe de Jesús llamado Capilla
de Ossa, que dio a conocer en agosto de 1988.
87 En el mundo Fray Francisco de la Parrilla.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 211
fue llevado el Beato Fray Juan de Prado ante el rey para que le respondiera
por qué razón se hallaban en sus dominios. El Beato le explicó su historia y
después de oírla le preguntó cuál ley era mejor si la de Cristo o la de Mahoma
y como la respuesta que le dio no fue de su gusto lo mandó azotar en su
presencia, para luego hacerlo internar en el polvorín a fin de que moliese
sal, siendo este el preludio de su próximo Martirio. Después de unos días
el rey le volvió a llamar para discutir con él cuestiones de fe, pero molesto
con sus argumentos lo devolvió a prisión. Como el Beato Fray Juan de Prado
aprovechaba los encarcelamientos para predicar el Evangelio, a la mañana
siguiente el rey lo trajo ante si y trató de persuadirlo de la falsedad de la
“secta cristiana”, pero su contestación fue dura y contundente.
En vista de su actitud valiente y decidida encolerizado el tirano marro-
quí le hirió con el alfanje en la cabeza y sus servidores en la boca, más este
proseguía bañado en sangre con la predicación. Malherido, fue llevado a
la puerta del palacio atravesándolo con cuatro flechazos, como quedase
vivo lo apuñalaron salvajemente. Mandando ‘Abd al-Mamilik continuar
su martirio siendo quemado vivo. Mientras esperaba que armasen la pira
un moro le golpeó con un palo grueso en la cabeza dejándolo tirado en el
suelo. Finalmente le pusieron sobre la leña y le prendieron fuego mientras
este continuaba como podía con la predicación. En seguida, los moros le
apedrearon, partiéndole el cráneo de un fuerte hachazo.
Consecuente hasta el último aliento el glorioso Mártir Beato Fray Juan
de Prado, pasó al mundo espiritual el 24 de mayo de 1631. De acuerdo con
las informaciones recogidas sobre este hecho, se sabe que los cristianos
presentes recogieron de entre los tizones los restos de sus huesos para
conservarlos como reliquias.
Pero, de un día para otro todo cambió, pues un hermano del rey lla-
mado Mulaj al-Walid que tenía encarcelado, al tomar conocimiento de lo
sucedido armó una revuelta y mató al rey tirano, proclamándose nuevo
monarca. Este dio la libertad a algunos cautivos cristianos y a los dos reli-
giosos les permitió marcharse.
Por la mediación del duque de Medina Sidonia las reliquias del Beato
Fray Juan de Prado fueron traídas a España en compañía de sus dos herma-
nos de misión, vía Mazagán, siendo recibidas con honores en el puerto de
Sanlúcar de Barrameda, para pasar a reposar en el convento franciscano
de Sevilla y a partir de 1888 en el casi moribundo por las exclaustraciones
bajo el gobierno liberal, de Santiago de Compostela, que se convirtió con
muchas nuevas vocaciones en Colegio Apostólico de Misiones de Marruecos
y Tierra Santa88.
b) Esta casa seráfica fue re-erecta canónicamente en el barrio sevillano de San Joseph
de Calmete, dependiente de la guardianía de San Buenaventura de Sevilla, por decreto
de fray Antonio Enríquez, padre ministro de la Provincia Bética, con fecha 12 de oc-
tubre de 1988.
89 Colección de documentos y estampas sobre las misiones españolas en tierra de infieles. Im-
prenta Real, Madrid 1853-1867. Doce volúmenes y un atlas geográfico.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 215
Ahora bien, con relación al texto de esta Cartela que se comenta, donde
se hace mención a los eminentes servicios prestados a la cristiandad, por
los hijos espirituales de San Pedro de Alcántara en diversos lugares del orbe
hasta el extremo del Martirio, hay algunos aspectos que aún faltan por tra-
tar. Ciertamente, en dicho contenido se lee al final de ella la afirmación si-
guiente: «Y ultímamente con el Bienaventurado Martir S.(an) Juan de Prado
la Africa». Lo cual por una parte comprueba documentalmente lo que he
dicho más arriba, respecto a la reacción de los católicos latinos del Imperio
de la Corona de España, escrito en este caso al pie de una pintura sacra
sudamericana del siglo XVIII, cuyo fin era ser expuesta públicamente en un
Claustro Principal, no obstante la equivocación canónica que aquí se enuncia
como cierta. Y por otra, que esta misma oración aporta un precioso dato
puntual concerniente a la historia y datación de La Vida, ya que al decir «Y
últimamente…», comprueba que esta tela no pudo haber sido realizada an-
tes del 24 de mayo de 1728, fecha en que fue Beatificado Fray Juan de Prado,
a quien aquí –por las razones que ya se han explicado– se le menciona como
S.(an) Juan de Prado. Cuya cruel y heroica muerte remeció los espíritus del
catolicismo español durante largo tiempo, entre estos el del hermano de la
Venerable Orden Tercera de Penitencia de San Francisco y XXX virrey del
Perú, don Joseph Antonio Manso de Velasco (1746-1761), contemporáneo
de todos estos sucesos. Donante de la serie pictórica alcantarina a los recole-
tos de la ciudad de Santiago de Chile y acaso inspirador de la antes copiada
frase, puesto que en una comunicación que hemos visto, se considera «el
más devoto admirador de San Juan de Prado…»90.
1. Lugar Natal:
- San Pedro de Alcántara (1492-1562), natural de la Villa de Alcántara.
- San Pedro Bautista (1542-1597), natural del paraje de San Esteban del Valle.
Toponimias pertenecientes al Reyno de Castilla (La Vieja).
- Beato Fray Martín de Valencia (1493-1534), natural de la villa de Valen-
cia de Don Juan.
- Beato Fray Juan de Prado (1563-1631) natural del paraje de Mogrobejo.
Toponimias pertenecientes al Reyno de León.
2. Origen Familiar y Calidad:
- San Pedro de Alcántara (en el mundo don Pedro de León Villela y
Villela). De calidad Noble.
- San Pedro Bautista (en el mundo ¿don? Pedro de Blázquez…). Se ig-
nora su calidad. Teniendo en cuenta que el Rey de España Don Felipe
II le designara su Embajador ante el estricto Mikado del Japón, con co-
misión diplomática a título de emisario personal del Jefe del Estado,
representación que estaba reservada para los hijos de familias hidal-
gas, hace pensar que este religioso perteneciera a aquel estamento.
De presunta calidad Noble91.
- Beato Fray Martín de Valencia, se ignora su nombre y apellidos en el
mundo. Así como su calidad. Llama poderosamente la atención que
el Emperador Don Carlos V, le recomendara motu proprio con inusi-
tado interés ante el Papa de Roma Su Santidad Adriano VI, como si
fuese miembro de un esclarecido linaje de España, y que este a su
vez lo invistiera con títulos y privilegios reservados a las más altas
dignidades de la corte pontificia, para su traslado a la Nueva Espa-
ña. De presunta calidad Noble.
- Beato Fray Juan de Prado (en el mundo don Joan de Prado) De calidad
Noble.
3. Pertenencia original a la Orden Franciscana
- San Pedro de Alcántara, hijo de la Provincia de San Gabriel de Casti-
lla de Frayles Descalzos, en la familia Cismontana.
- San Pedro Bautista, hijo de la Provincia de San Gabriel de Castilla de
Frayles Descalzos, en la familia Cismontana.
- Beato Fray Martín de Valencia, hijo de la Provincia de San Santiago
de Castilla de Frayles Descalzos. Se traslada y es prohijado en la de
San Gabriel, en la familia Cismontana.
- Beato Fray Juan de Prado, hijo de la Provincia de San Gabriel de
Castilla de Frayles Descalzos, en la familia Cismontana.
91 En algunos papeles que hemos visto fray Pedro Bautista suele firmarse como Baptista
según la costumbre de la época.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 217
92 Esta Custodia donde se guardó la más estricta descalcez según los lineamientos ex-
puestos por San Pedro de Alcántara, se desprendió de la antigua Provincia de San Ga-
briel de Castilla y para diferenciarla de esta el Beato Fray Martín de Valencia le añadió
el adjetivo de “Arcángel” (espíritu de ángel) para diferenciarla de esa provincia.
93 a) Esta Provincia seráfica surgió de la fracción de la antigua de San Gabriel de Castilla.
b) Para la redacción de esta Parte hemos tenido a la vista la antes mencionada Lista y
la Colección de documentos y estampas cit.
218 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30
I
Como se puede apreciar en la anterior recopilación de concordancias,
los religiosos descalzos anteriormente mencionados, no obstante que el
origen social, su incorporación a la Orden de San Francisco, sus estudios
universitarios, sus méritos en la Santa Descalcez y sus virtudes particulares
son, más o menos parecidos, llama poderosamente la atención que solo
dos de ellos Fray Pedro de Alcántara y Fray Pedro Bautista, alcanzaron la
categoría canónica de Santo de la Iglesia Católica Romana. Siendo, los que
, precisamente, tienen como patria común ser hijos del Reyno de Castilla.
Esto sugiere la gran importancia e influencia de esta región peninsular
por sobre los demás reynos. Lugar donde se hallaba la Capital del Impe-
rio y en ella el asiento del Comisario General de la Orden de San Francisco
para España, así como también todas las demás altas autoridades de la
monarquía, con poder para decidir sobre los más importantes asuntos
laicos y eclesiásticos. Situación que le permitió a Castilla sobresalir en todo
tipo de aspectos, alcanzando –incluso– triunfar en la defensa de los expe-
dientes de Canonización de sus más esclarecidos coterráneos.
II
Para dar por finalizado el análisis y comentario referentes al lienzo
Apología de la Venerable Orden Seraphica y su Sancta Reforma, solo nos resta
indicar que con el Martirio de San Pedro Bautista, las misiones franciscanas
en el Japón iniciaron un lento deterioro. Lo que se incentivó, más tarde,
fruto de las grandes persecuciones en contra de los cristianos, llevadas a
cabo durante el siglo XVII por parte del Mikado o sus Regentes Imperia-
les. Situación que redujo el número de creyentes a una pequeña Iglesia
del Silencio, en las afueras de la ciudad de Nagasaki, hasta la segunda
mitad del siglo XIX. Cosa que no sucedió con relación a Marruecos, pues
el ejemplo del Beato Juan de Prado motivó grandemente a los religiosos del
Colegio Apostólico de Misiones, los cuales volvieron a estar presentes en
África a partir del siglo XVII.
n