Está en la página 1de 24

ESTUDIOS SOBRE EL MAESTRO DON IZIDORO FRANCISCO CARO

DE MONCADA Y SUS OBRAS SACRAS EXISTENTES EN CHILE

(Séptima Entrega)

I. Las Pinturas Sobre La Vida Del Glorioso San Pedro De Alcántara.

Prof. Ldo. Hugo Rodolfo Ramírez Rivera

Décimo Sexta Parte (continuación)

3. Transcripción Textual a Plana y Reglón de la Cartela Letra C.


C. ALLi luzio laprimera hacha de santidad entre otras mas grandes
aquel Beato, antes en Com– / postela uno delos Cardenales
Canonigos despues delos españoles elprimer Difcipulo deel Serafico
Patriarcha / desu tercera Orden suprimogenito, endia el primer
insigne Capitan y la primera piedra en aquella sagrada Casa:/ havia
efte comenzado en aquel dilatado Hiermo debaxo de elAbito de
Tercero (C.1.) á habitar en una Chosita adonde jusgava que avia
sido el lugar profetizado por el Santo Patriarcha Fran.co (Francisco);
quando volava aquella / Aguila para el rio ya dicho; empero (C.2.)
casualmente hablando entre si unos Pasftores en presencia suia,
quan– / do pagava las horas canonicas entendiendo ser otro el lugar
camino ael (C.3.) adonde haciendo una Cueva y / Oratorio, allí en
el seervicio desus sermones y confesiones convirtió muchos a Dios
e inducio aque tomeses (sic) el Abito / de Terceros de San Francifco
conque este orden crecio brevemente en muchos augmentos de uno
y otro sexo, / siñiendo con su sagrada cuerda a Príncipes y Reyes y
por último juntamente con los Religiosos quele enbiase el S.to (Santo)
Patriarcha levanta en el mismo lugar un Conventillo se haze uno de
ellos y asi dos vezes hijo de Fran.co (Francisco).
196 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

Comentario:
Esta Cartela en buen estado de conservación, tiene como objeto expli-
car los antecedentes religiosos y la labor apostólica, llevada a cabo por el
Beato Fray Francisco de Santa María (o del Aguila), subrayando que este es el
hermano fundador de la Venerable Orden Tercera de los Penitentes Seglares
de San Francisco de Asís en Hispania. Y que una vez que erigió la primera
Casa de religiosos regulares hízose, también, uno de ellos.
Sus datos biográficos los hemos entregado en la Nota número setenta,
al describir la iconografía que le compete en La Vida.
De acuerdo con la costumbre de la época los parajes que se mencionan
en la Cartela y su consiguiente representación pictórica, hállanse ubicados
en lugares que traen a la memoria la peculiar geografía del hoy departa-
mento de El Cusco. En especial, lo que corresponde a la orografía de la
cordillera Oriental del Centro, con sus abras, nudos y sierras. En vista de lo
cual, el río que muestra la pintura que se analiza, bien podría tratarse del
anchuroso y caudaloso Urubamba. Todo lo cual, para un cusqueño como
el Maestro Izidoro Francisco Caro de Moncada, hubo de ser un paisaje
bien conocido, dado sus habituales trayectos por esa región peruviana.
El río Urubamba nace en la cordillera de los Andes y fluye en direc-
ción noroeste por cerca de setecientos veinticinco kilómetros hasta con-
fluir con el Apurimac, junto con el cual forma el Ucayali. En el cañón
de Torontay, el Urubamba desciende desde tres mil cuatrocientos metros
sobre el nivel del mar, hasta los dos mil cuatrocientos metros en treinta
y dos kilómetros. A este río dan sus aguas el Vilcabamba, Paucartambo,
Huatanay, Lucumayo, Ocobamba, Yanatilis y otros, constituyéndolo en el
más poderoso del departamento del El Cusco. Por esta razón, durante la
época virreinal varios artistas pintores con taller en la Ciudad Imperial, le
inmortalizaron en sus obras.

4. Transcripción Textual a Plana y Reglón de la Cartela Letra D


D. Salio de allí la segunda hacha, y otro vaso de elección asaver
el Beato Martin de Valencía, / que tambien como otro Pablo de
Macedonia, y como otro Patricio de Hibernia, aun no aviendo salido
/ del claustro desu Madre siendo el mismo tambien muchas vezes
llamado en efpiritu por los Yndios y / contemporaneamente enel
mismo emifferio como entonces infieles, tambien presignado con la
zenal (sic) de una / ensendida espada; de Leon X. y Adriano VI. es
solemnemente embiado por legado a latere y Vi- / cario gen.l (general)
(¿con?) el numero de doze Religiosos segun la forma Apostolica
para enseñar las gentes del nuevo mundo (D.1.) embarcozez para
las Yndias júntame(nt)e conlos dose compañeros en el mismo dia
dela convercion de S. P. Lo (¿San Pablo?), en el Puerto de S. (San)
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 197

Lucar (D.2.) aporía enlas playas de San Juan de Ulloa enla vigilia /
de …enses (D.3) tomando el camino al (¿alne?) le sale al encuentro
gran multitud de hombres hincan- / dosele de ro(dillas) (D.4.) llega
a Mexico Metropoli de toda nueva Espania, endonde con aureo / sol
porlos de A…ras desus compañeros Religiosos diffundio con calor
los Torrentes del Evangelio.

Comentario:
Como puede apreciarse en la Cartela aquella se halla parcialmente des-
truída, la cual relata la llegada a la Nueva España del Beato Fray Martín de
Valencia y sus compañeros, hermanos todos de la Santa Descalcez francisca-
na que habiendo profesado en la Provincia de Estricta Observancia de San
Santiago de Castilla, eran por aquel tiempo súbditos de la Custodia de San
Gabriel Arcángel y, por lo tanto, hijos espirituales de San Pedro de Alcántara.
Ahora bien, en 1519 cuando don Hernán Cortes-Monroy Pizarro pasó
desde la isla de Cuba a la conquista de México, iban con él además del apa-
rato militar necesario para la expedición un frayle franciscano en calidad de
capellán, cuyos servicios al adentrarse en Tierra Firme fueron pronto sobre-
pasados por el gran número de indígenas que era necesario evangelizar. En
vista de ello, en sus fueros de “Capitán y Justicia Mayor del Yucatán, llamada la
Nueva España del mar océano”, como este se firmaba en los documentos que
hemos tenido a la vista, solicitó al rey Don Carlos que se le enviase una mi-
sión de religiosos franciscanos para que le colaborasen en la cristianización
de los naturales. El elegido, como ya se ha dicho en la Nota número setenta
en la cual adelantamos los datos esenciales de su biografía, fue el Beato Fray
Martín de Valencia. A quien en 1524 año en que inició su periplo americano,
el papa de Roma Su Santidad Adriano VI le dotó de importantes privilegios
apostólicos otorgándole Letras Patentes de Legado a latere y de Vicario Ge-
neral de su persona. Títulos los cuales, de acuerdo con el derecho canónico
estaban reservados sólo a altas dignidades de la Iglesia latina.
Los diez años de residencia en la Nueva España donde realizó, junto
con sus compañeros una labor evangelizadora de gran importancia, ini-
ciáronse con beneplácito por parte del capitán Cortés-Monroy y los suyos.
De acuerdo con el relato del soldado conquistador y cronista testigo, Ber-
nal Díaz del Castillo, quien en el capítulo CLXXI de su voluminosa obra
intitulada Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España, relata esto
bajo el epígrafe “Cómo vinieron al Puerto de Veracruz doce frayles franciscanos
de muy santa vida, y venía por su Vicario y Guardián Fray Martín de Valencia,
y era tan buen religioso que había fama que hacía milagros…”, conocemos con
exactitud todos los pormenores de este hecho histórico.
De conformidad con nuestro informante, tras desembarcar allí los mi-
sioneros el 13 de mayo de 1524, iniciaron a pié el camino hacia Ciudad de
México-Tenochtitlan, donde llegaron el 17 de junio de 1524, siendo recibi-
198 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

dos por la urbe de forma impresionante. Dice al respecto Bernal Díaz del
Castillo en su Historia Verdadera, lo que sigue:
«Y viniendo por su camino, ya que llegaban cerca de México, el
mesmo Cortés, acompañado de nuestros valerosos y esforzados
soldados los salimos a rescibir; juntamente fueron con nosotros
Guatemoz (Guatemotzin), señor de México, con todos los más
principales mejicanos que había y otros muchos caciques de otras
ciudades; y cuando Cortés supo que llegaban, se apeó del caballo,
y todos nosotros juntamente con él, e ya que nos encontramos con
todos los reverendos religiosos, el primero que se arrodilló delante
de Fray Martín de Valencia y fue a besar las manos fue Cortés, y no
los consintió, y le besó los hábitos y a todos los más religiosos, y
ansí hicimos todos los más capitanes y soldados que allí íbamos, y
el Guatemuz y los demás caciques vieron ir a Cortés de rodillas a
besarle las manos, espantáronse en gran medida y como vieron a los
frayles descalzos y flacos, y los hábitos rotos, y no llevar caballo, sino
a pie y muy amarillos, y ver a Cortés, que le temían por ídolo o cosa
como sus dioses, ansí arrodillado delante de ellos, desde entonces
tomaron ejemplo todos los indios»
Esta relación concebida en términos tan vivos y coloridos, confirma
documentalmente la exactitud de lo representado en la Apología, con rela-
ción a los inicios de la evangelización de México, cuya iconografía puede
apreciarse al lado izquierdo del lienzo que estudiamos.
Gracias al franciscano fray Bernardino de Sahagún, autor de la Historia
General de las Cosas de la Nueva España, conocemos los nombres y algunos
datos de los compañeros del Beato Fray Martín de Valencia, pues dice fray
Bernardino que él se gloriaba de haber compartido con los doce misione-
ros, “menos dos”, por “espacio de muchos años en esta tierra”. De acuerdo con
el mismo sus nombres son los siguientes: Toribio de Benavente o Moto-
línea; García de Cisneros; Andrés de Córdoba; Martín de la Coruña; An-
tonio de Ciudad Rodrigo; Luis de Fuensalida; Juan Juares; Juan de Palos;
Juan de Ribas y Francisco de Soto.
Una vez instalados en Ciudad de México-Tenochtitlan y tras celebrar
Capítulo, se acordó erigir la Provincia Franciscana de Descalzos del Santo Evan-
gelio de México, eligiendo Venerable Definitorio con el Beato Fray Martín de
Valencia como su Custodio. Enseguida, pusiéronse a conocer las costumbres
de los indígenas, convocando luego en Tlatelolco a una gran asamblea de
españoles, señores principales y sacerdotes de ídolos, con el fin de plantear-
les la catequesis. El contenido de lo que entonces se trató consérvase aún,
gracias al manuscrito de fray Bernardino de Sahagún, titulado Coloquios y
doctrina christiana con que los doze frayles de San Francisco, enbiados por el Papa
Adriano sesto y por el Emperador Carlos quinto, convertieron a los naturales de
la nueva Espanya, en lengua española y mexicana. Además de esto, se llevó a
cabo una Junta Eclesiástica para estudiar la estrategia misionera a seguir,
en especial, en lo tocante a la administración del bautismo a los conversos.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 199

Los religiosos realizaron, pues, una gran obra ya que fuera de ocuparse
de los más diversos aspectos de la vida espiritual y material del pueblo
de Dios que se les había confiado, fundaron convento y colegio, así como
también investigaron a fondo sus lenguas, religión y costumbres dejando
a la posteridad inapreciables obras para el estudio científico del Antiguo
México, que han sido utilizadas por generaciones de investigadores. Es por
esto que el padre de la etnología mexicana, fray Bernardino de Sahagún, no
cesó de alabarles con sinceridad y altura de miras en sus escritos, opinando
que el Beato Fray Martín de Valencia, era “varón de aprobada santidad”. Lo que
reafirma su compañero Motolínea, quien le otorga el revelador epíteto de
“amigo de Dios”. Puesto que a toda hora, en cualquier momento o circuns-
tancia, siempre “irradiaba santidad”. Entre tanto, sabemos que fray García de
Cisneros era “de gran quietud y reposo”; fray Andrés de Córdoba un “gran
trabajador”; fray Martín de la Coruña “de maravillosa y santa simplicidad”;
fray Luis de Fuensalida, “muy hábil”, fray Francisco Jimenes “muy docto en
derecho canónico” y fray Francisco de Soto “varón de gran talento y muy exer-
citado y docto”76. Asuntos sobre los que ha escrito con detalle fray Mariano
Errasti, en el volumen I de su América Franciscana, de 1986, y donde puede
consultarse también una interesante bibliografía.
Gracias al códice manuscrito del siglo XVI repleto de bellas e ingenuas
ilustraciones, de que es autor el mestizo mexicano Diego Muñoz Camar-
go, se conocen las fisonomías de los XII Apóstoles de México. Siendo, qui-
zás, la más elocuente la que lleva por título Los Religiosos Descalzos de San
Francisco, presididos por Fray Marín de Valencia erigen la Cruz bajo el asedio de
los Demonios”. En ella se representa a dichos frayles de rodillas, al pie de
una cruz de madera con tres clavos martillados en los lugares de los cua-
les se colgó al Cristo. Entre tanto que dos religiosos ubicados al centro de
la escena, posan sus manos en la sección inferior del santo ligno, mirando
hacia el cielo, en actitud de adoración.
Con los coloquios de Tratelolco el Beato Fray Martín de Valencia abrió el
capítulo misional más glorioso de la Orden Franciscana, y, en especial, de la
Santa Descalcez Alcantarina: la evangelización de la Nueva España, conside-
rada por eminentes escritores sacros como un fenómeno religioso compa-
rable tan solo con la propagación de la fe cristiana en los primeros tiempos
de la Iglesia. Hecho que se encuentra notoriamente subrayado en esta Car-
tela que se analiza. Y, es por eso, que todos los personajes notables cuyos
nombres ahí se mencionan comparten un sino común en la historia de la
Salvación, como es el haber sido llamados por intermedio de sueños profé-

76 Es curioso que fray Bernardino de Sahagún, no se refiera también en elogiosos térmi-


nos respecto de su hermano de hábito fray Toribio de Benavente (o Motolínea = pobre,
en lengua náhuatl), no obstante su extrema austeridad y gran saber. Fue este religio-
so autor de las preciosas obras Historia de los Yndios de la Nueva España, Memoriales, y
su célebre Carta sobre la Nueva España al Emperador Carlos V.
200 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

ticos y otras maneras misteriosas de indubitable origen divino, a coincidir


en distintas épocas de esa epopeya en una misma labor: anunciar la Buena
Nueva de Cristo resucitado hasta los pueblos más distantes de la tierra.
Es por ello que no es casual exaltación de quien redactó el texto de esta
Cartela, que el Beato Fray Martín de Valencia, sea, en primer lugar sinónimo
de Pablo de Macedonia. Quien no es otro que el célebre evangelista San
Pablo. Aquel intelectual judío romanizado, miembro de la secta hebrea de
los fariseos, natural de la ciudad de Tarso de Cilicia donde naciera bajo el
nombre de Saulo. El cual tras ser el más tenaz persecutor de los cristianos,
llegó a convertirse en el excelso Apóstol de los Gentiles y primer obispo
de Roma. Ahora bien, durante su viaje misionero a Grecia en compañía
de Silas, relatado en el libro Actos (Hechos) de los Apóstoles, su discípulo
y autor San Lucas dice en el capítulo XVI, versos 9-10, que hallándose
San Pablo en la ciudad marítima de Throás, durante la noche soñó que un
macedonio estaba de pie delante de él, suplicándole: “Pasa a Macedonia
y Ayúdanos”. Al despertar, contó su visión y comprendió que el Señor le
llamaba para evangelizar a Macedonia. En vista de lo cual, tomó camino
hacia allá llevando a cabo de esta manera la conversión de los paganos
de Asia, dando testimonio de un alma llena del fuego del amor de Dios77.
Por esta razón, los antiguos evangeliarios griegos llaman al Apóstol
con el nombre de Pablo de Macedonia, apelativo que también eligió el autor
de esta Cartela para citarle.
Así, también, el Beato Fray Martín de Valencia es, en segundo lugar, com-
parado con Patricio de Hibernia. El cual es San Patricio de Irlanda (Hiber-
nia = Irlanda, en lengua latina). Aquel campesino de familia romanizada
cristiana, nacido el año 387 en la Gran Bretaña de acuerdo con la Enciclo-
pedia Británica, y en Bennahaven Taberniae en la actual Escocia según la
Chronica Hibernianensis, bajo el nombre de Maenyn Succat. Sea como fuere,
teniendo dieciséis años de edad fue capturado por piratas merodeadores
que le llevaron prisionero a Hibernia, donde el joven fue vendido como
esclavo. Lo cual le permitió conocer de cerca su lengua y sus costumbres.
Tras trabajar seis años como pastor logró escapar de su amo y reunirse
con su familia en la Gran Bretaña o en Escocia, según sean las fuentes
que se consulten. En un sueño, la visión de un ángel le llamó a predicar el
Evangelio a los hibernios, regresando a aquella tierra de infortunio. Una

77 Tras enterarse debidamente el césar del Imperio Romano, San Constantino El Grande,
que San Pablo fue quien organizó la comunidad romana, contando para ello con sus
discípulos mártires San Aquilas y su esposa Santa Priscilla. Y que en verdad fue él quien
ejerció como primer obispo de Roma, como puede colegirse del texto de su Carta a
los Romanos y de los Actos (Hechos) de los Apóstoles. Al tomar posesión de la capital del
Imperio, mandó buscar sus reliquias y levantar la Basílica Apostólica de San Pablo (hoy
extramuros) de estilo bizantino: para que se le venerara como “pilar fundamental de la
Iglesia”. Según se lee en el edicto respectivo.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 201

vez allí, convirtió a sus reyes y jefes tribales, junto con cristianizar a clanes
enteros durante sus viajes por la isla. Tal fue la importancia del clero local
y de las comunidades que formó, que se le consagró más tarde como el
primer arzobispo y primado de Hibernia, dignidad eclesiástica que este
ostentaba cuando falleció ahí, el 17 de marzo del año 461.
Según indica don Pedro Carrillo de Huete en su Chronica llamada de
El Alconero, por ser este el oficio que dicho hidalgo tenía, la devoción en
España a San Patricio de Hibernia se remonta al año 1452, tras la victoria
de las huestes cristianas del rey Don Juan II de Castilla sobre las de los
moros, en la batalla de Los Alperchones.
Cabe señalar aquí que en la Lista del orden y antigüedad de las provincias
franciscanas, inserta en los Estatutos Generales de Barcelona, el topónimo Hi-
bernia perteneciente a la Familia Cismontana, ocupa el lugar XVI.
A fin de comprender mejor la misión apostólica que se le encargó al Bea-
to Fray Martín de Valencia, conviene aclarar los títulos de que vino investido
a la Nueva España, pues estos indican que tanto el Papa como el Emperador,
quisieron por medio de ellos demostrar la alta preocupación que entonces
le dieron a la evangelización de sus naturales, enalteciendo la figura de su
principal misionero. La voz Legado: designa a los representantes del papa
de Roma en los lugares a que son enviados, con o sin carácter diplomático.
De las tres clases que el derecho canónico distingue, el Legado a Latere (que
siempre ha de ser un cardenal y en nuestro caso un fraile menor descalzo), es
el sujeto enviado por la Santa Silla en misiones especiales y confidenciales.
La voz Vicario General: es el eclesiástico designado por el obispo local (en
esta oportunidad particular el de Roma), a fin de que este le ayude en el
desempeño de sus deberes episcopales. En materia de jurisdicción, el Vica-
rio General es como un alter ego del ordinario, así es que no hay recurso del
uno al otro. En todo caso, hay que dejar dicho que el Vicario General debe in-
formar cada cierto tiempo, al obispo que le ha designado, sobre la situación
en que se desenvuelve la jurisdicción apostólica que se le ha confiado. Por
esta razón las actas y primeros documentos de la evangelización de México,
incluidos los originales de las crónicas escritas por los misioneros francisca-
nos, consérvanse en el Archivo Secreto Vaticano, en Roma.
En cuanto a lo que se refiere a las playas de San Juan de Ulloa como se
lee en la Cartela, lugar donde desembarcó el Beato Fray Martín de Valencia
y sus compañeros, conviene indicar que el apellido Ulloa que se da a ese
topónimo mexicano, no pasa de ser más que una licencia o un error de
quién copió el texto en el lienzo. Ciertamente, Bernal Díaz del Castillo, en
el capítulo XIV de su Historia Verdadera que titula “Cómo llegamos aquella
isleta que agora se llama San Joan de Ulúa, e que causa le puso aquel nombre”,
relata que estando los expedicionarios de la Nueva España en la zona cos-
tera del Golfo de México, adentrándose en Tierra Firme, se encontraron
202 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

con un ídolo Tezcatlipoca (todopoderoso, invisible, omnipresente), a cuyos


pies yacían los cadáveres de dos muchachos “abiertos por los pechos y los
corazones y sangre ofrecida aquel maldito ídolo”. Todo lo cual, los sacerdotes
de esa comarca lo estaban sahumando con humo perfumado de Copal.
Horrorizado don Hernán Cortés-Monroy preguntó a un indio llamado
Francisco que les servía de guía, de por qué razón hacían tal cosa. A lo que
respondió, «que los de Ulúa los mandaban sacrificar, y como era torpe
de lengua (tartamudo), decía ‘Ulúa, Ulúa’, y como nuestro capitán estaba
presente y se llamaba Joan y era por San Juan de Junio, pusimos por nom-
bre aquella isleta San Joan de Ulúa; y este puerto es agora muy nombrado
y están hechos en él grandes mamparos para que estén seguros los navíos
para amor del Norte, y allí vienen a desembarcar las mercaderías de Cas-
tilla para (la Ciudad de ) México y toda Nueva España».
Cabe añadir a ello, que acto seguido don Hernán Cortés-Monroy orde-
nó la destrucción de la estatua del ídolo, mandando emplazar en su lugar
una gran cruz de madera, «fundando en el año del Señor de 1519 La Villa
Rica de la Veracruz». De acuerdo con lo que el mismo asegura en su segun-
da Carta Relación, enviada a su Sacra Majestad del Emperador Nuestro Señor
por el Capitán General de la Nueva España…», datada en la Villa Segura de
la Frontera desta Nueva España, a 30 de octubre de 1520. Topónimo, este
último, que aún conserva este puerto mexicano, con la sola salvedad que
en la segunda mitad del siglo XIX, se le rebautizó con el nombre de Vera-
cruz – Llave en honor del general Ignacio de la Llave, gobernador de aquel
lugar en los años 1857-1860.

5. Transcripción Textual a Plana y Reglón de la Cartela Letra D bis.


(D5.) (Sic) y regó con agua lustral o baptifmal / todo aquel septentrional,
y mexicano imperio, / que milita dedaxo del Stemma de una Aguila,
/ y multiplicadamente recompenso los daños hechos al Aguilon, por
otro Martino impio: de / donde con razon merecio el nombre de
primer / Apoftol delas Yndias así su Francifcana Provincia, / (que el
m(if)mo planto) merecio el titulo de / (el) S.to (Santo) Ebang(elio) y
ser luego endicho / nuevo mundo (¿la?) Madre como caveza delas /
demas delas Ynd(ias) (¿Occidentales?) / D.6.) … (línea ilegible)

Comentario:
La Cartela de arriba se encuentra en mal estado de conservación, lo cual
ha provocado desprendimiento de pintura en la sección inferior de ella, con
la consiguiente desaparición de contenidos en las inscripciones. Como ocu-
rre, también con lo referente a D.6. Al igual que en la precedente (letra D),
en esta se continúa con el desarrollo de la historia referente a la exaltación
del Beato Fray Martín de Valencia y su labor apostólica en la Nueva España.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 203

A lo largo de los lienzos de La Vida fray Juan de Lugo utiliza en sus Ele-
gantes Dezimas, al Aguila a manera de alegoría para referirse a San Pedro de
Alcántara, llamándolo indistintamente Ave Caudal o Pollo Real78. Aquí, el autor
del texto de la presente Cartela prosigue con dicha idea, designándolo esta
vez Aguilón.
Sobre que a los Santos potentes se les asimile a esta ave rapaz existen
antiguos antecedentes en la pintura del Barroco. Siendo así, por ejemplo,
que en las series de La Vida de Nuestra Madre Santa Theresa, conservada en
el monasterio de Monjas Carmelitas Descalzas del Señor San Joseph, de la
ciudad de Ávila, España: en la de La Vida del Seraphico Padre San Francisco,
de los conventos de frayles franciscanos de la ciudad de Oruro, Bolivia, y
Grande de Santiago de Chile, encontramos a estos personajes en relación
con dicha ave. Sea en compañía de ella o representados con atributos de
la misma. Correspondiendo en este último caso sus alas.
Que en la pintura religiosa del Barroco Español y Americano se inclu-
ya al Aguila, tiene su génesis en la Biblia hebrea, pues en ella se le presen-
ta de manera especial en los libros del Levítico y Deuteronomio. Así como
también en los de los profetas Jeremías, Ezequiel, Oseas y Job. Mientras que
en el Evangelio cristiano le hallamos en el Apocalipsis. Ciertamente, todos
estos textos concuerdan en mostrar al Aguila como la reina de las aves.
En la visión de Ezequiel, una de las caras de los portadores del trono de
Yhavé es de Aguila, simbolizando así la suprema sublimicidad de Yhavé.
El Aguila que es el cuarto viviente en el Apocalipsis tiene un significado
semejante, y por esto se toma como Stemma. Símbolo particular o sello
de su autor el evangelista San Juan El Teólogo, pues este penetró hasta las
recóndidas alturas de Dios en sus escritos.
En lo que se refiere al Aguila como símbolo místico propiamente tal,
cabe decir, basándonos en estas mismas fuentes, que ella representa la
divinidad. Significación que Israel tomó de Babilonia en tiempos de su
cautiverio bajo Nabucodonosor, no obstante que para los judíos es pája-
ro inmundo. Así también, encarna la velocidad con que pasa la vida del
hombre sobre la tierra. Mientras que sus alas son el símbolo de la Divina
Providencia y de su cuidado.
De todas estas consecuencias, más las influencias latinas representa-
das por el Imperio Romano, se originó, finalmente, el ideograma Imperial
creado bajo la monarquía cristiana-católica-ortodoxa de Bizancio. La cual
acuñó el Aguila Bicéfala, expuesta en posición frontal, con sus cabezas co-
ronadas, rodeadas por aureolas. Mientras que en sus patas, la derecha
agarra fuertemente el cetro y la izquierda el orbe coronado con una cruz
griega: síntesis iconográfico de que el autócrata de Constantinopla, es el

78 El Águila Caudal, Caudalosa o Real, es la de mayor tamaño de Europa y de otras latitudes,


de plumaje de tono leonado, cola redondeada, fuerte musculatura y vista perspicaz.
204 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

señor del mundo conocido. Insignia heráldica que adoptó posteriormente


la Casa de Habsburgo, en sus vertientes austriaca y española.
Ahora bien, en el lienzo Apología, el Aguila que se representa al lado
superior izquierdo, individualizada bajo la signatura D.5., pintada en po-
sición frontal, con las alas extendidas, llevando en las garras de las patas
una serpiente y sobre la cabeza una corona real: es una simbiosis entre
las influencias simbólicas imperiales bizantino-europeas y mexicana.
Ejemplificadas plásticamente a través de la Tapalcatl79. Falcónida que se
encuentra íntimamente relacionada con el mito del destino, grandeza y
destrucción de los Aztecas.
De acuerdo con sus códices el numen Huitzilopochtli (nacido el año 1.
Pedernal), instó a los líderes de los Mexicas a iniciar una larga peregri-
nación, desde la zona chichimeca, sita en la región montañosa de Tula-
Jilotepec, al norte de la actual República de México, hasta el lugar donde
debían establecerse y fundar su ciudad-estado Tenochtitlan. Lo cual sería
fácilmente reconocible para los sacerdotes, pues hallarían un Aguila Tapal-
catl posada sobre una planta de Nopal. Ella tendría asida en la garra de su
pata izquierda una serpiente Tecutlacozauhqui la que estaría devorando a
bocados. Profecía que se cumplió plenamente el año 1325 al llegar al valle
de México, y explorar el islote situado al centro del lago Texcuco80. Acon-
tecimiento que relata con detalle don Fernando Alvarado Tezozómoc en
el folio 66 de su crónica Mexicáyotl, escrita en lengua náhuatl, donde sobre
el símbolo anhelado de sus antepasados que mostraba ser ése el lugar de
su sino, dice como sigue:
«Llegaron entonces / allá donde se yergue el Nopal. / Cerca de las
piedras vieron con alegría / cómo se erguía un Aguila sobre aquel
Nopal. / Allí estaba comiendo algo, / lo desgarraba al comer. / Cuando
el Aguila vio a los Aztecas, / inclinó la cabeza. / De lejos estuvieron
mirando al Aguila, / su nido de variadas plumas preciosas. / Plumas
de pájaro azul, / plumas de pájaro rojo / todas plumas preciosas,
/ también estaban esparcidas allí / cabezas de diversos pájaros, /
garras y huesos de pájaros»81.

79 Fray Bernardino de Sahagún, en su Historia general de las cosas de la Nueva España,


dedica en el tomo II, libro undécimo, capítulo II, el parágrafo cuatro, para explicar
las características referentes al Aguila Tapalcatl, así como a otras aves de este género
existentes en el México de su tiempo.
80 a) Nopal: planta cactárea de tallo formado por una serie de paletas ovales, erizadas de
espinas y fruto en baya de pulpa comestible, conocida vulgarmente como tuna.
b) Fray Bernardino de Sahagún en su Historia general citada, dedica en el tomo II,
libro undécimo, capítulo IV, el parágrafo uno, para describir a la Serpiente Tecutlaco-
zauhqui, y otros tipos de sierpes que él llama de tierra.
81 a) Esta interesante crónica ha sido editada de manera bilingüe náhuatl-castellano, por
el Instituto de Historia de la Universidad Central de México, en las prensas de la
Imprenta Universitaria, México, 1949.
b) Sobre este tema puede consultarse a León-Portilla, Miguel. Los Antiguos Mexicanos
a través de sus crónicas y cantares. Fondo de Cultura Económica, México, 1968.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 205

Con relación a todo esto, anotaremos finalmente que los Mexicas po-
seían dos calendarios que determinaban sus ceremonias religiosas. El más
importante era el llamado Tonalpohualli donde había una serie de trece nú-
meros, identificados con signos jeroglíficos. En ella, el 2 estaba representa-
do por un Aguila82. El Tlatoani o señor de México tenía igual jeroglífico.
El personaje mencionado bajo el nombre Martino, al cual se le añade el ad-
jetivo calificativo impío, indicándose sobre él que causó graves daños al obrar
del Aguilón o sea San Pedro de Alcántara, es el doctor Martin Lutherts. Personaje
que se cita en contraposición del otro Martino o sea el Beato Fray Martín de
Valencia y su importante labor evangelizadora en la Nueva España.
La Provincia Franciscana del Santo Evangelio de México, con su Cus-
todia de Yampico, fundada el año 1524, tuvo durante el siglo XVI entre
sus ministros provinciales, a los siguientes religiosos: Beato Fray Luis de
Valencia; Fray Luis de Fuensalida; Fray Toribio de Benavente –Motolínea; Fray
Alonso de Escalona, y varios comisarios apostólicos.
De acuerdo con la Lista citada fue esta como lo enuncia la Cartela, la
Madre de otras tantas provincias las cuales según su orden de antigüedad
son: 1. La de San Joseph del Yucatán. 2. La de los Santos Apóstoles San Pe-
dro y San Pablo de Mechoacán con la Custodia de Santa Catalina. 3. La del
Nombre de Jesús de Guatimala. 4. La de San Jorge de Nicaragua. 5. La de San
Gregorio Magno de las Filipinas de los Descalzos. 6. La de San Francisco de
Zachatecas. 7. La de San Gregorio de México de los Descalzos. 8. La de San
Santiago de Jalisco. 9. La de Santa Helena de La Florida.

6. Transcripción Textual a Plana y Reglón de la Cartela Letra E.


E. Salío de allí la tercera hacha ô mejor diremos Sol, S.n (San) Pedro
de (Alcanta)ra / Eliceo del Serafico Elias, de doblado espiritu, todo
fuego de celo y charidad / admírable Torrente dela Penitencia, y de
altissima contemplacion. Aguila tan / relevante que muchas vezes
arrodillado a las raizes delos arbustos, volando como / ave llegaba
atocar los mas altos ramos, principalmente ala vista dela Santa Cruz /
El qual para que en una palabra digamos todo, afsi renovó el espiritu
Apostolico del / Serafico P.e (Padre) enla orden delos Menores como
tambien al mismo P.e (Padre) ensi. (abreviatura incomprensible) y de
donde / salio el esquadron de descalsos de quienes fue (en su ultima
forma) guia ô Capitan / Viajaron admirables virtudes la redondes
deel mundo, è iluftro la Ameríca con ínsígnes feroes (héroes). La
europa con S. (San) Pasqual. Con veinte y tres Bienaventurados
Martìres la Asia. Y ultímamente con elBienaventurado Martir S.
(San) Juan de Prado la Africa.

82 Sobre la religión de los aztecas y sus calendarios, consúltese Caso, Alfonso, El Pueblo
del Sol, Fondo de Cultura Económica, México, 1971.
206 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

Comentario:
Esta última Cartela que, afortunadamente, se encuentra en buen estado
de conservación, excepto una pequeña pérdida de pintura al final de la
primera línea de la inscripción, se encuentra dedicada a enaltecer la figura
de San Pedro de Alcántara, realizando una equivalencia metafórica entre
éste y los más fieles compañeros de San Francisco de Asís. Tales como fray
Elías de Cortona. Así también, se subraya la benéfica labor evangelizadora
y de caridad cristiana, que han realizado los hermanos menores descal-
zos a través de “la redondes deel Mundo”, poniendo como ejemplo a varios
de sus más ilustres hijos.
En representación de Europa (y de España en particular), se nos presen-
ta la figura de San Pasqual Baylón, sobre el cual trataremos más adelante.
En lo que se refiere al Asia y sus Mártires, aquello se encuentra en rela-
ción con la misión que le cupo realizar en el extremo Oriente, a San Pedro
Blásquez (en adelante: Bautista) donde dio claro testimonio de su amor a
Jesucristo y al prójimo.
Este religioso nació en el paraje de San Esteban del Valle, reyno de Cas-
tilla La Vieja, en 1542. Hizo sus estudios en la Real y Pontificia Universi-
dad de Salamanca. Tras conocer a San Pedro de Alcántara, en 1567 regresa
a la ciudad de Salamanca pidiendo su ingreso como hijo de la Provincia
de San Joseph de Castilla de frayles descalzos, realizando su noviciado en el
Convento de Arenas de San Pedro, junto al sepulcro del gran contemplati-
vo y penitente San Pedro de Alcántara. En 1568 lleva a cabo la profesión so-
lemne y como tenía realizados los estudios eclesiásticos, incluso contaba
con el diaconado, prontamente fue ordenado sacerdote, siendo destinado
por los superiores al apostolado de la predicación. Como no le acomoda-
ba esta tareas, solicitó incorporarse a un grupo de religiosos que iban a
partir rumbo a Nueva España, adonde marchó en 1581, permaneciendo
entre los mexicanos por tres años.
Para San Pedro Bautista como para la mayoría de sus hermanos de há-
bito, su objetivo ideal era la evangelización de Asia –muy señaladamen-
te– la China, el Japón y Filipinas, aunque bien este último lugar se pen-
saba como trampolín para pasar al extremo Oriente. Dado su insistencia
finalmente la Orden le envió a las Indias Orientales llegando a la ciudad
de Manila, con las Letras Patentes de Comisario General en 1584. Donde
desarrolló una importante labor entre los pobres y enfermos, levantando
para su auxilio residencias y hospitales. Así, como, defendiendo sus dere-
chos conculcados por autoridades, encomenderos y alto clero.
Ahora bien, al presentarse graves inconvenientes entre las coronas de
Japón y España, dado que el Shugún Taiko Toyotomi Hideyoshi83 insistía

83 a) A fin de comprender la terminología que usaremos en el texto, conviene tener


presente lo que sigue. Títulos que de acuerdo con la cultura japonesa deben escribir-
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 207

en que los personeros españoles de Filipinas debían prestarle sumisión y


reconocer su poderío, el rey de España Don Felipe II le designó su Emba-
jador ante la corte imperial del crisantemo. Marchando a su nuevo destino
con cartas del gobernador don Gómez Pérez-Danneriños, el 26 de mayo
de 1593. Siendo acompañado de los hermanos legos fray Gonzalo García,
interprete, y fray Francisco de la Parrilla, enfermero. Desembarcando, tras
dura travesía, en las costas de la provincia de Nagoya, siendo bien recibido
por su Daihyo (gobernador). Habiendo esperado allí dos meses, de acuer-
do al protocolo japonés, Toyotomi les recibió en su palacio de su ciudad
capital Kyoto, tratándolos al comienzo con violencia y desprecio, pero al
ver a los frayles descalzos tan pacíficos y pobres se compadeció de ellos.
Acto seguido, conversando con San Pedro Bautista le ofreció su ayuda con-
cediéndole un solar en la comarca de Micayo, en Kyoto. Lo cual fue una
gran deferencia de su parte, porque en 1587 había decretado la persecución
del cristianismo y la expulsión de la Societatis Iesu del Japón. Pero, cabe de-
cir aquí, que tal actitud no se debió solamente a que los franciscanos hayan
sido de su gusto, sino que además que a través de ellos su influencia podría
serle útil para quitar poder al clero budista sobre el pueblo, así como que el
rey Don Felipe II podría realizar pingües negocios con él.
Contando, pues, con la anuencia y ayuda del taikōsama japonés, San
Pedro Bautista levantó entonces el Convento de Nuestra Señora de los Ange-
les, que fue la primera casa franciscana fundada en aquellas tierras, advo-
cación que también eligiese San Francisco de Asís para sus primitivos con-
ventos de Italia y España. Más tarde, con la colaboración de los sacerdotes
fray Gerónimo de Castro, Marcelo de Ribadeneyra y Agustín Rodríguez,
fundó los hospitales de Santa Ana y de San Joseph, donde se atendió con
amor a los leprosos de todo el Japón. Erecciones seráficas que se repitie-
ron con un convento y un hospital en las ciudades de Minayo y Nagasaki

se con letra inicial mayúscula, al anteponerse a un personaje. El Diccionario Japonés-


Español, Daigakusyorin, anota las equivalencias lingüísticas que copiamos:
Xugun o Shugun: Señor de la guerra. Condecoración dada por el emperador a un ge-
neral destacado, que debe ser miembro de un clan distinguido de antiguos shugunes.
Taiko: Principio fundamental. Sublime.
Taiko-Kanpaku: Regente imperial.
Taikōsama: Ser como otro. En este caso, como si fuera el Emperador del Japón.
Toyotomi: Ministro generoso.
Hideyoshi: Nombre de su clan.
b) Shugun Taiko-Kanpaku Toyotomy Hideyoshi (1537-1595): Nació en Nakamure-Ku,
Nagoya, provincia de Owari, hogar del Clan Oda. De acuerdo con las circunstancias
de su vida fue cambiando de nombre y apellidos, pues no tenía un linaje samurái
evidente. De origen humilde merced a sus astucia, intrigas, sobornos, homicidios e
inteligencia en el campo castrense, llegó a convertirse en un exitoso diplomático y
principal señor de la guerra de Japón. Esto le permitió pasar a estar en estrecha cer-
canía con el daihyo Nobu-Naga y a través de él con el Mikado. Siendo el hombre más
importante de su época sus reformas políticas pacificaron el país, sentando las bases
de shugunato Tokugawa. Su época el período Sengku es recordado hasta hoy por sus
numerosos legados patrióticos y culturales, en amplia bibliografía.
208 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

en 1594. Así, como también, de escuelas para niños de ambos sexos, y del
Hospicio de Nuestra Señora de Belén en la ciudad de Osaka en 1595. Llama-
do así por ser pequeño y muy pobre.
Aunque el trabajo realizado por los frayles descalzos era de todo punto
de vista óptimo, y su método de actuar novedoso pues ellos mismos ge-
neraban sus recursos, su presencia en el Celeste Imperio atrajo el celo y la
envidia de los jesuitas portugueses. Al punto que el obispo de Japón, don
Pedro Martínez, hijo de la Societatis Iesu, les prohibió toda actividad apos-
tólica y asistencial, e incluso la mendicación para sobrevivir, con el objeto
de que abandonasen su campo de acción allí. A fin de que todo esto no
favoreciera las relaciones con el Rey de España. Como San Pedro Bautista
le hizo ver que sus Letras Patentes y privilegios le daban plena autono-
mía, y que por lo tanto no aceptaría sus órdenes, el obispo Martínez y sus
hermanos debieron conformarse, pero quedaron atentos para vengarse
de él en la primera oportunidad. Ciertamente, la circunstancia precisa se
les presentó cuando en la bahía de Tosa naufragó una rica nave española
de comercio, y San Pedro Bautista con su gente se apresuró a ayudar en el
salvataje de sus tripulantes y las mercancías, lo cual hizo correr malignos
rumores contra los descalzos por parte de los consejeros de la corte y los
sacerdotes budistas, azuzados por los jesuitas portugueses. Pues, estos
últimos veían en los franciscanos un peligro creciente para la hegemonía
lusitana, por lo que se unieron a aquellos para lograr la anhelada destruc-
ción de los misioneros seráficos.
No se sabe exactamente lo que se le contó al Taiko-Kanpaku Toyotomi
Hideyoshi, la cosa es que el 8 de diciembre de 1596 San Pedro Bautista y
sus hermanos de las comunidades de Kyoto y Osaka fueron puestos bajo
arresto domiciliario. Y el 3 de enero de 1597, el embajador-misionero lle-
vado a la cárcel de Kyoto, donde se le amputó la oreja izquierda en señal
de ignominia84.
Unos días después, sin oportunidad de haberse defendido, fue conde-
nado a muerte junto a veintidós hermanos entre descalzos, colaboradores
y allegados, incluidos dos niños. A este grupo se le añadió posteriormente

84 a) Entre los aspectos que este tuvo en cuenta para llevar a cabo la persecución san-
grienta del cristianismo, se contó que tal doctrina espiritual hostilizaba las leyes del
Japón, motivaba la destrucción de los templos de sus dioses y la poca discreción de
su influencia.
b) Tal castigo se encontraba también vigente en la legislación española del siglo XVI,
siendo aplicada a ladrones y defraudadores. Célebre es el caso chileno del ex soldado
castellano Pedro Calvo de Barrientos mencionado en las crónicas, antiguo soldado del
marqués don Francisco Pizarro, a quien la justicia de la Ciudad de Los Reyes de
Lima, le hiciera merecedor de tal señal. Este por vergüenza huyó a Chile avecindán-
dose entre los naturales del valle de Quillota, siendo de gran ayuda al adelantado
don Diego de Almagro en su expedición descubridora de 1535.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 209

tres jesuitas amigos de San Pedro Bautista85. A todos los cuales también se
les cercenó la oreja izquierda. Al grupo de prisioneros imperiales se les
hizo peregrinar por el país, hasta el lugar elegido para su martirio. De-
biendo realizar el fatigoso camino a pie, desde la ciudad capital imperial
de Kyoto, en plena estación invernal caracterizada por el intenso frío y las
fuertes nevadas.
Finalmente, el 5 de febrero de 1597, los prisioneros y su escolta militar
llegaron al lugar elegido para su calvario. Ese día, a las tres de la tarde, los
mártires cristianos eran ejecutados cruelmente en la colina de Nishizaka, en
las afueras de la ciudad de Nagasaki. Uno a uno fueron alzados clavados
en cruces con sus rostros vueltos hacia el Sol Naciente y luego pinchados
con agudas lanzas, torturándoseles con antorchas encendidas hasta morir.
La lista alfabética completa de los XXIII Mártires de Asia de que trata la
Cartela, más los tres compañeros de sufrimiento jesuitas, es como sigue:
1. San Pedro Bautista: español, de Castilla La Vieja, embajador de la
Real Corona, comisario general de los frayles de la regular y estric-
ta observancia del Seráfico Padre San Francisco de Asís, sacerdote
misionero, padre de los pobres leprosos. Capitán de Mártires.
2. San Martín de la Ascención: español, de Guipúzcua, hermano lego
franciscano descalzo.
3. San Francisco Blanco: español, de Galicia, hermano lego franciscano
descalzo.
4. San Tomás Dangui: japonés, de Kyoto, farmacéutico y catequista.
5. San Antonio Deynan: japonés, de Nagasaki, laico.
6. San Francisco N.: japonés, de Kyoto, laico, médico.
7. San Francisco N.: japonés, de Kyoto, laico, carpintero.
8. San Gonzalo García: indú, de Bombay, hermano lego franciscano des-
calzo, intérprete, llamado el “brazo derecho de San Pedro Bautista”.
9. San Luis Ibaraky: japonés, de Owari, laico, niño de doce años de edad.
10. San Pablo Ibaraky: japonés, de Owari, laico, ex samurái, catequista.
11. San Gabriel de Ise: japonés, de Ise, laico, catequista.
12. San Felipe de Jesús: español-americano, de Nueva España, hermano
lego franciscano descalzo. Fue el primero en morir bajo tormento86.

85 Si bien en total los Mártires de Japón alcanzaron a veintiséis víctimas, la Cartela letra
E nos habla sólo de veintitrés, pues considera en este cómputo nada más que a los
hermanos franciscanos de la Primera y Tercera Orden, así como también a sus colabo-
radores y allegados tocados por el espíritu seráfico.
86 a) En el mundo Felipe de las Casas. Su figura es realmente digna de todo encomio,
pues este joven lego franciscano descalzo nacido en la Ciudad de México, Nueva
España, de padres españoles, en 1572, fue el blanco predilecto de la crueldad de los
soldados nipones. En la masacre de Nagasaki se le crucificó con una ajustada cadena
210 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

13. San León Karasumaru: japonés, de Owari, ex bonzo budista, laico,


catequista, colaboró activamente para la instalación de San Pedro
Bautista en Japón. Cabeza del grupo de Mártires seglares.
14. San Juan de Kinuya: japonés, de Kyoto, laico, artesano textil.
15. San Miguel Kosaky: japonés, de Ise, laico, artesano y carpintero.
16. San Tomás Kosaky: japonés, de Ise, laico, de catorce años de edad.
17. San Matías N.: japonés, no se conocen sus datos personales, solo se
sabe que los soldados buscaban a otro Matías y este se ofreció en
su lugar.
18. San Francisco de San Miguel: español, de Castilla La Vieja, hermano
lego franciscano descalzo, enfermero, de los primitivos compañe-
ros de San Pedro Bautista junto con San Gonzalo García87.
19. San Joaquin Sakakibara: japonés, de Osaka, laico, cocinero.
20. San Pedro Sukejiro: japonés, de Kyoto, laico, socorrió a los Mártires
durante su fatal peregrinación, tal abnegado servicio le valió para
ser agregado al grupo por las autoridades japonesas.
21. San Pablo Suzuky: japonés, de Owari, laico, encargado del hospital
de San Joseph de la ciudad imperial de Kyoto.
22. San Cosme Takeya: japonés, de Owari, laico, artesano y catequista.
23. San Ventura N.: japonés, de Kyoto, laico, ex bonzo budista, catequista.
II. Comunidad de los Padres Jesuitas.
1. San Pablo Miki: japonés, de familia ilustre del reyno de Tsunokuni,
hermano diacono jesuita, tenido como “el mejor predicador del Japón”.
2. San Juan de Gotoo: japonés, de Gotoo, hermano jesuita, músico y
pintor, catequista.
3. San Diego Kysai: japonés, de Okayama, hermano jesuita coadjutor,
encargado de atender a los huéspedes en la casa de su Orden en la
ciudad de Osaka.

al cuello que le asfixiaba. Así se le golpeó y finalmente se le atravesó con lanzas en los
costados, una de ellas destrozó su corazón que luego fue quemado con una antorcha
encendida.
De tal modo se convirtió en el primer Mártir de México.
b) El antiguo conventillo franciscano de Nuestra Señora del Carmen de Santiago de
Chile, conocido como Capilla de Ossa, al ser erigido en 1857 sede de la Comisaría Ge-
neral de los Santos Lugares (o de Tierra Santa), a cargo de religiosos de la Orden fue
puesto bajo su advocación. Recordamos haber visto en dicho convento, una antigua
pintura al óleo de este Santo hispanoamericano, en que se le representa con los atri-
butos de aquel hecho sangriento.
c) Fray Rigoberto Iturriaga Carrasco, ofm., ha redactado un folleto de 19 páginas
sobre esto titulado Notas para la Historia del Convento San Felipe de Jesús llamado Capilla
de Ossa, que dio a conocer en agosto de 1988.
87 En el mundo Fray Francisco de la Parrilla.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 211

De los XXVI Mártires de Japón, los veintitrés primeros pertenecientes


a la comunidad franciscana fueron beatificados por el papa de Roma, Su
Santidad Urbano VIII, el 15 de septiembre de 1627. Mientras que los se-
gundos, por el mismo pontífice, el 4 de abril de 1629. En la canonización
también hubo diferencias, pero se puede decir que los XXVI Mártires del
Japón, se consideran Santos desde el 10 de junio de 1862, reinando la Igle-
sia Latina Su Santidad Pio IX.
Su fiesta en el santoral franciscano y español se celebra el día 5 de fe-
brero, bajo el título de San Pedro Bautista y Compañeros.
Su fiesta en el santoral jesuita y japonés se celebra el día 6 de febrero,
bajo el título de San Pablo Miki y Compañeros.
Después de ocurrido este suceso las autoridades niponas se tranqui-
lizaron un tiempo, volviendo a incurrir en persecuciones contra los cris-
tianos católicos durante la primera mitad del siglo XVII. Entre las espo-
rádicas manifestaciones más significativas, estuvieron las llevadas a cabo
en 1613, 1617 y 1637. En la de 1617, por ejemplo, se derramó nuevamente
abundante sangre de los franciscanos descalzos siendo martirizado aquel
año, el sacerdote misionero San Vicente Ramírez de San Joseph y Compañeros.
De entre los documentos más fidedignos que han quedado de todos
estos hechos históricos que hemos narrado, de gran interés, son los re-
cuerdos dejados por testigos presenciales como lo fueron fray Marcelo
de Ribadeneyra, autor de una Historia de las Islas del Archipiélago Filipino y
fray Francisco de Santa Inés que lo fue de una Crónica de la Provincia Fran-
ciscana de San Gregorio Magno, cuyo manuscrito data de 1676. Obras en las
que el lector curioso puede hallar interesantes y útiles datos.
En lo que se refiere a la misión de los franciscanos descalzos al Africa, y
muy en especial con el “Bienaventurado Mártir San Juan de Prado”, según
se lee en la Cartela, los antecedentes concernientes a este punto son como
sigue. El Beato no San Juan de Prado, nació en el paraje de Mogrobejo, en
las montañas del Reyno de León, en el seno de una familia noble en 1563.
Realizó los estudios en la Real Pontificia Universidad de Salamanca. A los
veintiun años de edad vistió el hábito de los franciscanos descalzos en el
convento de San Francisco del pueblo de Rocamor, sito en Badajoz, Extre-
madura, perteneciente a la Provincia de San Gabriel de Castilla de Santa Des-
calcez. Tras cumplir el año de noviciado, hizo su profesión solemne el 18 de
noviembre de 1585. Ordenado presbítero se dedicó a la vida de oración y
penitencia, armonizada con un intenso apostolado, según los lineamientos
de la Reforma implantada por San Pedro de Alcántara. Su buena preparación
teológica le hizo un predicador muy estimado en toda España.
Sus cualidades y sus virtudes le hicieron merecedor de cargos de res-
ponsabilidad en la Orden de San Francisco, tales como maestro de no-
vicios, guardián de varios conventos, definidor y consejero provincial.
212 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

Cuando en 1620 la Provincia de San Gabriel se dividió en dos, fue nom-


brado primer ministro provincial de la recién fundada Provincia de San
Diego de Alcalá de Andalucía de Santa Descalcez, la que gobernó hasta 1623.
Hallándose libre de cargos administrativos no obstante su edad, su ma-
yor deseo fue la misión entre infieles, consiguiendo ser enviado a la Isla de
Guadalupe, en las Antillas Menores, pero diversas complicaciones se lo im-
pidieron. En estas circunstancias un hidalgo y rico comerciante de la ciudad
de Toledo, residente en el puesto de Cádiz, llamado don Alonso Herrera de
Torres, que tenía un agente de sus negocios en el reyno de Marruecos, le
comentó la situación de abandono religioso en que se encontraban los cau-
tivos cristianos, en la ciudad capital Marrakech, desde hacía cuarenta años.
En vista que la misión entre infieles de Marruecos, era de larga tradi-
ción seráfica desde el siglo XIII, siendo sus más vivos ejemplos el periplo
que hasta allá hizo San Francisco de Asís, confirmado con la sangre de los
Protomártires San Bernardo y Compañeros, y con la predicación y martirio
en Ceuta, de San Daniel y sus Compañeros. El Beato Fray Juan de Prado inte-
resándose muchísimo con la idea comenzó a realizar las respectivas dili-
gencias, para trasladarse hasta allá a fin de restaurar las misiones.
Habiendo conseguido un salvoconducto y licencia del rey Muley Lua-
li, que miraba con simpatía las relaciones con España y los cristianos, este
le autorizó para ir a Marrakech a administrar los sacramentos a aquellos
desgraciados. Así también, obtuvo permiso de las autoridades civiles,
eclesiásticas y de su propia Orden, entre las que se contaban unas Letras
Patentes del papa de Roma Su Santidad Urbano VIII que lo convertía en
Prefecto Apostólico. El religioso armado de todos estos papeles inició su
viaje el 27 de noviembre de 1630, desde el puerto de Cádiz, de cuyo con-
vento de Nuestra Señora de los Angeles era entonces guardián, acompañán-
dole fray Ginés de Ocaña, hermano lego, quién iba como su secretario, y
fray Matías de San Francisco, presbítero.
Luego de un incómodo viaje, al atardecer del 7 de diciembre de ese
año, llegaron a la fortaleza de El Jadida (Mazagán) entonces en poder del
Portugal, donde fueron bien recibidos. La Cuaresma de 1631 los misio-
neros la pasaron predicando, confesando y confortando a los habitantes
de la fortaleza. Pero un día ávidos de entrar pronto en tierra de infieles se
escaparon, mas el gobernador les mandó a buscar pues había muerto el
rey que les ofreciera su protección, siendo muy peligroso continuar con el
propósito que les había llevado a Marruecos.
Hallándose en Azamor en abril de 1631 el alcaide de la fortaleza les re-
cibió bien, pero el moro desconociendo luego el salvoconducto del antiguo
monarca les hizo prisioneros. Siendo trasladados encadenados a Marra-
kech a disposición del rey ‘Abd al-Mamilik, donde fueron internados en la
cárcel de Sagena, hasta que este tuviera a bien recibirlos. Tres días después,
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 213

fue llevado el Beato Fray Juan de Prado ante el rey para que le respondiera
por qué razón se hallaban en sus dominios. El Beato le explicó su historia y
después de oírla le preguntó cuál ley era mejor si la de Cristo o la de Mahoma
y como la respuesta que le dio no fue de su gusto lo mandó azotar en su
presencia, para luego hacerlo internar en el polvorín a fin de que moliese
sal, siendo este el preludio de su próximo Martirio. Después de unos días
el rey le volvió a llamar para discutir con él cuestiones de fe, pero molesto
con sus argumentos lo devolvió a prisión. Como el Beato Fray Juan de Prado
aprovechaba los encarcelamientos para predicar el Evangelio, a la mañana
siguiente el rey lo trajo ante si y trató de persuadirlo de la falsedad de la
“secta cristiana”, pero su contestación fue dura y contundente.
En vista de su actitud valiente y decidida encolerizado el tirano marro-
quí le hirió con el alfanje en la cabeza y sus servidores en la boca, más este
proseguía bañado en sangre con la predicación. Malherido, fue llevado a
la puerta del palacio atravesándolo con cuatro flechazos, como quedase
vivo lo apuñalaron salvajemente. Mandando ‘Abd al-Mamilik continuar
su martirio siendo quemado vivo. Mientras esperaba que armasen la pira
un moro le golpeó con un palo grueso en la cabeza dejándolo tirado en el
suelo. Finalmente le pusieron sobre la leña y le prendieron fuego mientras
este continuaba como podía con la predicación. En seguida, los moros le
apedrearon, partiéndole el cráneo de un fuerte hachazo.
Consecuente hasta el último aliento el glorioso Mártir Beato Fray Juan
de Prado, pasó al mundo espiritual el 24 de mayo de 1631. De acuerdo con
las informaciones recogidas sobre este hecho, se sabe que los cristianos
presentes recogieron de entre los tizones los restos de sus huesos para
conservarlos como reliquias.
Pero, de un día para otro todo cambió, pues un hermano del rey lla-
mado Mulaj al-Walid que tenía encarcelado, al tomar conocimiento de lo
sucedido armó una revuelta y mató al rey tirano, proclamándose nuevo
monarca. Este dio la libertad a algunos cautivos cristianos y a los dos reli-
giosos les permitió marcharse.
Por la mediación del duque de Medina Sidonia las reliquias del Beato
Fray Juan de Prado fueron traídas a España en compañía de sus dos herma-
nos de misión, vía Mazagán, siendo recibidas con honores en el puerto de
Sanlúcar de Barrameda, para pasar a reposar en el convento franciscano
de Sevilla y a partir de 1888 en el casi moribundo por las exclaustraciones
bajo el gobierno liberal, de Santiago de Compostela, que se convirtió con
muchas nuevas vocaciones en Colegio Apostólico de Misiones de Marruecos
y Tierra Santa88.

88 a) El convento de los frayles descalzos de la ciudad de Sevilla, hállase bajo la ad-


vocación de Nuestra Señora de los Ángeles y hubo de ser extinguido bajo la Primera
República Española en 1874.
214 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

Conjuntamente con todo esto la Causa de Beatificación fue tomada con


prontitud por las autoridades seráficas y admiradores españoles. Cierta-
mente, el VI ministro de la Provincia de San Diego de Alcalá y de Andalucía
fray Juan de Puelles, envió a comienzos del siglo XVII a Roma las prime-
ras informaciones, que completó varios años después en una amplia Me-
moria que, en realidad, fue el primer paso orientado a obtener el alzamien-
to a los altares de Fray Juan de Prado, para lo que contó con el testimonio
directo de su fiel compañero Fray Matías de San Francisco.
Este digno religioso descalzo que sobrevivió milagrosamente a la perse-
cución del desquiciado rey de Marruecos ‘Abd al-Mamilik, siendo testigo
cualificado de sus padecimientos y de su gloriosa muerte, no vaciló tampo-
co en consignarlos prontamente. Con paciencia y recogimiento redactó una
Relación Verdadera y Circunstanciada del Martirio del Venerable Padre Fray Juan
de Prado, que dio a luz en la ciudad de Madrid, en 1643. Obra que contiene
en detalle la historia del viaje a las Indias Orientales, su traslado misional a
Marruecos y su heroica muerte a manos de los musulmanes de aquel tiempo.
Esto, más tarde, fue apoyado por fray Buenaventura de San Diego, hijo es-
piritual del Mártir, quien en elogio suyo escribió una Vita, Martirio e Miracoli
del V. P. Fr. Juan de Prado, que envió a prensas en la ciudad de Roma, en 1714.
Después de un difícil proceso canónico el papa de Roma Su Santidad
Benedicto XIII, el 24 de mayo de 1728, firmó el decreto respectivo que lo
declaró Beato. Fijando ese mismo día del calendario santoral el de su fiesta.
A la luz de sus muchos méritos, virtudes heroicas y milagros, los fran-
ciscanos, sin embargo, no quedaron satisfechos con esta victoria a sus es-
fuerzos. Acto seguido, prosiguieron su lucha que aún se mantiene para
obtener su merecida Canonización. Habiéndosele designado Patrono y
Protector de las Misiones Franciscanas.
De acuerdo con documentos que hemos tenido a la vista, por momen-
tos se pensó con júbilo que esta se haría efectiva, corriendo tal noticia
como reguero de pólvora hasta los rincones más apartados de Hispa-
noamérica. Es así, que en publicaciones y estampas del siglo XVIII se le
menciona como San Juan de Prado. Un ejemplo claro y conciso de lo que
hemos dicho, es lo que se lee en la Cartela letra E del lienzo Apología de
la Venerable Orden Seraphica y su Sancta Reforma, perteneciente a la serie
pictórica cusqueña La Vida Del Glorioso San Pedro de Alcántara, que de esta
certeza deseada por el pueblo cristiano, es un vívido testimonio89.

b) Esta casa seráfica fue re-erecta canónicamente en el barrio sevillano de San Joseph
de Calmete, dependiente de la guardianía de San Buenaventura de Sevilla, por decreto
de fray Antonio Enríquez, padre ministro de la Provincia Bética, con fecha 12 de oc-
tubre de 1988.
89 Colección de documentos y estampas sobre las misiones españolas en tierra de infieles. Im-
prenta Real, Madrid 1853-1867. Doce volúmenes y un atlas geográfico.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 215

Ahora bien, con relación al texto de esta Cartela que se comenta, donde
se hace mención a los eminentes servicios prestados a la cristiandad, por
los hijos espirituales de San Pedro de Alcántara en diversos lugares del orbe
hasta el extremo del Martirio, hay algunos aspectos que aún faltan por tra-
tar. Ciertamente, en dicho contenido se lee al final de ella la afirmación si-
guiente: «Y ultímamente con el Bienaventurado Martir S.(an) Juan de Prado
la Africa». Lo cual por una parte comprueba documentalmente lo que he
dicho más arriba, respecto a la reacción de los católicos latinos del Imperio
de la Corona de España, escrito en este caso al pie de una pintura sacra
sudamericana del siglo XVIII, cuyo fin era ser expuesta públicamente en un
Claustro Principal, no obstante la equivocación canónica que aquí se enuncia
como cierta. Y por otra, que esta misma oración aporta un precioso dato
puntual concerniente a la historia y datación de La Vida, ya que al decir «Y
últimamente…», comprueba que esta tela no pudo haber sido realizada an-
tes del 24 de mayo de 1728, fecha en que fue Beatificado Fray Juan de Prado,
a quien aquí –por las razones que ya se han explicado– se le menciona como
S.(an) Juan de Prado. Cuya cruel y heroica muerte remeció los espíritus del
catolicismo español durante largo tiempo, entre estos el del hermano de la
Venerable Orden Tercera de Penitencia de San Francisco y XXX virrey del
Perú, don Joseph Antonio Manso de Velasco (1746-1761), contemporáneo
de todos estos sucesos. Donante de la serie pictórica alcantarina a los recole-
tos de la ciudad de Santiago de Chile y acaso inspirador de la antes copiada
frase, puesto que en una comunicación que hemos visto, se considera «el
más devoto admirador de San Juan de Prado…»90.

Décimo Séptima Parte

Algunas concordancias hagiográficas en el lienzo apología de la ve-


nerable orden seraphica y su sancta reforma.

Al estudiar con prolijidad la hagiografía del ponderado personaje que


es centro de atención de la Cartela letra D (Beato Fray Martín de Valencia),
y compararlo con los que aparecen nombrados en la letra E, resulta de la
investigación que entre ellos existen notables concordancias, que les rela-
ciona a lo largo de su historia personal. Las cuales explicadas en diversos
ítems son como sigue:

90 Archivo del Convento de Frayles Descalzos Franciscanos de la Ciudad de los Reyes


de Lima (A.D.L.), Fondo Relaciones con el Gobierno, Vol. 2, fol.12: Carta del Excmo.
Sr. Virrey del Perú Don Joseph Antonio Manso de Velasco al Venerable Discretorio
del Convento de Santa Recolección de la Ciudad de los Reyes de Lima sobre cierta es-
tampa del Beato Joan de Prado impresa en esa plaza, Los Reyes de Lima, 12 de septiembre
de 1760, folios sin numerar.
En este documento se menciona a este religioso como Santo.
216 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

1. Lugar Natal:
- San Pedro de Alcántara (1492-1562), natural de la Villa de Alcántara.
- San Pedro Bautista (1542-1597), natural del paraje de San Esteban del Valle.
Toponimias pertenecientes al Reyno de Castilla (La Vieja).
- Beato Fray Martín de Valencia (1493-1534), natural de la villa de Valen-
cia de Don Juan.
- Beato Fray Juan de Prado (1563-1631) natural del paraje de Mogrobejo.
Toponimias pertenecientes al Reyno de León.
2. Origen Familiar y Calidad:
- San Pedro de Alcántara (en el mundo don Pedro de León Villela y
Villela). De calidad Noble.
- San Pedro Bautista (en el mundo ¿don? Pedro de Blázquez…). Se ig-
nora su calidad. Teniendo en cuenta que el Rey de España Don Felipe
II le designara su Embajador ante el estricto Mikado del Japón, con co-
misión diplomática a título de emisario personal del Jefe del Estado,
representación que estaba reservada para los hijos de familias hidal-
gas, hace pensar que este religioso perteneciera a aquel estamento.
De presunta calidad Noble91.
- Beato Fray Martín de Valencia, se ignora su nombre y apellidos en el
mundo. Así como su calidad. Llama poderosamente la atención que
el Emperador Don Carlos V, le recomendara motu proprio con inusi-
tado interés ante el Papa de Roma Su Santidad Adriano VI, como si
fuese miembro de un esclarecido linaje de España, y que este a su
vez lo invistiera con títulos y privilegios reservados a las más altas
dignidades de la corte pontificia, para su traslado a la Nueva Espa-
ña. De presunta calidad Noble.
- Beato Fray Juan de Prado (en el mundo don Joan de Prado) De calidad
Noble.
3. Pertenencia original a la Orden Franciscana
- San Pedro de Alcántara, hijo de la Provincia de San Gabriel de Casti-
lla de Frayles Descalzos, en la familia Cismontana.
- San Pedro Bautista, hijo de la Provincia de San Gabriel de Castilla de
Frayles Descalzos, en la familia Cismontana.
- Beato Fray Martín de Valencia, hijo de la Provincia de San Santiago
de Castilla de Frayles Descalzos. Se traslada y es prohijado en la de
San Gabriel, en la familia Cismontana.
- Beato Fray Juan de Prado, hijo de la Provincia de San Gabriel de
Castilla de Frayles Descalzos, en la familia Cismontana.

91 En algunos papeles que hemos visto fray Pedro Bautista suele firmarse como Baptista
según la costumbre de la época.
2012] Estudio sobre el maestro Don Yzidoro... 217

4. Estudios Humanísticos y Teológicos:


- San Pedro de Alcántara, alumno de la Real y Pontificia Universi-
dad de Salamanca. Doctor en Sagrada Teología y Canones.
- San Pedro Bautista, alumno de la Real y Pontificia Universidad de
Salamanca. Doctor en Sagrada Teología y Canones.
- Beato Fray Martín de Valencia, alumno de la Real y Pontificia Uni-
versidad de Salamanca. Doctor en Sagrada Teología.
- Beato Fray Juan de Prado, alumno de la Real y Pontificia Universi-
dad de Salamanca. Doctor en Sagrada Teología.
5. Labor en la Orden de San Francisco:
- San Pedro de Alcántara, Prelado, Predicador. Escritor de obras de Mís-
tica. Reformador de la Orden de San Francisco. Padre de la Santa Des-
calcez. Fundador de la Provincia de San Joseph de Castilla de Frayles
Descalzos de Estricta Observancia, en la familia Cismontana.
- San Pedro Bautista, Prelado. Predicador. Creador de las Misiones
Franciscanas en el lejano Oriente (Japón) con excelsas virtudes
heroicas. Padre de los leprosos.
Fundador de la Provincia de San Gregorio Magno de las Filipinas de
Frayles Descalzos de Estricta Observancia, en la familia Cismontana.
- Beato Fray Martín de Valencia, Prelado, Predicador. Escritor de
obras religiosas e históricas. Instaurador de las Misiones y de la
Catequesis Franciscanas entre los indígenas de la Nueva España.
Padre de su Evangelización. Fundador de la Custodia de San Ga-
briel Arcángel de Castilla de Frayles Descalzos de Estricta Obser-
vancia, en la familia Cismontana92.
Fundador de la Custodia, luego Provincia del Santo Evangelio de
México de Frayles Descalzos de Estricta Observancia, en la fa-
milia Cismontana. Madre y Cabeza de las demás de las Indias
Occidentales y Orientales, en particular de las de la Nueva España.
- Beato Fray Juan de Prado, Prelado, Predicador. Teólogo Mariano de-
fensor de la doctrina del Beato Joan Duns Scotto. Restaurador de
las Misiones Franciscanas en Africa musulmana (Marruecos) con
acrisoladas virtudes heroicas. Padre de las Misiones entre Infieles.
Fundador de la Provincia de San Diego de Alcalá de Andalucía de
Frayles Descalzos de Estricta Observancia, en la familia Cismontana93.

92 Esta Custodia donde se guardó la más estricta descalcez según los lineamientos ex-
puestos por San Pedro de Alcántara, se desprendió de la antigua Provincia de San Ga-
briel de Castilla y para diferenciarla de esta el Beato Fray Martín de Valencia le añadió
el adjetivo de “Arcángel” (espíritu de ángel) para diferenciarla de esa provincia.
93 a) Esta Provincia seráfica surgió de la fracción de la antigua de San Gabriel de Castilla.
b) Para la redacción de esta Parte hemos tenido a la vista la antes mencionada Lista y
la Colección de documentos y estampas cit.
218 Anuario de Historia de la Iglesia en Chile [Volumen 30

I
Como se puede apreciar en la anterior recopilación de concordancias,
los religiosos descalzos anteriormente mencionados, no obstante que el
origen social, su incorporación a la Orden de San Francisco, sus estudios
universitarios, sus méritos en la Santa Descalcez y sus virtudes particulares
son, más o menos parecidos, llama poderosamente la atención que solo
dos de ellos Fray Pedro de Alcántara y Fray Pedro Bautista, alcanzaron la
categoría canónica de Santo de la Iglesia Católica Romana. Siendo, los que
, precisamente, tienen como patria común ser hijos del Reyno de Castilla.
Esto sugiere la gran importancia e influencia de esta región peninsular
por sobre los demás reynos. Lugar donde se hallaba la Capital del Impe-
rio y en ella el asiento del Comisario General de la Orden de San Francisco
para España, así como también todas las demás altas autoridades de la
monarquía, con poder para decidir sobre los más importantes asuntos
laicos y eclesiásticos. Situación que le permitió a Castilla sobresalir en todo
tipo de aspectos, alcanzando –incluso– triunfar en la defensa de los expe-
dientes de Canonización de sus más esclarecidos coterráneos.

II
Para dar por finalizado el análisis y comentario referentes al lienzo
Apología de la Venerable Orden Seraphica y su Sancta Reforma, solo nos resta
indicar que con el Martirio de San Pedro Bautista, las misiones franciscanas
en el Japón iniciaron un lento deterioro. Lo que se incentivó, más tarde,
fruto de las grandes persecuciones en contra de los cristianos, llevadas a
cabo durante el siglo XVII por parte del Mikado o sus Regentes Imperia-
les. Situación que redujo el número de creyentes a una pequeña Iglesia
del Silencio, en las afueras de la ciudad de Nagasaki, hasta la segunda
mitad del siglo XIX. Cosa que no sucedió con relación a Marruecos, pues
el ejemplo del Beato Juan de Prado motivó grandemente a los religiosos del
Colegio Apostólico de Misiones, los cuales volvieron a estar presentes en
África a partir del siglo XVII.
n

Los XII Apóstoles Franciscanos Descalzos de


México, presididos por el Beato Fray Mar-
tín de Valencia. Viñeta sel siglo XVI ejecu-
tada a pluma en el manuscrito del códice
del mestizo Diego Muñoz Camargo

También podría gustarte