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El trastorno histriónico de la personalidad

El trastorno histriónico de la personalidad generalmente comienza al final de los años de la


adolescencia o poco después de cumplir los 20 años.

Demandan continuamente ser el centro de atención y, con frecuencia, tratan de hacerlo


vistiéndose y actuando de maneras inapropiadamente seductoras y provocativas y expresándose
de forma muy dramática, no solo con posibles intereses románticos, sino en muchos contextos,
incluido el trabajo y la escuela. Quieren impresionar a los demás por su aspecto y, por lo tanto, se
preocupan a menudo por su apariencia.

Es constante que considere sus relaciones como más íntimas de lo que en realidad son. La
comunicación verbal es muy subjetiva y le cuesta establecer matices en las opiniones. Las
emociones, expresadas de forma dramática y teatral, suelen ser superficiales y volubles, por lo que
es muy sugestionable. La relación con los demás carece de empatía, no se generan sentimientos
hacia los demás como personas, pues son considerados como instrumentos para su fin. Es muy
frecuente que se genere un campo de envidias que dirige hacia los demás o que cree que los
demás dirigen hacia él.

Al menos cuatro de los criterios:

1) Dramatización de sí mismo, teatralidad o expresión exagerada de las emociones.

2) Sugestionabilidad y propensión para dejarse influir por los demás.

3) Afectividad lábil y superficial.

4) Búsqueda imperiosa de emociones y de actividades en las que pueda ser el centro de atención.

5) Conducta o apariencia inapropiadamente seductora.

6) Preocupación exagerada por parecer físicamente atractivo.

Con la edad se va atenuando la sintomatologia de este trastorno, si bien más por perdida de
energía que por una mejoría clínica.

Tratamiento.
Psicoterapia De orientación analítica, es quizá el tratamiento de elección.
Farmacoterapia. De forma sintomática, antidepresivos y antipsicóticos para los sintamos
depresivos y de desrealización.

TEXTO ADJUNTO “CASO CLINICO”


Trastorno de la personalidad narcisista.

Patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de admiración


y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y se presenta en diversos
contextos.

Tomar en cuenta cinco de los siguientes criterios:

1. Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia (p. ej., exagera sus logros y talentos, espera ser
reconocido como superior sin contar con los correspondientes éxitos).

2. Está absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor ideal ilimitado.

3. Cree que es “especial” y único, y que sólo pueden comprenderle o sólo puede relacionarse con
otras personas (o instituciones) especiales o de alto estatus.

4. Tiene una necesidad excesiva de admiración.

5. Muestra un sentimiento de privilegio (es decir, expectativas no razonables de tratamiento


especialmente favorable o de cumplimiento automático de sus expectativas).

6. Explota las relaciones interpersonales (es decir, se aprovecha de los demás para sus propios
fines).

7. Carece de empatía: no está dispuesto a reconocer o a identificarse con los sentimientos y


necesidades de los demás.

8. Con frecuencia envidia a los demás o cree que éstos sienten envidia de él.

9. Muestra comportamientos o actitudes arrogantes, de superioridad.

Tratamiento. Psicoterapia (Se recomienda enfoque psicoanalítico). El tratamiento de los narcisistas


es difícil y presenta la gran dificultad que los pacientes deben renunciar a su narcisismo para
iniciar la terapia. El paciente sabrá y conocerá mejor las técnicas terapéuticas que el propio
terapeuta.
Farmacoterapia. Los antidepresivos, los anticomiciales por su capacidad eutimizante y los
antipsicóticos atípicos, han demostrado relativa eficacia, pero la discontinuacion en el tratamiento
es frecuente en estos pacientes.

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