Está en la página 1de 10

Trastornos de personalidad.

Objetivos:

● Que se comprendan las características y la sintomatología de las personas que tienen los
trastornos de personalidad.
● Que el participante aprenda a evaluar y a establecer un diagnóstico diferencial,
conociendo los principales instrumentos de evaluación para estos trastornos.
● Que el participante conozca las técnicas de tratamiento adecuadas para estos trastornos y
aprenda a aplicarlas correctamente.

TRASTORNO

Trastorno es una alteración en las condiciones consideradas normales en un objeto, proceso u


organismo.
Trastorno deriva del latín, compuesto por el prefijo tras-, que significa “al otro lado”, y el
verbo tornare, que indica girar o tornear.

En psicología, los trastornos de personalidad son aquellas afecciones mentales,


comportamentales, emocionales y de pensamiento que interfieren con el desempeño social,
especialmente en el ámbito de las relaciones interpersonales.

Los trastornos mentales o psicológicos pueden ser tanto genéticos, biológicos o por anomalías
cerebrales.

Personalidad

La palabra personalidad deriva de “persona”.

Esta palabra se utilizaba en la Grecia Clásica para referirse a la máscara utilizada por los actores de
teatro durante las representaciones. Con el tiempo este término pasó a describir las características
aparentes de cada individuo, hasta llegar al concepto que define la Real Academia Española de la
Lengua como “la diferencia individual que constituye persona y la distingue de otra”.

Carácter

Carácter y temperamento son palabras que se han venido utilizando en el campo de la


personalidad en ocasiones como si fueran conceptos intercambiables. Sin embargo, existen
diferencias importantes entre sí.

El término carácter también procede del griego, y designa la señal o marca que se graba en alguna
cosa, siendo utilizado para referirse a las cualidades psíquicas que dan individualidad al ser
humano

Temperamento

Las características del temperamento son simples y primarias, están genéticamente determinadas,
aunque es posible que no se estabilice hasta pasados los primeros años de vida.
La personalidad es esa forma de ser, más o menos estable, que nos permite relacionarnos con
nosotros mismos, con los demás y con el entorno. Por esto mismo, se considera que la personalidad
es el resultado de las interacciones entre nuestra biología, nuestra mente y nuestro entorno.
Cuando esta forma de ser, de relacionarnos, genera sufrimiento en nosotros mismos, en los demás
o en el entorno, aparece lo que llamamos trastorno de la personalidad.

Síntomas dependientes de la cultura, la edad y el sexo.

La valoración de la personalidad debe tener en cuenta los antecedentes étnicos, culturales y


sociales del sujeto.

Los trastornos de la personalidad no se deben confundir con problemas asociados a la


adaptación a una cultura diferente que se da tras la inmigración o con la expresión de hábitos,
costumbres o valores religiosos o políticos propios de la cultura de origen del sujeto.

En especial si se evalúa a alguien de una cultura diferente, resulta útil para el clínico obtener
información de gente que conozca el entorno cultural del sujeto.

Curso

Las características de un trastorno de la personalidad suelen hacerse reconocibles durante la


adolescencia o al principio de la edad adulta.

Un trastorno de la personalidad es un patrón persistente de formas de pensar, sentir y


comportarse que es relativamente estable a lo largo del tiempo.

Para poder realizar el diagnóstico de trastorno de la personalidad es necesario que exista una serie
de condiciones.

Que se presente una forma estable de comportamiento caracterizado por maneras de percibir e
interpretar la realidad, afectividad y emociones, relaciones interpersonales y manejo de los
impulsos apartados de lo que se espera culturalmente de la persona.

Antes de realizar un diagnóstico de trastorno de la personalidad hay que descartar cualquier otra
enfermedad que afecte a la personalidad, a la expresión de la persona en contacto con los demás.

Así mismo es vital descartar que los síntomas presentes se deban a enfermedades médicas o al
consumo de sustancias.

La frecuencia con la que se presentan estas enfermedades es grande. Distintos estudios


consideran que entre un 7% y un 21% de la población presenta alguna de estas alteraciones.

Las cifras más reales parecen situarse en torno al 15%.


CRITERIOS DE DIAGNÓSTICO.

● El modo de ser propio del individuo y su forma permanente de vivenciar y de comportarse


se desvían en su conjunto o se salen de los límites de las normas aceptadas y esperadas en
la propia cultura. Esta desviación debe manifestarse en más de una de las siguientes áreas:

1) Cognición (esto es, en la forma de percibir e interpretar las cosas, las personas y los
acontecimientos del mundo; y en la manera de desarrollar actitudes o crear la imagen propia y de
los demás).

2) Estado de ánimo (rango, intensidad y adecuación de la afectividad y de la respuesta emocional).

3) Control de los impulsos y de las necesidades de gratificación.

4) Relaciones con los demás y estilo de relación interpersonal.

● La desviación debe ser persistente, en el sentido de manifestarse como un


comportamiento rígido y desadaptativo o interferir con las actividades en una amplia
gama de situaciones sociales y personales (es decir, la disfunción no se limita a un
estímulo o situación específica desencadenante).
● Presencia de malestar personal o una repercusión negativa en el ambiente social,
claramente atribuibles al comportamiento referido en el criterio B correspondiente al
trastorno de personalidad específico de que se trate.

GRUPO A

El trastorno de personalidad paranoide

Se caracteriza por un patrón de conducta estable caracterizado por la desconfianza y la suspicacia,


de forma que se interpreta maliciosamente la intención de los actos de los demás.

La sospecha de ir a ser engañados se mantiene constante pese a la ausencia de datos que lo


justifiquen, así evitan dar datos a los demás que consideran que serán utilizados en su contra.

La percepción continua de ataques contra su persona o a su reputación generan rencores


mantenidos de forma prolongada en el tiempo.

La desconfianza sobre la lealtad o fidelidad de amigos y parejas ocasiona graves dificultades de


convivencia

Tratamiento.Psicoterapia. Es el tratamiento de elección, si bien hay que manifestar la gran


dificultad que tienen estos pacientes para tomar conciencia de que su forma de comportarse esta
alterada, ya que interpretará que las sugerencias de los que le rodean para que inicie un
tratamiento entran dentro de un complot en su contra. Así pues estará permanentemente en una
postura defensiva. No es conveniente realizar muchas interpretaciones ya que aumentará la
susceptibilidad, su carácter rígido le impedirá comprender y asumir muchos de los consejos que se
le ofrezcan. Muchos no toleran el carácter agresivo de la terapia de conducta que se utiliza para el
entrenamiento en habilidades sociales.
Farmacoterapia. Será útil para tratar la agitación y la ansiedad así como las situaciones casi
delirantes que tendrá el paciente, por lo que se recomiendan benzodiacepinas y dosis bajas de
antipsicóticos atípicos. Hay estudios que demuestran la eficacia de la pimocida para reducir la
ideación paranoide.

El tratamiento es muy complicado de realizar, dado que muy raramente el paciente va a solicitar
ayuda y con mayor frecuencia desconfiará de la solución propuesta. Farmacológicamente se
recomendaba la utilización de neurolépticos de baja potencia, como pimozide, para evitar los
efectos secundarios. Más modernamente, otros neurolépticos de “segunda generación” con
escasos efectos secundarios también pueden facilitar la psicoterapia.

El trastorno esquizoide de la personalidad.

Dificultades para poder tener relaciones afectivas con otras personas y responderlas de forma
emocionalmente adecuada.No se suele desear ni disfrutar de las relaciones personales, ni siquiera
de la familia, por lo que se tiende a elegir actividades solitarias. No se disfruta de prácticamente
ningún tipo de actividad, ni amistad ni relaciones sexuales. Todo esto se enmarca en un clima de
frialdad emocional en el que los halagos o las críticas de los demás son irrelevantes.

Este trastorno debe distinguirse de otros trastornos de la personalidad, en especial del evitativo.
En éste el rechazo del contacto se produce por el miedo a ser rechazado. Las personas que
padecen este trastorno pueden ser extremadamente tímidas, temen hacer el ridículo y se
preocupan demasiado por no verse tontas.

Tratamiento Psicoterapia (Se recomienda humanista) Dada la gran capacidad de introspección de


estos pacientes, aunque se muestran distantes suelen tener una buena respuesta, llegando a
desarrollar una buena relación de confianza con el terapeuta. Pueden implicarse en terapias
grupales, aunque permanezcan en silencio, mejorando el contacto social.

Farmacoterapia. Dosis bajas de antipsicóticos atípicos, antidepresivos y psicoestimulantes se han


mostrado efectivas en algunos casos.

El trastorno esquizotípico de la personalidad

Serie de alteraciones en el comportamiento, pensamiento y percepción. Entre estas alteraciones


destacan las ideas de referencia, sin llegar a tener carácter delirante, estableciendo una tendencia
al pensamiento mágico que afecta a la conducta y que no se explica por normas subculturales
como la superstición.

Se producen problemas sociales e interpersonales junto a una reducción de las relaciones sociales
de comienzo al principio de la vida adulta. El aspecto en general es extraño, el pensamiento tiende
a la suspicacia, y la expresión del lenguaje se hace rara, así como las experiencias perceptivas.
El resultado final es una falta de amigos y de confianza, salvo en familiares de primer grado,
generando una elevada ansiedad social relacionada fundamentalmente con los miedos paranoides
más que con juicios negativos autocríticos sobre sí mismo.

Es importante descartar la fobia social.

Tratamiento. Psicoterapia (Se recomienda Gestalt) Se fundamenta en conseguir del paciente una
conciencia de realidad, pero el terapeuta debe esforzarse por tener un trato exquisito con el
paciente para enjuiciar ni ridiculizar las creencias y conductas de estos sujetos.
Farmacoterapia es quizá el tratamiento de elección mediante dosis bajas de antipsicóticos
atípicos, siendo la dosis mayor, semejante a la empleada para la esquizofrenia, cuando estos
pacientes tiene una descompensación psicótica.

GRUPO B

Una de las mayores controversias sobre los trastornos de la personalidad consiste en la


aceptación como enfermedad del trastorno antisocial de la personalidad.

Trastorno antisocial de la personalidad.

(Se presenta a partir de los 15 años de edad)

Se trata de personas que desprecian y violan con frecuencia los derechos de los demás, fracasan
en adaptarse a las normas sociales, son deshonestos para conseguir un beneficio personal o
simplemente por placer. Su actuación se suele enmarcar en la impulsividad, irritabilidad y
agresividad con gran dificultad para planificar el futuro con despreocupación de su seguridad o de
la de los demás. La irresponsabilidad y la falta de remordimientos les hace justificar su conducta
inadaptada socialmente.

La conducta no se modifica fácilmente a través de la experiencia adversa ni aun por medio del
castigo. La tolerancia a la frustración es baja, se descarga fácilmente la agresión (violencia)

Al menos cuatro de los siguientes deben estar presentes:

1) Cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía.

2) Actitud marcada y persistente de irresponsabilidad y desprecio de las normas, reglas y


obligaciones sociales.

3) Incapacidad para mantener relaciones personales duraderas.

4) Muy baja tolerancia a la frustración, con un bajo umbral para descargas de agresividad, dando
incluso lugar a comportamientos violentos.

5) Incapacidad para sentir culpa y para aprender de la experiencia, en particular del castigo.

6) Marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles de los


comportamientos conflictivos
Tratamiento Psicoterapia (Se recomienda enfoque Cognitivo-conductual) es imprescindible que
sea de larga duración siendo esencial e imprescindible marcar limites muy estrictos así como
transmitir un claro mensaje de autoridad.
Farmacoterapia. - Será un tratamiento sintomático. Hay estudios que demuestran la eficacia de los
anticonvulsivantes como la carbamazepina para controlar la impulsividad, Es imprescindible
administrar los fármacos de forma muy controlada.

El trastorno límite de la personalidad “BORDERLINE”

Caracterizado por un temor profundo al abandono o a la inestabilidad, y se puede tener dificultad


en tolerar estar solo. Sin embargo, la ira desmesurada, la impulsividad y los frecuentes cambios de
ánimo pueden alejar a los demás, pese a que quieran tener relaciones afectuosas y duraderas. Un
miedo intenso de abandono, incluso llegar a medidas extremas para evitar una separación o un
rechazo real o imaginario. Un patrón de relaciones intensas inestables, como idealizar a una
persona por un momento y luego creer que esa persona no muestra interés o es cruel.

Deben estar presentes tres de los criterios.

1) Cambios rápidos de identidad e imagen propias que incluyen el cambio de metas y


valores, y verse a sí mismo como malo y como si no existiera.
2) Períodos de paranoia relacionada con el estrés y pérdida de contacto con la realidad, que
puede durar desde algunos minutos hasta algunas horas
3) Comportamiento impulsivo y riesgoso, como apuestas, conducción imprudente, sexo
inseguro, ola de gastos, atracones o abuso de drogas, o sabotaje del éxito al dejar de
repente un buen trabajo o terminar una relación positiva
4) Amenazas o conductas suicidas o autolesiones, a menudo en respuesta al miedo de
separación o rechazo
5) Grandes cambios de humor que pueden durar desde algunas horas hasta algunos días,
que pueden incluir felicidad intensa, irritabilidad, vergüenza o ansiedad
6) Sentimientos continuos de vacío
7) Enojo intenso, inadecuado, como perder el temperamento con frecuencia, ser sarcástico o
amargado o tener peleas físicas

TEXTO ADJUNTO “EL DILEMA BORDERLINE”


Tratamiento

Psicoterapia: (Dialéctica conductual)

Se centra en la enseñanza de habilidades de afrontamiento para combatir impulsos destructivos,


regular las emociones y mejorar las relaciones mientras añaden validación. Incluyendo trabajo
individual y de grupo, fomenta la práctica de técnicas de mindfulness.

(cognitiva conductual) cambiar el pensamiento negativo y el comportamiento asociado aEl


objetivo es reconocer pensamientos negativos y enseñar estrategias de afrontamiento

Farmacos: No existe medicacion especifica para el tratamiento.

El trastorno histriónico de la personalidad

El trastorno histriónico de la personalidad generalmente comienza al final de los años de la


adolescencia o poco después de cumplir los 20 años.

Demandan continuamente ser el centro de atención y, con frecuencia, tratan de hacerlo


vistiéndose y actuando de maneras inapropiadamente seductoras y provocativas y expresándose
de forma muy dramática, no solo con posibles intereses románticos, sino en muchos contextos,
incluido el trabajo y la escuela. Quieren impresionar a los demás por su aspecto y, por lo tanto, se
preocupan a menudo por su apariencia.

Es constante que considere sus relaciones como más íntimas de lo que en realidad son. La
comunicación verbal es muy subjetiva y le cuesta establecer matices en las opiniones. Las
emociones, expresadas de forma dramática y teatral, suelen ser superficiales y volubles, por lo que
es muy sugestionable. La relación con los demás carece de empatía, no se generan sentimientos
hacia los demás como personas, pues son considerados como instrumentos para su fin. Es muy
frecuente que se genere un campo de envidias que dirige hacia los demás o que cree que los
demás dirigen hacia él.

Al menos cuatro de los criterios:

1) Dramatización de sí mismo, teatralidad o expresión exagerada de las emociones.

2) Sugestionabilidad y propensión para dejarse influir por los demás.

3) Afectividad lábil y superficial.

4) Búsqueda imperiosa de emociones y de actividades en las que pueda ser el centro de atención.

5) Conducta o apariencia inapropiadamente seductora.

6) Preocupación exagerada por parecer físicamente atractivo.

Con la edad se va atenuando la sintomatologia de este trastorno, si bien más por perdida de
energía que por una mejoría clínica.
Tratamiento.
Psicoterapia De orientación analítica, es quizá el tratamiento de elección.
Farmacoterapia. De forma sintomática, antidepresivos y antipsicóticos para los sintamos
depresivos y de desrealización.

TEXTO ADJUNTO “CASO CLINICO”

Trastorno de la personalidad narcisista.

Patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de admiración


y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y se presenta en diversos
contextos.

Tomar en cuenta cinco de los siguientes criterios:

1. Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia (p. ej., exagera sus logros y talentos, espera ser
reconocido como superior sin contar con los correspondientes éxitos).

2. Está absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor ideal ilimitado.

3. Cree que es “especial” y único, y que sólo pueden comprenderle o sólo puede relacionarse con
otras personas (o instituciones) especiales o de alto estatus.

4. Tiene una necesidad excesiva de admiración.

5. Muestra un sentimiento de privilegio (es decir, expectativas no razonables de tratamiento


especialmente favorable o de cumplimiento automático de sus expectativas).

6. Explota las relaciones interpersonales (es decir, se aprovecha de los demás para sus propios
fines).

7. Carece de empatía: no está dispuesto a reconocer o a identificarse con los sentimientos y


necesidades de los demás.

8. Con frecuencia envidia a los demás o cree que éstos sienten envidia de él.

9. Muestra comportamientos o actitudes arrogantes, de superioridad.

Tratamiento. Psicoterapia (Se recomienda enfoque psicoanalítico). El tratamiento de los narcisistas


es difícil y presenta la gran dificultad que los pacientes deben renunciar a su narcisismo para
iniciar la terapia. El paciente sabrá y conocerá mejor las técnicas terapéuticas que el propio
terapeuta.
Farmacoterapia. Los antidepresivos, los anticomiciales por su capacidad eutimizante y los
antipsicóticos atípicos, han demostrado relativa eficacia, pero la discontinuacion en el tratamiento
es frecuente en estos pacientes.
Grupo C - Ansiosos

Trastorno de la personalidad evitativo (evasiva, elusiva)

Caracterizado por sentimientos de tensión y aprensión, inseguridad e inferioridad.

Hay un anhelo permanente por gustar y ser aceptado, una hipersensibilidad al rechazo y a la
crítica, conjuntamente con una restricción de los afectos personales y una tendencia a evitar
ciertas actividades.

Al menos cuatro de los siguientes:

1) Sentimientos constantes y generalizados de tensión emocional y temor.

2) Preocupación constante consigo mismo y sentimientos de inseguridad e inferioridad.

3) Hipersensibilidad al rechazo y a las críticas

4) Resistencia a entablar relaciones personales, a no ser que se reciban fuertes garantías de una
aceptación sin críticas.

5) Restricción del estilo de vida, debida a la necesidad de certeza y seguridad.

6) Evitación de actividades sociales y laborales que conllevan un contacto interpersonal


significativo debido al miedo a la crítica, a la desaprobación o al rechazo.

Tratamiento. Psicoterapia. Es de gran utilidad la terapia grupal y el entrenamiento asertivo.


Farmacoterapia. Se obtiene buenos resultados con el atenolol para tratar y paliar la hiperactividad
del sistema nervioso autónomo, así como los serotoninergicos para disminuir la sensibilidad al
rechazo.

Para distinguirlo del trastorno dependiente de la personalidad es importante fijarse en que la


inseguridad del dependiente se soluciona cuando es acompañado en la ejecución de la tarea o en
la toma de decisión, mientras que en el evitativo no.

El trastorno de la personalidad por dependencia

necesita sentir que los demás se ocupan de uno, desarrollando conductas de sumisión, con miedo
a la separación y soledad. Es incapaz de tomar decisiones cotidianas si no es intensamente
asesorado por los demás, que deben asumir sus responsabilidades y de cuyas opiniones no se
puede discrepar. En ocasiones, el deseo de mantener la “protección” de los demás lleva a realizar
tareas desagradables que nadie más quiere realizar. Por esa inseguridad son incapaces de iniciar o
crear proyectos, de cuidar de sí mismos, lo que genera un miedo intenso a ser abandonado y si eso
sucede buscan urgentemente otra relación que aporte el cuidado y apoyo necesarios.

(Hay tendencia por transferir responsabilidad a los demás)


Al menos cuatro de los siguientes:

1) Fomentar o permitir que otras personas asuman responsabilidades importantes de la propia


vida.

2) Subordinación de las propias necesidades a las de aquellos de los que se depende y sumisión
excesiva a sus deseos.

3) Resistencia a hacer peticiones, incluso las más razonables a las personas de las que se depende.

4) Sentimientos de incomodidad y abandono al estar solo, a causa de un temor exagerado a ser


incapaz de cuidar de sí mismo.

5) Preocupación acerca de ser abandonado a su propia suerte. 6) Escasa capacidad para tomar
decisiones cotidianas sin un apoyo consejo y reaseguramiento excesivo por parte de los demás.

Tratamiento. Psicoterapia (Se recomienda enfoque humanista/Cognitivo-Conductual): Son


pacientes colaboradores y disciplinados. Terapias orientadas a la introspección, conductuales y
asertivas, grupales y familiares suelen tener buenos resultados.
El paciente puede abandonar la terapia cuando el terapeuta propone la ruptura de su vinculo por
considerarlo patológico. Esto es frecuente encontrarlo en muchas mujeres maltratadas durante
largo tiempo.
Farmacoterapia: Las benzodiacepinas y los serotoninérgicos son fármacos útiles para paliar los
síntomas ansiosos y depresivos que estos pacientes presentan con frecuencia.

TEXTO ADJUTNO “Caso Clinico”

El trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad

Es para algunos la forma menor del trastorno obsesivo-compulsivo. Esta personalidad conlleva
una preocupación patológica por el orden, el perfeccionismo y el control, impidiendo la
flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia. Los detalles, normas, listas y horarios hacen perder de
vista el objetivo principal. Las tareas no se terminan en plazos habituales, por lo que requiere una
dedicación al trabajo y a la productividad que excluye actividades de ocio y tiempo libre, no puede
delegar.

Aparenta avaricia, tacañería, debido a la restricción de gastos económicos para sí y para los
demás, incluso acumula objetos que han perdido la utilidad y carecen de valor sentimental.

Las características obsesivo-compulsivas de personalidad se asocian con frecuencia, tal como


demuestran múltiples estudios, a la enfermedad cardiovascular, constituyendo un factor de riesgo
para ello.

(Recomendar ver película TOC TOC, Netflix)

También podría gustarte