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LAS DERECHAS EMERGENTES Y SUS ESTRATEGIAS DISCURSIVAS:

LOS NUEVOS MITOS POST-IDEOLOGICOS DEL LIBERALISMO

Hernán Reyes Aguinaga

Dado lo corto del tiempo para esta exposición, la abordo de inmediato en sus
contenidos.
1) Voy a empezar destacando la necesidad de entender que no sólo en
Ecuador sino en toda Latinoamérica, estamos asistiendo al surgimiento
cada vez más evidente de una serie de versiones “renovadas” de
movimientos -y especialmente fuerzas partidarias- que se podrían
caracterizar como “de derecha” y que este rasgo afecta de manera
sustancial a la forma de ejercer el poder y de disputar el acceso a éste.
2) En segundo lugar propondré algunos elementos que tienen en común
las diferentes versiones de las derechas y sus estrategias político-
discursivas, en el caso ecuatoriano.
3) Finalizaré con una aproximación a cómo estas estrategias han ubicado
al campo mediático e hiper-mediático como el espacio clave de su
posicionamiento y qué tipos de “discursos-clave” se pretende
posicionar en esta reconfiguración del espacio de disputa simbólica .

Hay ya es bastante aceptado hablar del “ciclo” marcado por el ascenso de


gobiernos cuya propuesta básica fue cortar la aplicación del modelo
neoliberal, en lo político y en lo económico y recuperar el papel del Estado
como agente regulador y distribuidor. Este ciclo habría empezado en 1998 con
el triunfo de Chávez en Venezuela y se habría extendido a países como
Argentina, Bolivia, Ecuador y Paraguay, entendiendo que este rasgo central
también estaría presente en los triunfos del PT en Brasil y del Frente Amplio
en Uruguay.
Desde la visión de algunos “cientistas sociales”, estos proyectos contrarios al
neoliberalismo y los gobiernos que los plantearon tomaron dos formas

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básicas: la populista y la “izquierda moderna” y así el mapa político-
ideológico mostraría tal bifurcación.

En un trabajo anterior tratamos de responder entre otras a la pregunta


¿Cuál es el objeto real de la disputa por la hegemonía en lo que
tiene que ver con la información masiva, la comunicación social y la cultura?

En el caso ecuatoriano. Y nuestro intento de respuesta fue que


“al igual que en el resto de los países que optaron por el «giro posneoliberal»,
mediante innovaciones normativas y la propuesta de políticas públicas con
propósitos democratizadores se posibilitaron transformaciones de fondo a nivel d
ela estabilidad económica , la redistribucion de la riqueza y en el ejercicio de
derechos ciudadanos , aparte de la transformación del escenario comunicacional,
prácticamente inviable sin la decidida intervención del Estado”

En ese trabajo, presentado precisamente en el número 249 de la Revista


Nueva Sociedad correspondiente a enero-febrero de 2014, ya levantamos una
discusión con las tesis politológicas que cuestionaban el talante democrático
de lo que denominaban entre otro Carlos de la Torre como “populismos”
indicando que el proceso de la Revolución Ciudadana en el caso ecuatoriano
relegitimó el Estado, lo cual, frente a la concepción usual de que la lucha por
la hegemonía enfrenta al «pueblo» y al «bloque en el poder» (estatal) «bajo
las condiciones de la globalización y de cara a la crítica neoliberal y la
privatización de las funciones del Estado, era paradójicamente» necesario de
ser realizado en términos de recuperación de institucionalidad política en su
conjunto, destrozada por el modelo neoliberal

Así habíamos abordado “los cruces entre lo mediático y lo político como


cuando relaciona la opinión pública con la hegemonía política, al definir la
primera como «el punto de contacto entre la ‘sociedad civil’ y la ‘sociedad
política’, entre el consentimiento y la fuerza».

De esta forma, al caracterizar la opinión pública como el contenido político de


la voluntad política pública que puede llegar a ser discordante, entiende la
importancia de luchar por su control, de modo «que una sola fuerza modele la
opinión, y por lo tanto, la voluntad política nacional, convirtiendo a los
disidentes en un polvillo individual e inorgánico»8.

2
Desde esta perspectiva, todo proyecto político, y más aún si se acerca a un
cambio estructural, tiende obligadamente a devenir en reforma (dirección)
intelectual y moral de la sociedad, y tiene afectación en las formas de pensar
y conocer, así como de explicar la realidad, con el propósito de unificar el
bloque social, que es siempre heterogéneo y contradictorio.

En otro trabajo personal contenido en una publicación de CLACSO (2010)


afirmábamos qye

Tras el oscuro periodo de ruptura de la gobernabilidad entre 1997 y 2005, lo que


parecía ofrecer Correa era la recuperación de valores y de institucionalidad. Para ese
fin, desde el inicio de su gestión armó un aparato de comunicación política de resgos
publicitarios, de gran alcance para posicionar la idea de que “la patria ya es de
todos”, eslogan central de su campaña política. Así, “la patria” se vuelve el gran
motivo cultural del gobierno de Correa, al convertirse en un significante que se torna
llenado y reinventado constantemente., mediante la recuperación de una serie de
símbolos Por esta vía el gobierno ha pretendido reformular el imaginario ciudadano
de la política, fracturado por la crisis de legitimidad y representatividad que se
ahondó en el Ecuador entre 1996 y el 2006 y que produjo el divorcio entre el Estado
y la sociedad civil.

(..)hay dos elementos que resultan clave para comprender no solo sus consecutivos
éxitos electorales, sino el mantenimiento de la credibilidad y la legitimidad aun en
situación de abierta conflictividad contra varios sectores económicos, políticos e
incluso sociales de importancia. Por un lado, electoralmente el gobierno ha puesto
en práctica una estrategia de comunicación política basada en el uso intensivo del
marketing político y por el otro ha polemizado respecto a un tema sumamente
sensible en el país: la libertad de expresión.

El resultado de esa estrategia ha sido un factor fundamental, a nuestro


entender- de una aguda polarización que ha permitido al gobierno lograr
sucesivas elecciones hasta febrero de 2014. En este sentido hacer un balance
actual del escenario político incorporando una mirada sobre la comunicación
y la cultura es imprescindible antes de abordar el tema del ascenso emergente
de las derechas en el país.

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MARCO CONCEPTUAL

II) Entender la política a nivel del país supone un esfuerzo para no mirarla”
“desde arriba” (es decir desde el poder) sino comprender la heterogeneidad
social y política que no es un espacio homogéneo sino más bien diverso en
tradiciones, trayectorias, interpretaciones y posicionamientos, y obviamente
en tensión permanente, donde las distintas discursividades políticas
fundamentan su accionar en lograr una identificación, que generalmente
toma la forma de una “polarización”.

Respecto al asunto de la construcción identitaria siempre presente en la


disputa político ideológica, Schuttenberg, retomando a Laclau (2005) se
proponer entender que

“en la conformación de las identidades no hay una totalización sin la


exclusión. La constitución de una identidad política requiere la división
antagónica de la sociedad en dos campos –uno que se presenta a sí
mismo como parte que reclama ser el todo–, en oposición a otro que
sería la versión contraria de los intereses populares” .
Así, se asiste permanentemente a la emergencia de procesos de lucha por la
hegemonía:

Gramsci sugiere que la hegemonía implica que los valores y visión del mundo de las
clases dominantes se convierten en una especie de “sentido común” compartido por
los grupos dominados, en virtud del cual terminan aceptando –aunque no
necesariamente justificando– el ejercicio del poder por parte de los grupos
dominantes. Dicho sentido común es diseminado y adquirido a través de un proceso
complejo en el que la educación, la religión y la cultura juegan un papel crucial
(Szumurk y McKee, 2009).

Para Stuart Hall, “la noción de hegemonía implica una política de identificación
del imaginario. Este ocupa un lugar discursivo que no está exclusivamente
delimitado por la historia de la izquierda o de la derecha. De alguna manera
existe entre estas polaridades políticas”1

1 Bhahba Homi, “El compromiso con la teoría”, en http://www.cubaliteraria.com/huellas/baba.asp

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Lo anterior implica que a nivel discursivo se da una continua reconformación
de “dos campos antagónicos, en el cual la una parte se profundiza la
identificación de un enemigo “directo” (por ejemplo en “la derecha” o
anteriormente en “el comunismo”) , que puede extenderse a la de un enemigo
“interno” dentro del propio movimiento o partido en el poder, de un enemigo
“externo” en el plano internacional, y hasta una diferenciación “dentro del
propio campo popular” encarnada en el debate que mantienen con lo que
consideran –en el caso ecuatoriano- una izquierda “infantilista” o “ecologista”.

Según Schuttenberg

ese esfuerzo por reducir la diversidad de lo social es lo que Laclau (1990, 2005)
denomina como hegemonía. El terreno de la constitución de la hegemonía es el
discurso, es decir, requiere de una operación hegemónica significante orientada a la
articulación de elementos. Retoma como central la categoría de discurso puesto que
se entiende a la sociedad como discurso a partir que es una ordenación particular
de elementos. Discurso en términos de Laclau es el conjunto de relaciones sociales
y producciones de sentido que componen determinada sociedad. Lo social es
entonces el campo en donde se da la lucha por la hegemonía que es una lucha
política. En este marco lo político se concibe como un modo de relación entre
colectivos humanos –la relación de tipo amigo-enemigo– en vez de fenómeno que
surge en un sitio o esferas específicas. (Arditti, 2005, cit. Por Shuttenberg, 2009).

De esta forma, se podría decir que el campo de lo social en L.América se ha


configurado como una “guerra de trincheras” en la que diferentes proyectos
políticos intentan articular en torno de sí mismos un mayor número de
significantes sociales. En la imposibilidad de lograr una fijación total radica el
“carácter abierto de lo social” que siempre se reconstituye en el vaivén entre
una hegemonía estable y períodos de crisis orgánica, los cuales debilitan las
articulaciones hegemónicas básicas. Por tanto, es imposible que una fuerza
social pueda imponer su dominio hegemónico de un modo completo (Laclau,
1990: 44).

Por su parte, Chantal Mouffe (2007) también entiende lo conflictivo y lo


antagónico como lo constitutivo de lo político. De hecho retoma a Schmitt
para afirmar que las identidades políticas consisten en un cierto tipo de
relación nosotros/ellos. Con ello se destaca la naturaleza relacional (y por
ende discursiva)de las identidades políticas

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III) En este mismo sentido según J.J. Brunner (1988) “existe una conexión
profunda entre el sistema político prevaleciente en una sociedad determinada
y el régimen comunicativo que aquél en parte condiciona y al cual necesita
para subsistir (p. 65)”. Esta aproximación nos es útil para analizar cómo “en
diversos momentos en la vida de las sociedades, distintos regimenes
comunicativos “pugnan por imponerse y por controlar en la sociedad la
producción de sentidos, de verdades, de temas públicos, de esquemas de
comprensión y de evaluación (p. 75)”.

De este modo, la emergencia de antagonismos y el tipo de “régimen


comunicativo” abren la posibilidad de la reconfiguración del orden social por
medio de la lucha política e ideológica. Creemos ver una tendencia en cuanto
a la disputa entre regímenes comunicativos de carácter unidireccional-
verticalista o monológico y la propuesta de nuevos regímenes comunicativos
de tipo liberal (Fabio López de la Roche, 2014)

Es importante prestar atención en las experiencias que De la Roche llama


“neopopulistas” como sus correspondientes regímenes comunicativos que
acompañan los sistemas políticos de los Gobiernos del socialismo del siglo XXI,
definidos en términos de procesos de construcción discursiva desde el poder
de reales o supuestos “enemigos nacionales” y al uso de la noción de
“enemigo” para los propósitos de cohesión de la población en
apoyo a los Gobiernos.

En la lógica planteada por Laclau (2010) acerca del populismo como modalidad
de articulación de sentidas demandas sociales, se tiene que recoinocer el papel
de los MM.CC –y no solo en el caso de Colombia- en la permanente
construcción de información que retrata como “excluyentes, ideológicas y
poco pragmáticas”, hacia los gobiernos de orientación socialista,
posneoliberal, neodesarrollista o de izquierdas en la región (el Ecuador de
Correa, la Bolivia de Evo Morales, la Venezuela de Chávez, e incluso la
Argentina de los Kirchner), así como a las distintas variaciones del chavismo
(De la Roche)

Pareciera ser, como lo sugiere Ricardo Forster (2010) para la interpretación de la


visión hegemónica de los grandes medios en la Argentina de hoy, que el
neoliberalismo ha creado e impuesto a nivel de la opinión un sentido común

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neoliberal que desvaloriza y descalifica radicalmente otras posibles
interpretaciones de la realidad y otras posibles orientaciones de la política pública
que no se inscriban en ese tipo de sentido común y de discurso hegemónico

Desde este marco conceptual anterior es posible acercarse a descifrar cómo


se estaría viviendo en la región una situación –heterogénea y desigual- de
debilitamiento de las articulaciones hegemónicas construidas por las
“izquierdas”, lo que deviene en las actuales disputas discursivas entre las
“izquierdas” en el poder y las “derechas” que pretenden emerger como
alternativas viables2 y que para ello usan el aparataje (hiper) mediático que
aun en gobiernos anti-neoliberales siguieron teniendo a su favor

Otro punto que no podemos dejar de sostener es que no se puede renunciar


así como así a las etiquetas políticas de “izquierda y “derecha” como algunos
análisis y discursos políticos y en boga proponen.

Para ello siguiendo las reflexiones de Piergiorgio Corbetta, Cavazaa y Rocatto


defendemos la relevancia y el sentido incremental que tienen en la politica los
términos de “derecha” e izquierda” en referencia a oentenidos más concertos
como “partidos “ y “líderes”, tesis que sustentan desde desde una fuerte base
empírica.

Esta relevancia opera a dos niveles: en el colectivo, la izquierad y la dercha


sdon marcos orientadores y refernciales para comunicar posiciones políticas
en ese espacio, y tiene utilidad respecto a los ocnflcitros y las comuninalidades
(identitarias); a nivel individual, sirven para tomar decisiones y hacer juicios d
evalor sobretoido en el terreno electoral, tanto como factor informativo como
motivador

Por estas razones, rechazamos la tesis del posible “fin de las ideologías”
propuesta con fuerza por D. Bell en los 60s, puesto que tal fin no se ha
materializado” según estos autores sino más bien ha adquirido nueva vida y

2
Schuttenberg Mauricio, Antagonismo, identidad y diferencia. La construcción del
enemigo político como puente discursivo de inserción en el gobierno de los movimientos
sociales “nacional populares”, Revista Oficios terrestres, UNLP, 2009
7
nuevo significado en la política occidental, al tener una participación activa en
los conflcitos políticos.

Por ello es pertinente tratar de desentrañar cómo operan a nivel concreto


estas categorías, en especial la derecha, puesto que según Corbetta y cia. Esta
dicotomía izquierda derecha tiene un eje estático que tiene que ver con el
juego “diferencia-igualdad” y uno dinámico, referido a “valores materialistas”
en mayor o menor grado.

En tal sentido, las representaciones sociales o sea las formas de “conocimiento


social” )valores, creencias, opiniones, repertorios semánticos y teorías del
sentido común) que giran alrededor de estos “marcos” referenciales (izquierda
versus derecha) provocan ayudan a entender no sólo la dinámica sino el mapa
semántico de la política en un escenario concreto.

LOS DISCURSOS DE LA DERECHA (Y DE ALGUNAS IZQUIERDAS)

De hecho, toda postura política tiene su propia semántica. En ese sentido, el


discurso de las derechas se asienta en una serie de ideas fuerza que enfatizan
la construcción de una emocionalidad masiva de “malestar” a tres niveles:
político (cuestionamiento de los supuestos del totalitarismo, autoritarismo,
caudillismo, control presidencial de todos los poderes ) ideológico-moral (la
lucha contra toda forma de restricción moralista desde el poder político (a la
libertad de expresión y opinión, ataques a la libertad y diversidad sexual etc)
y finalmente y a nivel creciente, de orden económico (al libre accionar
empresarial y la libertad de consumo material de cada persona)

Obviamente el frame que rodea y a la vez sirve de asiento a estas claves


discursivas tiene que ver con la “cultura política” del país (clientelismo,
mesianismo etc), con las pautas y modalidades de subjetivación desplegadas
por el desarrollo del capitalismo en el Ecuador (consumismo-individualismo
etc) y con las “luchas culturales por el reconocimiento y las identidades”.

TESIS POLITICAS DEL MALESTAR DE LA DERECHA LIBERAL: DEMOCRACIA,


LIBERTADES Y PLURALISMO, DERECHOS/RESPETO Y UNIDAD EN LA
DIVERSIDAD (ideológica, cultural y territorial)
8
Hay variadas tesis que en una perspectiva como la de Lakoff, han ido
construyendo encuadres dominantes cada vez más fuertes que diputan
sentido a los post-neoliberales

Acusación de autoritarismo…con elecciones.(Basabe)


modelo autoritario-competitivo del gobierno de Rafael Correa. Más allá de la obra
pública realizada y de la ausencia de suficiente evidencia empírica para valorar los
efectos reales de dicha inversión, en Ecuador los espacios para el disenso son cada
vez menores. Para ejecutar la política de persecución y amedrentamiento político el
gobierno ha recurrido tanto al uso de los recursos estatales como al enjuiciamiento
penal de quienes el presidente considera sus “enemigos”. La ausencia de controles
desde las instituciones de representación política y la situación de dependencia y
sumisión del Poder Judicial viabilizan dicha forma de hacer política en el país. Los
medios de comunicación públicos –y los incautados–, los recursos estatales y un
Poder Judicial dependiente y sumiso han sido las principales herramientas que el
gobierno ha utilizado para perseguir, criminalizar y censurar a cuanta persona opine
de forma diferente (regímenes que cometen este tipo de abusos no pueden ser
considerados democráticos)

Concepto de democracia: a) ejecutivo y legislativo son elegidos mediante


elecciones libres, abiertas y justas; b) virtualmente todos los adultos tienen
derecho a votar; c) los derechos políticos y las libertades civiles (libertad de
prensa, asociación y de opinión en contra del gobierno) se encuentran
protegidas; y, d) las autoridades elegidas tienen libertad para gobernar y no
están sujetas al control del ejército o de líderes religiosos (Levitsky y Way,
2002: 53).

Sin sectarismo, yendo mas alla de la ideología y la política , mas alla de lo local
y regional (Nebot en Expreso24-II)

La derecha revolucionaria (S. Pachano) y la “restauración conservadora del


correísmo”

No administrar la moral de nadie( Lasso)

DESDE LA IZQUIERDA:

Pero curiosamente existen muchos parecidos d efamilia con planteamientos


discursivos de las izquierdas de fuera del gobierno:
Entre éstos.
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-“Regresar al pasado ante el fin del “milagro ecuatoriano” y la naciente
“crisis económica” producto del neodesarrollismo/neoliberalismo:
“la sociedad ecuatoriana se enfrenta a otra crisis económica, quizá de
peores consecuencias que las que conllevó el neoliberalismo(y) a la
par del despilfarro de las mega-obras, (…), se gastaron millones de
dólares en publicidad política para configurar la ficción desarrollista y
convencer a la población del supuesto milagro ecuatoriano (…)La
sociedad, casi en su totalidad, entró en un estado de alucinación
colectiva, conocida comúnmente como el síndrome del nuevo rico.
(…)Ante este anunciado fracaso que traerá otra ola de
empobrecimiento para la mayoría de la sociedad ecuatoriana, es
importante regresar al pasado, al punto previo en el cual permitimos
que los “revolucionarios” de PAIS decidan mantenernos en el círculo
vicioso del capital (neoliberalismo/neodesarrollismo)” (N Sierra)

En el caso de Venezuela, cierta izquierda por ejemplo, entiende y postula


que
“Las dificultades de Chávez provienen de las insuperables limitaciones del
nacionalismo “bolivariano”, incapaz de detener el derrumbe económico de
Venezuela, que ha llevado a una situación desesperante de desempleo y miseria a
amplias capas de la población”. Los logros sociales del gobierno bolivariano, el
crecimiento de la organización y la conciencia populares en el marco de la
agudización de la lucha contra los sectores privilegiados son, en este análisis, simples
anécdotas sin mayor trascendencia.

Otras fracciones de la izquierda, en Argentina, centran su discurso en temas


como la corrupción y la escasa división de poderes y deja de lado la cuestión
económica y del rol transformador y redistribuidor del Estado

UNA POCAS CONCLUSIONES PROVISIONALES


a) Hay que no sólo reconozca sino analizar con precisión el ascenso que ha
tenido las distintas fracciones opositoras aglutinadas alrededor de tesis
que la derecha posiicionó antes del “giro posneoliberal” en todas la
región, entre ellas la de un inexistente “fin de las ideologías”.

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b) Hay que advertir la creciente potencia de sus discursos y que tal avance
tiene que ver con temas tales como “las libertades”, “la ineficiencia del
modelo económico”, “los abusos” y seguramente muy pronto “la
corrupción”
c) La necesidad de reconocer que la importancia estratégica prioritaria de
la disputa simbólica por los sentidos. La lucha por la hegemonía
adquiere nuevos modalidades desde la competencia entre el discurso
gubernamental frente a la discursividad de las derechas y de ciertas
izquierdas , lo que se potencia en épocas de dificultades económicas o
de traspiés políticos y jurídicos
d) Las políticas de comunicación y cultura generadas por los gobiernos que
se han asumido de izquierad en la región parecen havberse denbilitado
en sus resultados sin que se avizores nuevas estrategias de
comunicación política y solamente un eventual levantamiento der
procesos continuados y vigorosos de movilización social, frente a as
propuestas de las derechas y sus acompañantes
e) Tal debilitamiento de los referentes discursivos opera a tres niveles:
político, moral e incluso incipientemente en lo económico; y que éstos
“malestares” operan con mucha fuerza en la dimensión emocional de la
política, reconfigurando los frames o encuadres en términos más
positivos para las derechas y los actores mediáticos que oportan sus
discursos.
f) Por ultimo, especial atención merecen la expansión del espacio para la
construcción de representaciones sociales (o como se dice
convencionalmente de opinión pública) desde los medios masivos hacia
las redes sociales, produciendose nuevas articulaciones para la
producción y difusión de referentes claramente identificados con los
discursos de las derechas.

Como se ve, aún resta mucho por explorar respecto a este espacio de
constitución de nuevas referencialidades y de remapeo semántico de la
política, siendo éstas apenas gruesas reflexiones iniciales.

MUCHAS GRACIAS

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ADENDUM

LA DISPUTAS DE SENTIDO EN LOS CONFINES DEL ESPACIO DE LA OPINION


PUBLICA
De forma suplementaria, hay quienes al describir el nuevo escenario eco-
mediático plantean que de forma ascendente “el mercado se apropiaría de
mas espacio publico, que es donde, al menos en la cultura de las democracias,
esta ubicado el periodismo como nutriente de la opinión pública” y el
resultado sería que la información que circula socialmente estaría cada vez
más sujeta “a la economía de la atención, descrita cada vez mas por una
superposición del mercado sobre el tiempo social (Goldhaber 1997)”.

Como afirma Diaz-Nosty (2013) en Internet aflora la abundancia inabarcable,


no solo por la dimensión cuantitativa de las fuentes que vuelcan contenidos
sobre la red, sino también porque el tiempo social y biologico de las audiencias
esta sujeto a pautas periódicas que impiden el mantenimiento continuo de la
atención. Frente al medio físico como bien escaso, sometido a las reglas
convencionales de la oferta y la demanda, el medio digital desborda la
capacidad de acceso y convierte la atención de la audiencia en un bien que
existe para ser visto. La economía de la atención, especialmente en una
sociedad compleja, donde se multiplican los estímulos que apelan al interés de
los individuos, se convierte en una faceta ineludible en la estrategia de las
nuevas formas de construcción y difusión de la información y de la “opinión
pública”
Actualmente entre cada vez mayores segmentos de la población

se observa una dependencia del instante, de la anécdota, del comentario excéntrico,


mediante una sucesión de estímulos variables que magnifican lo efímero, a modo
de atracción magnética de la atención, en detrimento de las grandes cuestiones
(Eriksen 2001; Rosenberg y Feldman 2010). En definitiva, un predominio de valores
dinámicos que, por su naturaleza y volatilidad, están más cerca del espectáculo (y)
los medios que constituían la referencia convirtieron su discurso en un juego
aparente de objetividad, pero se acercaron en exceso a los intereses de los poderes
políticos y económicos, bien como extensiones de éstos o como consecuencia de
una estrategia para la mejora de sus rendimientos mercantiles. Diversos estudios
sobre el comportamiento de la prensa durante los años de especulación, previos a

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la última crisis, descubren complicidades arriesgadas y un abandono del papel
esencial de servicio a la opinión pública (Schiffrin 2011: 71)

A lo anterior habría que agregar la aparición de “espacios intermedios” donde


se disputan los sentidos, intermedios en el sentido que están “entre” los
medios tradicionales y las redes sociales, así como entre la “opinión” y el
“manifiesto político”:

la facilidad de difusión y la abundancia de contenidos han creado un caudal


informativo desordenado, con un alto índice de redundancia y sin que los requisitos
éticos de la producción informativa se verifiquen. Una de las prácticas de los
miembros mas activos en la red, que, sin duda, enriquece el espacio público, consiste
en agregar información a blogs y micromedios personales, con comentarios a
noticias tomadas generalmente de fuentes periodísticas (…) Por regla general, se
magnifica la pretendida vertiente democrática de la espontaneidad informativa
coral, pero son menos las voces que analizan la calidad de los contenidos y la
aparición de expresiones interesadas destinadas a intoxicar, a alimentar líneas de
desinformación o a provocar determinadas reacciones en la opinión pública(..)
Periodismo y nuevas formas culturales de comunicar informacion, caso de los blogs
—Singer califica a los blogueros de «participatory journalists» (Friende y Singer
2007: 116)— se necesitan mutuamente.

Si bien no compartimos la idea que estos blogs o micromedios personales


siempre y per se “enriquecen el espacio público”, en cambio estamos
plenamente de acuerdo en que asistimos a un mayor desorden y
empobrecimiento informativo marcado por la interacción medios-
hipermedios ,a mayores niveles de redundancia y a una menor aplicación de
principios deontológicos en la información producida y difundida por estos
espacios, lo que afectaría negativamente la posibilidad de debatir –y
obviamente anularía por completo la posibilidad de llegar a consensos bajo el
lema de “hay que respetar y ser tolerante con cualquier opinión individual”.

Para Geert Lovink Hay que considerar la accion en la red de fuentes aparentemente espontaneas,
que en realidad se corresponden con las estrategias de induccion de intereses comerciales, politicos,
corporativos o religiosos, a veces amparadas en el anonimato (Lovink 2012: 38). Es significativo,
en este sentido, el despliegue de iniciativas en Estados Unidos en torno a las cuestiones
que polarizan la vida politica, que si bien pudieran parecer una manifestacion de pluralidad y libertad
expresiva, son en realidad vectores de intoxicacion. Una muestra de estas manifestaciones,
que tambien alcanza a los medios convencionales, se pone de relieve en las paginas y blogs profesionales
que niegan la naturaleza antropogénica del cambio climatico, y con ello el mensaje del consenso cientifico, y lo
reducen a una estrategia de las fuerzas que pretenden acabar con el modo de vida americano. 174

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He aquí el paradójico juego de las derechas: a un mismo tiempo abogan en sus
discursos públicos por la unidad y el fin consensuado del conflicto y por otro
alimentan la explosión de opiniones individuales desde la defensa de la
“libertad de expresión de cada persona”, lo que torna imposible lo primero y
complica enormemente la discusión racional de temas de interés general,
asentándose su efecto en la generación de “estados de ánimo” que fluctúan
entre la euforia y la disforia.

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