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El hallazgo de una bolsa de mil años en Bolivia revela las

prácticas de consumo de drogas de los indígenas

Primera modificación: 19/05/2019 - 00:25Última modificación: 19/05/2019 - 03:31

France 24

Por:Javier Aliaga

El hallazgo en una cueva de Bolivia del bolso de un chamán de


hace mil años con rastros de cocaína, hojas de coca y plantas
alucinógenas como la ayahuasca, evidencian el consumo de
drogas con fines ceremoniales en la antigua cultura de Tiwanaku.
El morral contenía un par de tabletas de rapé o pequeñas bandejas para
machacar las plantas, espátulas para hacer dosificaciones, un estilizado
cilindro para inhalar y una pequeña bolsa formada con tres hocicos de
zorro con los restos de las drogas citadas.

Las tabletas de rapé están coronadas por parejas de figuras humanas


o gemelares y el tubo inhalador está tallado también como una figura
humana con trenzas de pelo humano.

El uso de las sustancias psicotrópicas con fines ceremoniales y


medicinales entre los hechiceros tiwanacotas es algo que los
arqueólogos y antropólogos estudian en Bolivia desde hace años, pero
para el gran público todavía es una faceta casi desconocida.

El significativo descubrimiento fue realizado por los arqueólogos


bolivianos Juan Albarracín y José Capriles hace unos años en la
llamada "Cueva del Chileno", situada en la región andina de Potosí, pero
recién ahora se difunden sus estudios.

Las piezas están expuestas en el Museo Nacional de Arqueología de


La Paz, donde se valora su importancia porque son de los pocos objetos
orgánicos bien conservados que se han hallado en relación con el
consumo de sustancias en Tiwanaku.
Piezas del ajuar perteneciente a un chamán de la antigua cultura de Tiwanaku, que fue
encontrado en una cueva del sudoeste de Bolivia con tabletas de rapé o bandejas para
machacar sustancias psicoactivas y un inhalador para consumirlas. Javier Aliaga / France
24

La cultura de Tiwanaku pervivió entre el año 200 antes de Cristo y el


1.150 de nuestra era logrando una influencia en territorios de los que
hoy es el norte de Chile y Argentina y el sur del Perú.

David Trigo: usaban drogas para llegar a un éxtasis chamánico

El director de ese museo, el arqueólogo David Trigo, destacó, en


declaraciones a France 24, que el consumo de los psicotrópicos en
Tiwanaku está asociado a los fines ceremoniales religiosos y no a un
consumo masivo o adictivo de parte de la población de esa cultura.

Consideró llamativo que en el bolso se hayan detectado restos de


cocaína, algo que no es habitual en este tipo de hallazgos.

En cambio, no se consideró extraña la presencia de rastros de la planta


vilca, también conocida como anadenanthera colubrina, cuya principal
sustancia es el alucinógeno bufotenina.

En sus investigaciones, los descubridores del bolso también se


mostraron sorprendidos por la aparición en esa remota zona andina,
entre el Salar de Uyuni boliviano y el desierto de Atacama chileno, de
trazos del alucinógeno ayahuasca, natural de la Amazonía.

Esa presencia revelaría un intercambio comercial de sustancias entre


los pueblos andinos y los de la Amazonía.

Entre los arqueólogos, según Trigo, hay un debate sobre cómo contar
el uso de drogas de parte de las culturas prehispánicas en particular a
los niños para evitar una mala interpretación.

El enfoque de tema, agregó el arqueólogo, es que "seguramente las


usaban para llegar a un éxtasis chamánico, que, obviamente, después
se va perdiendo con el tiempo".
Los monumentos de Tiwanaku aluden al consumo de
psicotrópicos

En las ruinas de la antigua ciudadela religiosa de Tiwanaku, a 71


kilómetros de La Paz, la iconografía de algunos monumentos revelaría
el uso de bandejas para la preparación de sustancias psicotrópicas y
del propio consumo.

Una de esas figuras emblemáticas es la del monolito Bennett, una


escultura de más de siete metros de altura y 20 toneladas de peso
representando a un sacerdote que en una mano sostiene un "keru" o
vaso ceremonial y en la otra una tableta de rapé.

Vista del monolito Ponce del complejo arqueológico de Tiwanaku. La escultura tiene en sus
manos un vaso ceremonial y una tableta de rapé invertidad, usada para preparar sustancias
psicotrópicas. Javier Aliaga / France 24
El director del museo de Tiwanaku, Julio Condori, declaró a France 24
que la tableta de rapé sostenida por el monolito Bennett podría ser
considerada como un cetro, "un símbolo de mando, no de poder, (sino)
de mando para la sociedad".

Condori, que es el primer aimara arqueólogo a cargo del museo de


Tiwanaku, coincidió que los elementos alucinógenos eran usados en la
cultura tiwanacota con propósitos sacerdotales y medicinales.

Varios los arqueólogos bolivianos y extranjeros señalan que en el


denominado monolito Ponce y en la famosa Puerta del Sol, que exhibe
tallas de hombres alados con cabezas de cóndor, también hay alusiones
al consumo de las sustancias estimulantes.

De la cultura de Tiwanaku, que fue anterior a la de los Incas, los diversos


investigadores han dicho que fue un espacio de peregrinaje religioso,
un imperio con una fuerza militar de conquista y un estado jerarquizado
o segmentado.

Condori señala que el nuevo enfoque es considerar a Tiwanaku como


una "marka", es decir como una organización espacial y sociopolítica
que tenía "a la religión" como un factor importante de influencia territorial
y de alianzas con diferentes pueblos.

La Unesco declaró el año 2000 Patrimonio Cultural de la Humanidad a


un área de 75 hectáreas de Tiwanaku, lo que hoy apenas representa un
10 % de las casi 700 hectáreas de construcciones enterradas en el
altiplano boliviano que guardan más secretos de esa civilización.

https://www.france24.com/es/20190519/aqui-america-drogas-indigenas-bolivia-coca

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