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MOTRICIDAD GRUESA

Dominio corporal dinámico

Es la habilidad adquirida de controlar las diferentes partes del cuerpo


(extremidades superiores, inferiores y tronco, etc.) y de moverlas siguiendo la propia
voluntad o realizando una consigna determinada; Es decir que este dominio
permite no solo el desplazamiento sino, especialmente, la sincronización de los
movimientos, superando las dificultades y logrando armonía sin rigidez y
brusquedad.

Marcha

El bebé de debería andar entre los 10 y los 15 meses de edad. Es importante que
en este periodo aprenda a gatear, como aprendizaje relacionado con el andar o
independientemente de éste, pudiendo, por lo tanto, aparecer después. En el caso
de que no gatee en este momento, será conveniente enseñarle posteriormente la
actividad, ya que implica la coordinación de las extremidades y favorece el
dominio segmentario.

Debería adquirir el dominio suficiente, a partir de los 15 meses, para levantarse sin
la ayuda de una persona, sujetándose a los muebles o paredes y pronto sin ayuda
de ningún tipo. Sin duda podrá hacerlo antes de los 15 meses, pero, aunque lo
lograra posteriormente a esta edad, necesario actuar de tal manera que no haya
un aprendizaje dependiente al adulto.

Subir

El proceso puede ser más o menos lento según la personalidad del niño y el
aprendizaje debe hacerse de forma paulatina. En un principio, el niño sube las
escaleras ayudado por las manos, con las que se apoyan en los peldaños. Se siente
seguro, pero, al no poder bajarlas de la misma manera, la baja de espaldas.

Pronto advertirá que los adultos y otros niños no ponen las manos en el suelo y,
entonces, deseará subirlas de pie. En este momento será necesario ayudarlo a
mantener el equilibrio por lo que se dará la mano.

Alrededor de los 18 meses podrá subir y bajar las escaleras sin ayuda de una
persona ni asiéndose. Le resultará más fácil bajarlos que subirlos, pues no tendrá
que contrapasar tanto el peso de su propio cuerpo.

Entre los 18 y los 24 meses, el niño subirá y bajará escaleras con cierta soltura, cogido
a la barandilla o a otra persona. El dominio estará de algún modo superdotado a
las posibilidades de entrenamiento a la práctica que haya hecho previamente, así
como a las actitudes de los adultos que le brinden confianza y no le generen una
inquietud más allá de lo necesario.
Correr

Es uno de los aspectos del desplazamiento que tiene una evolución más larga ya
que el niño tarda en adquirir una coordinación, una velocidad y una eficiencia
adecuadas en su ejecución, debido a que intervienen muchos factores como:
dominio muscular, fortaleza muscular, dominio de la respiración, coordinación de
brazos y piernas y resistencia.

Saltar

El salto implica tener fuerza suficiente para elevar el cuerpo del suelo, tener
equilibrio suficiente para volver a tomar contacto con el suelo, en el momento de
la caída, sin hacerse daño y tener dominio y fuerza musculares suficientes para
tomar impulso y mantener a fin de alcanzar una longitud determinada más o
menos grande.

Alrededor de los 2 años, el niño salta con los dos pies juntos y prácticamente no se
mueve del mismo sitio, es decir, realiza el salto en sentido vertical.

 Saltar 1 o 2 peldaños, porque no deberá impulsarse si no dejarse caer.


 Iniciar salto de 30 cm de longitud, aproximadamente, progresando con
la edad hasta los 60-80 cm alrededor de los 5 años.
 Realizar saltos de altura de 20-30 cm.
 Desplazarse saltando, alternando el peso del cuerpo sobre un pie y sobre
el otro.

Arrastrar

Es una actividad con un grado de complejidad bastante elevado, ya que implica


desplazarse con todo el cuerpo en contacto con el suelo, apoyándose en los
codos y haciendo arrastrar el cuerpo. Por esto, aunque se inicie durante el segundo
semestre del primer año de vida y sea un posible modo de locomoción, el niño no
podrá dominar esta actividad y realizar todas sus posibilidades hasta los 8 a 10 años.
En ciertas situaciones, a pesar de tener esta edad, no hay una buena coordinación
de los movimientos y, por lo tanto, la actividad es poco eficaz.

Se deben plantear actividades educativas para favorecer este aprendizaje:

 Pasar debajo de la silla.


 Pasar debajo de una cuerda sin tocarla.
 Hacer juegos en los que haya que desplazarse rastreando.

Pedalear

Esta actividad implica:

• Fuerza.
• Control de las dos piernas para poder moverlas de forma coordinada.
• Hacer este movimiento manteniendo el torso erguido en una situación
relativamente incómoda.

Trepar

En este proceso es importante dar información sobre la mejor manera de cogerse


a los barrotes: el pulgar por debajo y los otros dedos por encima del barrotes; medir
las distancias que hay entre el lugar donde se agarra con la mano, y donde deben
colocarse los pies; las distancias entre la cabeza, los pies y los barrotes, etc., a
medida que el niño adquiere dominio, se podrían plantear posibles ejercicios para
mejorar la fortaleza muscular y el equilibrio.

Dominio corporal estático

Se denomina dominio corporal estático a todas las actividades motrices que


permiten interiorizar el esquema corporal; además del equilibrio estático, se integra
la respiración y la relajación porque son dos actividades que ayudan a profundizar
e interiorizar toda la globalidad del propio Yo.

A partir de los 12 meses:

 Se practicará en el suelo.
 Él bebe se sienta en cuclillas sobre la pierna estirada del adulto y de
espaldas a éste. El niño mantiene las rodillas en flexión.
 El adulto empuja con su cuerpo el tronco del bebe hasta que llegue
apoyarse con sus manos sobre la pierna en que está sentado en este
momento se levanta los dedos de los pies cuidando que los talones
toquen el suelo.

De 12 meses a 3 años:

 Poner al niño de pie sobre una silla.


 Poner al niño de pie en suelos irregulares.

De 4 a 6 años:

 Mantenerse sobre la punta de los pies.


 Mantenerse sobre los talones.
 Elevar una rodilla y a continuación la otra.

Actividades de respiración

De 14 meses a 2 años:

 Soplar y apagar una vela.


 Soplar una vela de manera suave sin que ésta se apague.
 Hacer burbujas de jabón soplando fuerte y suavemente.
 Mantener pegado la nariz un cuadrito de papel de cera de
aproximadamente 5 x 3.5 cm inspirando por la nariz.
 Hacer rodar las pelotas de ping pong mediante expiraciones suaves y
forzadas.

De 2 a 3 años:

 Tomar conciencia de la respiración (las manos del niño situada encima del
tórax y el abdomen en el momento de la respiración y la respiración
máxima).
 Ejercicios de la función tónica.
 Ejercicios de ritmo.

Entre 3 y los 4 años:

 Utilización de pañuelos: el niño aprenderá coger el pañuelo y a tapar los dos


orificios de la nariz. Realizará una inspiración, a continuación, hará una
pausa dejando solamente un orificio tapado y hará una respiración forzada
por el otro. A continuación, se verificará el mismo ejercicio por el otro orificio.
 La automatización de sonarse la nariz se obtendrá progresivamente hacia
los 4 años.

A los 4 a 5 años:

Educación respiratoria propiamente dicha:

 Control de la respiración.
 Ejercicios torácicos.
 ejercicios toracicoabdominales.
 Ejercicios motores asociados a los dos tiempos respiratorios: inspiración y
espiración.

Ejercicios de relajación

A los 12 meses:

Abrazar al niño, dándole pequeñas sacudidas rítmicas y tatareando al mismo


tiempo una canción.

A los 2 años:

Pueden iniciarse la relajación segmentaria del cuerpo apretando objetos o el


mismo cuerpo.

A los 3 años:
Se puede hacer ejercicios de relajamiento empezando por los segmentos de
contraste, es decir, contracción seguida de relajación de las diversas partes del
cuerpo. A esta edad, el niño toma conciencia de los distintos estados tónicos.

A los 4 años en adelante:

Pueden hacerse todo tipo de ejercicios de relajación.

MOTRICIDAD FINA

Motricidad facial

Dominar los músculos de la cara y que estos respondan a nuestra voluntad permite
acentuar los movimientos para interiorizar sentimientos, emociones y actitudes con
respecto al mundo que nos rodea.

 Practicar estímulos táctiles sobre los músculos.


 ¿Quien de los dos es el más feo?
 Jugar a ser monstruos.
 Caretas de cartón.
 Pintar diferentes tipos de caras.
 Sacar y meter la lengua, manteniendo la boca abierta.
 Sacar y meter la lengua rápidamente.
 Cerrar la boca y controlar la lengua dentro de ella.
 Limpiarse los dientes superiores e inferiores con la lengua.
 Sonreír sin enseñar los dientes.
 Hacer ruido de motor con los labios.
 Inflar y desinflar las mejillas con aire.
 Mover la mandíbula inferior de un lado a otro.

Motricidad gestual

 Realizar mascarillas, pintar partes de la cara, cejas, mejillas,


 Cantar.
 Ejercicios de mejillas y mandíbula.
 Inflar y desinflar las mejillas con aire.
 Aspirar ambas mejillas.
 Abrir y cerrar la boca a diferentes velocidades.
 Mover la mandíbula inferior de un lado a otro.
 Articular fuerte y exageradamente.

Motricidad manual

Abrochar
Esta actividad puede empezar a enseñarse si a partir de los 2-3 años, y a los 4 años
debería poder realizarse casi siempre, exceptuando situaciones demasiado
complejas por su precisión. A partir de los 5-6 años debe ser resuelta sin problemas.

Hacer lazos

Esta actividad debería iniciarse a los 3-4 años, haciendo solo el primero paso (juntar
las dos partes de la cinta o cordón), para paulatinamente explicar los pasos
siguientes, realizarlos con la ayuda de los adultos y aprender a dejar el lazo de
manera que no se deshaga. El aprendizaje es lento y difícil, por lo que
habitualmente no se da por concluido hasta los 6-7 años, edad en la que sería
imprescindible que se consolidara no solo como factor potenciador de la
autonomía sino como base motriz.

ESQUEMA CORPORAL

La comprensión del esquema corporal comienza desde el momento en que el


bebé comienza a tomar conciencia de sus manos y continuará a lo largo de la
infancia hasta la adolescencia, posibilitando la construcción de la autoimagen,
base del auto concepto y de la autoestima.

La estimulación del esquema corporal se fundamenta en dos leyes


psicofisiológicas:

 Ley céfalo-caudal: el dominio corporal se va adquiriendo de arriba-abajo,


esto es, de la cabeza a los pies.
 Ley próximo-distal: va de las partes más centrales del cuerpo hacia los
extremos.

En su evolución, pueden determinarse tres grandes periodos:

De cero a tres años:

 El bebé sabe que le duele algo, pero no identifica dónde.


 No discrimina entre el yo y el mundo.
 No percibe globalmente su esquema corporal, sino por partes.

De tres a siete años:

 Adquiere conciencia de sí mismo.


 Aumenta la discriminación de sus percepciones.
 Afirma su lateralidad.

De siete a once años:

 Integra el esquema corporal.


 Representa mentalmente su cuerpo en movimiento.
 Evidencia con mas precisión la diferencia entre el yo y los objetos.

Actividades propuestas:

 Pelota: Con una pelota pequeña o mediana puede pasarse desde que
son bebés por todas las áreas de su cuerpo, de manera que sientan y
reconozcan esas partes del cuerpo, y que se hagan conscientes de que
también existen. Se puede ir mencionando al niño el nombre de la parte del
cuerpo por la que están pasando, frotando, acariciando con la pelota:
“ésta es tu cabeza”, “este es tu brazo”, “ésta es tu pierna”, etc.

 Mascada: Se puede utilizar en un juego en el que trate de imaginar que


podría ser el objeto que se tiene en diferentes partes del cuerpo; por
ejemplo, al enrollarse la mascada en la cabeza se puede imaginar que se
trata de un sombrero.

 Aro: Simular que el aro es un objeto distinto y animar al niño que lo use como
un sombrero encima de la cabeza, o como una bolsa colgada en su
hombro, o como un cinturón alrededor de su pancita.

 Texturas: Incluir actividades como poner diversos materiales en los pies del
niño, hacer que los tome con la mano, meter al bebé dentro de un
recipiente con elementos diferentes para que experimente las sensaciones
en todas las partes de su cuerpo, o que el mismo adulto pase diversos
materiales por su cuerpo y que le indique al niño que parte esta tocando
con cada textura.

Equilibrio

El equilibrio es un estado por el cual una persona puede mantener una actividad o
un gesto, quedar inmóvil o lanzar su cuerpo en el espacio, utilizándo la gravedad o
resistiéndola.

Actividades:

 Pelota: Trabajar con una pelota grande, subir a los pequeños en ella ya sea
boca arriba, boca abajo, subiéndolos y bajándolos, al hacer círculos con el
cuerpo del bebé y experimentar con ello la falta de equilibrio, que es lo que
necesita para tratar de equilibrar su cuerpo y no caerse de la pelota.

 Mascada: A partir de los tres meses se puede levantar al bebé, de la posición


acostado a la posición sentado, asiendo el niño la mascada o paliacate por
el centro, mientras la madre o educadora toman los extremos y realizan una
tracción suave; es necesario que una segunda persona esté al pendiente
para tomarle su cabecita si el bebé no soporta su peso o no posee la
suficiente fuerza, o bien tener una base de almohada para proteger la
posible caída.
 Aro: Se puede trabajar al poner un aro en el pie de niño y se le pide que
trate de girarlo con el pie; de esta manera, tendrá que mantener el equilibrio
para girar el aro sin caerse.

 Costal: los costales facilitan el equilibrio de diversas maneras. Si el niño


coloca un costal lleno de una textura sobre su cabeza y se le pide que
camine, se trabaja esa área.

Lateralidad

Producto del desarrollo sensomotor y de diferentes factores, se presenta la


predominancia de un lado del cuerpo, en especial con respecto a las manos, los
pies y los ojos. Esta predominancia motriz relacionada con las partes del cuerpo
resulta fundamental para la orientación espacial, las acciones de la vida diaria y,
posteriormente, la escritura.

Actividades:

 Que el niño tire la pelota, de ahí observar con que mano lo hace, de la
misma manera hay que poner pelotas que pueda patear y observar con
que pie lo hace.
 Se puede trabajar con una sábana haciendo que el niño la lance o la tome
con su mano derecha o izquierda; así mismo se puede atarla a su pie
izquierdo o al derecho, al enrollársela y al desenrollársela, al envolver o al
descubrir un objeto.
 Se proporcionaran al bebe aros de diferentes tamaños para que los meta y
saque de un palo, primero utilizando los aros mas grandes y después los mas
pequeños.
 El niño trabaja la lateralidad cuando vacía de un recipiente a otro las
texturas, o si se utilizan recipientes de boca pequeña y el niño deposita en
ellos con su puño o con otro recipiente diversas texturas.

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