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Muy buenos días.

Quiero agradecer por supuesto al general de División Diplomado de Estado


Mayor Roberto Gustavo García Vergara, comandante de esta V Región Militar, por esta invitación;
a los representantes de los poderes; al diputado Héctor Pizano, presidente de la mesa directiva del
Congreso del Estado; al magistrado Luis Carlos Vega Pámanes, representante del Poder Judicial;
por supuesto al presidente municipal de Guadalajara, Ramiro Hernández García, y a todos los
distinguidos miembros del presídium.

De la misma manera, agradezco la presencia de todos nuestros jóvenes estudiantes de las distintas
escuelas de nuestro estado. Agradezco la presencia de sus maestros, padres de familia, de todos
los invitados especiales que el día de hoy nos acompañan.

La bandera es la primera noción que tenemos de la patria. Desde muy pequeños, antes de
entender lo que significa México, reconocemos el verde, el blanco y el rojo como colores que nos
pertenecen.

Quizás ustedes no recuerdan la primera bandera que vieron o la primera vez que les explicaron sus
padres qué era eso y lo que verdaderamente significaba, pero estoy seguro que a diario recuerdan
en dónde la han visto, cuando la ven en un edificio, cuando la señalan cada vez que la encuentran
en una competencia deportiva, en un parque, en cualquier lugar.

Todos los mexicanos, cuando vemos ondear la bandera tricolor, nos sentimos emocionados,
porque nos identificamos con ella, porque sabemos que nos pertenece, sabemos y recordamos
cuál es nuestro origen y así orgullosos definimos hacia dónde va nuestro futuro, nuestro destino y
cómo queremos construir un mejor país, una mejor patria.

Como ustedes, cada lunes, en todas las escuelas de México rinden homenaje a nuestra bandera.
Se ponen su uniforme de gala para hacerle honores cada inicio de semana.

Ser miembro de la escolta significa un gran orgullo para todos los niños. Yo recuerdo cuando era
niño, que no fue hace mucho, recuerdo que cada lunes emocionado iba en mi escuela primaria,
porque ya en sexto año me tocó el orgullo y el honor de formar parte de la escolta y estoy seguro
que así van todos ustedes cada lunes, cuando son parte de la escolta y están en ese evento tan
emotivo donde todos sus compañeros están haciendo honores a la bandera, que cuidamos y
escoltamos todos.
Por eso, tener el honor de cargar el lábaro patrio por todo el patio mientras todos saludan con
respeto y entonan el Toque a la Bandera debe seguir siendo motivo de orgullo a lo largo de
nuestras vidas para todos los mexicanos.

¿Y por qué es tan importante la bandera? Porque ella significa todo lo que respetamos de nuestro
país, la integridad de nuestra nación, la fortaleza de los mexicanos y la pureza de nuestra historia.
La bandera nos pertenece a todos, pero a la vez nadie es dueño de ella; no es una insignia que
pertenezca a un grupo específico, aunque todos la portamos con orgullo. Es, como sólo algunas
cosas logran serlo, el símbolo más democrático y universal de nuestro México.

En cada edificio público de nuestro país ondea la enseña nacional, porque representa la razón que
da sentido al quehacer de todos los que trabajan ahí. A los funcionarios nos recuerda a todo el
pueblo mexicano al que debemos servir.

Durante los 193 años de su historia, la bandera ha sido el estandarte de las grandes batallas
nacionales, pero también de las pequeñas luchas cotidianas que libran todos los ciudadanos desde
sus trincheras.

Es un estandarte del esfuerzo de sus familias por salir adelante, de la educación de sus padres en
el trabajo, del empeño que ponen sus maestros para que ustedes reciban una buena educación y
del que ustedes ponen todos los días para sacar buenas calificaciones y portarse bien en sus casas
y ser buenos mexicanos.

Porque cada mexicano, cada jalisciense ofrece un tributo diario a su bandera aún sin pensarlo.

En Jalisco ondeamos nuestra bandera con mucho orgullo, porque somos uno de los principales
motores del crecimiento de nuestro país. Aportamos muchas cosas al país: no sólo somos la cuna
del mariachi, del tequila o la charrería, sino que generamos riqueza económica y aportamos
conocimiento.

Nuestro trabajo, las tradiciones, la visión innovadora que hemos impulsado son nuestra
contribución a la construcción de esta próspera nación.

Todos debemos comprometernos con México, no sólo los adultos, también a ustedes les toca
involucrarse con su país, adoptar el verde, el blanco y el rojo como un modo de vida, es decir, la
esperanza, la unidad y la valentía de todos los héroes que han derramado su sangre por nuestra
patria y por nuestra libertad.

La historia de la bandera tiene muchos mensajes que les servirán a ustedes a lo largo de su vida
para que logren superar los problemas y enfrentar los retos como unos verdaderos héroes todos
los días.

Hoy estamos recordando nuestra historia, el momento en que Agustín de Iturbide adoptó por
primera vez una bandera con franjas verde, blanca y roja y con un águila al centro.

La bandera unió en ese entonces a Iturbide y a Guerrero en Acatempan al frente del Ejército
Trigarante, como hoy nos une a todos los mexicanos.

La bandera es el lugar donde realmente todos somos iguales.

Todos los días la celebramos y le rendimos honores con nuestro trabajo, con nuestra honestidad,
con el respeto y el amor que le guardamos a nuestra patria.

Mientras siga siendo así, México seguirá unido, independiente, fuerte. Aunque sólo permanezca
ahí, en medio de una plaza, ondeando al viento, la bandera hace muchas cosas por nuestro país.

Por eso resulta tan importante que sean ustedes, los niños de México, los jóvenes, quienes la
honren cada 24 de febrero y todos los lunes quienes le rindan homenaje para recordar a nuestros
héroes del pasado, pero también para reconocer a nuestros héroes del presente, a nuestra gente
que a diario defiende nuestra libertad, la gente que a diario, con convicción, se sacrifica porque
todos estemos seguros.

Así debemos formar a los mexicanos y a los ciudadanos para que nuestros jóvenes tengan
oportunidades de desarrollo y puedan con esa pureza y con esa vocación de servicio salir adelante
y seguir construyendo el México del presente, que proyectará cada vez un próspero México del
futuro.

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