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El amor platónico es un sentimiento de amor idealizado, en que se abstrae el elemento sexual, caracterizado

por ser irrealizable o no correspondido.

El amor platónico se entiende como un amor a distancia, basado en la fantasía y de la idealización, donde el
objeto del amor es el ser perfecto, que posee todas las buenas cualidades y sin defectos.

Además de utilizarse para referirse a un sentimiento, 'amor platónico' también se utiliza para referirse a la persona
amada e idealizada y que provoca este sentimiento.

En la actualidad se suele utilizar este concepto con estos significados, aunque es una variación de la idea de
amor para Platón.

'Amor platónico' fue utilizado por primera vez por el filósofo florentino neoplatónico Marsilio Ficino en el siglo XV
como un sinónimo de amor socrático. Ambas expresiones se refieren a un amor centrado en la belleza del
carácter y en la inteligencia de una persona, y no en su apariencia física.

La expresión cambió de concepto gracias a la obra de Sir William Davenant de 1636, The platonic lovers
(Amantes platónicos), donde el poeta inglés se refiere al amor como la raíz de todas las virtudes y de la verdad.

El amor según Platón


El concepto de amor platónico hace referencia a la concepción del amor para el filósofo griego Platón que
trata esta idea en su obra El banquete. Para él, el amor era algo esencialmente puro y desprovisto de pasiones,
porque estas son esencialmente ciegas, materiales, efímeras y falsas. El amor platónico, por lo tanto, no se basa
en intereses, sino que está basado en la virtud.

Platón también creó la teoría del mundo de las ideas, donde todo era perfecto y que todo en el mundo real es
una copia imperfecta de ese mundo de las ideas. El amor platónico, desde este punto de vista, significa también
que es perfecto, pero que no existe en el mundo real, sólo en el mundo de las ideas.

Amor platónico en Psicología


La Psicología sitúa el origen de este tipo de sentimiento en posibles causas como la introversión, la inseguridad
e inhibición emocional. Aparece especialmente durante la adolescencia y la juventud.

Sentir o tener un amor platónico en algún momento de la vida es algo habitual. Cuando se convierte en una
obsesión que genera frustraciones conviene recordar que este tipo de amor está basado en una idealización
que no se corresponde con la realidad y que se trata de una relación imposible o difícil que establecer.
Platónico es un adjetivo usado para hacer referencia al filósofo y matemático griego Platón. Popularmente, el
término platónico pasó a ser utilizado como el significado de algo ideal o casto, sin intereses materiales. Por
ejemplo, un amor platónico es aquel que se queda en el plano espiritual, sin contacto carnal o sexual.

Todos hemos tenido un amor imposible; esa persona que nos hace sentir algo diferente cuando lo vemos pero
que en el fondo sabemos que nunca nos volteará a ver. Ese amor se le denomina amor platónico.
Se refiere al amor inalcanzable, al que por diversas circunstancias no se puede materializar; en el puede haber
un elemento sexual que se da de forma mental, imaginativa o idealística y no de forma física.

Esta denominación popular tiene como significado el amor no correspondido o imposible que, por ello, persiste
como un ideal, inalcanzable.

El amor platónico debe su nombre al sistema filosófico fundado por el griego Platón, para quien esta idea de
amar se encuentra dentro de la clasificación de los tipos de amor en sus Diálogos (sobre todo en Fedro y El
Banquete) donde se habla de un amor a la belleza manifestándose típicamente en el amor entre un hombre y
un muchacho, pero un amor que es preferible expresar en forma intelectual y no física.

Platón sostenía que el verdadero amor es el amor a la sabiduría, al conocimiento, por lo tanto, el amor platónico
no es el amor al ideal de una persona sino el amor a conocerla y por saber de ella.

Mientras que la belleza del cuerpo sostenía, no se halla en el cuerpo mismo, sino que es la imagen o reflejo de
la belleza espiritual, por lo que el alma humana debería aspirar a conocer y amar esa belleza esencial.
A continuación debe considerar más valiosa la belleza de las almas que la del cuerpo, de suerte que si alguien
es virtuoso del alma, aunque tenga un escaso esplendor, séale suficiente para amarle, cuidarle, engendrar y
buscar razonamientos tales que hagan mejores a los jóvenes, para que sea obligado, una vez más, a
contemplar la belleza que reside en las normas de conducta y a reconocer que todo lo bello está emparentado
consigo mismo, y considere de esta forma la belleza del cuerpo como algo insignificante”.

En la actualidad se suele utilizar este concepto con estos significados, aunque es una variación de la idea de
amor para Platón.

“Amor platónico” fue utilizado por primera vez por el filósofo florentino neoplatónico Marsilio Ficino en el siglo XV
como un sinónimo de amor socrático. Ambas expresiones se refieren a un amor centrado en la belleza del
carácter y en la inteligencia de una persona, y no en su apariencia física.

La expresión cambió de concepto gracias a la obra de Sir William Davenant de 1636, The platonic lovers, donde
el poeta inglés se refiere al amor como la raíz de todas las virtudes y de la verdad.

A pesar de que el concepto de amor platónico proviene o tiene sus orígenes en la ideología de Platón; en la
actualidad se han creado diferentes argumentos para decir que este gran pensador griego no practicaba un
amor espiritual o de abstinencia. Platón nunca defendió un amor espiritual sin sexo, afirma el historiador Jay
Kennedy. Más bien, abogó por un camino medio. La moral significaba para él la contención. Quería que la
gente evitara tanto la promiscuidad sexual como la abstinencia.

Sea como sea el caso, todos tenemos ese amor difícil de alcanzar, pero superable.
El amor para Platón es la motivación que nos lleva a conocer y contemplar la belleza en sí. Sin embargo, la
belleza contemplada desde el dualismo, que es uno de los hilos conductores de su filosofía. Esta corriente
filosófica -el dualismo- se basa en el postulado de que la realidad está conformada por dos sustancias
independientes y que jamás se mezclan: el espíritu (forma) y la materia.

Estas dos sustancias pueden juntarse, pero no mezclarse. Platón consideraba que el ser humano estaba
compuesto por alma y cuerpo, donde el alma pertenecía al plano de las ideas y el cuerpo al material. Por
tanto, el alma coexiste con el cuerpo, en el que precisamente se encuentra atrapada; siendo independientes,
eso sí, las dos realidades.

A partir de esta concepción filosófica, Platón desarrolla su concepto de amor. Malentendido por muchos,
llegando a plantear que la noción del amor platónico proponía un amor abstemio o espiritual, cuando no era
tal. El amor que proponía este filósofo, caminaba por la senda intermedia; evitando la promiscuidad, pero
también la abstinencia, ya que para él la moral significaba contención.
amor es que se trata de un concepto universal que alude a la afinidad entre seres humanos.
Dualismo es un sistema religioso y filosófico que admite la existencia de 2 principios diversos y contrarios entre sí,
como el espíritu y materia, cuerpo y alma, bien o mal, y que, entre uno y otro, siempre están en un eterno
conflicto.

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