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UNIVERSIDAD ABIERTA PARA ADULTOS

(UAPA)

Asignatura:
Historia de la Civilización Moderna y Contemporánea

Tema:
El Imperialismo.

Facilitadora:
Elida E. Espinal P.

Participante:
Isidro José Méndez Marmolejos Mat. 15-8951

Fecha:
27 de Noviembre del 2018,
Nagua, María Trinidad Sánchez,

República Dominicana.
Actividad IV
EL IMPERIALISMO.

1. Investigación bibliográfica y/o electrónica sobre el concepto


de imperialismo y los modelos imperialistas. Presentar
informe, destacando las características de este modelo.

CONCEPTO DE IMPERIALISMO.
El Imperialismo es una doctrina, conducta, tendencia o sistema de
aquellos regímenes que desean expandir su dominio hacia otro u
otros territorios a través de la fuerza (tanto militar como política o
económica).
Un Estado imperialista, por lo tanto, desea imponerse sobre otros
países y ejercer su control. Se trata de naciones que tienen una gran
fuerza y que no dudan en utilizarla, ya sea de manera directa o
indirecta, sobre los más débiles.
El origen de la palabra se encuentra
en el latín y es fruto de la unión de
tres elementos claramente
diferenciados: el prefijo in que puede
traducirse como “hacia dentro”, el
verbo parare que significa “ordenar”,
y finalmente el sufijo –ismo que
equivale a “doctrina”.
La noción moderna de imperialismo surgió a partir del siglo XIX para
nombrar al proceso de crecimiento económico llevado adelante por
las potencias europeas. Estos países comenzaron a conquistar
tierras y a crear colonias en diversos continentes con la intención de
acceder a las materias primas y de encontrar nuevos mercados para
sus productos.
Esta nueva fase del colonialismo, que recibe la denominación de
imperialismo, tendía a la formación de grandes imperios y constituyó
una constante fuente de conflictos que desembocaron en la
1ª Guerra Mundial.
MODELOS IMPERIALISTAS.
Las modelos o razones por las cuales los estados han aspirado
a crear imperios a lo largo de la historia son de diversa índole, y
podrían clasificarse, en términos generales, dentro de tres grupos:
económicas, políticas e ideológicas. Asimismo, pueden distinguirse
diversas teorías en razón del elemento al que se dé más relevancia.
Los modelos económicos
Los intereses económicos son los más habituales cuando se trata de
explicar este fenómeno. Los defensores de esta concepción
sostienen que las naciones se ven impelidas a dominar a otras para
expandir su economía, adquirir materias primas y mano de obra, o
para dar salida a los excedentes del capital y producción. La teoría
más notable que vincula el imperialismo con el capitalismo es la de
Karl Marx. Lenin, por ejemplo, consideraba que la expansión europea
del siglo XIX era la consecuencia inevitable de la necesidad de las
economías capitalistas europeas de exportar su excedente de
capital. Del mismo modo, los marxistas contemporáneos explican la
expansión de Estados Unidos en el Tercer Mundo basándose en
imperativos económicos.
Los modelos políticos
Otros autores hacen hincapié en los condicionantes políticos y alegan
que la razón principal por la que los estados tienden a expandirse es
el deseo de poder, prestigio, seguridad y ventajas diplomáticas con
respecto a otros estados. Según esta corriente, el objetivo del
imperialismo francés del siglo XIX era recuperar el prestigio
internacional de Francia después de la humillación que supuso la
derrota en la Guerra Franco-prusiana. En este mismo sentido, la
expansión de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS)
en la Europa del Este a partir de 1945 puede explicarse como una
medida de seguridad: la necesidad de protegerse ante otra posible
invasión desde la frontera occidental.

Los modelos ideológicos


De acuerdo con esta perspectiva, algunos países se ven impulsados
a extender su influencia para difundir sus valores políticos, culturales
o religiosos. Uno de los factores que propiciaron la constitución del
Imperio Británico fue la idea de que era responsabilidad del ‘hombre
blanco’ civilizar a los pueblos ‘atrasados’. La expansión alemana que
tuvo lugar durante el gobierno de Adolf Hitler se basaba en gran
medida en la creencia en la superioridad inherente a la cultura
alemana. El deseo de Estados Unidos de "proteger al mundo libre" y
el interés de la antigua Unión Soviética por "liberar" a los pueblos de
la Europa del Este y del Tercer Mundo son también un ejemplo de
este tipo de imperialismo.
El imperialismo como respuesta a condicionantes externos
Por último, otras teorías explican el imperialismo basándose en las
circunstancias políticas de las naciones más débiles, en lugar de
enfatizar los modelos de las naciones poderosas. La interpretación
que ofrecen señala que es posible que las potencias más fuertes no
tengan intención de expandirse, pero que se ven obligadas a hacerlo
debido a la inestabilidad de otras naciones; los compromisos con los
imperios del pasado son la causa de nuevas acciones imperialistas.
La conquista de la India emprendida por Gran Bretaña y la
colonización rusa de Asia central en el siglo XIX son ejemplos
clásicos de este tipo de imperialismo.
2. Redacta un análisis crítico sobre el papel jugado por los
estados imperialistas en el proceso de expansión y su efecto
en el desarrollo de las naciones.

Podemos empezar diciendo que el tránsito del colonialismo


tradicional al imperialismo se produjo en la 1ª mitad del siglo XIX y
estuvo marcado por la crisis del antiguo colonialismo expresada en
la pérdida de las colonias americanas de Gran Bretaña y España, la
desaparición de las doctrinas económicas mercantilistas y la lucha
por la abolición de la esclavitud. En la Américas tuvo un efecto de
independencia soberana de los estados mientras que en Europa
sirvió de coyuntura para desarrollar o redirigir la ruta imperial a otras
naciones del viejo mundo y Asia.
En el mismo siglo XIX África tienia una presencia colonial europea
que se limita a los colonos holandeses y británicos en Sudáfrica y el
ejército británico y francés en el norte de África.
El descubrimiento de diamantes en Sudáfrica y la apertura del Canal
de Suez, tanto en 1869, atrajo la atención de Europa sobre la
importancia económica y estratégica del continente. Los países
europeos rápidamente comenzaron a disputar los territorios. Gran
Bretaña, Francia, Portugal y Bélgica controlan la mayor parte del
territorio africano, Alemania también lleva a cabo allí, muchas tierras,
pero los perdieron después de la Primera Guerra Mundial.
Esta presencia colonial e imperial
dividió a África en más de 50 estados
cuyas fronteras fueron delimitadas y
sin dar una maldición donde vivía la
gente y cómo se organizaron su
propia división política. Otro legado
malo que dejo este sistema
imperialista fue su efecto en la vida
económica de los pueblos africanos.
Y el tercer mal causado por el
colonialismo fue la introducción de
las ideas europeas de superioridad
racial y cultural, dando poco o ningún
valor a las manifestaciones
culturales de los pueblos africanos.
En esta imagen se presenta África antes y después de pasar por este
accidentado proceso imperial:

También tenemos el interés imperial de Europa por Asia comenzó


con la curiosidad y se convirtió en el deseo de explorar las riquezas
de este continente. Para eso, los europeos tuvieron que conquistar y
colonizar esas tierras, eso sucedió en los siglos XIX y XX. En la época
de la primera Guerra Mundial, la mayor parte de Asia estaba bajo
control europeo.
Tres o cuatro siglos de contacto y control europeo trajeron buenas y
malas consecuencias para Asia. Las contribuciones europeas fueron,
nuevas ideas y técnicas para agricultura, industria y comercio, salud
y educación y administración política.
De manera que durante todo el siglo XX hasta nuestros días las
profundas cicatrices dejadas por el sistema imperialista se reflejan en
sus culturas, políticas, economías y se ven claramente en las guerras
y masacres causadas por las diferencias étnicas. Así como la
explotación de los recursos naturales sin control acabaron con la
economía de muchos países en el mundo dejando la pobreza total.
Sin embargo, no quiero finalizar este análisis crítico sin referirme al
sistema imperial que más ha impactado las últimas décadas hasta el
día de hoy, el imperialismo estadounidense.
Estados Unidos es una nación abiertamente capitalista, y la lógica
del capital es de acumular ganancias lo que significa el motor y el fin
de la economía y por lo que necesita un control siempre más estrecho
de las riquezas del mundo.
La “gran ventaja” que presenta este imperialismo norte-americano es
de ser, en general, no colonial. Sin embargo lo que lo preocupa es el
control de los recursos naturales, en particular enérgicos y la
posibilidad de distribuir sus productos y sus servicios, al fin de
acelerar la acumulación del capital.
Para ejercer este poder hegemónico, los Estados Unidos actúan
políticamente y militarmente. Desde un punto de vista político, se
trata de controlar los grandes organismos internacionales, en
particular el Banco Mundial y el Fondo Monetario internacional,
donde es el único país que posee un derecho de voto. Se trata
evidentemente de políticas muy vinculadas con la economía. Así
como desestabilizar económicas de países que prevean ventajas
geopolíticas y económicas, como se entiende que ocurre en
Venezuela, para presentarse como la “solución” a cambio de
garantías e intereses muy particulares.
Tenemos entonces, por ejemplo, en la
actualidad el 48% de las empresas
transnacionales tienen su sede en los
Estados Unidos; poseen más de 700
bases militares de diferentes tipos en
el mundo. Y como dato curioso están
presentes frente a las crisis tanto del
capital productivo (sobreproducción,
por ejemplo de carros) y financiera
(crisis de Méjico, Argentina, Rusia,
Asia, etc.), lo que evidentemente nos
muestra que este el capitalismo
contemporáneo está buscando
nuevas fronteras.

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