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Análisis Del Libro 1 de Crónicas
Análisis Del Libro 1 de Crónicas
Autor: Desconocido; se cree que pudo haber sido revisado por Esdras. 1 o 2 Crónicas son un solo
libro en el texto hebreo.
Época: Probablemente fue escrito durante o poco después de la cautividad, puede mirarse como un
suplemento a los libros 1 y 2 de Samuel, 1 y 2 de Reyes. Algunas de las descripciones históricas son
casi idénticas a las de los libros anteriores.
Particularidades: Los libros de Samuel y de Reyes se refieren a sucesos en ambos reinos, mientras
que Crónicas tiene que ver casi exclusivamente con la historia de Judá.
Pensamiento Central: La Soberanía de Dios.
Personaje Central: David.
HISTORIA
En los dos libros de Crónicas (que en realidad son una sola obra compuesta de dos tomos) se
reproduce la mayor parte de los acontecimientos que se narran en los de Samuel y Reyes. Este hecho
puede llevar al lector a la idea equivocada de hallarse ante la simple repetición de esos mismos
episodios históricos. Sin embargo, Crónicas lo hace dentro de determinados márgenes de libertad
narrativa, requeridos por las nuevas circunstancias en que hubo de desenvolverse el pueblo judío en
los años siguientes al retorno de los exiliados a Jerusalén.
La situación no era por entonces la misma que antes de la cautividad babilónica. La monarquía,
inaugurada en la segunda mitad del siglo XII a.C. con la proclamación de Saúl como rey, había
llegado a su fin junto con la destrucción de Jerusalén (586 a.C.), y las condiciones de vida de los
judíos no eran ahora las mismas que antes del destierro. La comunidad constituida por los repatriados
ya no formaba parte de un estado independiente, sino de una nación sometida, vasalla del imperio
persa. Y aunque es cierto que, en términos generales —y a diferencia de las precedentes
dominaciones de Asiria y Babilonia—, los gobernantes persas se mostraron benévolos y practicaron
una política de tolerancia religiosa con los judíos, también lo es que otras gentes de la vecindad
geográfica se les manifestaron totalmente hostiles.
En aquella nueva etapa, el pueblo judío estaba llamado a reconsiderar su historia desde un punto de
vista que les permitiera comprender mejor el presente y los orientara respecto del futuro. Y esto es
precisamente lo que el autor de Crónicas ofrece a la comunidad postexílica: una reflexión sobre el
pasado de Israel y una lección de fidelidad al Señor, a su Ley y al culto en el santuario de Jerusalén.
Los libros de Crónicas son una expresión típica del judaísmo postexílico. Para su composición, el
autor recurrió a materiales recogidos de Génesis, Éxodo, Números, Josué y Rut, de los cuales
extrajo, p.e., las genealogías de 1 Cr 1–9. Pero fue sobre todo en los libros de Samuel y Reyes donde
encontró una rica fuente de información, que él incorporó a Crónicas, reproduciéndola a veces
literalmente, o bien redactándola de nuevo. Además, cita una serie de documentos, en gran parte
desconocidos para nosotros, que son otros tantos depósitos de conocimiento histórico. Dichos
documentos son los siguientes, relacionados a continuación en orden alfabético:
Crónicas del profeta Natán: 1 Cr 29.29
Crónicas del rey David: 1 Cr 27.24
Crónicas del vidente Gad: 1 Cr 29.29
Historia del libro de los reyes (de Judá): 2 Cr 24.27
Historia del profeta Iddo: 2 Cr 13.22
Libro de las crónicas del vidente Samuel: 1 Cr 29.29
Libro de los reyes de Judá y de Israel: 2 Cr 16.11; 27.7
Libro (o: "Actas") de los reyes de Israel: 1 Cr 9.1; 2 Cr 20.34; 33.18
Libro del profeta Semaías: 2 Cr 12.15
Libros del profeta Natán: 2 Cr 9.29
Profecía de Ahías, el silonita: 2 Cr 9.29
Profecía (o: "Libro") del vidente Iddo: 2 Cr 9.29; 12.15
Registro de las familias: 2 Cr 12.15
Contenido y composición de los libros
El primer libro de Crónicas (=1 Cr) contiene una larga serie de genealogías que se extienden desde
Adán hasta Saúl (cap. 1–9), y en las que ocupan importantes espacios las líneas sucesorias de David
(cap. 3), Aarón (6.49–81) y Saúl (9.35–44). La exposición de estos linajes introduce al lector en el
resto del libro, que presenta la historia del rey David (cap. 10–29) hasta su muerte, ocurrida «en
buena vejez, lleno de días, de riqueza y de gloria» (29.28).
El segundo libro (2 Crónicas) consta de dos partes, más un apéndice a modo de conclusión. La
primera de ellas (cap. 1–9), dedicada íntegramente al reinado de Salomón, concluye con su muerte.
En la segunda parte (10.1–36.21), el Cronista relata la historia del reino de Judá, desde Roboam
hasta la destrucción de Jerusalén y la deportación a Babilonia. La conclusión (36.22–23) es una
referencia a Ciro, el persa, y a su decreto autorizando el regreso de los judíos exiliados. Estos
versículos finales de 2 Crónicas reaparecen al comienzo del libro de Esdras (cf Esd 1.1–3).
En la sección dedicada al reinado de David, el cronista se detiene con singular minuciosidad en el
traslado del Arca del pacto a Jerusalén, la organización del culto, las funciones de los levitas y los
preparativos y acopio de materiales para construir el Templo (véase, p.e., 1 Cr 15.1–17.27; 21.28–
22.19). Salomón había recibido de su padre David el encargo de ejecutar este proyecto de «edificar
una Casa en la cual reposará el Arca del pacto de Jehová» (1 Cr 28.2); así lo había dispuesto el
Señor: «Salomón, tu hijo, él edificará mi Casa y mis atrios» (1 Cr 28.6). Esto, no obstante, el
Cronista, desde su peculiar análisis histórico y teológico, ve en David al verdadero fundador del
Templo y de su ceremonial, por cuanto fue David quien, delegando en Salomón todas las
responsabilidades, le entregó los planos para la edificación del santuario único donde un día el
pueblo de Israel habría de adorar a Dios (1 Cr 28.1–29.25).
En su mayor parte, la historia de Salomón, el rey sabio entre los sabios, gira en torno a la
construcción del Templo. El Cronista incluye la oración pronunciada por el rey en la solemne
ceremonia de dedicación, y la respuesta de Dios a su plegaria. Otros monarcas después de Salomón
estuvieron también relacionados con los cuidados del Templo y del culto, así como con importantes
reformas religiosas que siguieron a algunas etapas de apostasía del pueblo. De esos reyes da
testimonio 2 Crónicas: Asa (cap. 14–16), Josafat (cap. 17–20) y, sobre todo, Ezequías (cap. 29–32)
y Josías (cap. 34–35).
Temas como los mencionados los expone el Cronista más ampliamente que Samuel o Reyes. Sin
embargo hay otros asuntos que él prefirió pasar por alto. Tal es el caso de ciertos sucesos de la
historia de David que podían ensombrecer la memoria del gran rey de Israel: sus conflictos con Saúl,
algunos injustificables comportamientos anteriores a su ascenso al trono, el lamentable episodio de
Betsabé y Urías, los dramas familiares y la rebelión de Absalón. Tampoco se interesa el Cronista
por la historia del reino del norte, al que alude pocas veces y más bien con acentos peyorativos (p.e.,
2 Cr 10.19; 13.1–20). Para él, solamente el reino de Judá y la dinastía de David ostentaban la
legitimidad; el reino de Israel, nacido de la ruptura de la unidad nacional (cf. 1 R 12) y mancillada
su fe por la idolatría, no podía representar al genuino pueblo de Dios.
EL MENSAJE
En el marco histórico en que se desarrolla la narración de Crónicas, no solamente debe considerarse
la reconstrucción del Templo y las murallas de Jerusalén. También se pretende restaurar el espíritu
de la comunidad judía postexílica. El Cronista rememora para sus lectores el principio inamovible
de que la vida del pueblo de Israel dependía de su fidelidad al Señor: una fidelidad de orden
individual y colectivo, testificada por la obediencia a la Ley y por una vida de piedad sincera. Esto
es lo que había alentado a David a impulsar la edificación del Templo y a trazar las líneas esenciales
de su ritual cultico; y esto es lo que también había tratado de inculcar en su pueblo. David sabía que,
en tanto la comunidad israelita fuera fiel a la elección con que había sido distinguida de las demás
naciones, Dios no dejaría de mostrarle su favor y de cumplirle todas sus promesas.
Esquema del contenido:
1. Las líneas genealógicas desde Adán hasta David (1.1–9.44)
2. El reinado de David (10.1–29.30)
1 CRONICAS
AUTOR: ESDRAS LIBRO DEL ANTIGUO TESTAMENTO.
Aunque Reyes y Crónicas muestran gran similitud en su contenido, están escritos desde diferentes
puntos de vista. El primero desde el punto de vista humano, y el segundo desde el divino
Considerando que los libros de Crónicas abarcan, en su mayoría, el material que se encuentra en 2
Samuel y en 1 y 2 Reyes, creemos necesario sólo presentar una introducción.
Tema. Los traductores griegos de la Biblia se refieren a estos libros como “las cosas omitidas”,
porque suplen mucha información que no se encuentra en los libros de los Reyes.
Aunque Reyes y Crónicas muestran gran similitud en su contenido, están escritos desde diferentes
puntos de vista. El primero desde el punto de vista humano, y el segundo desde el divino.
Por ejemplo: 1 Reyes 14:20, al relatar la muerte de Jeroboam, dice que “durmió con sus padres”.
Ese es el punto de vista humano. Segundo de Crónicas 13:20, al referirse el mismo suceso, dice que
“Jehová lo hirió, y murió”. Ese es el punto de vista divino.
Autor del libro de Crónicas. No se sabe con certeza quién fue el escritor de Crónicas, pero es
probable que sea correcta la prevaleciente creencia de los judíos como se encuentra en el Talmud.
Allí se declara a Esdras como el revisor de los registros que fueron escritos y preservados por
hombres dignos de confianza.
Esos registros escritos por hombres como Samuel, Natán, Gad, Iddo, etc., fueron inspirados por Dios
y Esdras fue inspirado además para escoger de entre ellos y juntar sus selecciones en una narración
continua.
Puede haber muy poca duda de que la historia en Crónicas la escribió Esdras al volver del cautiverio
babilónico a fin de animar al pueblo en la reconstrucción del templo.
Época. Desde la muerte de Saúl hasta el decreto de Ciro, que abarca un período de quinientos veinte
años desde 1056 hasta 536 a.C.
1. Se escribieron los libros de Reyes poco después del principio del cautiverio en Babilonia. Se
escribieron los de Crónicas poco después del regreso del cautiverio.
2. Un profeta, Jeremías, compiló los libros de Reyes; un sacerdote, Esdras, compiló los de Crónicas.
3. Los libros de Reyes dan énfasis al trono de los reyes terrenales; los de Crónicas, al trono terrenal
(el templo) del Rey celestial.
4. Los libros de Reyes tratan de Judá e Israel; los de Crónicas, de Judá, mencionándose
incidentalmente a Israel.
5. Los de Reyes son libros políticos de la realeza; los de Crónicas, eclesiásticos y sacerdotales.
1 Crónicas
"Dios preserva la simiente real"
Contenidos
1. 1 Estructura de 1 y 2 de Crónicas
2. 2 Contexto Histórico de Crónicas
3. 3 Autor y fecha
4. 4 Retos de Interpretación (1 y 2)
5. 5 Temas históricos y teológicos
6. 6 Vista Panorámica de 1 Crónicas
7. 7 Referencias Proféticas
8. 8 Importancia en la Biblia
9. 9 Carácter de Dios en 1 Crónicas
10.10 Apuntes de 1 Crónicas
MÉTODO CRÍTICO
1) ¿QUIÉN ESCRIBIÓ EL LIBRO? Esdras
MÉTODO HISTÓRICO
1) ¿CUÁL ES EL TRASFONDO HISTÓRICO DEL LIBRO? Los doce libros anteriores de la
Biblia terminan con la nación hebrea en cautividad. Los dos libros de Crónicas presentan la misma
historia, y terminan en el mismo punto. Son una recapitulación de todo lo ya sucedido, dando
prominencia especial a los reinos de David, Salmón y los reyes posteriores de Judá.
1 Crónicas es en parte igual a 2 de Samuel. Trata solamente de la historia de David, precedida por 9
capítulos de genealogías. Estas abarcan el período entero desde Adán hasta el regreso de los judíos
después de la cautividad; una especie de resumen de toda la historia sagrada anterior. Los dos libros
de Crónicas duplican, en un sentido, los libros de Samuel y de Reyes. Estos últimos escritos se cree
que provienen de una fuente del reino del norte, y los dos de Crónicas de una fuente del reino del
sur. Crónicas hace énfasis en la historia de Judá y la adoración del templo.
-1 y 2 de Crónicas, Esdras y Nehemías eran originalmente una sola serie de obras. El autor tuvo
acceso a registros, diarios y archivos oficiales que ya no se conocen, también tuvo a mano todos los
libros anteriores del Antiguo Testamento. Guiado por Dios copio, omitió o añadió aquello que
convenía a los fines de su propia obra, de manera que es esta parte del Antiguo Testamento tenemos
un relato doble.
Tal parece que crónicas se ocupa en primer lugar del reino de David, y de completar hasta sus
propios días la estirpe davídica. El linaje davídico, y el templo, como centro de adoración; Israel
(Judá) necesitaba conocer después de estar apartada mucho tiempo de sus mismas raíces; por eso
también este recuerdo de la historia; para recordar después de 70 años de cautiverio, crónicas
significa: Cosa Omitidas.
MÉTODO LITERARIO
1) ¿QUÉ GÉNERO DE LITERATURA ES EL LIBRO? Narrativo Histórico
MÉTODO PANORÁMICO
1) ¿CUÁL ES LA IDEA PRINCIPAL DEL LIBRO? El reafirmar la línea Davídica del Mesías; el
llamado a la relación con Dios y la adoración; por medio del templo como medio.
2) ¿CUÁL FUE LA RAZÓN PRINCIPAL POR LA CUAL SE ESCRIBIÓ ESTE LIBRO? Judá
volvía del cautiverio después de 70 años, necesitaba un recuerdo de su historia, para conocer su
propia realidad.
PALABRAS CLAVE (RV1960) Capítulos 1-9: Adán, Noé, Sem, Cam, Jafet, hijos de Israel, hijos
de Judá. Capítulo 10-19: ciudad de David, arca, pacto. Capítulos 20-29: casa (templo, santuario),
arca, corazón, Leví (levitas), Aarón.
COBERTURA HISTÓRICA: Una genealogía de apertura que retrocede hasta Adán; la narración
misma cubre el reino de Judá desde David (aprox. año 1000 A.C.) hasta el decreto de Ciro (539-538
A.C.).
ÉNFASIS: La continuidad del pueblo de Judá (y de otros) en el exilio y después la lealtad al pacto
de David y de Salomón como modelos para el tiempo de la restauración; el papel central del templo
y la adoración para la restauración; la verdadera adoración como un asunto del corazón, lleno de
gozo y canto; la bendición divina y el reposo por la obediencia y la retribución por la
desobediencia.
TÍTULO: El título original en la Biblia hebrea era "Los anales (esto es, acontecimientos o sucesos)
de los días". Primero y Segundo de Crónicas era un libro hasta que más tarde este fue dividido en
libros separados en la traducción griega del AT, la Septuaginta (LXX), alrededor del 200 a.C. El
título también cambió en ese entonces al título impreciso: "las cosas omitidas", esto es, reflejando
material que no se encuentra en 1, 2 Samuel y 1, 2 Reyes. El título en castellano "Crónicas" se
originó con la traducción Vulgata en latín de Jerónimo (alrededor del 400 d.C.), la cual usó el título
más completo: "Las crónicas de la historia sagrada entera".
Estructura de 1 y 2 de Crónicas
Título: “Edificando el templo para volver a Dios”
Versículo Claves: 1 Crónicas 22:19 “Poned, pues ahora vuestro corazón y vuestros ánimos en
buscar a Jehová vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario de Jehová Dios, para traer el arca
del pacto de Jehová; y los utensilios consagrados a Dios, a la casa edificada al nombre de Jehová”
Autor y fecha
Ni primera ni segunda de Crónicas contiene afirmaciones directas en referencia al autor humano,
aunque la tradición judía fuertemente se inclina a Esdras el sacerdote (Esd 7:1-6) como "el cronista".
Es muy probable que estos registros fueron hechos alrededor del 450-430 a.C. El registro
genealógico en 1 Crónicas 1-9 apoya una fecha después del 450 a.C. para la escritura. El NT no cita
directamente ni a 1 ni a 2 Crónicas.
Retos de Interpretación (1 y 2)
Primera y Segunda de Crónicas presentan una combinación de registros genealógicos e
históricos selectos y no se encuentra algún reto difícil de resolver dentro de ninguno de los
dos libros. Algunos puntos sale a la superficie, tales como:
1. ¿Quién escribió 1 y 2 Crónicas? ¿Acaso el empalme de 2 Cr. 36:22-23 con Esdras 1:1- 3
apuntan a Esdras como autor?
2. ¿Acaso el uso de fuentes múltiples mancha la doctrina de la inerrancia de las Escrituras?
3. ¿Cómo explica uno las variaciones en las genealogías de 1 Cr. 1-9 a partir de otra otras
genealogías del AT?
4. ¿Estaban aún en vigencia las maldiciones de Deuteronomio 28, aunque la cautividad de
setenta años había concluido?
5. ¿Cómo explica uno las pocas variaciones en números cuando compara a Crónicas con pasajes
paralelos en Samuel y Reyes?
1 Crónicas es un relato de la vida de David. En este libro se aprecia una perspectiva diferente de la
que da 2 Samuel, que es el otro registro bíblico acerca de David; pero no hay contradicción alguna
entre los dos. A diferencia de 2 Samuel, 1 Crónicas enfatiza las contribuciones que David hizo a la
adoración de Dios en Israel. No habla acerca de lo que ya se acentuó en Samuel, tal como su pecado.
1 Crónicas no menciona a su autor, pero pudo haber sido Esdras porque el escritor está familiarizado
con la moneda persa conocida como dárico (29:7; Esd 8:27). El cronista usa varias fuentes para la
composición de sus libros. El tuvo acceso a los libros de Samuel y Reyes. Pero 1 Crónicas cita otras
obras también, inclusive material profético. Registros archivados, tal como las genealogías, le fueron
de utilidad (1:1–9:44). Las Crónicas del rey David (27:24), del vidente Samuel, del profeta Natán y
del vidente Gad (29:29), tal vez hayan sido fuentes útiles de información usadas bajo la inspiración
del Espíritu Santo (2 Ti 3:16).
Después de una lista de genealogías individuales y tribales (1:1–9:44) y de unos pocos vers. acerca
de la muerte de Saúl (10:1–14), 1 Crónicas se enfoca enteramente en el rey David (11:1–29:30). La
narrativa del trágico fin de Saúl debiera compararse con lo escrito por Samuel (2 S 1:1–27). Las
proezas del rey David (que cada día eran más y más) y las de sus hombres cuando él comienza su
reinado, son mencionadas con todo detalle (11:1–12:40). La historia de la reubicación del arca del
pacto (13:1–15:29) con su correspondiente movilización del pueblo para adorar allí (16:1–43), son
descritos. La soberana provisión de Dios para la familia del rey y la nación, es enumerada (17:1–
20:8). La humildad de David al confesar su pecado es una muestra ejemplar para todos (21:1–30).
Los preparativos para la construcción del templo, son revisados (22:1–29:25), con énfasis especial
en los participantes que estarían involucrados. El libro concluye con un resumen muy positivo de
los cuarenta años del reinado de David sobre Israel (29:26–30).
La reafirmación del pacto de Dios con David (17:1–15) es uno de los pasajes más conmovedores en
1 Crónicas, a la vez que es un recordatorio para todo el que pone su fe en Cristo, que las promesas
eternas de Dios no son ulificadas por los defectos del hombre (Ro 4:21; 2 Co 1:20). El Hijo mayor
que David, Jesús el Mesías (Mt 1:1), es en quien en definitiva se cumple este pacto. A causa de la
fidelidad de Dios en sus promesas a David, todos los creyentes son beneficiarios de su salvación.
Hernández, E. A., & Lockman Foundation (La Habra, C. (2003). Biblia de estudio : LBLA. (1 Cr).
La Habra, CA: Editorial Funacion, Casa Editoral para La Fundacion Biblica Lockman.
Referencias Proféticas
Parte del Pacto Davídico con Dios, se reitera en el capítulo 17, referente al futuro Mesías, quien
sería descendiente de David. Los versos 13-14 describen al Hijo quien será establecido en la casa de
Dios y cuyo trono será firme para siempre. Esto solo puede referirse a Jesucristo.
Importancia en la Biblia
El autor pone en relieve la dinastía davídica, el → PACTO eterno que Yahveh había hecho con
David, el templo con su culto establecido por David, el papel de los → LEVITAS y la Ley. Los
libros de Samuel y Reyes se escribieron desde el punto de vista profético, pero los de Crónicas desde
el sacerdotal o levítico. Por tanto, estos tratan de asuntos eclesiásticos relativos a la construcción y
la dedicación del templo, y a las ordenanzas del culto público. Hacen resaltar las épocas cuando la
fe había sido la fuerza dominante entre el pueblo y sus líderes (por ejemplo, los reinos de Asa,
Josafat, Ezequías y Josías) y había traído la prosperidad, y subrayan que el abandono de la fe
verdadera redundaba en ruina y maldición. La insistencia en lo anterior era necesaria para la
comunidad posterior al cautiverio a la que escribía el autor.
Son los últimos libros en el canon hebreo ( 2 Cr 24 ; cf. Mt 23.35 ). Dada la afinidad de estilo,
vocabulario, procedimiento y teología entre Crónicas y → Esdras-Nehemías , algunos han creído
que anteriormente formaban parte de una misma obra. Aunque no fuera así, es probable que los haya
escrito un mismo autor o al menos cronistas de un mismo círculo. Interpretada así, la obra del
cronista (y su círculo) presenta una visión panorámica de la historia de Israel (desde Adán hasta
Nehemías) con su centro en la época normativa de David. La obra expresaba el anhelo de la
comunidad del post cautiverio sobre el restablecimiento de la dinastía davídica en el reino del →
MESÍAS . ( → CANON .)
Por el recuento de la historia del pueblo de Dios, Crónicas nos recuerda el papel central de la
adoración. Para los lectores del Nuevo Testamento, también señala hacia aquel cuya propia
"limpieza" del templo, muerte y resurrección reemplaza el templo como el lugar de la
presencia de Dios (Juan 2:19-22).