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4 Profesionalización y Capacitación Docente
4 Profesionalización y Capacitación Docente
DOCTORADO EN EDUCACIÓN
ASIGNATURA
Política Educativa y Formación Docente
Introducción
La formación de docentes es, sin lugar a dudas, uno de los principales factores de
la calidad educativa y en consecuencia se constituye en aspecto fundamental de las
políticas y planes educativos en el contexto nacional e internacional.
En este sentido, se destacan dos principios. El primer principio detalla que las
reformas educativas deben llegar a la escuela y al aula de clase, siendo fundamental
el papel que desempeña el docente. El segundo principio, hace referencia a la
profesionalización y capacitación docente como una herramienta para cambiar la
situación educativa teniendo en cuenta los contextos.
El siguiente texto es un análisis de los siete puntos presentados por el autor Juan
Carlos Tedesco en su tema Profesionalización y capacitación docente, donde se
destaca principalmente la participación de los docentes en los problemas que
presenta el mundo de la educación en la actualidad
Según Marín (2004; citado por Tejeda, 2015) la profesionalización del docente
puede definirse como el compromiso que el maestro adquiere desde su formación
inicial y posteriormente durante su desempeño laboral, aspectos que le promueve,
el desarrollo de la eficiencia y la eficacia para engrandecer las capacidades
requeridas en el trabajo educativo. Es preciso resaltar la amplitud y diversidad de
funciones que influyen en el concepto de la competencia profesional. En el sentido
estricto y por lo tanto restringido, el docente debe estar preparado para diseñar,
desarrollar, analizar y evaluar racionalmente su propia práctica. El desarrollo
profesional, desde una visión próxima a la docencia, se define como cualquier
intento sistemático de mejorar la práctica y los conocimientos profesionales del
docente con el propósito de aumentar la calidad de su desempeño laboral
Existen al menos tres discursos tradicionales sobre los docentes que explican los
problemas y motivan a tomar acciones:
1. El discurso basado en el reconocimiento retórico de la importancia del trabajo
de los educadores. Este aspecto está ligado al agotamiento de los recursos
financieros y los ajustes en el presupuesto para educación, cuya principal
variable es el salario docente; cuya reducción provoca desmoralización,
abandono de la profesión, ausentismo, búsqueda de otros empleos lo que
repercute en la calidad de la educación ofrecida a los estudiantes.
2. El segundo discurso se basa en la idea de que el docente puede ser una
“víctima” del sistema educativo o “culpable” de los resultados negativos de
éste. Como “víctima” principalmente por las condiciones laborales a las que
se debe enfrentar diariamente en su labor como educador. Y “culpable”
debido a que según las políticas neoliberales, los docentes fueron
considerados como los culpables de los resultados negativos en el
rendimiento escolar en diversos países.
3. El tercer discurso muestra al docente como poco importante, se le subestima
por su labor y por el rendimiento escolar de sus alumnos. En nuevos estudios
realizados, destacaron la importancia de darle mayor prioridad a factores
como los libros de texto, el equipamiento de las escuelas, el tiempo de
aprendizaje etc., y no precisamente a los docentes y a su labor.
Sin embargo existe una significativa dificultad para implementar de forma eficaz
estos cambios educativos, empezando por la gran dimensión cuantitativa que ha
adquirido la educación, donde se destaca el gran número de personas que se han
dedicado a la enseñanza. Según Tedesco (1991) más de 50 millones de personas
en el mundo se dedican a la enseñanza la mitad se desempeña en las escuelas
primarias y un tercio a la enseñanza media, es decir, los docentes constituyen hoy,
en casi todos los países, uno de los sectores más importantes del empleo público.
La expansión cuantitativa de la profesión docente ha estado asociada a varios
fenómenos importantes:
1. Diferenciación interna. El primero de ellos es la significativa diferenciación
interna, que está vinculada no sólo al ejercicio profesional en niveles distintos del
sistema, sino también a distintos tipos de actividad, que van desde el trabajo en
la sala de clase hasta las actividades de gestión, supervisión y atención
especializada a determinadas necesidades de los alumnos y a muy diferentes
niveles de calificación requeridos para el desempeño de la misma actividad.
Muy pocas profesiones tienen este nivel tan amplio de variación en las
calificaciones formales que se exigen para su desempeño, es decir, en algunos
lugares para ser maestro de escuela primaria sólo es necesario haber cursado
algunos años de escuela básica, mientras que en otros se exige un título de
educación superior.
Así pues, se puede decir que la docencia es una profesión ejercida por personas
poseen un núcleo básico común de competencias, también desarrollan una
especialización creciente desde el punto de vista cognitivo, afectivo y práctico. Sin
embargo, no se puede generalizar pues existen grandes diferencias entre los
profesores de primaria, de secundaria y los universitarios. Se igual manera, se
deben diferenciar las políticas de formación, de reclutamiento o de
profesionalización.
La formación inicial.
Después de la elección de carrera viene lo que se denomina formación inicial, como
segundo paso, esto deja ver la gran separación que existe entre la formación que
se le da a los docentes durante su carrera y las exigencias que la sociedad tiene en
cuanto a su desempeño eficaz e innovador.
Deja ver, además, que la formación que recibe el futuro docente está muy alejada
de las necesidades reales que este debe cubrir o resolver en su trabajo. Las causas
de esta problemática pueden ser tres:
1. La primera, es aquella que hace referencia a la separación e independencia que
tienen las escuelas de formación docente y las instituciones que se encargan de
las orientaciones pedagógicas de las escuelas.
2. La segunda, tiene que ver con la anterior, ya que las teorías pedagógicas más
innovadoras y que dominan la formación inicial de los futuros docentes suelen
ser teorías que se fundaron en base a las críticas de las prácticas pedagógicas
que aún existen en las escuelas.
3. La tercera se refiere al bajo nivel de responsabilidad de los resultados que son
característicos de los modelos de gestión de diversos sistemas educativos.
Uno de las mejores ideas para poder formar adecuadamente a los futuros docentes
es que la formación inicial y la formación en servicio deberían ser características al
frente de la formación de docentes, donde no solo se efectuara el proceso de
formación inicial hacia al desempeño sino también a la inversa donde de los
aprendizajes efectuados en el desempeño pudieran observarse en la formación
inicial.
El desempeño profesional.
Existen dos soluciones que pudieran llegar a mejorar esta problemática que gira en
torno al tema, por ejemplo: primero sería necesario incentivar a los docentes
inexpertos, los primeros años de su vida laboral para evitar que estos puestos
puedan usarse como “puestos de entrada” al mercado de trabajo. Y segundo lugar,
medidas que puedan convertir los primeros años de desempeño profesional en
parte del proceso de formación docente.
La idea que subyace ya hace algunos años, hace referencia a que el aumento de
salario tendrá que estar ligado a los resultados de la acción educativa. Es decir, a
los resultados que presenten sus alumnos, según las evaluaciones que se realicen.
Sin embargo estas mismas personas opinan que la tecnología no abarca todo lo
que la escuela conlleva. Además su introducción en las instituciones educativas
implica una amplia capacitación del personal. La introducción de materiales
tecnológicos es difícil para las instituciones empezando por el costo de estos, pero
no solo existen barreras económicas, si no también psicológicas y culturales.
Lo ideal sería crear una secuencia de acciones, donde se tomara en cuenta una en
una las dimensiones e ir resolviendo así los problemas. Por desgracia definir una
secuencia de calidez general es imposible ya que esta debe tomar en cuenta las
condiciones locales y de allí poder definirla de forma adecuada.
En síntesis el enfoque integral de las políticas docentes implica aceptar la
complejidad de las situaciones que se vive actualmente en el ámbito educativo. Y
que demás sean aceptadas las complejidades por lo que implica la responsabilidad
de recursos financieros pero no complejidad en la realidad.
Conclusión
Sin duda la profesionalización docente es una vía para una buena calidad educativa.
La profesionalización del oficio de enseñar, consiste en incidir en la parte profesional
de la formación, pensar más allá del dominio de los Contenidos que hace necesario
transmitir.
Bibliografía