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COMPONENTES DEL MOVIMIENTO NORMAL DURANTE EL PRIMER AÑO DE VIDA

Las etapas del desarrollo motor normal han sido bien documentados por
varios autores.
El desarrollo motor está dirigido por y bajo la dependencia de la maduración
del sistema nervioso, del código genético individual, del tratamiento y experiencias
del medio ambiente. El desarrollo procede céfalocaudalmente, de proximal a distal
y de los movimientos gruesos a los más finos.
El desarrollo motor es más correctamente llamado desarrollo
sensoriomotor, debido a las considerables entradas sensoriales que contribuyen al
desarrollo. Todos los sistemas sensoriales están envueltos: Táctil, propioceptivo,
cinestésico, visual, vestibular. El niño como nosotros, aprende la sensación de un
movimiento, no un movimiento como tal.
Los niños normales son muy activos. Ellos repiten todos los movimientos
una y otra vez y van probando diferentes variaciones de los mismos. De esta
forma, desarrollan una conciencia de la sensación de los movimientos, dándoles la
posibilidad de ir complejizándolos y enriqueciendo su conocimiento de sí mismo y
el medio.

Con el objeto de entender más completamente el desarrollo motor es


importante entender las características del movimiento.
 Todo movimiento envuelve un cambio de peso. Los cambios de peso
proveen los estímulos para las reacciones posturales correctas y
estas reacciones correctas son las bases para las reacciones de
equilibrio más complejas.
 La mayoría de la literatura habla del desarrollo de la extensión. La
extensión es importante para la estabilidad, pero nos debemos fijar
que el desarrollo de los flexores es también crítico para el desarrollo
normal. El control normal de la cabeza y el tronco implica la habilidad
de extender en prono, pero también la de flectar en supino y flectar
lateralmente en el decúbito lateral.
 El niño aprende a moverse frente a la experiencia de “tener que
moverse”. El niño desde que nace debe resolver problemas motores,
por ejemplo: debe girar su cabeza para poder mirar a su madre,
eleva su brazo para intentar alcanzar su juguete favorito, etc. El
crecimiento implica mayores desafíos y entrena al niño en sus
habilidades de planificación y ejecución motora, pero hay que tener
precaución en que el desafío presentado sea adecuado a la edad del
niño.

Desarrollo motor anormal (DMA):

La comprensión del desarrollo motor anormal implica un tener cabal


conocimiento del desarrollo motor normal.
El DMA comienza con los mismos procesos del desarrollo motor normal,
pero el niño no logra desarrollar adecuadamente algunas conductas motoras, los
cuales compensa con ciertos patrones de movimiento, que con el tiempo pueden
llegar a ser patológicos si no son modificados.

Los problemas de movimiento se manifiestan tempranamente con:


 Pobre calidad del movimiento
 Pobre variabilidad en el repertorio de movimiento y/o
 Prolongación de compensaciones en el tiempo

Cuando un niño presenta una calidad anormal del tono muscular y del
movimiento y/o una actividad flexora contra gravedad que no se equilibra con la
actividad extensora, hay dificultad para estabilizar una parte del cuerpo mientras
otra se mueve. Debido a que el niño no puede estabilizarse por si mismo, aprende
a mantenerse artificialmente o aprende a “fijarse”. La fijación impide los
movimientos de un segmento, para realizar movimientos en otra zona. Esta
“fijación” interfiere con el proceso normal del aumento de movilidad y estabilidad
simultánea que se da en el desarrollo. Como el niño usa la fijación repetidamente,
ella bloquea el proceso normal del desarrollo.

Se presentaran a continuación los bloqueos más frecuentes:

Hiperextensión de cuello:
En el desarrollo normal, la hiperextensión de cuello es balanceada por la flexión en
el tercer y cuarto mes, cuando es capaz de llevar y mantener su cabeza en la línea
media en supino y también en prono con apoyo de antebrazos. Al cuarto mes es
capaz de deprimir su mentón, lo que elonga la musculatura extensora de cuello.
Bloqueo: No se observa una acción combinada de flexores y extensores de
cabeza. El niño no lleva su cabeza a línea media, no deprime su mentón y en
prono la eleva con hiperextensión.
Compensación: eleva sus hombros para estabilizar la cabeza y exagera la
hiperextensión.
Consecuencias: se altera el uso de extremidades superiores (EESS) y tiende a
mantener abierta su boca.

Giro de cabeza:
En el desarrollo normal, la cabeza se orienta hacia la simetría en la línea media
alrededor de los tres a cuatro meses. Esto permite la convergencia visual y el uso
simétrico de las extremidades. Como las manos van juntas hacia el cuerpo, mejora
el desarrollo del esquema corporal.
Bloqueo: No orienta su cabeza a la línea media por acción asimétrica de la
musculatura flexora y extensora.
Compensación: Usa preferentemente una mano y movimientos oculares laterales
o incoordinados. Como la cabeza siempre está rotada, la columna también rota y
aumenta su extensión.
Consecuencias: pobre uso de EESS, pobre conciencia del cuerpo, pobre control
ocular y percepción visual. Posibilidad de desarrollar desviaciones de columna
(escoliosis) y cadera (subluxación).
Inclinación anterior de pelvis (anteversión):
En el desarrollo motor normal, los movimientos anteriores y posteriores de la
pelvis están activos al rededor del tercer y cuarto mes, por el juego de las
extremidades inferiores que van de una posición de “rana” a la elevación de ellas
sobre el abdomen. El desarrollo adecuado de la cadera también se inicia cuando
en prono intenta alcanzar objetos y realiza una flexión lateral del tronco.
Bloqueo: No hay adecuada activación de abdominales o no pueden contrarrestar o
elongar la musculatura lumbar.
Compensación: mantiene las extremidades inferiores (EEII) en “posición de rana”.
Consecuencias: disminuye movilidad de cadera, no logra gatear, sólo realiza
“saltos de conejo” en cuatro apoyos. Al sentarse, debe hacerlo a “lo indio”, lo que
aumenta el problema. Si logra caminar, debe hacerlo con las caderas flectadas y
juntando sus muslos, lo que deforma sus pies.

Inclinación posterior de pelvis (retroversión):


El desarrollo normal corresponde al anteriormente descrito.
Bloqueo: La actividad motora es similar al caso anterior, pero el niño mantiene sus
EEII en fuerte extensión y entrecruzamiento.
Compensación: es poco funcional en posición prona, con mala movilidad de sus
caderas. Esto lo lleva a mantener posiciones viciosas por tiempo prolongado, más
que esforzarse por lograr movimientos más complejos.
Consecuencias: en sedente: el niño termina sentado en la parte baja de su
espalda, con sus EEII flectadas y su columna en cifosis. Como esta posición es
muy incomoda, el niño prefiere sentarse en “W”, lo que aumenta los problemas.
El gateo es muy difícil, por lo que opta por “saltos de conejo”.
Si logra parase y caminar, lo realiza con las EEII entrecruzadas y con gran
necesidad de apoyo.

Estos cuatro bloqueos presentados pueden manifestar otras compensaciones y


otras consecuencias que dependen de características propias del niño, del manejo
que se haga y del tipo y calidad de las intervenciones que se apliquen.

Bibliografía:
“The components of normal movement during the first year of live and abnormal
motor development”, Lois Bly, 1983.

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