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INSTITUTO VERACRUZANO

UNIVERSIDAD DE EDUCACIÓN
POPULAR SUPERIOR
AUTÓNOMA DE VERACRUZ

DIRECCIÓN DEDE
SUBDIRECCIÓN EDUCACIÓN SUPERIOR
EDUCACIÓN SUPERIOR

IMPLEMENTACION DE LAS ARTES EN NIVEL BASICO DE


EDUCACION

ASIGNATURA:
PLANEACION DIDACTICA EN LA EDUCACION ARTISTICA

DOCENTE ASESOR:
LIC. JESUS A. GUERRERO GONZALEZ

ALUMNO:
TELHMA MENDOZA MARTINEZ

7º CUATRIMESTRE GRUPO: 701

CARRERA:
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN ARTÍSTICA

FECHA: 16 DE DICIEMBRE DEL 2019

ÁLAMO, TEMAPACHE, VERACRUZ

Ciudad, Estado, [mes] de [año]


INTRODUCCION

La danza es un ritual romántico, donde un caballero corteja a una dama con


elegancia y ella le responde con simpática sensualidad. Es la clave de un contacto
civilizado sin tocarse, respeto por el otro, intento y límite, el juego del amor.

Un joven que aprende el arte de la danza difícilmente sea luego un violador o un


golpeador.
Si analizamos la importancia del folklore en la educación, nos daremos cuenta
verdaderamente que una de las funciones de la escuela es la transmisión de la
herencia social de los pueblos. Porque la educación debería realizarse a partir de
esas raíces que posee el pueblo, de vivencias autóctonas de sus familiares o
antepasados, en distintos ámbitos como el musical, artesanal, entre otros.

La Educación estaría además al servicio del rescate, enriqueciendo culturalmente


a alumnos, docentes y toda la comunidad, con el más firme propósito de preservar
y difundir ese patrimonio ancestral que encierra la genuina sabiduría popular. La
práctica folklórica no es solamente para salir del paso en un evento, en la escuela
o una actividad extraescolar, desde la educación inicial al bachillerato, se debería
impartir danza, música, artesanías, teatro, literatura, lingüística regional, comidas
típicas o regionales).

Todos sabemos que la sociedad de consumo impuesta por la globalización por y


debido a los medios de comunicación inciden en los niños y jóvenes quitándoles
todo interés o entusiasmo hacia nuestra cultura autóctona, ya que los inducen a
consumir producciones o culturas, venidas de otra parte del mundo y la falta de
incentivos para cultivar lo nuestro, desde la escuela, desde los hogares, y de
ciertas políticas irresponsables hacen más difícil lo que debe ser.

Es por eso que una primaria solución sería integrar dinámicamente las actividades
curriculares con el folklore, promover la interacción grupal, el aprendizaje a través
de la música, la danza, los cuentos, leyendas, poesía, costumbres, coplas y
refranes con la finalidad de estrechar lazos entre la escuela, lo social y la
comunidad, intervendría en mejorar y rescatar la transferencia generacional donde
abuelos, padres e hijos podrían vincularse culturalmente, propender al rescate de
la sabiduría popular en su propio hábitat donde se encuentra la escuela.

Pretender que desarrollen un pensamiento artístico y estético que les permita


emitir juicios informados en relación con las artes, que identifiquen y ejerzan sus
derechos culturales, los estudiantes la Educación Básica valoren el papel e
importancia de distintas manifestaciones artísticas locales y nacionales, a la vez
que se adapten con creatividad a los cambios, resuelvan problemas de manera
innovadora, trabajen en equipo, respeten y convivan de forma armónica con sus
compañeros y maestros. 4 Con el fin de dosificar los aprendizajes, se presentan a
continuación los propósitos generales por nivel:

 Estimular la curiosidad, sensibilidad, iniciativa, espontaneidad, imaginación, gusto


estético y creatividad.
 Propiciar experiencias para la expresión personal a través de algunos elementos de
las Artes Visuales, Danza, Música y/o Teatro.
 Promover la observación y escucha activa de obras artísticas de distintos autores,
lugares y épocas. Fomentar vínculos afectivos y de confianza entre pares, por medio
de actividades artísticas diversas.
 Favorecer el desarrollo y expresión del pensamiento por medio y a través de las artes.
 Afianzar la autoestima y sentido de logro al crear expresiones artísticas propias.
 Explorar los elementos básicos de las artes desde una perspectiva interdisciplinaria.
 Promover el desarrollo del pensamiento artístico al explorar procesos de percepción,
sensorialidad, emoción, imaginación, creatividad y comunicación.
 Favorecer actitudes de respeto, apertura al cambio y manejo de la incertidumbre,
imaginando y poniendo en práctica soluciones creativas a diversas problemáticas que
se presentan en el colectivo artístico interdisciplinario. Potenciar capacidades
emocionales e intelectuales para apreciar las manifestaciones artísticas y la vida en su
dimensión estética.
 Explorar las Artes Visuales, Danza, Música o Teatro, desde un enfoque sociocultural
que permita reconocer su importancia social y ejercer su derecho a la cultura y el arte.
Si reparamos en cómo la Educación artística en México, tiene aún que abrirse paso y
con mucho esfuerzo en las escuelas primarias, secundarias y preparatorias públicas,
veremos que la existencia de un importante número de Carreras artísticas a nivel
Licenciatura en distintos Estados del país, es un logro innegable tanto en el plano
nacional como internacional.

No obstante, es sorprendente la falta de reconocimiento social que todavía impera


para dichas Carreras en comparación con otras, como derecho, economía,
medicina… Falta de reconocimiento y deslegitimización de la que se hacen eco, en
muchos casos, las propias familias de los estudiantes, a través del retiro de apoyo
económico, de una franca oposición a sus proyectos, de cuestionamientos,
desvalorización, etc.

Todo esto impacta seriamente en los alumnos y puede generarles, sentimientos de


culpabilidad, problemas de autoestima, sobre exigencias, desmotivación, déficit en
su rendimiento y aprovechamiento escolar, y hasta apatía, enfermedad, deserción.

Por todo ello es muy importante que nosotros, como artistas, docentes e
investigadores tengamos conciencia de esta situación y desde nuestros lugares de
trabajo podamos ayudar a nuestros estudiantes a legitimizar la tarea artística y la
profesionalización en artes como un dador de identidad personal y social.

Así mismo, es importante señalar que los retos de la Educación en Artes varían con
el tiempo y están estrechamente ligados a las nuevas tendencias en las políticas
educativas a nivel mundial y sus consecuentes cambios de modelos pedagógicos y
de paradigmas, en cuanto a conceptos, corrientes y teorías.
Contenido

INTRODUCCION ................................................................................................................................... 2
IMPLEMENTACION DE LAS ARTES EN NIVEL BASICO DE EDUCACION ................................................ 6
BENEFICIOS DE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA Y LA FUNCIÓN DEL DOCENTE ........................................ 16
ARTE Y CULTURA EN LA POLÍTICA EDUCATIVA ACTUAL.................................................................... 20
EL PLAN DE ESTUDIOS Y LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA ......................................................................... 23
CONCLUSION ..................................................................................................................................... 31
BIBLIOGRAFIA .................................................................................................................................... 35
IMPLEMENTACION DE LAS ARTES EN NIVEL BASICO DE
EDUCACION
El arte y la expresión artística, tiene como finalidad intencional producir y expresar
la experiencia artística. Por medio de ella el ser humano, contempla y admira al
mundo, a sí mismo y a los demás. Es una manera una forma de conocer y de
transformar la realidad; por esto, la Educación Artística, es una de las dimensiones
fundamentales que contribuyen a todo ser humano, siendo entonces educable. Es
básica por lo tanto, mi propósito de formación integral. La educación por el Arte se
propone incentivar, en todos los alumnos, un mínimo producción artística que
favorezca la expresión de pensamiento, sentimientos y percepciones, en una
organización integrada tanto de formas, como de colores, sonidos, movimientos
que desarrollen su sentido Artístico y su personalidad integralmente a la vez que
permite la comunicación de lo que percibe, siente y piensa a través de un trabajo
creador.

La enseñanza en las artes tiene como propósito conseguir en los educandos “un
aprendizaje duradero y sistemático en las competencias, formas de pensamiento y
métodos de presentación de las diferentes formas artísticas (artes visuales, danza,
música y teatro)”.

La educación en las artes puede definirse como un aprendizaje sistemático, y


prolongado en el tiempo, de habilidades y de formas de pensar y presentar las
diferentes disciplinas artísticas (danza, artes visuales, música, interpretación) que
genera unos determinados efectos como la mejora de la actitud respecto a la
escuela y al aprendizaje, un mayor conocimiento de la identidad cultural y una
sensación de satisfacción personal y bienestar. Asimismo, la educación que
recurre a sistemas pedagógicos creativos y artísticos para impartir todas las
materias (educación a través de las artes) mejora el conjunto de los resultados,
reduce la desafección escolar e incentiva la transferencia cognitiva positiva.
Dichos efectos sólo se obtienen cuando existe una oferta de programas de
calidad.
La enseñanza de las artes en la educación básica Comprender el papel que tiene
la enseñanza de las artes obliga a reflexionar en las construcciones sociales sobre
el arte en la historia de la humanidad. Esto no es tarea fácil; se requiere tomar en
cuenta el tejido social y considerar los significados creados por el hombre. Si para
los países europeos incluir las artes en la educación básica fue una tarea de siglos
atrás, para países como el nuestro es una labor llena de sentido social en el siglo
XXI. La resistencia a incluir las artes en la enseñanza dirigida a las masas fue
mayor en los países fuera de Europa. En el llamado tercer mundo, la introducción
de las artes en la educación básica fue posible cuando quedaron destruidas las
formas colonialistas con la modernización: 21 La enseñanza del arte y de la
educación física tardó más tiempo en penetrar en los sistemas educativos no
occidentales; hasta la vinculación ideológica entre estas asignaturas y la
civilización de la sociedad se convirtió en un componente de la ideología nacional
que empezó a darse por sentado bien avanzado el siglo XX. A mediados del siglo
XX se produjeron dos revoluciones sociales clave para producir estos cambios.
Primero, el colonialismo y el racismo occidentales se vieron atacados como teorías
del progreso y fueron derrotados. Segundo, se organizó un nuevo orden
internacional alrededor de los Estados-nación y surgió el nacionalismo (Kamens y
Cha, 1999:66). Kamens y Cha (1999) realizaron un estudio del periodo 1860-1900
que les permitió mostrar el tiempo asignado a las artes en diversas regiones del
mundo.
Según Chalmers (2003), desde que el arte ingresó, hace 125 años, a las
escuelas públicas, en Europa se dio una gran transformación de las ideas sobre
las artes y su enseñanza; esto ha producido, según los investigadores, una gran
diversidad de posturas y preferencias artísticas que unas veces se complementan
y otras se oponen. Ávila (2004) afirma que en la vida cotidiana del campo de las
artes se observan múltiples concepciones artístico-culturales que suelen
responder a intereses de los investigadores y agentes del campo, y/o a posturas
ideológicas, sociológicas o económicas de los países. Desde las dos primeras
décadas del siglo XX, la forma de pensamiento que tomó auge en el campo de las
artes fue el enfoque tradicional, que centra su atención en la adquisición de
habilidades y destrezas vinculadas con el dominio de los materiales. Chalmers
(2003) indica que no sólo se dio atención a las 23 habilidades, sino que en una
lectura cuidadosa de las perspectivas de la enseñanza de las artes en los albores
del siglo XX se podían encontrar formas ideológicas que marcaron algunas
prácticas docentes.

Tendencias de la enseñanza de las artes en la educación básica La enseñanza de


las artes intenta dar respuesta a los cambios de un mundo vertiginoso. Esos
cambios exigen a la escuela, en lo general, una transformación ideológica y, en lo
particular, el desarrollo de competencias para la vida. La enseñanza de las artes
es parte de este proceso. En la actualidad se pueden observar tres tendencias en
la enseñanza de las artes en la educación básica: a) la educación por el arte; b) la
educación a través de las artes, y c) la educación en las artes. La educación por el
arte comparte con otras perspectivas la idea que plantea la relación entre moral y
arte, o entre ética y estética, y propone una pedagogía donde la autoexpresión y la
creatividad constituyen elementos sustantivos para la recuperación del ideal
humano (Agirre, 2000). Esta tendencia hunde sus raíces en el siglo XVIII con
Friedrich Schiller y Anthony Ashley Cooper, tercer conde de Shaftesbury. Schiller
sostuvo que “el gusto puede favorecer la moralidad del comportamiento, aunque
nunca podrá originar un producto moral a través de su influencia”. De igual forma,
Shaftesbury (citado en Arnau, 1994:132) afirma que “lo que el hombre ve es lo que
llega a ser”. Así se crea una tendencia que cree que la belleza es el garante de la
moralidad, por lo que la educación estética tiene interés por el interior del ser
humano y su formación: “La función de la educación artística es ayudar a las
personas a percibir las bellezas de la obra divina del universo material. Pocos
pueden recibir el don de la invención y esto 27 no se puede enseñar, ya que es un
don divino, pero la percepción en cambio sí puede enseñarse”

La educación en las artes y a través de las artes son conceptos diferentes, pero
interdependientes. Son dos las preocupaciones de estas tendencias: la primera
tiene que ver con la coherencia cultural y el incremento de la predisposición
emocional y cognitiva de los niños y jóvenes; la segunda se relaciona 29 con el
incremento del valor de las disciplinas y los procesos tradicionales que emplea la
sociedad para contribuir a conformar la identidad de la infancia y la juventud. Los
educadores han tomado la educación a través de las artes como una vía que
puede utilizarse para lograr todo objetivo que pretenda el conocimiento de sí
mismos, la vitalidad de la sensibilidad, el fomento del crecimiento personal, el
desarrollo de la capacidad crítica, el fortalecimiento de la estima propia y la
comprensión de la realidad en que se vive. Una educación que se potencia a
través de la enseñanza de las artes contribuye a mejorar los resultados
académicos, reducir la apatía escolar, establecer una relación de calidad con el
medio ambiente que difícilmente se da en otras materias de conocimiento, e
incentivar el aprecio por la diversidad, la libertad de expresión, la capacidad crítica
y la tolerancia. Además, ayuda a los procesos de identificación cultural, al
conocimiento y divulgación de las obras del patrimonio artístico cultural, nacional y
universal; todo con el objetivo de promover los valores de lo propio y el sentido de
pertenencia, así como la sensibilidad necesaria para respetar al otro. Incluso
algunos educadores de otros ámbitos académicos reconocen que este enfoque
resulta valioso para denunciar la destrucción del medio ambiente y desarrollar una
conciencia ambiental que permita subsanar las limitaciones de algunas acciones
basadas en argumentaciones técnicas, científicas o económicas, que producen
resultados poco halagadores. La enseñanza en las artes tiene como propósito
conseguir en los educandos “un aprendizaje duradero y sistemático en las
competencias, formas de pensamiento y métodos de presentación de las
diferentes formas artísticas (artes visuales, danza, música y teatro)

En México, las reformas curriculares se han orientado de acuerdo con las


tendencias de la enseñanza de las artes. Si bien este proceso ha tenido un largo
recorrido, en las siguientes líneas sólo se indica el momento que condujo a la
actual concepción pedagógica de la enseñanza de las artes en la educación
básica. A partir de 1993 se formuló un nuevo enfoque pedagógico para la
educación artística en la educación básica que incentivó la producción de material
didáctico para la enseñanza de las disciplinas artísticas. En 2000 apareció el Libro
para el Maestro. Educación Artística. Primaria (SEP); donde se sugieren
actividades para lograr los fines formativos de las artes, aunque tanto los
materiales didácticos como el libro se dirigían a la educación primaria y no tenían
orientaciones claras para los otros niveles. En 2004, con la Reforma de la
Educación Preescolar y en 2006 con la Reforma de la Educación Secundaria con
los cambios curriculares por competencias, “la actividad de educación artística
deja de ser una actividad de desarrollo y se considera ya una asignatura dentro
del Plan de estudios de secundaria, cuya denominación será Artes. Con esta
denominación se busca expresar que el arte constituye un campo de conocimiento
humano” (SEP, 2006:8). 31 El Plan de estudios de educación secundaria
promueve la articulación de la secundaria con la primaria y el preescolar, y
establece que las artes son un medio excepcional para el desarrollo de
competencias vinculadas al aprendizaje a lo largo de la vida, el uso de la
información, el manejo de problemas y la convivencia en sociedad. En los
programas de estudio las disciplinas artísticas se presentan para que los
adolescentes reconozcan la naturaleza diversa de los lenguajes artísticos, pero no
pretenden la preparación especializada. Las artes son vistas en sus variadas
funciones sociales y culturales para el florecimiento de la estética y el uso de los
sentidos; el pensamiento (saber relacionar formas e ideas, conocer los medios, las
técnicas y los materiales del arte), así como la sensibilidad, percepción y
creatividad: habilidades todas del pensamiento artístico. Para que se pueda lograr
que las artes cumplan la tarea de promover aprendizajes significativos la escuela
asume la tarea de relacionar el hacer y el pensar, además de la sensibilidad y el
sentimiento. Con ello, los estudiantes obtendrán experiencias educativas de
calidad en las que se promueva la percepción y la creatividad. La organización de
los propósitos y los contenidos para el aprendizaje de las artes en la reforma de la
educación secundaria se hace a partir de tres ejes: expresión, apreciación y
contextualización.
Evaluación del aprendizaje El proceso de evaluación implica tener claridad sobre
lo que deseamos que los alumnos aprendan, asimilen y apliquen en las diferentes
esferas en que se desarrollan. Constituye, además, un elemento valoral porque
implica la emisión de juicios que se relacionan con las características de la
materia, los hechos y conceptos relevantes para la resolución de problemas y su
representatividad en la comunidad. Pero también, según lo propone Eisner (2002),
requiere de algunas consideraciones o presupuestos básicos, a saber: la
evaluación es una parte de las prácticas en la educación; se concibe como un
proceso en la toma de decisiones; suministra in- 233 formación tentativa que
depende del contexto. Sobre esta última consideración, la bibliografía revisada
hace referencia constante a que la visión holística de la evaluación debe atender
todas las dimensiones del individuo y sus circunstancias socioculturales. Así lo
propone Wilson (citado por Bamford, 2009), quien plantea que la enseñanza de las
artes y su evaluación implican una construcción social que refleja los valores de
los contextos. Las tareas que cumple la evaluación, según Agirre (2005:114), son:

La evaluación es creadora de ambientes escolares, de modo que actividades


cotidianas como leer, observar la naturaleza o ver una película tienen distinto
significado fuera y dentro del ámbito escolar debido, en gran medida, a que en
éste son objeto de evaluación. Sirve como medio de diagnóstico de la situación
previa del estudiante para la detección de problemas en el proceso de aprendizaje
y valorar el resultado final de dicho proceso. De este modo proporciona pautas
para elaborar expectativas sobre los estudiantes, prever comportamientos y
orientar su formación. Permite la adaptación de la enseñanza a las peculiaridades
personales del alumno. Afianza el aprendizaje, actuando tanto en la consolidación
de lo recordado como en la creación de estilos de aprender. Scriven, en 1967, ya
señalaba que la evaluación se debe considerar como parte integrante del proceso
de desarrollo en el currículo, de aquí que propusiera dos momentos para el
proceso de evaluación: formativa y sumativa (Stufflebean y Shinkfield, 1987). En la
actualidad, a estos dos momentos se le agrega uno de carácter sustantivo, la
evaluación inicial. Estos momentos tienen la siguiente finalidad:
• Inicial, que evidencie las formas de aprender.

• Formativa, que observe el progreso de los proesos de aprendizaje.

Sumativa, que mida lo enseñado y las capacidades del alumno.

Los docentes atienden estos tres momentos para realizar un diagnóstico de las
necesidades de los alumnos (evaluación inicial), dar cuenta de los avances por
medio de subproductos que nos permiten analizar lo que ha sido realizado y los
ajustes necesarios a hacer (evaluación formativa), en tanto que la evaluación final
permite recuperar el trabajo llevado a cabo para asignar evaluaciones con
parámetros cuantitativos y cualitativos, además de observar las características de
los grupos y sus necesidades para atenderlas en procesos futuros. De hecho, esta
fase de evaluación tradicionalmente se considera como el punto en el cual no
puede intervenirse; sin embargo, siendo congruente con la propuesta de la
preocupación de los alumnos y los procesos de aprendizaje, puede ser de mucha
utilidad para el inicio del diagnóstico del siguiente grado formativo. En el marco de
una educación centrada en competencias debe evaluarse de manera sistémica,
natural y en el momento adecuado. La participación del docente y del alumno en
los diversos momentos de la evaluación implica “[…] desarrollar habilidades para
la observación, argumentación y reflexión que los lleva a emitir opiniones
informadas y críticas, en el proceso mismo de evaluar, al ser evaluado,
autoevaluarse y evaluar a los otros (heteroevaluación, autoevaluación y
coevaluación)” (SEP, 2010:15). En el ámbito de la evaluación, Eisner advierte que
es necesario actuar como un crítico de arte, en tanto que Hernández Hernández
(2010:193) establece que los profesores requieren “apertura”:

Conceptual, para dar cabida en la evaluación a resultados no previstos y


acontecimientos imprevisibles.

De enfoque, para dar lugar a recopilación de evidencias, tanto del proceso como
de los resultados. Metodológica, para introducir procedimientos informales frente a
la inflexibilidad estratégica formal, lo que supone pasar del monismo al pluralismo
metodológico.

Ético-política, para reconocer el camino que va de la evaluación burocrática a la


democrática. Esto supone reconocer que los implicados también forman parte del
proceso evaluativo, no sólo como ejecutores sino como referentes del propio
proceso seguido, además de ser partícipes de las decisiones adoptadas.

Prácticamente, durante toda la educación moderna de la enseñanza de las artes,


ésta recae bajo responsabilidad de los propios artistas. Sin embargo, a principios
del siglo XX, la educación de las artes comienza a impartirse por pedagogos, y
este fenómeno, para Conant, representa la casi desaparición, al menos
marginalización, del arte en la escena educativa (Battcock 1973:155). Dobbs
sostiene que en la segunda y tercera década del siglo XX, con el espíritu
progresista de la época, se dio un énfasis en la creatividad y en el juego para el
aprendizaje de las artes. Posteriormente, en las décadas de los cuarenta y los
cincuenta se incorporan en Europa y en los Estados Unidos las ideas de “arte para
ser un buen ciudadano” (art for good citizenship) y “arte para la vida diaria” (art in
daily living). Luego, en los años sesenta se da una revolución total, fundamentada
en investigaciones que mostraban la importancia del desarrollo visual del niño
para el desarrollo de su inteligencia.
BENEFICIOS DE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA Y LA FUNCIÓN DEL
DOCENTE

Los beneficios de la educación artística en los niños son inmensos. Contribuyen a


fortalecer la autoestima; confianza en sí mismos; estimular la imaginación;
habilidades de motricidad fina, coordinación y movimientos precisos, desarrollo de
la creatividad, resolución de problemas cognitivos, concentración, expresión;
estimulación de los hemisferios del cerebro; interactúa, convive y trabaja de
manera colaborativa con los demás, fortaleciendo las competencias para la vida
en sociedad y para la convivencia. El desarrollo de estas capacidades se origina y
se cimienta en la etapa de la niñez; por eso se resalta la importancia de impulsar
el arte en la educación básica: Los niños entre los 12 meses de edad y los 12
años se encuentran en un periodo sensible de aprendizaje plástico. Es en este
periodo en el que el ser humano tiene el mayor potencial frente a diversas áreas
artísticas entre las que se encuentra el desarrollo gráfico, tanto en el área mental
como psicomotriz. El desarrollo de estas áreas que no se alcance en este periodo
no podrá recuperarse más tarde o se hará de manera muy trabajosa [Laña, 2014,
s/p]. Laña Calvo menciona cómo con un adecuado trabajo artístico en la infancia
se pueden obtener grandes mejoras, entre ellas la estimulación de ambos
hemisferios cerebrales, donde resalta la diferencia con el aprendizaje verbal o
matemático en donde solo se trabaja principalmente un hemisferio. También
menciona la mejora de la concentración como un aspecto práctico que sorprende
cuando se trabaja con niños con déficit de atención, que mejoran notablemente su
capacidad de concentración. Por otra parte, la misma autora destaca varios
beneficios, habilidades y capacidades desarrolladas mediante la práctica de los
lenguajes artísticos: 1. Vertebración del pensamiento y mejora de la función
ejecutiva en todas sus vertientes: planificación, memoria de trabajo, sostenimiento
y resolución de la tarea. 2. Mejora global de capacidades: Capacidades
manipulativas y psicomotrices. Capacidades espaciales y de orientación.
Capacidades sensoriales y de percepción. 3. Desarrollo de la imaginación. 4.
Favorecimiento de operaciones mentales como la reversibilidad. 5. Mejora de la
atención y la comprensión del espacio físico que los rodea. Jesús Adolfo Trujillo
Holguín y José Luis García Leos (coords.) 74 Mientras tanto, para llevar a cabo
una buena labor docente y transmitir los conocimientos y el gusto por el arte en los
educandos es necesario atender varios aspectos que contribuyan a generar
aprendizajes significativos en los alumnos. Para desarrollar la competencia
artística y cultural se requiere diseñar estrategias que despierten el interés en los
alumnos mediante actividades lúdicas. Para que los niños aprendan disfrutando de
los lenguajes artísticos es fundamental evitar cometer errores que generen una
percepción aburrida del arte. Se deben evitar las secuencias didácticas
descontextualizadas que no sean atractivas para los educandos; en este aspecto
es conveniente visualizar reflexivamente y analizar los intereses y el contexto en el
que actúan, buscando la manera de que las prácticas en la labor docente sean
exitosas y contribuyan a que se desenvuelvan de manera satisfactoria, dejando
una sensación de gusto y encanto por su desempeño e inducción en el mundo del
arte. La función del docente debe estar comprometida en la promoción de
actividades que inciten la imaginación y generen procesos creativos que
fortalezcan el desarrollo motor, psicológico y afectivo, además de potenciar el
sentido de la percepción y la sensibilidad. En este sentido debe comprometerse
con sus alumnos para ampliar sus horizontes culturales al participar en el proceso
de indagación, reflexión estética; ser sensible y abierto a las diferentes formas de
pensar; asumirse como guía que los aliente a imaginar, investigar, crear, producir,
analizar y valorar lo realizado; observe sus logros y reconozca las dificultades que
pudieran enfrentar, favoreciendo la reflexión sobre el logro en el proceso y la
conclusión de las obras que producen, considerando la planeación y la evaluación
como medios para crear ambientes adecuados que favorezcan el aprendizaje
[SEP, 2011, p. 180]. Por lo tanto, resulta de vital importancia la función y el
compromiso del docente, resaltando como un elemento primordial para conducir a
los alumnos por el camino del conocimiento, el desarrollo y la empatía por el arte.
Los aprendizajes esperados, según los factores que implica la competencia y el
cúmulo de habilidades y actitudes que han de poseer los individuos en los
procesos de enseñanza y de aprendizaje, serán congruentes con la realidad
específica del espectro sociocultural, con el fin de que éstas resulten significativas
para los individuos. En los aprendizajes esperados es fundamental considerar el
aprendizaje significativo como una de las premisas básicas para que pueda darse
una apropiación de conocimiento; en este sentido, Giráldez propone tres
dimensiones, a considerar, para el desarrollo de la competencia cultural y artística:
228 1) Los estudiantes aprenden a través de la investigación y del estudio (de
determinadas manifestaciones artísticas y culturales, y de su relación con la
historia y determinados contextos sociales); 2) los estudiantes aprenden de la
interacción con los objetos, las representaciones artísticas y las manifestaciones
culturales, con los artistas, los distintos agentes de la cultura y sus profesores, y 3)
los estudiantes aprenden a través de su propia práctica cultural y artística
(Giráldez, 2007:95). Asimismo, Giráldez señala que los aprendizajes esperados
tienen que ver con tres procesos básicos: percepción, producción e investigación-
reflexión. Esos aprendizajes están íntimamente relacionados con la experiencia
personal de los alumnos, la cual juega un papel fundamental ya que se actúa, crea
y construye según los contextos. Si la experiencia del alumno entra en juego se
crea una conciencia personal y social que le permite observar los problemas
desde diferentes perspectivas y entenderse como parte de la mejora continua de
su comunidad. El profesor tiene la posibilidad de echar mano de referentes y
situaciones específicas, como manifestaciones artísticas, buscando la relación
contextual de las aulas o los espacios escolares, y las características del entorno
de desarrollo del alumno, brindando y potenciando el cúmulo de oportunidades
bidireccionales de aprendizaje continuo, transversal y, por ende, significativo
(Giráldez, 2007). La definición de aprendizajes esperados tiene como alternativa la
teoría del conocimiento situado; es decir, una vez que el individuo se encuentra en
relación directa con el entorno que le resulta importante, afirma Giráldez “el
desafío consiste en proporcionar a los estudiantes experiencias artísticas que les
resulten interesantes y estimulantes, y que sean relevantes para sus vidas”
(Giráldez, 2007:97). Para esto se requiere trabajar en proyectos interdisciplinarios
y colaborativos que tengan finalidades específicas: La participación de los
especialistas apoya el desarrollo de capacidades en cada disciplina. • Los
docentes pueden utilizar las artes para la relación con otras disciplinas. • Es una
oportunidad para compartir un espacio cultural entre padres e hijos. • Las
organizaciones artísticas participantes trabajan en conjunto con los programas
educativos de los centros, y participan en las políticas de desarrollo de planes y
programas curriculares. • Los centros culturales, las organizaciones comunitarias,
las bibliotecas y los centros de jóvenes, organizan actividades fuera de los
horarios escolares y acercan a los alumnos a experiencias culturales dentro de la
comunidad en el campo de las artes (Giráldez, 2007). De igual importancia para
los proyectos interdisciplinarios y colaborativos es reunir a las personas
adecuadas, que tengan necesidades e intereses comunes, para trabajar en
colaboración, además de que compartan la idea de cuáles competencias habrán
de adquirir los alumnos para enriquecer su proceso de aprendizaje de las artes, en
un sentido más amplio y transversal. La transversalidad se entiende como el
trabajo de temáticas interrelacionadas, mismas que permiten la reflexión y el
sentido formativo de los alumnos en una actividad realizada de manera personal,
de tal forma que son complementados otros saberes de distintas asignaturas,
propiciando en los alumnos una postura más crítica en la que se forman
reconociendo los compromisos y las responsabilidades que les corresponden por
el hecho de formar parte de una comunidad. Si los implicados en la tarea formativa
(alumnos, docentes, familias) tienen conciencia de los beneficios formativos y
socioculturales que implica la actividad colaborativa, contarán con un ambiente
propicio para desarrollarse en una atmósfera de confianza, donde el respeto
mutuo y las acciones recíprocas 230 constituyen el aprendizaje en sí, además del
propio reconocimiento y de la importancia que cada individuo dé a estos espacios.
ARTE Y CULTURA EN LA POLÍTICA EDUCATIVA ACTUAL

El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 incluye como una de sus cinco metas
nacionales la prioridad de la educación de calidad. Derivado de dicho plan aparece
el Programa Sectorial de Educación (PSE), en el que se menciona como principal
reto mejorar la calidad de la educación en virtud de la reforma constitucional de
febrero de 2013. Como uno de sus seis objetivos aparece en Desarrollo
profesional docente: reforma educativa, contenidos currículares y pro... 75 quinto
lugar: “Promover y difundir el arte y la cultura como recursos formativos
privilegiados para impulsar la educación integral” (SEP, 2013, p. 24). Por su parte,
la política educativa establecida en el Plan Nacional de Desarrollo resalta la
cultura como “un medio valioso e imprescindible para consolidar una educación
integral. Una sociedad culturalmente desarrollada tendrá una mayor capacidad
para entender su entorno y estará mejor capacitada para identificar oportunidades
de desarrollo” (Gobierno Federal, 2013, p. 63). Por otra parte, dentro de sus
planes de acción menciona que: Para ampliar el acceso a la cultura como un
medio para la formación integral de los ciudadanos, es imprescindible situar la
cultura entre los servicios básicos brindados a la población. Esto implica contar
con la infraestructura adecuada y preservar el patrimonio cultural del país.
Asimismo, se debe vincular la inversión en el sector con otras actividades
productivas, así como desarrollar una agenda digital en la materia [Gobierno
Federal, 2013, pp. 67-68]. Igualmente, el PSE menciona como una estrategia
elemental para lograr una nueva agenda cultural, fortalecer y renovar el vínculo de
la cultura con el proceso educativo, principalmente en los niveles de educación
básica y media superior. En resumen, podemos decir que se visualiza la intención
de apoyar el arte y la cultura dentro de los planes y objetivos del gobierno federal;
por lo tanto, insinuamos como un buen comienzo impulsar la educación artística
en todos los centros escolares de educación básica. No obstante, la realidad es
muy distinta; existe la otra cara de la moneda, en la que se puede apreciar cómo
continúan muchos centros de trabajo sin docentes de educación artística. Por otra
parte, existen casos en los que a docentes de dicha asignatura se les otorgan
cambios a otras comunidades o centros de trabajo, dejando escuelas en
ocasiones hasta medio año sin asignarle un nuevo profesional de la educación
artística. En el mismo tenor, en comunidades con gran número de alumnos de
escasos recursos la principal herramienta en cuanto a materiales a los que
pudieran acceder y utilizar los niños son los libros de texto; sin embargo, estos no
son entregados a tiempo y en ocasiones ni siquiera llegan a sus manos, además
de que cuando se adjudican, la mayoría vienen sin actualizarse conforme a los
programas de estudio recientes. Cabe mencionar que la Secretaría de Educación
Pública tiene dentro de su estructura a la Comisión Nacional de Libros de Texto
Gratuitos (Conaliteg) Jesús Adolfo Trujillo Holguín y José Luis García Leos
(coords.) 76 encargada de la elaboración y distribución de dichos materiales, la
cual en su misión asume la responsabilidad como el organismo público
descentralizado de la Administración Pública Federal que para cada ciclo escolar
produce y distribuye de manera gratuita los libros de texto que requieren los
estudiantes inscritos en el Sistema Educativo Nacional. Asimismo, la Conaliteg
menciona que distribuirá otros libros y materiales que determine la Secretaría de
Educación Pública en cantidad suficiente, con oportunidad, usando sus recursos
de manera transparente y eficiente y con la calidad de materiales, procesos y
acabados adecuada para el uso al que están destinados. Por otra parte, en su
visión pretende producir con eficiencia y distribuir puntualmente los libros de texto
gratuitos y otros materiales y soluciones educativas que determine la Secretaría
de Educación Pública, impresos o en distribución digital, a todos los estudiantes
inscritos en el Sistema Educativo Nacional sin excepción, incorporando en sus
materiales y procesos los más recientes avances tecnológicos y promoviendo una
cultura de reciclaje, desarrollo sustentable y profesionalización (Conaliteg, s/a,
s/p). Sin embargo, en los últimos años, los libros de texto siguen rezagados en
cuanto al contenido sobre educación artística. Una minoría son los que se han
actualizado, a tal grado que en ocasiones solo renuevan portadas y reorganizan el
contenido, pero siguen acordes a los programas anteriores al 2011; es decir, hasta
la fecha no han sido actualizados, además de que, como ya se mencionó, muchos
ni siquiera son distribuidos a los estudiantes; esto suena increíble, pero
desafortunadamente es una realidad, a pesar de que ya estamos a casi media
década de que se promulgó el actual plan de estudios y a más de medio sexenio
de la administración actual del gobierno federal. Es en este tipo de situaciones en
las que los objetivos de la Reforma Educativa y del Plan Nacional de Desarrollo se
desmoronan ante la falta de coherencia y acciones entre lo que se presenta en
discursos y la realidad de lo que sucede en los centros educativos. El PSE
menciona también la necesidad de “revisar el modelo educativo, la pertinencia de
los planes y programas de estudio, así como de los materiales y métodos
educativos” (SEP, 2013, p. 26), debido a una sobrecarga del currículo con
contenidos prescindibles que impiden hacer énfasis en lo indispensable, para
alcanzar el perfil de egreso y las competencias para la vida. Sin embargo, hasta la
fecha, enfocándonos en los programas de educación artística, estos no han sido
revisados y en ocasiones se vuelven repetitivos, dando la sensación
indudablemente de que pueden mejorarse. Específicamente, enfocándonos en el
lenguaje artístico de música, podemos observar, por mencionar solo algunos
ejemplos, que en primer y segundo Desarrollo profesional docente: reforma
educativa, contenidos currículares y pro... 77 grado de primaria se abordan en
distintos bloques el tema de las cualidades del sonido; de la misma manera, en
segundo grado se ven los instrumentos de percusión y en tercero vuelve a
aparecer el mismo tema. Evidentemente, al hacer una revisión a fondo de la
estructura de los programas, no se ve con claridad una secuencia formativa de los
contenidos que se manejan grado a grado. Finalmente, a modo de propuesta,
sería conveniente, bajo la supervisión y elaboración de especialistas, reorganizar
algunos contenidos para que despierten mayor interés en los niños sobre el arte y
los programas sean más productivos y contribuyan a su desarrollo de una manera
más eficaz, evitando la repetición agobiante de contenidos.
EL PLAN DE ESTUDIOS Y LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA

La intención del actual Plan de estudios y sus elementos es contribuir a la


formación de ciudadanos democráticos, críticos y creativos, desde las
dimensiones nacional y global, que consideran al ser humano y al ser universal; es
decir, se conjuga y se crea una dualidad entre una visión humanística y una por
competencias para impulsar el fortalecimiento de las capacidades de los
educandos mediante el desarrollo de las competencias para la vida. Estas
competencias se destacan en el Plan de estudios y son: para el aprendizaje
permanente, para el manejo de la información, para el manejo de situaciones, para
la convivencia y para la vida en sociedad. Ellas contribuirán principalmente para
resolver retos y problemáticas, tomar decisiones, relacionarse con sus
compañeros y con la sociedad; identificar, seleccionar y organizar información que
le permitirá continuar aprendiendo a lo largo de su vida; vivir en sociedad,
relacionándose con empatía y respeto con los demás mediante la práctica de
valores. La educación artística aparece dentro de la estructura curricular en el
campo de formación: desarrollo personal y para la convivencia, en el que desde el
primer periodo (preescolar), bajo el nombre de “Expresión y apreciación artísticas”
plantea su intención y orientación hacía: Potenciar en los niños la sensibilidad, la
iniciativa, la curiosidad, la espontaneidad, la imaginación, el gusto estético y la
creatividad, para que expresen sus sentimientos mediante el arte y experimenten
sensaciones de logro; progresen en sus habilidades motoras y las fortalezcan al
utilizar materiales, herramientas y Jesús Adolfo Trujillo Holguín y José Luis García
Leos (coords.) 72 recursos diversos; desarrollen las habilidades perceptivas como
resultado de lo que observan, escuchan, palpan, bailan y expresan a partir del
arte; reconozcan que otros tienen diferentes puntos de vista y formas de
expresarse, aprendiendo a valorar la diversidad [SEP, 2011, p. 54]. En los niveles
de primaria y secundaria se aborda a través de los lenguajes artísticos: música,
expresión corporal y danza (en primaria) y danza (en secundaria), artes visuales y
teatro. Sus propósitos están enfocados hacia favorecer la competencia artística y
cultural que se conceptualiza como: Una construcción de habilidades perceptivas y
expresivas que dan apertura al conocimiento de los lenguajes artísticos y al
fortalecimiento de las actitudes y los valores que favorecen el desarrollo del
pensamiento artístico mediante experiencias estéticas para impulsar y fomentar el
aprecio, la comprensión y la conservación del patrimonio cultural [SEP, 2011, p.
179]. La competencia artística y cultural está vinculada a las cinco competencias
para la vida y los rasgos del perfil de egreso: “[...] permite que los alumnos
integren a sus habilidades las herramientas necesarias para conocer y
comprender el mundo desde una perspectiva estética, promoviendo el desarrollo
del pensamiento artístico” (SEP, 2011, p. 179). De igual forma, los programas
educativos de la SEP, en cuanto a la educación artística, mencionan: La utilización
de conocimientos (saberes), habilidades (saber hacer), valores y actitudes
(estimar los resultados de ese hacer) que le otorgan al alumno diversas formas
para considerar, comprender e interpretar críticamente las manifestaciones del
arte y de la cultura en diferentes contextos, así como expresar ideas y
sentimientos potencializando su propia capacidad estética y creadora por medio
de los códigos presentes en los lenguajes de artes visuales, expresión corporal y
danza, música y teatro [SEP, 2011, p. 179]. Los lenguajes artísticos que se
estudian en la educación básica permiten a los educandos expresarse de distintas
formas; los alumnos conocen los elementos básicos de cada lenguaje; la intención
no es meramente crear futuros artistas o profesionistas dedicados a las cuestiones
artísticas, sino acercarlos al mundo del arte con la posibilidad de que se
desenvuelvan y desarrollen su creatividad.
La Práctica La situación real de un aula de clase corriente se puede describir desde sus actores, los
docentes y los estudiantes. A continuación se exponen algunas falencias detectadas con docentes
de la asignatura Educación Artística de diferentes regiones del país9 . Estas situaciones descritas,
por supuesto, entorpecen el buen desempeño del proceso enseñanza - aprendizaje: Los
profesores de arte en la educación básica, al no tener formación específica en el área, ya que
generalmente son licenciados en otros campos del conocimiento, no se sienten realmente
preparados para orientar dicha asignatura. Por esto recurren a aprender en cursos no formales
algunas técnicas plásticas para ocupar a sus estudiantes. Esta situación permite entender que, en
las clases de Educación Artística, estos docentes no aprovechan al máximo los favores del arte en
el desarrollo global del hombre. No hay recursos suficientes como equipos, materiales, ni talleres
especiales para un normal desarrollo de las labores plásticas, tampoco existen instrumentos ni
espacios adecuados para los ensayos musicales y escénicos. Tampoco se cuenta en las
instituciones educativas con la bibliografía mínima para desarrollar plenamente los contenidos de
la asignatura Educación Artística. A los cuerpos directivos de los centros educativos, en general, no
les parece importante la asignatura Educación Artística, consideran esta clase un espacio poco
necesario, suntuario y generador de gastos innecesarios. En algunos casos los docentes tampoco
le dan la importancia necesaria a la asignatura Educación Artística, normalmente a causa de no ser
conocedores del tema o porque están cumpliendo de manera obligada con estas horas para
completar su carga académica. Sin embargo, es mas desalentador saber que a muchos de los
estudiantes tampoco les interesa la clase de Artes y que prefieren ocuparse en actividades de
otras asignaturas, que a su juicio son “más necesarias” para su futuro. El último caso se muestra
como el mayor motivador de la presente propuesta, el principal obstáculo para el desarrollo de las
capacidades artísticas de los adolescentes escolares, es la especialización en un arte de los
docentes con formación artística (diferentes al caso de los docentes sin formación artística). Cada
docente orienta el área según lo que es capaz de hacer, principalmente dibujo o pintura; el
docente que sabe música enseña música; el docente que sabe poesía enseña poesía; el docente
que sabe teatro, enseña teatro, etc, sin tener en cuenta qué es lo que el estudiante quiere
aprender realmente, o cual es el arte que se le facilita realizar por sus aptitudes específicas. Para
identificar la situación real de los otros actores, los estudiantes, se confrontan los siguientes
gráficos, que aunque no corresponden a una muestra significativa si ayudan a volver hacia ellos,
reconociendo la verdad de que todos los estudiantes tienen gustos, aptitudes y destrezas
diferentes. También en las conversaciones descritas con los docentes de diferentes regiones del
país se pudo constatar la veracidad de estos datos:
En estos dos gráficos se comprueba que los estudiantes tienen intereses artísticos
diferentes; que no comparten los mismos gustos e inclinaciones. Si bien es cierto
que en el primer gráfico las Artes Plásticas predominan con un 34%, también es
importante tener en cuenta el 32% de quienes no gustan de las Artes Plásticas, tal
como se nota en el segundo gráfico. Algo parecido sucede con las demás artes.
Aunque es seguro que en un grupo de 40 estudiantes algunos gustan de la
música, otros de la plástica, danzas, teatro, y literatura (sabiendo que de acuerdo
a la región, su cultura y desarrollo, estos porcentajes varían). También es
indudable que los mismos 40 estudiantes tendrán que terminar haciendo lo único
que el docente les puede ofrecer, por su especialización en un arte. No se debe
generalizar la actividad artística a desarrollar en el aula de clase. Hay que darle la
oportunidad a cada uno de los estudiantes de realizar las labores académicas con
gusto y por consiguiente, con mejor calidad de lo que pueden llegar a realizar en
actividades de las que no disfruta. A continuación expondremos algunos apartes
de una entrevista en mesa redonda, realizada a estudiantes de grado 11 de
Educación Artística. Se partió de la pregunta ¿Cómo ha sido la clase de
Educación Artística en todo su bachillerato? Los estudiantes empezaron
comentando las diferentes actividades artísticas y manuales que han realizado.
Ellos mismos se dirigen hacia la discusión de grupo. En las respuestas se
manifiestan algunas diferencias, dependiendo del colegio donde han estudiado
antes algunos de los participantes. Varios han tenido la posibilidad de pintar
biscochos (cerámicas seriadas), hacer dibujo libre y la gran mayoría sólo han
hecho planchas de dibujo técnico; algunos de los estudiantes participantes
consideran más importante el trabajo en dibujo técnico por tener una mayor
utilidad para sus pretensiones de estudio universitario. Se comentó una ocasión en
la que la Directora de un colegio eligió a un grupo de estudiantes de acuerdo a su
conducta para que representaran una obra de teatro, para esta obra los diálogos
ya estaban escritos, con ellos solo se realizó el montaje. Esto no es extraño,
generalmente ese proceso se da de igual manera en nuestras escuelas y colegios,
sin embargo lo que proponen los estudiantes es poder ejecutar en escena una
obra escrita y pensada por ellos mismos. Otro estudiante mencionó una clase de
Danza en la que perdían la asignatura si no podían bailar lo que el profesor
enseñaba; en este aspecto todos los participantes coinciden en que esta mal
hecho; “no se puede perder la materia por no El Artista ISSN: 17948614 89 saber
bailar vals”. Concluyeron diciendo que a todos no les gustaba hacer lo mismo:
“todos tenemos aptitudes diferentes” se escuchó en medio de la discusión, y
ofrecen más ejemplos. Propuesta Para modelar una alternativa que favorezca el
libre y pleno desarrollo de las capacidades artísticas de los adolescentes
escolares se consideran los siguientes aspectos: 1. Se procura la libertad y
plenitud en el desarrollo de las capacidades artísticas, bajo un principio de
autonomía. Esta autonomía es entendida aquí como la facultad que tiene el ser
humano para decidir conscientemente su futuro, su devenir, lo que va a ser y a
hacer, a partir de su propia historia y de sus experiencias particulares. Esto
muestra un conocimiento de sí y, en este sentido, se reconocen las experiencias
artísticas previas de cada estudiante, considerando que si el aprendizaje se realiza
con el placer de hacerlo por interés propio, se obtienen óptimos resultados, pues
se aprende con la profundidad y la entrega individual requerida. 2. La historia de la
educación artística en América no se debe remitir a las ideas de Sócrates y Platón;
no hay necesidad de imaginarse cómo era la formación artística entre nuestros
ancestros por que aquí está, aquí y ahora, en el devenir precolombino e indígena
latinoamericano en los Andes y Centro América11. En Colombia el desarrollo de
las capacidades artísticas se dio y se da en la práctica socio-cultural popular o
tribal. Cada grupo humano fomenta, reproduce y recrea permanentemente su
historia personal y colectiva, sus mitos, creencias y cosmogonía a través de las
prácticas artísticas orales en cantos, mientras las madres enseñaban actividades a
las hijas; en danzas, para representar su historia; en diseños de cerámicas, de
tejidos y de pintura corporal cargados de signos para su identificación personal,
social e histórica, en sus respectivas tribus. Se usa la música como forma de
comunicarse a distancia y de limpiar el alma; con narraciones orales y cuentos
míticos se trasmite todo el por qué y el cómo de su proceder ante la naturaleza,
para la obtención del alimento y la forma de construir sus viviendas. Así se
demuestra la importancia de las actividades artísticas en la conservación milenaria
de una forma de vida, conocimientos y costumbres. En ésta valoración de
nuestros antepasados se nota la relación estética con su entorno natural para
apreciarlo, protegerlo, aprovecharlo y desarrollarse armónicamente con él. Los
niños, jóvenes y adolescentes aprenden junto a las actividades de la vida diaria, a
hacer el arte de forma natural al interactuar con los adultos que lo realizan, ya
sean sus padres, familiares o amigos del clan. Lo aprenden porque sienten el
deseo de hacerlo, o por necesidad, o por imitar las actividades de los adultos,
interiorizando así los códigos y técnica s de un lenguaje artístico particular.
Comparando la educación ancestral y milenaria de nuestros indígenas, donde se
hace concreto que las actividades artísticas al igual que el gusto estético se
forman en la realidad a través de la practica social, 12 frente a la actual educación
artística descrita, se nota que ésta no es consecuente con sus antecedentes
históricos y culturales. Esto obstaculiza a nuestros niños y jóvenes encaminarse
libre y conscientemente por el mundo del arte para aprovechar plenamente las
facultades y ventajas que éste les ofrece para su desarrollo total. 3. La educación
artística, como parte del currículo educativo colombiano, tiene entre sus funciones
ayudar a la cohesión, continuidad y desarrollo de la sociedad, a partir de la
identidad de ideas, valores, sentimientos y costumbres de dicha sociedad. Esto
ofrece la posibilidad a las nuevas generaciones de conocer el mundo en el espacio
y el tiempo correspondiente, o sea, el contexto social, histórico y cultural que viven
y, al mismo tiempo, facilitar el libre desarrollo de la personalidad de los estudiantes
para que tengan participación emocional, racional y activa en la transformación de
su propia realidad.13 4. En cuanto al aprendizaje, se espera que el estudiante
aprenda no solo el qué sino también el cómo, para poder seguir aprendiendo a lo
largo de su vida, y que, este aprendizaje se elabore en las experiencias
vivenciales, físicas, con enfrentamientos ante los hechos concretos de la realidad
y la reflexión acerca de la importancia, los inconvenientes, los aciertos y los
errores cometidos en esa experiencia por los demás y por si mismo, o sea,
aprender a aprender. Lo anterior implica una pedagogía activa de aprender
haciendo y viviendo, que fomenta la autodeterminación personal y social y la
conciencia crítica por medio del análisis y la transformación de la realidad. Esto
acentúa el carácter activo del estudiante en el proceso de aprendizaje, y del
docente como orientador y animador de la relación teórico-práctica, como
procesos complementarios, y de la relación docente-alumno como proceso de
dialogo, cooperación, apertura permanente y crecimiento mutuo. Los estudiantes
no llegan vacíos al colegio; llegan con gran cantidad de experiencias de la práctica
cotidiana, que determinan su interés particular; de historias familiares, que
configuran emociones y que, influyen en el desarrollo de su personalidad y gustos
artísticos. Este interés se aprovecha para fomentar el deseo de indagar individual
o grupalmente los saberes históricos y técnicos regionales del área elegida. Así
interviene el aprender en la realidad, consultando con familiares, amigos o
personajes de la comunidad; aprovechando los medios de comunicación y las
bibliotecas para lograr su propio aprendizaje con la dirección y el ritmo que cada
alumno le dé. Se aprende en la práctica artística, en la acción directa sobre el
objeto de estudio, reflexionando críticamente acerca de cómo se da tal relación;
notando cambios y transformando unas categorías conceptúales por otras más
elevadas en una actitud personal que, por eso, reduce las posibilidades del
rechazo al cambio, en una unión de teoría y práctica. Con esto se tiene que el
estudiante se desenvuelve como autoestimulante de su aprendizaje. El gran
estímulo externo, que el grupo recibe del docente, es la motivación a tener la
posibilidad de adquirir la libertad de aprender y de satisfacer sus gustos y
preferencias, sin sentir imposiciones radicales sobre lo que deben hacer. Es una
construcción autónoma del conocimiento, desde la elección del quehacer, la
autodeterminación de aprender y la auto-evaluación del proceso de aprendizaje
individual y colectivo.
CONCLUSION

La educación artística juega un papel muy importante en el desarrollo del ser


humano, ya que potencializa su sensibilidad, promueve la experiencia estética y
desarrolla su creatividad a partir de la estimulación de sus facultades imaginativas,
perceptuales y emocionales. De acuerdo con la National Assessment of
Educational Progress de los Estados Unidos (Evaluación Nacional de Progreso
Educativo), la educación artística es una materia básica del currículo y la
creatividad es una destreza que puede ser aprendida y evaluada (Arts Education
Partnership, 2012).

Aparte de los beneficios intrínsecos mencionados, la educación artística ejerce


importantes beneficios extrínsecos en el ser humano. De acuerdo con Lynch (s. f.),
la niñez, a través de la educación artística:

a. Desarrolla la destreza motriz por medio del dibujo, la pintura, la música, el


baile, la expresión corporal y la ejecución de instrumentos musicales.
b. Desarrolla las habilidades del lenguaje y de la escritura al cantar, participar
en representaciones teatrales, describir sus creaciones artísticas, así como
las creaciones artísticas de sus pares y expresar sus sentimientos y
experiencias.
c. Desarrolla las habilidades para resolver problemas, así como el
pensamiento crítico cuando explora las posibilidades expresivas del arte y
experimenta con distintos recursos artísticos.
d. Desarrolla las habilidades matemático-espaciales a través del dibujo, la
escultura con barro, la práctica musical, la actuación y la danza.
e. Desarrolla la creatividad al tomar decisiones en las que ejerce su libertad
para crear y expresarse artísticamente.
f. Adquiere conciencia de su cultura y la cultura de otros pueblos.
g. Mejora su aprovechamiento académico. Los estudios más recientes
demuestran que existe una correlación entre la práctica artística y el logro
académico. Los niños, niñas y jóvenes que practican alguna disciplina
artística tienen cuatro veces más posibilidades de recibir reconocimiento
por sus logros académicos.

En las últimas décadas se han llevado a cabo numerosas investigaciones


empíricas cuyos resultados fundamentan los atributos de la educación artística
arriba listados. Basta, por ejemplo, dar una hojeada al libro Critical Links: Learning
in the Arts and Student Academic and Social Development, editado por Deasy
(2002) y publicado por el Department of Education y el National Endowment for the
Arts, en el que se compilan los resultados de una cantidad diversa de estudios que
fundamentan los beneficios que la educación artística ejerce en el desarrollo
académico y social del estudiantado. Tanto los beneficios intrínsecos como los
extrínsecos han de ser tomados en consideración como argumentos válidos en
pro de una educación artística de calidad para todas las personas (Taylor, 2008).

La importancia de las artes en la formación del individuo es tanta, que en la


“Conferencia Mundial sobre Educación Artística: Construir capacidades creativas
para el siglo XXI”, celebrada en Lisboa, Portugal en el 2006, se reiteró la
necesidad de impulsar la educación artística con el objetivo de garantizar el
cumplimiento del derecho humano a la educación y a la participación en la cultura,
desarrollar sus capacidades individuales, mejorar la calidad de su educación y
fomentar la expresión de la diversidad cultural (Unesco, 2006).

A pesar de todos los beneficios intrínsecos y extrínsecos, la educación artística


a nivel básico en México presenta áreas de oportunidad muy importantes.

El Artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos (Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, 1917), la Ley
General de Educación (Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, 1993),
así como el Programa Sectorial de Educación 2013-2018 (Secretaría de
Educación Pública [SEP], 2013), nos hablan del compromiso del Estado para
proporcionar a toda la ciudadanía una educación integral. Sin embargo, podemos
darnos cuenta de que ese compromiso no ha sido cumplido del todo. En ese
sentido, Fernández (2003) afirma:
Existen factores que afectan negativamente el desarrollo de la educación
artística y la educación musical impidiendo la consolidación de sus proyectos, lo
que se refleja en un sistema educativo plagado de contradicciones que no ha
sabido resolver, de las cuales es pertinente señalar las siguientes: Se promete
más de lo que se puede cumplir. El sistema educativo pretende proporcionar una
formación integral del alumno, pero solo desarrolla sus capacidades potenciales
de manera parcial.

El enfoque y propósitos tanto del Plan de estudios 2011 como de los programas
del Sistema Educativo actual se visualizan muy pertinentes y adecuados para
favorecer la educación integral de los estudiantes de la educación básica. Dichos
elementos, producto de la Reforma Integral, muestran una intención muy concreta
de mejorar la calidad educativa de nuestra nación. No obstante, existe una
confrontación entre lo que manejan los documentos y discursos de las autoridades
educativas a lo que se vive en la realidad de cada centro escolar de nuestro país.
Podemos mencionar que la estructura curricular también es apta; sin embargo, en
casos específicos, como es el de la educación artística, los programas dejan
mucho qué desear en cuanto a sus contenidos y a la poca secuencia formativa de
estos, dando la sensación de que se deben revisar y reestructurar para que
tengan mayor funcionalidad y corregir errores que salen a relucir durante las
experiencias de la labor docente. Los beneficios de la educación artística pueden
ser innumerables si se llevan a cabo bajo una buena función docente
comprometida con el diseño de estrategias que favorezcan la competencia
artística y cultural de los alumnos, y los encamine para que disfruten y se
desarrollen en el enorme mundo del arte. La política educativa del gobierno de la
república actual resalta la importancia del arte y la cultura; sin embargo, no se ve
una conexión concreta entre lo que propone en sus documentos normativos y la
potenciación de la Jesús Adolfo Trujillo Holguín y José Luis García Leos (coords.)
78 educación artística en la formación básica, puesto que son evidentes algunas
deficiencias enormes e increíbles como el mal funcionamiento de la Comisión
Nacional de Libros de Textos Gratuitos en cuanto a este rubro. Finalmente, la
educación artística cobra y demanda gran importancia dentro del sistema
educativo de nuestro país como un elemento básico que contribuye con el
desarrollo de la Reforma Integral de la Educación Básica, encaminada a mejorar la
calidad educativa, pero aún con la necesidad y búsqueda de su
perfeccionamiento. Referencias Gobierno de la República. (2013). Plan Nacional
de Desarrollo 2013-2018. México: Gobierno de la República. Laña Calvo, E.
(2014). Los beneficios de la formación artística en la educación infantil y primaria.
España: Ilustre Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y
en Ciencias de Aragón. Recuperado de: http://www.cdlaragon.es/blog/?p=169
SEP. (2011). Plan de estudios 2011. Educación básica. México: Secretaría de
Educación Pública. SEP. (2011). Programa de Estudios 2011. Guía para el
maestro. México: Secretaría de Educación Pública. SEP. (2013). Programa
Sectorial de Educación 2013-2018. México: Secretaría de Educación Pública.
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O4yvHQrEx5LNaymwgxfFhw%3A1574557351733&ei=p9bZXeCdLMmAtgX5sYLo
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