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PALUDISMO o MALARIA

Dra. Teresa Uribarren Berrueta


Departamento de Microbiología y Parasitología, Facultad de Medicina, UNAM.
berrueta@unam.mx

Introducción.
El paludismo es causado por el protozoo del género Plasmodium. Se han identificado alrededor de
150 especies pero son de relevancia las especies que se han adaptado al hospedero humano y
son transmitidas principalmente por un vector anofelino: Plasmodium falciparum, Plasmodium
vivax, Plasmodium malariae y Plasmodium ovale. Plasmodium knowlesi, parásito de ciertos
macacos en el sudeste de Asia, también se ha identificado como causa de enfermedad. (Cox-
Singh J. 2012; Sermwittayawong et al., 2012).

Se estima que existen zonas de riesgo de transmisión de paludismo en más de 107 países y
aproximadamente 3.3 millones de personas en zonas de riesgo de transmisión; asimismo, se
consideran entre 350 y 500 millones de episodios de paludismo clínico/año, la mayoría causados
por infección con P. falciparum y P. vivax y 2.2 millones de muertes/año.

P. falciparum es la causa de más de un millón de defunciones anuales y contribuye a muchas otras


defunciones, principalmente de niños pequeños, en asociación con otras patologías.
VIH/SIDA + paludismo = altos índices de morbi-mortalidad en zonas de alta prevalencia de ambas,
como es el caso del África subsahariana, donde se registran un 60% de todos los casos de
paludismo del mundo, un 75% de los casos por P. falciparum y casi el 90% de las defunciones por
paludismo. Cita de la Organización Mundial de la Salud: “Detrás de las estadísticas y las gráfica,
yace una tragedia enorme e innecesaria: la malaria aún toma la vida de un niño Africano cada
minuto". (World Malaria Report 2012. WHO).

Las características de la transmisión y enfermedad por paludismo varían entre regiones, incluso en
un mismo país; dependen de la especie del parásito, sus propiedades y las de los vectores (los
hospederos definitivos, mosquitos del género Anopheles), las condiciones ecológicas que
intervienen en la transmisión de la parasitosis y factores socioeconómicos como la pobreza y las
condiciones de los servicios de atención de salud y prevención.

En el sureste de Asia, La farmacorresistencia es la más alta del mundo, y la polifarmacorresistencia


es uno de los factores de reaparición del paludismo en diversas zonas, especialmente en las
fronteras entre países. Los trabajadores forestales o migratorios no inmunes corren un alto riesgo.

En Latinoamérica, en el transcurso de 2000 - 2011, se reportaron reducciones en incidencia de


paludismo del ≥75% en casos confirmados microscópicamente en 13 países (Argentina, Belize,
Bolivia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guiana Francesa, Guatemala, Honduras, Mexico,
Nicaragua, Paraguay y Surinam). Se contemplan reducciones del 75% para el año 2015 por parte
de Colombia, Panama y Peru, en tanto que Brasil proyecta reducciones en casos del f 50%–
75%.Por otra parte, reportan aumento en los mismos la República Dominicana, Guyana y
Venezuela. Argentina, El Salvador, Mexico y Paraguay permanecen en la fase de pre-eliminación.
(World Malaria Report 2012. WHO).

En el año 2010, los casos estimados sumaron alrededor de 675 000. La malaria debida a P. vivax
correspondió al 70% del total de los casos, aunque en República Dominica y Haití los casos se
debieron casi exclusivamente a P. falciparum. Por otra parte, la proporción de casos ocasionados
por P. falciparum en Surinam,disminuyó del 84% in 2000 a 38% en 2010. Los vectores prevalentes
son Anopheles albimanus y Anopheles pseudopunctipennis. (World Malaria Report 2011. WHO).

Porcentaje de poblaciones de riesgo alto protegidas con IRS e INTs. 2011.


IRS: Rociamiento residual intradomiciliario.
ITN: Mosquiteros tratados con insecticida.
World Malaria Report 2012.

México reportó logros mediante un programa de “tratamiento focalizado”, que consiste en un


tratamiento más eficaz y rociamiento de acción residual racional en determinadas zonas, lo que ha
logrado interrumpir la transmisión en gran parte del país, aunque existen focos de transmisión
persistentes en el noreste del país, Nayarit, Michoacán, Oaxaca y en la frontera sur, del lado del
Pacífico.

Paludismo vivax y falciparum. Número de casos por entidad federativa. En: Boletín Epidemiología,
Enfermedades transmisibles por vector. Hasta semana epidemiológica 11 del 2012. Fuente:
Sistema Único de Información para la Vigilancia Epidemiológica, SSA.
Países sin malaria y países endémicos en fases de: control, pre-eliminación, eliminación y prevención de
reintroducción. World Malaria Report 2009. WHO.
Ciclo biológico.

- The life cycle of the Malaria parasite. Plasmodium vivax. Medicines for Malaria Venture. PDF.
- Ciclo biológico en el humano. Animación. YouTube.
- Ciclo biológico del parásito de la malaria. Medicines for Malaria Venture. Animación. 2010.
- Eritrocitos parasitados. Dr. Ian Crandall, Laboratory for Collaborative Diagnostics.
(www.lcd.utoronto.ca). YouTube.
Transmisión.
El paludismo se transmite por la picadura del mosquito hembra del género Anopheles, el
hospedero definitivo, en el cual se lleva a cabo la fase sexuada de la reproducción del parásito.
La transfusión de sangre infectada y el empleo de agujas y jeringas contaminadas pueden dar
lugar a paludismo.

Es posible la infección durante una transfusión sanguínea. La transmisión puede producirse


mientras circulen formas asexuales en la sangre. En mujeres embarazadas, más vulnerables,
principalmente ante infecciones por P. falciparum, puede presentarse paludismo severo, parto
prematuro, aborto y transmisión congénita.

Cuadro clínico.

La malaria no complicada constituye la mayor parte de los casos que se presentan en


México, y es debida, casi en su totalidad, a P. vivax. Inicia con diversos signos y síntomas no
específicos, tales como taquicardia, taquipnea, malestar, fatiga, escalofríos, sudoración, cefalea,
anorexia, náusea, vómito, dolor abdominal, diarrea, tos, artralgias. Debido a la gran variedad de
manifestaciones, debe contemplarse el diagnóstico ante pacientes con una enfermedad febril
provenientes de una zona endémica. Los hallazgos físicos a considerar son anemia leve y bazo
palpable. Cabe considerar que la anemia, principalmente en menores de edad, puede ser
ocasionada también por deficiencias nutricionales y geohelmintiasis.

El crecimiento del bazo (esplenomegalia) es un hallazgo frecuente en zonas endémicas. Es


posible encontrarlo en sujetos aparentemente sanos en dichas zonas. En ocasiones, el bazo puede
encontrarse disminuido de tamaño debido a infartos por frecuentes exposiciones previas al parásito
y no es palpable.

En pacientes con malaria falciparum no complicada es posible apreciar también una ligera ictericia.

En estos pacientes puede detectarse: parasitemia, habitualmente <5000 parásitos/microL de


sangre, con alrededor de <0.1 % de eritrocitos parasitados, anemia, trombocitopenia,
transaminasas elevadas, BUN (urea-nitrógeno en sangre, para evaluar la cantidad de nitrógeno en
sangre, en forma de urea) y creatinina elevados.

Los pacientes que sufren complicaciones o enfermedad severa pueden presentar hiperparasitemia
>100,000 parásitos/microL de sangre con un >5 - 10 % de eritrocitos parasitados. Gran parte de los
hallazgos clínicos son causados, entre otros mecanismos patogénicos, por la adherencia de
eritrocitos parasitados y no parasitados a los capilares, fenómeno conocido como "citoadherencia",
que redunda en infartos, extravasación capilar, y trastornos en diferentes órganos. Pueden
identificarse: Trastornos de la conciencia (con o sin convulsiones), anemia severa, hemólisis,
hipoglucemia, síndrome de dificultad respiratoria aguda, colapso circulatorio, acidosis metabólica,
insuficiencia renal, hemoglobinuria, insuficiencia hepática, coagulopatía (con o sin coagulación
intravascular diseminada).

Hallazgos físicos de la enfermedad severa o complicada comprenden: Palidez, petequias, ictericia,


hepatomegalia y/o esplenomegalia (se ha reportado ruptura esplénica). Aunque la mayor parte de
estos casos son causados por P. falciparum, existen diversos reportes sobre complicaciones
causadas por P. vivax.
Son factores adicionales de riesgo el inmunocompromiso, la edad (niños pequeños, entre 6 meses
y 3 años) y el embarazo. (Lacerda et al. 2012).

Tratamiento.

A pesar de que la recomendación de tratamiento de P. falciparum en México es con cloroquina, es


necesario individualizar al enfermo y decidir ajuste terapéutico en base a evolución. Actualmente,
se dispone de la combinación de artesunato y mefloquina en una sola tableta para el tratamiento
de falciparum no complicado, parte de una iniciativa de Drugs for Neglected Diseases Initiative
(Zarocostas J. 2009).

Por lo que respecta a la malaria causada por P. vivax, el tratamiento de elección para la cura
radical, a pesar de cierto porcentaje de recaídas, es primaquina+cloroquina.

La OMS considera que la cloroquina es el fármaco de elección ante P. vivax. Por lo que respecta a
fallas en el tratamiento, se han identificado en Afganistán, Brasil, Cambodia, Colombia, Guyana,
Etiopía, India, Indonesia, Madagascar, Malasia, Myanmar, Pakistan, Papua Nueva Guinea, Perú,
República de Corea, Islas Solomon, Tailandia, Turquía, Sri Lanka, Vanuatu y Viet Nam. Sin
embargo, para confirmar una verdadera resistencia ante la cloroquina se requiere de la utilización
de concentraciones más altas del fármaco, así que realmente no está claro cuán extendida se
encuentra dicha resistencia. Cabe mencionar que al menos un caso de resistencia la cloroquina se
ha confirmado en Brasil, Etiopía, Indonesia, Malasia, Myanmar, Islas Solomon, Tailandia, Papua
Nueva Guinea, y Perú. Las combinaciiones de fármacos basadas en artemisina (ACTs) se
recomiendan como tratamiento para los casos de P. vivax resistentes a la cloroquina. (Malaria
Report 2012, WHO).

La OMS apoya el control a larga escala mediante el empleo de mosquiteros y mallas rociados con
insecticida de larga duración, el rociado intramuros de insecticidas residuales y la utilización de
terapia basada en la combinación de derivados de la artemisina. Cabe mencionar que el control,
por lo que respecta a insecticidas, depende en gran medida del empleo de una sola clase de
piretroides (hasta el momento los más seguros para humanos y medio ambiente), lo que ha
incrementado la posibilidad de que los mosquitos desarrollen resistencia. (World malaria Report
2012, WHO; World Malaria Report 2009, WHO; Eastman RT, Fidock DA. 2009;).

El número de mosquitos también puede ser reducido a través del manejo de las fuentes de larvas
mosquitos. Esto se ha realizado contemplando como blanco a las larvas durante su etapa de
maduración en los hábitats acuáticos, a través de dos sistemas: La modificación (manipulación) de
los hábitats larvarios, o mediante adición de sustancias al agua con el objeto de destruir o inhibir el
desarrollo de las larvas. En África y Asia se considera que el manejo de fuentes de larvas de
mosquitos es otra opción para reducir la morbilidad por paludismo, en áreas urbanas y rurales. Sin
embargo, se requiere de mayor investigación para evaluar si este tipo de control es factible en
áreas extensas. (Tusting et al. Cochrane Database. 2013).
Resistencia a insecticidas a las diferentes áreas geográficas. Fuente: Adaptado de Global Plan for Insecticide
Resistance Management in malaria vectors, WHO, Geneva, 2012. Map: Global Malaria Programme (GMP)
World Health Organization. Incluye a los países con susceptibilidad confirmada a todos los insecticidas
utilizados y a países en los que los que no se llevan a cabo pruebas de susceptibilidad o los resultados no son
conocidos. (World Malaria Report 2012).

Vínculos.

- Lacerda MV, Mourão MP, Alexandre MA, Siqueira AM, Magalhães BM, Martinez-Espinosa FE, et
al. Understanding the clinical spectrum of complicated Plasmodium vivax malaria: a systematic
review on the contributions of the Brazilian literature. Malar J. 2012 Jan 9;11:12.
- Tusting LS, Thwing J, Sinclair D, et al. Mosquito larval source management for controlling malaria.
Cochrane Database Syst Rev. 2013 Aug 29;8:CD008923. doi: 10.1002/14651858.CD008923.pub2.
(Review) PMID: 23986463
- Cox-Singh J. Zoonotic malaria: Plasmodium knowlesi, an emerging pathogen.Curr Opin Infect Dis.
2012 Jun 15. (Resumen. Texto disponible en Ovid).
- Sermwittayawong N, Singh B, Nishibuchi M, Sawangjaroen N, Vuddhakul V. Human Plasmodium
knowlesi infection in Ranong province, southwestern border of Thailand. Malar J. 2012 Feb 8;11:36.
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- World Malaria Report 2012. WHO.
- World Malaria Report 2011. WHO.
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- Mecheri, S. Contribution of allergic inflammatory response to the pathogenesis of malaria disease
Biochimica et Biophysica Acta - Molecular Basis of Disease 2012;1822(1):49-56.
- Herrera Ortiz A. Función del óxido nítrico en el Paludismo. Enf Inf Microbiol, 2011; 31(1): 26-32
Elegir el artículo en este número.
- Colwell DD, Dantas-Torres F, Otranto D. Vector-borne parasitic zoonoses: Emerging scenarios
and new perspectives. Vet Parasitol, nov 2011;182(1):14–21. doi:10.1016/j.vetpar.2011.07.012
- WHO. Guidelines for the treatment of malaria. Second edition, 2010. ISBN: 9789241547925. En
"Las Directrices para el Tratamiento del Paludismo" se ofrecen recomendaciones de actualidad
basadas en la evidencia sobre el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad.
- Malaria Nexus. Nueva iniciativa de Elsevier. Selección de artículos de revistas de alto impacto
sobre Parasitología, Entomología y Medicina Tropical. Pueden descargar las incluidas en la
suscripción UNAM.
- Dondorp AM, Yeung S, White L, Nguon C, Day NPJ, Socheat D, & von Seidlein L. Artemisinin
resistance: current status and scenarios for containment. Nat Rev Microbiol, Published online 8
March 2010 | doi:10.1038/nrmicro2331
- Desruisseaux MS, Machado FS, Weiss LM, Tanowitz HB, Golightly LM. Cerebral malaria: A
vasculopathy. Am J Pathol 2010;176 (3):1075-1078 doi:10.2353/ajpath.2010.091090
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- World Malaria Report 2009. WHO. ISBN 978 92 4 156390 1
- The MalariaGEN Resource Centre Basado en la Universidad de Oxford y The Wellcome Trust
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Última revisión 19 septiembre 2013


World Malaria Report 2012 (extracto)
Los últimos cinco años han sido testigos de un aumento impresionante en el financiamiento
internacional para la prevención, control y eliminación de la malaria.

Después de la convocatoria del Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon en 2008
para el acceso universal a las intervenciones en malaria, vimos una rápida expansión en la
distribución de artículos para salvar vidas en la región subsahariana de África, el continente con
mayor carga de malaria. El esfuerzo conjunto de gobiernos de países endémicos, donantes y
socios mundiales en el tema de la malaria ha llevado a fortalecer el control de la enfermedad y a
resultados tangibles. Durante la década pasada se evitó un estimado de 1.1 millones de muertes
por malaria, principalmente como resultado de un aumento en las intervenciones para esta
enfermedad.

Sin embargo, el financiamiento disponible todavía se queda corto en comparación con los recursos
que se necesitan para alcanzarlos Objetivos de Desarrollo del Milenio relacionados con la salud y
otras metas mundiales para malaria, acordadas internacionalmente. Se necesita un estimado de
US$ 5.100 millones por año entre 2011y 2020 para alcanzar el acceso universal a las
intervenciones en malaria. Actualmente solo están disponibles US$ 2.300 millones, menos de la
mitad de lo que se necesitaría. Existe una necesidad urgente de identificar nuevas fuentes de
financiamiento para incrementar y hacer sostenibles los esfuerzos para el control de la malaria, y
para proteger las inversiones que se realizaron durante la última década. También debemos
explorar nuevas formas de hacer que los fondos existentes se extiendan aún más, aumentando la
relación calidad-precio de los productos básicos para malaria y la eficiencia en la prestación de
servicios.

El Informe Mundial sobre el Paludismo 2012 reúne los últimos datos disponibles de los países
endémicos para malaria y sus socios, y contiene valiosos análisis de avances y tendencias. Detrás
de las estadísticas y graficas se esconde una tragedia grande e innecesaria: la malaria, una
enfermedad completamente prevenible y tratable, todavía arrebata la vida de un niño africano cada
minuto.

Las comunidades más vulnerables en el mundo siguen sin tener un adecuado acceso a
mosquiteros insecticidas de larga duración, rociado residual intradomiciliario, pruebas para el
diagnóstico, y terapias combinadas con artemisinina. Desafortunadamente, entre el 2010 y 2011
solo se observó un ligero aumento en el acceso a estas intervenciones, el primer estancamiento de
este tipo en los últimos 5 años. Es imperativo que actuemos ahora para asegurar que no disminuya
el impulso actual, y sus resultados. Además, mientras nuestras actuales herramientas se
mantienen muy efectivas en la mayoría de los entornos, se ha detectado resistencia a
artemisininas, componentes clave de las terapias combinadas con artemisinina, en cuatro países
del sudeste de Asia, mientras que se ha encontrado resistencia de los mosquitos a los insecticidas
en 64 países alrededor del mundo. Si bien esta resistencia no ha provocado fallas operativas en
los programas de control de la malaria, se requieren esfuerzos urgentes e intensos para prevenir
un posible desastre de salud pública en el futuro.

Estamos a tres años de la fecha establecida como límite para alcanzar las Metas de Desarrollo del
Milenio. Como lo demuestra el informe, 50 países están en proceso de reducir las tasas de
incidencia de casos de malaria en un 75%, en concordancia con las metas dela Asamblea Mundial
de la Salud (WHA, por sus siglas en ingles) y dela alianza para Hacer Retroceder el Paludismo
(RBM, por sus siglas en ingles) para el 2015. Sin embargo, estos 50 países aportan solo el 3% (o 7
millones) del total de casos estimados de malaria en el mundo. Los objetivos internacionales para
el control de la malaria no se alcanzaran a menos que se haga un avance considerable en los14
países con mayor carga de la enfermedad, que son responsables de aproximadamente el 80% de
las muertes por malaria. El seguimiento de los avances es un gran reto en el control de la malaria.
Los sistemas de vigilancia detectan solo un 10% del número estimado de casos a nivel mundial. Se
necesitan urgentemente sistemas más sólidos de vigilancia para permitir una respuesta oportuna y
efectiva a la malaria en las regiones endémicas, para prevenir brotes y re-emergencias, para dar
seguimiento a los avances, y para que los gobiernos y la comunidad contra la malaria puedan
informar adecuadamente respecto a la enfermedad. Actualmente no es posible hacer una
evaluación confiable de las tendencias de la malaria en 41 países del mundo, debido a que su
sistema de reporte de casos es incompleto o inconsistente.

En el Día Mundial del Paludismo de este ano, viaje a Namibia para lanzar la iniciativa T3: Test.
Treat. Track., urgiendo a los países y a sus socios a aumentar el diagnostico, el tratamiento de
calidad garantizada y la vigilancia de malaria. La OMS también ha puesto a disponibilidad nuevos
manuales de vigilancia para el control y eliminación de la malaria a nivel mundial y publico el Plan
Mundial para el Manejo de la Resistencia a Insecticidas en los Vectores de Malaria. Estos
documentos prácticos ayudaran a los países a actualizar y reorientar sus estrategias nacionales de
malaria para alcanzar mejores resultados con los recursos limitados que tienen disponibles.
Además, el recién constituido Comité para el Asesoramiento de Políticas de Malaria de la OMS
recomendó la Quimio prevención de la Malaria Estacional para el control de la malaria en el África
Sub-Sahel. Esta intervención simple y económica tiene el potencial de prevenir más del 75% de
casos de malaria no-complicada y severa en niños menores de cinco años.
Ganarle la batalla a la malaria requerirá de un compromiso político de alto nivel, el fortalecimiento
de la cooperación regional, y el compromiso de varios sectores, además del sector salud,
incluyendo el financiero, educativo, de defensa, ambiente, minería, industria y turismo. La lucha
contra esta enfermedad debe integrarse a la agenda general de desarrollo de todos los países
endémicos. No podemos seguir avanzando a menos que trabajemos incansablemente para
fortalecer los sistemas de salud y asegurar que el financiamiento sostenible y previsible este a la
disposición. Este informe muestra que tan lejos hemos llegado en la lucha contra la malaria;
debemos actuar con urgencia y determinación para evitar que este progreso tan grande se escape
fuera de nuestro alcance

Dra. Margaret Chan


Directora General
Organización Mundial de la Salud

Progreso en el control vectorial

Uso de Mosquitero Tratado con Insecticida (MTI):


Durante la década pasada, la cobertura con intervenciones de control vectorial aumentó
sustancialmente en la región de África subsahariana, con la adquisición de al menos un MTI
(Mosquitero Tratado con Insecticida) por vivienda, alcanzando un estimado de 53% para el 2011 y
manteniéndose en 53% en el 2012. Sin embargo, los logros alcanzados recientemente en el
control vectorial de la malaria pueden verse amenazados por una disminución en la entrega de MTI
y por el reciente aumento de la resistencia de los mosquitos a los insecticidas.

7. Para el 2011, 32 países en la Región Africana y 78 en otros países alrededor del mundo han
adoptado la recomendación de la OMS de proporcionar MTI a todas las personas que están en
riesgo de contraer malaria. Un total de 89 países, incluyendo 39 países de África, distribuyen MTI
de forma gratuita.

Rociado residual intradomiciliario (RRI):


12. El RRI sigue siendo una herramienta poderosa para el control vectorial para reducir e
interrumpir la transmisión de la malaria. En 2011, 80 países, incluyendo 38 en la Región Africana,
recomendaron el RRI para el control de la malaria.

Resistencia a los insecticidas:


14. En 64 países se ha identificado resistencia de los mosquitos a por lo menos uno de los
insecticidas utilizados para el control de la malaria. En mayo del 2012, la OMS y la iniciativa RBM
lanzaron el Plan Mundial para el Manejo de la Resistencia a Insecticidas en los Vectores de
Malaria, una estrategia de cinco pilares para el manejo de la amenaza de la resistencia a los
insecticidas.
15. El monitoreo de la resistencia a los insecticidas es un elemento necesario en la
implementación de las intervenciones para el control vectorial basadas en el uso de insecticidas.
En 2011, 77 países reportaron la adopción de la política para el monitoreo de la resistencia a
insecticidas.

Progreso en quimioprevención

En 2011, entre los 25 países que reportan esta información a la OMS, el porcentaje de mujeres
embarazadas que asistieron a las clínicas de cuidado prenatal que recibieron 2 dosis de
Tratamiento Preventivo Intermitente (IPT) durante el embarazo, variaron entre el 30% y 57%. Se
espera la adopción e implementación de las últimas recomendaciones de la OMS en cuanto al
Tratamiento Preventivo Intermitente para niños y la Quimioterapia para la Malaria Estacional para
niños por parte de los países endémicos.
16. El tratamiento preventivo intermitente (IPT, por sus siglas en inglés) se recomienda para grupos
de poblaciones en áreas de alta transmisión, que son especialmente vulnerables a infecciones por
Plasmodium y a las consecuencias de las mismas, especialmente mujeres embarazadas y niños.

Progreso en las pruebas de diagnóstico y tratamiento de la malaria

La cantidad de pruebas de diagnóstico rápido (PDR) y terapias combinadas con artemisinina (TCA)
que se han adquirido están aumentando, y la proporción de pruebas para el diagnóstico en el
sector público en la Región Africana ha aumentado de 20% en 2005 a 47% en 2011. Sin embargo
muchos casos de fiebre son todavía tratados presuntivamente con antimaláricos, sin un
diagnóstico parasitológico, y no todos los casos confirmados de malaria reciben
tratamiento con antimaláricos de calidad garantizada.

Pruebas de diagnóstico rápido (PDR)


22. La implementación de la realización universal de pruebas de diagnóstico en los sectores
público y privado reduciría sustancialmente los requerimientos mundiales de tratamiento
antimalárico.
23. La realización de pruebas de diagnóstico para malaria se ofrece de forma gratuita en el sector
público de 84 países alrededor del mundo. En la Región Africana, la proporción de casos
sospechosos de malaria a los que se les realiza una prueba de diagnóstico en el sector público
aumentó de 20% en 2005 a 47% en 2011, y de 68% a 77% a nivel mundial. Gran parte del
aumento en la realización de pruebas de diagnóstico en la Región Africana se debe a un aumento
en el uso de PDR, responsables del diagnóstico de 40% de todos los casos en la región en 2011.

Tratamiento
26. Las TCA son recomendadas como primera línea de tratamiento para la malaria por
Plasmodium falciparum, el parasito más peligroso entre todas las especies de Plasmodium que
infectan al ser humano. Para el 2011, 79 países y territorios habían adoptado las TCA como
primera línea de tratamiento para la malaria por P. falciparum. La malaria por Plasmodium vivax
debe ser tratada con cloroquina, cuando esta sea efectiva, o con una TCA apropiada en áreas
donde P. vivax es resistente a la cloroquina. El tratamiento de P. vivax debe combinarse con un
régimen de 14 días de primaquina para prevenir las recaídas.

Resistencia a los medicamentos antimaláricos


31. La OMS recomienda que las monoterapias orales a base de artemisinina deben ir retirándose
del mercado progresivamente e irlas reemplazando con TAC, una política recomendada por la
Asamblea Mundial de la Salud en 2007.
32. Los estudios de eficacia terapéutica siguen siendo el estándar de oro para guiar las políticas de
tratamiento, y deben realizarse cada dos años.
33. La resistencia de los parásitos a las artemisininas se ha detectadlo ya en 4 países de la
subregión del Gran Mekong: Camboya, Myanmar, Tailandia y Vietnam. A pesar de los cambios en
la susceptibilidad de los parásitos a las artemisininas, las TCA continúan curando pacientes dado
que el medicamento con el que se combinan todavía es eficaz. En la provincia de Pailin, Camboya,
se ha encontrado resistencia a los dos componentes de TAC múltiples, por lo que se han tomado
medidas especiales para implementar un tratamiento de observación directa utilizando
combinaciones de medicamentos que no sean a base de artemisinina (atovacuona- proguanil).

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