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Título: NUEVA LEY DE ADOPCION

Autor: María Brunilda Rodríguez Quelopana

Cita: IEJ 20-1999-1

INFORMATIVO JURIDICO Nº 20, DICIEMBRE 1999, EDITORIAL JURIDICA

Análisis y descripción de la nueva normativa sobre adopción que ha entrado en


vigencia el 27 de octubre de 1999, Ley N° 19.620, de 5 de agosto de 1998, de María
Brunilda Rodríguez Quelopana, abogada del Departamento de Asesorías y Estudios
del Ministerio de Justicia.

Con fecha 5 de agosto de 1999, se ha publicado en el Diario Oficial el texto de la


nueva ley sobre adopción, iniciativa que junto con la Ley N° 19.585, sobre filiación,
reafirma dentro de nuestro ordenamiento jurídico, el derecho que tiene todo niño(a) a
contar con una familia.

objetivo

Junto con el objetivo esencial ya mencionado se obtuvo la sistematización en un solo


cuerpo legal de las materias sobre adopción, derogando las Leyes Nos 7.613 y
18.703, asimismo se trata que nuestra legislación, en este tema, se adecué a la
Convención de los Derechos del Niño.

efectos

El efecto principal es conceder al adoptado el estado civil de hijo de los adoptantes,


basado en el interés superior del niño(a) y en su derecho original a tener una familia.

Sobre esta base se ha procurado agilizar tanto los procedimientos judiciales como
administrativos, necesarios para que el tribunal correspondiente emita un
pronunciamiento que tenga plena certeza jurídica y acreditación de los hechos que
implica.

Principales diferencias con la anterior legislación

1. En la legislación anterior existían diversas formas de adoptar, situación que incidía


directamente en los efectos que cada uno de los cuerpos legales producían respecto
del menor. Es así como existía una adopción de origen netamente contractual (Ley N°
7.613), mediante la cual se adoptaba tanto a personas mayores de edad como a
menores, situación que no constituía, en ningún caso, estado civil para el adoptado, no
obstante contar con algunos derechos hereditarios.

2. Por otra parte, en la legislación anterior se obtenía la adopción previa sentencia


judicial sólo para los menores de edad (Ley N° 18.703), dentro de un procedimiento
contencioso que en primer término debía verificar si el menor debía o no ser declarado
abandonado, de ser así el procedimiento de adopción se suspendía hasta que dicha
situación se resolviera.

3. Además, sólo se obtenía el estado civil de hijo para el adoptado cuando se


solicitaba la adopción plena por parte de los adoptantes los que debían tener más de
cuatro años de matrimonio.

4. En la legislación anterior no se contemplaba la adopción internacional, sólo existían


disposiciones que regulaban la autorización para que los menores chilenos salieran de
Chile con el propósito de ser adoptados de acuerdo con las leyes que sobre la materia
rigieran en el país de domicilio de quienes serían sus posibles adoptantes.

innovaciones

Es importante señalar que las disposiciones legales sobre cualquier materia son
producto del momento histórico y social que viven los pueblos, de manera que no
podemos desconocer la relevancia que en la aplicación de nuestro ordenamiento
jurídico han tenido los textos legales ya derogados relacionados con la adopción,
como asimismo la jurisprudencia que los tribunales de justicia aportaron al tema. Lo
anterior, así como las nuevas tendencias dentro del Derecho de Menores, se
manifiesta en las innovaciones que para los temas señalados precedentemente aporta
la Ley sobre Adopción N° 19.620, de reciente publicación:

1. Estableciendo, como se ha expresado, un solo texto legal que regula el instituto


jurídico de la adopción. De manera que la adopción es una sola con un único
procedimiento de carácter no contencioso, que tiene determinados requisitos a cumplir
según se solicite por personas (chilenas o extranjeras) con residencia permanente en
Chile o con residencia fuera de nuestro país.

Este instituto jurídico es sólo aplicable a menores de edad como futuros adoptados,
recogiendo así, como se ha señalado, las tendencias modernas que en esta materia
postula el Derecho de Menores.

2. Como se ha indicaado, el efecto principal, es considerar al adoptado como hijo de


quienes lo adoptan, con todas las consecuencias que ello implica tanto respecto a los
derechos hereditarios como a los demás derechos y deberes que consagra nuestro
ordenamiento jurídico, en igualdad de condiciones con los hijos biológicos si los
hubiere.

3. Como disposiciones comunes aplicables a la adopción se postula la implementación


de procedimientos previos, los que pueden ser tanto no contenciosos como
contenciosos según el caso, son independientes del proceso de adopción mismo, en
los cuales el juez competente estudia tanto la situación del menor como la de sus
padres biológicos, para verificar la posibilidad de declarar al menor como "susceptible
de ser adoptado".

En este contexto, el legislador ha procurado considerar los diversos casos que pueden
dejar al niño(a) en situación de carecer de unos padres biológicos que puedan
proporcionarle un desarrollo integral traducido en afecto, comprensión y acogimiento.
Es preciso tener presente que, esencialmente en estos procedimientos contenidos en
el texto de la ley, el legislador ha tratado de proceder con la mayor mesura y cuidado
con el objeto de no vulnerar en ningún caso el derecho de los menores a vivir con sus
padres biológicos.

procedimiento (art. 13)

El procedimiento que tenga por objeto declarar que un menor es susceptible de ser
adoptado, se iniciará de oficio por el juez, a solicitud del Servicio Nacional de Menores
o a instancia de las personas naturales o jurídicas que lo tengan a su cargo.

Escuchar al menor

Durante los procedimientos el juez siempre tendrá debidamente en cuenta las


opiniones del menor, en función de su edad y madurez. Si fuere menor adulto, será
necesario su consentimiento que manifestará expresamente ante el juez durante el
respectivo procedimiento previo a la adopción, en relación con la posibilidad de ser
adoptado, y en el curso del procedimiento de adopción, respecto de la solicitud
presentada por el o los interesados. En caso de negativa, el juez deberá dejar
constancia de las razones que invoque el menor. Excepcionalmente, no obstante esa
negativa, por motivos sustentados en el interés superior de aquél, podrá resolver
fundadamente que prosiga el correspondiente procedimiento (art. 3°).

Posibilidad de iniciar el procedimiento antes de que nazca el menor

Este asunto es materia de una norma especial atendida la particular naturaleza de


esta situación (art. 10). Esta situación debe ser excepcional y en circunstancias
debidamente justificadas. De allí que la gestión debe ser patrocinada por el Servicio
Nacional de Menores o un organismo acreditado ante éste. La norma está considerada
sobre la base de que constituye una posible alternativa cuando se trata de un hijo no
deseado, atendidas diversas circunstancias, esta posibilidad aparece como una
alternativa absolutamente preferible al aborto.

Iniciado el procedimiento ante el tribunal competente, queda pendiente sólo la


ratificación de la madre y la dictación de sentencia. Ocurrido el parto, se abrirá un
plazo de treinta días para que la madre ratifique ante el tribunal su voluntad de
entregar en adopción al menor. No podrá ser objeto de apremios para que ratifique,
como una forma de asegurar que tome una decisión meditada y libre de toda coacción.

Se le dará por desistida de su decisión de dar a su hijo en adopción en caso de no


efectuarse tal ratificación.

Como la aplicación estricta de esta norma podría significar que no será posible
declarar judicialmente que el menor puede ser adoptado en el caso que la madre
fallezca antes de ratificar se entiende que constituye suficiente manifestación de su
voluntad la que ya consta en el proceso. Una vez ratificada la voluntad de la madre el
juez resolverá dentro del plazo de los quince días siguientes.

4. La nueva ley establece una mayor rigurosidad en relación con los requisitos de las
personas que deseen adoptar, las que deben contar con una calificación favorable por
parte del Servicio Nacional de Menores o de un organismo especialmente acreditado
ante éste que desarrolle los denominados programas de adopción, constituidos
esencialmente por acciones de apoyo destinadas a los padres biológicos, los futuros
adoptantes y el propio niño(a) que se pretende adoptar.

Es importante señalar que los futuros adoptantes pueden estar constituidos por
personas con más de dos años de matrimonio o por una persona soltera o viuda.

5. En relación con la adopción que realicen personas residentes en el extranjero se


establecen disposiciones innovadoras, tendientes a garantizar el derecho de los
menores a permanecer en su país de origen y a evitar el uso de resquicios que
permitan su adopción eludiendo disposiciones legales. En este sentido, se faculta al

Servicio Nacional de Menores para hacerse parte en todas aquellas causas donde se
solicita una adopción de este carácter.

- En este contexto, se adecua nuestra legislación a las convenciones internacionales,


disponiendo que la adopción debe constituirse en Chile, lo que se traduce en que el
menor salga del país como hijo de los adoptantes radicados en el extranjero, mediante
una sentencia judicial que así lo sanciona, diversa de la situación anteriormente
vigente en que, como se ha reseñado precedentemente, careciendo de normas al
respecto, lo único que se autorizaba judicialmente era la salida del país para que fuera
adoptado en el extranjero de acuerdo con la normativa que sobre la materia poseyera
el país de nacionalidad y domicilio de los futuros adoptantes.

- Asimismo es preciso considerar que hay un criterio medular que informa el proyecto
en orden a señalar que la adopción de un menor chileno por personas radicadas en el
extranjero sólo puede realizarse por un matrimonio y procederá para el caso que no
existan matrimonios chilenos idóneos interesados en adoptarlo.

6. Sé recoge el título de las sanciones de la Ley N° 18.703, que tipifica diversos delitos
como el denominado "tráfi co de menores", la intermediación con fines de lucro y la
violación de las disposiciones propuestas, precisando sus disposiciones para afinar los
tipos allí contenidos.

7. Para compatibilizar las aludidas reformas se derogan las Leyes Nos 7.613 y 18.703,
estableciendo además que quienes tengan la calidad de adoptante y adoptado
conforme a las leyes citadas, continuarán sujetos a los efectos de la adopción
previstos en esas disposiciones, incluso en materia sucesoria, salvo que consientan en
que se les apliquen los derechos y obligaciones que establece la nueva ley.
Consentimiento que deberá otorgarse cumpliendo determinadas solemnidades y
requisitos que allí se establecen.

Como puede apreciarse, con las nuevas disposiciones legales, la adopción cambia
fundamentalmente en su contenido y proyecciones dentro de nuestro ordenamiento
jurídico. Existiendo sólo la adopción que otorga al adoptado el estado civil de hijo, sea
de matrimonios chilenos como de matrimonios extranjeros. Igualmente tendrán este
estado civil los niños o niñas adoptados por aquellos chilenos solteros, que
cumpliendo determinados requisitos deseen adoptar.

Se estima que los acápites señalados son trascendentales considerando sobre todo la
concepción sociológica del orden jurídico, esto es el derecho surge de los elementos
que proporciona el medio social y los hechos de las personas en relación con ellos. La
nueva normativa empezó a regir junto con la ley de filiación a partir del mes de octubre
del presente año. Finalmente, es importante destacar la preocupación del legislador
por conservar tanto respecto de los niños(as) como de las personas que los tienen a
su cuidado los beneficios de seguridad social y de salud indispensables para su sano
desarrollo.

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