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TEMA 1: EL CANON DE LA ANTIGÜEDAD (GRECIA)

1. NACIMIENTO DE LA LITERATURA: HOMERO Y LOS


PRESOCRÁTICOS
El origen en el canon oriental es anterior al canon occidental, a nuestro canon. La
historia comienza cuando hay escritura, lo anterior es lo que conocemos por prehistoria.
Con el nacimiento de la escritura, nace la simbolización, pues la palabra es un símbolo
por el que interpretamos el mundo. Antes, en la Prehistoria se hacían pinturas rupestres,
dibujos, al fin y al cabo, símbolos, pero no palabras. La palabra se puede considerar el
cambio fundamental en la historia de la humanidad.
Con Homero, 1000 años a. C., ya conocemos una escritura desarrollada, una
ficción. La reliquia que viene del pasado es homérica. Anteriormente, solo hay vestigios.
Este autor será el primero en preguntarse qué está haciendo en sus propios versos. La
pregunta “¿por qué construyo ficción?” es el comienzo de la teoría literaria, de la
conceptualización de la literatura. Representa el hecho del porqué hay que construir un
imaginario con palabras que trascienden.
La literatura será el espejo puesto en el camino, que decía Standhart. El primer
espejo, por lo tanto, aunque no lo sepamos, en que nos vemos es en Homero. Homero
nos da las claves del futuro de la literatura. Construye personajes superiores y
ejemplares, a la vez construyendo el nacimiento de una nación. Por lo tanto, este autor
propone un estado fuerte capaz de instaurar la paz en su entorno, dominar o poder
defenderse.
La filosofía antigua se va llenando de literatura y los llamados presocráticos,
después de Homero ya escriben en hexámetros griegos. Los primeros filósofos ya son
poetas. Heráclito y Parménides crean metáforas de la vida escritas en verso: El primero,
nadie se baña dos veces en el mismo río, panta rei; El segundo, el eón, una masa circular
compacta que constituye la realidad y que no se mueve. Con el eón, hace ya más de
2500 años, Parménides formula la idea en el verso o en la poesía de persona, lo que
supone una total novedad en la sociedad de la época puesto que considera que todo el
mundo forma parte de ese eón.
De manera que, la cultura griega remota se debate entre estas antinomias. Es una
sociedad primera que se está haciendo, dando nombre a las cosas, construyendo poesía
épica… Junto a eso, empiezan a pensar en la dimensión cosmológica de la realidad. En
estos tiempos remotos, se preguntan cómo se componen el universo y lo primero a lo
que llegan es que el universo está formado por una serie de tejidos al que le entra la
energía. Pero, a su vez, intuyen que hay fuerzas poderosas o suprahumanas y, para
entenderlo, le dan nombre a través de mitos o de dioses que son la aclaración con la que
intentan interpretar esos asuntos universales que ronda el gran tejido. Aparece la deidad
y los semidioses como unión entre los dos mundos. Ahora, empieza a cobrar sentido
cada ámbito de la vida gracias a cada deidad mediante el sistema de interpretación del
mundo necesitado de palabras. Ahí, surgen las narraciones mitológicas.
Frente a la tiranía griega, surgirá una defensa de los pequeños propietarios. De
este modo, aparecieron unos primeros conocedores de la lengua, los llamados retóricos
que encontraban su sustento en la defensa de estos poblados. Ahí nace también la
retórica forense como un discurso de juicio de gente que quiere hacer valer sus
derechos. Por lo tanto, los griegos nos enseñan que la palabra debe de ser llevada a la
defensa del pueblo.
2. PLATÓN Y SUS DIÁLOGOS
A partir de este momento, empieza a desarrollarse un pensamiento más avanzado
y Platón construye la primera universidad: la Academia. Ese espacio donde se quiere
interpretar mejor y con mayor claridad el mundo. Con el precedente de Sócrates, Platón
construye un interlocutor, el mismo Sócrates, la misma voz del maestro. Por lo tanto, se
produce un desdoblamiento del propio autor donde da cuenta de cuáles son sus ideas
literarias (función, público, etc.).
Sócrates, como maestro, había configurado un sistema ético: la cultura debía de
estar al servicio de la educación. Era necesario un sistema de valores que hiciera estable
la sociedad griega. Su idea estaba repleta de verdad porque Sócrates evita el lujo o lo
suntuario y apuesta por la verdad del ser (la conciencia) que más tarde llevaría a la culpa.
Sócrates, por tanto, se configura como la voz histórica de la conciencia que toma cuerpo
a través de los Diálogos de Platón.
Defiende una literatura constructiva, que sirva para construir a las personas, que
genere paz social, pensada para que los jóvenes puedan crecer con una consciencia rica
y fuerte. Por lo tanto, se convierte en el paradigma de lo que debe ser un hombre en la
pureza del origen. Sócrates y Platón tienen correspondencia de la Biblia. El taoísmo se
corresponde con Platón y Confucio con Sócrates. Aristóteles, por otra parte, es el teórico
de lo que vemos.
En Platón, la literatura da cuenta de lo que no vemos, de lo que está ahí. Lo que
no vemos son las emociones o sentimientos que nos llevan. Platón cree que antes de ser
nosotros estuvimos en otro mundo. Entonces, construye el templo de lo imaginario
donde fuimos perfectos y en nuestra imperfección al nacer tenemos la reminiscencia de
lo que fuimos y de todo lo que supimos. Por lo tanto, para Platón hay dos mundos: el
terrenal (inferior) y el intangible (el superior).
El deseo humano a través de la poesía y la literatura se quiere estatuar, volver al
mundo perfecto. Para Platón, los géneros literarios, sobre todo la poesía por carecer de
personajes, solo tiene un yo que habla en las maneras de encontrarse en aquel ser
perfecto. La poesía es la emanación de lo más interno que tenemos. Al fin y al cabo, la
literatura nace con un componente órfico. Va a ser un poeta curioso, alocado, sin sentido
de la realidad para elevarse a ese otro mundo, según Platón. Por tanto, la literatura será
ese esfuerzo grande por declarar todo aquello que se quiere andar de nuevo para
recomponerse y hay mensajes entre el mundo de arriba y el mundo de abajo (sueños).
Los sueños vienen del mundo de abajo dando cuenta de una manera difusa de aquello
que fuimos, es decir, de cómo es ese otro mundo. En Aristóteles, se habla de
interpretación, mientras que, en Platón, no.
Hay un paso fundamental entre Sócrates y Platón del que da cuenta este último.
Con anterioridad a Platón y Sócrates es el último exponente, la escritura era una traición
al espíritu verdadero del hombre. La escritura implica estrategia, meditación,
pensamiento escondiéndose de esta manera la verdad en la comunicación escrita. En
cambio, en la oralidad, por ejemplo, a Sócrates solo le importaba la palabra oral donde
no cabe la estrategia. Esta concepción será defendida por el A. T. y por Confucio.
Sócrates criticará la escritura de Platón. Los grandes personajes se seguirán
manifestando oralmente y sin escritura.
Platón apuesta que lo mejor está en lo que no conocemos, lo que significa que este
autor no es positivista pues entiende la tradición como huellas que nos sugieren lo que
hubo, pero que en esa sugerencia está el desconocimiento de lo que hubo. La riqueza de
la tradición es la sugerencia que tenemos de muy pocos elementos acerca de lo que pudo
haber. Al fin y al cabo, del pasado desde esta concepción idealista tenemos huellas y no
hechos. Por lo tanto, su idea platónica está relacionada con esa invisibilidad del pasado
con escasos focos que nos recuerdan solo ciertos momentos…
2.1 Diálogos de Platón
La idea de los diálogos tiene que ver con ese tránsito de la oralidad a la escritura.
La cultura oral era la que tenía prestigio y la había recibido así de su maestro Sócrates.
Luego, el término diálogo está vinculado a la cultura oral. Se trata de uno de los grandes
conceptos pues toda novela es un dialogo entre el texto y, nosotros, los lectores. Así,
diálogo significa intercambio, capacidad de aceptar lo que viene de fuera y no es propio.
En uno de sus diálogos, Platón considera que el dialogo es un intercambio, pero
que lo fundamental es que se compone de dos elementos: en el origen un yo que
cuestiona y que a la vez es tema de su cuestionamiento. Un sujeto que es el interlocutor
A, pero que también es su tema de conversación. Por lo tanto, es como una especie de
monodiálogo. Será el origen dialogado del pensamiento. De esta manera, buscamos la
verdad, la verdad última que acoge cada persona.
Homero es siempre el referente siendo el paradigma de lo literario muy pronto.
Sócrates es el personaje con el que dialoga, pero en realidad es el alma del Platón que
responde a sus cuestiones. En esa transmisión que le da a alguien leer a Homero, recoge
esa fuerza que de él ha recibido.
La literatura es un privilegio y el poeta es el que da luz al camino de la poesía. Por
lo tanto, no es tanto un arte como un ser o estar especial en el mundo. Todavía al que es
poeta no se le considera al que hace novelas ya que solo tiene el privilegio en un género
literario y no en dos. Así, el privilegio es para algo en concreto. Por lo tanto, está
definiendo el género literario. Platón, de esta manera, crea una metáfora para explicar
lo que se está dando en su panorama. En el AT, los locos dicen la verdad y, después, el
erasmismo lo retoma. Aquí se está diciendo lo mismo como con el Quijote que es más
verdadero en la medida en la que más loco está. Resulta un extrañamiento para los
lectores, pero Platón lo denominará divinidad.
Platón permanentemente pide que utilizamos los medios que tengamos para
alcanzar la perfección. Era un moralista que pretendía con los géneros literarios para
llegar a la virtud. Por eso, al fin y al cabo, creará su República donde expulsa a muchos
poetas de ella ya que considera que si no está guiado por los dioses estos son capaces de
crear maldad en la gente. Acaban siendo una herida para la república platónica. Hegel
considerará, más tarde, que el poeta entorpece el progreso. Nietzsche lo valorará como
un ser que hay que dejar fuera por crear perversión. Estas maneras son maniqueas de los
filósofos anteriores que no está en Platón.
3. ARISTÓTELES
En contraposición, Aristóteles encara la tradición de otra forma. Aunque es
discípulo de Platón, retorna a lo visible, a las formas materiales. A partir de aquí,
establece un sistema fundado en leyes o normas que se ha mantenido hasta hoy. A
diferencia del Platón cuyo sistema es ambiguo y que considera que hay un canon
superior invisible. Aristóteles creerá que encima de esos cánones se superponen otros.
Por lo tanto, considera infinito el hecho de encontrar un canon explicarla obra literaria.
La metafísica de lo que va más allá de Platón es descartada por Aristóteles, pero
mantiene elementos platónicos.
Platón era realista y Aristóteles es defensor de la ficción. Para contrarrestar su
metafísica (Platón), pensaba que la literatura debía ser realista ya que su componente
imaginario es tan fuerte que el realismo se constituye como su ancla. Sin embargo,
Aristóteles no es realista ya que con él nace la teoría de la ficción pues el realismo no es
posible ya que siempre habrá una mimesis, una copia de la realidad. Pero, esa mimesis
será realista o no será realista. En todo caso, será verosímil entendido como sustitución
de realista. Paradójicamente, Aristóteles es más idealista que el propio Platón pues en
la Poética desarrollo la mayor importancia para la literatura del imposible verosímil que
del posible inverosímil, es decir, la literatura se nutre de cosas creíbles, pero no
necesariamente realistas.
Defiende el espacio literario donde es posible la creación de algunos mundos
posibles que mantengan un enlace con la verosimilitud. Debe ser creíble porque si no se
pierde la aisthesis. Para que la verosimilitud actúe, debe haber identificación entre lo
que el lector lee. La aisthesis se moverá en función del personaje. Se espera
ejemplaridad en los personajes elevados, solidaridad en los personajes de en medio, el
conformismo como negativo y piedad en los bajos personajes, la burla como negativo.
(Da cuenta de su propia poesía para dar su visión del mundo. El motor primero se
constituye como gran metáfora del conocimiento dándonos una gran sugerencia. En el
mismo motor primero, se encuentran los dioses o los mitos).
Entiende el mundo a través de cuatro leyes que las asigna a la literatura también.
1. Causa material. El bosque.
2. Causa formal. El hecho de que el bosque es susceptible
de arder.
3. Causa agente. El fuego.
4. Causa final. La ceniza.
Si lo pasamos a la literatura, lo pasa al Edipo de Sófocles. La tragedia en el mundo
griego era la gran literatura. Tanto para Aristóteles como para Platón, la tragedia es el
gran monumento de la cultura griega al ser polifónico pues se recogían todas las clases
sociales y de todos los caracteres. El famoso coro del teatro griego eran personajes
griegos desplazados que repetían como letanías cantos sagrados. Platón en relación con
la tragedia era un moralista, es decir, pensaba que esta malograba la salud mental de la
gente, que la manipulaba. En cambio, Aristóteles no lo ve así, sino que la considera la
gran obra. A partir de ahí, la comenta como un profesor. Estas cuatro leyes las centra
para explicar la obra y entiende que esta explicación ya es universal para toda la obra
literaria, es decir, es ya el modelo.
1. Causa material. La falibilidad. El hombre es falible. Se
equivoca. En la naturaleza humana, está el error que nos
lleva a las grandes tragedias. Las sociedades son muy
conflictivas y, desde entonces, todo esto hacía pensar en
el yerro del ser humano. La duda es la que compone la
causa material por la que se produce el inicio de una obra
literaria.
2. Causa formal. Se trata del sino, los dioses, el designio de
los dioses, la violencia con la que queremos apartarnos de
nuestra personalidad con la que no queremos seguir el
dictado natural de nuestra violencia. En esta causa formal,
agredimos nuestra consciencia con actos que sabemos
que son malignos, pero que aun así los acometemos.
3. Causa agente. Se trata del aviso de los griegos de la
equivocación. Si te equivocas, siempre hay una
conciencia que te alarma.
4. Causa final. Desenlace, consumación del destino.
Edipo nace hijo de reyes, pero el oráculo le dice a su padre que lo quite de en
medio porque lo va a asesinar. Por lo tanto, crecerá con unos campesinos. Pero, él quiere
ir a la ciudad, aunque reciba avisos de que no lo haga. Se encamina hacia la ciudad y en
el sendero se encuentra con un grupo galopando que lo arroya en el camino y Edipo
mata a uno de los que va a caballo: a su padre sin ni si quiera saberlo. Allí, acaba
casándose con su madre. Lo acaban acusando de lo que ha hecho de lo que él se defiende
pues no sabía esto. Al final, aceptará que es culpable, aunque sea inocente y, en ese
punto, queda destrozado.
1. Causa material: la falibilidad. Edipo se equivoca, aunque es advertido.
2. Causa formal: el aviso que recibe.
3. Causa agente: el oráculo que lo avisa de lo que va a suceder.
4. Causa final: destrucción del personaje siendo inocente.
La literatura, para Aristóteles, debe de ser ficción y reflejar imposibles verosímiles
antes que posibles inverosímiles. Ahí, se galvaniza una realidad más imaginaria que
verdadera. Para Platón, ese camino de la verdad con la que el poeta crea una realidad
conduce a otra realidad, pero lo que debe subyacer es pura verdad. No es tan fácil
distinguir entre idealismo y materialismo como movimientos radicalmente opuestos ya
que eran discípulo y maestro. La verosimilitud se fundía en la aisthesis.
Ya para Aristóteles y Platón, el hecho de leer e integrarte en un texto es un hecho
ontológico, es decir, recompone el ser de lo que somos. La literatura nos permite esa
unidad. Por lo tanto, la aisthesis funciona como identificación e interpretación. Todo
eso se conseguía a través de la mimesis: método por el que mediante las palabras o
aproximaciones verbales se consigue reflejar de manera creíble aquello que el poeta
quiere de la realidad. En otras palabras, la mimesis se constituye como aquellas
estrategias de palabras para hacer creíble lo que decimos.
En cuanto a la fábula, es la discursividad con la que se construye un discurso. La
fábula es el logro narrativo tras la construcción de sentido. Aristóteles lo distingue en
principio, climax y final, pero luego hay distintos tipos de fábulas [testamentarias
(cuentan el final), in media res (cuentan en mitad) y la lineal (el origen, la infancia)].
Aristóteles intenta conseguir formas rectilíneas a ese mundo curvilíneo de Platón.
El siguiente concepto fundamental se trata de la catarsis. En griego, significa lo
que cura. Está relacionado con la piedad ya que en el mundo griego esto era la mayor
virtud, algo que hereda el cristianismo. Piadoso en el sentido de comprender las razones
de aquel que sufre y, al entenderlo, ves en ti cómo poder remediar tu dolor mediante el
dolor ajeno. Es un hecho de solidaridad, pero no siempre ya que revertía la enseñanza
en quien veía el dolor. El espectador griego se retraía de su propio sufrimiento al ver un
dolor superior al suyo. Al fin y al cabo, esto ayuda a una comprensión por parte de la
sociedad griega.
Para Aristóteles, hay dos géneros literarios: la narración y la dramatización. Como
excepción está la poesía que forma parte de la narratividad, pero a la vez de la
dramatización. Comparte cualidades del lenguaje brillante de la tragedia, pero comparte
también cualidades del lenguaje dialogado y de la narratividad al contar una historia. Se
va a fijar sobre todo en la tragedia. Es el primer autor que distingue entre la metáfora y
la metonimia. Mediante la sinécdoque, relacionará lo concreto con lo abstracto, el texto
con el mundo, la persona con la sociedad en ese juego parte-todo. Los poemas mantienen
este juego sinecdótico. Ya destaca ese componente en la sinécdoque de restaurar la
persona de la colectividad. Se trata de una modernidad ancestral.
La tragedia será el ejemplo de todas las obras y géneros posibles de la literatura.
Tiene todos los componentes mencionados anteriormente dados con intensidad:
verosimilitud, catarsis, aisthesis, mimesis… Estamos en un vestigio de la importancia
que tuvo la oralidad: es un espectáculo hablado y no escrito. En los tiempos de Platón y
Aristóteles, se está transformando lo oral a lo escrito. Reivindica la palabra oral
poniendo este género como el máximo y ahí entra su teoría. Se trata de una gran obra
magna que dura varios días, una obra colectiva donde juega la sinécdoque, es decir,
tanto lo individual como lo colectivo centrándose en el héroe que, después, repartía todo
lo suyo con la colectividad y, por otra parte, era una obra que permitía civilizar. Estos
componentes dan lugar a que Aristóteles la estudie y que la centre en Edipo.
Las partes que tiene la tragedia son: espectáculo (la obra debe ser espectacular,
llamativa, debe ir más allá de las propias palabras), debe tener un lenguaje sazonado,
brillante, palabras cultas a la vez que comprensibles (la lexis), la música o el entorno
poético (ritmo, cadencia o decadencia del verso, sonoridad) que acompañaban a las
palabras, el pensamiento entendido como la síntesis de la obra que irradia contenido a
la obra dándole sustancia y contenido a los personajes, el carácter comprendido como
el perfil o personalidad con el que cada personaje se manifiesta, la fábula como
narración o secuencias con las que se va produciendo la historia pues el pensamiento
necesita narrarse para hacerse visible.
Por tragedia entiende varios tipos de obra: la entera o simple con una acción única
y la compleja que comprende varias acciones que confluyen en una acción única. Cada
acción dentro de esta obra compleja recibe el nombre de peripecias que pueden llegar a
ser muy diversas: principales, subordinadas, intercaladas. Las peripecias dan lugar a
nuevas complejidades que se manifiestan en las relaciones de los personajes como es el
caso de Edipo el cual todo el mundo conocía, pero él no. Todo esto conforma un
fenómeno que se llama agnición: paso del no saber al saber. En Edipo, se ve cuando él
ya conoce su historia, aunque los espectadores lo supieran antes. La agnición conlleva
a la anagnórisis que consiste en reconocerse, es decir, es el fruto de la agnición. Puede
producirse sin reconocimiento, es decir, una sospecha o, ya finalmente, llega el
reconocimiento.
El decoro es lo apropiado, término que vendrá con Horacio. Los personajes deben
de actuar de forma adecuada. Cada personaje responde a su representación social. Esto
es lo que Aristóteles preconiza para los personajes literarios: el ser apropiados, es decir,
el manifestar correlación respecto de su papel en la sociedad. A su vez, defiende que los
personajes tengan valores, que sean buenos. Deben manifestarse con nobleza. Entiende
la violencia con la idea de extirparla como gran defecto de la humanidad. Deben de ser
consecuentes, es decir, cumplir lo que dicen y manifestar en sus acciones la doctrina que
defiende.
Aristóteles discute con Platón en cuanto a que todo lo que implica una metáfora
de lo desconocido es una aporía. La infinitud es una categoría estética. El texto literario
es un espacio autónomo que genera un lenguaje literario lleno de figuras expresivas que
nos trasladan a un mundo imaginario y que nos hace ver realidades que por nosotros
mismos no podemos ver.
3.1 Textos de Aristóteles
Para Aristóteles, lo esperable es lo predecible y esto se muestra sin interés. La
peripecia obliga a una interpretación que es el hecho último de la literatura, es decir,
encontrar el nivel metafórico. El reconocimiento es la anagnórisis, es decir, la
consciencia que tiene el personaje de que está cambiando. Se puede dar con
reconocimiento cuando, finalmente, el personaje sabe quién es. La teoría clásica es
receptora de esos mundos vitales y ahí están los cambios, las metamorfosis. Los cambios
significan que captamos la realidad de otra manera. La anagnórisis es el fruto natural de
ese cambio.
El final de la tragedia es lo patético y el dolor. A su vez, la compasión y el temor
son esenciales en la Grecia antigua. El temor es una figura muy poderosa como intento
de doblegar a las masas en un sistema que impida la explosión. Nace de que puede haber
un castigo. Incluso, puede ser la reverencia de los mitos sociales. Todos tenemos un
mandato desde pequeños que debemos cumplir. Hay mandatos valiosos y otros
perversos.
La preferencia de lo imposible. La figuración son imposibles convertidos en
hechos posibles. Lo verosímil y la aesthésis son dos categorías hermanadas.
4. HELENISTAS

Plotino, Longino y Demetrio construyen teorías interesantes porque la civilización


griega desaparece (I d.c). Eran una especie de maestros esclavos. Su pensamiento tiene
que ver con la falta de realidad, su mundo griego ha terminado. En la visión funcional
de la realidad viven estos teóricos. Hacen converger dos grandes pilares: Platón y
Aristóteles. De ahí surge que sus teorías muy inéditas, que no se habían dado en el
mundo y que por otra parte que eran teorías utópicas porque se basan en una teoría
universal de no tener civilización ni cultura, reflejan la universalidad sin espacio, es
decir, una idea universal para cualquier tiempo. Resumen lo mejor y lo más esencial de
la literatura.

Plotino escribió varios volúmenes llamados las eneadas. El tomo 6 se dedica a la


belleza. La idea de lo bello con sentido neoplatónico pero también sentido aristotélico
porque hay que decirlo con palabras. Lo neoplatónico viene de los espiritual. Plotino
define la idea de UNO. Es lo bello, lo bueno, el alma y esa idea de los UNO está en la
cultura occidental. Para Plotino es un modelo universal, y ese modelo es lo que no
podemos descubrir, lo que no sabemos. Esa cosa que no sabemos toma cuerpo en lo
sensible, de manera que, el UNO interviene en la materia porque quiere hacerla bella.
Esa es la mimesis, el resultado de que el uno se manifiesta en la materia.

Longino publica en griego Peri Hipsous de los sublime. Su teoría, también


utópica. Lo sublime consiste en una emoción tan fuerte que conmueve hasta el punto de
modificar el sentimiento y a la vez una elevación moral. es un fenómeno esencial, tiene
que ver con lo espiritual y de palabras. Las palabras deben tener la capacidad de elevar
y de cambiar. El concepto de sublime permanece es el siglo 16,17 pero el en el
18empeiza a cambiar, se mantiene con algo emocional relacionado con las palabras pero
Kant habla de lo sublime como un elemento formidable que nos presenta la naturaleza
y nos sobrecoge. Ya no es tanto una emoción sino un encogimiento de lo que se observa.
Es la connotación de la voz de lo que nos rodea y no controlamos. Cuando aparece lo
sublime es una llamada de atención a todo lo que nos sobrepasa, que forma parte de
nuestra naturaleza. Todo eso que sobrecoge, reivindica la grande de los elementos que
nos hacen ver nuestra pequeñez ante el mundo.

La belleza es una constante de la humanidad, de construir ciudades bellas,


jardines, el uno en el sentido cotidiano quiere reflejar lo bello del interior.

Longino se manifiesta de otra forma. Entiende que hay elementos sublimes y que
la naturaleza humana se ve reflejada en algo superior lo sublima hasta lo que queremos
ascender. Lucha constante según la cual aspiramos a vencer lo mediocre para conseguir
lo sublime, por eso construye obras literarias que permitan reconocerse en lo sublime.
Este reconocimiento en lo sublime para Longino consiste en verse en obras con
capacidad verbal y para conmover. Llega a decir que cuando una obra es muy perfecta
distrae de lo sublime porque para percepción de una obra fija la atención en la forma y
distrae de la emoción elevada con la que la obra debe trasmitirse al lector. Vale más
pequeñas imperfecciones que humanizan a la obra.

Las fuentes que sigue para la búsqueda de la sublimidad son:

- Hay que buscar los afectos primero, palabras que abran. Es decir, que sean
afectivas y acogedoras. En esas palabras vendrá la conmoción y el éxtasis, ese
momento de la obra que se siente la identificación completa, de modo que
serán formas que lleven a un estado espiritual.
- Lo sublime se nutre (como recurso literario) del talento creador, después de la
pasión y el entusiasmo. La destreza, la habilidad en el empleo de las figuras
literarias, hay que saber utilizar bien las metáforas. En la fuente de lo sublime
esta también la nobleza, el no utilizar un lenguaje empobrecedor, escatológico,
al contrario se debe buscar una elevación del lenguaje.
- La idea del organismo. La lengua es un organismo, la buena obra literaria para
Longino será un organismo, es decir, un cuerpo según el cual sus partes se
implican y formal una totalidad. Debe presentar elevación y dignidad (decoro
llamado más tarde).

De que medios hay que valerse para lo sublime:

- En primer lugar amplificaciones, equivalencias.


- Emular a los grandes autores y poetas. Intentar alcanzar la altura literaria con
la que el pasado se nos presenta.
- Longino, heredero de la cultura griega, entiende que para alcanzar la
sublimidad es necesario la imaginación lo que hoy llamamos el imaginario.
Para el consistía en que el hombre no puede dejar de imaginar porque estamos
programados para imaginar, soñamos despiertos y dormidos. La imaginación
no es sino pensar imposible pero que estamos obligados y determinación a
imaginar lo que sabemos que no vamos a conseguir. Sin embargo, en ese
imaginario también está en alcanzar lo imposible. La literatura se nutre de todo
esto. La imaginación es la conquista del futuro, el futuro se conquista mediante
el futuro. Para Longino la literatura es un imaginario constaste.
- Lenguaje icónico. Lograr un texto literario sin exhibir los recursos literarios,
el texto debe ser fluido y estos recursos pasar desapercibidos, eso es la obra
sublime para Longino. Las figuras que deben pasar desapercibidas son:
asíndeton, hipérbaton, perífrasis, comparaciones, etc. Longino asocia la
ambición de perfección con la mediocridad.

Otro helenista, Demetrio, es a diferencia de lo demás el primer teorizador de la


prosa. Alude a todos los géneros literarios y a la teoría icónica. La teoría del mundo
griego se relacionaba con la escultura, había asociaciones de manera que lo iconográfico
tiene que ver con la comparación a la escultura.

Distingue tres aspectos en la prosa:

- El primero, el miembro (kóla) que son las perífrasis, metáforas, etc. Lo


sintagmático.
- La frase, es el conjunto de kóla seguidas
- El periodo, lo que hoy llamamos párrafo, el periodos.
- Las kólas formas frases y las frases unidas forman el periodo, y el conjunto de
periodo forman la obra.

Distingue el contenido y lo sintagmático, la capacidad de cada elemento de la


prosa para comunicar. Sobre esto establece una clasificación de estilos prosísticos:

- Hay una estilo elevado, que es el estilo de la agudeza. La gran inteligencia se


expresa es este estilo. Habla de la agudeza porque con pocas palabras hay que
entender muchas cosas, habla de este estilo como elegante y sobrio.
- El segundo estilo es el llano. Este estilo exige claridad, un profesor por
ejemple debe expresarse en este estilo llano, con claridad. Este estilo es
también llamado vigoroso porque su aspiración es comunicar.
- Luego habla de un estilo bajo, que es la prosa que imita lo popular. Habla de
las riquezas, las anécdotas.

Distingue tres periodos: uno histórico, que es el del estilo elevado ya que se
entiende en todo, el retórico que es el llano pertenece a los políticos y el conversacional
que es el popular con muchos diálogos.

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