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Las nociones como vacío, nada, carencia1, receptividad refieren a lo mismo: lo inefable.

Del
mismo modo las nociones del tipo del infinito, lo inconmesurable, objetividad refieren a lo
mismo: lo universal. Pero hay una identidad entre lo universal y lo inefable, no podemos
expresar lo infinito completamente saturado y aquello de lo que no podemos hablar, es todo,
es universal. Las dos formas en las que se obtienen las nociones de inefable y universal,
señalan dos formas de acercamiento al ser: la primera señala un camino místico, práctico,
que llega a un contacto con lo nouménico. La segunda señala el camino de la razón, de la
teoría que lleva a la maquinación. Pero a pesar de ser caminos muy diferentes, nos llevan a
un contacto con el referente compartido por lo universal y lo inefable: el ser (las infinitas
posibilidades que son, de hecho, el caso, que realizan al dios místico)2. El hombre moderno,
es quien desecha el camino de lo inefable por seguir el camino de lo universal, lo que lo lleva
al nihilismo y a la maquinación. El hombre realmente posmoderno debe ser aquel que vive
la identidad entre inefable y universal, que encuentra lo nouménico de nuevo, recupera el
camino místico y la hace uno con el camino de la razón. La unificación de los caminos debe
vivirse, además de pensarse. El superhombre es el equilibrio entre racional e irracional, entre
sagrado y profano.
El mal no tiene una existencia positiva para Agustín, su existencia se da únicamente en el
alejamiento de dios mediante la acción indebida, el pecado. Dios, en este sentido es una forma
de actuar (pues si con nuestra acción nos alejamos de él, ¿de qué se puede alejar una forma
de actuar más que de otra forma de actuar?), pero no cualquier forma de actuar sino el gran
camino del que el hombre se ha alejado (ver Tao). Este alejamiento del camino conduce al
nihilismo evidentemente (al adentrarse en la oscuridad de la limitación y exactitud del
pensamiento teórico racional, pues los conceptos cerrados son negación de infinitas
posibilidades conceptuales [contraste entre particular y universal en la lógica de predicados])
al alejarse del camino de dios, de lo que es: si te alejas de lo que es llegas a lo que no es, a la
nada (a la carencia de divinidad).

LA PALABRA DE NIETZSCHE ‘DIOS HA MUERTO’


Audiolibro 03/04/2016: http://bibliotecaenaudio.com/audiolibro-la-frase-de-nietzsche-dios-ha-muerto-autor-
martin-heidegger/

El pensamiento de Nietzsche es meditado como un estadio de la metafísica. Pero ahora se


trata de meditar el pensamiento nietzscheano: aunque la obra se muestre como un texto, trata
de llevar al lugar desde el que ha de darse la pregunta por el sentido del ser.
0:11:30 Pasaje original de Nietzsche tomado de ‘La Gaya Ciencia’3. Loco con farol a medio
día (iluminado) bajo la claridad del día del pueblo (el conocimiento racional como lucero de

1
Todo objeto de la experiencia carece de infinidad de formas y propiedades por tener una sola en específico.
2
3
Parágrafo 125.
la modernidad). Éste pasaje es una respuesta de Nietzsche a la metafísica y a la modernidad.
La nada, la ausencia del mundo suprasensible, de lo divino, es el fundamento del nihilismo.
El nihilismo es un movimiento histórico, no un pensamiento o doctrina, y es el destino de los
pueblos occidentales. Es el movimiento fundamental histórico que conduce a los pueblos del
planeta hacia la modernidad.
00:22:00 El cristianismo, para Nietzsche no es la vida cristiana (propiamente la dada en el
final del helenismo con los primeros cristianos antes de la propaganda misionera de Pablo),
sino el movimiento político-religioso, el factor de poder cuya herramienta fundamental son
los valores.
00:23:30 La muerte de dios, de lo suprasensible, lleva a una pérdida en el fundamento de la
acción humana (los valores) que exigen que un nuevo fundamento le sea dado. Los valores
cristianos movieron al hombre a actuar, pero su eminente caída nos invitó a reemplazarlos
con valores nuevos: los valores de la modernidad.
00:30:00 La caída de los valores lleva a una tras-valoración de los valores, esta
transvaloración es el nihilismo en su fase normativa, el nihilismo consumado o clásico. Pero
también es el nihilismo la desvaloración misma: es dual, por ser tanto la caída de los valores
como el movimiento de respuesta a la caída [el alejamiento del camino sólo puede llevarnos
(no importa qué tan tarde sea ni qué tan lejos se esté del camino) a que regresemos al mismo].
Pero antes del nihilismo clásico está el nihilismo pesimista, el cual encuentra sólo la nada y
no ve oportunidad de salir de ella: el mundo como carencia de valores, la vida carente de
sentido. El nihilismo incompleto (posterior al pesimista) remplaza los valores caídos con
unos nuevos (como el socialismo) pues sólo olvida los valores viejos pero deja su lugar. Pero
el nihilismo completo debe dejar por completo los valores y transvalorarlos por completo:
debe eliminar el lugar de los valores y reubicarlos, los valores no deben buscarse en el campo
de lo suprasensible sino en otro lugar. La instauración de los valores busca lo que tenga más
vida: ya, con lo suprasensible muerto, los valores deben situarse en lo sensible, en la
existencia.
0:36:30 ¿Qué es la vida para Nietzsche?
1:02:00--- Explicación de Heidegger de la modernidad exaltando su caracterización como
voluntad de poder y eterno retorno de lo mismo.
La crisis de los valores corresponde a que los valores clásicos fueron derrumbados con la
muerte de Dios y en la búsqueda de remplazarlos el hombre ha puesto valores ‘modernos’
que han llevado al cientificismo y a la maquinación. La verdadera superación de la crisis se
da con la completa ‘tras-valoración de los valores’ en la que deja de haber valores
conceptuales4. Los conceptos y, con ello, los valores se dan por la voluntad de poder.
1:13:00—Caracterización de la conciencia del yo como una unidad esencial (el ‘saberse a sí
mismo’, la apercepción que permite pensar al ‘sujeto’, como la cordillera que une las
montañas, el sujeto une los saberes). La unidad esencial del yo, es esencial a la voluntad de

4
Quizás para que el ser mismo se vuelva el valor: un pensamiento práctico
poder y, por ello, proclama la verdad de lo ente, la certeza, que permite la subsistencia (cuya
búsqueda es producto del ‘quererse a sí mismo’ característico de la voluntad).
//
¡Oh, mirad, los dioses regresan y con qué tempestad! La humanidad ha pecado y viene su
castigo. Es el enfrentamiento entre el hombre y los dioses después del viaje que tuvo el creado
tras probar el fruto prohibido. Si el hombre no aprende a dialogar y a inter-actuar con ellos,
no los podrá apaciguar.
En los sesenta pudimos hablar con los dioses, pudimos iniciar un diálogo, ellos llegaron de
forma pacífica y su movimiento fue, precisamente, uno pacífico. Pero los callamos. Ahora
ellos se harán oír, se han reprimido sólo para tomar impulso.

La vida, entiéndase como voluntad, o movimiento de conservación y repetición. Encuentra,


en su forma de hombre (entre infinitas formas posibles) una fase religiosa y una fase racional
(fases que sin lugar a dudas podrían encontrarse en cualquier otra forma de vida). Cuando
una de las fases se impone a la otra, tanto a nivel individual como colectivo, el hombre entra
en un desequilibro5 al cual la fase sometida o pasiva por inercia ha de responder. La respuesta
radical a los cultos dionisiacos era el orden de la polis (o viceversa), la respuesta radical del
orden capitalista ante la llegada de los psicodélicos en los sesenta fue la represión, la
respuesta radical a la metafísica del ser, ha de ser el pensamiento fundado en la verdad del
ser. En cada una de estas oposiciones, como movimientos oscilatorios de una unidad dual
radical, el hombre actúa como puente, sometido a la fuerza de estos gigantes chocando,
sometido a la intempestividad.

00:40:00-Los valores son condición de la reproducción y el aumento. ‘A la esencia de la vida


le corresponde el querer crecer’. A la esencia de la vida le corresponden los valores. El valor
es aquello en lo que se fija la vista. El valor sólo se da un formaciones complejas de vida (el
valor es lo que da el movimiento)
00:46:00 Los valores y sus relaciones son puestos por los que tienen el poder, por la voluntad
de poder.
00:53:00 Hasta en el esclavo se haya la voluntad de poder pues, por un lado siempre tiene
algo por debajo a lo que ordena y de lo que se sirve. El esclavo se sirve del pan que come,
del agua que bebe, de la herramienta que usa. En todo, la voluntad se muestra como querer
puro, quererse a sí misma, querer conservarse, querer multiplicarse, querer crecer. La

5
No debe entenderse que en algún punto se llegue al equilibrio.
voluntad quiere ir más allá de sí misma. El poder, requiere siempre de más poder: en cuanto
el poder se estanca empieza su deterioro.
1:01:00 La voluntad de poder es el fundamento y el ámbito de la instauración de valores. No
tiene su fundamento en un sentimiento de carencia sino que es el fundamento de toda riqueza
posible. La voluntad no descansa por rica que sea su vida: su existencia es el eterno retorno
de lo mismo, eterna acumulación, eterna búsqueda del crecimiento. ‘Si la metafísica piensa
en lo ente en su ser como voluntad de poder, piensa necesariamente lo ente como instaurador
de valores. La metafísica de la modernidad comienza con la búsqueda de la certeza, de lo
‘firme y estable’. El ente es el aseguramiento de algo verdadero, cualquier objeto se
determina a partir de la certeza de la consciencia (buscar definición).
1:03:30 La voluntad de poder es la esencia de todo lo efectivamente real. ‘Como la voluntad
de poder dispone a modo de valor necesario la conservación (el aseguramiento de sí misma)
justifica la necesidad de aseguramiento de lo ente, de tomar algo por verdadero, de la certeza’.
‘La certeza sólo se haya fundamentada en la voluntad de poder’. ‘La cuestión de los valores
tiene más relevancia que la cuestión de la certeza’. La esencia del valor se manifiesta como
la condición de conservación y aumento. El grado de poder alcanzado por la voluntad se
encuentra en el círculo de entes ‘a la mano’, del que dispone la voluntad para garantizar de
su existencia. A menudo, se nombra eso a la mano ‘el ser’. La verdad es ahora el estable
aseguramiento de las existencias del círculo a partir del que la voluntad de poder se quiere a
sí misma.

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