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1
Todas las traducciones de los textos en inglés fueron realizadas por el autor.
2
Agradezco inmensamente al Doctor Carlos Fradique-Méndez López por sus valiosos comentarios, aportes, correcciones,
sugerencias y, en general, por toda su colaboración a través del proceso de preparación y escritura del presente
documento. También quisiera agradecer a mi padre, Jaime Alberto Gómez Mejía, por su ayuda durante el tiempo en que
preparé y desarrollé esta investigación y a los jurados calificadores (Carlos Eduardo Manrique Nieto y Néstor Fagua
Guaque) por los comentarios hechos.
2
Índice
Tema Página
Capítulo 1: Introducción 8
a. CDOs Sintéticos 58
6. Basket Default Swap 59
7. Algunas consideraciones sobre los diferentes tipos de derivados de crédito 59
V. Documentación y regulación nacional e internacional 62
1. El Nuevo Acuerdo de Capital de Basilea y la regulación bancaria sobre
capital y medición de riesgos 62
2. Documentación y la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA) 66
3. La regulación colombiana 69
a. La prohibición de operaciones con derivados de crédito 69
b. El régimen de inversión de los Fondos de Pensiones Obligatorias 70
c. Algunas consideraciones adicionales 71
4. Falta de regulación 73
5. Implicaciones para la supervisión del sistema financiero 74
VI. Argumentos a favor y en contra de la existencia de derivados de crédito 76
1. El riesgo de contraparte 76
2. Redistribución del riesgo 77
3. Mayor acceso al crédito 79
4. Falta de conocimiento 81
5. Las posibilidades de mejorar las utilidades y el riesgo de especulación 82
a. Riesgo de especulación 82
b. Posibilidad de mejorar utilidades o apalancarse comprando protección 83
c. Posibilidad de que especuladores puedan exponerse a diferentes
niveles de riesgo de crédito 84
d. Posibilidad de que los compradores de protección ganen dinero con
base en el desempeño de la entidad de referencia 84
6. Procesos inadecuados y riesgo operativo 85
a. ¿Qué es el riesgo operativo? 85
b. Los contratos en papel y la importancia de las confirmaciones –
la crisis en el manejo de estos documentos 85
c. ¿Qué se ha hecho para evitar los problemas anteriormente mencionados? 87
5
Bibliografía 114
1. Doctrina, Manuales, Estudios y Exposiciones 114
2. Estadísticas y Publicaciones Periódicas 117
3. Legislación y Regulación Nacional e Internacional 118
a. Legislación Nacional (Leyes y Decretos) 118
b. Normatividad Administrativa 118
c. Regulación Internacional 119
4. Investigaciones Periodísticas y Artículos 119
5. Recursos en Internet 123
6. Otros 124
8
Capítulo 1: Introducción
Uno de los aspectos que ha caracterizado los diferentes mercados financieros en los
últimos años es su creciente volatilidad, la cual ha dado lugar a que los agentes que
participan en ellos se vean obligados a buscar mecanismos que les permitan cubrirse de los
riesgos asociados a las transacciones que realizan. Uno de los instrumentos más utilizados
hoy en día para lograr la protección anteriormente mencionada es el de los derivados
financieros. Varios autores han destacado la creciente importancia de éstos en los mercados
financieros durante el último cuarto de siglo3 y Colombia, aunque sigue estando
relativamente atrasada y su mercado es calificado todavía como incipiente,4 no ha sido la
excepción pues “en Colombia existe de tiempo atrás un mercado de derivados financieros
cada vez más activo, como lo evidencian el número y volumen de las operaciones
realizadas, de creciente importancia, y la participación en las mismas de numerosos agentes
económicos de los sectores financiero, real y público, no obstante lo cual la literatura
jurídica nacional sobre el tema es aún insuficiente.”5
En vista de las anteriores consideraciones, hoy en día cualquier persona o institución
que se desempeñe en el mundo financiero tiene que entender el funcionamiento de estos
productos.6 La comprensión de éste tipo de instrumentos implica no sólo el estudio de los
modelos financieros aplicables para la valoración y uso de ellos, sino que también requiere
el conocimiento de las normas legales que los regulan. En concordancia con lo explicado,
es clara la importancia que tiene el estudio de las diferentes normas legales que pueden
3
Véase, John C. Hull, Options, Futures and Other Derivatives, Sexta Edición, Prentice Hall, New Jersey, Estados Unidos,
2005, p. 1
4
Véase, Sergio Clavijo (Director), Enfoque: Mercado de Capitales: Estructura y Desarrollo del Mercado de Derivados
en Colombia, Edición 9, ANIF y DECEVAL, Bogotá, Colombia, noviembre de 2006, p. 2
5
Juan Carlos Varón Palomino, Contratos de derivados financieros: forward, opción y swap, en: Marcela Castro Ruiz, et.
Al., Contratos Atípicos en el Derecho Contemporáneo Colombiano, Cámara de Comercio de Bogotá, Bogotá, Colombia,
2006, p. 81
6
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 1
9
7
Véase, Juan Carlos Varón Palomino, op. Cit., p. 85
8
Véase, Matthew Taylor, Capco Institute briefing on the Financial Services Industry: Credit Derivatives Challenges,
Capco Institute, New York, Estados Unidos, octubre de 2005, disponible en: http://www.capco.com, p. 1
9
Banco de la Republica, Circular Reglamentaria Externa DODM-144 de 2006, disponible en:
http://www.banrep.gov.co/documentos/reglamentacion/cambiaria/2006/Bol%2002%20(2006)%20CRE%20DODM-
144%20Ene.5.pdf, Numeral 3
10
Véase, _____, Tesorerías, lo que viene, en: Revista Dinero, Bogotá, Colombia, disponible en:
http://www.dinero.com/wf_InfoArticulo.aspx?IdArt=28036; Véase, _____, Reforma a Cuentagotas, Revista Dinero,
Bogotá, Colombia, disponible en: http://www.dinero.com/wf_InfoArticulo.aspx?idArt=32883
10
mercado financiero y evite algunos de los riesgos y problemas que puedan surgir al hacer
uso de estos instrumentos. Con el fin de lograr ese objetivo, el resto de la presente
investigación se divide en 3 grandes partes. En la primera se realiza un estudio muy corto
sobre los derivados financieros en general. Posteriormente se tratan los derivados de
crédito, partiendo de su definición general e indicando cómo han ayudado a gestionar el
riesgo de crédito, cuáles son los rasgos principales de los mercados en que se transan y los
principales tipos de contratos existentes. Con estas herramientas se analizan las
características generales de su regulación y las discusiones que se han suscitado sobre la
conveniencia de que existan y, así, mostrar las razones por las cuales la prohibición
existente en Colombia es inadecuada. En la tercera parte se exponen algunas conclusiones
que se extraen del estudio y se proponen algunas consideraciones que deben ser tenidas en
cuenta a la hora de regular las instituciones jurídicas que se encuentran involucradas en los
contratos de derivados de crédito.
11
Comisión Nacional del Mercado de Valores de España, Guía Informativa de la CNMV: Que Debe Saber de… Opciones
y Futuros, CNMV y MEFF, Artegraf S.A., Madrid, España, 2004, disponible en: http://www.cnmv.es, p. 7
11
corto plazo se equiparan a las operaciones de contado).”12 Esto ocurre porque los contratos
bajo análisis se sujetan a las normas relativas a obligaciones a plazo y/o condicionales13 y,
por lo tanto, son contratos que se pactan un día pero cuyo cumplimiento se hace en una
fecha futura.14
Es importante analizar cómo se cumple con las prestaciones pactadas pues
comúnmente se ha distinguido entre dos formas distintas: el cumplimiento efectivo
(delivery) y el financiero (non-delivery). Lo primero que debe decirse es que la entrega
efectiva de la cosa tiene mayor sentido en los casos de forwards sobre commodities y es por
eso que en los casos de los derivados financieros adquiere gran importancia la
compensación pues esta última se presenta con gran frecuencia debido a que, en la mayoría
de contratos, se prevé tan solo la liquidación por diferencias o neteo (por ejemplo en los
casos de derivados sobre índices bursátiles o tipos de interés).15 El esquema por medio del
cual funciona la compensación no es complicado debido a que el principio opera de una
manera bastante similar a la establecida por el artículo 1714 del Código Civil. Es decir que
las partes involucradas (directamente o, en el caso de que haya una Cámara Central de
Contraparte en un mercado organizado, por medio de esta) entregan o reciben la diferencia
entre las sumas de las que son deudoras o acreedoras. El Contrato Modelo ISDA
(International Securities and Derivatives Association) prevé de manera explícita esta forma
de cumplimiento al decir que la parte que debía una suma mayor de dinero podía descontar
lo que su contraparte le debía y, al pagar la diferencia, quedarían cumplidas las
obligaciones derivadas del contrato.16
12
Alfredo Morales Hernández, Los Mercados Organizados de Productos Financieros Derivados y los Mercados Over
The Counter, en: Universitas Jurídica, Edición Número 100, Fundación Cultural Javeriana de Artes Gráficas, Bogotá,
Colombia, diciembre de 2000, p. 70
13
Véase, Código Civil, artículos 1530-1550 y 1551-1555
14
Véase, Comisión Nacional del Mercado de Valores, Guía Informativa de la CNMV: Que Debe Saber de… Opciones y
Futuros, op. Cit., p. 7; Véase, Código Civil, artículos 1532, 1537 y 1539
15
Véase, Alfredo Morales Hernández, op. Cit., p. 86
16
Véase, Mateo Mendoza Álvarez y Carlos Fradique-Méndez (Director), Régimen de la Contratación de Instrumentos
Derivados en Colombia, Trabajo de Grado, Facultad de Derecho, Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia, 2004,
disponible en: http://biblioteca.uniandes.edu.co/Tesis_2005_primer_semestre/00003870.pdf?, pp. 177-178
12
17
Véase, Ley 1116 de 2006
18
Véase, Ley 1116 de 2006, artículo 5, numeral 7
19
Véase, Código Civil, artículo 2509
20
Ley 1116 de 2006, artículo 16
13
el propósito de la presente introducción y, por lo tanto, no será tratada. Eso sí, con el fin de
proteger y desarrollar el mercado de derivados financieros, debe resaltarse la conveniencia
de que, de manera expresa, se establezca la procedencia, validez y eficacia de estas
cláusulas en aquellos casos en que se cumplen ciertas condiciones y no se pone en riesgo la
viabilidad de la empresa concursada.
En el caso de las transacciones que se hacen en los mercados organizados la
situación es diferente. Esto se debe a que, en algunos casos, puede aplicarse el principio de
finalidad de las operaciones21 por lo que, una vez la orden de transferencia de valores es
aceptada, no es posible revocarla pero, de acuerdo con lo establecido en el artículo 2 de la
Ley 964 de 2005, esto tan solo resulta aplicable para el caso de derivados estandarizados
que se transan en un mercado de valores.22 Sin embargo, algunos de éstos tienen ciertas
particularidades que deben ser tenidas en cuenta a la hora de determinar el alcance de esta
disposición. En efecto, el artículo 10 de la Ley 964 se refiere a las “(…) órdenes de
transferencia de fondos o valores derivadas de operaciones sobre valores”23 y de cualquier
acto que deba realizarse para su cumplimiento.24 Esa misma norma, en su segundo inciso
explica que, por orden de transferencia se entiende una instrucción incondicional de
efectuar la entrega de unos valores o una cantidad de fondos a determinado beneficiario.25
Ahora bien, como se sabe, muchas veces el cumplimiento de las obligaciones derivadas de
un contrato de derivados financieros se hace a mediano o largo plazo, lo cual implica que
pueden llegar a pasar años antes de que las partes tengan que cumplir con las prestaciones
emanadas del acuerdo. Teniendo esto en cuenta cabe analizar qué ocurre, por ejemplo, si
dos agentes celebran un contrato forward con un plazo de 5 años y uno de ellos entra en
proceso de insolvencia un mes después del perfeccionamiento de éste, ¿Puede su
contraparte alegar que debe dársele aplicación al artículo anteriormente mencionado? La
respuesta pareciera ser que no debido a lo establecido por los artículos 10 y 14 de la Ley
21
Véase, Ley 964 de 2005, artículo 10
22
Vease, Ibidem, artículo 2, parágrafo 3º
23
Ibidem, artículo 10
24
Véase, Ibidem, artículo 10
25
Véase, Ibidem, artículo 10
14
964 de 2005. En efecto, en este caso no se ha dado ninguna orden de transferencia y todavía
falta bastante tiempo para que ésta sea impartida por lo que debería concluirse que el
principio no es aplicable a este tipo de operación a largo plazo. De todas maneras, es
importante señalar que, una vez se ha recibido la orden de transferencia a la cual se hace
referencia, el principio si sería aplicable y la transferencia no sería revocable. Por lo tanto, a
pesar de que no sea posible hacer uso del artículo 10 de la Ley 964 en las operaciones a
largo plazo anteriormente mencionadas, si lo es en otros momentos y es por esto que, como
se explicará posteriormente, es importante que se establezcan cámaras de compensación
que permitan que el principio de finalidad de las operaciones sea aplicable a las operaciones
de derivados OTC.
A pesar de lo anteriormente explicado, el artículo 14 de la misma ley abre la
posibilidad de que a los derivados financieros se les de un tratamiento diferente. La
mencionada disposición establece ciertas medidas relacionadas con las operaciones repo,
operaciones simultáneas, intercambios de valores y transferencias temporales de valores.
Para lo que interesa al presente estudio, se encuentra regulado qué ocurre en caso de que
una de las partes entre en un procedimiento de insolvencia. Es así como el parágrafo
primero dispone que, cuando se encuentre pendiente el cumplimiento de alguna de estas
operaciones y se presente un procedimiento de estos, habrá lugar a la terminación
anticipada de la operación y la contraparte de esta entidad tendrá derecho a que se le
reconozca un crédito que no formara parte del activo concursal.26 A pesar de que, como ya
se dijo, esto tan solo es aplicable a determinadas operaciones, se da la posibilidad de que el
Gobierno, en ejercicio de su deber de intervención en el mercado de valores,27 amplíe la
gama de productos financieros a los cuales es aplicable lo anteriormente explicado, lo cual,
como ya se dijo, abre la posibilidad de que los derivados financieros reciban un tratamiento
diferenciado.
26
Véase, Ibidem, artículo 14, parágrafo 1
27
Véase, Ibidem, artículo 4
15
1. Coberturistas o hedgers:
Como ya se ha dicho, una de las principales razones que dieron nacimiento a los
contratos de derivados financieros fue la necesidad de los agentes de cubrirse contra los
riesgos existentes en unos mercados financieros cada vez más volátiles. Este tipo de actores
se denominan coberturistas pues su objetivo al celebrar un contrato de derivados es el de
protegerse contra los movimientos adversos del mercado. Teniendo en cuenta que no todos
los agentes que participan en un determinado mercado son adversos al riesgo, hay que decir
que tan solo los que sí lo son estarán dispuestos a sacrificar parte de su rentabilidad con el
fin de cubrirse.29 La decisión de cubrirse o no proviene entonces de un análisis, entre otros,
sobre la volatilidad del mercado, la tolerancia al riesgo de ese agente y los costos que
generaría la celebración de un contrato de derivados (por ejemplo, la prima que habría que
pagar en una opción). Después de ese análisis, se toma la decisión sobre si es necesario
transferir o no la totalidad o parte de esos riesgos a otros agentes (generalmente
especuladores).
2. Especuladores:
Los especuladores buscan, generalmente, todo lo contrario de lo que buscan los
coberturistas: “mientras que los coberturistas quieren evitar la exposición a un movimiento
adverso en el precio de un activo, los especuladores quieren tomar una posición en el
mercado. Ellos están apostando que el precio del activo subirá o están apostando que
28
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 8
29
Véase, Mateo Mendoza Álvarez, op. Cit., p. 32
16
3. Arbitradores (o Arbitrajistas):
Por arbitraje (a veces se utiliza la expresión “arbitrajismo”) se entiende “el acto de
comprar un bien en un mercado y venderlo a un precio mayor en otro con el fin de obtener
una ganancia por el diferencial de precios entre ambos mercados.”33 Lo que permite que
haya esta diferencia de precios en dos o más mercados tiene que ver, sobre todo, con las
imperfecciones propias de un mercado tan grande. De hecho, se ha dicho que estos actores
“normalmente participan en mercados ineficientes donde el flujo de la información es lento
y causa imperfecciones.”34 Sobre este tipo de agentes basta con decir que, generalmente, su
ganancia no tiene riesgos35 y, además, la naturaleza de su inversión los obliga a actuar de
manera simultánea en varios mercados.
30
John C. Hull, op. Cit., p. 11
31
Véase, Código Penal, artículo 298
32
Véase, Ley 964 de 2005, artículo 50
33
N. Gregory Mankiw, Macroeconomics, Quinta Edición, Worth Publishers, New York, Estados Unidos, 2003, p. 527
34
Mateo Mendoza Álvarez, op. Cit., p. 40
35
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 14
36
Luís Javier Cortés, Los Mercados de Valores y Crédito, en: Rodrigo Uría y Aurelio Menéndez, Curso de Derecho
Mercantil, Tomo 2, Editorial Civitas, Madrid, España, 2001, p. 339
17
1. Mercados organizados:
Estos se refieren, básicamente, a un mercado de valores en donde los agentes
transan derivados estandarizados, de acuerdo con lo que ha sido definido por el ente rector
de ese mismo mercado. Se han distinguido algunos elementos básicos que deben estar
presentes en un mercado de este tipo. Debe tratarse de una bolsa o mercado de valores que
cumple con las siguientes características: tiene un sistema de negociación centralizado y
una cámara de compensación, un organismo que regula el mercado, unos medios de
negociación y cumplimiento que se encuentran predefinidos, unos contratos estandarizados
o semiestandarizados, un esquema que permite la difusión de los precios y unos
mecanismos de liquidez y de información de lo que se está negociando.37
2. Mercados OTC:
“Desde una perspectiva amplia, las operaciones OTC son aquellas que tienen lugar
fuera de mercados organizados, por intermediarios financieros (…) que contratan
directamente entre ellos o con sus contrapartes mediante sistemas informáticos de correo
electrónico, facsímiles o simplemente por teléfono.”38 Debe señalarse que hoy en día, en
términos del volumen transado, éste es mucho más grande que el mercado organizado.39
37
Véase, Santiago Cárdenas, Uso y Beneficios de una Cámara de Compensación de Derivados, en: III Congreso Nacional
de Tesorería – Mercado de derivados: Una nueva cultura para el manejo del riesgo, Asociación Bancaria y de Entidades
Financieras de Colombia, Bogotá, Colombia, 1998, pp. 291-293
38
Jesús López Tello, Fiscalidad de los Derivados Cotizados en Mercados OTC, en: Emilio Díaz Ruiz y Pablo Larraga
(Directores), Productos Financieros Derivados y Mercados Organizados, Editorial Civitas, Madrid, España, 1997, p. 91
39
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 2
18
cualquier instrumento derivado por complejo que parezca.”40 Por lo tanto, a continuación se
exponen las principales características de los tres derivados básicos (opciones put y call;
forwards y futuros; y swaps).
1. Opciones:
“Las opciones ofrecen a sus propietarios el derecho a comprar (call options) o
vender (put options) acciones a un precio fijo en algún momento en el futuro (…).”41 En
Colombia hay normas que regulan el contrato de opción desde bastante tiempo y, en este
sentido, debe destacarse el artículo 23 de la Ley 51 de 1918 en donde se establece que “la
opción impone al que la concede la obligación de cumplir con su compromiso. Si la opción
no estuviere sometida a un término o a una condición será ineficaz. Las partes pueden
ampliar o restringir este término.”42 Las anteriores definiciones ponen de presente la
característica central de este instrumento: la parte que compra una opción tiene el derecho
(no la obligación) a comprar o vender (según el tipo de opción que se haya negociado) un
activo (no se limitan tan solo a las acciones) dentro o al vencimiento de un plazo
(dependiendo de lo que se pacte). Debe señalarse que el vendedor sí se encuentra obligado
a comprar o vender si su contraparte decide hacer uso de su derecho.
Hay dos clasificaciones básicas que deben tenerse en cuenta a la hora de acordar
contratos de opciones y que dependen del derecho que se otorga y del momento en el que
se puede hacer ejercicio de ese derecho. En cuanto al derecho que se otorga, como ya se
dijo, puede ser el de decidir comprar (call) o vender (put) un activo. En cuanto al momento
en el que se puede ejercer el derecho debe distinguirse entre las llamadas opciones
europeas, en las que sólo se puede hacer ejercicio del derecho al momento de la expiración
del plazo, y las americanas, en las que el derecho puede ser ejercido en cualquier momento
antes de que expire el plazo.43 Hay que señalar que en Colombia se encuentran permitidas
40
Pablo Fernández y Eduardo Martínez-Abascal, Derivados Financieros, Biblioteca IESE de Gestión de Empresas,
Canon Editorial S.L., Barcelona, España, 1997, p. 25
41
Luís Díez de Castro y Juan Mascareñas Pérez-Iñigo, Ingeniera Financiera, Segunda Edición, McGraw-Hill, Madrid,
España, 1994, p. 125
42
Ley 51 de 1918, Artículo 23
43
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 181
19
las dos clases de opciones pues la ya citada Ley 51 establece que la opción debe estar
sometida a término o a condición, mas no especifica si el plazo debe ser suspensivo o
extintivo o si la condición debe ser suspensiva o resolutoria.44
Parte de la doctrina colombiana ha definido que los elementos esenciales del
contrato de opción son: “(i) concesión por una parte a la otra de la facultad de decidir sobre
la celebración o no del contrato futuro, sin obligación de esta última; (ii) dicha concesión ha
de ser exclusiva; (iii) debe tener un plazo cierto, y (iv) la celebración del contrato futuro no
debe estar sometida a otra condición que a la mera decisión del optante.”45
2. Forwards y Futuros:
Los forwards y los futuros son dos tipos de contratos bastante similares (tienen la
misma estructura) y la diferencia principal se debe al hecho de que el primero es un
derivado OTC mientras que el segundo es estandarizado y se transa en mercados
organizados.46 Básicamente, el forward “es un acuerdo para comprar o vender un activo en
cierto momento en el futuro y a un determinado precio.”47 Los elementos de la esencia de
este contrato son: la transferencia definitiva de un activo subyacente, el pago del precio
acordado y una fecha de cumplimiento que es posterior a aquella en que se ha celebrado el
contrato.48
3. Swaps:
De acuerdo con lo establecido por la Superintendencia Bancaria, “un swap o
permuta financiera es un contrato entre dos partes que acuerdan intercambiar flujos de
dinero en el tiempo de las obligaciones, lo cual financieramente se asimila a una serie de
contratos forward, cuyo objetivo es reducir los costos y riesgos que se incurre con ocasión
44
Véase, Mateo Mendoza Álvarez, op. Cit., p. 53
45
Juan Carlos Varón Palomino, op. Cit., p. 95
46
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 41
47
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 3
48
Véase, Juan Carlos Varón Palomino, op. Cit., p. 92
20
de las variaciones en las tasas de cambio de las divisas o en las tasas de interés.”49 Debe
señalarse que, a pesar de que un swap se asimila financieramente a una serie de forwards,
jurídicamente la operación es diferente pues en los contratos bajo análisis la figura jurídica
de la cual se trata es una permuta. Por otro lado, se ha señalado que, dentro de los
elementos esenciales de este contrato se encuentran la existencia de al menos un índice o
una tasa subyacente, la estipulación de uno o varios plazos y la existencia de uno o más
valores nominales.50
49
Superintendencia Financiera de Colombia, Circular Externa Número 100 de 1995 (Circular Básica Contable y
Financiera), citada en: Ibidem, p. 97
50
Véase, Mateo Mendoza Álvarez, op. Cit., p. 48
51
John C. Hull, op. Cit., p. 507
52
Álvaro Miguel Caparrós Ruipérez, Derivados de crédito, nuevos instrumentos financieros para el control del riesgo,
Documentos de Trabajo, Serie 10, Número 1, Universidad de Castilla La Mancha, España, 2002 disponible en:
http://www.uclm.es/ab/fcee/D_trabajos/0-2002-1.pdf, p. 13
21
confusión que se puede generar sobre cuál es el activo subyacente o de dónde se deriva el
valor del producto en los contratos bajo estudio pues, contrario a lo que se podría pensar, no
se trata del crédito en si mismo sino del riesgo de crédito.
La doctrina financiera ha definido las principales características de los productos
bajo estudio:53 1) son productos financieros; 2) aíslan el riesgo crediticio de los otros
riesgos que puede tener un activo o crédito en particular; 3) transfiere ese riesgo de crédito
de una parte a otra; 4) la contraprestación que recibe la parte coberturista depende de una
contingencia como lo es la ocurrencia de un evento crediticio; 5) refleja dos cosas: la
valoración que hace el mercado sobre la posibilidad de que la entidad de referencia incurra
en un evento crediticio dentro de un plazo determinado y cuál es el valor esperado de los
activos de la entidad de referencia en caso de que se presente ese evento.54 Por último es
importante tener en cuenta a través del análisis que sigue que las operaciones con derivados
de crédito están prohibidas en Colombia.55
53
Véase, Kyle L. Brandon y Frank A. Fernández, Financial Innovation and Risk Management: An Introduction to Credit
Derivatives, en: Securities Industry Association, SIA Research Reports, Volumen V, Número 13, Securities Industry
Association, New York, Estados Unidos, diciembre 8 de 2004, p. 4
54
Véase, Ibidem, p. 4
55
Véase, Banco de la Republica, Circular Reglamentaria Externa DODM-144 de 2006, op. Cit., Numeral 3
56
Luís Javier Cortés, op. Cit., p. 337 y Véase, Cristos Hadjiemmanuil, Institucional Structure of Financial Regulation: A
Trend Towards “Megaregulators”?, en: Yearbook of Internacional Financial and Economic Law, Londres, Inglaterra,
2003, pp. 127-136
22
vez hay una mayor interrelación entre ambos. Esta tendencia muestra la necesidad que hay
de no limitar el análisis a un mercado financiero en particular pues, aunque las estadísticas
internacionales muestran que los mayores compradores de protección por medio del uso de
derivados de crédito son los bancos y demás entidades financieras especializadas en la
intermediación,57 el uso de los instrumentos financieros bajo estudio no tiene porque
limitarse a los mercados de crédito y, por lo tanto, deben estudiarse en el contexto de los
mercados financieros en general.
Una vez establecido el contexto y los mercados dentro de los cuales operan los
derivados de crédito, es importante entrar a analizar cómo se mueve el crédito al interior de
ellos y cuál es el impacto que tienen los instrumentos bajo estudio en estos ciclos. El punto
de partida se encuentra en la teoría económica y las oscilaciones que se constatan al
estudiar los datos macroeconómicos de cualquier país pues el análisis del crecimiento o
decrecimiento de varios de los indicadores del desempeño económico de un país muestran
fuertes fluctuaciones irregulares y poco predecibles que tienen efectos importantes para
toda la población y su bienestar. Colombia no ha sido la excepción y, como se muestran las
series estadísticas del Banco de la República, el crecimiento del Producto Interno Bruto
Real muestra importantes cambios cíclicos alrededor del promedio (4.2%).
Asimismo, si se analizan los ciclos de la cartera neta de los establecimientos de
crédito (como aproximación a la evolución en el mercado de crédito) y el monto de los
bonos negociados en el mercado de valores, se encuentra que se presentan fluctuaciones
bastante similares a las del Producto Interno Bruto. Por ejemplo, al graficar las tasas de
crecimiento del PIB y la cartera mencionada se hace evidente la existencia de una
correlación:58
57
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 507
58
Datos tomados de Dirección de Estadística, Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia, Cartera Neta
de los Establecimientos de Crédito, Bogotá, Colombia, 2007 y de las Banco de la República, Series Estadísticas,
disponible en: http://www.banrep.gov.co. Hasta 1990 se utilizaron las series estadísticas que tomaban los precios de 1975
como base para calcular el crecimiento y desde 1991 hasta 2005 (p) se utilizaron las series estadísticas que usan como
precios constantes los del año 1994
23
Crecimiento (%)
50,0
Cartera EC
40,0
30,0
20,0
10,0 PIB
0,0
-10,01951 1961 1971 1981 1991 2001
Año
La comparación entre los ciclos que presenta el crecimiento del Producto Interno
Bruto y la cartera de los establecimientos de crédito pone de presente que, como ya ha sido
observado en otros países,59 el crecimiento del crédito se encuentra ligado, generalmente,
con el crecimiento del PIB real. Sin embargo, también puede verse como hay un rezago
entre el indicador usado como aproximación a la evolución en el mercado de crédito y el
que se escogió para mostrar el desempeño de la economía en general, lo que estaría
indicando que el comportamiento del crédito bancario es procíclico. Esto quiere decir que,
de acuerdo con los datos recaudados, el crédito bancario se mueve en la misma dirección en
la que se mueven la producción, el ingreso y el empleo sobre el ciclo económico y, en ese
orden de ideas, cae durante las recesiones y aumenta durante las etapas de recuperación.60
El hecho de que, como se ha mostrado, el crédito bancario sea procíclico pareciera
no ser benéfico para la economía en conjunto. En este sentido, es importante tener en
cuenta que, debido a la importancia del sistema financiero para la economía, esta tendencia
ayuda a acentuar los ciclos económicos (sus subidas y sus bajadas). Sin necesidad de entrar
a analizar el debate sobre sí la política económica debería ser activa o pasiva,61 debe decirse
que hoy en día la tesis más aceptada, y la que se ha adoptado en Colombia, es la que
propone que la economía es inherentemente inestable y que los responsables de la política
macroeconómica del país deben estimular la economía cuando está deprimida y
desestimularla cuando esta “recalentada,” es decir, la política debe ser contracíclica.
59
Véase, Fondo Monetario Internacional, Global Financial Stability Report, Fondo Monetario Internacional, 2006,
disponible en: http://www.imf.org, p. 72
60
Véase, N. Gregory Mankiw, op. Cit., p. 533
61
Véase, Ibidem, p. 533
24
Por otro lado, la evidencia ha mostrado que los mercados de bonos son menos
procíclicos que el mercado de crédito bancario62 y, siguiendo lo que ya ha sido dicho sobre
la mayor integración y correspondencia existente entre los mercados de valores y de
crédito, habría que concluir que las nuevas condiciones, en especial la mayor influencia de
los precios de mercado en el comportamiento de los bancos,63 estarían obligando a las
entidades financieras a analizar más las proyecciones y prospectivas de la economía y, en
ese orden de ideas, a ser más contracíclicos. Además, el mercado de bonos es muy útil para
determinar la forma en que está evolucionando el mercado pues la continúa evaluación que
hacen los participantes de las condiciones de solvencia de los emisores permite que el
proceso de generación de precios sea más rápido y efectivo que en el mercado de crédito
bancario.
Sin embargo, pareciera ser que en el futuro, los instrumentos financieros que van a
tener un mayor impacto en el comportamiento de los bancos son los derivados de crédito
pues tienen una ventaja adicional con respecto a los bonos. Como ya se explicó, el activo
subyacente en los derivados de crédito está relacionado con el riesgo crediticio de la
entidad de referencia y, por lo tanto, su valor se deriva, fundamentalmente, de la capacidad
de pago de esa entidad. Esto se traduce en el hecho de que, cuando hay un derivado, hay
una nueva valoración del riesgo que existe de que la entidad de referencia incumpla con sus
obligaciones. Esto implicaría que, en principio, la existencia de estos contratos mejora la
calidad y cantidad de información que tiene el mercado y, por lo tanto, el proceso de
generación de precios es todavía más rápido y hay mejores indicadores sobre las
condiciones del mercado de crédito. Es importante señalar que, aparte del Fondo Monetario
Internacional, no hay ninguna otra entidad que haya estudiado profundamente el tema.
Ahora bien, algunas de las conclusiones a las que llega el mencionado reporte (que es la
base de las consideraciones expuestas anteriormente), han sido criticadas abiertamente por
diferentes analistas financieros por lo cual podría decirse que las conclusiones a las que se
ha llegado son discutibles. A pesar de ésto, como ya se dijo, el reporte del FMI es el estudio
62
Véase, Fondo Monetario Internacional, op. Cit., pp. 72-74
63
Ibidem, p. 74
25
más profundo sobre el tema y da varias herramientas que permiten argumentar las
posiciones que han sido explicadas.
Ahora bien, el hecho de que haya más información existente y una mayor eficiencia
en la formación de los precios en los mercados financieros repercute, a su vez, sobre el
mercado de crédito y el comportamiento procíclico al que ya se ha hecho referencia. En
este sentido, se ha dicho que “la mayor transparencia en la formación de precios de los
créditos y la mejor calidad de crédito que estos mercados proveen puede reducir la
volatilidad de los ciclos crediticios. En particular, esas innovaciones e influencias del
mercado pueden inducir un ajuste de los portafolios de crédito más gradual y cercano a los
términos reales, particularmente entre los bancos y en contraste con el comportamiento más
procíclico que se observa en los sistemas financieros dominados por la banca.”64 De esta
manera, los participantes en los mercados financieros podrán identificar, con mayor
anticipación, los puntos en los cuales la tendencia del mercado va a cambiar
sustancialmente con el fin de ajustar su comportamiento e inversiones y, de esa manera,
suavizar las fluctuaciones.
En síntesis, a pesar de las discusiones que pueden surgir, hay que decir que, al
parecer, los derivados de crédito influencian de manera importante los mercados y ciclos de
crédito de dos maneras. Por un lado, mejoran la calidad y cantidad de información
disponible en los mercados y, en ese sentido, mejoran el proceso de generación de precios,
reduciendo los rezagos.65 Por el otro lado, esa mayor eficiencia, a su vez, debe influenciar
la forma en que se maneja el riesgo y, en especial, qué tan sensible es ese manejo con
respecto a cambios en los precios y sentimientos del mercado, lo que suavizará los ciclos de
la economía.
64
Ibidem, p. 74
65
Véase, Walter Nicholson, Microeconomía Intermedia y sus Aplicaciones, Novena Edición, Thomson, México D.F.,
México, 2005, pp. 521-522
26
66
Néstor Humberto Martínez Neira, Cátedra de Derecho Bancario Colombiano, Segunda Edición, Legis, Bogotá,
Colombia, 2004, p. 98. Véase, Superintendencia Financiera de Colombia, Circular Número 100 de 1995, op. Cit.,
Capítulo 2, Punto 1.1
67
Véase, Angelo Arvanitis y Jon Gregory, Credit: The Complete Guide to Pricing, Hedging and Risk Management, Risk
Books, Londres, Inglaterra, 2001, p. 3
68
Ibidem, p. 3
69
Véase, Ibidem, p. 3
27
determinada calificación crediticia con base en la cual se establecía la prima de riesgo que
debía reconocer a sus acreedores (lo cual se reflejaba en la tasa de interés). Sin embargo,
cuando su calificación disminuye, ya no hay una correspondencia adecuada entre la prima
de riesgo que se reconoce en esos títulos que se encuentran circulando y el verdadero riesgo
que hay de que el deudor no pague, por lo que los tenedores (acreedores) tienen en su mano
un título que no renta lo suficiente para compensar el riesgo que conlleva y, en esa medida,
su valor en el mercado disminuye sustancialmente.
Por último, debe mencionarse el caso de los bancos comerciales, en donde, por
varias razones, este riesgo tiene un mayor impacto. La primera es el hecho de que los
bancos generalmente afrontan un riesgo relativamente alto debido a que normalmente
concentran sus préstamos en determinados grupos (ciertas regiones, industrias, poblaciones,
etc.)70 y, además, “(…) el riesgo de crédito es el riesgo predominante en préstamos
concedidos a negocios.”71 Por otro lado, la existencia del riesgo crediticio tiene profundas
implicaciones para la supervisión bancaria pues a través de esta “(…) se busca verificar el
cumplimiento de reglas organizacionales, económicas y prudenciales que se disponen con
relación a las instituciones bancarias, para asegurar la fluidez en el sistema de pagos, la
estabilidad misma de las instituciones y que no se conculquen los derechos de los
particulares.”72 En el caso del riesgo crediticio, esto implica que el supervisor bancario
debe establecer y mantener los sistemas de auditoría y reporte de información que puedan
asegurarle el conocimiento de la calidad de la cartera de las entidades de crédito y los
riesgos que estas enfrentan, así como exigir las correspondientes provisiones.73 Además,
hay que tener en cuenta que los bancos están en una situación parecida a la de los
compradores de bonos a que ya se ha hecho referencia pues, al disminuir la solvencia y
capacidad de pago del deudor, debería haber un aumento en la prima de riesgo que se le
70
Véase, Ibidem, p. 9
71
Ibidem, p. 9
72
Néstor Humberto Martínez Neira, op. Cit., p. 94
73
Véase, Ibidem, p. 98
28
reconoce al banco pero al estar pactada la tasa de interés con anterioridad, ya no hay
posibilidad de modificación.74
3. Calificaciones crediticias:
El punto de partida se encuentra en el papel que juegan las agencias calificadoras al
interior de los mercados financieros. Básicamente, “las agencias calificadoras se
especializan en evaluar la capacidad de pago de los emisores de títulos de deuda
corporativos, municipales y soberanos.”75 Estas calificadoras emiten una opinión técnica
teniendo en cuenta la capacidad de pago del agente calificado de acuerdo con los múltiples
factores que pueden afectarla. Debe señalarse que estas agencias tienen un impacto
importante en el mercado de capitales debido a que, normalmente, lo que ellas califican son
emisiones de bonos las cuales, como ya se ha explicado, se realizan en éste. Sin embargo,
hay ocasiones en las cuales emiten conceptos constantemente sobre algunas entidades que,
habitualmente, actúan como emisores de deuda. En este último caso, el ejemplo más claro
es la constante valoración y calificación que hacen de los gobiernos nacionales y las
emisiones de deuda soberana. Por último, debe destacarse como, de acuerdo con lo
establecido por la Resolución 400 de 1995 expedida por la antigua Superintendencia de
Valores (hoy Superintendencia Financiera) y en consonancia con lo que ya ha sido
explicado, los valores que deben calificarse son, principalmente, bonos ordinarios y valores
emitidos como resultado de un proceso de titularización.76 De todas maneras, lo anterior no
implica que no puedan ser calificados otros valores que sean objeto de oferta pública en el
mercado de valores.77
En el mercado de crédito el impacto de las agencias calificadoras no es tan grande
pues, por obvias razones, no pueden emitir opiniones calificadas sobre todos los deudores
del sistema financiero. Sin embargo, teniendo en cuenta la creciente influencia de estas
74
Véase, Álvaro Miguel Caparrós Ruipérez, op. Cit., p. 10
75
John B. Caouette, et. Al., Managing Credit Risk: The Next Great Financial Challenge, John Wiley and Sons Inc., New
York, Estados Unidos, 1998, p. 65
76
Véase, Superintendencia Financiera de Colombia, Resolución 400 de 1995, artículo 2.3.1.2
77
Véase, Ibidem, parágrafo 1, artículo 2.3.1.2
29
78
Véase, John C. Hull, op. Cit., pp. 481-482
79
Véase, Superintendencia Financiera Bancaria de Colombia, Circular Externa Número 100 de 1995, op. Cit., capítulo 2
80
Néstor Humberto Martínez Neira, op. Cit., p. 98
30
que iba a ocurrir lo mejor).”81 Sin embargo, debe destacarse que, a medida que la teoría
financiera ha ido avanzando, se han creado nuevas y variadas formas de manejo del riesgo
de crédito dentro de las cuales se debe destacar, obviamente, la creación de los derivados de
crédito. “El advenimiento de los mercados secundarios para préstamos y otros valores de
deuda, junto al crecimiento del mercado de derivados de crédito y el desarrollo de técnicas
de titularización, ha creado nuevas oportunidades para el manejo activo del riesgo
crediticio.”82 A continuación se exponen los principales mecanismos para manejar ese
riesgo.
a. Límites de crédito:
Uno de los principales objetivos del establecimiento de límites al crédito es el de no
concentrar el riesgo crediticio en unos pocos deudores. En el caso colombiano, esta idea se
ve reflejada en el artículo 2 del Decreto 2360 de 1993 de acuerdo con el cual los
establecimientos de crédito no pueden realizar con una sola persona operaciones activas de
crédito que superen el 10% de su patrimonio técnico, si tan solo hay garantía personal. En
caso de que haya garantía real, ese tope aumenta al 25% siempre y cuando esas garantías
sean suficientes para “(…) amparar el riesgo que exceda del 5% de dicho patrimonio.”83
Este tipo de medidas son bastante comunes en las diferentes regulaciones y, de hecho, en
algunos casos se impone el límite dependiendo de la calidad crediticia y solvencia que
tenga el deudor.84 En el caso colombiano, aunque se establece un límite numérico que no
depende de ninguna otra valoración, resulta claro que esas reglas deben ser leídas en
concordancia con las normas que regulan las provisiones a cargo del Estado de Resultados
que deben realizarse dependiendo de los factores dispuestos para valorar la cartera (por
ejemplo, la capacidad de pago, las garantías, etc.).85 Por otro lado, debe destacarse que, de
81
John C. Hull, op. Cit., p. 507
82
Angelo Arvanitis y Jon Gregory, op. Cit., p. 8
83
Decreto 2360 de 1990, artículo 2
84
Véase, Angelo Arvanitis y Jon Gregory, op. Cit., p. 9
85
Véase, Superintendencia Financiera de Colombia, Circular Externa Número 100 de 1995, op. Cit.,capítulo 2
31
todas maneras, no es muy común que los bancos lleguen a dichos límites pues están
conscientes que eso ya implica una concentración del riesgo bastante importante.
Debe señalarse que esta forma de manejo del riesgo de crédito no se dirige a
solucionar uno de los problemas más importantes pues la situación sigue siendo que, una
vez otorgado el préstamo, la entidad financiera tan solo puede esperar. La única diferencia
en este caso es que, si hay incumplimiento de la contraparte, éste va a tener un menor
impacto en la situación financiera del banco pero, de todas maneras, desde que se celebra el
contrato hasta que se hace la restitución del dinero prestado no hay la posibilidad de
realizar una gestión activa.
b. Neteo:
Este tipo de cláusulas cada vez son más comunes en los diferentes contratos en los
que se presenta el riesgo de crédito y, por medio de ellas se establece que, en caso de que
una de las partes entre en un proceso de insolvencia o incumpla sus obligaciones, operará la
compensación “(…) y ambas deudas se extinguen recíprocamente hasta la concurrencia de
sus valores (…).”86 Esto hace que las pérdidas que puede sufrir el acreedor como resultado
del incumplimiento de la contraparte se reduzcan de manera significativa. Sobre el caso
colombiano ya se han analizado algunas particularidades y, como se ha explicado, se
presentan varias dudas sobre la validez de cláusulas de esta naturaleza y su aplicabilidad
cuando una de las partes es admitida a un proceso de insolvencia, sobre todo, si se tienen en
cuenta las disposiciones que se encuentran en el nuevo Régimen de Insolvencia
Empresarial (Ley 1116 de 2006) y la no aplicabilidad del principio de finalidad de las
operaciones a los contratos de derivados OTC.87 Es importante señalar que esta situación es
diferente a la que se presenta para el caso de los contratos de derivados de crédito en donde,
como ya se vio, el mecanismo, en estricto sentido, no es la aceleración de obligaciones ni la
terminación del contrato sino la liquidación anticipada de las mismas, caso en el cual podría
llegar a discutirse si lo dispuesto en el artículo 16 de la Ley 1116 de 2006 sobre la
ineficacia de las estipulaciones contractuales es aplicable. Por lo tanto, debe concluirse que
86
Código Civil, artículo 1715
87
Véase, Ley 964 de 2005, artículo 10
32
las cláusulas de neteo, salvo las excepciones relacionadas con el mercado de valores y
algunos casos especiales, son opciones muy inseguras para manejar el riesgo de crédito en
Colombia.
88
John C. Hull, op. Cit., p. 494
89
Véase, Ibidem, p. 494
33
terminados los contratos, la exposición podrá ser mucho mayor que el valor del mismo.90
Por otro lado, éste mecanismo no resulta práctico ni aplicable en muchos de los contratos
celebrados en el mercado de crédito como, por ejemplo, un mutuo en el que la entidad
financiera realiza el desembolso de la totalidad del préstamo por medio de un solo pago,
caso en el cual la figura podría ser muy poco efectiva pues los incentivos que tendría el
deudor para mantener el colateral por encima del nivel acordado serían muy pocos.
90
Véase, Ibidem, p. 495; Véase, Angelo Arvanitis y Jon Gregory, op. Cit., p. 9
91
Álvaro Miguel Caparrós Ruipérez, op. Cit., p. 12
92
Véase, Decreto 1719 de 2001, artículo 7
93
Álvaro Miguel Caparrós Ruipérez, op. Cit., p. 12
34
disposiciones más importantes para tener en cuenta se encuentran en el título XXV del
Libro Cuarto del Código Civil en donde se regula la cesión de derechos.
Las dos modalidades expuestas anteriormente son bastante útiles a la hora de lograr
un manejo activo del riesgo por parte de las entidades financieras pues, al igual que los
derivados de crédito, permiten transferir el riesgo crediticio a otro inversionista que está
dispuesto a soportarlo. Sin embargo, estos mecanismos siguen teniendo varias trabas pues
estos mercados están bastante restringidos o son poco líquidos. Por otro lado, la
titularización es más fácil de estructurar cuando los pagos y los riesgos de crédito son
similares como lo serían los préstamos para vivienda, automóviles y activos similares mas
no para contratos celebrados con comerciantes o industriales, caso en el cual puede haber
una gran variedad de situaciones diferentes.94
94
Véase, Ibidem, pp. 12-13
95
Juan Carlos Varón Palomino, op. Cit., p. 83
35
96
Véase, Charles Batchelor y Meter Thal Larsen, Credit Derivatives Go Through Pain Process, en: The Financial Times,
Londres, Inglaterra, febrero 24 de 2005, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.ft.com; Véase, Charles
Batchelor, Derivatives ‘Fixing’ to Spur Growth, en: The Financial Times, Londres, Inglaterra, marzo 23 de 2005,
disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.ft.com; Véase, Gillian Tett, Exchanges Struggle to Exert Control
Over Credit Derivatives, en: The Financial Times, Londres, Inglaterra, septiembre 7 de 2006, disponible en:
http://www.lexisnexis.com o http://www.ft.com; Véase, Gordon Platt, Growth In Credit Derivatives Putting Stress On
Controls, Despite Progress in Clearing Trade Backlog, en: Global Finance Magazine, New York, Estados Unidos,
noviembre de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.gfmag.com; Véase, Charles Batchelor, Itraxx
Boosts Credit Derivatives, en: The Financial Times, Londres, Inglaterra, enero 5 de 2005, disponible en:
http://www.lexisnexis.com o http://www.ft.com
97
Véase, Ignacio Navas, Evolución del Mercado de Productos Derivados en España, en: III Congreso Nacional de
Tesorería – Mercado de derivados: Una nueva cultura para el manejo del riesgo, Asociación Bancaria y de Entidades
Financieras de Colombia, Bogotá, Colombia, 1998, p. 250
36
del principio de finalidad de las operaciones (artículo 10 de la Ley 964 de 2005) a los
derivados OTC.
“Con el fin de superar los problemas que plantean jurisdicciones como la
colombiana que amenazan la estructura y el efectivo cumplimiento de los contratos
derivados negociados en el mercado OTC, se han iniciado proyectos para crear cámaras de
compensación y liquidación de instrumentos derivados en este mercado.”98 Este tipo de
instituciones permitirían que fuera aplicable el principio de finalidad de las operaciones
pues el parágrafo 3º del artículo 10 de la Ley 964 de 2005 establece que este “(…) será
aplicable a las operaciones que se efectúen tanto en el mercado mostrador como a las que se
realicen en los sistemas de negociación de valores, a partir del momento en que hayan sido
aceptadas por el sistema de compensación y liquidación”99 por lo que una vez esto se de, la
transferencia no podría ser revocada. Sin embargo, en este momento, todavía no existen las
mencionadas cámaras de compensación para estos derivados, lo que implica que, al
contratar en este mercado, nace un riesgo de contraparte que, obviamente, no es deseable ya
que va en contra de la función de los derivados como instrumento de cobertura y generan
una contradicción absurda pues, al tratar de cubrirse de un riesgo, se estaría generando uno
nuevo.
Además del riesgo de contraparte, una desventaja adicional que tienen los derivados
OTC se encuentra ligada con la posibilidad de que no sean muy líquidos. Más adelante se
realiza un estudio detallado sobre la liquidez en los mercados de derivados de crédito. En
este momento lo importante es tener en cuenta que la posibilidad de celebrar contratos
demasiado específicos y hechos exactamente a la medida de las partes trae aparejada la
posibilidad de que “(…) el día que tengamos que venderlo, o si los hemos vendido el día
que tengamos que comprarlo, nos va a resultar muy difícil encontrar una contrapartida
(…).”100
Las anteriores consideraciones ponen de presente la necesidad de seguir prácticas de
contratación y control muy seguras con el fin de evitar los riesgos que se pueden generar en
98
Mateo Mendoza Álvarez, op. Cit., pp. 184-185
99
Ley 964 de 2005, artículo 10, parágrafo 3º
100
Ignacio Navas, op. Cit., p. 250
37
este mercado que, como ya se ha dicho, son mayores que en el caso de las operaciones en
mercados organizados. Por último, hay que destacar que algunos consideran que el riesgo,
sobre todo el jurídico, “(…) se previene a través de contratos marco como el contrato ISSA
(sic.), un contrato internacional con reglas totalmente aceptadas, que lleva más de 15 años
funcionando sin complicaciones.”101 Sin embargo, esto último no es del todo cierto pues
hay varios casos, incluyendo algunos de derivados de crédito,102 en los que la
documentación ISDA no ha sido suficiente para prevenir álgidas disputas legales. Por lo
tanto, a pesar de que no deben negarse los beneficios de un contrato marco, hay que tener
cuidado de realizar las aclaraciones pertinentes y no confiar ciegamente en lo que disponen
éstos.
101
Ibidem, p. 250
102
Véase, Chris Clair, Hennessee Sounds Alarm Over Credit Derivatives, en: HedgeWorld Daily News, New York,
Estados Unidos, noviembre 1 de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.hedgeworld.com
103
Norvald Instefjord, Risk and Hedging: Do Credit Derivatives Increase Bank Risk?, School of Economics, Mathematics
and Statistics, Birkbeck College, Londres, Inglaterra, 2003, disponible en: www.cerf.cam.ac.uk/events/files/Instefjord.pdf,
p. 8
104
Lehman Brothers, The Lehman Brothers Guide to Exotic Credit Derivatives, Risk Waters Group, Londres, Inglaterra,
2003 disponible en: www.investinginbonds.com/assets/files/LehmanExoticCredDerivs.pdf, p. 5
38
105
Véase, Fondo Monetario Internacional, op. Cit., p. 52
106
Véase, Maureen Kevin Duffy, Credit Market Yields it Boom, en: The Financial Times, Londres, Inglaterra, octubre 9
de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.ft.com
107
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 507; Véase, “Definition: Notional Principal” en: International Swaps and Derivatives
Association (ISDA), Product Description and Frequently Asked Questions, disponible en:
http://www.isda.org/educat/faqs.html#6
108
Véase, Ibidem, p. 507
109
Véase, Sunnil K. Aggrawal, Credit Derivatives Move Beyond Plain Vanilla, Leonard N. Stern School of Business,
New York University, New York, Estados Unidos, 1999, disponible en:
pages.stern.nyu.edu/~sjournal/articles_00/credit_derivatives.pdf, p. 2; Véase, Lehman Brothers, op. Cit., p. 4
110
Véase, Fondo Monetario Internacional, op. Cit., p. 53
111
Véase, Lehman Brothers, op. Cit., p. 3
39
112
Véase, Fondo Monetario Internacional, op. Cit., p. 56
113
Véase, Ibidem, p. 56
114
Véase, Juan Pablo Mosquera González y Luís Helo Kattah (Director), Mercado de Instrumentos Derivados: Concepto
y Aplicabilidad en Colombia, Proyecto de Investigación Dirigida, Facultad de Derecho, Universidad de Los Andes,
Bogotá, Colombia, 1997, p. 45
115
Véase, Fondo Monetario Internacional, op. Cit., p. 66
116
Véase, Ibidem, p. 66
40
sentido, se ha visto como “instrumentos basados en índices, como los del iTraxx de Dow
Jones, y las Collateralised Debt Obligations (CDOs) y sus muchas variaciones, pueden estar
en un nivel de desarrollo adecuado pero los productos como los Equity Default Swaps
(EDSs), los Recovery Swaps y de Digital Default Swaps, las Equity Default Obligations y
los Credit Spread Warrants no han tenido los volúmenes de transacción suficientes para
justificar la inversión y el esfuerzo realizado para su desarrollo.”117
Las opiniones sobre porqué algunos productos son más líquidos que otros varían
mucho, aunque algunas se repiten. En primer lugar se encuentra la velocidad de la
innovación financiera en los últimos años y la necesidad que existe de generar la
infraestructura y el conocimiento adecuado para poder transar las nuevas figuras que se van
creando.118 Por otro lado, está la justificación ya citada que se basa en la demanda de
productos confeccionados a la medida de cada usuario y la obvia dificultad que hay para
generar un mercado suficientemente liquido.119 En otros lugares se explica este fenómeno
con base en un problema de mercadeo y la falta de conocimiento que tienen los clientes en
la existencia de nuevos tipos de derivados.120 Otra razón puede ser la presión competitiva
que se ha generado debido a que cada producto es asociado en el mercado con determinado
creador y éste busca que se le de crédito por el derivado que ha inventado.121
En este sentido es importante destacar que la falta de liquidez de algunos productos
no es suficiente para sustentar la prohibición de los derivados de crédito. Esto se debe a que
la decisión que toman los inversionistas sobre qué clase de contrato celebran tiene en
consideración factores como el riesgo de liquidez que se genera cuando el derivado es
demasiado específico. Precisamente la posibilidad que tienen los inversionistas de celebrar
contratos a su medida no debe ser vista como un problema del mercado sino como una
117
Natasha de Teran, But Will It Fly …? – A Plethora of New Products in the Credit Derivatives Market Jeans That
Investors, and Sometimos Bankers, Struggle to Keep Up With Developments, en: The Banker, Londres, Inglaterra, abril 1
de 2005, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.thebanker.com
118
Véase, Ibidem
119
Véase, Fondo Monetario Internacional, op. Cit., p. 66
120
Véase, Natasha de Teran, But Will It Fly …? – A Plethora of New Products in the Credit Derivatives Market Jeans
That Investors, and Sometimos Bankers, Struggle to Keep Up With Developments, op. Cit.
121
Véase, Ibidem
41
ventaja del mismo pues, por un lado, se encuentran unos productos que cada vez están más
estandarizados y cuentan con un mercado cada vez más líquido122 y, por el otro, existe la
posibilidad de celebrar contratos muy específicos y realizados a la medida de las partes que,
a pesar de no ser muy líquidos, permiten un ajuste total a las necesidades de los
inversionistas. Esto pone de presente la necesidad de evaluar los riesgos que esta falta de
liquidez puede conllevar a la hora de contratar un derivado de crédito. El reto para los
agentes y reguladores del mercado es, entonces, el establecimiento de métodos y técnicas
contables y financieras que permitan evaluar y manejar de manera adecuada este riesgo y,
en últimas, ayuden a su reducción.
De todas maneras, en aquellos segmentos en los que hay liquidez, la misma se hace
evidente cuando se miran algunas experiencias de los diferentes agentes. Por ejemplo, el
Deutsche Bank, al iniciar sus actividades en este mercado se encontró con que, en el año
2002, podía cubrir menos del 60% de su exposición al riesgo en el mercado de CDSs (o
Credit Default Swaps, un tipo de derivado de crédito que será estudiado más adelante)
debido a la falta de liquidez de los créditos. Para el año 2005, este mismo banco ya podía
protegerse contra el 85% de los riesgos crediticios generados por sus grandes deudores
internacionales.123 En este sentido se ha visto como los bancos pequeños también han
podido beneficiarse de este nuevo ambiente, lo cual se analiza con mayor profundidad más
adelante.
122
Véase, Alex Skorecki, CDS to Get Regular Price Fixings: The Cornerstone of Credit Derivatives Hopes to Attract New
Players, en: The Financial Times, Londres, Inglaterra, diciembre 9 de 2004, disponible en http://www.lexisnexis.com y
http://www.ft.com; Véase, Gillian Tett, Exchanges Struggle to Exert Control Over Derivatives, op. Cit.; Véase, Vinod
Kothari, Credit Derivative News from Feb. 2004 to Date, en Vinod Kothari, Vinod Kothari’s Credit Derivative Website,
disponible en: http://www.credit-deriv.com/creprime.htm; Véase, _____, Risky Business; Credit Derivatives, The
Economist, Estados Unidos, agosto de 2005, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.economist.com;
Véase, Natasha de Teran, A Really Useful Instrument? Credit Derivatives Were Supposed to Redistribute Banks’ Credit
Risk But How Much Of That Risk Has Been Transferred Outside The Banking Sector is Unknown. Does It Matter?, en:
The Banker, Londres, Inglaterra, septiembre 1 de 2005, disponible en: http://www.lexisnexis.com o
http://www.thebanker.com
123
Véase, Natasha de Teran, A Really Useful Instrument? Credit Derivatives Were Supposed to Redistribute Banks’ Credit
Risk But How Much Of That Risk Has Been Transferred Outside The Banking Sector is Unknown. Does It Matter?, op.
Cit.
42
124
Véase, Richard Beales, Delphi Defied: How the Credit Derivatives Business is Finding Ways to Retain its Poise, en:
The Financial Times, Londres, Inglaterra, noviembre 1 de 2005, disponible en: http://www.lexisnexis.com o
http://www.ft.com
125
Véase, Ibidem
126
Véase, _____, Creditex and Markit Announce Results of Delphi Corporation Credit Event Fixing for Defaulted Bonds,
Credit Fixings, Londres, Inglaterra, noviembre 4 de 2005, disponible en:
http://www.creditfixings.com/information/affiliations/fixings/press_releases/results_of_delphi
43
del título de deuda por lo que se le presenta la oportunidad de especular. Sin embargo,
debido a que en sus inicios se suponía que quienes compraban estos instrumentos lo hacían
para protegerse, la mayoría de contratos requieren que se haga un cumplimiento efectivo, es
decir, que se haga entrega del título de deuda.127 De todas maneras, las críticas planteadas
no son suficientes para sustentar la idea de que los derivados de crédito deben prohibirse.
Todo lo contrario, ponen de presente la necesidad que hay de que en los contratos se
prevean alternativas diferentes al cumplimiento efectivo de las obligaciones. La otra opción
existente es la de establecer que un agente tan solo puede ser el comprador de uno de estos
instrumentos cuando está en posesión de los instrumentos de deuda de referencia del
derivado pero esto genera un gran problema pues, muy probablemente, disminuiría de
manera importante la liquidez del mercado pues, como han mostrado algunos analistas, las
posibilidades de obtener utilidades por medio de este tipo de operaciones son una de las
razones por las cuales los fondos de cobertura se han visto tan atraídos al mercado de
derivados.128
127
Véase, Richard Beales, Delphi Defied: How the Credit Derivatives Business is Finding Ways to Retain its Poise, op.
Cit.
128
Véase, Ibidem
129
Véase, Alan Greenspan, Risk Transfer and Financial Stability, en: States News Service y Federal Reserve Board,
Estados Unidos, mayo 5 de 2005, disponible en: http://www.lexisnexis.com; Véase, Gordon Platt, Growth in Credit
Derivatives Putting Stress on Controls, Despite Progress in Clearing Trade Backlog, op. Cit.
130
Véase, Fondo Monetario Internacional, p. 67
44
El caso de los fondos de cobertura será analizado con profundidad más adelante
pero en este momento debe decirse que la influencia de ellos en algunos segmentos del
mercado ha llegado a ser tan grande que sus actuaciones han afectado la liquidez y los
precios de manera negativa. Esta situación se hizo manifiesta cuando, a mediados del año
2005, las empresas Ford y General Motors sufrieron una disminución en su calificación
crediticia. Debido a esta situación, los fondos empezaron a demandar cobertura y
protección crediticia en vez de venderla (que es lo que normalmente hacen).131 Este
aumento en la demanda llevó a que las primas de riesgo aumentaran todavía más, lo que a
su vez obligaba a los fondos a demandar más protección y generaba un círculo vicioso de
disminución de precios y demanda por protección del riesgo crediticio.
Por otro lado, la concentración anteriormente expuesta genera dos grandes
interrogantes sobre la estabilidad del mercado: en primer lugar, puede ocurrir que la
liquidez del mercado se vea afectada gravemente en caso de que uno de los grandes agentes
cierre sus posiciones. Además, el riesgo sistémico se ve aumentado pues, en caso de que
uno de los participantes se vea envuelto en problemas financieros, todas las demás
entidades pueden sufrir importantes pérdidas económicas y se puede poner en riesgo la
estabilidad del sistema.
Sobre el primer problema debe decirse que los datos que se tienen sobre la industria
y los análisis que se han realizado muestran que parecería complicado que esto ocurriera
pues ellos han asumido costos de infraestructura y educación bastante altos a la hora de
entrar al mercado y, además, han recibido cuantiosas utilidades gracias a sus transacciones
con derivados de crédito.132 Es decir que, una vez hecha la inversión y vistas las utilidades
que se pueden obtener, es poco probable que los participantes dejen el mercado. Por otro
lado, el riesgo sistémico se encuentra presente en la mayoría de mercados financieros y,
además, la integración y consolidación de las principales entidades financieras es algo que
131
Véase, Tony Jackson, Challenges in Credit Derivatives Market Growth, en: The Financial Times, Londres, Inglaterra,
junio 5 de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com y http://www.ft.com; Véase, Gillian Tett, GM Downgrades
Spark Rise in Credit Derivative Trading, en: The Financial Times, Londres, Inglaterra, abril 11 de 2005, disponible en:
http://www.lexisnexis.com y http://www.ft.com
132
Véase, Gordon Platt, Growth in Credit Derivatives Putting Stress on Controls, Despite Progress in Clearing Trade
Backlog, op. Cit.
45
los afecta a todos por igual. Por lo tanto, este problema debe ser manejado desde una
perspectiva más amplia que tenga en cuenta los efectos de este proceso en todos los
mercados y no tan solo en el de derivados. Ésto implica que se haga uso de: la regulación
prudencial “(…) que se ocupa de la solvencia y la liquidez de las instituciones bancarias,
así como la diversificación de los riesgos financieros en la administración del negocio
bancario, para evitar su colapso”133; la supervisión (teniendo en cuenta todos los riesgos a
los que se encuentra expuesta una entidad financiera);134 y demás formas de intervención en
el sistema financiero que están a disponibilidad del Estado.135
133
Néstor Humberto Martínez Neira, op. Cit., p. 89
134
Véase, Ibidem, pp. 94-104
135
Véase, Ibidem, pp. 75-135
46
Por último, debe tenerse en cuenta el hecho que los mercados financieros nacionales
son relativamente pequeños y mucho menos líquidos que los existentes en otras partes del
mundo. En este sentido, el riesgo de liquidez que se puede generar en el mercado es mayor,
por lo que deben tomarse medidas tendientes a minimizarlo. El Fondo Monetario
Internacional ha recomendado que en contextos como el colombiano debe “(…) explorarse
el potencial de los mercados e infraestructuras regionales o internacionales. Asimismo,
debe examinarse la regulación local que evita que las instituciones domésticas (por ejemplo
los fondos de pensiones) participen en la actividad mercantil internacional. En particular, el
riesgo de ‘contagio externo’ que esas regulaciones buscan prevenir debe balancearse con
los riesgos y costos que surgen como resultado de unos mercados locales relativamente
cerrados y con poca liquidez.”136 Por otro lado, deben buscarse medidas para lograr que
algunos de los grandes participantes de la industria de derivados de crédito, como los
fondos de cobertura que se analizan más adelante, participen en el mercado nacional y le
proporcionen liquidez al mismo.
136
Véase, Fondo Monetario Internacional, op. Cit., p. 78
137
Véase, Viral V. Acharya y Timothy C. Johnson, Insider Trading in Credit Derivatives, London Business School,
Londres, Inglaterra, 2005, disponible en: www.defaultrisk.com/pp_crdrv_58.htm, p. 9
47
Lo primero que debe tenerse en cuenta es que “los derivados de crédito, como
cualquier forma de aseguramiento, están sujetos al peligro moral y a los riesgos de
información asimétrica.”138 La idea que se encuentra detrás de la preocupación del uso de
información privilegiada o de los conflictos de intereses que se podrían generar al interior
del mercado de derivados es la siguiente: en caso de que un acreedor tenga alguna
información sobre la posibilidad de que una compañía incurra en un evento crediticio o
pueda tener alguna influencia sobre la ocurrencia de ese evento, tratará de explotar esta
información comprando protección crediticia a otra parte que no tendrá acceso a esa misma
información. El principal problema que se presenta ocurre porque, dadas las condiciones de
los participantes, casi todos aquellos que demandan cobertura pueden tener acceso
privilegiado a la información financiera de sus deudores y, por lo tanto, hay un gran riesgo
de que hagan uso de esa información con el fin de protegerse.
Con base en las anteriores consideraciones, se han realizado algunos estudios139 que
encontraron que, en las situaciones en las que las condiciones financieras del deudor se
estaban deteriorando, había un flujo de información del mercado de CDSs (Credit Default
Swap, un tipo de derivado de crédito) al mercado de equity.140 Además, se vio como ese
flujo es más fuerte en los casos en que la entidad emisora tiene varias relaciones con
diferentes entidades financieras. De hecho, los diferentes tipos de exámenes que se hacen
en esa oportunidad y otros estudios similares,141 prueban la hipótesis y muestran que los
bancos sí estarían aprovechando el rol que tienen para obtener información relevante sobre
sus deudores y cubrirse cuando los datos encontrados muestran la posibilidad de que el
deudor incurra en un evento crediticio.
A pesar de la importancia que tiene la existencia de una regulación que castigue el
uso de información privilegiada en este tipo de mercados, debe señalarse que en Colombia
ésta no existe. Lo anterior ocurre porque, por un lado, las disposiciones de la Ley 964 de
2005 no son aplicables y, por el otro, la conducta no se enmarca dentro de ninguno de los
138
Ibidem, p. 2
139
Véase, Ibidem, p. 9
140
Véase, Ibidem, pp. 10-11
141
Véase, Chris Clair, Hennessee Sounds Alarm Over Credit Derivatives, op. Cit.
48
142
Ley 964 de 2005, artículo 49
143
Véase, Ibidem, artículo 50, literal c
144
Véase, Ibidem, artículo 2, parágrafo 3º
145
Véase, Código Penal, artículo 258
49
146
Véase, Alex Skorecki, CDS to Get Regular Price Fixings: The Cornerstone of Credit Derivatives Hopes to Attract New
Players, op. Cit.
147
Ibidem
148
Véase, Gillian Tett, Exchanges Struggle to Exert Control Over Derivatives, op. Cit.; Véase, Vinod Kothari, Credit
Derivative News from Feb. 2004 to Date, op. Cit.
149
Gillian Tett, Exchanges Struggle to Exert Control Over Derivatives, op. Cit.
150
Véase, Ibidem
50
punto se debe pasar por la etapa OTC con el fin de analizar que tanta demanda hay en
Colombia por este tipo de cobertura pues, obviamente, para que la creación de un mercado
organizado se justifique, se requiere que haya suficiente liquidez en el mismo y, si no la
hay, éste no funcionará. Además, antes de estandarizar, es necesario que esto se haga en
otros mercados que tienen mayor liquidez y que se han desarrollado de manera más
profunda en Colombia. De todas maneras, uno de los objetivos a largo plazo sí debería ser
el de lograr la creación de un mercado organizado, incorporando las lecciones que podrán
extraerse de las experiencias internacionales con este tipo de mercados y del desarrollo que
tengan estos productos a nivel nacional.
151
Sunnil K. Aggrawal, op. Cit., p. 3
152
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 507
153
Véase, The Lehman Brothers, op. Cit., p. 4
154
Véase, Ibidem, p. 5
51
155
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 507
156
Ibidem, p. 507
157
Véase, The Lehman Brothers, op. Cit., p. 5
158
Véase, Ibidem, p. 5
159
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 483
160
Patricia Cárdenas Santa María (Directora), Los derivados de crédito: Una Excelente Herramienta para la Mitigación
del Riesgo, Asociación Bancaria y de Entidades Financieras, Bogotá, Colombia, febrero 17 de 2006, disponible en:
http://www.asobancaria.com, p. 2
52
vendedor de protección, por lo que se configuraría una de las características esenciales del
contrato de opción.
161
Véase, Tim Backshall, Improving Performance with Credit Default Swaps, en: Improving Performance with Credit
Default Swaps, Horizon: The Barra Newsletter, Berkeley, Estados Unidos, disponible en:
www.barra.com/support/library/credit/cds.pdf, p. 18
162
Véase, Ibidem, p. 18
53
2. Credit Options:
Anteriormente se explicó porque algunos consideraban que los CDSs eran, en
estricto sentido, opciones y se introdujo el tema de las Opciones de Crédito. El rasgo
característico de todos estos productos y contratos se encuentra en que su estructura es igual
a la del contrato de opción y, por lo tanto, se caracteriza porque el propietario tiene el
163
Véase, The Lehman Brothers, op. Cit., p. 6
164
Véase, Ibidem, p. 6
165
Véase, Tim Backshall, op. Cit., p. 19
166
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 509
167
Véase, Tim Backshall, op. Cit., p. 19
54
a. Default Swaptions:169
Ya se ha hecho referencia a estos productos que, como se dijo, son las opciones
sobre CDSs. Cuando se trata de una opción call (para comprar protección), se llama Payer
Default Swaption mientras que si es un put (para vender protección), se conoce como
Receiver Default Swaption. A continuación se explican más profundamente cada uno de
estos contratos.170
168
Véase, Luís Díez de Castro y Juan Mascareñas Pérez-Iñigo, op. Cit., p. 125
169
Véase, The Lehman Brothers, op. Cit., p. 25
170
Véase, Ibidem, p. 25
171
Véase, Ibidem, p. 26
172
Véase, Ibidem, p. 26
55
3. Productos Híbridos:
“Los derivados de crédito híbridos son aquellos que combinan el riesgo de crédito
con otros riesgos de mercado como los riesgos de tasa de interés o de tasa de cambio.”175
Sobre este tipo de estructura se ha dicho que es “(…) más acorde a la estructura de los
swaps contra riesgos de mercado.”176 Este tipo de productos son importantes pues permiten
que los agentes se cubran de más de un riesgo sin necesidad de celebrar varios contratos
diferentes, lo que les ahorra varios costos. Sin embargo, es importante tener en cuenta que,
en caso de que únicamente se quiera cubrir un riesgo, es mejor utilizar los derivados
comunes pues conllevarían menos costos y, al estar dirigidos a cubrir tan solo un riesgo, lo
harán de manera más adecuada.
173
Véase, Ibidem, p. 27
174
Véase, Ibidem, p. 27
175
The Lehman Brothers, op. Cit., p. 28
176
Mateo Mendoza Álvarez, op. Cit., p. 60
177
Juan Carlos Varón Palomino, op. Cit., p. 98
178
Véase, Mateo Mendoza Álvarez, op. Cit., p. 60
56
179
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 76
180
Véase, Ibidem, p. 515; Véase, Mateo Mendoza Álvarez, op. Cit., p. 60; Véase, Juan Carlos Varón Palomino, op. Cit.,
p. 98
181
Véase, Álvaro Miguel Caparrós Ruipérez, op. Cit., pp. 13-14
182
Véase, Juan Carlos Varón Palomino, op. Cit., p. 98
183
Véase, Vinod Kothari, Credit Derivatives: Types, en: Vinod Kothari, Vinod Kothari’s Credit Derivative Website,
disponible en: http://www.credit-deriv.com/types_credit_deriv.htm.
57
184
Véase, Álvaro Miguel Caparrós Ruipérez, op. Cit., p. 20
185
Roberto Knop, et. Al., Manual de instrumentos de renta fija estructurados de tipos de interés y crédito, Editorial Ariel,
Barcelona, 2006, p. 136
58
bastante diversas.186 Es decir que se toman esos instrumentos, cuyos riesgos son diferentes,
y se juntan con el fin de poder organizar un esquema de varios valores que incluyan
diferentes características de cada una de las obligaciones crediticias que han sido juntadas.
El CDO se divide en diferentes bloques (tranches) que tienen diferentes características en
cuanto al riesgo de crédito que implican (y correlativamente la calificación crediticia que
reciben) y la tasa de interés que se le reconoce a los tenedores. A pesar de que pueden
existir varios bloques o tranches, es importante tener en cuenta dos. El primero es el que se
conoce como bloque de equity y tiene como su principal característica que reconoce una
alta tasa de interés y, correlativamente, es el que mayor riesgo de crédito tiene pues es al
que primero se le imputan las pérdidas que genere el CDO por impago. Al otro extremo, se
encuentra un bloque que generalmente recibe una calificación crediticia excelente y
reconoce una tasa de interés más baja de los demás pues es al último bloque que se le
imputan pérdidas por falta de pago.
Cualquier CDO cuenta con 4 características principales:187 1) es un vehículo de
inversión en el que se paga por anticipado pues los beneficiarios realizan una inversión de
principal; 2) se divide en diferentes bloques o tranches que, como ya se dijo, tienen
diferentes características en cuanto al retorno que reconocen y el riesgo que implican; 3) su
desempeño no depende del de su patrocinador pues es un vehículo con propósitos
especiales que tiene la propiedad exclusiva de los activos y pasivos del CDO; 4) los
créditos que incluye son bastante diversos.188
a. CDOs Sintéticos:
Los CDOs anteriormente explicados son conocidos como CDOs de efectivo189 pero
no son el único tipo que existe. Los sintéticos son productos en los cuales no se tomó un
grupo de créditos sino un portafolio de CDSs o CLNs que son vendidos por el patrocinador
a los terceros compradores. De esta manera, el riesgo de crédito es transferido a quienes
186
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 516
187
Véase, Ibidem, p. 32
188
Véase, Ibidem, p. 32
189
Véase, Ibidem, p. 517
59
compran bloques del CDO. En este caso, los bloques o tranches del producto se vuelven a
diferenciar por el retorno que reconocen y por el riesgo que implican. Sin embargo las
pérdidas y ganancias que se generen se ven desde otro punto de vista. En primer lugar, lo
que se va imputando a cada bloque no son las pérdidas por falta de pago de los deudores
sino las que se generan debido a que, al cumplir con las obligaciones pactadas en los
diferentes contratos de derivados de crédito que se incluyen en el CDO, deben hacerse
pagos a los compradores de cobertura. Asimismo, el retorno no se mide como una tasa de
interés sino como el porcentaje de los ingresos que recibe el CDO debido a los pagos que
deben ir realizando los coberturistas en cumplimiento del derivado.
190
Véase, Ibidem, p. 516
191
Véase, George Travers, y Andrew Tyrie, Monitoring Credit – Sophisticated Analytics and Credit Derivatives are
Helping Banks Stay Solvent, en: Bank Systems and Technology, Londres, Inglaterra, febrero 1 de 2005, disponible en:
http://www.lexisnexis.com o http://www.banktech.com
192
Véase, Vinod Kothari, Credit Derivatives: Types, op. Cit.
193
Véase, JP Morgan y RiskMetrics Group, The JP Morgan Guide to Credit Derivatives, JP Morgan y RiskMetrics
Groups, Estados Unidos, disponible en: www.defaultrisk.com/pp_crdrv121.htm, p. 25
60
quedado claro desde ya es que no se puede regular de manera integral y absoluta cada uno
de los contratos de derivados de crédito existentes pues los agentes están creando
constantemente nuevos productos financieros y lo hacen más rápidamente de lo que el
estado puede expedir las regulaciones pertinentes.
Ahora bien, lo anterior no implica que no puedan imponerse algunas normas que
establezcan el marco normativo dentro del cual deben encontrarse todos estos contratos.
Por ejemplo, en el caso colombiano, el artículo 23 de la Ley 51 de 1918 establece con
claridad que si la opción no se somete a un término o condición es ineficaz. Esta
disposición sería aplicable a todos los Credit Options anteriormente explicados y pareciera
ser bastante razonable pues como bien lo ha señalado la doctrina,194 uno de los elementos
esenciales de este contrato es que tenga un plazo cierto. Sin embargo, hay algunos
problemas de aplicación pues la legislación no establece cuáles son los elementos
esenciales de este contrato por lo que en algunos casos podrían surgir dudas sobre su
aplicabilidad (especialmente si las partes no dijeron de manera expresa que se trata de una
opción y si no hay acuerdo en la doctrina sobre los elementos esenciales del contrato), lo
cual pondría de manifiesto las posibilidades de evadir la norma o, incluso peor, iniciar
litigios judiciales con el fin de determinar si ésta es aplicable o no. Por otro lado, resultaría
de menor utilidad que se establecieran normas que estuvieran dirigidas a regular contratos
tan específicos como, por ejemplo, los Receiver Default Swaptions que, en últimas, deben
sujetarse, principalmente, a lo que acuerden las partes.
A la hora de determinar el nivel de regulación que debe haber, es importante tener
en cuenta la necesidad de proporcionar seguridad jurídica a todos los participantes del
mercado. En este sentido, debe resaltarse que, a pesar de que en el presente estudio se
argumenta que los contratos no deben ser regulados extensamente, esto no implica que deba
olvidarse la seguridad de los agentes. De hecho, debe señalarse que una regulación
demasiado extensa y restrictiva podría terminar siendo más peligrosa. Esto se debe, en gran
parte, a que la innovación financiera y la velocidad con la que aparecen nuevos productos
en el mercado hacen imposible que los reguladores puedan establecer las reglas aplicables a
194
Véase, Juan Carlos Varón Palomino, op. Cit., p. 95
61
absolutamente cada uno de los contratos. Esto implica que en este mercado siempre van a
existir contratos atípicos. Por lo tanto, una normatividad que trate de regular
casuísticamente cada uno de los contratos puede llegar a ser más peligrosa para la seguridad
jurídica pues, por un lado, restringiría el ejercicio de la autonomía de la voluntad privada y,
por el otro, estaría dejando siempre contratos no regulados y que, probablemente, no van a
poder enmarcarse dentro de alguno de aquellos que si tienen una regulación especifica por
lo que se podría generar una gran confusión en el mercado.
Al lado de los problemas anteriormente reseñados, debe señalarse que hay mejores
formas de manejar el riesgo legal. Tal es el caso de los contratos marco en donde las partes
pueden regular de manera extensa cada uno de los aspectos que rigen las operaciones
acordadas. Estos instrumentos tienen, como gran ventaja, que las partes pueden acordarlos
libremente por lo que siempre van a poder seguir el paso de la innovación financiera a la
cual ya se ha hecho referencia. Por lo tanto, debe propugnarse, no porque se regule
legalmente cada uno de los contratos sino porque se desarrollen los instrumentos necesarios
para lograr una adecuada regulación contractual de cada una de las operaciones. Con el fin
de cumplir este propósito debe destacarse que los documentos expedidos por la ISDA,
como se explica a través del presente estudio, proporcionan un marco adecuado dentro del
cual puede manejarse el problema de la seguridad jurídica. De todas maneras, es importante
tener en cuenta que un paso importante para el desarrollo del mercado de derivados en
Colombia sería que alguna entidad local creara un contrato marco que permita una mayor
estandarización al interior del mercado (debido a que, en la actualidad, casi todos los
participantes en el mercado utilizan un contrato diferente) y tenga en cuenta las
particularidades del entorno colombiano (cosa que, desafortunadamente, la documentación
ISDA no puede hacer).
Además, vale destacar como hay una gran confusión en los diferentes ámbitos sobre
que es un derivado de crédito, al punto en que algunos autores han incluido los BOCEAS o
Bonos Convertibles en Acciones dentro de los contratos que denominan como derivados de
crédito.195 Asimismo, la existencia de productos híbridos que mezclan características de
195
Véase, John C. Hull, op. Cit., pp. 520-523
62
diferentes tipos de derivados ha llevado a que la clasificación de algunos contratos sea cada
vez más difícil de realizar. En este sentido vale la pena destacar como, de acuerdo con lo ya
explicado, los CLNs parecieran no ser derivados de crédito a pesar de que sus efectos sean
bastante similares a los de un derivado. Esto pone de presente uno de los argumentos que
pueden esgrimirse en contra de la prohibición de este tipo de contratos pues, debido a la
ambigüedad y variedad existente, hay formas en que se pueden lograr efectos similares a
los del contrato prohibido por medio de la celebración de otro diferente. Además se ve
como la prohibición estaría ayudando a generar un mayor riesgo legal y, en realidad, no
estaría evitando la celebración de algunos contratos que son asimilables en sus efectos a los
que se encuentran prohibidos.
196
JP Morgan y RiskMetrics Group, op. Cit., p. 59
63
197
Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, Documento Consultivo: Visión General del Nuevo Acuerdo de Capital de
Basilea, Banco de Pagos Internacionales, Basilea, Suiza, 2001, disponible en: http://www.bis.org/publ/bcbsca02_s.pdf,
punto 80
198
Ibidem, punto 88
199
Véase, Ibidem, punto 105
200
Véase, Ibidem, punto 134
201
Véase, Ibidem, punto 156
202
JP Morgan and RiskMetrics Group, op. Cit., p. 59
64
que pueda demostrarse que el riesgo de crédito ha sido transferido de forma exitosa al
vendedor.203
La anterior regulación es aplicable para los casos en que el derivado sea de los que
se ha denominado “unfunded”, es decir, aquellos en los que el pago que surge de la
protección otorgada y el acaecimiento de un evento crediticio tan solo se realiza después de
que éste último se ha presentado como, por ejemplo, en los CDSs. Para el caso de los
“funded derivatives” como, por ejemplo, los CLNs, la regulación ha sido diferente en el
sentido de que el comprador de protección se le reconoce una reducción del peso de ese
riesgo. “El peso relativo que se le otorga al activo cubierto se cambia por el que se utiliza
para aquellos casos en que hay un colateral (…)”204 por lo que el capital que debe
mantenerse contra esa posición puede reducirse sustancialmente. A pesar de que hay
consenso sobre la forma en que se deben regular los requerimientos de capital del
comprador de protección, no hay unanimidad sobre la forma en que debe hacerse esto en el
caso del vendedor, por lo que las regulaciones varían dependiendo del país.205
Algo similar ocurre en los casos de los basket default swaps pues tampoco hay
acuerdo sobre qué normas de capital deberían ser aplicadas. Por ejemplo, generalmente, en
los casos de un first-to-default basket, la protección tan solo se le reconoce al comprador
con respecto a uno de los activos que hacen parte de la canasta, usualmente el que tiene un
menor riesgo o un menor valor. Sin embargo, en el Reino Unido se permite que el
coberturista decida, de manera discrecional, cuál activo es el que se considera protegido.206
En el caso del vendedor de protección en uno de estos derivados la discusión es todavía
mayor por lo cual el tema no puede tratarse a profundidad en el presente escrito.207
Por otro lado, anteriormente se ha destacado como en algunas regulaciones se prevé
la posibilidad de que los bancos reduzcan las provisiones que deben hacer contra los
créditos otorgados cuando puede demostrarse que han transferido el riesgo crediticio a un
203
Véase, Ibidem, p. 59
204
Ibidem, p. 60
205
Véase, Ibidem, p. 60
206
Véase, Ibidem, p. 61
207
Véase, Ibidem, p. 61
65
tercero. Sin embargo hay casos en que “los bancos pueden encontrar que cubriendo el
riesgo de crédito realmente aumentan sus requisitos de capital. Supongamos que un banco
usa un derivado de crédito para construir una cobertura a largo plazo del riesgo del crédito
de un gran prestatario. El derivado de crédito reduce el riesgo del banco, pero bajo las
normas standard basadas en el capital riesgo, no hay ningún reconocimiento a ese menor
riesgo. No sólo no hay allí ninguna reducción en el requisito de capital del banco para el
préstamo, sino que el banco debe poner capital adicional para asegurarse contra el impago
de la contraparte.”208
Las posiciones adoptadas por los diferentes reguladores no dejan de tener problemas
y, de hecho, el mismo Acuerdo de Basilea presenta algunas dificultades a la hora de definir
cuál debe ser el tratamiento que debe otorgársele a los derivados de crédito y a los
requerimientos de capital que los bancos deben cumplir. Algunas agencias y analistas han
criticado el acuerdo de Basilea por no acercarse de manera adecuada a las nociones y
evaluaciones del riesgo.209 Por otro lado, la última actualización del acuerdo, realizada en el
2006, es una compilación y no introduce elementos nuevos para enfrentar las críticas que se
le han hecho.
En Colombia las discusiones no se han presentado debido a que los derivados de
crédito no están permitidos pero debe tenerse en cuenta, desde ya, que es necesario analizar
y establecer bajo qué condiciones pueden las entidades financieras disminuir sus
provisiones si están cubriéndose por medio del uso de este tipo de productos. Esto sería de
gran importancia debido a dos razones: en primer lugar, incentivaría el uso de los derivados
de crédito y, en segundo lugar, permitiría que este tipo de instituciones mantengan una
menor cantidad de dinero inmovilizado, el cual, a su vez, podrá ser prestado, aumentando
las posibilidades de algunos sectores de acceder al crédito. En este sentido debe decirse
que, más allá de las discusiones existentes, es importante que, en caso de que se autoricen
las operaciones con derivados de crédito en Colombia, se adopte una posición clara con
208
Álvaro Miguel Caparrós Ruipérez, op. Cit., pp. 22-23
209
Internacional Association of Insurance Supervisors, IAIS Paper On Credit Risk Transfer Between Insurance, Banking
and Other Financial Sectors Presented to the Stability Forum, International Association of Insurance Supervisors, 2003,
disponible en: www.iaisweb.org/view/element_href.cfm?src=1/212.pdf, p. 11
66
respecto a como debe medirse el riesgo por parte del comprador y del vendedor de
protección y, asimismo, deben exponerse con claridad cuáles son las reglas sobre capital
aplicables. Asimismo, es importante tener en cuenta la necesidad que hay de establecer
disposiciones que sean aplicables a todos los participantes del mercado y que permitan
evitar la posibilidad del arbitraje regulatorio.
210
Véase, Sunil K. Aggrawal, op. Cit., p. 14
211
Véase, Janet Tavakoli, Commentary: Mon Ami ISDA: Crisis in Credit Derivatives, en: Hedgeworld Daily News, New
York, Estados Unidos, mayo 22 de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.hedgeworld.com
67
desde 1998, se han centrado en los Credit Default Swaps212 y pareciera ser que, después de
8 años, no se han podido implementar los correctivos necesarios. La razón por la cual estos
contratos están teniendo problemas, al parecer, es la ambigüedad del lenguaje utilizado.213
Es importante resaltar como, de acuerdo con las estadísticas norteamericanas, la
documentación de la Asociación Internacional de Swaps y Derivados es utilizada en
alrededor del 90% de los contratos de derivados de crédito.214 Por otro lado, al analizar los
datos de los casos en los cuales las entidades de referencia han entrado en default, se
encuentra que cerca del 40% de las veces se han presentado disputas judiciales.215
La doctrina especializada ha señalado que “a la hora de contratar un derivado de
crédito existen ciertos aspectos fundamentales a tener en cuenta: la entidad de referencia,
las obligaciones de la entidad de referencia y los eventos crediticios.”216 Cada uno de estos
términos debe estar definido con claridad y precisión de manera que no haya lugar a
discusiones sobre los términos del contrato, generando un riesgo legal adicional para la
parte compradora de cobertura. Como ya se ha señalado, el término más complicado de
definir es el de evento crediticio pues la documentación ISDA prevé 6: la quiebra, el
impago, el incumplimiento de obligaciones distintas a las de pago, el vencimiento
anticipado de obligaciones, el repudio y la reestructuración.217
La quiebra se refiere a todas aquellas situaciones asociadas con los procedimientos
de bancarrota, quiebra e insolvencia que se puedan prever en las diferentes legislaciones.218
El impago, como su nombre lo dice, son esas situaciones en que la entidad de referencia
incumple las cláusulas relativas al momento y lugar en que debía efectuar un pago de
cualquier obligación mientras que el incumplimiento de obligaciones distintas a las de pago
212
Véase, Roberto Knop, et. Al., Derivados de crédito: Aspectos financieros y legales, Ediciones Pirámide, Grupo Anaya
S.A., Madrid, España, 2003, p. 139
213
Véase, Janet Tavakoli, op. Cit.
214
Véase, Ibidem
215
Véase, Ibidem
216
Roberto Knop, et. Al., Derivados de crédito: Aspectos financieros y legales, op. Cit., p. 141
217
Ibidem, p. 143-145
218
Véase, Vinod Kothari, ISDA Credit Event Definitions, en: Vinod Kothari, Vinod Kothari’s Credit Derivative Website,
disponible en: http://www.credit-deriv.com/isdadefinitions.htm
68
es cuando la entidad de referencia incumple cualquier otra obligación que haya surgido del
contrato.219 El vencimiento anticipado de obligaciones se da cuando las partes han pactado
una cláusula aceleratoria y se cumple con alguno de los supuestos previstos.220 Por otro
lado, el repudio se presenta cuando la entidad de referencia discute la validez de la
obligación de referencia por medio de cualquier medio, incluyendo cuando, a pesar de no
iniciar un proceso judicial, argumenta que la misma no es exigible.221 Por último, la
reestructuración es cuando hay una reducción del principal o de los intereses a pagar, hay
un aplazamiento en el cumplimiento de las obligaciones o un cambio en la prelación de las
mismas (haciendo que la obligación de referencia quede subordinada al cumplimiento de
otras obligaciones) o cuando hay un cambio en la divisa en que se va a efectuar el pago.222
En los casos de reestructuración, esos cambios pueden darse como resultado de un acuerdo
entre la entidad de referencia y sus acreedores o la misma entidad anuncia de manera
irrevocable esos cambios.223 Como es obvio, esos supuestos sólo dan lugar a la
configuración de un evento crediticio si no han sido previstos en los términos de la
obligación de referencia y, por lo tanto, no generan efectos extintivos sobre esa obligación.
El examen que se realiza sobre la documentación ISDA muestra como tiene ciertas
ambigüedades que pueden generar discusiones sobre los eventos de crédito y la ocurrencia
de uno. Sin embargo, esto no es suficiente para desestimar la utilidad de este tipo de
contratos marco. De hecho, el esfuerzo es admirable si se tiene en cuenta que la idea es que
el contrato sea aplicable a nivel internacional, en donde las normas aplicables varían
dependiendo de la jurisdicción en la cual se celebre y se cumpla con lo acordado por las
partes. Esto hace que sea necesario que la documentación haga referencias a situaciones
generales que, por un lado, incluyan los eventos crediticios más relevantes y, por el otro,
sean aplicables en los diferentes países. En este sentido, la recomendación que debe hacerse
es la de hacer uso de la facultad que tienen las partes para pactar cláusulas adicionales o
219
Véase, Ibidem
220
Véase, Ibidem
221
Véase, Ibidem
222
Véase, Ibidem
223
Véase, Roberto Knop, et. Al., Derivados de crédito: Aspectos financieros y legales, op. Cit., p. 145
69
eliminar algunas de las que se encuentran incluidas en el modelo con el fin de que se ajuste
a sus necesidades particulares. Asimismo, es importante que esas modificaciones sean
redactadas con la mayor claridad posible con el fin de evitar controversias contractuales
posteriores. Por último, debe destacarse como en los países en que se permiten las
transacciones con derivados de crédito se “(…) observa (…) una tendencia a utilizar
exclusivamente quiebra, impago y reestructuración (…),”224 lo que pone en evidencia la
posibilidad y necesidad que hay de hacer las aclaraciones adecuadas a los contratos
maestros.
Además de lo anterior, es conveniente recalcar la importancia que tiene la
documentación y el adecuado procesamiento de la misma. En este sentido, más adelante
será examinado el riesgo operativo que se ha generado en algunos países debido a la
demora de las partes a la hora de procesar las confirmaciones. En este momento tan solo
debe resaltarse como “las transacciones con derivados de crédito están relacionadas con
compromisos que pueden durar alrededor de 5 o 10 años - lo cual hace que sea de vital
importancia la claridad de los acuerdos entre las partes y muy peligrosa la acumulación de
transacciones que no están adecuadamente documentadas. Si el mercado se moviera
abruptamente, o si un participante colapsara, esas incertidumbres podrían generar
desagradables discusiones legales o causar que el mercado se detenga.”225
3. La regulación colombiana:
224
Ibidem, p. 143
225
Richard Beales, Delphi Defied: How the Credit Derivatives Business is Finding Ways to Retain its Poise, op. Cit.
70
siempre y cuando se trate del riesgo de cualquiera de las partes del contrato. Los contratos
de derivados de crédito no están autorizados (cursiva por fuera del texto).”226
De todas maneras, debe señalarse que tanto el Banco Central como la
Superintendencia Financiera están bastante interesados en hacer que estas operaciones sean
posibles.227 De hecho, pareciera ser que no falta mucho tiempo para que en Colombia se
encuentren permitidas explícitamente las operaciones con derivados de crédito y se emita
una regulación que establezca las reglas que deben ser cumplidas por los participantes en
ese mercado.
226
Banco de la República, Circular Reglamentaria DODM-144 de 2006, op. Cit., Punto 3
227
Véase, Revista Dinero, Tesorerías, lo que viene, op. Cit.
228
Superintendencia Financiera de Colombia, Circular Externa 007 de 1996 (Circular Básica Jurídica), Título 4,
Cápitulo 4, numeral 1
71
permitidas, se limita a señalar solamente aquellas que son “(…) con contratos forward,
contratos de futuros, opciones y swaps únicamente con el fin de protegerse frente a las
fluctuaciones de tasa de interés, cambio de moneda o variación de precios en las
acciones.”229 Siguiendo la regla de interpretación según la cual al incluir algunos se está
excluyendo a los otros, se llega a la conclusión de que a los mencionados Fondos les está
prohibido protegerse contra el riesgo de crédito por medio de operaciones de derivados.
Es importante recordar la necesidad que hay de tener una visión omnicomprensiva y
completa del ordenamiento jurídico a la hora de regular los derivados de crédito. Esto
implica que no es suficiente eliminar la prohibición que hay sobre éstas operaciones, sino
que también es de vital importancia eliminar algunas restricciones más particulares que,
como la que ha sido estudiada, impiden que determinados agentes participen activamente
en un mercado, lo cual tiene mucha relación con el arbitraje regulatorio al cual se hace
referencia en distintas partes del presente documento. Por otro lado, es importante destacar
la importancia que podrían llegar a tener los Fondos de Pensiones en el mercado de
derivados de crédito debido a la gran cantidad de dinero que manejan (por lo que ayudarían
inmensamente a mejorar la liquidez y profundidad del mercado) y a la poca tolerancia al
riesgo que tienen (lo cual las convierte en potenciales compradores de protección crediticia
por medio de los derivados).
Las anteriores consideraciones ponen de presente que, en caso de que se decida
implantar y desarrollar un mercado de derivados de crédito en Colombia, la prohibición
establecida en la Circular Reglamentaria Externa DODM-144 del 31 de mayo de 2006
expedida por el Banco de la República no es la única que se debe eliminar. En efecto, por
las razones ya expuestas, se deben eliminar o modificar las normas que restringen la
eventual participación de los Fondos de Pensiones en un mercado de derivados de crédito.
229
Ibidem, Título 3, Capítulo 4, Numeral 8
72
230
Véase, International Association of Insurance Supervisors, op. Cit., p. 26
231
_____, The Risk Beat Goes On, en: Securities Industry News, marzo 13 de 2006, disponible en:
http://www.lexisnexis.com o http://www.securitiesindustry.com
232
Véase, _____, Fed’s Geithner Warns of Systemic Risk Posed by Credit Derivs, en: Market News International, New
York, Estados Unidos, febrero 28 de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.marketnews.com; Kit
R. Roane, Dueling Over Derivatives, en: US News and World Report, Estados Unidos, julio 25 de 2005, disponible en:
http://www.lexisnexis.com o http://www.usnews.com
73
para asegurar que los mecanismos de control y manejo de riesgos que utilizan las entidades
que participan en el mercado sean adecuados.233 Debe señalarse como en otros países ya se
están haciendo las adecuaciones necesarias para manejar este problema.234
4. Falta de regulación:
Una de las grandes discusiones hoy en día es que tanto deben regularse los contratos
y mercados de derivados financieros. El punto que debe ser analizado es si es necesario o
no que el Estado los regule de manera profunda. Al respecto, una importante corriente235
argumenta que la regulación debería disminuirse al mínimo y dejar que las fuerzas del
mercado y la autonomía de la voluntad privada rijan los diferentes contratos de derivados
financieros.236 Este argumento pareciera sustentarse en dos puntos. Por un lado, se dice que
las empresas van a seguir perdiendo dinero por realizar juicios erróneos en sus
transacciones financieras y que los mercados de valores pueden sufrir importantes crisis,
pero éstas no son generadas por factores exógenos sino por acciones deflacionarias de
algún banco central.237 Asimismo, explican que las historias de terror se originan, en gran
parte, debido a que hay un “(…) fallo en los directivos por no hacerle a sus técnicos las
preguntas adecuadas antes de que los programas se pusieran en marcha.”238
A pesar de que es cierto que algunas veces los problemas que se producen en
operaciones con derivados financieros han estado relacionados con errores de un banco
central o de los directivos de las empresas afectadas, estas no son razones suficientes para
dejar de regular. De hecho, si bien debe aceptarse que es necesario que los agentes que
actúan en estos mercados tengan un mayor conocimiento, la regulación también es clave
para prevenir algunas dificultades.
Ahora bien, es importante tener en cuenta que al hablar de regulación no se está
diciendo que deba abarcar absolutamente todos los aspectos de estos contratos pero sí es
233
International Association of Insurance Supervisors, op. Cit., p. 6
234
Véase, _____, The Risk Beat Goes On, op. Cit.
235
Véase, Merton H. Miller, Los Mercados de Derivados, Ediciones Gestión 2000, Barcelona, España, 1999, pp. 87-88
236
Véase, Ibidem, pp. 87-88
237
Véase, Ibidem, p. 88
238
Ibidem, p. 95
74
239
Fondo Monetario Internacional, op. Cit., p. 79
75
240
Ibidem, p. 79
241
Ibidem, p. 80
76
[como Colombia], los inversionistas globales muchas veces perciben que las fricciones y
dificultades institucionales (por ejemplo, normas sobre transferencias de impuestos,
derechos de los acreedores, códigos de bancarrota, y sistemas de compensación), más que
cualquier otra consideración (por ejemplo, el riesgo de tasa de cambio), puede impedir la
inversión directa en los mercados locales de crédito, lo que a su vez limita el potencial de
ganancias en la estabilidad que se pueden generar como resultado del aumento en la
inversión extranjera y la liquidez del mercado.”242
1. El riesgo de contraparte:
Se explicó que uno de los problemas que tienen los derivados de crédito, por el
hecho de ser OTC, es que existe un riesgo de contraparte importante, con todas las
consecuencias que conlleva. Sin embargo, de acuerdo con los datos que han podido recoger
los especialistas en mercados de derivados en Londres, el riesgo que hay de que la
contraparte no cumpla sus obligaciones es mucho menor en el mercado de derivados de
crédito que en el de otros instrumentos derivados.243 Cuando se le realizó una consulta, se
encontró que “el riesgo combinado (…) puede estar alrededor del 3%, comparado con un
15 o 20% de riesgo que se genera con un swap de tasa de cambio.”244 De hecho algunas
entidades se “(…), preocupa(n) mucho más por el riesgo de contraparte en derivados de
tasa de cambio y tasa de interés que en los de crédito.”245 Es decir que este riesgo es mucho
menor en el mercado de derivados de crédito que en otros mercados mucho más grandes.
242
Ibidem, p. 80
243
Véase, Tony Jackson, Risks from Credit Derivatives should be Kept in Perspective, en: The Financial Times, Londres,
Inglaterra, junio 6 de 2006, disponible en: http://www.ft.com o http://www.lexisnexis.com
244
Ibidem
245
Ibidem
77
246
Véase, Natasha de Teran, A Really Useful Instrument? Credit Derivatives Were Supposed to Redistribute Banks’ Credit
Risk But How Much Of That Risk Has Been Transferred Outside The Banking Sector is Unknown. Does It Matter?, op.
Cit.
247
Ibidem
78
acceso. Por otro lado, aunque bastante relacionado con la redistribución anteriormente
descrita, es importante destacar como, así los riesgos sigan estando al interior del sistema
financiero, la evidencia muestra que los derivados de crédito han permitido que éstos se
distribuyan entre diferentes países.248
Además de lo anteriormente explicado, debe señalarse como los bancos más
pequeños también han tenido posibilidades de transferir los riesgos que manejan, a pesar de
que éstos no son muy líquidos.249 En este sentido, se ha encontrado que varios bancos
regionales europeos han empezado a vender CDSs con el fin de exponerse a riesgos
diferentes de los que generalmente tienen acceso. Asimismo, este tipo de entidades de
crédito también han buscado comprar protección a los grandes agentes del sistema
financiero, las cuales re-empacan esos riesgos y los vuelven a vender por medio de
productos como los CLNs o los CDOs. 250
Otro argumento que ha sido utilizado en contra de los derivados de crédito está
relacionado, precisamente, con el hecho de que, según algunos analistas, la transferencia
del riesgo crediticio a agentes que se encuentran por fuera del sistema financiero puede no
ser buena para la economía en general. Se ha dicho que estas transferencias podrían estar
creando altas concentraciones de riesgo crediticio en ciertos sectores no financieros.251 Sin
embargo, no existen datos qué muestren que tan real es esa situación y, de hecho, el único
estudio que ha mostrado qué tanto riesgo ha sido transferido fuera del sistema financiero ha
sido el realizado por S&P, sobre el cual se han hecho varios comentarios. Por lo tanto, debe
concluirse que este argumento no tiene un verdadero sustento fáctico pues los datos
existentes muestran lo contrario.
248
Véase, _____, The Risk Beat Goes On, op. Cit.; Josephine Moulds, Monday Interviews Debt Given the Benedit of The
Doubt, en: The Daily Telegraph, Londres, Inglaterra, junio 5 de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o
http://www.telegraph.co.uk
249
Véase, Natasha de Teran, A Really Useful Instrument? Credit Derivatives Were Supposed to Redistribute Banks’ Credit
Risk But How Much Of That Risk Has Been Transferred Outside The Banking Sector is Unknown. Does It Matter?, op.
Cit.
250
Véase, Ibidem
251
Véase, Alan Greenspan, Risk Transfer and Financial Stability, op. Cit.
79
Por último vale la pena destacar, en relación con los argumentos mencionados que,
a pesar de que en los últimos años las condiciones de la economía mundial han sido
favorables y se han presentado pocos casos de incumplimiento de obligaciones crediticias
por parte de grandes actores, hubo un período relativamente peligroso para la estabilidad
del sistema financiero. Durante los años 2001 y 2002 hubo tres casos de default
importantes: Enron, WorldCom y Argentina. Al parecer, una de las razones por las cuales
el sector financiero americano no sufrió tanto como se esperaba fue que los derivados de
crédito habían permitido que la carga económica de esos incumplimientos estuviera
repartida entre varios bancos e instituciones financieras.252
En síntesis, puede decirse que “(…) ‘al distribuir el riesgo de manera más amplia, al
hacer que sea más fácil comprar y vender protección contra el riesgo crediticio, al transar
este riesgo activamente y al facilitar la participación de un diverso grupo de entidades
financieras no bancarias en el negocio del crédito estos cambios probablemente ayudaran a
mejorar la eficiencia y resistencia de los mercados financieros.’”253
252
Véase, The Economist, Risky Business; Credit Derivatives, op. Cit.
253
Sheila Mullan y Mark Hemingway, Fed’s Geithner: Derivative Infraestructure Needs Improving, en: Market News
International, Nueva York, Estados Unidos, mayo 16 de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o
http://www.marketnews.com
254
BRC Investor Services S.A., Notas del Mercado de Capitales, No. 2, Bogotá, Colombia, junio de 2006, disponible en:
www.brc.com.co/UserFiles/File/DERIVADOS%20DE%20CREDITO.pdf, p. 2
80
255
Véase, Fondo Monetario Internacional, op. Cit., p. 71
256
Véase, _____, Briefing Credit derivatives - At the risky end of finance en: The Economist, Londres, Inglaterra,
disponible en: http://www.economist.com
257
Ibidem
258
Véase, Ibidem
259
Véase, Ibidem, pp. 71-72
81
anterior, los vendedores de protección deben realizar su propio análisis y preocuparse por la
evolución de la solvencia del deudor.260
De todas maneras, es claro que el hecho de que los derivados de crédito creen
incentivos para que las entidades financieras asuman mayores riesgos no es necesariamente
negativo para la economía. Bajo ciertas condiciones puede ocurrir todo lo contrario, si los
bancos actúan de manera prudente, estos productos pueden permitir que algunos sectores de
la economía que actualmente encuentran bastantes problemas a la hora de obtener
financiación puedan conseguirla. Por lo tanto, la discusión no debe centrarse en si la
posibilidad de que se empiecen a otorgar más créditos a sectores o agentes económicos más
riesgosos es mala o buena per se. Lo importante es que estas nuevas oportunidades sean
manejadas de manera adecuada y con prudencia para lo cual es importante que se
establezcan reglas contables y de medición de riesgos claras. Además, se pone de presente
la necesidad que hay de que las entidades de crédito tomen medidas internas para asegurar
que la mayor capacidad para otorgar créditos sea manejada prudentemente. También debe
asegurarse que los entes supervisores y reguladores del mercado tengan las facultades
suficientes para garantizar que las reglas sean cumplidas y no haya una sobre-extensión del
crédito que pueda ser peligrosa para la estabilidad del sistema financiero.
4. Falta de conocimiento:
Algunos críticos argumentan que muchos de los inversionistas que actúan en el
mercado de derivados de crédito no entienden de manera adecuada los riesgos que están
asumiendo al contratarlos. En este sentido, se ha mencionado que algunos agentes no están
recibiendo un pago que corresponda al nivel de riesgo que están asumiendo261 mientras que
otros toman decisiones apresuradas cuando el mercado no sigue lo que los modelos
matemáticos que habían utilizado predecían.262 La principal preocupación que genera esta
260
Véase, _____, Briefing Credit derivatives - At the risky end of finance, op. Cit.
261
Véase, Eugene A. Ludwig y Duncan P. Hennes, The Coming Storm in Risk Transference, en: American Banker, New
York, Estados Unidos, mayo 19 de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.americanbanker.com
262
Véase, Riva D. Atlas, Trying to Put Some Reins on Derivatives, en: The New York Times, New York, Estados Unidos,
septiembre 16 de 2005, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.nytimes.com
82
a. Riesgo de especulación:
Este riesgo “se origina cuando los operadores del mercado utilizan un derivado de
crédito con fines especulativos en lugar de buscar cobertura.”266 En este caso, el problema
en si mismo no es la posibilidad de especular pues, como ya se vio, una de las funciones
263
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 15
264
Véase, Ibidem, p. 737
265
Véase, Ibidem, p. 734
266
Véase, Patricia Cárdenas Santa María (Directora), Los derivados de crédito: Una Excelente Herramienta para la
Mitigación del Riesgo, op. Cit., p. 2
83
267
Véase, JP Morgan y RiskMetrics Group, op. Cit., p. 22
268
Véase, Ibidem, p. 22
84
269
Véase, The Economist, Risky Business; Credit Derivatives, op. Cit.
270
Véase, Richard Beales, Delphi Defied: How the Credit Derivatives Business is Finding Ways to Retain It’s Poise, op.
Cit.
85
271
Juan Pablo Mosquera González y Luís Helo Kattah (Director), op. Cit., p. 42
272
Véase, Fondo Monetario Internacional, op. Cit., p. 68
273
Véase, Mateo Mendoza Álvarez, op. Cit., p. 77; Véase, Juan Carlos Varón Palomino, op. Cit., p. 98
274
Véase, Mateo Mendoza Álvarez, op. Cit., pp. 78-79
275
Véase, Juan Carlos Varón Palomino, op. Cit., p. 99; Véase, Superintendencia Financiera, Circular Número 100 de
1995, op. Cit., Capítulo XVIII, numeral 1.2
86
que, por el otro, generalmente los modelos contractuales establecen que la celebración del
contrato se encuentra sujeta a una solemnidad que es la firma de la confirmación.276
Las anteriores consideraciones ponen de presente la importancia que tiene el
adecuado procesamiento de las confirmaciones en cualquier tipo de contrato de derivados
financieros. En otros países la situación es bastante similar y esto ha generado algunos
problemas en el mercado de derivados de crédito debido a la lentitud en procesar esas
confirmaciones y a la confusión que puede generarse en caso de que alguna entidad de
referencia incurra en un evento crediticio y haya lugar al cumplimiento de las prestaciones
pactadas.277 Por otro lado, la entrada de los fondos de cobertura en los mercados de
derivados de crédito ha acentuado los problemas que se generan. La razón es que estos
fondos se mueven demasiado rápido en el mercado y, por lo tanto, pueden transferir los
contratos antes de que se hayan hecho las confirmaciones.278 Esto hace que aparezca una
nueva parte en el contrato, lo que aumenta la posibilidad de errores y demoras y, por otro
lado, genera algunos problemas debido a que unas partes ejecutan el contrato sin obtener la
autorización de la contraparte original tal y como se requiere de acuerdo con los contratos
ISDA.279
Ahora bien, los datos que demuestran los problemas que han generado el riesgo
operativo son varios. En primer lugar puede destacarse cómo una encuesta realizada por la
ISDA ha mostrado que el 20% de los contratos de derivados de crédito celebrados por los
grandes agentes durante el 2005 contenían errores.280 Por otro lado, de acuerdo con los
datos manejados por los reguladores americanos, en ese mismo año, había un desfase de
alrededor de 13.3 días en la actualización de la documentación (por ejemplo, cuando un
contrato es transferido por una de las partes a otra) aunque eso constituía una mejora de
276
Véase, Mateo Mendoza Álvarez, op. Cit., 79
277
Véase, Charles Batcherlor y Meter Thal Larsen, Credit Derivatives Go Through Pain Process, op. Cit.
278
Véase, Roger Beale y Jennifer Hughes, Derivatives Settlement To Get Faster, en: The Financial Times, Londres,
Inglaterra, julio 29 de 2005, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.ft.com
279
Véase, Fondo Monetario Internacional, op. Cit., p. 69
280
Véase, Gillian Tett, Bankers Get Lucky with Clean-Up of Credit Derivatives Trades, en: The Financial Times, Londres,
Inglaterra, julio 28 de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.ft.com
87
17.8 días con respecto al año inmediatamente anterior (2004).281 Por último, debe hacerse
mención al hecho de que la mayoría de los contratos estaban siendo manejados por medio
de fax y documentos en papel en vez de usar los medios electrónicos disponibles lo que
ayudaba a que se acumulara el trabajo y, por lo tanto, se demoraran las operaciones varios
días.282
281
Véase, Riva D. Atlas, Trying to Put Some Reins on Derivatives, op. Cit.
282
Véase, Gillian Tett, Bankers Get Lucky with Clean-Up of Credit Derivatives Trades, op. Cit.
283
Véase, Chris Kentouris, Back-Office Prescriptions: Burgeoning Credit Derivative Products get the STP Treatment –
Just in Time, en: Securities Industry News, junio 5 de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o
http://www.securitiesindustry.com
284
Véase, Timothy Geithner, et. Al., A Safer Strategy for the Credit Products Explosion, en: The Financial Times,
Londres, Inglaterra, septiembre 28 de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.ft.com
88
d. ¿Es el riesgo operativo una razón suficiente para prohibir los derivados de crédito?:
No debe negarse que el riesgo operativo es de vital importancia y puede poner en
peligro la estabilidad de un mercado y del sistema financiero en su totalidad pero las
consideraciones anteriormente expuestas muestran que el problema que se ha presentado en
el mercado de derivados de crédito no es una razón suficiente para prohibirlos. En este
sentido es importante resaltar como la tecnología y la voluntad de los agentes ha permitido
mejorar el procesamiento de las transacciones. Por otro lado, debe recordarse que una de las
razones por las cuales los agentes han tenido problemas operativos es debido al rápido
crecimiento del mercado. En el caso colombiano es muy posible que este mercado, a pesar
de que tiene un importante potencial, no crezca al mismo ritmo que el londinense o el
norteamericano, por lo que uno de los factores generadores de estos problemas se encuentra
limitado. De todas maneras es necesario que desde el inicio haya un compromiso por parte
de los agentes para que la infraestructura y los procedimientos de manejo de la
documentación sean adecuados, rápidos y eficientes.
Por último, debe señalarse como el mercado de derivados de crédito no es el único
que ha sufrido este tipo de problemas. En este sentido, es importante tener en cuenta que “al
igual a como ha ocurrido con otros derivados como los de tasa de interés, los nuevos
productos tienden a ser transados en un contexto privado e informal antes de madurar en
instrumentos más transparentes y estandarizados. Esto hace que un período de
285
Véase, Gillian Tett, Entrepreneurs Like the Look of Credit Derivatives, en: The Financial Times, Londres, Inglaterra,
julio 11 de 2005, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.ft.com
286
Susan L. Barreto, Credit Derivatives Market Embracing New Technology, en: Hedgeworld Daily News, Chicago,
Estados Unidos, agosto 5 de 2005, disponible en: http://lexisnexis.com o http://www.securitiesindustry.com
89
incertidumbre sobre la asignación del riesgo sea ‘inevitable’ (…).”287 Por lo tanto, al lado
de las mejoras en la infraestructura tecnológica y en las prácticas de los agentes, es
importante esperar a que el mercado pase por un período de desarrollo.
a. Definición:
La expresión “hedge fund” o fondo de cobertura es utilizada para referirse a todos
los fondos de inversión que no son tradicionales, usen o no técnicas de cobertura.288 Debido
a la variedad de definiciones existentes, se han buscado los elementos comunes a todas
ellas y se ha propuesto que, más allá de definir taxativamente lo que es un fondo de
cobertura, resulta mejor establecer las características que cumplen y que, a saber, son: están
destinados a instituciones e inversionistas con un gran capital disponible para la inversión y
utilizan técnicas que tan solo pueden usar ellos pues están prohibidas para los fondos de
inversión tradicionales.289
De acuerdo con un estudio realizado por la Comisión Nacional del Mercado de
Valores en España, las principales características del sector de los fondos de cobertura
eran:290 1) Requieren inversiones mínimas elevadas (en el 2004, más del 35% exigían una
inversión mínima superior al medio millón de dólares); 2) Hay un alto grado de rotación en
la industria, por lo que varios fondos nuevos aparecen cada año pero, al mismo tiempo, una
gran cantidad desaparece; 3) Comúnmente, manejan entre 25 y 100 millones de dólares; 4)
Más del 80% establece un sistema de suscripción mensual aunque los reembolsos están
sujetos a reglas diferentes por lo que, dependiendo del fondo, pueden solicitarse mensual o
trimestralmente (la mayoría de las veces); 5) Gran parte de los fondos establecen unos
287
Véase, Richard Beales, Delphi Defied: How the Credit Derivatives Business is Finding Ways to Retain its Poise, op.
Cit.
288
Véase, Alfonso Roa, et. Al,. Fondos Hedge: Conceptos y estrategias, Ediciones Pirámide, Grupo Anaya S.A., Madrid,
España, 2004, p. 21
289
Véase, Alfonso Roa, et. Al,. Op. Cit.
290
Véase, Comisión Nacional del Mercado de Valores de España, Estudio sobre la industria de hedge funds, Comisión
Nacional del Mercado de Valores, Madrid, España, 2006, disponible en: http://www.cnmv.es, pp. 19-32
90
períodos de cierre durante los cuales los inversionistas no pueden solicitar reembolsos; 6)
Las estrategias que utilizan se enmarcan dentro de tres grandes tipos que son las neutrales
al mercado (como su nombre lo indica, se trata de minimizar la exposición que se tiene a
los movimientos del mercado), las direccionales (tratan de predecir los movimientos del
mercado) y de eventos (busca obtener beneficios con base en eventos de particular
importancia para una determinada compañía); 7) Entre el 2000 y el 2004 su rentabilidad fue
menor a los principales índices de renta fija pero mayor que la de los de renta variable
mientras que desde el 2004 se invirtió la tendencia y la rentabilidad fue mayor que los de
renta fija pero menor que los de renta variable; 8) Al parecer, su nivel de apalancamiento ha
disminuido de manera importante durante los últimos años.291
291
Véase, Ibidem, pp. 19-32
292
Véase, Alan Greenspan, Risk Transfer and Financial Stability, op. Cit.
293
Véase, Ibidem
294
Véase, Ibidem
91
flexible les permiten tomar posiciones que están prohibidas para otros agentes y, de esa
manera, ayudan a mejorar la liquidez de los mercados.295
A pesar de las ventajas anteriormente mencionadas, los fondos de cobertura han
empezado a generar algunas preocupaciones en los mercados de derivados y, en especial,
en el de derivados de crédito. En este sentido, la principal preocupación ha sido la de la
posibilidad que existe de que, en un mal momento del mercado, estos agentes cierren sus
posiciones y dejen el mercado rápidamente.296 Pareciera ser que una de las razones por las
cuales los hedge funds podrían dejar este mercado es que cada día hay más personas e
inversionistas involucrados en el mismo, por lo que el proceso de formación de precios es
cada vez más eficiente y las oportunidades para arbitraje están desapareciendo. En este caso
no habría problema para la liquidez del mercado pues los nuevos inversionistas entrarían a
suplir la posición dejada por los fondos. De hecho, se ha dicho que “si los inversionistas no
fuerzan a los fondos a liquidar repentinamente sus posiciones en el mercado, esas salidas
contribuyen a la eficiencia del mismo y no afectan su liquidez.”297
El problema de la salida de los fondos de cobertura en los mercados de derivados se
presenta cuando las personas o instituciones que han invertido a través del fondo son lo
suficientemente influyentes como para lograr que se les de un tratamiento preferencial y no
se cumplan las reglas sobre períodos de cierre o de reembolsos y se les devuelva su
inversión antes de lo previsto (como ya ha ocurrido en algunas ocasiones).298 En caso de
que esta tendencia se vuelva generalizada, los fondos van a tener bastantes dificultades a la
hora de mantener abiertas sus posiciones y, por lo tanto, no van a poder inyectar la liquidez
que el mercado espera. Esto puede darse, sobre todo, en los casos en que los fondos no sean
capaces de lograr las altas ganancias que se buscan en este tipo de instituciones.299
Las anteriores consideraciones tienen todavía mayor relevancia si se tiene en cuenta
que, según algunos analistas, la mayoría de los fondos de cobertura utilizan estrategias
295
Véase, Ibidem
296
Véase, Ibidem; Véase, Tony Jackson, Risks from Credit Derivatives should be Kept in Perspective, op. Cit.
297
Alan Greenspan, Risk Transfer and Financial Stability, op. Cit.
298
Véase, Ibidem
299
Véase, Ibidem
92
idénticas o, por lo menos, muy similares300 por lo que es probable que, cuando llegue el
momento de salir del mercado, lo hagan todos al tiempo. Otra fuente de riesgos para el
mercado se hizo evidente cuando, a mediados de 2005, las calificaciones crediticias de
General Motors y Ford fueron disminuidas, caso que ya fue analizado con anterioridad.301
De todas maneras, debe señalarse que los argumentos anteriormente expuestos no
son compartidos por todos los analistas de los mercados de valores. De hecho, en el 2000 se
hizo un estudio sobre el impacto de las instituciones de inversión alternativa en algunos
episodios críticos de diferentes mercados financieros.302 En el mencionado estudio se
encontró que, a pesar de que hubo algunos casos en que la actuación de estos agentes
impactó el mercado de manera importante, no se encontró evidencia de que hubieran tenido
una influencia significativa en los demás casos. Además, se “(…) sugiere que las IIA
[Instituciones de Inversión Alternativa] no actuaron como un grupo homogéneo, ya que los
distintos estilos de gestión obtuvieron resultados también distintos en cada uno de los
episodios de crisis financiera estudiados. Tampoco se encontró evidencia que indicara que
los fondos estableciesen pautas de comportamiento seguidas por otros inversores.”303 Esto
pone en duda varios de los argumentos esgrimidos anteriormente en contra de los derivados
de crédito y la actuación de los fondos de cobertura en ese mercado.
Por último, debe hacerse mención a un último riesgo que presentan los fondos de
cobertura para los mercados de derivados financieros y que es, tal vez, el más importante:
el riesgo sistémico. Este riesgo se puede llegar a materializar en caso de que uno de estos
agentes empiece a apalancarse demasiado, de tal manera que se vuelva muy vulnerable a
los movimientos adversos en el mercado y, por lo tanto, sufra pérdidas de tal magnitud que
no le permitan cumplir con sus obligaciones, con las consecuencias que esto le generaría a
sus contrapartes.304 Tal vez el ejemplo más claro sea el que se presentó a finales de los años
300
Véase, Tony Jackson, Risks from Credit Derivatives should be Kept in Perspective, op. Cit.
301
Véase, Ibidem
302
Véase, María Isabel Cambón Murcia, Instituciones de inversión alternativa, Dirección de Estudios y Estadísticas de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, Monografías No. 6, Madrid, España, 2004, disponible en:
http://www.cnmv.es, p. 29
303
Ibidem, p. 29
304
Véase, Tony Jackson, Risks from Credit Derivatives should be Kept in Perspective, op. Cit.
93
90 cuando Long Term Capital Management (LTCM) empezó a sufrir importantes pérdidas
económicas mientras que su nivel de apalancamiento empezaba a aumentar (debido, en
parte, a las reducciones de capital). A finales de 1998, la Reserva Federal norteamericana se
reunió con 14 importantes empresas del sector y tomaron una decisión que generaba un
menor costo que la declaratoria de quiebra del fondo (con la consecuente crisis sistémica
que se habría generado). “Éstas aportaron un capital de 3,6 millardos de euros y tomaron el
90% de la propiedad del fondo, así como su control operativo. Las pérdidas fueron elevadas
para los directores y los inversores del fondo, pero se evitaron los efectos de una crisis
sistémica.”305
Además de lo anteriormente explicado, es importante tener en cuenta que el caso de
LTCM enseña, no sólo la importancia de controlar el nivel de apalancamiento sino también
la necesidad de evitar que algunos agentes del mercado se aprovechen de lagunas
regulatorias poniendo en peligro la integridad y estabilidad del mercado. En este sentido,
deben recordarse algunos eventos importantes en la corta historia de este fondo de
cobertura. Este hedge fund, después de haber sido fundado por algunos de los más
conocidos economistas y financistas de Estados Unidos (incluyendo 2 ganadores del
Premio Nobel de Economía),306 convenció a 80 personajes e instituciones de invertir, como
mínimo, 10 millones de dólares cada uno.307 La estrategia del fondo era la de hacer
transacciones de convergencia en donde se buscaban valores que se encontraran mal
avaluados con respecto al otro. Una vez encontradas estas oportunidades de inversión, se
tomaban posiciones cortas en los activos sobrevalorados (se habían obligado a vender, por
medio de un derivado financiero, más activos subyacentes de los que se encontraban en su
poder al momento de celebrar el mencionado contrato)308 y largas en los infravalorados (lo
contrario a lo anterior, es decir, se encontraban en una posición compradora o en la que
305
María Isabel Cambón Murcia, op. Cit., p. 46
306
Véase, Sungard Bankware Erisk, Case Study – LTCM – Long-Term Capital Management, disponible en:
http://www.erisk.com/Learning/CaseStudies/Long-TermCapitalManagemen.asp
307
Véase, Ibidem
308
Véase, “Posición corta” en: MiMi.hu, disponible en: http://es.mimi.hu/economia/posicion_corta.html
94
estaban en posesión de más activos de los que se habían obligado a entregar en el futuro).309
Sin embargo, debido a que las ganancias en cada transacción eran muy pequeñas, era
necesario tomar posiciones en las que se invertía una gran cantidad de dinero y, por lo
tanto, se requería un alto nivel de apalancamiento (tema que ya fue tratado).310 Vale
recordar que, como ya se dijo, estos vehículos de inversión utilizan técnicas que tan sólo
pueden usar ellos debido a que están prohibidas para los otros fondos. Esto, en principio, no
sería criticable, pero en el caso de LTCM se pone de presente la necesidad de imponer
ciertas medidas que impidan que se utilice esa facultad de una manera que ponga en peligro
la estabilidad del mercado. Por lo tanto, al momento de regular estas instituciones es
importante tener en cuenta que debe dejarse cierto margen de libertad que les permita
realizar inversiones altamente especulativas y arriesgadas. De todas maneras, esto no
implica que sea conveniente dejar de regularlos del todo o se les permita hacer operaciones
que pongan en peligro el mercado pues, como lo ha mostrado el caso de LTCM, esto puede
ser muy costoso para todos los agentes.
En cuanto al apalancamiento, debe señalarse que el escenario ha cambiado
sustancialmente desde finales de los 90 pues hoy en día los niveles de apalancamiento de
los fondos de cobertura no se acercan a aquellos que tenía esta compañía. Ya se mencionó
como estos habían ido disminuyendo y los últimos datos que se tenían mostraban que se
encontraban en un nivel entre 1.2 y 1.6 veces sus activos gestionados311 lo cual contrasta
con el nivel de 50 que llegó a tener en un momento LTCM.312 Por lo tanto, a pesar de que el
riesgo sistémico sigue existiendo (y de que, últimamente, el nivel de apalancamiento ha
vuelto a aumentar un poco debido, en parte, a un entorno económico favorable), la
posibilidad de que el mismo se concrete se ha reducido de manera importante durante los
últimos años debido a la forma en que han cambiado las prácticas de estos fondos y a que
los entes de control y regulación están ejerciendo un mayor control sobre los mismos.
309
Véase, “Posición larga” en: Ibidem, disponible en: http://es.mimi.hu/economia/posicion_larga.html; Véase, Sungard
Bankware Erisk, op. Cit.
310
Véase, Sungard Bankware Erisk, op. Cit.
311
Véase, Comisión Nacional del Mercado de Valores, Estudio sobre la industria de hedge funds, op. Cit., p. 27
312
Véase, María Isabel Cambón Murcia, op. Cit., p. 45
95
8. Riesgo de reorganización:
En los últimos años, debido al ambiente económico favorable y al deseo de recortar
sus costos de financiación, algunas compañías han salido al mercado a comprar sus propios
bonos. Debido a que esta práctica elimina el riesgo de incumplimiento crediticio, los
efectos de la misma en los precios de los derivados de crédito han sido devastadores.316 El
principal problema ha sido que los tenedores de los derivados han quedado con un
313
Ibidem, p. 31
314
Véase, Ibidem, p. 31
315
Véase, Ibidem, pp. 31-33 y 41-42
316
Véase, _____, The Tender Age; Credit Derivatives, en: The Economist, Estados Unidos, Abril 22 de 2006, disponible
en: http://www.lexisnexis.com o http://www.economist.com
97
instrumento que los protege de un riesgo que no va a materializarse y, por lo tanto, se ven
obligados a pagar por la cobertura sobre unos instrumentos de deuda que están a punto de
desaparecer.317 A pesar de que este tipo de movimientos han generado pérdidas para los
compradores de derivados de crédito, los vendedores han obtenido utilidades importantes y
estas situaciones los han beneficiado bastante. De todas maneras, lo que es claro es que
dichos obstáculos, al igual que ocurre en los casos de uso de información privilegiada o
conflictos de intereses, generan desconfianza en la transparencia del mercado y pueden
generar incentivos para que algunos participantes dejen de celebrar los contratos
estudiados.
Este problema ya está siendo analizado por la ISDA que estudia la posibilidad de
incluir cláusulas contractuales relativas a los riesgos de reorganización y re-compras de
deuda.318 Debe señalarse, de todas maneras, la importancia que tiene que las partes que
celebran el contrato tengan este riesgo claro y establezcan todas las disposiciones
necesarias para poder solucionar futuras controversias relacionadas con el mismo pues, por
el momento, la documentación ISDA no incluye este tipo de consideraciones.
317
Véase, Ibidem
318
Véase, Ibidem
319
Véase, Gordon Platt, Growth In Credit Derivatives Putting Stress On Controls, Despite Progress in Clearing Trade
Backlog, op. Cit.; Véase, Eugene A. Ludwig y Duncan P. Hennes, The Coming Store in Risk Transference, op.cit.;
Andrew Leonard, Wall Street Bets on a Housing Bubble, en: Salon.com, New York, Estados Unidos, abril 18 de 2006,
disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.salon.com
98
derivados. Asimismo, varios analistas predicen que el mercado sufrirá un nivel importante
de estrés debido a la gran cantidad de contratos de derivados de crédito que deberán
cumplirse.320
Sin embargo, este argumento no es suficiente para desestimar los beneficios de estos
productos ya que se basa en conjeturas sobre lo que podría pasar en el futuro. Además, si
hay algo claro es que cuando las condiciones financieras no son adecuadas, todos los
participantes del mercado sufren. La pregunta es entonces qué escenario es peor en caso de
que haya un creciente nivel de defaults e incumplimientos de obligaciones crediticias por
parte de los grandes deudores: ¿aquel en que hay derivados de crédito o aquel en que estos
productos no existen? Por las consideraciones que han sido expuestas a través del
documento pareciera ser que, si el mercado de derivados de crédito se ha desarrollado de
manera adecuada, el marco legal es claro y los contratos han sido redactados bien, el mejor
escenario es ese en el que los contratos bajo estudio existen. Ahora bien, esto no implica
que, en caso de que haya una crisis, no se generen litigios judiciales o quiebras, pero
pareciera ser que la situación para el sistema en general sería mejor de la que podría
esperarse en caso de que no existieran o no se permitiera el uso de estos productos.
En vista de las anteriores consideraciones debe decirse que, más allá de concluir que
este tipo de operaciones deberían prohibirse, lo que debe hacerse es generar un marco
idóneo para el manejo de situaciones en que hay un gran nivel de insolvencia empresarial
por lo cual, desde el inicio, debe preverse como va a ser el escenario en caso de que la
economía no marche bien. Sobre todo, debe tenerse en cuenta que las perspectivas a
mediano plazo de la economía mundial no son tan buenas como lo han sido en los últimos
años y se espera que haya menor prosperidad, por lo que las compañías van a generar
menores utilidades y, probablemente, verán su calificación crediticia disminuida.321 En el
caso colombiano, a pesar de que hay algunos problemas regulatorios, los cuales han sido
320
Riva D. Atlas, Fed Officials Summon Wall Street Firms to Discuss Derivatives, en: The New York Times, New York,
Estados Unidos, agosto 25 de 2005, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.nytimes.com
321
Véase, Charlotte Moore y Josephine Moulds, Deals on the Edge of the Precipice, en: The Daily Telegraph, Londres,
Inglaterra, febrero 16 de 2006, disponible en: http://www.lexisnexis.com o http://www.telegraph.co.uk.
99
mencionados a través del presente estudio, todavía hay tiempo para corregirlos, si es que se
decide levantar la prohibición existente sobre los derivados de crédito.
322
Véase, Ibidem.
100
realizados por el sistema financiero mientras que, por el otro, hay un mayor interés de las
empresas por participar como emisores en el mercado de capitales.323 Ésto ha aumentado la
exposición de los agentes al riesgo de crédito y es precisamente en esta situación en la que
los productos que se han venido estudiando resultan importantes.
Por otro lado, y a pesar de que no se trata del mismo caso, las titularizaciones de
cartera hipotecaria que se analizaron con anterioridad muestran el éxito que pueden llegar a
tener los mecanismos de manejo y gestión del riesgo de crédito si son utilizados de manera
adecuada. “A nivel internacional, estos instrumentos de cobertura fueron el preámbulo a un
mercado más maduro de derivados de crédito.”324 Por último, debe señalarse que, si bien se
ha hecho énfasis en lo que ocurre en los mercados más grandes del mundo, existen historias
de éxito en otros países emergentes como es el caso de Tailandia.325
Todas estas consideraciones ponen de presente que, a pesar de que hay ciertos
limitantes, el mercado colombiano tiene varios factores que permiten pensar que hay
potencial para el desarrollo de un mercado de derivados de crédito. Se pone entonces en
evidencia la necesidad que hay de levantar la prohibición lo más rápido posible y empezar a
trabajar en las reformas y modificaciones que deben hacerse para lograr que el desarrollo de
éste mercado sea el adecuado y permita que se den todos los beneficios y se minimice la
posibilidad de que se materialice alguno de los riesgos que han sido tratados.
323
Véase, BRC Investor Services, op. Cit., p. 3
324
Ibidem, p. 3
325
Véase, Ibidem, p. 1
101
Capítulo 4: Conclusiones
326
Véase, Revista Dinero, Reforma a Cuentagotas, op. Cit.
102
Asimismo, ésto genera un importante riesgo legal pues hay casos en que no se tiene
claridad sobre las disposiciones que deben regir un determinado contrato. Además, en los
casos en que no es del todo clara la naturaleza del contrato como, por ejemplo, en los
CLNs, una de las partes puede ser sancionada por hacer operaciones con un producto que
consideraba era un bono pero que, quien impone la sanción, estima que es un derivado de
crédito.
En consecuencia, la conclusión a la que debe llegarse es que, desde esta perspectiva,
resulta mejor que se levante la prohibición existente sobre los derivados de crédito. Esto
permitiría que la norma se acercara a lo que ocurre en la realidad. Asimismo, se abriría la
posibilidad de regular integralmente estas figuras y establecer las disposiciones pertinentes
para evitar varios de los riesgos que han sido señalados en este estudio.
se materialicen, puede presentarse un desastre económico. Ésto implica que, con el fin de
poder implantar este mercado en Colombia, debe hacerse un esfuerzo conjunto por parte de
reguladores, supervisores y agentes, con el fin de garantizar que las condiciones son las más
adecuadas para el mismo y que son suficientes para minimizar los riesgos que se generan.
En conclusión, debe decirse que, desde esta perspectiva, es necesario levantar la
prohibición existente sobre el uso de derivados de crédito. Eso si, se hace patente la
necesidad de realizar varios esfuerzos por parte de todos los actores involucrados. A
continuación se estudia este tema de manera más detallada.
II: Consideraciones que deben ser tenidas en cuenta a la hora de regular los
derivados:
Como se ha visto con anterioridad, los derivados de crédito generan beneficios
importantes para los mercados pero, al mismo tiempo, crean nuevos riesgos que no existían
antes.327 Se dijo en su momento que la regulación y las buenas prácticas del mercado eran
una forma de manejar esos riesgos y disminuir la posibilidad de que efectivamente generen
problemas económicos. A continuación se presentan algunos comentarios genéricos sobre
medidas que deben ser tomadas con respecto a estos contratos.
327
Véase, Fondo Monetario Internacional, op. Cit., p. 76
104
2. Establecer disposiciones aplicables al mercado OTC que generen, para sus participantes,
garantías similares a las que existen en los mercados organizados:
Esta sugerencia se pone de presente en tres situaciones que han sido estudiadas a
través del presente estudio. En primer lugar, se mostró evidencia sobre como algunos
agentes estaban haciendo uso de información privilegiada y aprovechándose de situaciones
de información asimétrica en detrimento de otros contratantes. Se ha señalado la
importancia de sancionar este tipo de conductas de manera similar a como se sancionan las
infracciones al mercado de valores.328 En este sentido se destacó la necesidad que hay de
crear un marco regulatorio que tenga en cuenta el hecho de que los mercados OTC son
igual de importantes a los mercados organizados y, por lo tanto, deben regularse algunos
aspectos de los mismos.
Por otro lado, en algún momento se explicó como había una estrategia de inversión
en la que se compraba protección con el fin de especular sobre el desempeño de una
compañía y se señalaron las posibilidades que había de que se generaran algunos incentivos
perversos para que se presentaran manipulaciones. Es decir, existía la posibilidad de que,
con el objetivo de obtener utilidades, un agente lo suficientemente poderoso pudiera afectar
las utilidades o la calificación crediticia de una entidad de referencia de un derivado que él
había comprado. En este caso, al igual que en el del uso de información privilegiada, es
importante que se establezcan sanciones dirigidas a evitar esta conducta y que la manejen
como una infracción al mercado.
328
Véase, Ley 964 de 2005, Artículo 50
105
Por último, deben recordarse las dificultades que pueden presentarse con los neteos,
las compensaciones y las liquidaciones anticipadas en caso de que una de las partes en un
contrato de derivados OTC entre en un proceso de insolvencia. Asimismo, se señaló como
el principio de finalidad de las operaciones establecido en el artículo 10 de la Ley 964 de
2005 y otras disposiciones legales que permitirían realizar este tipo de operaciones tan solo
son aplicables en los mercados organizados. Con el fin de evitar este tipo de problemas y
los riesgos que esto implica, es importante que las disposiciones legales sean adecuadas
para que el principio de finalidad de las operaciones y las cláusulas de neteo y liquidación
anticipada de operaciones (sobre este último es importante que la norma establezca con
claridad que la disposición es eficaz debido a que, como ya se analizó, pueden presentarse
algunas discusiones sobre el tema) sean posibles en algunas operaciones en el mercado
OTC, incluso cuando una de las partes entra en proceso de insolvencia.
3. Establecer normas que sean aplicables a todos los participantes por igual y evitar el
arbitraje regulatorio:
Se ha señalado la posibilidad que existe en casi todos los mercados de derivados de
crédito alrededor del mundo de realizar arbitraje regulatorio debido a que algunas entidades
están más estrictamente reguladas que otras. Es necesario mantener el equilibrio en el
mercado y evitar que las instituciones menos supervisadas aprovechen esta oportunidad
para obtener utilidades, muchas veces poniendo en riesgo la estabilidad del mercado. Es
conveniente recordar la importancia que tiene la firmeza de este tipo de mercados para la
economía en general, por lo cual los reguladores deben imponer normas similares a todos
los participantes, con el fin de garantizar la solvencia de todos y disminuir la posibilidad de
que haya una crisis sistémica.
Por lo tanto, la necesidad de establecer normas iguales para todos se sustenta en dos
razones: por un lado, la obligación de otorgar a todos los agentes igualdad de oportunidades
y permitir que el mercado sea realmente competitivo y, por el otro, el interés que tiene la
sociedad en que los participantes mantengan cierto nivel de solvencia y se eviten crisis
sistémicas que pueden afectar gravemente el bienestar de todos. Debe destacarse que esta
106
sugerencia es necesaria en todos los niveles, por lo que debería ser tenida en cuenta a la
hora de implementar todas las medidas que se proponen.
a. Eliminar las restricciones que impiden que los Fondos de Pensiones participen en un
mercado de derivados de crédito:
Un ejemplo de lo anteriormente expuesto se encuentra en el Régimen de inversión
de los recursos de los Fondos de Pensiones Obligatorias establecido en la Circular Básica
Jurídica expedida por la Superintendencia Financiera. En efecto, se han analizado dos
disposiciones que impedirían la participación de las mencionadas instituciones en el
mercado de derivados de crédito. Por un lado, se encuentra la prohibición de invertir en
operaciones en las que se establezca la posibilidad de cancelar la deuda con la entrega de
títulos o valores de emisores que entren en incumplimiento de pago mientras que, por el
otro lado, dentro de las operaciones de cobertura permitidas no se encuentran aquellas
destinadas a protegerse contra el riesgo de crédito. Por razones que ya han sido expuestas,
estas disposiciones deben ser eliminadas o modificadas con el fin de evitar el arbitraje
regulatorio, y mejorar la liquidez y profundidad del mercado.
hacerse claridad sobre la forma en que este tipo de instrumentos funcionan para los casos
de entidades no bancarias.
6. Darles a los supervisores las facultades necesarias para asegurar que las entidades de
crédito no empiecen a asumir demasiados riesgos:
Se estudió como los derivados de crédito generaban la posibilidad de que los bancos
otorgaran créditos a sectores que anteriormente se encontraban excluidos del mismo debido
a que tenían un riesgo de crédito más alto. Asimismo se mostraron los peligros que se
generaban pues era posible que el sistema financiero empezara a asumir riesgos demasiado
altos y transferirlos por medio de los derivados de crédito. Se explicó que el mercado
debería ser capaz de regular esto por si sólo. Sin embargo, se hizo mención a la necesidad
que hay que los supervisores y reguladores del mercado establezcan reglas de medición y
contabilización de riesgos para todos los participantes y, asimismo, se planteó cómo debían
asegurarse que se estuvieran cumpliendo las mismas.
108
10. Tomar medidas para manejar el riesgo de liquidez que existe en el mercado:
En algunos apartes del documento se mencionó el riesgo de liquidez que presentan
los mercados de derivados de crédito. En el caso colombiano este tiene gran relevancia
329
Véase, John C. Hull, op. Cit., p. 15
330
Véase, Ibidem, p. 734
110
11. Crear normas e incentivos que permitan una adecuada operación de los fondos de
cobertura en los mercados financieros colombianos:
Se ha analizado como la industria de fondos de cobertura tiene varios beneficios
para la economía y los mercados financieros en los cuales participan. Sin embargo, hay
casos en que pueden generar algunos peligros, por lo que debe establecerse un marco
regulatorio que permita que este tipo de instituciones actúen en los mercados, minimizando
los riesgos que conllevan. Para el caso bajo estudio es importante la existencia de estos
agentes debido a que en los últimos años han sido un motor de crecimiento importante y
112
han ayudado a generar y mantener la liquidez en los mercados de derivados de crédito más
importantes. En el caso colombiano, se ha explicado como los hedge funds no operan pero
debería analizarse la posibilidad de implementar medidas e incentivos tendientes a lograr
que estos participen en los mercados financieros del país.
ilustrar tanto al mercado como a las autoridades sobre las características de éstos
instrumentos, unificando un criterio en torno a éstos, para poder obtener regulaciones
coherentes que versen sobre modelos específicos de contratos y operaciones, fenómeno que
brindará al mercado estabilidad, incentivo primario del inversionista, promoviendo la
inversión en Colombia, país que posee un inmenso potencial de desarrollo el cual es tiempo
ya de comenzar a explotar.”331
331
Juan Pablo Mosquera González y Luís Helo Kattah (Director), op. Cit., pp. 124-125
114
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6. Otros:
- REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. Diccionario de la Lengua Española, Vigésima
Primera Edición, Real Academia Española, Madrid, España, 1992