e la importancia de perpetuar la organización como un recurso
indispensable para alcanzar sus propósitos, formando coaliciones. En estos sistemas la dirección se ejerce de modo que se alternan los roles de acuerdo a las exigencias del entorno, dentro de una estructura mas emergente e informal, caracterizada por normas de pertenencia y códigos generales de comportamiento. En este
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ere a todas aquellas consideraciones que deben tenerse en cuanta a la hora
de tener una determinada estructura que garantice la consecución de metas específicas. En este sentido es importante tener presente que toda forma de organizar un conjunto de personas y las tareas que estas llevan a cabo implica establecer un determinado nivel de eficiencia, esto es, que los objetivos se alcanzarán de la mejor manera posible haciendo
e circunstancia se debe fundamentalmente al hecho de que cada persona
tendrá capacidades más relevantes en un determinado ámbito o área de la actividad humana. Puede decirse que de alguna manera estos roles están ligados con la capacidad que esta persona tiene de realizarlos correctamente y con el menor gasto posible. Así, una organización hará que todas estas personas con capacidades específicas cooperen entre sí para que se alcancen determinadas metas, cada una de ellas aportando desde aquellas disciplinas o actividades que constituyen su principal fortaleza. Es desde esta perspectiva que una organización puede concebirse como un juego de suma
disimiles, existen fuerzas en conflicto y el consenso en la
herramienta fundamental para la adopción de las decisiones. No obstante, a pesar de las contradicciones internas que se generan debido a los disimiles intereses de los participantes, todos ellos reconoce la importancia En la búsqueda de la eficiencia o la eficacia de una organización, es recurrente la necesidad de hacer un análisis de su funcionamiento, lo que también se hace imprescindible para lograr decisiones verdaderamente efectivas, que conduzcan al logro de los propósitos que las animan con eficacia y eficiencia, considerando siempre la protección del entorno medioambiental en que se ubica la organización.
Sistemas Naturales: La organización se asume como una
colectividad cuyos participantes tienen intereses múltiples y disimiles, existen fuerzas en conflicto y el consenso en la herramienta fundamental para la adopción de las decisiones. No obstante, a pesar de las contradicciones internas que se generan debido a los disimiles intereses de los participantes, todos ellos reconoce la importancia de perpetuar la organización como un recurso indispensable para alcanzar sus propósitos, formando coaliciones. En estos sistemas la dirección se ejerce de modo que se alternan los roles de acuerdo a las exigencias del entorno, dentro de una estructura mas emergente e informal, caracterizada por normas de pertenencia y códigos generales de comportamiento. En este tipo de sistema los objetivos son múltiples y conflictivos, por lo que para alcanzar los mismos las decisiones de adoptan por contingencia, buscando eficacia, mas que eficiencia, dando una importancia poco significativa al medio ambiente. Sistemas Abiertos: Constituidos por organizaciones múltiples que interactúan dentro de un campo de actividad especifico, entre las cuales existen estrechos vínculos de colaboración en la adquisición y utilización de los recursos materiales y el entorno tiene una relevante incidencia en los resultados de la gestión organizacional. Estos sistemas se caracterizan porque en ellos interviene un alto número de participantes: accionistas, proveedores, empleados y masas de consumidores. En consecuencia, su estructura social esta significativamente permeada por el mundo exterior, sus creencias y preferencias, lo que condiciona que los objetivos del sistema sean la supervivencia y la legitimización en el entorno, a partir de una continuada adaptación a las exigencias del entorno, el cual tiene en estos sistemas un papel determinante.