Actualmente el mundo laboral se ve regido por diversos esquemas o patrones que permiten

un mejor desempeño de las compañías, esto a través de competencias que permiten que la
eficacia juegue un papel muy importante en la creación de equipos de trabajo, de ahí que las
empresas le apuestan a implementar modelos de equipos de trabajo basados en dos aspectos
a resaltar, la comunicación y la motivación, pero para que esto sea posible se requiere de un
líder que posea “cualidades o carismas”, para direccionar claramente los objetivos de la
compañía.
Todos podemos ser líderes, pero para saber si lo somos debemos identificar ciertas
habilidades o competencias de liderazgo que hayamos logrado desarrollar o que se
encuentren en etapa de desarrollo, las cuales, nos permitirá asumir diferentes roles dentro de
un equipo de trabajo.
Un líder debe estar en la capacidad de entender y aplicar técnicas que le permitan ser claro y
conciso a la hora de dirigir un equipo de trabajo para lograr los objetivos propuestos, para
ello lograr lo anterior, debe ser una persona cada vez más “humana”, con la capacidad de
entender al otro, colocarse en la situación del otro, tener una gran capacidad de escucha, en
otras palabras, caracterizarse por tener una excelente relación interpersonal y velar para que
se dé una comunicación asertiva en su equipo de trabajo, ya que, la comunicación es un
elemento fundamental para el éxito de los resultados esperados, ya que permite al líder tener
claro las dudas e inquietudes, que se vaya presentando en el desarrollo de los procesos.
En la vida cotidiana, los equipos de trabajo se ven expuestos a dificultades y conflictos,
causados por diferentes factores (una mala comunicación, una dirección deficiente, etc.), para
ello, el líder debe estar atento a este tipo de acontecimiento, para lo cual, debe manejar
estrategias en la resolución de conflictos y darle una óptima aplicabilidad, con el fin de no
dilatar dichos percances y así no afectar el tiempo propuesto para alcanzar los objetivos.
Los líderes deben de estar en la capacidad “aprender a desaprender”, ya que esto, es
fundamental en el crecimiento continuo, es el hecho de aceptar nuevas ideologías, y
permitirse corregir aspectos a mejorar.
“El equipo es más potente que la suma de sus partes. La función de un líder no es tener más
seguidores, sino crear más lideres”. (Prof. Santiago Díaz Ayala).
Un componente muy importante de un líder es la visión, lo cual le permite tener una clara
idea de lo que quiere hacer y hacia donde quiere dirigirse tanto profesional como
personalmente y la fuerza para persistir a pesar de los contratiempos y fracasos, un líder
constantemente debe establecer y verificar el cumplimiento de los objetivos propuestos, y
garantizar que el equipo de trabajo haya comprendido claramente los resultados que se desean
alcanzar.
“No hay viento favorable para quien no sabe hacia dónde va”(César Piqueras (coaching))
El liderazgo se centra en hacer del equipo de trabajo una base sólida de conocimientos e
ideales encaminados a un balance de competencias que permitan el mejoramiento continuo
y la eficacia de todos los integrantes del equipo de trabajo.