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Aproximación al Nuevo
Testamento

ANTONIO LLAMAS VELA


nonio I,lanías Vela

Pablo dirige este saludo típicamente judía al Israel de Dios. Esta expresión
gnilica aquellos que creen en Cristo. La apelación no es más étnica sino
;piritual. Pablo no distingue este Israel de Dios de aquellos que se conducen
·)‫׳‬un la regla anunciada (Gál 6, 15), es decir, de aquellos a los cuales les importa
nueva creación en Cristo y no la circuncisión o la incircunsición. Se puede ver
LA CARTA A LOS Ε FES IOS
conjunto de aquellos que creen en Cristo Resucitado y forman el verdadero
1eblo de Dios. Todos aquellos que pertenecen a Cristo son descendencia de
1‫ וי‬aliám, herederos de las promesas e hijos adoptivos de Dios (Gál 3, 29-4,7)261

La Carta a los Efesios es el escrito eclesial por excelencia y unido a la Carta a


los Colosenses presenta una manera singular de contemplar el misterio de Cristo.
La obsesión de Jesús eran no sólo los Doce, sobre los cuales deja instaurada la
nueva forma de vida, sino sobre la Iglesia que con tanto ardor creó en la cruz al
instante de derramar como dice San Juan "sangre junto con agua"(Jn 19, 34). Iil
don del Espíritu se transmitía así a todos y se inició la aventura de amor y del
servicio, de la unidad por el vínculo de la paz.
Así es como los cristianos de aquella hora y de esta nueva singladura
comprendemos la fuente de bendición que es Dios, manifestado en el misterio
fascinante del sacramento del amor cristiano, cuya fuente y figura es el amor
ofrendado y consagrado de Jesucristo a su Iglesia.
Cristo es la cabeza de la Iglesia y ésta es su cuerpo y plenitud de su misterio de
servicio y amor por todos, fundamentalmente por los más pobres y marginados.
La Carta a los de Efeso va sustancialmente unida a la Carta a los Colosenses. Asi
las estudiamos nosotros y al mismo tiempo, saboreamos su contenido, unidos ;11
amor de Cristo por los suyos, para que sea un amor consagrado a la maní !estación
del misterio de su eclesialidad.
La Iglesia es la creación de Cristo, su Esposa, llena de juventud y de limpia
hermosura. Así la quiere Cristo, la impulsa el Espíritu y la desea Dios, que es
quien nos convoca siempre. La Iglesia fundada por la Palabra sigue todos los
avatares de la vida, en este Tercer Milenio de su historia. «Hacer de la Iglesia la
casa y la escuela de la comunión: Este es el desafío que tenemos ante nosotros
en este siglo XXI, si queremos ser fieles al designio de Dios y responder también
a las profundas esperanzas del mundo» 262 . Ella es fiel a la palabra de su Señor
de la que es siei va y profeta, porque anuncia con valentía las Palabras del Señor
Resucitado 1 ;1 Irle‫־‬,!,! csl.i eonligurada por personas tic todas las lenguas, pueblos,
razas ν se e 1 >11 .11111 \. ! η n.u n•‫׳ וו‬..mía pueblo sacerdotal, en virtud del saenlieio

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Aproximación al Nuevo Testamento II

La ciudad parece que fue fundada por las amazonas según la mitología griega.
Las amazonas era un pueblo de mujeres guerreras, pero 10 más probable fue que
la ciudad estaba habitada por tribus indígenas. La ciudad griega fue fundada por
colonos guiados por Androclo, hijo del rey ateniense Codro en el año 1100 a.d.C.
Medio milenio más tarde, hacia el año 550 a.d.C., Creso, rey de la provincia de
Lidia, conquistó la ciudad. Este rey se hizo amar por el pueblo, porque construyó
el templo de la gran Artemisa. Pero pronto, tanto la ciudad, como toda la Anatolia,
cayeron bajo el poder de los persas hasta el año 480 a.d.C. Éfeso se unió a una
alianza griega, la Liga de Délo, pero la ciudad se rebeló el año 442 a.d.C. y
participó con Esparta en la guerra del Peloponeso.
En el año 334 a.d.C. Alejandro el Grande toma el control de la ciudad, como
del resto de Asia Menor. El sucesor, Lisímaco, rediseñó la ciudad en el año 294
a.d.C. e hizo mover la ciudad hacia el templo de Artemisa, cerca del puerto. Aquí
la ciudad permaneció durante los periodos romano y bizantino. Efeso cae después
bajo el control de los sucesivos reinos de los Seleúcidas, de los Tolomeos y al fin
del reino de Pérgamo en el año 190 a.d.C.
En el año 133 a.d.C. Atalo, rey de Pérgamo, dio la ciudad a Roma. La ciudad
permanece bajo control romano, salvo por un breve intervalo en el que el rey
Mitriades VI, rey del Ponto, toma el control de la mayor parte de Asia Menor en
una revuelta contra Roma. El pueblo acoge a Mitriades como un liberador. Pero
él fue derrotado por el general romano Pompeyo en la tercera guerra midriática
el año 69 a. d. C.
El culto más importante de la ciudad era, durante los tres primeros siglos del
Imperio romano, Artemisa Efesia. Era como una relación divina de alianza entre
el pueblo y la diosa.
Pablo parece ser que visita Efeso durante el viaje de Corinto a Jerusalén
(Hech 18, 18-22). Estaba tentado de predicar en Efeso primero, pero había
comprendido claramente que el Espíritu Santo indicaba otras cosas (Hech 16,
6). La predicación de Pablo es bien acogida por los judíos en la sinagoga y les
promete volver. Para continuar la obra dejó a Aquila y Priscila, un matrimonio
judeo-cristiano.
Durante la ausencia de Pablo, llegó un judío de Alejandría que conocía la
tradición de Jesús y comenzó a hablar en la sinagoga (Hech 18, 24-28). Este
hombre, Apolo, lleno de fervor, no había recibido el bautismo cristiano, pero sí
un bautismo unido a la enseñanza de Juan Bautista. Priscila y Aquila lo tomaron
y llevaron a su casa y le expusieron la tradición cristiana. Apolo acogió con favor
su enseñanza y continuó predicando vigorosamente en Corinto.
Después de su llegada a Efeso, Pablo encontró un grupo de doce hombres
no adecuadamente instruidos en la enseñanza cristiana (Hech 19, 1-7) y que no

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Antonio Llamas Vela

singular de Cristo que se ofreció por Ella para que en medio del mundo fuera la
voz y el testimonio, a fin de que resplandezca siempre la verdad.
El Concilio Vaticano ha proclamado con fuerza a Cristo, luz de las gentes,
como la realidad que debe iluminar a todos los hombres con su claridad, que
resplandece sobre la faz de la Iglesia, anunciando el Evangelio a toda criatura,
como tarea y misión universal (L. G. 1).
La Carta a los Efesios es un escrito llamado deuteropaulino. Así opinan
la mayoría de los autores263. Sin embargo, no hay razones suficientes para no
concederle la paternidad a Pablo, porque aunque él no la escribiera de su puño y
letra, pero sí su escuela. Ese círculo de discípulos de Pablo, sabrían exponer en
este escrito su pensamiento, métodos, recursos y procedimientos para explicar
a Jesús, el Cristo. A nosotros nos interesa exponer ahora la Carta a los Efesios,
porque es una verdadera síntesis de teología eclesiológica.

Estudiamos la Carta a los Efesios desde cinco perspectivas. En primer lugar,


describimos cuales son los destinatarios de este escrito. En segundo lugar,
analizamos la estructura externa y la temática de la Carta. En tercer lugar, referimos
algunos problemas históricos y religiosos. En cuarto lugar, contemplamos la
relación de la Carta a los Efesios con la Carta a los Colosenses. En quinto lugar,
exponemos la teología de la Carta a los Efesios.

1. Los destinatarios de la Carta a los Efesios


San Pablo escribe a una comunidad que se encuentra en Éfeso. Nos interesa
conocer algunas características de la ciudad de Éfeso y si el apóstol Pablo fundó
dicha comunidad cristiana.
La ciudad de Efeso estaba situada sobre la costa occidental del Asia Menor,
la actual Turquía, en la desembocadura del río Caistro. Esta floreciente ciudad
portuaria, junto a Roma, Alejandría y Antioquia de Siria, era una de las más
grandes ciudades del imperio romano. El apóstol Pablo pasó casi tres años de su
ministerio en este centro de la vida asiática.

263 BEXOIT, P., Corps, Tete et Pleróme dans les Epitres de ¡a Captivité, en Exégése et Théologie, II (París 1961)
107-153; PERCY, E ‫ " ״‬Z u n den Problemen des K o l o s c r - u n d Ephcserbriefes": ZNW43 (1951-51), 178-194;
BARBAGLIO, G., Pablo de Tarso, 229 y ss; Kuss, O., S. Pablo, o. c., 216 considera al apóstol como autor de
Colosenses, pero no de Efesios. Una bibliografía actual de la Carta a los Efesios es la siguiente: ALETTI, J.
N., Saint Paul. Epitre αιιχ Ephesians. Introduction, traduction et c o m m c n t a i r c (París 2001); ROMANELLO, S.,
Lettera agli Efesini. N u o v a versione, introduzione e c o m m c n t o (Milano 2003): REYXER, CH., L ' Épitre aux
Ephesiens (Paris 2004); M A R T I N , Α . , La tipología adamica nella lettera agli Efesini ( R o m a 2005); S C H L I E R .
H.. La carta a los Efesios (Salamanca 2008): YERHEY. A - HARVARD, J. S.. Ephesians (Lousvillc 2011);
ALETTI, J. N., New Approaches for Interpreting tbe Letters of Saint Paul ( R o m a 2012) 357-378.

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Antonio Llamas Vela

habían recibido el Espíritu Santo. Era claro que Aquila y Priscila no habían tenido
contacto con estos hombres, los cuales decían conocer solamente la enseñanza
de Juan Bautista y de haber recibido su bautismo. Pablo los bautizó, después
de haberlos instruido sobre Jesús. Apenas Pablo les impuso las manos, ellos
recibieron el Espíritu Santo y profetizaban y hablaban en lenguas.
Pablo entró en la sinagoga y enseñó en ella durante tres meses. El cálido
recibimiento que había recibido al principio, se transformó en hostilidad en sus
relaciones por su predicación y fue obligado a abandonar la sinagoga (Hech 19, 8-9).
En este periodo, algunos judíos habían acogido a Cristo. Pablo junto con estos
nuevos creyentes, habló cada día en una escuela de la ciudad, llamada de Tirano.
Muchos tuvieron la oportunidad de escuchar el evangelio. De suyo, Lucas dice
en el libro de los Hechos de los Apóstoles que todos los habitantes de la provincia
de Asia, judíos y griegos, pudieron escuchar la Palabra del Señor (Hech 19, 10).
Pablo hizo uso de esta escuela durante dos años.
La narrativa de Lucas continúa con un episodio importante de hostilidad hacia
Pablo. Un jefe del sindicato local que hablaba sinceramente, llamado Demetrio,
fomentó un dramático tumulto en el teatro para protestar contra la predicación
de Pablo (Hech 19, 23-41). Como artesano de accesorios para el culto de la local
Artemisa, él preveía para sus asuntos de una pérdida significativa de entradas.
Llamó a una reunión a los artesanos de su categoría y de repente personas
provenientes de toda la ciudad se reunieron en el teatro en apoyo de su diosa
patrona gritando: «Grande es la Artemisa de los efesios». Lucas dice que Pablo
dejó Éfeso después de este incidente.
Durante este tiempo en el que toda Asia escuchaba la Palabra del Señor (Hech
19, 10), se establecieron iglesias, no sólo en Éfeso, sino también en Colosas, por
parte de los compañeros de Pablo (Col 1, 7 ) 264.
Efesios está, sin embargo, compuesta en forma de carta, que exige
necesariamente una dirección aunque no se indique como en otras cartas
paulinas, el lugar y los destinatarios. Es posible que la dirección concedida
haya sido ficticia, si la carta no proviene de Pablo. Puede darse que un discípulo
suyo, queriendo superar la falta de una carta de Pablo a la comunidad de Efeso,
unida estrechamente a él, haya dirigido a los Efesios sus reflexiones teológicas,
expuestas bajo forma de carta.
Como la Carta a los Colosenses y la Carta a Filemón, la Carta a los Efesios forma
parte de las Cartas llamadas de la cautividad. Algunos autores creen que esta Carta
podría tener una redacción pseudoepigráfica como realidad más que probable265.

264 PENNA, R., (cd.), Dizionario di ΡαυΙο e del le site lettere (C'incscllo Balsamo, (Milano) 2000) 504-510.
265 ALETTI, J. N., Saint Paul. Epítre aux Ephesicms. Introduction, traduction ct c o m m c n t a i r c (París 2001):
VESCO. J. L . , Le Psautier, o. c., 2 1 3 .

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Aproximación al Nuevo Testamento 11

Otros autores creen que esta Carta fue dirigida a la Iglesia de Laodicea, próxima a
Colosas, en el valle del Lico, como indica la Carta a los Colosenses.

2. La estructura externa y la temática de la Carta


Efesios se presenta como una carta desde la prisión, entre Colosenses y
Filemón 266 . En todo caso, independientemente del juicio sobre la cuestión de la
autenticidad, está colocada junto a Colosenses y tiene semejanzas con esta carta.
La Carta a los Efesios tiene en su inicio, una bendición (Ef 1, 3-14) y una acción
de gracias (Ef 1, 15-23).
El autor de la Carta realiza en esta introducción una relectura del Antiguo
Testamento, sirviéndose de tres términos claves: La elección de Dios, la filiación
porque nos ha elegido en el Hijo y la redención. Esta elección depende de Dios
Padre. Nuestra identidad en Cristo se debe al Padre. En la redención descubrimos
el amor en el que hemos sido elegidos por pura gracia. Esta elección la dona Dios
al Hijo y de El llega a nosotros como amados por Dios.
La acción de gracias se contempla en el horizonte de la fe y la caridad de la
comunidad. Dios hace en los cristianos 10 que ya hizo en Cristo. De ahí que Dios
mismo es el objeto de esta acción de gracias y, al mismo tiempo, es el destinatario
de la oración. Cristo resucitado tiene la supremacía sobre todo 10 creado, porque
Dios mismo puso todo bajo sus pies, constituyéndolo Señor y Cabeza de la Iglesia
(Ef 1, 15-23).
El cuerpo central de la carta tiene cuatro partes bien definidas: La primera
parte describe la salvación es un don gratuito (Ef 2, 1-10). La segunda parte narra
que todos estamos reconciliados con Dios (Ef 2, 11-22). La tercera parte muestra
que Iglesia es el cuerpo de Cristo (Ef 3, 1-21). La cuarta parte de la Carta es la
exhortación: A Cristo a través de la Iglesia (Ef 4, 1 - 6, 20). Al final, el autor
concluye con un epílogo (Ef 6, 21-24).

La primera parte: La salvación como don gratuito (Ef2, 1-10)


En primer lugar, el autor presenta las consecuencias teológicas del hecho
salvífico (Ef 2, 1-10). Esta primera parte de la Carta muestra una síntesis de
la historia de la salvación. Dios es la misericordia y por su amor nos salvó en
Jesucristo y nos resucitó con El. Pero esto debe ser matizado. Hay algunos autores
como H. Conzelmann, biblista protestante, que explica en esta parte de la carta la
doctrina de la Reforma, es decir, la justificación sólo por la fe, sin necesidad de las

2 6 6 CONZELMANN. Η - FRIEDRICH, G., Epístolas ele la cautividad. Texto y Comentario (Madrid 1972).

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obras. Pero las obras no son los actos buenos hechos por la persona, para lograr su
realización mediante su propio esfuerzo. La persona es un ser incompleto que se
va realizando a través de la historia. El sentido de su realización viene concedido
desde Dios, que le ofrece dicho don en la resurrección de Cristo que otorga a
todos la salvación 267 .

La segunda parte: Todos estamos reconciliados con Dios (Ef2, 11-22)


En segundo lugar, el autor continúa usando la técnica judía de la contraposición.
Esta técnica consiste en que la radicalización de las exigencias evangélicas en su
interpretación de la Ley y la excelencia de las realidades de la Nueva Alianza
conduce a los hagiógrafos a oponer o contraponer las exigencias y realidades
del Nuevo Testamento a las del Antiguo Testamento. Este modelo o manera de
interpretar derásicamente el cumplimiento del Antiguo Testamento, 10 designamos
como de oposición/contraposición 268 .
El autor contrapone de una parte la carne (Ef 2, 11) y el Espíritu (Ef 2, 22) que
forma una inclusión. Ella pone a la luz un dinamismo que define la naturaleza
de la nueva creación. Una serie de contraposiciones retoman la contraposición
inicial: falta-adquisición, separación-unidad. De hecho, los gentiles son definidos
en el pasado como una falta, una ausencia que los caracteriza no sobre el plano del
tener, sino del ser. Ellos están sin circuncisión, sin Cristo, excluidos de la promesa,
extraños a la Alianza, sin Dios, sin esperanza (Ef 2, 11-12). Tal definición es
hecha en relación a los judíos, los cuales poseen todas aquellas cosas que les falta
a los gentiles, porque ellos tienen la circuncisión, la Alianza, la esperanza, Dios.
Por el contrario, los cristianos provenientes de los gentiles o del judaismo
están con Dios. Ellos son conciudadanos de los santos y forman un edificio bien
estructurado. El prefijo con, como imagen del edificio desarrollado con vocablos
diferentes, permite presentar las adquisiciones no como cualquier cosa de deber,
sino como una novedad. Si tal enriquecimiento es posible, ello se atribuye
solamente a Cristo. Mediante su obrar, Él abóle todas las divisiones y reconcilia
definitivamente los dos grupos, en un tiempo antagonistas 269 .

La tercera parte: La Iglesia es el cuerpo de Cristo (Ef3, 1-21)


El autor desarrolla esta parte de la Carta en tres pequeñas secciones. La
primera sección, describe la revelación del misterio (Ef 3, 1-13). La revelación
del misterio sucede a través de un hombre, Pablo, prisionero que se manifiesta
como siervo de aquel que le confía la misión de anunciar el misterio revelado.
Este misterio no es otro sino Cristo sufriente. El contenido del misterio son los

267 G O N Z Á L E Z RL‫׳‬IZ, J. M ‫ ״‬El evangelio de Pablo (Madrid 1977) 78.


268 DEL AGUA PÉREZ. Α . , El método midrásico. o. c., 94-95.
269 REYNER. CH - TRIMAILLE, Μ - VANHOYE, Α . , Lettere di Paolo II, O. c., 36-37.

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Aproximación al Nuevo Testamento 11

gentiles, admitidos a la misma heredad, porque son miembros del mismo cuerpo
y partícipes de la misma promesa. El misterio es la Iglesia en cuanto cuerpo de
Cristo. El término misterio evoca una realidad sobre la que se debe observar un
silencio riguroso. Así se usa en los libros de Judit, Ester, Tobit, para significar
el secreto del rey. El libro de Daniel manifiesta el misterio desde una óptica
teológica y Pablo busca ese contexto. El misterio se desvela a todos los hombres
según el designio de Dios.
La segunda sección muestra el amor de Cristo (Ef 3, 14-19). Pablo se dirige
a Dios como Padre y esto permite poner a la luz la estrecha relación entre Dios,
Padre creador y todas las cosas. La paternidad designa la familia que es una
manera de hablar de la Iglesia en la medida que los creyentes se adhieren al
misterio de Cristo.
La tercera sección presenta una acción de gracias a Dios, por parte del apóstol,
porque el mismo señor es una fuerza que llega más allá de donde los creyentes
podemos vislumbrar. Ese Dios es el que está presente en la Iglesia y en Cristo,
siempre. El término amén señala la conclusión de esta parte de la carta (Ef 3,
20-21).

La cuarta parte: La exhortación de la Carta a los Efesios: A Cristo a través


de la Iglesia (Ef 4, 1-6, 20).
Esta parte es una exhortación que el apóstol brinda a la comunidad. Pablo está
en la cárcel por Cristo. Los cristianos de Efeso deben vivir una existencia según
su pertenencia a Cristo, por quien han sido llamados. Pero esa existencia ha de
estar unida y manifestada con las virtudes cristianas propias de la vocación, a
saber: la humildad, la dulzura y longanimidad, conservando siempre la unidad
como vínculo del amor (Ef 4, 1-3).
Todos somos uno en Cristo, pero al mismo tiempo somos plurales, diversos,
distintos unos de otros. Esta realidad nos ha de conducir siempre a la unidad de la
fe, de un solo Señor y de un solo bautismo. Todos los bautizados tenemos un solo
Padre, Dios de todos. Para ello, el autor de la carta describe la imagen del cuerpo
humano que sirve para tratar la unidad y la unión de los cristianos en Cristo,
manteniendo la diferencia necesaria al amor y a la vida (Ef 4, 4-16).
Los cristianos no podemos tener costumbres paganas. El apóstol contempla la
vida de los gentiles, pero los cristianos no deben comportarse como tales. El por
qué es evidente: Los cristianos han escuchado a Cristo y han sido instruidos en la
verdad. Por eso, ahora no se trata de ser autosuficientes, cerrados en sí mismos,
insensibles. Así no podemos tener una vida coherente que rezume a Cristo (Ef 4,
17-19), sino que los cristianos hemos de ser hombres nuevos. El hombre viejo es
aquel que tiene una conducta pagana, es decir, vive según la mentira, la falsedad,

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Antonio Llamas Vela

usurpando a Dios en beneficio propio, construyéndose dioses falsos. El hombre


nuevo es aquel que buscándose a sí mismo y encontrándose con Cristo, a la luz
del mismo Señor, ordena su vida y vive en su existencia una nueva creación (Ef
4, 20-24).
La conducta del hombre nuevo no se sitúa en una utopía, es decir, una realidad
inaccesible e irrealizable por parte del cristiano que aspira al crecimiento y la
madurez en Cristo, sino que se trata, más bien, de estar unido a Dios y establecer
relaciones de comunión con los otros. El hombre nuevo es aquel que es llamado a
vivir la gratuidad revelada en Cristo, es decir, tener relaciones de gratuidad como
Dios en Cristo que nos ama de manera gratuita (Ef 4, 25-32).
Esta exigencia del hombre nuevo debe invitar al cristiano a imitar a Dios. El
apóstol habla de imitarlo por parte de los cristianos, pero los creyentes no sólo
pueden imitar a Dios, sino que esa imitación consiste en caminar en el amor,
siguiendo el modelo de Cristo. Las exigencias del hombre nuevo se manifiestan
mediante el ofrecimiento de sí mismo, en el amor indefectible, sin reservas,
siendo testigos y servidores de ese amor (Ef 5, 1-7).
Ya hemos indicado que Pablo era amigo de contrastes a la hora de explicar
a Cristo, de ahí su ser rabino, aunque era heraldo del Evangelio del Reino de
Dios, manifestado en Cristo Jesús. El rabinato le lleva a usar los procedimientos
y recursos propios de su enseñanza y entre ellos sobresale la técnica de la
contraposición, como ya hemos observado en esta exhortación de la Carta a los
Efesios (Ef 5, 8-10). Sobre todo, a través de las antítesis: eráis/ahora sois; luz/
tinieblas; secreto/manifestado; necio/sabio.
La filiación debe ser entrevista a la luz del Señor. La metáfora de la luz está
unida al bautismo. Pablo invita a los cristianos a ser luz en el Señor (Ef 5, 8).
Algunos autores creen que se trata de un himno bautismal. Así Noack, Schlier,
Noven, Zerwich. Otros autores creen que es un himno escatológico, aunque
siempre vinculado al bautismo 270 .
Ser luz en el Señor modela una conducta muy precisa que produce frutos de
luz, discierne 10 que es agradable al Señor y rompe con la oscuridad, denunciando
obras infructuosas. Ello implica un paso de un viejo estado (oscuridad) a la nueva
existencia 271 . El cristiano es la persona de la vigilancia, por ello debe seguir los
pasos y los caminos de la paz del Señor. Así, su existencia será luz en medio de
las tinieblas del mundo (Ef 5, 8-20).
Como consecuencia de todo 10 anterior, el cristiano debe vivir de manera
nueva su existencia en la fe, en la vida de la comunidad, sobre todo en la vida

270 M O R O N T A R O D R Í G U E Z , M . , Ser luz en el Señor. El símbolo de la luz en Pablo y su significación bíblico-


teológica (Caracas 1986) 128-129.
271 Ibídem, o . c., 141.

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Aproximación al Nuevo Testamento 11

esponsal, donde marido y mujer han de respetarse y amarse entre ellos, porque
ese amor de los esposos prefigura el amor de Cristo por su esposa la Iglesia (Ef
5, 21-33). Del mismo modo, deben ser las relaciones de los hijos y de los padres.
Los unos obedeciendo a sus progenitores y éstos fortaleciendo la personalidad
integral de sus hijos, para que la madurez de su vida y el fortalecimiento de su
fe, hagan de ellos personas cristianas ecuánimes (Ef 6, 1-4). De igual manera, la
exhortación se refiere también a los esclavos y sus dueños, a los que el apóstol
invita al respeto, poniendo a unos y otros bajo la autoridad del Señor, porque Dios
no hace acepción de personas (Ef 6, 5-9).
La exhortación paulina culmina con una llamada al combate y a la lucha
contra el enemigo, el mal del mundo. Para este combate es necesario endosarse
las armas de la verdad, la justicia, blandiendo la espada del Espíritu, esto es, el
discernimiento que nos lleve a una vida auténtica, escuchando la Palabra de Dios,
orando por todos, con el fin de obtener la libertad que nos hace más personas,
coherentes y transparentes para interpretar una vida en Dios (Ef 6, 10-20).
El epílogo (Ef 6, 21-24)
El final de la Carta a los Efesios contiene la noticia del envío de Tíquico, al
que Pablo envía a la comunidad como aquel que dirá de palabra todas aquellas
realidades acerca de Pablo prisionero y, al mismo tiempo, será el que consuele a
los cristianos (Ef 6, 21-24).

3. Problemas históricos religiosos


La Carta a los Efesios contiene una singular imagen del mundo. El mundo
no tiene tres planos (abismo, cielo, tierra) como en el tercer evangelio (Le 16,
23), sino que es contemplado en la línea de máxima, es decir, dividido en dos
partes. Bajo la tierra se encuentra que no hay nada, encima de ella están los cielos,
subdivididos en diversas zonas. En el estrato más bajo habita el diablo y sus
secuaces (Ef 2, 2; 4, 9) y hasta este estrato llegan los hombres, expuestos al
peligro e influencia de estas potencias. En el cielo se encuentra Dios y Cristo
como cabeza de la Iglesia, que se alza hasta el cielo (Ef 1, 21). Los cristianos, en
cuanto «hombres en Cristo», están expuestos al influjo del diablo. Esta imagen
del mundo tiene analogías con determinados escritos gnósticos.
Para la visión gnóstica del mundo hay otro aspecto de importancia central:
Arriba en el espacio aéreo, es decir, sobre el cielo inferior, se encuentra un muro,
que separa el mundo de las tinieblas del mundo de la luz. Sólo el gnóstico sale con
la ayuda del redentor y supera el muro. Entre los estudiosos se discute si algunos

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Antonio Llamas Vela

aspectos de esta idea se encuentran en la Carta a los Efesios. Es verosímil que un


pasaje de la Carta: «Porque El mismo es nuestra paz, quien de ambos pueblos hizo
uno, derribando la pared intermedia de separación» (Ef 2, 14) deba ser explicado a
partir de estos presupuestos272. En Cristo, el muro cósmico está movido y el mundo
llega a ser una unidad para los cristianos (Ef 1, 23). Cristo se extiende desde el cielo
hasta la tierra como un cuerpo. Por ello, los cristianos aunque sometidos al influjo
de las potencias, sin embargo están preparados para conocer la victoria con certeza.

4. La cuestión del autor y la relación de Efesios con Colosenses


Efesios fue una carta escrita por Pablo (Ef 1, 1). Muchos son los autores que
defienden que la Carta a los Efesios es de San Pablo273. Pero en la actualidad,
se discute sobre la certeza de este dato. La carta no sólo contiene pensamientos
teológicos nuevos en relación con las otras cartas paulinas, sino en algunos
casos, el sentido de los términos usados aquí están notablemente modificados.
La intentona de H. Schlier de ver en esta carta una obra de la vejez de Pablo
resulta vana 274 . Es inconcebible que Pablo, poco después de la composición de
la Primera Carta a los Corintios o de la Carta a los Romanos haya cambiado sus
perspectivas desde el inicio, sobre todo en la eclesiología y en la escatología. Los
principales argumentos en contra de la autenticidad paulina son las divergencias,
tanto lingüística y estilística como de contenido 275 .

Para el problema de la autenticidad de Efesios es importante la clarificación de


la relación entre esta carta y Colosenses. Hay entre una y otra numerosos puntos
de contacto, pero hemos de ver si hay una dependencia directa o a cual de las dos
se le atribuye la prioridad cronológica.
Algunos lugares de la Carta a los Efesios (Ef 1, 1; Col 1, 1; Ef 6, 21; Col 4, 7)
son explicables sólo presuponiendo que sean en efecto, una dependencia directa.
Lo mismo decimos de otros pasajes (Ef 1, 15 - Col 1, 4. 9; Ef 1, 7. 20 -Col 1, 14-
20; E f 2 , 20; 3, 1 7 - C o l 2, 7; Ef 1, 1 9 - C o l 2, 12; Ef 3, 2 - C o l 1,24).
De un análisis detallado de estos pasajes se pueden deducir las siguientes
conclusiones:
1. Es imposible que las dos cartas hayan salido independientemente la una de
la otra.

272 TOSAUS, J. P , Cristo y el universo (Salamanca 1995) 132-143.


273 Ibídcm. o . c., 26-28.
274 SCHLIER, H.. Der Briefan die Epheser. Ein Kommentar (Dusseldorf 1965).
275 TOSAUS, J. Ρ., Cristo, o. c 2 6 - 4 5 ‫״‬ .

150
Aproximación al Nuevo Testamento 11

2. La prioridad se atribuye a la Carta a los Colosenses, que se refiere


concretamente a una comunidad y sus problemas, mientras que la Carta a los
Efesios, no nos es posible saber con exactitud la fecha de su composición. Con
todo, Efesios constituye también la reelaboración en 10 que concierne a datos
fundamentales de la Carta a los Colosenses, en la que es posible ver un cierto
desarrollo de la perspectiva teológica. Y al mismo tiempo, resulta definitivamente
claro que la Carta a los Efesios no puede haber sido escrita por Pablo,
independientemente del hecho de que él haya escrito la Carta a los Colosenses.
Algunos autores creen que Efesios es de comienzos del siglo segundo de la era
cristiana276. Nosotros no desdecimos esta opinión. Una cosa es que Efesios haya
sido redactada definitivamente a inicios del siglo II d. C. y esto nos parece posible,
dado que el canon del Nuevo Testamento no cristaliza definitivamente hasta el
año 160 d. C. Y otra cosa es que la Carta a los Efesios sea un escrito de la escuela
paulina, esto es, escrita por discípulos de Pablo. El apóstol está prisionero, pero
sus discípulos envían a la comunidad cristiana de Efeso este texto con rasgos
eminentemente eclesiales que muestran el misterio de Cristo, como Cabeza y
Esposo de su Esposa, es decir, la Iglesia.

5. La teología de la Carta a los Efesios


Efesios no es una carta en sentido propio, sino un tratado teológico revestido
de forma epistolar. El tema principal es la eclesiología. Cada vez que el apóstol
se refiere al hecho de la salvación, menciona a la Iglesia y ésta adquiere una
importancia relevante (Ef 1, 22; 2, 14-18; 3, 5. 9; 4, 4-6; 5, 25). El término
Iglesia usado en estos lugares, significa no la comunidad singular, sino la Iglesia
universal que tiene como fundamento los apóstoles y los profetas (Ef 2, 20).
La perspectiva jerárquica está basada sobre el reconocimiento de la tradición
y desarrolla un papel esencial en Efeso. Los apóstoles y los profetas son los
destinatarios de la revelación de Dios (Ef 3, 5). La Iglesia, por su parte, es la
mediadora divina de la sabiduría en su relación con las potencias cósmicas (Ef 3,
10). La Carta a los Efesios contiene en muchos pasajes algunos motivos gnósticos
y se puede decir que la gnosis influye en el conjunto de su teología.
La teología de Efesios no está mediatizada por la gnosis. Una realidad es el
intrusismo gnóstico en el seno de la comunidad y otra muy distinta que la teología
dependa exhaustivamente de esta corriente filosófica. Esto puede valer para la
imagen del mundo, no para el misterio de Cristo, es decir, para una verdadera
cristología neotestamentaria.

276 Así VIDAL, S., Las cartas originales de Pablo (Madrid 1 9 9 6 ) O. C., 16.

151
Antonio Llamas Vela

Cristo es la cabeza del cuerpo de la Iglesia y en la Carta a los Efesios está


presente en el misterio de la eclesialidad. La Iglesia es la fundación de Cristo
donde tiene la primacía y el señorío porque es el Señor. La Iglesia es la familia
de los hijos de Dios (Ef 2, 19-21). La Carta a los Efesios centra la actividad
salvífica de Cristo en la Iglesia, amada por El con un amor oblativo, santificada
y purificada con el baño del bautismo, convertida en su esposa joven y bella,
alimentada continuamente por Él (Ef 5, 2 5-29) 277 .
La cristología aparece en nuestra Carta y el Apóstol realza a Jesús como
Mesías e Hijo eterno de Dios (Ef 1, 2; 3, 6). Cristo es descrito en nuestro escrito
como el Hijo Preexistente (Ef 1, 4), porque existía antes de la creación del mundo
y Dios, a través de El, bendice al mundo y en éste a las personas (Ef 1, 17). Dios
es nuestro Padre (Ef 2, 18; 3, 14-16; 4, 6; 5, 1. 20). Cristo es el Señor, exaltado
y el hombre nuevo (Ef 1, 20-23). Por tener esta cualidad en sí mismo es dador de
dones (Ef 4, 7-13) y posee una serie de prerrogativas que San Pablo realza en este
escrito (Ef 3, 19; 5, l-2,25-27) 278 .

6. Las alusiones a los Salmos


La Carta a los Efesios contiene una citación explícita de los Salmos (Ef 4, 8) y
muchas citaciones implícitas (Ef 1, 20-22; 2, 10. 20. 22; 4, 26; 5, 2). Hay algunas
expresiones y temas que podrían inspirarse en el Salterio. Citamos por ejemplo
los ojos iluminados del corazón (Ef 1, 18), la construcción bien trabada (Ef2, 21),
la morada de Dios (Ef 2, 22). Pablo relee la enseñanza de un salmo sobre la cólera
que no debe ir al pecado. Él se apoya en una nueva realidad, los cristianos llegan
a ser miembros los unos de los otros (Ef 4, 26). Nosotros somos obra de Dios (Ef
2, 10), de quien toma nombre toda familia (Ef 3, 15)279.

En el salmo el apóstol lee el anuncio de la sesión de Cristo a la derecha de


Dios (Ef 1, 20) y de la puesta de todo bajo sus pies (Ef 1, 22). Por su sangre,
Cristo se muestra próximo a aquellos que están lejos (Ef 2, 13). Él es la piedra
angular de la nueva construcción que es la Iglesia (Ef 2, 20). Él es el que sube al
cielo para otorgar dones a los hombres (Ef 4, 8). Él se ofrece como víctima (Ef
5, 2). Él ha querido presentarse a Él mismo, la Iglesia como una esposa sumisa y
purificada (Ef5, 24. 27)280.

2 7 7 BARBAGLIO, G . , S. Pablo, o. c., 2 3 9 .

2 7 8 FEE, G. D., Paitline Christology. A n E x c g c t i c a l - T h e o l o g i c a l Studv ( M a s s a c h u s c t t s 2 0 0 7 ) 3 3 9 - 3 6 3 .


2 7 9 J. L. VESCO, Le Psautier, o. c., 213-214.

2 8 0 P a r a estas c i t a c i o n e s implícitas y los t e m a s y e x p r e s i o n e s s á l m i c a s r e m i t i m o s a los lectores a la obra m e n -


c i o n a d a VESCO, J. L ..Le Psautier, o. c 1 218-23 ‫״‬ .

152
Aproximación al Nuevo Testamento 11

Enseguida explicamos la cita explícita releída a la luz del misterio de Cristo


del libro de los Salmos. Se trata de Cristo glorificado que sube al cielo y concede
a los hombres una serie de dones para que sean ejercitados en la comunidad de los
creyentes, es decir, en la familia de los hijos de Dios que es la Iglesia.
Cristo ha otorgado dones a los hombres (Ef 4, 8; Sal 68,19).
Después de haber exhortado a sus colaboradores a vivir según la llamada
recibida, en la humildad y en la unidad, Pablo afirma que no hay sino más que
un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y padre de todos,
que reina sobre todos, actúa en todos y habita en todos. La gracia es donada
a cada uno según la medida del don de Cristo (Rom 12, 3; 2 Cor 10, 13), es
decir, una plena medida desbordante (Ef 4, 1-7). Para fundamentar esta última
afirmación relee una cita del libro de los Salmos (68, 19). El apóstol introduce
esta realidad mediante la fórmula: Por lo cual dice. Esta fórmula se encuentra en
un pasaje de la Carta a los Efesios (Ef 5, 14), donde podría tratarse de una cita de
un himno cristiano antiguo inspirado del libro de Isaías (Is 26, 19; 51, 17; 60, 1).
La Carta a los Romanos (Rom 15, 10) y la Carta a los Gálatas (Gál 3,16) leen de
manera idéntica: Por lo cual dice. Esta misma fórmula se encuentra en la Carta
de Santiago (Stg 4, 6). También se repite en la Carta a los Hebreos (Hb 3, 7). En
la Carta a los Efesios se puede suplir: El Señor dice o la Escritura dice.
El texto hebreo se traduce: Subiste a la altura conduciendo cautivos, recibiste
tributo en hombres y en rebeldes, para quedarte en tu mansión, Yahvé Dios (Sal
68, 19). Pero el sentido queda oscuro. La cita que hace Pablo no sigue la versión
de la Biblia griega, donde también aparece de manera oscura, porque traduce:
Tú subiste hacia la altura, tú has hecho cautiva a la cautividad, tú has concedido
dones a los hombres, por lo mismo habitas en los rebeldes.
Pablo como buen rabino que explica a Jesús, se sirve de una interpretación
judía del Salmo mencionado. En Aquel que sube a las alturas concediendo dones
a los hombres, Pablo reconoce a Cristo, donde la tradición judía veía a Moisés. El
autor de la Carta a los Efesios identifica los predicadores del Evangelio con los
dones dados a los hombres que la tradición judía contempla en las palabras de la
Ley. El apóstol establece un paralelismo entre Moisés y Cristo, entre la Ley y el
Evangelio 281 .

La lectura de esta Carta nos dará la impronta y el sello de su mensaje. Leer


la carta a los Efesios también supone ir tras las huellas de la Iglesia primitiva.
Contemplar a Cristo en su misterio, observarlo en sus acciones, sentir la
necesidad de comprender el mensaje cristiano a través del acontecimiento Cristo
Jesús. Y todo para ser luz en el Señor (Ef 5, 8). Ese es el compromiso que nos
deja este escrito. Ser luz en el Señor es dejarnos iluminar por Cristo (dimensión

2 8 1 VESCO, J. L . , Le Psautier, o . c., 2 1 7 .

153
Antonio Llamas Vela

cristológica) y hace que se realice una transformación en el creyente. El ser luz en


el Señor (nivel existencial) conlleva el caminar como hijos de la luz (nivel ético),
para llegar a la herencia de los santos en la luz (nivel escatológico).

154
LA CARTA A LOS COLOSENSES

La Carta a los Colosenses va unida inseparablemente a la Carta a los


Efesios 282 . Sus similitudes y su contenido en algunos aspectos reiterativos nos
hacen unir ambas cartas. Luego, la crítica, tanto interna como externa, dicen que
no son escritos que se basen en la pluma de San Pablo, sino más bien de sus
discípulos. Sea 10 que fuere, nos encontramos con otra de las cartas con más
sabor eclesial del ministerio apostólico de Pablo como creador de comunidades,
a las que tanto animó por llevar la luz de Cristo, frente a todas las falsas doctrinas
y los argumentos de los herejes que se introdujeron en la vida y actividad de la
comunidad cristiana.
Hay autores que piensan que esta carta a los cristianos de Colosas es de Pablo,
aunque la comunidad no la fundara el Apóstol. La fundación de la comunidad
cristiana se debe al convertido colosense Epafras, compañero inseparable de
Pablo en la prisión y es el que mantiene viva la unidad de la comunidad, mientras
su apóstol preferido está preso 283 .
Colosas era una ciudad de Frigia, se encuentra en el valle del Lico (Asia
Menor) en las cercanías de Laodicea y Hierápolis (Col 4, 13). La población de
Colosas es políglota, como Pablo. Se usa el griego en la ciudad, pero se habla
igualmente el dialecto lidio (propio de Sardes y Tiatira) y el de Pisidia.
Las comunidades en esta zona no han sido fundadas por Pablo, pero la conexión
con él debió ser muy estrecha. El final de la Carta a los Colosenses muestra que las
cartas destinadas a él debían ser circulares entre varias comunidades (Col 4, 17).
Nuestra aproximación al estudio de la Carta a los Colosenses la dividimos en
cuatro aspectos fundamentales. En primer lugar, exponemos una descripción de

282 Una bibliografía actual de la Carta a los Colosenses es la siguiente: B A R T H , Μ - B L A N K E , H . , Colossians


(Londres 1 9 9 4 ) ; C A S S I D Y . R. J ‫ ״‬Pablo encadenado (Barcelona 2 0 0 4 ) 1 2 8 - 1 4 7 ; W I L S O N , R. Μ., A Critica¡
and Exegetical Commentaiy on Colossians and Philemon (London - N e w York 2 0 0 5 ) ; M E Y E T H O M P S O N ,
M ‫״‬ Colossians & Philemon (Michigan 2 0 0 5 ) : F E E , G . D . Panline Christology, 2 8 9 - 3 3 8 ; ALETTI, J. N ‫״‬

Leítera ai Colossesi (Bologna 2 0 1 1 ) ; A L E T T I , J. ‫ א‬. , New Appmaches, o. c., 3 1 1 - 3 5 7 .


283 Kuss, O., S. Pablo, o. c 2 1 6 ‫״‬ .

155
Antonio Llamas Vela

la ciudad de Colosas. En segundo lugar, descubrimos la estructura de la Carta a


los Colosenses. En tercer lugar, explicitamos algunas características de la Carta y
acerca de la autoría. En cuarto lugar, contemplamos la teología de la Carta a los
Colosenses. En quinto lugar, mencionamos las citaciones de los Salmos que usa
el Apóstol en dicha carta.

1. La ciudad de Colosas
Colosas, ciudad de la Frigia, estaba situada en el valle del Lico, sobre la vía
principal que une Éfeso con Iconio, un centro comercial muy frecuentado. La
ciudad distaba ciento sesenta kilómetros de Éfeso, en Frigia, en la moderna Turquía.
Su fértil valle producía abundantes cosechas de higos y aceitunas. Se encontraba
dicha ciudad sobre la vía principal que de Éfeso y Sardes llevaba hasta el Eufrates.
Durante los siglos IV y V a.d.C. era muy populosa, amplia y rica284. En el tiempo
de Pablo, la ciudad estaba en ventaja con su vecina Laodicea que había llegado
a ser el centro administrativo de la región. Los habitantes estaban configurados
fundamentalmente por indígenas frigios y colonos griegos, durante la primera
mitad del siglo II a.d.C. Dos mil familias de Babilonia y de Mesopotamia habían
sido llevadas como colonos en Lidia y Frigia por Antíoco III, según nos relata
Flavio Josefo en su obra las Antigüedades Judías (12, 3. 4). Colosas, en el tiempo
del Apóstol, era un centro cosmopolita en el que se mezclaban diversos elementos
culturales y religiosos.
La evangelización de la ciudad parece ser contemporánea a la estancia de
Pablo en Éfeso, en los años 52-54. Epafras, oriundo de Colosas (Col 4, 12)
compañero de Pablo (Col 1, 7-8) es quizás el promotor. La evangelización,
a partir de Éfeso, se realiza al contrario, comenzando por las ciudades más
lejanas como Colosas, alrededor de doscientos kilómetros y no de las más
cercanas como Trallas o Magnesia del Meandro. Lejanas geográficamente,
estas ciudades son sin embargo vecinas unas de las otras económicamente por
motivo del comercio de tejidos de lo que todas viven. Colosas era conocida por
sus lanas negras. La comunidad judía es muy activa en este campo desde hacía
más de un siglo.
La población de Colosas es políglota, como el mismo Apóstol San Pablo. En
la ciudad se usa el griego, pero igualmente se habla el dialecto lidio, propio de
Sardes y Tiatira y el dialecto de Pisidia. La intensa circulación entre estas ciudades
está favorecida por las corporaciones. Pablo sabe aprovecharse de este dato.

284 HAWTHORNE. G. F - MARTIN R . Ρ - REÍD, D . G., Dizionario di Ραυίυ e clelle sue 1ettere (Cincscllo Balsamo
(Milano) 1999) 273-274.

156
Aproximación al Nuevo Testamento II

Hacia el año 60-61 un terremoto destruye no solo Colosas, sino también


Laodicea y Gerapolis. Esta última se reconstruye rápidamente, mientras Colosas
no llega de nuevo a ser ciudad hasta la segunda mitad del siglo segundo de
Cristo285.

2. La estructura de la Carta a los Colosenses


La estructura de un escrito tan pequeño como el que nos ocupa, viene
determinada por varios factores. Primero, la lectura reiterada del escrito dará al
lector una visión amplia del mismo. Segundo, al ser una estructura un sistema de
relaciones entre sí y entre todas y cada una de sus partes, el lector debe distinguir
sus unidades, las palabras claves, la gramática, la sintaxis, así como los contenidos
del escrito. Todo ello hará posible determinar después sus significados y 10 que es
más importante, el mensaje religioso que encierra dicha Carta. Nosotros, después
de haber leído nuestra Carta, hemos realizado la siguiente estructura: En primer
lugar, el autor expone el saludo inicial (Col 1, 1-2). En segundo lugar hay una
acción de gracias por la propagación del Evangelio y el crecimiento espiritual
de la comunidad (Col 1, 3-14). En tercer lugar, el autor presenta el himno
cristológico (Col 1, 15-20) y la conclusión de la acción de gracias (Col 1, 21-
23). Luego aparecen las tres partes centrales de la Carta: La primera parte versa
acerca del ministerio de Pablo en Colosas (Col 1, 24-2, 5). En la segunda parte el
autor muestra la fe en Cristo (Col 2, 6-3, 4). Y la tercera parte es la exhortación
de nuestro escrito, donde el autor expone cuál es la norma de comportamiento
cristiano para seguir a Cristo (Col 3, 5- 4, 6). Al final de la Carta hay un epílogo
con algunas noticias y los saludos finales para la comunidad (Col 4, 7-18).

El saludo inicial (Col 1, 1-2)


La Carta comienza con un saludo en el que Pablo tiene como hermano a
Timoteo, el cual es nombrado solamente en el inicio de nuestro escrito. Parece
ser que el redactor menciona a Timoteo porque la comunidad de Colosas sabe
que su misionero, Pablo, no está solo en la prisión, sino que es muy posible que
le acompañe Timoteo.
Timoteo es mencionado en algunas cartas paulinas (1 y 2 Tes; 2 Cor; Flp, Flm).
Los dos hombres se diferencian en algunas características. Pablo es el apóstol de
Cristo, por voluntad de Dios, mientras Timoteo es el hermano. Es la primera vez
que los destinatarios de una carta son llamados hermanos en el saludo. Sin lugar
a dudas, el término hermanos nos envía a aquello que es el fundamento de la
fraternidad, la fe. El apóstol se presenta como el enviado de Cristo Jesús, pero la

285 REYNIER, C — TRJMAILLE, M - V A N H O Y E , Α . , Lettere ΙΓ, O. E., 127-128.

157
Antonio Llamas Vela

calificación de su vocación no le impide estar rodeado de otras personas, como


Timoteo, que participan con él en el anuncio del Evangelio. Los saludos de gracia
y paz están presentados en función de su origen: Dios, Padre nuestro286.
La acción de gracias por la propagación del Evangelio y el crecimiento
espiritual de la comunidad (Col 1, 3-14).
La acción de gracias es constante y está apoyada por la unión con Cristo y
el amor fraterno que son como los cimientos del cristianismo. La evocación de
la fe desemboca en la esperanza y tiene como consecuencia la proclamación del
Evangelio. La Buena Nueva ha sido difundida por Epafras, oriundo de Colosas,
al que se debe el conocimiento del Evangelio en la ciudad, porque fue él quien
10 enseñó a la comunidad cristiana. Epafras es llamado ministro fiel de Cristo, es
decir, diácono.
Sin el anuncio de la Palabra no hay esperanza. El evangelio anunciado entre los
colosenses los ha transformado, para que a su vez lleguen al pleno conocimiento
de la voluntad divina. Ello les proporcionará crecer en el saber de Dios, siendo
constantes, pacientes, dando gracias al Padre con alegría, por medio de Cristo que
les otorgó la salvación.

El himno cristológico (Col 1, 15-20)287.


No pretendemos hacer una exégesis del himno cristológico, pero si indicar la
impronta que dicho himno tiene para la cristología. El himno tiene dos partes.
La primera de ellas contiene una serie de términos aplicados a Cristo, tales como
Hijo eterno de Dios, Creador y Señor de todo, imagen de Dios (Col 1, 15-18
a). Mientras que la segunda parte describe a Cristo como la Cabeza de la nueva
creación, de la Iglesia, subrayando el hecho de la Encarnación y la Redención
(Col 1, 18 b-20).
Cristo es manifestado en este himno como la auténtica revelación del
Padre. Cristo es el primogénito de toda la creación y así, el apóstol subraya la
preexistencia de Cristo, anterior a toda realidad creada. Este aspecto supone un
gran alcance para la cristología 288 .

La conclusión de la oración de acción de gracias (Col 1, 21-23).


Esta conclusión es muy práctica para la comunidad. El apóstol subraya que
sin Cristo, ellos no son nada, serían como extranjeros y, por tanto, enemigos de
Dios; estarían separados de Dios y existiendo en la ignorancia de su presencia.
Por ello, Pablo invita a la comunidad a la vivencia de tres actitudes netamente

286 Ibídcm, 132.


2 8 7 ALETTI, J. N., Letrera ai Colossesi, o. c., 85-109.

288 FEE, G. D ‫ ״‬Pauline, o. c 2 9 5 - 2 9 8 ‫״‬ .

158
Aproximación al Nuevo Testamento II

cristianas: Ser santos e irreprensibles ante Él. Para ello necesitan de la fe como
fundamento de una vida cristiana auténtica. Esa fe se apoya en la esperanza tal
cual la proclama el Evangelio que el mismo Pablo les predicó.

Las tres partes centrales de la Carta a los Colosenses: (Col 1, 24-2, 5; Col 2,
6-3, 4; Col 3, 5- 4, 6).
La primera parte: El ministerio de Pablo en Colosas (Col 1, 24-2, 5).
Esta primera parte consta a su vez de dos subpartes. La primera subparte narra
el ministerio servidor de Pablo entre los colosenses. El combate de Pablo consiste
en un anuncio, una pena y una lucha, por un objetivo único: La revelación del
misterio (Col 1, 26-28). Este misterio no tiene nada que ver con el concepto de
misterio en las religiones mistéricas del mundo oriental. Etimológicamente la
palabra misterio significa silencio. Concretamente en nuestra carta, el misterio se
refiere a la salvación realizada por Cristo y manifestada a todos los cristianos, a
los que el apóstol llama santos. Este anuncio no es de orden filosófico, sino que
se inscribe en la exigencia propia de la fe cristiana que tiene la misión ineludible
de proclamarlo 289 . En los escritos paulinos, el misterio siempre se relaciona con
un aspecto desconcertante e inesperado del Evangelio, aspecto que Dios tenía
escondido en sí por los siglos, hasta el momento presente de su revelación. En
nuestra Carta a los Colosenses, el misterio califica el don que Dios ha realizado en
Cristo en medio de los gentiles. Por eso, Cristo es la esperanza de la gloria (Col 1,
27). Pablo anuncia a Cristo, pero también educa en el comportamiento de Cristo.
Se trata de que cada uno sea una persona perfecta en Cristo (Col 1, 28). A esto
se dedica el apóstol con toda su fuerza y energía. Es una tarea y una lucha que se
fundamenta en el poder de Cristo Resucitado (Col 1, 24-29).

La segunda subparte describe cual es el fin del combate llevado a cabo por
Pablo. Este combate no es por unos pocos, los de Laodicea o los de Colosas,
sino por todos los creyentes, conocidos y desconocidos. El objeto de la lucha es
Cristo, pero para esta lucha es necesaria la unión con Cristo y con todos, en una
misma fe y un mismo amor.
Esta lucha de Pablo permite a los cristianos entrar profundamente en el
conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo, en el cual están escondidos
los tesoros de la sabiduría y del conocimiento (Col 2, 3). La lucha de Pablo es
aquella del testigo encargado de dar a conocer al mayor número de personas,
al único Resucitado. Su combate no se fundamenta en palabras, sino que es un
combate por la vida en Cristo. El mismo apóstol participa de los padecimientos
del Señor y sabe cómo debe educar a la comunidad creyente, en la libertad.

2 8 9 L I AMAS. Α . , " M i s t e r i o " en: FERNÁNDEZ R A M O S , F . , (dir.), Diccionario de Jesús de Nazaret (Burgos 2001)

839-846.

159
Antonio Llamas Vela

La segunda parte: La fe en Cristo (Col 2, 6-3, 4).


El desarrollo de esta segunda parte de la Carta a los cristianos de Colosas
consta de cuatro pequeñas subpartes (Col 2, 6-8; 2, 9-15; 2, 16-19; 2, 20-3, 4)).
La primera subparte describe la invitación que reciben los cristianos de Colosas a
dejarse seducir por otros maestros ajenos a la comunidad cristiana. Los colosenses
cristianos estaban imbuidos por algunos maestros ajenos a la comunidad cristiana
que pretendían vaciar de contenidos la fe cristiana, con criterios que no pertenecen
al sentir verdadero de Cristo. El apóstol rechaza todo aquello que quiera sustituir a
Cristo o relativizar el pensamiento cristiano. El error de los cristianos de Colosas
es unirse a cierta filosofía que perturbaba su nitidez cristiana, apartándolos de
Cristo e invitándoles a sustituir a Cristo con otras ideas extrañas u hostiles. Esta
filosofía se inspira en tradiciones humanas y en los elementos del mundo. Pablo
nunca condena las tradiciones humanas, si ellas no se oponen a Cristo, porque no
pretenden ser el fundamento de su existencia. Lo que sí rechaza es a los falsos
maestros que se han introducido en la comunidad de Colosas. Y al hablar de los
elementos del mundo, pudiera referirse a los elementos que configuran un tratado
de cosmología: El fuego, el aire, el agua, la tierra, tienen importancia, pero nunca
los elementos del mundo pueden sustituir a Cristo (Col 2, 6-8)290.
La segunda subparte describe la incorporación de todos los cristianos en el
misterio de Cristo. Los de Colosas están llenos de Cristo, porque han recibido el
Evangelio del reino. Ello les implica y los inserta en el misterio vivo de Cristo,
participan de su divinidad y están invitados a llenarse del mismo Cristo y adquirir
una comprensión plena del Señor. Los colosenses están insertados en Cristo desde
el bautismo. El bautismo significa estar sepultados con Cristo, pero ellos serán
resucitados en virtud de la fe en el Señor de la vida.
En Cristo, Dios ha anulado la nota de cargo por nuestros delitos. Pero Cristo es
el que obtiene la nulidad de las culpas. Es el rey victorioso a partir de la cruz, que
aparece ante el mundo como el suplicio de los malditos, porque Cristo muere de
manera libre y obtiene su victoria sobre la muerte con la audacia propia de ser el
Hijo de Dios. Cristo no lucha contra las potencias porque ellas no son superiores a
Cristo, sino que El las vence291. Esto permite recordar a los colosenses que ningún
adversario, ningún intermediario, nadie en definitiva, puede entrometerse en la
realidad de los cristianos y el mismo Cristo. Jesús es el verdadero reconciliador y
el creador de todas las cosas. Nadie puede separarse de El, porque El ha vencido
a estas potencias y ha expoliado todo poder y todo dominio del mal sobre la
humanidad. La cruz es el signo de reconocimiento y quita todo equívoco de su
gloria (Col 2, 9-15)292.

290 REYNIER, C - TRIMAILLE, Μ - VANHOYE, Α . , Lettere, o. c., 149-150.


291 BARTH, Μ - BLANKE, H., Colossians, O. C., 373-378.

292 REYMER, C - TRIMAILLE, Μ - VANHOYE, Α . . Lettere. o. c., 150-155.

160
Aproximación al Nuevo Testamento II

La tercera subparte manifiesta de manera clara cómo los cristianos son


liberados con relación a los mandatos y leyes. Las expresiones como fiesta anual
o de novilunio o de las semanas son muy frecuentes en el Antiguo Testamento y
en la literatura judía 293 . Ellas han tenido su propio valor en la historia de Israel,
pero, en la presencia de Cristo, dichas fiestas llegan a ser superfiuas. Cristo es el
que da sentido a todas las cosas. De ahí que los cristianos no deben abandonar su
fe en Cristo, para volverse a prácticas superadas o extrañas a la fe. El autor de la
Carta dice que las prácticas ritualistas impuestas por los falsos doctores, a saber:
La abstención de ciertos alimentos, la observancia de las fiestas y el culto a los
ángeles, carecen de sentido. Todos ellos han sido constituidos en familia de Dios
y tales prácticas carecen de valor y de un auténtico sabor cristiano294. Cristo es el
juez y la medida de todas las cosas y el único mediador entre Dios y los hombres
y nada podemos esperar fuera de El (Col 2, 16-19).
La cuarta subparte narra cómo el autor se dirige a los de Colosas, diciéndoles
que no desprecien la sabiduría, como tampoco deben ignorar y despreciar el
alimento y la sexualidad para la vida de la persona. Ellos deben interiorizar a
Cristo, de ahí que no deban dejar engañarse por las apariencias de otras religiones,
en las que sus instigadores elaboran su propia doctrina, mostrando un misterio en
el que está excluido Cristo, sino todo 10 contrario, Cristo pertenece a la esfera
de la divinidad y los cristianos deben aspirar a las cosas de arriba, donde se
encuentra Cristo, no a las realidades pasajeras de la tierra. Como Cristo ocupa
un lugar trascendente en la tierra y en los cielos, ellos deben estar en Cristo, el
Mesías de Dios, su vida les ha sido revelada y también El mismo se les revelará
en su gloria (Col 2, 20, 3, 4).

La tercera parte: La norma de comportamiento cristiano para seguir a Cristo


(Col 3, 5 - 4 , 6).
Esta parte exhortativa de nuestra Carta tiene como tres subpartes (Col
3, 5-17; 3, 18- 4, 1; 4, 2-6). La primera subparte consta de una serie de
recomendaciones dadas por el apóstol para que los cristianos tengan una
conducta ética, apropiada a la fe y a las costumbres cristianas. El apóstol señala
dos clases de vicios. Los primeros afectan a la idolatría y hace a las personas
esclavos de la carne y del dios dinero. Son las fornicaciones e impurezas,
los deseos desenfrenados, la avaricia, la idolatría. Los segundos vicios son
los que miran los pecados contra el amor y deterioran la vida comunitaria y
social: La cólera, la ira, la maldad, la maledicencia y las obscenidades, las
palabras groseras y la mentira. Estos son los vicios del hombre viejo. Por ello,
Pablo les invita a revestirse del hombre nuevo que se transforma en imagen de

293 RODRÍGUEZ CARMONA. Α., La religión judia. Historia y teología (Madrid 2001) 681-693.
294 PÉREZ RODRÍGUEZ, G., " C o l o s e n s e s " en: W , Comentario al Nuevo Testamento (Estella (Navarra) 1995)

558-559.

161
Antonio Llamas Vela

Dios. Este hombre nuevo es aquel que se reviste de entrañas de misericordia,


de bondad, de humildad, de mansedumbre y paciencia, soportándose unos a
otros y perdonándose cuando alguno tenga quejas contra otro. Así tendrán
los mismos sentimientos de Cristo, que siempre nos convoca al amor y tiene
su culmen en la paz. La Palabra de Cristo habitará verdaderamente en los
cristianos y Ella debe ser nuestra instrucción y, al mismo tiempo, nuestra
acción de gracias y nuestra propia oración (Col 3 , 5-17) 295.
La segunda subparte son breves exhortaciones que se relacionan con los
códigos domésticos de convivencia cristiana, a saber, las relaciones entre los
esposos. Estas relaciones nunca pueden desembocar en la sumisión de la mujer
al esposo, sino de un amor que nace de ambos, como conviene al Señor. Es obvio
que la mujer de aquella hora estaba en calidad de esclava. Pablo no entra en
esta disquisición, sino que orienta la situación del marido y de la mujer en una
igualdad recíproca de respeto, de generosidad y de amor, que es el vínculo de la
unidad consumada. A los hijos recomienda la obediencia a sus padres, pero en
todo, a no ser que se trate de algo contra la voluntad de Dios. Al mismo tiempo,
el apóstol advierte a los esclavos a que miren a sus amos con la vista puesta en
el Señor, porque solo a El es a quien importa agradar y quien dará a cada cual
según su comportamiento. A los amos les exhorta a que traten a sus siervos con
benevolencia, porque no son los dueños de sus siervos y un día darán cuenta al
que es Señor de todos. También Pablo invita a todos los colosenses cristianos
a la oración y a un comportamiento y conducta sana, como conviene al Señor,
mientras él está prisionero por causa del Evangelio (Col 3, 18- 4, 6)296.

El epílogo de la Carta a los Colosenses (Col 4, 7-18).


El apóstol no quiere emitir noticias sobre el momento actual, porque las
comunicarán los dos emisarios. De una parte, Tíquico que le acompañó en el
tercer viaje de Corinto a Jerusalén y de quien Pablo habla en las Cartas Pastorales
(Ti 3, 12; 2 Tim 4, 12). Y de otra parte, Onésimo, el esclavo que había huido
de Filemón, a quien Pablo había convertido a la fe. Ambos son muy queridos
por el mismo Pablo por ser fieles y colaboradores de su ministerio servidor en
las comunidades cristianas. Los saludos son desde las personas de su círculo
e intimidad, los que están con él en la prisión, Aristarco, de Tesalónica y Juan
Marcos; también habla de Jesús, apodado justo. A través de estos emisarios, el
apóstol les envía palabras de aliento y consuelo a los cristianos de la comunidad
de Colosas. Epafras, el fundador de la comunidad, recibe los elogios propios
de un padre hacia su hijo. También los colosenses reciben saludos de Lucas, el
médico querido de Pablo, y autor de la doble obra: El tercer Evangelio y el libro

2 9 5 PÉREZ RODRÍGUEZ. G., "Colosenses", o. c., 560-561.

296 Ibídcm, 560-561.

162
Aproximación al Nuevo Testamento II

de los Hechos de los Apóstoles. Por último, los de Colosas reciben los saludos
de Dimas.
Esta carta es posible que fuera de los discípulos de Pablo, es decir, de su
escuela, tanto la mención de su firma como la noticia de que está en prisión, son
recursos propios para hablarnos de la autoridad de dicha carta.

3. Características y autoría de la Carta a los Colosenses.


Para la autenticidad del escrito es muy importante la relación continuística
entre Colosenses y otros escritos de Pablo. Colosenses contiene la designación de
la Iglesia como cuerpo de Cristo. Pablo podría haber desarrollado ulteriormente
sus ideas. Pero es muy sorprendente que en Colosenses la soteriología, es
decir, el tratado de la historia de la salvación comunitaria, sea sostenida más
enérgicamente de 10 que hasta ahora había hecho el apóstol. Se encuentran
conceptos como «el perdón de los pecados» (Col 1, 14) y también una idea más
fuerte de la muerte expiadora de Cristo (Col 1, 22). Pero esto constituye una
novedad radical, porque al estilo de otros escritos paulinos, el mismo Pablo
cita fórmulas que no coinciden completamente con la propia soteriología (Rom
1, 3). En la Carta a los Colosenses se desarrolla la idea del bautismo (Col 2,
6-15). Esta idea bautismal no debe ignorar el punto de contacto con otro pasaje
netamente paulino (Rom 6, 1-11). En este complejo desarrollo observamos los
siguientes estadios:

I o . Cristo muerto y resucitado.


2o. Pablo afirma que los que han muerto con Cristo resucitarán con él (Rom 6).
3o. La Carta a la comunidad cristiana de Colosas muestra que los cristianos
hemos muerto con Cristo y con El resucitamos.
Lo original del escrito a los Colosenses se encuentra en los pasajes no
polémicos (Col 1,9; 1, 24-29; 2, 6-15; 3, lss). Sobre la escatología de la carta,
podemos afirmar en líneas generales: Una primera observación no se atiene al
aspecto temporal, sino el espacial. La temática no está constituida por presente y
futuro, sino por la realidad de este mundo y la realidad supra terrestre.
Es posible que Colosenses no esté escrita por Pablo y quizás sea de un discípulo
suyo. Es también posible que sea de la famosa «Paulus Schule», es decir, de la escuela
paulina. Es normal que una personalidad de tanta fuerza cristiana como Pablo, un
maestro consumado del misterio del evangelio, tuviese a su alrededor otros maestros
de espiritualidad, en este caso, discípulos del Apóstol, imbuidos por la fuerza

163
Antonio Llamas Vela

inexorable del mensaje cristiano, es decir, del Evangelio de Cristo. Ellos mismos
pudieron redactar definitivamente esta Carta, aunque la idea central procediera del
maestro Pablo. Los nombres mencionados en la Carta nos remiten a ambientes
vecinos a Pablo. Tanto la mención de su firma como la noticia de que Pablo está en
prisión, son recursos propios para hablarnos de la autoridad de dicha carta.

4. La teología de Colosenses
El autor de la Carta se centra en tres realidades fundamentales. La primera
de ellas es como Dios interviene transformando el mundo. La segunda centra su
atención en el misterio de Dios realizado en Cristo. La tercera contempla cómo
todo el desarrollo teológico de la Carta a los Colosenses lleva a los cristianos de
esta hora a vivir y manifestar una vida nueva en Cristo.

Dios interviene transformando el mundo


El himno de la Carta a los Colosenses es central y da la tonalidad teológica
a todo el escrito (Col 1, 15-20). Es un himno que confiesa la primacía de Cristo
sobre todo el mundo. Con este himno se desmontan todas aquellas pretensiones
que buscan en los poderes del mundo, un camino más hondo de redención y de
salvación. Todo está subordinado a Cristo (Col 1, 15-20). Cristo es la imagen
restaurada de la Nueva Creación que se inicia con El mismo297.

El misterio de la salvación de Dios


El misterio de la salvación divina se realiza en Cristo que nos libera, pero el
creyente ha de vivir una nueva vida en Cristo si quiere ser coherente y ecuánime
con sus misma fe cristiana (Col 1, 3-2,7). Esta vida nueva en Cristo (Col 2, 8-13),
sólo es posible en El, porque sólo El puede salvar. Jesús nos salva del mundo de
la herejía y de aquellas realidades esclavizadoras del hombre.

La vida nueva
La vida nueva, expresada desde Dios, comporta una serie de exigencias y
actitudes, pero sobre todo, en las relaciones del cristiano con la familia y la
sociedad. El cristiano necesita de la virtud cristiana de la vigilancia. También
es precisa la frecuencia y constancia de una vida centrada en la oración, y, sobre
todo, hemos de prestar atención a la conducta de los no creyentes que nos pueden
apartar del camino de Cristo (Col 3, l-4,6) 298.

297 FEE, G. D ‫ ״‬Paulme, o. c.. 303-304.305-307.


298 Ibídcm. O. C., 327-331.

164
Aproximación al Nuevo Testamento II

5. Las alusiones a los Salmos

5.1. LAS CITACIONES IMPLÍCITAS.

Cristo sentado a la derecha de Dios (Col 3, 1; Sal 110, 1).


La Carta a los Colosenses presenta solamente una citación implícita que se
refiere a un salmo donde el autor de nuestra carta se ha podido inspirar para
referir el lugar de Cristo en la realidad divina. Se trata del Salmo 110, 1: Siéntate
a mi diestra, hasta que haga de tus enemigos estrado de tus pies. La vida de
Cristo radica en Dios (Col 3, 3). Cuando Cristo aparezca en gloria, los cristianos
aparecerán con El en plena gloria (Col 3,4).
Cristo está a la derecha de Dios. Los cristianos deben conducirse mirando
hacia Cristo y conformando su vida a la suya. Esta vida enraizada en la muerte
y resurrección de Cristo por el bautismo, mora oculta con Cristo en Dios (Col
3, 3). Pero cuando Cristo aparezca en su venida gloriosa, los cristianos, también
aparecerán con el en plena gloria (Col 3, 4). Así como Cristo fue muerto fue
resucitado y aparecerá en su gloria, así los cristianos han sido sepultados son
resucitados y aparecerán con Él en su gloria, etapa última en conformidad con
Cristo Resucitado. Cristo sentado a la derecha de Dios está arriba, Él está donde
los cristianos deben estar, en la tierra, para su vida oculta en Cristo299.

La cita del salmo (Sal 110, 1) se encuentra en un pasaje de la Carta de San


Pablo a los Romanos (Rom 8, 34) y podría ser el eco de un formulario ya existente
unido a los motivos de la muerte, de la resurrección y del juicio futuro que el
salmo anuncia. Pablo 10 utiliza para hacerlo la razón esencial de su exhortación.
El cristiano debe vivir la resurrección y debe conformar su existencia teniendo
los ojos fijos en aquel que está sentado a la derecha de Dios 300 .

5.2. TEMAS Y EXPRESIONES EXPLÍCITAS.

a) La palabra de la verdad (Col 1, 5; Sal 119, 43).


Para cualificar el Evangelio Pablo usa la expresión la palabra de la verdad que
se encuentra en un salmo y que el Apóstol relee a la luz de Cristo resucitado. El
salmista se refiere con dicha expresión a la Ley. Esta esperanza ha sido anunciada
a la comunidad de Colosas, es decir, la palabra de la verdad es el Evangelio que
se ha podido cualificar con los mismos términos que los que se aplican a la Ley
en el Antiguo Testamento301.

299 VESCO, J. L., Le Psautier, o. c . 2 0 9 ‫״‬


300 Ibídem, o . c., 209 y nota 1.
301 lbídcm. o . c., 210.

165
Antonio Llamas Vela

b) Cristo es el primer nacido (Col 1, 15. 18; Sal 89, 28).


Esta expresión no se encuentra aplicada a la sabiduría, es el título de primer
nacido dado a Cristo en la Carta a los Colosenses (Col 1, 15. 18) es porque Cristo
mismo es el agente de la creación y supone un sustrato sapiencial (Prov 8; Eclo
24) según la mayoría de los comentaristas. El Apóstol remarca que el salterio
otorga al rey davídico su elevación y su elección por encima de todos los reyes
de la tierra: Y yo lo nombraré mi primogénito, altísimo entre los reyes de la
tierra (Sal 89, 28). El título primer nacido será después del exilio, atribuido al
Mesías, como era en Israel en relación a los patriarcas y a la Ley. En la Carta a los
Colosenses la prioridad de Cristo antes de la Creación, implica su preexistencia y
su soberanía sobre los tronos, señoríos y principados. En el salmo Dios prometa
a David figura emblemática del rey mesías, de hacer surgir un primer nacido, es
decir, un elegido, muy superior, por encima de todos los reyes.
La expresión primer nacido tiene un acento distinto tanto en el salmo como en la
Carta a los Colosenses. En esta Carta de San Pablo, Cristo es aquel que por medio
del cual todo ha sido creado y aquel por 10 que todo se mantiene. En El habita toda
la plenitud de la divinidad y gracias a su muerte sobre la cruz, ha sido obtenida la
reconciliación universal. El es también el primer nacido de entre los muertos (Col
1, 18). En el salmo Dios adopta al rey Mesías como el primer nacido y el promete
el dominio sobre las naciones. Esto es lo que se prometió a Cristo302.

c) Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la plenitud (Col 1, 19; Sal 24, 1;
68, 17; 132, 13).
Esta expresión paulina se encuentra en los salmos. El apóstol relee de nuevo,
realizando esta nueva manera de actualizar el misterio de Cristo muerto y
resucitado para que los cristianos comprendan el alcance de la gratuidad divina
de la salvación redentora. Así subrayar la primacía de Cristo. El salmo recalca
el tema de la plenitud: En él morará el Señor para siempre (Sal 68, 17). Otro
cántico del Salterio precisa: Pues el Señor ha escogido a Sión, la ha querido
como sede para sí (Sal 132, 13). En el Targum Neofiti Dios hace habitar su gloria
en tal o en cual lugar (Gn 3, 23; Ex 29, 45; Lv 26, 11).
La Carta a los Colosenses presenta a Cristo como la plenitud, es decir, en
Cristo reside la plenitud de Dios. La palabrapleróma que el salterio griego utiliza
en las expresiones estereotipadas: el mar y su plenitud (Sal 96, 11); la tierra y
su plenitud (Sal 24, 1); la tierra habitada y su plenitud (Sal 50, 12) designa la
totalidad de la que se habla. En la Carta a los Colosenses el término pleróma
designa bien la plenitud de la divinidad, su gloria; es decir, porque en él reside
toda la plenitud de la divinidad corporalmente (Col 2 , 9 ) 303.

302 Ibídcm, O. C., 210-211.


303 Ibídcm, O. c., 211-212.

166
Aproximación al Nuevo Testamento II

El hombre nuevo (Col 3, 10; Sal 51, 12).


La renovación del hombre bajo la influencia del Espíritu que le otorga un
corazón nuevo capaz de conocer a Dios es un tema anunciado en el Antiguo
Testamento y particularmente en el libro del profeta Ezequiel y en el libro de los
Salmos (Ez 36, 26-27; Sal 51, 12).
La Carta a los Colosenses invita a los cristianos a hacer morir en ellos todo 10
que pertenece a la tierra y revestirse del hombre nuevo para ser la imagen de su
creador. El verbo usado en la Carta es renovarse en pasiva y en sentido figurado,
como un renacimiento espiritual, es como indica un pasaje de la segunda Carta a
los Corintios (2 Cor 4, 16) 304.
La Carta a los cristianos de Colosas es una ocasión para comprobar en nuestras
propias vidas el misterio de la salvación. Las doctrinas no deben ser nunca
absolutistas, se vuelven obsoletas con el devenir de la historia, de los hombres y
del cosmos. Sólo permanece Cristo, la imagen del Dios invisible y el primogénito
de toda la creación, el Señor de la historia vivo y eterno siempre.

304 Ibídcm, o. C., 212.

167
LA CARTA A LOS FILIPENSES

La Carta de San Pablo a los Filipenses está escrita desde la prisión305. Esta Carta
está considerada como auténtica del apóstol San Pablo. La mención del «pretorio»
como indica el mismo Apóstol (Flp 1, 13), sirve para subrayar que el acento recae
en «los de la casa del César», como señala otro pasaje de la Carta (Flp 4, 22). Los
exégetas han pensado durante mucho tiempo que se trataba de la prisión romana,
hacia el año 60 de la era cristiana, pero estos datos puramente lexicales, no son
suficientes. Actualmente la carta se sitúa en el tiempo de la prisión paulina en Efeso,
durante el tercer viaje misionero y en tal caso, la carta estaría redactada antes del
año 54, es decir, entre la Primera y la Segunda Carta a los Corintios.
El Apóstol Pablo gozó con su ministerio en Filipos. La comunidad era gente
querida por el misionero. Allí se encontró tan a gusto que su existencia cristiana
estaba irradiada de Cristo, por eso se deja llevar del Espíritu y experimenta
con su comunidad, una de las bellezas literarias y teológicas más sublimes del
Nuevo Testamento: Se trata del himno crístico de la Carta a los Filipenses. Los
componentes de la comunidad eran soldados romanos jubilados que proporcionan
al apóstol no pocos gozos. Leyendo este bello escrito de los albores del primitivo
cristianismo, no podemos sino expresar la transparencia de la alegría y el gozo de
la paz de un corazón y una mente en plena sintonía con Cristo Jesús, verdadero
móvil del existir cristiano.
La Carta a los Filipenses supera a las anteriores por el tono, la cercanía
y el interés del apóstol por su comunidad. En ella sobresale el gran derás
cristológico del Nuevo Testamento, el himno crístico por excelencia de
nuestra Carta a los Filipenses (Flp 2, 6-11). El punto focal es la figura de

305 Ya h e m o s indicado cuáles son las cuatro cartas desde la prisión; es decir, las llamadas cartas de la cautivi-
dad: Efcsios, Coloscnses, Filipenses y Filcmón. Cf. FABRÍS, R., Lettera ai Filippesi. Introduzione, versionc,
c o m m e n t o (Bologna 2000); L U T H E R S T I R E W A L T , M . , Paul The Letter Writer (Michigan 2003); A L E T T I , J . N . ,
Saint PanI épitre ata Philippiens. Introduction, traduction ct commentairc (Paris 2005); THLUSTON, Β. B.,
Philippians and Philemon (Collegeville 2005) FEE, G. D., Ρau¡ine. O. C., 370-417; COUSAR. CH., Philippi-
ans and Philemon. A C o m m e n t a r y (Louisville 2009); W I T H E R I N G T O N I I I , B., Panl's Letter tu the Philippians.
A SocioRhctorical C o m m e n t a r y (Michigan 2011); STILL, T. D., Philippians & Philemon (Macón 2011);
B O C K M U E H L , M., The Epistle to the Philippians (London 2013).

169
Antonio Llamas Vela

Jesús, su historia en la humanidad y su exaltación como Dios y Señor. El


himno a los filipenses resalta de una parte, la kénosis de Jesús y de otra parte,
proclama su divinidad.
Sólo en este escrito Pablo llama a Jesús «mi Señor» y declara muchas veces su
afecto profundo y vivo por los miembros de la comunidad ñlipense, con acentos
inusitados (Flp 3, 8 cf. Flp 1,7. 8; 4, 1). Es en esta línea donde se desarrolla el
diálogo epistolar. Otro pasaje describe el papel salvífico del Señor Jesús, prototipo
y garantía de la salvación ñnal de los creyentes (Flp 3, 20-21).
Por lo demás, la Carta a los Filipenses es como una fuente preciosa para
reconstruir la historia de la misión paulina y los rasgos distintivos de su método
pastoral. Es como una ventana abierta al mundo personal de Pablo, en una doble
realidad: Cristo Jesús y los cristianos de la noble ciudad de Filipos.
La comunión con Jesús resucitado y glorificado por Dios, es la fuente de la
alegría de Pablo y de los cristianos, en medio de los sufrimientos actuales. La
relación vital con Jesús es también el criterio para fundar un nuevo modo de
pensar, una lógica y un estilo de vida correspondiente. Todo esto debe hacerse
en las relaciones comunitarias y en el testimonio ante todos los hombres. Esta
concentración cristológica está conjugada con un fuerte sufrimiento humano, que
constituye la fascinación de esta pequeña carta, dictada por Pablo en la cárcel y
enviada a los filipenses.
Estudiamos la Carta a los Filipenses, atendiendo a una serie de aspectos que
nos parecen fundamentales en el escrito. En primer lugar, exponemos la figura
de Pablo en esta Carta y la comunidad de Filipos. En segundo lugar, describimos
cuáles son los orígenes de la Carta a los Filipenses. En tercer lugar, analizamos
la estructura de la Carta. En cuarto lugar, examinamos el mensaje teológico de la
Carta a los Filipenses.

1. La figura de Pablo y la comunidad de Filipos


La Carta de Pablo dirigida a los Filipenses se coloca entre las más familiares
del apóstol. En ella aparece el misionero fundador y los miembros de la primera
comunidad cristiana constituida en Europa. Para comprender el contenido de la
Carta a los Filipenses es oportuno leer una y otra vez el escrito. Esto tiene una
ventaja, porque al ser un escrito corto, podemos, a fuerza de leerlo, casi aprenderlo
de memoria y así lo conocemos mejor y podemos establecer un sistema relacional
rico en esta Carta. La lectura de la Carta es la tarea más importante que hemos
de realizar para conocerla mejor, y, al mismo tiempo, para captar el mensaje
teológico que se encierra en ella.

170
Aproximación al Nuevo Testamento II

El remitente de la Carta a los Filipenses es Pablo, junto a Timoteo, aunque


es el apóstol Pablo quien conduce el diálogo epistolar. El Apóstol se encuentra
en la cárcel, literalmente leemos en la Carta: «Y en mis cadenas y en la defensa
y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la
gracia» (Flp 1, 7). Esta realidad de la prisión del Apóstol, aparece también en
otros pasajes de nuestro escrito: «De tal manera que en todo el pretorio y entre
todos los demás se ha hecho evidente que estoy preso por causa de Cristo» (Flp
1, 13. 14. 17).
El Apóstol está privado de su libertad y esa ausencia de ser libre se pone
en relación con su obra evangelizadora. Esta realidad, es considerada como una
prueba del encuentro que preludia el final de la misma Carta: «Todo 10 puedo
en Aquél que me conforta» (Flp 4, 13). La perspectiva inmediata de Pablo es
ambivalente. Su vicisitud puede concluirse con la muerte, o bien, puede ser
liberado y retornar a ver cuanto pasa entre los filipenses (Flp 1, 20-23; 2, 17.
23). El apóstol está convencido, por su confianza en Dios, que pronto volverá a
reemprender su tarea pastoral (1, 24-26; 2, 24).
Los destinatarios de la Carta son todos los cristianos de Filipos, con su
responsabilidad del misterio eclesial, obispos306 y diáconos (Flp 1,1). La comunidad
estuvo fundada por Pablo hacia el 50, cuando él y otros dos colaboradores,
Timoteo y Silas, pisaron por primera vez suelo europeo, atravesando por mar,
Macedonia (Flp 4, 15). Pablo no se queda en Neápolis, donde atraca la nave que
salió de Tróade, sino prosigue en el interior y llega a Filipos (Hech 16, 11-12).
La ciudad que Pablo encuentra en la llanura del río Angites, estaba circundada
al noroeste y al sur por los montes Orbelos-Pangeo, era una colonia romana de
al menos 80 años. Felipe II, padre de Alejandro Magno, en el 358/357 a.d.C. la
transforma en refugio de prófugos griegos, en una ciudad fortificada y le cambia
el nombre del antiguo emplazamiento Krenides (pequeñas fuentes) por el de
Filipos. Las minas de oro y de plata y la posición estratégica en la llanura la hacen
entrar en la órbita de la república romana, y así llega a ser una ciudad del imperio.
Cuando Emilio Pablo, en el 168/167 d. C., conquista Macedonia, la divide en
cuatro distritos y Filipos se convierte en el año 42 d.C. en ciudad romana, con
el nombre de Colonia Julia Philipensis. Este título será ampliado con el añadido
de Augusta victrix. Y poco tiempo después, con la victoria de Octaviano sobre
Antonio y Cleopatra en Azio en el 31 a.d.C., la ciudad se convierte en un
importante nudo estratégico.
Pablo llega Filipos a mitad del siglo primero de Cristo. La ciudad era una
colonia romana floreciente de Macedonia, que estaba bajo la protección del
senado romano y por algún tiempo tenía la dependencia directa del emperador.
306 Los obispos son sacerdotes vigilantes de la comunidad. N o tienen que ser necesariamente obispos en el
sentido tal y como los presenta el Apóstol San Pablo en las Cartas Pastorales.

171
Antonio Llamas Vela

La presencia de judíos es muy limitada, pero los judíos tenían un lugar de reunión
en la ribera del torrente Crinide (Hech 16, 13).
La actividad misionera de Pablo da origen a una pequeña comunidad que tenía
su sede en casa de Lidia, comerciante de púrpura, originaria de la ciudad de Tiatira
(Hech 16, 14-15. 40). El papel activo de las mujeres en la Iglesia de Filipos se
confirma en nuestra carta, que recuerda el empeño misionero junto a Pablo y sus
colaboradores, Evodia y Síntique (Flp 4, 2). La misión paulina se interrumpe
bruscamente por un incidente que refleja el clima religioso sincretístico de la
ciudad y su estatuto de colonia romana.
Pablo conserva relaciones particularmente cordiales con la comunidad. Sólo
de estos cristianos acepta subsidios materiales para su actividad misionera, que
prosigue en Tesalónica y Corinto (Flp 4, 15-16; 2 Cor 11, 9). También para la
colecta en favor de los pobres de Jerusalén, el apóstol pudo contar con las Iglesias
de Macedonia, donde sabe que se encuentra la comunidad de Filipos, siempre
dispuesta y generosa (2 Cor 8, 1-4). Durante dos años y medio de permanencia
en la ciudad de Efeso, en Asia proconsular, al menos un par de veces, cuando va
a Corinto, tiene la oportunidad de pasar a través de Macedonia y encontrarse con
los cristianos de Filipos (1 Cor 16, 5; Hech 19, 21; 20, 1. 6; 2 Cor 2, 13; 7, 5). En
este contexto hemos de situar la carta de Pablo a los Filipenses.

2. Los orígenes de la Carta a los Filipenses307.


Hay hipótesis que confirman el origen romano de la Carta a los Filipenses y se
funda en dos datos: El primer testimonio es la información del libro de los Hechos
de Apóstoles acerca de la detención romana de Pablo por dos años (Hech 28, 30-
31). La segunda referencia está formada por dos noticias que parecen ser una
confirmación del primer argumento. En relación a la cárcel de Pablo, se habla del
pretorio (Flp 1, 13) y en la conclusión de la carta, Pablo envía saludos a nombres
de cristianos de la casa del César (Flp 4, 22). Las dos indicaciones orientan
hacia la ciudad de Roma, donde se encuentra el cuartel de los pretorianos; en ese
ámbito Pablo ha encontrado algunos cristianos adictos a la casa imperial. Esta
hipótesis encuentra todavía numerosos defensores, pero tiene en contra algunas
dificultades que resumimos enseguida.

307 Esta realidad se debe a los diversos manuscritos que representan la tradición textual c o m ú n al final de la
carta. Después de Flp 4. 23 hay esta anotación: "escrita desde R o m a por medio de Epafrodito". Esta rea-
lidad ha colocado Filipenses en el grupo de cartas que Pablo habría escrito desde la cárcel de Roma. Una
información análoga está referida en el prólogo marcionita: la carta está dirigida a los maccdonios, desde la
prisión romana por medio de Epafrodito.
Aproximación al Nuevo Testamento II

En primer lugar, la distancia entre Roma y Filipos es particularmente imposible


en el cuadro de cambios supuestos por el texto de la Carta. Primero, porque la
comunidad sabe que Pablo está en la cárcel (Flp 1, 12-13) y encarga a Epafrodito,
con un donativo material y la misión de asistir a Pablo en la prisión (Flp 2, 25.
30; 4, 18). Epafrodito tiene una grave enfermedad y la noticia llega hasta Filipos
(Flp 2, 26). Pablo vuelve a enviar a Epafrodito a Filipos con la carta y anuncia
el envío de Timoteo, su fiel colaborador para que pueda volver a él con noticias
frescas sobre la comunidad (Flp 2, 19-23. 28-29). Pablo comunica su esperanza
de verle pronto. Sin embargo, en aquel tiempo, de Roma a Filipos el viaje duraba
como mínimo de 5 a 8 semanas. En tal situación no se ve que los viajes se puedan
realizar en tan breve espacio de tiempo.
En segundo lugar, por la Carta deducimos que Pablo no había visitado la
comunidad después de su fundación (Flp 1, 26. 30; 2, 12; 4, 15). Esto excluye
que la carta haya sido enviada desde la prisión romana.
En tercer lugar, Pablo anuncia la misión en España (Rom 15, 24. 28) y este
propósito se concilla mal, con el proyecto asignado en la Carta a los Filipenses (Flp
2, 24). Lo más probable es que Pablo no se encuentre preso en Roma, ni en Cesarea
marítima308, sino posiblemente en Efeso. Entre Filipos y la ciudad de Efeso, sólo
hay una distancia de 8 a 10 días de camino. En ese caso, el pretorio y el palacio
del gobernador y los de la casa del César, son los funcionarios, esclavos y libertos
que guardan los intereses personales del emperador en la provincia de Asia. Así
podemos determinar la fecha de la carta. Es decir, si la permanencia de Pablo en
Efeso se sitúa a mitad de los años 50, la Carta a los Filipenses ha estado escrita
probablemente hacia el final de este periodo, es decir, de los años 53 al 56 d. C.
En conclusión, la carta habría sido dictada por Pablo hacia la mitad de los años
cincuenta, durante una breve prisión en Efeso, donde ha corrido el riesgo de ser
condenado a muerte.

308 La hipótesis de Cesarea, la propone PALLUS, Η . E. G., en 1799 y es retomada después por LOHMEYER CF.

K.CMMEL, G. W., Introchctwn to the NT (London 1973) 328-329.

173
Antonio Llamas Vela

3. La estructura de la Carta309.
La Carta a los Filipenses es la más epistolar de todas las cartas de Pablo 310 . La
estructura de la Carta a los Filipenses es como sigue.
En primer lugar, el saludo de Pablo y Timoteo a los destinatarios (Flp 1, 1-2).
En segundo lugar, Pablo da gracias a Dios por la colaboración de los cristianos
filipenses con él, que está preso por causa del Evangelio y ruega a Dios que les
haga crecer a todos en el amor, para que tengan capacidad de discernimiento, a
fin de ser irreprensibles y justos el día de Cristo Jesús, para gloria de Dios (Flp
1, 3-11).
A nuestro parecer la Carta a los de Filipos tiene como ocho partes, a saber:
I a . La situación de Pablo prisionero por la defensa y la afirmación del Evangelio
su valoración y perspectivas (Flp 1, 12-26).
2a. La participación de los filipenses por su gracia de sufrir por Cristo, en un
estilo de vida conforme al evangelio, a pesar de las hostilidades externas (Flp 1,
27-30).
3a. La perseverancia y comunión eclesial están centradas sobre la unidad del
sentir y en la caridad humilde y desinteresada. Todas ellas tienen su fuente y
paradigma en la historia de Cristo humillado y exaltado (Flp 2, 1-11).
4a. La confianza en Dios opera eficazmente y el testimonio en el mundo en una
perspectiva escatológica (Flp 2, 12-18).
5a. Los proyectos para el futuro están constituidos por la misión de los dos
colaboradores de Pablo: Timoteo y Epafrodito (Flp 2, 19-30).
6a. El apóstol pone a los cristianos filipenses en guardia contra los enemigos

309 A favor de la unidad sustancial del texto actual de Filipenses están: FURNISCH, V., " T h e place and Purpose of
Fil 3": NTS 10 (1963-1964) 80-88; JEWERT, R., " T h e Epistulary T h a n k s g i v i n g and the Integrity of Fhilippi-
ans": NT 12 (1970), 40-43; MAKAY, B. S ‫" ״‬Furthcr T h o u g h t s on Philippians": NTS (1960-1961), 161-170;
POLLARD, Τ. E ‫ " ״‬T h e integrity of Philippians": NTS 13 (1966-1967), 57-66; DALTON, W . J., " T h e Intcgnty
o f Philippians": Bi 60 (1979) 97-103.
310 Hay una serie de elementos estructurales que se encuentran en toda la Carta y es preciso mencionarlos. Así,
el tema de la alegría recorre c o m o leit motiv en la Carta. Se trata de los términos «alegría» que aparece en
la Carta seis veces (Flp 1, 4. 25; 2, 2. 29; 4, 1). El verbo «alegrarse» se repite siete veces (Flp 1, 18; 2, 17.
18. 28; 3, 1; 4, 4). Junto a estos términos, se debe añadir otros verbos de la m i s m a familia, c o m o «congra-
tularsc» y el verbo «sentir» que recorre n u e v e veces en la Carta a los Filipenses (Flp 1, 7; 2, 2. 5; 3, 15. 15.
19; 4. 2. 10. 10), sobre un total de veintitrés veces, en los escritos de San Pablo. Junto a estas constantes,
s e ñ a l a m o s otros términos que h a c e n como de fondo armónico, c o m o el motivo «anuncio-defensa del evan-
gelio» (Flp 1 , 5 . 7 ; 4, 15); «la proclamación de la Palabra» (Flp 1, 12), la afirmación «de Cristo» (Flp 1,
15. 16. 18), «a Cristo» (Flp 2, 30); la expresión «del servicio al Evangelio» (Flp 2, 22; 4, 3); y «la partici-
pación espiritual y eclesial». La llamada de la Iglesia está expresada p o r los verbos «hacer partícipe» (Flp
4. 15). «compartir» (Flp 4, 13), el sustantivo « c o m u n i d a d » (Flp 1, 5; 2, 1; 3, 10) y también por el adjetivo
« c o m p a ñ í a » (Flp 1, 7).

174
Aproximación al Nuevo Testamento II

de la cruz de Cristo. Y después les invita al camino perseverante, siguiendo su


testimonio de vida, en la espera del Salvador, el Señor Jesucristo (Flp 3, 1-4, 1).
7a. Pablo exhorta a todos a la unidad concorde y a la confianza alegre con un
estilo de vida abierto a los valores humanos, para ser coherentes con la enseñanza
recibida (Flp 4, 2-9).
8a. El apóstol San Pablo valora el gesto de solidaridad material de los filipenses
que han tomado parte en la obra de la evangelización (Flp 4, 10-20).
La conclusión de la Carta a los Filipenses es el saludo final (Flp 4, 21-23).
Poniendo en relación las ocho secciones en las que se divide el texto central,
se puede observar una cierta correspondencia entre las primeras cuatro y las otras,
de modo que resulta una articulación bipartita de la carta. Así, la primera y la
segunda sección presentan la situación de Pablo prisionero y sus perspectivas para
el futuro. Estas dos secciones contienen algunos trazos epistolares característicos,
a saber: Las comunicaciones de las noticias y proyectos del futuro. Y siguen
también algunas unidades literarias, de carácter exhortativo, con sus respectivas
motivaciones.

4. El mensaje teológico de la Carta a los Filipenses


La Carta pone de relieve dos matices centrales de la experiencia cristiana:
La visión cristológica y la perspectiva eclesiológica. En torno a estos dos polos
gravita el proyecto de vida cristiana y también la perspectiva escatológica.

4.1. LA CRISTOL OGÍA DELA CARTA A LOS FILIPENSES3".

El punto vital para Pablo en esta Carta es Cristo Jesús, como Señor312. Este
himno expresa tres características sobre el misterio de la Encarnación: La
preexistencia, «siendo El de condición divina», «la obediencia hasta la muerte y
una muerte de cruz». También el himno manifiesta explícitamente la «exaltación»
de Cristo, como Señor, «para que en el nombre de Jesús toda rodilla se doble en el
cielo, en la tierra y en el abismo y toda lengua confiese, Jesucristo es Señor, para
gloria de Dios Padre».

311 FEE. G. D., Pauline, o. c . 3 7 0 - 4 1 7 ‫״‬


312 Cristo Jesús aparece catorce veces en el N u e v o Testamento y siete veces en la carta a los Filipenses; dos
veces en Cristo y ocho veces en el Señor, una vez en el Señor Jesús, cinco veces la fórmula solemne Jesús
Cristo Señor. Estas breves expresiones son un reclamo de la comunión p r o f u n d a y personal con Cristo que
está a la base de la existencia cristiana y de la vida de comunidad.

175
Antonio Llamas Vela

El apóstol san Pablo da realce a algunas palabras claves del himno. El verbo
«se rebajó» expresa de manera clara el vaciamiento de su condición divina. El
término «hombre» declara abiertamente su condición humana. La exaltación de
Cristo se anuncia con el «nombre de Jesús», ante quien «toda rodilla se dobla». Se
trata de una relectura de un pasaje veterotestamentario (Is 45, 23), cuya aplicación
a Jesucristo, le confiere la categoría divina, en la dignidad propia de Dios.
Todo el pasaje del himno cristológico (Flp 2, 6-11) es uno de los más
fascinantes de toda la literatura cristiana y ofrece la visión teológica más amplia
del acontecimiento Cristo en toda su complejidad. La forma hímnica poética
se adecúa perfectamente a la riqueza evocadora del contenido, todavía hoy no
siempre comprensible en todas sus profundas implicaciones 313 . El himno se funda
en la aplicación actualizadora a Jesús, de algunos pasajes del Antiguo Testamento,
donde se describen algunos títulos o nombre divinos314. La primera fase se
refiere a la preexistencia y la expoliación voluntaria (Flp 2, 5-7a). La segunda
fase representa la condición humana de Cristo caracterizada por su obediencia
absoluta (Flp 2, 7b-9). La tercera y la cuarta fase incluyen la exaltación de Cristo
sy su triunfo sobre el universo (Flp 2, 9-11) 31 \
El término «Señor» es una metonimia del nombre de Dios. El nombre de Jesús
es también una traducción griega de la expresión aramea Mara o Maran (Señor,
nuestro Señor), usado por los targumistas, sobre todo en la liturgia judía 316 . Así,
el título «Señor» es el nombre divino por excelencia, es decir, el nombre sobre
todo nombre, usado ya en el siglo primero de la era cristiana y otorgado a Jesús317.
El apóstol Pablo, teniendo en cuenta todas estas características que se
practicaban en el primitivo cristianismo, ha realizado una atribución a Cristo318,
mediante el procedimiento de alusión o remezm .
Jesús recibe las prerrogativas divinas, otorgadas a Dios en la Antigua Alianza.
Cristo es la expresión de la divinidad, porque el apóstol concede a Jesús la
confesión de fe monoteísta y la adoración concedida al Señor en el Antiguo
Testamento (Dt 6, 13; Mt 4, 10; Le 4, 8)320.
Otro aspecto que manifiesta el Apóstol a sus cristianos de Filipos es la
exaltación de Cristo, como Salvador y Señor, en otro pasaje de la Carta (Flp 3,
313 AMATO, Α., Jesús, el Señor ( M a d r i d 2006) 151.
314 DIEZ MACHO, Α . , " D c r á s y exegesis", O . c., 86. El citado profesor aduce algunos pasajes veterotcstamcnta-
rios (Dan 7, 13; Is 52, 13, 53, 12; 45, 23. Este último pasaje subyace en la Carta a los R o m a n o s ( R o m 14, 9).
3 1 5 AMATO, Α . , Jesús, o. c., 152-153.

316 Ibídem, o. c., 85.


317 DIEZ MACHO, Neophyti 1 IV, o . C., 85-86.
318 Ibídem, " D e r á s y exegesis", o. c., 84-87
3 1 9 BONSIRVEN, )., Exégese rabbinique, o. c., 282-283.

320 DEI. AGUA PÉREZ. Α., "El Dcrás cristológico", o. c., 212-213.

176
Aproximación al Nuevo Testamento II

20-21). Los cristianos de Filipos se sienten ciudadanos del cielo y designan a


Cristo como el Salvador que es un título raro en los escritos paulinos, porque
aparece solamente una vez, como aquí, en un pasaje de la Carta a los Efesios
(Ef 5, 23). Este título, «Salvador» era común para el César que a menudo se
le nombraba con dicho nombre. Pablo quiere designar a Cristo como Salvador
de todo, y esto es especialmente significativo cristológicamente, porque Pablo
habla de la exaltación de Cristo en su cuerpo y ello es una forma de manifestar la
exaltación de Jesús, desde una metodología judía (Flp 1, 20). Este título se repite
con frecuencia en el Antiguo Testamento, para referirse a Dios como nuestro
Salvador. El significado original pudiera estar en la versión griega de la Biblia,
donde se repite con frecuencia y es clave de lectura, como nombre divino que
ha salvado a Israel de la esclavitud de Egipto. En el cántico de Moisés, Jacob es
perseguido porque rechazó a Dios su Salvador (Dt 32, 15), mientras que en el
Salmo David habla de Dios como mi Salvador (Sal 25, 5; 27, 9)321. La relectura
que realiza Pablo es evidente, aplicando a Cristo este nombre divino. El derás
cristológico está presente en esta Carta, donde una vez más este rabino convertido
a la fe cristiana, explica a través de sus recursos y procedimientos metodológicos,
la obra de la salvación gestada por Cristo Jesús322.
Existen otros pasajes de la Carta a los Filipenses, donde hay algunas
expresiones cristológicas importantes. Así el apóstol subraya el día de Cristo (Flp
1, 6. 10; 2, 16). También acentúa para sus cristianos, el Espíritu de Cristo (Flp
1, 19). De otra parte, el apóstol muestra la alegría del Señor (Flp 3, 1; 4, 4. 10).
Pablo, presume como hombre del Evangelio de Cristo Jesús (Flp 3, 4) y se gloría
del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor (Flp 3, 8). Todo ello hace que en su
vivencia cotidiana, el Señor esté cerca (Flp 4, 5). Con 10 cual, Pablo subraya 10
que desde el comienzo de la Carta indica, la compasión de Cristo Jesús, es decir,
su misericordia (Flp 1, 8). También Pablo acentúa la esperanza en el Señor Jesús
(Flp 2, 19) y su total confianza en el Señor (Flp 1, 14; 2, 24).

El conocimiento de Cristo Jesús lleva a Pablo a una visión totalmente distinta


de su anterior condición de hebreo. Todo el prestigio que representaba su pasado
hebreo estimado e íntegro, ahora reconoce que es una pérdida. El encuentro pascual
con el Señor lo ha lanzado a una carrera que no lleva consigo regresiones nostálgicas
o autocomplacencias estériles (Flp 3, 12). Pablo está aferrado a Cristo. Esta realidad
es un don de Dios que viene de 10 alto, como la llamada de Dios en Cristo Jesús (Flp
3, 13-14). El dinamismo cristológico, que señala la trayectoria recorrida por Pablo,
vale también para los cristianos. Ellos son los que tienen derecho de ciudadanía en
los cielos y viven en la espera de su Salvador y Señor, Jesús Cristo, que transfigurará
su mísero cuerpo en cuerpo glorioso como el suyo (Flp 3, 20-21).

321 Ibídcra, o. c., 402-403.


322 Véase 10 que d e c i m o s del derás cristológico al c o m i e n z o de nuestro estudio.

177
Antonio Llamas Vela

4.2. LA ECLESIOLOGÍA DE LA CARTA A LOS FILIPENSES

Pablo se mueve en dos directrices convergentes. De una parte, el apóstol tiene


su confianza incondicional en Dios. El mismo Señor llevará a cumplimiento su
obra salvífica, con su iniciativa fiel y eficaz (Flp 1, 6; 2, 13). Esta confianza es
fuente de alegría y paz incomparable y se expresa en una plegaria de acción
de gracias (Flp 4, 6). De otra parte, la unión de aspiraciones y proyectos es
alimentada por un amor cordial e intenso. Pablo resalta la competencia de la
comunidad y sostiene la perseverancia en cada creyente. La comunidad cristiana
debe empeñarse en la imitación del apóstol y sus colaboradores, poniendo en
práctica todo 10 que ha aprendido (Flp 3, 17; 4, 9). La comunidad cristiana de
Filipos ha de ejercitar su propia capacidad de discernimiento, para apreciar los
valores éticos y espirituales (Flp 4, 8).
Pablo construye de esta manera su proyecto cristiano, en la comunidad de
Filipos. Y para ello, aparece 10 que es esencial para una opción cristiana: La Palabra
de la vida, es decir, la Palabra de Dios, Cristo. Así la dimensión escatológica
no es sólo un futuro evanescente, sino el día de Cristo, en el que los cristianos
filipenses serán el orgullo del Apóstol (Flp 2, 16-17). Todas estas realidades valen
tanto para Pablo, porque Cristo será glorificado en su cuerpo, por su vida o por su
muerte. Estas verdades son de suma trascendencia para los cristianos, llamados a
sufrir por Cristo y a llevar una conducta digna del Evangelio (Flp 1, 19-30).
Pablo invita siempre a vivir el Evangelio, pero con alegría, soportando las
cadenas que sufre por la causa de Jesús, el Señor, pero «la Palabra de Dios no está
encadenada» (1 Tim 2, 9).

5. Las alusiones a los Salmos en la Carta a los Filipenses.


En el transcurso de su segundo viaje misionero ya hemos indicado que Pablo
funda la comunidad cristiana de Filipos (Hech 16, 11-40; 1 Tes 2, 2). Esta carta
habría sido escrita desde Roma, entre los años 60 al 64 de la era cristiana, desde
Éfeso, o bien desde Cesarea o desde Corinto, mientras Pablo está en prisión (1
Cor 15, 32; 2 Cor 1, 8; 4, 8-10; 6, 9; 11, 23). Creemos que la hipótesis romana es
la que encuentra más adeptos entre los comentaristas, sin duda porque ella es el
vehículo de la tradición milenaria. Esa es la conclusión a que llega un excelente
profesor y conocedor del Corpus Paulinum 323 .
La Carta a los Filipenses no contiene citas explícitas o implícitas del Salterio. Se
perciben algunas expresiones que encuentran su equivalente en el libro de los Salmos.

323 ALETTI, J. N.. Saint Paul. Epitre αιιχ Philipiens. o. c., 1-4.

178
Aproximación al Nuevo Testamento II

La fecundidad del trabajo apostólico recordaría la obra de Dios celebrada por


el salmista (Sal 104, 13) que de alguna manera retoma San Pablo en la Carta a los
Filipenses (Flp 1, 22). La expresión temor y temblor se aplica a las disposiciones
de humildad y obediencia necesarias para poner por obra la salvación como se
encuentra en el Salterio (Sal 2, 12). Los nombres de aquellos que han colaborado
con el apóstol para el servicio del evangelio figuran en el libro de la vida (Filp
4, 3). La proximidad de Dios afirmada en los salmos es relacionada ahora con
el Señor para anunciar su retorno (Flp 4, 5). La kénosis de Cristo, seguida de su
exaltación es una ilustración de la promesa divina de glorificar a los humildes
(Flp 2, 6-ll) 3 2 4 .

a) La fecundidad del trabajo (Flp 1, 22; Sal 104, 13).


Pablo reconoce que su vida según la carne le permite continuar la obra que
el ha iniciado y llevar los frutos para Cristo (Flp 1, 22). La expresión que el ha
usado se encuentra en un Salmo que el mismo relee a la luz de Cristo y le otorga
el verdadero sentido que tiene para la salvación (Sal 104, 13). El mismo salmo
designa los beneficios con que Dios satisface la tierra. En la Carta a los Filipenses
es la expresión vistos los resultados benéficos que produce la actividad misionera
del Apóstol (Rom 1, 13), Pablo ¿sugiere que su unión con Cristo le permite
cumplir aquí abajo una obra divina que fructifica? La forma de la frase es elíptica:
Si vivir según la carne es para mí un fruto de una obra. Se puede comprender así:
Pero si vivo en la carne ella será para mí un trabajo fructífero. Estar con Cristo
sería 10 mejor, pero estar aquí abajo es más útil por causa de los filipenses, porque
la actividad misionera de Pablo puede llevar fruto. El criterio de elección queda
para el progreso del Evangelio en la comunidad. Para Pablo la muerte como la
vida es una unión con Cristo. Su vida se confunde con la de Cristo, porque para
mí la vida es Cristo (Flp 1, 21)325.

b) El nombre del Señor exaltado y su confesión en los cielos y en la tierra (Flp


2, 6-11; Sal 148, 13).
Cristo ha sido exaltado por Dios (Flp 2, 8-9). Más que buscar el origen del
tema en el mito irano-judío del Hijo del Hombre, ha tenido una influencia que
ha ejercido sobre este texto de la Carta de la figura misteriosa del Servidor de
Isaías (Is 52, 13-53, 12), donde la comunidad cristiana ha leído un anuncio del
misterio de Cristo. Sabemos que un pasaje de Isaías (Is 45, 23) es citado por
Pablo en Filipenses (Flp 2, 10). Aquel que se ha abajado y que fue muerto sobre
la cruz ha sido exaltado por Dios y le ha dado un Nombre que está por encima
de todo Nombre, aquel de Señor. Vaciamiento y exaltación divina son comunes

324 VESCO. J. L., Le Psautier. o. c., 202.


325 Ibídem, o . c . 2 0 2 - 2 0 3 ‫״‬

179
Antonio Llamas Vela

en el Servidor y en Cristo. El Salterio conoce el tema de la humillación del justo


(Sal 34, 13) y el de vaciamiento del fiel y de su exaltación por Dios (Sal 18, 28;
31, 8; 107, 41)326.
El himno de Filipenses dice: Dios 10 exaltó y le dio un Nombre sobre todo
nombre, de modo que al nombre de Jesús, toda rodilla se doble en el cielo y
en la tierra y toda lengua confiese Jesús Cristo es el Señor. El verbo exaltar
(hyperhypsoó) que el apóstol usa en el himno (Flp 2, 9) y que es un verbo que
solo se expresa esta vez en el Nuevo Testamento, aparece en un salmo, donde
designa la exaltación de un soberano Altísimo por encima de todos los dioses (Sal
97 , 9) 327.

c) Temor y temblor (Flp 2, 12; Sal 2, 11).


La expresión temor y temblor describe la actitud ante Dios trascendente, es
usada por San Pablo (Flp 2, 12; 1 Cor 2, 3; 2 Cor 7, 15; Ef 6, 5). Se encuentra
doce veces en la versión griega de la Biblia. La expresión presenta un sentido
atenuado, si bien se puede traducir con respeto y humildad. El apóstol exhorta a
su corresponsales a trabajar su salvación practicando la obediencia a Dios, pues
Cristo ha dado un ejemplo supremo (Flp 2 , 8 ) 328.

d) El libro de la vida (Flp 4, 3; Sal 69, 29).


Pablo menciona a sus colaboradores que sus nombres figuran en el libro de
la vida (Flp 4, 3). Haciendo alusión al libro de la vida, el apóstol hace alusión a
una imagen tradicional en el Antiguo Testamento y en el judaismo. Este libro es
el registro donde Dios inscribe las buenas y las malas acciones de los hombres
que entran en su destino en el más allá. Según el libro de los Jubileos habría dos
registros, uno para los justos y otro para los impíos (LibJub XXX, 20-22; XXXV,
10). La imagen se usa muchas veces en los Salmos (Sal 69, 29; 109, 13-14). Se
encuentra también en las tablas rituales de Babilonia. El Nuevo Testamento la ha
retomado, así leemos en la obra lucana. El evangelista pone en labios de Jesús
una invitación a los discípulos a la alegría de ver sus nombres inscritos en los
cielos (Le 10, 20; Hech 12, 23). Los libros del cielo donde están inscritos los
nombres de los elegidos son una imagen clásica de los apocalipsis (Dn 12, 1; Ap
3, 5; 13, 8; 17, 8; 20, 12. 15; 21, 27) que aparecen en los textos de Qumrán 329 .

326 Ibídcm, o . C., 204.


327 Ibídcm, o . c., 204.
328 Ibídcm, o . c., 205.
329 Ibídcm, o . c 2 0 5 ‫״‬ .

180
Aproximación al Nuevo Testamento II

e) El Señor está cerca (Flp 4, 5; Sal 34, 19).


Después de invitar a sus corresponsables a alegrarse, Pablo sostiene que su
bondad sea reconocida por todos los hombres al proclamar: El Señor está cerca
(Flp 4, 5). Esta expresión, única en el Nuevo Testamento, deriva verdaderamente
del arameo Maraña tha que se puede traducir como un imperativo: Nuestro Señor
viene (Ap 22,20). Esta expresión tiene un valor de cumplimiento que significaría:
El Señor viene que se puede entender: El Señor está presente. El apóstol utiliza
la fórmula aramea transcrita en griego Maraña tha (1 Cor 16, 22). Esta fórmula
expresa la esperanza escatológica del próximo retorno de Cristo y así sucede en
la liturgia. Se encuentra también en la celebración eucarística primitiva según la
Didajé X. 6 y en las Constituciones Apostólicas VII, 26.
Esta proximidad divina es confesada por Pablo y es también realizada por
el salmista, cuando declara: Cerca está el Señor de los que tienen el corazón
atribulado y salvará a los humildes (Sal 34, 19). O como indican otros Salmos:
Tú estás cerca, Señor (Sal 119, 151). Cerca está el Señor de todos los que lo
invocan (Sal 145, 18). Pablo une también la proximidad divina y la plegaria (Flp
2, 6). Los que estos pasajes del libro de los Salmos afirman de Dios, San Pablo
lo declara de Cristo330.

330 Ibídem, o. c.. 206.

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