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El Test del árbol se puede hacer por separado o aplicarlo junto con la batería de Test Casa – Árbol –
Persona (HTP). Éste es un test proyectivo de la personalidad que permite conocer la parte más profunda
del individuo, pues – de las tres que forman el HTP – está considerada como una prueba donde se trasladan
La cuestión de que se pueda obtener esta información a través de un dibujo implica varias cosas. Por una
parte, hay profesionales que pensarán que está obsoleto y que carece de auténtico significado; por otra
parte, para poder interpretar este test es necesario tener conocimientos previos de lo que significa el
trazado y los diferentes elementos del mismo, para poder llevarlos desde lo teórico a lo práctico y subjetivo
de cada individuo.
El test del árbol es uno de los test proyectivos más sencillos de aplicar y se puede utilizar en todas las
edades.
Normalmente, un dibujo es bien aceptado por los niños mientras que podemos encontrarnos con adultos
con ciertas resistencias pero, sin duda alguna, un test proyectivo como éste puede ofrecernos mucha
información para confrontar los datos que tenemos u obtener información que el paciente no ha verbalizado.
Una de las ventajas de utilizar este test frente a otros test proyectivos como el test de la figura humana,
El dibujo del árbol representa la sensación de equilibrio que siente la persona consigo misma y sus recursos
personales, a través de sus diferentes partes podemos conocer cómo se configura la estructura del “yo”.
Aunque el valor del dibujo puede subestimarse como test, un buen lector puede tener información directa
sobre la relación del paciente con el ambiente. A su vez, puede obtener información relacionada con su
desarrollo, cómo es el contacto con la realidad (si tiende a la fantasía o es realista, etc.), sentimientos de
equilibrio o tensión.
Son muchos los aspectos que tenemos que tener en cuenta a la hora de interpretar el test del árbol: la raíz
y el suelo, el tronco, ramas y copa entre otros elementos que pueden aparecer.
A grandes rasgos podemos decir que:
Raíz y suelo: Muchos relacionan esta parte del dibujo con el “Ello” freudiano, es decir, lo más inconsciente
del sujeto. Esto nos mostraría sus emociones más íntimas y cómo es su contacto con la realidad, ya que
Tronco: Este elemento se identifica con el “Yo”. En esta parte, el dibujo nos muestra cuál es la percepción
que el sujeto tiene de sí mismo: confianza, seguridad y cuáles son sus recursos para afrontar las
adversidades.
Ramas y copa: Todos los elementos de la parte superior del árbol forman parte de éste que simboliza la
calidad e intensidad de las relaciones que el sujeto tiene con el mundo que le rodea, sus aspiraciones
Hay quien dibuja o no el suelo, como una línea base que delimita el espacio. El significado que suele tener
la aparición del suelo es la estabilidad con la que el sujeto afirma su personalidad, es decir, si está
presente se habla de criterio de realidad y si está ausente, se puede referir a una sensación de desarraigo,
externo que le produzca incomodidad. Será necesario fijarse en dónde está ubicado, la cantidad y longitud
Un tronco muy delgado haría referencia a personas sensibles o vulnerables ante las tensiones externas.
Puede tratarse también de personas que tienden a la idealización o utilizar la racionalización para explicar
lo que sienten.
Un tronco muy ancho haría referencia a esas personas que son más dadas a la actuación que al
pensamiento, son más impulsos y se ciñen más al instinto.
Se describe como tronco “normal” a aquel que está entre ancho y delgado, suele definir a personas que
tienen un equilibrio emocional.
El trazo de las ramas, la forma de las mismas y si tienen o no copa, puede hablarnos de
Si el árbol tiene ramas se interpreta como que son sujetos que se relacionan activamente con los demás;
mientras que, si no hay ramas, pero sí un follaje, se suele interpretar como que no son tan espontáneos en