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Lightner Witmer.

Lightner Witmer (1867-1956) fue un psicólogo clínico estadounidense, reconocido


por ser el creador del término “psicología clínica” cofundador de la primera clínica
de psicología infantil en el año 1896, en la Universidad de Pensilvania.
Uno de los principales impulsores de la atención infantil en psicoterapia en los
Estados Unidos.
Lightner Witmer, que se llamaba anteriormente David L. Witmer Jr., nació el 28 de
junio de 1867 en Filadelfia, Estados Unidos. Fue el mayor de cuatro hermanos,
Witmer obtuvo un doctorado en psicología y pronto desenvolvió como miembro de
la Universidad de Pensilvania. Así mismo, tuvo formación en artes, en finanzas y
economía, y en ciencias políticas.
Tal como ocurrió con otros científicos y psicólogos de la época, Witmer creció en el
contexto de la posguerra civil estadounidense, alrededor de una atmósfera
emocional fuertemente cargada de preocupación y a la vez miedos y esperanzas.
Además, Witmer había nacido en Filadelfia, que en el mismo contexto se había
caracterizado por distintos eventos que marcaron la historia del país, como la batalla
de Gettysburg y las distintas luchas por la prohibición de la esclavitud. Todo lo
anterior llevó a Witmer a desarrollar una preocupación especial por utilizar la
psicología como una herramienta de mejora social.
Después de haberse graduado en ciencias políticas, e intentar seguir estudiando
derecho, Witmer conoció al psicólogo experimental James McKeen Cattell, quien
era uno de los intelectuales más influyentes de la época.
Este último motivo a Witmer a iniciar sus estudios en psicología. Witmer pronto se
interesó por dicha disciplina, en parte porque anteriormente se había desempeñado
como profesor de historia e inglés con niños de distintas edades, y había notado
que muchos de ellos tenían varias dificultades, por ejemplo, para distinguir sonidos
o letras. Lejos de mantenerse al margen, Witmer había trabajado de cerca con estos
niños, y su ayuda había resultado fundamental para incrementar su aprendizaje.
Después de conocer a Cattell (quien además se había formado con otro de los
padres de la psicología, Wilhelm Wundt) y luego de haber aceptado trabajar como
su asistente, Witmer y Cattell fundaron un laboratorio experimental en donde el
principal objetivo era estudiar las diferencias en tiempos de reacción entre distintos
individuos.
Cattell pronto deja la universidad, y el laboratorio, y Witmer empieza a trabajar como
asistente de Wundt en la Universidad de Leipzig, en Alemania. Luego de obtener su
doctorado, Witmer regreso a la Universidad de Pensilvania como director del
laboratorio de psicología, y se especializó en investigación y docencia en psicología
infantil.
La primera clínica de psicología de Estados Unidos
Como parte de sus trabajos en el laboratorio de psicología de la Universidad de
Pensilvania, Witmer fundó la primera clínica psicóloga de atención infantil de
Estados Unidos.
Entre otras cosas se encargó de trabajar con distintos niños, bajo el objetivo de
ayudarlos a superar lo que él llamaba “defectos” para el aprendizaje y la
socialización. Witmer sostenía que dichos defectos no eran enfermedades, y
tampoco eran necesariamente resultado de un defecto del cerebro, sino que se
trataba de un estado mental propio del desarrollo del niño.
De hecho, decía que estos niños no debían considerarse como “anormales”, ya que,
si se desviaban de la media, esto ocurría porque su desarrollo estaba en una etapa
anterior a la de la mayoría. Pero, mediante un apoyo clínico adecuado,
complementado por una escuela de formación que funcionara como un hospital-
escuela, sus dificultades podían ser compensadas.
Witmer y los inicios de la psicología clínica
En el debate sobre la determinación hereditaria o ambiental del comportamiento,
que dominaba gran parte de la psicología del momento, Witmer se posicionó en
inicio como uno de los defensores de los factores hereditarios. No obstante, luego
de comenzar las intervenciones como psicólogo clínico, Weimer sostuvo que el
desarrollo y las capacidades del niño estaba fuertemente condicionados por
elementos ambientales y por el rol socioeconómico.
A partir de ahí, su clínica se enfocó en ampliar el estudio de la psicología educativa
y lo que antes se llamaba educación especial. Además, se le atribuye ser el padre
de la psicología clínica porque fue el primero en utilizar el término de “Psicología
Clínica” en el año de 1896, durante una sesión de trabajo de la Asociación
Americana de Psicología (APA).
En el mismo contexto, Witmer defendió la separación de la psicología y la filosofía,
especialmente abogó por dividir la APA de la Asociación Americana de Filosofía.
Dado que esto último generó distintas controversias, Witner y Edward Titchener
fundaron una sociedad alternativa sólo para psicólogos experimentales.
Witmer defendió fuertemente que las investigaciones realizadas en psicología, en
los laboratorios, así como las teorías que desarrollaban los grandes intelectuales,
podrían tener un uso práctico y directo para mejorar la calidad de vida de las
personas. Así mismo, en la base del desarrollo de la psicología clínica se encuentra
la premisa de que la práctica y la investigación son elementos indisociables para
esta disciplina.
Wilhelm Wundt: padre de la psicología científica
Wundt (1832 - 1920) es considerado uno de los precursores de la ciencia de la
conducta.
aunque en ciertos aspectos puede decirse que filósofos como Platón y Aristóteles
sentaron las bases de la psicología, el encargado de hacer emerger esta ciencia
como una disciplina independiente fue Wilhelm Wundt, un investigador alemán que,
además de filósofo, invirtió muchos esfuerzos en hacer de los procesos mentales
algo proclive a ser estudiado a través del método experimental, algo que no se había
hecho en siglos anteriores. Este es el motivo por el que, por consenso general, se
considera que la psicología nació en el 1879, año en el que Wundt abrió en Leipzig
el primer laboratorio de psicología experimental de la historia.
¿Cómo investigaba Wundt?
Gran parte de los experimentos de Wilhelm Wundt se basaban en la metodología
utilizada por Gustav Fechner a la hora de estudiar la percepción y la sensación. Por
ejemplo, durante un breve lapso se le mostraba un patrón de luces a una persona y
se le pedía que dijera lo que experimentaba. Wundt se tomó muchas molestias para
hacer que fuese posible comparar casos entre sí: el tiempo que debía durar un
estímulo era controlado a rajatabla, al igual que su intensidad y su forma, y la
situación de todos los voluntarios que se utilizaban también debía ser controlada
para que los resultados obtenidos no se contaminasen por culpa de factores
externos como la posición, los ruidos provenientes de la calle, etc.
Wundt creía que a partir de estas observaciones controladas en las que se
manipulan variables se podía ir "esculpiendo" una imagen sobre los mecanismos
básicos secretos de la mente. Lo que quería era, fundamentalmente, ir
descubriendo las piezas más simples que explican el funcionamiento de la
consciencia para ver cómo funciona cada una y de qué modo interactúan entre sí,
del mismo modo en el que un químico puede estudiar una molécula examinando los
átomos que la forman.
Sin embargo, también se interesó por procesos más complejos, como por ejemplo
la atención selectiva. Wundt creía que el modo en el que atendemos a ciertos
estímulos y no a otros está guiado por nuestro interés y nuestras motivaciones; a
diferencia de lo que ocurre en el resto de seres vivos, decía Wundt, nuestra voluntad
tiene un papel muy importante a la hora de dirigir los procesos mentales hacia metas
decididas por nuestro propio criterio. Esto lo llevó a defender una concepción de la
mente humana llamada voluntarismo.
Hoy en día las teorías de Wundt han sido descartadas, entre otras cosas, porque
este investigador confiaba demasiado en el método introspectivo, es decir, en la
obtención de resultados según el modo en el que las personas hablan sobre lo que
sienten y experimentan. Tal y como se sabe hoy en día, aunque cada individuo
tenga un conocimiento privilegiado acerca de lo que ocurre en su cabeza, este casi
nunca es válido y es producto de una gran cantidad de sesgos y limitaciones
perceptivas y cognitivas; nuestro organismo está hecho de una manera en la que
saber objetivamente cómo son los procesos psicobiológicos que operan en su
trastienda es mucho menos prioritario que sobrevivir sin distraerse demasiado.
Es por eso, entre otras cosas, que la Psicología Cognitiva actual tiene en cuenta
esos procesos mentales inconscientes que, a pesar de ser diferentes a los
teorizados por Sigmund Freud, influyen poderosamente en nuestra manera de
pensar y sentir sin que nos demos cuenta y sin que tengamos posibilidad de adivinar
sus causas por nosotros mismos.

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