29 de diciembre de 2019

A LOS SIERVOS ESPECIALES DE TIEMPO COMPLETO QUE SIRVEN EN EL CAMPO

Estimados hermanos:

Al inicio del programa de la asamblea regional de 2019, el hermano Gerrit Lösch les dijo
afectuosamente a los asistentes: “Los amamos mucho”. Luego citó lo que dijo Pablo en 1 Tesaloni-
censes 3:12 para expresar el deseo sincero del Cuerpo Gobernante: “Que el Señor haga que aumen-
te, sí, que abunde el amor que sienten unos por otros y por todos los demás, tal como abunda nues-
tro amor por ustedes”. Nos llena de alegría dedicarles esas palabras, hermanos que sirven fielmente
en sus asignaciones. ¿Les gustaría saber cuántos más recibirán esta carta de ánimo? Alrededor del
mundo, hay 22.543 precursores especiales y precursores especiales temporales, 3.013 misioneros
que sirven en el campo y 13.386 superintendentes de circuito e instructores que sirven en el campo
con sus esposas. Muchos de ustedes han servido fielmente por décadas en el servicio especial de
tiempo completo, y nos alegra que se haya nombrado hermanos jóvenes, entre ellos nuevos super-
intendentes de circuito. Los felicitamos a todos por su servicio fiel.

Es bueno meditar de vez en cuando en las cualidades que debemos cultivar para ser acepta-
dos en el servicio especial de tiempo completo. Entre ellas están ser humilde, interesarse de verdad
en ayudar a la gente, ser capaces de mantener una rutina y estar decididos a permanecer en una
asignación incluso cuando sea difícil (Hech. 20:35; 1 Cor. 15:58; Fil. 2:3, 4; Heb. 10:36). Es im-
prescindible tener siempre presente que nuestra labor principal es predicar las buenas noticias
(w20.01 págs. 2-7). Encontramos un excelente recordatorio en el texto del año 2020: “Así que va-
yan y hagan discípulos […]. Bautícenlos” (Mat. 28:19).

Algunos de ustedes han recibido un cambio de asignación en los últimos años. Quizás sir-
vieron fielmente por muchos años en Betel o en la obra del circuito y ahora son precursores especia-
les. Algunos precursores especiales tienen un requisito de horas reducido debido a problemas de
salud u otra razón de peso. Es muy importante tener el punto de vista correcto sobre este asunto,
pues dichos cambios no deben verse como un plan de jubilación o una recompensa por haber servi-
do fielmente. El objetivo es que los hermanos que trabajan duro puedan mantener su privilegio de
servicio, pero tomando en cuenta sus circunstancias actuales. Confiamos en que quienes reciben
dicha consideración sigan aprovechando todas las oportunidades que tengan de predicar las buenas
noticias (Mar. 12:43, 44; Col. 3:23; w19.08 págs. 20-25).

¿Están luchando con dificultades en su asignación que les roban la alegría? Puede que cada
vez sea más difícil encontrar a las personas al predicar de casa en casa, ya que la situación econó-
mica las obliga a buscar empleo y a trabajar más horas. Los fenómenos meteorológicos extremos y
los desastres naturales también pueden afectar la predicación. Pídanle a Jehová que los ayude a dar-
le su justo valor a estos problemas. No dejen que los obstáculos los distraigan; más bien, véanlos
como una oportunidad de demostrar su devoción a Dios (Sal. 16:8; 2 Ped. 3:11). Puesto que cada
vez hay menos gente en sus casas, ¿por qué no intentan un horario distinto y predican de casa en
casa al atardecer? A esa hora se encuentran más personas en sus hogares. ¿Han intentado predicar
en los negocios, si hay en su territorio? Quizás también tengan que hacer ajustes en su horario en las
temporadas del año en que las condiciones del tiempo son extremas. Tengan muy presentes las pa-
labras de Pablo a los cristianos de Galacia: “Así que no dejemos de hacer lo que está bien, porque al
debido tiempo cosecharemos si no nos cansamos” (Gál. 6:9).

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Oramos para que su ministerio les siga dando felicidad, satisfacción y buenos resultados.
Valoramos lo que hacen para fortalecer el amor de la hermandad. En este mundo irreverente, el
amor auténtico nos identifica como cristianos verdaderos. Además, ahora que nos estamos prepa-
rando para la mayor tribulación que jamás se haya experimentado en la Tierra, es fundamental que
los cristianos verdaderos nos mostremos amor sacrificado. Les rogamos que sigan animando a toda
la congregación a que su amor sea cada vez más abundante (Fil. 1:9).

Tengan la certeza de que el Cuerpo Gobernante siente mucho cariño por todos ustedes, que
trabajan a nuestro lado para difundir las buenas noticias.

Sus hermanos,